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Infanto Sanchez Gerpe - Resumen - 2019 (1)

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★ Unidad I: Rol del psicólogo. Código de Ética - El enfermar en el niño y adolescente.
- La Patología Infanto Juvenil en la historia.
 
Bibliografía
APBA - Código de Ética
AJURIAGUERRA, J: Manual de Psiquiatría Infantil - Ed. Masson - 1994
JANIN, B. Sufrimiento psíquicos en los niños – Buenos Aires – Noveduc - 2012
MANNONI, M. La primera entrevista con el psicoanalista Ed. Granica Bs. As. 1973.
 La primera entrevista con el psicoanalista – Mannoni 
 
Especificidad del psicoanálisis:
El psicoanalista, no encuentra algo nuevo, sino que lo que realiza es intentar dirigir al paciente mismo a develar a través 
de su icc. Es una búsqueda de verdad individual, fundamentados en los organizadores de afectividad del niño/a.
Cuando se nace, se enfrenta a conflictos originados en su incompetencia real, y su deseo de amor y comunicación, 
llevándolo a encuentros, desencuentros, como también trampas del deseo, los cuales lo van a ir marcando. En encuentro 
se va a ir dando el lenguaje, erogenizando zonas que lo vinculan, este lenguaje como dijimos anteriormente lo va a ir 
marcando con sus penas y alegrías, esto lleva a una historicidad particular a cada sujeto, y de acuerdo a esto, en cada 
individuo puede darse distintos tipos de lenguaje simbólico, dándose un cuerpo sordo, mudo, ciego, enfermo, etc, 
justamente por algún contratiempo en ese encuentro.
Lo que busca el psicoanálisis, es la restauración de la persona original, liberada de su espera, de sus conflictos frente al 
otro, lográndose en algunas oportunidades.
 
Especificidad del psicoanalista:
Lo que caracteriza al psicoanalista es la escucha, este no da la razón ni la niega, no juzga. De acuerdo a esta escucha, van 
a estar orientados hacia el descubrimiento, a través del síntoma o angustia.
El psicoanalista intea oír detrás del sujeto que habla, no se busca la desaparición del síntoma o la calma de angustia, sino 
la búsqueda de verdad del sujeto para sí mismo, como también su libertad relativa de su posición libidinal en relación con 
su medio; el lugar de la revelación en este segundo momento es la transferencia (*).
Siempre hay que tener en cuenta que detrás de un sujeto, y su psicoanálisis se encuentran las fuerzas icc entre los 
progenitores, ascendientes y descendientes. Es así que cualquier persona antes de su nacimiento ya está marcado por la 
forma en que se lo espera, luego al nacer tendrá las proyecciones icc de cada padre
 
(*) Transferencia: es la relación imaginaria, tanto cc como icc, del analizado que demanda frente al psicoanalista, que no
responde y acepta los efectos re estructurales de la historia del sujeto a través de sus contratiempos patógenos. Esta es el 
medio específico de la cura psicoanalítica.
¿Cuál es el rol del psicoanalista? Es una presencia que escucha, su sensibilidad receptora, adquirida a través de su 
propio análisis, su educación, le permite oír varios niveles de sentido subyacente emocional, que hay en el paciente.
 
Las relaciones dinámicas icc padres – hijos, su valor estructurante, sano, patógeno:
El psicoanálisis tiene una imposibilidad de ir más allá de ciertos umbrales, donde no existe la comunicación, ya que el 
lenguaje se detiene, lo que habla es la conducta.
En los niños perturbados, que mediante síntomas, hace presentes las consecuencias del conflicto vivido, estas tienen 
relación con sus padres, en los deseos reprimidos de padres insatisfechos de su vida social o conyugal.
Durante la primera infancia, los trastornos son de reacción frente a dificultades de los padres, de hermanos o del clima 
interrelacional del ambiente.
En la segunda infancia o adolescencia, y no acarree dificultades de la primera infancia, los trastornos pueden originarse en
los conflictos dinámicos del niño frente a exigencias del medio social, y del complejo de Edipo normal.
En muchos casos, a los niños no se les habla con la verdad, o explicando distintas situaciones que serían de fácil 
entendimiento, y se les oculta, ya sea la explicación o la verdad, esto lleva que muchas veces llegado el momento, no 
puedan enfrentar ciertas situaciones o no les sea de fácil entendimiento, llevando a un desconocimiento.
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Ante todo esto podemos decir que lo importante es que el niño no sea tomado por cualquiera de sus padres, como 
sustituto de una significación aberrante, incompatible con la dignidad humana o con su origen genético. Lo sano es 
que no haya una dependencia preponderante del adulto hacia el niño.
Los trastornos muy graves del desarrollo psicomotor mental o de la salud, llamados psicosomáticos, son la 
consecuencia de relaciones perturbadas en el mundo exterior.
 
La profilaxis mental de las relaciones familiares patógenas:
Lo que tiene importancia para un niño, es el conjunto de percepciones y el valor simbólico originado en el sentido que 
asumen estas percepciones para el narcisismo del sujeto. Este valor va a estar determinado de acuerdo al encuentro de la 
experiencia afectiva y de las palabras. Se debe de tener en cuenta que las palabras dan lugar a imágenes, que aquellas 
imágenes que se dieron en la soledad del niño, provocan la escucha virtual de las palabras paternas, construyéndose y 
desarrollándose, a causa de ausencia de intercambio verbal, un narcisismo no referido al otro, sino al otro a nivel virtual, 
al “superyó”, que siempre se encuentra en una etapa anterior.
 
Sustitución de los roles en la situación triangular padre – madre - hijo
Toda asimilación de la madre al rol del padre es patógena, tanto cuando la madre decreta que el padre es incapaz y se 
coloca en su lugar, como cuando él está ausente 
Actuando de este modo, se refiere a su propio padre, a su hermano o a su propia homosexualidad latente. De la misma 
forma sucede en el caso de aquel padre que toma el rol de la madre.
Siempre que el progenitor sea impotente de tomar ese rol y son reemplazados, se produce una distorsión, ya que al no 
estar en la triada, madre – padre – hijo, no es rival para adoptar el temor a la castración, sin poder regular las aspiraciones 
incestuosas. Hay que tener en cuenta que lo esperable es que si una persona toma el lugar del padre – madre, se le 
explique al niño esto, para que este pueda optar naturalmente y asumir sus propias iniciativas, ya que sino se generan 
referencias simbólicas falsas.
Nunca hay una realidad ideal, cada historia es particular a cada sujeto, pero lo que nunca se debe de realizar es el ocultar o
la mentira, las palabras deben ser las reales, de una existencia presente, de acuerdo a la primera y segunda infancia. El ser 
humano puede obtener una unidad dinámica, sexual y socialmente aceptable, si se desprende de su infancia a través de 
una verdadera expresión de sí mismo, ante quien pueda oírlo.
 
El complejo de Edipo y su resolución. Patogenia o profilaxis de sus trastornos:
La resolución del complejo de Edipo en el niño, va a estar dado de acuerdo a como sus progenitores lo vivieron y 
resolvieron el suyo. De aquí se desprende la ley del incesto, el niño tiene la esperanza de encontrar un padre del sexo 
opuesto que sea solo para él. Lo esperable es que al llegar a los 7 años renuncie a todo aquello que anhelo y lo hizo crecer.
Si no logra salir de este deseo, el niño está condenado a la confusión, al desorden y al fracaso, lo bueno o lo malo va a 
estar determinado a lo que digan los padres. En la adolescencia se va a re vivir lo no resuelto.
¿Qué es la resolución edípica? Se trata de aceptar la ley de prohibición del incesto, de una renuncia, incluso a nivel 
imaginario, al deseo del contacto corporal genital con el progenitor del sexo complementario, y la rivalidad sexual con el 
del mismo sexo.
Esto se va a dar paulatinamente, desinteresándose de sus padres, y empezando a tener más interés en otros niños de su 
edad, en la escolaridad, en sus actividades.
Aquel niño que no pudo resolver el complejo de edipo, sigue dominado emocionalmente con sus progenitores, no 
establece relaciones.
Siempre hay que tener en cuenta que todo dolor puede ser sano, siempre y cuando elniño, lo haya reconocido como tal, 
así puede estructurar su defensas compensadoras.
AVATARES DE LA CONSTITUCIÓN PSÍQUICA Y PSICOPATOLOGÍA INFANTIL -
Beatriz Janin
Son los padres, muchas veces, los que dictaminan que un tipo de funcionamiento es patológico. Pero son ellos, a la vez, 
los que erotizan, prohíben, son modelos de identificación, portadores de normas e ideales, primeros objetos de amor y de 
odio, transmisores de una cultura. 
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Aparato psíquico en constitución, el niño va formando diferentes modos de reacción frente a los otros, diferentes modos 
de defensa frente a sus propias funciones. 
Cuando alguien es concebido, ya entra en una cadena de representaciones en la que va a ocupar un eslabón.
La madre dice lo que él necesita, desea, siente, a partir de sus propios deseos, identificaciones e 
ideales, pero teniendo en cuenta a la vez las necesidades del niño. La función de prótesis del psiquismo materno va 
variando en los diferentes momentos de la constitución psíquica.
Pero, si a la tendencia del psiquismo infantil de evitar todo displacer, se le suma el predominio del rechazo desde el otro, 
el displacer se trueca en dolor y el dolor en terror insoportable, con lo que se establece un circuito tanático desinscriptor y 
desligador. Es fundamental pensar las fallas en la estructuración del psiquismo, las características peculiares de la 
patología en un aparato psíquico que está en vías de constitución y la incidencia de los otros en esa estructuración.
La primera cuestión a considerar sería: un mismo trastorno (o síntoma) puede aparecer en estructuras psíquicas muy 
diferentes. En problemas como la falta de atención puede estar ligado a un proceso de duelo, a una retracción en la 
fantasía, al predominio de la desmentida o a dificultades en la constitución de la pulsión de ver, entre otras.
El dolor excesivo puede determinar una desestimación del sentir mismo, una expulsión del registro afectivo o, en otros 
casos, una desmentida del pensamiento doloroso. Así también, cuando la organización yoica tambalea porque no hubo 
otro sostén y continente con quien identificarse, el niño puede vivir sus deseos como peligrosos y esto manifestarse a 
través de un “deseo de no deseo”.
 
