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RESUMEN
Partiendo de la información sobre los acuerdos internacionales fir-
mados por varios países miembros de las Naciones Unidas acerca de
las esferas de preocupación internacional sobre la violación de los
derechos de las mujeres, se discute sobre los conceptos relativos al
género y la violencia. Se presentan cifras que alertan sobre las con-
secuencias de la violencia de género en América Latina, particular-
mente en México, sugiriéndose la necesidad de instrumentar políti-
cas claras para eliminar este mal, que constituye un problema gene-
ralizado en la región.
Palabras clave: Género, mujer, sociedad mexicana, violencia.
INTRODUCCIÓN
En el Anexo 1 del Informe de la Cuarta Confe-rencia Mundial sobre la Mujer celebrado enBeijing del 4 al 15 de septiembre de 1995, se
inscribe en su punto 29: prevenir y eliminar todas las
formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Cinco años más tarde, en 2000, durante la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en el Informe del Comi-
té Especial Plenario del XXIII período extraordinario de
las sesiones de dicha asamblea nuevamente, en la declara-
ción política de los gobiernos participantes, se establece
la necesidad de ratificar las doce esferas de especial pre-
ocupación, donde aparece, en el número cuarto, la vio-
lencia contra la mujer.
Parecería que estas declaraciones llevarían a dismi-
nuir la discriminación de la mujer, en la que la violencia
ocupa un lugar importante. Sin embargo, los datos ac-
tuales reflejan la gravedad del asunto y la necesidad de
continuar una lucha férrea contra este mal arraigado en
todas las sociedades, incluyendo América Latina, y par-
ticularmente México.
El tema es complejo, ya que como problema social
afecta diferentes espacios de la vida tanto de mujeres
como de hombres, niños y niñas. Las raíces las encon-
tramos en las estructuras sociales e inciden la educación
en el hogar, la escuela, los medios de comunicación y el
ambiente social en general.
La eliminación de la violencia requiere, por tanto,
de una política intersectorial, que contemple no sólo
GÉNERO Y VIOLENCIA
GENDER AND VIOLENCE
Mercedes B. Arce-Rodríguez
El Colegio de Tlaxcala. Melchor Ocampo No. 28. San Pablo de Apetatitlán, Tlaxcala, Tlax.
90600. (marcer@coltlax.edu.mx)
ABSTRACT
Starting from the information about the international agreements
signed by several Member States of the United Nations about
the international concern on violation of women's rights, a
discussion on concepts regarding gender and violence is
presented. Ciphers that warn on the consequences of gender
violence in Latin America, particularly in México are also given,
putting forward the need of clear policy-making to eliminate
this social wrong, which constitutes a generalizad problem in
the region.
Key words: Gender, woman, Mexican society, violence
INTRODUCTION
In Annex 1 of the Report of the Fourth WorldConference on Women held from 4 to 15,september 1995 in Beijing, China, in the 29th item
it is stated: to prevent and eliminate all forms of
violence against women and girls.
Five years later, in 2000, during the General
Assembly of the United Nations, in the Report of the
Special Plenary Committee of the 23rd extraordinary
period of sessions of this assembly again, in the political
declaration of the participant governments, it is
established the necessity to ratify the twelve spheres
of special concern, where, in fourth place appears
violence against woman.
It would seem that these declarations would
diminish the discrimination of women, in which
violence occupies an important place. However, the
present data reflect the seriousness of the subject and
the necessity to continue a severe struggle against this
evil deeply rooted in all societies, including Latin
America, and particularly México.
The subject is complex, since as a social problem it
affects different spaces of the life of women, men, and
children. Their roots are found in the social structures
which are affected by education in the household, school,
mass media and social ambience in general.
The elimination of violence requires, therefore, an
inter-sectoral policy, that contemplates not only measures
in the ambit of justice, but in all the social spaces.
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AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
medidas en el ámbito de la justicia, sino en todos los
espacios sociales.
GÉNERO Y VIOLENCIA
¿Por qué género y violencia? Esa pregunta nos lle-
va a tratar brevemente a qué nos referimos cuando
hablamos de género, y por qué no se incluye en el
título la palabra mujeres, cuando son ellas las principa-
les víctimas de la violencia.
En primer lugar el tema trasciende todos los sectores de
la sociedad, independientemente de la clase, grupo étnico,
nivel de ingreso, cultura, nivel educacional, edad o religión
y afecta negativamente sus bases.
El género, como categoría conceptual, es el resul-
tado de la socialización del sexo a partir de diferencias
sexuales y capacidades reproductivas, que subyacen en
toda relación entre hombres y mujeres. Ésta es una
dimensión de la sociedad que surge de la existencia de
cuerpos sexuados, una categoría o subconjunto de los
cuales tiene (tendrá o tuvo) la probabilidad de producir
otro(s) cuerpo(s) (De Barbieri, 1992).
Género es también una forma de control y poder en
las relaciones distintivas a partir de los sexos. Este con-
cepto permite entender que tanto mujeres como hom-
bres reciben socialmente una cultura que impone dife-
rencias. En la asignación, a las mujeres les tocó ocupar
un papel inferior que, a la vez, determina la existencia
de una relación desigual de poder.
El poder de los hombres sobre las mujeres se da
imponiendo valores, que son entendidos por la socie-
dad como naturales. Esas imposiciones asumen la for-
ma de lo que Lagarde (1997) llama cautiverios: de las
madres, esposas, monjas, prostitutas, presas y locas.
En ocasiones el cautiverio (Lagarde, 1997:64) lo asu-
men algunas mujeres de modo pasivo, y otras se sien-
ten felices en él. Estas mujeres no son conscientes de
que la violencia contra ellas es una violación de sus
derechos humanos, sus libertades fundamentales y que
las privan total o parcialmente del reconocimiento, sa-
tisfacción y ejercicio de los mismos. La violencia con-
tra la mujer es una ofensa a la dignidad humana y una
manifestación de las relaciones de poder históricamen-
te desiguales entre mujeres y hombres.
La eliminación de la violencia contra la mujer es
condición indispensable para su desarrollo individual,
social y su participación plena e igualitaria en todas las
esferas de la vida1.
Las convenciones internacionales, como la Conven-
ción sobre la Eliminación de todas las Formas de Dis-
criminación Contra la Mujer, conocida por sus siglas
en inglés (CEDAW), de 1979, y la Convención Intera-
mericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Vio-
lencia Contra la Mujer de la OEA (Organización de
GENDER AND VIOLENCE
Why gender and violence? This question lead us to
deal briefly with what are we talking about when we
refer to gender, and why the word woman is not included
in the title, when they are the main victims of violence.
In the first place, the subject pervades every sector
of society, regardless of class, ethnic group, income
level, culture, educational level, age or religion and
affects negatively its foundations
Gender, as conceptual category, is the result of sex
socialization starting from sexual differences and
reproduction capacities that underlie in all relation
between men and women. This is a dimension of society
that arises from the existence of sexualized bodies, a
category or subgroup of which it has (will have or had)
the probability of producing other bodies (De Barbieri,
1992).
Gender is also a form of control and power in the
distinguishing relations from sexes. This concept allows
to understand that women as much as men socially
receive a culture that imposes differences. In the
allocation, women were given an inferior placewhich
simultaneously determines the existence of an unequal
relation of power.
Power of men on women derives from imposing
values, which are understood by society like natural.
Those impositions assume the form of what Lagarde
(1997) calls captivities: of mothers, wives, nuns,
prostitutes, prisoners and insane people. Sometimes the
captivity (Lagarde, 1997:64) is assumed by some women
in a passive way, and others are happy in it. These
women are not aware that violence against them is a
violation of their human rights, their fundamental
liberties and deprive them partially or totally of
recognition, enjoyment and exercise of such rights. The
violence against woman is an offense to human dignity
and a manifestation of the historically unequal power
relations between women and men.
