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1Junio 2008 Estimulando la Innovación en la Agricultura Urbana Editorial as ciudades del mundo prestan cada vez mayor atención a la agricultura urbana. En ediciones anteriores de la Revista AU hemos sido testigos de sus múltiples funciones, de su papel en la construcción de comunidades, de sus experiencias con el desarrollo de políticas y en el apoyo a las organizaciones de agricultores urbanos. Buscando llevar más allá esta línea editorial, la presente edición se ocupa de los apoyos que los agricultores urbanos pueden recibir para mejorar sus medios de sustento. Los sistemas de producción urbana necesitan ser adaptados a condiciones urbanas específicas como los espacios confinados, la cercanía a los consumidores, y consideraciones para su salud debido a la proximidad de los cultivos a las personas. Agricultores que han migrado recientemente a la ciudad llevan consigo su conocimiento de agricultura rural, que no siempre puede ser aplicado en los entornos urbanos en los que viven. Los L La agricultura urbana es un concepto dinámico, dado el amplio rango de situaciones y actores urbanos. Esta diversidad es uno de sus principales atributos. Los sistemas de producción urbana se encuentran en constante desarrollo gracias a que los agricultores urbanos adaptan sus prácticas o inventan nuevas. La innovación está tomando lugar de manera continua. René van Veenhuizen Editor pobres o los emprendedores urbanos sin tradición agrícola suelen carecer de conocimientos. Sin embargo, existe poco apoyo formal que les permita mejorar sus prácticas agrícolas. Debido a que, normal- mente, la agricultura urbana cae fuera del mandato de los institutos convencionales de investigación agrícola, poco es lo que se ha investigado sobre su desarrollo. Usualmente, las organizaciones de exten- sión agrícola prestan poca atención a las áreas urbanas. Como ya se discutió en la Revista AU 17, el nivel de organización de los agricultores urbanos en frecuente- mente bajo. Sin embargo, los agricultores urbanos no esperan a que los investigadores encuen- tren soluciones para sus problemas. Como sucede en las áreas rurales, los agricultores de las ciudades están en constante adapta- ción a circunstancias cambiantes, experi- mentando e innovando por cuenta propia. ¿Cómo puede apoyarse esta capacidad de innovación? A lo largo de esta edición, debe notarse la diferencia en el uso de las palabras “innovación” e “innovaciones” . Innovación (en singular) es un proceso en curso, de generación y aplicación de conocimiento, para llevar una mejora a un sistema de IP ES ww w . ru af . o rg AG R IC U LT U R A U R B AN A R e v Is T A ww w . ip es . o rg /a u n ú m ER o 1 9, j U n Io 2 00 8 2 3Revista AU 3 En esta edición 03 Promoviendo la Innovación Local en la Agricultura Rural: Experiencias y lecciones para entornos urbanos 08 “Donde hay estiércol hay dinero”: una historia aleccionadora desde Jamaica 09 Potenciando la Innovación Técnica, Organizacional e Institucional en la Agricultura Urbana 16 Innovación en el Reciclaje de Aguas Residuales en un poblado indio: Vinculando lo rural con lo urbano 17 En Busca de Agua de Irrigación más Segura para la Producción Urbana de Hortalizas en Ghana 20 Innovaciones en Sistema de Invernaderos Colectores de Aguas de Lluvia en Pekín, China 22 Huertos Familiares Comerciales como una empresa innovadora en la agricul- tura urbana 25 Agricultura SPIN: Mejorando ingresos en parcelas pequeñas 27 Tecnologías para la Producción de Plantas Comestibles en Bogotá, Colombia 30 Micro-huertos en Dakar 32 De la Erradicación a la Innovación: Hacia una crianza de cerdos saludable y rentable en Lima 34 Capacidad Innovadora en los Viñedos Holandeses 36 Limpiando, Enverdeciendo y Alimentando a la Ciudad; Iniciativas Locales en Reciclaje de Residuos para la Agricultura Urbana en Kampala, Uganda 39 Agricultura Urbana en la Municipalidad de Msunduzi, Sudáfrica 41 Reciclaje Residuos Sólidos en Addis Abeba, Etiopia: Haciendo de la gestión de residuos un negocio 44 Mejorando el Conocimiento Local en Crianza de Ganado en la Ciudad de Bukavu, R.D. del Congo 46 Innovaciones en los vínculos entre productores y mercados. Escuelas de campo y mercados orgánicos en Lima 49 La Agricultura Urbana como Motor Económico y Agente de Cambio Social 52 Tecnologías apropiadas para la Agricultura Urbana y Periurbana 55 La Granja Suburbana: Un modelo innovador para la agricultura cívica 57 Crianza Innovadora de Animales en Ciudades Etíopes 59 Mejoras en Sistemas de Producción Ubicados en Zonas Desérticas producción (y/o en actividades relacio- nadas), de manera que el proceso pueda ser eventualmente replicado en otras locali- dades. Las innovaciones (en plural) son el resultado de los procesos de innovación. Estas pueden ser técnicas, al mejorar nuevos productos o servicios, y procesos y prácticas de producción. o estas pueden ser no técnicas, como en el caso de mejoras en la estrategia u organización de un grupo de agricultores. Adicionalmente, un sistema de innovación se refiere a mejoras en las relaciones entre diversos actores, como por ejemplo en el desarrollo de cadenas, que a menudo combinan desarrollos técnicos, organizativos y de mercado. Finalmente la capacidad de innovación se refiere a la creatividad e ingenio de los agricultores y otros actores locales, y a su capacidad para comprometerse en los procesos de innovación y adaptación a condiciones cam- biantes. Algunos artículos de esta edición promueven innovaciones (reconociendo la importancia de hacerlas en forma participativa), mientras que otros estimulan la capacidad de innovación de los agricultores. El apoyo a la innovación local comienza con la identificación de innovaciones endógenas desarrolladas por los agricultores y otros actores locales, como punto de entrada a una alianza más equitativa en un proceso participativo de investigación y desarrollo (“innovación participativa”) que involucra a más de un tipo de actor. Esta actividad busca: 1) estimular y diseminar innovaciones locales que sean más ampliamente aplicables; 2) mejorar capacidades locales para interactuar en procesos de innovación participativa; e 3) integrar la investigación al desarrollo en institu- ciones dedicadas al desarrollo urbano. Esta edición de la Revista Agricultura Urbana es un esfuerzo entre el Programa Ciudades Cultivando para el Futuro; Prolinnova (Promoviendo la Innovación Local), una red internacional de aprendizaje y abogacía que actualmente involucra a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en 16 países de África, Asia y América Latina para promover la innovación local en la agricul- tura y en la gestión de recursos naturales con una orientación ecológica (www.prolinnova. net); y Cosecha Urbana, una iniciativa global del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) que busca dirigir y coordinar las tecnologías y el conocimiento de los Centros Future Harvest hacia el fortalecimiento de la agricultura urbana y periurbana (http://www.cipotato. org/urbanharvest/home.htm). Esta edición comienza con dos artículos que sistematizan las experiencias rurales y urbanas en la mejora de procesos locales de innovación. En el primero, Will Critchley, Chesha Wettasinha y Ann Waters-Bayer de Prolinnova presentan lecciones aprendidas de un conjunto de programas que buscaron aumentar la escala e institucionalizar abordajes participativos al desarrollo de la innovación en la agricultura y la gestión de recursos naturales. Los autores consideran la forma en que las lecciones de entornos primordialmente rurales pueden ser aplicadas en las ciudades. Acuerdan que, para ser capaces de apoyar totalmente la creatividad y la innovación local en la investigación y el desarrollo agrícola, los investigadores y otros actores del desarrollo necesitan reconocere involucrarse en un proceso conjunto con los agricultores para mejorar sus innovaciones. Este interés debe permitir comprender cómo los agricultores innovan y aprenden, y cómo facili- tar su interacción con otros poseedores de conocimientos y habilidades complementarias. El segundo artículo, escrito por Henk de Zeeuw de ETC-Agricultura Urbana (coordi- nador de programa Ciudades Cultivando para el Futuro de RUAF) y Gordon Prain del Centro Internacional de la Papa (coordinador del programa Cosecha Urbana), discute cómo las condiciones urbanas especificas influyen en el proceso de innovación en la agricultura urbana. múltiples estrategias de subsistencia, menor cohesión comunal, menores posibilidades para la agricul- tura integrada, menor disponibilidad de conocimientos tradicionales, presencia de mercados urbanos que requieren de respuestas rápidas y la necesidad de desar- rollar sistemas especializados de producción claman por recibir una atención especial y específica de procesos de innovación en agricultura urbana. El entorno urbano, Continúa en la página 7 u Malcolm Evans miembro del Grupo Juvenil de Growing Power G ro w in g Po w er 2 33Junio 2008 Desde los inicios de la agricultura hace unos 10,000 años atrás, está ha sido configurada y difundida casi exclusivamente por los mismos agricultores, en su mayor parte, sin la ayuda de agencias de investigación científica o de extensión. A los agricultores se les ocurrieron ideas, realizaron experimentos y llegaron a sus propias conclusiones. La innovación por parte de los agricultores era la forma de avanzar. Esta innovación local, ciertamente, fue el proceso dinámico que llevó al desarrollo de las tradiciones agrícolas (Critchley 2007). ctualmente, la investigación y la exten- sión agrícola se encuentra siendo objeto de críticas por fracasar en el aporte de nuevos saltos tecnológicos. Como resultado, existe una crisis de confianza en la investigación, en los servicios de extensión y en los “sistemas nacionales