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Literatura (Curso de Acceso) 1 Tercera parte: España en democracia (desde 1975) TEMA 12 SITUACIÓN DE LA POESÍA Y EL TEATRO EN LA SOCIEDAD POSMODERNA 1. REORDENACIÓN JERÁRQUICA DE LOS GÉNEROS Y REFORMULACIÓN POSMODERNA DE LA POESÍA Y EL TEATRO Desde tiempo lejanos, teatro y poesía eran los géneros literarios por excelencia, incluso para quienes no sabían leer, pero a partir de la industrialización del siglo XIX, la novela los superó. La alfabetización y los avances en la imprenta contribuyeron a ello. Sin embargo, la logística del teatro o de los recitales de poesía dificultaban su difusión y obligaban al público a desplazarse, cuando las novelas podían leerse sin salir de casa. El avance de radio, cine, televisión, videojuegos, Internet… y la música popular dejó sin público al teatro y a la poesía, que además sufren la presión de la novela en el competitivo mundo audiovisual y de consumo actual adaptado a los gustos de la sociedad posmo- derna. 2. GÉNESIS Y EVOLUCIÓN DE LA POESÍA POSMODERNA Aunque los orígenes de la poesía son orales, a partir del siglo XIX empezó la difusión impresa en libros, revistas, periódicos… y la oralidad se perdió para pasar a ser leída en casa, perdiendo también la vinculación con la música. Así, la poesía perdió terreno frente a la novela y frente a la música. Podríamos decir que la poesía pervive en las letras de las canciones populares. La poesía “sin música” consolidada en el siglo XIX se quedó con un público minoritario desde los años 60 y desde 1975, en España, con la llegada de la posmodernidad, gozando de mucho prestigio, premios y certámenes como el Adonais (1943-), el Ciudad de Melilla (1979-) o el Loewe (1988-), aunque con pocos lectores. La poesía, desde el romanticismo del siglo XIX, se concibe como expresión de sentimien- tos del yo, lo que en el posmodernismo se banaliza y se asocia al individualismo narcisista con temas como el amor, la política o aspectos sociales. Formalmente se busca la sencillez que se funde con la estética popular o que evita los elementos más característicos de la poesía para acercarse a las estrategias de consumo de masa. En los últimos veinte años, Internet y las redes sociales han facilitado la combinación de poesía y artes audiovisuales, lo que facilita la publicación y difusión de los textos. Como consecuencia, se ha extendido la idea de que todo el mundo puede ser poeta y difundir sus creaciones para mostrar estados de ánimo, denunciar injusticias… y buscar la aprobación del resto en Internet. 2.1. Los novísimos y el culturalismo pop En 1970, José María Castellet publicó Nueve novísimos poetas españoles antologando dos grupos de poetas: los seniors (de mayor edad y gustos cultistas) y la coqueluche [pre- ferido] (jóvenes y próximos a la cultura pop y la contracultura). Entre los primeros están Literatura (Curso de Acceso) 2 Vázquez Montalbán (1939-2003), Martínez Sarrión (1939) y Álvarez (1942). Entre los segun- dos están Félix de Azúa (1944), Gimferrer (1945), Molina Foix (1946), Carnero (1947), Ana María Moix (1947-2014) y Leopoldo María Panero (1948-2014). Todos tienen en común una concepción culturalista y experimental de la poesía, buscan romper con la poesía so- cial anterior (excesivamente conversacional) mediante la retórica, la metaliteratura y las referencias culturales tradicionales (Grecia, Roma, Siglo de Oro) y el folklore popular con- temporáneo (televisión, cine, cómic…). El concepto de novísimo es muy restrictivo, subjetivo y excluye a otros autores de la misma edad y concepción estética, tales como Antonio Colinas, Luis Antonio de Villena, Luis Al- berto de Cuenca, Jaime Siles o Antonio Carvajal. Por ello, sería mejor hablar de promoción de los 60 o de los 70, que es cuando se dieron a conocer. 2.2. El papel de la música en la poesía posmoderna: Joaquín Sabina La relación entre música y poesía viene de muy lejos en la historia, pero es en la década de los 70 del siglo XX cuando toma una importancia fundamental y se convierte en marca de la sociedad posmoderna. Influye en ello la chanson française (Brassens) y autores nor- teamericanos como Leonard Cohen o Bob Dylan. En el tardofranquismo tuvo mucho éxito la letra de las canciones de compromiso político, heredado de la poesía social anterior. Era una combinación de música y poesía, de poemas adaptados y de textos nuevos, entre los que destaca Joan Manuel Serrat (1943) con Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969) y “Mediterráneo” (1971) y las múltiples versiones de Federico García Lorca. Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) es el mejor ejemplo de la relación entre música y poesía en España desde los años 70, también en comercialización y estrategias de cultura de masas. Publicó sus primeros poemas en la revista Tragaluz y Poesía 70, pero se exilió a Londres por sus ideas izquierdistas. A la vuelta, se dedicó a la música y publicó su primer disco del que renegó (Inventario, 1978). Después se dio a conocer con Malas compañías (1980), Ruleta rusa (1984) y Juez y parte (1985), pero el éxito le llegó cuando abandonó la música de cantautor y asumió los nuevos géneros musicales. Fue muy importante la gira Joaquín Sabina y Viceversa (1986), así como su compromiso político. Esta combinación hizo que fuera muy popular y sus discos de gran calidad: Física y química (1992), Yo, mí, me, contigo (1996) y 19 días y 500 noches (1999), que es considerado su mejor disco. A partir de este momento, sus letras adquieren un tono más poético y su éxito musical es menor. Destaca su colección de sonetos Ciento volando de catorce (2001) y sus colaboraciones con otros cantantes. 2.3. Mujeres en la poesía de la era digital La poesía en formato digital se remonta a las vanguardias del siglo XX (caligramas, gre- guerías) y de ahí surgió en los años 60 el videoarte, como medio distinto del cine y de la televisión, que renuncia a la narratividad y emplea una estética experimental. Se dice que entren los pioneros estaban Salvador Dalí y José Valdelomar junto a Nam June Paik y Wolf Vostell. Esto explica el papel de la poesía en la era de Internet y las redes sociales, en plena posmodernidad, lo que se conoce como ciberpoesía, poesía electrónica o poesía digital. Un recurso útil para conocerla es la Electronic Literature Organization (ELO, 1999. http://collection.eliterature.org). Literatura (Curso de Acceso) 3 La ciberpoesía ha contribuido a visibilizar a las mujeres con gran éxito y a incluir la reivin- dicación feminista, como puede verse en los casos de Elvira Sastre, Irene X y Loreto Sesma en las redes sociales. De hecho, Elvira Sastre fue conocida primero en las redes sociales y después publicó en papel La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida (2016), Aque- lla orilla nuestra (2018) y su primera novela, Días sin ti (2019). 3. LA POESÍA DE LA EXPERIENCIA: LUIS GARCÍA MONTERO Desde 1975, la poesía de la experiencia o nueva sentimentalidad es una de las estéticas más importantes de la literatura española. El término lo acuñaron Luis García Montero, Javier Egea y Álvaro Salvador en el manifiesto “La otra sentimentalidad”, publicado en El País el 8 de enero de 1983. Partían de Antonio Machado y agrupan también a Inmaculada Mengíbar, Aurora Luque, Ángeles Mora, Felipe Benítez Reyes y Antonio Jiménez Millán. Nació en los años 80, entre la Transición y la Movida, aunque mostró su desencanto con la primera y criticó el desenfreno de la segunda. La poesía de la experiencia propone un compromiso ético con el individuo y la sociedad que enlaza con los valores ilustrados del siglo XVIII. Se gestó en la Universidad de Granada y entre sus referentes estaba el profesor Juan Carlos Rodríguez Gómez y su idea de que la literatura es producto del sujeto individual, pero a la vez es producto de la historia. Así, se combina la poesía social de los años 50 y 60 con la interioridad subjetiva del individuo, mediante un lenguaje aparentemente sencillo. Entre los autores que influyeron en estacorriente contamos a Rafael Alberti, los poetas del exilio, los del 27 y los de los 50, en especial Gil de Biedma, Ángel González y Caballero Bonald. Luis García Montero (Granada, 1958) es el poeta más emblemático y conocido, tanto por su obra literaria como por su activismo político-social y cultural. Es catedrático de literatura en Granada y ha publicado una treintena de libros de poemas. Recibió el Premio Adonais (El jardín extranjero, 1982), el Premio Loewe (Habitaciones separadas, 