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Literatura (Curso de Acceso) 1 TEMA 4 ENTRE EL 98 Y EL 27 Mientras España liquidaba su imperio con la crisis del 98, Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal ampliaban sus dominios y florecían econó- micamente. Esto demuestra que, en el siglo XX, el Antiguo Régimen se mantenía en forma de imperios y con monarquías al frente, lo que per- petuaba los conflictos heredados del siglo XIX, mientras surgían nuevas tensiones entre los imperios coloniales y los del Este (Imperio Ruso, Im- perio Otomano). Este fue el mejor caldo de cultivo para la Gran Guerra (1914-1918), que dividió el mundo en dos bloques: aliados (Francia, Reino Unido, Rusia y EEUU) y germanófilos (Alemania, Austria-Hungría e Italia). España se mantuvo neutral porque ya había perdido toda su influencia colonial, pero la división en bloques apareció a nivel ideológico entre aliadófilos y germanófilos (partidarios del Antiguo Régimen), que ahondó en el conflicto proveniente de la Guerra de la Independencia (1808- 1814). A pesar de todo, los años veinte fueron de prosperidad econó- mica y de desarrollo de las vanguardias (generación del 14) que busca- ban la renovación del presente revisando el pasado y fomentar el con- cepto del arte por el arte. 1. La generación del 14 y la importancia de José Ortega y Gasset El nombre de esta generación se acuño en 1947 por referencia a la pu- blicación en 1914 de las Meditaciones del Quijote de Ortega y Gasset, pero no hay elementos generacionales que lo confirmen. Junto a Ortega y Gasset se listan nombres que alcanzan la madurez literaria en 1910: Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró, Manuel Azaña, Gregorio Marañón, Juan Ramón Jiménez o Ramón Gómez de la Serna. El líder generacional es Ortega y Gasset, fundador del diario El Sol y de la Revista de Occi- dente en los que participaron autores del 98, el 14 y el 27. Ideológicamente, compartían el deseo de regeneración política y social de España desde el liberalismo del siglo XIX, pero renovado, limpio de corrupción y comprometido con la república. En 1931 se creó la Agrupa- ción al Servicio de la República (Ortega, Marañón y Pérez de Ayala) a la Literatura (Curso de Acceso) 2 que se sumó Manuel Azaña (1880-1940), quien fue presidente del Go- bierno y presidente de la Segunda República. La diferencia con el 98 estriba en que la generación del 14 trata el tema de España desde un enfoque racional, frente al sentimental del 98, que tiene puntos de encuentro en el Quijote (Unamuno y Ortega) y que mues- tran su preocupación por los nacionalismos internos (España inverte- brada de Ortega). El ensayo fue el género principal en autores como Ortega (filósofo), Azaña (político) y Marañón (médico), aunque en el ámbito literario el con- cepto del arte por el arte se radicalizó y se teorizó en la Deshumanización del arte de Ortega: el arte debe librarse de la política, la realidad (rea- lismo) y los sentimientos (romanticismo). Con ello sentaba los principios del vanguardismo dentro y fuera de España. 2. El Noucentisme en Cataluña Eugenio D’Ors (1881-1954) acuñó el término noucentisme en 1906 para identificar una corriente artística y literaria que rechazaba las formas es- téticas heredadas del siglo XIX y especialmente el modernismo hispá- nico. El movimiento se restringe a Cataluña y a la producción en catalán. Se trataba de revalorizar desde una óptica nacionalista la cultura catalana en catalán, como había ocurrido con la Renaixença, pero con el foco en las vanguardias. Los autores principales fueron el propio D’Ors, Josep Carner, Narcís Oller, Joaquim Ruyra, Jacinto Grau, Carles Soldevila o Jo- sep Maria Millàs-Raurell. Vinculada a este movimiento, estuvo la Lliga Regionalista fundada por Francesc Cambó en 1901, antecedente directo del actual nacionalismo catalán. Prat de la Riba, uno de los fundadores, fue President de la Man- comunitat de Catalunya, actual Generalitat, y apoyó la cultura en catalán y su extensión a Levante y Baleares. 