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AAOS_cap_18

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© 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons AAOS Comprehensive Orthopaedic Review 2 193
I. Ortesis de extremidades inferiores
A. Terminología 
1. Ortesis (o dispositivo ortopédico) es la denomina-
ción técnica de las férulas. Los nombres específi-
cos que adoptan dependen de la zona del cuerpo 
a que vayan destinadas y pueden ser a la medida 
o estándar. 
2. Los dos tipos básicos son los dispositivos estáti-
cos y los dinámicos: 
a. Estáticos: son dispositivos rígidos que se usan 
para estabilizar partes del cuerpo debilitadas o 
paralizadas en una determinada posición. 
b. Dinámicos: se usan para facilitar el movimien-
to y permitir el funcionamiento normal. 
B. Principios 
1. Los aparatos ortopédicos se utilizan para propó-
sitos concretos, entre ellos dolor articular, debi-
lidad muscular o inestabilidades o contracturas 
articulares. 
2. Los dispositivos deben alinearse en la posición 
anatómica aproximada de las articulaciones. 
3. Las ortesis deben ser sencillas, livianas, resisten-
tes, duraderas y estéticamente aceptables. 
4. Consideraciones a la hora de prescribir un apara-
to ortopédico: 
a. Sistema de control de tres puntos de presión. 
b. Estabilización estática o dinámica. 
c. Tolerancia del tejido a la compresión y a las 
fuerzas de tensión. 
d. Si el objetivo de la prescripción es acomodar 
una deformidad rígida o corregir una flexible. 
e. Capacidad funcional del paciente (¿cuál es el 
objetivo: postural o funcional?). 
5. Pueden estar hechas de metal, plásticos (general-
mente polipropileno), cuero, materiales sintéticos 
o combinaciones varias de los anteriores. 
C. Ortesis para los pies 
1. Los zapatos pueden transformarse en dispositivos 
ortopédicos para los pies modificándolos para 
acomodar a deformidades o para sustentar la ex-
tremidad al caminar (calzado ortopédico): 
a. Pueden usarse taloneras blandas o abombadas 
en tobillos rígidos para disminuir la fuerza de 
flexión de la rodilla (es decir, inducir una fle-
xión plantar relativa para obligar a la exten-
sión de la rodilla). 
b. Pueden añadirse cuñas mediales o laterales en el 
talón o en la planta del zapato para compensar 
deformidades fijas del pie en varo o en valgo. Es-
tas plantillas también corrigen las fuerzas en varo 
o valgo de la rodilla (cuñas internas en el talón 
para la disfunción del tendón del músculo tibial 
posterior o externas para descargar parcialmente 
el compartimento interno de la rodilla). 
c. Pueden usarse taloneras o plantillas abarqui-
lladas para ampliar la base de sustentación del 
pie. 
d. Los zapatos ergonómicos con suela convexa 
ayudan a transferir el peso del cuerpo hacia 
adelante al caminar (según diseño inicial de 
Perry), pero desestabilizan la rodilla al trans-
ferir el peso del cuerpo hacia adelante dema-
siado rápido. La prescripción de estos modelos 
debe considerarse con la debida precaución en 
pacientes con problemas de equilibrio o pro-
piocepción. 
e. Los zapatos extraprofundos permiten mayor 
espacio para deformidades y plantillas. 
f. Las zapatillas deportivas de cordones con caña 
pueden ser de ayuda a los pacientes con pro-
blemas de propiocepción distal, como los dia-
béticos, pues el equilibrio se facilita al sentirlo 
más proximalmente. 
2. Las plantillas colocadas en el interior del calzado 
sirven para sustentar, controlar los movimientos, 
Capítulo 18
Ortesis, amputaciones y prótesis
Keith Baldwin, MD, MSPT, MPH; Mary Ann Keenan, MD
El Dr. Baldwin o alguno de sus familiares inmediatos poseen 
acciones u opciones sobre acciones de Pfizer. Ni la Dra. Kee-
nan ni ninguno de sus familiares inmediatos han recibido 
regalías ni tienen acciones u opciones sobre acciones de nin-
guna compañía ni institución relacionadas directa o indirec-
tamente con el tema de este capítulo. Los autores desean 
reconocer las contribuciones del Dr. Douglas G. Smith a la 
AAOS Comprehensive Orthopaedic Review y a este capítulo.
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2. Las OTP se utilizan para prevenir o corregir de-
formidades. 
3. La posición del tobillo influye indirectamente so-
bre la estabilidad de la rodilla: la flexión plantar 
del tobillo ayuda a la extensión de la rodilla y la 
flexión dorsal del tobillo a la flexión de la rodilla. 
4. Todas las OTP están compuestas de una platafor-
ma con estribos, pieza vertical y banda de pan-
torrilla, independientemente del material con que 
estén fabricadas (Figura 2). 
5. OTP no articuladas.
a. Las OTP no articuladas son más discretas esté-
ticamente. 
b. Aplican una fuerza flexora a la rodilla durante 
la carga de peso, pues se colocan en posición 
neutral de flexión dorsal/plantar y no permiten 
la flexión plantar gradual excéntrica en la fase 
de apoyo inicial. 
c. Las bandas de ajuste de las OTP de plástico 
determinan el grado de flexibilidad durante la 
fase final del apoyo y se dividen según ejerzan 
resistencia máxima, moderada o mínima a la 
flexión dorsal del tobillo 
d. Pueden ser de plástico, materiales compuestos 
o de cuero y metal. 
estabilizar la marcha, aliviar el dolor, corregir de-
formidades flexibles y prevenir la progresión de 
deformidades fijas. 
a. Taloneras. 
•	 Una talonera es una plantilla rígida de 
plástico. 
•	 Cubre la superficie plantar del talón abar-
cando los lados posterior, externo e interno 
del talón. 
•	 Se usan para impedir el desplazamiento la-
teral del calcáneo en el pie plano flexible. 
b. Plantilla diseñada por el Laboratorio de Bio-
mecánica de la Universidad de California 
(UCBL) (Figura 1).
•	 La ortesis de la UCBL está hecha de plás-
tico. Se fabrica ex profeso sobre un molde 
del pie en la posición de corrección manual 
máxima. 
•	 Abarca el talón y el arco plantar con una 
horma rígida central, lateral y posterior. 
•	 Está pensada para los pies planos flexibles, 
pues mantiene el talón en posición verti-
cal neutra. Si el pie plano no es flexible, la 
plantilla UCBL puede causar dolor y lace-
raciones cutáneas. 
c. Plantilla de Arizona.
•	 Combina la ortesis del UCBL con un apoyo 
de tobillo con cierre. 
•	 Aporta más sujeción al retropié. 
•	 También se usa en el pie plano flexible. 
D. Ortesis para tobillo y pie 
1. Las ortesis de tobillo y pie (OTP) se prescriben 
para la debilidad o la hiperactividad de los mús-
culos responsables de la flexión dorsal y plantar 
del tobillo, de la inversión y de la eversión (Ta-
bla 1). 
Figura 1 La fotografía muestra la ortesis diseñada por el 
Laboratorio de Biomecánica de la Universidad de 
California, que abarca el talón y el arco plantar 
gracias a su horma central, lateral y posterior.
Tabla 1
Tipos de movimiento del tobillo que permiten 
las ortesis de las articulaciones del tobillo y efec-
tos sobre la marcha
Movimiento de 
la articulación 
del tobillo Efecto sobre la marcha
Flexiones dorsal y 
plantar ilimitadas
Aportan estabilidad medial-lateral de 
la articulación y de la flexión dorsal
Flexión plantar 
ilimitada
Permiten cargar el peso con 
normalidad en la fase de apoyo inicial
Flexión dorsal 
ilimitada
Permiten robustecer y estirar los 
flexores plantares (tendón de Aquiles)
Limitación de la 
flexión plantar
Limitan la deformidad en equino 
dinámica y refuerza la flexión de 
la rodilla al cargar el peso
Ayuda para la 
flexión dorsal
Corrigen la caída del pie durante 
la fase de oscilación
Limitación de la 
flexión dorsal
Refuerzan la extensión de la 
rodilla en la fase final del apoyo
Útiles para estabilizar la rodilla 
cuando hay debilidad del cuádriceps 
o de los flexores plantares
Bloqueo del 
tobillo
Limitan el movimiento en la 
inestabilidad multiplano o en 
situaciones álgicas
Capítulo 18: Ortesis, amputaciones yprótesis
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c. Pueden ajustarse las bisagras hasta el rango 
deseado de flexión dorsal o plantar del tobillo. 
d. Dispositivos articulados mecánicos para el to-
billo. 
•	 Permiten controlar o ayudar a la flexión 
dorsal y plantar del tobillo mediante frenos 
(sujeciones) o impulsores (resortes). 
•	 También controlan la estabilidad medial-
lateral de la articulación del tobillo. 