Elimination of violence against women is essential
for their individual and social development, and their
full and equal participation in all walks of life1.
The international conventions, such as the 1979
Convention on the Elimination of All Forms of
Discrimination against Women (CEDAW), and the 1994
OAS (Organization of American States) Inter-American
Convention on the Prevention, Punishment and Eradication
of Violence against Women, known as the Convention of
Belém do Pará, raise a frame to define violence, and the
necessity of an action plan to eliminate it.
Violence, whose historical and cultural roots are
closely linked to those of mankind, takes a clearly
misogynistic appearance at present, confirmed in diverse
studies and investigations.
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GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
Estados Americanos), de 1994, conocida como la con-
vención de Belém do Pará, plantean un marco para
definir la violencia, y la necesidad de un plan de ac-
ción para eliminarla.
La violencia, cuyas raíces históricas y culturales
están estrechamente ligadas a las de la humanidad, toma
en la actualidad un viso claramente misógino, confir-
mado en diversos estudios e investigaciones.
Para erradicar la violencia que se vive cotidiana-
mente en los hogares en el mundo, en México y Tlaxcala,
se requiere una fuerte sensibilización de cómo se dan las
relaciones entre géneros, y de la necesidad de un cam-
bio mental y cultural profundo que comprenda lo irra-
cional que es sostener relaciones desiguales entre hom-
bres y mujeres.
Estas condiciones de desigualdad han generado lo
que la Organización Mundial de la Salud define como
violencia: el uso intencional de la fuerza o el poder
físico (de hecho o como amenaza) contra uno mismo,
otra persona, un grupo o comunidad, que cause o
tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muer-
te, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o pri-
vaciones.
Aunque existen variadas definiciones, asumiremos
este concepto y la división en dos categorías, según la
relación entre la víctima y el agresor: 1) la violencia
doméstica, aquella que ocurre entre personas que com-
parten lazos de parentesco o consanguinidad; 2) la so-
cial, aquella que ocurre entre individuos que no com-
parten esos lazos.
La violencia doméstica incluye también la conyugal,
que se refiere a cualquier comportamiento de una persona
dentro de una relación íntima que causa daño físico, psí-
quico, emocional o sexual a su pareja.
Este comportamiento incluye agresiones físicas: abo-
fetear, golpear con los puños, patear, etcétera; maltra-
to psíquico: intimidación, denigración y humillación;
relaciones sexuales forzadas y otras formas de coac-
ción; diversos comportamientos dominantes como ais-
lar a una persona de su familia, vigilar sus movimien-
tos y restringir su acceso a la información o asistencia.
LAS FORMAS DE AGRESIÓN COMUNES QUE
 COEXISTEN EN UNA RELACIÓN
La violencia doméstica es un fenómeno que daña a la
sociedad por varias razones, entre ellas por el impacto
sobre la salud, el costo social y su vinculación con la
violencia social.
La violencia familiar se hereda de una generación a
otra, porque es una manera de reaccionar frente a los
conflictos aprendidos desde su origen. Según un estu-
dio realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres
(2006:186) las mujeres que reportaron haber sufrido
In order to eradicate the violence that is experienced
daily in homes all over the world, in México and
Tlaxcala, a high raising awareness is required to know
how the relations between genders occur, and of the
necessity of a deep mental and cultural change to
understand how unreasonable is to maintain unequal
relations between men and women.
These conditions of inequality have generated what
the World Health Organization defines as violence: the
intentional use of physical force or power (threatened
or actual) against oneself, another person, a group or
community, which either results in or has a high
likelihoosd of resulting in injury, death, psychological
harm, development disturbances or deprivation.
Although there are varied definitions, we will assume
this concept and the division in two categories, according
to the relation between the victim and the perpetrator:
1) domestic violence which occurs between people who
share links of kinship or consanguinity; 2) social
violence, that which occurs between individuals who
do not share those links.
Domestic violence includes also conjugal violence,
which refers to any behavior of a person within an
intimate relation that causes physical, psychic, emotional
or sexual damage to his/her mate.
This behavior includes physical aggression such as
slapping, hitting or kicking, etcetera; psychological
abuse such as intimidation, humiliation, and denigration;
forced intercourse and other forms of sexual coercion;
diverse dominant behaviors such as isolating a person
from family, watching movements and restricting access
to information and assistance.
THE USUAL FORMS OF AGGRESSION THAT
COEXIST IN A RELATION
Domestic violence is a phenomenon that damages
society for several reasons, among them by the impact
on health, the social cost and its link with social violence.
Family violence is inherited from one generation to
another, because it is a way to react against the conflicts
learned from its origin. According to a study realized
by the National Institute of Women (2006:186) women
who reported to have undergone moderate or severe
intra-family violence in their childhood have a risk
between 2.5 and 3.4 times superior of undergoing some
form of violence on the part of their partner, in
comparison with those did not undergo violence in their
childhood or underwent it slightly.
The same study indicates that women who reported
that their partners underwent moderate or severe abuse
in their childhood, present a risk between 2.1 and 2.6
times superior of undergoing violence, in comparison
with those reporting that their partners did not undergo
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AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
violencia intrafamiliar moderada o severa en su infan-
cia tienen un riesgo entre 2.5 y 3.4 veces superior de
sufrir alguna forma de violencia por parte de su pareja,
en comparación con aquellas que no sufrieron violen-
cia en la infancia o la sufrieron en forma ligera.
El mismo estudio señala que las mujeres que reporta-
ron que sus compañeros sufrieron abuso moderado o severo
en su infancia, presentan un riesgo entre 2.1 y 2.6 veces
superior de sufrir violencia, en comparación con las que
reportan que sus parejas no sufrieron abuso o que éste fue
mínimo. En síntesis, podemos afirmar que la violencia en la
infancia tiene un impacto directo en el desarrollo de violen-
cia en la pareja durante la adultez.
La violencia en la pareja es también uno de los
principales obstáculos para el desarrollo de la autono-
mía de las mujeres porque les afecta física y psicológi-
camente, perturbándolas: disminuye su autoconfianza
y autoestima; limita su participación en la vida pública,
sus oportunidades de desarrollo y les impone una es-
tructura de dominación que las hace dependientes y
restringe sus derechos.
La violencia contra la mujer incluye, entre otras, "la
violenciafísica, sexual y psicológica que se produce en
el seno de la familia y en la comunidad en general,
incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violen-
cia relacionada con la dote, la violación marital, la mu-
tilación genital femenina y otras prácticas tradicionales
dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la
violencia relacionada con la explotación, el acoso sexual
y la intimidación en el trabajo, en las instituciones edu-
cativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres,
la prostitución forzada y la violencia perpetrada o tole-
rada por el Estado" (Naciones Unidas, 1993).
En 1994 el Banco Mundial aportó los primeros da-
tos sobre la violencia contra la mujer en el ámbito
mundial, y desveló su impacto global y cómo afectaba
la salud de los países; y en 1997, las Naciones Unidas
reportaron índices de violencia en todos los países. El
estudio reveló que en México, de una muestra repre-
sentativa de 650 mujeres del área metropolitana de
Guadalajara, 30% de las mujeres casadas o con parejas
habían tenido al menos un episodio de violencia física
por parte de su pareja; y 13% reportó haber sufrido
violencia durante el año anterior.
Pero este dato resulta irrelevante cuando leemos los
siguientes datos referidos a México:
Violencia contra las mujeres
♦ Una de cinco (21.5%) sufre violencia de la pare-
ja actual.
♦ Una de tres (34%) ha sufrido violencia de la
pareja alguna vez en la vida.
