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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID 
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AGRÓNOMOS 
CARACTERIZACIÓN DE VARIEDADES DE Vitis vinifera L. 
CULTIVADAS EN EXTREMADURA, MEDIANTE ESTUDIOS 
MORFOLÓGICOS, AGRONÓMICOS Y BIOQUÍMICOS 
TESIS DOCTORAL 
M. LUISA ASENSIO SÁNCHEZ 
Ingeniero Agrónomo 
Madrid 2000 
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID 
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AGRÓNOMOS 
DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA VEGETAL 
CARACTERIZACIÓN DE VARIEDADES DE Vitis vinifera L. 
CULTIVADAS EN EXTREMADURA, MEDIANTE ESTUDIOS 
MORFOLÓGICOS, AGRONÓMICOS Y BIOQUÍMICOS 
DOCTORANDO 
M. LUISA ASENSIO SÁNCHEZ 
INGENIERO AGRÓNOMO 
DIRECTOR 
FÉLIX CABELLO SAENZ DE SANTA MARÍA 
DR. INGENIERO AGRÓNOMO 
Madrid, febrero 2O00 
D. FÉLIX CABELLO SAENZ DE SANTA MARÍA, Funcionario Investigador del 
Instituto Madrileño de Investigación Agraria y Alimentaria de la Consejería de 
Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, 
CERTIFICA: 
Que la Tesis Doctoral "Caracterización de variedades de Vitis vinifera L. 
cultivadas en Extremadura, medíante estudios morfológicos, agronómicos y 
bioquímicos", ha sido realizada bajo mi dirección por el Ingeniero Agrónomo M. 
LUISA ASENSIO SÁNCHEZ, en el Servicio de Investigación y Desarrollo 
Tecnológico de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Dirección 
General de Producción, Investigación y Formación Agraria de la Junta de 
Extremadura. 
Y para que así conste a todos los efectos oportunos emito este Certificado en 
Madrid a 31 de enero de 2000. 
Fdo.: Dr. Félix Cabello Sáenz de Santa María 
A mis padres 
ÍNDICE 
pg-
RESUMEN III 
ABSTRACT VII 
1. INTRODUCCIÓN 1 
1.1. El cultivo de la vid en el mundo y en España: orígenes e importancia 
económica 3 
1.2. El cultivo de la vid en Extremadura: breve historia e importancia 
económica 5 
1.3. Clasificación botánica de la vid 11 
1.4. Importancia de la caracterización de la vid 13 
1.5. La caracterización varietal 14 
1.6. Caracterización morfológica 15 
1.7. Caracterización bioquímica 18 
1.7.1. Isoenzimas 19 
1.7.2. Otras técnicas moleculares '. 21 
1.7.3. Aminoácidos 22 
1.8. Caracterización agronómica: fenología 26 
1.9. Variedades estudiadas : 30 
1.9.1. Pardina 30 
1.9.2. Blanca Cayetana 32 
1.9.3. Jaén 34 
1.9.4. Montúa •. 38 
1.9.5. Chelva 42 
1.9.6. Eva 44 
1.9.7. Alarije : 47 
1.9.8. Borba 49 
1.9.9. Cigüentes 50 
1.9.10. Maríal '. ...: ; 52 
1.9.11. Perruno 53 
• 1.9.12. Morisca .; 55 
2. OBJETIVOS 57 
2.1. Objetivos ; 59 
2.2. Hipótesis 59 
3. MATERIAL Y MÉTODOS 63 
3.1. Elección de variedades 65 
3.2. Material vegetal 66 
3.2.1. Caracterización morfológica 69 
3.2.2. Caracterización bioquímica 72 
3.2.2.1. Isoenzimas 72 
3.2.2.2. Aminoácidos 72 
3.2.3. Caracterización agronómica: fenología .....74 
