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La mujer en la 
construcción de 
un cooperativismo 
y economía social, 
en equidad e 
igualdad, en 
Costa Rica.
 ISSN 1409-1305REVISTA Nº27
2
Revista N° 27. Horizontes Cooperativos. CENECOOP R.L.
ISSN 1409-1305
DIRECCIÓN Y LÍNEA EDITORIAL
Jorge Arturo Campos Montero
CONSEJO EDITORIAL:
Jorge Arturo Campos Montero
Floribeth Venegas Soto
Rodolfo Navas Alvarado
Ruth Linares Hidalgo
Evelyn Obando Pereira
INTEGRACIÓN DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL CENECOOP R.L. 2020-2021
CONSEJO DE ADMINSTRACIÓN
Presidenta Floribeth Venegas Soto 
Vicepresidente Carlos Montero Jiménez
Secretario Juan Carlos Ruíz
Vocal 1 María Auxiliadora López Porras
Vocal 2 María Angela Arias Marín
Vocal 3 Ronald Campos Villegas 
Vocal 4 Luis Bernardo Rodríguez
Suplente 1 Jose Rafael Quesada
Suplente 2 Maynor Gamboa Arias
 
COMITÉ VIGILANCIA
Presidente Edgardo Araya
Vicepresidente Félix J. Cristiá
Secretario Mauricio Quirós
Auditor Interno Reiner Mata González
Suplente Alex Madrigal Ureña
 
GERENTE DEL CENECOOP R.L.
Rodolfo Navas Alvarado
INVESTIGADORES
Julia Herrera Cevallos 
Floribeth Venegas Soto
Alexandra de Simone
Patricia Jiménez Gómez
Marta Castro
Haydee Hernández Pérez
Grace Cristina Badilla López
Ma. Isabel Camareno Camareno
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Wagner Solórzano Morera
DISEÑO DE PORTADA
Wagner Solórzano Morera
Hecho el depósito de Ley. Reservados todos los derechos.
Financiado gracias a la transferencia de fondos que realiza el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) al CENECOOP 
R.L., mediante la ley N°4179.
ADVERTENCIA
De conformidad con la Ley de Derechos de autor y Derechos Conexos, es prohibida la reproducción, transmisión, grabación, filmación 
total o parcial del contenido de esta publicación, mediante la aplicación de cualquier sistema de reproducción, incluyendo el fotocopiado, 
sin la autorización por escrito del CENECOOP R.L. La violación a esta Ley por parte de cualquier persona física o jurídica será sancionada 
penalmente. El autor es responsable del estilo y contenido de su investigación. Impreso en Costa Rica por Positiva Digital.
3
INTRODUCCIÓN
La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social, en 
equidad e igualdad, en Costa Rica
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DHDH) fue emitida por 
Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en 
su Resolución 217 A (III). En ese foro internacional, hace 73 años, por primera vez se 
establecen los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo 
entero. Sin embargo, por la redacción original del texto, fue evidente la desigualdad 
de género. No obstante, con la prominente participación de doña Eleanor Roosevelt, 
presidenta del Comité de Redacción de la DHDH y de otras mujeres líderes, se da la 
inclusión de los derechos de la mujer en la Declaración Universal.
Hansa Mehta, de India, es la responsable de cambiar la frase "Todos los hombres 
nacen libres e iguales", por "Todos los seres humanos nacen libres e iguales".1
Es curioso y a veces difícil de entender que entre humanos nos cueste tanto aceptar 
que somos una misma especie, fisiológicamente casi idénticos y en lugar de establecer 
similitudes que nos potencien, es usual que se haga señalamiento de las diferencias 
que nos separan. Es por ello, que desde esa declaración universal, se han venido 
fortaleciendo esas luchas que nos permite acercarnos a una igualdad de género, sin 
olvidar que aún persisten aspectos como abuso e inequidad. 
En cuanto al sector cooperativo y haciendo eco al principio de libertad de adhesión, las 
cooperativas han defendido los derechos de las mujeres, también, por medio de sus ideales, se 
ha fortalecido el empoderamiento y ha motivado a muchas de ellas, para que tomen iniciativas, 
participen de campañas sobre una serie de temas relacionados con el empoderamiento de 
las mujeres y han servido de plataforma para que desarrollen su potencial. Por otra parte, si 
1 https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
4
hacemos un recorrido por la historia, cuando se fundó la Rochdale Pioneers Equitable Co-
operative Society en 1844, las mujeres tenían derecho a ser miembros plenos. Por otra parte, 
el Women’s Co-operative Guild, que se estableció en el Reino Unido en 1883, participó 
activamente en la incidencia política sobre una serie de aspectos fundamentales, como la 
introducción del salario mínimo, la igualdad salarial, las leyes de divorcio, las prestaciones por 
maternidad y el inicio de la campaña de las amapolas blancas.2
De acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional, como portavoz de las cooperativas 
de todo el mundo, en febrero de 2015, la Alianza y la OIT llevaron a cabo una encuesta 
para analizar las percepciones entre los profesionales, académicos y miembros de ONG e 
instituciones gubernamentales sobre el impacto de las cooperativas en el empoderamiento 
de las mujeres y la igualdad de género en general y en comparación con otras formas de 
negocio; así como sobre los desafíos futuros. En total, 581 participantes respondieron a 
la encuesta en línea, un 75% de los cuales dijeron que creían que […] “las cooperativas 
habían mejorado la participación de las mujeres en los últimos 20 años. El estudio también 
indicó que el acceso al empleo estaba siendo facilitado de manera indirecta por las 
cooperativas en ámbitos como la vivienda, la atención sanitaria, y el cuidado de los niños 
y de las personas mayores, las cuales proporcionan a las mujeres servicios asequibles y 
accesibles que les permiten trabajar”. (ACI, 2018; p.13).
De acuerdo con el INAMU3: “La historia cooperativa ha demostrado por muchos 
años el positivo impacto de las cooperativas en el desarrollo económico y social del país, 
sobre todo en aquellas áreas más distantes, rurales, en sus diferentes formas productivas 
y en lo que caracteriza la filosofía cooperativista que es una mejor distribución de la 
riqueza en el país”. Sin embargo, continúa indicando que “en muchos sectores se 
invisibiliza el aporte de las mujeres”.
En este mismo informe del INAMU, las brechas de género se mantienen en el sector 
2 Las primeras amapolas blancas fueron vendidas en 1933 por organizaciones de mujeres británicas. La Peace Pledge 
Union (PPU) participó en su distribución a partir de 1934, y desde 1937 se colocaron coronas de amapolas blancas 
como promesa de paz y para que la guerra no vuelva a repetirse.
3 https://www.inamu.go.cr/cooperativismo
5
cooperativo, siendo las más importantes: a- un 45% de las cooperativas de mujeres son 
cooperativas autogestionarias y la mayoría presentan características de subsistencia, b- 
a nivel de puestos en toma de decisiones los hombres ocupan el 61.5% y las mujeres 
el 38.5% de todos los cuerpos directivos y c- sólo un 30% de las gerencias de las 
cooperativas, son ocupadas por mujeres y solo un 22.1% de mujeres ocupan el puesto 
en las presidencias de los Consejos de Administración.
Lo antes consignado por el INAMU se refuerza en el estudio: “Participación de la 
mujer en el cooperativismo costarricense (1989-2018)”4, de la autora Roxana Sánchez 
Boza, de la Universidad de Costa Rica, comparte la siguiente información:
Durante tres décadas, un reducido grupo de mujeres, con una visión clara sobre 
la naturaleza jurídico-social de las cooperativas, así como de sus principios, 
han dado una lucha por lograr una participación político-económica en 
igualdad de condiciones y con equidad de género, dentro de la organización 
cooperativa. Los resultados aún no han sido positivos, pese a las políticas 
públicas del Estado costarricense en esa ruta y un contexto general favorable 
del cooperativismo mundial, dado que la Alianza Cooperativa Internacional 
que promueve el establecimiento de una igualdad y equidad a favor de las 
mujeres cooperativistas en los países de América.
Aunado a lo anterior, la ACI indica que “[…] las mujeres siguen enfrentándose a 
desafíos en lo que se refierea la igualdad de acceso a la educación, la atención sanitaria, 
el trabajo decente y la representación en los procesos de toma de decisiones políticas 
y económicas. Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las 
niñas es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que la 
Alianza apoya en su totalidad. (ACI, 2018; p.19).
4 https://dec.revistas.deusto.es/article/view/2038
6
Por su parte Cooperativas de las Américas y su Comité Regional de Equidad 
de Género5 abogan por: “…seguir priorizando políticas dirigidas a las personas, 
promoviendo empresas cooperativas que innoven en prácticas de equidad y 
conciliación laboral, con la convicción de que invertir en un entorno más equitativo, 
justo y social, demostrará que el movimiento cooperativo puede lograr una verdadera 
igualdad económica, social y política de todas las mujeres”. Este aspecto de lucha 
por la desigualdad, que parece denominador común en todo el mundo, también es 
establecido por el estudio: “Mujeres y cooperativismo en la Comunidad Autónoma 
del País Vasco6”, que hace énfasis en las causas de las desigualdades laborales entre 
hombres y mujeres que se observan en el ámbito cooperativo, así como las razones 
por las cuales sería deseable una situación de igualdad entre los miembros de uno y 
otro sexo en las empresas cooperativas.
Dentro de este mismo contexto, si analizamos la Agenda 2030 para el Desarrollo 
Sostenible y en específico el Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar 
a todas las mujeres y las niñas, vemos que la lucha por la igualdad de género mantiene 
una brecha fuerte e importante en las oportunidades, de todo tipo, a la que tienen acceso 
mujeres y hombres. La misma ONU establece que: “La igualdad de género no solo es 
un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para 
construir un mundo pacífico, próspero y sostenible”7.
