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DEBATEP El prehistoriador tinerfeño José Farrujia argumenta en el ‘Dominical’ qué término es el adecuado para definir a los primitivos canarios y si es objetivo llamar a estas poblaciones ‘prehispánicas’ Dominical Pasear por la ciudad de las tres culturas VIAJESP Jerusalén 2009 se vislumbra como el año más duro SIETE DÍASP Suplemento semanal de LA PROVINCIA/DLPwww.laprovincia.es Domingo, 4 de enero de 2009 ¿Indígenas o aborígenes? 32 / II DOMINICAL Domingo, 4 de enero de 2009 e implica la infravaloración de la identi- dad e historia de sociedades a las que se considera diferentes e inferiores. INDÍGENAS. Por consiguiente, el térmi- no indígena es, etimológicamente, elmás correcto y menos discriminatorio para definir a los antiguos pobladores de Ca- narias, pues con él se hace referencia a las personas nacidas en un lugar, indepen- dientemente del momento cronológico en que esto acontece, pero en el caso ca- nario dentro de la Prehistoria. El término indígena tiene un carácter descriptivo- objetivo y es, a la vez, una categoría eti- mológica y semánticamente correcta. Sin embargo, fuera del ámbito de la arqueología, y en el caso de las socieda- des contemporáneas, el término indíge- na se emplea para identificar a los grupos étnicos, lingüísticos o raciales que tienen una continuidad histórica con las socie- dades anteriores a la invasión y que tie- nen la determinación de preservar, desa- rrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales PROBLEMAS CONCEPTUALESP El lenguaje histórico no es inocente. Los conceptos los acuñ poseen una carga ideológica. José Farrujia de la Rosa, prehistoriador y miembro de la Sociedad Españ por qué es más correcto usar el término ‘indígena’ para referirse a los primeros canarios y cuál es la La identidad de los José Farrujia de la Rosa T ras el redescubrimiento de las Islas Canarias en el siglo XIV, los indíge- nas canarios fueron ca- talogados por el “pensa- miento occidental” como bárbaros o infie- les, pues éstos eran objeto de evange- lización, esto es, de asimilación, de grado o por fuerza, a través de la cristianización forzosa. De esta manera, quedaba así le- gitimada la conquista, colonización y evangelización de las islas y de susmora- dores. Téngase presente, en relación con esta visión etnocéntrica, que la construc- ción de la identidad va asociada a la sen- sación de control, de poder, de diferencia moral, de superioridad sobre los fenóme- nos de la naturaleza humana y sobre los otros. Y los que supuestamente no tienen esta sensación son considerados, simple- mente, como primitivos, salvajes, no tan humanos. Con posterioridad, una vez incorpo- radas las Islas Canarias a la Corona de Castilla, la conquista y la colonización ge- neraron la presencia de una población multiétnica en el archipiélago. Paralela- mente, la intervención de la Iglesia ca- tólica romana propició que los nativos ca- narios fuesen considerados como seres humanos, hecho que implicaba que los cristianos debían aceptar que los indí- genas canarios eran también descendien- tes deAdán yEva y, por tanto, originarios del PróximoOriente. Así, entre los siglos XV y mediados del siglo XIX, los distin- tos estudiosos especularon si los indí- genas canarios podían ser descendientes de los iberos, cartagineses, israelitas, ca- naneos o incluso de los tartesios, mien- tras que escritores todavía mucho más imaginativos afirmaban que eran los des- cendientes de los supervivientes de la Atlántida. ¿ABORÍGENES?Apartir de finales del si- glo XIX, la práctica totalidad de los auto- res que se dedicaron al estudio arqueoló- gico y antropológico de los indígenas canarios se refirieron a ellos, de forma ge- nérica, con el término aborigen, indepen- dientemente de cuál fuese la cuna de ori- gen propuesta y el hipotético momento de su arribada a las islas. El término abo- rigen se ha seguido empleando hasta la actualidad, generalizándose su uso en el lenguaje académico y popular, a pe- sar de que tal denominación no es correc- ta para el ámbito canario por diversas ra- zones. En primer lugar, porque con el término aborigen se hace referencia a las pobla- ciones que están en un lugar desde los orígenes, que son originarios