e internacionales de innovación” convencional, y como consecuencia el financiamiento ha disminuido considerablemente. Se han propuesto diversas alternativas: una de las opciones preferidas es la semi-privatización de servicios de abastecimiento para grupos de agricul- tores con intereses comunes. Sin embargo, muchos observadores dudan que las familias más pobres se lleguen a beneficiar de dicho sistema. Por ello es de vital importancia recordar que estos agricultores –tanto los pobres como los que tienen recursos- continúan experimentando, y que siguen aprendiendo el uno del otro. Abunda la evidencia de iniciativas locales que han proporcionado respuestas a los problemas que enfrentan los agricultores, con base a la creatividad de los agricultores LA InnoVACIÓn DE LoS AGRICULToRES oCURRE En ToDAS PARTES En el Cuadro 2 se presenta el ejemplo de una innovación local que no sólo ha despegado sino que ha cambiado la manera en que toda una región de Serbia se gana la vida. Detrás de cada agricultor creativo –mujer u hombre- que desarrolla un proceso de innovación existe una mente inquisitiva. Los innovadores comúnmente integran recursos disponibles localmente, como el reciclaje de residuos orgánicos que otros desechan. En áreas áridas, en las que el agua es el factor limitante, los innovadores le dirán que “no desperdician ni una gota”. Ellos capturan aguas de lluvia y la canalizan hacia huertos y jardines de verduras. Existen varios ejemplos de agricultores que utilizan residuos líquidos de aguas de lluvia para transportar abono animal hacía sus propias versiones (de baja tecnología) de lo que los agrónomos llaman “fertirri- gación”. Algunos agricultores innovan en prácticas de cultivo y de crianza de animales; otros en el desarrollo de pesti- cidas a partir de plantas locales; o en el procesamiento post-cosecha de sus productos; e incluso algunos crean herra- mientas y maquinas. Ciertamente, muchos innovadores experimentan de múltiples maneras y en forma simultanea. A algunos grupos podría ocurrírseles formas innova- doras de comercialización: esta es otra forma de “innovación social”. otro ejemplo de innovación social es cuando la comunidad se organiza por sí misma para lidiar con un problema común. El Cuadro 1 William Critchley Chesha Wettasinha Ann Waters-Bayer WRS.Critchley@dienst.vu.nl Promoviendo la Innovación Local en la Agricultura Rural: Experiencias y lecciones para entornos urbanos A W ill C rit ch le y Miembros de RECPA, Uganda. Cuadro 1: Una comunidad organizándose por sí misma: la asociación ambiental RECPA de Uganda La Asociación Ambiental, de Conservación y Protección Rwoho (RECPA por sus siglas en ignlés) de ntungamo, Uganda occidental, es un grupo que fue organizado con fines ambientales. Por ello, puede ser caracterizada como una innovación social, en lugar de técnica. Inspirados por un líder carismático, la asociación fue formada –sin ninguna asistencia externa- hace algunos años para proteger una ladera despojada en el poblado de Rwoho. Previamente el gobierno había cortado una plantación forestal y dejado la tierra deteriorada y vulnerable a la erosión. El limpio arroyo que alimentaba al poblado se había vuelto cargado de sedimentos y la comunidad estaba determinada a entrar en acción. RECPA tiene actualmente cerca de 150 miembros, y ha comenzado a replantar la ladera sin ninguna asistencia externa. RECPA ha sido identificada como el candidato principal para un nuevo proyecto titulado “Estimulando Iniciativas Comunales en el manejo Sostenible de Suelos (EIC-mSS)". Se espera que EIC-mSS, actualmente financiado por el Gobierno de Uganda, reciba financiamiento de la Instalación Global Ambiental (IGA) y pueda estar activa en Ghana, marruecos, Sudáfrica y Uganda. El proyecto trabajará para estimular esfuerzos y compartir experiencias en donde haya innovaciones sociales espontáneas para controlar la degradación del suelo. Fuente: notas de campo (W. Critchley) 4 5Revista AU 5 describe este tipo de asociación ambiental local formada en Uganda. Este tipo de innovaciones locales –tanto técnicas como socio-organizacionales- son producto de un proceso a través del cual personas o individuos de una localidad deter- minada descubren y desarrollan nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, utilizando recursos locales y su propia iniciativa, sin la presión ni el apoyo directo de agentes formales de investigación o desarrollo. Si esta creatividad local puede ser aprovechada para la investigación y el desa- rrollo agrícola, entonces tanto los científicos como las comunidades en desarrollo nece- sitan reconocer e involucrarse en la mejora y diseminación de las prácticas mejoradas, y –lo más importante- alentar el proceso de innovación local a través del Desarrollo Participativo de Innovaciones (DPI) (Wettasinha et al. 2006). En el DPI, todos los actores –agricultores, agentes de desarrollo, científicos investigadores y otros-, se juntan en un proceso de “experimentación conjunta” para desarrollar innovaciones locales, integrando información e ideas relevantes de otras fuentes. De esta forma, la agenda de la investigación y el desarrollo se construye con base a realidades e iniciativas locales. APoYAnDo LA InnoVACIÓn LoCAL En EnToRnoS RURALES Dos programas de desarrollo recientes que se centraron en la promoción y estimulación de innovaciones de agricultores rurales en África fueron los de “Conservación Indígena de Suelo y Agua” y “Promoción de la Innovación de los Agricultores”. La Conservación Indígena de Suelo y Agua (CISA) en África fue un programa de investi- gación-acción apoyado por el Directorio General para la Cooperación Internacional de los Países Bajos (DGIS) y que funcionó de 1997 a 2001 en siete países -Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Tanzania, Túnez, Uganda y Zimbabue. El programa reconocía ycelebraba innovadores locales –hombres y mujeres (ver Cuadro 3)- que desarrollaban por sí mismos nuevas ideas en agricultura, y que luego los utilizaba como fuente de inspiración para el desarrollo. En cada ciudad, investigadores y agentes de extensión fueron capacitados en métodos de investi- gación participativa de modo que pudieran unir fuerzas con los agricultores innovadores en un proceso de experimentación conjunta para mejorar la efectividad de sus innovaciones. Los logros del programa fueron substanciales, no sólo al revelar el notable potencial creativo de agricultores domésticos africanos sino también al “abrirle los ojos” a muchos investigadores y agentes de extensión para que puediesen ver –a menudo por primera vez- estas innova- ciones como un recurso para el desarrollo. Los logros del CISA fueron publicados en el libro Innovación de los Agricultores en África (Reij y Cuadro 3: Dándole reconocimiento a la innovación de las mujeres en Túnez En Túnez, uno de los países involucrado en la CISA, la cultura local no comparte la idea de hombres extraños entrando al pueblo y hablando a las mujeres. Por ellos, fue un desafío para el equipo nacional de CISA, que estaba conformado casi en su totalidad por hombres, identificar innovaciones de mujeres. Para hacerlo, el equipo decidió invitar a un grupo de 15 mujeres –principalmente profesoras y estudiantes de la ciudad que retornaban a sus pueblos para las vacaciones de verano- para que los ayuden. El grupo fue capacitado para conducir en sus pueblos un estudio de mujeres involucradas en la producción y procesamiento de productos agrícolas. En dos mese, ya habían identificado a 31 mujeres innovadoras. Las innovaciones de las mujeres involucraban crianza de animales, cultivos, artesanías, uso de plantas medicinales, elaboración de carbón vegetal y estufas, y procesamiento de leche de oveja y cabra. Esta manera creativa de desenterrar las innovaciones de las mujeres ayudó a muchos investigadores, agentes de desarrollo y formuladores de políticas tunecinos, a reconocer las capacidades innovadoras de las mujeres. Fuente: n nour, B Chahbani y R Kamel, en: Reij y Waters-Bayer 2001. Waters-Bayer 2001) y en varias revistas, diarios y conferencias en los diferentes países. Sin embargo, y pese a que algunos investigadores, agentes de extensión y agricultores empren- dieron experimentos conjuntos, la investi- gación participativa liderada por agricultores no logró consolidarse como un enfoque alter- nativo a la investigación y el desarrollo agrícola entre las instituciones que estuvieron involu- cradas en el programa. Promoviendo la Innovación de los Agricultores (PIA), un proyecto que tuvo lugar desde 1997 a 2000 en el Este de África, fue desarrollado por el Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo (PnUD) a través de sus agencias en Kenia, Tanzania y Uganda. Sa nj a Tr es ki c El innovador, Sr Nenadic entre dos miembros del equipo investigador Cuadro 2: El método ‘Arilje’ de cultivo de frambuesa: una innovación local desde Serbia En los años setenta y ochenta, Dobrilo nenadic trabajaba como agrónomo de extensión en Arilje, Serbia. Por una causalidad, se tropezó con una innovación y tuvo la capacidad de descubrir y desarrollar su potencial. La innovación comprendía la remoción de retoños jóvenes de frambuesa (que usualmente se deja que crezcan a lo largo de las ramas de árboles frutales), llegó a la luz cuando uno de los agricultores a los que él visitaba regularmente decidió abandonar su plantación luego de la cosecha y removió los retoños de modo que haría más fácil el recojo de las frutas. El siguiente año, cuando el Sr. nenadic visitó la granja del agricultor, los nuevos retoños había re-emergido vigorosamente, y estaban acarreando frutas de buena calidad con una inesperada alta productividad. El Sr. nenadic emprendió varios experimentos y eventualmente estableció una combinación de medidas que, junto con la remoción de retoños, proporcionaban una