Por lo anterior, dos importantes metas de este Objetivo 5 son8:
5.5 Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de 
oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, 
económica y pública.
5 https://www.aciamericas.coop/Mujeres-cooperativistas-de-Costa?tema=3&nb=50
6 3300-11234-1-PB.pdf (ehu.es)
7 https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/
8 https://www.agenda2030.gob.es/objetivos/objetivo5.htm
7
5.a Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los 
recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y 
otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, 
de conformidad con las leyes nacionales.
En síntesis, desde hace 73 años, se llevan a cabo esfuerzos de todo tipo, tanto a nivel 
internacional como intergubernamental con el fin de buscar la igualdad de género y 
oportunidades entre hombres y mujeres. Sin embargo, parece que este es un camino 
empedrado, donde la voluntad de cambio de las estructuras ya establecidos, y en la 
mayor parte de los casos bajo el control masculino, no es evidente ni se da con la 
velocidad necesaria. 
Es entonces, que, bajo la sombrilla del primer principio cooperativo de adhesión 
voluntaria y abierta, la mujer tiene un rol central en la construcción de un cooperativismo 
y economía social en igualdad, no solo en Costa Rica, sino en todo el mundo, para 
ratificar la capacidad transformadora de este movimiento, cuyo centro de atención es el 
bienestar de la persona, no de los hombres o de las mujeres, por separado.
Este primer principio cooperativo establece que las cooperativas son organizaciones 
voluntarias y están abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y que 
estén dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser un asociado o asociada más, sin 
discriminación de sexo, condición social, racial, política o religiosa.
Jorge Arturo Campos
Director de la Revista Horizontes Cooperativos
8
PRESENTACIÓN DEL TEMA
El Movimiento Cooperativo se fundamenta en principios y valores orientados a la 
promoción de mejores condiciones de participación en lo económico, social y cultural, 
basados en el reconocimiento a la igualdad y equidad entre las personas, sin ningún tipo de 
discriminación por género, edad, etnia o creencias, es un movimiento que busca desde las 
actividades económicas no lucrativas impulsar un modelo de sociedad más justo y solidario.
Entre sus principales esfuerzos históricos, alcanzar la igualdad entre los géneros ha 
sido una preocupación permanente, en función de la cual se han desarrollado esfuerzos 
e invertido recursos desde hace más de tres décadas, como se plantea en el recorrido 
histórico de la conformación y funcionamiento del Comité Nacional de Mujeres 
cooperativistas en Costa Rica. 
Esto, porque se considera que es una justa demanda el alcanzar que, en la práctica, 
se materialice la igualdad de oportunidades entre los géneros, dentro y desde las 
organizaciones cooperativas, como una forma eficaz de fortalecer y dar coherencia a su 
identidad y a los principios filosóficos que las caracterizan, reunidos en las declaraciones 
y propuestas de la Alianza Cooperativa Internacional desde 1895. 
El CENECOOP R.L., desde su fundación se ha comprometido con la promoción de 
la igualdad y equidad entre la comunidad cooperativa costarricense, en consecuencia, 
existe el compromiso de sostener, fortalecer y mejorar los esfuerzos e iniciativas 
institucionales, mediante nuevas estrategias que optimicen y validen la recuperación 
histórica e inclusiva en donde las mujeres, por su condición y posición, no queden 
relegadas al margen de los hechos sociales que tienen lugar en el tiempo y el espacio.
Este compromiso debe orientarse complementariamente en crear un contexto 
favorable en lo político y normativo, que se comprometa con la igualdad entre los 
géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a todos los niveles y asimismo, 
velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades 
de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, 
económica y pública; tal y como lo estipula el ODS 5, como parte de los 17 objetivos, 
establecidos en la Agenda Internacional por los Estados miembros de la ONU, en 
conjunto con organizaciones no gubernamentales y ciudadanos de todo el mundo.
Este esfuerzo de conjugar el trabajo por la igualdad de género con el Cooperativismo 
es trascendental y hay que reconocer que se han realizado investigaciones, procesos 
9
de consulta, experiencias de aplicación en la práctica, para construir una visión 
alternativa, con el fin de incidir e integrar la igualdad de género en las cooperativas, en 
donde se toma en cuenta la naturaleza de una organización social con su membresía, 
su estructura empresarial y el concepto de bienestar social de las organizaciones. 
En las últimas décadas se ha tratado de combinar y potenciar las coincidencias entre 
los planteamientos éticos y de derechos humanos de igualdad de género y los principios 
cooperativos, que históricamente se han desempeñado en la sociedad como instrumentos 
de las estrategias que buscan la democratización económica, planteándose alternativas 
de organización con beneficio social que restringen la concentración de la riqueza para 
lo que el Cooperativismo ha sido un instrumento importante en Costa Rica.
En esta experiencia de Cooperativismo y Género, el CENECOOP R.L., ha tenido un papel 
clave ya que ha generado prácticas pioneras para el desarrollo de metodologías alternativas, 
que no solo han influenciado el cooperativismo nacional, sino en América Latina.
A este respecto, tenemos dos experiencias diseñadas e implementadas desde el 
CENECOOP R.L., éstas han sido determinantes para el avance de la igualdad de género 
en las cooperativas. La primera: fue un proceso de capacitación centroamericano que se 
llamó “Fortalecimiento psico-social delliderazgo de las mujeres y su empoderamiento” 
este fue un proceso que logró posicionar a las mujeres en la dirección de cooperativas, 
no solamente en Costa Rica, sino en América Central en general, esto con el apoyo del 
entonces Centro Cooperativo Sueco, institución que hoy se denomina We Effect. 
La segunda fue la iniciativa de CERTIFICACIÓN EMPRESARIAL en conjunto con la 
Confederación de Cooperativas del Caribe y Centroamérica (CCC-CA R.L.), como una 
propuesta para desarrollar, evaluar y certificar las prácticas para la construcción de la 
CERTIFICACIÓN POR LA IGUALDAD DE GÉNERO.
En el contenido de esta revista, los lectores podrán encontrar aspectos relevantes 
sobre esta temática, así como procesos alegóricos e históricos que han marcado la 
evolución de las gestiones institucionales de los organismos cooperativos sobre el tema, 
mismos que sirven como experiencias metodológicas que se están aplicando en la 
actualidad con un concepto para la equidad de género que, incluyen los principios 
cooperativos y garantizan el cumplimiento de los derechos humanos.
Rodolfo Navas Alvarado
Gerente general, CENECOOP R.L
10
ÍNDICE
La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social 
en igualdad en Costa Rica ……………………………………………………………… 9
• Mujeres en la construcción del cooperativismo.
 Floribeth Venegas Soto. Presidenta del CENECOOP R.L. ……………………… 13
• Construcción de la mujer cooperativista.
 Ma. Isabel Camareno Camareno. Presidenta del CONACOOP ……………… 15
• La mujer cooperativista en la construcción de una 
 economía social en igualdad.
 Grace Cristina Badilla López. Presidenta de FEDEAC R.L. …………………… 17
• La mujer y su participación en las cooperativas de autogestión
 Marta Castro, COOPLIN R.L. …………………………………………………… 19
PUNTO DE PARTIDA
• Proceso histórico en la constitución del comité nacional. 
 Patricia Jiménez Gómez, Agrónoma, Administradora Pública y Pedagoga. 
 Fundadora del Comité Nacional en 1987 y Coordinadora del Comité 
 Nacional 1993 - 1996. …………………………………………………………… 21
• Procesos de incidencia en la construcción de un cooperativismo y 
 economía social en igualdad. Recuperando la historia. 
 Licda. Haydee Hernández Pérez, Jefa de la Unidad Técnica de Igualdad 
 de Género. Asamblea Legislativa ……………………………………………… 41
• La igualdad de género y la filosofía cooperativa ……………………………… 43
• Las agendas de las mujeres cooperativistas a nivel nacional y para 
 América Latina: su evolución …………………………………………………… 52
• Propuesta de plataforma de acción de las mujeres cooperativistas 
 del contiente americano ………………………………………………………… 56
• Primer encuentro continental de mujeres cooperativistas en 
 San José, Costa Rica. 18 y 19 de noviembre de 1996 ………………………… 59
• Platafora de las mujeres cooperativistas en Costa Rica. 
 AMUCOODE –CENECOOP- CENTRO COOPERATIVO SUECO …………… 60
• Agenda vigente. Las mujeres por la plenitud para el buen vivir ……………… 63
• Resoluciones del encuentro: tendencias conceptuales, marcos legales 
 y perspectiva de género …………………………………………………………… 68
• Aportes para la gestión de la igualdad de género en las cooperativas 
 y en las organizaciones de la economía social y solidaria …………………… 70
• Diagnóstico y manejo de la información en los procesos por la
 igualdad de género ……………………………………………………………… 80
• Anexos ……………………………………………………………………………… 85
11
La mujer en la construcción de un cooperativismo y 
economía social en igualdad en Costa Rica
Rescate histórico de la participación y la construcción 
del conocimiento que ha tenido la mujer en el cooperativismo 
y la economía social para alcanzar la igualdad.
12
13
MUJERES EN LA CONSTRUCCIÓN DEL COOPERATIVISMO
Floribeth Venegas Soto
Presidenta del CENECOOP R.L.
En la vida cotidiana de las mujeres, hay aspectos trascendentales que marcan su 
camino, el mío fue marcado desde muy joven por el cooperativismo, adquiriéndolo 
como filosofía de vida.
Dentro de este contexto y desde hace muchos años, algunas mujeres se han dedicado 
a dar la lucha dentro de un mundo en que el patriarcado ha diseñado el camino por 
recorrer; algunas veces con temores y miedo a ser señaladas como distintas porque no 
seguimos los roles preestablecidos.
