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TESIS-Quintana-Castillo-Martha-Nataly

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ORGANIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 
FRENTE A LA MINERÍA A GRAN ESCALA EN 
COLOMBIA: EL CASO DE LA RED DE COMITÉS 
DEL TOLIMA 
 
 
 
Tesis presentada por 
Martha Nataly Quintana Castillo 
 
 
Para obtener el grado de 
MAESTRA EN ACCIÓN PÚBLICA Y DESARROLLO 
SOCIAL 
 
 
Ciudad Juárez, Chihuahua, México 
2016 
 
 
 
 
 
 
 
A todas las comunidades en Colombia que luchan, resisten y se movilizan ante el despojo de 
nuestros recursos naturales. 
 
A mi hijo, Juan Sebastián. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Quiero agradecer en primer lugar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) 
por el financiamiento de mis estudios de posgrado y a El Colegio de la Frontera Norte 
(COLEF) por brindarme la oportunidad de continuar mi formación académica. Deseo 
agradecer a la Red de Comités Ambientales del Tolima y en especial a los miembros del 
Comité Ambiental en Defensa de la Vida de Ibagué por permitirme conocer un poco de su 
lucha, y a las personas entrevistadas por narrarme sus experiencias de resistencia. Agradezco 
al economista Álvaro Pardo Becerra representante de Colombia Punto Medio por su 
colaboración durante el trabajo de campo. 
También agradezco a mis maestros de El Colef, a quienes fueron coordinadores de la MAPDS 
Sergio Peña y Salvador Cruza, a Imelda por toda su colaboración en los trámites 
administrativos, a mi director de tesis el doctor Camilo Contreras, a mis lectores la doctora 
Lourdes Romo y el doctor Alfonso Torres, y a todos los que en algún momento hicieron parte 
de este bonito proceso de aprendizaje. 
Igualmente agradezco a la señora Hilda por su sincera amistad, compañía y hospitalidad en 
Ciudad Juárez. A mi hijo Juan Sebastián por ser fuerte y valiente durante mi ausencia física. 
A mi madre Martha Patricia, a mi padre Ciro, a mis hermanos Ángela, Maritza y Andrés por 
su apoyo en este camino. A la señora Nubia y Carlos Andrés por cuidar y apoyar a Juan 
Sebastián y a Tita durante este tiempo. A mi tía Jenny y Edna, a mis primas Carito, Natalia y 
Nicol, y a mi primo Josué, por sus buenos deseos y oraciones. A mis compañeros de 
generación Carolina, Adriana, Hans, Pablo, Cristian, Daniel, Luly, Yadira, Héctor y Noé de 
quienes aprendí mucho. A mi pareja, amigo, colega y compañero Jair por su motivación, 
compañía y amor. 
Agradezco inmensamente a Dios por proveerme de la fortaleza necesaria durante el camino 
recorrido. 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
Los Comités Ambientales del Tolima inician sus actividades en el año 2010 oponiéndose a la 
ejecución de la fase de explotación de oro a cielo abierto del megaproyecto La Colosa, 
ubicado en el municipio de Cajamarca (Tolima-Colombia). La investigación tuvo como 
objetivo caracterizar y analizar la organización generada por la Red de Comités Ambientales 
del Tolima entre los años 2010 a 2016, haciendo uso de algunas categorías de la Teoría de la 
Movilización de Recursos propuestas para el estudio de los movimientos sociales, y teniendo 
como fuente de información principal entrevistas semiestructuradas. En este trabajo se busca 
contribuir al estudio de los movimientos sociales en Colombia, partiendo de la necesidad de 
utilizar la perspectiva de la movilización de recursos para estudiar las acciones colectivas en 
lugares, tiempos y contextos como los latinoamericanos; además, es importante resaltar que 
los resultados de la investigación aportan a la sistematización de la experiencia organizativa de 
la Red. Los principales hallazgos tienen que ver con una estructura organizacional en 
crecimiento, que cuenta con recursos aportados por ONG´s, OSC e individuos; además de una 
estructura interna horizontal y una estructura externa cuyas bases están conformadas por un 
amplio grupo de personas, con perfiles heterogéneos, y cuyos aliados son las ONG´s, OSC, 
algunas dependencias de gobierno locales y servidores públicos, y sus adversarios principales 
son la transnacional AGA y los gobiernos que promueven la minería a gran escala; por último 
sus objetivos de movilización se han ampliado a la oposición ante proyectos mineros en todo 
el Tolima y sus repertorios de acción más destacados son la Marcha Carnaval, el diplomado en 
gestión ambiental y la promoción de las consultas populares. 
Palabras claves: movimiento social organizado, estructura organizacional, teoría de la 
movilización de recursos, Red de Comités Ambientales del Tolima. 
 
ABSTRACT 
In 2010 the Environmental Groups of the Tolima are created as an instrument against the 
execution of the exploitation on open sky stage of the megaproject named La Colosa, this is 
located in the town of Cajamarca (Tolima, Colombia). This study intended to characterize and 
analyze the organization created by the Network of Environmental Groups of the Tolima 
between 2010 and 2016, using some of the Resources Mobilizations Theories proposed for the 
social movements studies and based in the information collected from semi structured 
interviews. There is also a contribution to the analysis of the social movements in Colombia 
from the need of using the mobilization of resources perspective to study collective actions in 
places, times and contexts such as the Latin American one. Also, the outcomes from this 
research contribute to the systematization of the collective organization of the Network. The 
main findings point out at an organizational structure in expansion, which has resources from 
NGOs, SOC and individuals; the internal structure is horizontal and the external structure is 
formed of a wide group of individuals. Its supporters are NGOs, SOC, some local government 
dependencies and civil servants; its main enemies are the AGA transnational and the 
governments that promote the big scale mining. The goals of the network have been further to 
the opposition to mining projects in the whole Tolima and its instruments of action are the 
carnival march, the diploma in environmental management and the promotion of local 
referendums. 
 
 
Key words: social organized movement, organizational structure, mobilization resources 
theory, resources mobilization, Environmental Groups Network of the Tolima. 
ÍNDICE GENERAL 
 Pág. 
 
Introducción ………………………………………………………………………………….. 1 
 
Capítulo I. 
Los Movimientos Sociales desde la Teoría de la 
Movilización de Recursos ……………………………………………………. 8 
 
1.1. 
Los nuevos movimientos sociales en América Latina. Disciplinas y corrientes de 
estudio ..…………………………………………………………………………………. 8 
1.2. Los Movimientos Sociales desde la escuela norteamericana y europea ………………... 11 
 1.2.1. Escuela europea y el paradigma de la identidad …………………………………... 12 
 1.2.2. Escuela norteamericana …………………………………………………………... 14 
 1.2.2.1. Teoría del comportamiento colectivo ……………………………………… 15 
 1.2.2.2. Teoría de la movilización de recursos ……………………………………… 19 
1.3. Los Movimientos Sociales desde la teoría de movilización de recursos ……………… 22 
1.4. Movimientos Sociales Organizados ……………………………………………………. 24 
 1.4.1. Crecimiento y declive organizacional ……………………………………………... 25 
 1.4.2. Estructura interna ………………………………………………………………... 27 
 1.4.3. Estructura externa ……………………………………………………………… 28 
 1.4.4. Objetivos y repertorios de acción ………………………………………………… 29 
1.5. Conclusiones capítulo I ………………………………………………………………... 30 
 
Capítulo II. Estrategia Metodológica ……………………………………………………... 32 
 
2.1. Desde el paradigma cualitativo …………………………………………………………. 32 
2.2. Un estudio de caso a partir de la Red de Comités Ambientales del Tolima …………... 33 
2.3. Categorías de la estructura organizacional para el análisis ……………………………. 34 
2.4. A propósito de la selección de los participantes ………………………………………... 35 
2.5. Técnica de producción de información ………………………………………………. 39 
 2.5.1. Entrevista semiestructurada ……………………………………………………….. 40 
 2.5.2. Observación no participante……………………………………………………… 41 
2.6. Triangulación de fuentes de datos ……………………………………………………... 42 
2.7. Transferibilidad, confiabilidad y credibilidad …………………………………………. 42 
2.8. Codificación y análisis de contenido ……………………………………………………. 44 
2.9. Conclusiones capítulo II ………………………………………………………………... 45 
 
Capítulo III. 
La Red de Comités Ambientales del Tolima en Oposición a la minería 
a gran escala ……………………………………........................................... 47 
 
3.1. Minería a gran escala en Colombia ……………………………………………………. 47 
3.2. Propiedad del suelo y el subsuelo en Colombia ………………………………………... 51 
3.3. 
Conflictos y movilizaciones generados en oposición a la minería a gran escala 
en Colombia ..................................................................................................................... 53 
3.4. El proyecto de La Colosa en Cajamarca y la RCAT …………………………………... 57 
3.5. Conclusiones capítulo III ……………………………………………………………… 69 
 
Capítulo IV. 
Etapas del movimiento social organizado y flujo de recursos de la 
Red de Comités Ambientales del Tolima ………………………………… 70 
 
