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M I N I S TERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA Estrategia Ambiental de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático del Sector Agropecuario, Forestal, Pesquero y Acuícola Junio 2015 Estrategia Ambiental de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático del Sector Agropecuario, Forestal, pesquero y Acuícola M I N I S TERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA Mensaje de los titulares Las graves pérdidas y daños que el cambio climático y la variabilidad climática están provocando periódicamente en el País y específicamente en el sector agropecuario, ha planteado al Ministerio de Agricultura y Ganadería retomarlo como una de sus grandes prioridades, que necesitan ser abordadas de forma inmediata para poder garantizar el desarrollo sostenible y la producción de alimentos que demanda el País. En el contexto del Cambio Climático reviste también gran importancia para el Ministerio de Agricultura y Ganadería enfrentar los procesos de degradación de los Recursos Naturales, que son a la vez fuertemente impactados por eventos climáticos extremos, lo que permite actuar en primera línea para reducir la vulnerabilidad biofísica y recuperar servicios ambientales de las Cuencas. Si bien estamos conscientes de las repercusiones del cambio climático, se interviene después del desastre y usualmente con pocos medios, de manera tal que difícilmente se puede hacer frente a los impactos, necesitándose por lo tanto de estrategias para la adaptación con un enfoque en la reducción de los riesgos agroclimáticos y con una visión de largo plazo. Es necesario dejar atrás los paradigmas del desarrollo que enfatizan la productividad en total separación del medio ambiente, ya que al hacerlo estamos heredando a las futuras generaciones un país improductivo y ambientalmente insostenible. Es tiempo de cambiar de enfoque de la forma de cómo se practica la agricultura, a una agricultura sostenible, resiliente y adaptada a los impactos del Cambio Climático. La estrategia nos presenta el horizonte para hacerle frente al cambio climático y la variabilidad climática y junto a la recuperación y conservación de los Recursos Naturales se convierte en la política ambiental más importante del MAG para impulsar en el quinquenio 2014-2019. La complejidad de la estrategia demanda de una visión compartida y un compromiso de todos y todas para enfrentar el cambio climático y de liderazgos en los territorios para fortalecer la cohesión social y la participación de los actores locales. En nombre del Ministerio expresamos nuestros agradecimientos a los productores y las productoras, organizaciones sociales, la academia, funcionarios del sector agropecuario, empresa privada, ONGs y organizaciones de la cooperación técnica internacional, quienes contribuyeron con su aporte a la construcción de la estrategia e invitarles a ser parte de los retos que implica su proceso de implementación. Lic. Orestes Fredesman Ortez Andrade Ministro Lic. Hugo Alexander Flores Hidalgo Viceministro MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERIA Lic. Orestes Fredesman Ortez Andrade Lic. Hugo Alexander Flores Hidalgo Ing. Luis Napoleón Torres Ministro de Agricultura y Ganadería Vice Ministro de Agricultura y Ganadería Director, Dirección General de Ordenamiento Forestal Cuencas y Riego El presente documento ha sido elaborado por la Dirección General de Ordenamiento Forestal, Cuencas y Riegos (GGFCR) a través de la División de Cambio Climático con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Equipo Técnico Coordinador: Luis Napoleón Torres Berrios Dirección General de Ordenamiento Forestal Cuencas y Riego (MAG) José Cristóbal Escobar Betancourt Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Proyecto Fortalecimiento de la Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Agricultura Familiar con enfoque de derechos, en apoyo a las iniciativas Regionales 1 y 2. TCP/ELS/3501. Napoleón Mejía Cortez Gerencia de transferencia de Tecnología, Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA - MAG). Lucia Alicia Gómez Vaquerano División de Cambio Climático, Dirección General de Ordenamiento Forestal Cuencas y Riego (MAG). Willians Alfredo Vásquez Osorio Jefatura de Planificación de la DGFCR (MAG). Fotografías José Cristóbal Escobar Betancourt Participantes de la consulta: Direcciones del MAG, FAO, PNUD, CATIE, FUNDE, PMA, MARN, CRS, PRISMA, CNAF, MPA-CIRAC, FIAES, UNES, FUNDESYRAN, ENA, CENTA, Universidad de El Salvador, Universidad José Matías Delgado, RENAPES, MPGR, CONFRAS, Funsalprodese, CASSA, Alba Alimento, Representantes de los Distritos de Riego de Atiocoyo y Lempa Acahuapa-ARLA. M I N I S TERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA Índice Acrónimos ........................................................................................................................................ i Glosario .......................................................................................................................................... ii Prefacio ............................................................................................................................................. v 1. Importancia del Sector Agropecuario....................................................................................... 1 2. Antecedentes ............................................................................................................................ 3 3. El sector agropecuario y el cambio climático ........................................................................... 6 3.1. Cambio climático y la Seguridad Alimentaria y Nutricional ......................................................... 7 3.2. Relación entre la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático ........................................................ 9 4. Contexto de la Agricultura en El Salvador y los Recursos Naturales ...................................... 11 4.1. La agricultura en El Salvador .................................................................................................... 11 4.2. Procesos de degradación de los Recursos Naturales ............................................................... 13 4.3. Manejo estratégico del suelo ..................................................................................................... 14 4.4. Transición de la Agricultura convencional a la Agricultura Sostenible ...................................... 18 5. Marco teórico conceptual del cambio climático .................................................................... 20 5.1. El Cambio climático .......................................................................................................................... 21 5.2. Los Gases Efecto Invernadero (GEI) ................................................................................................. 22 6. Marco institucional y de políticas frente al cambio climático ................................................ 23 6.1. Institucionalidad ........................................................................................................................ 23 7. Estrategia de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático del Sector Agropecuario ......... 26 7.1. Visión ................................................................................................................................................ 26 7.2. Misión............................................................................................................................................... 26 7.3. Objetivos .......................................................................................................................................... 26 7.4. Desafíos y principios para poner en marcha la estrategia ............................................................... 27 7.4.1. Desafíos .................................................................................................................................................... 27 7.4.2. Principios .................................................................................................................................................. 29 8. Ejes Estratégicos ................................................................................................................... 30 8.1. Ejes, finalidad, líneas estratégicas y actividades .............................................................................. 31 9. Organización para la Implementación ................................................................................... 43 9.1. Organización para la ejecución/Mecanismos de implementación .................................................. 43 9.2. Coordinación y articulación interinstitucional ................................................................................. 44 9.3. Mecanismo de Financiamiento ........................................................................................................ 45 Índice de Cuadros Cuadro 1. Cantidades de macro nutrientes contenidos en 7.0 T/ha (108 qq/mz) de rastrojos de maíz y sorgo convertidos a equivalente-fertilizante .............................................................................................. 17 Cuadro 2. Documentos regionales sobre políticas vinculadas con el Cambio Climático ........................... 24 Cuadro 3. Marco legal vinculada con los Recursos Naturales .................................................................... 