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Adorno, Th. El artista como lugarteniente de la cultura. 
1. ¿Qué dice Adorno de la dicotomía entre arte y puro y arte comprometido?
2. ¿Cómo define al hombre pleno? ¿Qué ha ocurrido con la división del trabajo?
3. ¿Qué críticas realiza al arte “comprometido”? por qué? pp 212-213
4. ¿Cómo es en este contexto el arte de Paul Valéry? ¿Por qué medios su arte “significa fidelidad a la imagen posible del hombre? 217
5. ¿Qué quiere decir que el artista se hace lugarteniente del sujeto social y total? ¿Cómo lo logra el artista?
Reseña biográfica
Poeta, ensayista y filósofo francés nacido en Séte en 1871.
Al terminar la escuela básica ingresó a la Facultad de Leyes de la Universidad de Montpellier, estudios que interrumpió poco tiempo después para viajar a Paris donde inició la carrera literaria. Interesado en el movimiento simbolista, fue miembro regular de las tertulias de Stéphane Mallarmé, alternando su vocación poética con un trabajo como redactor en el Ministerio de Guerra. Publicó en 1917 su primer libro de poemas bajo el título de "La Joven Parca", seguido de "Cementerio Marino" en 1920 y "Álbum de versos antiguos" en 1921. 
En 1925 fue elegido miembro de la Academia Francesa, y a pesar de su aclamación por parte de la crítica, decidió dejar la poesía para dedicarse por completo al ensayo, las matemáticas y la pintura, condensados en una publicación de veinte volúmenes en 1945.
Falleció en Paris en 1945. ©
Helena de Paul Valéry
¡Azul! Soy yo. Regreso de lúgubres canteras
a ver el mar lanzando sus escalas sonoras,
y al filo de los remos de oro, en las auroras,
zarpando de su rada nocturna las galeras.
Mis manos solitarias invocan los monarcas
-yo hundía entre su barba de sal mis dedos puros-.
Llorando he visto, al eco de sus himnos oscuros,
huir los golfos ante la popa de sus barcas.
Oigo las caracolas hondas, los helicones
marciales en las rítmicas alas de los timones;
claros cantos remeros encadenan rugidos.
Y en las heroicas proas, los dioses exaltados,
con sus plácidos rostros de la espuma azotados,
me tienden indulgentes sus brazos esculpidos.
Versión de Carlos López Narváez

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