mejor combinación de productividad, calidad y rentabilidad. Esta innovación se difundió rápidamente y, algo interesante, las mujeres jugaron un papel clave en su promoción y adopción al mostrarse unas a otras lo que habían sido capaces de comprar (lavadoras, etc.) como resultado de las ganancias: lo que supuso una sutil presión sobre los esposos. Los ingresos de la producción de frambuesas no sólo son importantes para la población local, sino que además les proporcionan los medios financieros para establecer empresas privadas: creando condiciones para el crecimiento económico. El ‘método Arilje’ se ha convertido en la práctica aceptada entre los productores de frambuesas y, en tan sólo unos años, esta localidad se ha convertido en el epicentro de la producción de frambuesas en Serbia. Fuente: Treskic y Damljanovic 2007 4 55Junio 2008 Centrándose en el manejo de suelos y aguas en áreas áridas, PIA estaba pensado para ser un ejercicio piloto dentro de cada Programa Estratégico nacional bajo la Convención de Combate a la Desertificación (CCD). PIA fue un proyecto práctico orientado a la acción con el objetivo declarado de hacer que 500 agricul- tores –la mitad de ellos mujeres- adopten tecnología innovadoras de otros agricultores en un lapso de tres años. Fue evaluado favorable- mente en octubre de 1999, incluyendo dos observaciones de “podría mejorar”. Estas se referían al pobre balance de género (muy pocas mujeres innovadoras habían sido identificadas) y a la falta de involucramiento de los investiga- dores en el programa en general. mientras que el balance de género fue abordado con cierto éxito en el año final, PIA nunca consiguió atraer por completo el interés y la atención de los investigadores. no obstante, el proyecto fue muy efectivo en el campo: por ejemplo, en Kenia fueron identificados 50 agricultores innovadores (16 de ellos mujeres y, en el lapso de tres años, cerca de 4400 agricultores (60% de ellos mujeres) habían recibido la visita de los agricultores innovadores. En Uganda –el único país en el que se realizó una evaluación de impactos- por lo menos 700 agricultores habían adoptado/adaptado innovaciones de los innovadores (Critchley et al. 1999; PnUD 2001). PIA es protagonista de un documental de 27 minutos (PnUD 1999) y su metod- ología básica es descrita en una publicación de próxima aparición: Trabajando con Agricultores Innovadores (Critchley 2007). El Cuadro 4 resalta a uno de los innovadores identificados por PIA. SoCIEDADES FACILITADAS PoR onG PARA PRomoVER LA InnoVACIÓn LoCAL Las experiencias y las lecciones ganadas con estos dos programas sirvieron como el trampolín para un programa de cooperación internacional llamado prolinnova (Promoviendo la Innovación Local en agricul- tura y gestión de recursos naturales ecológica- mente orientados). El programa fue lanzado inicialmente en tres países con el financia- miento del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA). Desde 2003, con una mayor financiamiento proveniente de diversas fuentes (siendo la mayor DGIS), el programa se ha expandido hasta incluir 16 países en África, Asia y América Latina. Prolinnova busca mejorar los sistemas locales de innovación en agricul- tura e integrar enfoques participativos para la investigación y el desarrollo en instituciones nacionales de investigación, extensión y educación agrícola. En cada caso, una onG local convoca a los principales actores institu- cionales para diseñar e implementar un programa nacional. Como en CISA y PIA, la mayor parte de los socios en los programas nacionales de Prolinnova comenzaron sus actividades con el reconocimiento y documentación de innova- ciones locales. Esto se ha hecho a través de diversos medios, incluyendo encuestas, entre- vistas, observaciones y seminarios. Estas innovaciones han sido documentadas de diversa forma: catálogos, afiches, revistas, fotografías, radio y clipsde video, etc. Esta documentación no sólo ha creado una oportu- nidad para que los profesionales agrícolas con educación formal reconozcan el potencial del conocimiento y la creatividad local, sino que además, les ha dado un sentimiento de orgullo y auto confianza a los agricultores en relación a sus logros. Investigadores y agentes del desarrollo dentro de los programas nacionales se han embarcado Cuadro 4: Grace Bura: Transformando barrancos en terrenos de cultivo en Tanzania El esposo de Grace Bura es un profesor retirado –y Grace es la agricultora de la familia. En 1982 ella adquirió, y decidió reclamar, terrenos de barrancos. La técnica, que ella misma desarrolló, consistía en atestar los barrancos con franjas de “sanguches” de basura y tierra. En la cima ella plantaba árboles de mandioca (que se convertían en fuerte barreras vegetales con el tiempo mientras los barrancos se llenaban con sedimento. Gradualmente los barrancos fueron desapareciendo. En el video de PIA (ver referencias), Grace le dice al entrevistador que ella ha “creado nuevos terrenos para plantar sus cultivos”. otros agricultores del área aprendieron de ella esta técnica como resultado de intercambios de agricultores organizados por el proyecto. Al ser no sólo modesta sino además una buena comunicadora, Grace era la agricultora ideal para trabajar. Fuente: Critchley et al. 1999 en el DPI –uniéndose a los agricultores en un proceso de investigación participativa liderado por agricultores. Simultáneamente, los programas nacionales están poniendo énfasis en la construcción de alianzas y en el aprendizaje en todos los niveles como medios de transversalizar el DPI dentro de instituciones relevantes. Una estrategia común utilizada en todos los países es establecer una plataforma multiactoral a nivel nacional o subnacional –en la forma de un Comité de Dirección- y conseguir que personas clave de instituciones de investigación, educación y desarrollo suban a bordo. Estas personas son involucradas en un proceso continuo de reflexión sobre el rol de los diferen- tes actores en el apoyo del cambio personal e institucional requerido para la investigación liderada por agricultores. Las acciones para conseguir dicho cambio son tomadas en todos los frentes –educación, investigación, extensión y política-. Las universidades y las escuelas están moviéndose más allá de los métodos conven- cionales de enseñanza para permitir que los estudiantes no sólo tengan el conocimiento sino también las actitudes y habilidades para facilitar procesos participativos. Algunos investi- gadores están rompiendo con la tradición y publicando hallazgos de experimentación junto a los agricultores como co-investigadores, dándole valor a este tipo de investigaciones. En algunos casos, los trabajadores del desarrollo utilizan la experimentación liderada por agricul- tores como un enfoque para la extensión. Se están utilizando eventos en los que los agricul- tores innovadores pueden comunicarse directamente con formuladores de políticas para llamar la atención hacia temas relacio- nados con la innovación local. LECCIonES Y DESAFÍoS Los dos proyectos, PIA y CISA, nos han enseñado bastante sobre como trabajar con agricultores innovadores y con otros socios en el campo –particularmente agentes de exten- sión e investigadores-. Por otra parte, Prolinnova, que evolucionó a partir de estos dos proyectos, ha cosechado una importante experiencia en relación a redes, plataformas y alianzas, y sobre la institucionalización de nuevos conceptos y prácticas. En general, nuestra experiencia en el trabajo con la innovación de agricultores en áreas rurales ha sido muy positiva, aunque no han faltado los desafíos como ya se discutió líneas atrás. El punto más importante es que se encontró que los agricultores innovadores abundaban: en ningún lugar los socios del programa fracasaron en identificar innovadores Grace Bura creó nuevos terrenos para plan- tar sus cultivos W ill C rit ch le y 6 7Revista AU 7 con ideas creativas: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, individuos y grupos. Es más, la mayor parte de innovadores fueron muy abiertos y deseosos de compartir y aprender el uno del otro. En lugar de simplemente copiar las innovaciones de otros, buscaron innovar más por sí mismos. Y la mayor parte de los innovadores respondió bien a la idea de organizarse en grupos para el apoyo mutuo, aunque siempre hubo unos cuantos que prefirieron continuar solos. Probablemente como era la primera vez que los agricultores innovadores recibían elogios y reconocimiento, daban la bienvenida a los agentes de extensión agrícola mucho más cordialmente que en ocasiones anteriores pues las personas del exterior sólo venían para dejar instrucciones. Ambas partes estaban mejor preparadas para escucharse, dejando abierta la puerta para la colaboración en la continuación del proceso de innovación, integrando tanto las ideas de los agricultores como las ideas que los agentes de extensión traían del exterior. Por ello, el reconocimiento de la innovación local es un promisorio punto de entrada para empoderar a los agricultores y sentar las bases para el desarrollo participativo de innovaciones y, finalmente, para mejorar los medios de sustento de los agricultores. Un desafío que enfrentamos fue el de mantener con claridad el foco en la innovación local actual. mientras que las prácticas tradicio- nales pueden ser buenas, es el proceso dinámico y adaptativo de innovación realizado por individuos y grupos lo que estamos tratando de reconocer y fortalecer. La sostenibi- lidad descansa en la capacidad de los agricul- tores para continuar innovando frente a cambios constantes, sienda esta capacidad la que estamos tratando de promover. otro desafío clave está en construir capaci- dades y en cambiar pensamientos estrechos tanto entre la comunidad científica como entre los tomadores de decisiones. no ha pasado mucho tiempo desde que