24 Índice de Figuras Fig 1. Proyecciones de los rendimientos del maíz en El Salvador, 2006-2100 (toneladas/ha)………………..…8 Fig. 2. Proyecciones de los rendimientos del frijol en El Salvador, 2006-2100…..……………………………………. 8 Fig. 3. Distribución de superficie de riego ………………………………………………………………………………………………12 Fig. 4. Relaciones del suelo y los vegetales y sus funciones……………………………………………………………………15 Fig. 5. Valores estimados de contenidos de macro nutrientes (NPK) en diferentes cantidades de rastrojos de maíz y sorgo ........................................................................................................................ 16 Fig. 6. Esquema de transición de la Agricultura Convencional a la Agricultura Sostenible ........................ 18 Fig. 7. Diagrama del efecto invernadero .................................................................................................... 21 Fig. 8. Estructura organizativa para poner en operación la Estrategia Nacional de Manejo Sostenible de Cuencas Hidrográficas y Cambio climático. ................................................................................................. 45 Índice de Diagramas Diagrama 1. Ciclones tropicales y Sistemas de baja presión que provocaron lluvias torrenciales, entre 1961-2011………………………………………………………………………………………………………………………………………………..4 .. Acrónimos BCR Banco Central de Reserva CATIE Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza CCAFS Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria CEL Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa CENDEPESCA Centro de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático ENMA Estrategia Nacional del Medio Ambiente EIRD Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura GEI Gases Efecto Invernadero OIRSA Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria MAG Ministerio de Agricultura y Ganadería MARN Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales MIGOB Ministerio de Gobernación MINEC Ministerio de Economía MINED Ministerio de Educación MINSAL Ministerio de Salud Pública MOP Ministerio de Obras Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano PIB Producto Interno Bruto SNET Servicio Nacional de Estudios Territoriales UA Unidades Ambientales IPCC Panel Intergubernamental de cambio climático OCHA Oficina Coordinación de Asuntos Humanitarios i ii Glosario Adaptación: Ajuste de los sistemas naturales o humanos en respuesta a estímulos climáticos reales o esperados, o a sus efectos, que atenúa los efectos perjudiciales o explota las oportunidades beneficiosas. Cabe distinguir varios tipos de adaptación, en particular la anticipatoria, la autónoma y la planificada (IPCC, 2007). Adaptación al cambio climático: Un ajuste en los sistemas naturales o humanos como respuesta a los estímulos climáticos reales o esperados o sus efectos los cuales moderan el daño o explotan las oportunidades beneficiosas. (EIRD, 2009). Agroecología: Es una disciplina científica que se basa en la aplicación de los conceptos y principios de la ecología al diseño, desarrollo y gestión de sistemas agrícolas sostenibles. Agricultura convencional: Sistema de producción agropecuario basado en el alto consumo de insumos externos al sistema productivo natural, como energía fósil, abonos químicos sintéticos y pesticidas. No toma en cuenta el medio ambiente, sus ciclos naturales, ni el uso racional y sostenible de los recursos naturales. Agricultura sostenible: Tipo de agricultura que satisface las necesidades básicas de alimentación de la población creciente, rural y urbana y posibilita el acceso a los bienes y servicios disponibles en la sociedad (vestido, vivienda, energía, educación, salud, entre otros), sin que haya la degradación de los recursos naturales a niveles que pueda comprometer estas mismas metas en el futuro. Busca el equilibrio de los componentes económico, social, ambiental y cultural y utiliza buenas prácticas agrícolas y principios agroecológicos en su desarrollo (Vieira, M. Proyecto GCP/ELS/004/NET. FAO, El Salvador, 1998). Agricultura Orgánica o ecológica: Es un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo a minimizar el uso de recursos renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medio ambiente y la salud humana. Tiene un fuerte sustento agroecológico. Agricultura de Conservación. Es un sistema de producción agrícola sostenible que comprende un conjunto de prácticas agrarias adaptadas a las condiciones locales de cada región y a las exigencias del cultivo, cuyas técnicas y el manejo del suelo evitan que se erosione y degrade, mejoran su calidad y biodiversidad y contribuyen al buen uso de los recursos naturales, como el agua y el aire, sin menoscabar los niveles de producción de las explotaciones Cambio Climático: Un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Variabilidad Climática: Las variaciones en el estado medio y otros datos estadísticos (como las desviaciones típicas, la ocurrencia de fenómenos extremos, etc.) del clima en todas las escalas temporales y espaciales, más allá de fenómenos meteorológicos determinados. En El Salvador la variabilidad se registra como el cambio en la frecuencia, duración, intensidad y distribución en el espacio de las lluvias, con posibilidad de alternación con sequias. También, se reporta un cambio en la tendencia de eventos extremos originando en el océano pacifico, cuando el patrón histórico ha sido dominado por los del Atlántico (Caribe). iii Cuenca Hidrográfica: Es el espacio o unidad de territorio delimitado por la línea divisoria de las aguas (parteaguas), conformado por un sistema hídrico que conducen sus aguas a un río principal, a un río muy grande, a un lago o a un mar. Gases de Efecto Invernadero: Aquellos componentes gaseosos de las atmósfera, tanto naturales como antropogénicos, que absorben y re emiten radiación infrarroja. Mitigación (cambio climático): Intervención antropogénica para reducir las fuentes o mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero. Mitigación (gestión del riesgo): Disminución o limitación de los impactos adversos de las amenazas y los desastres afines. (EIRD, 2009). Riesgo: Combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas. (EIRD, 2009). La Gestión de Riesgo: Es un proceso social complejo que conduce al planeamiento y aplicación de políticas, estrategias, instrumentos y medidas orientadas a impedir, reducir, prever y controlar los efectos adversos de fenómenos peligrosos sobre la población, los bienes y servicios y el ambiente (Lavell 2002). Amenaza: Fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa que puede ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de vida y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. (EIRD, 2009). Exposición: Por exposición se entiende a la naturaleza y el grado hasta donde está expuesto un sistema a variaciones climáticas y depende tanto del nivel de cambio climático global, como de la localización de ese sistema Vulnerabilidad: Probabilidad que debido a la intensidad de un evento climático y a la fragilidad de los territorios, ocurra un daño a la vida humana y el medio ambiente. Gestión del riesgo de desastres: Es el proceso sistemático de utilizar directrices administrativas, organizaciones, destrezas y capacidades operativas para ejecutar políticas y fortalecer las capacidades de afrontamiento, con el fin de reducir el impacto adverso de las amenazas naturales y la posibilidad de que ocurra un desastre. (EIRD, 2009). Reducción del riesgo de desastres: La reducción del riesgo de desastres se define como: “El concepto y la práctica de reducir los riesgos de desastre mediante esfuerzos sistemáticos dirigidos al análisis y la gestión de los factores causales de los desastres, lo que incluye la reducción del grado de exposición a las amenazas, la disminución de la vulnerabilidad de la población y la propiedad, una gestión racional de la tierra y del medio ambiente y mejorar la preparación ante eventos adversos (Turnbull, M, 2013). La regeneración Es la capacidad de un ecosistema de recuperarse por sí mismo después de un daño cuando no exista un impedimento para los procesos naturales. Regeneración asistida Consiste en la intervención humana a fin de aumentar la capacidad de regeneración y acelerar el proceso. Restauración ecológica Es el esfuerzo por recuperar o alterar intencionalmente un sitio para establecer un ecosistema parecido a los originales, que permitan la continuidad de los servicios que presta el ecosistema, con el fin lograr que el sistema natural vuelva a su estado de autorregulación. La meta de este proceso es imitar la estructura, función, diversidad y dinámica del ecosistema específico a restaurar. Eventos hidrometeoroló En El Salvador se consideran como eventos extremos hidrometeorológicos aquellos que producen una precipitación arriba de 100 mm en 24 horas y una iv gicos extremos: precipitación acumulada de más de 350 mm en 72 horas (MARN, 2013). Escenarios climáticos: Descripción simplificada del clima futuro según diferentes posibilidades de emisiones de gases de efecto invernadero, elaborada para ser utilizada en la investigación de las posibles consecuencias de los cambios climáticos antropógenos. Los escenarios ofrecen “líneas evolutivas” en base a proyecciones del crecimiento demográfico, el cambio económico y los avances tecnológicos. Se presentan cuatro “líneas evolutivas”, denominadas A1, A2, B1 y B2, representativas de diferentes tendencias económicas y demográficas, y patrones de consumo de alimentos. Las líneas evolutivas del grupo B hacen mayor hincapié en las fuerzas ambientales, mientras que las líneas evolutivas del grupo A ponen más el acento en las fuerzas económicas. (IPCC 2001, UNDP 2009). Prevención Son las acciones orientadas a mitigar o evitar la ocurrencia del evento climático con impacto a los sistemas productivos, son actividades de carácter permanente y con visión de largo plazo, como la investigación, programas de capacitación, promoción de prácticas adaptativas y fortalecimiento de capacidades y un sistema de información agrometeorológica. Preparación: Es el conocimiento y las capacidades que desarrollan los gobiernos, los profesionales, las organizaciones, las comunidades y las personas para prever, responder, y recuperarse de forma efectiva de los impactos de los eventos o las condiciones probables, inminentes o actuales que se relacionan con una amenaza. (EIRD, 2009). Entre ellas se cuentan, entre otras, los sistemas de alerta temprana, la evaluación continuada del riesgo y la vulnerabilidad, el fomento de la capacidad, la creación y el mantenimiento de capacidades de reserva (OCHA, EIRD, 2008). Sistema de alerta temprana: El conjunto de capacidades necesarias para generar y difundir información de alerta que sea oportuna y significativa, con el fin de permitir que las personas, las comunidades y las organizaciones amenazadas por una amenaza se preparen y actúen de forma apropiada y con suficiente tiempo de anticipación para reducir la posibilidad de que se produzcan pérdidas o daños.