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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AGRÓNOMOS CARACTERIZACIÓN DE VARIEDADES DE Vitis vinifera L. CULTIVADAS EN EXTREMADURA, MEDIANTE ESTUDIOS MORFOLÓGICOS, AGRONÓMICOS Y BIOQUÍMICOS TESIS DOCTORAL M. LUISA ASENSIO SÁNCHEZ Ingeniero Agrónomo Madrid 2000 UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA VEGETAL CARACTERIZACIÓN DE VARIEDADES DE Vitis vinifera L. CULTIVADAS EN EXTREMADURA, MEDIANTE ESTUDIOS MORFOLÓGICOS, AGRONÓMICOS Y BIOQUÍMICOS DOCTORANDO M. LUISA ASENSIO SÁNCHEZ INGENIERO AGRÓNOMO DIRECTOR FÉLIX CABELLO SAENZ DE SANTA MARÍA DR. INGENIERO AGRÓNOMO Madrid, febrero 2O00 D. FÉLIX CABELLO SAENZ DE SANTA MARÍA, Funcionario Investigador del Instituto Madrileño de Investigación Agraria y Alimentaria de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, CERTIFICA: Que la Tesis Doctoral "Caracterización de variedades de Vitis vinifera L. cultivadas en Extremadura, medíante estudios morfológicos, agronómicos y bioquímicos", ha sido realizada bajo mi dirección por el Ingeniero Agrónomo M. LUISA ASENSIO SÁNCHEZ, en el Servicio de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Dirección General de Producción, Investigación y Formación Agraria de la Junta de Extremadura. Y para que así conste a todos los efectos oportunos emito este Certificado en Madrid a 31 de enero de 2000. Fdo.: Dr. Félix Cabello Sáenz de Santa María A mis padres ÍNDICE pg- RESUMEN III ABSTRACT VII 1. INTRODUCCIÓN 1 1.1. El cultivo de la vid en el mundo y en España: orígenes e importancia económica 3 1.2. El cultivo de la vid en Extremadura: breve historia e importancia económica 5 1.3. Clasificación botánica de la vid 11 1.4. Importancia de la caracterización de la vid 13 1.5. La caracterización varietal 14 1.6. Caracterización morfológica 15 1.7. Caracterización bioquímica 18 1.7.1. Isoenzimas 19 1.7.2. Otras técnicas moleculares '. 21 1.7.3. Aminoácidos 22 1.8. Caracterización agronómica: fenología 26 1.9. Variedades estudiadas : 30 1.9.1. Pardina 30 1.9.2. Blanca Cayetana 32 1.9.3. Jaén 34 1.9.4. Montúa •. 38 1.9.5. Chelva 42 1.9.6. Eva 44 1.9.7. Alarije : 47 1.9.8. Borba 49 1.9.9. Cigüentes 50 1.9.10. Maríal '. ...: ; 52 1.9.11. Perruno 53 • 1.9.12. Morisca .; 55 2. OBJETIVOS 57 2.1. Objetivos ; 59 2.2. Hipótesis 59 3. MATERIAL Y MÉTODOS 63 3.1. Elección de variedades 65 3.2. Material vegetal 66 3.2.1. Caracterización morfológica 69 3.2.2. Caracterización bioquímica 72 3.2.2.1. Isoenzimas 72 3.2.2.2. Aminoácidos 72 3.2.3. Caracterización agronómica: fenología .....74 3.3. Métodos 76 3.3.1. Caracterización morfológica ; 76 3.3.2. Caracterización bioquímica 82 3.3.2.1. Isoenzimas 82 3.3.2.2. Aminoácidos 88 3.3.3. Caracterización agronómica: fenología 92 4. RESULTADOS 103 4.1. Caracterización morfológica 105 4.2. Caracterización bioquímica 152 4.2.1. Isoenzimas 152 4.2.2. Aminoácidos 162 4.2.2.1. Composición amínica 170 4.2.2.2. Análisis de componentes principales 173 4.2.2.3. Cociente prolina:arginina 177 4.2.2.4. Evolución del contenido amínico durante la maduración 180 4.2.2.5. Incidencia de la fertilización nitrogenada 194 4.3. Caracterización agronómica: fenología 206 4.3.1. Ciclo vegetativo 206 4.3.2. Estados fenológicos 229 4.3.2.1. Brotación 230 4.3.2.2. Floración 231 4.3.2.3. Envero 232 4.3.2.4. Maduración 234 4.3.2.5. Caída de la hoja 235 4-3.2.6. Período floración-envero 236 4.3.3. Estudio fenológico por clones 238 4.3.3.1. Pardina-Blanca Cayetana 238 4.3.3.1.1. Brotación 239 . 4.3.3.1.2. Floración 239 - 4.3.3.1.3. Envero 239 4.3.3.1.4. Caída de la hoja 239 4.3.3.1.5. Período floración-envero 240 4.3.3.2. Montúa-Eva(4LS47) 240 4.3.3.2.1. Brotación 240 4.3.3.2.2. Floración 242 4.3.3.2.3. Envero 243 4.3.3.2.4. Caída de la hoja 243 4.3.3.2.5. Período floración-envero 244 4.3.3.3. Ghelva-Eva(4C01) 244 4.3.3.3.1. Brotación 244 4.3.3.3.2. Floración 244 4.3.3.3.3. Envero 246 4.3.3.3.4. Caída de la hoja 246 4.3.3.3.5. Período floración-envero 246 4.3.3.4. Alarije-Malfar 248 4.3.3.4.1. Brotación 248 4.3.3.4.2. Floración 248 4.3.3.4.3. Envero 249 4.3.3.4.4. Caída de la hoja 249 4.3.3.4.5. Período floración-envero 249 4.3.3.5. Borba-Cigüentes 252 4.3.3.5.1. Brotación 252 4.3.3.5.2. Floración 253 4.3.3.5.3. Envero 253 4.3.3.5.4. Caída de la hoja 253 4.3.3.5.5. Período floración-envero 254 4.3.3.6. Pemmo 254 4.3.3.6.1. Brotación 257 4.3.3.6.2. Floración 257 4.3.3.6.3. Envero 257 4.3.3.6.4. Caída de la hoja 257 4.3.3.6.5. Período floración-envero 258 5. DISCUSIÓN : , 261 5.1. Caracterización morfológica 263 5.2. Caracterización bioquímica ....278 5.2.1. Isoenzimas 278 5.2.2. Aminoácidos 282 5.2.2.1. Composición amínica 282 5.2.2.2. Análisis de componentes principales , 284 5.2.2.3. Cociente prolina:arginina 288 5.2.2.4. Evolución del contenido amínico durante la maduración 294 5.2.2.5. Incidencia de la fertilización nitrogenada 297 5.3. Caracterización agronómica: fenología • 300 5.3.1. Ciclo vegetativo 300 5.3.2. Estados fenológicos 302 5.3.2.1. Brotación 302 5.3.2.2. Floración 305 5.3.2.3. Envero 308 5.3.2.4. Maduración 310 5.3.2.5. Caída de la hoja 312 5.3.2.6. Periodo floración-envero 315 5.3.3. Estudio fenológico porciones 317 5.3.3.1. Brotación 317 5.3.3.2. Floración 318 5.3.3.3. Envero 319 5.3.3.4. Caída de la hoja 320 5.3.3.5. Período floración-envero 321 5.3.3.6. Clones virosados 322 6. CONCLUSIONES 325 7. BIBLIOGRAFÍA 329 ANEJOS 345 ANEJO 1:AMPEL0GRAFIA 347 ANEJO 2: EQUIVALENCIA ENTRE GRADOS BRIX, GRADOS BAUME Y GRADO ALCOHÓLICO PROBABLE 365 ANEJO 3: DATOS CLIMÁTICOS 367 ÍNDICE DE CUADROS pg- Cuadro n° 1. Material vegetal empleado en la caracterización morfológica 69 Cuadro n° 2. Material vegetal descrito sólo en 1996 71 Cuadro n° 3. Material vegetal empleado en el estudio amínico 74 Cuadro n° 4. Material vegetal empleado en el estudio fenológico 74 Cuadro n° 5. Datos ampelográficos de 1996 107 Cuadro n° 6. Datos ampelográficos de 1997 115 Cuadro n° 7. Datos ampelográficos correspondientes a la "descripción modelo" 125 Cuadro n° 8. Resumen de los resultados isoenzimáticos 167 Cuadro n" 9. Grados Brix de los mostos en 1996 y 1997 170 Cuadro n° 10. Contenidos amínicos en 1996 (mg/1) 171 Cuadren" 11. Contenidos amínicos en 1997 (mg/1) 172 Cuadro n° 12. Cociente prolina:argimna en 1996 178 Cuadro n° 13. Cociente prolina:arginina en 1997 179 Cuadro n° 14. Estado de maduración 181 Cuadro n" 15. Evolución de la composición amínica durante la maduración en 1997 (mg/1) 185 Cuadro n° 16. Suma de todos los aminoácidos analizados en 1996 y 1997 (mg/1) ....203 Cuadro n° 17. Nitrógeno amínico total en 1996 y 1997 (mg/1) 207 Cuadro n" 18. Suma de todos los aminoácidos analizados menos la prolina en 1996 y 1997 (mg/1) 209 Cuadro n" 19. Nitrógeno asimilable en 1996 y 1997 (mg/1) 211 Cuadro n° 20. Campaña 1996: grados Brix de los mostos en su pxmto de madurez 217 Cuadro n° 21. Campaña 1997: grados Brix de los mostos en su punto de madurez 222 Cuadro n" 22. Campaña 1998: grados Brix de los mostos en su pimto de madurez 226 Cuadro n° 23. Fecha media de brotación de cada variedad 230 Cuadro xf 24. Fecha media de ñoración de cada variedad 232 Cuadro n° 25. Fecha media de envero de cada variedad 232 Cuadro n° 26. Fecha media de maduración de cada variedad 234 Cuadro:n° 27. Fecha media de caída de hoja de cada variedad 235 Cuadron" 28. Período medio floración-envero de cada variedad 237 Cuadro n° 29. Fecha media de brotación del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 Cuadro n° 30. Fecha media de floración del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 Cuadro n° 31. Fecha media de envero del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 Cuadro n" 32.Fecha media de caída de la hoja del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 Cuadro n° 33. Período medio floración-envero del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 Cuadro n° 34. Fecha media de brotación del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 Cuadro n° 35. Fecha media de floración del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 Cuadro n° 36. Fecha media de envero del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 Cuadro rf 37. Fecha media de caída de hoja del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 Cuadro n° 38. Período medio floración-envero del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 Cuadro n° 39. Fecha media de brotación del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 Cuadro n° 40. Fecha media de floración del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 Cuadro n'' 41. Fecha media de envero del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 Cuadro n° 42. Fecha media de caída de hoja del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 Cuadro n° 43. Período medio floración-envero del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 Cuadro n° 44. Fecha media de brotación del grupo Alarije-Malfar 250 Cuadro n° 45. Fecha media de floración del grupo Alarije-Malfar 250 Cuadro n° 46. Fecha media de envero del grupo Alarije-Malfar 250 Cuadro n° 47. Fecha media de caída de hoja del grupo Alarije-Malfar 251 Cuadro n° 48. Período medio floración-envero del grupo Alarije-Malfar 251 Cuadro n° 49. Fecha media de brotación del grupo Borba-Cigüentes 251 Cuadro n° 50. Fecha media de floración del grupo Borba-Cigüentes 255 Cuadro n° 51. Fecha media de envero del grupo Borba-Cigüentes 255 Cuadro n° 52. Fecha media de caída de hoja del grupo Borba-Cigüentes 256 Cuadro n° 53. Período medio floración-envero del grupo Borba-Cigüentes 256 Cuadro n° 54. Fecha media de brotación del grupo Perruno 259 Cuadro n° 55. Fecha media de floración del grupo Perruno 259 Cuadren" 56. Fecha media de envero del grupo Pemmo 259 Cuadro n° 57. Fecha media de caída de hoja del grupo Perruno 259 Cuadro n° 58. Período medio floración-envero del grupo Perruno 259 Cuadro n° 59. Descripción morfológica comparativa de Borba 265 Cuadro n° 60.. Descripción morfológica comparativa de Cigüentes 267 Cuadro n" 61. Descripción morfológica comparativa de Montúa, Eva y Chelva 269 Cuadro n" 62. Descripción morfológica comparativa de Perruno 274 Cuadro Al-1. Descripciones morfológicas y sinonimias de Pardina 347 Cuadro Al-2. Descripciones morfológicas y sinonimias de Blanca Cayetana 348 Cuadro Al-3. Descripciones morfológicas y sinonimias de Jaén 349 Cuadro Al-4. Descripciones morfológicas y sinonimias de Montúa 352 Cuadro Al-5. Descripciones morfológicas y sinonimias de Chelva 356 Cuadro Al-6. Descripciones morfológicas y sinonimias de Eva 357 Cuadro AÍ-7. Descripciones morfológicas y sinonimias de Alarije 359 Cuadro Al-8. Descripciones morfológicas y sinonimias de Borba 360 Cuadro Al-9. Descripciones morfológicas y sinonimias de Cigüentes 361 Cuadro Al-10. Descripciones morfológicas y sinonimias de Perruno 362 Cuadro A2-1. Equivalencia entre grados Brix, grados Baumé y grado alcohólico probable 365 Cuadro A3-1. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1996 367 Cuadro A3-2. Datos climáticos de Almendralejo del año 1996 368 Cuadro A3-3. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1997 368 Cuadro A3-4. Datos climáticos de Almendralejo del año 1997 369 Cuadro A3-5. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1998 369 Cuadro A3-6. Datos climáticos de Almendralejo del año 1998 370 Cuadro A3-7. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1999 370 Cuadro A3-8. Datos climáticos de Almendralejo del año 1999 371 ÍNDICE DE FIGURAS pg- Figura n° 1: Subzonas de producción de la Denominación de Origen "Ribera del Guadiana" 9 Figuran" 2. Campo fimdacional Finca "La Orden" (Guadajira-Badajoz) 67 Figura n° 3. Colección del Banco de Germoplasma de la Vid. Finca "El Encín" (Alcalá de Henares-Madrid) 67 Figura n° 4. Localización del material vegetal procedente de Extremadura 73 Figuran" 5. Reacción de laninhidrina con los aminoácidos 90 Figura n° 6. Estado A: yema de invierno 93 Figura n° 7. Estado B: yema de algodón 93 Figura n° 8. Estado C: punta verde 93 Figura n° 9. Estado D: salida de hojas 93 Figura n° 10. Estado E: hojas extendidas 93 Figuran" 11. Estado F: racimos (inflorescencias) visibles 95 Figuran" 12. Estado G: racimos (inflorescencias) separados 95 Figura n° 13. Estado H: botones florales separados 95 Figuran" 14. Estado I: floración 95 Figuran" Í5. Estado J: cuajado 95 Figura n" 16. Estado K: grano tamaño guisante 97 Figura n° 17. Estado L: racimo cerrado 97 Figuran" 18. Estado M: envero 97 Figura n" 19. Estado N: maduración 97 Figura n" 20. Estado P: plena caída de hoja 97 Figura n° 21. Dendrograma correspondiente a las descripciones morfológicas realizadas en 1996 111 Figura n° 22. Dendrograma correspondiente a las descripciones morfológicas realizadas en 1997 119 Figura n" 23. Dendrograma correspondiente a la descripción morfológica "modelo" 129 Figuran" 24. Jaén , • 131 Figura n° 25. Morisca 131 Figuran" 26. Jaén Tinto 135 Figuran" 27. Cigüentes 135 Figura n" 28. Borba (BOBA) : 139 Figuran" 29. Borba(BOCC) 139 Figura n" 30. Cigüente (CIBA) 141 Figuran" 31. Perruno Común (PEGR) 141 Figura n° 32. Beba 143 Figuran" 33. Mantúo 143 Figura n.° 34. Alarije 147 Figura n° 35. Marfal 147 Figura n° 36. Perruno Extremeño 149 Figuran" 37. Perruno Andaluz 149 Figuran" 38. Patrones isoenzimáticos de PER 153 Figura n° 39. Esquema de los zimogramas de PER 153 Figuran" 40. Patrones isoenzimáticos de AcPH 157 Figura n° 41. Esquema de los zimograma de AcPH 157 Figura n° 42. Patrones isoenzimáticos de CO 159 Figuran" 43. Esquema de los zimogramas de CO 159 Figuran" 44. Patrones isoenzimáticos deGOT 163 Figura n" 45. Esquema de los zimograms de GOT 163 Figura n" 46. Patrones isoenzimáticos de SOD 165 Figura n° 47. Esquema de los zimogramas de SOD 165 Figuran" 48. Aminograma correspondiente al clon 6M045 (Borba) 169 Figura n" 49. Análisis de componentes principales de 1996 175 Figura n" 50. Análisis de componentes principales de 1997 175 Figura n° 51. Aminograma correspondiente al estado de maduración I 182 Figura n" 52. Aminograma correspondiente al estado de maduración II 183 Figura n" 53. Aminograma correspondiente al estado de maduración III 184 Figura n° 54. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el subgrupo AI 191 Figura n° 55. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el subgrupo AJÍ 191 Figura n° 56. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el subgrupo Allí 191 Figura n" 57. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el subgrupo BI 191 Figura n° 58. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el subgrupo Bn 191 Figura n° 59. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para lS04(mg/l) ; 195 Figura n" 60. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 2ALll(mg/l) '. 195 Figura n° 61. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 5TA210(mg/l) 197 Figura n° 62. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 5TA35(mg/l) 197 Figura n" 63. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 6M045(mg/l) 199 Figura n° 64. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 8CA19(mg/l) 199 Figura n° 65. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 8CA40(mg/l) 201 Figura n° 66. Comparación de la suma de todos los aminoácidos analizados en 1996 y 1997 (mgN/1) 203 Figura n° 67. Comparación del contenido en nitrógeno amínico total en 1996 y 1997 (mg/1) 207 Figura n° 68. Comparación de la suma de todos los aminoácidos analizados menos la prolina en 1996 y 1997 (mg/1) 209 Figura n° 69. Comparación del contenido en nitrógeno asimilable en 1996 y 1997 (mgN/1) 211 Figura n° 70. Ciclo vegetativo en 1996 213 Figuran" 71. Ciclo vegetativo en 1997 219 Figura n° 72. Ciclo vegetativo en 1998 223 Figura n° 73. Ciclo vegetativo en 1999 227En este trabajo se han caracterizado las siguientes variedades de Vitis vinifera L.: Pardina, Blanca Cayetana, Montúa, Eva, Alarije, Marfal, Borba, Cigüentes, Perruno y Morisca, que se cultivan fundamentalmente en Extremadura. Los métodos que se han empleado para conseguir este objetivo han sido: descripción morfológica, estudio isoenzimático, análisis del contenido amínico de mostos en su madurez y observación de los distintos estados fenológicos de la vid. Entre los cultivares estudiados se han detectado problemas de sinonimias y homonimias. Así, los nombres de Jaén, Pardina y Blanca Cayetana son tres denominaciones diferentes que hacen alusión a un mismo cultivar. Entre las accesiones consideradas de Mantúo, Montúa, Eva, Beba y Chelva se han podido identificar dos cultivares diferentes, pudiendo englobar cada uno de ellos las distintas denominaciones anteriormente mencionadas. Entre los clones de Borba y Cigüentes seleccionados por el SIDT-Extremadura se ha encontrado un error de identificación de variedades al corresponder todos ellos a un solo cultivar, que podría denominarse Cigüentes. Semejante problema también se ha detectado en la accesión de Malfar (7CN1), que corresponde a la variedad Alarije. El estudio morfológico realizado, además de facilitar una adecuada caracterización de las accesiones descritas, también ha permitido comprobar cómo ciertos caracteres son variables en fimción de la localización geográfica de los clones. El análisis isoenzimático, cuyo sistema más discriminante ha sido el de catecol oxidasas, ha complementado con sus resultados los obtenidos mediante las descripciones morfológicas. Así mismo, el cociente prolina:arginina ha establecido diferencias entre algunos de los cultivares estudiados, siendo en algún caso esta diferencia fundamental. En este trabajo también se ha pretendido una identificación de los clones incluidos en el mismo, consiguiéndose en algunos casos a través del análisis del contenido amínico de los mostos, así como con el estudio de su comportamiento en los distintos estados fenológicos observados. Cuando este estudio se hace extensivo a los clones virosados, se ha observado que también mediante estos dos métodos se detectan III ciertas diferencias entre las accesiones infectadas y las libres de virus que corresponden a una misma variedad. El seguimiento fenológico realizado también ha permitido comprobar cómo las condiciones ambientales influyen notablemente sobre la brotación, la floración y la caída de la hoja, mientras que sobre el envero y el período floración-envero tienen una mayor influencia las características genotípicas de la planta. IV In this work have been characterized the foUowing Vitis vinifera L. cultiváis: Pardina, Blanca Cayetana, Montúa, Eva, Alarije, Marfal, Borba, Cigüentes, Perruno and Morisca, which grow fundamentally in Estremadura. The methods which have been used to achieve this aim have been: morphological description, isoenzymatic research, free amino acid composition of grape juice at ripeness and observation of different phenological stages of grapevines. Problems of synonymies and homonymes have been detected among the identified cultiváis. Thus, the ñames of Jaén, Pardina and Blanca Cayetana are three different denominations which refer to the same variety. Two dissimilar cultiváis have been identified among the studied clones of Mantúo, Montúa, Eva, Beba and Chelva, but this two groups are not clearly define because the different denominations mentioned could appear in both. An Identification- mistake among the clones of Borba and Cigüentes selected by SIDT-Extremadura has been found since all of them are the same cultivar, which could desígnate Cigüentes. Similar problem has been detected with the clone 7CN1 (Malfar), which corresponds to the Alarije cultivar. The morphological research carried out besides provide a proper characterization of described clones, it has also allowed to confirm that certain characters are variable depending on clones geographical location. The isoenzymatic analysis, of which system more discriminatory has been catechol oxidases, has complement the results obtained with morphological descriptions. The ratio proline:arginine has also established differences among some of the identified cultivars, and in some case this dissimilarity is principal. In this work has also tried to identify clones. This aim have been achieved in some cases with the analysis free amino acid composition of musts and phenological research. These two methods have also allowed to detect certain differences among clones infected with virus and those which are healthy and belong to the same cultivar. VII With the phenological research has been verified how the enviroment influences on the sprouting, the flowering and the faUing of the leaf, meanwhile on the veraison and the period between flowering and veraison have a major influence the genotype. VIII i. 1.1.