♦ Dos de cada tres (60.4%) han sufrido violencia
familiar alguna vez en la vida.
abuse or that this was abuse was minnimun. In short,
we can affirm that violence in childhood has a direct
impact on the development of violence on the partner
during adulthood.
The violence in the couple is also one of the main
obstacles for women's autonomy development because
it affects them phisically and psychologically, disturbing
them: it diminishes their self-confidence and self-esteem;
it limits their participation in public life, their
development opportunities and imposes a domination
structure that makes them dependant and restricts their
rights.
 Violence against woman includes, among others,
"the physical, sexual and psychological violence that
takes place generally in the family and in the community,
including the beatings, the sexual abuse of girls, violence
related to the dowry, marital violation, feminine genital
mutilation and other harmful traditional practices for
woman, non-conjugal violence and violence related to
exploitation, sexual harassment and intimidation in work,
in the education institutions and any other place, the
women's traffic, forced prostitution and violence
perpetrated or tolerated by the State" (United Nations,
1993).
In 1994 the World Bank contributed the first data
on violence against woman worldwide, and revealed
its global impact and how it affected health in countries;
and in 1997, the United Nations reported indices of
violence in every country. The study showed that in
México, of a representative sample of 650 women of
the metropolitan area of Guadalajara, 30% of married
women or with partners had had at least an episode of
physical violence on the part of their partner; and 13%
reported to have undergone violence during the previous
year.
But this data is irrelevant when we read the following
figures referred to México:
 Violence against women
♦ One of five (21.5%) undergoes violence of the
present mate.
♦ One of three (34%) has undergone violence of
her mate sometime in her life.
♦ Two of three (60.4%) has undergone family
violence sometime in her life.
♦ It is calculated that more than 133 thousand women
all over the country, and 95 thousands in the urban
ambit, underwent violence in 2006.
♦ Over half a million women in the urban ambit
was threatened to death by his partner2.
The INMUJERES (National Institute of Women)
reports 15-year-or- older women's deaths in the urban
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GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
♦ Se estima que más de 133 mil mujeres en todo el
país, y 95 mil en el ámbito urbano, sufrieron vio-
lencia en 2006.
♦ Más de medio millón de mujeres en el ámbito
urbano fueron amenazadas de muerte por su pareja2.
El INMUJERES reporta muertes de mujeres de 15
años o más en el ámbito urbano debido a homicidios,
suicidios y accidentes, cuyo origen se supone violento.
♦ 5242 muertes en un año.
♦ 14 muertes por día.
♦ Dos de cada tres homicidios o suicidios, en Méxi-
co, ocurren en el hogar.
♦ Casi la mitad de las mujeres con primaria (com-
pleta o incompleta) o secundaria (completa o in-
completa) han sufrido al menos un incidente de vio-
lencia en los últimos doce meses.
♦ La mitad de las mujeres con estudios en educa-
ción superior, y cuatro de cada diez con estudios
universitarios se encuentra en la misma situación3.
El mismo estudio señala que:
♦ En México, la mayoría de las mujeres maltrata-
das sufren actos reiterados de violencia.
♦ 70% de quienes son golpeadas por sus parejas
vuelven a experimentar uno o más incidentes simi-
lares dentro del lapso de un año.
♦ Más de 60% de quienes son agredidas por sus
parejas con arma blanca o de fuego sufren una ex-
periencia similar en el mismo lapso.
♦ Una de cada cinco mujeres víctimas de violencia
busca apoyo legal para enfrentar su situación.
♦ Más de la mitad comentó su situación con alguna
persona (amigo, sacerdote, vecino) u organización
no gubernamental.
♦ Muchas mujeres no buscan ayuda porque sien-
ten vergüenza o falta de confianza y enfrentan más
violencia si lo hacen; consideran la violencia fa-
miliar como algo privado; creen que no tienen al-
ternativa; se preocupan por los hijos o porque
tienen la esperanza de que su pareja cambie.
La violencia en el ámbito doméstico es una de las cau-
sas más comunes de lesiones en la mujer, por encima de
los daños producidos por robos, accidentes y violaciones.
♦ Dos de tres mujeres tuvieron moretones como
consecuencia del maltrato.
♦ Una de dos tuvo dolor en el cuerpo por varios días.
♦ Una de diez sufrió desmayo por el maltrato.
♦ Una de 20 sufrió cortadas que requirieron sutu-
ra.
♦ Una de 20 sufrió fractura de algún hueso.
♦ Una de 40 tuvo que hospitalizarse.
ambit due to homicides, suicides and accidents, whose
origin is assumed to be violent.
♦ 5242 deaths in a year.
♦ 14 deaths per day
♦ Two of three homicides or suicides, in México,
occur at home.
♦ Almost half of the women with elementary school
(complete or incomplete) or high school (complete
or incomplete) have undergone at least an incident
of violence in the last twelve months.
♦ Half of the women with higher studies and four
out of ten with college studies is in the same
situation3.
The same study shows that:
♦ In México, most of abused women undergo
reiterated acts of violence.
♦ 70% of women battered by their mates experience
again one or more similar incidents in the period of
one year.
♦ More than 60% of women attacked by their
partners with a steel arm or a gun undergoes a similar
experience in the same period.
♦ One out of five women victims of violence search
for legal support to face the situation.
♦ Over half of women commented their situation
with some people (friend, priest, neighbor) or a
NGO.
♦ Many women do not look for help because they
are ashamed, lack confidence, or think they will
face more violence if they do it; consider family
violence as something private; believe they have no
choice; they are worried for their children or because
they hope their partner will change.
Violence in the domestic ambit is one of the most
common reasons of wounds in women, above injuries
produced by robberies, accidents and rapes.
♦ Two out of three women had bruises as a result
of mistreat.
♦ One of two had pain in the body by several days.
♦ One of ten underwent faint by mistreatment.
♦ One of 20 suffered cuts that required suture.
♦ One of 20 underwent fracture of some bone.
♦ One of 40 had to be hospitalized.
Rape of the partner is as violent as degrading and,
often as traumatic as the violation by a stranger. Of the
raped women:
♦ One of three had some damage atthe moment or
after having sexual intercourse forced by her partner.
♦ One of four had vaginal or anal bleeding.
♦ One of three had genital infection.
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AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
La violación de la pareja es tan violenta como degra-
dante y a menudo, tan traumática como la violación por
un extraño. De las mujeres violadas:
♦ Una de tres tuvo algún daño en el momento o después
de tener relaciones sexuales obligadas por su pareja.
♦ Una de cuatro tuvo sangrado vaginal o anal.
♦ Una de tres tuvo infección genital.
El análisis del tema en algunos estados, como
Tlaxcala, revela la presencia de violencia. El indicador
más importante se obtuvo en la Encuesta Nacional
sobre Violencia realizada en 2003, que ubicaba a este
estado como el segundo más violento del país.
En 2007, la situación nacional empeora. La Presi-
denta del Instituto Nacional de las Mujeres, Rocío García
Gaytán expresó: "La violencia familiar contra las mu-
jeres constituye un grave problema social: en 2006, el
49% de los homicidios contra las mujeres fue a mano
de sus parejas, y 30% de las casadas fueron forzadas
por sus maridos a tener relaciones sexuales"
(www.inmujeres.gob.mx).
Diversos estudios indican que no existe un elemen-
to único para que surja un episodio de violencia, sino
que son distintos factores los que causan el maltrato.
Entre ellos destacan:
♦ Individuales: consumo de alcohol, depresión y
trastornos de la personalidad y experiencia de mal-
trato en la niñez.
♦ De la relación: inestabilidad matrimonial y pre-
siones económicas.
♦ Comunitarios o sociales: marcadas desigualda-
des y normas tradicionales de género, sanciones
débiles de la comunidad contra la violencia social y
de género, debilitamiento del tejido social, fuentes
inestables de apoyo social para las mujeres.