(EIRD, 2009). Resiliencia: La resiliencia a los choques es la capacidad para prevenir y mitigar desastres y crisis así como preverlos, amortiguarlos, adatarse a ellos, y recuperarse de ellos de forma eficiente y sostenible. Esto incluye proteger, restablecer y mejorar los medios de vida frente a las amenazas que impactan la agricultura, la alimentación y la nutrición y la salud publica relacionada. (FAO, 2012). v Prefacio Las modificaciones en el clima debido al cambio climático, ha intensificado sus impactos en los sistemas humanos, ambientales y productivos, lo que demanda generar medidas de adaptación rápidas e integrales. A pesar que nuestro País produce sólo el 0.2.% del total mundial de emisiones de GEI, es uno de los más afectados, por su alta vulnerabilidad, principalmente las y los pobladores de las áreas rurales cuyas actividades productivas dependen en gran medida de las condiciones de la naturaleza donde el clima es determinante en los procesos productivos. El presente documento presenta el abordaje de la problemática derivada del cambio climático en el sector agropecuario, por lo que el Ministerio de Agricultura y Ganadería plantea una serie de acciones concretas para ser ejecutadas en cada uno de los diferentes subsectores del agro, de la mano con productores, gobiernos locales, instituciones del Estado, ONG´s y sector privado, a fin de reducir los daños y pérdidas que pudieran ocasionar los fenómenos climáticos extremos, tanto en la infraestructura como en la producción y las cosechas. Lo anterior, motiva al MAG a diseñar este instrumento de política para promover la adaptación al cambio climático del sector, con un enfoque en la gestión de riesgos agroclimáticos y el desarrollo de una Agricultura Sostenible y resiliente. Para ello, se pone a disposición de los diferentes actores del sector agropecuario las orientaciones que les permitirán hacer frente a este fenómeno. La estrategia de adaptación está basada en un modelo de ejecución donde las alianzas estratégicas son clave para la coordinación intersectoriales e interinstitucionales, el desarrollo de espacios para la participación de los diferentes actores a nivel local, regional y nacional; el fortalecimiento de la institucionalidad para facilitar su implementación y el desarrollo de un nuevo enfoque en la forma de cómo se viene practicando la agricultura, que demanda un giro hacia una agricultura Sostenible, que coloca al ser humano y las organizaciones sociales en el centro de su desarrollo. Para la ejecución de la estrategia se retoma la Cuenca Hidrográfica como el espacio territorial para la planificación de acciones, fomentar la participación, organizar los actores de los territorios junto al liderazgo de los Gobiernos Locales; a fin de que las acciones posibiliten el mejoramiento de las condiciones sociales, ambientales y productivas, a través de un proceso participativo que fortalezca la adaptación y reduzca la vulnerabilidad biofísica y socioeconómica de las comunidades y ecosistemas agrícolas ante los impactos crecientes del Cambio Climático. Con la intervención descrita se fortalecerá la gestión territorial sostenible que debe hacerse en procesos sociales e institucionales que converjan las visiones compartidas en un marco habilitador creado por la articulación de acciones políticas e institucionales a nivel local y nacional, dichas acciones que contemplen el riesgo derivado del cambio climático y otros cambios globales relevantes que fortalezcan la capacidad de respuesta de los diferentes actores representativos en el territorio para la toma de decisión. 1. Importancia del Sector Agropecuario El agro sigue siendo un sector importante de la economía. Entre el 2010-2013 la contribución del agro al PIB fue del 12,43%1, agregando su participación como sector agropecuario ampliado su contribución al PIB total es superior al 20%. En el agro vive el 37.8%2 de la población (Aprox. 2.170.800 personas y aproximadamente 300.000 hogares) de los cuales el 35.98 %3 están en condición de pobreza. Si analizamos los datos desagregados por sexo, se encuentra que del total de personas en condición de pobreza, más de la mitad son mujeres. En pobreza extrema, el 52.6% de mujeres; y en pobreza relativa el 53.5% son mujeres4. Según los datos de la EHPM 2013, el sector agropecuario es el segundo principal generador de empleo en el país, únicamente superado por el sector comercio, hoteles y restaurantes. De esta forma, el sector agropecuario genera fuentes de empleo para el 19% de la población salvadoreña ocupada, que representa 458,142 empleos directos2. De manera desagregada, el rubro que más empleos genera anualmente es la Ganadería Bovina (leche y carne) generando unos 155,770 empleos (Ciclo productivo 2012-2013), le siguen en orden de importancia: Granos Básicos y principalmente frijol y maíz (145,834 empleos), café (98,438 empleos) y Silvicultura (71,712 empleos). Como puede observarse, el empleo agropecuario se encuentra bastante concentrado, motivo por el cual el comportamiento de los rubros anteriormente listados deben ser prioridad si se pretende generar mayores Fuentes de empleo2. Relacionados al sector agropecuario están ligados otros temas de importancia estratégica como la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de la población, que para el año 2050 se estima en 8 millones de habitantes4, población que demandará una mayor cantidad de alimentos. De igual manera, el sector agropecuario es importante en la gestión de la calidad de los recursos naturales y su capacidad para brindar los servicios ambientales vitales, como el rescate y conservación de la biodiversidad, regulación del clima y el mejoramiento o estabilización del agua que se cosecha en las Cuencas Hidrográficas. Otro aspecto importante del sector agropecuario es su papel para poder reducir la dependencia alimentaria externa creciente del País, que posee fuerte repercusión en la disponibilidad y acceso de alimentos locales, los precios, ahorro de divisas y la generación de fuentes de trabajo. Debido a la fuerte dependencia de las actividades agropecuarias con el clima, es clave y de carácter prioritario enfrentar los retos que se derivan de los impactos del cambio climático, del cual los eventos extremos producto de la variabilidad climática son una importante fuente de riesgo para la sustentabilidad de las actividades productivas. Los impactos del cambio climático han sido tan severos que El Salvador en el año 2009, ocupó el primer lugar en el Índice de Riesgo Climático Global entre 177 países y el cuarto lugar en el año 20115. De acuerdo al MARN5 la amenaza climática ya es muy significativa para El Salvador y crecerá mucho más en las próximas décadas. Esta situación representa problemas para la producción agrícola y la única alternativa es la adaptación a un clima más cálido, con 1Balance económico 2013, perspectiva 2014. 2 MAG (2015) Plan estratégico institucional 2014-2019. 3Ministerio de Economía (2013) Resultados encuesta de hogares de propósitos múltiples. DIGESTYC. 4 Ministerio de Economía (2014) Estimaciones y proyecciones de la población Nacional 2005-2050. Dirección General de Estadística y Censos‐ DIGESTY. El Salvador 5 MARN (2013) Estrategia Nacional de Cambio Climático,. 