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FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL Libros de Cátedra Gestión estratégica plani�cada (GEP) Un método para la gestión en organizaciones públicas María Bonicatto GESTIÓN ESTRATÉGICA PLANIFICADA (GEP) UN MÉTODO PARA LA GESTIÓN EN ORGANIZACIONES PÚBLICAS María Bonicatto Facultad de Trabajo Social Este material está dedicado a todo/as con los que he compartido, comparto y compartiré la pasión por la “cosa pública”. A aquellos que día a día, aun con avances y retrocesos que supone gestionar en las organizaciones, hacen que sea posible un mejor Estado. A aquellos que entienden la gestión pública no solo como una responsabilidad ineludible sino como una oportunidad de construcción de una sociedad más justa. Mi dedicatoria especial a las/los estudiantes, quienes hacen posible que el puente generacional exista. Sin ellos no hay clase. Agradecimientos Agradezco a quienes todos los días de mi vida me permiten entender que llegamos solos, nos vamos solos, pero vivimos acompañados. Agradezco a quienes hacen que comprenda que el proyecto colectivo es lo que da sentido y que nada parece tenerlo cuando se pierde ese rumbo. Este libro de cátedra es producto de años de hacer en conjunto, de equivocarse, de acertar, de construir, de sufrir, de producir conocimiento situado para compartir con otros. Agradezco entonces a Wagner, a Anita, a Gubis, a la Yoya, a Nati, a Be, a Ipa, a Tesei. También a Natasha, a Pao y a través de su nombre a todas/os los que integraron en algún momento nuestra cátedra. Aprendimos, aprendemos y seguiremos aprendiendo juntas. Agradezco entonces a Sote. Porque nos formó, nos convenció que la planificación era como dice nuestro querido Carlos Matus, una herramienta de libertad. Porque con su modo particular de enseñar, nos formó como piloteadoras de tormentas y cielos calmos. Agradezco a Belén, porque fue la persona que me acercó a la planificación y a los primeros libros que leí sobre el tema, porque me propuso aportar teoría a lo que hacíamos cotidianamente en nuestro espacio de trabajo en el Departamento Nuevos Recursos y Alternativas de Prevención. Agradezco a quienes son y han sido compañeros de equipo, de gestión, de proyectos, de sueños, nada de lo que está aquí escrito podría haber sido si no hubiéramos sistematizado y generando herramientas conceptuales y metodológicas a partir de los procesos de gestión en los que participamos. Como este es un libro de cátedra no quiero invadir espacios, no los/las nombro pero cada uno/a sabe que tiene acciones en esta apuesta. Agradezco a los cientos de compañeros/as que me he cruzado en estos años, que me permitieron entender, comprometerme, soñar y llorar por aquellos con los que la vida no ha sido justa. Aprendo y disfruto de esos saberes que andan por el aire, en los relatos de cada uno/a. Agradezco a los estudiantes por esos momentos mágicos que se generan a veces donde se siente en el cuerpo y en el aire que la conexión está y fluye. Agradezco obviamente a Solís, con quien nos conocimos gestionando, construimos proyectos en distintas organizaciones públicas y el nuestro propio. A Manuel y Martin, fuentes inagotables de ejemplos en mis búsquedas, intentando vinculaciones didácticas entre la vida misma y la planificación estratégica. Finalmente agradezco a mis viejos que desde pequeña me convencieron de la necesidad de justicia, responsabilidad y convicción como valores que día a día le dan sentido a lo que hago. La práctica social desborda la formación profesional y, cualquiera sea su ámbito, exige entre otras cuestiones explicar la realidad, identificar y ponderar problemas y causas críticas, calcular sobre el futuro incierto, formular y evaluar apuestas sobre productos y resultados de nuestras acciones, resolver conflictos cognitivos, hacer análisis estratégico para construir viabilidad, estudiar a los otros actores que participan en el juego social, monitorear la evolución y cambio de la realidad intervenida y diseñar o modernizar organizaciones. La reflexión teórica que guía esta obra tiene que ver con el puente que debería existir entre las ciencias y la acción práctica en el ámbito público. CARLOS MATUS. TEORÍA DEL JUEGO SOCIAL Índice Prólogo __________________________________________________________________ 7 Introducción ______________________________________________________________10 Capítulo 1 Gestión Estratégica Planificada _______________________________________________ 14 Capítulo 2 El sentido de proponer un método. Esquema. Estructura. Roles _____________________ 19 Capítulo 3 Dimensión: análisis Organizacional ____________________________________________ 27 Capítulo 4 Dimensión: caracterización de la demanda ______________________________________ 37 Capítulo 5 Dimensión: análisis situacional y formulación de estrategias ________________________ 41 Capítulo 6 Dimensión: fortalecimiento del espacio de planificación en la gestión _________________ 53 Capítulo 7 Dimensión: agenda de la Gestión Planificada ____________________________________ 58 Capítulo 8 Dimensión: la comunicación como elemento de la gestión __________________________ 65 Capítulo 9 Reflexiones finales _________________________________________________________ 69 La autora ________________________________________________________________ 70 Prólogo La conjunción de los conceptos planificación, gestión y estrategia en una misma expresión resulta estimulante y promisoria, por lo que puede aportar tanto a la acción del Estado como a la reflexión sobre ella. El texto que el lector tiene en sus manos constituye un intento de rescatar estos significantes de una zona de permanente peligro, procurando en la combinación una mejor resistencia a los embates que ellos han sufrido. El vocablo planificación ya había sido objeto de pujas en el comienzo de los años 60: llegó a recomendarse el uso del término programación para evitar cualquier asociación con la planificación de los países del bloque socialista. Pero el auge de la planificación del desarrollo logro finalmente imponerlo. En 1975, Crozier, Huntington y Watanuki presentan el Informe sobre la Gobernabilidad de las Democracias para la Comisión Trilateral. La crisis de la economía capitalista mundial a raíz de las variaciones en los precios del petróleo, las amenazas que se cernían sobre el modelo del estado de bienestar, el incremento constante de demandas ciudadanas y los desequilibrios económicos que de esta situación se derivaban, preocupaba a los países centrales. Los politólogos concluyeron que el exceso de democracia, la profusión de actividad estatal, la tendencia a trasladar automáticamente el crecimiento económico al bienestar de la población generaban una dinámica que ponía en riesgo la gobernabilidad del sistema. En síntesis, en pro de la gobernabilidad proponían menos Estado, menos bienestar y menos democracia. El reporte marcó el inicio de una regresión conservadora a nivel mundial. En el terreno económico, tuvo su correlato en el documento llamado Consenso de Washington que, a fines de los años 80, prescribía las políticas que el establishment económico internacional consideraba pertinentes para América Latina y que fuera tomado como texto canónico por las experiencias neoliberales en la región. A la luz del ideal de Estado mínimo, el concepto de planificación se extinguió, la institucionalidad construida durante las décadas anteriores fue desmontada y la gestión se transformó en management. Bajo la influencia del New Public Management (NPM), se intentó la aplicación en el sector público de los instrumentos y métodos de la administración empresarial, centrada exclusivamente en el concepto de eficiencia. Las crisis deI inicio del siglo XXI marcaron, de algún modo, el fin de las experiencias neoliberales y dieron lugar a una revalorización del Estado, entendiendo su rol de un modomás rico y complejo. Esto significó una suerte de retorno de la planificación en los países latinoamericanos. Sin embargo, las experiencias políticas que reivindicaron la importancia 7 estratégica del Estado en los procesos de desarrollo inclusivo no promovieron una reflexión sistemática y profunda sobre planificación y gestión pública ni ha surgido aun un paradigma alternativo al del NPM. Un aporte en este sentido, desde el ámbito académico, resulta entonces esperanzador sobre todo en momentos en que parecer haber un retorno del homo corporativo al manejo del Estado. La fórmula propuesta en el título del documento –Gestión Estratégica Planificada– merece nuestra atención. En primer lugar, la planificación aparece como una cualidad de la acción. El uso del adjetivo evita entender la planificación como una etapa previa a la implementación de la acción estatal sobre las cuestiones públicas y permite comprenderla como una dimensión de la misma. La planificación cualifica la acción, dotándola de inteligencia. La gestión es así vista como acción y no como mero management. La efectividad gana lugar sobre la eficiencia. En segundo lugar, el carácter estratégico que le imprime el segundo adjetivo a la acción estatal es crucial porque conlleva la idea de conflicto. Las políticas públicas se desarrollan en un escenario de conflicto permanente y es por ello que demanda que la acción no solamente sea planificada, sino que lo sea de un modo particular. La presencia de los actores, de sus intereses contrapuestos y posicionamientos diversos, demanda una acción capaz de gestionar los conflictos de modo de asegurar que a lo largo del proceso de producción de políticas públicas se pueda avanzar hacia los objetivos establecidos. El concepto de gestión estratégica planificada proporciona pistas para superar las limitaciones que ha tenido la