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LA CONDICIÓN HISTÓRICA DEL CÁNTICO ESPIRITUAL- P. JAURALDE
El cántico espiritual es un diálogo en un mundo de pastores, donde se conjugan dos de las manías poéticas del momento: la del diálogo y la del cronotopos, ideal en un mundo rústico. El CE enhebra todos los motivos poéticos que circulaban en la época: el vuelo de la paloma, el ciervo herido, la invocación a las criaturas. Detrás del CE está toda la tradición del pensamiento occidental. 
Definición del significado de los poemas sanjuaninos, particularmente los tres o cuatro esenciales. Dos de las suposiciones imponen al lector: primero, el significado literal más evidente, segundo, las confesiones del autor sobre lo que ha querido decir. Ninguna de las dos es concluyente. El significado literal apunta a una escena de amor y realización física, el significado del autor dota al mismo poema de un significado sacro-alegórico. Ambas lecturas son posibles y coherentes.
SJ de la Cruz fue un reformador de la orden Carmelita, castellano, de formación universitaria. No publicó ningún poema, sino que todos circularon en manuscritos. Es escritor tardío, produce aprox entre 1578 y 1586. EL CE fue redactado en 1578, probablemente en la cárcel de Toledo. Las últimas estrofas se redactaron más tarde, probablemente entre 1582 y 1584.
El CE ofrece una serie de rasgos estilísticos que apuntan a un modo peculiar de transmisión y creación. Las estrofas (excepto 14 y 15) tienen una rima única, que cambia de una a otra. Todas acaban en periodo, haciendo coincidir final de estrofa con final de periodo sintáctico. La secuencia formal apunta a una enorme libertad de creación y en la transmisión de cada una de ellas, porque no dependen métricamente unas de otras. El poeta podría crear o suprimir nuevas unidades métricas e insertarlas en cualquier lugar de la serie ya creada, y el lector o cantor podía operar del mismo modo. Su fractura métrica permite recordar estrofas del canto al azar. Todo conduce a un significado difuso y etéreo. 
Estructura dialogada la estrofa 5, los cuatro versos finales de la 13, las estrofas 20-24, 34, 35 reproducen parlamentos distintos de las restantes estrofas; y estas restantes deben considerarse parte de un diálogo (parlamento), por entrar en juego interlocutores varios. Es difícil acoger el diálogo en la poesía lírica, ya que aleja la expresión de sentimientos íntimos para entregarlos a la voz de narradores. La función fática y apelativa tienden a sustituir a la expresiva. En el caso del cántico, el diálogo va unido a otros aspectos de transmisión oral, comparte con la lírica tradicional su fragmentarismo. El cántico empieza con el artificio griego “in media res”, y reproduce un fragmento dialogado de una desazón amorosa, como las canciones tradicionales.
SJ confesó que estas canciones se habían hecho estando el espíritu “levantado sobre sí mismo”, es decir, en momentos de exaltación. A pesar de llamarse espiritual, el CE es un poema de contenido literal erótico o profano, pero este sentido literal no tiene por qué ser el único. El componente espiritual se asoma en la estrofa 23. Para algunos intérpretes, la importancia del material metafórico reside en que sirve a la discontinuidad propia de la alegoría simbólica, e impone el significado místico requerido por el autor. Esta sería la clave para interpretar simbólicamente todo el contenido. 
Por qué SJ adopta un sentido profano-erótico la primera razón sería la tradición literaria en la que inserta SJ el CE, la del Cantar de los Cantares, donde el lenguaje amoroso servía para cantar las excelencias espirituales, la unión del alma con la divinidad, el éxtasis místico. Por qué esa tradición y no otra el poeta busca la expresión de lo inefable, la unión mística, por lo más excelso de lo humano (lo que el código de la época pensaba como lo más excelso), que es el amor o la pasión amorosa en un contexto idílico. Acude entonces al recuerdo del autor una tradición que se presentaba como el molde perfecto según ese elemento ideológico de carácter histórico: el lenguaje erótico del cantar de los cantares. A partir de este proceso puede explicarse el cántico espiritual como poema histórico. El amor entre dos pastores, convertido en tema poético, es el eco más repetido en la ideología artística de la época, de cuya proliferación puede hablarse de múltiples causas: huida del mundo hacia el lugar idílico, soñado, intento de recobrar una relación “natural” que la civilización hacia cada vez más difícil; neoplatonismo, en busca del hombre ideal que haga juego con la naturaleza; la relación directa de las cosas con el mundo que nos rodea, etc. 
A veces se ha interpretado el erotismo mítico como expresión de lo prohibido, utilizado como pretexto de lo simbólico. En la postura de SJ hay una aceptación de la sacralización de la cultura: todo el poema es espiritual, no hay nada que tenga un referente mundano. Pero después de esta aceptación hace entrar, mediante el pretexto simbólico, todo lo que no es religioso: los encantos del mundo profano. Este recurso era profundamente histórico el amor humano, la belleza física, era un trampolín para llegar a lo espiritual e insensible. Así el poeta petrarquista puede permitirse las expresiones más crudas, las imágenes más eróticas, como efecto superficial desdeñable.
Todo este proceso puede ocurrir por la intensificación del proceso de interiorización que se opera en la poesía petrarquista a partir de Garcilaso, como un elemento artístico que deriva de la ideología burguesa. Recopilación: 
1. En SJ, lo erótico y lo humano significan hacia la vertiente de lo religioso
2. la expresión simbólica recobra, acoge y acepta todo lo que la sacralización de la cultura había desechado: la pasión erótica.
El aspecto más llamativo de los poemas de SJ ancla totalmente en el desarrollo de la poesía petrarquista en España: el ensanchamiento del concepto de “interioridad”. El sentimiento de interioridad es un descubrimiento del hombre renacentista, que pone en juego una retórica derivada de la actitud vital que esa conciencia conlleva. En Garcilaso y otros petrarquistas el alma, el interior, es el lugar donde el hombre acaba de descubrir los efectos asombrosos del amor (escrito está en mi alma vuestro gesto), el lugar hacia el que uno se vuelve con admiración y espanto. En las generaciones posteriores, el alma se va agrandando, no sólo para dar paso a otros sentimientos (efectos del amor, la angustia, la soledad, el dolor, la tristeza), sino que la conciencia de esa interioridad produce la antinomia alma/cuerpo, con toda una riquísima gama de variantes retóricas, basadas en el adentro/fuera, con la inevitable huida hacia uno mismo.
El poeta, refugiado en su alma, en sí mismo, se satisface allí con su sola presencia y recrea los bienes que el mundo enemigo le niega. SJ representa un momento extremo: la negación total del mundo externo y la interiorización de cualquier percepción, idea o sentimiento.

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