A este respecto, en los últimos treinta años se ha marcado diferencia, ya que, se han 
visto manifestaciones en donde cada vez más se visibiliza la presencia de las mujeres y se 
ha trabajado en diferentes espacios y momentos, para lograr la incorporación de mujeres 
en puestos de toma de decisión. No obstante, sigue siendo una lucha permanente, en 
donde también en muchos momentos hubo que ceder; pero la experiencia se incrementa 
y el conocimiento se acumula, para alinear la capacitación con el empoderamiento de 
mujeres jóvenes y niñas; cuyo fin último es el de proporcionarles formación en cuanto a 
leyes y declaraciones que apoyan la incorporación de las mujeres en todos los ámbitos 
del saber. 
En este caminar dentro del movimiento cooperativo a las mujeres nos guían los pilares 
fundamentales: principios y valores del cooperativismo, bases que nos garantizan servir 
a nuestra comunidad.
14
Nosotras abogamos porque día con día más mujeres logren incorporarse en puestos 
de toma de decisión, esta tarea es dura y no hemos alcanzado la meta, nos falta mucho 
por recorrer y es ahí donde todavía nos queda terreno que abonar para que esa cosecha 
sea abundante y de buena calidad.
Esto es un llamado para que juntas impulsemos la equidad e igualdad de espacios, 
tomando como ejemplo a mujeres que nos antecedieron.
En esta ruta, ya contamos con políticas que favorecen la incorporación de las 
mujeres, pero estamos llamadas a sumar esfuerzos y conocimientos que nos lleven 
a posicionarnos en nuestras cooperativas con un alto grado de asertividad y también 
analizando la condición de las mujeres para impulsarlas a continuar creciendo, caminar 
unidas en pro de un movimiento cooperativo exitoso.
Hoy más que nunca son necesarias las oportunidades para mujeres y jóvenes, 
las cuales vienen a garantizar mejores niveles económicos, sociales y culturales que 
favorezcan al movimiento y al país.
En esta línea de pensamiento, Costa Rica necesita que hombres y mujeres apoyemos 
el cooperativismo, con el fin de acelerar la democratización económica y así alcanzar 
el bienestar anhelado por todos. Por ello, insto a las mujeres cooperativistas para que 
juntas construyamos el mundo que deseamos, no solo para nuestras familias, sino para 
nuestras comunidades, para el país y por ende para la región. Sabemos que el aporte 
que hacen las mujeres con su trabajo diario es a veces menos observado, pero sí se 
siente cuando se abordan temáticas como economía familiar, educación, crianza de 
los hijos, liderazgo comunal, entre otros. Y si ahondamos en la historia, encontramos 
acciones de mujeres que han impulsado positivamente la historia de nuestro país.
15
CONSTRUCCIÓN DE LA MUJER COOPERATIVISTA
Ma. Isabel Camareno Camareno
Presidenta del CONACOOP
Inicio en el movimiento cooperativo desde el año 1987, como asociada fundadora de 
COONATRAR R.L., con 40 compañeros más; todos funcionarios de la Unidad Ejecutora 
del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), formando una cooperativa de 
Autogestión. Modelo elegido de acuerdo con la asesoría buscada en el Infocoop, con el 
representante de fomento don Miguel Castro.
Fui capacitada en todo lo referente al cooperativismo a través del Cenecoop R.L., no 
faltaba a ninguna capacitación, el adquirir conocimientos cooperativos hizo que me 
enamorara más del sector y del movimiento como tal.
En Coonatramar, me desempeñé como Gerente Administrativo-Financiera, y desde el 
2002 en adelante era nombrada delegada para las asambleas sectoriales del movimiento 
cooperativo.
Parte de mi recorrido por el Sector, fue como directora de junta de Cooprena, 
directora de Fenacotra, suplente en el plenario de CPCA, posteriormente propietaria 
del mismo plenario, y luego parte del directorio de CPCA. En una asambleadel Comité 
Nacional de las Mujeres Cooperativistas fui nombrada directora de dicho comité, dos 
años después me nombran como Presidenta el cual me mantuve por 4 años.
Actualmente en octubre 2021, a raíz de la perdida de un compañero muy querido 
el Director Ejecutivo de Conacoop don Franklin Salazar, se celebra un plenario para 
nombrar como Director Ejecutivo, al señor Geovanny Villalobos y a mi me nombran 
Presidenta del directorio del Conacoop, asumido por primera vez por una mujer. 
16
Les cuento parte de mi historia en el sector para instar a las mujeres que sigan 
perseverando, es importante que se mantengan capacitadas, unidas como género para 
apoyarnos.
Es importante seguir luchando por la equidad e igualdad de género en todos los 
órganos del movimiento cooperativo, debemos tener mayor participación de la mujer en 
las diferentes asambleas para los nombramientos en los diferentes directorios, mujeres 
capacitadas y apoyadas por otras mujeres, con reconocimiento de sus capacidades y 
competencias para dirigir una entidad cooperativa.
Somos mujeres capaces de ser parte de la Economía Social productiva poniendo al 
servicio del cooperativismo y del país nuestros talentos, habilidades y destrezas para 
administrar los recursos que tenemos en nuestras manos. 
Trabajar por el movimiento cooperativo, hacer lo mejor para lograr los objetivos 
propuestos de representación y defensa a las bases cooperativas, a quienes nos debemos. 
Demostrar que las mujeres somos muy capaces de ocupar puestos de dirigencia, en 
nuestra actitud debe prevalecer la honestidad, transparencia, solidaridad, humildad, y 
sobre todo la ayuda mutua entre nosotras. 
Coonacoop es un ente de puertas abiertas, de mentes con visión amplia para recibir 
los aportes importantes para lograr las metas, los objetivos y llegar más allá. 
TODO POR UN COOPERATIVISMO EXITOSO.
17
LA MUJER COOPERATIVISTA EN LA CONSTRUCCIÓN 
DE UNA ECONOMÍA SOCIAL EN IGUALDAD 
Grace Cristina Badilla López
Presidenta de FEDEAC R.L.
Suele decirse, que cada hallazgo de la humanidad es un alumbramiento, no menos 
distinto resulta para las mujeres en la historia e igual para los grupos sociales más 
desfavorecidos, alcanzar su dignificación.
El mundo de hoy es uno, podemos tomar conocimiento del amanecer en Beijín desde 
nuestra casa, colocamos aparatos sofisticados en Marte, conocemos extensamente el 
genoma humano, y en esta bárbara crisis de pandemia global, la ciencia da cuenta de 
las mutaciones del virus del Covid, con un vértigo que causa perplejidad.
Sin embargo, los seres humanos, somos más desiguales; porcentajes superiores al 
40% de las personas, no logran hacer una comida diaria digna, y el resto no llega a fin 
de mes, de esta masa de personas, las mujeres constituyen una inmensa mayoría.
Aun así, las 400 personas más ricas, millonarias, de Estados Unidos, se enriquecieron 
en el marco de la pandemia, 400 veces más que lo que se enriquecían antes de esta 
tragedia.
Con estas pinceladas, solo pretendo llamar la atención, para redimensionar que pese 
a la lápida que cargamos, el esfuerzo que hacemos las mujeres por estar y humanizarnos, 
mediante el trabajo y la cooperación es un desvelo, que sin mayor reconocimiento cala 
en la construcción y la sostenibilidad de innovadoras formas de organizar la economía 
para el disfrute y la dignificación de todos.
18
En el maravilloso invento que consolida el cooperativismo, se ha generado un 
espacio, donde el esfuerzo, la actitud colaboradora y el respeto que caracteriza a las 
mujeres, ha construido una esperanza, que sin duda ilumina, un liderazgo colaborativo, 
una forma de ser y estar en el mundo y en la producción para cooperar y ser mejores 
con otros.
En el marco de esta presencia, contribuimos las mujeres a abrazar la esperanza 
de un mundo que no se afinque en el derroche, ni el consumo, mucho menos en el 
atesoramiento egoísta e inhumano, aquí también hacemos maternidad. 
En otras palabras; el sello que las mujeres impregnan en las organizaciones 
cooperativas y otras de Economía Social, garantiza que todas ellas tengan alma, que la 
sensibilidad sea una constante para resolver los diferentes problemas y necesidades que 
son las que las mismas resuelven. 
Gracias a este sello y a la valentía con que las mujeres han tomado estos retos, 
hoy podemos sentirnos muy orgullosos y orgullosas de las empresas cooperativas y 
de economía social que hemos podido construir a lo largo y ancho de nuestro país, 
llevando implícito crecimiento y desarrollo a las comunidades, pero también calidad 
de vida a los habitantes.
19
LA MUJER Y SU PARTICIPACIÓN 
EN LAS COOPERATIVAS DE AUTOGESTIÓN
Marta Castro
COOPLIN R.L.
Inicié en el movimiento cooperativo hace 23 años, cuando se constituye la Cooperativa 
Autogestionaria de Servicios de Limpieza (COOPLIN R.L.) el 13 de febrero de 1997. Esta 
cooperativa se crea por una necesidad de generar fuentes de trabajo a mujeres jefas de 
hogar. Cooplín ha permitido que muchas mujeres al ser asociadas empresarias, dueñas 
y trabajadoras, llevemos el sustento diario a nuestras familias, mientras mejoramos 
nuestra calidad de vida; de tal manera que hasta nuestros nietos han podido estudiar, 
convirtiéndose posteriormente en profesionales, gracias al trabajo que genera Cooplín 
para sus asociadas. Hoy en día, se han jubilado más de treinta mujeres.
Precisamente así se inicia mi experiencia en el movimiento cooperativo y es a partir 
del año 2000, que me eligieron en el CNMC como presidenta. El movimiento cooperativo 
costarricense lleva más de 70 años de fundado y ha pasado por diferentes etapas, gracias 
a muchos hombres y mujeres que han venido dando la lucha sin claudicar. 
