Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
3 No. 1. Segundo Semestre de 2018 Universidad Popular del Cesar Valledupar 156 157 C. CASTELLO (2008). Entrevista con Carlos Ga- viria: Contra el Nacional-Uribismo. En línea: http:// www.viejoblues.com/Bitacora/node/5410. [Consulta- do el 6 de abril de 2008]. JOSEPH. CONTRERAS (2002). Biografía no autori- zada de Álvaro Uribe Vélez (El Señor de las Sombras). Editorial Oveja Negra. Bogotá, D.C. PEDRO AGUSTÍN DÍAZ ARENAS (2009). Relacio- nes internacionales de dominación. Fases y facetas. Tercera Edición. Siglo XXI. Bogotá, D.C. ENRIQUE JAVIER DÍEZ GUTIERREZ (2007). La Globalización neoliberal y sus repercusiones en la educación. El Roure – Ciencia. Barcelona. EL TIEMPO (2007). El “Profe”, un descuartizador “para” que aún anda suelto. Nación. Domingo 22 de julio de 2007. Pp. 1-8. GUSTAVE-NICOLAS. FISCHER (1992). Campos de intervención en Psicología Social. Grupo, institución, cultura, ambiente social. Narcea. Madrid. D. FRENCH (1963). The relationship of antro- pology to sutdies of perception and cognition. En: S. KOCH (Dir). Psychology: A Study of a Science. Vol.6. McGraw-Hill. New York. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1970). Cien Años de Soledad. Círculo de Lectores. Barcelona. J. O. GAVIRIA (2007). Nos duele Colombia. En: ElTiempo.com http://www.eltiempo.com/opinion/ columnistas/josobduliogaviria/articulo-webnota_in- terior-3297400.html. [Consultado el 5 de mayo de 2008]. NAOMI KLEIN (2007). La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós. Barcelona. ANTONIO LEAL MILLÁN (1991). Conocer la cultu- ra de las organizaciones: una base para la estrategia y el cambio. Actualidad. Madrid. HENRY CLAY LINDGREN (1978). Introducción a la Psicología Social. Trillas. México, D.F. J. LITTERER (1979). Análisis de las organi- zaciones. Limusa. México, D.F. JESÚS MARTÍN-BARBERO (2002). Colombia: Au- sencia del relato y desubicaciones de lo nacional. En: Imaginarios de Nación. Pensar en medio de la tormenta. Cuadernos de Nación. Ministerio de Cultura. Bogotá, D.C. JORGE H. MASSUCCO SIERRA (2005). El No- sotros. Comunicación, identidad, ciudadanía. Teoría y práctica de la cultura desde la universidad. Edición de la Fundació Càtedra Iberomericana. Universitat de les Illes Balears. En línea: http://www.uib.es/catedra_ iberoamericana/publicaciones/massucco/3/paracult ura.html. [Consultado el 6 de abril de 2008]. ÓSCAR MEJÍA QUINTANA (2006). Colombia después de Uribe: La consolidación autoritaria de la cultura política. En: UN Periódico No. 97. Universidad Nacional de Colombia. En línea: http://unperiodico. unal.edu.co/ediciones/95/05a.html [Consultado el 6 de abril de 2008]. GARETH MORGAN (1990). Imágenes de la Orga- nización. Ra-Ma. Madrid. [Original: (1986). Images of Organization. Beverly Hills: Sage]. PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA. Una copla de lujo para el presidente Uribe. Centro de Noticias del Estado. En línea: http://www.presidencia. gov.co/sne/ sne/2003/junio/21/03212003.htm [Con- sultado el 5 de mayo de 2008]. JUAN DAVID RESTREPO ECHEVERRI (2008). El periodismo colombiano atiza odios y remueve pasio- nes. En: Revista Semana. 24 de febrero de 2008. ÓSCAR RINCÓN (2002). Colombia: Marca no Regis- trada. En: Relatos y Memorias Leves de Nación. Cua- dernos de Nación. Ministerio de Cultura. Bogotá, D.C. ERNESTO SÁBATO (2000). La resistencia. Biblio- teca Breve. Seix Barral. Barcelona STEPHEN P. ROBBINS (1987). Comportamiento organizacional. Conceptos, controversias y aplicacio- nes. Prentice-Hall. México, D.F. DANIEL SAMPER OSPINA (2008). Me volví uribis- ta. Café Estéreo. Radio Bolivariana. En línea: http://ajpl. nu/radio/index.php?option=com_content&task=view&i- d=173&Itemid=32. [Consultado el 6 de abril de 2008]. TRADICION, FAMILIA Y PROPIEDAD (TFP) (2008). Cardenal Rubiano convoca a orar. En línea: http://www.tfp.org.co/index.php?idPag=10. [Consul- tado el 5 de mayo de 2008]. 