Los caminos de la subjetivación
El aparato psíquico no está constituido de entrada. Las pulsiones sexuales, el yo, las defensas, el superyó y el ideal del yo 
se constituyen en una historia vincular.
Se nace con tendencia a descartar todo aquello que me perturba. Esta “tendencia a cero” o Principio de Nirvana, se 
transforma rápidamente en Principio de Constancia, en la medida en que hay inscripciones, restos de vivencias. Las 
vivencias de placer dejan rastros, huellas que de ahí en más motorizan el aparato y frenan la tendencia a cero. 
Entendiendo por vivencias el modo en que los hechos se inscriben y se ligan en cada uno. El mismo hecho puede ser 
vivenciado de un modo diferente de acuerdo con el momento de estructuración psíquica en el que se encuentre el niño, 
con la historia previa y con el estado anímico de los que lo rodean.
Es en el vínculo con otro que se van construyendo los ritmos psíquicos. Cada madre erogeneizará de acuerdo con su 
propio mapa erógeno, con su propia historia de placeres y prohibiciones. En el recorrido de caricias, se van abriendo las 
zonas erógenas. Éstas funcionan en forma independiente unas de otras. Así, el amor materno es vivido como fusión con el
otro, y el rechazo materno como un rechazo a sí mismo.
Los deseos acicatean e insisten, intentando reproducir el placer perdido que dejó una huella y que, por ende, puede 
promover nuevos placeres.
Hay otro tipo de vivencias: las de dolor, que dejan otro tipo de marcas, caminos de arrasamiento psíquico que quiebran 
conexiones, llevan a la huida, a la desinvestidura del objeto mnemónico hostil, al vaciamiento representacional.
Un tercer tipo de vivencias es: las vivencias calmantes. Frente al dolor, otro puede ayudar a ligar el estallido y a que la 
huella ya no deje una tendencia a desinvestir, sino una posibilidad de ligar lo doloroso a otras vivencias, en lugar del 
agujero representacional. Es decir, la constitución de redes representacionales en el niño está posibilitada por el sostén de 
otro que puede construir un espacio psíquico para él.
Para que el proceso originario dé paso al proceso primario y secundario, deberá haber un adulto que pueda fantasear y 
pensar, ayudándolo así a traducir esas primeras inscripciones en otras lógicas. Un niño sólo quedaría sujeto a sensaciones 
que no podrían cobrar sentido o que quedarían en eso: sensaciones y urgencias, si no fuera por ese otro.
Esta organización representacional va a actuar inhibiendo la descarga directa, la tendencia a la alucinación o a la defensa 
patológica (la expulsión de la representación).
La constitución narcisista, el amor a sí mismo, proviene de otro. Por identificación primaria se constituye un yo que, 
regido por el principio de placer, no se diferencia claramente del funcionamiento pulsional. Este proceso se constituye en
una triple conjunción: 
1. A la imagen idealizada de la madre (espejo); 
2. A la imagen que los padres le devuelven (según Winnicott, el niño se ve en la imagen que ella le devuelve de él); 
3. A la representación que él puede forjarse de sus padres (la imagen de sí que le transmiten, mediada por la 
mirada del niño).
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Se trata de una incorporación “sintomal silenciosa”, es decir que lo que se conforman como rasgos de carácter y los 
trastornos que se derivan no son producto de transacciones ni remiten a un contenido oculto, sino que el niño queda 
atrapado en el “ser” que los otros le proponen, en tanto no puede apelar a otras representaciones de sí. O sea, queda 
atrapado en ese calificativo que lo identifica como si fuera el único rasgo, y terminan operando como sellos que lo 
identifican, impidiendo transformaciones.
Un déficit en el caudal de libido idealizadora acarreará una organización defectuosa del yo como yo ideal.
Será imprescindible que el niño pueda ir tolerando fracturas narcisistas. Si los padres no pueden soportar la caída de “su 
majestad” al rango de niño, si ellos se sostienen a sí mismos a través de ese hijo supuestamente ideal y se consideran a sí 
mismos como posibilitadores de todos sus placeres, esto será imposible.
Del predominio de la zona erógena oral se pasa a la prevalencia de la organización anal. En el camino de fracturas del 
cerramiento narcisista, el control de esfínteres es efecto de la posibilidad inhibitoria del Yo y de su mayor dominio motor.
Dominar, ser dominado, dominarse, son pruebas de poder de un Yo que está más recortado de Ello y que puede inhibir el 
devenir pulsional por amor a los padres y por temor a su castigo.
El pasaje a la fase fálica se da por la inclinación a reprimir, cuando se hace posible el fenómeno psíquico de la duda. La 
oposición actividad-pasividad da lugar a otra: fálico-castrado. El tipo de pensamiento sigue siendo animista. El Yo lucha 
por mantener su lábil coherencia desmintiendo la realidad de las diferencias sexuales.
Con el naufragio del Complejo de Edipo, la represión primaria culmina, el superyó se instaura, el yo se constituye como 
de realidad definitivo. Pero la latencia no es homogénea, y los padres de la infancia siguen operando como figuras reales. 
La pubertad es un momento reorganizador y puede traer sorpresas. La prevalencia de pictograma de rechazo puede llevar 
a un no querer desear, a un rechazo a todo deseo. Lo que no fue puesto en palabras, aquella irrupción de la sexualidad 
adulta que el niño registró, pero que no puedo tramitar ni traducir, las marcas de las pasiones de los otros, indicios de sus 
deseos sexuales y hostiles, que lo dejaron es un estado a veces deseante, a veces de excitación ni siquiera pasible de ser 
traducida en fantasías, deja marcas. Éstas se derivan en actuaciones, adicciones, pura descarga de lo no tramitado o, 
también, en inhibiciones y prohibiciones. 
Es casi inevitable que haya regresiones a modos defuncionamiento más tempranos. Las modalidades orales y anales 
suelen predominar, pero también puede aparecer la regresión al vacío, a los agujeros que dejó la historia, a la 
desobjetalización de la pulsión, que la torna mortífera. 
Por eso es importante con los adolescentes que haya un entorno que les permita creerse, por momentos, hacedores de su 
propio mundo. 
Igual que en la primera infancia, el adulto tiene que estar y no estar, estar cerca, pero no abrumar, permitir ese espacio en 
el que se pueda crear. 
DIAGNÓSTICOS EN LA INFANCIA - Beatriz Janin
Diferenciaremos: 
1. Trastornos en la constitución del aparato psíquico, manifestaciones que ponen de manifiesto dificultades en el 
camino de la subjetivación.
2. Síntomas neuróticos, determinados por un conflicto intrapsíquico. 
Los primeros son fallas en la constitución del aparato psíquico que derivan de conflictos que, si bien expresan a través 
de movimientos intrapsíquicos, incluyen en su producción a varios individuos. A diferencia de los síntomas, producto de 
la transacción entre lo reprimido y la represión, los trastornos en la constitución del psiquismo son efecto de 
movimientos defensivos, deseos contradictorios, identificaciones, prohibiciones, externos-internos del aparato 
psíquico del niño. 
Diagnosticar no es poner carteles, sino delimitar cuáles son la determinaciones, qué conflictos están en juego, cómo pesa 
lo intersubjetivo y qué defensas se han estructurado ya en ese niño. Qué es lo que el entorno repite y qué repite el niño 
mismo. .
Psicoanalizar niños supone internarse en la lógica de ese niño y ayudarlo a pasar del grito, del acto y del movimiento 
desordenado al dibujo, al juego y a la palabra. 
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TRASTORNOS EN LA CONSTITUCIÓN PSÍQUICA
● Dificultades en la diferenciación adentro-afuera: Una de las primeras tareas del incipiente aparato psíquico es 
diferenciar interno y externo, pulsión y estímulo. Pueden impedir esta diferenciación diversos avatares. La 
pulsión es constante y de ella no se puede huir, mientras que el estímulo es intermitente y es posible la fuga. Pero,
el estímulo puede transformarse en algo permanente, perdiéndose la diferencia entre los límites de lo interno y 
externo. Es necesaria la construcción de una protección anti-estímulo, que nos proteja de todo lo que llega del 
mundo. Ese filtro es ejercido por la madre, que también lo protege de los desbordes internos. Pero si la madre usa 
al niño como lugar de proyección de sus propios contenidos intolerables, el niño no puede constituirse como 
alguien diferenciado. Entonces, el efecto de barrera protectora contra los estímulos puede estar determinado tanto 
por la intrusión pasional insestuosa o agresiva como por el retraimiento libidinal maternos, que lo deja a merced 
de sus propias pulsiones. 
● Trastornos en la erogenización: Si el niño queda sujeto a una sexualización excesiva, si se lo toma como 
“juguete erótico”, quedará a merced de la sumatoria de la excitación materna y la propia, indiferenciadas. A 
veces, la erotización se transforma en excitación desmedida en la que el otro es tomado como parte del propio 
cuerpo o como vía de satisfacción erótica y no como sujeto diferente, con requerimientos propios. Hay una 
utilización de niño como sostén, sin registrarlo como un ser con deseos. 
● Trastornos en la constitución de ligazones que operen como inhibidoras del desborde pulsional y de la 
descarga a cero: Frente al dolor, que desorganiza, y frente al pánico, que presupone el caos interno, el otro que 
contiene y calma permite ligar lo insoportable a otras representaciones. Si en el adulto lo que prima es la 
identificación especular, el niño se enfrentará a un espejo que le devuelve, agigantada, la propia desesperación, lo 
que derivará en más terror. 
● Dificultades en la atribución de significados: Frente a la necesidad, el bebé grita y la madre es la que va a 
otorgarle a esa descarga el sentido de un llamado. Si no se le otorga un sentido, esto interfiere en las posibilidades
del niño de ir armando su capacidad de comunicar, de decir. 
● Trastornos en la constitución de una imagen unificada de sí. 
 