planificación pública de los años 60 y 70; básicamente, su divorcio de la gestión, su desviación tecnocrática y su llamativa prescindencia de la dimensión política del proceso. Desdeñada también por el gerencialismo, esta faceta refiere a la política en tanto actividad. Más allá del campo de las instituciones políticas y de las interacciones que ellas regulan, subsiste el ámbito de la acción política, en el que acontecen los conflictos. Por tanto, un desafío inherente a la gestión estratégica planificada es el desarrollo de un tipo particular de capacidad estatal, la capacidad político estratégica. De naturaleza diferente a las capacidades burocráticas entendidas en clave neoweberiana, la capacidad político estratégica implica la solvencia y disposición de los cuadros de gobierno para el direccionamiento estratégico y la gestión de los conflictos que pueden condicionar o comprometer el desarrollo nacional. Este concepto debe preservar la tensión original de la palabra “política” que remite tanto a las reglas de juego que intentan ordenar el campo de lo público como al terreno incierto de la contingencia que lo desordena. El plano de los mecanismos institucionales que regulan la vida política, como el sustrato de puja, litigio y conflicto que lo sustenta. Esto implica reconocer no solo el carácter conflictivo del orden social sino también que el campo de la acción política, a pesar de los esfuerzos de la razón, mantiene un fondo irreductible de incertidumbre e indeterminación que frecuentemente pone en riesgo la gestión. Hay una cercanía entre el concepto de capacidad político estratégica y el concepto de virtud política de Maquiavelo. La virtud es la capacidad de dominar los acontecimientos para realizar el fin deseado, una manera de vencer el curso de los hechos que escapan a nuestra voluntad, 8 que es lo que Maquiavelo denominaba fortuna. Maquiavelo predica la virtud política del Príncipe, es decir, la define como un atributo personal de quien gobierna. Un príncipe debe tener virtud, ya que el juego político se basa en ella. La pregunta, entonces, es ¿cómo transformar una cualidad individual de aquellos líderes con capacidad estratégica en una capacidad estatal? (Carlos Matus, 1983), siempre preocupado por borrar la frontera entre técnica y política, asocia este desafío a la dimensión estratégica de la planificación. La capacidad de conducción estratégica, la virtud de generar y dirigir acciones, es una facultad técno-política que puede ser predicada de los gobiernos. Y la capacidad de gobierno puede ser ampliada a través de técnicas y métodos de planificación estratégico situacional. Y esto es imprescindible para ampliar el campo de gobernabilidad en el caso de los proyectos que se plantean transformaciones y objetivos exigentes. Las propuestas que contiene este texto es el resultado de la búsqueda de un equipo de profesionales jóvenes comprometidos con la gestión del Estado y las políticas públicas, nucleados en la Cátedra de Administración de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP que conduce la Mg. María Bonicatto. Recomiendo su lectura porque con su publicación han abierto un espacio de debate y exploración que resulta imprescindible para el campo de las políticas públicas argentinas. Jorge Sotelo Buenos Aires, marzo de 2013 9 Introducción La propuesta metodológica que se presenta a continuación, se encuentra sustentada en las búsquedas y reflexiones de un equipo de trabajo inscripto en el paradigma de la Planificación Estratégica Situacional (PES) que ha desarrollado actividades de planificación, ejercido roles técnicos y/o de conducción en el marco de procesos de gestión de organizaciones públicas y gubernamentales durante los últimos veinticinco años1. La Planificación Estratégica Situacional fue propuesta por el autor latinoamericano Carlos Matus2, quien ocupó diferentes roles en organizaciones gubernamentales de países como Chile, Brasil y Venezuela. El autor, en su búsqueda de teoría y metodología para la planificación y el abordaje de situaciones, evidenció la necesidad de vincular dos procesos que en general se encuentran escindidos: la planificación y la gestión. Su obra se ha constituido en testigo de una búsqueda incremental que no articuló de manera inicial los procesos mencionados, sino que a partir de la revisión del paradigma de planificación normativa3 establece por comparación las características que deberá tener una planificación de tipo estratégica. De esta manera reposiciona las concepciones de sujeto, actor social, problema, direccionalidad, poder e incertidumbre entre otras categorías para comprender y abordar los procesos de planificación llevados adelante en América Latina. Escribe desde su experiencia como planificador de la CEPAL4, organización de la que él fue parte. Su libro Estrategia y Plan editado por primera vez en el año 1972, es definido por él como el fruto de una contradicción progresiva entre su formación y su experiencia de más de diez años en el campo de la planificación. Un planificador normativo que a partir de la reflexión sobre las prácticas de planificación y la introducción de perspectivas de análisis características de los años 60 y 70, logra hacer una crítica que pone en jaque la epistemología de los modelos de planificación. Sienta las bases para un abordaje de los procesos situacionales que requieren análisis y dirección: la planificación estratégica situacional. Raúl Prebisch5 en el prólogo del libro de Matus ya mencionado dice: “Las ideas de Carlos Matus se han traducido en planteamientos originales tanto en el plano conceptual como en el de la acción práctica. Porque 1 Integrantes de la Cátedra Administración en Trabajo Social de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP 2 Ministro de Economía de Chile y Presidente del Consejo de la Corporación de Fomento y Producción (CORFO). En 1973 actuó como asesor económico del Presidente de la República y como Presidente del Banco Central de Chile. Director del Proyecto de Asesoría al Ministeriode Hacienda de Venezuela "Modernización del Sistema Fiscal". Presidente de la Fundación ALTADIR desarrolla una intensa labor de docencia en Planificación, para difundir el Método PES; dictando cursos a profesionales de Brasil, Venezuela, Ecuador, Colombia, Argentina y Chile. 3 Modelo de planificación que supone una realidad estática, con un actor que planifica y dirige, donde los problemas a abordar están definidos y son posibles de entender unicausalmente, donde el poder no es un recurso escaso y existe una sola forma de entender ya que las situaciones son objetivas y solo hay que definirlas con precisión. 4 Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL). Organismo desde el cual se llevaron adelante procesos de planificación en la mayoría de los países de la región. 5 Secretario Ejecutivo de la CEPAL en el período 1950-1963, argentino, con una activa participación en las concepciones y acciones sobre las estrategias de desarrollo de América Latina en esos años. 10 en Matus se da la conjunción poco frecuente de una extraordinaria inquietud intelectual y un gran sentido pragmático” (Prebisch, 1972: IX). Y dejando claro el alejamiento del autor de la CEPAL y del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES)6 pero reconociendo su irrefutable aporte dice: “Me parece indudable que el economista Matus, enfrentado de lleno a los problemas cotidianos e insoslayables de la realidad más descarnada y verdadera, recogerá –en el terreno de la praxis pero con el bagaje intelectual que posee– los frutos de la aventura tecno-política en que está embarcado para entregárnoslo mañana en la obra que nos debe a todos y que este libro ágil y polémico es una promesa significativa”. La lectura de los libros siguientes, y en particular de obras como Los 3 cinturones del gobierno. Gestión, Organización y Reforma, publicado en el año 1997, muestran el interés del autor por los problemas presentes en los procesos organizacionales que ocurren en los espacios donde se planifica. Si bien lo hace a partir de la preocupación que le produce la falta de capacidad de los gobiernos para llevar adelante las políticas económicas y de administración pública, permite analizar una dimensión poco explorada en esos tiempos: la gestión. Su obra por su particular perspectiva y su agudeza en los análisis, constituye aún hoy una de las producciones más consultadas por gestores y académicos preocupados por estos temas, que ha constituido la base de reflexión de innumerables aportes teóricos y metodológicos de autores contemporáneos que permiten problematizar los procesos de política pública de Argentina y América Latina. En este trabajo concebimos a la gestión como un proceso mediante el cual se coordinan diferentes tipos de recursos financieros, humanos, organizacionales, ideológicos y políticos en el marco de una estructura visible y de una red de actores e intereses diversos para llevar adelante practicas públicas de procesamiento de problemas, diseño e implementación de acciones que pretenden abordar cuestiones socialmente problematizadas. En este sentido, se propone para avanzar en la propuesta, comprender al concepto de gestión sobre la base de la articulación de recursos y la incorporación del reconocimiento de la presencia de actores diversos que, aun no siendo parte de la organización impactan con sus opiniones y acciones en el proceso de gestión. Esta concepción de gestión que retomaremos más adelante a partir de los aportes de los equipos de investigación de la Universidad de General Sarmiento7, permite entender la complejidad de los procesos a los que nos enfrentamos quienes trabajamos en organizaciones públicas y hemos decidido planificar y gestionar la política pública8. 