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Análisis de la obra “Discorde” de Edgar Carrión Análisis por: Alejandro Mendoza Cuéllar Discorde es una obra para viola y piano compuesta por Edgar Carrión en el año 2017 para un encuentro de compositores. “El título de la pieza es un juego de palabras, ya que aparte de lo que significa "discorde", dicha palabra nos evoca también la palabra "cuerda" al estar escrita para viola ("corde").” La compuse en un contexto de agitación social en España (referéndum de autodeterminación en Cataluña) por lo que intentaba expresar mi enfado ante la absurda situación que se dio en ese momento.” (Carrión, E) Este análisis tiene como objetivo estudiar y dar a conocer una de las obras de Edgar Carrión, un compositor Español, que actualmente se encuentra activo dentro del mundo de la composición, su pensamiento y su manera de desarrollar sus ideas. Metodología que utilicé para analizar la obra: comencé por encontrar el sistema compositivo sobre la cual está compuesta, posterior a eso, busqué información del sistema y la compare con las coincidencias dentro de la obra. Después determiné la macro estructura de la obra e identifique los temas y motivos, seguidamente estudié cómo desarrolló cada tema, los elementos contrapuntísticos y las influencias de los distintos compositores que hay dentro de la obra. Con eso determiné que la obra no se encuentra dentro del sistema tonal tradicional, está basada en el sistema de modos de transposiciones limitadas de Oliver Messiaen y el sistema de ejes de Béla Bartók, además de contener influencia de otros compositores como Shostakovich, Stravinsky y Poulenc y que tiene una macroestructura: A-B-A’. Sistema compositivo La obra está basado en el manejo de la escala octatónica del sistema de transposiciones limitadas de Messiaen. Basados en el sistema cromático actual - sistema temperado de doce sonidos - se componen de varios grupos simétricos, en los cuales la última nota de cada grupo es siempre "común" con la primera del grupo siguiente. Al cabo de cierto número de transposiciones, que varía según el modo, ya no se pueden transportar más, pues la 4' transposición da exactamente las mismas notas que la 1.(…)Están en la atmósfera de varias tonalidades a la vez, sin politonalidad, y el compositor tiene libertad para dejar que predomine una de esas tonalidades o que quede una impresión tonal fluctuante. La serie es cerrada. Es matemáticamente imposible encontrar otras, al menos dentro de nuestro sistema temperado de doce semitonos. (Leduc, 1993, p.87). La obra está basada en el segundo modo de transposiciones limitadas “El modo 2 es transportable tres veces, (…). Se divide en 4 grupos simétricos, de 3 notas cada uno. Estos "tricordios", tomados en movimiento ascendente, se dividen a su vez en 2 intervalos: un semitono y un tono” (Leduc, 1993, p.87). Estructura La Obra mantiene la estructura de una sonata clásica, A (con introducción)-B-A ´+coda. “A” mantiene un tempo allegro y domina el compás binario con pocos cambios a un compás ternario. “B” Está escrito en tempo andante, 3 veces más lento que “A” y predominan los compases con métrica ternaria. Manejo temático de la obra: Durante la parte A maneja 2 temas; en la introducción: presenta el primer tema, el cual fragmenta en 2 motivos en la viola, los cuales se volverán la cabeza del tema A, además presenta acordes en tiempos fuertes, mostrando tres elementos que desarrolla a lo largo de toda la sección A y A’. Posteriormente desplaza los acordes formando síncopas, presenta una vez más el tema y nos introduce toda la escala del modo de transposición limitada que desarrolla, siendo tocado al unísono por el piano y la viola. Y un pequeño enlace con los acordes en sincopa, escala por dieciseisavos y octavos que había presentado previamente. El segundo tema (Tema A) aparece en la viola, en el compás 16, es característico por usar la escala del modo de manera ascendente por dieciseisavos y dos negras con punto –octavo, seguido por octavos. En esta sección hay una influencia clara de Poulenc, ya que en la mano izquierda del piano presenta un acompañamiento por octavos a una distancia de octavas, muy similar a la que desarrolla Poulenc en el primer movimiento de su obra “sonata para Clarinete y Piano”. Durante esta sección en el piano, Edgar varía entre tres motivos que ya había presentado (Acompañamiento por octavas, acordes en sincopas u octavos extraídos de la introducción), generando interés en el escucha. A partir del compás 26, comienza a experimentar con la fragmentación del tema entre el piano y la viola, donde la cabeza del tema lo presenta la viola usando pizzicato por octavos o los dieciseisavos de la introducción y el piano responde el resto del tema, a la vez mantiene el movimiento de síncopa en el piano. En el compás 33 y 34 destaca la influencia de Bartok, durante el compás 33 se puede escuchar sonoridades de antípoda, entre las notas: do natural y Fa sostenido en la viola, además en la viola