3.3. Métodos 76 
3.3.1. Caracterización morfológica ; 76 
3.3.2. Caracterización bioquímica 82 
3.3.2.1. Isoenzimas 82 
3.3.2.2. Aminoácidos 88 
3.3.3. Caracterización agronómica: fenología 92 
4. RESULTADOS 103 
4.1. Caracterización morfológica 105 
4.2. Caracterización bioquímica 152 
4.2.1. Isoenzimas 152 
4.2.2. Aminoácidos 162 
4.2.2.1. Composición amínica 170 
4.2.2.2. Análisis de componentes principales 173 
4.2.2.3. Cociente prolina:arginina 177 
4.2.2.4. Evolución del contenido amínico durante la maduración 180 
4.2.2.5. Incidencia de la fertilización nitrogenada 194 
4.3. Caracterización agronómica: fenología 206 
4.3.1. Ciclo vegetativo 206 
4.3.2. Estados fenológicos 229 
4.3.2.1. Brotación 230 
4.3.2.2. Floración 231 
4.3.2.3. Envero 232 
4.3.2.4. Maduración 234 
4.3.2.5. Caída de la hoja 235 
4-3.2.6. Período floración-envero 236 
4.3.3. Estudio fenológico por clones 238 
4.3.3.1. Pardina-Blanca Cayetana 238 
4.3.3.1.1. Brotación 239 
. 4.3.3.1.2. Floración 239 
- 4.3.3.1.3. Envero 239 
4.3.3.1.4. Caída de la hoja 239 
4.3.3.1.5. Período floración-envero 240 
4.3.3.2. Montúa-Eva(4LS47) 240 
4.3.3.2.1. Brotación 240 
4.3.3.2.2. Floración 242 
4.3.3.2.3. Envero 243 
4.3.3.2.4. Caída de la hoja 243 
4.3.3.2.5. Período floración-envero 244 
4.3.3.3. Ghelva-Eva(4C01) 244 
4.3.3.3.1. Brotación 244 
4.3.3.3.2. Floración 244 
4.3.3.3.3. Envero 246 
4.3.3.3.4. Caída de la hoja 246 
4.3.3.3.5. Período floración-envero 246 
4.3.3.4. Alarije-Malfar 248 
4.3.3.4.1. Brotación 248 
4.3.3.4.2. Floración 248 
4.3.3.4.3. Envero 249 
4.3.3.4.4. Caída de la hoja 249 
4.3.3.4.5. Período floración-envero 249 
4.3.3.5. Borba-Cigüentes 252 
4.3.3.5.1. Brotación 252 
4.3.3.5.2. Floración 253 
4.3.3.5.3. Envero 253 
4.3.3.5.4. Caída de la hoja 253 
4.3.3.5.5. Período floración-envero 254 
4.3.3.6. Pemmo 254 
4.3.3.6.1. Brotación 257 
4.3.3.6.2. Floración 257 
4.3.3.6.3. Envero 257 
4.3.3.6.4. Caída de la hoja 257 
4.3.3.6.5. Período floración-envero 258 
5. DISCUSIÓN : , 261 
5.1. Caracterización morfológica 263 
5.2. Caracterización bioquímica ....278 
5.2.1. Isoenzimas 278 
5.2.2. Aminoácidos 282 
5.2.2.1. Composición amínica 282 
5.2.2.2. Análisis de componentes principales , 284 
5.2.2.3. Cociente prolina:arginina 288 
5.2.2.4. Evolución del contenido amínico durante la maduración 294 
5.2.2.5. Incidencia de la fertilización nitrogenada 297 
5.3. Caracterización agronómica: fenología • 300 
5.3.1. Ciclo vegetativo 300 
5.3.2. Estados fenológicos 302 
5.3.2.1. Brotación 302 
5.3.2.2. Floración 305 
5.3.2.3. Envero 308 
5.3.2.4. Maduración 310 
5.3.2.5. Caída de la hoja 312 
5.3.2.6. Periodo floración-envero 315 
5.3.3. Estudio fenológico porciones 317 
5.3.3.1. Brotación 317 
5.3.3.2. Floración 318 
5.3.3.3. Envero 319 
5.3.3.4. Caída de la hoja 320 
5.3.3.5. Período floración-envero 321 