6 Ejerció el cargo de Director de los Servicios de Asesoría del Instituto. 7 Magdalena Chiara y Mercedes Di Virgilio. 8 Adherimos a la idea de política pública planteada por Oszlak y O´Donnell (1976) quienes la definen como el “conjunto de toma de posición del Estado frente a una “cuestión” que concita la atención, interés o movilización de otros actores La calidad de la implementación de programas se encuentra direc-tamente condicionado por la capacidad instalada en el ámbito local a partir de las herramientas de gestión que posean los actores involucrados para sostener lo diseñado, impactando positiva o negativamente en el proceso de gestión que se pretende llevar adelante. 11 El recorrido de nuestro equipo de trabajo ha sido un camino que en algún sentido, sigue la lógica de comprensión matusiana de los procesos organizacionales. Primero avanzamos por idear propuestas de planificación, para luego definir que sin modificaciones en los procesos de gestión, lo primero no tiene sentido alguno. Desde esta perspectiva, el diseño del PROBES9 como un método para el análisis situacional y la formulación de estrategias ha constituido una propuesta de planificación inscripta en la perspectiva desarrollada por Matus, e implementada en diversas situaciones por miembros del equipo de cátedra en experiencias disímiles. Por ejemplo la formulación de proyectos vinculados a grupos de referentes barriales que demandaban un análisis multiactoral sistemático de discusión y de direccionamiento de estrategias por un lado, diseño de políticas de impacto municipal o provincial vinculadas a la maternidad y la infancia de la provincia de Buenos Aires, planificaciones de equipos técnicos de salud del ámbito municipal del conurbano bonaerense, hasta planes nacionales vinculados al empleo, la formación técnico profesional y el desarrollo local por otro. En los procesos mencionados han participado: vecinos, referentes comunitarios, integrantes de equipos de salud, educación, niñez, producción, desarrollo local, académicos, decisores gubernamentales del rango de director, secretarios de estado y ministros, hasta representantes de diversas organizaciones políticas, sindicales y de la sociedad civil. Con estos párrafos queremos dejar en claro que el método nos ha permitido sostener procesos de planificación en planos y espacios muy diversos, que aún con sus características disímiles encontraban siempre un denominador común: la decisión de planificar como una instancia necesaria de cualquier proceso de acción. Sin embargo, las sucesivas intervenciones realizadas10 fueron planteando una serie de limitaciones que la propuesta presentaba a la luz de las complejidades a las que enfrentábamos en cada una de las situaciones abordadas. Cabe aclarar que el método no siempre fue utilizado como herramienta de planificación de un equipo externo en la lógica de la asistencia técnica, sino que los diferentes recorridos laborales de los integrantes de la cátedra permitieron su ejercitación en planos y niveles de gobernabilidad distintos. Lo hemos desplegado en situaciones diversas como ejercicio de un equipo de trabajo o para el desarrollo de procesos de planificación que involucraban a la totalidad de la organización entre otras experiencias. El método introduce un tipo de cálculo que vincula el análisis con la acción, proponiendo al proceso de planificación como un espacio de mediación y vinculación entre ambos. La potencia del PROBES radica en que reconoce que un proceso planificado de transformación exige un cálculo situacional complejo que debe brindar elementos de juicio para tomar decisiones en el presente Sotelo (1997: 2). La propuesta vincula el análisis situacional con la definición de estrategias. Sistematiza la reflexión sobre las causas de un problema o conjunto de problemas antes de adelantar de la sociedad civil. Como tal, involucra decisiones de varias organizaciones que expresan un determinado modo de intervención, las cuales no son necesariamente unívocas, homogéneasni permanentes. 9 Método desarrollado por Aníbal Jorge Sotelo Maciel. 10 El método ha sido utilizado para desarrollar procesos de planificación en Ministerios y áreas gubernamentales del nivel internacional, nacional, provincial y municipal, ONGs y organizaciones en temáticas de salud, educación, gestión pública, producción, economía, empleo, desarrollo social, ambiente y desarrollo territorial. 12 soluciones, tomando en cuenta que ese problema puede ser explicado desde diversos puntos de vista por los actores que están en contacto con él (Sotelo, 1997: 3). Reconoce y toma de la Planificación Estratégico Situacional la siguiente reflexión: “Existe una tendencia a creer que se conocen previamente las soluciones y acomodar la explicación del problema a las soluciones preconcebidas. Existe también una tendencia en cada actor a creer que su solución y su explicación es la correcta. Estos vicios de irreflexión son opuestos a la planificación como un proceso creativo y penetrante” (Matus, 1987: 65). Por lo tanto propone que cualquier intervención que quiera ser considerada como estratégica y planificada, deberá partir de un análisis de los problemas y la definición de la estrategia será posible en función del control de las distintas variables que se encuentran presentes en la situación analizada. Sin embargo la utilización del método PROBES a lo largo de los años, fue marcando una serie de limitaciones que se sintetizan a continuación: Está centrado exclusivamente en lo metodológico y no aborda los temas vinculados a las condiciones básicas de los procesos que necesitan desencadenarse en las organizaciones para viabilizar las propuestas resultantes del análisis. Es un método de planificación y no aborda las dimensiones propias de la gestión que no superen las trabajadas indirectamente como contenido del análisis situacional. Es solo un método circunscripto a una parte del proceso de planificación, por tanto, no se adentra en el momento táctico-operativo11. Las limitaciones definidas en el punto anterior se evidenciaron a partir de comprender el proceso en el cual se desarrollaban, identificando la necesidad de vincular en el análisis la planificación con la gestión. Queremos aclarar que presentamos en este punto a la planificación y la gestión como dos dimensiones diferenciadas a los efectos de poder analizarlas e identificar el tipo de operaciones que requiere cada uno de los procesos. Pretendemos instalar con la presentación de la propuesta que un proceso de planificación estratégica requiere ser gestionado y que un proceso de gestión estratégica requiere ser planificado. Por eso la GEP sintetiza estas dos dimensiones de un complejo proceso que aún hoy desde ámbitos académicos y de gestión pública se insiste en entenderlo en forma escindida y divorciada. Referencias Prebisch, R. (1972). “Prólogo”. En Matus, C. Estrategia y Plan. México: Siglo XXI. Sotelo Maciel, A (1997). El análisis PROBES (Problemas, Objetivos y Estrategias). Un método para el análisis situacional y la formulación de estrategias. Escuela de Trabajo Social (inédito). En línea en: <http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia>. 11 Uno de los cuatro momentos que plantea Carlos Matus (los otros tres son el explicativo, el normativo y el estratégico). Está definido por el autor como la instancia del hacer. Una instancia donde se produce la mediación entre el conocimiento y la acción. 13 http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia CAPITULO 1 La Gestión Estratégica Planificada Las categorías de planificación y gestión constituyen la piedra angular de la propuesta. La necesidad de realizar un tipo de cálculo que permita orientar la toma de decisiones y la articu- lación de un conjunto complejo de recursos, implica el reconocimiento de un ordenamiento básico para el avance de las acciones en una organización, sector o ámbito determinado. Ya no se duda de la importancia que tiene EL QUÉ, EL CÓMO Y EL PARA QUÉ de los procesos de intervención que pretenden modificar diferentes situaciones socialmente problematizadas. Aun en aquellos espacios donde se reproduce en forma cotidiana un tipo de práctica que se basa en la repetición de acciones, se puede analizar el contenido situacional que tiene que estar presente para no escin- dir la propuesta del problema al que se supone se está abordando. Sin embargo el tipo de planificación y de gestión propuesta no debe confundirse con las nociones plan- teadas por el paradigma normativo y la administración clásica1. Consideramos necesario adherir al pensamiento estratégico al que abona la Planificación Estratégica Situacional (PES) en relación al primer término y para el caso del segundo, definir a la gestión desde la doble dimensión que establece Magdalena Chiara. La concepción de planificación estratégica planteada por Matus en su propuesta, entiende a un sujeto que se encuentra comprendido en el “objeto planificado”, reconociendo que existe más de una explicación verdadera producto de la perspectiva que cada actor social le imprime a la situación analizada. Postula que la creatividad que poseen los sujetos permite entender que el sistema social solo en parte sigue leyes, y propone comprender que los procesos socia- les se encuentran constituidos por problemas de tipo cuasiestructurados2. El pensamiento es- 1 Que plantea la dimensión de la articulación de recursos como la esencia del concepto de gestión. 