4.1. Etapas del movimiento social ………………………………………………………… 70 
 4.1.1. Etapa de inicio: OSC y Universidad del Tolima ………………………………….. 70 
 
 
 4.1.2. Etapa de alianza: movilización de Cajamarca e Ibagué …………………………. 74 
 4.1.3. Etapa de extensión: surgimiento de Comités Ambientales (CA) ………………… 75 
 4.1.4. Etapa de fortalecimiento: conformación de la RCAT …………………………… 79 
 4.1.5. Etapa de formalización: Corporación S.O.S. Ambiental …………………………. 80 
 4.1.6. Etapa de auge de la RCAT ………………………………………………………. 83 
4.2. Recursos ………………………………………………………………………………. 85 
 4.2.1. Recursos morales …………………………………………………………………. 85 
 4.2.2. Recursos culturales ……………………………………………………………….. 87 
 4.2.3. Recursos socio-organizativos ……………………………………………………... 88 
 4.2.4. Recursos humanos ……………………………………………………………….. 89 
 4.2.5. Recursos materiales ……………………………………………………………….. 91 
4.3. Conclusiones capítulo IV ……………………………………………………………… 93 
 
Capítulo V. 
Estructura interna y externa de la Red de Comités Ambientales del 
Tolima ………………………………………………………………………. 97 
 
5.1. Estructura interna ………………………………………………………………………. 97 
 5.1.1. Principios del comité ambiental ………………………………………………….. 98 
 5.1.2. Liderazgos ………………………………………………………………………… 99 
 5.1.3. Integrantes de comités y reuniones ………………………………………………. 100 
 5.1.4. Toma de decisiones ………………………………………………………………... 102 
 5.1.5. Comisiones de trabajo …………………………………………………………….. 103 
 5.1.6. Organización de la RCAT …………………………………………………………. 104 
 5.1.7. Diferencias y divisiones internas ………………………………………………….. 105 
 5.1.8. Inicios de formalización …………………………………………………………... 107 
5.2. Estructura externa ………………………………………………………………………. 108 
 5.2.1. Bases ……………………………………………………………………………... 108 
 5.2.2. Aliados ……………………………………………………………………………. 109 
 5.2.2.1. Organizaciones No Gubernamentales ……………………………………… 110 
 5.2.2.2. Organizaciones de la Sociedad Civil ……………………………………… 112 
 5.2.2.3. Universidad del Tolima (UT) ………………………………………………. 113 
 5.2.2.4. Investigadores ……………………………………………………………… 114 
 5.2.2.5. Sectores económicos ………………………………………………………. 116 
 5.2.2.6. Iglesia ………………………………………………………………………. 118 
 5.2.3. Adversarios ………………………………………………………………………… 118 
 5.2.3.1. AngloGold Ashanti (AGA) ………………………………………………… 119 
 5.2.3.2. Medios de comunicación ………………………………………………….. 121 
 5.2.3.3. Gobierno Nacional de Colombia …………………………………………… 122 
 5.2.3.4. Algunos habitantes del casco urbano de Cajamarca ………………………. 123 
 5.2.4. Autoridades ………………………………………………………………………… 124 
 5.2.4.1. Instituciones y entidades de gobierno ……………………………………… 124 
5.3. Conclusiones capítulo V ………………………………………………………………... 129 
 
Capítulo VI. 
Objetivos de movilización y repertorios de acción de la Red de Comités 
Ambientales del Tolima ……………………………………………………. 133 
 
6.1. Objetivos de movilización ……………………………………………………………… 133 
6.2. Transformación y logros de la movilización …………………………………………… 136 
6.3. Repertorios de acción …………………………………………………………………. 137 
 6.3.1. Marcha Carnaval …………………………………………………………………. 139 
 6.3.2. Diplomado Ambiental …………………………………………………………….. 148 
 6.3.3. Impulso y Promoción de Consultas Populares …………………………………….. 150 
 6.3.4. Redes sociales, página web y boletín S.O.S. Ambiental ………………………….. 153 
 
 
 6.3.5. Cabildeo Político …………………………………………………………………. 155 
 6.3.6. Visibilización a nivel internacional ………………………………………………. 156 
6.4. Persecuciones y amenazas al movimiento social ……………………………………… 157 
6.5. Conclusiones capítulo VI ……………………………………………………………… 159 
 
Conclusiones …………………………………………………………………………………... 161 
 
Anexos ………………………………………………………………………………………….. i 
 
Bibliografía …………………………………………………………………………………….. vii 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice de figuras 
Figura 1.1. Escuelas de estudio de los movimientos sociales………………... 12 
Figura 2.1 Estrategia metodológica………………………………………….. 46 
Figura 4.1 Recursos movilizados por la RCAT……………………………... 93 
Figura 5.1 Estructura interna Red de Comités Ambientales del Tolima…….. 108 
Figura 5.2 Estructura externa de la Red de Comités Ambientales del Tolima 129 
 
Índice de mapas 
Mapa 3.1 División política de Colombia…………………………………… 59 
Mapa 3.2 División política del departamento del Tolima, Colombia………. 60 
 
Índice de cuadros 
Cuadro 1.1. Clasificación de los movimientos sociales………………………. 24 
Cuadro 2.1. Operacionalización de las categorías de análisis………………… 35 
Cuadro 2.2. Perfil de los entrevistados………………………………………... 39 
Cuadro 3.1. Objetivos en los planes de desarrollo para el sector minero 2002 
a 2018…………………………………………………………….. 
 
49 
Cuadro 3.2. Etapas del ciclo minero en Colombia……………………………. 61 
Cuadro 3.3. Listado de Comités Ambientales……………………………….... 65 
Cuadro 3.4. Cronología del movimiento social……………………………….. 66 
Cuadro 6.1. Tipos de proyectos a los que se oponen los Comités Ambiental… 135 
 
Índice de fotografías 
Fotografía 6.1. Cartel convocatoria primera Marcha Carnaval……………… 142 
Fotografía 6.2. Primera Marcha Carnaval…………………………………… 142 
Fotografía 6.3. Cartel convocatoria segunda Marcha Carnaval……………... 144 
Fotografía 6.4. Segunda Marcha Carnaval…………………………………... 144 
Fotografía 6.5. Cartel convocatoria tercera Marcha Carnaval………………. 143 
Fotografía 6.6. Tercera Marcha Carnaval…………………………………… 143 
Fotografía 6.7. Cartel convocatoria cuarta Marcha Carnaval……………….. 144 
Fotografía 6.8. Cuarta Marcha Carnaval…………………………………….. 144 
Fotografía 6.9. Cartel convocatoria quinta Marcha Carnaval……………….. 145 
Fotografía 6.10. Quinta Marcha Carnaval…………………………………….. 145 
Fotografía 6.11. Cartel convocatoria sexta Marcha Carnaval………………… 146 
Fotografía 6.12. Sexta Marcha Carnaval……………………………………… 146 
Fotografía 6.13. Cartel convocatoria séptima Marcha Carnaval……………… 146 
Fotografía 6.14. Séptima Marcha Carnaval…………………………………… 146 
Fotografía 6.15. Cartel convocatoria octava Marcha Carnaval……………….. 147 
Fotografía 6.16. Octava Marcha Carnaval……………………………………. 147 
Fotografía 6.17. Diplomado ambiental………………………………………... 150 
Fotografía 6.18. Intervención del CA en el Concejo Municipal de Ibagué…… 152 
Fotografía 6.19. Ciclotón promoviendo la consulta popular………………….. 153 
Fotografía 6.20. Boletín 10 SOS Ambiental………………………………….. 154 
Fotografía 6.21. Boletín 11 SOS Ambiental………………………………...... 154 
Fotografía 6.22. Apoyo desde París a la consulta popular……………………. 157 
 
 
Fotografía 6.23. Apoyo desde New York a la consulta popular……………… 157 
Fotografía 6.24. Noticia de la muerte del líder ambiental César García 159 
Fotografía 6.25. Placa conmemorativa dedicada a César García “El Loco”…. 160 
 
Índice de acrónimos y siglas 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGA 
Andi 
CA 
CADV 
CIDH 
Coovisión 
Cortolima 
Cosajuca 
DANE 
Ecotierra 
Fedearroz 
Ingeominas 
MS 
MSO 
LGBTIONG 
OSC 
OTI 
RCAT 
TMR 
UT 
 
AngloGold Ashanti 
Asociación Nacional de Empresarios de Colombia 
Comité Ambiental 
Comité Ambiental en Defensa de la Vida 
Comisión Interamericana de Derechos Humanos 
Cooperativa de servicios audiovisuales 
Corporación Autónoma Regional del Tolima 
Colectivo Socio Ambiental Juvenil de Cajamarca 
Departamento Administrativo Nacional de Estadística 
Emprendedores por la Ecología y la Tierra 
Federación nacional de arroceros 
Instituto Colombiano de Geología y Minería 
Movimiento Social 
Movimiento Social Organizado 
Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales 
Organización No Gubernamental 
Organización de la Sociedad Civil 
Organización Internacional del Trabajo 
Red de Comités Ambientales del Tolima 
Teoría de la Movilización de Recursos 
Universidad del Tolima 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
En el año 2007 se dio a conocer el descubrimiento de un importante yacimiento de oro en el 
municipio de Cajamarca, departamento del Tolima, Colombia, cuyo proyecto minero se 
denomina La Colosa
1
. Este yacimiento de oro tiene el potencial de ser el quinto de mayor 
producción anual de oro a nivel mundial. Su descubrimiento es el resultado del proceso de 
exploración de la transnacional sudafricana AngloGold Ashanti (AGA), la tercera corporación 
en producción de oro en el mundo (BM Colombia Solidarity Campaign, 2013). Actualmente, 
La Colosa continua en la etapa de exploración y para su explotación esta transnacional 
sudafricana pretende utilizar técnicas de minería a cielo abierto. 
 