Es así como en las diferentes oportunidades en el movimiento cooperativo, he 
representado a las mujeres cooperativistas en puestos como vicepresidenta del Conacoop, 
directora en el plenario de Conacoop. Fui además, la primera mujer presidenta de la 
Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) y me mantuve en ese 
puesto gracias al apoyo de muchos compañeros y compañeras que confiaron en 
mi representación. La Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión se ha 
destacado en el movimiento cooperativo por mantener la paridad de género entre sus 
directores y directoras. Además, fui presidenta del CNMC, UNIMUJERES RL. UNCOOPA 
RL., durante varios periodos. En cada una de esas organizaciones hemos trabajado en 
diferentes temáticas. Por ejemplo, en proyectos de Ley que afectan al movimiento, en 
otros casos, dando la lucha para que las mujeres ocupen puestos de dirección en los 
órganos cooperativos, como en Conacoop, Infocoop, con el fin de lograr la igualdad de 
20
condiciones, siempre tratando de que se dé la paridad en los espacios que siempre están 
vedados para las mujeres en los órganos de representación y defensa del movimiento 
cooperativo, Sin embargo, he visto que en algunos casos, las mujeres logran obtener un 
espacio de representación, pero lo negocian y lo seden a los hombres, de tal manera 
que prefieren quedarse en puestos como suplentes. Por lo que necesitamos empoderar 
a las mujeres, para que no tengan temor de representarnos. 
Las mujeres en el movimiento cooperativo hemos avanzado poco a poco, pero 
nos sentimos orgullosas de haber realizado grandes esfuerzos a lo largo de los años. 
Muchas ya no están, por lo que queremos dejarles a las nuevas generaciones, no solo la 
experiencia acumulada en el ejemplo, sino el camino andado para que puedan llegar a 
sus metas sin tanto obstáculo. 
Hoy en día, en el CNMC estamos trabajando en la construcción de la Política de 
género del movimiento cooperativo, tarea que nos dio el directorio del Conacoop como 
órgano de representación y defensa de las mujeres cooperativistas nombrado así en un 
el 5° Congreso cooperativo en 1987. 
Por otro lado, si bien es cierto que en este momento tenemos la representación de 
las mujeres en puestos de decisión,como en la Junta directiva del Infocoop y en el 
directorio del Conacoop, es por circunstancias muy especiales y por un corto periodo, 
ya que probablemente para el próximo año tenemos sectoriales. No obstante, tengo la 
esperanza que para esos nombramientos podamos contar con el apoyo de la mayoría de 
plenaritas con el fin de que más mujeres puedan ser electas en esos puestos. 
Ahora bien, es importante recordar que a partir del 5° Congreso cooperativo 
denominado camino hacia la paz en 1987 hasta el XIV congreso cooperativo llamado 
la gobernabilidad y la democracia económica en 2019, se viene hablando de la paridad 
de hasta del 50% de espacios en los órganos de dirección; pero aún no se ha logrado. 
Por lo tanto, esperamos que en las próximas sectoriales se logre cumplir con estos 
acuerdos, porque queremos que las mujeres que resulten electas no solamente cumplan 
con el hecho de ser mujeres, sino porque cuentan además, con las capacidades y la 
experiencia para representarnos.
21
PUNTO DE PARTIDA
PROCESO HISTÓRICO EN LA CONSTITUCIÓN 
DEL COMITÉ NACIONAL
Patricia Jiménez Gómez, Agrónoma, Administradora Pública y Pedagoga. 
Fundadora del Comité Nacional en 1987 y Coordinadora del Comité 
Nacional 1993 - 1996.
En los años de la década de los 80, el marco internacional que se gesta en torno a los 
derechos humanos, la equidad y la igualdad de género y con ello la toma de conciencia 
sobre la situación y posición de las mujeres, conlleva a delinear nuevos rumbos que 
conduzcan hacia una propuesta de desarrollo económica, democrática, equitativa, de 
fortalecimiento de la ciudadanía, con una emergente y renovada sociedad civil que 
integra un componente de superación de la pobreza, dejando atrás el eslabón perdido, 
en términos de la relación entre mujeres y hombres.
Este significativo cambio social, implica un ajuste al modelo de desarrollo de las 
economías del orbe y sus tendencias políticas, que involucra el empoderamiento y 
crecimiento personal de la mano del poder económico de las mujeres y del análisis que 
contemplen, tanto un enfoque cuantitativo como el cualitativo.
A este contexto, Costa Rica no es ajena y aporta elementos para su análisis, 
enriquecimiento como construcción de los escenarios que posibilitan avances legales a 
favor del reconocimiento y la participación de las mujeres en las dimensiones políticas, 
económicas y sociales, además de modelos de organización como actoras activas y 
visibles en el contexto nacional. Ejemplo de esto, es la Ley de Igualdad Real de la Mujer, 
seguida de la Ley Contra la Violencia Doméstica y la Ley Contra Hostigamiento o Acoso 
Sexual en el Empleo y la Docencia.
22
 Pese a los avances legales, derivados de los retos internacionales y nacionales, Costa 
Rica, continúa con una sociedad que mayoritariamente en su cotidianidad invisibiliza 
a las mujeres, teniendo a modo de efecto directo, la misma realidad en su movimiento 
cooperativo. Sin embargo, con las nuevas corrientes políticas y socio económicas, así como 
los evidentes hechos y demandas, este modelo de desarrollo social, ondea su bandera 
multicolor abriendo la posibilidad de foráneos retos y rumbos de desarrollo integral a su 
membresía femenina, iniciando un nuevo capítulo de la historia costarricense y, como se 
puede apreciar más adelante, de igual manera, en el de la región latinoamericana.
Como consecuencia, el contexto nacional, aun en pleno desarrollo de su Programa 
de Ajuste Estructural, va delineando al modelo cooperativo a propiciar empresas 
visualizadas y efectivas en una herramienta de trabajo y satisfacción personal de todas 
aquellas mujeres que pusieron su mirada y esperanzas en ellas. Con sus valores y 
principios, canalizaron posibilidades para organizarse y gestar una actividad productiva, 
en busca de la mejora en los ingresos económicos y las condiciones de su familia; 
necesidad que de alguna manera la organización va a satisfacer.
Así, ante el imperativo y crucial proceso de transición en el sector cooperativo, 
el fortalecimiento de la incorporación y visibilización de las mujeres, florecen en 
Costa Rica las denominadas “cooperativas de mujeres”, como respuesta efectiva a sus 
necesidades de organización social, al desempleo, a la mejora continua de los ingresos 
económicos y la justa igualdad, requiriéndose, ante las frágiles estructuras, acorazar 
una propuesta de desarrollo económico nacional, con el apoyo financiero y técnico de 
la mano del enfoque de equidad y superación de la pobreza.
Ante la evidente realidad, se incrementa el número de las actividades económicas 
en manos de las mujeres cooperativistas, y como ejemplo de ello: maquila, servicios 
de limpieza, de alimentación, de restaurante, sodas, los llamados catering service, 
artesanías, entre otras. Además de este tipo de cooperativas, con el devenir del 
movimiento, se incrementa la participación de mujeres en áreas relacionadas con la 
producción y servicios, como: las agroindustriales, abogacía, agronomía, comunicación, 
arte, pesca y transporte público, actividades económicas que se encontraban gravitando 
en el contexto nacional.
23
Este proceso de desarrollo, fue acompañado por instancias de integración y 
representación cooperativa, entre otras, la Comisión Permanente de Cooperativas 
de Autogestión, CPCA, que, a través de alianzas con organismos internacionales, 
como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF y el Movimiento 
de Cajas Populares y de Economía Desjardins, de Quebec, Canadá, materializa 
asesoría, asistencia técnica y capacitación, en temas como liderazgo, autoestima, 
empoderamiento, organización, administración cooperativa y gestión empresarial, para 
las mujeres cooperativistas.
De igual manera, el Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer, 
(APROMUJER), promueve la constitución de cooperativas integradas por mujeres y les 
brinda las herramientas necesarias para su éxito, acompañadas de financiamiento.
Las siguientes fotografías ilustran algunas de estas actividades.
Imágenes de diferentes escenarios 
de procesos de capacitación 
llevados a cabo por APROMUJER 
a mujeres cooperativistas 
costarricenses. Fuente: 
APROMUJER.
24
De nueva cuenta, en este puntual recorrido de la génesis del fortalecimiento de la 
membresía femenina, que ha conllevado a modificaciones sustantivas en los principios 
de relación del movimiento cooperativo, es imperioso resaltar un hito histórico que se 
gesta en él, cual es la creación del Comité Nacional de las Mujeres Cooperativistas, 
CNMC, como instancia adjunta al Consejo Nacional de Cooperativas, CONACOOP, 
en correspondencia al acuerdo del V Congreso Nacional Cooperativo, realizado en 
septiembre de 1987.
Su culminación se da en el mes de enero del año 1988, siendo su principal función 
representar y defender los intereses de las mujeres cooperativistas, concebido como 
una instancia integradora que promoviera, impulsara y propiciara su participación en 
igualdad de condiciones y oportunidades con los hombres. La organización buscaba su 
visibilización como, hacer respetar sus derechos.
Fuente: Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer. Revista (2013). Foto Histórica. APROMUJER. 
Volumen 54, p. 13
La gráfica nos 
muestra a las mujeres que 
conformaron el primer 
Comité Nacional de las 
Mujeres cooperativistas, 
adjunto al CONACOOP, 
creado en enero de 1988 
como respuesta al mandato 
del V Congreso realizado en 
setiembre de 1987.
FOTO HISTÓRICA
De derecha a izquierda: Iveth Jiménez Aguilar, 
Digna Ávila, Patricia Jiménez Gómez, Marta Campos 
Méndez, Mireya Jiménez Guerra, de grata memoria, 
Olga Navarro Flores y Patricia Segura Herrera.