- El cultivo de la vid en el mundo y en España: orígenes e importancia económica Desde muy antiguo el hombre conoce y aprecia los frutos de la vid. Hidalgo (1993) halla las primeras noticias sobre su cultivo en la región de Ararat en Armenia, la Trascaucasia, Asia Menor e Irán, donde empleaban variedades autóctonas de Vitis vinifera. En la Biblia se hacen numerosas referencias sobre ella. La primera cita corresponde al año 2.500 a.C. en la que se describe como en la ciudad de Lagash, se cultivaba la vid y otros árboles frutales en huertos empleando el regadío. También en Egipto se encuentran noticias concretas sobre su cultivo. Se han hallado en las necrópolis de gobernantes y oficiales del Nuevo hnperio, datadas entre 1580-1085 a.C., pinturas que muestran las técnicas del cultivo de viñedo, extendido en los oasis situados al sur del delta del Nilo. El antiguo pueblo de los caldeos se dedicó a su cultivo, al igual que los hebreos, que consumían vino en las grandes celebraciones. Posteriormente, los fenicios heredaron los conocimientos sobre la viticultura de los hebreos y los transmitieron a los griegos. Este último pueblo mejoró su cultivo, dándole un gran impulso al introducirlo en las costas mediterráneas de Italia,.Sicilia, sur de Francia y España. Los romanos introdujeron definitivamente el cultivo de la vid en Europa, al llevarla consigo a todos los puntos del Imperio. Es de esta época la primera cita que existe sobre el cultivo de la vid en España realizada por el geógrafo romanó, Rufo Festo Avieno, quien transcribe el relato de un viaje reaüzado por un navegante griego hacia el año 520 a.C. Ya en la Edad Media la viticultura permanece fimdamentalmente por la simbología que tiene el vino en la ceremonia cristiana; quedando en las órdenes monásticas la labor de mantener y ejercer los conocimientos de la viticultura. Con el descubrimiento del continente americano España juega un papel fundamental en la introducción de la vid en dicho continente, quedando de esta manera instaurada la viticultura americana. A mediados del siglo XVIII se inicia su cultivo en Sudáfrica, y es a finales del siglo XIX y principios del XX cuando aparecen las primeras plantaciones en Australia y Nueva Zelanda. En la actualidad la viticultura tiene una gran importancia económica, habiéndose extendido esta actividad a los cinco continentes. El incremento de superficie de viñedo que sucedió durante el período de 30 años comprendido entre 1951 y 1980, fiíe seguido por un descenso en los últimos 16 años contándose con una superficie mundial de 7.742.000 ha en 1996 (OIV, 1998). El continente europeo es el que tiene una mayor superficie (5.209.000 ha) seguido por el asiático (1.327.000 ha); los demás tienen un número de hectáreas bastante menor, dándose la paradoja de que sólo en España hay más superficie de viñedo que en cada uno de los restantes continentes.España en 1996 contaba con 1.224.000 ha de viñedo (OIV, 1998), lo que supone que es el país del mundo que tiene más superficie dedicada a este cultivo, seguida por Italia y Francia. Sin embargo, estas posiciones cambian cuando se consideran los datos de producción de vino siendo la primera Italia, y después Francia y España. Esto tiene su explicación en nuestras condiciones climatológicas y al carácter de cultivo marginal que noimalmente ha tenido el viñedo en nuestro país. Respecto a la uva de mesa España ocupa el sexto puesto en cuanto a producción, y el decimoquinto en la producción de pasas. En España el cultivo de la vid está extendido a todas las Comunidades Autónomas, aunque teniendo en cada una de ellas una importancia económica diferente. El viñedo se dedica fundamentalmente a la producción de vino y de mosto (96%), siendo mucho menor la superficie dedicada al cultivo de mesa (3,7%), y a la obtención de uvas para pasas (0,3%). Se estima que del cultivo de la vid depende el 5% de la población activa española, de una forma directa o indirecta (Hidalgo, 1984). Las características de la viticultura española se pueden resumir según Hidalgo (1993) en: viñedos cultivados en condiciones de secano, apenas aparecen con cultivos asociados, situados en terrenos pobres, con un 30% de viñedos con pie firanco, con una baja densidad de plantación, fundamentalmente con pies bajos y podas cortas, de edad avanzada y una baja producción de uva. 1.2.- El cultivo de la vid en Extremadura: breve historia e importancia económica Hidalgo (1993) considera que el inicio de la viticultura extremeña se remonta a los primitivos pueblos célticos y lusitanos. Sin embargo, el auge se produce durante el Imperio Romano al ubicarse la capital de Hispania Ulterior Lusitana, en Emérita Augusta, actualmente ciudad de Mérida. La gran actividad que se desarrollaba en esta ciudad conllevaba un importante comercio y consumo de vino. Con la conquista árabe se produce un retroceso en esta actividad debido a la prohibición del consumo de vino en el Corán. Posteriormente la reconquista y sobre todo la trashumancia favorece el resurgir de la viticultura. Sin embargo, la mayor rentabilidad de la trashumancia no permitió una gran difusión de los viñedos, aunque sí el consumo de vino. Rodríguez (1993) comenta como en el siglo XV y XVI el vino formaba parte fundamental en la dieta de las personas jxmto con el trigo y el aceite de oliva. En aquella época a todas aquellas personas que formaban parte de la poderosa entidad económico-religiosa que era el Monasterio de Santa María de Guadalupe, situado en la provincia de Cáceres, se les distribuía su ración correspondiente que variaba en función de su rango y estado civil. Según la documentación existente en dicho Monasterio se elaboraban vinos tanto para el consumo propio como para la hospedería, en los cuales se ponía especial cuidado pues por allí pasaban gente de rango de toda España y algunos extranjeros; también se elaboraba vino de calidad para el hospital con especial cuidado para los purgados; y en la botica se usaba el vino blanco para los elixires y tinto para los emplastos. En el Libro "Agricultura General" de Alonso Herrera (1645) se destacan los vinos tintos del partido de Alcántara y los de la Vera de Plasencia. En la actualidad el viñedo extremeño ocupa una superficie de 81.843 ha (Pulido y Escribano, 1995), concentrándose en la provincia de Badajoz el 95% del viñedo y sólo un 5% en Cáceres. Las características que presenta la viticultura en esta región son: im viñedo destinado a la transformación en un 90%, correspondiendo el 10% restante a uva de mesa, aunque en este porcentaje se incluyen variedades de doble aptitud; producciones en tomo a los 2 millones de hl con altibajos según las condiciones climáticas de la campaña; frecuente asociación de la vid con el olivo; flindamentalmente se realiza el cultivo en secano con formas bajas y podas cortas, comenzando en las nuevas plantaciones a emplearse el riego y las formas apoyadas. El Reglamento (CE) n° 3255/94 en la Comunidad de Extremadura clasifica las variedades de vid para su cultivo en: - Recomendadas: Alarije, Borba, Cayetana Blanca, Gamacha Tinta, Pardina, Tempranillo y Viura. - Autorizadas: Bobal, Cabemet Sauvignon, Chardonnay, Chelva, Eva, Graciano, Malvar, Máznela, Merlot, Monastrell, Parellada, Pedro Ximenez, Syrah y Verdejo. La Commiidad Autónoma de Extremadura tiene para sus vinos la Denominación de Origen "Ribera del Guadiana", de reciente creación por la Orden del 17 de marzo de 1997, posteriormente modificada por las Ordenes del 8 de julio de 1998 y del 25 de enero de 1999 de la Consejería de Agricultura y Comercio de dicha Comunidad Autónoma, y cuya ratificación por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación se obtuvo a través de la Orden del 16 de abril de 1999. El Reglamento de la Denominación de Origen "Ribera del Guadiana" establece seis zonas de producción, que aparecen representadas en la figura n" 1: 1. Ribera Alta: Consta de 38 municipios situados en la región llana de la provincia de Badajoz. Esta está constituida por las vegas del Guadiana, las tierras lianas de La Serena y Campo de Castuera, que enlazan en la parte oriental con las Vegas Altas y Tierra de Barros. Sus suelos, como consecuencia de los depósitos cuaternarios dejados por el Guadiana y sus afluentes, son muy arenosos. Las variedades de mesa tienen una fiíerte presencia en esta zona. Las uvas de vinificación también tienen importancia, y entre ellas hay que destacar a Alarije y Borba dentro de las blancas, y en tintas a Tempranillo y algo de Garnacha. Las variedades principales aprobadas por la Denominación de Origen para esta subzona son: Montúa, Pedro Ximenez, Alarije, Borba, Garnacha Tinta, Tempranillo y Cayetana Blanca. 