del suelo en que viven. Por tanto, si tenemos presen- te que los primeros pobladores de Ca- narias proceden del norte de África, no pueden ser catalogados como aborígenes una vez asentados en las islas. Tales po- blaciones fueron aborígenes en su pun- to de origen africano, pero no en Cana- rias. En segundo lugar, con el término abo- rigen se designa a los que son originarios de un país o territorio, por oposición a los que se han establecido posteriormente. Por consiguiente, los primeros poblado- res de Canarias fueron oriundos (del la- tín oriri unde, traer origen de alguna par- te) del norte de África, y sus descendientes serían indígenas (del latín inde geniti, engendrados allí) canarios. Y en tercer lugar, no debemos perder de vista que el término aborigen tiene un carácter peyorativo, discriminatorio, pues mantiene presente el discurso neo- colonial y las relaciones sociales de de- pendencia económica, social, política y cultural de los conquistados en relación con los conquistadores. El término, ade- más, está asociado con seres que aún no han llegado al estadio de la “civilización” EN PORTADA y su identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones cul- turales, sus instituciones y sus sistemas legales. Este es el caso, por ejemplo, de las comunidades indígenas deAmérica Lati- na. En el caso canario, esta continuidad histórica entre las sociedades indígenas precoloniales y postcoloniales existió desde el punto de vista biológico, pero no desde el punto de vista socio-cultural, pues el proceso de aculturación desarro- llado en Canarias a raíz de la conquista supuso la progresiva destrucción de los valores sociales y culturales de la socie- dad indígena, el denominado etnocidio, pero no así la destrucción biológica, pues estimaciones recientes indican que en torno a un 10% de la población indígena se incorporó a la nueva sociedad resul- tante de la conquista. No perdamos de vista al respecto que la economía canaria pasó a caracterizarse a partir de entonces por un modelo de crecimiento agrario, inscrito a su vez en el marco de una eco- Indígena negroide de Tenerife. (Historiale description de l’Afrique…1556), J. Leo. i LP/DLP LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS DOMINICAL III / 33 an corrientes historiográficas determinadas y, por ello, ñola de Historia de la Arqueología, explica en este reportaje intencionalidad de la palabra ‘prehispánico’. indígenas canarios Los indígenas de Gran Canaria, según ilustración de Leonardo Torriani (1592). i LA PROVINCIA/DLP nomía atlántica e internacional. Ello dio pie al desarrollo de una economía depen- diente y periférica desde el siglo XVI, así como de una sociedad colonial. Por consiguiente, mientras que en Ca- narias el concepto indígena se emplea pa- ra designar a sociedades “fósiles”, ar- queológicas, en el caso americano la realidad es bien distinta y la significación del concepto trasciende a la contempora- neidad. Por tanto, el concepto indígena, aplicado al caso canario, lleva implícita- mente una clara connotación temporal: hace referencia a las poblaciones insu- lares presentes en las islas desde el pri- mer poblamiento del archipiélago hasta su redescubrimiento en el siglo XIV por los europeos, momento a partir del cual comenzaron a quebrarse las bases del mundo indígena. ELEJEMPLOAUSTRALIANO.Otra reali- dad histórica que refuerza la idoneidad del concepto indígena para el caso ca- nario la encontramos en el ámbito austra- liano, es decir, en otro territorio insular. En este contexto la palabra aborigen apa- rece en inglés desde al menos el siglo XVII y ha sido usada para describir a sus pobladores indígenas ya desde el año 1789. Pronto se convirtió en un nombre propio y se empleó para referirse a todos los indígenas australianos. Sin embargo,como nombre ha adquirido connotacio- nes negativas, incluso despectivas entre algunos sectores de la propia comunidad indígena, que lo ven como poco sensi- ble e incluso ofensivo. Durante un tiem- po se pensó que la expresiónmás acepta- ble y correcta era “Australian Aborigines”, aunque también ésta luego tendió a evitarse por las asociaciones his- tóricas hechas con el colonialismo. Ac- tualmente, la expresión indígenas austra- lianos (“Australian