★ Unidad II: Trastornos Psicopatológicos en la Etapa Oral - Perturbaciones del Sueño
- Llanto - Alimentación - Trastornos Psicotóxicos
 
Bibliografía 
BEKEI, M. Trastornos psicosomáticos en la niñez y adolescencia Ed. N. Visión 1986
DSM IV - Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales -
DSM V - Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales - 2015
DOLTO F. Psicoanálisis y Pediatría Ed. Siglo XXI - Méjico 1971
DOLTO F. La imagen inconsciente del cuerpo Ed. Paidós 1975.
Dolto, F – “Pediatría y psicoanálisis”
Las diversas etapas:
Cada etapa del desarrollo posee distintos tipos de ritmo, alternando entre fases de reposo (“mudas”) y fases de excitación 
(por la aparición de las pulsiones de supervivencia y de libido).
Las pulsiones de supervivencia o instintos de conservación, tienden a la repetición puesto que no puede diferir mucho el 
tiempo de su satisfacción sin amenazar la vida del sujeto.
Las pulsiones de la líbido o pulsiones sexuales en cambio pueden diferir el tiempo de satisfacción y transformar su 
energía hacia otras actividades.
En este punto Dolto hace hincapié en la diferencia entre sexual y - o genital. Puesto que lo que refiere al “placer sexual” 
no necesariamente está asociado a la zona genital, sino que se trata de una excitación rítmica de una zona corporal 
cualquiera. Tal situación se plasma en la infancia, en la cual el niño se encuentra altamente erogenizado en distintas partes
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de su cuerpo. Freud introdujo la correlacionalidad entre la sexualidad infantil y la adulta. (ejemplo: el chupeteo del 
lactante, se sucederá por el chupeteo del pulgar, de la pluma, del cigarrillo, del beso.)
La importancia de conocer cómo se fueron dando las etapas: oral, anal, fálica, latencia y el estadio genital, es porque 
explicaran el posterior desarrollo del individuo.
E tapa oral: 
Abarca desde el nacimiento hasta el destete, la zona erógena es bucal (movimiento: succión; es autoerótico) no hay Yo – 
No Yo, el niño se ama a sí mismo y todo lo que se mete en la boca (pezón, chupete, etc), su placer está en el absorber el 
objeto, que sea parte de él, confunde el placer del “tener” con el del “ser”, porque no hay un adentro y afuera.
Poco a poco el niño se va a ir identificando con la madre; comienza a imitarla, cuando ella sonríe- él sonríe, cuando ella le
habla- él trata de emitir sonidos. Así de a poco esa madre se va a ir constituyendo como un objeto de amor. El primer 
tiempo de esta etapa es pasivo, sus primeras palabras serán una conducta recompensada por la alegría y las caricias del 
medio ambiente. Luego con la aparición de los dientes el niño se volverá activo. El niño comenzará con el mordisqueo. Es
importante tener en cuenta la actitud de la madre ante el mordisqueo del niño, si se lo permite o no, comienza el destete, 
en ese momento él lo sentirá como un castigo por su agresividad. Es común que en este periodo se le de un objeto por el 
cual pueda descargar sus conducta agresivas.
Si un destete brusco que no espera a que el niño haya desplazado la catexis o interés libidinal sobre otros objetos del 
mundo, corre el riesgo de quedar fijado en una modalidad oral pasiva. (Ej: los niños que se chupan el dedo hasta muy 
tarde). Entonces se refuerza su autoerotismo y al perder el interés en el mundo exterior se concentra en sí mismo y sus 
fantasías. Esto puede establecer un punto de fijación. Esta etapa se forman los caracteres egoístas de tipo captativo, ej: 
sujetos que buscan en su vida genital sin distinción de sexo, una relación conforme a la relación en la etapa oral. Ej: mujer
severa, activa, superior al sujeto en varios aspectos
PATOLOGÍA: Neuróticos, el neurótico al que la regresión libidinal ha retrotraído al estadio oral, se identifica 
inconscientemente con el objeto, haciendo que la pérdida de este implique la necesidad de morir.
MODO DE PENSAR: onírico,seudo alucinatorio. Esto se fundamenta en casos de adultos que sufren regresiones a esta 
etapa ven a sus objetos de amor con ternura o sentimientos de odio, pero no serían alucinaciones en sí porque son parte de
ellos.
Etapa anal:
el segundo año de la infancia, sin destronar completamente la zona erógena bucal, va a conceder una importancia especial
a la zona anal. El niño alcanzó un mayor desarrollo muscular, la libido provocará la retención lúdica de las heces o de la
orina. El aseo es agradable justamente por la zona erógena donde se realiza. Por el control de esfínteres el niño descubre
la noción de poder y de su propiedad privada, sus heces que pueda dar o no, según quiera.
Pero expulsar sus excrementos a horas fijas, a menudo con esfuerzo, no esperar la necesidad imperiosa y espontánea, no
jugar a retenerlos, constituye, para el niño una renuncia, no es que renuncia a un placer, es un cambio hacia otro, por
identificación, (placer de la etapa anterior), querrá realizar esta renuncia.
Aquí se da la iniciación de la ambivalencia (activo - pasivo), el niño va a establecer con el que lo rodea también esta
ambivalencia, lo importante en este momento es que como tiene al adulto como omnipotente, al cual obedece por
identificación, es importante que no se pervierta la ética del niño, para quien ser bueno puede significar ser pasivo,
inmóvil y sin curiosidad.
Etapa fálica:
Comienza la curiosidad sexual, comienza a partir de los 3 años, con “de donde vienen los niños”, en la etapa sádico - anal.
Comienzan los “¿Porque?”, se empiezan a preguntar varias cuestiones, entonces este busca las respuestas, como el adulto
las elude, el niño implementa sus conocimientos personales. Comenzará a tener una mínima noción del tiempo, como
también descubre la muerte, justamente al observar el mundo a su alrededor.
Se da cuenta que no es lo único para su madre, hay rivales (padre, hermanos), comienzo del edipo propiamente dicho.
Etapa latencia:
La represión del interés sexual erótico va a permitir a la personalidad liberada despegar toda su actividad consciente y
preconsciente en la conquista del mundo exterior. Si el edipo fue bien trazado, la libido podrá ser enviada hacia la cultura,
en la conquista del mundo exterior. El complejo de edipo será progresivo y enteramente disociado, y el tabú del incesto
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integrado a la vida imaginaria. Cuando experimente los estados afectivos y eróticos, que anuncian la pubertad y la
masturbación terciaria, en lugar de reaccionar como si fuese pecaminoso, se expansionara aún más sabrá, conquistar su
libertad sin timidez ni pena, sin reacciones autopunitivas.
Etapa genital:
La masturbación acompañada de fantasías, será hacia objetos por fuera de la familia, elegidos, objetos inaccesibles. se van
a dar cambios físicos en ambos (niño y niña), se da un pensamiento más racional, salvo de conservar en su inconsciente
núcleos de fijación arcaica.
Dolto, F – “La imagen icc del cuerpo”
 
La noción de castración simboligena:
 
Sobre la palabra simbolígeno
Es el proceso que se cumple en un ser humano cuando otro ser humano le significa que el cumplimiento de su deseo, con 
la forma que él querría darle, está prohibido por ley. Esta significación pasa por el lenguaje, ya sea gestual, mímico o 
verbal.
Este prohibir provoca a quien lo recibe un efecto de choque, el reforzamiento de su deseo ante el obstáculo, a veces la 
rebeldía, ya que se siente amenazado en su deseo.
También experimenta una inhibición de efecto depresivo, justamente por la tensión que se genera entre lo que se desea y 
lo que se va perdiendo. Lo que no sabe el infante es que estas pulsiones serán reemplazadas por otras, y así 
sucesivamente, que dentro del desarrollo óptimo es esperable esta castración simboligena (ejemplo del jardinero, al cortar 
una flor de una planta).
Cómo toma esta castración el niño?, va a darse de acuerdo a la relación que tenga este con el adulto, que la realice, a 
condición de que el niño sepa que el adulto está tan marcado como él por esta prohibición, lo ayuda a soportar la prueba y
sigue habiendo confianza en el sujeto.
El sujeto deseante es iniciado, por la prohibición en la potencia de su deseo, que es un valor, al mismo tiempo que se 
inicia la ley, la cual le ofrece identificación con otros seres humanos que pasaron por la misma situación. Así se da un 
proceso de mutación. La ley que se da es para ayuda del sujeto hacia el actuar de la comunidad. Es así que esas pulsiones
que el niño tenía hacia un objeto, ahora castrado, serán desviadas a otros objetos mediante sublimaciones o 
simbolización, castración no es lo mismo que sublimación. La castración puede conducir a la sublimación, pero también 
puede desembocar en una perversión, en una represión de desenlace neurótico.
● Perversión: es una simbolización, pero no corresponde a la ley para todos, por ejemplo el masoquismo, la 
autodestrucción.
 
La castración es comprendida como la prohibición de todo deseo que tenga por fin el placer. Una castración que 
induce el deseo de satisfacerse con el sufrimiento, en lugar de satisfacer sin el placer, es una perversión.
 
El ser humano, tiene una evolución de función simbólica y las castraciones, están ligadas con la imagen icc del cuerpo. La
castración es generadora de una manera de ser, frente al deseo que se torna imposible de satisfacer, de cómo se venía 
satisfaciendo, estas castraciones son irreversibles y significantes, y constituyen una ley, las cuales actúan en la realidad,
las cuales son necesarias para el desarrollo del infante, en relación con su madre, después con su padre, y luego con su 
entorno, como para el desarrollo del lenguaje.
Estas castraciones se van a ir dando de acuerdo a la relación de quien ejerza el rol de madre, ayudando al niño a contener 
estas castraciones, para así entrar en la sociabilización.
 