2. Tierra de Barros: ; En ella se integran 35 municipios distribuidos por el centro y sureste de la provincia de Badajoz, constituyendo la comarca de mayor producción vitícola. La zona de Tierra de Barros es de relieve prácticamente llano, con suelos fértiles, ricos en nutrientes y con notable capacidad parala retención de agua. El clima es bastante seco, con elevadas temperaturas en verano, acentuadas por la acción del viento solano. Las precipitaciones oscilan entre 350 y 400 mm. Los cultivares más importantes son blancos: Cayetana Blanca, Pardina, Montúa y Macabeo; y en tintos están Tempranillo y Garnacha. Como variedades principales para esta zona, según el Reglamento de la Denominación de Origen, tenemos a: Cayetana Blanca, Pardina, Macabeo, Montúa, Garnacha Tinta y Tempranillo. Matanegra: Son 8 miinicipios los que conforman esta subzona situada en el sur de la provincia de Badajoz. Existe cierta similitud en su suelo respecto a Tierra de Barros y en la climatología, aunque algo más suave que hace retrasar en unos días la recogida de la uva. Las variedades de uva blanca más extendidas son Eva o Beba de los Santos y Montúa, seguidas de Pardina, Cayetana Blanca y Macabeo; en tintas por orden de superficie de viñedo están Tempranillo, Garnacha y Cabemet Sauvignon. Los cultivares principales incluidos en el Reglamento para esta comarca son: Cayetana Blanca, Eva o Beba de los Santos, Garnacha Tinta y Tempranillo. Ribera Baja: Está constituida por 11 municipios ubicados en los márgenes del río Guadiana en su curso próximo a la frontera con Portugal. Los depósitos cuaternarios dejados por el Guadiana y sus afluentes han dado lugar a las Vegas Bajas con un carácter arcilloso-limoso. El clima es continental con moderada influencia atlántica en el que la mayor persistencia e intensidad de las lluvias está condicionada por los vientos del Oeste y Suroeste. Las variaciones climáticas son escasas: veranos' largos, otoños y primaveras cortas y suaves, con concentraciones de lluvias, e inviernosno muy rigurosos. En uvas blancas resulta mayoritaria la presencia de Cayetana Blanca y Pardina, con algunas parcelas de Macabeo; y en tintas Tempranillo y algo de Garnacha. Las variedades principales atendiendo al Reglamento son: Cayetana Blanca, Pardina, Macabeo, Montúa, Garnacha Tinta y Tempranillo. Montánchez: Los 27 mimicipios que forman esta subzona se sitúan en el sur de la provincia de Cáceres. Es una zona de complicada orografía, con abundantes cerros y pequeños valles en los que el viñedo aparece sobre suelos clasificados como tierras pardas acidas. El clima es continental, con veranos muy cálidos e inviernos no demasiado rigurosos. Las precipitaciones se sitúan entre 500 y 600 mm al año. aíBZDNAS Í)A), RIBBIA DEL Gl'ADUANA ijjKninj'ii'ík MONTANGllEZ ' usnnl ' Í ; ^ É^E&"; RIBEIUSAJ/V prrt RIBERA-ALTA TlrmdsliRROS ^ffPtVWfffk ^^^33.11^^* MATANEGRAI r ^ Q I ^ B ^ ^ \!J.¿IJLi^ Figura n° 1. Subzonas de producción de la Denonainación de Origen "Ribera del Guadiana". El cultivar más abundante es Borba, que ocupa unos dos tercios del total del viñedo, seguido por Alarije, Cayetana Blanca y Pedro Ximenez todas ellas blancas. Entre las tintas, minoritarias, sobresalen las plantaciones de Tempranillo y Garnacha. Las variedades principales contempladas por el Reglamento para esta zona son: Borba, Pedro Ximenez, Garnacha Tinta, Tempranillo y Malvar. 6. Cañamero: Presenta 4 municipios en la provincia de Cáceres y uno en Badajoz. La mayor parte de la comarca se encuentra situada en la Sierra de Guadalupe. Presenta un relieve bastante accidentado, situándose los cultivos preferentemente en las laderas, sobre terrenos pobres y de naturaleza pizarrosa. Así el cultivo de la vid se desarrolla a unos 600-800 m sobre el nivel del mar. El clima es suave, sin grandes contrastes térmicos, con xmas precipitaciones de alrededor de 750-800 mm al año. El cultivar predominante es Alarije, que ocupa las tres cuartas partes del total del viñedo. En mucha menor proporción se encuentran las también blancas Chelva, Marfal y las tintas Tempranillo y Garnacha. Es frecuente la mezcla de variedades y también el cultivo asociado, sobre todo, con ohvo. Se consideran como variedades principales en esta subzona a: Alarije, Verdejo, Garnacha Tinta y Tempranillo. Además de los cultivares mencionados como principales el Reglamento de la Denominación de Origen "Ribera del Guadiana" considera como variedades autorizadas las siguientes: - Blancas: Chardonnay, Parchada y Chelva o Montúa - Tintas: Bobal, Cabemet Sauvignon, Graciano, Máznela, Merlot, Monastrell y Syrah. , 1.3.- Clasificación botánica de la vid La botánica sistemática sitúa a la vid (Vitis vinifera L.) dentro del grupo de las 11 Cormofitas (plantas con raíz, tallo y hojas, autótrofas con clorofila y reproducción sexual, además de la vegetativa); Tipo Fanerógamas (plantas con flores y semillas); Subtipo Angiospermas (plantas con semillas encerradas en un ovario); Clase Dicotiledóneas (plantas leñosas con un solo ciclo de estambres situados delante de los pétalos); Familia Vitáceas (flores con corola de pétalos soldados superiormente y de prefloración valvar, con cáliz poco desarrollado, gineceo generalmente bicarpelar y bilocular, con fruto en baya) y Género Vitis (con flores exclusivamente dioicas en las especies silvestres, y hermafi-oditas o imisexuales en las cultivadas). Dentro del género Vitis hay dos subgéneros o secciones: - Sección Muscadinea: se caracteriza por tener zarcillos simples, 40 cromosomas, corteza no exfoliable y bayas poco azucaradas y con una maduración escalonada. Son vides situadas en el sudeste de EEUU y México. • V. rotundifolia • V. munsoniana • V. popenoen La primera de ellas es interesante por ser la única especie inmune a la filoxera; es cultivada para la producción de finta firesca, confituras, helados y obtención de vino. - Sección Euvitis: presenta zarcillos bifiírcados o compuestos, corteza exfoliable y 38 cromosomas. Son especies establecidas naturalmente en zonas templadas, cálidas y tropicales del Hemisferio Boreal. Diferentes autores establecen distintas ordenaciones dentro de esta sección. Si atendemos a la clasificación realizada por Galet (1967) este subgénero consta de 11 series que incluyen a 57 especies. Destacan V. candicans (serie 1. Candicansae), V. labrusca (serie 2. Labruscae), V. berlandieri (serie 5. Cinereae), V. aestivalis (serie 6. Aestivalae), V. cordifolia y V. montícola (serie 7. Cordifoliae), V. amurensis (serie 8. Flexuosae) y V. riparia y V. rupestris (serie 10. Ripariae), por tener alguna característica agronómica interesante (resistencia a la filoxera, a la cahza activa, a enfermedades criptogámicas, buena afinidad con V. vinifera,...) y emplearse como portainjerto, o como parentales en cruzamientos para obtener patrones o híbridos 12 productores directos. Por último, en la serie ll.Viniferae aparece V. vinifera que es la única especie significativamente cultivable, con aptitudes viníferas y bayas grandes y sabrosas. Como se ha indicado el género Vitis cuenta con un gran número de especies, y dentro de cada una de ellas existen diferentes variedades. Si nos centramos en V. vinifera en ella se citan 10.000 cultivares diferentes, llegándose a hablar de hasta 20.000 teniendo en cuenta las hibridaciones (Martínez de Toda, 1991). 1.4.- Importancia de la caracterización de la vid El estudio de la caracterización de variedades en Vitis vinifera tiene una gran transcendencia en esta especie, debido a la gran cantidad de cultivares existentes como se ha citado anteriormente. Esta gran diversidad varietal y heterogeneidad de poblaciones dificulta este estudio, sobre todo si se agrega el intercambio de material vegetal que tiene lugar entre diferentes regiones vitícolas y los cambios de denominaciones que se producen en este proceso. De esta manera, surgen los problemas de sinonimias y homonimias tan frecuentes en vid. Ante tal ingente número de individuos- diferentes, urge la necesidad de una clara identificación de los mismos, sobre todo en un momento en que la dinámica actual de la viticultura ha generado una renovación de la estructura varietal de muchos viñedos. Ello está haciendo peligrar la conservación de muchas variedades tradicionales que se mantuvieron durante siglos en cultivo por alguna característica determinada, que si actualmente puede carecer de interés inmediato, quizá resulte interesante para alguna situación futura. Además hay que evitar la pérdida de cualquier recurso fitogenético, no sólo por el interés que pueda tener desde im punto de vista de mejora genética, sino por el valor que tiene en sí mismo. Es importante conocer también las características agronómicas que tiene ese materíal minoritario para la viticultura actual, y de esta manera tener información sobre esas variedades, por si en el futuro volviesen a apreciarse, o para conocer las 13 posibilidades de mejora que ofrecen a las que actualmente se cultivan de forma mayoritaria. 1.5.