Indigenous”) es la que ha ganado más aceptación, particu- larmente desde los años 80 del siglo XX. ¿PREHISPÁNICOS?Otro concepto igual- mente erróneo y generalizado en el len- guaje académico –y por ende en el len- guaje popular– es prehispánico. Tal denominación se comenzó a aplicar en la Arqueología canaria durante el franquis- mo para designar el periodo histórico comprendido desde el primer pobla- miento de las Islas Canarias hasta la ane- xión de lasmismas por la Corona deCas- tilla. El término fue introducido en el ámbito canario por JulioMartínez Santa- Olalla, un autor falangista afín al régimen y, de hecho, tal denominación lleva implí- cita toda una carga ideológica, pues con ella se reforzaba la vinculación de Ca- narias con la identidad y nación hispa- na, al tiempo que la identidad cultural precedente se anulaba, cobrando ésta sentido sólo en función del aporte hispa- no. Baste recordar que, por esas fechas, la lectura nacionalista de la Prehistoria ca- naria se tradujo en la vinculación de los indígenas canarios con las culturas ibe- ro-mauritana e ibero-sahariana, cuya cu- na de origen se ubicó en el Sahara Espa- ñol. Es decir, con tal denominación, la cultura indígena existente antes de la conquista y colonización de las islas era simplemente prehispánica, anterior al aporte civilizador español, aspecto éste que implicaba la infravaloración del pro- pio bagaje cultural canario y, por ende, del bagaje norteafricano de los primi- tivos isleños (de raigambre líbico-bere- ber), el cual encontraba sentido a partir de unmarco de referencia español. La de- nominación, por tanto, obedece a un cri- terio seudohistoricista y no a una reali- dad objetiva per se. El término prehispánico tampoco pue- de aplicarse para designar la fase final de las culturas canarias, es decir, el perio- do comprendido entre el redescubri- miento de las islas por los españoles y eu- ropeos y la desaparición de la cultura indígena, pues habría que presuponer que la cultura indígena desaparece, re- pentina e irremisiblemente, tras la con- quista y colonización de las islas, algo que no parece haber sucedido. Asimismo, de todos es sabido que el redescubrimien- to de las islas no fue una tarea exclusi- vamente hispana (intervinieron también genoveses, normandos, etc.), por lo que el términoprehispánico,empleadoparade- finir ese periodo, también es incorrecto a todas luces. Elusodel conceptoprehispánicoduran- te el franquismo, por tanto, pone de ma- nifiesto laexistenciadeunaclara intencio- nalidad significativa –en el ámbito conceptual– que entronca, obviamente, con lapropianaturalezadeldiscursonacio- nalista del régimen franquista. El lengua- je, al ser una creación subjetiva o inter- subjetiva, es unmedio de transmisión del pensamientoyun instrumentoa travésdel cual los sujetosexponensuconcepcióndel mundo.Esdecir, la infraestructurametahis- tórica lleva implícita una explicación por implicación ideológica. Por consiguiente, el uso hoy en día del concepto prehispá- nico es erróneo y lleva implícita una car- ga ideológicaque,paradójicamente,ningu- nea la realidad cultural de las sociedades indígenas canarias objeto de estudio. ENSÍNTESIS.La desafortunada perviven- cia en el lenguaje académico –y por ende popular– de conceptos como prehispá- nicooaborigen,ponedemanifiestoquesu uso ha estado en función de lo que se ha aprendido, de lo que se ha visto, de lo que se admite como probable y de lo que se postula. Y todo ello ha acontecido en un contexto científico en el que la reflexión teórica y conceptual ha sido prácticamen- te inexistente.Elempleodeambosconcep- tos en el ámbito de la Arqueología cana- ria es, por tanto, erróneo. En el caso concretodel conceptoprehispánico, su in- congruencia no radica exclusivamente en el hecho de que sea una herencia del fran- quismosino, además, enelhechodeque tal concepto no describe una realidad objeti- vaper seyenqueesexcesivamente reduc- cionista desde el punto de vista crono- cultural. OBJETIVIDADP El concepto prehispánico no sólo es incongruente por el hecho de ser una herencia del franquismo, sino, además, porque este término no describe una realidad objetiva indigenas indigenas1 indigenas2
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