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Resumen libro Familias y terapia familiar

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Resumen libro
LIBRO: FAMILIAS Y TERAPIA FAMILIAR
Autor. Minuchin, S (1982) capítulos 1, 2, 3, 4 y 5
Minuchin hace énfasis en que el hombre está influenciado por el sistema social en el cual convive y 
que por lo tanto no se le puede entender fuera de este y aún más que no se le puede entender sin su 
contexto. La salud mental en su enfoque tradicional ha concebido el problema de la salud mental 
desde un enfoque basado en lo intrapersonal y lo personal pero la terapia estructural viene a 
proponer en su momento una novedosa visión de intervención basada en la familia. Se había puesto 
una barrera entre el sujeto y su contexto el cual vino a eliminar la terapia sistémica de familia 
incluyendo a la persona en su medio social.
En esta terapia el psicólogo no basa sus visiones en la personalidad del sujeto sino que lo concibe 
como perteneciente a un contexto social en el cual interactúa y responde. La noción de localización 
del síntoma es más amplia y al igual su intervención.
Minuchin explica como el contexto influye directamente sobre los procesos internos de la mente por
medio de diferentes referencias a autores e investigaciones que dan ejemplos claros de como las 
circunstancias influencia en gran medida al sujeto y de cómo el sujeto influencia a la circunstancia. 
La interdependencia entre el “adentro y el afuera” del sujeto queda demostrada en los ejemplos que
propone. 
La terapia estructural hace énfasis en tres axiomas o supuestos distintos a los de la basada en lo 
intrapersonal. El primero es, la vida psíquica del sujeto no es solo un proceso interno si no también 
externo. El segundo, los cambios a una estructura familiar contribuyen a la producción de cambios 
en la conducta y pensamientos de los miembros. Y tercero, la conducta de un miembro de la 
familia o con su sistema familiar su comportamiento se incluye en ese sistema. 
En la terapia se realiza intervenciones ecológicas, es decir que tiene en cuenta el contexto como 
influencia directa sobre la conducta de las personas. El contexto modifica los comportamientos de 
los sujetos y los sujetos afectan con su comportamiento. Al cambiar la relación entre una persona y 
su sistema familiar se transforma consecuentemente su experiencia subjetiva. Esta nueva 
experiencia subjetiva crea un nuevo sentido para sus miembros.
Esta teoría concibe al sujeto en su dimensión histórica más sus condiciones actuales pero se centra 
en el presente, en la modificación de las estructuras familiares actuales para modificar su conducta 
que se supone se da como resultado de su self y sus circunstancias, su sistema familiar y social. Las 
actuaciones o interacciones del sujeto con su contexto modifican sus experiencias subjetivas, como 
también las califican y apoyan.
El objetivo de la terapia de enfoque estructural consiste en cambiar la estructura presente en el 
sistema basándose en algunas de las propiedades de los sistemas. Se basa en el presente de las 
estructuras para modificarlas por medio de la intervención del terapeuta. Al modificar la posición de
los miembros del sistema cambia sus experiencias subjetivas. 
El terapeuta confía en las los siguientes principios universales de los sistemas familiares: “Una 
transformación de su estructura permitirá al menos alguna posibilidad de cambio. El sistema 
familiar está organizado sobre la base del apoyo, regulación, alimentación y socialización de sus 
miembros. El sistema tiene propiedades de autoperpetuación (Retroalimentación Negativa). Por lo 
tanto, los procesos de cambio iniciados se mantendrán incluso en ausencia del terapeuta o estimulo 
que los provoca, por los mecanismos de autorregulación del sistema”. 
Las familias son sistemas que funcionan de forma eficaz en diferentes culturas. En todas las culturas
las familias atraviesan por crisis normales del ciclo vital. Las dificultades en las familias trascienden
las culturas y se presentan siempre. Por tanto, los principios de la terapia estructural se pueden 
aplicar independientemente de las culturas ya que todas las familias son sistemas similares en sus 
estructuras como a su vez diversos y únicos. 