2 Matus se refiere al concepto de problema cuasiestructurado estableciendo que es un problema que no se puede definir ni explicar con precisión. En consecuencia tampoco se sabe bien cómo enfrentarlo y mucho menos se conocen los criterios para elegir entre las opciones que somos capaces de concebir la enfrentarlos. La primera dificultad es reconocerlos y plantarlos. La guardia de un hospital, el trabajo de los docentes en una escuela, las actividades en un club de fútbol, el acompañamiento de un liberado, presentan estructuras de acción que si bien reconocen procedimientos y protocolos legitimados, son espacios donde el análisis y la reflexión sobre las tres preguntas planteadas, permi- te el ajuste permanente a nuevas realidades que se presentan sistemá- ticamente en el abordaje de la cues- tión social. 14 tratégico establece la necesaria vinculación entre la situación3 analizada y la formulación de objetivos concientemente seleccionados para la modificación de los principales problemas iden- tificados, en función de decisiones que se toman a partir de un análisis de viabilidad de la ac- ción propuesta. Con respecto a la noción de gestión que proponemos, como se dijo anteriormente, toma- mos la perspectiva de Chiara (2009: 60) quien, analizando la gestión de la política social, identi- fica dos puntos de partida para pensar el tema: “La inexistencia de políticas por encima y por fuera de la dinámica general de la sociedad por un lado y de las interacciones que se generan en el curso del diseño y la implementación por el otro”. Nos interesa el aporte, ya que interpela la idea unidimensional del concepto de gestión co- mo mera articulación de recursos, e incorpora la complejidad que aportan los actores sociales que constituyen el proceso que es inherente a cualquier gestión. Entienden que la manera de comprender la dinámica del término y lo que produce, es ha- cerlo a partir de las dos perspectivas: “Aquella que pone el énfasis en los procesos a través de los cuales se articulan recursos y, por la otra, la que pone el foco en la porosa frontera entre el Estado y la sociedad en el proceso de constitución de la demanda” (Chiara, 2009: 60). De esta forma cuando se habla de gestión nos referimos a aquellos procesos que por un lado están Orientados a articular (utilizar, coordinar, organizar y asignar) recursos (hu- manos, financieros, técnicos, organizacionales y políticos) que permitenpro- ducir satisfactores orientados a hacer posible la reproducción de la vida de la población y por otro al reconocimiento de las prácticas administrativas, técni- cas y las prácticas de la población en el aprovisionamiento de los servicios en la esfera en que se ponen en relación. (Chiara, 2009: 60) La última categoría que integra la propuesta de GEP es la de organización. La hemos in- corporado ya que la complejidad y la necesidad de comprender lo que ocurre, la forma de es- tructurarse, permanecer y modificarse de las organizaciones resulta vital para sostener los pro- cesos de gestión planificada. Aquí tomamos una definición que, por las aristas que propone para su análisis agrega perspectivas de entendimiento de las organizaciones actuales en las que los cientistas sociales intervenimos. “Sistema complejo de carácter sociotécnico y adaptati- vo; un sistema en el cual se conjugan factores de índole política, cultura, económica y social. Factores que se relacionan entre sí en forma complementaria, pero también presentan oposi- ciones y procesos paralelos” (Etkin, 2008: 79). La opción teórica invita a reflexionar sobre las relaciones dialógicas4 que caracterizan a la organización y que requiere por lo tanto de abordajes que puedan comprenderla, sostenerla y a la vez modificarla. 3 Matus define a la situación como la realidad explicada por un actor que vive en ella en función de su acción. Sin em- bargo la categoría es uno de los pilares fundamentales de su último libro, Teoría del Juego Social, por lo que se reco- mienda al lector interesado en comprender el planteo acceder a la bibliografía del autor en forma directa. 4 Plantean que la realidad está estructurada en base a relaciones donde existen de manera simultánea y antagónica, entre otros los conceptos de orden y desorden, estabilidad e inestabilidad, certeza e incertidumbre. Estos pares impli- can diferentes formas de hacer y pensar. Son concurrentes, complementarios y antagónicos. Siempre están presentes 15 Por lo tanto, la propuesta es sistematizar un conjunto de dimensiones de análisis y de operacio- nes incluidas en cada una de ellas, que consideramos pueden ser tenidas en cuenta en forma total o parcial cuando se aborda un proceso de GESTIÓN en una ORGANIZACIÓN que pretende SER ESTRA- TÉGICO Y PLANIFICADO o cuando se encara una planificación que aún en los casos que se presenta como un ejercicio aislado y acotado, requiere de la interpelación que supone la gestión de los resul- tados que de allí se deducen para la modificación de la situación analizada. Gestión Estratégica Planificada (GEP). Elaboración propia La hipótesis es que ya no puede pensarse la planificación si no se trabaja sobre la gestión, si no se visibilizan cuáles son los temas a los que se enfrentan las distintas organizaciones. Creemos necesario colocar en el centro de la escena la cotidianeidad del proceso de toma de decisiones, que observamos tiende a dejar siempre de lado las definiciones de mediano plazo; conspirando con la posibilidad de establecer reglas donde cada organización no se piense a sí misma, sino que pueda construir redes y consolidar el proceso de producción de políticas públi- cas como totalidad. En este sentido el fortalecimiento de quienes conduzcan y/o integren los procesos mencio- nados se presenta como uno de los ejes de la propuesta. Esta operación trasciende la mera capacitación, y se adentra en la concepción que tenga cada sujeto sobre el lugar y el alcance de la planificación. Para avanzar en este sentido, se pro- pone tomar el planteo que realiza Sotelo en relación a los distintos matices que encierra el he- cho mismo de planificar, el autor habla de una doble función de la planificación estratégica: “la función normativa, que tiene como propósito la definición de la trayectoria, sus objetivos y me- tas, y la función paragógica5, que refiere a la tarea de lidiar, en situaciones complejas, conflicti- en el seno de las organizaciones y pueden implicar comportamientos y modos diferentes de pensar una misma reali- dad. 5 Paragógico: ADJ. relativo a la paragoge (RAE). Si bien el único significado que se recuperó del vocablo paragoge en las lenguas modernas es el de alteración del lenguaje (adición de un sonido al fin de un vocablo), es conveniente des- tacar la riqueza de un sentido olvidado de esta palabra. El término proviene del verbo griego Παραγω (Παρα PREP. GESTIÓN ESTRATÉGICA PLANIFICADA GESTIÓN ESTRATEGIA ORGANIZACIÓN PLANIFICACIÓN 16 vas e inciertas, con actores que representan intereses diversos e, incluso, contrapuestos, a efectos de hacer viable la trayectoria elegida”. La propuesta es entonces avanzar sobre la función paragógica de la planificación, generar método y soporte a ese navegar entre que termina sosteniendo o posibilitando los verdaderos cambios en la manera de planificar en una organización. Entendida de esta forma no puede sostenerse una gestión que no sea planificada. La planificación aporta al proceso que supone sostener la cotidianeidad de las organizacio- nes y que se traduce en modelos de gestión que se llevan adelante. Alejandra Wagner6 retomando a Gastón Campos, refiere a la noción de neo-artesanato como una categoría que intenta dar cuenta del proceso de consolidación de este tipo de experiencias. “En cuanto a la implementación de instrumentos y procedimientos metodológicos, la experiencia acumu- lada nos ha ido llevando cada vez más hacia el ejercicio de una suerte de neo-artesanato, en el que hacemos prevalecer la oferta de dispositivos creados a medida” (Wagner, 2008: 4). Interpelar los procesos de planificación y gestión desde esa perspectiva, implica aceptar que podremos conocer métodos, acciones y maneras de coordinar procesos en el marco de las perspectivas planteadas, pero sobre todo, reconocer la importancia de la situacionalidad de las intervenciones, y que el camino diseñado que se ajuste a lo necesario en esa situación, estará determinado por los actores y la escena en la que trabajemos. “Hemos comprendido que el andamiaje más apropiado para cada espacio / tiempo se va configurando poco a poco, entre los hilvanes de nuestras propuestas y las puntadas oportunamente consensuadas con los pro- pios sujetos del proceso” (Wagner, 2008: 4). La noción de situación definida por Matus, la comprensión de la planificación como una he- rramienta del proceso de gestión y la apuesta a la construcción in situ de las propuestas meto- dológicas como la descripta en el último párrafo, definen la necesidad que la GEP aporte ejes de reflexión para la acción, permitiendo que los individuos o grupos de trabajo que decidan su lectura y utilización no se sientan obligados a transitar la propuesta como una serie de pasos concatenados entre sí. Si bien puede ser pensada para diferentes tipos de organizaciones públicas, esta idea de planificación contribuye a pensar un tipo de Estado que sea capaz de conducir y procesar polí- ticas. Un modelo de Estado situado, entendido en el marco del sistema socioeconómico actual, que se atreve a dar cuenta de los desafíos que la historia presenta y postulando un tipo de política pública que coloque en la agenda las cuestiones socialmente problematizadas y las decisiones que impactan en el corto, mediano y largo plazo. Un modelo de planificación que aporte a la consolidación de una sociedad más justa e igualitaria. La GESTIÓN ESTRATÉGICA PLANIFICADA intenta aportar perspectivas de análisis e instrumentos metodológicos que acompañen y fortalezcan el desempeño de los responsables de gestión, poniendo especial atención sobre aquellas cuestiones que pueden colocar a éstos en situa- ción de conflicto e incertidumbre. Situaciones en las que “arte”y “experiencia” no son sufi- junto a, cerca de, en, entre y αγω TR. conducir, guiar, persuadir, educar, juzgar, considerar), cuyo sentido etimológico es: conducir, navegar silenciosamente, desviar, seducir, inducir, alterar. 