La angustia del 8 mes
Esta tiene relación justamente con la madre, quien no mediatiza en el espacio los objetos que el niño ve y a los que, 
viéndolos, desea acceder con su cuerpo o su tacto, con su presión. Una falta de socialización que el bebé necesita, por 
ende se aburre, algo se debilita por no ejercerse, y algo de su lenguaje de deseo no es comprendido.
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Siempre se debe de tener en cuenta las particularidades de cada niño, como también su esquema corporal esté en 
condiciones de soportar estas castraciones. El niño es un sujeto de necesidad que le está asociado un sujeto de deseo. Las 
castraciones van a ir dando el lenguaje al niño.
La castración sociabiliza, individualiza el lenguaje, un niño castrado simboligenamente, no sentirá fobia en lugares 
nuevos, ya que los querrá descubrir, porque tendrá la confianza brindada por ese adulto que lo castro.
 
La castración umbilical
 El nacimiento es la primer castración por la cual pasa cualquier ser humano, como también su valor simboligeno.
Tengamos en cuenta que el niño dentro del útero está en un ambiente totalmente distinto al del que se encuentra luego del 
nacimiento. Hay una pérdida del doble latido del corazón el cual oía, acompañada de la aparición del fuelle pulmonar y la 
activación del tubo digestivo, podríamos decir que la castración umbilical, se la puede considerar fundadora, con las 
modalidades de alegría o de angustia manifestadas al nacimiento del niño en su relación con el deseo de los otros.
Se debe de tener en cuenta que el niño al dejar el estado fetal, se activa, lo sonoro, lo bucal, el olfato, va a tener nuevas 
percepciones y las va a ir ampliando; la presión de la atmósfera, el respirar. Esto es lo que se conoce como el trauma del
nacimiento.
El elemento auditivo más destacado será por su repetición su nombre, esta castración umbilical, a través del lenguaje lo 
simbolizará, desde lo que simboliza para sus padres, y las percepciones del bebé. La inscripción del bebé en el registro 
civil, también lo marcará, lo sociabilizara y le dará esa simbolización tan individual y fuerte como el nombre.
Hay que considerar que también existe como se da en la madre esealumbramiento, la expulsión de la placenta, y cuan ese
niño se acerca al deseo e imagen de la promesa esperada (hijo).
La inscripción en el registro civil, hace que haya una castración hacia los padres, ya que deben de tener un deber 
ilimitado, pero sus derechos hacia el niño son limitados, porque es un ser distinto a ellos.
Resumiendo la castración simboligena va a estar dada de acuerdo a:
● Impacto orgánico del nacimiento en el equilibrio de la salud psicosomática de la madre, y con ello de la pareja 
cónyuges en su relación genital
● Impacto afectivo que la viabilidad del niño aporta, mas narcisismo o menos narcisismo, a cada uno de los 
genitores, quienes, por ello, van a adoptarlo con las características de su emoción del momento, y a introducirlo 
en su vida como el portador del sentido que en ese momento él ha tenido para ellos.
 
Si alguna de ellas es agotada en la vía del nacimiento, por ejemplo:
● La muerte de la madre marca al niño con una culpabilidad icc al niño
● Sexo y apariencia del niño ha decepcionado a cualquiera de los padres, o a ambos.
 
No hay que dejar de lado, que de haber hermanos en la familia, también aportarán icc lenguaje percibido por ese niño 
nacido
 
La castración oral – destete
Esta castración es la privación impuesta al bebé de lo que constituye para él, el canibalismo respecto de su madre, pero 
también la imposibilidad de consumir aquello que no es alimento y puede ser veneno, lo que sería peligroso para su salud 
o vida.
La madre también debe de estar dispuesta a la castración del hijo, ya que esta castración lo que brinda es el deseo y 
posibilidad del habla, ya no solo se comunica con señas, produciendo independencia en el infante. La madre no solo se va
a comunicar con la mirada, sino que también va a tener gestos y palabras para comunicarse con su hijo.
Si la madre disfruta del lenguaje del niño (motor, habla, gestos, etc), y lo reafirma posibilita de forma icc posibilidades de 
relaciones simbólicas. Este destete forma parte de una relación del niño ya no solo con su entorno más cercano sino con el
medio circundante.
El niño se separa de ese objeto parcial, el pecho, como también de su primer alimento lácteo, renuncia al canibalismo, que
sigue teniendo la ilusión de poseerlo (chuparse el dedo o el puño) a esto lo podemos llamar destete fallido.
Si la separación del destete es progresiva, va a depender de la madre, quien vaya a distribuir el placer ligado boca – 
pecho, con otros objetos táctiles que el niño se pone en la boca, nombrandolos e introduciendo lenguaje, y el niño cuando 
está solo ejercita, hablándose a sí mismo, con lalaciones primero, luego con modulaciones de sonoridad.
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Se ve la simbolización, aprox 3 meses, cuando la madre luego de amamantar, minutos que preceden al sueño, le da algún 
objeto que pueda tomar en sus manos y llevarlo a la boca, en lugar del pecho.
El efecto simboligeno de la castración oral, es introducir al niño en el lenguaje, como también a modalidades de 
comportamiento, que también lo hacen aceptar la asistencia a su alrededor de cualquier persona.
Castración anal:
También llamado 2° destete, capaz de motricidad voluntaria y ágil, separación del niño de su madre. La autonomía 
provoca “yo solo”, “yo no tú”, esto va a depender de la tolerancia parental a la autonomía del niño.
La otra acepción es no dañar su propio cuerpo, el mundo animado como el inanimado, la prohibición del crimen y el 
vandalismo, como también el inicio de las libertades de placer motor compartido con otro, en una comunicación de raíz 
en el lenguaje gestual.
La castración anal va a permitir - o no - la sublimación de las manifestaciones excrementales bajo la forma del hacer 
industrioso y creativo.
¿Sadismo anal? no es propio de este estadio, se puede dar debido a que ese niño fue educado de una manera perversa, sin
respeto debido a su propia persona ni a los demás. Siempre dependerá del adulto, ya que por identificación el niño 
accionará, si hay contención, palabra, distancia óptima, el niño podrá transitar la castración de manera esperable .El 
sadismo está relacionado con una regresión a las pulsiones uretrales.
¿El espejo? la imagen del cuerpo se elabora como una red de seguridad con la madre fundada en el lenguaje. Esta red 
personaliza las experiencias del niño, en cuanto al olfato, la vista, la audición, el tacto. Pero no lo individualiza al niño en 
cuanto al cuerpo, porque los límites espaciales de sus percepciones con base en el lenguaje son imprecisos, él es también 
su madre, su madre también es él.
progresivamente con cada castración el niño se va a ir individualizando de la madre, que permite ligar su propio esquema 
corporal en elaboración con su imagen incc del cuerpo.
 
 Bekei – “Trastornos psicosomáticos en la niñez y la adolescencia”
 
Trastornos psicotóxicos:
Se denomina enfermedad psicotóxica al síndrome resultante de la deformación de la relación objetal durante el primer 
año de vida del niño. Esta denominación se basa en que es el comportamiento patológico de la madre el que deforma su 
relación con el hijo y actúa de forma de toxina psíquica, dándole al niño estímulos impropios. Esta desviación de la 
conducta materna que obra de manera tóxica es siempre una forma de rechazo del niño.
Hay otra postura acerca de las enfermedades psicotoxicas que indican que no solo va a ser resultante de la madre sino que
el niño debe de traer características constitucionales. Como también va a haber una influencia del medio de ese niño.
 
Cuadros nosológicos provocados por un rechazo primario manifiesto:
El rechazo primario es un rechazo global de todo lo sexual: de la maternidad, del embarazo, del acto sexual y de la 
sexualidad en sí misma. El rechazo al niño es solo consecuencia de esta repulsa originaria y no se dirige a él como 
persona, sino como producto de un acto repudiado. La reacción del niño, según su fuerza congénita, puede tener varias 
formas:
● Entrega pasiva: reacción del lactante débil de pocos días a una madre que no lo acepta. 
● Shock primario – (pérdida de reflejo de succión): es el cuadro resultante del bebé débil recién nacido con el 
encuentro de la madre que no lo acepta. Un niño débil con poca capacidad de succión en donde la madre no lo 
ayuda en su estimulación y facilitar la succión, este va a ir perdiendo esta capacidad, justamente por el poco 
refuerzo que se le hace, esta incapacidad motora se extiende a su sistema motor, pérdida generalizada del tono 
muscular. Paulatinamente ese niño entra en estupor y letardo. De encontrarse con un situación como esta lo que 
se debe de hacer es estimular al lactante, para que recupere la succión y lo sensorio, y a la vez trabajar con la 
madre, explicándole cómo estimular al niño. Como un tratamiento hacia ella, el cual contará tres fases:
○ Psicoterapia de apoyo: trabajando el problema madre – hijo
○ Psicoterapia profunda: ya que solo ella es capaz de liberar a la madre de sus represiones y su rechazo icc 
al niño.
○ Tratamiento a la pareja (madre – padre): ya que una vez que la mujer, libere sus represiones se aceptara y 
empezará a querer a su bebé, todo su amor será hacia el niño, dejando de lado al padre.
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● Reacción paradójica
● Reflejo de succión invertido – (escupe el pezón): es una protesta activa contra el rechazo materno, ocurre en 
niño bien constituidos. Reacciona ante la dificultad de comunicación con la madre empujando el pezón con la 
lengua de forma enérgica y sacándolo de la boca. Con esto toda la musculatura entra en tensión, el niño se echa 
hacia atrás y su cuerpo se arquea. Protesta por su trato poco acogedor. El tratamiento de esto, es trabajar con la 
madre, para quitar esa sensación al bebé, creando nuevamente el reflejo de succión.
● Protesta activa
● Enfermedades respiratorias
 
Cuadro provocado por solicitud ansiosa primaria
 
● Cólico de los tres meses: La solicitud ansiosa primaria es una protección materna, debido a la compensación de 
sentimientos icc de culpa. Esta actitud condiciona el cólico de lostres meses en niños constitucionalmente 
hipertónicos.
El cólico es un trastorno, un niño sano, bien desarrollado, alrededor de la tercer semana, se torna inquieto, esto 
sucede al atardecer, donde comienza a llorar, a gritar, a quejarse, se puede calmar por un momento pero luego 
persiste en su llanto. Hay factores para el padecimiento por parte del niño de los cólicos:
● Predisposición congénita, la hipertonía
● Un factor desencadenante: la alimentación por el sistema de autorregulación.
 