Los datos indican que la violencia contra la mujer,
especialmente la doméstica, es un problema importante y
generalizado que puede encontrarse en una amplia va-
riedad de circunstancias, y la no existencia de una con-
ciencia clara acerca de la discriminación subyacente
como causa generadora es un eje clave para la elabora-
ción de programas contra ella.
Un tema que resulta interesante analizar es el hecho
de que en el caso de México las estadísticas de discri-
minación contra las mujeres parecieran indicar que el
mexicano promedio no da un trato discriminatorio a
las mujeres. En un estudio sobre este aspecto las res-
puestas fueron:
♦ Si una mujer quisiera tener un hijo y criarlo
como madre soltera, 84% aprobaría la decisión.
♦De los hombres, 88% opina que negarle empleo
a una mujer embarazada es una violación a sus de-
rechos humanos.
The analysis of the issue in some states, like
Tlaxcala, reveals the presence of violence. The most
important indicator was obtained from the 2003
National Survey on Violence that placed this state as
the second most violent entity of the country.
By 2007, the national situation gets worse. The
President of the National Institute of Women, Rocío
García Gaytán expressed: "Family violence against
women constitutes a serious social problem: in 2006,
49% of homicides against women were perpetrated by
their partners, and 30% of married women were forced
by their husbands to have sexual intercourse".
(www.inmujeres.gob.mx).
Diverse studies show that a unique element does
not exist so as an episode of violence could arise, but
there are different factors that bring out mistreatment.
Among them the following should be emphasized:
♦ Individual: consumption of alcohol, depression
and personality disorders and experience of mistreat
in childhood.
♦ Of the relation: instability of marriage and
economic pressures.
♦ Communitarian or social: marked inequalities and
traditional norms of gender, weak sanctions of
community against the social and gender violence,
weakening of the social fabric, unstable sources of
social support for women.
Data indicate that violence against woman, especially
domestic violence, is an important and generalized
problem that can be found in a wide variety of
circumstances, and the lack of clear existence of
awareness about the underlying discrimination as a
generating cause is a key axis for the elaboration of
programs against it.
A subject that it is worth analyzing is the fact that
in the case of México the statistics of discrimination
against women would seem to indicate that the average
Mexican citizen does not give a discriminatory treatment
to women. In a study on this aspect the answers were
♦ If a woman would desire to have a child and
raise him/her as an unmarried mother, 84% would
approve the decision.
♦ Of men, 88% thinks that denying work to a
pregnant woman is a violation of her human rights.
♦ 83% is willing to pay incapacities by pregnancy
so as the women's right to work is respected and
12.1% indicated that companies do not have to accept
pregnant women.
♦ 96% affirm that it is unjustifiable that a man hit
a woman, while 4% is agreed with this practice.
The answers for questions to verify the existence of
a machista culture and discrimination were:
83
GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
♦ 83% está dispuesto a pagar incapacidades por
embarazo para que se respete el derecho al trabajo
de las mujeres y 12.1% señaló que las empresas no
deben aceptar mujeres embarazadas.
♦ 96% afirma que es injustificable que un hombre
le pegue a una mujer, mientras que 4% está de
acuerdo con esta práctica.
Las respuestas ante preguntas para comprobar la
existencia de una cultura machista y de discriminación
fueron:
♦ Uno de cinco (21.7%) considera que es natural
que a las mujeres se les prohiban más cosas que a
los hombres.
♦ 14.5% opina que no hay que gastar tanto en la
educación de las hijas porque luego se casan.
♦ Uno de cuatro (24.4%) le pediría un examen de
embarazo a una mujer al solicitar empleo.
♦ Para casi 40% las mujeres que quieren trabajar
deben hacerlo en tareas propias de su sexo.
♦ Uno de tres (30.5%) opina que es normal que los
hombres ganen más que las mujeres.
♦ 21% opina que las mujeres tienen menos capacidad
que los hombres para ejercer cargos importantes.
♦ Uno de cuatro (23.1%) está de acuerdo con que
muchas mujeres son violadas porque provocan a
los hombres.
♦ Nueve de diez mujeres (94.2%) opinan que sí
hay discriminación contra las mujeres.
♦ Para cuatro de diez mujeres, la discriminación
hacia su género se asocia con ignorarlas (20.1%);
negarle sus derechos (11.8%); o con el machismo
(11%).
Los derechos de las mujeres que menos se respetan
son: trabajo con pago justo (64.4%); trato igual ante la
ley (62.9%); no ser víctimas de violencia (62.8%);
una vivienda digna (60.1%); derecho a expresar sus
propias ideas (54.4%); tener una vejez digna (54.3%); no
ser esclavo de nadie (54%); elegir el trabajo que prefieran
(53.5%); tener las ideas políticas que prefieran (53.1%);
derecho a poseer una tierra (52.6%); derecho a una segu-
ridad social (47.3%); decidir dónde vivir (46.7%); dere-
cho a la salud (39.9%); educación secundaria adecuada
(32.2%); educación primaria adecuada (30.9%) y derecho
a votar (24.3%).
Los principales obstáculos que se perciben para salir
adelante son la discriminación por embarazos o hijos
(24.1%); la falta de empleo (23.9%); la falta de estudios
(16.4%); que la mujer esté en casa (9.7%); ser mujer
(6.3%); la limitación física de las mujeres (5.8%); falta
de capacitación adecuada (5.4%); edad (2.5%); cuidar
a los hijos (1.7%) y el machismo (0.7%). Los dos espa-
cios en que se percibe una mayor discriminación son el
♦ One of five (21.7%) considers that it is natural to
prohibit women to do more things than men do.
♦ 14.5% thinks that it is not necessary to spend so
much in daughters' education because soon they
will marry.
♦ One of four (24.4%) would ask a woman a
pregnancy examination when applying for a job.
♦ For almost 40%, women who want to work must
do it in tasks appropriated to their sex.
♦ One of three (30.5%) thinks that it is normal that
men earn more money than women
♦ 21% thinksthat women have less capacity than
men to take important positions
♦ One of each four (23.1%) is in agreement with
the fact that many women are violated because they
provoke men.
♦ Nine of each ten women (94.2%) think that there
is discrimination against women.
♦ For four of each ten women, discrimination to
their gender is associated with ignoring them
(20.1%); denying their rights (11.8%); or with
machismo (11%).
The less respected women's rights are: work with
fair payment (64.4%); equal treatment before law
(62.9%); not to be violence victims (62.8%); a suitable
house (60.1%); right to express theirs own ideas
(54.4%); have a worthy eldership (54.3%); not to be
enslaved to anybody (54%); choose the job they prefer
(53.5%); have the political ideas they prefer (53.1%);
right to own land (52.6%); right to social security
(47.3%); decide where to live (46.7%); right to health
(39.9%); suitable secondary education (32.2%);
adequate primary education (30.9%) and right to vote
(24.3%).