las prácticas y conocimiento de los pequeños agricultores eran ridiculizados como si fueran ineficientes y obsoletos. Por lo tanto, indicar el potencial de la innovación local representa una revolución en el pensamiento. Pero muchos científicos aún ven esto tan simplemente como un retroceso en lugar de un avance y a muchos les es difícil aceptar una agenda conducida por las demandas de los agricultores. Pero siempre hay alguien que acepta la idea de la experimenta- ción conjunta. La construcción de capacidades y el cambio en las actitudes no puede alcan- zarse simplemente a través de seminarios de capacitación y orientación –sino más bien a través de una experiencia vivencial positiva. Al trabajar con la innovación local, no se puede evitar el tema de los derechos de propiedad intelectual. La necesidad de patentar la innovación local podrías surgir ocasionalmente, en especial si un innovador espera generar ingresos de un nicho parti- cular. Sin embargo, sistemas de innovación prosperan del intercambio abierto y frecuente entre personas con diferentes experiencias e ideas. nuestros esfuerzos para promover la innovación rural se han centrado en innovadores que están dispuestos a compartir y a aprender de otros. Ellos, sin embargo, esperan recibir reconocimiento por lo que han alcanzado. Por ello es importante “dar crédito en donde se deba darlo”, nombrando a los innova- dores y premiándolos con la oportunidad de aprender más. oPoRTUnIDADES PARA PRomoVER LA InnoVACIÓn LoCAL En LA AGRICULTURA URBAnA Los agricultores en los entornos urbanos también están involucrados en la búsqueda de formas nuevas y creativas para mejorar sus actividades productivas, quizá incluso más que sus contrapartes rurales a cuenta de las condiciones específicas de los entornos urbanos como el espacio limitado, la compe- tencia intensiva por recursos, el incremento de la demanda por alimentos frescos y seguros, y las oportunidades parareciclar residuos urbanos. Los migrantes de las áreas rurales a menudo terminan teniendo que adaptar e innovar simplemente para sobre- vivir –y la agricultura urbana es una opción. Reconocer la innovación local en la agricul- tura urbana permitirá juntar a diferentes innovadores para que aprendan el uno del otro y trabajen en experimentos conjuntos que puedan conducirlos a formas de produc- ción mejor adaptadas a las condiciones urbanas de la ciudad, más efectivas en el uso de los limitados recursos, con mejores contribuciones a la sostenibilidad ambiental y aceptables para las autoridades de la ciudad. A partir de nuestra experiencia de trabajo con la innovación local en áreas rurales, vemos las siguientes oportunidades y posibles desafíos para estimular la innovación en la agricultura urbana. - Reconocer y documentar las innovaciones locales también podría ser un buen punto de partida en áreas urbanas. Este tipo de documentación podría cosechar muchos beneficios. Varios de los diferentes actores dentro de la ciudad estarían expuestos a lo que actualmente están haciendo estos innova- dores, dándose cuenta que ellos hacen una contribución positiva a la ciudad. El darle el reconocimiento debido a los innovadores podría ayudar a superar la percepción común que los agricultores urbanos son más un peligro que una ayuda. - Como pasa en los entornos rurales, las alianzas entre diversos actores serán vitales para promover procesos de innovación en los entornos urbanos. Sin embargo, el rango de actores dentro de un entorno urbano es proba- blemente mucho más diverso que en áreas rurales, involucrando a trabajadores públicos de la salud, autoridades municipales, grupos de consumidores, asociaciones de vivienda, entidades de gestión de residuos y otros. Es obvio que estos actores tienen agendas en conflicto. Por ello, este tipo de alianzas multiac- torales podrían ser más complejas, y deman- darían mayores habilidades de facilitación. - Apoyar un proceso de innovación significa ver más allá de tecnologías y prácticas hacia nuevas formas de organización social. En el caso de la agricultura urbana, esto podría incluir innova- ciones en la esfera legal. maneras creativas han permitido a los migrantes acceder a tierras y aguas. Acuerdos contractuales entre residentes urbanos y rurales para permanecer dentro de las leyes de la ciudad son ejemplos de estas últimas. - A menudo la mujeres juegan un rol invisible pero no por ello poco importante en la innovación en los entornos rurales, y podrían estar igual o incluso más involucradas en la agricultura urbana. Sería necesario darle una mirada más cercana a los roles de género en la innovación y la investigación participativa en las ciudades asegurando el reconocimiento debido a la contribución de la mujer. - Compartir prácticas locales innovadoras con quien se pueda beneficiar de ellas y/o adaptarlas es crucial para mantener vivo el proceso de innovación. Este compartir se vuelve más fácil en áreas urbanas pues las personas viven más próximas, pero lo límites étnicos y otros de índole social todavía necesi- tarían ser superados. - Puesto que el financiamiento para la investi- gación y el desarrollo agrícola ha sido casi exclu- sivamente destinado a beneficiar áreas rurales, inevitablemente habrá más dificultades para acceder a fondos para el apoyo a investiga- 6 77Junio 2008 ciones y desarrollos en agricultura urbana. Es más, esto sólo será posible en donde la agricul- tura urbana se encuentre legalizada. Sin embargo, podrían existir oportunidades para acceder a fondos municipales para apoyar a innovadores locales en entornos urbanos, especialmente si estos innovadores se encuen- tran al mismo tiempo ayudando a resolver problemas urbanos, como la eliminación de residuos (ver Van Beek y Rutt, en esta edición). - Quienes apoyan el desarrollo urbano generalmente tienen poco o ningún conocimiento en agricultura y manejos de recursos naturales, e inevitablemente necesi- tarán de capacitación relevante –adicional- mente a la construcción de capacidades y apoyo a la innovación local, tal y como era necesario para agentes de desarrollo rural. El lobby y la abogacía también serán necesarios para que la promoción de la innovación local sea reconocida como un enfoque para el desarrollo urbano. - Con tantos institutos de investigación ubicados en o cerca de las ciudades, la distancia ha hecho difícil que los investiga- dores puedan trabajar junto a los innova- dores locales en las áreas rurales. Con los agricultores urbanos estando literalmente a la vuelta de la esquina de los investigadores, sería menos complicado conseguir involu- crarlos en procesos de innovación participa- tiva en la agricultura urbana. - Las ciudades son áreas en las que muchos jóvenes, con relativamente buena educación, a menudo se encuentran sin un trabajo regular. La energía y las ideas de los jóvenes pueden ser aprovechadas en programas que estimulen a las personas a encontrar maneras creativas de utilizar la multitud de recursos disponibles en las ciudades. - En áreas periurbanas en las que programas promuevan la innovación rural, habrían buenas oportunidades para vincular programas emergentes de agricultura urbana que aprendan los principios que están siendo aplicados en los entornos rurales. - Actualmente, muchos donantes están interesado en apoyar enfoques innovadores para crear “ciudades verdes” por lo que buscar, y construir sobre, la innovación local en agricultura urbana es una oportunidad que no puede perderse: el momento es ahora. ada vez se le presta mayor atención a la agricul- tura urbana en las ciudades de todo el mundo. En ediciones anteriores de la Revista AU hemos sido testigos de sus múltiples funciones, de su papel en la construcción de comunidades, de sus experiencias con el desarrollo de políticas para la agricultura urbana y en el apoyo a las organizaciones de agricultores urbanos. Buscando llevar más allá esta línea editorial, la presente edición se ocupa de cómo los agricul- tores urbanos pueden ser apoyados en sus esfuerzos para mejorar sus medios de sustento. Los sistemas de producción urbana necesitan ser adaptados a condiciones urbanas especí- ficas como los espacios confinados, cercanía a los consumidores, y consideraciones para la salud debido a la proximidad de los cultivos a las personas. Agricultores que han migrado recientemente a la ciudad llevan consigo su conocimiento de agricultura rural, el que no siempre puede ser aplicado en los entornos urbanos en los que viven. Los pobres o los emprendedores urbanos sin tradición agrícola podrías carecer de conocimientos relevantes. u Viene de la página 2 Sin embargo, existe poco apoyo formal a aumentar su conocimiento y mejorar sus prácticas agrícolas. Debido a que la agricultura urbana normalmente cae fuera del mandato de los institutos convencionales de investigación agrícola, poco es lo que se ha investigado sobre el desarrollo de la agricultura urbana. Las organizaciones de extensión agrícola usualmente prestan poca atención a las áreas urbanas. Como ya se discutió en la Revista AU 17, el grado de organización de los agricultores urbanos en frecuentemente bajo. Sin embargo, los agricultores urbanos no están esperando hasta que los investigadores encuentren soluciones para ellos. Como sucede en las áreas rurales, los agricultores en las ciudades están en constante adaptación a circunstancias cambiantes y están experi- mentando e innovando por su propia cuenta. ¿Cómo puede apoyarse esta capacidad de innovación? A lo largo de esta edición, la diferencia en el uso de las palabras “innovación” e “innovaciones” debe ser notada. Innovación (en singular) es un El 29 y 30 de noviembre de 2007 se realizó un curso en la Universidad makerere, Kampala, Uganda dirigido a Investigadores, “Agentes de Cambio” y Líderes Comunitarios bajo el proyectoFocus City (o Barrios Sostenible en Foco – Kampala”). La capacitación fue dada por William Critchley, Ronald Lutalo y Sabina Di Prima del programa PRoLInnoVA. Con la asistencia de 10 hombres y 8 mujeres, el curso estaba enfocado en la innovación local en agricultura urbana, y centrado en mejorar habilidades en los proceso de identificación, selección, caracterización y experimentación conjunta. El Dr Shuaib Lwasa, coordinador del proyecto, expresó su satisfacción con el curso y vio con buen agrado el continuar la colaboración con PRoLInnoVA. Contacto para mayor información: SnF- Kampala@utlonline.co.ug Capacitación en Innovación Local para Investigadores, Agentes de Cambio y Líderes Comunitarios de “Focus City” Referencias Critchley W. 2007. Working with farmer innovators CTA, Wageningen, Paísea Bajos. Critchley W, Cooke R, jallow T, Lafleur S, Laman m, njoroge j, nyagah V y Saint-Firmin E (eds). 