- La caracterización varietal La caracterización varietal tiene dos objetivos: - Conocer las características agronómicas del cultivar: estados fenológicos, producción, calidad del ñuto y del vino, sensibilidad a plagas y enfermedades,... - Obtener una ficha identificativa de la planta que proporcione la mayor información posible sobre ella, tanto sobre su fenotipo como sobre su genotipo. Inicialmente el proceso de identificación se realizaba mediante descripciones, siendo la ampelografía (del griego, ampelos = vid y grafos - descripción) la ciencia que se ocupa del estudio de las variedades. A lo largo del tiempo para realizar estas descripciones varietales se han empleado diversos métodos de identificación y clasificación. Las primeras descripciones ampelográficas se remontan a la época romana enla que se determinaban las aptitudes de los cultivares, sin describirlos morfológicamente y por tanto impidiendo su comparación con las variedades actuales. En 1645, Alonso Herrera describe 16 variedades de vid, señalando aspectos morfológicos, enológicos y agronómicos. Posteriormente, Simón Roxas Clemente (1807) en su libro "Ensayo sobre las variedades de viña que vegetan en Andalucía" realiza un detallado estudio morfológico de los cultivares que se localizaban en aquella región. Permitiendo de esta manera, relacionar aquellas denominaciones con las actuales y establecer comparaciones. A principios del siglo XX la ampelografía toma cierta importancia debido a los 14 problemas surgidos con la replantación del viñedo europeo a causa de la invasión filoxérica. Es en esta época en la que aparece una obra clásica en este campo, se trata de "Ampelografía" de Viala y Vermorel (1902-1910). En este libro se incluyen descripciones morfológicas, características agronómicas y enológicas, y la resistencia a plagas y enfermedades de los cultivares. Posteriormente, Galet (1956-1964) publica un libro de cuatro volúmenes en el que hace un exhaustivo estudio ampelográfico aunque solo de variedades cultivadas en Francia. Por último, habría que destacar cinco libros de ampelografía publicados en España en los que se describen diversos cultivares españoles. Estas pubHcaciones tienen gran relevancia puesto que desde Roxas Clemente (1807) no se habían'hecho descripciones tan detalladas sobre variedades españolas. Estas obras son: "Viníferas jerezanas y de Andalucía Occidental" (Fernández de Bobadilla, 1956), "Descripciones ampelográficas nacionales" (Borrego, 1990), "Variedades de vid en Andalucía" (García de Lujan et al., 1990), "Manual de Ampelografía General" (Lezcano, 1991) y "Videiras Galegas. Catálogo de variedades autóctonas" (Freijanes y Alonso, 1997). Actualmente la caracterización varietal se realiza de una forma más profunda y ; detallada empleando otros métodos además de la ampelografía. Los descubrimientos científicos en el mundo de la bioquímica y genética, así como los avances tecnológicos han permitido mejorar las técnicas de medición morfométricas, la elaboración de los datos obterúdos, el estudio de compuestos bioquímicos tales como taninos, antocianos, aminoácidos, ... e incluso el propio DNA de la planta dando un nuevo enfoque a la identificación varietal. 1.6.- Caracterización morfológica La ampelografía ha sido el método más utilizado en la caracterización de variedades, basado en la descripción de diferentes caracteres morfológicos de la planta. Sin embargo, el número de caracteres utilizados y la complejidad de su defmición varía 15 con los autores y los objetivos que se persiguen: clasificación sistemática para su identificación, descripción de nuevas variedades, descripción de las características tecnológicas,... Considerando estos problemas se celebró \ma reunión en Salónica (Grecia) en 1982, patrocinada por el Ministerio de Agricultura de Grecia, EUCARPIA (Asociación Europea para la Investigación en Mejora Genética Vegetal), ECP-GR (Programa Cooperativo Europeo sobre Conservación e Intercambio de Fuentes Genéticas Vegetales), IBPGR (International Board for Plant Genetic Resources), actualmente denominado IPGRI (International Plant Genetic Resources Institute) y la OIV (Oficina Internacional de la Viña y el Vino). En dicha reunión se acordó, por los representantes internacionales, aprobar xma lista de caracteres descriptivos. Así desde 1984, y por primera vez, existe un método de descripción de variedades de vid aceptado intemacionabnente por la UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales), el IPGRI y la OIV. La relación completa de los caracteres descriptivos de variedades y especies de Vitis file publicada por la OIV (1984) y comprende 130 caracteres. Cada organismo (IPGRI, OrV y UPOV) emplea un número diferente de caracteres según la naturaleza de la descripción, desde 21 para los bancos de genes, hasta 78 para la protección de nuevas variedades, siendo 35 de ellos obHgatorios. Este número es todavía mucho más elevado cuando se trata de describir las características para el cultivo y las tecnológicas de las variedades, como sucede en el caso de la OIV. Cada carácter va acompañado de un número OIV, y algunos llevan además el número correspondiente a las Directrices para el examen de los caracteres distintivos, homogeneidad y estabilidad de las obtenciones vegetales, pertenecientes a la UPOV y al número de la lista "Viñas" perteneciente al IPGRI. Según el elemento de la planta que describen los caracteres, éstos se pueden agrupar en: 16 Sumidad - Hoja joven - Hoja adulta - Pámpano - Inflorescencia Racimo - Baya Sarmiento - Fenología Crecimiento - Resistencia a un factor abiótico - Resistencia a un factor biótico - Rendimiento en uva - Portainjertos Todos los caracteres no son necesarios para realizar la descripción de un cultivar, de esta manera se han elaborado cuatro listas mínimas que se limitan a los caracteres considerados como esenciales para el objetivo que se busca. Estas son: - Lista mínima para el establecimiento de colecciones de genes, son 21 caracteres Lista mínima para la protección de variedades: establecida por la UPOV y consta de 35 caracteres - Lista mínima para la descripción de variedades: con 78 caracteres - Lista mínima para trabajos de mejora: definida por el IPGRI con 95 caracteres Con el empleo de estos caracteres por parte de los ampelógrafos, para realizar la caracterización de una variedad se consigue hacer comparables los resultados de la descripción entre diversos autores. Con el fin de establecer una lista mínima de los caracteres descriptivos de las variedades de vid que sólo incluyese los caracteres más relevantes y que permitiese hacer una correcta distinción e identificación de los cultivares, Dettweiler publicó en 17 1991 "Preliminary minimal descriptor for grapevine varities" constituida por 41 caracteres morfológicos que corresponden a: - Sumidad - Pámpano - Hoja joven Hoja adulta - Flor - Baya Algimos de estos caracteres son modificaciones de los códigos de la OIV (1984) orientados a hacer más fácil la descripción, mientras que otros se mantienen iguales. Sin embargo, la descripción morfológica a pesar de los esfuerzos de unificación en el empleo de los caracteres sigue teniendo dos grandes problemas: la fluctuación de algunos caracteres por las condiciones ambientales y la subjetividad en la descripción. 1.7.- Caracterización bioquímica Más recientemente el estudio de los compuestos bioquímicos, tanto desde xm punto de vista cuantitativo como cualitativo, ha tomado una gran importancia en la caracterización varietal. El empleo de estas nuevas técnicas en este área está claramente justificado ya que estos caracteres son una expresión del código genético de la planta (Altube, et al., 1991; Cabello, 1992; Gorgocena et al., 1993). Los compuestos bioquímicos presentan como ventajas que permiten con firecuencia la distinción de especies y variedades próximas en casos que son difíciles de resolver por medio de caracteres morfológicos, hacen posible la identificación de cultivares en período de latencia o en las primeras etapas de desarrollo de la planta, y generalmente son estables firente a los cambios en las condiciones ambientales. Son muchos los compuestos bioquímicos que se pueden estudiar, dentro de ellos 18 se puede hacer una clasificación en metabolitos primarios (proteínas, enzimas, aminoácidos,...) y metabolitos secundarios (flavonoides, compuestos aromáticos, antocianos, azúcares, ácidos,...). Teniendo en cuenta que las proteínas e isoenzimas son controladas directamente por el genoma de la célula, en contraste con los metabolitos secundarios y con los caracteresmorfológicos, que están más influidos por las condiciones extemas, las primeras darán una información más directa de los caracteres hereditarios (Crawford, 1983). 1.7.1.- Isoenzimas En 1959 Market y MoUet definieron a las isoenzimas como diferentes formas moleculares de una misma enzima, que se expresan en diferentes tejidos y/o momentos de desarrollo y catalizan una misma reacción. Como otras proteínas, las isoenzimas se pueden separar por su movimiento relativo a través de un medio polarizado, atendiendo a su carga, a su peso molecular y al pH del medio. Basándose en esta propiedad han sido numerosos los estudios que se han realizado en el campo de la identificación varietal en vid (Schwennsen, et al., 1982; Stavrakakis y Loukas, 1983; Arulsekar y Parfitt, 1986; Subden, et al , 1987). Para hacer comparables los estudios isoenzimáticos reahzados por diferentes grupos de investigación es preciso que se haya seguido una misma metodología. La extracción de las isoenzimas en vid es complicada, debido a la gran cantidad de polifenoles presentes en todos los órganos de la planta. Para obtener los extractos del material vegetal estudiado se puede partir de cualquier tipo de tejido vegetal, ya que en todos ellos hay una mayor o menor concentración de isoenzimas para su posterior análisis. Los órganos más frecuentemente utilizados han sido: hojas (Dal Belin Peruffo et al., 1981; Arulsekar y Parfitt, 1986), bayas (Schwennsen et al., 1982; Chaparro et al,. 