The main obstacles that are perceived to advance
are discrimination by pregnancy or children (24.1%);
lack of jobs (23.9%); lack of studies (16.4%); that
woman remains in the household (9.7%); to be woman
(6.3%); the physical limitation of women (5.8%); lack
of appropriate training (5.4%); age (2.5%); take care
of children (1.7%) and machismo (0.7%). The spaces
in which a greater discrimination is perceived are work
(7.28) and family (6.19). Within the family, the
discrimination appears by the allocation of different
roles within the household and by the difference of
opportunities; among the different roles of women within
the household are the following: have less freedom
than their brothers (48.5%); home tasks are just for
women (44%); preference or priority for their brothers
for being men (40.5%); force them to take care of
their brothers (33.4%); not let them to study (22%);
send them to schools where they learn mother and wife's
roles (9.4%). For one of each four women the greatest
84
AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
trabajo (7.28) y la familia (6.19). Dentro de la familia,
la discriminación se presenta por la asignación de pape-
les distintos dentro del hogar y por la diferencia de opor-
tunidades; entre los diferentes roles de la mujer dentro
del hogar se encuentran los siguientes: darle menos li-
bertad que a sus hermanos (48.5%); que las tareas de la
casa las hagan sólo las mujeres (44%); darle preferencia
o prioridad a sus hermanos por ser varones (40.5%);
obligarles a atender a sus hermanos (33.4%); no permi-
tirle estudiar (22%); mandarla a una escuela donde apren-
da los roles de madre y esposa (9.4%). Para una de cada
cuatro mujeres el mayor sufrimiento se da dentro del
hogar; entre las causas destacan: violencia familiar
(26.4%); pobreza (25.8%); falta de trabajo (22.6%);
discriminación (12.6%) y problemas de los hijos (9.5%).
Una de cinco opina que las mujeres son responsables de
la discriminación; 31.5% dice que es el machismo;
25.3% que el gobierno y 20% que toda la sociedad4.
Se mencionaron algunas formas de violencia, pero no
hay cálculos exactos acerca de otras como la prostitución
forzada o el tráfico de mujeres. Hay datos, como los
arrojados por la movilización social en Tlaxcala que logró
recabar 25 mil firmas para denunciar la trata de mujeres,
y la necesidad de legislar al respecto, indicativas de que
tales prácticas están aumentando. Este incremento, al igual
que el de otros males sociales como el turismo sexual, son
consecuencia de las diferencias económicas existentes en
la sociedad. Una reciente investigación en la comunidad
de San Miguel de Analco, en el municipio de Nativitas en
Tlaxcala, reveló información sobre el hecho de que fami-
lias pobres venden a sus hijas para asegurar la supervi-
vencia del resto de sus integrantes. Una evidencia más de
la relación entre violencia, pobreza y desigualdad.
Testimonios recogidos en la ciudad de México cuen-
tan las vicisitudes de muchas mujeres de zonas rurales
y urbanas, que fueron vendidas a algún hombre, y las
vejaciones sufridas durante la convivencia con una pa-
reja no deseada5.
ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LA
VIOLENCIA EN LA SALUD
Las consecuencias de la violencia contra las muje-
res son muy amplias e influyen en todos los aspectos
de sus vidas, incluyendo su salud y la de sus hijos, con
incidencia en el conjunto de la sociedad. También la
violencia se reproduce precisamente por las condicio-
nes de desigualdad persistentes, que generan más
inequidad no sólo entre géneros, sino entre diversos
sectores.
La violencia doméstica se asocia con la pobreza, y a
su vez la genera, porque en la base de esta acción predo-
mina la subvaloración de las mujeres, que no les permite
participar plenamente, reduce sus oportunidades en el
suffering occurs within the household; among the causes,
the following are outstanding: family violence (26.4%);
poverty (25.8%); lack of work (22.6%); discrimination
(12.6%) and problems of their children (9.5%). One
out of five thinks that women are selfresponsible for
discrimination; 31.5% say that it is machismo; 25.3%
government and 20% that all society4.
Some forms of violence were mentioned, but there
are no exact estimations about others such as forced
prostitution or women's traffic. There are data, as that
information gathered from the social mobilization in
Tlaxcala where 25 thousand signatures were obtained
to denounce women's traffic, and the necessity to
legislate on the matter, which indicate that such practices
are increasing. This increase, as well as other social
wrongs such as sexual tourism, is consequence of the
existing economic differences in society. One recent
investigation in the community of San Miguel de Analco,
in the municipality of Nativitas in Tlaxcala, showed
information on poor families that sell their daughters to
assure the survival of the rest of their members. This is
another evidence of the relation among violence, poverty
and inequality.
Testimonies gathered in México City tell the
vicissitudes of many women of the countryside and
urban areas who were sold to men, and the humiliations
undergone during the coexistence with an unwanted
mate5.
SOME CONSEQUENCES OF VIOLENCE IN HEALTH
Consequences of violence against women are very
ample and influence all the aspects of their lives,
including their health and their children's, with incidence
in the whole of society. Also violence is indeed
reproduced by the persistent conditions of inequality,
which generates more inequity not only between
genders, but among diverse sectors.
The domestic violence is associated with poverty,
and it generates it as well, because in the base of this
action women's sub-valuation predominates, and it does
not allow them to participate totally, it reduces their
opportunities for public space and limits their
development and that of their children. These situations
of violation of women's rights often lead to emotional
dependency not only from the partner, but of alcohol
and other addictions, constituting a serious health
problem. In addition, violence generates insecurity and
low self-esteem, which derive in diseases of different
types.
Studies about the impact of violence against women,
especially domestic violence and sexual abuse, describe
a wide range of physical pain. Among them there are:
injuries (from cut and hematomas to serious lesions
85
GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
espacio público y limita su desarrollo y el de sus hijos.
Estas situaciones de violación de los derechos de las
mujeres muchas veces conducen a estados emocionales
dependientes, no sólo de la pareja sino del alcohol y
otras adicciones, constituyéndose en un problema serio
de salud. Además, la violencia genera inseguridad y
baja autoestima, que derivan en enfermedades de dis-
tintos tipos.
Los estudios acerca del impacto de la violencia con-
tra la mujer, especialmente la doméstica y el abuso sexual
describen una amplia gama de afecciones físicas. Entre
ellas se encuentran:lesiones (que van desde cortes y
hematomas hasta las graves que causan incapacidad per-
manente, como la pérdida de audición), enfermedades
de transmisión sexual, VIH/SIDA, embarazo no desea-
do, problemas ginecológicos, dolor pélvico crónico aso-
ciado a enfermedad inflamatoria pélvica, hipertensión,
depresión, trastornos por ansiedad, trastorno por estrés
postraumático, cefaleas, síndrome de colon irritable y
diversas manifestaciones psicosomáticas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS)
sobre América Latina y el Caribe, señala en su informe
2004 que varios estudios realizados en Estados Unidos
y África del Sur muestran una relación directa entre
violencia y VIH/SIDA. Según este reporte 20.5% de
las mujeres con VIH/SIDA declararon haber sufrido
abuso sexual.
Resulta interesante analizar la proporción de muje-
res con el virus que han sufrido violencia por parte de
su pareja: en Colombia 11%; en Nicaragua 10% y en
México y Perú 23%.
La situación de las niñas peruanas es grave, puesto
que 90% de los embarazos de niñas entre 12 y 16 años
son producto de violaciones. Un estudio a nivel mun-
dial (www.puntomujer.emol.con/mujer_y_trabajo/no-
ticia/detallenoticia) revela que en la región latinoame-
ricana 36% de las niñas y 29% de los niños han sufrido
abuso sexual. También señala que las trabajadoras sexua-
les en América Latina relatan sufrir más violencia de
los hombres, quienes las culpan de ser las transmisoras
del virus. Igualmente se admite el impacto de la vio-
lencia en la salud mental y reproductiva de la mujer.
Por ejemplo, se conoce que los abortos inseguros en
México son la cuarta causa de muerte entre mujeres
fértiles, y que la mitad de ellos eran no deseados6. La
relación sexual forzada, sea con la pareja o con un
extraño, puede provocar un embarazo no deseado o
una infección venérea, incluido el VIH/SIDA. La vio-
lencia o el temor a ella pueden afectar de manera indi-
recta la salud sexual y reproductiva, ya que influye en
la capacidad de la mujer para negociar el sexo seguro,
incluido el uso de condones y la anticoncepción.