6 Prof. Adjunta de la Cátedra Administración en Trabajo Social (FTS-UNLP). 17 cientes, y comienzan a ser necesarios cálculos y eva- luaciones más complejas, en tiempo real. (Bonicatto, M. y Wagner, A., 2005: 2) Planificar supone introducirse en el mundo de la ac- ción, implica complejizar el proceso de gestión. La planificación y la gestión por lo tanto, como ya hemos dicho, no pueden ser escindidas. El desafío entonces, es proponer una serie de ejes de análisis (dimensiones) y operaciones que las sos- tienen, que aporten a la reflexión y a los procesos de gestión de los que participan individuos y equipos de trabajo en las organizaciones. Por estas razones, la propuesta intenta aportar a todos aquellos operadores, trabajadores, actores sociales, decisores que entienden que la planificación es parte constituti- va del proceso de gestión en organizaciones; y que si bien no utilizan recetas, son respetuosos de compartir reflexiones teóricas y metodológicas de un grupo de profesionales con trayectoria en el tema. El escrito presenta un conjunto de categorías y materiales que pueden ser profundizadas a su vez en la lectura de fichas y textos producidos y trabajados desde la cátedra de Administra- ción en Trabajo Social de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP. Finalmente, cabe aclarar el material que a continuación se presenta intenta realizar un aporte al campo especifico del trabajo social, razón por la cual se introducen a lo largo del texto algunas reflexiones sobre la intervención desde la disciplina que en caso de ser utilizado por colegas de otras profesiones deberán ser entendidas en ese contexto. Referencias Bonicatto, M. y Wagner, A. (2005). ¿Qué es la Gestión Estratégica Planificada? En línea en: <http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia>. Chiara, M. y Di Virgilio, M. (2009). Gestión de la Política Social. Conceptos y Herramientas. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento. Prometeo Libros. Etkin, J. (2005). Gestión de la Complejidad en las organizaciones. La estrategia frente a lo im- previsto y lo impensado. Buenos Aires: Granica. Sotelo Maciel, A. (2013). “Planificación, desarrollo y capacidad política. Desafíos de América Latina en el Siglo XXI”. Revista Estado y Políticas Públicas (1). Noviembre. Wagner, A. (2008). ¿Quién define qué? Algunas reflexiones acerca de supuestos y prácticas que caracterizan nuestra aproximación a los problemas sociales. Ponencia publicada en las actas del II Foro Latinoamericano de Trabajo Social (FTS-UNLP). En línea en: <http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia>. Una gestión planificada implica por lo tanto, el ordenamiento y coordinación de un conjunto de elementos que conviven en una organización en función de un fin determinado. Puede pensarse la siguiente analogía: no es posible dirigir una orquesta que inter- prete una sinfonía sin tener en claro cuáles y dónde están los instrumen- tos, cómo operan y se relacionan con ellos los músicos responsables de ejecutarlos, el lugar que cada uno tiene en la orquesta y las dificultades que se identifican antes y después del día del estreno. 18 http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/bibliografia CAPITULO 2 El sentido de proponer un método. Esquema. Estructura. Roles Me acusan de ser el gran teórico de la arquitectura moderna, de hacer sólo papeleo, pero la verdad es que conozco mi profesión, construí mucho. Hasta ahora mi experiencia fue en países templados. Entonces tuve que repensar los problemas, poner las cosas en el horno y no en la heladera, esa es la única diferencia. Le Corbusier Un cientista social proveniente de la arquitectura aportando al epígrafe. Subvirtió los códigos establecidos, pudo pensar y proponer más allá de lo permitido y hoy es considerando referente ineludible en el colectivo de pares. Se trata de un cientista social que fundamenta su descargo en el conocimiento y la experiencia, en el hacer; pero también en la contundencia de quien reconoce la modificación de la coyuntura. Las ciencias sociales han intentado desde su constitución, como espacios de reflexión y construcción de conocimiento, estar a la altura de las circunstancias. Es inherente a su origen el ejercicio de analizar, explicar y proponer categorías que permitan transitar por los ámbitos donde las ciencias naturales y exactas no dan respuesta. El Trabajo Social como disciplina inscripta en ellas, no ha sido la excepción. Ha configurado su campo profesional a la luz de las transformaciones sociales, las modificaciones en las maneras en como la cuestión social se manifiesta y lo ha realizado en un espacio de tensión entre los mandatos de su origen y las posibilidades y potencialidades que la visión de una disciplina atenta a las necesidades de los sectores sociales con derechos vulnerados plantea. Una de las referentes académicas más reconocidas en nuestro país es Susana Cazzaniga que aporta a la comprensión de la intervención profesional y lo hace desde una perspectiva que interpela los conceptos a partir de la acción cotidiana y la reflexión que realiza en conjunto con colegas graduados. Entiende a la intervención en trabajo social como 19 Una práctica social específica, sostenida por un conjunto de saberes fundados y argumentados teóricamente que le permite comprender/decir/hacer, desplegando su intervención en los espacios públicos estatales y públicos societales como aspectos de la institucionalidad social de cada momento histórico. (Cazzaniga, 2007: 87) Por otra parte, Alfredo Carballeda (2008), otro de los referentes del Trabajo Social en la actualidad, propone retomar el carácter estratégico de la intervención, apostando a un hacer de tipo anticipatorio que aporte al entendimiento e intervención de un espacio donde se encuentran lo micro y lo macro de los procesos sociales. Su propuesta de entendimiento sobre la intervención, establece una relación vital entre esta última y la interpelación. Implica hacer visible aquello que está oculto, planteándose como un desafío a través de la repregunta y la interpelación. La intervención en lo social se presenta inexorablemente como un espacio en permanente construcción, diálogo y reflexión, ya que no se trata solo de gestionar recursos, sino también de acrecentar y mejorar las condiciones de una profesión que requiere conocer más en profundidad la realidad para intentar generar transformaciones. (Carballeda, 2008: 47) Los dos autores, permiten problematizar el lugar que ocupan la planificación y la gestión en un proceso de intervención profesional. La planificación, como saber, acompaña al hombre desde el inicio de la historia y ha tenido también distintos momentos en su proceso de consolidación. Los relatos y escenas trasmitidas de generación en generación, dan cuenta de la necesidad de los pueblos de otorgar direccionalidad a su acción, de conjugar de distintas formas la obtención y utilización de los recursos en función de los distintos escenarios y coyunturas. Sin embargo, han existido y existen diferentes maneras de concebir y entender a la planificación. Una visión normativa, descreída de la capacidad de juego que tienen los actores sociales y convencida de la posibilidad de un sujeto homogéneo que planifica mientras los otros simplemente receptan lo planificado, ha sido un modelo imperante durante varias décadas.1 Pero la historia nuevamentemuestra, que aun en coyunturas dictatoriales como las vividas en los distintos países de América Latina, la existencia de grupos contra hegemónicos ha sido sostenida y en diferentes momentos se ha hecho notar. El autor referente de ese modelo, afirma que la planificación es el cálculo que precede y preside a la acción y declara que al fin de todo, es un intento que realiza el hombre para no ser arrastrado por los hechos. Este cálculo mencionado permite inferir que, más allá de algunas rastros de tipo normativo que pueden visualizarse en el discurso del autor, en su discurso –los fenómenos sociales no entienden ni manejan desde operaciones exactas– la propuesta pareciera imposible de separar de los procesos en los que el cientista social se mueve. 1 Se invita al lector/a a compartir lo sistematizado sobre distintos temas desarrollados en el marco del trabajo del equipo de la Cátedra de Administración en Trabajo Social disponibles en http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/fichas_de_catedra en este caso la Ficha de Cátedra nº1. 20 http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/fichas_de_catedra Como se ha desarrollado en el punto anterior, consideramos que los aportes de la Planificación Estratégica Situacional (PES) configuran un bagaje de conocimientos con una gran potencialidad a los procesos de intervención en el campo social. Por su parte hemos definido en la introducción a la gestión como el proceso mediante el cual se coordinan diferentes tipos de recursos financieros, humanos, organizacionales, ideológicos y políticos en el marco de una estructura visible y de una red de actores e intereses diversos para llevar adelante practicas públicas de procesamiento de problemas, diseño e implementación de acciones que pretenden abordar o desconocer cuestiones socialmente problematizadas. De esta manera se entiende que ese proceso en el cual se coordina la acción, es el espacio donde se materializan las diferentes intervenciones profesionales. La gestión es el soporte de la acción. ¿Dónde?