Minuchin, trabaja en este libro dos casos de terapia con dos familias distintas. El primer caso que 
presenta es el de una familia que presenta crisis por el nacimiento de un primer hijo y el cambio de 
roles a padres afecta a la pareja. El segundo caso muestra a una familia de un Kibutzi israelí en el 
cual la adaptación de la pareja masculina al Kibutzi de su compañera crea bastantes dificultades en 
la adaptación de ambos a su nueva vida. En ambos casos Minuchin aparte de descubrir cómo se dan
los problemas de adaptación a nuevos roles devela también como las familias extensas de los 
consultantes influyen por ser parte de su estructura sino también por las expectativas de lo que 
espera una pareja de la otra. Utiliza estos dos casos para ilustrar toda su teoría de la terapia 
estructural develando que fue sucediendo en la terapia en cada caso.
Para Minuchin, las funciones de la familias sirven a dos objetivos: Uno interno (básicamente la 
protección psicosocial de sus miembros), y otro externo (la acomodación a una cultura y su 
transmisión).Dentro de un marco cultural determinado, la familia imprime a sus miembros un 
sentimiento de identidad independiente. En los procesos precoces de socialización, las familias 
moldean el comportamiento del niño y fomentan su sentido de pertenencia al sistema. El sentido de 
separación y de individuación, se logra a través de la participación de sus miembros en diferentes 
subsistemas familiares, así como a través de la participación en sistemas extrafamiliares.
La familia funciona estructuralmente como un sistema. Un esquema basado en la concepción de la 
familia como un sistema que opera dentro de contextos sociales específicos, tiene tres componentes:
1. La estructura de la familia es la de un sistema socio-cultural abierto en proceso de 
transformación. 2. La familia muestra un desarrollo desplazándose a través de un cierto número de 
etapas vitales que exigen su reestructuración. 3. La familia tiende a adaptarse a las circunstancias 
cambiantes de tal modo que mantenga una continuidad y fomente el crecimiento personal de cada 
miembro.
Una familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales que se dan entre sus 
miembros. Las transacciones repetitivas establecen pautas acerca de qué manera, cuándo y con 
quién relacionarse, y estas pautas ayudan a mantener el sistema. Por lo regular se encuentran 
subsistemas en el sistema familiar en los cuales se encuentran determinadas formas de relacionarse.
En las familias se dan patrones transaccionales que son mantenidos en el tiempo y parece ser que 
son reglas universales que gobiernan la organización familiar (Jerarquía, Poder, Limites y 
Complementariedad de las funciones). Y de las expectativas mutuas de los diversos miembros de la 
familia, el origen de dichas expectativas se encuentra en las negociaciones implícitas y explícitas 
realizadas por los miembros desde el inicio de su relación.
De este modo el sistema se mantiene a sí mismo como organismo vivo que se autorregula. Ofrece 
resistencias al cambio más allá de cierto nivel y conserva las pautas transaccionales preferidas 
durante tanto tiempo como le es posible. También en el interior del sistema existen pautas 
alternativas. Cuando existen situaciones de desequilibrio del sistema, es habitual que los miembros 
consideren que otros miembros no cumplen con sus obligaciones, apareciendo entonces 
requerimientos a la lealtad familiar y maniobras de inducción de culpabilidad. Todo siempre en 
busca de la homeostasis del sistema.
Los sistemas familiares se distinguen a la hora de desempeñar sus funciones a través de 
subsistemas. Cada individuo puede pertenecer a diferentes subsistemas en los que posee diferentes 
niveles de poder y en los que puede aprender habilidades diferenciadas. Los límites en un 
subsistema están constituidos por las reglas quedefinen quienes participan y de qué manera. Para el
adecuado funcionamiento familiar, los límites de los subsistemas deben estar bien definidos. Deben 
estar fijados con suficiente precisión como para permitir a sus miembros tanto su propio 
crecimiento personal como el desarrollo de sus funciones sin interferencias, y a la vez permitir el 
contacto entre ellos.
Los límites son considerados dentro de una escala cuyos polos serían las familias desligadas (cuyos
límites son inadecuadamente rígidos), y las familias aglutinadas (cuyos límites son 
inadecuadamente difusos). En las familias o subsistemas aglutinados el exaltado sentido de 
pertenencia de sus miembros les exige un importante abandono de su autonomía personal. Los 
miembros de subsistemas o familias desligadas por contra, pueden funcionar en forma autónoma, 
pero poseen un desproporcionado sentido de independencia y carecen de sentimientos de lealtad y 
pertenencia, así como de la capacidad de interdependencia y de requerir ayuda cuando la necesitan.