Esta reacción corporal, debe desencadenarse en la boca y en los órganos relacionados con la boca. La ingestión de
alimento no solo satisface el hambre o sed, sino que por el componente motor de esta función sirve como 
descarga de tensiones. Toda elevación de tensión se descarga, en esta época, por medio de una actividad oral.
¿Cómo puede explicarse la curación espontánea del cólico a los tres meses? En estos meses, se obtiene el 
objeto transicional, se graban los primeros rastros de memoria, aumenta la psicomotricidad, a través de esta se 
descargan tensiones, esto ayuda a disminuir la tensión sólo en la zona bucal.
Para el tratamiento de los cólicos:
● Reglamentar la alimentación, evitando la sobrecarga (cantidad como frecuencia)
● Indicar chupete, como también estímulos motores y táctiles
● Tratamiento psicoterapéutico a la madre, para aliviar el sentimiento de culpa icc.
 
● El narcisismo o rumiación: Pertenece al primer año de vida del lactante, la rumiación causa detención del 
crecimiento y del aumento de peso. Parece de origen psicógeno, asociado a dificultad de la madre para establecer 
una relación cálida con el bebé.
Consiste en la regurgitación voluntaria de la leche recién tragada y ya cuajada, masticando lentamente, con 
movimientos giratorios de la lengua y mandíbula. Participando la faringe y la mano llevada a la boca, 
provocando arcadas, al volver lo tragado, la expresión del lactante es de felicidad, con la mirada vacía, si alguien 
se acerca sale instantáneamente de ese estado. Lo que delata es la falta de relación afectiva cálida, privación de un
objeto libidinal que le dé cariño por lo que recurre a una gratificación autoerótica.
En este caso el bolo que regurgita y la madre, reúne condiciones similares, al tener posesión del bolo a su 
voluntad, el niño está aboliendo la diferencia entre lo externo e interno, entre yo - no yo. La simbiosis no 
satisfactoria se perpetúa, y la relación objetal que se debería establecer con la madre no se realiza. Hay que tener 
en cuenta que el niño rumiador no cae en el autismo.
La madre de estos niños, se la puede describir como inmadura y dependiente, depresiva, obsesiva y hostil, esto 
describen a una mujer infantil, incapaz de servir como Yo auxiliar adecuada para su hijo.
El tratamiento de esta patología es un tratamiento médico psicológico, sacarlo de su carencia afectiva, que quien 
lo cuide luego de darle la mamadera se quede junto a él, mirándolo a los ojos mientras su estómago se vacía, la 
madre deberá de aprender a hacer esto, en conjunto con una psicoterapia individual.
 
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Cuadro provocado por la hostilidad materna disfrazada de angustia
 
● Dermatitis atópica: Se tienen que dar ciertas condiciones, una de ellas es una relación perturbada entre madre – 
hijo, madre con personalidad infantil, no les gusta tocar a los hijos, otras personas deben de bañarlos, darles de 
comer, cambiarlos, etc. Los niños para ellas son frágiles y vulnerables, y que podrían dañarlos, esto encubre una 
hostilidad icc.
Esto produce un retraso en el campo del aprendizaje y en las relaciones sociales. Estas aptitudes se van a 
desarrollar en el encuentro con la madre en primera instancia, luego de esto poder alejarse de ella (discriminación 
yo – no yo), procesos que se sirven de experiencias táctiles, y establecimiento de relaciones objetales. Todo esto 
en conjunto de una predisposición congénita del niño produce el eczema.
Cuando se habla de predisposición congénita, es una excitabilidad cutánea.
Tengamos en cuenta que la madre no está interactuando con ese niño, esto genera angustia, creando confusión, 
esto producirá dermatitis. Cuando el niño alcanza los 6 meses de vida, aumenta su capacidad motora, necesita 
descargar energía por medio de nuevas actividades físicas que tendría que ejercitar y perfeccionar. Una madre 
ansiosa no brinda posibilidades para ejercicio de nuevas actividades, mantiene inmóvil al niño, no interactúa con 
el. Por falta de esta interacción se pueden desarrollar reacciones cutáneas, esta localización dérmica tiene algunas 
ventajas secundarias, primero como mecanismo de defensa, por otro incita a la madre a que toque al niño, lo 
limpie y lo cure. Por otra parte el eczema le proporciona al niño satisfacción autoerótica por la picazón y el 
rascado consiguiente.
Su cura, puede ser espontáneo al primer año de vida, ya que sustituye los contactos físicos, descargando tensiones
en el gateo, ya alcanza y agarra cosas, pero esto no significa curación, ya que esto puede llevar a afecciones 
dérmicas futuras.
 
● Balanceo: Trastorno cualitativo y cuantitativo de la motricidad. Se presenta en todos los niños en un periodo 
crítico de su desarrollo, se considera patológico cuando se convierte en una actividad principal y exclusiva.
El balanceo se efectúa en distintas posiciones, entre los 6 y 7 meses lo hacen acostados de espalda, los niños 
mayores en cuatro patas, luego de pie.
Se da la patología en madres, que pasan entre el cariño y la hostilidad rápidamente, con carácter histérico, 
infantiles y pasionales. Sus cambios de humor, por momento el niño es mimado, besos, abrazos, luego es 
rechazado le grita hasta le pega, esto produce que el niño no establezca una relación objetal.
Además del balanceo, puede producirse un retraso en su desarrollo psicomotor, en lo social y adaptativo.
El balanceo es un actividad sin objeto, es autoerótica, es una satisfacción narcisista.
Los cambios de humor, se puede deber tanto del padre como de la madre.
 
● Juegos fecales: El jugar o hasta ponerselos en la boca es algo normal pasajero, el niño está orgulloso de lo que 
produce y obtiene placer de ensuciarse con el. El asco de la materia fecal se adquiere con la educación 
esfinteriana. Con el control, el niño transforma el gusto por sus excrementos en asco y ya no juega con ellos.
 
● Agresividad hipertímica: Esta se ve después del primer año de vida, antes de esto el niño no tiene la capacidad 
física ni motora para expresar agresión.
Esta se puede dar, por una conducta materna peculiar, una hostilidad percibida conscientemente que se procura 
neutralizar mediante una demostración ficticia de cariño. El hijo es un objeto de satisfacción narcisista, no un 
objeto de amor. La madre lo valora solo como un logro, como un producto de ella misma. Estos niños no se 
interesan por los contactos humanos, los repelen: muerden y pegan a los adultos y a los niños de su entorno, pero 
están muy familiarizados con los objetos inanimados y son capaces de jugar solos con sus chiches durante 
muchas horas. En el segundo año de vida, son inquietos, destruyen sus propios juguetes.
Psicopatología de las enfermedades psicosomáticas - BEKEI
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Estas ocupan un lugar intermedio entre las enfermedades orgánicas puras y las
enfermedades neuróticas. Pero el limite entre ellas no es neto, sino que hay una transición imperceptible. Se encuentra 
entre la serie de perturbaciones narcisistas, que surgen en momentos diferentes pre edipícos de la evolución y debido a 
distintos defectos de la relación madre - hijo primitiva, sobre un fondo constitucional predisponente.
Se considera la enfermedad psicosomática como: “trastorno orgánico con una disfunción fisiológica manifiesta, que 
parece estar ligada con la estructura de personalidad del paciente, con su historia vital, con sus circunstancias” – 
Rycroft, 1968. 
 