1999. Promoting farmer innovation. nairobi: Workshop Report no. 2, Regional Land management Unit (RELmA) nairobi. PnUD. 1999. Promoting Farmer Innovation (Video: 26 minutos). PnUD. 2001. Fighting poverty through harnessing local environmental knowledge: PFI Final Report. PnUD-UnSo, nueva York. Reij C y Waters-Bayer A (eds). 2001. Farmer innova- tion in Africa: a source of inspiration for agricultural development. Earthscan, Londres. Treskic S y Damljanovic n. 2007. The “Arilje method” of raspberry cultivation: a local innovation from Serbia. Tesis sin publicar del mismo título para el curso de Agricultura Sostenible y Desarrollo Rural, Centro Internacional mediterráneo de Estudios Agrícolas Avanzados (CIHEAm), Bari, Italia. Wettasinha C, Wongtschowski m y Waters-Bayer A (eds) . 2006. Recognising local innovation: experi- ences of PRoLInnoVA partners. International Institute of Rural Reconstruction, Silang, Cavite, Las Filipinas. 8 9Revista AU 9 Dickie Morrison cría cabras en su patio, ubicado entre su casa y la de un vecino en un suburbio residencial de Jamaica. Dickie es un innovador, produce cabras engordadas con una mezcla alimenticia que él formula. Sus cabras se alimentan de una mezcla de subproductos de plantas alimenticias procesadas, pasto para forraje cortado en pedacitos y hojas de leucaena (un árbol leguminoso). Dickie muestra con orgullo a los visitantes cómo corta la vegetación con su cortadora eléctrica especialmente modificada y cómo mezcla el alimento. Queda claro que las cabras disfrutan la comida; y también parecen estar bastante saludables. Del mismo modo, los visitantes disfrutan el espectáculo. o hay duda que Dickie produce cabras bien alimentadas y que gana dinero. Además de sus logros, él también es alabado por sus habilidades en la cría de animales por el ministerio de Agricultura, y es miembro de la Sociedad de Criadores de Cabras de jamaica: todo ello tan sólo en unos pocos metros cuadrados de terreno. Sus cabras se venden a buen precio y son consumidas con curry y aderezadas con especias por las que jamaica es mundialmente renombrada. El problema es que las cabras de Dickie –y hay un montón de ellas- producen copiosas cantidades de estiércol y orina, y el purín huele y causa molestias en la localidad. Las moscas llegan atraídas por el olor, algo que fastidia a los vecinos: ya han habido una serie de quejas al respecto. Esto hace que surja la pregunta: ¿cómo podemos saber cuál es una “buena” innovación y cuál una innovación que necesita de mejoras? Un nuevo manual titulado “Trabajando con Agricultores Innovadores” (Critchley, 2007) brinda una guía rápida y sencilla para la evalua- ción de innovaciones técnicas. La “prueba TEES” es una manera fácil de analizar una innovación técnica. “T” - ¿La innovación funciona bien técnica- mente: mejor que la práctica común? “E” - ¿La innovación es económica: los benefi- cios son mayores que los costos? “E” - ¿La tecnología es respetuosa del ambiente? ¿Existen impactos negativos externos? “S” - ¿La innovación es socialmente aceptable? William Critchley Maxine Brown Judith Ann Francis “Donde hay estiércol hay dinero”… pero también un olor antisocial: una historia aleccionadora desde Jamaica N Esta no es una prueba numérica, en la que se aplican coeficientes y en la que las tecnologías innovadoras son calificadas de acuerdo a una fórmula matemática. Es más bien una evalua- ción rápida a ser aplicada en el campo por el trabajador del desarrollo –o por un equipo cuya tarea específica es la de identificar y verificar innovaciones. muchas innovaciones urbanas pasarían sin mayor esfuerzo la prueba TEES –por ejemplo la producción de compost a partir de residuos orgánicos urbanos (ver los ejemplos de Van Beek y Rutt, en esta edición). El compost proporciona una material rico para la siembra (T+); los ingredientes y la mano de obra cuestan muy poco y el producto tiene un mercado (E+); el compost ayuda a reciclar desechos (E+); y no es ni una molestia social, ni algo que sólo puede beneficiar a una persona (S+). La innovadora producción de compost urbano estaría, por tanto, cumpliendo usual- mente la prueba TEES. Volviendo a Dickie y sus cabras, queda claro que es un sistema que tiene méritos. Pero estos están confinados a la “T” y a la primera “E” de la prueba. Técnicamente el sistema de alimentación es bueno, y el innovador gana dinero. Pero se queda corto en la segunda “E” pues contamina el ambiente local, y falla en la “S” debido a que fastidia a los vecinos. ¿Cuáles son las lecciones que pueden apren- derse de este breve estudio de caso de una –sin lugar a dudas- innovación en agricultura urbana? Primero, es importante ver más allá del éxito técnico de la innovación. “Innovación” es después de todo un término neutro: simplemente significa que algo es nuevo en un contexto dado. Es esencial que los agentes del desarrollo aprendan a distinguir entre la innovación que es positiva y buena de la innovación local que necesita ser mejorada. Segundo, este es un ejemplo en el que la investigación y el desarrollo participativo –en otras palabras investigadores y otros agentes del desarrollo trabajando junto al agricultor- pueden ayudarle a mejorar su innovación para beneficio de todos los implicados. Incrementar el acceso del agricultor a información y conocimiento es otra manera de permitirle que experimente más e idee sus propias soluciones. Para terminar, antes de regañar a Dickie por la ubicación de sus cabras, debemos examinar más de cerca su situación. La construcción de la casa para las cabras se completó antes que el área estuviera completamente urbanizada. Conforme fueron pasando los años y creció la construcción de viviendas, Dickie pronto se encontró rodeado de vecinos disgustados. nuestra última lección es: no sacar conclu- siones precipitadas al analizar las innovaciones en agricultura urbana. Hay muchas más dinámicas en funcionamiento, y conviene ser un observador inquisitivo, profesionalmente hablando. Referencia Critchley W. (2007) Working with farmer innovators. CTA, Wageningen Reconocimiento: Los autores quisieran agradecer a CTA (el Centro Técnico para la Cooperación Agrícola y Rural), y a CARDI (el Instituto Caribeño de Investigación y Desarrollo Agrícolas) bajo cuyos auspicios se realizó un taller de capacitación en innovación para agricultores y un trabajo de campo de seguimiento en jamaica en 2005. Un informe detallando los estudios de caso de agricultores innovadores está disponible en CARDI y en CTA: favor contactarse con el Dr. Francis Asiedu (Fasiedu@cardi.org; cardi2@cwjamaica.com o; judith Ann Francis (Francis@cta.int). W ill C rit ch le y Dickie Morrison produce cabras bien alimenta- das y gana buen dinero con su venta 8 99Junio 2008 El artículo anterior escrito por Critchley et al. presentó importantes experiencias ganadas en programas de desarrollo social respecto a cómo apoyar las innovaciones técnicas y socio-organizacionales en los sistemas agrícolas.¿Hasta qué punto estas experiencias con base rural pueden ser aplicadas en el contexto urbano? ¿Cómo influyen condiciones urbanas específicas en el proceso de innovación en sistemas urbanos de producción? ¿Cuáles son los principales desafíos técnicos y socio-organizacionales en el contexto urbano? ¿Cuáles son las mejores maneras en las que se puede apoyar estos procesos locales de innovación en sistemas urbanos de producción? l presente artículo explora dichas preguntas a fin de identificar los factores clave que influyen en la innovación en agricultura urbana buscando identificar las mejores maneras en las que se puedan fortalecer este tipo de procesos. LA AGRICULTURA BAjo ConDICIonES RURALES Y URBAnAS El papel de la agricultura en los medios de sustento locales Aunque los pobladores rurales en la mayor parte del mundo se involucran cada vez más en actividades no agrícolas, la agricultura continúa siendo su principal ocupación y fuente de sustento. Los conocimiento locales en agricultura y manejo de recursos naturales generalmente son pasados de los mayores a los niños. Las normas culturales a menudo definen la división de tareas y responsabilidades. El origen de las personas que se involucran en la agricultura urbana varía mucho al igual que las contribuciones de la agricultura a los medios de sustento locales. Los agricultores urbanos pueden ser: - Familias agrícolas que se han visto gradual- mente absorbidas por la expansión de la ciudad y que por lo general adaptan sus sistemas de producción a las nuevas oportunidades urbanas, como la cercanía a los mercados con lo que tienen mejores posibilidades de recoger información de mercado y vender directa- Gordon Prain CIP, CGIAR - Programa Cocecha Urbana g.prain @cgiar.org Henk de Zeeuw ETC – Agricultura Urbana, RUAF h.dezeeuw@etcnl.nl Potenciando la Innovación Técnica, Organizacional e Institucional en la Agricultura Urbana E mente a los consumidores o compradores urbanos (ya sea en forma de alimentos frescos o procesados