1 2 la presencia de eventos extremos más intensos y frecuentes, tal como está ocurriendo en la última década en el País. La importancia estratégica del Sector Agropecuario ya indicada, y tomando en cuenta su vulnerabilidad al cambio climático por el uso de prácticas degradantes generalizadas, es necesario e indispensable formular e implementar una estrategia de adaptación y contribuir a la mitigación del cambio climático como co-beneficio y que se convierta en una herramienta clave y orientadora para impulsar al sector agropecuario al enfrentamiento de esta amenaza; asegurando que las acciones propuestas se priorizan e implementan en coherencia estratégica con los escasos recursos disponibles y múltiples necesidades en diversos sectores y territorios, y atendiendo a criterios de factibilidad, eficiencia y eficacia en la implementación. El actual gobierno en su Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019, tiene entre uno de sus objetivos transitar hacia una economía y sociedad Ambientalmente sustentables y resilientes a los efectos del cambio climático; para lo cual se considera avanzar en el ordenamiento sustentable de los territorios, La restauración y conservación de ecosistemas degradados como el corredor seco y la reducción de la vulnerabilidad ambiental y socioeconómica ante los efectos del cambio climático y los fenómenos naturales, con lo cual se aumentaría la resiliencia de los territorios. En este contexto, la estrategia de adaptación al cambio climático para el Sector Agropecuario es la principal apuesta del MAG en materia ambiental, para aportar y enfrentar este problema, que demanda un cambio sustancial en la forma de cómo se practica la agricultura, a fin de contribuir a reducir las pérdidas y daños y la descapitalización que periódicamente experimentan productores y productoras; como también, aportar a la mejora del medio ambiente en general. De igual manera y de acuerdo al Plan estratégico del MAG 2014-2019 se retoma uno de sus principales ejes de sostenibilidad: La equidad de género, abordando la perspectiva de género como eje transversal que promueva la participación activa de las mujeres en las actividades productivas, en las instancias de toma de decisiones y en las acciones correspondientes a la estrategia ambiental y su implementación. Buscará la equidad en la distribución de los beneficios de la Estrategia entre hombres y mujeres. Debido a que los daños y pérdidas ocasionados por el cambio climático distorsionan significativamente y de forma focalizada algunos de los territorios más vulnerables ambientalmente, se considera que para la ejecución efectiva de la estrategia es necesario la planificación de las acciones en las cuencas hidrográficas con alta vulnerabilidad del país, comenzando con las cuencas del corredor seco y la cuenca del río Lempa, lo que está en consonancia con otras iniciativas que desde la Presidencia de la República se están apoyando. En este contexto y para contribuir a su implementación, la estrategia se pondrá en marcha a través del desarrollo de 6 ejes estratégicos: 1. Fortalecimiento de capacidades institucionales y de organizaciones locales. 2. Gestión de riesgos agroclimáticos. 3. Investigación, innovación y transferencia de tecnologías. 4. Gestión integrada de cuencas y ordenamiento territorial. 5. Educación, sensibilización y participación ciudadana. 6. Gestión de fuentes de financiamiento para la adaptación, mitigación y resiliencia ante el cambio climático. 3 2. Antecedentes El Sector agropecuario en El Salvador está enfrentando retos sin precedentes, por un lado la base de los Recursos Naturales como son el agua y el suelo están en constante deterioro y limitando los incrementos de producción y por otro, la biodiversidad está amenazada por la deforestación, el monocultivo y los sistemas intensivos que priorizan la alta productividad. A estos problemas se suma el cambio climático como otra amenaza adicional a la producción. Según el estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el cambio climático representa una seria amenaza por sus múltiples impactos previstos en la población y en los sectores productivos. En términos fiscales constituye un pasivo público contingente que afectará las finanzas públicas por varias generaciones, dada la vulnerabilidad que exhibe el país ante los embates del cambio climático6. En años recientes, señala el estudio indicado, El Salvador ha visto aumentar el número y la intensidad de los desastres naturales, con sus altas repercusiones sobre la economía y la población del país. Un sector que es fundamental como proveedor de alimentos, empleos, divisas y por tanto como impulsor del crecimiento económico es el sector agropecuario, el cual es altamente dependiente del clima y sobre él se están contabilizando grandes pérdidas ante los efectos climáticos. Entre los fenómenos climáticos más recientes que han afectado al País fuertemente se pueden mencionar las tormentas tropicales Mitch (1998) que provocó daños y pérdidas totales de US$388.1 millones. De esta cifra US$158.3 millones (40.8% del total) correspondieron al sector agropecuario; la sequía de 2001 reportó daños y pérdidas por US$31.4 millones y el 81% de ese valor se registró en el sector agropecuario; Stan (2005) representó US$355.6 millones en daños y pérdidas, de los cuales US$48.7 millones (13.7% del total) incumbieron al sector agropecuario. Destacan los tres eventos ocurridos en veinticuatro meses entre noviembre de 2009 y octubre de 2011 (Baja Presión E96/Ida, Tormenta Tropical Agatha y Depresión Tropical 12E) que provocaron daños y pérdidas por unos US$1,300 millones que, en conjunto, representarían el 6% del PIB de 2011, un porcentaje significativo si se considera el desempeño y evolución que ha tenido la economía nacional para ese mismo período7. De igual maneras las sequías del 2012 y 2014 causaron pérdidas en el sector agropecuario de US$ 38.08 y US$ 70.1 millones respectivamente, especialmente en los cultivos de granos básicos. La DT 12-E ocasionó una afectación de la disponibilidad de la producción del orden de 34.9% en frijol y 15.4% en maíz. También se registraron pérdidas en otros rubros como hortalizas US$12.8 millones, frutales US$ 7.9 millones, pecuarios US$3.6 millones, pesca US$1.8 millones y acuicultura US$1.1 millones, entre otros. Adicionalmente, la infraestructura productiva fué seriamente dañada durante la ocurrencia de este fenómeno, contabilizándose pérdidas en los Distritos de Riego por US$12.5 millones, US$14.2 millones en bordas y US$1.9 millones en maquinaria y equipos. 6 CEPAL: “El Salvador efectos del cambio climático sobre la agricultura”, agosto 2010. 7 MARN (2013) 2a Comunicación Nacional sobre Cambio Climático 8 MAG. 2012. Resultados de la Encuesta de Estimación de Daños en la Producción de Granos Básicos de las Zonas con Déficit de Lluvia, Ocasionados por la canícula del mes de julio 2012. División de Estadísticas Agropecuarias 4 Otro de los problemas asociados a los fenómenos climáticos son las inundaciones, de las cuales la zona costera, principalmente, es de las más propensas a experimentarlas. Durante la 12E Los departamentos más afectados fueron: Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, La Paz, San Vicente, Usulután y San Miguel. La variabilidad climática ha significado para El Salvador el cambio en la frecuencia, duración, e intensidad de las lluvias, además de cambios en su distribución espacial (Diagrama 1). Diagrama 1. Ciclones tropicales y Sistemas de baja presión que provocaron lluvias torrenciales, entre 1961-2011. La figura anterior presenta una descripción de cómo se han venido ocurriendo los fenómenos climáticos extremos en el país, observándose claramente que se ha pasado de una ocurrencia de 1 a 2 fenómenos entre las décadas de los sesenta y ochenta a ocho en el período de 2001 a 2011. De igual forma el origen de estos fenómenos varía por cuanto que 4 de éstos provienen del océano atlántico, cuando en el pasado se reportaba 1 por década. La dinámica descrita refleja la vulnerabilidad a la cual esta propensa el país debido a la ocurrencia frecuente de fenómenos climáticos extremos. Por las razones expuestas, es necesario orientar de forma adecuada las políticas agrícolas y ambientales con el fin de adaptar y mitigar, en la medida de lo factible, los efectos e impactos derivados del cambio climático sobre el sector agropecuario con la puesta en marcha de la presente estrategia. Cabe resaltar la importancia de promover una participación equitativa de mujeres y hombres. Dado que las mujeres asumen roles en la sociedad que son centrales en la adaptación al cambio climático y por ende se convierten en referentes durante las crisis. Se debe reconocer el valor incalculable de las 5 capacidades de las mujeres y del trabajo no remunerado realizado por ellas históricamente y altamente desvalorizado por la sociedad a pesar de ser la base de su economía y desarrollo, y que contribuye sustantivamente a la preservación y conservación del ecosistema, así como a la reducción de daños ocasionados por los desastres naturales.9 En tal sentido la adaptabilidad y mitigación al cambio climático; así como cuidar y preservar el medio ambiente es una responsabilidad compartida entre hombres y mujeres. 9 Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y República Dominicana (COMMCA), 2011-2012, Resolución sobre género, medio ambiente y cambio climático en Centro américa y Republica Dominicana. http://americalatinagenera.org/es/documentos/Declaracion_COMMCA-GENMACC.pdf Sistema muy vulnerable. Producción de maíz en monocultivo en condiciones de Laderas. 