1989), polen (AhmeduUah y Wolfe, 1981; Stavrakakis y Loukas, 1983 y 1985), 19 raíces (Schaefer, 1982; Altube et al , 1992) y sarmientos (Subden et al , 1987; Bachmann, 1989 y 1994; Altube et al., 1991). Sin embargo, ante estas diversas posibilidades Bachmaim (1994) aclara que los órganos que tendrán un mayor interés y serán más adecuados para este tipo de estudios serán aquellos que tengan un alto contenido proteico y un bajo contenido en polifenoles, inclinándose en sus trabajos por el empleo de sarmientos en época de reposo invernal. El estado fenológico en que se realiza el análisis isoenzimático es también un aspecto muy interesante que hay que considerar, pues los zimogramas obtenidos se pueden modificar según se encuentren en un momento u otro del ciclo vegetativo. Así Dal Belin Peruffo y Pallavicini (1975) encontraron nuevas bandas en los modelos obtenidos en las isoenzimas malato deshidrogenasa, ácido fosfatasa y glutamato deshidrogenasa en diferentes momentos de la maduración. Royo et al. (1989) analizando los patrones isoenzimáticos de peroxidasa en 8 clones de Garnacha, encontraron dos tipos de isoenzimas, unas que aparecían constantemente a lo largo del ciclo vegetativo y otras que solo lo hacían en ciertos momentos. Royo et al. (1997) sobre plantas cultivadas en dos localidades con diferentes condiciones climáticas, evaluaron las modificaciones que se producían en los zimogramas de esterasas, ácido fosfatasa, catecol oxidasas, glutamato oxalacetato transaminasa y peroxidasa al anaHzarlos en diferentes estados fenológicos, que incluían tanto el reposo vegetativo como el período de crecimiento. Todos los modelos obtenidos presentaban bandas erráticas y fijas, manteniéndose estas últimas siempre en las muestras tomadas durante la parada invernal. Por tanto, para hacer comparables los resultados obtenidos con otros grupos de investigación no sólo se debe atender a los pvintos anteriormente indicados (muestras de tejidos comparables, similares estadios de desarrollo), sino también a las técnicas propiamente dichas de laboratorio: método de extracción y conservación, condiciones de electroforesis, tinción realizada,... La elección de los sistemas enzimáticos empleados en un estudio de identificación debe estar basada en el empleo de isoenzimas que presenten 20 polimorfismo, y que éste se manifieste en modelos con pocas bandas, y además que estén perfectamente definidas (Bachmann, 1994). Las isoenzimas pueden actuar en el metabolismo principal o en el secundario. En este último debido a las continuas modificaciones que se tienen que realizar en las rutas metabólicas para que un vegetal se pueda adaptar a los cambios ambientales es más fácil que se produzcan nuevos polimorfismos por estas continuas adaptaciones. Sin embargo, una variación en las isoenzimas que desarrollan su actividad en el metabolismo principal puede suponer un gran cambio evolutivo (Sánchez-Yélamo, comunicación personal). 1.7.2.-Otras técnicas moleculares En 1984, un grupo de investigadores desarrolló im método de amplificación de ADN in vitro, que permitía producir fácilmente grandes cantidades de imo o más firagmentos específicos (productos amplificados) a partir de un ADN molde de gran complejidad. Lo denominaron reacción en cadena de la polimerasa (PCR: polymerase chain reaction (Saiki et al., 1985)). Desde que este grupo de trabajo hizo público su descubrimiento han sido numerosas las aplicaciones que se han realizado en los campos de la medicina y la biología, abriendo nuevas perspectivas a los tradicionales problemas de caracterización varietal. A partir de este hallazgo se han desarrollado una serie de técnicas basadas en la PCR. Dentro de ellas la más utilizada por su sencillez son los RAPDs (random amplified polymorphic DNA), que emplean cebadores cortos y buscan polimorfismo en el genoma sin conocimiento previo del mismo. Un ejemplo de esta aplicación en la caracterización de la yid la tenemos en el trabajo reahzado por Moreno (1996). Otro método capaz de desvelar gran cantidad de polimorfismo se basa en la detección de microsatélites o secuencias repetitivas simples (SSRs), que son secuencias cortas de 1 a 10 pares de bases repetidas en tándem en número variable, que normalmente están dispersas en abundancia por todo el genoma, pero que su principal característica para este tipo de estudio es que son altamente polimórficas debido a la gran variabilidad en cuanto a la repetición en tándem. La detección de estos 21 polimorfismos empleando la técnica de la PCR se suele realizar mediante el método STMS (sequence-tagged microsattelite site), que requiere conocer previamente las secuencias que ñanquean el microsatélite a estudiar. Thomas y Scott (1993) hacen el primer estudio en vid aplicando esta técnica. Los AFLPs también son una nueva y útil herramienta de trabajo en el estudio de la variabilidad. En ellos se somete primero al ADN a im tratamiento con al menos ima enzima de restricción y posteriormente, a ima modificación de los extremos de los fi-agmentos de restricción mediante la aplicación de pequeños oügonucleotidos de secuencia conocida (adaptadores). La amplificación se realiza utilizando cebadores que constan de dos partes, una secuencia complementaria al adaptador y que contiene completa la diana de restricción, y una secuencia selectiva que tiene por objeto que sólo amplifique una fracción del conjunto de fragmentos de restricción generados. Cervera et al. (1998) han desarrollado esta técnica en el estudio varietal de vid con éxito. Además de las técnicas reseñadas basadas en la PCR, existen otras también aplicadas en estudios de variabiüdad. La más utilizada hasta hace pocos años denfro de los llamados marcadores de ADN, eran los RFLPs (restriction fragment length polymorphisms). Estos consisten en el empleo de fragmentos de ADN marcados radioactivamente, que hibridan con el genoma, sobre el que se aplican enzimas de restricción para que realicen la digestión del mismo. El primer estudio aplicando este método en caracterización de vid es de Striem et al. (1990). 1.7.3.-Aminoácidos En general, el estudio de estas sustancias nitrogenadas presenta un gran interés debido a la influencia que tienen sobre el desarrollo de la materia viva; en nuestro caso, sobre el mosto en fermentación y el propio vino. El nitrógeno constituye jimto con el carbono, hidrógenoy oxígeno el 95% de los componentes de las plantas. En el caso de la uva representa del 0,5 al 1% del peso total de la baya, distribuido de la siguiente manera: 24% en el hollejo, 24% en la pulpa y 22 52% en las pepitas. Para la síntesis de las sustancias nitrogenadas, que se realiza esencialmente durante el período de maduración, la vid aprovecha las diferentes formas en que el nitrógeno es absorbido del suelo por su sistema radicular y los glúcidos elaborados por su mecanismo fotosintético (Valdés, 1998). En los años 30 se detectaron por primera vez aminoácidos en los mostos (Rapp y Versini, 1991). Desde entonces, se han realizado muchos estudios sobre la composición amínica de bayas y mostos (Castor, 1953; Lafon-Lafourcade y Guimberteau, 1962; Kliewer, 1968, 1970; Polo y Llaguno, 1974; Rapp, 1990; Huang y Ough, 1991; Spayd y Anderssen-Bagge, 1996). Las primeras investigaciones aportaron una información muy útil, pero se vieron limitadas por la instrumentación disponible, o por el reducido número de muestras que se podían analizar. Posteriormente, la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) resolvió estos problemas permitiendo realizar trabajos mucho más amphos y precisos (Huang y Ough, 1991). Los aminoácidos son ima fuente de energía para las levaduras que realizan la fermentación alcohólica y para las bacterias que desarrollan la fermentación maloláctica (Huang y Ough, 1989), contribuyen a la formación de algunos compuestos precursores de aromas y sabor (Rapp y Versini, 1991), y algunos de ellos en determinadas condiciones pueden intervenir en el proceso de formación de algunos compuestos indeseables, como el etil carbamato, que se trata de una sustancia presuntamente cancerígena (Ough, 1991). Debido a la gran importancia que tienen los compuestos nitrogenados en el desarrollo de una adecuada fermentación y en la obtención de un vino de calidad son numerosos los estudios existentes como han recopilado Henschke y Jiranek (1992). Cáceres et al. (1987) exphcan la importancia del conocimiento previo de la fracción nitrogenada en un mosto, y Regodón (1997) y Valdés (1998) la estudian en mostos de variedades cultivadas en Extremadura. Ough et al. (1990) para poder evaluar las aptitudes de un mosto para su posterior fermentación, definen el término "nitrógeno asimilable" en un mosto, como la suma total de aminoácidos menos la prolina, expresado en mgN/1. 23 Hoy día se sabe que la composición amínica de los mostos está influida por diversos factores: la variedad (IQiewer, 1969 y 1970; Huang y Ough, 1991; Shiraishi, 1996), el patrón (Ough y Tabacman, 1979; Huang y Ough, 1989), las condiciones climáticas (Flanzy y Poux, 1965), la fertilización nitrogenada (Kliewer y Cook, 1974; Khewer, 1977; Bell et al , 1979; Ough y Bell, 1980; Bertrand et al., 1991; Spayd et al , 1994), el grado de maduración de la baya (Lafon-Lafourcade y Guimberteau, 1962; Nassar y Kliewer, 1966; Kliewer, 1968; Kluba et al, 1978) y la infección en la baya porBotrytis cinérea (Sponliolz, 1991). En lo que respecta a la influencia varietal, Kliewer (1970) realiza una clasificación de varios cultivares de Vitis vinifera atendiendo al aminoácido predominante (proHna, arginina y a-alanina) en el mosto anaHzado. Posteriormente, Huang y Ough (1991) concluyen que especialmente los niveles de los aminoácidos predominantes varían entre las variedades, y emplean el ratio prolina:arginina como índice para compararlas, ya que la variación de dicho cociente refleja las diferencias genéticas que hay entre ellas. Sin embargo, Spayd y Anderssen-Bagge (1996) estudian durante cinco años la composición amínica de varios cultivares y observan grandes variaciones en las concentraciones de arginina, y en el ratio prolina:arginina que no les permite establecer agrupaciones entre los cultivares estudiados. Shiraishi (1996) considerando los aminoácidos básicos establece una clasificación en los cultivares estudiados atendiendo a las concentraciones de los aminoácidos predominantes: glutámico (Glu), arginina (Arg), alanina (Ala), Arg + Ala y Ala + Arg. Además determina como descriptor bioquímico al ratio y constituido por diez aminoácidos (y = [treonina + serina + alanina] / [aspártico + glutámico] + [valina + métionina + isoleucina + leucina + arginina], y concluye que sus variaciones están causadas por las diferencias genéticas existentes entre las variedades. Flanzy y Poux (1965) estudiaron el contenido amínico de un mosto, que procedía de la misma cepa y de la misma parcela, durante dos años consecutivos. Y observaron que en el año más caluroso el contenido amínico era mayor, mientras que en el más fi-esco se incrementa la concentración de cada aminoácido, excepto para la prolina y la treonina, que eran los que provocaban la disminución del contenido 24 amínico total. Por tanto, concluyeron que las condiciones climáticas influían en la concentración de los aminoácidos presentes en un mosto. Como ya se ha indicado, la composición amínica también se ha estudiado desde el punto de vista de la fertilización nitrogenada. Muchos investigadores han anahzado el efecto que tiene la aportación de nitrógeno en la composición del mosto, y han observado que se produce un incremento en las concentraciones de varios compuestos nitrogenados (Kliewer y Cook, 1971, 1974; Ough y Bell, 1980; Bertrand et al , 1991). IGiewer (1971) y Bell et al. (1979) comprobaron que incrementando la tasa de fertilización nitrogenada aumentaba la concentración de amoniaco, arginina, prolina y nitrógeno total en los mostos. Mientras otros aminoácidos como el ácido aspártico, ácido glutámico, cistina. Usina o metionina no presentaban un incremento lineal (Spayd et al., 1994). Ough y Bell (1980) estudiaron los efectos de la fertilización nitrogenada en el metabolismo de los aminoácidos considerando tres niveles de fertilización. En el primero de ellos (112 kg/ha) comprobaron un notable incremento en todos los aminoácidos anaKzados; en el siguiente (224 kg/ha) algunos aminoácidos (alanina, vaüna, leucina, isoleucina, ácido aspártico) presentaban unos contenidos próximos al anterior ensayo, e incluso el ácido glutámico llegaba a disminuir; en el último tratamiento (448 kg/ha) la leucina y la isoleucina mantenían sus concentraciones,, mientras que el resto de aminoácidos disminuían sus valores. Spayd et al. (1991) señalan la necesidad de considerar otros factores como la variedad, el clima, el suelo y la disponibilidad, de la planta para tomar nitrógeno del suelo, cuando se reaüzan estudios sobre la influencia de la fertilización nitrogenada en el contenido amínico de los mostos, puesto que se pueden llegar a conclusiones contradictorias debido a que no se han considerado estos factores. También el grado de maduración de la baya influye en la composición amínica de los mostos. Lafon-Lafourcade y Guimberteau (1962) y Khewer (1968) observaron como la concentración de la proüna y arginina evolucionaba a lo largo de la 25 maduración, la primera alcanzaba su mayor contenido en la madurez, mientras que la arginina tenía su máximo en el inicio de este proceso, y generalmente disminuía su contenido al final del mismo. Nassar y Kliewer (1966) investigaron la variación del contenido amínico, en la variedad Thompson Seedless, en cuatro momentos del ciclo vegetativo (baya herbácea, baya madurando, baya madura y baya sobremadura), comprobando que las concentraciones de asparagina, cistina, glicina y glutamina apenas variaban a lo largo de todo el proceso, mientras que el resto de aminoácidos incrementaban sus valores. Kluba et al. (1978) realizaron su estudio sobre variedades de Vitis labruscana observando que el ácido aspártico, la glicina, la histidina y la lisina no modificaban su comportamiento durante la maduración. 1.8.- Caracterización agronómica: fenología A lo largo del desarrolloanual de la vid se producen una serie de cambios morfológicos que siguen un orden cronológico. Estos son: lloros, brotación, crecimiento, detención del crecimiento, agostamiento, caída de la hoja y parada invernal; y que constituyen el ciclo vegetativo. Paralelamente a este ciclo transcurre el ciclo productivo que consta de: floración, cuajado, período herbáceo de las bayas, envero, período de maduración y maduración. El conocimiento de los estados fenológicos es importante al tomar decisiones y programar el calendario de los tratamientos fitosanitarios y las prácticas culturales que se van a realizar. En las últimas décadas se han realizado diversas investigaciones con el objeto de predecir la brotación, floración y maduración. Un primer modelo fue presentado por Winkler y Williams (1939) con el que se determinaba el momento en que alcanzaba la madurez el fioito, basándose en la acumulación de unidades de calor o grados días. Modelos similares se desarrollaron posteriormente para su uso en viticultxira (Winkler, 1948; Van den Brink, 1974; Morris et al., 1980). La integral térmica (grados día) es un parámetro que permite conocer las condiciones térmicas de una región determinada, y ha sido ampliamente propuesto y empleado con diferentes resultados en el estudio del desarrollo de la vid (Becker, 1984; 26 Mclntyre et al, 1987; Jackson y Cherry, 1988; Jiménez y Sotes, 1995). La predicción del desborre ha sido desarrollada en el transcurso de estudios fisiológicos (Baldwin, 1966; Pouget, 1966; Pouget, 1967). Modelos basados en grados día también se han aplicado en la determinación de la fecha de la floración (Mclntyre et al , 1982; WiUiams, et a l , 1985). Otros autores (Caló et al, 1994; Besselat, et al, 1995) se han centrado en el efecto de la temperatura en el momento de la floración. Sin embargo, algunos investigadores apuntan la necesidad de incluir otras variables climáticas en los modelos desarrollados. Mclntyre et al. (1982) sugieren una combinación entre la temperatura y la radiación solar, señalando que podría ser un buen indicador del período transcurrido entre la floración y la maduración. Jackson y Cherry (1988) emplean el índice latitud-temperatura como criterio para poder predecir la capacidad de maduración del fruto en un área determinada. Due et al. (1993) apuntan como el desarrollo vegetativo de la planta y su influencia en el microclima de la misma pueden tener efectos negativos en los resultados de los modelos de floración y de maduración. La descripción de los distintos cambios morfológicos que se desarrollan en una planta también han sido objeto de estudio por diversos autores. Baggiohni (1952) establece 10 estados fenológicos en la viña designando a cada uno de ellos con letras, desde la A hasta la J, describiendo la primera de ellas la fase en que las yemas se encuentran en estado de reposo y la última el cuajado. Posteriormente, Eichhom y Lorenz (1977) proponen 22 estados fenológicos codificados por im sistema de dos cifiras (de 00 a 50). Lancashire et al. (1991) presentan un seguimiento fenológico para todos los cultivos basado en el empleo de tres cifiras (de 00 a 100) para determinar cada estado, que se denomina código BBCH. Posteriormente, Hack et al. (1992) publicaron definitivamente los estados de este nuevo sistema BBCH. Estos últimos sistemas abarcan hasta el final del ciclo vegetativo de la vid y 27 pueden tener varios códigos para definir uno de los estados definidos por Baggiolini (1952), pues con estos métodos se puede determinar el inicio, el final y la situación intermedia de cada estado fenológico. Así mismo, estos dos sistemas permiten un mejor tratamiento estadístico de los estados fenológicos observados al emplearse cifiras numéricas. Por último, Baillod y Baggiolini (1993) describen los estados: tamaño guisante (K), racimo cerrado (L), envero (M), maduración (N), agostamiento (O), caída de la hoja (P) completando el sistema de Baggiolini (1952). Estos ya eran utilizados en la práctica pero que no habían sido publicados. De esta manera, estos autores abarcaron todo el ciclo vegetativo de la planta mediante este método. El empleo de la fenología como complemento en la caracterización de variedades se ha desarrollado con éxito como lo demuestran varios autores. Mclntyre et al. (1982) plantean el problema de cómo definir y emplear los términos de precocidad, medio y tardío al describir los distintos estados fenológicos, y observan que la mayoría de las variedades estudiadas a lo largo de 8 años manifiestan la brotación y la floración en unas fechas que las sitúan en unas posiciones regulares dentro del total de una población estudiada, independientemente de las condiciones ambientales. Sin embargo, la maduración es menos predecible debido a las prácticas culturales que se realizan durante el cultivo. Bemard (1984) analizó en algunas variedades durante cuatro años el tiempo que requerían las yemas de una planta para alcanzar el 50% de las mismas la brotación, y en fimción de dicho período realizó una clasificación en cultivares con una duración de desborre corta, normal y larga; concluyendo que cada variedad tiene un comportamiento diferente. Caló et al. (1984) y Caló et al. (1998) reahzaron un estudio sobre los principales estados fenológicos de varias variedades, concluyendo que la brotación y la floración están claramente influidas por las condiciones ambientales. También determinaron los períodos comprendidos entre la brotación-floración, floración-envero, envero- 28 maduración y brotación-maduración, encontrando que el período floración-envero está determinado fundamentalmente por el genotipo de la planta, mientras que en los períodos brotación-floración y envero-maduración el factor ambiental tiene una mayor influencia. Forlani et al. (1987) estudiaron el comportamiento fenológico (brotación, floración, envero y vendimia) de 17 variedades durante 8 años, observando diferentes fechas fenológicas entre los cultivares y distinta duración entre estados. También señalaron