•	 Las restricciones a la movilidad del tobillo 
afectan a la estabilidad de la rodilla: la fle-
xión plantar irrestricta permite la carga nor-
mal del peso en el período de apoyo inicial; 
el bloqueo de la flexión plantar sobrecarga 
e. Las OTP termoplásticas deben utilizarse con 
precaución en pacientes con edema fluctuan-
te o trastornos de la sensibilidad, pues pueden 
dañarles la piel. 
f. Las OTP no articuladas se describen según la 
rigidez del soporte, que a su vez depende del 
espesor y composición del plástico, así como 
de la forma y de los sistemas de sujeción. 
6. OTP articuladas. 
a. Las OTP articuladas permiten una marcha 
más natural y se acomodan mejor a la flexión 
plantar y la flexión dorsal. 
b. Pueden diseñarse para ayudar a la flexión dorsal 
y levantar los dedos durante la fase de oscilación. 
Figura 2 Fotografías de diferentes tipos de ortesis de tobillo y pie (OTP). A, OTP con refuerzo posterior elástico. B, OTP de pre-
servación de la pisada. C, OTP de fibra de carbono. D, OTP bilaminada para la artropatía neuropática. E, OTP articula-
da con articulación simple. F, OTP para flexión dorsal dinámica.
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pacientes con parálisis cerebral con incom-
petencia o elongación de los tríceps surales y 
marcha encorvada leve. 
j. Ortesis supramaleolares: controlan las defor-
midades en varo/valgo que pueden corregirse 
pasivamente. Permiten el juego completo de 
flexión dorsal-plantar y son adecuadas para 
los pacientes con espasticidad leve que no tie-
nen debilitada la flexión dorsal-plantar. 
k. Bota ortopédica para ayuda al movimiento 
del tobillo: es un aparato ortopédico sencillo 
de venta libre de quita y pon que se usa en 
lesiones del pie y el tobillo, como esguinces o 
fracturas, que requieren inmovilización pero 
se permite cargar peso y no es necesario o no 
se desea enyesar. 
8. Tirantes correctores de varo o valgo (suspensores 
en T): 
a. Si se usan para corrección de valgo, el contac-
to con la piel es medial y rodean el tobillo has-
ta anudarse en el exterior. 
b. Si se usan para corrección de varo, el contacto 
con la piel es lateral y se anudan en el interior. 
E. Ortesis de rodilla, tobillo y pie 
1. Composición.
a. Las ortesis para rodilla-tobillo-pie (ORTP) 
consisten en una OTP con prolongaciones 
verticales metálicas, un dispositivo mecánico 
articulado para la rodilla y dos bandas para el 
muslo (Figura 3). 
b. Pueden ser de metal-cuero y metal-plástico o 
plástico y plástico-metal. 
2. Principios de funcionamiento.
a. Las ORTP pueden usarse en la parálisis o de-
bilidad del cuádriceps para mantener la estabi-
lidad de la rodilla y evitar desvíos flexibles en 
valgo o en varo. 
b. Reducen la carga sobre muslo, pantorrilla y 
pie mediante un reborde de contención tetra-
lateral o isquial. 
c. Las ORTP son más difíciles de poner y quitar 
que las OTP. 
d. Las ORTP no son recomendables para pacien-
tes con deterioro cognitivo moderado o avan-
zado. 
3. Tipos de diseños de ORTP.
a. ORTP de doble pieza vertical (las más comu-
nes): 
•	 Se componen de una OTP con dos pro-
longaciones verticales en sentido proximal 
hasta el muslo para controlar el movimien-
to y la alineación de la rodilla. 
la rodilla durante la carga de peso; el bloqueo 
de la flexión dorsal aumenta la extensión de 
la rodilla al final del período de apoyo. 
7. Tipos de diseños de OTP. 
a. Dispositivos de movimiento libre: permiten el 
movimiento libre de la flexión dorsal y plantar 
del tobillo y sólo aportan estabilidad medial-
lateral; son útiles en la inestabilidad ligamen-
tosa. 
b. Dispositivos de flexión plantar libre: permiten 
la carga normal en la fase de apoyo inicial. 
c. Dispositivos de flexión dorsal libre: permiten 
fortalecer y estirar los músculos flexores plan-
tares de la pantorrilla (tendón de Aquiles). 
d. Dispositivos limitadores de la movilidad del 
tobillo: pueden ajustarse para ayudar en la de-
bilidad del tobillo que afecta a todos los gru-
pos musculares. 
e. Dispositivos limitadores de la flexión plantar 
del tobillo: 
•	 Se usan en pacientes con debilidad de la 
flexión dorsal durante la fase de oscilación. 
•	 El bloqueo de la flexión plantar limita la 
deformidad dinámica (flexible) en equino. 
•	 Estos dispositivos ayudan a la flexión de la 
rodilla durante la fase de carga. No deben 
usarse si hay debilidad del cuádriceps. 
f. Dispositivos limitadores de la flexión dorsal 
del tobillo: 
•	 En el equino leve, estos dispositivos ayudan 
a la extensión de la rodilla durante la carga 
para evitar el hundimiento de la rodilla. 
•	 La limitación de la flexión dorsal del tobi-
llo ayuda en la extensión de la rodilla en la 
fase de apoyo final. 
•	 Estos dispositivos son útiles para estabili-
zar la rodilla durante la fase de apoyo fi-
nal si hay debilidad del cuádriceps o de los 
flexores plantares del tobillo. 
g. Dispositivos de bloqueo del tobillo: limitan el 
movimiento en la inestabilidad multiplano o 
en situaciones álgicas; útiles en pacientes con 
espina bífida a nivel mediolumbar. 
h. Dispositivos de ayuda a la flexión dorsal: pro-
porcionan flexión dorsal dinámica del tobillo 
durante la fase de oscilación y corrigen el pie 
plano flexible en el impulso. 
i. OTP de preservación de la pisada: tienen una 
prolongación distal hacia el antepié y otra de 
plástico proximal a la zona pretibial; aportan 
máxima resistencia a la flexión plantar y favo-
recen la extensión de la rodilla; ideales para 
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•	 Desplazan el peso axial sobre el centro de 
gravedad por delante de la articulación 
anatómica de la rodilla. 
•	 En la fase de contacto inicial y al cargar 
el peso, las fuerzas reactivas se ejercen en 
•	 Consisten en una bisagra mecánica de la 
rodilla con dos bandas para los muslos en-
tre los dos vástagos verticales. 
b. Ortesis de Scott-Craig.
•	 Incluye una pieza de tobillo almohadillada 
en una plataforma inferior en forma de T 
para asegurar la estabilidad mediolateral, 
una bisagra para el tobillo con topes ante-
rior y posterior ajustables, dos piezas verti-
cales, una banda pretibial, una banda pos-
terior para el muslo y la rodilla articulada 
con ganchos de cierre. 
•	 La extensión de la cadera lleva el centro de 
gravedad detrás de la articulación coxofe-
moral y por delante de las articulaciones de 
rodilla y tobillo bloqueadas. 
•	 Con un ángulo de flexión dorsal del tobillo 
de 10° es posible la deambulación pendular 
con muletas. 
•	 Las ortesis de Scott-Craig las usan para es-
tar de pie y andar los pacientes con para-
plejía por lesión de la médula espinal. 
c. Ortesis supracondíleas de plástico. 
•	 El tobillo se inmoviliza en ligera flexión 
plantar para provocar extensión de la ro-
dilla durante el apoyo y evitar el bloqueo 
mecánico de la rodilla. 
•	 Esta ortesis se opone al genu recurvatum 
y estabiliza la rodilla en sentido medial-
lateral. 
d. Dispositivos para ortostatismo de plástico y 
metal: Son OTP con resorte posteriorcon dos 
prolongaciones metálicas hasta una carcasa de 
plástico en el muslo y una rodilla articulada. 
4. Dispositivos articulados para la rodilla ( Tabla 2). 
a. Dispositivos monoeje: el eje de rotación de la 
ortesis se alinea con el eje de rotación de la arti-
culación anatómica de la rodilla. 
•	 La articulación monoeje es útil para la es-
tabilización de la rodilla. 
•	 El arco de giro de la rodilla puede estar res-
tringido o libre. 
•	 Los dispositivos articulados de movimien-
to libre permiten flexión y extensión de la 
rodilla sin limitación salvo un tope para 
evitar la hiperextensión; se usan en pacien-
tes con genu recurvatum que tienen fuerza 
suficiente en el cuádriceps para controlar el 
movimiento de la rodilla. 
b. Dispositivos con compensación posterior: el 
eje de rotación de la ortesis se alinea por detrás 
del eje de rotación de la articulación anatómi-
ca de la rodilla. 
Figura 3 Fotografías de diferentes tipos de ortesis de rodi-
lla-tobillo-pie (ORTP). A, Modelo estándar. B, ORTP 
con cierre móvil de la rodilla. C, Bisagra posterior 
con cierre fijo en la rodilla en una ORTP. D, Prótesis 
combinada para desarticulación de tobillo y ORTP 
para la debilidad del cuádriceps.
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b. Bloqueo mediante gancho recogedor.
•	 Se trata de un gancho semicircular unido a 
la parte posterior del dispositivo; el pacien-
te puede desbloquear fácilmente las bisa-
gras tirando del anillo o empujando hacia 
atrás al sentarse. 