El vínculo entre violencia y salud mental está regis-
trado ampliamente en la literatura médica. La violencia
which bring out permanent disabilities, like the loss of
hearing), diseases of sexual transmission, HIV/AIDS,
unwanted pregnancy, gynecological problems, chronic
pelvic pain associated to pelvic inflammatory disease,
hypertension, depression, anxiety disorders, disorders
by post-traumatic stress, migraines, syndrome of irritable
colon and diverse psychosomatic manifestations.
The Pan-American Health Organization (PHO), for
Latin America & Caribbean indicates in its 2004 report
that several studies done in the United States and South
Africa show a direct relation between violence and HIV/
AIDS. According to this report 20.5% of women with
HIV/AIDS declared to have undergone sexual abuse.
It is interesting to analyze the proportion of women
with virus who have undergone violence on the part of
their mate: in Colombia 11%; in Nicaragua 10% and
in México and Perú 23%.
The situation of the Peruvian girls is serious, since
90% of pregnancies of girls between 12 and 16 years
are product of rapes. A study at worldwide level
(www.puntomujer.emol.com/mujer_y_trabajo/noticia/
detallenoticia) reveals that in the Latin American region
36% of girls, and 29% of the boys have suffered sexual
abuse. It also states that female sexual workers in Latin
America reveal to have suffered more violence by men,
who blame them of being the virus transmitters. Also
the impact of violence in mental and reproductive health
of women is admitted. For example, it is known that
unsafe abortions in México are the fourth cause of death
in fertile women, and half of them were unwanted6.
The forced sexual intercourse, be with the partner or
with a stranger, can bring about an unwanted pregnancy
or a venereal infection, including the HIV/AIDS.
Violence or fear of it can affect in an indirect way the
sexual and reproductive health, since it influences the
woman's capacity to negotiate safe sex, including the
use of condom and contraception.
The link between violence and mental health is
registered widely in medical literature. Violence during
pregnancy can generate abortions, fetal death, premature
childbirth, fetal injuries or the death of the newly born.
Violence against women can provoke death.
Feminicide grew in México, and the phenomenon not
only is placed in Ciudad Juárez, although it is the most
diffused case.
What is feminicide? The murder of women for
reasons associated with their gender. Feminicide
(Carcedo and Montserrat, 2000) is the most extreme
form of gender violence, understood as the violence
exerted by man against woman in his desire to obtain
power, domination or control. It includes murders
produced by intra-family violence and sexual
violence. Feminicide can have three forms: intimate,
non-intimate and by connection. The intimate form
86
AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
durante el embarazo puede generar abortos, muerte
fetal, parto prematuro, lesiones fetales o la muerte del
recién nacido.
La violencia contra la mujer puede provocar su muer-
te. El feminicidio creció en México, y el fenómeno no
sólo se sitúa en Ciudad Juárez, aunque es el caso más
divulgado.
¿Qué es el feminicidio?: el asesinato de mujeres
por razones asociadas con su género. El feminicidio
(Carcedo y Montserrat, 2000) es la forma más extrema
de violencia de género, entendida como la violencia
ejercida por hombres contra mujeres en su deseo de
obtener poder, dominación o control. Incluye los ase-
sinatos producidos por la violencia intrafamiliar y la
violencia sexual. El feminicidio puede ser de tres for-
mas: íntimo, no íntimo y por conexión. Íntimos son los
asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima
tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convi-
vencia o similares; no íntimos son los cometidos por
hombres con quienes la víctima no tenía relaciones ín-
timas, familiares, de convivencia o similares. Frecuen-
temente el feminicidio no íntimo involucra el ataque
sexual a la víctima7. El feminicidio por conexión hace
referencia a mujeres que fueron asesinadas por un hom-
bre tratando de matar a otra. Este es el caso de mujeres
parientes, niñas u otras mujeres que trataron de inter-
venir, o que simplemente fueron atrapadas en la acción
del feminicida.
Según la LIX Legislatura de la Cámara de Diputa-
dos del H. Congreso de la Unión, a través de la Comi-
sión Especial para conocer y dar seguimiento a las
investigaciones relacionadas con los feminicidios en la
República Mexicana y la Procuración de Justicia Vin-
culada (Comisión Especial del Feminicidio), el hilo
conductor de estos procesos feminicidas y aproxima-
ciones en México es la afirmación política de que hay
feminicidio debido a la persistencia de condiciones de
exclusión social, injusticia y violación de los derechos
humanos de las mujeres, porque no se respeta el estado
de derecho y los gobiernos son rebasados, lo que per-
mite la impunidad y la falta de acceso de las mujeres a
la justicia.
L@S NIN@S Y LA VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER
Además del impacto directo de la violencia en la
mujer y su vida, varios estudios indican que la violencia
doméstica también tiene consecuencias para sus hij@s,
tanto si son testigos como víctimas de ella. Estas conse-
cuencias se traducen en problemas de conducta, a menu-
do asociados a dificultades de comportamiento, proble-
mas escolares y falta de relación positiva con los compa-
ñeros (Jaffe, et al., 1990). L@s niñ@s expuest@s a la
includes murders committed by men with whom the
victim was having or had an intimate, familiar
relationship, a coexistence or a similar one; the non-
intimate form includes the murders perpetrated men
with whom the victim did not have intimate, familiar
relationships, of coexistence or compatible relations
to these. Frequently, the non-intimate feminicide
involves the sexual attack on the victim7. Feminicideby connection makes reference to women who were
slained by a man trying to kill another one. This it is
the case of female relatives, girls or other women
that tried to intervene or simply were caught in the
action of the perpetrator.
According to the 59 Legislature of the House of
Representatives of the H. Congress of the Union,
through the Special Commission to know and pursue
investigations related to feminicides in the Mexican
Republic and the District Attorney's Office (Special
Commission for Feminicide), the conducting link of
these processes and approaches of feminicides in
México is the political affirmation that there is
feminicide due to the persistence of conditions of
social exclusion, injustice and violation of women's
human rights, because there does not exists a lawful
government and governments are surpassed, which
allows impunity and lack of women's access to justice.
GIRLS AND BOYS AND VIOLENCE
AGAINST WOMAN
Besides the direct impact of violence on woman
and her life, several studies indicate that the domestic
violence also has consequences for her children,
whether they are witnesses or victims of it. These
consequences are translated into conduct problems,
often problems associated to difficulties of behavior,
school problems and lack of a positive relation to
classmates (Jaffe, et al. 1990). The girls and boys
exposed to the violence against their mothers also have
adapting difficulties to school environments, including
absenteeism.
Jaffe et al. (1990) published the results of the
Hughes' study about girls and boys who dwelled in
refuges for women who underwent an aggression,
according to this study 55% of them were
characterized to be absent-minded students and 10%
had suicidal attitudes. Other information indicate a
high degree of anxiety- infants who eat their nails,
pool their hair out and present somatic annoyances
like migraine and stomachache. In addition, the girls
and boys witnesses of frequent and intense aggressions
to their mothers scored significantly less in a
measurement of interpersonal sensitivity (capacity to
understand the social situations and thoughts and
87
GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
violencia contra sus madres tienen igualmente dificulta-
des de adaptación al medio escolar, incluyendo el
ausentismo.
Jaffe et al. (1990) publicaron los resultados de un
estudio de Hughes sobre niñ@s que residían en refugios
de mujeres agredidas, según el cual 55% de ellas se
caracterizaban por retraimiento y 10% tenía actitudes
suicidas. Otros informes señalan un alto grado de ansie-
dad -infantes que se comen las uñas, se arrancan el pelo
y presentan molestias somáticas como cefaleas y dolores
de estómago. Además, l@s niñ@s testig@s de agresio-
nes frecuentes e intensas a sus madres puntúan significa-
tivamente menos en una medida de sensibilidad
interpersonal (capacidad para comprender las situacio-
nes sociales y los pensamientos y sentimientos de las
personas que intervienen en dichas situaciones) que niñ@s
expuest@s a agresiones maternas menos frecuentes e
intensas. A su vez, este hallazgo se asocia con conductas
de alto riesgo, como la práctica del sexo no seguro.