La noticia sobre este descubrimiento alarmó especialmente a líderes campesinos de 
Cajamarca, así como a estudiantes y profesores de la universidad pública del departamento: la 
Universidad del Tolima, esto porque preveían los impactos negativos de la minería a cielo 
abierto en el caso de que esta técnica se use en la explotación de La Colosa, ya que esta zona 
tiene una significativa actividad agrícola y posee importantes fuentes hídricas; por ello, tras 
diversas jornadas de difusión y discusión en comunidad se dio paso a la conformación de los 
primeros Comités Ambientales (se abreviarán por sus siglas como CA) en el municipio de 
Cajamarca y en la capital departamental, la ciudad de Ibagué, entre 2010 y 2011. El objetivo 
central de estos nacientes comités fue impedir la ejecución de la cuarta etapa –la explotación– 
del megaproyecto minero. 
 
Según Clavel (2015) los CA son organizaciones municipales afectadas por el modelo 
económico extractivista que se ha impulsado en Colombia; y estos CA conforman la Red de 
Comités Ambientales del Tolima (en adelante RCAT) constituyéndose en un espacio 
departamental para la construcción de sinergias para la defensa del agua y el territorio, los CA 
llevan más de cinco años trabajando en temas de formación y acción ambiental (Clavel, 2015). 
 
1
 Adopta el nombre de una de las quebradas ubicada en el municipio de Cajamarca. 
 
2 
 
La RCAT está integrada en el norte por el CA del Líbano, CA de Santa Isabel, CA de 
Armero Guayabal, CA de Palocabildo, CA de San Jerónimo, Casabianca y Falan, CA de 
Murillo y CA de Venadillo; en la zona centro del departamento el CA en Defensa de la Vida 
(Ibagué), CA de Espinal, CA de Rovira, CA de Doima y Piedras, CA de Cajamarca y Anaime; 
y en la zona sur el CA Pro Defesa del Rio Saldaña (municipios de Purificación y Saldaña); CA 
del Sur (municipios de Natagaima, Coyaima y Ataco) (Clavel, 2015). 
 
De esta manera la RCAT constituye una movilización de oposición que surge en el 
contexto de la minería a gran escala en Colombia, integrada por diversos actores sociales, 
instituciones y organizaciones. Además, acuden a la promoción de múltiples mecanismos de 
participación ciudadana mediante las audiencias públicas, veedurías y consultas populares, 
siendo la primera movilización social en Colombia que logró usar este último mecanismo de 
participación para tomar decisiones con respecto a temas mineros. Dentro de las acciones no 
institucionales de la RCAT se encuentran la realización de marchas –como la emblemática 
“Marcha Carnaval en defensa de la vida”–, los plantones, talleres, foros y conferencias en 
veredas
2
, barrios, colegios y universidades (BM Colombia Solidarity Campaign, 2013, Clavel, 
2015 y Corredor, 2014). 
 
Lo anterior conduce a proponer la siguiente pregunta ¿constituye la RCAT un 
movimiento social?, según Turner y Killian citados por Javoly, et ál. (2001:39) los 
movimientos sociales pueden definirse como “una colectividad que actúa con cierta 
continuidad para promover o resistir un cambio en la sociedad (o grupo) de la que forma 
parte”. Se evidencia en esta definición tres elementos fundamentales: la colectividad que 
realiza acciones comunes no institucionales, la actuación continua que implica algún tipo de 
organización, y un objetivo que puede ser el cambio social o la resistencia al mismo (Javaloy, 
et ál., 2001). 
 
Teniendo esta definición como marco de referencia se puede afirmar que la RCAT es 
un movimiento social (MS), ya que se trata de una colectividad que realiza acciones no 
institucionales cuyo objetivo es oponerse al megaproyecto La Colosa y que se ha mantenido 
 
2
 División territorial de los municipios en Colombia. 
 
3 
 
en el tiempo. Además, puso la discusión sobre esta problemática en la agenda pública del 
departamento del Tolima y a su vez ha alcanzado cierto nivel de organización y cooperación 
con miras al alcance de reivindicaciones en defensa del territorio. 
 
Este último aspecto de la organización es de importancia desde el punto de vista de la 
Teoría de la Movilización de Recursos (en adelante se llamará por sus siglas: TMR), debido a 
que la permanencia de un movimiento social está ligada al desarrollo de organizaciones 
formales, liderazgos y procedimientos para la toma de decisiones; la organización permitirá al 
movimiento permanecer en el tiempo, concretar mejor sus objetivos, escoger y planificar en 
detalle sus formas de acción (Javaloy, et ál., 2001). 
 
En este orden de ideas, la pregunta que guio la investigación fue: ¿cuáles son las 
características y los recursos movilizados que han configurado la estructura organizacional 
actual de la RCAT? Con respecto a esta pregunta, se propuso como objetivo general analizar 
la estructura organizacional generada por la RCAT que le ha permitido constituirse en un MS 
entre los años 2010 a 2016. 
 
Y los objetivos específicos son los siguientes: 
 Describir las etapas de la movilización social de la RCAT entre los años 2010 a 2016. 
 Identificar los objetivos y los repertorios de acción empleados por de la RCAT entre 
los años 2010 a 2016. 
 Caracterizar la organización externa e interna de la RCAT entre los años 2010 a 2016. 
 Reconocer los recursos morales, humanos, culturales, socio-organizativos y materiales 
movilizados por la RCAT entre los años 2010 a 2016. 
 
El MS en oposición a La Colosa constituye un ejemplo de lo que denomina Svampa 
(2014) como el nuevo ciclo de las acciones colectivas que han surgido en América Latina a 
partir de la década de los noventa, y que llevan al debate público problemáticas propias de la 
implementación del neoliberalismo; dichos movimientos han logrado ampliar su plataforma 
discursiva, la representatividad social e involucrar la reivindicación de la tierra y el territorio 
como elementos centrales ante el avance del modelo extractivo exportador. De manera 
 
4 
 
semejante, pueden ser calificadas las reivindicaciones de la RCAT, al estar centradas en la 
“defensa de la vida, el agua, el territorio y la soberanía alimentaria”. Además, de ser una 
movilización “paradigmática en la confrontación contra la gran minería” en Colombia 
(Corredor, 2014:52), que haarticulado múltiples actores sociales a nivel nacional e 
internacional, y que hace uso de tácticas diversas, que van desde la formación y divulgación 
de aspectos técnicos, económicos, culturales, sociales y espirituales entorno a los impactos 
negativos de la gran minería, hasta las acciones de movilización no violentas con la finalidad 
de dar a conocer sus demandas e influir en sus adversarios (Clavel, 2015). 
 
Por ello, con la presente investigación se espera contribuir al análisis de los 
movimientos sociales en Colombia desde la TMR, partiendo de la necesidad de utilizar dicha 
perspectiva para estudiar las acciones colectivas en lugares, tiempos y contextos diferentes a 
los europeos o norteamericanos, y que ello pueda conducir a la posterior comparación de casos 
y situaciones. 
 
Más allá de la contribución al estudio de los movimientos social en Colombia desde la 
TMR, es importante resaltar que los resultados de la investigación acerca de la RCAT aportan 
a la sistematización de la experiencia organizativa que en la actualidad se está desarrollando 
en el Tolima. 
 
La investigación inició con el supuesto de que la permanencia temporal y la extensión 
de la movilización social por parte de los CA es resultado del proceso de formalización o 
institucionalización por el cual pasan los movimientos sociales, hasta transformarse en un 
Movimiento Social Organizado (MSO); por ello, se planteó la posibilidad de encontrar en la 
RCAT las siguientes características: 
 
 Flujo de recurso humano en crecimiento, debido a la vinculación de estudiantes, 
académicos, políticos, asociaciones civiles ambientalistas y habitantes del Tolima. 
Recursos materiales aportados por los simpatizantes de la RCAT y algunos 
empresarios que podrían ser afectados por el megaproyecto. Recursos morales 
vinculados al apoyo de parte de los habitantes del Tolima, quienes a través de la 
 
5 
 
divulgación de información por parte de los CA, la RCAT y otros actores, se han 
hecho conscientes de los impactos negativos de la minería a cielo abierto. Recursos 
culturales representados por la realización de la denominada “Marcha Carnaval”, 
además de las conferencias y reuniones informativas. Y recursos socio-organizativos 
constituidos por ayudas recibidas por parte de Organizaciones No Gubernamentales 
(ONG´s) y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC). 
 