1 Como cultor excepcional de los conocimientos y saberes de sus ancestros, se dedica al único oficio que realmente lo hace sentir libre y feliz: la forja del cobre. Junto a su núcleo familiar y con su pequeño taller a cuestas recorre con paciencia los pueblos del Caribe colombiano como antaño lo hiciera el inolvidable Melquíades. De vez en cuando, sobre todo en las noches al pie de un fogón, logra sacar tiempo para reflexionar sobre las vicisitudes de su pueblo. Él conversa y otros copian y difunden su palabra de fuego. Correo electrónico: prorrom@gmail.com 2 PRORROM es la organización rromaní más antigua y de mayor trayectoria en el país, que viene trabajando activamente por la visibilización y pleno reconocimiento de los derechos colectivos del pueblo Rrom. Fue fundada en la kumpania de Girón (Santander) el 5 de agosto de 1998 y reconocida oficialmente mediante la Reso- lución No. 022 de 2 de septiembre de 1999 expedida por la hoy llamada Dirección de Asuntos Indígenas, Minorías y Rrom del Ministerio del Interior. través de un sencillo relato que por sí mismo constituye un testimo- nio dialógico intercultural, un viejo Rrom en procura de responder a las inquietudes de un curioso interlocutor Rrom europeo, hace una muy sugestiva aproximación al pueblo Wayúu de La Guajira, estableciendo una comparación con su propio pueblo, a partir de la identificación de semejanzas y diferencias, de convergencias y diver- gencias, de puntos de encuentro y desencuentro entre estos dos pueblos que en principio diríase que tienen muy poco en común pero que en la descripción que hace el autor terminan hermanados no sólo en la literatura sino gracias a su condición de pueblos tribales. Palabras Clave: Pueblo Wayúu, pueblo Rrom, Sistema Jurídico Propio, autoridades tradicionales, pueblo tribal. Resumen: Entre gitanos y Wayúu del Caribe colombiano MEMORIAS Y RESISTENCIA MIRADAS mailto:prorrom@gmail.com 158 159 omingo Ramírez es un Rrom (Kalé) de Portugal que con la lectura de la novela “Leopardos bajo el sol”, de la escritora co- lombiana Laura Restrepo (n. 1950), en la que se describe una cruenta guerra entre dos familias enemigas, quedó bastante sorprendido con las enormes similitudes que él halló entre los protagonistas de la novela, el pueblo Wayúu de La Guajira colombo-venezolana, y su propio pueblo. Intrigado por el parecido de muchas de las costum- bres de estos dos pueblos, Domingo Ramírez buscó y buscó en internet hasta encontrar la dirección elec- trónica del Proceso Organizativo del Pueblo Rrom de Colombia (PRORROM)2, organización a la que acudió para que le absolviera algunas interrogantes que tenía sobre el pueblo Wayúu. PRORROM, a partir del relacionamiento que ha te- nido con organizaciones de pueblos indígenas, entre ellas del pueblo Wayúu, respondió sin tardanza ha- ciendo una preliminar comparación entre los dos pue- blos. He aquí el resultado de esas reflexiones. 1. Efectivamente, existen muchas similitudes entre el pueblo Rrom (gitano) y el pueblo indígena Wayúu. Las grandes semejanzas obedecen, fundamentalmen- te a que dada su organización social tradicional, am- bos pueblos son tribales. 2. El pueblo Wayúu está ubicado en la frontera colombo-venezolana. En Colombia ocupan una ex- tensión importante del departamento de La Guajira, localizado en la región Caribe. Es el pueblo indígena más numeroso del país, pues su población, sin contar la que habita en el lado venezolano donde también es mayoritario entre los pueblos indígenas, supera con creces las doscientas mil personas. Contrariamente el pueblo Rrom es un grupo étnico minoritario en el país con un peso demográfico que, cuantitativamente hablando, es ciertamente muy bajo y, en lo que con- cierne al Caribe colombiano se identifican kumpeniyi Rrom (núcleos poblacionales) en los siguientes luga- res: Sabanalarga (Atlántico), Sampués, Ciénaga de Oro y Sahagún (Córdoba) y Sincelejo (Sucre). 