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Adolescencia y Familia

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Familia y Adolescencia: D. Winnicott 
Clase 16/6/2020 
El adolescente atraviesa cambios que hacen que se viva con angustia esta etapa vital, con pautas 
organizadas desde la temprana infancia, etapa similar en la rapidez de cambio físico y emocional. 
El niño sano llega a la adolescencia equipado con un bagaje para enfrentar nuevos sentimientos, 
tolerar la desazón y apartar o rechazar las situaciones que le provocan una angustia insoportable. Es 
esencialmente un ser aislado. Aún cuando encara una relación personal lo hace desde una posición 
de aislamiento. Repite una fase esencial de la infancia. En la apoca de crecimiento de la 
adolescencia los jóvenes salen de la infancia y se alejan de la dependencia encaminándose a su 
condición de adultos. El crecimiento no es una simple tendencia heredada, sino, además un 
entrelazamiento complejo con el ambiente facilitador. El adolescente debe poner a prueba en un 
principio sus relaciones con objetos subjetivos. 
Ciertas características y tendencias individuales heredadas o adquiridas derivan de las 
experiencias vividas por cada adolescente en su infancia. Los mismos problemas que existían en las 
primeras etapas, cuando eran bebés o niños más o menos inofensivos, aparecen en la pubertad. Son 
pautas residuales de enfermedad asociadas al fracaso, más que al éxito, en el manejo de los 
sentimientos propios de los primeros dos años de vida. Incluyen muchos elementos inconscientes y 
cosas ignoradas que aún no han sido vivenciadas, como por ejemplo el poder de matar o destruir. 
 La continuidad del medio ambiente familiar es de fundamental importancia en este período. 
Este es un punto central del capítulo 11. Aún así la “buena crianza” no implica ausencia de 
problemas durante la adolescencia.- A esto se referirá Winnicott cuando dice que si todo salió bien 
en la infancia, si sembraste un bebé y recogiste una bomba en la pubertad. En rigor es siempre así, 
pero no siempre lo parece. 
Es un período de descubrimiento personal, de compromiso con la experiencia de vida y del 
establecimiento de una identidad.- 
Cada adolescente está en vías de transformarse en un adulto responsable, preocupado e 
interesado por la sociedad. Mientras tanto está embarcado en una lucha: la lucha por sentirse real. 
Por eso no acepta soluciones falsas. No se conforma con encontrarse a sí mismo. Su búsqueda 
también abarca a la sociedad en su conjunto. Tiene por lema “sé fiel a ti mismo”. 
Una vez que puede admitir que transigir es una actitud permitida, tal vez descubra diversos 
modos de suavizar la inflexibilidad de las verdades esenciales. Todo adolescente atraviesa por una 
fase de desaliento malhumorado, durante la cual se siente fútil. Busca una forma de identificación 
que no lo traicione en su lucha por lograr una identidad, por sentirse real. Se resiste a amoldarse a 
un rol asignado por los adultos y elige en cambio, pasar por todas las experiencias y procesos 
necesarios.- 
Winnicott resume esta necesidad de los adolescentes: la necesidad de evitar la solución falsa, de 
sentirse reales o de tolerar el no sentir absolutamente nada.- 
El adolescente es inmaduro, este estado de inmadurez es un elemento esencial de la salud en este 
momento del desarrollo. Y solo el paso del tiempo y la maduración que traerá la cura, supone: 
 
a) el logro de la madurez. 
 b) el logro de una identificación con una sociedad sin una pérdida demasiado importante de 
espontaneidad. 
c) la estructura de la sociedad como sustantivo colectivo. 
d) abstracciones de política, economía, filosofía y cultura como culminación de procesos 
 
