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Dialéctica habitante

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DE HABITANTE A CIUDADANO
Apuntes para un debate sobre Ciudadanía y Participación
Pedro Alcalá Afanador. Maracay 2006
IV. Participación Ciudadana y Democracia. Dialéctica habitante / ciudadano en la práctica
 Durante el año 2.005 el Centro Nacional de Capacitación Comunitaria, hoy Escuela de Nueva Ciudadanía, dependencia del Instituto de Altos Estudios de Salud Pública “Dr. Arnoldo Gabaldón” como parte de su misión y objetivos estratégicos, se dedicó a la formación mediante un Curso de Gestión Comunitaria en Salud a ciudadanos integrantes de Comités de Salud de los estados Aragua, Yaracuy, Anzoátegui, Bolívar, Monagas. 
 A técnicos y profesionales del nivel central del Ministerio de Salud, de la Secretaría de Salud de la Alcaldía Metropolitana del Distrito Capital, y de los sistemas regionales de salud de los estados Yaracuy, Monagas, Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro, mediante un modulo de Ciudadanía y Participación incluido en el Diplomado de Salud Pública dictado en esos estado por el IAESP “Dr. Arnoldo Gabaldón”. 
 En Guárico, donde se dictó simultáneamente en San Juan de los Morros y Valle de La Pascua un Diplomado en Ciudadanía y Desarrollo Social a personal de desarrollo social de Alcaldías y Dirección Regional de Salud.
 A Coordinadores Regionales de Comités de Salud de las veinticuatro entidades federales del país, a través de talleres; en total se estuvo en contacto con alrededor de 5.000 participantes.
 En todas estas actividades docentes, se realizó un ejercicio cuya finalidad era la de explorar la percepción personal y grupal que poseían los participantes, sobre la diferencia o no diferencia entre los conceptos de habitante y ciudadano y las características que según ellos describían cada una de estas categorías. 
 Fue unánime la opinión, que habitante y ciudadano no eran categorías sinónimas, sino diferentes, y concluían además que: “todo ciudadano es también un habitante porque reside en un espacio geográfico determinado, pero no todo habitante es un ciudadano”. 
 Con la anterior conclusión, se introduce un elemento dialéctico de “otredad”, sobre el que reflexionaré en el capítulo que sigue. 
 Las características que describen los participantes para estas dos categoría fueron descritas en términos espaciales y de comportamiento; a continuación las enumeramos como descriptores de una u otra categoría, las cuales las hemos agrupado según componentes, propuestos por el autor del presente ensayo. 
 Es menester aclarar que, no había ninguna lectura previa por parte de los participantes, ni ninguna información previa respecto al tema, es decir, enfrentaban el ejercicio con los saberes adquiridos o no, en otros cursos o en su experiencia cotidiana como ciudadanos, líderes comunitarios o funcionarios públicos. 
 Es justamente esta condición, lo que le da valor a dicho ejercicio, cual es el de explorar lo que surge inmediatamente en el pensamiento al reflexionar sobre estos conceptos, y cómo lejos de formalismos teóricos o academicistas, sus “concepciones naturales, espontáneas, frescas”, producto de sus vivencias, experiencias y prácticas se aproximan a los contenidos que hoy se debate a cerca de la ciudadanía en la academia, en el mundo de la política y en la opinión pública en general. 
 Otro aspecto a aclarar, es que en ningún momento pensamos que las categorías habitante / ciudadanos son excluyentes, más bien nuestro análisis apunta hacia una dinámica dialéctica de la otredad, en la ontología de la relación que es donde se constituye el ser; donde por momentos somos o nos comportamos como habitantes y en otros momentos como ciudadanos, y será el repertorio de comportamientos que caracterizan a una u otra categoría, lo que nos ubica más como ciudadanos o como habitantes según sea el caso.
 La dialéctica de la otredad, para nosotros es ontológica y cultural, somos más cultura de habitante o más cultura de ciudadano, según el repertorio de comportamientos que habitualmente utilizamos y desde donde ontológicamente consideramos al “otro”.
 Entendemos la cultura desde dos perspectivas: 
1. Cultura como manera de ser (habitante o ciudadano) y estar (espacio concebido como lugar geográfico o como espacio de realización simbólica) en el mundo. 
2. Cultura como la concebía Ortega y Gasset: conjunto de preguntas y respuestas; preguntas hechas desde la historia personal y colectiva de cada quien, y respuestas desde las convicciones ciudadanas o de habitante de cada cual.
 Insisto con Nietzsche, hay conceptos que tienen definición e historia, y eso los hace dinámicos, cambiantes, transitorios, de acuerdo al momento histórico y al contexto político, económico cultural y social en el que nos encontramos involucrados. 
 Es lo que acontece con habitante /ciudadano, cultura de habitante /cultura ciudadana. Son conceptos polisémicos, a veces ambiguos y comparativos, para poder aproximarnos a una explicación que nos satisfaga o sea concordante con las argumentaciones que esgrimimos.
Cuadro No 1
Dialéctica Habitante / Ciudadano
	COMPONENTE
	HABITANTE
	CIUDADANO
	