3. Los Wayúu tienen una amplia movilidad geográ- fica y son polirresindenciales, es decir que tienen, se- gún las estaciones, viviendas en diferentesáreas de su territorio tradicional, que en Colombia está reconocido a través de varios Resguardos, donde la propiedad de la tierra es colectiva, entre ellos el de la Media y Alta Guajira que posee alrededor de 1.067.505 hectáreas de extensión. Esta itinerancia, aunque circunscripta a un territorio específico, podría considerarse como una se- mejanza con los Rrom que son nómades por excelencia. 4. Los Wayúu tienen alrededor de 25 castas, o eirruku, como se le dice en su propia lengua, el wayuu- naiki, que es una lengua que pertenece a la familia lin- güística arawak. Los Rrom también están compuestos por linajes o vitsi, como se les dice en la shib rromaní, una lengua indoeuropea emparentada con los idiomas neo-hindúes, como por ejemplo el panjab, el hindú y el úrdu. El que ambos tengan una organización social conformada a partir de varios clanes, sería otra de las semejanzas. 5. Una diferencia entre los Rrom y los Wayúu es que los primeros son patrilineales, es decir la sangre se hereda del padre, en tanto que los segundos son matrilineales. Sin embargo, la estructura y lógica de la organización social de ambos pueblos, como se dijo anteriormente, es bastante similar: Los Rrom configu- rados a partir del padre y los Wayúu a partir de la ma- dre. Para los Wayúu es la familia de la madre, la más relevante, de ahí que sean los tíos maternos las figuras principales de autoridad, en tanto que para los Rrom es la del padre. 6. Los Rrom tienen a los Sere Romengue --Sero Rrom, en singular--, en tanto que los Wayúu tienen como autoridades a los Araurayú, que como se men- cionó son los tíos maternos. Los Araurayú, al igual que los Sere Romengue, son hombres de prestigio, de honor y que tienen un amplio conocimiento de la tra- dición. 7. Tanto los Rrom como los Wayúu tienen una ley propia en la que se encuentran muchas semejanzas. Al igual que la Kriss Romaní (sistema jurídico del pueblo Rrom), la Sukuaipa Wayúu (“Ley Wayúu”), se funda- menta en lo que simplificando en extremo podría ex- presarse como “ojo por ojo, diente por diente”, es decir en donde la venganza y el cobro de la ofensa juegan un papel central; no obstante, superando esta mirada superficial hay que destacar que se trata de comple- jos sistema compensatorios, que buscan el restable- cimiento de los equilibrios rotos. Para los Wayúu la sangre derramada hay que “cobrarla” por lo que no son extrañas las guerras entre clanes rivales. Ello, al parecer, ocurre todavía con frecuencia en algunos gru- pos Rrom donde ese sentimiento se mantiene latente. 8. La responsabilidad sobre una determinada in- fracción es independiente del hecho de si el infrac- tor u ofensor tuvo o no la culpa. Lo que vale para la Sukuaipa Wayúu es el hecho objetivo mismo, es decir, el daño causado. De la misma manera que sucede con los Rrom, la gravedad de una ofensa está determina- da por el número de personas y grupos familiares que terminan involucrados. En muy pocos casos el respon- sable es exclusivamente el individuo, ya que lo más común es que, en el caso de los Wayúu por ejemplo, la MIRADASMIRADAS 160 161 familia materna del individuo que cometió alguna in- fracción o delito, también es responsable. Pienso que en esto de la ley propia es donde se encuentran más semejanzas entre los dos pueblos. 