•	 Un inconveniente es la posibilidad de des-
bloqueo accidental al chocar contra algún 
obstáculo o con la propia silla. 
c. Cierre ajustable (de combinación).
•	 Es un cierre dentado ajustable que permite 
bloquear la rodilla en diferentes grados de 
flexión. 
•	 Este tipo de bloqueo se indica en los pa-
cientes con contracturas en flexión de la 
rodilla que mejoran gradualmente con la 
elongación. 
6. Otras posibles modificaciones de las ORTP. 
a. Cojinete anterior: puede colocarse sobre la ró-
tula para impedir la flexión de la rodilla. 
b. Tirante o cojinete medial: controla la deformi-
dad de la rodilla en valgo. 
c. Tirante o cojinete lateral: controla la deformi-
dad de la rodilla en varo. 
d. Para cargar peso sobre el isquion se sube la 
parte alta del arnés del muslo por encima del 
isquion para tener superficie de sostén. 
F. Ortesis de rodillas: sostienen o controlan el movi-
miento solamente de la rodilla, no del pie ni del tobi-
llo (Figura 4). 
1. Ortesis de rodilla para alteraciones femoropate-
lares: aportan estabilidad medial-lateral a la ro-
dilla, controlan la desviación de la rótula durante 
la flexión y extensión de la rodilla y generalmente 
incluyen un tirante infrapatelar (como en la enfer-
medad de Osgood-Schlatter). 
posición más anterior al eje de flexión de 
la rodilla anatómica. Con ello se ayuda a la 
extensión de la rodilla y se estabiliza mejor 
durante la fase de apoyo inicial. 
•	 Aportan estabilidad suplementaria a la ro-
dilla en extensión durante el apoyo. 
•	 La rodilla puede flexionarse libremente du-
rante la fase de oscilación. 
c. Dispositivos de articulación policéntrica: per-
miten movimientos en varios planos durante 
la flexión y la extensión. Son útiles en pacien-
tes con artritis de rodilla. 
d. Dispositivos con extensión dinámica: aportan 
fuerza adicional a la extensión de la rodilla, 
generalmente mediante un resorte. Son útiles 
para pacientes con debilidad del cuádriceps 
pero con extensión máxima de la rodilla con-
servada. 
5. Tipos de mecanismos de bloqueo de la rodilla: los 
dispositivos ortopédicos de rodilla pueden modi-
ficarse para permitir el bloqueo de la articulación 
y estabilizarla durante el apoyo. 
a. Bloqueo mediante arandelas.
•	 Es el mecanismo más usado para bloquear 
la rodilla e impedir la flexión al caminar. 
•	 Consiste en unas anillas que caen sobre la 
bisagra articular cuando la rodilla está en 
extensión. 
•	 La rodilla es estable, pero la marcha es rígi-
da sin movilidad de la rodilla. 
•	 Este mecanismo de bloqueo es apropiado 
para pacientes con marcada debilidad del 
cuádriceps o inestabilidad ligamentosa. 
•	 Pueden añadirse extensiones a las arande-
las para permitir al paciente desbloquear la 
bisagra articular al sentarse sin necesidad 
de inclinarse hacia adelante. 
Tabla 2
Diseños de dispositivos ortopédicos articulados para la rodilla y empleo de cada uno
Tipo de dispositivo 
articulado Diseño Uso
Monoeje El eje de rotación de la ortesis se alinea con el 
eje de rotación de la articulación anatómica de 
la rodilla
Aporta estabilidad medial-lateral a la rodilla
Puede permitir el movimiento libre de la 
rodilla o bloquearse
Compensación 
posterior
El eje de rotación de la ortesis se alinea por 
detrás del eje de rotación de la articulación 
anatómica de la rodilla
Aporta estabilidad suplementaria a la 
rodilla en extensión
Limita el genu recurvatum
Articulación 
policéntrica
Permite movimientos en varios planos durante 
la flexión y la extensión
Reduce las fuerzas de contacto en 
articulaciones artríticas dolorosas
Extensión dinámica Mediante un resorte aporta fuerza adicional a 
la extensión de la rodilla
Contribuye a la extensión activa del 
cuádriceps
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a. Dispositivos articulados monoeje con bloqueo. 
•	 Son los más comunes y permiten la flexoex-
tensión. 
•	 Pueden incluir un tope adjustable para evi-
tar la hiperextensión. 
b. Dispositivos articulados en dos posiciones con 
bloqueo. 
•	 Pueden bloquearse en la máxima extensión 
y en flexión a 90°. 
•	 Se emplean para controlar la espasticidad 
de la cadera en pacientes que tienen dificul-
tades para estar sentados. 
c. Dispositivos articulados de doble eje. 
•	 Estos dispositivos controlan el eje flexión/
extensión. 
•	 También controlan los movimientos de ab-
ducción/aducción. 
3. Los dispositivos ortopédicos articulados para la 
cadera se colocan con el paciente sentado erguido 
a 90°; la bisagra de la rodilla se centra sobre el 
cóndilo femoral interno. 
4. Bandas pélvicas. 
a. Las bandas complican los movimientos para 
vestirse, a menos que se lleven por debajo de 
toda la ropa. 
b. También aumentan los requerimientos de 
energía para la deambulación. 
H. Ortesis de tronco-cadera-rodilla-tobillo-pie 
1. Las ortesis de tronco-cadera-rodilla-tobillo-pie 
(OTCRTP) consisten en dispositivos ortopédicos 
2. Ortesis de rodilla para control en el plano sagital: 
controlan el genu recurvatum con mínima estabi-
lidad medial-lateral e incluyen férulas y estabiliza-
dores de la rodilla de tres posiciones. 
3. Ortesis de rodilla para control en el plano frontal: 
consisten en abrazaderas para muslo y pantorrilla 
unidas por barras laterales con bisagras mecáni-
cas, suelen ser policéntricas y remedan bien el mo-
vimiento de la articulación anatómica. 
4. Ortesis de rodilla para control de la rotación 
axial: aportan control angular de la flexoexten-
sión, el movimiento medial-lateral y la rotación 
axial; se usan sobre todo en lesiones deportivas de 
la rodilla. 
G. Ortesis de cadera-rodilla-tobillo-pie 
1. Las ortesis de cadera-rodilla-tobillo-pie (OCRTP) 
consisten en una OTP con prolongaciones metá-
licas, una bisagra mecánica para la rodilla, exten-
siones para el muslo, el encaje en la zona alta del 
muslo, otra juntura para la cadera y una pretina o 
corselete para la cintura (Figura 5). 
2. La bisagra para la cadera puede ajustarse en dos 
planos para controlar la flexión/extensión y la 
abducción/aducción. Estas ortesis son muy útiles 
para la inestabilidadde la cadera tras artroplas-
tias totales y pueden utilizarse para mantener la 
cadera en abducción a 15° y limitar la flexión has-
ta un arco estable en el postoperatorio. 
Figura 4 La fotografía muestra una ortesis para extensión 
dinámica de la rodilla.
Figura 5 La fotografía muestra una ortesis 
de cadera-rodilla-tobillo-pie.
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a. Conseguir cicatrización de las heridas con las 
mínimas complicaciones. 
b. Mejorar el equilibrio en posición sentada. 
c. Facilitar la estática y los cambios de postura. 
C. Evaluación preoperatoria 
1. Debe incluir la sensibilidad y la integridad de la 
piel, la movilidad articular y la fuerza muscular. 
2. También hay que valorar la situación vascular 
para decidir el nivel de amputación viable. Se uti-
lizan para ello diversos procedimientos: 
a. Ecografía Doppler.
•	 El índice tobillo-brazo de más de 0,45 se 
correlaciona con un 90% de posibilidades 
de cicatrización. 
•	 Ventajas: fácil accesibilidad; incruenta. 
•	 Desventaja: la calcificación de la pared ar-
terial puede dar lugar a valores falsamente 
elevados. 
b. Presión arterial sistólica en el dedo gordo. 
•	 La mínima requerida para la cicatrización 
distal es 55 mmHg. 
•	 Ventajas: incruenta; fácil disponibilidad; 
barata. 
c. Presión de oxígeno transcutánea. 
•	 Se precisa una pO2 > 35 mmHg para la ci-
catrización de las heridas. 
•	 Ventajas: incruenta; altamente precisa para 
valorar la ulterior cicatrización. 
•	 Desventaja: los resultados pueden ser equí-
vocos si hay alteraciones cutáneas como 
edema o celulitis. 
d. Medida del flujo sanguíneo cutáneo.
•	 Antiguamente se usaba la curva de dilución 
de 133Xe. 
•	 Desventajas: cara; tediosa. 
e. Se han usado métodos de fluorescencia pero 
aportan resultados poco fiables. 
f. Arteriografía. 
para la columna añadidos a una OCRTP para 
controlar la alineación y los movimientos del 
tronco. 
2. Las OTCRTP se indican en pacientes con paraple-
jía. 
3. Estas ortesis son muy complicadas de poner y qui-
tar. 