25
Luego de reposar y reseñar este hito histórico, la dirigencia de las mujeres 
cooperativistas pone “manos a la obra” a partir del análisis de las perspectivas de cara al 
futuro. Sus primeras acciones fue convocar a asamblea y elegir su directiva. De seguido, 
definir su estructuraorganizacional y operativa.
Así, esta estructura definida por el CNMC, aún vigente hoy en día, se aprecia en el 
esquema siguiente.
Figura # 1:
Estructura organizacional y operativa del CNMC. Costa Rica
ASAMBLEA 
DE MUJERES 
COOPERATIVISTAS
(representación 
designada)
DIRECTORIO
COORDINADORA 
NACIONAL
COMISIONES DE 
TRABAJO
26
Con la constitución del CNMC, las mujeres aspiraban a una mayor participación 
organizada en la cúpula del sector cooperativo, que condujera hacia una mejor calidad 
de vida, mayores ingresos económicos y de igual manera, contabilizar y visibilizar su 
aporte en las cuentas económicas nacionales, siempre unidas a los principios y valores 
cooperativos, enfatizando en todo momento la igualdad y equidad de género.
Es de destacar, que además de los objetivos citados previamente, el Comité buscaba 
ser punto de referencia nacional e internacional, como una buena experiencia y 
práctica social, en las mujeres cooperativistas, dado que el mismo, con su tipo de 
organización, es pionera en el movimiento cooperativo, tanto costarricense como en la 
región latinoamericana.
En consecuencia y de acuerdo con su razón de ser, su estructura organizacional 
y su visión, el Comité obtiene el posicionamiento necesario para establecer alianzas 
estratégicas con instancias que comparten objetivos en común y que se identifican con 
procesos de cambio sociales alternativos y contestatarios. Es a raíz de estas acciones, 
que surgen transformaciones de construcción grupal, las cuales dan como resultado 
importantes niveles de protagonismo y se fortalece este sector social, a partir de una 
amplia gama y posibilidades de capacitación y encuentros de análisis. 
En este orden, se continúa con la promoción y el fortalecimiento de las mujeres 
cooperativistas, los análisis de los marcos legales con sus respectivas propuestas de 
modificación. Como evidencia de ello, se muestran las siguientes fotografías, en donde 
se aprecian mujeres dirigentes y guías del cooperativismo, participando en actividades 
de capacitación y formación.
Fuente: mujeres 
cooperativistas en 
diferentes actividades 
de capacitación. 
Fotos archivo personal 
de Patricia Jiménez 
Gómez.
27
De izquierda a derecha, 
la dirigente feminista 
costarricense Roxana 
Sánchez, la mexicana 
política, académica, 
antropóloga, feminista 
e investigadora Marcela 
Lagarde, Cordilia 
Grover, Roxana Cedeño 
y Patricia Jiménez 
G, miembros del 
CNMC, compartiendo 
impresiones en un 
receso durante taller 
que facilitaba la doctora 
Lagarde. Fuente: foto 
archivo personal de 
Patricia Jiménez G. 
Jornada de capacitación 
llevada a cabo por 
APROMUJER a 
mujeres cooperativistas 
costarricenses. Fuente: 
APROMUJER.
Jornada de capacitación 
del CNMC y la ACI.
Fuente: foto archivo 
personal de Patricia 
Jiménez G.
28
Durante esta misma década, se suma a la seguidilla de hechos positivos, la 
instalación e inicio de operaciones en Costa Rica, de la representación para América, de 
la Alianza Cooperativa Internacional, (ACI), quien propicia el convenio de cooperación 
con la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo, NORAD, con la que diseña e 
implementa el Programa denominado Mujer Cooperativista con idoneidad en cada uno 
de los países de Centroamérica, Belice, Panamá, República Dominicana y Puerto Rico. 
Hecho que viene a fortalecer el protagonismo del Comité. 
Para el diseño de este Programa, ambos organismos internacionales, toman como 
punto de partida la gestión y los resultados del Comité costarricense, en correspondencia 
a su positiva gestión cooperativista a favor de las mujeres y el liderazgo regional 
acumulado, ubicándose en un rol de vital importancia en su construcción.
A la luz y marco de este Programa, teniendo como referencia, citado en el párrafo 
anterior, la experiencia vivida por el CNMC en el movimiento cooperativo costarricense 
y su posicionamiento nacional como internacional, se promocionan y se crean los 
Comités Nacionales de Mujeres Cooperativistas, CNMC, en cada uno de los países de 
competencia.
Desde aquí, se coadyuva para constituir una base económica de acompañamiento 
a estas iniciativas empresariales que les permitiera dar los primeros pasos en su 
promoción, constitución y fortalecimiento productivo. Así, se constituyen los fondos 
nacionales de financiamiento para grupos productivos relacionados, a los que se les 
designó un monto por igual a cada Comité Nacional. Posteriormente, este es conocido 
como capital semilla.
En el caso de Costa Rica, este capital semilla fue administrado por APROMUJER, 
mismo que permitió la creación de un fondo evolutivo y otorgar créditos para proyectos 
productivos en manos de mujeres organizadas en el modelo, como la implementación 
de procesos de capacitación, fortalecimiento del desarrollo humano y gestión 
administrativa.
29
De inmediato, la Asociación diseña y acuerda políticas de operación y un reglamento 
para dar inicio con su gestión. Los primeros años, de acuerdo con la memoria colectiva, 
impactó positivamente en grupos con el perfil previamente definido; experiencia 
que nuevamente se convierte en referencia para los otros países relacionados con el 
Programa.
Este fondo de crédito evolutivo, si bien apoyó y acompañó los inicios de desarrollo 
y gestión de las emergentes empresas cooperativas de mujeres, pareciera que fue 
insuficiente para resolver sus necesidades económicas, lo que obliga a enfocarse a 
la consecución de más recursos (humanos, económicos, financieros, tecnológicos, 
industriales, de infraestructura), necesarios para garantizar su sobrevivencia. Al 
respecto es importante acotar que esta realidad, trae como consecuencia, entre otras, la 
distracción y no atención también a su rol político a lo interno del movimiento, lo que 
posiblemente debilita su visibilización y posicionamiento en las propuestas y toma de 
decisiones estratégicas, al igual que la representación en los organismos de integración.
Pese a lo anterior, el trabajo realizado en procesos de capacitación y formación no 
deben despreciarse, ya los mismos permitieron enrumbarse hacia el cumplimiento de 
los objetivos planteados. Las fotos a continuación muestran algunas actividades de esta 
gestión. 
En la foto, de izquierda a derecha, Jean 
Marc Lempron, Representante ACI Costa 
Rica, Marta Campos M. presidenta 
de APROMUJER, Mireya Jiménez G. 
presidenta del CNMC Costa Rica y 
Patricia Jiménez G. coordinadora del 
Programa Mujer y Cooperativismo, ACI 
América, en el acto de firma del acuerdo 
de desarrollo del capital semilla para las 
mujeres cooperativistas. Fuente: archivo 
personal de Patricia Jiménez G.
30
Imágenes de diferentes escenarios 
de procesos de capacitación 
llevados a cabo por APROMUJER 
a mujeres cooperativistas 
costarricenses. Fuente: 
APROMUJER.
De izquierda a derecha, Marta 
Valle del CNMC de Nicaragua, 
Mireya Jiménez del homólogo 
de Costa Rica, en una actividad 
social después de un taller de 
planificación. Fuente: foto archivo 
personal de Patricia Jiménez 
Gómez.
31
Dentro de este contexto, nacional costarricense, que se vislumbra positivo y favorable 
para las mujeres hacia una visión de largo plazo, estas empresas se convirtieron en 
una herramienta de trabajo y de desarrollo personal atractivas y eficientes, lo que 
provoca un número creciente de ellas conforme avanzan las décadas. Este providencial 
escenario hace necesario que las políticas, reglamentos y buenas intenciones definidas 
en acuerdos y normas, se materialicen y sean prácticas y efectivas. 
En el camino recorrido y con los instrumentos de apoyo diseñados y puestos en 
marcha, las mujeres cooperativistas costarricenses, buscan la efectiva equidad en el 
sector y logran, después de un proceso de diálogo y negociación, que se apruebe una 
política al respecto en el Octavo Congreso Nacional Cooperativo, realizado en 1994, 
la misma establece el apoyo a procesos de consolidación del CNMC, de acuerdo conCorella (2019; p. 115). 
Imagen de mesa principal y participantes del Seminario-taller La Mujer y las Cooperativas realizado en Nicaragua en 
1987. Fuente: foto archivo personal de Patricia Jiménez G.
32
Este hecho permite evidenciar la capacidad y posicionamiento del Comité en estas 
instancias sociales de desarrollo. Otro ejemplo de ello es con el Centro de Estudios 
y Capacitación Cooperativa R.L., (CENECOOP R.L), que aprueba un reglamento 
donde se prohíbe el uso del sexismo en el lenguaje. Por otra parte, la Confederación 
de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica, (CCC-CA), hace lo propio con un 
reglamento en contra del hostigamiento sexual. Con ello y otras acciones similares, se 
sentaron las bases para un proceso de crecimiento, que condujeron a la convergencia 
entre hombres y mujeres, construyendo paso a paso el camino hacia la equidad.
Unido a los alcances anteriores en la senda construida, que contiene trabajo, 
posicionamiento, liderazgo y respeto entre propios y extraños, el Comité tiene a su 
haber, la coordinación nacional del denominado Grupo de Seguimiento Hacia la IV 
Conferencia Mundial de la Mujer, integrado por organizaciones no gubernamentales, 
ONGs, y organizaciones sociales costarricenses, representación que asumió por tres 
años, periodo que duró el proceso preparatorio del encuentro de la sociedad civil y el 
gubernamental, realizada en Pekín, China, en el mes de septiembre de 1995.