Es importante y a tener en cuenta del desarrollo temprano, y el proceso que lleva a la integración y las interferencias que 
impiden este proceso.Entre la serie de perturbaciones narcisistas que surgen en diferentes momentos pre edípicos de la
evolución y debido a distintos defectos en la relación madre-hijo primitiva se ubican las enfermedades psicosomáticas. 
La mayoría de las teóricas psicoanalíticas concuerdan que, se puede dar por:
● Momentos de cambio de los que el infante reacciona con trastornos graves a fallas del medio, los defectos 
maternizaje obstaculizan el proceso según el momento y la duración de la interferencia, y tienen consecuencias 
diferentes. 
● Una falla maternal en el primer periodo simbiótico desorganiza todo el proceso, crea confusión, psicosis.
● Una falla hacia el final de periodo simbiótico y durante el periodo de separación-individuación provoca una 
enfermedad más delimitada, a menudo una enfermedad psicosomatica.
Producción de enfermedad psicosomática:
● Macroscópica: corresponde a los acontecimientos visibles, observables que ocurren en la relación madre - hijo 
desde el nacimiento.
● Microscópica: procesos intrapsíquicos que desencadenan esta relación autoagresión
Macroscópica:
Relación objetal y sus etapas. Hay un periodo inicial de indiscriminación, de simbiosis, donde la madre le provee al niño 
su Yo auxiliar, dado que el Yo del niño se forma gracias a sus cuidado y estímulos. Lo inadecuado en los cuidados de la 
madre provoca angustia vital de aniquilación, de producirse provoca un trastorno muy grave, una desorganización 
psicótica. Luego en la disolución de la simbiosis, originan enfermedades psicosomáticas y trastornos pre edípicos. En el 
periodo anal, fase de individualización, ya dispone de un Yo rudimentario que ejerce defensas primitivas (disociación, 
negación e identificación proyectiva). En la parte edípica la relación objetal se termina de establecer, se ingresa a una 
relación triangular, y dan trastornos neuróticos, pero también se pueden dar enfermedades psicosomáticas.
○ Periodo de simbiosis: la vida del lactante depende de la madre, esto exige empatía por parte de la madre,
ya que debe captar y responder a las necesidades que la criatura comunica mediante su 
cuerpo,movimiento o sonidos. Si una madre narcisista no escucha estas señales, ni administra cuidados, 
viola el self de su hijo, imponiendo lo que no necesita o no codificandolo, esto acarrea consecuencias 
corporales: si se lo alimenta cuando no tiene hambre, se le crea resistencia que puede ser, pasiva (la 
inapetencia, no tragar) o activa (el vómito). No darle cuando necesita provoca, hiperexcitación, insomnio,
esto obstaculiza su desarrollo. Al darse cuenta que sus señales pasan inadvertidas, renuncia a hacerlas, y 
se somete a bloquear las actitudes que funcionan como señal.
○ Periodo de separación - individualización: en este periodo la madre puede fallar de dos maneras 
opuestas:
■ Apurar la separación y estimular los intentos de independencia pero con brusquedad.
■ No permitir, bloquear, los intentos de autoafirmación del bebé por necesidades narcisistas 
patológicas propias. Lo rechaza cuando se aleja y solo le muestra afecto si da muestras de su 
dependencia. El niño teme perder el amor y sin embargo quiere seguir independizandose, se 
enferma. Denominación psicosomática.
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Ambas conductas no empáticas refuerzan los sentimientos ambivalentes del niño, crean resentimiento y 
rabia y al mismo tiempo una sensación de desamparo, de falta de amor, amor y odio entran en conflicto. 
Lo que se niega y se suprime es el odio, la agresión dirigida hacia su objeto amado. Esta agresión se 
vuelve contra el niño y lo enferma. La catexia del objeto querido necesitado y a la vez odiado, se 
transforma en autodestructiva porque al intentar el self desintegrar la imagen del objeto, dirigiendo la 
agresión en su contra, ataca a la propia imagen ligada con el objeto, el deseo de destruir el objeto se 
acompaña de la necesidad de tener que destruir una zona sensorial erógena propia y su actividad. 
Generando auto agresión. Esta es una forma de respuesta corporal a privaciones traumáticas, única forma 
de responder del lactante a cualquier dolor e incomodidad. - “El cuerpo psicosomático no habla, sino que
obra”. 
Las primeras vivencias traumáticas, nos ayudan a ver el origen y las manifestaciones tempranas de enfermedad 
psicosomáticas, si el bebé sobrevivió al trauma originario, su desarrollo prosigue. Una madre falta de empatía el 
desarrollo normal del proceso de simbolización de su hijo. Si sobresatura al bebé, no le da ocasión de frustrarse, si es muy
severa y restrictiva, inhibe las actividades autoeróticas y las fantasías acompañantes. Si es tan narcisista que solo registra 
sus propias necesidades, y no las del bebé, ahoga todo intento de comunicación simbólica de sus necesidades. El 
resultado será que el proceso de simbolización en el área afectiva se detiene, mientras las funciones yoicas siguen 
diferenciándose.
Muchos adultos parecen normales pero su vida emocional se encuentra empobrecida y responden con su cuerpo si el 
estrés perdura.
Microscópica:
Los cuadros psicotóxicos son precursores de los trastornos psicosomáticos ulteriores, funcionan con leyes propias y 
constituyen respuestas biológicas directas a las fallas del medio, respuestas de un yo apenas esbozado a traumas que no 
puede dominar.
Mientras que los trastornos posteriores, se diferencian debido a que los traumas afectan al niño pasado el periodo inicial, 
incidiendo en un organismo que dispone de ciertas defensas psíquicas, y ha iniciado el proceso de simbolización con la 
formación de equivalentes simbólicos.
Aulagnier: plantea los conceptos de proceso originario y de pictograma, ambos constituyen un puente de unión 
entre las dos etapas mencionadas anteriormente:
● Proceso originario: precede al proceso primario, metaboliza las experiencias heterogéneas del bebé y las hace 
homogéneas, valiéndose exclusivamente de imágenes corporales para su representación. Se trata de un registro 
constante de lo que acontece. Comienza a funcionar al nacer y registrar continuamente el encuentro del infante 
con su medio en forma de representación pictográfica. El placer y displacer como expresión de afectos opuestos 
pueden estar simultáneamente presentes en el pictograma.
● pictograma: se caracteriza por el hecho de que la totalidad del encuentro se graba en una sola imagen que 
representa una zona sensorial del bebé junto con el órgano materno con el cual se conecta y con el afecto que 
acompaña al encuentro. La única condición para que un pictograma se realice es que el órgano sensorial 
catectizado del bebé se ponga en contacto con un órgano del objeto, también catectizado, capaz de 
excitarlo. Por ejemplo el amamantamiento, depende de cómo se dé esta relación, va a ser placentero o 
displacentero.
En el infante reunirse con la zona complementaria del objeto se acompaña de placer, mientras que rechazar al 
objeto, desprenderse de él se acompaña de displacer. Este esquema relacional sigue operando durante toda la 
vida. Son los pictogramas (registros fieles, fotográficos de escenas displacenteras vividas que carecen de 
elaboración psíquica). los que se activan o reactivan en un trastorno psicosomático. Estas enfermedades la 
elección del órgano aclara con los pictogramas originarios. El tipo de autoagresión que se reactiva depende del 
carácter de la escena primitiva que registró el proceso originario. Según la naturaleza de las privaciones repetidas 
y persistentes (oral, anal, o ambas) se producirá más adelante un cuadro que vaya a la etapa libidinal del 
pictograma originario, ejemplo:
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● Obesidad, anorexia nerviosa, úlcera: fase oral
● encopresis, colitis ulcerosa: fase anal
● asma: fase oral y anal
Trastornos Psicosomáticos: se reactiva el pictograma de la escena traumática original y produce un síntoma somático. 
responde con su cuerpo como habían respondido cuando infantes. El síntoma será funcional, como era el proceso en sus 
orígenes. Si el estrés perdura y el medio familiar por sus propias necesidades lo mantiene, lo funcionalse transformará en 
orgánico, al debilitarse los tejidos del organo que están sometidos a una excitación continua: provocará una lesión tisular.
Son de naturaleza bifásica, se inician en la infancia con la fase funcional, que consiste en respuestas motoras, secretoras y
vasculares desproporcionadas, y se transforma en tisular al producirse cambios histológicos permanentes por la 
persistencia de los trastornos funcionales.
Las respuestas biológicas autoagresivas pueden ser fatales. Evitarlas, cuidar la primera relación madre - hijo, 
proteger la diada de vivencias y autoagresivas imborrables es una tarea preventiva prioritaria. Si la enfermedad 
no se pudo prevenir, pero se descubre en su fase funcional, todavía es curable, si entró en la fase tisular, el paciente
su recuperación es más complicada.
Marty - Conceptos básicos:
 
Los movimientos de nuestra vida parecen estar dominados por dos conjuntos de principios.
1. El primero constituido por el principio de las organizaciones funcionales que se efectúan durante el desarrollo 
individual. Este se completa con el principio de las desorganizaciones funcionales que tarde o temprano, nos 
conduce a la muerte. El desarrollo individual parte globalmente de lo somático para dirigirse progresivamente 
hacia lo psíquico. La organización psíquica ocupa la cumbre de la jerarquía funcional. El pasaje de lo somático 
a lo psíquico se comprueba ejemplarmente cuando nuestras percepciones sensorio-motoras de cosas, luego de 
palabras, se almacenan bajo la forma de representaciones interiores que contienen cargas afectivas diversas, y 
luego las utilizamos en las asociaciones de ideas, indispensables tanto para nuestra vida mental como para 
nuestra vida social. El lugar psíquico de las representaciones constituye el preconsciente. Las desorganizaciones,
igualmente progresivas, son ocasionadas por disociaciones y anarquizaciones funcionales sucesivas. Siguiendo el
camino inverso, las desorganizaciones parten globalmente de lo psíquico para alcanzar lo somático.
2. El segundo conjunto está constituido, por los principios de las fijaciones y las regresiones. Las fijaciones 
otorgan valores privilegiados a ciertos sistemas funcionales establecidos durante el desarrollo del sujeto. Las 
regresiones consisten en el retorno posterior y tardío a los sistemas funcionales primeramente fijados cuando se 
producen movimientos de desorganizaciones limitados. En efecto, gracias al privilegio de las fijaciones, las 
desorganizaciones se apoyan en las regresiones que permiten así una reorganización vital en los sujetos 
involucrados, en un momento dado del desarrollo, una función ya establecida no está lista (sea por exceso, 
sea por falta de excitaciones operantes sobre esta función) para participar en los sistemas funcionales 
nuevos, más evolucionados, ella queda entonces marcada. Esta marca se produce por la repetición de las 
tentativas de integrar los sistemas funcionales más evolucionados y por los fracasos reiterados en esa 
participación. Justamente llamamos fijaciones a estas idas y vueltas que ocasionan las marcaciones. Las 
fijaciones otorgan un doble valor a las funciones que ellas determinan:
a. Un valor de vulnerabilidad porque, cuando el exceso de excitaciones en un alto nivel evolutivo provoca 
un movimiento de desorganización, estas funciones darán lugar, más fácilmente que otras, a 
manifestaciones patológicas que, producirán siempre los mismos síntomas.
b. Un valor de defensa, porque las manifestaciones patológicas desencadenadas constituirán sistemas 
electivos de resistencia vital que pondrán término al movimiento de desorganización.
Regresiones a estos retornos a una patología defensiva surgida de las fijaciones:
Existen fijaciones, y posteriormente regresiones que producen afecciones sintomáticas, en todos los niveles del 
desarrollo, somático y mental. Es preciso saber que las fijaciones se encadenan entre sí durante todo el período de
la organización evolutiva de un sistema funcional, y que cuanto más tarde se hayan producido las fijaciones en la 
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evolución de ese sistema, más las correspondientes regresiones aseguran una sólida resistencia frente a los 
movimientos de desorganización.
Nivel somático, numerosos trastornos son, con frecuencia, de orden regresivo. Citaré algunos de ellos: 
raquialgias, colopatías, manifestaciones alérgicas, como asma o eczemas, hipertensión arterial esencial, úlcera 
gastroduodenal, y también cefalalgias, jaquecas, manifestaciones co-miciales. Todas estas afecciones tienen en 
común que están limitadas al campo funcional, no se complican espontáneamente, muestran un carácter repetitivo
en un mismo individuo y, son clásicas tanto en su presentación clínica como en su evolución. Son las 
enfermedades frecuentemente llamadas «a crisis» que remiten espontáneamente.
POWER: Enfermedad psicosomática - Clase
Psicosomática: Etiología: Límite entre lo orgánico (lo constitucional) y psicológico ( rasgos de personalidad, tensiones 
estados anormales de la psique). Se encuentra entre la serie de perturbaciones narcisistas, que surgen en momentos 
diferentes pre-edípicos de la evolución y debido a distintos defectos de la relación.
Construcciones teóricas:
● Basadas en la relación objetal, falla materna: falla en la separación-individuación.
● Basadas en el desarrollo de la libido: libido y agresión acompañan la resolución del narcisismo.
Fijaciones somáticas: Pierre Marty. Anclaje en alguna parte del cuerpo, defensa contra la psicosis.
Enfoque actual: psico neuro fisiológico.
Determinantes psíquicos:
● Conflicto en Descarga-inhibición del impulso.
● Angustia en separación ser o no ser.
● P Marty:relación objetal alérgica
● Excitación somática sexual - Freud
Periodo crítico de instalación: Etapa de separación-individuación.
Fantasías: Orales de incorporación y sádico-anales de expulsión.
Los trastornos psicotóxicos son precursores de los trastornos psicosomáticos
★ Unidad III: Trastornos de la Eliminación: Encopresis- Constipación –Enuresis
 