4. Ortesis para marcha pendular bilateral: Es un 
tipo especial de OTCRTP que ayuda a los pacien-
tes con paraplejía o con espina bífida torácica o 
lumbar alta. Se basan en cambios del peso para 
permitir la marcha con bastones. 
II. Amputaciones de extremidades inferiores
A. Aspectos demográficos 
1. Cada año se practican aproximadamente 130.000 
nuevas amputaciones en Estados Unidos. 
2. Las causas y niveles de dichas amputaciones se 
enumeran en las Tablas 3 y 4. 
B. Finalidades de las amputaciones de extremidades in-
feriores 
1. Objetivos generales. 
a. Eliminar un miembro enfermo, lesionado o 
afuncional mediante un procedimiento recons-
tructivo. 
b. Restablecer la función hasta donde lo deman-
de el paciente. 
c. Preservar la longitud y la fuerza. 
d. Equilibrar las fuerzas de los músculos que que-
dan para conseguir un muñón estable. 
2. Objetivos para pacientes ambulatorios. 
a. Restablecer la función independiente hasta el 
máximo grado posible. 
b. Eliminar tejidos dañados. 
c. Reducir la morbimortalidad. 
3. Objetivos para pacientes no ambulatorios. 
Tabla 3
Porcentajes de amputaciones de miembros 
inferiores y las razones que las motivaron
Causa Amputaciones (%)
Patología vascular 80
Traumatismo 15
Tumor, infección, malformación 
congénita
5
Tabla 4
Porcentajes de amputaciones de miembros 
inferiores según nivel
Nivel Amputaciones (%)
Pie 50
Transtibial 25
Transfemoral 25
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a. Se aplica un vendaje compresivo para proteger 
la herida e impedir el edema. 
b. Pueden colocarse férulas o yeso para limitar el 
edema y prevenir contracturas. 
G. Complicaciones 
1. La mala cicatrización de la herida puede deberse 
a aporte sanguíneo insuficiente, infección o mala 
técnica quirúrgica. 
2. Puede haber infección postoperatoria sin necro-
sis tisular amplia ni afectación de los colgajos, 
especialmente si había infección distal activa 
en el momento de la amputación definitiva o si 
ésta se realizó vecina a una zona de lesión trau-
mática. 
3. El edema postoperatorio es frecuente; los ven-
dajes compresivos ayudan a controlar este pro-
blema. 
4. Síndrome del miembro fantasma: es la percepción 
de que un miembro amputado todavía está unido 
al cuerpo. 
a. Aparece en casi todos los amputados. 
b. Normalmente va disminuyendo con el paso 
del tiempo. 
5. Dolor del miembro fantasma: es una sensación de 
dolor o quemazón muy fastidiosa en la parte de la 
extremidad perdida. 
a. El dolor fantasma implacable se da sólo en 
una minoría de los pacientes. 
b. Puede tratarse con neuromoduladores como la 
gabapentina. 
6. Contracturas. 
a. Las contracturas en las articulaciones se desa-
rrollan sobre todo en el intervalo entre la am-
putación y el ajuste de la prótesis. 
b. El tratamiento es difícil y a veces desalentador. 
c. La prevención con control del dolor y aplica-
ción precoz de férulas y yesos es primordial. 
d. El problema más habitual es la contractura de 
la rodilla en flexión tras amputación transti-
bial. 
7. Problemas cutáneos. 
a. El muñón y la pieza de encaje de la prótesis 
deben mantenerse limpios. Después del lavado 
deben enjuagarse y secarse bien para eliminar 
cualquier residuo de jabón y humedad. 
b. El afeitado empeora los problemas al causar 
pelos encarnados y foliculitis. 
c. Son frecuentes los quistes epidermoides en el 
borde de contacto del muñón con el encaje de 
•	 Ventaja: permite apreciar la permeabilidad 
de los vasos. 
•	 Desventajas: cruenta; poca utilidad para ase-
verar la cicatrización con éxito de las heridas. 
D. Evaluación del estado de nutrición y de inmunocom-
petencia 
1. Estadio de nutrición: la albúmina en sangre debe 
ser de 3 g/dl o mayor. 
2. Inmunocompetencia: el recuento de linfocitos to-
tales debe superar los 1.500/mm3. 
E. Preparación psicológica 
1. Hay que considerar que la amputación es un paso 
en la recuperación, no un fracaso. 
2. Hay que tener de antemano el plan para adaptar 
la prótesis lo antes posible y recuperar la funcio-
nalidad. 
3. El consejo preoperatorio debe incluir al paciente y 
a la familia. 
4. Es bueno poner en contacto al paciente con gru-
pos de apoyo a amputados. 
F. Técnicas quirúrgicas 
1. Consideraciones relativas a la sangre y los tejidos 
blandos. 
a. Debe aplicarse un torniquete para minimizar 
la pérdida de sangre si no hay patología vascu-
lar significativa. 
b. Deben programarse los colgajos de tejidos 
blandos para permitir movilidad y sensibilidad 
de la piel. 
c. Las líneas de tensión de los músculos deben 
equilibrarse sobre las articulaciones restantes. 
2. Consideraciones relativas a los huesos. 
a. El extremo del hueso debe biselarse para redu-
cir la presión sobre la piel y posibilitar la máxi-
ma capacidad del muñón para cargar peso. 
b. Debe evitarse la denudación del periostio para 
preservar la viabilidad ósea y evitar la forma-
ción de hueso heterotópico. 
3. Procedimiento quirúrgico. 
a. La miodesis es la sutura directa de la porción 
distal de un músculo al hueso o tendón, cu-
briendo el extremo del hueso, para sacar el 
máximo partido de la fuerza del muñón. 
b. Los nervios se seccionan proximal y profunda-
mente para evitar neuromas dolorosos. 
c. La herida quirúrgica se cierra con la mínima 
tensión y se deja un drenaje para descompri-
mir los tejidos. 
4. Tratamiento postoperatorio.
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5. Retropié.
a. Amputación de Chopart: se practica transver-
salmente sobre las articulaciones mediotarsales. 
•	 Conserva el astrágalo y el calcáneo. 
•	 Puede quedar como secuela pie equino. 
•	 Las fuerzas musculares se reequilibran 
elongando el tendón de Aquiles y reinser-
tando los tendones del tibial anterior y el 
extensor largo del dedo gordo a la cara an-
terior del astrágalo. 
b. Amputación de Boyd: combina la extirpación 
del astrágalo con una artrodesis calcaneoti-
bial. 
c. Amputación de Pirogoff: tras extirpar la por-
ción distal del calcáneo se rota y se une a la 
tibia. 
d. Ambos tipos de amputaciones, de Boyd y de 
Pirogoff, impiden el desplazamiento de la al-
mohadilla del talón y proporcionan una super-
ficie de apoyo posterior aceptable. 
B. Desarticulación de tobillo (operación de Syme) 
1. Consigue mejores resultados mecánicos que la 
amputación transtibial. 
2. Procedimiento quirúrgico.
a. Se prefieren los colgajos posteriores largos a 
los sagitales. 
b. Debe conservarse la mayor longitud posible de 
la diáfisis tibial. 
c. El borde distal de la tibia se bisela y se practi-
ca miodesis para proteger el extremo distal del 
muñón. 
d. El muñón se recubre con la almohadilla del ta-
lón y piel de la planta y se sutura la fascia. 
3. El tratamiento postoperatorio incluye vendaje 
compresivo o yeso para evitar el edema, proteger 
la piel de la presión y prevenir la contractura en 
flexión de la rodilla. 
C. Desarticulación de rodilla 
1. Indicaciones. 
a. Pacientes ambulatorios que no pueden some-
terse a amputación transtibial. 
b. Pacientes no ambulatorios. 
2. Conserva la diáfisis femoral para conseguir buen 
equilibrio al sentarse. 
3. La adaptación de prótesis es difícil, pues la bisa-
gra de la rodilla está más baja que en la pierna 
contraria. 
4. El miembro más largo es ventajoso para usar la 
prótesis. 
la prótesis. Para evitarlos, lo mejor es modifi-
car el diseño de la pieza de encaje de la prótesis 
y aliviar la presión sobre el quiste. 
d. La hiperplasia verrugosa es una excrecencia de 
la piel que aparece en la zona distal del mu-
ñón. Las causas son la falta de contacto distal 
y la menor eliminación de la queratina. 
e. Las dermatitis de contacto están producidas 
por contacto con ácidos, álcalis o sustancias 
cáusticas y suelen deberse a eliminación insufi-
ciente de los restos de detergentes en las próte-
sis. 
f. Las candidiasis y otras dermatofitosis se ma-
nifiestan por descamación y prurito, con fre-
cuencia en forma de vesículas en los bordes 
que van menguando hacia el centro. Las der-
matofitosis se diagnostican con un preparado 
de hidróxido potásico y se tratan con fungos-
táticos tópicos. 