Así las cosas, tras una década de gestión del Comité con un enfoque claramente 
feminista, cobra aquí particular significado, el apoyo y la promoción de este, a otras 
instancias cooperativistas de mujeres, como la creación de la Unión Nacional de 
Cooperativas de Mujeres, UNIMUJERES, en 1998.
Ahora bien, con la experiencia desarrollada por los Comités Nacionales de Mujeres 
Cooperativistas en los países de la región, la CCC-CA promueve y facilita la constitución 
de su Consejo Regional de Mujeres Cooperativistas, CRMC y con el paso del tiempo, 
el CENECOOP R.L., posiciona su política de igualdad y equidad en las actividades de 
capacitación que implementa.
La riqueza histórica en los años de vida del Comité evidencia su impacto positivo y 
la integración activa de las mujeres en el cooperativismo costarricense, tal y como se 
aprecia en el siguiente gráfico. 
33
Gráfico # 1
Membresía Cooperativa Costarricense por Sexo y por Sector Económico 
(porcentaje valores relativos), al año 2000.
Complementa la información del gráfico anterior, el cuadro # 1, en donde se visualiza, 
en número y porcentaje, la participación de mujeres por provincia.
Fuente: Confederación de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica, 2002.
Hombres Mujeres
0 20 40 60 80 100
Otras 57.6 42.4
Servicios 59.7 40.3
Comercial 62.7 17.3
Vivienda 67 33
Transporte 83.3 16.7
Industrial 83.2 16.8
Consumo 74.3 25.7
Ahorro y 
crédito 58.8 41.2
Prod. 
Agrícolas
76 24
34
Otra evidencia constatable del Comité es la búsqueda de su sostenibilidad en el 
tiempo, tanto en términos de representación como económica. En ambas direcciones, 
las labores tienen frutos como el siguiente: el CONACOOP le designa anualmente un 
10% de su presupuesto para su operación. Si bien, se reconoce el acuerdo, continúa 
siendo insuficiente y no corresponde en igualdad, al número de membresía del sector, 
ya que las mujeres representan el 48% de la misma a nivel nacional.
Con este escenario de posicionamiento y defensa de las mujeres cooperativistas 
costarricenses, se espera el fortalecimiento del sector, a la luz de sus principios, 
valores, fundamentos ideológicos y filosóficos. Claramente, el impacto no debe ser 
solo económico, sino social; en donde se fomente la construcción de una cultura 
costarricense equitativa, solidaria e inclusiva, en donde las organizaciones sociales, 
encabezadas por mujeres, tengan el posicionamiento, la toma de decisiones y la 
Tabla # 1
Participación de las mujeres cooperativistas costarricenses por provincia 
en el total de la membresía por país al año 2000.
Distribución por 
provincia
Total de 
población 
cooperativista
Número de mu-
jeres asociadas
% de mujeres 
asociadas
Costa Rica 446214 179087 40
San José 265905 113493 43
Alajuela 112878 38033 34
Guanacaste 42379 20101 47
Cartago 9362 2548 27
Puntarenas 8622 2536 29
Heredia 3831 1426 37
Limón 3237 950 29
Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la CCC-CA 2002, p 26
35
tenacidad necesaria para ser parte de las instancias políticas del cooperativismo y del 
Estado. Decisiones orientadas en materia de empresariedad y patrimonio, ingreso, 
movilidad y poder económico. Sin embargo, la razón de ser del CNMC, parece que se 
ha visto distorsionada en los últimos años, debilitando su visión de origen, la cual es 
“Impulsar la participación real y efectiva de las mujeres en el movimiento, acompañadas 
de respeto, el fortalecimiento del aprendizaje y el conocimiento, del empoderamiento y 
liderazgo, construyendo puentes de solidaridad, justicia y equidad”.
Hoy, a los 34 años después del nacimiento de un sueño, urge realizar un análisis 
prospectivo del Comité que arroje los elementos necesarios para la elaboración de una 
estrategia que visualice e incorpore acciones de mejora continua en el corto, mediano y 
largo plazo, bajo la premisa de la toma de conciencia, concertación, equidad e igualdad 
de género en pro de un nuevo y remozado modelo cooperativo, a partir del diálogo y 
debate de ideas a nivel local y nacional, para con ello, enfrentar los desafíos de los 
nuevos escenarios que imponen la construcción de una ciudadanía activa, en camino 
hacia la gobernanza del cooperativismo nacional. 
En esta reconstrucción, deben superarse las dificultades de comunicación y 
relacionamiento. Por lo tanto, es menester promover intercambios, enfrentar los 
desafíos y riesgos del entorno, con el fin de fortalecer a lo interno del movimiento 
cooperativo, mejores rutas y propuestas, que permitan establecer el intercambio y las 
buenas relaciones de equidad e igualdad. En esta línea de acción, las organizaciones 
cooperativas de mujeres deben responder a un modelo organizacional y político de 
reciprocidad, en donde la participación, sin distingos, sea el lenguaje de superación 
humana y una evidente contribución al Producto Interno Bruto. (PIB).
Es una realidad que los hechos de los últimos años dan pie a opinar, que los avances 
llevados a cabo por las mujeres cooperativistas costarricenses en la década de los 80 
y principios de los 90, se han estancado, dejando atrás las conquistas y logros. Cabe 
mencionar que como muestra de este debilitamiento, se da la no práctica de la paridad de 
género en el plenario del CONACOOP, órgano máximo de representación costarricense 
del movimiento cooperativo, se podría incluso pensar que hay desconocimiento de 
las leyes y normas nacionales e internacionales. A continuación, se ofrece el siguiente 
cuadro, en el cual se puede apreciar la designación de mujeres en las diversas instancias 
que conforman el movimiento cooperativo.
36
Tabla #2
Números de mujeres y hombres designados en el Plenario de 
CONACOOP. Costa Rica.
Organismo Instancia
Número de 
personas 
integrantes
Número 
de mujeres 
designadas
Número de 
hombres 
designados
Plenario
CONACOOP
Directorio
Propietarias 8 2 6
Suplentes
Agrícolas 
industriales
Propietarias 10 2 8
Suplentes 3 0 3
Demás 
cooperativas
Propietarias 10 6 4
Suplentes 3 0 3
Cooperativas de 
Autogestión
Propietarias 10 5 5
Suplentes 3 1 2
Representantes 
ante Infocoop
Junta Directiva
Propietarias 4 0 4
Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CONACOOP, noviembre 2021.
37
Tabla #2
Números de mujeres y hombres designados en el Plenario de 
CONACOOP. Costa Rica. (continuación)
Organismo Instancia
Número de 
personas 
integrantes
Número 
de mujeres 
designadas
Número de 
hombres 
designados
Organismos de 
segundo grado
Urcozon R.L.
Propietarias 10 1
Suplentes 1 0 1
Uncoosur R.L.
Propietarias 1 0 1
Suplentes 1 0 1
Fecoopse R.L.
Propietarias 1 1 0
Suplentes 1 1 0
UNCOOSANTOS R.L.
Propietarias 1 0 1
Suplentes 1 0 1
URCOGUA R.L.
Propietarias 1 1
Suplentes 1 1
Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CONACOOP, noviembre 2021
38
Tabla #3
Números de mujeres y hombres designados 
en el CENECOOP R.L. Costa Rica
Organismo Instancia
Número de 
personas 
integrantes
Número 
de mujeres 
designadas
Número de 
hombres 
designados
CENECOOP 
R.L.
Consejo de 
Administración
Propietarias 7 3 4
Suplentes 2 2
Comité de 
Vigilancia
Propietarias 5 0 5
Suplentes
Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CENECOOP, noviembre 2021
Con base en los datos anteriores, respecto de esta marcada desigual de representación 
y de toma de decisión en los órganos de mayor importancia en la integración del 
movimiento cooperativo costarricense, así como en las cooperativas base, un grupo de 
mujeres cooperativistas se dieron a la tarea de elaborar una propuesta de reforma a la 
ley, para presentarla ante la Asamblea Legislativa. 
Atendiendo los procedimientos reglamentarios y el debido proceso legislativo, la 
propuesta de reforma, es presentada por dos diputadas ante la Comisión Permanente 
Especial de la Mujer de la Asamblea Legislativa, misma que después del análisis 
y acotaciones correspondientes, aún se encuentra en estudio por esta instancia, sin 
posibilidad a la fecha de ser llevada al parlamento.
39
Después de varios años de diálogos, análisis y querellas a lo interno del movimiento, 
no ha sido posible llegar a un consenso al respecto. La última versión con la que se 
cuenta es la propuesta Reforma de la Ley de Asociaciones Cooperativas y Creación 
del Instituto Nacional de Fomento Cooperativa, Nº 4179, del 22 de agosto de 1968, y 
Adición de un Nuevo Título IV Creación del Comité para la Igualdad y la Equidad de 
Género y los Derechos de las Mujeres del Movimiento Cooperativo. EXPEDIENTE N° 
21.051, del 31 de octubre del 2018.
En retrospectiva, es posible vaticinar que ante la cotidianidad que se vive en el 
movimiento cooperativo, es poco probable que en el corto plazo se establezca una 
mesa de diálogo representada por mujeres y hombres, guiados por intereses comunes, 
en prioridad con la tarea de redefinir el camino a seguir para enriquecer la propuesta de 
reforma a la Ley, teniendo como objetivo final una legislación que plasme el respeto y 
valor a las mujeres, la equidad y el fortalecimiento de los valores y principios, pioneros 
de estas empresas de economía social. 