 Estructura interna con algún tipo de formalización o institucionalización, liderazgos 
formales y procedimientos establecidos para la toma de decisiones; es decir, 
estructuras organizacionales formales y complejas que han contribuido al logro de 
algunos de los objetivos del movimiento social. 
 
 Estructura externa constituida por vínculos con los habitantes del Tolima, 
principalmente académicos, estudiantes, campesinos, políticos, ONG´s y OSC. Y como 
adversarios principales la transnacional AGA y las autoridades nacionales, 
departamentales y locales. 
 
 Se encuentra en etapa de consolidación o institucionalización y su objetivo de 
movilización no se ha transformado a través del tiempo. 
 
 Hacen uso de repertorios de acción institucionales y no institucionales convencionales 
como marchas y plantones. 
 
El marco conceptual desde el cual se realizó esta investigación es la Teoría de la 
Movilización de Recursos (TMR) de la escuela norteamericana para el estudio de los 
movimientos sociales; sin embargo, antes de abordar a profundidad dicha teoría se hace una 
revisión de diversas propuestas teóricas desde las cuales se estudian las acciones colectivas y 
movimientos sociales. Se parte de la definición de movimiento social propuesta por Sidney 
Tarrow (1997), de los aportes acerca de los movimientos sociales organizados realizada por 
Mc Carthy y Zald (1997) y los elementos que conforman la estructura organizacional de los 
movimientos sociales definidos por Kriesi (1996). 
 
 
6 
 
Con la finalidad de analizar la estructura organizacional de la RCAT se abordó la 
investigación desde el paradigma cualitativo, el cual permitió la comprensión de la 
movilización desde la perspectiva de los actores y su experiencia, recopilando sus visiones, 
percepciones y significados (Barragán, 2008). El método de investigación utilizado fue el 
estudio de caso, el cual estuvo dirigido a la comprensión de las dinámicas presentes en este 
singular caso de movilización; se utilizaron como técnicas de recolección de información la 
entrevista semiestructurada y la observación de campo. Además, el análisis de la información 
se realizó mediante la utilización de la técnica de análisis de contenido. 
 
Dentro de los alcances de la investigación se encuentra la recolección de material acerca 
de la RCAT que puede ser objeto de análisis posterior desde categorías como las 
oportunidades políticas y los procesos de enmarcación, esto teniendo en cuenta otros 
componentes fundamentales de la TMR. Así mismo, se logró el contraste de una de las teorías 
para el estudio de los movimientos sociales con la realidad particular de la RCAT a partir de la 
interpretación de las experiencias narradas por los actores vinculados a la movilización. 
 
Se evidenció la noción de territorio y su defensa como un aspecto central en los 
argumentos de movilización de la RCAT, motivo por el cual en próximas investigaciones es 
necesario involucrarlo como categoría central por su importancia en el desarrollo de los 
movimientos sociales en oposición a la gran minería en Colombia. Contemplando que el 
territorio como categoría involucra la noción de identidad y ésta a su vez entra en juego 
cuando de movilizar recursos se trata. 
 
Una de las limitaciones de la presente investigación está relacionada con el no 
dimensionamiento durante el planteamiento del problema de la ampliación y diversificación 
del objetivo que generó la movilización, puesto que al momento del trabajo de campo se 
rastrearon entre catorce y diecisiete CA distribuidos en todo el departamento del Tolima que 
se movilizan en torno a problemáticas distintas a La Colosa, y cuya organización no se pudo 
conocer a través de entrevistas directas a sus miembros, sino por las referencias realizadas por 
líderes de Cajamarca, Ibagué y Saldaña; puesto que el conocimiento preciso y particular de la 
 
7 
 
dinámica organizativa de cada CA implica mayor tiempo en campo para viajar a los distintos 
municipios. 
 
Otra de las limitaciones del estudio tiene que ver con la dificultad para identificar la 
incidencia de las acciones realizadas por la RCAT para impedir la implementación del 
proyecto minero, ya que para esto se requiere indagar la situación interna y externa –contexto 
nacional e internacional– de la empresa con la finalidad de hacer un balance entre los diversos 
factores propios de las actividades empresariales de AGA y las acciones de la RCAT que han 
obstaculizado la ejecución del megaproyecto minero. Esto excede los objetivos planteados, sin 
embargo, debe ser considerado para investigaciones posteriores. 
 
La tesis se encuentra divida en seis capítulos, en el primer capítulo se describe el marco 
teórico conceptual para el estudio de los movimientos sociales desde la TMR; el segundo 
capítulo aborda la estrategia metodológica empleada para el desarrollo de la investigación; en 
el tercer capítulo se elabora el contexto histórico del surgimiento de los CA y de la RCAT, 
teniendo como marco de referencia el auge de los proyecto de minería a gran escala en 
Colombia y los impactos negativos que se pueden presentar a partir de la implementación del 
proyecto minero La Colosa; el cuarto capítulo está dedicado a realizar la descripción y el 
análisis de las etapas de la movilización y el flujo de recursos de la RCAT; el quinto capítulo 
caracteriza y analizan la estructura interna y externa de la RCAT; el último capítulo reconoce 
los objetivos de movilización de la RCAT y los repertorios de acciónutilizados para el logro 
de dichos objetivos. Dentro de las conclusiones generales se exponen los principales hallazgos 
de la investigación y la repuesta a la pregunta que dio pie al estudio. 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
 
 
CAPÍTULO I. 
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DESDE LA TEORÍA DE LA 
MOVILIZACIÓN DE RECURSOS 
 
El objetivo central de este capítulo es presentar las principales perspectivas teóricas desde las 
cuales han sido estudiados los movimientos sociales, y con ello justificar la elección de la 
teoría de la movilización de recursos como la indicada para cumplir con los objetivos que 
persigue la presente investigación. En la primera sección de este apartado se aborda el 
surgimiento de los nuevos movimientos sociales en América Latina y las disciplinas y 
corrientes teóricas que se han dedicado al estudio de los mismos. La segunda sección está 
dedicada a los conceptos centrales de la escuela europea y norteamericana respecto a los 
movimientos sociales. Posteriormente, se aborda la conceptualización que desde la teoría de la 
movilización de recursos se hace acerca de los movimientos sociales; y por último se exponen 
los componentes de la estructura organizacional de los denominados Movimientos Sociales 
Organizados (MSO) los cuales se utilizaron como categorías a ser identificadas y analizadas 
para el caso de la RCAT. 
 
1.1. Los nuevos movimientos sociales en América Latina, disciplinas y corrientes teóricas de 
estudio. 
 
La década de los ochenta estuvo caracterizada por el surgimiento de nuevos sujetos sociales y 
nuevos movimientos sociales
3
, por tanto, los estudios desde diferentes disciplinas estuvieron 
avocados a este fenómeno (De Sousa Santos, 2001). En un primer momento, se desarrolló en 
Europa y Estados Unidos bibliografía para el estudio de dichas movilizaciones, ésta luego fue 
 
3
 Para teóricos como Charles Tilly y Craig Calhoun la idea de “nuevo” es debatible, ya que se ha evidenciado 
que movimientos del siglo XIX emplearon por ejemplo repertorios de acción y procesos identitarios que hoy en 
día continúan vigentes (Staggenborg, 2011). 
 
9 
 
empleada para analizar el surgimiento y desenvolvimiento de los movimientos sociales en el 
contexto Latinoamericano. 
 
Teniendo en cuenta que los denominados viejos movimientos sociales fueron 
caracterizados bajo el contexto de las relaciones desiguales entre clases, en donde los actores 
sociales tradicionales –obreros, sindicatos y clase trabajadora– emprendieron acciones 
colectivas tras las condiciones de opresión, y con el ideal del cambio social a través de las 
transformaciones en las estructuras estatales (Parra, 2005). La novedad de los nuevos 
movimientos sociales radica en la identificación de nuevas formas de opresión, que 
sobrepasan las relaciones desiguales entre clases sociales, generadas a partir de la producción 
de bienes o servicios, y de la apropiación de la plusvalía, producto del trabajo asalariado. Por 
ello, con el surgimiento de los llamados nuevos movimientos sociales, los movimientos 
obreros no cuentan con privilegios en los procesos sociales de emancipación, aunque no por 
esto deben olvidarse las llamadas viejas opresiones (De Sousa Santos, 2001). 
 
Lo nuevo ha sido definido de esta manera por centrarse en actores sociales nuevos y no 
tanto en estructuras, “por pensar la transformación social en términos de pequeños cambios 
que se pueden ir generando desde el aquí y ahora a través de las prácticas cotidianas que 
tienden a la autonomía y a través de la construcción de identidades sociales” (Parra, 2005:74). 
Bajo este contexto se ubicaron los movimientos ecologistas, pacifistas, antirracistas, 
feministas, de consumidores y de autoayuda que surgieron en Europa y Estados Unidos (De 
Sousa Santos, 2001). En América Latina, los nuevos movimientos sociales se caracterizaron 
por ser heterogéneos, y surgen dentro un contexto de crisis o transición a la democracia, de 
insatisfacción de necesidades básicas y de consolidación del modelo económico neoliberal. 
 