III. Niveles de amputación 
A. Pies 
1. Amputación del dedo gordo.
a. Debe respetarse la base de la falange proximal 
para preservar la fuerza impulsora al caminar. 
b. Se realiza tenodesis del tendón del músculo fle-
xor corto del dedo gordo para estabilizar los 
huesos sesamoideos. 
2. Los demás dedos pueden amputarse por las ar-
ticulaciones interfalángicas, las metatarsofalángi-
cas o las propias falanges. 
a. Pueden utilizarse colgajos laterolaterales o 
dorsoplantares. 
b. Conviene respetar la base de la falange proxi-
mal para aportar mejor estabilidad y fuerza 
impulsora. 
3. Las amputaciones radiales (uno o más dedos del 
pie con parte del correspondiente metatarsiano) 
van mejor si se trata de los dedos externos. Los 
centrales tardan más en cicatrizar. 
4. Las amputaciones transmetatarsianas pueden ha-
cerse por los propios huesos metatarsianos o en 
las articulaciones tarsometatarsianas (articulacio-
nes de Lisfranc). 
a. Las osteotomías deben biselarse sobre la su-
perficie plantar para evitar presionar sobre la 
piel. 
b. Debe crearse un suave declive desde la zona 
interna a la externa del pie. 
c. Para evitar el pie equino puede valorarse la 
elongación del tendón de Aquiles. 
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B. Encaje: Receptáculo de unión entre el muñón y la 
prótesis; además de proteger el muñón, debe trans-
mitir las fuerzas necesarias para andar y para estar 
de pie. 
1. Encaje preparatorio (temporal). 
a. El encaje preparatorio debe ajustarse varias 
veces según vaya estabilizándose el volumen 
del muñón. 
b. Puede fabricarse a medida usando un molde 
de yeso del muñón como plantilla. 
2. El encaje más usado en las prótesis para amputa-
ción transtibial es el de apoyo en el tendón rotu-
liano. 
C. Mecanismo de sujeción 
1. El acoplamiento de la prótesis al muñón se hace 
mediante correas, calzas, flejes, cuñas, almohadi-
llas o combinación de varios de estos medios. 
D. Amputación transfemoral 
1. Suele practicarse dejando colgajos iguales ante-
rior y posterior. 
2. La estabilización muscular es fundamental (Figura 6). 
3. Deben equilibrarse las fuerzas de abducción y fle-
xión, incluso en pacientes que no caminan. 
4. Si no se practica miodesis de los aductores, el fé-
mur puede desplazarse a una posición subcutánea 
aunque la prótesis esté bien encajada. 
E. Desarticulación de la cadera 
1. Se practica raramente. 
2. La deambulación con la prótesis gasta más ener-
gías que el movimiento pendular con muletas. 
3. Es preferible el abordaje lateral por las siguientes 
razones: 
a. La anatomía es más familiar para los cirujanos 
ortopédicos. 
b. La disección es más fácil. 
c. Se topan con menos vasos perforantes. 
d. El procedimiento es rápido y la pérdida de 
sangre mínima. 
e. Se conserva la circulación femoral y glútea. 
4. La mortalidad depende del proceso causal. 
IV. Prótesis para extremidades inferiores
A. Aspectos generales 
1. Las prótesis para las extremidades deben reunir 
los siguientes requisitos: confortables de llevar, 
fáciles de poner y quitar, livianas, duraderas, es-
téticamente aceptables, funcionales y razonable-
mente sencillas de mantener. 
2. Avances importantes.
a. Materiales más livianos. 
b. Diseños con “memoria” elástica (memoria de 
energía). 
c. Diseño y tecnología de fabricación de los enca-
jes con el muñón asistidos por ordenador. 
d. Control mediante microprocesadores de las 
rodillas articuladas. 
3. Componentes principales.
a. Encaje. 
b. Mecanismo de suspensión. 
c. Rodilla articulada. 
d. Pilar. 
e. Dispositivo distal. 
Figura 6 A, La fotografía muestra una prótesis transfemoral 
con un microprocesador en la juntura de la rodilla. 
B, Radiografía posteroanterior que muestra el 
fémur en abducción encajado en una prótesis 
transfemoral.
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2. Hay dos tipos de ejes: 
a. Monoeje con un gozne único y un solo punto 
de giro. 
b. Policéntrico con multiples centros de rotación. 
3. Se han aplicado controles por microprocesadores 
a las rodillas articuladas para los pacientes con 
amputaciones transfemorales (Figura 9). 
a. El microprocesador modifica la resistencia de 
la rodilla artificial a la flexión o la extensión 
detectando la posición y la velocidad de la par-
te de la prótesis correspondiente a la pantorri-
lla respecto del muslo. 
b. Las rodillas articuladas controladas por mi-
croprocesadores actuales no aportan fuerza a 
la extensión activa de la rodilla, lo que ayu-
daría realmente a los amputados a levantarse, 
subir escaleras y caminar. 
c. Los nuevos microprocesadores de las “rodillas 
inteligentes” aportan mejor control para cami-
nar a diferentes velocidades, bajar rampas y es-
caleras y caminar sobre superficies irregulares.E. Pilar: Simple tubo o cascarón que une el encaje con el 
dispositivo distal. 
1. Los pilares han mejorado, desde simples cascaro-
nes estáticos a dispositivos dinámicos que permi-
ten rotación axial y absorben, acumulan y liberan 
la energía. 
2. El pilar puede ser un exosqueleto (gomaspuma 
blanda que remeda el miembro natural con un 
2. Los dos tipos de suspensión son la estándar por 
vacío y la suspensión siliconada. 
a. Suspensión estándar: la pieza de encaje es rígi-
da o semirrígida con la forma del muñón para 
permitir encajarlo dentro por vacío (Figura 7). 
b. Suspensión con silicona: incluye un calcetín de 
silicona que se pone sobre el muñón para inser-
tarlo en el encaje. La silicona forma una unión 
hermética que afianza la prótesis (Figura 8). 
D. Rodilla articulada (si es precisa) 
1. Las tres funciones principales son: 
a. Soporte durante la fase de apoyo de la marcha. 
b. Control más suave en la fase de oscilación. 
c. Mantenimiento de la movilidad de la rodilla a 
la hora de sentarse y arrodillarse. 
Figura 7 La fotografía muestra una prótesis transtibial con 
encaje estándar y tira de suspensión supracondílea.
Figura 8 La fotografía muestra una prótesis transfemoral 
con un sistema de suspensión de silicona.
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ica3. Nivel funcional 3: tiene la capacidad o posibilida-
des de caminar a distintas velocidades. 
4. Nivel funcional 4: tiene la capacidad o posibilidades 
de usar la prótesis para actividades ambulatorias 
que sobrepasan el simple andar y exigen energía e 
ímpetu intensos o impactos fuertes. 
H. Entrenamiento con las prótesis 
1. Aspectos básicos del cuidado de las prótesis.
a. Cómo ponerlas y quitarlas. 
b. Cómo inspeccionar el muñón a la busca de sig-
nos de lesión cutánea; debe hacerse diariamente. 
c. Cómo moverse con seguridad. 
2. Adiestramiento: el objetivo es caminar con seguri-
dad en cualquier terreno habitual sin más ayuda. 
Incluye las siguientes fases: 
a. Cargar peso con la prótesis. 
b. Caminar en llano con un andador u otro dis-
positivo de ayuda. 
c. Subir escaleras y andar por superficies irregu-
lares y rampas. 
cascarón duro laminado) o un endosqueleto (una 
pieza tubular metálica con un recubrimiento esté-
tico). 
F. Dispositivo distal: Normalmente es un pie, aunque 
hay otras variantes para deportes acuáticos u otras 
actividades. 
1. Tobillo: 
a. En el dispositivo distal suele incorporarse la 
función del tobillo. 
b. Los tobillos articulados pueden ser útiles para 
tareas industriales pesadas y para el deporte, 
pero por su mayor peso requieren más energía 
y más fuerza en la extremidad para controlar 
este movimiento adicional. 
2. Pie. El pie protésico tiene cinco funciones básicas: 
proporcionar una superficie estable para cargar 
el peso, absorber los choques, sustituir la función 
muscular perdida, remedar el movimiento natural 
y restaurar el aspecto estético. 
a. Modelos que no recogen la energía.
•	 Montaje pie-tobillo tipo SACH (tobillo só-
lido con talón blando): remeda la flexión 
plantar del tobillo y permite una marcha 
suave. Es una prótesis de bajo precio que 
precisa poco mantenimiento y es adecuada 
para pacientes sedentarios con amputación 
transtibial o transfemoral. 
•	 Montaje monoeje: combina flexión plantar 
y flexión dorsal pasiva, lo que aumenta la 
estabilidad durante la fase de apoyo. 
b. Modelos que recogen la energía. 
•	 Montaje multieje: añade inversión, ever-
sión y rotación a la flexión plantar y dor-
sal; funciona bien en pisos irregulares y es 
una elección adecuada para pacientes con 
actividad física moderada. 
•	 Prótesis con respuesta dinámica: este dis-
positivo de la gamma tecnológica más 
alta lo usan jóvenes activos y atletas con 
amputaciones; se fabrica con materiales 
que almacenan la energía y ofrecen altas 
prestaciones para participar en deportes y 
correr. 