6 3. El sector agropecuario y el cambio climático La participación del sector agropecuario lo conforman rubros agrícolas como el café, granos básicos (maíz, frijol, sorgo y arroz), caña de azúcar, hortalizas y otras producciones agrícolas con el 61%, las actividades pecuarias participan con el 31%, la pesca y caza con el 3% y la silvicultura con el 5 % (BCR, 2012). Según datos de la Encuesta Nacional Agropecuaria de Propósitos Múltiples (ENAPM) 2013-2014 elaborada por la Dirección General de Economía Agropecuaria del MAG, en el país los productores disponen de un área de 1,249,537 manzanas; de esta área el 65% es utilizada para cultivos agrícolas, el 18% para pastos estacionales en provecho de la ganadería, un 8% se utiliza para la producción de pastos permanentes y cerca del 3% corresponde a áreas boscosas. De la superficie total cubierta por cultivos el 55% está ocupada por granos básicos, el 42% agroindustriales, frutas y hortalizas con el 2 y 1% respectivamente10. La relación entre el sector agropecuario y el cambio climático es de doble vía. Por un lado es generador de GEI y por otro, es uno de los sectores del país más afectados por sus impactos. Si bien la mayor contribución de GEI a nivel nacional proviene del sector de energía con un aporte del 41%, el sector agricultura contribuye con un 21.6%. En el sector de agricultura se consideran las emisiones de GEI procedentes de cinco fuentes: (a) fermentación entérica y manejo del estiércol del ganado doméstico, (b) cultivo del arroz anegado, (c) quema prescrita de sabanas, (d) quema de residuos agrícolas en el campo y (e) suelos agrícolas. De estos los suelos agrícolas y la fermentación entérica producen el 46.2 y 48.3% de los GEI del sector agricultura7. Es importante destacar que la temperatura promedio en El Salvador aumentó 1.3 °C con relación a la temperatura promedio de la década de los cincuenta del siglo pasado y que el mayor aumento se dio a partir de los años noventa. Así la temperatura promedio pasó de 24.2 °C en el periodo 1950-1959 a 25.5°C de 2000-2006. Los escenarios futuros sugieren un mayor aumento de temperatura aún a corto plazo que podrá en sí mismo, generar serios impactos en la producción agrícola, profundizar la tendencia actual de mayor variabilidad e incertidumbre en el volumen anual de lluvia, con una tendencia a disminuir, y una mayor incidencia de eventos extremos7. 10 MAG. 2013. Estadísticas de Producción del Sector Agropecuario: Contribución al Producto Interno Bruto (PIB). Ministerio de Agricultura y Ganadería. República de El Salvador. La variabilidad climática en El Salvador es una realidad que se presenta en el cambio de la frecuencia, duración e intensidad de las lluvias, además de cambios en su distribución espacial (MAG, 2012). Aunado a esto, el país tiene un alto nivel de vulnerabilidad y pobreza en las comunidades rurales, que impacta de manera creciente al sector agropecuario (Ordaz et al, 2010). 7 3.1. Cambio climático y la Seguridad Alimentaria y Nutricional El cambio climático plantea múltiples amenazas a la agricultura del País, incluida la reducción de la productividad agrícola, la inestabilidad de la producción y la reducción de los ingresos, lo que está poniendo en riesgo la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la población. El sector agropecuario salvadoreño es extremadamente vulnerable al cambio climático, especialmente a eventos extremos como los excesos de lluvias y las sequias, que están impactando fuertemente la producción de alimentos, principalmente granos básicos, hortalizas y frutas, cuya producción depende principalmente de siembras de secano y por tanto son altamente sensibles a la variabilidad climática. Dichos cambios en la productividad, repercuten a nivel económico no solo por las pérdidas y daños a los cultivos y animales sino también por la descapitalización periódica de las economías familiares y la reducción en la generación de ingresos. Debido a que la fuerza de trabajo en la siembra y cosecha de granos es primordialmente familiar, el mayor efecto de los cambios de clima no sería sobre el empleo rural, sino sobre los ingresos y la seguridad alimentaria. El resultado final de este fenómeno es la erosión del poder de compra de los consumidores. Sobre la base de lo anterior, los impactos del cambio climático están ocasionando modificaciones en el índice de inflación, por ser los alimentos uno de los componentes principales del cálculo del Índice de Precios al Consumidor. En el país, durante los años de sequía o extremos lluviosos se reportan incrementos en los precios de los alimentos, de tal forma que es posible establecer una relación entre los eventos extremos e inflación, que repercute en la SAN de la población11. Los cambios en la productividad de los cultivos como consecuencia de las modificaciones en las variables climáticas, tienen también una alta repercusión a nivel social, que se manifiesta en la salud y nutrición, en la educación y por tanto también en los niveles de pobreza. Existe una baja disponibilidad de alimentos para el autoconsumo, que se agrava por el aumento en los precios de los alimentos, lo que deteriora la calidad y cantidad de la dieta alimenticia, aumenta los niveles de morbilidad y mortalidad y afecta la esperanza de vida de la población.11 Para el caso de la salud, la variabilidad climática afecta a las personas generando un incremento de enfermedades respiratorias y diarreicas, el aumento de vectores de enfermedades a la familia, el stress calórico y la escasez de alimentos como el maíz, arroz y frijol que constituyen la dieta básica de la población y por lo tanto, la fuente principal de proteínas y calorías, las que aportan más del 50% de la ingesta calórica diaria percápita, especialmente en el área rural12. Los granos básicos constituyen el 75% de la canasta básica alimentaria rural. 11 http://bvssan.incap.int/local/cambio-climatico/Cambio-Climatico-SAN.pdf 12 Merino, G (2003) Los impactos del cambio climático en la seguridad alimentaria y nutricional en El Salvador. Escenarios futuros. Cooperación Técnica INCAP/El Salvador. Respecto a la provisión del agua, su contaminación, el aumento de la temperatura, acompañado de la intensificación de los periodos secos y de calor, ya está provocando un déficit de agua para consumo humano, con los efectos en el saneamiento de los hogares. Más del 50% de la población salvadoreña rural no tiene acceso a agua confiable, lo que obliga a mujeres y niñas a caminar largas distancias para abastecerse, o pagar altos precios por el agua. 8 Considerando la alta importancia del maíz y frijol para la seguridad alimentaria, se ha analizado el posible impacto del cambio climático en esos dos cultivos bajo los escenarios B2 y A2. Las figuras 1 y 2 presentan las estimaciones para los rendimientos de maíz y frijol bajo los dos escenarios. Como se aprecia en ambos casos, sin procesos de adaptación, las trayectorias en la producción serían decrecientes, especialmente, a partir de la década de 2030 y en mayor medida bajo el escenario A2. Fig. 1. Proyecciones de los rendimientos del maíz en El Salvador, 2006-2100 (toneladas/ha) Fig. 2. Proyecciones de los rendimientos del frijol en El Salvador, 2006-2100 (toneladas/Ha) Estos resultados muestran la necesidad de buscar mecanismos que compensen y reduzcan las pérdidas que sufrirá el agro salvadoreño. Las estrategias deberán desarrollarse con rapidez y ser focalizadas en medidas prioritarias para elevar la productividad y sostenibilidad agrícola y generar mecanismos de adaptación al cambio climático7. 9 Es evidente que las implicaciones en la agricultura serán de gran magnitud, al bajar los rendimientos de estos cultivos, que causará grandes pérdidas, desempleo, así como altos impactos en la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la población. En resumen, no se vislumbra un futuro halagador para el desarrollo de la agricultura y su papel en la producción de alimentos, el cambio del clima será un freno que deberá enfrentarse desde ahora. Las personas que por hoy pueden mantener un nivel aceptable de seguridad alimentaria, en el futuro pueden estar en alto riesgo de sufrir Inseguridad Alimentaria y Nutricional como muestran las proyecciones en la producción de maíz y frijol en El Salvador. 3.2. Relación entre la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático La relación más importante del cambio climático con respecto a la gestión del riesgo es la tendencia al aumento progresivo en la frecuencia, duración y la intensidad de los fenómenos adversos principalmente los hidrometeorológicos. Lo que junto a la degradación ambiental contribuye a desencadenar o intensificar las amenazas naturales, como los excesos de lluvias, sequias, deslizamientos, las inundaciones, los incendios forestales, entre otros. Es importante considerar cómo los cambios en la vulnerabilidad y la exposición, como los cambios en los eventos extremos meteorológicos y climáticos pueden contribuir y combinarse para construir el riesgo de desastre, y por ello la necesidad de incorporar la gestión del riesgo de desastres (GRD) y también la adaptación al cambio climático (ACC) dentro de los procesos del desarrollo de los países y municipios13. La gestión del riesgo de desastres busca el aumento de la resiliencia y la reducción de la vulnerabilidad, y por lo tanto ofrece la capacidad de apoyar la adaptación, en relación con la forma de manejar esos eventos extremos, así como para manejar a largo plazo aspectos tales como la degradación de ecosistemas que incrementa la vulnerabilidad a estos eventos14. La adaptación al cambio climático y la gestión del riesgo de desastres ambos buscan reducir los factores y modificar contextos ambientales y humanos que contribuyen al riesgo relacionado con el clima, apoyando y promoviendo la sostenibilidad en el desarrollo social, ambiental y económico de las comunidades.15 Para incorporar la Gestión del Riesgos en la planificación es importante realizar el análisis de las amenazas y la vulnerabilidad de los territorios. Las amenazas son externas y asociadas a los fenómenos agroclimáticos, mientras que la vulnerabilidad es interna y es sobre este segundo componente que hay posibilidad de actuar para reducir el riesgo ante los efectos del cambio climático16. Los estudios de vulnerabilidad se abordan desde cuatro ejes: ambiental, social, económico y físico. El análisis de vulnerabilidad (con el objetivo de plantear acciones para su reducción) es la herramienta que se utiliza para generar estrategias de adaptación, pues permite no solamente identificar las razones por las que un territorio es más o menos vulnerable ante potenciales impactos por los fenómenos naturales, 13 Alianza, Clima y Desarrollo, 2012 14 PREDECAN (2009) Articulando la Gestión del Riesgo y la adaptación al Cambio Climático en el sector Agropecuario. Biblioteca Nacional del Perú Nº 2009-13841 15 IPCC, 2012 16 MARN (2013). Segunda Comunicación nacional sobre Cambio Climático. Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. El Salvador. 10 sino que permite también priorizar áreas para la generación de estrategias, incrementar la resiliencia, disminuir la exposición ante las amenazas y de esta forma potenciar la adaptación al cambio climático.16 En resumen, la gestión de riesgo y adaptación al cambio climático se centran en la reducción de la vulnerabilidad y el aumento de la resiliencia a los impactos adversos potenciales de los extremos climáticos, a pesar de que los riesgos no pueden ser eliminados completamente13. Para el caso de la presente estrategia el lineamiento es la incorporación de la gestión del riesgo en los Planes de Manejo de Cuencas, sobre la base de las evaluaciones de riesgos en los territorios intervenidos. Sistema de producción diversificado con cultivos anuales y perennes más resistente a los eventos climáticos extremos. Tacuba, Ahuachapán 11 4. Contexto de la Agricultura en El Salvador y los Recursos Naturales 4.1. La agricultura en El Salvador En El Salvador los ecosistemas agrícolas o agro-ecosistemas representan el principal uso del suelo con un 74%. Los granos básicos ocupan el 19.3%, 10.5 % los pastos, 10.1% el café, 5.4% la caña de azúcar, cultivos anuales asociados 3.8 %, mosaico de cultivos y pasto 11.5 % y otros agro ecosistemas 13.5%.17 La agricultura de subsistencia se enfoca mayoritariamente en tres cultivos básicos: el maíz, el frijol y el sorgo. Los dos primeros son a la vez los más afectados como consecuencia de su sensibilidad a las alteraciones climáticas, lo que compromete la seguridad alimentaria del País. Aproximadamente el 65% del territorio son zonas de ladera, con pendientes mayores del 15%. Los suelos en estas condiciones, son generalmente delgados (profundidad < 50 cm), con diferentes niveles de pedregosidad interna que limitan el crecimiento pleno del sistema radicular de las plantas y reducen la capacidad de almacenamiento de agua. Aunque la fertilidad promedio de los suelos puede ser caracterizada entre media y alta, esta se está deteriorando por el mal manejo de los suelos. Las condiciones anteriores hacen de la agricultura de ladera una actividad riesgosa desde el punto de vista de la producción y del ambiente. Se trata de un ambiente frágil, en donde la degradación del suelo y del agua, principalmente, puede ser muy, acelerada, dependiendo del sistema de producción.18 En estas condiciones los pequeños productores(as) y sus familias realizan la Agricultura Familiar, de los cuales un 55% son propietarios de la tierra, con fincas entre 1 y 3 mzs. El 45% son arrendatarios.19 Desde la perspectiva de género y de tenencia de tierra es preocupante que según resultados de la ENAPM 2013, solo 358 mil mz son propiedad de hombres mientras que 57 mil mzs son propiedad de mujeres y 401 mil mz pertenecen a personerías jurídicas, lo cual no asegura que esa área que se cultiva hasta el momento continúe siendo destinada para ese fin, y al no poseer una tierra propia también se incrementan los costos de la producción principalmente para las mujeres. Según datos de la Encuesta Nacional Agropecuaria de Propósitos Múltiples (ENAPM) 2013 elaborada por la Dirección General de Economía Agropecuaria del MAG, la cantidad de productores muestra una tendencia de crecimiento, se estima que en el país existe un total de 451,018 productores y productoras, lo cual indica un aumento del 13.4% respecto a los productores(as) registrados en el IV Censo Agropecuario de 2008 (397,596 productores). De lo anterior se puede inferir que en el país hay una tasa natural de crecimiento promedio anual del 3% en la población de productores(as) agropecuarios(as). La tipología de productores muestra que un 18% (80,563 productores) son comerciales y 82% (370,455 productores) son de subsistencia. Lo que significa un incremento del 14.2 y 14.0 % respectivamente. Se estima que el 47% de productores(as) tienen menos de una manzana de tierra; otro 41% son productores con explotaciones de entre 1 y 2 manzanas de tierra; el 9.7% de los productores cuentan 17 Basado en datos de mapas del uso del suelo. Universidad de El Salvador (Facultad de Ciencias Agronómica)-PROCAFE. Basado en imágenes ASTER 2010. 18 Vieria, M y Otros (1988). Manejo integrado de la fertilidad del suelo en zonas de Laderas. FAO. El Salvador 19 MAG (2015) Plan Estratégico Institucional 2014-2019. Oficina de Políticas y Planificación Sectorial, Ministerio de Agricultura y Ganadería. El Salvador. 12 con explotaciones que van desde 3 a 10 manzanas, 1.3% posee entre 11 y 20 manzanas y el 0.6% posee más de 20 manzanas.19 El Salvador posee una totalidad de tierras de 2, 658,911 mz en todo el territorio nacional. De estas tierras 515,188 mzs son las únicas que pueden sostener una actividad productiva intensiva y con posibilidad de generar buena productividad, estando constituidas por las tierras Clase I, II y III. Al contrario, la mayor cantidad de tierras son de Clase VII, con grandes restricciones para la producción agrícola, estas tierras representan el 35% respecto al total del país (1, 025,584 mz). Si agregamos la Clase VIII que tiene aún más limitaciones, resulta que el 48% de las tierras del país (1,276,277 mz) se clasifican como tierras con fuertes restricciones para una agricultura intensiva. Estas tierras están dedicadas en su mayoría a la producción de granos básicos y ganadería extensiva; son tierras marginales con muy poca fertilidad, propensas a la erosión y los deslizamientos.19 Las tierras con potencial de irrigación, totalizan 46,252 mz, distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional19. La distribución de la superficie del riego se presenta en la figura 3. Fig. 3 Distribución de la superficie de riego 2013 (Mzs). Las áreas con potencial para riego representan 505,570 manzanas, que se pueden utilizar para la siembra de diferentes cultivos en época seca, lo cual permitiría maximizar el uso del recurso de la tierra para fines productivos y reducir a la vez los riesgos de sequía y excesos lluviosos. La mayor cantidad de estas tierra se encuentran en la Franja Sur con 265,504.45 mzs, las que representan el 52.52% del área total de tierra con posibilidades de riego; en la Franja Central existen alrededor de 195,358.75 mzs, con potencial de riego, representando un 38.64% del potencial nacional; por último la Franja norte que incorpora un potencial de 44,707 manzanas, o sea un 8.84% del total de área con potencial de riego.19 13 4.2. La degradación de los Recursos Naturales El 95% de los suelos de laderas han perdido su cobertura primaria, son suelos deforestados, que aunado a los sistemas de siembra en monocultivo, han causado la pérdida de la biodiversidad. Son por lo tanto suelos con alto grado de erosión y una alta vulnerabilidad biofísica, ya que las prácticas que se realizan en la mayoría de casos son degradantes y muy pocos esfuerzos se realizan por su conservación, siendo evidente la alta degradación física, química y biológica. Se reconoce que la degradación ambiental y los factores que la generan, junto con el cambio climático, son las principales amenazas a la biodiversidad en El Salvador. Además, considera que al revertir la degradación ambiental no solo se mejoran las condiciones para conservar nuestra riqueza biológica, sino que también se reduce la enorme vulnerabilidad del país frente al cambio climático20. Con la degradación física la más importante para El Salvador son los procesos de erosión hídrica que son más severos en las zonas de laderas. Básicamente los suelos de laderas están perdiendo su piel, compuesta por la materia orgánica y los organismos que la transforman y que se acumulan en los primeros centímetros del suelo. También es importante la pulverización de los suelos por el uso de maquinaria agrícola que destruyen su estructura y porosidad, se compactan y forma piso de arado, que se presenta más que todo en suelos sujetos a mecanización de la zona costera y valles intermedios y suelos pastoreados por el ganado. La situación anterior reduce la capacidad de los suelos para infiltrar y almacenar agua y facilitar el ciclo del agua y nutrientes. Ante esta situación, las plantas sufren de estrés hídrico en muy pocos días al presentarse una sequía, que unido a la falta de cobertura del suelo se maximiza las pérdidas de agua por evaporación desde su superficie. Con la degradación química existe un déficit de energía en los suelos del país, al ser muy poco el reciclaje de energía; ya que se les extrae más nutrientes de los que se reponen. De igual manera sucede con el PH de los suelos especialmente dedicados a la Caña de Azúcar, los granos básicos y el cultivo del café, que una buena parte tienen problemas de acidez, lo que afecta una buena absorción de los nutrientes. Esta situación es producto, entre otros factores, por la fertilización con materiales que dejan residuos ácidos, el mal manejo de la biomasa de rastrojos de los cultivos que no permite el reciclaje de la materia orgánica para una mejor estabilidad nutricional de los suelos. La contaminación química es otro de los procesos de degradación de los suelos y el agua, producto del mal uso y manejo de los plaguicidas y fertilizantes. En cuanto a los usos del suelo, los utilizados en la siembra de granos básicos son los más degradados, debido a que la mayoría de su siembra se hace en tierras no aptas para este tipo de cultivos. El cultivo de café es el único agro ecosistema que se siembra en laderas y posee suelos más conservados y una mayor biodiversidad, al cultivarse bajo sombra con unas 5 a 10 especies de árboles que se utilizan. A la vez es refugio de una gran cantidad de especies animales. 