Investigaciones de la Academia Nacional de Cien-
cias de los Estados Unidos indican que la tercera parte
de los niños que sufrieron abusos o se vieron expuestos
a la violencia paterna se convierten en adultos violen-
tos (National Research Council, 1996).
La violencia frente a niñ@s sirve para reforzar y
reproducir los estereotipos de género y las relaciones
desiguales entre géneros, contribuyendo a la violencia
contra la mujer. Ser testigo de violencia doméstica tam-
bién contribuye a la violencia general, en el sentido de
que est@s niñ@s aprenden a reaccionar frente a los
problemas y conflictos cotidianos de manera violenta.
Los niños testigos de violencia doméstica desarro-
llan sentimientos de víctimas, con impacto en su perso-
nalidad y autoestima, generando dependencia emocio-
nal e incapacidad para rechazar las relaciones sexuales
no deseadas, y en algunos casos conducen a conductas
autodestructivas, como alcoholismo y drogadicción. Así
mismo, puede encontrarse relación directa entre la de-
presión infantil y la violencia doméstica.
LA VIOLENCIA EN TÉRMINOS
ECONÓMICOS Y SOCIALES
Aun cuando la información sobre los costos de la
violencia contra la mujer es escasa, es también un tema
importante. Los costos directos se refieren a la pérdida
de vidas y los servicios proporcionados, como los de
salud y demandas legales. Los costos indirectos, como
el económico por la ausencia al trabajo debido a agre-
siones y los relativos a la disminución de la producti-
vidad por razones de afección psicológica o física. Los
costos más importantes para las mujeres son los huma-
nos: la violación de su derecho a una vida libre, la
discriminación y los estereotipos de comportamientos
feelings of people who intervene in these situations)
than girls and boys exposed to less frequent and
intense maternal aggressions. Again, this finding is
associated with conducts of high risk, like the practice
of non-safe sex.
Investigations of the United States National Academy
of Sciences indicate that the third part of the children
who underwent abuses or was exposed to paternal
violence become violent adults (National Research
Council, 1996).
Violence excercised before girls and boys helps to
reinforce and reproduce the stereotypes of gender and
unequal relations between genders, contributing to
violence against woman. To witness domestic violence
also contributes to the general violence, in the sense
that these girls and boys learn how to react against
the problems and daily conflicts in a violent way.
The young witnesses of domestic violence develop
feelings of victims, with impact in their personality
and self-esteem, generating emotional dependency and
incapacity to reject unwanted sexual relations, and in
some cases they lead to self-destructive conducts, like
alcoholism and drug addiction. Also, direct relation
between infantile depression and domestic violence can
be detected.
VIOLENCE IN ECONOMIC AND SOCIAL TERMS
Even though information on the costs of violence
against woman is scarce, it is also an important subject.
The direct costs are referred to the loss of lives and the
provided services, such as those of health and legal
demands. The indirect costs, as the economic one by
absenteeism from work due to aggressions and those
related to the productivity decrease for reasons of
psychological or physical damages. The most important
costs for women are the human ones: violation of their
right to a free life, discrimination and stereotypes of
behavior and social and cultural practices based on the
supposed inferiority of women.
VIOLENCE IS A CONSEQUENCE OF INEQUITY
BETWEEN GENDERS
Norms and values constructed socially about the
genders that place women in a subordinate position
with respect to man maintain and reinforce domestic
violence against them. This happens in all social classes,
religions and educative levels. There are variations
associated to race, social class, geography or region
that are to be explained. Feminists and scholars identify
the inequality relations between genders like the key of
domestic and sexual violence against woman. The
specific cultural context plays an important role in the
88
AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
y prácticas sociales y culturales basados en la supuesta
inferioridad de las mujeres.
LA VIOLENCIA ES CONSECUENCIA DE LA
INEQUIDAD ENTRE GÉNEROS
Las normas y valores construidos socialmente acerca
de los géneros que sitúan a la mujer en una posición
subordinada con respecto al hombre mantienen y refuer-
zan la violencia doméstica contra ella. Ésto sucede en
todas las clases sociales, religiones y niveles educativos.
Existen variaciones asociadas a la raza, la clase social,
la geografía o la región que han de ser explicadas. Las
feministas y estudiosos identifican las relaciones de des-
igualdad entre géneroscomo la pieza clave de la violen-
cia doméstica y sexual contra la mujer. El contexto cul-
tural específico desempeña un papel importante en la
definición de los mecanismos por los que la desigualdad
de género y otros factores influyen en la violencia.
En la construcción tradicional del género no hay au-
tonomía posible, porque ésta implica la incompleta de
las mujeres como atributo ontológico, ya que en la con-
cepción patriarcal las mujeres existen para los otros. De
ese modo, las mujeres tradicionales dependen vitalmente
de los otros, y esas personas para las que viven deben
ser más importantes que ellas mismas. Por tanto, la re-
lación de violencia se tolera porque hay hijos, porque se
acepta la dominación o por la dependencia de otros.
La ética de las mujeres tradicionales es la del descui-
do de lo personal y la preocupación principal por otros.
Se requiere entonces, para la eliminación de la violen-
cia, no sólo la externidad, es decir, leyes, acciones con-
cretas contra este flagelo, sino un cambio de mentalidad
de las mujeres, que de una vez y para siempre se opon-
gan a cualquier tipo de violencia (Lagarde, 1997).
CONCLUSIONES
El panorama expuesto sobre la violencia indica que
es un fenómeno creciente. Sin embargo, en la medida
en que las estructuras se transformen, y que hombres y
mujeres aprendan, desde la más temprana edad y con
el ejemplo en la familia, que existen formas no violen-
tas de resolver conflictos, se podrá construir una socie-
dad donde hombres y mujeres sean capaces de recha-
zar la violencia y, por tanto, construir relaciones hu-
manas más democráticas, equitativas y justas.
Una característica de la violencia de género que
dificulta su erradicación es el bajo grado de visualiza-
ción y la tolerancia social ante este fenómeno. Un obs-
táculo importante es la falta de información y conoci-
miento sobre este problema. No obstante, hay medidas
alentadoras. Una de ellas es la reciente aprobación por
parte del Presidente de la República, de la nueva ley
definition of the mechanisms by which the inequality
of gender and other factors influence violence.
In the traditional gender construction there is no
possible autonomy, because this autonomy implies the
incomplete autonomy of women as an ontological
attribute, since in the patriarchal conception women
exist for the others. In that way, the traditional women
depend vitally on the others and those people for whom
they live must be more important than them. Therefore,
the violence relation is tolerated because there are
children, because the domination by others or the
dependency on others is accepted.
The ethics of traditional women is the ethics of
personal negligence and a primary preoccupation for
others. It is required then, for the elimination of violence,
not only the externality, that is, laws, concrete actions
against this flagellum, but a women's change of
mentality who, once and for all, are against any type
of violence (Lagarde, 1997).
CONCLUSIONS
The described panorama on violence indicates that
it is an increasing phenomenon. Nevertheless, as
structures are transformed, and men and women learn,
from the earliest age and with the examples in the family
that there exist nonviolent forms to solve conflicts, a
society will be able to be constructed where men and
women may reject violence and, therefore, construct
more democratic, equitable and fair human relations.
A characteristic of the gender violence that makes
difficult its eradication is the low degree of visualization
and the social tolerance before this phenomenon. An
important obstacle is the lack of information and
knowledge about this problem. However, there are
encouraging measures. One of them is the recent
approval, by the President of the Republic, of the new
law that faces the domestic violence against women.
