Logo Studenta

Textos 2do parcial

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

MÓDULO 4
1) La construcción social de la realidad (Berger y Luckman): Distingue socialización primaria de 
socialización secundaria. La socialización primaria es la etapa por la que un individuo se convierte 
miembro de la sociedad, naciendo en un mundo social objetivo en el que se apropia de los significantes 
y de los roles que le son impuestos, logrando así una identificación; es así un proceso dialéctico entre la 
identidad objetivamente atribuida y la que es subjetivamente asumida. La socialización secundaria es la 
internalización de submundos institucionales que requiere por parte del individuo la adquisición de los 
roles; es una realidad parcial que deviene del mundo de base adquirido por la socialización primaria.
2) Inducción, apropiación y resistencia. Discusiones sobre el concepto de socialización en las prácticas 
educativas (Paulin y Tomasini): Analiza el proceso de socialización en las prácticas disciplinarias y en los 
modos de abordar los conflictos en el cotidiano escolar; así como los procesos de subjetivación de los 
adolescentes en el contexto de la socialización escolar. Los adolescentes llevan a cabo una apropiación 
interpretativa los significados de la construcción social de las normas que reciben; en un contexto de 
diálogo conflictivo con los otros. Se apunta a la categoría de resistencia como las “contranormas” de los 
adolescentes, y a la de apropiación como la internalización de lo social de los mismos.
3) Socialización, sociabilidad y subjetivación (Paulin): En cuanto a la socialización, rescata la teoría de 
socialización de Mead cuyo logro central es la identidad personal y social del individuo, a través de una 
aprehensión significativa y mediante la función simbólica del lenguaje, incluyendo al self del niño, su mí 
y su yo. Rescata de Berger y Luckman el proceso de socialización primaria y secundaria. En cuanto a la 
subjetivación, ésta implica un trabajo activo del individuo para aprehender la realidad, interiorizando las
normas y valores impuestos, considerando a los “otros generalizados”, apropiándose de la cultura. En 
cuanto a la sociabilidad, ésta se basa en las relaciones entre sujetos, en los modos de ser y estar con 
otros, siendo un marco de experiencias compartidas por la multiplicidad de redes formadas por 
pequeños grupos; incluye un sistema de reglas para construir una relación con otros, como por ejemplo 
la sociabilidad juvenil. 
MÓDULO 5
1) La teoría de la tipificación como fundamento de la construcción del sentido común (Casanova): 
Enfatiza en la teoría de la tipificación de Schutz como generadora del conocimiento del sentido común y 
como categoría fundamental para la socialización. La tipificación se genera a través de la interpretación 
por parte del individuo del mundo, distinguiendo los objetos que lo conforman, y tomando de los 
mismos las cualidades significativas para dicho individuo; así, se toma un aspecto del “otro” y se lo 
define a partir de dicho aspecto. El único modo de interpretar lo desconocido es mediante las 
experiencias y conocimiento previos. Esto permite al individuo moverse eficazmente en la vida 
cotidiana. Concluye la autora que se puede pensar en el “otro” como una abstracción de la que todos los
individuos formamos parte, o como alguien diferente al grupo social al que pertenezco.
2) La vida cotidiana: contexto social y ámbito de la vida cotidiana (Correa): Se enfatiza en la vida 
cotidiana como la suma de rutinas presentes, pero no conocidas, nunca registradas. Se busca una crítica 
a la vida cotidiana, que consista en enfocar lo visto pero no reconocido, criticando las certezas básicas 
que llamamos sentido común. Interesa analizar las relaciones que los sujetos establecen en sus 
condiciones concretas de existencia. En primer lugar, el enfoque socio-antropológico-filosófico de Heller 
define a la vida cotidiana como el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los 
hombres particulares, que a su vez crean la posibilidad de reproducción social. Los componentes 
centrales son la estructura de la personalidad y de la objetividad. La vida cotidiana es vida de todo 
hombre entero, que es particular y específico. En segundo lugar, el interaccionismo simbólico de Berger 
y Luckman establece que la vida cotidiana es una realidad interpretada por los hombres y que para ellos 
tiene el significado subjetivo de un mundo coherente. La realidad se organiza alrededor del aquí de mi 
cuerpo y del ahora de mi presente. La vida cotidiana se establece a través de la intersubjetividad, en un 
espacio y tiempo determinados. En tercer lugar, el enfoque psicosocial de A. Quiroga analiza la realidad 
inmediata de los sujetos, en sus condiciones concretas de existencia, su cotidianeidad, siendo el sujeto 
emergente y producido en una trama de vínculos y relaciones sociales.
3) Significados colectivos, procesos y reflexiones sociales (González Pérez): Toma el concepto de 
representación social de Jodelet como una forma de conocimiento específico, el saber del sentido 
común, que designa una forma de pensamiento social. De Moscovici recupera los tres tipos de 
representaciones sociales que establece: hegemónicas, emancipadas y polémicas. Aborda tres niveles 
de aproximación para estudiar las RS. El primero corresponde a la representación social como una teoría
social del conocimiento, donde las representaciones fluyen en una sociedad pensante, de sujetos que 
expresan sus pensamientos. El segundo corresponde a la era de las representaciones sociales, que 
enfatiza en la ciencia, sistemas ideológicos, culturales y otros como proveedores de las representaciones
sociales; y en la comunicación como proceso cardinal en la construcción de las mismas. El tercero 
corresponde a los dos procesos sociocognitivos participantes en la construcción de representaciones 
sociales: la objetivación, que consta de las fases de construcción selectiva, esquematización 
estructurante y naturalización, para dotar de materialidad a un concepto abstracto; y el anclaje, que se 