G. Prescripción de las prótesis: Incluye el tipo de pró-
tesis y sus componentes, teniendo en cuenta el nivel 
funcional del paciente.
1. Nivel funcional 1: tiene la capacidad o posibilida-
des de usar una prótesis para moverse o andar por 
superficies lisas a cadencia fija. 
2. Nivel funcional 2: tiene la capacidad o posibili-
dades de caminar y superar barreras ambientales 
sencillas como curvas, escaleras o superficies irre-
gulares. 
Figura 9 La fotografía muestra una prótesis transfemoral 
con una rodilla articulada controlada por micro-
procesador. 
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•	 Recubrimiento insuficiente de las promi-
nencias óseas con tejidos blandos. 
•	 Muñón inestable por no haber realizado 
miodesis para equilibrar las tensiones muscu-
lares (p. ej., la falta de miodesis de los aduc-
tores en la amputación transfemoral deja sin 
contrarrestar las fuerzas abductoras). 
•	 Almohadilla de tejidos blandos en la zona 
distal del muñón insuficiente. 
•	 Formación de un neuroma de localización 
superficial. 
4. Marcha con prótesis: la capacidad de caminar 
con una prótesis está en relación con la calidad 
mecánica de la misma y con la fuerza residual del 
muñón. Ésta, a su vez, está en relación con la mo-
vilidad pasiva de la articulación y con la potencia 
muscular. 
a. Amputación transtibial.
•	 La necesidad de soportar el peso requiere 
alto grado de potencia muscular y de control. 
•	 Las mayores demandas musculares se de-
ben a insuficiente flexión de la rodilla y 
flexión dorsal del tobillo persistente de la 
prótesis. 
•	 La contractura en flexión de la rodilla más 
allá de los 10° es el obstáculo principal 
para caminar con una prótesis transtibial. 
b. Amputación transfemoral.
•	 El ejercicio de caminar es arduo en estos 
casos y requiere importante contribución 
funcional del tronco y del miembro sano. 
•	 La función del muñón está impedida por 
la pérdida de la musculatura, la falta de 
contacto directo entre el muslo y la rodilla 
articulada protésica y las limitaciones in-
herentes al pie protésico, que debe aportar 
a la vez flexibilidad sin perder estabilidad 
para el apoyo. 
J. Gasto de energía al caminar con prótesis 
1. El aumento del gasto energético es uno de los facto-
res que pueden limitar la deambulación (Tabla 5). 
2. Los pacientes con amputación de extremidad in-
ferior que necesitan un andador o muletas gastan 
un 65% más energía para caminar que un indivi-
duo normal. 
3. Porcentajes de aumento del gasto energético se-
gún el nivel de amputación: 
a. Transtibial unilateral: del 10% al 20%. 
b. Transtibial bilateral: del 20% al 40%. 
c. Transfemoral unilateral: del 60% al 70%. 
d. Transfemoral bilateral: del 200%. 
I. Problemas con el uso de las prótesis 
1. Síndrome de estrangulación. 
a. Se debe a la obstrucción del retorno venoso 
cuando el encaje está demasiado ceñido sobre 
el muñón. Si se da esta circunstancia y hay un 
espacio vacío debajo del muñón, éste se va 
hinchando para ocuparlo. 
b. En este síndrome agudo la piel está enrojecida 
e indurada, con aspecto de piel de naranja y 
poros prominentes. 
c. Si no se elimina la constricción, puede haber 
lesiones cutáneas crónicas con depósitos de 
hemosiderina y úlceras venosas de estasis. 
2. Problemas dermatológicos. 
a. Dermatitis de contacto: el motivo principal ra-
dica en el forro o los calcetines del mecanismo 
de suspensión; menos probable es el propio 
encaje. El tratamiento consiste en eliminar el 
componente responsable y pomadas de difen-
hidramina o corticosteroides. 
b. Quistes e hipersudoración: pueden ser señal de 
que las fuerzas de tensión son excesivas y de 
que los componentes no están bien ajustados.c. Tratamiento de las cicatrices: debe basarse en 
masaje y lubricación de la zona para conseguir 
buena cicatrización sin pliegues ni adherencias. 
3. Muñón doloroso.
a. Posibles causas de dolor relacionado con las 
prótesis: 
•	 Excesiva presión sobre prominencias óseas 
anatómicas u osificaciones ectópicas. 
•	 Fricción entre la piel y el encaje por ajuste 
inadecuado. 
b. Posibles causas de dolor relacionado con el 
muñón: 
Tabla 5
Gasto metabólico de la deambulación según 
nivel y causa de la amputación
Amputación Gasto metabólico
Syme Aumenta un 15%
Transtibial por traumatismo Aumenta un 25%
Transtibial vascular Aumenta un 40%
Transfemoral por traumatismo Aumenta un 68%
Transfemoral vascular Aumenta un 100%
Reproducida de Munin MC, Galang GF: Limb amputación and prosthetic 
rehabilitation, in Vaccaro AR, ed: Orthopaedic Knowledge Update, ed 
8. Orthopaedic Knowledge Update, ed 8. Rosemont, IL, American Aca-
demy of Orthopaedic Surgeons, 2005, p. 652. Data from Czerniecki JM: 
Rehabilitation in limb deficiency: Gait and motion analysis. Arch Phys 
Med Rehabil 1996;77:S3-S8.
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•	 La consulta con un equipo o centro espe-
cializado en la patología de la mano ayuda 
a decidir si está indicada la reimplantación. 
El objetivo es el traslado inmediato si se 
juzga pertinente la reimplantación. 
d. Manejo inicial de la parte amputada.
•	 La parte amputada no debe introducirse 
directamente en hielo; la exposición direc-
ta al hielo o al agua helada puede lesionar 
los tejidos. 
•	 La parte amputada debe envolverse en una 
gasa húmeda y colocarse en una bolsa de 
plástico con hielo. 
e. Tratamiento preoperatorio de la reimplanta-
ción. 
•	 El paciente debe permanecer en ayunas. 
•	 Deben administrarse profilaxis antitetáni-
ca, antibióticos y fluidoterapia según los 
protocolos. 
•	 Deben tratarse igualmente otras situacio-
nes clínicas serias. 
•	 Hay que solicitar radiografías del muñón y 
de la parte amputada. 
•	 Deben reducirse al mínimo los retrasos; la 
probabilidad de reimplantación con éxito dis-
minuye si hay isquemia tisular prolongada. 
f. Contraindicaciones para la reimplantación. 
•	 La reimplantación de un solo dedo puede 
acabar en un apéndice rígido, molesto y 
afuncional. Casi siempre es más útil la re-
sección radial. 
•	 También reduce las posibilidades de éxito 
la reimplantación tras lesiones a múltiples 
niveles, aplastamientos y heridas con alta 
contaminación evidente. 
•	 En pacientes con factores o características 
de las lesiones que contraindiquen la reim-
plantación de un solo dedo (p. ej., edad 
avanzada, diabetes, tabaquismo), está indi-
cada la revisión de la amputación. 
•	 Las amputaciones de la zona distal del pul-
gar o los demás dedos pueden recortarse y 
suturarse primariamente. 
B. Amputación quirúrgica 
1. Indicaciones: la pérdida irreparable del aporte 
sanguíneo o lesiones tisulares irreversibles son 
las únicas indicaciones de amputación de extre-
midades inferiores, con independencia de otras 
circunstancias: 
a. Compromiso u oclusión vascular: las circuns-
tancias de presentación pueden ser muy dife-
rentes según la etiología. 
4. El consumo energético en realidad es menor con 
una prótesis transtibial que andar con muletas. 
Caminar con una prótesis transfemoral gasta más 
energía, por lo que cuenta también el estado car-
diopulmonar del paciente. 
K. Cuidados durante el primer año tras la amputación 
1. El muñón debe estar cicatrizado del todo antes de 
adaptar la prótesis definitiva. 
2. Las prótesis provisionales permiten esperar a que 
el muñón cicatrice y se retraiga. 
3. El cirujano debe resistirse a solicitar la fabrica-
ción de las prótesis definitivas demasiado pronto. 
4. Hay que solucionar la irritación y el dolor; casi 
siempre la solución pasa por aumentar el número 
de capas de protección entre el muñón y el encaje. 
5. En último extremo, el objetivo en el primer año es 
conseguir un muñón “maduro” sin contracturas 
ni lesiones cutáneas al que pueda acoplarse una 
prótesis del tipo adecuado a la capacidad funcio-
nal del paciente. 
V. Amputaciones de miembros superiores
A. Amputación traumática 
1. Aspectos generales.
a. El tratamiento inicial de las amputaciones 
traumáticas suele quedar al cargo de centros 
que carecen de la experiencia para reimplantar 
los miembros amputados o tratar adecuada-
mente al paciente que las ha sufrido. 
b. Los profesionales involucrados en el trata-
miento agudo deben conocer las indicaciones 
de reimplantación y tratar adecuadamente al 
paciente, el muñón y la parte del cuerpo am-
putada. 