9. Para evitar las “vendettas” entre clanes, los Rrom tienen la Kriss o Tribunal de Mayores que resuelven los conflictos. De la misma manera los Wayúu tienen en los putchipüu, o palabreros, un dispositivo que procura concertar la disputa entre familias rivales o enfrentadas. Cuando una familia quiere evitar que la ofensa o daño causado por uno de sus miembros, desate una guerra, llama a un palabrero, que es un hombre mayor de mucha sabiduría, para que “lleve la palabra” a la familia rival, con el propósito de llegar a un acuerdo. Si bien es cierto las guerras entre clanes son frecuentes, también es cierto que los putchipüu han impedido muchas más guerras y han posibilitado que familias rivales o enfrentadas lleguen a acuerdos. 10. En rituales, como el del matrimonio, también encontramos muchas semejanzas, como quiera que en ambos pueblos la dote para acceder al intercam- bio matrimonial es fundamental. La diferencia estriba en que la dote en los Rrom es entregada al padre de la novia, en tanto que en los Wayúu es entregada a los tíos maternos de la novia. Estos son los responsa- bles de llegar a los acuerdos con los tíos maternos del novio. Para los Wayúu la dote está dada por chivos, collares, caballos y también por dinero en efectivo. Sobre el precio de la dote, al igual que los Rrom, se tiene en cuenta factores como la belleza, la juventud, la “pureza de sangre” y la virginidad, aunque esta últi- ma no de la misma manera a como es valorada entre los Rrom. 11. Tradicionalmente los Rrom adivinan el futuro a través de las cartas y la lectura de la buenaventura, en tanto que los Wayúu lo hacen a través de los sueños o arapi. Los sueños deben contarse a alguna de las mu- jeres mayores de la familia, antes que termine de ama- necer para que la adivinación del sueño sea más efec- tiva. Si bien la mayoría de Wayúu son cristianos, ya sea católicos o protestantes, tienen una marcada religiosi- dad centrada en los espíritus de los muertos, pulowi, al igual que los Rrom, con los mulé. Cabe acotar que la conversión a las iglesias evangélicas de los Wayúu reviste particularidades, puesto que su religiosidad tradicional no dejará de impregnar y pernear constan- temente las prácticas y creencias de su nueva religión. Esto mismo ocurre con los Rrom, quienes asumen la religión evangélica, dejando intactos muchos rasgos de su espiritualidad tradicional. 12. Una diferencia radica en que para los Rrom los cementerios son signo de mala suerte y por ello se les rehúye, en tanto que para los Wayúu son muy impor- tantes. Cada grupo familiar tiene su propio cemente- rio, que es como el título de propiedad de su territorio. De hecho los Wayúu no son tanto de donde nacen, sino de donde están enterrados sus antepasados. 13. Al igual que los Rrom, los Wayúu tienen un complejo sistema médico tradicional. Son, en ambos pueblos, principalmente las mujeres las que tienen conocimientos especiales sobre plantas, minerales y partes de animales que tienen poderes curativos y terapéuticos. Entre los Wayúu estas mujeres de cono- cimiento son llamadas ouutsü cuyo correlato entre los Rrom serían las drabarní. 14. La palabra y el honor, son al igual que para los Rrom, de la mayor importancia. Los Wayúu le conce- den un inusitado valor a la palabra, que hace super- fluos los contratos escritos. Los Wayúu también son un pueblo ágrafo, puesto que su lengua, el wayuunai- ki, no es escrita, aunque algunos lingüistas han hecho propuestas de alfabetos. Esta situación también se ha venido dando entre los Rrom. 15. Un caso curioso. En la eventualidad que una pa- reja conformada por una mujer Wayúu y un hombre Rrom, tengan un hijo o hija, de acuerdo a los paráme- tros de descendencia y filiación de cada pueblo, este hijo o hija sería simultáneamente Rrom, por el padre, y Wayúu por la madre. Tendría la vitsa del padre Rrom y el eirruku de la madre Wayúu. Ambas familias recla- marían la pertenencia étnica de ese hijo o hija. Esto para decir que a las mujeres Wayúu, lo mismo que a los hombres Rrom, les está permitido, sin mucha di- ficultad, que se casen