De esta manera grupos de mujeres y hombres en Latinoamérica se han organizado en 
torno a reivindicaciones y objetivos diversos; dentro de los cuales se encuentran grupos en 
contra de los efectos de las políticas económicas, organizaciones de derechos humanos, 
movimientos de pueblos indígenas, asociaciones de trabajadores, movimientos pro vivienda, 
asociaciones vecinales, comunidades de iglesias, asociaciones étnicas, movimientos de 
 
10 
 
mujeres, grupos de jóvenes, coaliciones para la preservación del medio ambiente, 
movimientos de derechos gays y lésbicos, entre otros (Obarrio, s.f.) 
 
De acuerdo a Parra (2005), los nuevos movimientos sociales en América Latina han 
sido sujeto de estudio desde diferentes disciplinas y corrientes teóricas, entre las que se 
encuentran: 
 
a) Los estudios realizados desde las ciencias políticas por James Scott, acerca de la 
movilización social a partir de los espacios de la vida cotidiana y las relaciones de poder 
entre dominados y dominadores. 
b) Las elaboraciones desde la antropología por Larissa Lomnitz, en cuanto al desarrollo sobre 
las redes sociales en la cotidianidad, y cómo estas pueden dar cuenta de la sobrevivencia 
de sectores marginados. 
c) Los aportes realizados desde la historiografía por los Estudios Post-coloniales y por el 
Grupo de Estudios Subalternos de América Latina, a través de la reconstrucción de la 
trayectoria de movimientos sociales de grupos subordinados; entrándose en la crítica a los 
parámetros occidentales que desconocen las formas de hacer y saber, y las maneras de 
organizarse de las culturas originarias no occidentales. 
d) Los estudios sobre conflictividad y clase obrera, desde la perspectiva marxista, haciendo 
énfasis en la relación entre la teoría y la práctica transformadora de los movimientos 
sociales; además de la aplicación de las diferentes categorías para el análisis de la realidad 
de las estructuras desiguales en donde emergen los movimientos. 
e) Los estudios post-estructuralistas, post-marxistas y post-modernistas; desde los cuales se 
destacan los aportes de Ernesto Laclau, al articular elementos del psicoanálisis con el 
campo de la acción política; los conceptos de contrapoder y multitud en las experiencia de 
autonomía trabajados por Antonio Negri y Michel Hard; y las contribuciones realizadas a 
partir las conceptualizaciones del poder desde Michel Foucault, que critican la idea de 
cambiar el mundo por medio de la toma del poder, idea predominante en la práctica 
revolucionaria. 
f) La psicología social con las teorías de las minorías activas de Serge Moscovici, la cual se 
centra en los procesos de los grupos minoritarios que influyen e inducen cambios en la 
 
11 
 
población mayoritaria teniendo como punto fundamental el conflicto simbólico; y el 
interaccionismo simbólico, que en el contexto del movimiento social se enfoca en la 
interacción que produce significados sobre las acciones colectivas e individuales. 
g) La teoría de los movimientos sociales con sus dos paradigmas: el de la identidad de la 
escuela europea, y el de la movilización de recursos dentro de la escuela norteamericana; 
estos paradigmas han sido los más utilizadas y readaptados para el análisis de los 
movimientos sociales en América Latina (Parra, 2005 y Gamba: 2011), por ello requieren 
un abordaje especial en el siguiente apartado. 
 
1.2. Los movimientos sociales desde las escuelas norteamericana y europea 
 
Las acciones colectivas y los movimientos sociales han sido objeto de estudio de la teoría 
social, con la aparición de los denominados nuevos movimientos sociales durante la segunda 
mitad del siglo XX y a partir de las dificultades que presentaron los modelos marxista y 
estructural funcionalista para comprenderlos (Vásquez, 2003) surgen las dos escuelas de 
importancia,por sus contribuciones metodológicas y conceptuales para el estudio de los 
movimientos sociales: la escuela europea y la escuela norteamericana (al respecto ver Figura 
1). 
 
La escuela europea, cuyo principio básico es la capacidad de los sujetos de reconocerse 
y ser reconocido como parte de la sociedad, lo que implica la construcción de identidades en 
sí, para sí o para el otro (Jiménez, 2007) y orientada al “por qué” de la acción colectiva 
(Vásquez, 2003). Por otro lado, la escuela norteamericana que centra sus aportes en la noción 
de estrategia, desde dos perspectivas: las teorías del comportamiento colectivo y la 
movilización de recursos (Staggenborg, 2011) y orientada al “cómo” de la acción colectiva 
(Vásquez, 2003). 
 
De esta manera el por qué y el cómo son el inicio de las preguntas que frecuentemente 
se formulan ante la aparición y desenvolvimiento de las acciones colectivas y las 
movilizaciones sociales, sin embargo, la presente investigación se ha centrado en el “cómo”, 
sin olvidar que para responder el “por qué” se debe ser hacer referencia a la configuración de 
 
12 
 
identidades a partir del territorio que es transformado por las actividades mineras a gran 
escala. 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1.1. Escuelas de estudio de los Movimientos Sociales 
 
 
 
Fuente: Elaboración propia con base en Jiménez, 2007 y Staggenborg, 2011. 
 
 
Para Della Porta y Diani citados por Vásquez (2003) un factor de importancia 
determinante para el surgimiento de estas nuevas teorías es atribuido a la diversidad de 
objetos de estudio que se dieron en ambos continentes; y al nacimiento de los movimientos 
sociales en Estados Unidos derivados de oleadas de protestas que rápidamente se convirtieron 
en pragmáticas y estructuradas, en contraste con los nuevos movimientos que surgieron en 
Europa y mantuvieron características de los movimientos obreros con énfasis en la ideología. 
 
1.2.1. Escuela europea y el paradigma de la identidad 
 
13 
 
 
Desde la escuela europea las teorías de los movimientos sociales se denominan teorías de la 
identidad; esta tiene su principal punto de referencia en los sucesos de mayo de 1968 en 
Francia, el denominado “Mayo Francés”; dicho acontecimiento evidenció la ruptura con el 
paradigma clásico de la lucha de clases; puesto que, se hicieron visibles nuevos actores 
sociales, con sus diversas reivindicaciones (Gamba, 2011). Los principales representantes de 
esta escuela son: el sociólogo italiano Alberto Melucci y el sociólogo francés Alain Touraine 
(Jiménez, 2007). 
 
Estos teóricos han argumentado que los nuevos movimientos sociales difieren en la 
estructura, tipo de constitución e ideología con respecto a los movimientos de la sociedad 
industrial, en particular de los movimientos obreros; sin embargo, es necesario clarificar bajo 
la categoría de teorías de los nuevos movimientos sociales pueden estar puntos de vista 
diversos acerca de los movimientos sociales, como lo son las perspectivas de la acción 
colectiva y la movilización de recursos –que hace parte de la escuela norteamericana– 
(Staggenborg, 2011). 
 
Los intelectuales de la escuela europea centraron sus estudios en los nuevos conflictos 
que acompañan los cambios a gran escala y los distintos procesos relacionados con la 
construcción y creación de movimientos sociales; uno de estos procesos es la identidad 
colectiva, entendida como el sentido de experiencias y valores compartidos que conectan a los 
individuos a los movimientos y da un sentido a la acción, o la sensación de que éstos pueden 
cambiar a través de la acción colectiva (Staggenborg, 2011). 
 
Según Alberto Melucci las identidades son construidas continuamente por grupos 
pequeños organizados o actores unificados con estabilidad relativa, y que en algunas 
oportunidades pueden detonar en acciones colectivas. Para entender cómo los movimientos 
sociales se construyen es necesario contemplar la formación y mantenimiento del marco 
cognitivo y las relaciones sociales base de la acción colectiva (Staggenborg, 2011). 
 
 
14 
 
Dichos intelectuales, en el marco de la denominada teoría accionalista plantearon que 
la sociedad descansa en la acción social colectiva y es producto de las relaciones sociales. A 
su vez, la sociedad es definida como un sistema con capacidad de reproducción, adaptación, 
creación y producción de sí misma. El conflicto es motor de la estructura y de la acción 
colectiva; y “las nuevas identidades crean espacios para el surgimiento de conductas colectivas 
autónomas” (Jiménez, 2007:16). A su vez, propusieron tres niveles fundamentales para el 
análisis de las acciones colectivas y los movimientos sociales: la historicidad; los elementos 
vinculados al sistema institucional y el conjunto de organizaciones sociales; y el conflicto 
surgido del sistema de acción histórica y las relaciones de clase (Jiménez, 2007). 
 
Ahora bien, para el accionalismo los principios básicos de la acción colectiva son tres: 
la identidad, la oposición ante un adversario y la construcción de un proyecto que puede o no 
romper con la historicidad (Jiménez, 2007). “En este marco conceptual, los nuevos 
movimientos sociales son definidos como redes de formación de identidades, generadores de 
espacios públicos de gestión, de representación y de reconocimiento como movimientos 
autoconstruidos” (Jiménez, 2007:18). 
 