Bibliografía
 
BEKEI, M. Trastornos psicosomáticos en la niñez y adolescencia Ed. N. Visión 1986
DSM IV - Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales -
DSM V - Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales - 2015
DOLTO F. Psicoanálisis y Pediatría Ed. Siglo XXI - México 1971
DOLTO F. La imagen inconsciente del cuerpo Ed. Paidós 1975.
Etapa anal:
Entre el 1 año y los 3, la mayoría de los intercambios con los adultos son con respecto al alimento, el aprendizaje de la 
limpieza y control de esfínteres.
Al 2º año , se le va a dar mucha importancia a la zona anal, sin dejar de lado la zona bucal. Hay un desarrollo de lo 
neuromuscular: la libido, va a estar dirigida hacia la retención lúdica de las heces y la orina. La retención puede ser el 
primer descubrimiento de placer autoerótico masoquista, que es un componente normal de la sexualidad. En el aseo de la 
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madre, se produce la primer situación de ambivalencia.El expulsar los excrementos cuando el adulto lo solicita, pasa a ser
una forma de recompensa, del niño hacia su progenitor, lo contrario es un castigo o desacuerdo con este.
Al controlar su esfínteres, el infante descubre su noción de poder y de su propiedad privada, poder autoerótico por lo que 
se refiere a su tránsito intraintestinal, y poder afectivo sobre su madre, regalo hacia ella, que será asimilados a los otros 
“regalos” que se hacen, dinero, objetos, etc.
También aparece el renunciar a jugar con sus heces, como también el asco que despierta el hacer esto por parte del adulto 
hacia el niño. Este renunciar no es sino en cambio por otro placer. Es así que debe de buscar sustitutos de afectos, todos 
aquellos objetos que este puede desplazar y solo él le puede dar vida y muerte.
El control de esfínteres le da la posibilidad del niño a imitar al adulto, ya sea en actitud como en posturas, identificándose 
con este. En una educación favorable, el niño encontrará sustitutos de su materia fecal, en la etapa anal se formaráel 
carácter, el niño va a establecer con el que lo rodea una serie de conocimientos calificados por la relación de este objeto 
con el propio niño, después de haberlo identificado con alguna cosa ya conocida por él.
Cuando los objetos se le oponen a su voluntad son “malos y les pega”, pero cuando su voluntad se opone a la de un 
adulto, no puede hacer esto, en todo caso es “malo”, es castigado y pierde su amistad. Las pulsiones agresivas 
espontáneas y las reacciones contra lo que se le oponen deben ser desplazadas, y cuando se trate de un adulto, por 
asociación , aparecerá el simbolismo hacia una muñeca, un animal, etc.
El dirigir sus afectos , destinados hacia el adulto, a objetos da a estos realidad subjetivo que el niño lo tomara como 
realidad objetiva.
La etapa anal, está caracterizada por mecanismos de identificación y proyección: en un cuadro dualista inherente a la
ambivalencia sadomasoquista de las relaciones objetales.
La castración anal
 Hay dos acepciones del término castración anal. La primera que se designa como segundo destete, sinónimo de 
separación entre el niño que ahora es capaz de motricidad voluntaria y ágil de la asistencia de su madre. Esta autonomía 
provoca “yo solo”, “yo, no tu”, esta castración va a depender de la tolerancia parental a la autonomía del niño, este se está
haciendo sujeto.
Otra acepción, entre el niño autónomo y el adulto educador, es la prohibición significada al niño de todo actuar 
dañoso, de hacer a otro lo que no le gustaría que le hagan. El hacerse cargo de sus actos.
Solo se puede hablar de castración anal, cuando al niño se lo reconoce como sujeto, y no como objeto, aunque este sea 
inmaduro y se confunda.
La castración anal, involucra, no dañar su propio cuerpo, el mundo inanimado, como el mundo animado, ya sea por 
acciones motoras, arrojamiento, peligrosas o incontroladas. Prohibición de crimen y vandalismo, como también inicio de 
las libertades de placer motor compartido con otro, en una comunicación de raíz en el lenguaje gestual.
A grandes rasgos se da el placer de motricidad controlada como el comercio con el otro.
Porque se la llama castración anal?: la motricidad expulsiva uretral y anal provoca una modificación perceptible por el 
olfato y variación de sensaciones en relación con el vínculo con la madre. A través de sus excrementos, el niño rechaza a 
la madre imaginaria incorporada con la forma de un objeto parcial oral, que después de la deglución que lo ha hecho 
desaparecer, y después de su recorrido por el tubo digestivo, se anuncia para exteriorizarse en el trasero. El ha comido de 
mamá por un placer ligado al canibalismo imaginario y expulsado ahora lo que de mama, por placer, se des – corporiza de
él en excreciones sólidas y líquidas. Lo que el toma y expulsa, lo que él recibe y da a su mamá imaginaria, mientras que la
madre real le ha dado el objeto alimentario parcial y le sustrae el objeto digestivo excremencial. Objeto del que, para el 
niño, ella parece apetecer puesto que él no tiene todavía más lógica ni ética que una lógica de incorporación de las cosas 
buenas: los excrementos son valorizados en cuanto objetos supuestamente de alimento y placer para la madre.
La diarrea, es una manera de rechazar un peligro materno imaginariamente incorporado. Significa quizás, desde el punto 
de vista del niño, que si él expulsa mucho, la madre oral va a volver a dárselo por arriba, a aportar objetos parciales en la 
entrada del tubo digestivo, puesto que el expulsa la madre mala por abajo, e incorpora vía oral la madre buena con la 
leche, papilla, etc. Reclama una comunicación, quisieras palabras, demanda la presencia simbólica.
El niño por experiencia descubre que las prohibiciones son aseguradoras desde el momento en que si las transgrede, 
acarrean para el sufrimiento real. Cualquier contrariedad para el niño es una herida narcisista, como también el 
sufrimiento ante una contrariedad de deseo pertenece al orden de la castración.
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Aquellos padres que ayudan a la castración, son aquellos que están listos para responder a las preguntas que el niño 
formule, sin ir más allá de lo que él pregunta, ayudándolo cuando se pone nervioso y se desanima al no alcanzar 
determinado rendimiento. Como también decir el no en el momento cuando el niño contraria la ley de no perjuicio.
Los padres deben de respetar los espacios del niño, como también sus objetos, nunca se debe de tirar un juguete sin 
autorización del niño, ni se lo debe de castigar escondiendo algún objeto preciado.
Aquel niño educado en la base de la confianza, será hábil, y querrá ayudar cada vez que el adulto lo autoriza. Siempre hay
que tener en cuenta que todos los niños tienen su momento natural de continencia esfinteriana.
El niño logra hacer sus necesidades y contiene durante el sueño, entre los 21 y 27 meses, siempre que no haya existido 
ningún adiestramiento educativo.
Hay que tener en cuenta que los excrementos, no son un regalo, lo pasan a ser cuando la madre los celebra más de lo que 
celebra sus actividades lúdicas, manuales y vocales. El ano, pasa a ser el sustituto de la boca, puesto que es el significado 
anal el que resulta valorizado por ella.
Al comenzar el desplazamiento por sí solo, la madre debe de dejar que el niño camine en cuatro patas, camina 
apoyándose en objetos, o camine solo, en este estadio se da la metáfora del trayecto de un orificio del cuerpo al otro que 
es cuando un niño camina cierta distancia, cuando deja caer su cuerpo, siempre vuelve gateando de donde se puso de pie y
camino, porque aún no conoce que puedo hacerlo caminando. Al igual que un niño que sube peldaños solo, no puede 
bajarlos solo, necesita de ayuda.
La castración anal, va a permitir (o no) la sublimación de las manifestaciones excrementales bajo la forma del hacer 
industrioso y creativo, además aquí comienza a dominar la motricidad, que hay un mundo por fuera de él (otros seres, 
como él, animales, etc) a través de la seguridad transmitida y que necesita de forma icc para salir a conocer el mundo, será
vital en ese momento.
Por castración anal, debe entenderse “prohibición” de hacer lo que se le ocurra, por placer erótico, hay que limitar su 
libertad, si el uso de la libertad en realidad turba la libertad de actuar de otro.
La castración debe de enseñar la diferencia entre lo que es su posesión, de lo que es enteramente libre, y lo que es la 
posesión de otro, que justamente el uso para él debe pasar por la palabra que demanda el otro prestarle objetos de los que 
él querría disponer, y que acepta que este otro se los rehuse. También se da a aquí, el dar sus propios objetos o prestarlos, 
o trueques muchas veces no ventajosos.
 