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Con quiénes?, ¿Cómo? Preguntas que pueden responderse a partir de procesos más o menos sistemáticos de reflexión sobre la acción. La comprensión del hoy parece imposible sin el entendimiento del ayer, y se torna a su vez insumo necesario para la decisión sobre el mañana. No ser arrastrado por los hechos, superando la visión estanca de los procesos sociales, pareciera ser un interesante desafío. Por esto, consideramos central plantear que la intervención profesional encierra una manera de transitar los procesos de gestión y planificación. Algunos autores consideran a la planificación como una etapa del proceso de intervención. En el sentido contrario, nos interesa vincular la reflexión de GEP a la concepción de intervención que plantea Carballeda, en particular de su concepción de la intervención como una forma de construcción de conocimiento a posteriori. La intervención en lo social básicamente se vincula al conocimiento a posteriori, su saber proviene de la práctica cotidiana. La intervención se funda en el hacer y es allí donde se deben abrevar el conocimiento y especialmente las preguntas dirigidas a otros campos del saber. (Carballeda, 2008: 21) Este planteo permite comprender a la planificación como un elemento trasversal y presente en todo momento de la intervención (no se podría articular el conocimiento resultado de la acción, vinculado pasado, presente y futuro sin el cálculo sistemático que supone la planificación) y es posible plantear que la concepción de gestión que sostenemos en la presente propuesta tampoco puede ser escindida del proceso de intervención. La gestión planificada se constituye así en una dimensión ineludible de la intervención profesional del Trabajador Social. La reflexión sobre la acción y las situaciones son elementos centrales de la PES y también de profesiones como el Trabajo Social. Imposible escindirlas de la acción. La intervención es movimiento, es pensamiento para el cambio, es reflexión para la acción. 21 A diferencia de otras profesiones que encuentran su identidad en el análisis de las situaciones, y/o problemas de la sociedad, el trabajo social define a través de la intervención, una de las dimensiones de su identidad profesional. Si bien la dimensión teórica y analítica la constituyen, es la intervención lo que la diferencia. (Bonicatto, 2008: 10) La intervención es entendida como el resultado de un proceso histórico de pujas, intereses y posicionamientos ideológicos diferentes que han desarrollado los integrantes del colectivo profesional desde el inicio de la profesión. Siempre en relación a otros, conformando distintas corrientes y perspectivas del Trabajo Social. Sin embargo existen un conjunto de afirmaciones que podemos realizar que conforman un punto de confluencia entre las distintas perspectivas: trabajamos con las manifestaciones de la cuestión social. Trabajamos con problemas, trabajamos con o en beneficio de los sectores cuyos derechos se encuentran vulnerados, trabajamos buscando contribuir a la transformación social. En el devenir de nuestros procesos de intervención vivimos lidiando con problemas sociales, podría decirse que son nuestro territorio conocido, lo que define nuestra cartografía. Sujetos, grupos, organizaciones que interpelan nuestro quehacer cotidiano con sus interrogantes, demandas, denuncias, reclamos, exigencias, contradicciones. Sectores, lugares, situaciones, casos a los que nos aproximamos con nuestra particular mirada detectora de problemas. (Wagner, 2008: 1) Entonces, iniciar un camino donde se propone un conjunto de reflexiones para la acción, que coloca en un lugar estratégico a la planificación y a la gestión, implica algunas certezas: En ciencias sociales ninguna propuesta es infalible, no se trata de pasos que, en clave experimento natural, la suma de ingredientes, mezclado con la técnica y la secuencia producen un resultado. Un método es una propuesta de un camino a recorrer realizado a partir de la revisión de múltiples experiencias. La planificación no es una etapa, sino un aporte transversal y presente en todo el proceso de la intervención. La gestión es una categoría que solo está desarrollada en su dimensión clásica de articulación de recursos materiales. La gestión puede ser la categoría que describa al proceso mediante el cual llevamos adelante las acciones en el marco de una intervención. Toda gestión, para no ser un mero conjunto de acciones sin rumbo alguno, deberá ser planificada. No se trata de niveles o ámbitos, siempre enfrentaremos la intervención sobre problemas. Se trata, como ya se dijo, de aportar a un proceso de reflexión colectiva de profesionales y actores sociales a los que nos interesa indagar en torno a cómo intentamos responder y problematizar situaciones que se presentan en nuestra época. Hechos que por momentos parecen repeticiones eternas de viejos problemas estructurales, y por otros mutan y se 22 presentan como nuevas configuraciones a las que no sabemos cómo abordar o intentar modificar. La presente propuesta está construida sobre la base de un particular modo de entender y abordar la intervención profesional, que en el marco de la GEP, reconozca la importancia de los aportes de la Planificación Estratégica Situacional. Se propone, como ya se dijo, una serie de dimensiones con la finalidad de compartir instancias, momentos que pueden funcionar en conjunto, al mismo tiempo, desfasadas, en una secuencia o de la manera que la ocasión lo requiera. No es lo mismo un tipo de intervención que se realiza en función de una demanda que propone un tiempo de gestión acotado como proceso de planificación mixto (planificadores externos e internos); que el inicio del cumplimiento de un rol asignado en un puestode la organización que posee potencialmente acciones de planificación y gestión; que la ocupación de un espacio con un margen de decisión determinado. Todas son alternativas, la potencialidad de la propuesta radica en la utilización situada a través de la totalidad de sus dimensiones o de la introducción de ideas fuerza que plantea la GEP que generen condiciones para modificaciones más radicales. Los diferentes roles en el proceso de producción de la política pública y la GEP Los últimos párrafos abren la discusión sobre los diferentes roles que pueden ocupar los Trabajadores Sociales en el proceso de producción de la política. Se presentan a continuación cuatro escenas en las que la categoría de GEP es planteada, donde el punto de partida puede vincularse en un primer momento a un proceso de planificación o por el contrario a un proceso de gestión. A.- Somos convocados para llevar adelante un ejercicio de planificación de una organización de la cual no somos parte, como referentes metodológicos para llevar adelante un proceso de asistencia técnica. Este encargo puede incluir a toda la organización o una parte de ella. Existe la decisión de un referente con capacidad de hacerlo de iniciar el desarrollo planteado. En este caso, el ingreso a la GEP se hace por la dimensión de la planificación de afuera hacia adentro. B.- Somos parte de la organización y a partir de la modificación en las condiciones coyunturales internas o externas, se visualiza la necesidad de introducir cálculos de 23 http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://4.bp.blogspot.com/_4pif_5v3OqM/TSOJnQ71woI/AAAAAAAAAN0/vAnmKZ2hhDE/s1600/red-social.jpg&imgrefurl=http://apnabi.blogspot.com/2011/01/disenan-una-red-social-accesible-para.html&usg=__kWBPPwwz9DynwDtdJUedTcxtgKI=&h=305&w=398&sz=11&hl=es&start=3&zoom=1&itbs=1&tbnid=AaFSDUaPAIAUoM:&tbnh=95&tbnw=124&prev=/images?q=red+de+personas&hl=es&gbv=2&tbs=isch:1&ei=-QGRTauNKsaTtwfK3qWICQ http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://4.bp.blogspot.com/_4pif_5v3OqM/TSOJnQ71woI/AAAAAAAAAN0/vAnmKZ2hhDE/s1600/red-social.jpg&imgrefurl=http://apnabi.blogspot.com/2011/01/disenan-una-red-social-accesible-para.html&usg=__kWBPPwwz9DynwDtdJUedTcxtgKI=&h=305&w=398&sz=11&hl=es&start=3&zoom=1&itbs=1&tbnid=AaFSDUaPAIAUoM:&tbnh=95&tbnw=124&prev=/images?q=red+de+personas&hl=es&gbv=2&tbs=isch:1&ei=-QGRTauNKsaTtwfK3qWICQ planificación al ejercicio cotidiano de implementación que el equipo y/o la organización vienen desarrollando. Se deberá garantizar la coordinación de un proceso que puede incluir a una parte o la totalidad de la jurisdicción que requerirá del acuerdo permanente sobre la necesidad de sostener las acciones y planteará como principal dificultad la aceptación del cambio de rol al menos de forma transitoria de quien coordine la tarea. En este caso, el ingreso a la GEP se hace por la dimensión de la planificación de adentro hacia adentro. C.- No somos parte de la organización y hemos sido convocados como responsables de gestión de un área. El espacio de decisión nos habilita a proponer una modalidad de trabajo que posiciones a la GEP como el método que oriente las acciones y el tipo de intervención a sostener. En este caso, el ingreso a la GEP se hace por la dimensión de la gestión de afuera hacia adentro. D.