2. Reimplantación.
a. Indicaciones: la decisión de reimplantar de-
pende de factores relacionados con el paciente 
(edad, enfermedades asociadas) y del estado 
del muñón y la parte amputada. 
b. Reimplantaciones comunes: las reimplanta-
ciones más frecuentes son el pulgar, múltiples 
dedos en adultos y cualquier dedo amputado 
en niños. 
c. Tratamiento inicial tras el traumatismo.
•	 Estabilización del paciente y evaluación de 
otras circunstancias que pueden ser más 
graves que la propia amputación. 
•	 Las lesiones letales siempre deben tener 
primacía sobre la amputación o la reim-
plantación. 
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serciones naturales para conservar el movi-
miento de la muñeca. 
c. Desarticulación de la muñeca.
•	 Indicaciones: es la técnica de elección en 
niños, pues conserva las epífisis distales de 
cúbito y radio. También facilita un brazo 
de palanca más largo, tanto en niños como 
en adultos. 
•	 Ventaja: al conservarse la articulación ra-
diocubital distal, no se pierde la pronosu-
pinación. 
•	 Técnica quirúrgica: la prominencia de la 
apófisis estiloides debe limarse. El rebor-
de radial debe conservarse para mejorar la 
suspensión de la prótesis. 
d. Amputación transradial (por debajo del codo).
•	 Ventajas: pese a la resección de la articula-
ción radiocubital distal, se conserva cierto 
grado de pronosupinación. 
•	 Técnica quirúrgica: la amputación entre los 
tercios distal y medio del antebrazo es un 
compromiso adecuado entre la longitud fun-
cional aceptable y la cicatrización adecuada 
de las heridas. Si no es posible la amputación 
a este nivel, es preferible dejar un muñón más 
corto que hacer una amputación transhume-
ral. Se recomienda desinsertar el tendón bici-
pital y reinsertarlo proximalmente al cúbito 
a una distancia aproximada a su postura en 
reposo para facilitar el anclaje de la prótesis. 
Si se reinserta más distalmente quedará una 
contractura en flexión del codo. 
e. Amputación transhumeral (por encima del codo). 
•	 Debe conservarse la mayor cantidad posi-
ble de hueso que pueda cubrirse con tejidos 
blandos. Aunque no pueda conseguirse una 
longitud funcional, conservar la cabeza del 
húmero mejora el contorno y el aspecto es-
tético del hombro. 
•	 Las miodesis ayudan a mantener la fuerza 
de bíceps y tríceps, el control de la prótesis 
y las señales mioeléctricas. 
f. Desarticulación del hombro. 
•	 Indicaciones: raramente se practica, sólo en 
casos de cáncer o traumatismos graves. 
•	 Desventaja: se pierde el contorno normal 
del hombro y ello dificulta encontrar ropa 
que caiga bien. 
•	 Consideraciones quirúrgicas: debe intentar 
salvarse la cabeza del húmero para mejorar 
en lo que cabe el contorno del hombro. 
C. Tratamiento postoperatorio en las amputaciones de 
miembros superiores 
b. Traumatismos: la mayoría de las veces hay 
gran avulsión tisular y componentes de aplas-
tamiento. 
c. Lesiones térmicas y por congelación:raramente 
requieren amputación por encima de la mano. 
d. Síndromes compartimentales descuidados. 
e. Sepsis: pueden ser necesarias amputaciones 
para cortar infecciones incontroladas. 
f. Tumores malignos. 
2. Incidencia.
a. Las estimaciones publicadas de la incidencia 
anual de amputaciones de extremidades superio-
res en Estados Unidos son muy variables, entre 
20.000 y 30.000 nuevas amputaciones por año. 
b. Prevalencia: El número de amputados de cual-
quier tipo en Estados Unidos es de 350.000 a 
1.000.000. 
3. Objetivos de las intervenciones de amputación de 
miembros superiores.
a. Conservar una longitud funcional. 
b. Recubrimiento cutáneo y de tejidos blandos 
permanente. 
c. Preservación de la sensibilidad útil. 
d. Prevención de neuromas sintomáticos. 
e. Prevención de contracturas articulares adya-
centes. 
f. Reducción de la morbilidad a corto plazo. 
g. Ajuste precoz de la prótesis. 
h. Rápido retorno al trabajo y a las actividades 
recreativas. 
4. Niveles de amputación. 
a. Resección radial: la resección de un dedo (p. 
ej., el índice o el meñique) puede ser preferible 
a la reimplantación si el resultado va a ser un 
dedo rígido, inútil o dolorido. 
b. Amputación transcarpiana.
•	 Ventajas: preserva la pronosupinación del 
antebrazo y la reducción de la flexoextensión 
de la muñeca; el brazo largo de palanca faci-
lita la implantación de prótesis y su potencia. 
•	 Desventaja: la adaptación de una prótesis 
es más difícil en la amputación transcarpia-
na que en la desarticulación de la muñeca. 
•	 Técnica quirúrgica: se crean un colgajo pal-
mar largo y otro dorsal la mitad de corto. 
Se seccionan transversalmente los tendo-
nes flexores y extensores de los dedos. Los 
flexores y extensores de la muñeca se fijan 
al carpo restante en la dirección de sus in-
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a. Ventajas: costo y peso moderados, más dura-
deras, alto grado de respuesta sensible. 
b. Desventajas: menos estéticas que las mioeléc-
tricas; requieren mayor capacidad de movi-
miento. 
2. En las prótesis mioeléctricas, la activación y control 
tiene como origen una señal electromiográfica proce-
dente de unos electrodos superficiales en los múscu-
los del muñón que se envían a un motor eléctrico. 
a. Ventajas: mejoran la función proximal, apa-
riencia estética mejor. 
b. Desventajas: pesadas y caras, menos sensación 
táctil, mantenimiento más complejo. 
c. Tipos de unidades mioeléctricas. 
•	 Las bielectrodo usan electrodos separados 
para la flexión y la extensión. 
•	 Las monoelectrodo usan un solo electrodo 
para la flexión y la extensión. El paciente 
aplica contracciones musculares de dife-
rentes potencias para conseguir la flexión y 
la extensión (las más intensas abren el dis-
positivo y las más débiles lo cierran). 
C. Características de las prótesis según el nivel de ampu-
tación 
1. Transradial.
a. Gancho de apertura voluntaria. 
b. Unidad de muñeca. 
c. Encaje laminado bicapa de plástico. 
d. Gozne flexible para el codo con un cable de 
control sencillo. 
e. Manguito para bíceps o tríceps. 
f. Arnés en forma de ocho. 
2. Transhumeral. 
a. Similar a la transradial, con algunas diferen-
cias. 
b. Sustituye el codo con cierre interno por un 
gozne flexible. 
c. Cable de control doble en lugar de sencillo. 
d. No tiene manguito para bíceps ni tríceps. 
D. Componentes 
1. Dispositivo terminal (función prensil). 
a. Pasivos. 
•	 Ventajas: excelente apariencia estética; los 
avances en materiales y diseño han conse-
guido prótesis virtualmente indistinguibles 
de la mano natural. 
•	 Desventajas: son menos funcionales y más 
caros que los dispositivos activos. 
1. Se aplican vendajes compresivos suaves. 
2. Para evitar el edema pueden usarse vendas elásti-
cas. 
3. Los drenajes, si se dejan, se retiran a las 24-48 ho-
ras. 
4. Si no hay contraindicaciones, deben administrarse 
anticoagulantes como profilaxis de la trombosis 
venosa profunda. 
5. Para evitar contracturas se comienza enseguida con 
movimientos activos de hombro, codo y muñeca. 
D. Adaptación inmediata o precoz de las prótesis 
1. Entre las ventajas están: hay menos edema, dolor 
postoperatorio y síndrome del miembro fantasma; 
se acelera la cicatrización de las heridas; se facilita la 
rehabilitación; se acorta la estancia en el hospital. 
2. Estos beneficios son menos evidentes en las ampu-
taciones por encima del codo. 
VI. Prótesis para extremidades superiores
A. Aspectos generales 
1. Terminología. 
a. Desahogo: concavidad en el encaje diseñada 
para albergar prominencias óseas sensibles a 
la presión. 
b. Refuerzo: convexidad diseñada para zonas 
que soportan altas presiones. 
c. Dispositivo terminal: la parte más distal de 
la prótesis que se usa para la tarea asignada 
(como la mano). 
d. Miodesis: sutura directa del músculo o tendón 
al hueso. 
e. Mioplastia: sutura del músculo al periostio. 
f. Prensil: diseñado para hacer la función de 
prensión (pinza). 
2. Consideraciones para las prótesis en extremida-
des superiores.
a. Nivel de amputación. 
b. Función que se pretende de la prótesis. 
c. Función cognitiva del paciente. 
d. Actividad laboral del paciente (oficina o traba-
jo manual). 
e. Aficiones del paciente. 
f. Importancia estética de la prótesis. 
g. Capacidad económica del paciente. 
B. Tipos de prótesis para extremidades superiores 
1. Prótesis convencionales voluntarias. 
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e. Mecanismos terminales. 