o incluso vendiendo comida en la calle). Pese a estas oportunidades, algunos productores periurbanos y urbanos continúan teniendo una “perspectiva rural” y necesitan apoyo para utilizar estos nuevos mercados y canales de comercialización (Arce et al., 2007). Ellos también pueden verse limitados por otros cambios negativos, especialmente la pérdida de derechos consuetudinarios sobre sus terrenos, el incremento de la competencia por tierras por parte de especuladores e industrias, las actividades de minas y canteras (p.ej. extrac- ción de arena y piedras para la construcción), y una mayor regulación, control y presión política (mubvami et al., 2003). - migrantes recientes que se involucran en la agricultura como una estrategia (temporal) de superviviencia. A menudo dependen de parientes y personas con orígenes comunes para acceder a tierras, o hacen uso de terrenos vacantes de propiedad pública. Por lo general traen conocimientos y habilidades agrícolas de sus lugares de origen, parte de los cuales no pueden aplicarse bajo condiciones urbanas y necesitarán ser adaptados. - Hogares urbanos muy pobres y con insegu- ridad alimentaria (incluyendo hogares con mujeres cabeza de familia con hijos, hogares afectados por el VIH/Sida, jóvenes desem- pleados, ancianos sin pensión, etc.). Estas personas socialmente excluidas se involucran en la producción de alimentos por necesidad utilizando espacios muy pequeños – a menudo marginales- en terrenos abiertos vacantes de propiedad privada o pública y alrededor de/en sus casas. - Hogares urbanos de clases bajas y medias que buscan complementar sus ingresos involucrándose en actividades agrícolas, a menudo en sus casas, p.ej. unidades de cero pastoreo para ganado lechero, unidades para aves de corral, viveros de árboles, plantas ornamentales, hongos, etc. - Gente con mayor poder adquisitivo que H an s P et er R ei nd er s Los Organopónicos son prominentes en La Habana 10 11Revista AU 11 ven buenas oportunidades de inversión en la agricultura y se involucran en agroempresas de gran escala por lo general con administra- dores de granja y trabajadores contratados (granjas de aves grandes y cerdos, flores, fresas, etc.). Las últimas tres categorías de productores urbanos ya eran ciudadanos urbanos y muchos de ellos tendrían limitada experiencia y habilidades agrícolas previas al momento en que comenzaron su producción. A menudo, la agricultura es tan sólo una actividad de sustento secundaria o terciaria que va de la mano con otros empleos de los diferentes miembros de la familia. Generalmente, los miembros femeninos del hogar, apoyados por sus hijos jóvenes, realizan la mayor parte del trabajo agrícola, mientras que los miembros masculinos se vinculan a empleos fuera del predio. Sin embargo, la situación inversa también existe, en la que las mujeres trabajan fuera, como amas de llaves o vendedoras ambulante, mientras que sus esposos se dedican a las actividades agrícolas (Arce et al. 2004). El hecho que la producción agrícola en áreas urbanas, a menudo, esté combinada con actividades a tiempo parcial y tiempo completo en otros sectores urbanos significa que los procesos de toma de decisiones en los hogares urbanos y las estrategias relacionadas a los recursos del hogar son más complicadas que en los hogares rurales. Contexto social Pese a que las circunstancias socioeconómicas de las comunidades rurales están cambiando rápidamente (Bebbington 1999), dichas comunidades, culturalmente, continúan siendo relativamente homogéneas y estables. Las redes de parentesco y barriales facilitan la organización de agricultores y los procesos de intervención. Por otro lado, los produc- tores urbanos a menudo vienen de diversos contextos socio-culturales, en un entorno altamente dinámico con fuertes fluctuaciones. Bajo estas condiciones, existe por lo general un bajo nivel de confianza entre los hogares, contribuyendo a la sensación de inseguridad. El robo de productos es mucho más común en las áreas urbanas en comparación con las rurales. Estas circunstancias hacen que las intervenciones y la organización de los agricul- tores sean mucho más difíciles. Contexto político e institucional En las áreas rurales la agricultura es aceptada como una categoría legal de uso del suelo, la propiedad de los terrenos usualmente es consuetudinaria y, en general, hay relativa- mente pocos actores externos que compiten por los derechos sobre la tierra o que influyen en la dirección del desarrollo local. En contraste, la agricultura urbana, especialmente aquella que se realiza en áreas intraurbanas a menudo no es un uso del suelo aceptado legalmente y cuenta con importantes restricciones legales (mbiba, 1999). También existe un largo número de actores urbanos con intereses competitivos en los recursos naturales necesarios para la agricultura, y sus visiones sobre el desarrollo local difieren ampliamente. La investigación y los servicios de extensión del sector público normalmente no se ocupan de las áreas urbanas; pero los productores urbanos tienen un mejor acceso a bibliotecas e información de mercado y se encuentran más expuestos a las actividades de extensión de compañías agroquímicas, lo cual no siempre acarrea resul- tados positivos. Recursos productivos: acceso y calidad En las áreas rurales de muchos países en desa- rrollo, los recursos de suelo y agua raramente se encuentran contaminados. La disponibilidad de agua varía ampliamente dependiendo de la región; pero en los lugares en los que se dispone de agua, su precio es generalmente bajo. Los costos de los terrenos y de la mano de obra, especialmente en las áreas rurales más remotas, son normalmente bajos. La mayor parte de los costos de producción consisten en insumos como semillas, fertilizantes y pesticidas. Los productores urbanos frecuent- emente trabajan bajo condiciones desfavor-ables del entorno como recursos de tierra y agua contaminados por la polución industrial, el tráfico, y un escaso recojo y tratamiento de los residuos urbanos. Una producción cercana a una gran población también acarrea riesgos para la salud, como la contaminación del agua, de los suelos y/o de los productos debido a los agroquímicos y a las zoonosis (Birkley y Lock, 2001). En las áreas urbanas la disponibilidad de terrenos y la seguridad en su tenencia son bajas y los precios de las tierras, altos. El agua podría no ser de fácil acceso o estar limitada por precios altos (agua distribuida por tuberías) o ser de baja calidad (ríos contaminados o aguas residuales sin tratamiento). Los costos de los insumos comerciales podrían ser menores y con una disponibilidad de fuentes alternativas y de bajo costo de nutrientes (en los residuos orgánicos y las aguas residuales de la ciudad). La mano de obra es casi siempre más costosa que en las áreas rurales y menos confiable, debido a la disponibilidad de oportunidades alternativas, aunque inciertas, de empleo agrícola. Tipos de producción e innovación agrícola Los factores mencionados líneas arriba tienen un fuerte impacto sobre los tipos y estilos de producción que se pueden encontrar en los entornos urbanos y rurales. Las áreas rurales son dominadas por granjas alimentadas por aguas de lluvia que producen cereales, granos gruesos o tubérculos o por la cría extensiva de ganado (vacuno, ovino). Las “granjas” urbanas y periurbanas tienden a convertirse en micro unidades especializadas e intensivas de cría de ganado y de producción hortícola, a veces sin la necesidad de contar con tierras de cultivo (como sucede con la producción en azoteas, la hidroponía y la producción en contenedores). Lo que dominan son los productos perecibles y “nicho”, especialmente las hortalizas verdes, productos lácteos, aves de corral, cerdos, hongos, plantas ornamentales, hierbas y peces. La producción durante todo el año es común a través de ciclos múltiples de cultivos, irrigación y el uso de cobertores. La innovación toma lugar de forma continua en los sistemas de producción rural, y en algunas zonas inclusive ello se está inten- sificando bajo la influencia de la creciente penetración del mercado y la mayor fortaleza de los vínculos entre el campo y la ciudad, como resultado de los procesos de globali- zación. Sin embargo, en el contexto urbano tanto la necesidad como las oportunidades para la innovación parecen ser mayores, Yi lm a G et ac he w Riego por goteo para la Producción de Verduras en Áreas Urbana en Las Filipinas Huerto en Addis Abeba, Etiopía Yi lm a G et ac he w 10 1111Junio 2008 debidos a los factores ya mencionado líneas atrás, lo que conduce a una mayor intensidad de la innovación técnica, una mayor diver- sidad en los tipos de producción así como a nuevas formas de organización y cooperación. La demanda por servicios no agrícolas Diversas necesidades urbanas (fuera de los alimentos) influencian la agricultura urbana y periurbana, como es el caso de la demanda por servicios recreativos, el manejo de áreas verdes urbanas y periurbanas, la reducción del calor/Co2, la educación ecológica, el almace- namiento de aguas de lluvia, y la protección del viento/polvo, por mencionar sólo algunas. muchos productores urbanos de los países occidentales, aunque también en y alrededor de las grandes ciudades del Hemisferio Sur, integran estas nuevas funciones en sus micro- empresas. oPoRTUnIDADES Y DESAFÍoS PARA LA InnoVACIÓn En LoS SISTEmAS URBAnoS DE PRoDUCCIÓn Las interacciones específicas entre los sistemas urbanos de producción y su entorno urbano crean diversas oportunidades y desafíos específicos para la innovación técnica, organi- zativa e institucional. Algunas áreas clave que requieren de atención incluyen las oportuni- dades y riesgos para el acceso y reciclaje de nutrientes urbanos acumulados (Dubbeling et al., 2005); la necesidad de adaptar e intensi- ficar la producción a