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TEMA 3: “ESPACIOS SAGRADOS ISLÁMICOS” CURSO ARTE ACCESO UNED Prof.: José Antonio Ruiz Oliva Los musulmanes crearon pronto un edificio dedicado a la oración inspirado en la casa del profeta Mahoma en Medina. Ese edificio fue la mezquita, palabra que deriva de “masyid” (lugar donde postrarse). En la casa de Mahoma la oración colectiva se hacía situando a los fieles en hileras, en un patio porticado (sahn) en dirección a La Meca. Al cubrirse este patio, nació la sala de oración (haram), permaneciendo el patio al aire libre con la fuente de abluciones o sabil. Al exterior se situaba el alminar o minarete, torre desde donde se llamaba a los fieles a la oración, como vemos en la Giralda de Sevilla. El muro interior orientado a La Meca se llamaba “qibla”, hacia el cual se dirigían los fieles en oración. En medio de este muro estaba el mihrab, pequeña capilla o nicho, era el lugar más sagrado, pues aquí se situaba el imam para dirigir las oraciones. Al lado del mihrab había un púlpito elevado llamado minbar, junto a un espacio destinado al califa y autoridades, llamado maqsura. La expansión política y militar del islam propició su nuevo sentido nacionalista, avanzando hacia Jerusalén, Damasco y Mesopotamia, construyendo sus principales edificios en estos territorios. En Jerusalén fue construida la Cúpula de la Roca en el siglo VII, siendo el edificio islámico más antiguo en pie, identificando esta roca como el sitio desde el que Mahoma fue al Paraíso. Este templo no sigue el modelo de planta de la mezquita clásica, entendiéndose más bien como lugar de culto del mundo islámico. La Cúpula de la Roca es un edificio de planta circular alrededor de una enorme cúpula de madera que descansa sobre un tambor perforado por 6 ventanas. Este tambor se apoya en 4 pilares y 12 columnas, formando así un círculo que rodeaba totalmente la Roca. Su base está situada dentro de un octógono con arcos al exterior y una puerta en cada lado del octógono que están orientados a los 4 puntos cardinales. Sus columnas son de mármol con capiteles dorados y sus paredes tienen mosaicos policromados, mientras que la cúpula se decoraba con dibujos sobre fondo de oro. En Damasco (Siria), la dinastía omeya construyó a comienzos del siglo VIII una enorme mezquita. Contaba en planta con un patio rectangular, seguido por el santuario formado por 3 arquerías que van paralelas al muro sur. Un ancho crucero va de Norte a Sur, cortando estas arquerías en dos mitades. Por encima de estas arquerías va un segundo orden de arcos más pequeños. El tramo central del crucero está cubierto con bóveda de trompas. Los árabes entraron a la Península Ibérica en el año 711, siendo los califas omeyas quienes la gobernaron hasta mediados del siglo VIII. El califa Abd-al-Rahman I llegó a España en el año 755 y se proclamó Emir independiente del poder político de Damasco. Mandó construir la mezquita de Córdoba junto al alcázar o palacio del califa y dentro de la medina, o parte céntrica de la ciudad islámica. El muro de la qibla estaba orientado al sur. Tiene 11 naves en el haram y 12 tramos. Su sucesor Abd-al-Rahman II derribó el muro de la qibla y amplió las naves en 8 tramos. El califa Al-Hakem II la volvió a ampliar, con un nuevo muro o qibla y un nuevo mihrab. También incorporó 4 cúpulas y aumentó su decoración. Abd-al-Rahman III continuó la labor de ampliación, hasta que Almanzor la terminó. El mihrab tiene un alfiz, es decir, un rectángulo que enmarca el arco de herradura de la puerta del mihrab, totalmente decorado de ataurique (adornos vegetales), elementos geométricos o lacería, y elementos caligráficos de escritura o epigrafía. La maqsura tiene arcos apuntados que se convierten en arcos lobulados, y la cúpula es de arcos que actúan como nervios decorados que no se cruzan en el centro, pero que permiten una pequeña cúpula gallonada. El califa Almanzor añadió 8 nuevas naves hacia el este, provocando que el mihrab quedase desplazado y no ocupase el centro del muro de la qibla. El haram o sala de oración tiene arcos dobles o superpuestos: el inferior es de herradura y el superior es semicircular o de medio punto. La función que cumplen es de reforzar la estructura de la cubierta (función de entibo) y dar mayor amplitud en altura. Para llevarlo a cabo, los arquitectos colocaron sobre el capitel de las columnas una pieza cuadrangular o cimacio, sobre la cual se asentaba el pilar con los arcos de medio punto. El haram permitía así un espacio diáfano con arcos y columnas que fijaban el ritmo de que “sólo Dios es inmutable” En 1238, finalizada la Reconquista, se llevó a cabo la consagración como catedral cristiana, siendo su primer obispo Lope de Fitero. En 1523 se construyó una basílica renacentista en el centro de la mezquita, cambiando su fisonomía original y su enorme fuerza simbólica. Este cambio de fuerzas en la mezquita de Córdoba supuso una sustitución del ritual ganador cristiano sobre el ritual perdedor islámico, y fue algo bastante repetido en otros edificios, como en Santa Sofía de Constantinopla.
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