A modo de cierre de este apartado, se hace oportuno hacer referencia a la reflexión 
que realiza Sánchez (2021; p. 101) sobre lo siguiente: 
La historia de la participación de la mujer en el cooperativismo costarricense 
se puede escribir a partir de finales de la década de los ochenta, época en la 
que la mujer y su aporte al cooperativismo permaneció invisibilizado. Durante 
tres décadas un reducido grupo de mujeres, con una visión clara sobre la 
naturaleza jurídico-social de las cooperativas, así como de sus principios, 
han dado una lucha por lograr una participación político-económica en 
igualdad de condiciones y con equidad de género, dentro de la organización 
cooperativa. Los resultados aún no han sido positivos, pese a las políticas 
públicas del Estado costarricense en esa ruta y un contexto general favorable 
del cooperativismo mundial, y por qué no agregar a estas últimas palabras, 
también del nacional. 
40
REFERENCIAS
Asamblea Legislativa de Costa Rica (2018). Proyecto de ley reforma de la ley de 
asociaciones cooperativas y creación del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo, 
Nº 4179, del 22 de agosto de 1968, y adición de un nuevo título IV creación del 
comité para la igualdad y la equidad de género y los derechos de las mujeres 
del movimiento cooperativo. expediente N° 21.051. Departamento de Servicios 
Parlamentarios Unidad de Proyectos, Expedientes y Leyes. San José, Costa Rica.
Confederación de Cooperativas del Caribe y Centro América (2002). Estado 
del cooperativismo en Costa Rica: II censo cooperativo 2000. Confederación de 
Cooperativas del Caribe y Centro América. San José, Costa Rica. CCC-CA.
Corella L. (2019). Los Congresos Cooperativos en Costa Rica. San José, Costa Rica. 
El Atabal S.A.
Revistas
Centro Nacional de Educación Cooperativa (2013). Mujer y Cooperativismo en 
Costa Rica. Horizontes Cooperativos. CENECOOP. Revista # 21
Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer (2013). Foto 
Histórica. APROMUJER. Volumen 54.
Sánchez, R. (2021). Participación de la Mujer en el cooperativismo costarricense 
(1989-2018). Deusto Estudios Cooperativos, n.º 12 (marzo), 101-25. Recuperado de: 
https://doi.org/10.18543/dec-12-2019pp101-125.
Medios electrónicos
Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer (2012). 25 
aniversario. APROMUJER. Heredia, Costa Rica. Formato CD. 
41
PROCESOS DE INCIDENCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN 
COOPERATIVISMO Y ECONOMÍA SOCIAL EN IGUALDAD
RECUPERANDO LA HISTORIA 
Licda. Haydee Hernández Pérez, 
Jefa de la Unidad Técnica de Igualdad de Género 
 Asamblea Legislativa
Históricamente la lucha para que el tema de igualdad de género y derechos de las 
mujeres cooperativistas este incorporado formalmente en la Ley de Cooperativas, inicia 
en el 2002. En ese año se discutía el Expediente N° 14191 impulsado por el INFOCOOP, 
pero en dicho expediente no se mencionaba el tema de igualdad de género y derechos 
de las mujeres, hasta que se le aprobó una moción que presenta la diputada Kyra de la 
Rosa Alvarado y es impulsada por el CNMC de ese período que incorporó la paridad 
en todos los órganos de decisión del Movimiento Cooperativo, la obligatoriedad 
para que cada ente aprobara una política de igualdad de género para democratizar 
el sector y realizar acciones afirmativas en favor de las mujeres y la creación de un 
ente con personalidad jurídica pública, de promoción de los derechos de las mujeres 
cooperativistas y la igualdad de género en todo el sector cooperativo nacional. Esta 
iniciativa fue archivada en abril del 2005.
En el 2012, nuevamente las diputadas de turno, Pilar Porras y Mireya Zamora y la 
Unidad Técnica de Igualdad de Género de la Asamblea Legislativa ( UTIEG) conocedoras 
de las necesidades que expresan las mujeres cooperativistas y la invisibilización de sus 
derechos, contactan por solicitud del CNMC para impulsar nuevamente un proyecto 
de ley para que rescatara todo lo presentado entre el 2002 y el 2006. Por esta razón la 
incidencia inicia con el acompañamiento de la UTIEG al CNMC para la presentación 
de mociones en el XII Congreso anual cooperativo que aprobaran todo lo que el fondo 
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del proyecto de ley requería y una vez aprobadas estas mociones, se procedió tanto 
Asamblea como el CNMC a redactar nuevamente el proyecto de ley bajo el Expediente 
18199 que fue presentado por iniciativa de las diputadas Pilar Porras y Mireya Zamora. 
Este expediente fue enriquecido en su discusión por LA Asociación de Mujeres En 
Cooperación Para el Desarrollo (AMUCOODE) a partir del 2007, cuando la Junta 
Directiva del CNM C fue disuelta por autoridades del CONACOOP por haber incidido 
en la presentación de esa iniciativa de Ley.
El expediente 18199 obtuvo mucha resistencia de las cúpulas del cooperativismo 
y las mujeres cooperativistas que lo impulsaban fueron recibiendo en forma continua 
acciones de violencia política por estar impulsando esta iniciativa de ley. Sin embargo, 
la discusión del proyecto de ley logró llegar hasta el primer lugar de la Orden del Día 
de la Comisión Plena Primera del 2018 a pesar de la incidencia negativa de las cúpulas 
del partido, que lograron convencer a la presidenta de la Asamblea Legislativa para que 
se archivara, porque la primera prórroga del plazo cuatrienal le fue aprobada unos días 
después desu vencimiento en el 2014 y el mismo se vencía nuevamente en julio 2019, 
pero a pesar de ello lo archivaron por vencimiento del plazo cuatrienal. 
Nuevamente este proyecto fue presentado a la Corriente Legislativa unos días después 
de su archivo bajo el expediente N° 21051. Este expediente logra ser dictaminado 
afirmativamente por la Comisión de la Mujer en el 2020 y nuevamente las cúpulas del 
Movimiento cooperativo detienen su trámite final, quedando pendiente su discusión 
final hasta la fecha.
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LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LA FILOSOFÍA COOPERATIVA
Una identidad histórica
Filosofía cooperativa; identidad que está compuesta por los principios cooperativos, 
la definición de cooperativa y los valores cooperativos. Históricamente ha incluido la 
igualdad de género en el conjunto de sus planteamientos como lo comprueban muchas 
de sus práctica y publicaciones desde sus orígenes.
Si analizamos la evolución de estos tres elementos de la filosofía cooperativa se 
pueden reconocer concretamente en su toma de decisiones, contenido y prácticas; los 
planteamientos por la igualdad de género, incluidos desde sus concepciones originales, 
como se rescata de la publicación realizada en 1996:
Bases para la elaboración de una estrategia de género en las cooperativas en 
las américas” publicación hecha en la oficina de las Américas de la Alianza 
Cooperativa Internacional como documento introductorio para la elaboración 
del primer encuentro continental de mujeres cooperativistas: Desde su inicio, 
la Alianza Cooperativa Internacional creó la “Asociación Cooperativista de 
Mujeres” más tarde convertida en el “Comité Mundial de la mujer de la ACI” 
que en la actualidad sigue Funcionando con el nombre de CREG.
La definición de cooperativa:
Una cooperativa es: “Una asociación autónoma de personas que se han unido 
voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, 
sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y 
democráticamente controlada”.
En su concepto se está planteando el carácter social de una unidad de producción 
que se propone ser una propiedad conjunta, no individual, que implica distribución 
de los beneficios entre toda su membresía y democráticamente controlada, lo 
que implica que tendrán acceso todas las personas que la conforman a la toma de 
decisiones y el acceso a los recursos, y cuando se habla de personas, se está considerando 
en igualdad de condiciones a mujeres y hombres. 
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Desde esa perspectiva, consideramos que cuando se constituye este concepto, se 
consideran los siguientes valores, en cuya práctica implican y ratifican la posición 
de la defensa de la democracia económica, derivada de principios que implican el 
bienestar social y por lo tanto se incluye la diversidad de las personas en igualdad 
de condiciones así como la distribución equitativa de los beneficios económicos que 
tienen consecuencias sociales.
Estos valores cooperativos son los siguientes: 
• Ayuda Mutua
• Responsabilidad
• Democracia
• Igualdad
• Equidad 
• Solidaridad
• Honestidad
• Transparencia
• Responsabilidad social
• Preocupación por los demás.
 
Todos estos valores cooperativos fueron ratificados en la última aprobación de la 
filosofía cooperativa y los principios de la Alianza Cooperativa Internacional. Tokyo, 1995.
INTERPRETACIÓN DE LOS VALORES, DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Ayuda Mutua
Se da la “ayuda mutua” cuando dos o más personas se socorren y cooperan entre sí 
para lograr las metas individuales o colectivas propuestas”, en esa medida la cooperación 
debe ser igual entre hombres y mujeres, sin que una de las personas tenga influencia 
o dominancia sobre la otra. Así se logra una participación igualitaria, sin predominio 
individual, sino considerando las diferencias desde la necesidad de la identidad para 
que la Ayuda Mutua se concrete para todas las partes, desde las características de sus 
necesidades e intereses. 
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Responsabilidad
La “responsabilidad” es la obligación de responder por los propios actos. Es también 
garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.” En los compromisos está 
incluida la igualdad, como uno de los principios vigentes y que deben ser una práctica 
permanente entre las personas que forman parte de la cooperativa. Es responsabilidad 
de cada persona asociada el garantizar que se dé igualdad de género y garantizarla 
contando con la información estadística fidedigna, ya que los datos estadísticos dan a 
conocer y precisan las condiciones individuales y por grupos que tiene la membresía y 
es en los datos estadísticos donde se pueden definir las diferencias y desigualdades que 
además pueden ser el origen de brecha de género que afecta a las mujeres cooperativistas.