Se debe enunciar que para el caso de América Latina a la luz de los planteamientos de 
Alan Touraine citados por Harvey (1998) no existen movimientos sociales, puesto que reserva 
la categoría movimiento social para las luchas por la historicidad, o por “el conjunto de 
modelos culturales que gobiernan las prácticas sociales” (1998:35-36). En Latinoamérica 
dicha historicidad hace parte de un modo dominante establecido por el Estado, que la sociedad 
civil es incapaz de desafiar al verse forzada a jugar de acuerdo a las reglas estatales (Harvey, 
1998). Según Neil Harvey, los modelos de Touraine responden al contexto de la sociedad 
europea occidental posindustrial de luchas por los sentidos culturales, las identidades y la 
diferencia, puesto que las demandas materiales y la lucha de clases no ocupaban un lugar 
central en el conflicto social, es por esto que según la clasificación de Touraine en América 
Latina existen “comportamientos defensivos colectivos”, que son acciones dirigidas al Estado 
para la solución de demandas; y los movimientos que logran modificar decisiones son 
considerados “luchas sociales” (1998:36). 
 
 
15 
 
1.2.2. La escuela norteamericana 
 
Desde la escuela norteamericana se encuentran dos grandes enfoques para el estudio de los 
movimientos sociales: la teoría del comportamiento colectivo y la movilización de recursos; 
estos enfoques, a su vez, internamente presentan algunas variaciones que se explicarán a 
continuación. 
 
 
 
 
1.2.2.1. Teoría del comportamiento colectivo 
 
Se encuentra una amplia variedad de enfoques que incluyen la categoría de comportamiento 
colectivo, esta puede ser considerada la perspectiva clásica desde la cual se han estudiado los 
movimientos sociales; a su vez desde esta teoría se han estudiado variedad de fenómenos 
como las multitudes, los disturbios, modas, culturas religiosas, movimientos sociales, 
revoluciones, entre otras (Staggenborg, 2011). 
 
Según el recuento que realiza Staggenborg (2011) sobre esta teoría, las diferentes 
enfoques sobre el comportamiento colectivo comparten tres supuestos: en primer lugar, ubican 
las acciones colectivas fuera de las estructuras institucionalizadas, aunque algunos teóricos 
tengan en cuenta los vínculos entre las acciones institucionales y no institucionales; en 
segundo lugar, los movimientos sociales y otras formas de acciones colectivas son el resultado 
de algún tipo de tensión o ruptura estructural; en tercer lugar, asigna un rol de importanciaa 
las creencia compartidas de los participantes en el estudio del surgimientos de movimientos 
sociales y otras formas de acción colectiva. A pesar de los tres supuestos compartidos, existen 
diferencias importantes entre los enfoques de estudio del comportamiento colectivo, 
Staggenborg (2011) menciona cuatro enfoques o escuelas: la escuela de Chicago, la teoría de 
Smelser, la teoría de la sociedad de masas y la teoría de la privación relativa. 
 
 Enfoque del comportamiento colectivo de la Escuela de Chicago 
 
16 
 
 
Este enfoque fue iniciado en 1920 por los sociólogos Robert Park y Ernest Burgess, y fue 
desarrollado posteriormente por sociólogos asociados al interaccionismo simbólico
4
, entre sus 
representantes se encuentran Herbert Blumer, Turner y Lewis Killian (Staggenborg, 2011). 
 
El interaccionismo resalta que las conductas colectivas son componentes de la vida 
social, es decir, parte del funcionamiento de la sociedad y factores de cambio dentro de la 
misma. Privilegiando la motivación individual o situación del actor como determinante de la 
acción colectiva (Jiménez, 2007). De acuerdo con esta perspectiva la acción colectiva se 
desarrolla cuando los sistemas de significados y fuentes de información se han fragmentado, lo 
que conduce a los actores a construir nuevos significados que guíen sus comportamientos 
(Staggenborg, 2011). 
 
El sociólogo Herbert Blumer “se interesó por la creación de nuevas normas, los 
procesos de autorregulación, los procesos espontáneos de aprendizaje social e innovación en el 
comportamiento colectivo” (Jiménez, 2007:4). Para Blumer los movimientos sociales pueden 
ser definidos como empresas colectivas cuya finalidad es crear un nuevo orden de vida 
(Vásquez, 2003). Por su parte Turner y Killian “destacan el papel de la norma emergente 
como visión compartida de la realidad que justifica y coordina el comportamiento colectivo. 
En el caso de los movimientos sociales, que son formas complejas y sostenidos de 
comportamiento colectivo, las normas emergentes pueden convertirse en ideologías altamente 
elaboradas”
5
 (Staggenborg, 2011:14). 
 
De esta manera, en el interaccionismo se desarrollaron posturas que relacionaron las 
acciones colectivas a la integración y el conflicto, al orden e innovación o cambio. Y además, 
más que al estudio de los movimientos sociales, esta perspectiva se dedicó al análisis de la 
acción colectiva en términos de comportamientos cotidianos e institucionalizados (Jiménez, 
2007). 
 
4 El interaccionismo simbólico es una teoría de la psicología social que se centra en cómo los actores construyen 
significados a través de la interacción social (Staggenborg, 2011). 
 
5
 Traducción realiza por la investigadora en formación. 
 
17 
 
 
 Teoría del comportamiento colectivo desde el funcionalismo 
 
Desde esta corriente los aportes a la acción colectiva fueron realizados por Talcott Parsons, 
Robert Merton y principalmente por el sociólogo Neil Smelser (Jiménez, 2007). Aunque la 
obra de Parsons no estuvo dedicada al estudio de las acciones colectivas y los movimientos 
sociales, se pueden asociar algunos elementos para dicho tema; es así como desde Parsons se 
explica el surgimiento de los movimientos sociales en relación a situaciones de desequilibrio y 
de poca funcionalidad en los procesos de integración del sistema social (Jiménez, 2007). 
 
En la obra de Merton se distinguen dos formas de catalogar el comportamiento que 
conllevan a las acciones colectivas: el comportamiento desviado y el comportamiento 
inconforme. El primero, se enfrenta a las normas que le son desventajosas, pero acepta los 
medios institucionales para alcanzar el cambio; y el segundo, pretende cambiar y sustituir 
valores que considera inadecuados, cuestionando en ocasiones los medios. Igualmente, se 
pueden distinguir entre las acciones colectivas, que son producto de la disgregación del 
sistema y las que tienden a la transformación de las bases del sistema (Jiménez, 2007). 
 
De acuerdo a Neil Smelser la acción colectiva es respuesta a las crisis y 
transformaciones sociales; y éstas a su vez son canalizadas por el sistema para el 
restablecimiento del orden. Smelser, definió los movimientos sociales como un efecto 
secundario de transformaciones sociales que suceden rápidamente, dichos cambios se traducen 
como incapacidad de las instituciones y los mecanismos de control social para reproducir 
cohesión social; también denotan intentos de la sociedad para reaccionar ante situación crítica 
(Vásquez, 2003). 
 
Smelser propuso un modelo del “valor agregado” compuesto por seis factores 
determinantes que pueden explicar la acción colectiva: en primer lugar las condiciones 
estructurales de conductividad social, que está relacionada con posibilidad o predisposición 
para la ocurrencia de ciertos tipos de acciones colectivas; en segundo lugar, la tensión 
estructural, que tiene que ver con las condiciones de privación real o anticipada que conducen 
 
18 
 
a un clima social en donde los individuos simpatizan y se identifican con situaciones que les 
son comunes; en tercer lugar, el crecimiento y difusión de la creencia generalizada hace que la 
situación sea significativa para los participantes de la acción colectiva; en cuarto lugar, los 
factores precipitantes como los acontecimientos o eventos puntuales que encienden la llama; 
como quinto factor esta la movilización para la acción, relacionado con la necesidad de 
liderazgos y organización para la movilización; y por último, el control social que puede 
actuar para prevenir la acción colectiva (Staggenborg, 2011). 
 
Las principales críticas a los planteamientos de Smelser están avocadas a la atribución 
de las acciones colectivas a disfunciones en los procesos de integración social, sin tener en 
cuenta los conflictos que pueden ser constantes al interior del sistema (Jiménez, 2007) y el 
ascenso de los movimientos sociales puede ser explicado por elementos como las 
oportunidades políticas, los recursos y la organización. Además, en sus argumentos no es claro 
el criterio para identificar una tensión social de un movimiento social o de otras formas de 
comportamiento colectivo (Staggenborg, 2011). 
 
 Teoría de la sociedad de masas 
 
Otro de los enfoques es la teoría de la sociedad de masas, desde la cual el comportamiento 
colectivo es consecuencia del aislamiento social, tiene en cuenta que la estabilidad social es 
mantenida por valores comunes que son transmitidos y sostenidos por instituciones. Para 
William Kornhauser citado por Staggenborg (2011) los cambios sociales como la 
industrialización y la urbanización desarraigan a los individuos de las asociaciones normales, 
y en consecuencia los individuos llegan al aislamiento de las instituciones sociales y políticas 
dejándolos susceptibles a ser reclutadas por los movimiento sociales. Por su parte, Eric Hoffer 
también citado por Staggenborg (2011) dentro de esta misma teoría plantea que los individuos 
alienados, fanáticos e irracionales participan en los movimientos sociales buscando identidad y 
sentido de pertenencia. 
 