20 MARN (2013) Estrategia Nacional de Biodiversidad 14 El parque cafetalero es afectado por dos grandes problemas, la volatilidad de los precios y los impactos de la roya (Hemileia vastatrix) que ha llevado al abandono de cafetales. El reto es como mantener este cultivo por su aporte socioeconómico y sus beneficios ambientales en la conservación de los suelos y cosecha de agua en las cuencas hidrográficas donde se desarrolla, que son en la mayoría zonas de laderas con fuerte pendiente. En el marco de la presente estrategia el objetivo es estimular la renovación del parque cafetero, a fin de no comprometer los beneficios tan críticos para el país que se derivan de este cultivo. La Caña de azúcar, aunque es un cultivo anual, presenta una ventaja en cuanto a la conservación de los suelos y es que permanece cubierto en la época de las lluviosas más intensas. Su reto es avanzar en reducir la mala práctica de la quema, aprovechar la biomasa para mejorar la fertilidad de estos suelos, la regulación de las aplicaciones aéreas de plaguicidas y su expansión cerca de ecosistemas frágiles, como es su cercanía de los bosques de mangle. Al analizar la ganadería sobresale la pequeña ganadería de doble propósito, comercial o de simple subsistencia, que es parte del sistema de producción de granos básicos, puesto que los rastrojos de maíz y sorgo constituyen la principal fuente de alimentación para el ganado durante el periodo seco. A la vez, sobrepastorean los suelos, deteriorando su estructura y porosidad con el pisoteo, lo que reduce la infiltración de agua en estos suelos. La falta de alimentación adecuada en la época seca la hace una actividad sin rentabilidad, por lo que acciones para mejorar la alimentación y la sanidad son una prioridad y se libera rastrojo para la protección de los suelos. Un manejo estratégico de los suelos para su restauración, recuperar su fertilidad y capacidad de infiltración y almacenamiento de agua, será fundamental para mejorar la resiliencia de los cultivos y minimizar las reducciones en los rendimientos. 4.3. Manejo Estratégico del Suelo (MES) Realizar un Manejo Estratégico del suelo es el camino para recuperar sus servicios ecosistémico, lo que implica restaurar su funcionalidad producto de su relación con las plantas. Los suelos proveen a las plantas de sostén y nutrición producto del ciclo de nutrientes y la vegetación provee a los suelos protección para que no esté expuesto al impacto de la lluvia, no se erosione, no se recaliente, y a la vez, aporta biomasa (materia orgánica) para el reciclaje de nutrientes (Figura 4)21. Producto de esta relación las plantas absorben el carbono inorgánico de la atmósfera para la producción de biomasa y el suelo actúa como un sumidero de carbono al acumular materia orgánica. 21 Escobar, B J.C (2009) Buenas Prácticas para reducir la vulnerabilidad de los Sistemas de Producción frente a los efectos del Cambio Climático. FAO-El Salvador. Presentación. Proyecto GCP/ELS/008/SP. San Salvador. El Salvador. 15 Este proceso producto de la relación suelo-planta es cerrado en un ecosistema natural como un bosque y es abierto en los agroecosistemas, ya que hay entrada de energía (como ejemplo fertilizante) y salida de energía a través de las cosechas y los rastrojos. Este último, en las condiciones del país, es consumido por la ganadería y la práctica de la quema, especialmente en el sistema de grano básicos y la caña de Azúcar. El resultado de este proceso cuando es desbalanceado y que sucede en la mayoría de cultivos en el País, es la pérdida paulatina de la fertilidad de los suelos, al no realizarse el reciclaje para recuperar los nutrientes extraídos por las cosechas, y por otro lado, la exposición de los suelos al proceso de erosión hídrica. Por tal razón, en la agricultura (especialmente en la Agricultura de conservación) es necesario imitar los procesos de la naturaleza y proveer a los suelos de protección a través de varias alternativas, como son, el buen manejo de rastrojos, rotaciones de cultivo para producir biomasa y romper el ciclo de plagas y enfermedades, asocios de cultivos, siembra de cultivos permanentes y variantes de sistemas agroforestales, entre otras. Es importante en este proceso no remover el suelo con el uso de maquinaria para no destruir la estructura que se va construyendo, mantener la biomasa que lo protege en su superficie y no exponer los micro y macroorganismos al ambiente para aumentar su población y realicen eficientemente su función de transformar la materia orgánica y la labranza del suelo. La siembra en estos casos se realiza con el uso de equipos diseñados para sembrar sobre el rastrojo. En el sistema de Grano básicos, que es donde se tienen los mayores problemas de degradación de la tierra en El Salvador el chuzo hace esta labor. Lo que demanda en este caso es comenzar un proceso para reemplarlo por equipos ya diseñados que hacen la misma labor, son más eficientes y a la vez, se fertiliza simultáneamente. Esto es conocido como siembra directa. Producto del manejo estratégico del suelo se reduce la erosión, se aumenta los niveles de materia orgánica y la fertilidad de los suelos, se incrementan las poblaciones de micro y macroorganismos y con Figura 4. Funciones del suelo y los vegetales producto de su interrelación. (Escobar B. J, 2009) Funciones: Protección Reciclaje Plantas Suelo Funciones: Sostenimiento Nutrición Aporte de biomasa para el reciclaje (Ciclo de Nutrientes) Aporte de Nutrientes a las plantas. Aporte de agua Inmovilización carbono en el suelo Nutrición de las plantas Descomposición de biomasa y aporte materia orgánica Incremento actividad biológica Producción de biomasa 16 ello se acelera la labranza biológica. De esta manera se mejora la puerta de entrada del agua al suelo, al regenerarse su estructura y porosidad; con lo que se regula la dinámica del agua en las cuencas hidrográficas, al facilitarse la infiltración. Bajo esta condición, se mejora la eficiencia de la captación y almacenaje del agua en el suelo que actúa como un silo, reduciéndose la escorrentía superficial y los riesgos de desastres por inundaciones en las partes bajas de las cuencas. Con respecto al manejo del agua, un suelo protegido y restaurado reduce las pérdidas por tres vías: disminuye la evaporación del agua de su superficie al estar cubierto, se reduce el agua que se pierde por escurrimiento superficial y se reduce el agua que se pierde por percolación. Con ello, se aumenta la cantidad de humedad disponible en el suelo para las plantas. En resumen, un manejo estratégico del suelo nos conduce al manejo de su fertilidad y el manejo del agua, con lo que se reducen los riesgos de pérdidas en los cultivos en los periodos de sequía. La clave para ello, es el fomento del reciclaje y que el agua lluvia debe quedarse donde cae, lo que demanda mejorar las características del suelo para capturarla y evitar que se pierda por los procesos descritos anteriormente. Se estima que un suelo de ladera en el sistema de granos básicos se puede conservar (en términos de reducir la erosión y reciclar nutrientes) al tener al menos 70% de rastrojos distribuido en su superficie. En la figura 5 puede observarse los valores estimados de contenidos de macro nutrientes (NPK) en diferentes cantidades de rastrojos de maíz y sorgo. Como también, las cantidades de macro nutrientes contenidos en 7.0 T/ha (108 qq/mz) de rastrojos de maíz y sorgo convertidos a equivalente-fertilizante (cuadro 1)22. Fig. 5. Valores estimados de contenidos de macro nutrientes (NPK) en diferentes cantidades de rastrojos de maíz y sorgo (Vieira. M, 2002) Son evidentes las ventajas del manejo de la biomasa de los rastrojos en los cultivos, para mejorar la productividad, proteger el suelo y el reciclaje de nutriente; esto último no percibida por los productores 22 Vieira. M (2002) Proyecto Agricultura sostenible en Zonas de Laderas FAO-CENTA-MAG. El Salvador. 