En los sistemas familiares se encuentran diferentes subsistemas familiares. Por ejemplo, el 
subsistema conyugal se constituye cuando dos adultos se unen con la intención expresa de constituir
una familia. La pareja debe desarrollar pautas de complementariedad que permitan a cada uno ceder
sin sentirse vencido, y aceptación de la mutua interdependencia. Pero la pareja también puede 
estimularse mutuamente los rasgos negativos: descalificando a la pareja, estableciendo pautas de 
tipo dependiente-protector, victima-verdugo etc.
Cuando nace el primer hijo se alcanza un nuevo nivel familiar: el subsistema parental. Se debe, 
entonces, trazar un límite que permita el acceso del niño a ambos cónyuges y al mismo tiempo, que 
lo excluya de las relaciones conyugales. A medida que el niño crece, sus requerimientos para el 
desarrollo de la autonomía y de la orientación, imponen demandas al subsistema parental que debe 
modificarse para satisfacerlas.
La autoridad incuestionada que caracterizó en algún momento al modelo patriarcal ha desaparecido 
y fue reemplazada por el concepto de una autoridad flexible y racional. En este sentido, se espera de
los padres que comprendan las necesidades del desarrollo de sus hijos, y que expliquen las reglas 
que imponen. Siempre, el funcionamiento adaptativo de la familia requiere que padres e hijos 
acepten el hecho, de que el uso diferenciado de autoridad es una característica necesaria del 
subsistema parental. La tarea básica del terapeuta, consistirá pues, en asistir a los subsistemas para 
que negocien y se acomoden mutuamente.
En el subsistema fraterno los niños aprenden a negociar, cooperar, competir. Aprenden a lograr 
amigos y aliados, a salvar la apariencia cuando ceden, y a lograr reconocimiento por sus 
habilidades. La significación del subsistema fraterno se hace evidente en caso de su ausencia. Los 
niños sin hermanos desarrollan pautas precoces de acomodación al mundo adulto, que pueden 
manifestarse en un desarrollo precoz, además pueden mostrar dificultades para el desarrollo de la 
autonomía, y de la capacidad de compartir, cooperar o competir.
La familia se encuentra sometida a presiones internas originadas por la evolución de sus miembros 
y subsistemas, y a la presión externa originada por los requerimientos de acomodación de los 
sistemas socio-culturales significativos. La respuesta a estas presiones exige una transformación 
constante de la posición de los miembros en sus relaciones mutuas, para que puedan crecer mientras
el sistema familiar mantiene su continuidad.
En las familias corrientes, el terapeuta confía en la motivación de la propia familia como el camino 
para la transformación. En las familias patológicas, el terapeuta debe convertirse en actor del drama 
familiar, incorporándose a las coaliciones existentes para modificar el sistema.
En la familia se presentan fuentes que estresan el sistema. El contacto de un miembro o de toda la 
familia con fuerzas extra-familiares como algún miembro la familia extensa cuando se entrometen 
causa problemas. En este caso, los objetivos terapéuticos se dirigirán a la interacción de ese 
miembro con el agente que lo afectó, si la familia hubiera realizado cambios adaptativos para 
ayudarle, o dirigirse al propio sistema familiar si no ha realizado los cambios necesarios.
En los movimientos por el ciclo vital de la familia los problemas de transición pueden originarse 
por la evolución de los miembros y por cambios en la composición del sistema. Uno de los 
desencadenantes más habituales es el comienzo de la adolescencia de los hijos/as. En este caso, el 
objetivo será la renegociación de las relaciones padres/hijos y una mayor autonomía respecto al 
subsistema fraterno. También la disminución o incremento de un miembro en la familia produce 
stress y necesidad de renegociación en el sistema. Referente a la idiosincrasia de la familia.
Se puede decir que el esquema conceptual de una familia normal presenta tres facetas: 1. se 
transforma y se adapta, reestructurándose. 2. posee una estructura solo observable en movimiento 3.
Se adapta al stress de modo que mantiene la continuidad.