3. Las vanguardias en Europa y en España Entre 1918 y 1939 se desarrollaron las vanguardias en todo el mundo con múltiples -ísmos, algunos de ellos importantes (cubismo, surrealismo) y la mayoría minúsculos. En España los autores del 14 y del 27 participan de las vanguardias, una revisión del pasado que buscaba la modernidad y el desarrollo del arte por el arte hacia formas cada vez más abstractas. Literatura (Curso de Acceso) 3 3.1. Vanguardias de ámbito internacional El futurismo nace en Italia con el manifiesto de Marinetti, que propug- naba la inclusión en el arte y en la literatura de los avances de la vida moderna (industria, tecnología) y para ello suprime reglas sintácticas, puntuación o incluye signos matemáticos, con el fin de dar velocidad al texto. Sus temas favoritos son los medios de comunicación, el transporte, el cine, la máquina y la velocidad. El cubismo surge en pintura con Picasso y en literatura con Apollinaire. Su objetivo es descomponer la realidad en distintas perspectivas y pre- sentarlas todas a la vez (caligramas y collages). El dadaísmo lo creó Tristan Tzara durante la Gran Guerra. Se trata de subvertir la lógica y la ciencia positivista para favorecer la imaginación y la espontaneidad desenfrenada. Tenía el fin político de alterar las buenas costumbres del orden burgués. No tenía normas porque fomentaba la libertad absoluta y la exaltación de lo irracional. El surrealismo lo fundó André Breton en Francia con el mismo fin de alterar el código burgués desde la teoría del subconsciente de Sigmund Freud y propone acceder a través del sueño para romper los códigos racionales. En pintura, Salvador Dalí fue un autor destacado y en cine Luis Buñuel. En literatura, los textos son parecidos a los dadaístas y basados en metáforas complejas que simulan ser sueños. 3.2. Vanguardias literarias en España Las vanguardias en España se basan en el surrealismo del 27 (Alberti, Aleixandre, Lorca) y en dos fenómenos propios: el creacionismo y el ul- traísmo. El creacionismo lo impulsa el poeta chileno Vicente Huidobro con la idea de que el poeta debe crear la realidad, no imitar lo que ya existe. Ge- rardo Diego, poeta del 27, fue uno de sus mejores partidarios. El ultraísmo tuvo entre sus fundadores a Jorge Luis Borges, cuando vivía en Madrid, con la idea de ir más allá (ultra) de las convenciones tradicio- nales. En España siguieron esta ruta Guillermo de Torre y Rafael Cansinos Assens. Literatura (Curso de Acceso) 4 4. Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) Madrileñista redomado, se exilió a Argentina en 1936 y allí murió diabé- tico y añorando Madrid en 1963. RAMÓN fue el autor más radicalmente vanguardista, ensalza el juego y la diversión como expresiones del arte por el arte, especialmente en El circo (1917). Fundó una tertulia de arte y literatura en el Café Pombo, donde reunía los sábados por la noche a los escritores más representativos de las tres generaciones y alcanzó fama internacional. De allí salieron los dos volú- menes de La sagrada cripta de Pombo (1918 y 1924). Además de Madrid, su otro tema principal es él mismo y sus libros son proyecciones de sí mismo y de sus opiniones en forma de ensayos: Ismos (1931) y Ramonismos (1927). Fue el primero en hablar por Unión Radio para las masas con gran éxito. Su prosa combina el tono lírico con el humor y el ingenio de palabras, lo que dio lugar a la greguería, que es igual a metáfora más humor. También escribió novelas (La quinta de Palmyra, 1923), pero llenas de reflexiones y greguerías. En teatro no tuvo éxito con Piso bajo (1961) porque el público no captó la originalidad de la obra. 5. Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Comenzó en el modernismo hispánico y desarrolló un estilo propio: la poesía pura. No se comprometió en política, pero sí desarrolló el princi- pio de pureza estética. Fue uno de los máximos exponentes del arte por el arte, el poeta total, Premio Nobel de Literatura en 1956. De mala salud y buena familia, se instalóen Madrid en 1911 y trabó amis- tad con Rubén Darío y los poetas del 27, de los que fue maestro. Viajó a Francia y EE UU. Cuando estalló la guerra civil fue a Washington de agre- gado cultural para no volver, muriendo en Puerto Rico. En el poema 5 de Eternidades (1918) explica su trayectoria poética: inicial (sencillez o inocencia), poesía del ornamento y complejidad formal, y poesía pura o texto limpio de todo lo que no sea poético. Todo ello in- fluido por Bécquer, Rubén Darío y el simbolismo francés. Su obra se clasifica en tres etapas: sensitiva (1898-1915) con Platero y yo (1914), intelectual (1916-1936) con Diario de un poeta recién casado (1917) y verdadera (1937-1958) con Animal de fondo (1949) y Dios deseado y deseante (1948-1949).
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