naturales de crecimiento. 
e) el mundo como superposición de pautas individuales, una sobre otras. 
La sociedad incluye a todos sus miembros. Los miembros sanos sostienen su estructura. También 
debe contener a sus miembros enfermos. Las manifestaciones del adolescente normal reproducen en 
forma atenuada, las de varios tipos de enfermos. Se pueden comparar ambas, teniendo en cuenta 
que en los adolescentes dichas manifestaciones son transitorias y dinámicas, mientras que en la 
enfermedad mental se presenta con características de rigidez y permanencia.-Por ejemplo: el 
repudio por las soluciones falsas es similar a la incapacidad de transigir del paciente esquizofrénico. 
Lo opuesto sería la ambivalencia psiconeurótico, también la impostura y el autoengaño en las 
personas sanas. Los sentimientos de irrealidad, depresión y despersonalización, se asemejan a los de 
la melancolía. La tendencia antisocial a la delincuencia.- 
En un grupo de adolescentes las diferentes tendencias suelen ser representadas por los individuos 
más enfermos. Detrás del individuo más enfermo, se agrupa una pandilla de adolescentes aislados. 
El enfermo actúa por los otros. Cada adolescente será leal al individuo antisocial y le prestará su 
apoyo aunque no apruebe su conducta. Utiliza a los miembros de su grupo para ayudarse a sí mismo 
a sentirse real, en su lucha por soportar este período de desaliento malhumorado. Si los adolescentes 
llegan a encontrarse a sí mismo no se conformarán, buscarán la totalidad, incluyendo los aspectos 
agresivos junto con los de amor. 
En la fantasía del primer crecimiento hay un contenido de muerte, en la adolescencia se 
transforma en un contenido de asesinato. Crecer significa ocupar el lugar del padre. En la fantasía 
inconsciente el crecimiento es un acto agresivo. El niño llegará a adulto pasando sobre el cadáver de 
un adulto. En el adolescente existe una fuerte tendencia a la agresión que se manifiesta en forma 
suicida o como búsqueda de la persecución. El sentimiento de culpa es intenso. El adolescente 
necesita mucho tiempo para llegar a la aceptación del odio y la destrucción que acompañan al 
amor, el joven y la muchacha que todavía se encuentran en proceso de crecimiento, no pueden 
hacerse cargo aún de la responsabilidad por la crueldad y el sufrimiento. El sentimiento de culpa se 
alivia con el trabajo, por su cualidad de contribución social. La fantasía inconsciente del sexo y la 
rivalidad vinculada con la elección de objeto son fuente de importantes tensiones en el adolescente. 
En esta etapa el adolescente no sabe todavía si será homosexual, heterosexual o simplemente 
narcisista, A menudo pasan un largo período de incertidumbre sobre la posibilidad de tener 
impulsos sexuales. La masturbación compulsiva puede ser un intento de liberarse del sexo. Las 
actividades heterosexuales u homosexuales compulsivas también pueden servir para liberar tensión 
sexual cuando no se ha adquirido aún la capacidad de unión entre dos seres humanos totalmente 
desarrollados. Son algunas de las maneras que encuentran los adolescentes para desahogar la 
tensión sexual en este largo período de espera. 
La madurez sexual abarca toda la fantasía inconsciente del sexo. Los padres no pueden ofrecer 
demasiada ayuda. Deben responder al desafió en lugar de intentar curar los saludables. Lo mejor 
que pueden hacer es sobrevivir sin abandonar ningún principio importante. El adolescente no 
alcanza su riqueza personal si se evita la lucha. Delegar la responsabilidad de esta confrontación es 
traicionar a los hijos en un momento crítico. (esta es una de las funciones importantes que tienen los 
padres, y adultos frente a los adolescentes) 
La rebelión corresponde a la libertad que se ha otorgado al hijo, al educarlo de tal modo que 
existe por derecho propio. 
Cuando el adolescente triunfa demasiado pronto, cae en su propia trampa. Se convierte en 
dictador y espera ser muerto, no por sus hijos, sino por sus padres. La paradoja que debe ser 
enfrentada en este momento del desarrollo es la de no entregar al adolescente una responsabilidad 
 
que no les corresponde aunque luchan por ella. 
Winnicott define las necesidades del adolescente: 
 
- necesidad de desafiar, en un medio en que se atiende a su dependencia. 
- necesidad de aguijonear una y otra vez a lasociedad, para poner en evidencia a su 
antagonismo y poder responderla de la misma manera. 
 
La tarea permanente de la sociedad respecto de los jóvenes es sostenerlos y contenerlos, evitando 
al mismo tiempo la solución falsa y la indignación moral provocada en los adultos por su envidia 
ante la frescura juvenil. El proceso adolescente no se puede apresurar ni destruir con una 
manipulación torpe o deteriorarse desde dentro cuando el sujeto padece una enfermedad 
psiquiátrica. Mientras se encuentra en marcha el crecimiento los padres deben hacerse cargo de la 
responsabilidad. Si abdican, los adolescentes tienen que saltar a una falsa madurez y perder su 
libertad para tener ideas y para actuar por impulso. La confrontación se refiere a una contención que 
posea su propia fuerza. 
La propuesta de Winnicott es: “donde existe el desafió de un joven en crecimiento, que haya un 
adulto para encararlo”. 
Se puede pensar que así como el niño requiere de la pareja de crianza como el ambiente 
facilitador para acceder al a transicionalidad, el adolescente, en su salida exogámica, necesita que 
los padres, y la sociedad funciona como sostén para consolidar su sentimiento de persona. 
Si todavía se puede usar a la familia, se la usa, y mucho, y si ya no es posible hacerlo, ni dejarla 
a un lado, es preciso y necesario que existan pequeñas unidades sociales que contengan el proceso 
de crecimiento adolescente. La función de la familia y de la sociedad consiste en contribuir a la 
formación de individuos sanos. 
Winnicott define la salud como capacidad que posee una persona para hacerse cargo de sus 
éxitos y sus fracasos.

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