condiciones limitadas de espacio (van Veenhuizen,, 2003); los riesgos de la exposición a contaminantes urbanos (Cole et al., 2004); las oportunidades para crear agroempresas y acceder a diversos mercados cercanos (Holmer, 2001; Peters. et al., 2002); y la necesidad de ocuparse de un entorno norma- tivo, político y de planificación que afecta a la agricultura de múltiples maneras, incluyendo los tipos de tecnologías que pueden ser utilizados (Dubbeling, 2001). InnoVACIÓn TECnoLÓGICA De los programas rurales hemos aprendido que una innovación exitosa en sistemas agrícolas más complejos (como en sistemas mixtos altiplánicos) requiere de la aplicación de métodos participativos y la partici- pación activa de los agricultores en los procesos de análisis situacional y de desa- rrollo de tecnologías (Biggs y Farrington, 1991; (Critchley et al., en esta edición). Los sistemas agrícolas urbanos exhiben niveles aún mayores de complejidad que los sistemas rurales altiplánicos y claman por una combinación del conocimiento y las habilidades para la innovación de los agricultores con nuevas oportunidades técnicas y de mercados. Sin embargo, el desarrollo participativo de tecnologías con los agricultores es más dificultoso en el contexto urbano, debido a múltiples factores como las variables estrategias de producción, una menor organización, compromiso con otros empleos, la disper- sión entre la población que no se dedica a la producción, etc. Es más, conceptos como los de “sistema de producción” y “dominio de recomendación” que son utilizados en la agricultura rural para identificar oportu- nidades comunes para la intervención tecnológica (norman et al., 1995), no son aplicables debido al alto grado de diver- sidad y a los cambios rápidos en las condi- ciones urbanas de producción. Esto hace difícil encontrar innovaciones e interven- ciones que puedan aplicarse ampliamente. El más reciente “enfoque de medios de sustento sostenibles” parece tener una relevancia especial en el contexto urbano (Radoki y Lloyd-jones, 2002; Prain, 2006), puesto que analiza hogares en términos del uso que estos hacen de todos sus activos (acceso a recursos naturales, equipamiento e infraestructura física, sus conocimientos y habilidades, servicios institucionales, etc.) para asegurar sus medios de sustento (Prain, 2006; Bailkey y Smit, 2006). Este enfoque toma en cuenta las múltiples estrategias de sustento de los hogares urbanos y los efectos que una innovación agrícola tiene en las actividades no agrícolas del hogar (p.ej. reducción de la disponibili- dad de capital o mano de obra del hogar para actividades no agrícolas), así como los factores contextuales específicos como las regulaciones municipales que restringen actividades agrícolas en ciertas áreas (Peters et al., 2002). En el contexto rural, el desarrollo participa- tivo de tecnologías parte del conocimiento “tradicional” de los agricultores locales. Pero como ya se indicó, en el entorno urbano los conocimientos y habilidades técnicas tradicionales de los productores podrían verse limitados. Sin embargo, los produc- tores urbanos podrían tener conocimientos de otros factores que son muy relevantes para el proceso de innovación, como las dinámicas socioeconómicas locales, las oportunidades para acceder a recursos, la situación del mercado y la capacidad de innovar y aprender de las experiencias. Contra este contexto, es entendible que se hayan obtenido buenos resultados con enfoques como las Escuelas de Campo para Agricultores que combinan elementos de capitación con aprendizaje vivencial y experi- mentación. Innovación Técnica en la horticultura urbana La innovación a través de la intensificación de sistemas hortícolas urbanos y periurbanos, que puede ser descrita como la maximización de los En el contexto urbano la necesidad y las oportunidades para la innovación son altas A .B ra df ord Compostaje en contenedores en Kumasi, Ghana 12 13Revista AU 13 productos en un espacio mínimo, es alentada por el entorno urbano y ocurre de diferentes maneras, cada una de ellas asociadas con riesgos específicos para la salud y el ambiente: - Cultivo de productos de alto valor fuera de estación. Esto requiere de irrigación y/o de cobertura, el uso de variedades adaptadas y/o del incremento en las medidas de control de plagas. Los factores de riesgo son la alta inversión de capital monetario, una contami- nación pesticida prolongada y el incremento en la pérdida de la biodiversidad urbana. - Adopción de variedades de alta produc- tividad y/o incremento del uso de agroquímicos. Este método conduce a una mayor producción por unidad de terreno. Los factores de riesgo son la contaminación por pesticidas, el filtrado de nitratos y la pérdida de la biodiversidad urbana. - Aplicación de prácticas de horticultura y permacultura bio-intensiva. Ambos métodos suponen intensificación y diversificación de la producción a través de la aplicación de principios ecológicos y mejoras de bajo costo al manejo agrícola (IIRR, 1991; Getachew, 2002 y 2003). Estos tienen bajos riesgos para la salud y el ambiente. El enfoque HBI es bastante adecuado para el contexto urbano debido a su énfasis en el uso intensivo del espacio disponible, así como a la calidad nutricional y seguridad de los alimentos producidos. Lo mismo aplica a la permacul- tura que busca hace un uso óptimo de los recursos localmente disponibles al combinar el cultivo de frutas, verduras, hierbas y la cría de animales con el recojo de aguas de lluvia, el reuso de aguas residuales y el compostaje de residuos orgánicos domésticos, el uso de sanitarios secos de compostaje, etc. (Watkins,1993). Hay dos métodos de intensificación utilizados en el contexto urbano que son menos comunes o inexistentes en la agricul- tura rural: - El uso maximizado de los recursos naturales disponibles en lugares donde no han sido previamente utilizados para la agricultura. Esto incluye el uso de aguas residuales, como un fuente agua y nutrientes (Buechler et al., 2006), el uso de residuos orgánicos sólidos compostados (Cofie y Bradford, 2006) y el uso de terrenos abandonados o marginales, como áreas de viejas fábricas o talleres, riberas o pantanos. Factores de riesgo en esta estrategia son la exposición a patógenos, parásitos y metales pesados. - El uso intensificado de espacios limitados y verticales. Esta estrategia incluye el uso de patios, azoteas y balcones; el uso de diversos tipos de sistemas de contenedores y canastas colgantes, muros y cascadas o pirámides cultivadas, el uso de sistemas sin suelo como la hidroponía (marulanda e Izquierdo, 2003), los “organopónicos” (Premat, 2005), y otras tecnologías de “poco espacio, ningún espacio”. Pueden encontrarse muchos ejemplos de estas tecnologías en esta edición en la RAU nº 10. La intensificación sostenible de la horticultura urbana claramente necesita ir de la mano con: - La reducción de los riesgos sanitarios y ambientales al facilitar la conversión de prácticas basadas en el manejo Integrado de Plagas (mIP) o en prácticas de agricultura orgánica y al mejorar la capacidad de los agricultores para aplicar prácticas seguras de manejo al utilizar aguas residuales y residuos orgánicos urbanos; - La mejora de la fertilidad de los suelos – debido a la compactación, uso excesivo, presencia de basura y a la agricultura en tierras marginales. La fertilidad a menudo es un problema en los sistemas urbanos de produc- ción (Evans et al., 2000) que necesita la incor- poración de material orgánico, p.ej. residuos orgánicos urbanos compostados, o el pasaje a la hidroponía popular y a la organoponía; - Un acceso mejorado a semillas y materia- les de siembra de bajo costo, algo de gran importancia para los productores urbanos pobres (Scheidegger y Prain, 2000). Esto puede abordarse a través de la promoción de redes locales de semillas (Arce et al., 2004) y el uso de especies nativas que producen semillas fácil- mente cosechables y almacenables (Poubom, 1999). Innovación en los sistemas urbanos de cría de animales Los desafíos clave para la innovación técnica en los sistemas urbanos de cría de animales son los siguientes: - Diversificación y adaptación a las limitaciones de espacios. En el entorno urbano es necesario prestarle mayor atención al desarrollo de tecnologías relacionadas con la pequeña y micro ganadería (incluyendo conejillos de india, lombrices, caracoles, peces en pequeños estanques y contenedores, y crianza de animales jóvenes) así como las unidades de cero pastoreo para el ganado vacuno y la interrelación entre los cultivos y la producción animal en la ciudad. - mejora en el acceso a alimentos para animales. En el contexto urbano el acceso al forraje y a otras fuentes de alimento animal, así como su uso eficiente en la nutrición del ganado, son temas importantes de innovación técnica. Puesto que el forraje a menudo es escaso en las áreas urbanas y periurbanas, tres respuestas son comunes: a. Se compra forraje (p.ej. pastos napier, forraje de legumbres, Para grass) de áreas periurbanas y se trae a la ciudad para ser utilizado por criadores de animales (p.ej. en Hyderabad). Sin embargo, ocurren problemas frecuentes en relación al transporte y a la falta de espacio para mercados de forraje (njenga et al., de próxima publicación). b. Se hace un uso más intensivo de concentrados para alimentar a los animales (a un alto costo). c. Grandes canti- dades de residuos de alimentos son recogidos de restaurantes, mercados, agroindustrias y hogares urbanos para la preparación de los alimentos para los animales. Debería dársele mayor atención a la tercera opción en particular. - Reducción de los riesgos de zoonosis. El riesgo creciente de la transmisión de enfer- medades de animales a humanos en áreas urbanas necesita ser reducido al trabajar con los productores en un manejo adecuado