 Teoría de la privación relativa 
 
 
19 
 
Este enfoque plantea que los individuos participes o iniciadores de las acciones colectivas no 
son los que necesariamente se encuentran en la peor de las posiciones dentro de los grupos 
perjudicados, son aquellos cuya situación ha mejorado, que se sienten insatisfechos con su 
situación en relación con lo que se merecen, y estas evaluaciones las realizan en comparación 
con otros grupos (Staggenborg, 2011). Para Jenkins citado por Staggenborg (2011), aunque 
existan sentimientos de privación relativa ante la ausencia de elementos tales como los 
recursos y la organización no se generan acciones colectivas; además la sensación de 
privación relativa puede surgir de la participaciónen un movimiento en lugar de ser un 
precondición para el surgimiento de los mismos. 
 
1.2.2.2. Teoría de la movilización de recursos y procesos políticos 
 
Hacia los años setentas las investigaciones en Norteamérica sobre los movimientos sociales 
estuvieron enmarcadas por el surgimiento de las teorías de la movilización de recursos y los 
procesos políticos; dichas teorías fueron el resultado de las experiencias de los movimientos 
de dicha época, y de las insuficiencias de las clásicas teorías del comportamiento colectivo 
para explicar los nuevos movimientos. Desde esta perspectiva existe una continuidad entre las 
acciones colectivas y las acciones institucionalizadas, los movimientos sociales son 
considerados como continuaciones de los procesos políticos por otros medios, y por ello son 
tratados como un fenómeno político, en donde el individuo es visto como un actor racional 
que persigue sus intereses a través de formas de acción institucionalizadas o no 
institucionalizadas (Staggenborg, 2011). 
 
El punto de partida para esta teoría fueron los postulados de la elección racional de 
Marcur Olson, quien afirmó que los individuos no participan en acciones colectivas cuando los 
costos superaban los beneficios o ganancias; por lo tanto, los movimientos sociales surgen de 
la participación de los individuos o grupos motivados por la consecución de beneficios 
privados (Jiménez, 2007). 
 
 
20 
 
Ahora bien, al inicio la escuela norteamericana estuvo dividida en dos enfoques que 
hicieron énfasis en el estudio de diferentes aspectos de los movimientos sociales: la teoría de 
los procesos políticos y la teoría de la movilización de recursos. 
 
La teoría de los procesos políticos abordó la interacción de los actores del movimiento 
social con el estado, y el rol de las oportunidades políticas de la movilización y los resultados 
del movimiento social. Así, para los teóricos de este enfoque existe mayor posibilidad de 
surgimiento y éxito de un movimiento social cuando los actores colectivos perciben que 
existen condiciones favorables en el entorno político para el mismo (Staggenborg, 2011). 
 
Sidney Tarrow citado por Staggenborg (2011) propuso algunos elementos que influyen 
en las oportunidades políticas tales como: la extensión de la apertura del gobierno, cambios en 
los alineamientos políticos, las divisiones entre las élites, la disponibilidad de aliados 
influyentes, y la represión o facilitación estatal. A su vez, los movimientos sociales pueden 
crear por sí mismos y para otros oportunidades políticas, puesto que los movimientos que 
inician un ciclo de protesta pueden abrir oportunidades para movimientos posteriores al 
demostrar que existen objetivos vulnerables a la acción colectiva (Staggenborg, 2011). 
 
Con respecto a la teoría de la movilización de recursos los aportes principales fueron 
elaborados por John McCarthy, Zald Mayer, Doug McAdam, J. Craig Jenkins, Anthony 
Obershall, Charles Tilly, Sidney Tarrow y HansPeter Kriesi; a partir la sociología de las 
organizaciones y la ciencia política, con alguna influencia de la economía (Javaloy, et al 
2001); realizando el estudio de las acciones colectivas y los movimientos sociales desde la 
organización y no desde los individuos (Jiménez, 2007). 
 
Los teóricos de la movilización de recursos plantearon que las tensiones y quejas 
siempre se encuentran en las sociedades, y que existen vínculos entre la disponibilidad de 
recursos tangibles o intangibles y la posibilidad de la acción colectiva. Dichos recursos pueden 
no provenir de los grupos agraviados, ya que pueden ser aportados por los constituyentes de 
conciencia, que no necesariamente se benefician individualmente de los logros del 
 
21 
 
movimiento, en algunos casos la capacidad de movilizar constituyentes de conciencia puede 
determinar la eficacia del movimiento (Staggenborg, 2011). 
 
En este enfoque de la movilización de recursos se la da importancia a los liderazgos, ya 
sea por parte de los beneficiarios constituyentes o de los constituyentes de conciencia; así 
mismo, se considera que la estructura organizativa tiene influencia en la permanencia y las 
tácticas usadas por el movimiento social, por ejemplo, las organizaciones formales o 
burocráticas pueden ser capaces de sostener los movimientos en el tiempo, y las 
organizaciones informales puede ser innovadoras en sus tácticas (Staggenborg, 2011). 
 
Conviene subrayar que el enfoque de los procesos políticos fue tratado por algunos 
teóricos como una variante de la teoría de la movilización de recursos, e intentaron 
sintetizarlos en un solo modelo. Dicha síntesis aborda a los movimientos sociales como 
entidades políticas con el objetivo de crear un cambio social; sus estudios analizan las 
características del entorno y la organización de los movimientos, las estrategias que influyen 
en la movilización y los resultados de la acción colectiva (Staggenborg, 2011). 
 
A su vez, con la finalidad de abarcar el análisis de las ideologías y las motivaciones 
que llevan a los individuos a las acciones colectivas, influenciados por teorías de los 
movimientos sociales europeos que dan trascendencia a lo simbólico en las esferas culturales, 
desarrollaron la categoría de enmarcado cultural, como una forma de captar la importancia de 
los significados e ideas que impulsan las movilizaciones (Staggenborg, 2011). 
 
De esta manera, los elementos básicos de la teoría de los movimientos sociales 
norteamericana son: las oportunidades políticas, las estructuras de movilización y el 
enmarcado cultural (Staggenborg, 2011). 
 
Dentro de las limitaciones atribuidas a la teoría de la movilización de recursos se 
encuentra; en primer lugar, que al tener como base la organización visible de las acciones 
colectivas puede dejar fuera el análisis de acciones que no muestran visiblemente señales de 
organización; “en segundo lugar, al considerar a la acción colectiva como una lucha por la 
 
22 
 
apropiación de los recursos y la racionalidad estratégica – instrumental,” (Jiménez, 2007:15) 
contempla el modelo de la elección racional de Olson, y las críticas que se realizan a este; y en 
tercer lugar, el suponer que la lucha por la apropiación de recursos para la movilización se da 
bajo condiciones de igualdad, olvidando la existencia de dominación política (Jiménez, 2007). 
 
Luego de haber realizado un recorrido por los principales aportes, características y 
limitaciones de las escuela europea y norteamericana, desde las cuales se han estudiado las 
acciones colectivas y los movimientos sociales, es necesario clarificar y argumentar que la 
presente investigación tomará como base fundamental la perspectiva propuesta por la teoría de 
la movilización de recursos, puesto que 
 
 ha sido el paradigma de la identidad el que más influencia ha tenido en las investigaciones 
desarrolladas en nuestra región mientras que, el paradigma de la movilización de recursos, ha 
sido la mayoría de veces pasado por alto. En ese sentido, Sonia Álvarez (1989) (citada por 
Escobar, 1991) observa que la falta de atención al paradigma de la movilización de recursos ha 
hecho que muchos tipos de acciones colectivas hayan sido calificadas simplísticamente en 
términos de reclamos de identidad, dejando sin explicar asuntos complejos que tiene que ver 
con lo organizativo, las restricciones y oportunidades políticas, los recursos, etc. (Parra, 
2005:76). 
 
Otro de los argumentos para la utilización de dicha perspectiva tiene que ver con el 
interés en el análisis de un movimiento social como la RCAT, que aparentemente ha 
movilizado recursos de todo tipo, entre ellos el recurso humano, con lo cual entran en juego 
múltiples identidades que serían imposibles de definir y analizar en un corto periodo de trabajo 
de campo pese a su importancia. Además, de constituir una movilización que gira en torno al 
conflicto generadopor los recursos naturales, aspecto en el que prima la formación de una 
colectividad entorno a factores materiales, más que identitarios. 
 
El uso de esta perspectiva se realizará con plena conciencia de que las categorías de 
análisis propuestas surgieron en el marco de otro contexto –Norteamérica en los años sesenta–, 
por ello, no se pueden emplear de manera acrítica y sin contemplar una posible reconstrucción 
adaptada al contexto de los nuevos movimientos sociales, que emergieron en Colombia en 
respuesta a la implementación del modelo neoliberal, y más específicamente al 
neoextractivismo. 
 
