Per cápita

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Per cápita
La frase per cápita, también escrita percápita, es una expresión tomada del latín y que se puede traducir literalmente como “por cabeza”. Es muy empleada en los ámbitos económicos y estadísticos, a la hora de estudiar determinados indicadores que se refieren a la actividad media por persona o por individuo.
La expresión, a pesar de tener un origen latino, se emplea hoy en día totalmente castellanizada, razón por la cual no hace falta escribirla en cursivas, ni con comillas, pero sí con su respectivo acento. Es común hallarla en lo referido a “renta per cápita”, “consumo per cápita”, “ingreso per cápita”, entre otros.
PIB per cápita
El Producto Interno Bruto (PIB, a veces PBI) de un país (equivalente también a su renta) es un indicador macroeconómico que expresa, en un único valor monetario, la sumatoria total de su producción de bienes y servicios durante un período determinado, que puede ser normalmente anual o trimestral. En ese sentido, es reflejo de la fuerza económica del país, o sea, de su capacidad productiva.
De este modo, cuando hablamos de PBI per cápita, renta per cápita o ingresos per cápita, nos referimos a la relación entre el PBI del país y su número de habitantes, de manera tal que podamos saber cuánto del primero le correspondería, estadísticamente, a cada uno de los segundos, en caso de repartirse uniformemente.
El PBI per cápita es empleado a menudo como indicador del nivel de vida de las personas, o sea, de su bienestar económico, suponiendo que ello necesariamente se traduzca en un bienestar social y cultural. Sin embargo, esta utilización ha sido criticada por resultar economicista, y por ignorar problemas sociales estructurales que no se remedian simplemente porque el país haga más dinero.
Consumo per cápita
Un caso similar al anterior, el consumo per cápita no es más que la relación entre el número de habitantes de un país o región, y el total de los bienes o productos de algún tipo específicos consumidos por ellos durante un lapso de tiempo determinado.
Este indicador puede aplicarse a cualquier forma de consumo: desde bienes ordinarios, como alimentos o productos de higiene personal, hasta textiles, bienes culturales o servicios de cualquier naturaleza, como la electricidad, el teléfono, etc.
El consumo per cápita, así, nos indica qué proporción del consumo total de un renglón determinado le corresponde a cada habitante del país. Este estimado nos permite comprender cuántos bienes o servicios de dicho sector consume en promedio una persona, y así obtener información relevante respecto a las tendencias de consumo, al monitoreo de recursos y a la proporción entre oferta y demanda en ese sector económico determinado.