de las enfermedades y de los residuos de los animales, previniendo el robo de basura, y manteniendo procedimientos adecuados de matanza, entre otros temas (Lock y De Zeeuw, 2001). InnoVACIÓn oRGAnIZACIonAL Por las razones arriba mencionadas, los produc- tores urbanos a menudo no se encuentran organizados. mayores investigaciones son necesarias para identificar redes y agrupaciones existentes de diferentes tipos de agricultores urbanos para analizar sus problemas y necesi- dades, y para identificar maneras efectivas de apoyar organizaciones de agricultores urbanos y su involucramiento en los procesos de planifi- cación y desarrollo urbano. Es importante tener en mente que las organiza- ciones de productores en áreas urbanas podrían tomar formas más diversas e inusuales que aquellas en entornos rurales. En la Revista AU nº 17 dedicada al “Fortalecimiento de organizaciones de Agricultores” Santandreu y Castro (2006) distinguen entre organizaciones económicamente orientadas (más parecidas a las cooperativas agrícolas rurales, con un énfasis en la mejorar de su producción, la obtención de insumos más baratos, provisión de créditos y ahorros, y comercialización), organizaciones socialmente orientadas (grupos comunitarios Horticultura en Azoteas en Senegal RU A F 12 1313Junio 2008 / huertos organizados con el apoyo de iglesias, centros comunales y onG para ayudar a que hogares vulnerables mejoren su seguridad alimentaria/nutrición y capacidades de autoayuda) y organizaciones de agricultores urbanos políticamente orientadas (que se centran en actividades de abogacía y lobby para mejorar su estatus legal, mejorar el acceso a tierras, e incrementar su participación en la planificación urbana). Cada uno de estos tipos tiene sus propias dinámicas y formas de innovación, y requerirán de diferentes capacidades de análisis técnico y de solución a problemas (ver las Revistas AU no. 17 y 18 parauna mayor discusión sobre estos temas). Para lidiar con el bajo capital social en las áreas urbanas descritas anteriormente, debe dársele mucha atención al fortalecimiento de capacidades en temas como: cohesión de grupo, resolución de conflictos, desarrollo de liderazgos, planificación participativa, etc. Lo preferible es que este tipo de construcción de capacidades organizacionales esté estrecha- mente vinculado con procesos de innovación técnica y mejoras en capacidades de análisis técnico y de solución de problemas (Arce et al., 2007; Prain, 2006). En la agricultura urbana, más que en la rural, la innovación toma lugar en la forma de desarro- llo microempresarial. Debido a su proximidad con los consumidores, los productores urbanos tienden a involucrarse más en la comercializa- ción directa de su producción, en la forma de productos frescos (ventas en la granja, bodegas locales y tiendas móviles, mercados de agricul- tores, ventas directas a tiendas, restaurantes y supermercados), alimentos procesados (preparación y venta de comida en puestos de comida y pequeños restaurantes, empaque- tado, etc.) o como insumos (p.ej. compost, lombrices). La innovación en la agricultura urbana puede ser mejorada cuando las organizaciones de investigación y de soporte se vinculan con las micro y pequeñas empresas involucradas en actividades de procesamiento agrícola y comercialización para apoyar sus iniciativas locales y fortalecer sus habilidades emprendedoras y capacidad de desarrollo empresarial (Holmer, 2001). Un buen ejemplo de una microempresa implementada en forma exitosa en la agricul- tura urbana es el programa PRoVE de Brasil (Homen de Carvalho, 2001), que combinaba la construcción de capacidades con el forta- lecimiento organizacional, adaptación a los requisitos sanitarios municipales, creación de una logomarca como sello de calidad, creación de kioskos de productores en super- mercados, y la mejora en el acceso a capital para la inversión en pequeñas instalaciones agroindustriales. Un enfoque de “desarrollo de clústeres” también podría ser relevante para el contexto urbano. En este enfoque, grupos similares de microempresas agrícolas (p.ej. productores de hongos de pequeña escala) y servicios (actuales o potenciales) de apoyo estrecha- mente relacionados, analizan cómo podrían cooperar en facilitar la innovación en sus empresas. Esto puede hacerse a través de una pequeña intervención de apalancamiento a lo largo del clúster (Holmer, 2001). InnoVACIÓn PoLÍTICA E InSTITUCIonAL En el entorno urbano, las innovaciones en la agricultura son influenciadas fuertemente por las instituciones, políticas y regulaciones locales, más dominantes e invasivas en las áreas urbanas que en las rurales. En muchas ciudades la innovación se ve limitada por el estatus informal de la agricultura urbana, la falta de seguridad en el uso de la tierra, y la falta de apoyo de instituciones técnicas y financieras. Los procesos de innovación en la agricultura urbana tiene una mayor oportunidad de éxito si son parte de un enfoque integrado de desa- rrollo urbano y están en medio de un entorno institucional y político favorable. Cuba es un buen ejemplo de cómo un entorno político favorable puede impactar en el desarrollo de la agricultura urbana. A través de políticas efectivas y apoyo institucional, la agricultura urbana se desarrolló entre 1989 y 2000 pasando de ser una actividad marginal a ser un importante componente en el sistema urbano de alimentos en La Habana y otras ciudades, un gran empleador de mano de obra urbana y una importante fuente de micronu- trientes para la población urbana. Reduciendo, al mismo tiempo, la acumulación de residuos orgánicos (novo, 2003). ningún cambio político o institucional relacionado a la agricultura urbana puede ser alcanzado antes que el valor y los beneficios potenciales de la actividad sean reconocidos, los riesgos asociados sean aclarados y las limitaciones y oportunidades para su desa- rrollo sean conocidas. Por ello es necesario crear un mayor vínculo entre políticos y dirigentes de instituciones, proporcionán- doles información adecuada que les permita involucrarse con otros actores locales. Diversas estrategias de comunicación y lobby son utilizadas para informar mejor a tomadores de decisiones (Dubbeling, 2005). La estrategia más efectiva es estimular el involucramiento institucional en la agricul- tura urbana, esto es, involucrar a todos los “actores” institucionales relevantes, incluyen- do formuladores de política, desde el inicio del análisis situacional y el diseño de los proyectos de investigación y acción, en el monitoreo y evaluación de resultados y en determinar las consecuencias de las políticas y programas actuales del gobierno local, organizaciones nacionales y otros actores. El programa Ciudades Cultivando para el futuro (CCF) de RUAF junta a autoridades locales, onG, universidades, grupos de agricultores y otros “actores” promoviendo un Reunión de miembros del grupo de agricultores Dyen Te Don en Bamako A nd ré s V él ez -G ue rr a 14 15Revista AU 15 proceso conjunto de aprendizaje y planifi- cación en agricultura urbana, asistiéndolos en las creación de un Foro multiactoral de Agricultura Urbana, la formulación de un Plan Estratégico para la ciudad y la revisión de las políticas y regulaciones existentes relacionadas con la agricultura urbana (vea las páginas de las ciudades del CCF en www. ruaf.org). El Programa Cosecha Urbana de CGIAR enfatiza en forma similar sobre la impor- tancia de involucrarse con formuladores de políticas e instituciones locales relevantes para facilitar el desarrollo de una agricul- tura segura y sostenible. Este programa ha implementado el Análisis y Diálogo de Actores y Políticas (ADAP) en Lima (Warnaars y Pradel 2007) y en Hanoi (Tinh 2004), entre otras áreas. PUnToS DE APREnDIZAjE PARA EL APoYo DE PRoCESoS DE InnoVACIÓn En LA AGRICULTURA URBAnA Las experiencias ganadas hasta la fecha con la promoción de la innovación en agricul- tura urbana en los programas RUAF-CCF y CIP-Cosecha Urbana han resultado en un conjunto de “lecciones aprendidas” relacio- nadas con las mejores maneras de apoyar a los productores urbanos en los procesos de innovación. a. Centrarse en medios de sustento Para que la agricultura urbana sea viable y sostenible, la innovación tiene que tener en cuenta que en el contexto urbano la agricul- tura usualmente complementa otras activi- dades de generación de ingreso empren- didas por lo hogares contribuye a y se basa en el conjunto de activos del hogar. Para llegar a un entendimiento adecuado del papel actual de la agricultura en los medios de sustento de los pobres urbanos y en las oportunidades/limitaciones para su desa- rrollo, el análisis situacional debería estar basado en el concepto de medios de sustento. b. Centrarse en mejorar la capacidad innovadora y el aprendizaje vivencial Debido a las condiciones dinámicas y desafiantes de la ciudad, el apoyo a la innovación entre los productores debería centrarse fuertemente en la construcción de sus capacidades de solución de problemas (análisis de problemas, identificación y prueba de soluciones alternativas) así como sus capacidades para identificar y aprovechar nuevas oportunidades (p.ej. análisis de los requisitos específicos de diversos segmentos de mercado, adap- tación de la elección de cultivos y de las prácticas de producción, certificación y logomarca, alianzas estratégicas, etc.). Los enfoques más efectivos parecen ser aquellos que ayudan a los produc- tores urbanos a identificar vacíos en sus conocimientos y habilidades actuales y proporciona aprendizajes prácticos y oportunidades para la experimentación buscando llenar estos vacíos (como en las escuelas de campo para agricultores urbanos; Prain, 2001). c. Combinar innovación técnica con la construcción y fortalecimiento de organiza-
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