- Somos parte de la organización. Desarrollamos nuestra actividad en un equipo técnico y/o área de la organización. Tal vez ocupamos un espacio con cierto margen de gobernabilidad desde un espacio de coordinación o no. Las condiciones cambian y la organización requiere de una modificación de sus procesos de trabajo. Esta situación puede ser resultado de múltiples cuestiones. Una evaluación interna o externa de los modos de sostener el diseño e implementación de acciones, la reflexión del propio equipo de trabajo, o la demanda de los usuarios sobre la calidad del servicio. Es necesario entonces, y se encuentran dadas las condiciones para repensar las modalidades y procesos que se juegan en lo cotidiano y proponer una forma de gestión diferente. En este caso, el ingreso a la GEP se hace por la dimensión de la gestión de adentro hacia adentro. La propuesta de GEP y la identificación de cuatro roles diferentes en el proceso de producción de la política, torna al método de la ductilidad necesaria para introducirlo en situaciones heterogéneas que pueden estar sostenidas por sujetos diferentes o por la misma persona en instancias temporales disímiles lo largo de su vida laboral. Insistimos en la necesidad de utilizar el material en forma situacional, acercándose o alejándose de las dimensiones propuestas en función de lo que cada escena y realidad marque. En rigor, la propuesta es un tipo de cálculo situado que operacionaliza el rol tecnopolítico2 que las organizaciones públicas requieren para vincular el conocimiento con la acción, el 2 Categoría propuesta por Carlos Matus que pretende vincular dos racionalidades y lógicas de construcción del conocimiento y la acción: la política y la técnica. 24 presente con el pasado y el futuro y los problemas con los resultados de política que fortalecen procesos de gestión más eficaces y eficientes. Esquema propuesto Dimensiones de GEP. Elaboración propia El camino propuesto. Estructura de las dimensiones La estrategia metodológica que presentamos, como hemos aclarado en párrafos anteriores busca ofrecer una propuesta que pueda ser adecuada situacionalmente y que permita a manera de ayudamemoria interpelar las intervenciones que se realizan en el marco de la Gestión Estratégica Planificada. Cada dimensión está planteada en tres instancias. Una primera donde se explicita el sentido y el objetivo que persigue cada una de las dimensiones definidas. Una segunda que orienta a través de preguntas cuáles son los aspectos y procesos sobre los que se sugiere profundizar y una tercera instancia que define cual es el producto esperado al culminar cada dimensión transitada. De esta manera el movimiento que pretende realizar cada dimensión es de presentación teórica y ejemplos que permitan comprender el tipo de operaciones conceptuales y metodológicas que implica cada una, para luego profundizar a criterio de quien utiliza GEP las 25 preguntas sugeridas y culminar con un punto de llegada bien definido que orienta al usuario en que es lo que tiene que obtener al culminar cada dimensión transitada. Cada interrogante planteado supone varias respuestas, todas posibles de ser indagadas. Asimismo propone el inicio a la formulación de nuevas preguntas que cada actor que inicie el trabajo sobre las dimensiones considere necesario de incluir. La pregunta constituye es central para la utilización del método propuesto. No interesa tanto su respuesta como hemos dicho, sino el lugar que le da cada actor y en conjunto a preguntarse y reflexionar antes, durante y después de la acción. Si somos capaces de incorporar la operación institucional de la reflexión propuesta, las respuestas serán el resultado del proceso sostenido. Se proponen a continuación tres niveles de preguntas: las preguntas de información, las preguntas de indagación y las preguntas de reflexión. Las primeras suponen que quien/es realiza/n el análisis necesitan conocer una información que se encuentra disponible en un soporte accesible. Puede estar o no disponible, pero el hecho de obtener acceso supone en forma directa obtener la información requerida. Las segundas suponen que quien/es realiza/n el análisis deberán profundizar la indagación para comprender la información a través de diferentes instrumentos de recolección de datos y sistematización. Las entrevistas y la lectura de documentación institucional constituyen dos instrumentos claves de esta instancia. Las terceras suponen que quien/es realizanel análisis deberán proporcionar dispositivos de reflexión y análisis multiactoral que permitan reconstruir la información necesaria para contestar el interrogante. Por lo dicho, la propuesta supone un trayecto que de ninguna manera implica el cumplimiento exacto de lo expresado, sino que entiende el juego situacional como elemento central para quien decide llevarla adelante, incluyendo los ajustes necesarios en función del escenario y los actores involucrados. Retomando una vez más a Matus: “el plan se completa en la acción”. Referencias Bonicatto, M. (2008). El rol tecnopolítico del Trabajador Social. En línea en: <http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/fichas_de_catedra>. Carballeda, A. (2008). Los cuerpos fragmentados. La intervención en lo social en los escenarios de la exclusión y el desencanto. Buenos Aires: Paidós. Tramas Sociales. Cazzaniga, S. (2007). Hilos y Nudos. La formación. La intervención y lo político en el Trabajo Social. Buenos Aires: Espacio Editorial. 26 http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/fichas_de_catedra CAPITULO 3 Dimensión: el análisis de la organización Si hay obstáculos, la línea más corta entre dos puntos puede ser la línea quebrada Bertolt Brecht Todo inicio es en esencia una ilusión. Supone que todo empieza cuando alguien lo deter- mina. Pero siempre un comienzo es en relación a algo. Lo que para un actor puede ser el punto de partida de un proceso puede constituir el final para otro. El inicio de un proceso de gestión estratégica planificada es definido en estos términos. Quien tiene la responsabilidad de encuadrarlo reconoce la historicidad y la densidad organizati- va que debe comprenderse para poder escuchar la demanda, en el caso que fuera convocado para realizar un proceso de planificación ad hoc o identificar los problemas presentes en el proceso de gestión que está siendo analizado. Retomamos aquí la importancia de comprender que la GEP puede entenderse como una opción metodológica de un profesional, equipo técnico u organización que entiende que las dimensiones propuestas pueden aportar calidad a los diferentes tipos de políticas y/o acciones que se estén desarrollando o se considera necesario implementar. Por lo tanto no presentamos GEP vinculada solo a procesos de asistencia técnica que em- piezan y terminan, sino que apostamos también a que pueda aportar al ejercicio profesional cotidiano de equipos que se encuentran en actividad en una organización y que, por motivos diversos ven modificado el marco de gobernabilidad para introducir perspectivas y procesos que alteren un conjunto de rutinas y/o esquemas de trabajo que necesitan ser trasformadas. El ingreso a una organización o el inicio de la nueva etapa, implica la revisión del sentido y operatoria de la misma (por ejemplo en la elaboración de un nuevo proyecto institucional o la decisión de modificación de algún proceso de trabajo en particular), también requiere de un relevamiento y conocimiento sistematizado que permita generar bases sólidas en la modifica- ción propuesta. Ambos escenarios son posibles de ser encarados desde la GEP, y requieren sostener la dimensión que posibilite conocer a la organización. 27 Por supuesto también imaginamos que el planteo pueda aportar a graduados recientes y decisores que inician su trabajo en una organización determinada que se insertan por primera vez y que en un corto plazo comenzaran sus tareas. Aquí es importante destacar el concepto de actor social “es una personalidad, una organi- zación o una agrupación humana que en forma estable o transitoria tiene capacidad de acumu- lar fuerza, desarrollar intereses y necesidades y actuar produciendo hechos en la situación” (Matus, 1987: 754) y gobernabilidad como “la relación de peso entre las variables que controla y no controla en relación a su plan” (Matus, 1987: 762). Ninguna acción puede pensarse escindida del actor que la lleva adelante o la diseña y de la gobernabilidad que tiene en la situación que se esté analizando. El inicio de actividad de un actor en una organización, ya sea para cumplir tareas ya instituidas que, aparentemente no pueden ser modificadas o para desarrollar un proceso de gestión desde un lugar de decisión en la estructura de autori- dad, no puede ser analizada si no está claramente definida la gobernabilidad que posee. Intervenir desde el enfoque de la Gestión Estratégica Planificada es proponer desde la situación, no desde fuera, es entender a las organizaciones como espacios donde se desarrollan procesos de articulación de recursos y toma de decisiones signados por la turbulencia, la incertidumbre y el cambio, instancias en donde actores con intereses diversos pugnan por llevar adelante perspectivas y acciones. Conocerla implica por lo tanto, una fase de (re)conocimiento y aprendizaje que devele los modos de trabajo, las costumbres, la cultura organizacional y también los diferentes grupos, la existencia de coincidencias y disi- dencias sobre los temas que atraviesan y significan a la organización entre otros componentes de análisis que ayu- den a comprender el escenario Matus plantea al Escenario de la situación como “el contexto externo con el cual inter- actúa la situación. Para una situación determinada, el escenario de la situación es el contexto externo en el cual se inscribe y con el cual interactúa con diversos tipos de relaciones. Los límites entre la situación y su escenario son relativos a la situación y propósitos del actor” (Ma- tus, 1997: 750). Por lo tanto, proponemos comprender a las organizaciones desde una perspectiva que re- conozca su complejidad y permita la identificación de puntos que colaboren en la comprensión de su dinámica. En el primer caso (ingreso) equipos que pueden asistir a una organización o área específica que requiere de asistencia técnica para revisar su trabajo y proponer nuevas estrategias en el marco de un cambio de norma- tiva que impacta directamente en los objetivos y procesos de trabajo. La sanción de la Ley de Infancia 13.298 en la provincia de Buenos Aires supone la modificación central en el esquema organizativo de responsabi- lidades y de marcos referenciales que sustentan la acción. En el segundo caso (inicio de una nueva etapa) un profesional y/o equi- po que desarrolla actividades en el marco de un Equipo de Orientación Educativa en una escuela que consi- dera necesario revisar y modificar su estrategia de abordaje e intervención. 