 
Democracia
En el cooperativismo hay “democracia” cuando los (as) asociados (as) mantienen el 
control de la cooperativa participando activamente en la toma de decisiones en asambleas 
generales, en órganos sociales a través de sus representantes o en otros espacios de poder”. 
Por lo tanto, para que la democracia tenga perspectiva de género, debe considerarse 
la participación de las mujeres en la toma de decisiones en función de la paridad de 
género, considerando desde los datos estadísticos sus porcentajes de participación y de 
aporte a la economía de la cooperativa. Así se garantiza que las necesidades e intereses y 
posicionamiento de las mujeres estén presentes en la toma de decisiones.
Igualdad
Consiste en ofrecer el mismo trato y condiciones de desarrollo a cada persona 
asociada, sin discriminación de sexo, etnia, clase social, credo, capacidad intelectual 
o física. En la declaración de principios de 1995 se toma esto como la igualdad de 
género con lo que se incluyen los derechos humanos de las mujeres y por lo tanto 
todos los compromisos internacionales generados al respecto como la Agenda CEDAW 
o la convención de Belém do Pará (por medio de esta convención, los Estados Parte 
acordaron que la violencia contra las mujeres constituye una violación de los derechos 
humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el 
reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades).
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Equidad
La “equidad” se refiere a la noción de justicia de dar a cada quien lo que se 
merece o ha ganado, según sea su grado de participación o aporte y reconociendo sus 
condiciones y características especiales. Es decir, tomando en cuenta la superación de 
las desigualdades y se considera como acciones afirmativas que significan darle más 
a la persona que menos tiene como una estrategia que está encaminada a lograr la 
igualdad y que implica la práctica de acciones afirmativas.
Solidaridad 
Es la adhesión libre y voluntaria a una causa o empresa, lo cual crea una relación 
humana de mutuo apoyo, donde la felicidad particular depende de la felicidad colectiva. 
Es entonces la comunidad de intereses, sentimientos y propósitos. 
Honestidad
Es la honradez, la dignidad y la decencia en la los (as) asociados (as). La persona 
honesta no es incapaz de robar, estafar o defraudar. Esto implica que en las cooperativas 
la corrupción atenta contra el cumplimiento de su filosofía y por lo tanto son hechos 
que generan desigualdad y contradicción. 
Transparencia
En una cooperativa hay “transparencia” cuando la información es administrada 
entre asociados (as) y dirigentes de manera clara, veraz y oportuna. En la base de la 
transparencia está la confianza, la comunicación y la franqueza. Se oponen a ella el 
encubrimiento y el engaño. La falta de información transparente genera desigualdades 
y anula el acceso a la toma de decisiones de una manera eficaz.
Responsabilidad social
En el cooperativismo la “responsabilidad social” se vincula con el compromiso y el 
desarrollo de la comunidad. Por ello, las cooperativas son agentes activos en la generación 
de empleo y en la justa distribución de la riqueza. En esa medida, la perspectiva de géneroestá incluida en la responsabilidad social, porque esta supone superar las desigualdades 
en todo sentido y por lo tanto las desigualdades entre hombres y mujeres.
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Preocupación por los demás
Hasta no lograr el bienestar material y espiritual económico social de las personas 
que le rodean, la persona cooperativista auténtica estará en una condición de inquietud 
o desasosiego, buscando soluciones a los problemas sociales. Eso es “preocupación por 
los demás”.
EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS
Los principios cooperativos han tenido un proceso de cambio desde sus orígenes 
porque han ido cambiando de acuerdo con los contextos económicos, sociales, 
históricos del mundo por su carácter internacional de nivel mundial tratando de que no 
se pierda su eficacia en la aplicación y sobre todo en el logro del bienestar social según 
la etapa histórica. 
En esa medida hay que interpretar los principios desde el mundo contemporáneo por 
eso se han dado los siguientes cambios:
Primera Definición 1895. Segundo cambio 1937, tercer cambio 1966 y 
última reforma 1995. Evolución mundial de los principios cooperativos.
LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, DESDE LOS INTERESES DE LAS MUJERES
PRIMER PINCIPIO
Membresía abierta y voluntaria
Las cooperativas son organizaciones voluntarias y están abiertas para todas aquellas 
personas que estén dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía 
sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.
48
Comentario
Hay que proteger el acceso libre y voluntario de las mujeres a las cooperativas, 
porque en la práctica tienen mayores obstáculos para hacerlo por las condiciones de 
discriminación derivadas de los siguientes aspectos:
• La división sexual del trabajo,
• La injusta distribución de la riqueza en la sociedad.
SEGUNDO PRINCIPIO
Sobre el control democrático de los/as miembros/as
Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, 
quienes participan activamente en la definición de políticas y en la toma de decisiones. 
Los hombres y mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante la 
membresía. En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho a voto (un 
miembro un voto), mientras en las cooperativas de otros niveles también se organizan 
procedimientos democráticos.
Comentario
Este principio permite analizar las siguientes preguntas: ¿Con que niveles de 
representatividad se ejerce la democracia?, ¿Cuál es la estructura de representatividad, 
en términos de género?
Si la representación por género en los espacios de dirección no corresponde a los 
porcentajes de los géneros en la membresía como puede asegurarse la práctica de este 
principio y como consecuencia las mujeres tendrán menor acceso a la dirección y a la 
toma de decisiones.
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TERCER PRINCIPIO
Participación económica de los/as miembros/as
Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática 
el capital de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común 
de la cooperativa.
Usualmente reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre el capital 
suscrito, como condición de membresía.
Los miembros asignan excedentes para cualquiera de los siguientes propósitos: el 
desarrollo de la cooperativa mediante la posible creación de reservas, de la cual al 
menos una parte debe ser indivisible, los beneficios para sus miembros en proporción 
con sus transacciones en la cooperativa; y el apoyo a otras actividades según lo apruebe 
la membresía. 
Comentario
Si las mujeres tienen menor acceso a la toma de decisiones como sucede en la 
práctica en la mayoría de las cooperativas, qué acceso y control tienen sobre los recursos 
de la cooperativa y cómo son beneficiadas por ellos especialmente en lo que se refiere 
a sus intereses.
CUARTO PRINCIPIO
Autonomía e independencia
Las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por 
sus miembros. Si entran en acuerdo con otras organizaciones (incluyendo los gobiernos) 
o tienen capital de fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control 
democrático por parte de los miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa”.
50
Comentario
La autonomía puede tener varias dimensiones y por lo tanto debe tomar en cuenta 
como parte de la identidad de la organización los intereses de las mujeres y defenderlos 
frente a actuaciones foráneas que los lesionen. 
QUINTO PRINCIPIO
Educación entrenamiento e información
Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros y dirigentes 
electos, gerentes y asociados, de tal forma que contribuyan eficazmente al desarrollo 
de sus cooperativas. Las cooperativas informan al público en general particularmente a 
jóvenes y creadores de opinión acerca de la naturaleza y beneficios del cooperativismo.
Comentario
La educación cooperativa debería extenderse al estudio y búsqueda de solución de 
la problemática de género, como una condición necesaria de una práctica democrática.
Las mujeres deben tener acceso en igualdad de oportunidades a la educación 
cooperativa.
La información debe manejarse en procesos democráticos donde se toma en cuenta 
la composición de género de la cooperativa en todos los niveles de la base a la dirigencia 
y viceversa.
SEXTO PRINCIPIO
Cooperación entre cooperativas
Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento 
cooperativo, trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, 
nacionales, regionales, internacionales”.
51
Comentario
La cooperación entre cooperativas es importante para el fortalecimiento del 
cooperativismo como movimiento social, las mujeres deberíamos impulsar la práctica 
de este principio como forma de articular nuestra participación, y nuestros intereses 
entre las cooperativas para lograr mayor influencia de la toma de decisiones a nivel de 
sector, a nivel nacional o internacional y finalmente, incidir desde el empoderamiento.
SÉPTIMO PRINCIPIO
Compromiso con la comunidad
La Cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de 
políticas aceptadas por sus miembros.
Comentario
Este principio debe procurar la búsqueda de esquemas más justos en los que se pueda 
desenvolver la vida comunitaria entre los hombres y mujeres, lo cual es insustituible 
para lograr el desarrollo.
Por otro lado, se debe entender como comunidad a las familias de los y las asociados/
as y en esa medida debe ser interés de las mujeres influenciar los espacios domésticos 
para que estos sean la base del desarrollo pleno de las mujeres cooperativistas.
52
LAS AGENDAS DE LAS MUJERES COOPERATIVISTAS A NIVEL 
NACIONAL Y PARA AMÉRICA LATINA: SU EVOLUCIÓN
Institucionalización y estructuras nacionales para su ejecución
La participación de las mujeres en el cooperativismo se dio desde su fundación. La 
historia nos lleva a marzo de 1846 en Inglaterra, cuando una tejedora, Eliza Brierley, 
se alineó en una fila de hombres trabajadores para entregar una libra esterlina y poder 
convertirse de esta manera en miembro de pleno derecho de la famosa Sociedad 
Cooperativa Equitativa de Pioneros de Rochdale. 
ANN TWEEDALE
Posteriormente; Las mujeres se organizan en esa épca y forman La liga de mujeres 
cooperativistas, cuyo trabajo fue dar a conocer el cooperativismo en toda Inglaterra.
Luego se conforma El Comité mundial de la mujer de la ACI, primer comité que 
le da su informe a la Alianza Cooperativa Internacional en 1895.
Como se plantea en el documento sobre el Comité Nacional de Mujeres Cooperativistas 
de Costa Rica, a mediados de la década de 1980, se inicia el trabajo con las mujeres en 
los organismos cooperativos de Centroamérica y República Dominicana, conformando 
los Comités Nacionales de Mujeres Cooperativistas.
Al configurarse estos comités, se generan planes de trabajo para el avance de la 
participación de las mujeres en

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