0 20 40 60 80 100 120 140 160 0 2 4 6 8 10 12 Cantidad de rastrojos (T/ha) C a n ti d a d d e N , P y K ( k g /h a ) Nitrógeno Fósforo Potasio 17 y productoras, pero que proporciona grandes beneficios económicos al no tener que comprar estos nutrientes, reducir las aportaciones y la dependencia externa. Cuadro 1. Cantidades de macro nutrientes contenidos en 7.0 T/ha (108 qq/mz) de rastrojos de maíz y sorgo convertidos a equivalente-fertilizante (Vieira. M, 2002). Es importante considerar, que para impulsar el manejo de la cobertura de los suelos con rastrojos, es necesario trabajar con los factores que lo consumen, como son las quemas, su venta y la utilización para el consumo animal. Para esto último, resulta de vital importancia hacer aportes importantes en el manejo de la pequeña ganadería que se práctica especialmente en las laderas y que son los mayores competidores por la biomasa. Por lo tanto, se necesita mejorar la alimentación y la sanidad del ganado, a fin de ir liberando rastrojo para la protección del suelo y proveerle materia orgánica. El 45% de los productores(as) que siembran en laderas posee ganado vacuno con un hato de 5,6 cabezas por productor ganadero. A partir de estos datos, se puede estimar que hay una equivalencia aproximada de 2,5 cabezas de ganado vacuno por productor(a) de ladera, independiente si cada uno posee ganado vacuno o no. Lo anterior significa que para cada productor(a) que siembra granos básicos en ladera existen potencialmente 2,5 cabezas de ganado que necesitan alimentarse durante todo el año16. El otro elemento clave para hacer frente al manejo de los rastrojos en la superficie del suelo, son las quemas utilizada como práctica en la preparación de la tierra, la que deja los suelos expuestos, más vulnerables a la erosión y las pérdidas de agua por evaporación. Definitiva, el hacer aportes en la salud del suelo significa mejorar la cisterna para el almacenaje del agua. Los aspectos descritos son clave para realizar un buen manejo de los suelos, la biodiversidad y la cosecha natural del agua lluvia para ser utilizada por las plantas, formar biomasa para el reciclaje y mejorar la productividad. Todas estas ventajas, junto a otras tecnologías, como ejemplo, la introducción de nuevas variedades de cultivos tolerantes al stress hídrico, permiten gestionar los riesgos agroclimáticos de mejor forma, construimos sistemas productivos y ambientales resilientes y potenciar el papel del sector agropecuario en su rol en la Seguridad Alimentaria y nutricional del País. Nutriente Forma Cantidad (kg/ha) Equivalencia en fertilizante (kg/ha) Nitrógeno N 62.6 Sulfato de Amonio: 298 Fósforo P2O5 18.9 Fórmula 16-20-0: 95 Potasio K2O 122.8 Fórmula 0-0-60: 205 Calcio CaO 20.2 Fórmula 16-20-0: 183.6 Magnesio MgO 19.3 Sulfomag: 175.4 Azufre S 12.3 Fórmula 16-20-0: 111.8 18 4.4. Transición de la Agricultura convencional a la Agricultura Sostenible Es clave que para avanzar en el proceso de adaptación al cambio climático y la variabilidad climática se debe de provocar cambios en la forma de cómo se practica la agricultura convencional en el País, para poder transitar a hacia una agricultura más resiliente, con sistemas sostenibles de producción, que coloquen al ser humano en el centro de su desarrollo y retome sus conocimientos y saberes en la nueva construcción. En la Figura 6 puede observarse un esquema de la transición de la agricultura convencional, en primer lugar a la agricultura sostenible que se fundamenta en la utilización de Buenas Prácticas Agrícolas y la aplicación de principios ecológicos en el desarrollo agrícola; haciendo énfasis en impulsar la biodiversidad de los sistemas de producción, el reciclaje de energía, la eficiencia en el uso de los recursos, la salud del suelo, entre otras. El desarrollo de la Agricultura Sostenible es acompañado también por herramientas como el Manejo Integrado de Plagas, la producción artesanal de semillas en las comunidades y coloca como un principio la reducción de la carga de plaguicidas en los cultivos y medio ambiente. Todo ello acompañado de un proceso educativo en los principios agroecológicos que se acentúa hasta llegar a la producción de sistemas productivos ecológicos como es la agricultura orgánica que sería el siguiente paso de la transición. Fig. 6. Esquema de transición de la Agricultura convencional a la agricultura Sostenible y orgánica (Fuente: Escobar J.C, 2015, sp) Las primeras acciones para la transición al desarrollo de la Agricultura sostenible estarán encaminadas a lograr una mayor diversificación de los sistemas productivos y mejorar la biodiversidad, mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, la disminución de insumos externos y costosos, impulsar el reciclaje de nutrientes y la mayor equidad entre todas aquellas personas que participan del proceso productivo. Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras U so d e in su m o s ex te rn o s Agricultura Convencional Agricultura Sostenible Agricultura orgánica Tiempo Cambios tecnológicos: BPA y principios agroecológicosagroecológicos Proceso educativo Agroecológico Convencional Tran sició n 19 de sus bienes y servicios, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica. La implementación de la agricultura sostenible es un proceso gradual y no es un desafío técnico, sino de organización social para promover y masificar la adopción de las buenas prácticas agrícolas y la aplicación de los principios ecológicos en los agroecosistemas. Cuando esto sucede se reducen las brechas en el uso de insumos externos en la transición, como se presenta en la figura 6. Todo ello acompañado de un proceso de desarrollo de conocimientos. A continuación se describen unos lineamientos para facilitar la transición a una agricultura sostenible:23 Impulsar procesos de regeneración, restauración y conservación de los Recursos Naturales, que implica el revertir los procesos de degradación; el manejo de la biodiversidad; mejorar la fertilidad de los suelos y recuperar sus servicios ecosistémicos; la cosecha, conservación del agua y manejo del riego; el manejo integrado de plagas; la producción y conservación de germoplasma de importancia local. Desarrollo de capacidades técnicas y metodológicas institucionales con perspectiva de género para impulsar la transición y realizar la difusión de tecnologías apropiadas y accesibles, económicas y aceptables, con capacidad para eficientizar el uso de los recursos. El desarrollo de las capacidades locales y promoción de la Investigación participativa e inclusiva. El acceso a los mercados, con vínculos en las cadenas de valor. Contar con incentivos para la innovación. La agricultura sostenible debe garantizar la Seguridad Alimentaria y Nutricional como punto de partida y al mismo tiempo promover ecosistemas saludables, apoyar la gestión sostenible de la tierra, el agua y los recursos naturales, desarrollando sistemas productivos y ambientales resilientes. Impulsar como acción prioritaria la organización de las comunidades y su participación en espacios de dialogo para la toma de decisiones y apropiación de los planes de adaptación locales. El objetivo de los lineamientos es contar con Sistemas de Producción Sostenible, integrando la adaptación a los impactos del cambio climático y la variabilidad climática y aportando a la mitigación de los gases efecto invernadero a través de diferentes formas de captura de carbono o reduciendo emisiones. 23 Altieri, M (1999): Agroecología, Bases Científicas para una Agricultura Sustentable. Sustainable Agriculture Networking and Extension, UNDP, New York. 20 5. Marco teórico conceptual del cambio climático El cambio climático es parte de una problemática mayor conocida como Clima global, en ella cualquier alteración en alguno de sus componentes básicos produce un efecto en todo el sistema global. En este ámbito global el clima está determinado por el trabajo que realiza integradamente un sistema que está compuesto por: la atmósfera, el océano, las capas de hielo y la tierra. El clima es consecuencia del equilibrio que se produce en la interacción entre esos cinco componentes. Los océanos (hidrosfera) afectan el clima mediante el almacenamiento y liberación de calor, lo que hace que algunas regiones del mundo sean más húmedas que otras, o más cálidas. Las capas de hielo (parte de la criósfera) afectan al clima al reflejar la energía del sol, creando un efecto de enfriamiento. Los árboles y las plantas (biosfera) afectan al clima mediante el almacenamiento y liberación de carbono y dióxido de carbono. Las nubes (la atmósfera), afectan al clima de muchas formas, por ejemplo, estas pueden ejercer un efecto de enfriamiento el cual demora la evaporación del agua. Aún pequeñas alteraciones en cualquiera de los principales sistemas terrestres tendrán una repercusión importante en el sistema climático. Sistema agroforestal nativo. Sensuntepeque, Cabañas 21 5.1. El Cambio climático La atmósfera terrestre es una capa de gases que envuelve a la Tierra, es semitransparente y penetrable por la energía que recibimos del Sol; es decir, la radiación solar puede atravesarla y calentar la superficie terrestre. Como consecuencia de este calentamiento, la superficie comienza a emitir una radiación que interactúa con los gases atmosféricos, como el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), entre otros, los cuales absorben esa radiación y la reenvían en todas direcciones. Este proceso natural asociado a la atmósfera terrestre y a la energía solar se le conoce como el efecto invernadero. Por ello, a los gases que realizan este proceso se les llama gases de efecto invernadero (GEI). La presencia de los gases permite una temperatura en la que la vida puede desarrollarse en la tierra24. Sin este efecto invernadero natural del planeta, la temperatura de la tierra sería 33°C más baja que la temperatura promedio actual (temperatura promedio actual 15°C, la temperatura promedio sin efecto invernadero sería de -18°C. Este proceso se representa en la figura 7. El efecto invernadero es el motivo del calentamiento global y el cambio climático, es el aumento de los gases invernadero lo que aumenta la absorción de calor y a su vez genera los cambios. El aumento de los gases es resultado del uso y abuso de los recursos naturales, sea a través de quema ineficiente de combustibles fósiles, a través de la tala y destrucción de los bosques y ambientes naturales o la destrucción de ecosistemas marinos y acuáticos a través de la contaminación irracional e irresponsable. Fig. 7. Diagrama del efecto invernadero 24 PNUD (2007) El ABC del Cambio Climático en El Salvador. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, San Salvador. El Salvador. 22 En este contexto, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático25 lo entiende como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural
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