Presidency8 informed that the legislation re-classifies
violence against women as a crime and forces the federal
and local authorities to take the necessary actions to
prevent and punish it. Now an ample program of
diffusion is required so as women know it in a simple
way, and an intensive political work so that the states
can harmonize their local laws. It is necessary to train
the government's officials who will have in their hands
the application of this law.
A recent study (Huerta and Magar, 2006) about
legislating women in México, shows that even though
parliamentary women direct or participate in
commissions dedicated to social and woman subjects,
not considered high-priority in that context, being the
so-called powerful commissions9 of the Congress those
that decide about the new legislations, there is a greater
89
GÉNERO Y VIOLENCIA
ARCE-RODRÍGUEZ
que encara la violencia doméstica contra las mujeres.
La presidencia8 informó que la legislación reclasifica la
violencia hacia las mujeres como un crimen y obliga a
las autoridades federales y locales a tomar las acciones
necesarias para prevenirla y castigarla. Ahora se re-
quiere de un programa amplio de divulgación para dar-
la a conocer a las mujeres de manera sencilla, y un
fuerte trabajo político para que los estados puedan ar-
monizar sus leyes locales. Es necesario capacitar a los
funcionarios públicos que tendrán en sus manos la apli-
cación de esta ley.
Un estudio reciente (Huerta y Magar, 2006) acerca
de mujeres legisladoras en México, muestra que aunque
las mujeres parlamentarias dirigen y participan en comi-
siones dedicadas a temas sociales y de la mujer, no con-
sideradas prioritarias en ese contexto, siendo las llama-
das comisiones poderosas9 del Congreso las que deciden
acerca de las nuevas legislaciones, hay una mayor pre-
sentación de iniciativas para resolver los asuntos de
inequidad, incluida la violencia contra la mujer que han
llegado a las mismas, lo cual podría indicar, como afir-
ma el estudio que las mujeres logran hacer avanzar ini-
ciativas importantes para caminar hacia la equidad.
Indudablemente el camino hacia el reconocimiento de
la importancia de medidas legales, tanto en el plano legis-
lativo como en otros ámbitos, es tema vital en la agenda
del movimiento de mujeres en México.
La importancia del crecimiento del número de muje-
res en el Congreso se da porque la agenda social y de
equidad ha sido incorporada e impulsada casi exclusiva-
mente por mujeres; porque cuando el porcentaje de mu-
jeres en la Asamblea aumenta, las mujeres legislan más
en los temas relacionados con mujeres y asuntos sociales;
porque el hecho de que haya más mujeres implica que
diputados y diputadas tienen mayor probabilidad de pre-
sentar cuando menos una iniciativa en los temas relacio-
nados con mujeres y sociales, y esto confirma que la
presencia de mujeres no sólo cambia de manera descrip-
tiva la conformación del Congreso, sino que contribuye a
que los temas de su interés se coloquen en la agenda de
todos los legisladores. Se concluye que sí hay una dife-
rencia en que las mujeres participen en política, sí impor-
ta el sexo de los representantes, sí las mujeres son mejor
representadas por mujeres. No es cierto que las mujeres
se oponen a las mujeres. Es necesario e importante que
más mujeres se integren a los congresos, para que su
visión, sus necesidades, intereses y preocupaciones se in-
tegren al quehacer gubernamental.
Notas
1Cuerpo de la Declaración suscrita en el vigésimo cuarto Período de
Sesiones de la Asamblea General de la OEA en Belém do Pará,
durante la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
presentation of initiatives to solve the inequity issues,
including violence against woman that have arrived at
the same, which might indicate, as the study affirms,
that women manage to make important initiatives
advance to walk towards equity.
Doubtless the way towards the recognition of the
importance of legal measures, in the legislative plane
as in other ambits is a vital subject in the agenda of
women's movement in México.
The importance of the growth of the number of women
in the Congress occurs because the social and genderagenda has been incorporated and impelled almost
exclusively by women; because when the women's
percentage in the Assembly increases, women legislate
more in subjects related to women and social subjects;
because the fact that there is more women imply that
female and male deputies have major probability to
present, at least, one initiative related to women and
social issues, and this confirms that women's presence
not only changes in a descriptive way the conformation
of the Congress, but contributes subjects of their own
interest to be placed in the agenda of all the legislators.
It is concluded that there is indeed a difference when
women participate in policymaking, there is indeed
importance in the sex of representatives, and indeed,
women are better represented by women. It is not true
that women are against women. It is necessary and
important that more women integrate the congresses, so
as their vision, their needs, interests and preoccupations
are integrated to the governmental agenda.
- End of the English version -
Erradicar la Violencia contra la Mujer (1994). ♦ Body of the
Declaration subscribed in the 24th Period of Sessions of the General
Assembly of the OAS in Belém do Pará, during the Inter-American
Convention on The Prevention, Punishment, and Eradication of
Violence against Women (1994).
2Coordinación General de Asuntos Internacionales y Relaciones Par-
lamentarias, con información del Instituto Nacional de las Mujeres y
la Secretaría de Desarrollo Social. ♦ General Coordination of
International Issues and Parliamentary Relations, with information
of the National Institute of Women and the Social Development
Secretariat
3Reto de la Equidad (2006), Instituto Nacional de las Mujeres,
Inmujeres. México. pp.: 189. ♦ Equity Challenge (2006) National
Institute of Women. Indujeres. México. pp: 189.
4Datos obtenidos de la página del Instituto Nacional de las Mujeres
www.inmujeres.gob.mx ♦ Data obtained from the page of the National
Institute of Women www.inmujeres.gob.mx.
5Arce, M. et al. 2007. Construyendo un futuro mejor para San Mi-
guel Analco. Reporte Final del Equipo de Planificación Participativa.
90
AGRICULTURA, SOCIEDAD Y DESARROLLO, ENERO-JUNIO 2006
VOLUMEN 3, NÚMERO 1
El Colegio de Tlaxcala. ♦ Arce, M. et al. 2007. Building a better
future for San Miguel Analco. Final Report of the team Participative
Planning. El Colegio de Tlaxcala.
6Datos publicados por la Organización Panamericana de la Salud, 2004.
♦ Data published by the Pan-American Health Organization, 2004.
7En sus conclusiones, Carcedo y Montserrat afirman que "En la
mayoría de los feminicidios se logró conocer las circunstancias que
lo rodearon, lo que permitió identificar que la mayoría de los
feminicidios (55%) tuvieron como motivo inmediato el intento del
agresor de controlar a la mujer, sus acciones o su cuerpo. Parte de
este control es el ataque sexual, al que recurrieron más frecuente-
mente los conocidos (61%) que los desconocidos (39%)." ♦ In his
conclusions, Carcedo and Montserrat affirms that "In most of
feminicides it was possible to know the circumstances that were
around the murder which allowed identifying that most of feminicides
(55%) had had as immediate reason the perpetrator's intent to con-
trol the woman, her actions or her body. Part of this control is the
sexual aggression, to which more frequent the acquainted did it (61%)
than the unacquainted did (39%)."
8Presidencia Gobierno de México, 1ro de febrero 2007,
www.presidencia.gob.mx ♦ Presidency of the Government of Méxi-
co, February 1, 2007, www.presidencia.gob.mx.
9Se refiere a las comisiones dedicadas a los temas económicos, fi-
nancieros y políticos del Congreso, dirigidas por hombres. ♦ It is
referred to the commissions dedicated to the economic, financial and
political issues of the Congress, directed by men.
LITERATURA CITADA
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Sitios web
www.presidencia.gob.mx.
www.puntomujer.emol.com/mujer_y_trabajo/noticia/detallenoticia.

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