que la brotación y la maduración se producen en momentos diferentes para cada cultivar, permitiendo establecer una clasiñcación entre variedades precoces, medias y tardías. Por el contrario, la floración y el cuajado acontecen en un período de tiempo muy próximo para todas las variedades. Gioffré y Zappia (1989) emplearon las fechas de brotación, floración, envero, maduración y caída de la hoja, jimto con la ampelografía y algimos caracteres agronómicos, como las herramientas fundamentales para identificar el cultivar Greco di Blanco extensamente cultivado en Italia y con gran diversidad de biotipos. Boursiquot et al. (1995) determinaron la fecha de brotación y de maduración durante 40 años sobre 2.236 variedades de Vitis vinifera, y observaron que la brotación era más precoz en los cultivares procedentes de Alemania y Centroeuropa, mientras que los más tardíos correspondían al Sur de Italia, existiendo una diferencia de 39 días entre los primeros y los últimos. Sin embargo, en la maduración la dispersión observada entre los cultivares más tempranos y los más tardíos era de 10,4 semanas pudiendo ser explicada esta gran variación por la presión ejercida por el hombre con el fin de seleccionar variedades más precoces. Durante un proceso de selección clonal es de notable importancia también un conocimiento del comportamiento de los clones seleccionados. Caló et al. (1985) consideran el momento de la brotación, floración, envero y maduración como un elemento más de valor en la selección de clones del cultivar Garganega, hallando diferencias en las fechas de envero y maduración, factores que se deben considerar en 29 el manejo de los clones. Silvestroni et al. (1995 y 1996) estudiaron la variabilidad clonal en varios cultivares de Vitis vinifera empleando la ampelometría y la fenología;y hallaron diferencias intraclonales en algunas de las variedades analizadas no sólo en sus caracteres morfométricos, sino también en algunos de los estados fenológicos descritos (brotación, floración, envero y maduración), corroborándose los resultados obtenidos por ambos métodos. Muñoz (1995) observó, entre algunos clones de los cultivares sobre los que realizó un estudio fenológico, diferencias en la duración de los ciclos vegetativo y productivo, así como en las fechas de inicio de algunos estados fenológicos poniendo de manifiesto comportamientos diferentes bajo las mismas condiciones climáticas. 1.9.- Variedades estudiadas 1.9.1.- Pardina Sinonimias Jaén (Hidalgo, 1980), Parda (Hidalgo, 1980), Hoja Vuelta (Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes, 1974; Lara y Serrano, comunicación personal), Cayetana Parda (Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes, 1970), Pardilla (Popular). Antecedentes La primera referencia histórica que se ha encontrado sobre el cultivo de esta variedad es en 1971, en la que Hidalgo y Candela la sitúan en la provincia de Badajoz, ocupando un 35% de la superficie provincial dedicada al viñedo. Posteriormente Hidalgo (1980) establece como sinonimias de Jaén, a Pardina y Parda, entre otras. 30 García de Lujan et al. (1990) cita entre las sinonimias de Jaén Blanco a Parda, realizando además ima descripción morfológica de este cultivar. Hidalgo (1991) apunta que Jaén, Parda, Pardilla y Hoja Vuelta son nombres diferentes que hacen alusión a una misma variedad. Marín y Morales (1993) describiendo las características de la variedad Parda escriben "Es la principal variedad cultivada en la provincia de Badajoz, proviene de una casta de la variedad Jaén". Lara y Serrano (comunicación personal) consideran como sinonimia de Pardina a Hoja Vuelta, y describen morfológicamente a esta variedad. El Reglamento de la Ley 25/1970 "Estatuto de la Viña, el Vino y los Alcoholes" para la Comimidad Autónoma de Extremadura incluye dentro de las variedades recomendadas a Pardina, considerando como sinonimias de ésta a Hoja Vuelta y Cayetana Parda. Por último, señalar que en la comarca de Tierra de Barros (Badajoz) se utilizan indistintamente los nombres de Parda y Pardina para designar a la misma variedad, jimto con Pardilla y Hoja Vuelta. . En el anejo 1, cuadro Al-1 se expone un resumen de las descripciones morfológicas que se han recogido para este cultivar, así como las sinonimias citadas por diversos autores. Situación del cultivo Según los datos del Registro vitícola de la provincia de Badajoz (1995) es la principal variedad cultivada en la provincia de Badajoz, ocupando un 58,21% de la superficie vitícola. Sin embargo, en la provincia de Cáceres según el Catastro vitícola y vinícola (1980) no se desarrolla su cultivo. 31 Su mayor concentración de superficie se encuentra en la comarca de Tierra de Barros (Badajoz). En los últimos años ha sido la variedad más utilizada para injertar nuevas plantaciones. Su destino es la vinificación. 1.9.2.- Blanca Cayetana Sinonimias Cayetana (Marcilla, 1954; Hidalgo y Galet, 1988; Hidalgo, 1991; Marín y Morales, 1993; Lara y Serrano, comunicación personal), Caetana Blanca (Lara y Serrano, comunicación personal). Cayetana Blanca (Hidalgo y Candela, 1971; Hidalgo, 1980, 1991; Hidalgo y Galet, 1988; Borrego, 1990; Marín y Morales, 1993; Lara y Serrano, comunicación personal), Jaén (García de los Salmones, 1935; Marcilla, 1954; Marín y Morales, 1993), Parda (Marín y Morales, 1993). Antecedentes García de los Salmones (1914) sitúa en la provincia de Badajoz el cultivo de la variedad Cayetano. Posteriormente, en 1915 de nuevo ubica a Cayetana Blanca en la región de Extremadura. En un ciclo de conferencias que sucedieron en 1934, García de los Salmones citó entre las principales cepas de Badajoz y Cáceres a Blanca Cayetana y añadió "Y es que ese blanco manchego tiene por origen la clase de viña Airen. Es la Blanca Cayetana (que no es sino Jaén) la del vino extremeño de esta zona". Marcilla (1954) escribe "La cepa blanca predominante en las zonas más vitícolas de Badajoz, con el término de Almendralejo a la cabeza, es probablemente una casta de Jaén, llamada en el país Cayetana o Blanca Cayetana, muy productiva y que da vinos de pasto, muy fi-ancos de gusto". Hidalgo y Candela (1971) sitúan el cultivo de Cayetana Blanca en la provincia de Badajoz y establecen como sinonimia de ella a Blanca Cayetana. 32 Hidalgo et al. (1976) presentan en el "Catastro vitícola y vinícola" una breve descripción de esta variedad. Hidalgo (1980) establece como sinonimia de este cultivar a Cayetana Blanca. Este mismo autor en 1991 añade a la lista de sinonimias el nombre de Cayetana, al igual que Hidalgo y Galet (1988). Borrego (1990) realiza xma descripción morfológica de esta variedad y establece como sinonimia de la misma a Cayetana Blanca. Marín y Morales (1993) señalando las características del cultivar Parda escriben "y se confunde bastante con otra variedad cultivada en la comarca de Tierra de Barros, la Cayetana Blanca, lo que hace pensar si no son clones diferentes de la misma variedad". También citan varias sinonimias de este cultivar y lo describen morfológicamente. Lara y Serrano (comunicación personal) establecen como sinonimias Blanca Cayetana, Caetana Blanca y Cayetana, además de realizar una descripción morfológica. El Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes 25/1970, incluye a Cayetana Blanca como variedad recomendada en la Comunidad Autónoma de Extremadura. En el anejo 1, cuadro Al-2 se han recopilado diversas descripciones.realizadas por varios ampelógrafos, junto a ellas se indican las sinonimias citadas a lo largo del tiempo. Situación del cultivo Su cultivo está muy extendido por la comarca de Tierra de Barros (Badajoz). Ocupa un 8,27% de la superficie vitícola en la provincia de Badajoz, según el Registro vitícola (1995). En la provincia de Cáceres es una variedad totalmente secundaria con un 1,3% de la superficie vitícola total, según el Catastro vitícola y vinícola (1980) de 33 Cáceres. Su producción se destina a la obtención de vino. Hidalgo (1993) al establecer las variedades de vinificación más cultivadas en España, sitúa a Blanca Cayetana en el décimo lugar con un 1,68% de superficie. 1.9.3.- Jaén Sinonimias Amor Blanco (Viala y Vermorel, 1905; Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan et al, 1990), Aujubi (Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan et ai, 1990), Baladí (Hidalgo y Galet, 1988; García Lujan et al., 1990; Hidalgo, 1991), Baladí-Verdejo (Hidalgo y Galet, 1988; García de Lujan et al., 1990; Hidalgo, 1991), Belledy (Hidalgo y Galet, 1988; García de Lujan et al., 1990), Blanca Cayetana (García de los Salmones, 1935; Marcilla, 1954, Marín y Morales, 1993), Cagazal (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990; García de Lujan et a l , 1990), Calagraño (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990; García de Lujan et al , 1990), Cirial (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990), Chaselo (Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991), Chávelo (Viala y Vermorel, 1905), Cheres (Hidalgo, 1980, 1991), Doradillo (Viala y Vermorel, 1905; Hidalgo, 1980, 1991; García Lujan et al. 1990), Fartagoso (Hidalgo, 1980, 1991), Fartagosos (García de Lujan et a l , 1990), Garrida (Viala y Vermorel, 1905; Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980; García de Lujan et al, 1990), Garrido (Hidalgo, 1991), Garriga (Hidalgo, 1980, 1991), Garrilla (Roxas Clemente, 1807; Abela, 1885; Viala y Vermorel, 1905; Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan et al., 1990), Garrillo (Hidalgo, 1980, 1991), Hoja Vuelta (Hidalgo, 1991), Jaén Blanco (Roxas Clemente, 1807; Abela, 1885; Víala "y Vermorel, 1905; Comenge, 1942; Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991; Hidalgo y Galet, 1988; García de Lujan et al, 1990),
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