El enfoque estructural de las familias plantea que una familia no se reduce a los aspectos 
biopsicodinamicos individuales de sus miembros. Las pautas transaccionales son la que regulan la 
conducta de los miembros. El terapeuta mapea el campo transaccional de relaciones familiares para 
crear un diagnóstico estructural. En el desarrollo de la terapia plantea límites flexibles y va 
descubriendo pautas transaccionales. Va realizando pruebas para verificar sus mapas e hipótesis. 
Observa cómo se organiza la familia ante su presencia como terapeuta.
En la terapia familiar el cambio se busca en el aquí y en el ahora del proceso de interrelación 
familiar reestructurando sus vínculos. Si se dan en la terapia respuestas espontaneas estás deberán 
permitirse ya que serán como señales de como se está organizando el sistema y si no serán solo 
pruebas espontaneas. En muchos casos se encuentran estructuras disfuncionales en la familia las 
cuales habrá que buscar, detectar para luego en la terapia plantearse como reestructurar. Si al final 
el terapeuta logra convertirse en observador y comprobar el efecto de las indagaciones se habrá 
conseguido un diagnóstico. La labor del terapeuta es ahora probar con indagaciones sus hipótesis. 
Si la familia acepta sus hipótesis ya hay un gran paso pero puede suceder dos cosas: 1. Que las 
acepte sin dificultad lo cual generará crecimiento pero no cambio. 2. Que las acepte como algo 
novedoso y esa sola intervención de indagación ya se vuelve algo terapéutico y reestructuraste de 
las transacciones familiares con lo cual la homeostasis del sistema se verá afectada y se abrirá paso 
al cambio.
 En los procesos de intervención para determinar las estructuras de las familias se debe incluir 
siempre y cuando esté presente a la familia extensa. La familia extensa es parte de las familias en 
muchos casos y no siempre son influencias tóxicas para los sistemas familiares padre-madre-hijos. 
Los integrantes de la familia extensa participan activamente en el sistema familiar por lo cual se 
deben convocar y/o tener en cuenta en las estructuras y en la intervención propiamente dicha. Así 
el terapeuta puede jugar con diferentes estrategias para modificar estructuras disfuncionales 
incluyéndose el mismo dentro del sistema a manera de ejemplo para lograr sus objetivos. 
En diversas ocasiones la familia se encuentra en situaciones transicionales en las cuales se modifica 
su estructura y pasan al principio por crisis ya que cambian los roles y lo miembros no se adaptan 
por lo cual se empiezan a crear conflictos. Por ejemplo a veces en la familia de da una perdida 
temporaria. Tras la partida de miembro de la familia los miembros que quedan solos y deben 
reorganizarse de manera transitoria en sus roles mientras el miembro vuelve, una vez regrese se 
debe volver alos roles anteriores. 
Otro ejemplo es el divorcio ya que crea un vacío en el sistema familiar inicialmente el cual afecta la
estructura del sistema llevándolo a crisis pero la cual se supera con la reestructuración de nuevos 
roles, regla y límites en la dinámica familiar. Dentro del divorcio se presenta en ocasiones 
problemas de límite ligados a la negociación de stress, ejemplo de ello son situaciones de divorcio 
donde el hijo es utilizado para atacarse entre la pareja (tríada rígida). En estos casos se puede 
utilizar tácticas como incrementar la fortaleza del límite al subsistema conyugal, así como otras 
técnicas. En los casos de tríadas rígidas se pueden recurrir a múltiples estrategias.
Ya por último el autor explica como la utilización del análisis estructural para determinar objetivos 
terapéuticos y estrategias de intervención tienen varios peligros y riesgos: Por ejemplo cometer el 
error de omisión del proceso de desarrollo de la familia: cuando se ignora el impacto de un 
problema de un subsistema en el resto del sistema, y se aísla como si solo afectara al primero. A 
pesar de que esto suele ocurrir en el enfoque individual es fácil caer en ello. Otro error es la omisión
de algunos subsistemas familiares: cuando la terapia solo se centra en un subsistema excluyendo a 
otros. Esto es frecuente. Pero la ignorancia total de subsistema no es correcta. Esto le puede hacer 
mucho daño al sistema. Y un último error que se describe es la asociación y apoyo a un solo 
subsistema: el terapeuta solo se centra en un subsistema.

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