23 
 
 
1.3. Los movimientos sociales desde la teoría de la movilización de recursos (TMR) 
 
La teoría de la movilización de recursos (TMR), analiza la acción colectiva a partir de la 
eficacia de las organizaciones para emplear los recursos disponibles con el fin de alcanzar sus 
objetivos; puesto que éstas se mueven en un contexto de mercado, donde los recursos son 
limitados y siempre están en disputa. La movilización es un proceso donde los grupos 
organizados se apropian de recursos, los controlan y canalizan para alcanzar cambios sociales 
(Jiménez, 2007). “El modelo de la movilización de recursos proporciona una teoría integrada 
de cómo se forman las organizaciones, cómo se moviliza el apoyo público, cómo se desarrolla 
el comportamiento de las organizaciones y se decide la táctica política” (Jiménez, 2007:12). 
 
La TMR asume que en las sociedades existe inconformidad y conflictos; entonces la 
acción colectiva dependerá fundamentalmente de la forma en que los individuos se organizan, 
toman la iniciativa y se movilizan. Dentro de los aspectos que investiga esta teoría se 
encuentran los siguientes: el tipo de estructuras usadas, la activación de los afiliados, la 
planificación organizativa, la capacitación de nuevos miembros, entre otros (Jiménez, 2007). 
 
Entre los conceptos fundamentales de la presente investigación, se encuentra el 
concepto de movimientos sociales, que constituyen “desafíos colectivos planteados por 
personas que comparten objetivos comunes y solidaridad en una interacción mantenida con las 
élites, los oponentes y las autoridades” (Tarrow, 1997: 21). 
 
Destaca en la definición de Tarrow (1997) cuatro elementos fundamentales de los 
movimientos sociales: en primer lugar los desafíos colectivos, que se caracterizan por la 
introducción de incertidumbre en la actividades de otros; en segundo lugar los objetivos 
comunes, constituyendo exigencias que se tejen desde intereses y valores comunes solapados 
entre sí, que son expresadas a sus adversarios, a los gobernantes o a las élites; en tercer lugar 
la solidaridad, ya que “los lideres solo pueden crear un movimiento social cuando explotan 
sentimientos enraizados y profundos de solidaridad o identidad” (Tarrow, 1994:24); y por 
 
24 
 
último el mantenimiento de la acción colectiva, ya que un suceso de confrontación solo se 
convierte en movimiento social si se mantiene la acción colectiva frente a los antagonistas. 
 
Para la TMR los movimientos sociales en su primera fase se caracterizan por ser 
espontáneos e informales, y con el transcurrir del tiempo se van estructurando con más 
firmeza, constituyendo organizaciones formales y redes de individuos y grupos. 
 
De esta manera, surge un liderazgo formal y la necesidad de precisar procedimientos 
para la toma de decisiones; la organización permitirá al movimiento permanecer en el tiempo, 
concretar mejor sus objetivos, escoger y planificar en detalle sus formas de acción (Javaloy, et 
ál. 2001). 
 
La TMR clasifica los movimientos sociales y la acción colectiva basados en la 
complejidad de sus organizaciones constitutivas en: a) organización social, b) movimiento 
social, c) organización de movimientos sociales, d) industria de los movimientos sociales, y e) 
sector de movimientos sociales; las diferencias se plantean en términos de estructuras formales 
o informales, grado de complejidad de la organización, grado de politización de los 
individuos, y estructura de liderazgo (Jiménez, 2007:13 y McCarthy y Zald, 1997 ). Cabe 
clarificar que dicha clasificación no es rígida pues los movimientos sociales acuden a 
diversidad de formas organizativas para canalizar la movilización. 
 
En el cuadro 1.1 propuesto por McCarthy (1996) se presentan las dimensiones de las 
estructuras de movilización de los movimientos basado en el grado de formalidad o 
informalidad. 
 
Cuadro 1.1. Clasificación de los movimientos sociales 
 No Movimiento Movimiento 
Informal Redes de amigos 
Vecinos 
Redes de trabajo 
Redes de activistas 
Grupos a fines 
Comunidades de memoria 
Formal Iglesias Movimiento Social Organizado 
 
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Sindicatos 
Asociaciones profesionales 
Comités de protesta 
Escuelas de movilización 
 Fuente: McCarthy, 1996: 145 
 
1.4. Movimientos Sociales Organizados (MSO) 
 
McCarthy y Zald (1997) introducen el concepto de movimiento social organizado (MSO), 
caracterizado por tener amplios objetivos o preferencias de un movimiento social, y a la vez 
objetivos concretos a alcanzar; contando con recursos que incluyen: habilidades de 
especialistas, instalaciones, equipo, trabajo, dinero, legitimidad para convocar y la cantidad de 
esfuerzos dirigidos hacia el logro de las metas de la organización. De la misma manera los 
MSO movilizan sus miembros a la acción colectiva, y persiguen un objetivo político o forma 
de bien común o evitar el mal común (Kriesi, 1996).Los MSO son considerados pilares de las estructuras de movilización de un 
movimiento social, sin embargo no son los únicos componentes de las estructuras de 
movilización de un movimiento; existen redes de parentesco o amistad, redes informales entre 
activistas, industrias de movimientos, organizaciones formales que contribuyen al objetivo del 
movimiento que no necesariamente están vinculadas al proceso de movilización que canaliza 
la acción colectiva (Kriesi, 1996). Ahora bien, cuando se abordan las estructuras de 
movilización se hace referencia a “las formas consensuadas de llevar a cabo acciones 
colectivas, a los repertorios tácticos, a formas organizativas de movimientos sociales concretos 
y a repertorios modulares de los movimientos sociales” (McCarthy, 1999:206). 
 
El análisis de las estructuras de movilización permite identificar los núcleos 
socioestructurales cotidianos de micromovilización, es decir, grupos cuya función principal no 
es la movilización, entre ellos se encuentran unidades familiares, redes de amigos, 
asociaciones voluntarias, centros de trabajo y elementos de la propia estructura del Estado, 
éstas pueden “funcionar como estructuras que facilitan la solidaridad y la comunicación 
cuando se trata de realizar algún tipo de acción de protesta” (McCarthy, 1999:209). 
 
 
26 
 
Para efectos del estudio del movimiento social de la RCAT, se tomarán las estructuras 
organizacionales como elemento a ser analizado a partir de los planteamientos de Hanspeter 
Kriesi (1996) partiendo de cuatro categorías: crecimiento y declive organizacional; estructura 
externa; estructura interna; y los objetivos y repertorios de acción. 
 
1.4.1. Crecimiento y declive organizacional 
 
En primer lugar, se encuentra el crecimiento y declive organizacional, éste hace referencia a 
las variaciones en la cantidad de recursos –activistas y simpatizantes comprometidos– 
disponibles para la movilización y al flujo de recursos que determina otros aspectos de 
desarrollo organizativo (Kriesi, 1996). 
 
Dentro de esta categoría se tendrá en cuenta que la disponibilidad de recursos depende 
del contexto espacial, temporal y circunstancial específico y accesible a los actores colectivos, 
puesto que los recursos se distribuyen de manera desigual dentro de la sociedad y entre ellas, 
también varían de un grupo social a otro y entre los diversos miembros de un grupo (Edwards 
y McCarthy, 2004). 
 
Así mismo, se debe identificar la procedencia de los recursos del movimiento social, ya 
sean de movimientos sociales, estatales, de organizaciones no estatales, de organizaciones 
religiosas, de empresas y corporaciones y/o de personas particulares. Teniendo en cuenta que 
la procedencia de los recursos puede generarle restricciones a las acciones de movilización, la 
apertura de espacios en la toma de decisiones, legitimidad, y en general acceso a diversos tipos 
de recursos (Edwards y McCarthy, 2004). 
 
Bod Edwards y McCarthy (2004) proponen la siguiente clasificación de los recursos 
usados y creados por los movimientos sociales: recursos morales como legitimidad; recursos 
culturales, los cuales incluyen los repertorios tácticos y las estrategias; los recursos socio-
organizacionales que pueden incluir infraestructuras de movimiento, redes y estructuras 
organizacionales; los recursos humanos como el trabajo y la experiencia de los activistas; y los 
recursos materiales como el dinero y los espacios físicos (Staggenborg, 2011). 
 
27 
 
 
 Recursos morales: incluyen la legitimidad, apoyo solidario, apoyo empático y 
celebridad; este tipo de recurso generalmente tiene su origen fuera del movimiento 
social y son otorgados por una fuente conocida con la capacidad de brindar y 
retractarse del respaldo moral (Edwards y McCarthy, 2004). 
 Recursos culturales: hace referencia a las herramientas conceptuales y conocimientos 
especializados que son ampliamente conocidos, como los repertorios tácticos, formas 
de organización y conocimientos técnicos o estratégicos de movilización. Aquí se 
incluye la producción de música, literatura, revistas, periódicos, videos, películas, entre 
otros (Edwards y McCarthy, 2004). 
 Recursos socio-organizativos: éstos son creados o utilizados para acceder a otros 
recursos, se incluyen la organización social intencional, es decir, que fue creada 
específicamente para los objetivos del movimiento social; y las organizaciones 
apropiables, cuya creación no tuvo como objetivo el movimiento, pero los actores del 
movimiento son capaces de acceder a otro tipos de recursos a través de

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