y tengan descendencia con gen- te que no es de su propio pueblo. Un hijo o hija será siempre Wayúu si la madre es Wayúu. Un hijo o hija será Rrom si el padre es Rrom. 16. El pueblo Wayúu es un pueblo indígena, de ori- gen amerindio. Se cree que hace más o menos tres mil años llegó al territorio que actualmente ocupa, prove- niente de la Amazonía. Su base económica es el pas- toreo, y al igual que muchos Rrom, el comercio y el contrabando, ya que le sacan provecho a la frontera colombo-venezolana. La inmensa mayoría de Wayúu son binacionales: colombianos y venezolanosy pue- den cruzar la frontera libremente. Por su parte el pue- blo Rrom sitúa su origen en el norte de la India y son el comercio y la forja de los metales sus principales actividades económicas. De otro lado la presencia de los Rrom en América se remonta al tercer viaje de Cristóbal Colón. 17. Si para los Rrom las mujeres son importantes dentro de la organización social tradicional, también lo son para los Wayúu quienes por su carácter matri- lineal las tienen en alta estima. Los códigos de honor y de guerra de los Wayúu, por ejemplo, prohíbe termi- nantemente, matar y aún atacar a mujeres y a niños. 18. Estos dos pueblos, tan distantes entre sí, ter- minan entrelazados, casi hermanados, en Macondo, aquel mundo ficcional creado por Gabriel García Már- quez (1927-2014) y descrito bellamente en “Cien años de soledad”, obra en la que aparecen personajes tanto Rrom como Wayúu cargando con simbolismos el re- lato. Además de los silenciosos protagonistas de esta novela, que no son otros que los Rrom representados en el icónico Melquíades, probablemente un Rrom xo- raxanés o xoraxái, y su extenso patrigrupo familiar, los cuales siempre irrumpen ejerciendo una incontenible fascinación en los lugareños habida cuenta que les enseñan diversos inventos para ellos desconocidos, asoman también varios Wayúu entre los que cabe re- cordar a Visitación y a su hermano Cataure, quienes llegaron huyendo de una peste del insomnio que azo- taba a su pueblo y, sobre todo, a Rebeca, la niña de 11 años proveniente de Manaure, La Guajira, que llega a la casa de los Buendía cargando los huesos de sus pro- genitores al interior de un talego de lona. 19. Si la literatura colombiana les ha posibilitado a los pueblos Rrom y Wayúu converger simultáneamen- te en determinados contextos, el cine también fue una actividad que en el pasado posibilitó muchos encuen- tros y contactos. Al respecto, cabe recalcar que entre los años 50 y 60 del siglo pasado, fue muy común que los patrigrupos Rrom que recorrían el Caribe colom- biano llevando consigo un proyector cinematográfico, llegaran hasta la Media y Alta Guajira presentando pe- lículas de la prolífica industria mexicana, de manera tal que muchos Wayúu, tal vez sin saberlo, asistieron por vez primera a una presentación del séptimo arte, de la mano de un Rrom. 20. Como se advierte con facilidad, el Wayúu y el Rrom son dos pueblos que hacen parte de la diversi- dad étnica y cultural del Caribe colombiano, región a la que le han hecho diversas contribuciones, las cua- les infortunadamente no han sido lo suficientemente reconocidas y valoradas. Sin embargo, recientemente, ha habido algunas excepciones dignas de mención, tal y como se evidencia en el documental estrenado en 2015, “Porro Hecho en Colombia”, dirigido y protago- nizado por la cordobesa Adriana Lucía López Llorente (n.1982), conocida en el mundo artístico como Adria- na Lucía, en donde en la narración sobre la génesis, evolución y consolidación del porro, además de tener en cuenta la influencia del pueblo Zenú, tuvo a bien incorporar la música rromaní, evocando así la posibi- lidad de que el pueblo Rrom haya podido dejar huellas en este ritmo musical tradicional de los departamen- tos de Córdoba, Sucre y Bolívar. MIRADAS MIRADAS
Compartir