•	 Apertura voluntaria. 
 0 El dispositivo está cerrado en reposo. 
 0 Más usado que el de cierre voluntario. 
 0 Los músculos proximales se usan para 
abrir el gancho superando la resistencia 
de los cables o las bandas de goma. 
 0 La relajación de los músculos proxima-
les permite al dispositivo cerrarse sobre 
el objeto que se desea coger. 
 0 En los dispositivos mioeléctricos, el mo-
tor eléctrico se activa con la contracción 
de los músculos proximales. 
•	 Cierre voluntario. 
 0 El dispositivo está abierto en reposo. 
 0 El paciente usa la fuerza residual de los 
músculos flexores del antebrazo para 
coger el objeto deseado. 
 0 Es más pesado y dura menos que los 
mecanismos de apertura voluntaria. 
2. Unidades de muñeca. 
a. Desconexión rápida: permite cambiar fácil-
mente a dispositivos terminales para funciones 
especializadas. 
b. Con bloqueo: impide la rotación durante la 
prensión y al subir pesos. 
c. Flexoras: en el paciente con amputaciones bi-
laterales de brazos puede colocarse una unidad 
de flexion sobre el muñón más largo (indepen-
dientemente de si antes era zurdo o diestro) 
para permitir actividades centradas hacia la 
línea media como afeitarse o abrocharse los 
botones. 
3. Unidades de codo: se eligen en función del nivel 
de amputación y de la función residual. 
a. Bisagra rígida: si el paciente no puede hacer 
una pronosupinación adecuada pero conserva 
flexión del codo, como sucede en la amputa-
ción transradial corta, este tipo de prótesis 
aporta más estabilidad. 
b. Bisagra flexible: esta prótesis funcionan bien 
en los pacientes que tienen pronosupinación 
y flexoextensión del codo voluntarias adecua-
das, como en la desarticulación de muñeca o 
una amputación transradial larga. 
4. Prótesis para amputaciones en la zona del hom-
bro. 
a. Cuando se necesita amputación a nivel del 
hombro o completa de brazo, escápula y claví-
cula es muy difícil restablecer un funcionalis-
mo adecuado por el peso de los elementos de 
b. Activos. 
•	 Más funcionales que estéticos. 
•	 Se dividen en dos categorías:gancho y 
mano protésica con cables y dispositivos 
mioeléctricos. 
c. Sistemas de agarre. Hay cinco tipos: 
•	 De precisión (de tenaza). 
•	 Trípode (gancho palmar, prensión tridigital). 
•	 Prensión lateral (llave). 
•	 Gancho con potencia (para llevar maletines). 
•	 Gancho esférico (girar el pomo de una puerta). 
d. Consideraciones a la hora de elegir el disposi-
tivo terminal. 
•	 Prótesis con apariencia de mano natural. 
 0 Compuestas de pulgar, índice y medio. 
 0 El pulgar está en oposición a los otros dos 
dedos para permitir prensión palmar. 
 0 Los dedos están acoplados en una uni-
dad y el pulgar en un plano perpendicu-
lar al eje de los otros. 
 0 Puede recubrirse con un guante de sili-
cona que remeda el color de la mano. 
 0 Es el dispositivo más adecuado para 
trabajos de oficina. 
•	 Prótesis prensiles que no se asemejan a una 
mano. 
 0 Ganchos o doble pinza con superficies 
paralelas. 
 0 Adecuadas para trabajos que exigen 
alta fuerza prensil. 
 0 Pueden dotarse de mecanismos de libe-
ración rápida para tareas laborales o 
recreativas concretas. 
 0 Suelen usarse en entornos que requieren 
trabajo físico. 
•	 Dispositivos mioeléctricos con batería externa. 
 0 Utilizan sensores de fuerza. 
 0 Algunos no necesitan arneses de sus-
pensión. 
 0 Aportan más fuerza prensil. 
 0 Sólo puden usarse en ambientes libres 
de polvo, suciedad, agua, grasa o disol-
ventes. 
•	 Muchos amputados de extremidad supe-
rior disponen de dos prótesis, una volun-
taria y otra mioeléctrica, para según qué 
actividades. 
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2. Muñón doloroso. 
a. Posibles causas de dolor relacionado con las 
prótesis: 
•	 Excesiva presión sobre prominencias óseas 
anatómicas u osificaciones ectópicas. 
•	 Fricción entre la piel y el encaje por ajuste 
inadecuado. 
b. Posibles causas de dolor relacionado con el 
muñón: 
•	 Recubrimiento insuficiente de las promi-
nencias óseas con tejidos blandos. 
•	 Muñón inestable por no haber realizado 
miodesis para equilibrar las tensiones muscu-
lares (p. ej., la falta de miodesis de los aduc-
tores en la amputación transfemoral deja sin 
contrarrestar las fuerzas abductoras). 
•	 Almohadilla de tejidos blandos en la zona 
distal del muñón insuficiente. 
•	 Formación de un neuroma de localización 
superficial. 
la prótesis y la mayor energía necesaria para 
moverla. 
b. No son pocos los pacientes que por esta razón 
eligen prótesis puramente estéticas para mejo-
rar la imagen y poderse poner ropa. 
E. Problemas de las prótesis de miembros superiores 
1. Problemas dermatológicos. 
a. Dermatitis de contacto: el motivo principal ra-
dica en el forro o en el mecanismo de suspen-
sión; menos probable es el propio encaje. El 
tratamiento consiste en eliminar el componen-
te responsable y pomadas de difenhidramina o 
corticosteroides. 
b. Quistes e hipersudoración: pueden ser una 
indicación de que las fuerzas de tensión son 
excesivas y de que los componentes no están 
bien ajustados. 
c. Tratamiento de las cicatrices: debe basarse en 
masaje y lubricación de la zona para conseguir 
una buena cicatrización sin pliegues ni adhe-
rencias. 
Puntos clave a recordar
1. Las OTP articuladas permiten una marcha más 
natural y se acomodan mejor a la flexión plantar 
y la flexión dorsal. Pueden diseñarse para aportar 
estabilidad al apoyo terminal y ayudar a la flexión 
dorsal levantando los dedos durante la fase de osci-
lación. 
2. Las ORTP pueden usarse en la parálisis o debilidad 
del cuádriceps para mantener la estabilidad de la 
rodilla y evitar desvíos en valgo o en varo o rodilla 
recurvada. 
3. Las articulaciones mecánicas de la rodilla permiten 
movimientos en varios planos durante la flexión y 
la extensión y reducen las fuerzas en las zonas de 
contacto; son útiles para pacientes con artrosis de 
rodilla. 
4. La amputación de extremidades inferiores es un 
procedimiento reconstructivo diseñado para preser-
var la longitud del miembro y la potencia muscular 
y equilibrar las fuerzas de tensión de los músculos 
que quedan para conseguir un muñón estable. 
5. Características de la cicatrización de las heridas: el 
índice tobillo-brazo de más de 0,45 se correlaciona 
con un 90% de posibilidades de cicatrización; la 
presión arterial sistólica en el dedo gordo mínima 
requerida para la cicatrización distal es 55 mmHg; 
se precisa una pO2 transcutánea > 35 mmHg para la 
cicatrización de las heridas; el estado de nutrición 
y la inmunocompetencia se aseveran mediante el 
recuento de linfocitos totales de más de 1.500/mm3 
y la albúmina en sangre de 3 g/dl o mayor. 
6. Los principales avances en las prótesis para las extremi-
dades inferiores incluyen: a) materiales más ligeros; 
b) diseños con “memoria” elástica (memoria de ener-
gía); c) diseño y tecnología de fabricación de los encajes 
con el muñón asistidos por ordenador, y d) control 
mediante microprocesadores de las rodillas articuladas. 
7. Aumentos del gasto energético (porcentaje sobre el 
normal) causados por las amputaciones: transtibial 
unilateral, 10% a 20%; transtibial bilateral, 20% a 
40%; transfemoral unilateral, 60% a 70%; transfe-
moral bilateral, más del 200%. 
8. Tratamiento preoperatorio de la reimplantación: 
deben tratarse las situaciones clínicas serias; hay que 
solicitar radiografías del muñón y de la parte ampu-
tada; el paciente debe permanecer en ayunas, y de-
ben administrarse según los protocolos la profilaxis 
antitetánica, antibióticos y fluidoterapia. La parte 
amputada debe envolverse en una gasa húmeda y 
colocarse en una bolsa de plástico con hielo. 
9. Los objetivos de las intervenciones de amputación 
de miembros superiores incluyen conservación de 
la longitud funcional, recubrimiento cutáneo y 
de tejidos blandos permanente, preservación de la 
sensibilidad útil, prevención de neuromas sintomáti-
cos, prevención de contracturas articulares adyacen-
tes, reducción de la morbilidad a corto plazo, ajuste 
precoz de la prótesis y rápido retorno al trabajo y a 
las actividades recreativas. 
10. Para las prótesis de mano suele preferirse el meca-
nismo de apertura voluntaria. 
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