¿Sadismo anal?
El sadismo no es anal, es oral. Toda conducta coercitiva del adulto sobre el niño es iniciación en el sadismo e incita al 
niño a identificarse con este modelo. La castración anal no es otra cosa que la prohibición del deterioro tanto del rapto de 
los objetos de otros, y todo daño sobre el cuerpo, no solo humano sino en general, el no caer en el vandalismo. La 
verbalización de estas prohibiciones por parte del adulto, quien da el ejemplo ajustando sus actos a estas prohibiciones, es 
también castración anal.
Si al niño se le explica el porqué no, y no se cae en un autoritarismo por parte del adulto, que no media explicación, ayuda
a la castración. Esto ayuda a la educación de las pulsiones orales y anales, las cuales quedan desprovista de sadismo. El 
sostener y valorar la curiosidad unida a la observación es humanizante.
ENCOPRESIS Y CONSTIPACIÓN
ENCOPRESIS: defecación involuntaria en niños mayores de 4 años que ocurre periódicamente tras intervalos 
prolongados de no evacuación. Los niños defecan en lugares inusuales, exóticos.
Iniciamos con la encopresis el estudio de los trastornos anales, originados en el período de separación-individuación, que 
tienen una connotación especial dentro de las enfermedades psicosomáticas. El conflicto se organiza en torno a la 
separación, donde la tendencia a independizarse esmutua: el niño lo hace por la maduración neurológica y la madre por la
necesidad de salir del estado regresivo del embarazo y reconectarse con su pareja y con el medio. 
Una madre “bastante buena” acompaña empáticamente al hijo en su movimiento pendular de alejarse y regresar, 
autoafirmarse y buscar protección. Si la madre no acoge al niño y lo rechaza, o bien lo retiene cuando él está empeñado 
en descubrir el mundo, despierta una protesta del pequeño deambulador, sentimiento agresivos que, al ser prohibidos y no
poder manifestarse abiertamente, se expresan de una manera encubierta. 
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En el destete (período oral) es diferente, ya que el infante inerme se debía someter a la voluntad unilateral de la madre y 
renunciar al pecho. Si no se lo preparaba adecuadamente, su única defensa era el rechazo de la comida.
En el período anal la situación cambia. El niño ya dispone de más armas para defenderse de la hostilidad materna. Usa sus
esfínteres y crea una sintomatología mediante la cual descarga en forma encubierta contra la madre parte de su agresión 
prohibida, volviendo contra sí mismo sólo un resto, que es lo que lo enferma. La autoagresión característica, 
patognomónica para las enfermedades psicosomáticas, persiste, pero algo mitigada. 
La encopresis es así una manifestación somática que contiene elementos auto y aloagresivos.
Constipación de causa orgánica: Se considera a partir de la calidad de las heces (duras y pequeñas), no de la cantidad y 
el ritmo. Es un trastorno grave que a veces requiere intervención quirúrgica.
Causas: pueden ser generales o locales.
● Generales: componentes psicosomáticos por influencia de una interacción disfuncional familiar.
● Locales: megacolon congénito de Hirschprung. Es una constipación anatómica, un trastorno de la inervación del 
tracto intestinal de solución quirúrgica, exclusivamente. Muestra una enorme dilatación total o parcial del colon y
una incapacidad del intestino para evacuar espontáneamente debido a una agenesia ganglionar en la zona del 
recto. 
El megacolon psicógeno, funcional, del que tenemos que diferenciar la enfermedad de Hirschprung, es en cambio la 
complicación más grave de una de las formas de la encopresis, la constipación paradójica. 
ENCOPRESIS
La encopresis no es un cuadro monosintomático: es un síndrome en el que ensuciarse constituye el núcleo alrededor del 
cual se acopla un grupo de síntomas que dependen de él y con él se relacionan.
Distinguimos dos tipos principales: la encopresis continua o primaria y la discontinua o secundaria (Anthony, 1957). 
Anthony diferencia además, como grupo aparte, en tercer término, la encopresis retentiva, en la que predomina la no 
evacuación de las heces, y agrega todavía un cuarto grupo caracterizado por la asociación eventual de enuresis a la no 
retención. En la encopresis continua el control del esfínter anal no se ha logrado nunca. En la discontinua se había 
logrado en un principio pero luego se perdió. 
● Encopresis continua: El niño que nunca logró el control es hijo de una familia cargada de problemas sociales y 
económicos, que vive en medio de pobreza y suciedad. La suciedad del niño en cierta forma encubre la suciedad 
general del ambiente. Condiciones culturales y patología personal materna se alían. La madre no se preocupa y el
niño no se avergüenza ni siente culpa por ensuciarse. En esta forma de encopresis no hay retención ni peligro de 
megacolon. Los peligros son caracterológicos; el niño es impulsivo y se mantiene infantil. 
● Encopresis discontínua: El niño con encopresis discontinua suele ser obsesivo, hijo mayor de una familia en que
el problema de los padres gira compulsivamente en torno de la limpieza y la suciedad, del orden y el caos. Es 
muy inhibido en su vida emocional y logró el dominio de sus esfínteres sometiéndose a una educación exigente 
con insistencia materna y gran severidad. Pierde el control en un momento crítico, cuando su relación con la 
madre peligra, frecuentemente al sentirse desplazado por el nacimiento de un hermano. Reclama la atención de 
antes con una actitud infantil, regresando a una etapa anterior de su vida en la que hacerse encima era natural. 
Pero ahora es a su vez una agresión a la madre. 
La madre tiene una relación sadomasoquista con el hijo y con el marido, que tiene una patología similar y 
complementa la de ella. El niño se avergüenza de su falta de control. Es un secreto que lo angustia y trata de 
esconder. En este tipo de encopresis suele producirse retenciones periódicas.
● Encopresis retentiva: es un subgrupo de la discontínua. Cuando se rebela no responde ensuciándose, 
sino con una constipación obstinada que luego se transforma en constipación paradójica, es decir, en la 
pérdida continua de heces líquidas. El niño, muy dependiente, pone todo su esfuerzo en esta resistencia, 
en el fondo para atraer la atención de la madre a la que teme perder, al mismo tiempo que para atacada en
un intento agresivo de independencia. 
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La maduración neuromuscular de los esfínteres, que se completa a los nueve meses, da al lactante la capacidad de formar 
reflejos condicionados.
La función refleja da lugar lentamente a la voluntaria, pero en el transcurso de este cambio reina cierta inseguridad tanto 
muscular como emocional. Esta fase madurativa coincide cronológicamente con la fase anal del desarrollo psicosexual 
y con la separación-individuación del establecimiento de la relación objetal. El período es tan crítico precisamente a 
causa de que los progresos madurativos coinciden con etapas de transición, y configura así un terreno propicio para que 
cualquier interferencia determine un trastorno grave de la función eliminatoria.
Conviene entonces relajar el rigor de la educación e intentar sin presiones y con cariño que la voluntad del niño, por amor 
a su madre, se asocie a la de ella. Pero una madre muy rígida intentará aplicar castigos para doblegar la voluntad 
incipiente de su hijo. Se iniciará entonces una lucha de voluntades con tono francamente hostil que sólo conseguirá 
reforzar el negativismo del niño. Este comenzará a retener la materia fecal, única manera de afirmar su personalidad. 
La retención persistente puede producir una inflamación intestinal causada por la irritación mecánica y química de la 
materia fecal estancada. Esta inflamación puede provocar a su vez una filtración de mucosidad mezclada con materia 
fecal fluidificada que se escurre en cantidades mínimas entre la pared intestinal y las heces espesadas, y aparecerán las 
pequeñas pérdidas involuntarias y pertinaces, constituyéndose en constipación paradójica. 
El diagnóstico diferencial entre el megacolon funcional o psicógeno y el congénito:
1. El megacolon psicógeno aparece generalmente en el curso del segundo año de vida. En algunos casos puede 
presentarse mucho antes de esta época, a partir del cuarto mes de vida aproximadamente. El megacolon 
congénito, en cambio, se presenta ya en las primeras semanas de vida. 
2. La educación esfinteriana precoz y rigurosa figura siempre entre los antecedentes del megacolon psicógeno, pero 
no figura, por lo menos como dato constante, entre los antecedentes del megacolon congénito. 
3. El niño con megacolon psicógeno tiene frecuentes cólicos abdominales. El niño con megacolon psicógeno evita 
el uso del inodoro. El niño con megacolon congénito intenta usarlo. 
4. Si se produce una evacuación intestinal involuntaria, en el niño con megacolon psicógeno es grande y abundante, 
en el niño con megacolon congénito tiene la forma de una cinta delgada. 
5. La obstrucción intestinal es rara en el megacolon psicógeno, frecuente en el megacolon congénito. 
6. A la palpación digital el recto se encuentra lleno en el megacolon psicógeno, vacío en el congénito. 
7. En la radiografía de perfil la dilatación es uniforme en el megacolon psicógeno, mientras que en el congénito se 
visualiza el segmento hipoplástico.
Se suele adjudicar el establecimiento del síntoma de constipación y/o encopresis en general

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