28 Las organizaciones Jorge Etkin y Leonardo Schvarstein, académicos argen- tinos contemporáneos, preocupados por develar y com- prender las formas y mecanismos que presenta la dinámica organizacional actual, aportan al análisis propuesto en la dimensión de conocimiento de la organización planteada por la GEP. Aclaramos que si bien los razonamientos son realizados sobre el conjunto de organizaciones públicas, estatales, no estatales y también privadas, consideramos que las reflexiones sostenidas serán de interés para el co- metido propuesto. El primer autor define a las organizaciones como “un sistema complejo de carácter sociotécnico y adaptativo; un sistema en el cual se conjuntan factores de índole política, cultural económica y social. Estos factores se relacionan entre sí en forma complementaria, pero también presentan oposiciones y procesos paralelos” (Etkin, 2005: 78). Esta definición interpela otro tipo de enunciados de au- tores clásicos que han escrito sobre estos temas, ya que transciende el entendimiento de las mismas como conjun- tos ordenados y homogéneos posibles de ser comprendi- dos como un todo armónico como plantea la definición que se presenta a continuación: “Una organización es „una co- lectividad con limites relativamente identificables, con un orden normativo, con escala de autoridad, con sistemas de comunicación,existe sobre una base relativamente conti- nua en un medio y se ocupa de un conjunto de actividades que se relacionan con una meta o un conjunto de fines‟” (Hall, 1974: 1). La mirada de Etkin y Shvarstein está centrada en que ocurre en esa organización que en forma aparente persigue los mismos objetivos y se ordena en función de conseguirlos. El carácter sociotécnico está dado por la dimensión instrumental que toda organización tie- ne, pero en base al trabajo de personas dispuestas en grupos que le permiten sostener la ac- ción. Una organización es un conjunto de procedimientos y técnicas, pero también está consti- tuida por personas con racionalidades, esquemas, dificultades, deseos que atraviesan lo coti- diano de la acción. Los autores nos previenen sobre la diversidad de fines que tienen los actores que las con- forman. Ello implica que en su interior las fuerzas que se movilizan no van solo hacia el cum- plimiento de los objetivos, sino en varios sentidos. Comprenderla de esta manera implica reco- Un trabajador social que desarrolla su actividad como perito asistente social del sistema de justicia, detecta la necesidad de introducir modifica- ciones en las formas de argumenta- ción y descripción del informe peri- cial. Evalúa que la comprensión del hecho puntual, por ejemplo un robo cometido por un adolescente, se vería fortalecido si se introduce la historización de la vida de ese joven. En este caso es necesario que su lugar como actor o como parte de un equipo, tenga la capacidad de intro- ducir esa modificación en el informe planteado. Si la decisión no está en el marco de su gobernabilidad total o compartida (por ejemplo con el juez) viabilizar el cambio propuesto pre- sentará serias dificultades. Un ejemplo de mayor complejidad es cuando se inicia una nueva etapa en la organización con cambio de gabi- nete. Un área de salud de un muni- cipio o la coordinación de un pro- grama social de alcance nacional o provincial. Allí la posición del actor en la estructura y de su gobernabili- dad serán determinantes para iniciar el camino planteado por GEP. 29 nocer la necesidad de revisión permanente que implica la adaptación a nuevas situaciones y al cambio necesario para sostener su existencia. La relación entre la organización y el medio en el que se encuentra inserta Para comprender la relación entre la organización y el medio que la contextualiza y la signi- fica, el aporte de Jorge Hintze, retomado por Sotelo sobre la matriz de producción de una orga- nización arroja alguna luz sobre el entendimiento buscado. La producción de resultados, según su mirada, es lo que justifica la existencia de organiza- ciones. Cada una de estas, entrega a la comunidad un producto, entendido como un bien o como un servicio que se entrega a la comunidad. Ese bien o servicio puede ser un medicamen- to en el primer caso o la acción de atención sanitaria como ejemplo del segundo. Sotelo entiende que hay dos factores relevantes al momento de caracterizar una organiza- ción: su producción institucional y a quienes está dirigida. Entiende al primero en el sentido planteado por Hintze y define que quienes utilizan esos bienes o servicios se convierten en usuarios o beneficiarios directos de las políticas de esa organización. A su vez reconoce la existencia de dos procesos: el de producción externa, que garantiza la entrega directa de esos bienes o servicios a la población, y los de producción interna que son necesarios para garantizar la producción de los productos externos. El acto educativo que se produce en el contexto de una escuela entre el maestro y sus es- tudiantes significa el proceso de producción externa y sustantiva de la organización educativa. Sustantivo en el sentido que sostiene la finalidad central de la organización. Sin ese tipo de procesos se pierde el sentido y la identidad que la representa. Una escuela que no eduque no es una escuela. Ahora bien, la administración del personal, la liquidación de sueldos, la mantención del edi- ficio, son productos intermedios que la organización genera. Lo hace en función del proceso sustantivo ya mencionado y su existencia solo tiene razón de ser en función de la primera. No tiene sentido si no se realiza el acto educativo que mencionamos en el párrafo anterior. Desde esta perspectiva de análisis, una organización trasforma determinados recursos en productos a través de la realización de operaciones. Estas son llevadas adelante por los equi- pos responsables de cada tarea. Veamos a continuación un gráfico1 que representa el esque- ma planteado: 30 El proceso de producción de las organizaciones públicas. Elaborado por Jorge Sotelo Maciel El proceso de producción de las organizaciones públicas. Elaborado por Jorge Sotelo Maciel Los equipos responsables de llevar a cabo las acciones que conforman las operaciones, transforman recursos de diferentes tipos (materiales, cognitivos, organizacionales, decisionales, humanos) la manera en que estos recursos son dispuestos para posibilitar los procesos inter- nos y externos de la organización es lo que Henry Mintzberg2 denomina configuración (Sotelo, 2006: 2). Este planteo muestra por un lado la importancia de coordinar y/o vincular los productos que la organización garantiza con el logro de resultados y el impacto esperado por una política en la población usuaria y/o beneficiaria. Para hacerlo requiere analizar la relación/tensión existente entre los productos que entrega y los resultados esperados en la sociedad a partir de su pro- ducción. Por el otro permite comprender a la configuración de las organizaciones como una herra- mienta de la gestión. Existirán diferentes configuraciones en función de la manera en que ne- cesitemos ordenar los recursos y las operaciones para el logro de los productos planificados. Si bien esta manera de comprender a las organizaciones no es la que se sostiene desde el Trabajo Social, consideramos que permite objetivar procesos de trabajo y desentrañar la vincu- lación entre la dinámica interna y externa colocando el foco de atención en el sentido y direc- cionalidad de lo que la organización hace o podría hacer. Hasta acá hemos revisado definiciones de organización, introducido el análisis sobre la ma- triz de producción y definido lo que es la configuración de una organización. La estructura de la organización Presentamos ahora el aporte de Henry Mintzberg sobre la estructura de la organización. El autor define cinco elementos básicos que permiten comprender las diferentes configuraciones. 2 Académico canadiense contemporáneo que ha escrito y publicado diversas obras sobre las organizaciones. Sus libros presentan diversos análisis y propuestas sobre diseño y gerenciamiento. OPERACIONES PRODUCTOS RECURSOS RESULTADOS IMPACTO ORGANIZACIÓN SOCIEDAD OPERACIONES RECURSOS PRODUCTOS acciones acciones 31 En la base de toda organización se encuentran sus operadores, las personas que desem- peñan el trabajo básico de fabricar productos y proveer servicios. Estas personas constituyen el núcleo de las operaciones. Todas, hasta la organización más modesta, requiere cuando menos un administrador de tiempo completo que ocupe lo que llamaremos el ápice estratégico, desde donde se vigila la totalidad del sistema. Conforme crece la organización se requieren más administradores –no solo administradores y operadores sino también gerentes de administradores–. Entonces se genera una línea interme- dia, es decir, una jerarquía de autoridad entre el núcleo de operaciones y el ápice estratégico. Por lo general, al volverse más compleja la organización, se requiere de otro grupo perso- nas a quienes llamaremos los analistas. Estas personas también desempeñan tareas adminis- trativas –planean y controlan de manera formal el trabajo de otros– aunque de diferente natura- leza, con frecuencia se les denomina “staff”
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