incluye por primera vez el pizzicato “Bartok”, esto lo desarrolla sobre arpegios con un centro tonal en Mi y los acordes en sincopa; al ser acordes Sincopados y con acento en tiempos débiles, además del constante cambio de métrica en los compases, nos puede recordar a piezas como “Allegro Barbaro” de Bartók. En el compás 48, Edgar presenta el tema en aumentación en el piano mientras que en la viola retoma los primeros dos motivos presentados en la introducción, en el compás 52 la viola presenta el acompañamiento con dobles cuerdas y con todos los golpes de arco hacia el talón, este golpe de arco puede recordar a “la consagración de la primavera” de Stravinsky. Durante los compases 60 y 61, Presenta una melodía fragmentada, esto para retomar el tema con el nuevo acompañamiento de dobles cuerdas de la viola, además de retomar el acompañamiento de octavos por octavas previamente presentados. A partir de esta sección Edgar Carrión, experimenta con ligeras variaciones rítmicas sobre los elementos que ya había presentado: durante el compás 67 la viola hace un arpegio sobre los acordes que ya había utilizado, provocando una polirritmia entre los tresillos y el acompañamiento del piano por octavos, también utiliza ligeras variaciones en el tema tocado por el piano. Del compás 70 hasta el compás 82, presenta las variaciones del tema tocado de manera ternaria dentro del compás binario, generando una nueva sonoridad. Primero lo presenta en la viola y el piano acompaña con los arpegios que ya había usado y posteriormente invierte los papeles para un contraste de color. Cerrando esta sección A. Para cambiar entre el tempo de A y el tempo de B Edgar frena el movimiento con un calderón, adicional a ello, nos presenta la cabeza del tema A en el nuevo tempo, sirviendo como una transición de una sección a otra y refuerza la idea del cambio de sección con una cesura. La parte B baja la velocidad haciéndola es tres veces más lenta que la letra A, siendo un contraste absoluto, adicional a eso, Edgar Carrión experimenta con recursos nuevos, presenta un nuevo tema y un nuevo acompañamiento en el piano, mientras en que la viola acompaña usando glissandos en la cuerda de do, posteriormente la viola retoma el tema. En el compás 102 mantiene el mismo acompañamiento en el piano, sin embargo la viola hace un cambio de color haciendo uso de los armónicos artificiales. Para cerrar la sección B, se retoma la cabeza del tema A dos veces, anunciando el regreso a A´ y reforzando con un calderón. A´ empieza de la misma manera que A, la viola toca el tema mientras que el piano acompaña con acordes en sincopas y octavos a una distancia de octavas. Después invierte los papeles, el piano presenta el tema y la viola retoma los acordes en síncopa haciendo arpegios. Del compás 122 al 129 presenta un resumen de todos los elementosque ha trabajado durante la sección A: los arpegios en acordes, el motivo del inicio, los acordes por octavas, el tema, las sincopa en el piano, el uso del pizz. Bartók. En el compás 129 comienza a trabajar con un aumento de densidad sonora, donde va aumentando el número de cuerdas que toca la viola, para posteriormente en el compás 135 empezar a explotar los acordes tocados con arco seguidos de pizzicatos Bartók, mientras el piano dobla la voz de los acordes y retoma los arpegios por octavos. Siguiendo con el aumento de masa sonora, en el compás 139, la viola retoma el elemento de las dobles cuerdas en dieciseisavos, mientras el piano continúa con los acordes a contratiempo. Esta idea la repite dos veces. En el compás 151 regresa a la idea de la introducción, donde el piano hace un acorde y la viola presenta una escala rápida, esto para preparar el cierre y la llegada de la coda. Durante la coda, retoma 4 compases de B, haciendo uso del glissando y los armónicos. Después de estos compases Edgar retoma el tempo de A, aumenta la densidad sonora, esto gracias a que la viola hace por primera vez acordes de 4 notas, en el piano utiliza el cambio de centros con redondas y un pedal sobre la nota do, para finalmente cerrar con los pizzicatos Bartók. Conclusiones Estructuralmente obra se puede comparar con las sonatas más famosas para viola y piano, como Glinka, Shostakovich y Schubert (aunque esta última sea una transcripción). El Desarrollo motívico de la obra demuestra dominio de distintos recursos polifónicos: imitaciones, motivos en aumentación, melodías fragmentadas, etc. Es una obra de gran dificultad técnica para la viola, esto porque explota distintos aspectos y sonoridades en el instrumento, como son los pizzicatos Bartók, los acordes, glissandos, pizzicatos tradicionales, arpegios a gran velocidad y con muchos saltos de cuerda, armónicos artificiales entre muchos otros. El uso de los sistemas de composición del siglo XX enriquecen el repertorio de la viola en música de cámara. Referencias: Leduc, A. (1993). Técnica de mi lenguaje musical, Paris, Francia: Editions Musicales.
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