Constitucional y legal
	Desconoce, o los conoce pero no practica derechos y deberes. Escasa conciencia de la nacionalidad.
	Conoce sus derechos y cumple con sus deberes y obligaciones ciudadanas. Conciente de su nacionalidad y la defiende.
	
Espacial
	
Todo ser vivo que habita un lugar o espacio físico.
	Personas organizadas que ocupan un espacio socio-natural y conforman un pueblo o nación.
	
Cultural
	
Sin arraigo y sin sentido de pertenencia en la comunidad donde residen. Escasa identidad sociocultural
	Con arraigo y sentido de pertenencia en la comunidad donde residen. Con conciencia de identidad sociocultural. Luchan por su comunidad.
	
Temporal
	
Acento en el pasado y futuro
	Acento en el presente y proyección y metas para el futuro.
	Autoconcepto
	Apático, reactivo.
	Protagonista y participativo
	Actitud
	Indiferente, despreocupada, reactiva.
	Proactivo, de lucha social y compromiso político.
	Visión estratégica
	Que le resuelvan sus problemas.
	Enfrenta los problemas y contribuye con soluciones.
	
Axiológica
	Individualismo, débiles principios y valores sociales
	Cooperativo, honesto, auténtico, integro, solidario, comprometido políticamente.
	
Participación
	No participa o participa puntualmente de acuerdo a sus intereses.
	Participa activamente en procura del bienestar y logros materiales de su comunidad. 
	Etimológica
	Deriva de hábitat.
	Deriva de ciudad
	Conclusión
	Ciudadanía pasiva.
	Ciudadanía activa.
Fuente: Cuadro elaborado con los aportes de aproximadamente 5.000 participantes en cursos, talleres y diplomados realizados en el Centro Nacional de Capacitación Comunitaria (hoy Escuela de Nueva Ciudadanía) en el 2.005; el autor lo que ha hecho es registrar y sistematizar por dimensiones dicha información.
 El análisis del Cuadro No 1, lo haremos en la medida de lo posible por cada una de los componentes propuestos, sin perder de vista, que con ello solo buscamos cierta claridad didáctica, pero estamos conscientes que los componentes se imbrican e influyen unos a otros, no son estancos separados, ni mucho menos jerárquicos, que para que se cumpla uno, tiene que previamente cumplirse otro componente.
1. El Componente Constitucional y Legal, en la concepción de habitante, se describe el desconocimiento de la Constitución y las leyes o la no puesta en práctica de derechos y obligaciones, como descriptores del ser habitante, es decir, que el comportamiento de habitante en esta dimensión, puede estar arraigado en la creencia generalizada y popularizada de que la Constitución y las Leyes de la República son para jueces, abogados, militares, policías y autoridades en general, pero no para el “ciudadano común”, lo que en la práctica se constituye en la violación del derecho del “otro”, se desconoce la alteridad, que es la constituyente esencial de la ética ciudadana, el reconocimiento del “otro”, “mis derechos terminan donde comienzan los derechos del otro”. Es lanegación de la ciudadanía, de la dialéctica del derecho y el deber, como sostenía José Ingenieros (1.972), “el derecho particular como deberes colectivos y deberes particulares como derecho del otro”. El comportamiento de habitante en esta dimensión, niega, ignora y/o excluye al otro. Con la negación y exclusión del otro, se niega a si mismo, es una “manera de ser individualista” y “una manera de estar” en un territorio o espacio, sin conciencia social y solidaridad.