vale de la clasificación y el nombramiento para integrar el concepto objetivado dentro de la red de 
conocimientos previos.
4) La representación social: fenómenos, conceptos y teoría (Jodelet): Destaca que las representaciones 
sociales se presentan bajo formas variadas (imágenes, categorías), y en donde lo social interviene a 
través del contexto, de la comunicación que se establece entre los sujetos, de los marcos de 
aprehensión y de los códigos, valores e ideología. La objetivación, lo social en la representación, es la 
operación formadora de imagen y estructurante; objetivizar es reabsorber un exceso de significados 
materializándolos. Implica la selección y descontextualización de los elementos de la teoría, la formación
de un núcleo figurativo y la naturalización. El anclaje, la representación en lo social, refiere al 
enraizamiento social de la representación y de su objeto; implicando la integración del objeto 
representado dentro del sistema de pensamiento preexistente, a través de los mecanismos de 
categorización, etiquetaje y dominación. 
5) De las actitudes a las representaciones sociales (Paulin): Define a la actitud como una disposición 
interna del individuo respecto del objeto, una respuesta hacia el estímulo social; según Breckler, consta 
de un componente afectivo (sentimientos favorables-desfavorables), un componente cognitivo (juicios, 
creencias) y un componente conativo (tendencia a la acción). Por otra parte, las representaciones 
sociales son estructuras categoriales de conocimiento, que se utilizan socialmente en la comunicación y 
que se integran con formas de acción social. Las RS se basan en tres dimensiones: información/opinión, 
organización y actitud. Recupera los procesos de objetivación y anclaje. 
MÓDULO 6
1) Los fundamentos del conocimiento de la vida cotidiana (Berger y Luckman): Plantean que la vida 
cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres, y que cabe tomarla como dada; 
originándose enlos pensamientos y acciones de los miembros de la sociedad. La vida cotidiana es la 
realidad por excelencia, la suprema realidad; se presenta objetivada, y se organiza alrededor del aquí de 
mi cuerpo y del ahora de mi presente, en un mundo intersubjetivo que comparto con otros, y que se 
estructura tanto en el espacio como en el tiempo. La interacción social de la vida cotidiana tiene lugar en
las situaciones “cara a cara”, donde tengo conciencia de otro completamente real, y con quien 
mantengo un intercambio continuo. El otro se aprehende por medio de las tipificaciones, que se vuelven
progresivamente anónimas a medida que se alejan del “aquí y ahora” de la situación “cara a cara”. Por 
otra parte, el lenguaje es el sistema de signos más importante de la sociedad humana que permite 
acceder al conocimiento de la vida cotidiana. Se origina en la situación “cara a cara”, pero puede 
separarse de la misma y seguir estando presente. Es el constituyente esencial de la realidad de la vida 
cotidiana. 
2) La acción colectiva como construcción social (Melucci): Plantea que los movimientos sociales son 
actores empíricos unificados que dan por sentados sus valores, intenciones y fines. La acción colectiva 
está construida por medio de relaciones sociales, donde los individuos actúan colectivamente, 
definiéndose a sí mismos y al campo de su acción. Así, los movimientos sociales son formas de acción 
colectivas que incluyen: solidaridad (para compartir una identidad colectiva), un conflicto (actores 
opuestos) y un rompimiento de los límites del sistema donde ocurre la acción, cuando ya no se tolera la 
estructura existente.
3) Enfoques y perspectivas en Psicología Social (A. Quiroga): Establece que los hombres producen y 
reproducen su vida, en una doble relación: con la naturaleza y con los hombres. Son las condiciones 
concretas de existencia las que determinan los procesos y contenidos psíquicos. Pichon-Riviere ubica al 
sujeto producido y emergente, en una compleja trama de vínculos y relaciones sociales. La crítica de la 
vida cotidiana consiste en determinar si la organización social promueve en los sujetos un aprendizaje o 
salud mental, o más bien se constituye en un obstáculo para la adaptación activa a la realidad por parte 
de los mismos. La cotidianeidad es el espacio y tiempo en que se manifiestan las relaciones que los 
hombres establecen entre sí y con la naturaleza en función de sus necesidades, configurándose sus 
“condiciones concretas de existencia”. Se presenta como algo que no tiene sentido cuestionar, 
constituyendo lo real por excelencia. La ideología dominante mistifica lo cotidiano en tanto oculta, 
naturaliza lo social y universaliza lo particular. En la vida cotidiana, la realidad social se muestra en los 
hechos y se oculta en la representación social de los hechos. Se debe realizar la crítica a la vida 
cotidiana, en primer lugar experimentándola y viviéndola, y en segundo lugar, estableciendo una 
ruptura con la familiaridad acrítica, con el mito de lo obvio.
4) La clandestina centralidad de la vida cotidiana (Reguillo): Sostiene que la cotidianeidad es el tejido 
de tiempos y espacios que garantiza la existencia del orden constituido. Para los actores sociales la vida 
cotidiana no es problemática a priori, y es por ello mismo problematizable. Al ser rutinizada, la vida 
cotidiana libra en los actores sociales la batalla simbólica por la definición del orden social. No existe 
vida cotidiana sin un discurso que la explicite, por lo que si el mismo cae, lo social tenderá a restituir el 
sentido a través de una intersubjetividad que busque nuevos postulados socioculturales, a través de: 
discursos totalitarios que busquen la recuperación de lo perdido (costumbres, valores) y del 
desdibujamiento de los referentes. El espacio y el tiempo son constitutivos fundamentales de la vida 
cotidiana. La vida cotidiana es el escenario de la reproducción y de la imposición de un orden construido 
y es también el punto de ruptura de ese orden. Los actores sociales utilizan las revanchas y la 
reflexividad para enfrentar la intención normalizadora del poder, imprimiendo la huella de su propio 
hacer en las prácticas socialmente compartidas.

Continuar navegando