1994), el Premio Nacional de Poesía y el Premio Nacional de la Crítica (La intimidad de la serpiente, 2003). También ha escrito ensayos y estudios sobre literatura donde se muestra la influencia de autores como Bécquer en su obra. 4. DEL TEXTO AL ESPECTÁCULO EN EL TEATRO El teatro, aunque se base en un texto, no cobra vida completa hasta que no se representa, ya que al texto le faltan los decorados, la música, la actuación… por eso el teatro tiene una difusión más limitada que los demás géneros literarios. Si, además, los textos no se publican (solo se representan), su lectura es casi imposible y se ve superado por otra artes audiovisuales (cine, televisión…). No obstante, el teatro está vivo y triunfa en los escenarios de cultura de masas (los musicales) con abundantes obras y autores. El teatro moderno se consolida en Occidente desde los siglos XVI y XVII, que es cuando se convierte en “profesión”. Dramaturgos, actores y directores se especializan en compo- ner textos, representarlos y ponerlos en escena mediante compañías, para ofrecerlos en espacios cerrados a los que se accede pagando una entrada con el texto como piedra angular. Sin embargo, a partir el siglo XX, las vanguardias empiezan a dar más importancia Literatura (Curso de Acceso) 4 a lo puramente teatral, frente a lo textual, lo que permite distinguir un teatro de texto de uno posdramático y, por ende, un teatro comercial y un teatro minoritario. 4.1. Teatro de texto El teatro de texto se basa en la composición de un guion y a partir de él se configura el resto de la obra, lo que conocemos como teatro convencional, si bien el teatro de texto también puede ser experimental, aunque lo habitual es que termine siendo comercial y de masas. José Sanchís Sinisterra (Valencia, 1940) se convirtió en un referente teatral durante la Transición, combinando compromiso social, estética del texto y popularidad. Ganó el Pre- mio Max (¡Ay, Carmela!, 1987) y su obra fue llevada al cine por Carlos Saura en 1990. José Luis Alonso de Santos (Valladolid, 1942) también ha sido autor de éxito, tanto en crítica como en público. Ganó el Premio Max (Yo, Claudio, 2003) y Bajarse al moro (1985) fue llevada al cine por Fernando Colomo. Juan Mayorga (Madrid, 1965) es autor de una treintena de obras que él mismo dirige con gran éxito de crítica y público (La tortuga de Darwin, 2008; El cartógrafo, 2009; Reikiavik, 2012). 4.2. Teatro posdramático Las vanguardias de inicios del siglo XX incorporaron al teatro elementos no textuales im- portantes con orígenes antiguos o medievales. En los años 60 las neovanguardias profun- dizaron en esa línea, dando cada vez más importancia a los aspectos puramente teatrales hasta liquidar el texto casi por completo. En este sentido, destaca el performance, basado en escenas provocadoras o transgresoras a partir de las que improvisar sin guion previo, lo que se denomina teatro posdramático (más allá del teatro), que ha sido asociado al consumo de masas de la posmodernidad. En España, La Fura dels Baus (1979-) es la compañía que mejor representa el teatro pos- dramático. Se autodenominan teatro “de fricción” que busca un espacio escénico distinto al tradicional. Sus montajes incorporan elementos espectaculares que han derivado en un lenguaje furero. Lo que empezó siendo un teatro provocador ha terminado en las salas convencionales (Faust en el Teatro Real de Madrid). El teatro posdramático se incorpora a la sociedad posmoderna de masas y consumo, es- pecialmente a través de musicales de influencia anglosajona y gran éxito de público (El Rey León, 2012; Billy Elliot, 2017; Hoy no me puedo levantar, 2005). 4.3. Teatro español creado por mujeres El teatro también permite ver la evolución del papel de la mujer en la historia de la litera- tura (habitualmente relegada), lo que no impide que haya grandes actrices, pero no tantas empresarias, directoras, iluminadoras, técnicas de sonido… Por suerte, la situación está cambiando y hay cada vez más mujeres dramaturgas (Paloma Pedrero, Itziar Pascual…) y en otros oficios teatrales, como Helena Pimenta (Salamanca, 1955), Premio Nacional de Teatro (1993) y directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico desde 2011.
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