 El ciudadano en este componente, es descrito como conocedor de la Constitución y Leyes de la República, reclama derechos, pero cumple sus obligaciones y defiende su nacionalidad. Esto es fácilmente constatable en la realidad, cuando uno acude a barriadas y comunidades populares, observa como estos ciudadanos tienen conocimiento de la Constitución, la leen, y la esgrimen ante funcionarios públicos cuando se sienten vulnerados en sus derechos. Hay una creciente apropiación de la Constitución como un instrumento fundamental de lucha social; así como una creciente conciencia que los derechos aunque estén en la Constitución, no se regalan, no se mendingan, se conquistan y solo así, será “letra viva” lo que dice la Constitución. 
2. En el componente espacial, el habitante es concebido como un “ser vivo”, agregamos nosotros, es un “ser asocial”, divorciado del tejido social de su comunidad, es un “estar individual, solitario”, un ser abstraído de las diferencias y heterogeneidades de las estructuras sociales de su comunidad, diluido en un agregado de personas que los enfoques comunitaristas llaman comunidad, sin asumir la diversidad de intereses que se entretejen en las relaciones sociales. Mejor dicho, ocupan un hábitat en el sentido más clásico y etimológico de este término.
 Mientras que el ciudadano es descrito en esta dimensión, no solo como ocupante de un espacio físico o territorio, sino un “ser, como un conjunto de personas organizadas” y un “estar en un espacio socio-natural, cultural, de realización concreta y simbólica”, de redes de intereses y relaciones sociales cercanas, cotidianas, solidarias, conflictivas y concertadas. Lo que es, la ciudad y su dinámica urbana.
3. El componente cultural, no la podemos analizar, divorciado de los componente de autoconcepto, actitudes y valores. Porque como dijimos párrafos atrás, la cultura es un modo de “ser” y “estar” en el mundo y un eterno “preguntar” y “responder”. El habitante es descrito como con poco arraigo y sentido de pertenencia en su comunidad, débil o nula identidad sociocultural, es percibido como apático, reactivo, indiferente poco comprometido, despreocupado por la solidaridad y otros valores sociales.
 El ciudadano es concebido con una imagen positiva, con identidad sociocultural definida, solidario, comprometido y participativo, como se puede apreciar en todos los descriptores en los diferentes componentes. Estaríamos ante la presencia de un habitante fragmentado, como personificación de la fragmentación social, que la caracteriza entre otras cualidades, el no sentido de pertenencia, la falta de identidad y los escasos vínculos de solidaridad. Mientras que el ciudadano reúne todos los criterios de la cohesión social: Sentido de pertenencia, identidad y solidaridad.
4. La visión estratégica y el componente participativo, también es necesaria emparentarlas para su análisis, porque si tenemos un habitante contemplativo en la espera que “otros”: el Estado, los gobiernos, los líderes de su comunidad le resuelvan sus problemas más cotidianos e inmediatos, estamos ante un sujeto reactivo, poco participativo. 
Lo que caracteriza al ciudadano es, su protagonismo, actitud proactiva para contribuir con la solución de sus problemas y del colectivo al cual pertenece. Lo estratégico está en su protagonismo y en su participación para el cambio y la transformación.
 Sintetizando, reiteramos que en la cotidianidad del día a día y en la práctica social, la dialéctica habitante / ciudadano, es una dialéctica de la otredad y lo cultural entre: una cultura de ciudadano y una cultura de habitante, entre lo que significa una ciudadanía pasiva (ser habitante) que en el sentido clásico, es un sujeto de derechos y deberes; lo que lo caracteriza la ciudadanía pasiva es:
1. En lo social, su no compromiso a participar, especialmente en la toma de decisiones de su destino personal, comunitario y social.
2. En lo axiológico su falta de solidaridad, corresponsabilidad, respeto por el “otro”
3. En lo cultural por la fragmentación personal y social.
 La ciudadanía activa (ciudadano), implica ser protagonista participativo, corresponsable en la esfera pública y social, que exige y ejerce la contraloría social de los asuntos públicos y solicita rendición de cuentas a las autoridades que ocupan cargos de elección popular. La ciudadanía activa no es más que “derecho a tener derechos”.
 La dialéctica cultura de habitante / cultura ciudadana, no es una dialéctica negativa, el habitante no es depositario de lo negativo del ser ciudadano, ni tampoco una dialéctica del yo que “se sabe ajeno, que se reconoce como incompleto o como negativo ante un Nosotros donde no tiene cabida confortable, pero de los cuales se siente parte”. (Maritza Montero, 2.002:44) 
 Debatir sobre ciudadanía y participación pasa por una reflexión acerca de lo ético, político y técnico como una ecuación ineludible entre: la ética, la política y la técnica, que desarrollo más adelante. 
Permítaseme definir la ética siguiendo a Fernando Sabater (2.005: 3), como: “una actitud y reflexión individual sobre la libertad propia en relación con la libertad de los demás y con la libertad social en que nos movemos.”
 Es esencial que cada quien tenga su ética, la ética es un asunto individual de cada quien.
 La política la entendemos como “el arte de construír la fuerza social y política capaz de cambiar la realidad, haciendo posible en el futuro, lo que hoy aparece como imposible”. (Marta Harnecker, 1.999).
 Es imprescindible la distinción entre ética y política, “mezclar las dos cosas, decir que los males de la política se pueden remediar apelando a la ética, me parece un profundo error”. (Fernando Sabater, 2.005: 4)
 Para Sabater, la ética se preocupa por lograr mejores personas y la política por lograr mejores instituciones.
 La técnica, la entendemos como el saber hacer, son conocimientos, habilidades y destrezas, actitudes y valores que como ciudadanos y/o servidores públicos debemos poseer para el ejercicio de la ciudadanía 
 En el Cuadro No 2, sintetizamos las dimensión ética, política y técnica en la Dialéctica Habitante / Ciudadano.
Cuadro No 2
Dimensiones de la Dialéctica Habitante / Ciudadano
	DIMENSIÓN
	HABITANTE
	CIUDADANO
	
ÉTICA
	· Simula respetar al otro o los otros.
· Procura no hacer daño.
· Responde a compromisos por temor a la sanción social
	
· Lucha por si mismo y por él o los otros.
· Hace el bien.
· Se potencia él y a los otros a la toma de conciencia.
	
POLÍTICA
	· Reclama derechos.
· Poco interés por la lucha social.
· Aparenta ser ciudadano, para evitar el rechazo social.
	· Reclama y lucha por sus derechos, cumple con sus deberes.
· Solidaridad, compromiso y lucha social.
· Es un buen ciudadano.
	TÉCNICA
	· Categoría estadística y demográfica
	· Categoría sociopolítica
	CONCLUSIÓN
	· Es un obstáculo para la construcción de ciudadanía.
	Contribuye con la construcción de ciudadanía.
Fuente: Elaboración del autor, basado en lo que denomina, la ecuación Ineludible entre la política, la técnica y la ética,

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