5.3.3.6. Clones virosados 322 
6. CONCLUSIONES 325 
7. BIBLIOGRAFÍA 329 
ANEJOS 345 
ANEJO 1:AMPEL0GRAFIA 347 
ANEJO 2: EQUIVALENCIA ENTRE GRADOS BRIX, GRADOS BAUME Y 
GRADO ALCOHÓLICO PROBABLE 365 
ANEJO 3: DATOS CLIMÁTICOS 367 
ÍNDICE DE CUADROS 
pg-
Cuadro n° 1. Material vegetal empleado en la caracterización morfológica 69 
Cuadro n° 2. Material vegetal descrito sólo en 1996 71 
Cuadro n° 3. Material vegetal empleado en el estudio amínico 74 
Cuadro n° 4. Material vegetal empleado en el estudio fenológico 74 
Cuadro n° 5. Datos ampelográficos de 1996 107 
Cuadro n° 6. Datos ampelográficos de 1997 115 
Cuadro n° 7. Datos ampelográficos correspondientes a la "descripción modelo" 125 
Cuadro n° 8. Resumen de los resultados isoenzimáticos 167 
Cuadro n" 9. Grados Brix de los mostos en 1996 y 1997 170 
Cuadro n° 10. Contenidos amínicos en 1996 (mg/1) 171 
Cuadren" 11. Contenidos amínicos en 1997 (mg/1) 172 
Cuadro n° 12. Cociente prolina:argimna en 1996 178 
Cuadro n° 13. Cociente prolina:arginina en 1997 179 
Cuadro n° 14. Estado de maduración 181 
Cuadro n" 15. Evolución de la composición amínica durante la maduración en 
1997 (mg/1) 185 
Cuadro n° 16. Suma de todos los aminoácidos analizados en 1996 y 1997 (mg/1) ....203 
Cuadro n° 17. Nitrógeno amínico total en 1996 y 1997 (mg/1) 207 
Cuadro n" 18. Suma de todos los aminoácidos analizados menos la prolina en 
1996 y 1997 (mg/1) 209 
Cuadro n" 19. Nitrógeno asimilable en 1996 y 1997 (mg/1) 211 
Cuadro n° 20. Campaña 1996: grados Brix de los mostos en su pxmto de 
madurez 217 
Cuadro n° 21. Campaña 1997: grados Brix de los mostos en su punto de 
madurez 222 
Cuadro n" 22. Campaña 1998: grados Brix de los mostos en su pimto de 
madurez 226 
Cuadro n° 23. Fecha media de brotación de cada variedad 230 
Cuadro xf 24. Fecha media de ñoración de cada variedad 232 
Cuadro n° 25. Fecha media de envero de cada variedad 232 
Cuadro n° 26. Fecha media de maduración de cada variedad 234 
Cuadro:n° 27. Fecha media de caída de hoja de cada variedad 235 
Cuadron" 28. Período medio floración-envero de cada variedad 237 
Cuadro n° 29. Fecha media de brotación del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 
Cuadro n° 30. Fecha media de floración del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 
Cuadro n° 31. Fecha media de envero del grupo Pardina-Blanca Cayetana 241 
Cuadro n" 32.Fecha media de caída de la hoja del grupo 
Pardina-Blanca Cayetana 241 
Cuadro n° 33. Período medio floración-envero del grupo 
Pardina-Blanca Cayetana 241 
Cuadro n° 34. Fecha media de brotación del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 
Cuadro n° 35. Fecha media de floración del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 
Cuadro n° 36. Fecha media de envero del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 
Cuadro rf 37. Fecha media de caída de hoja del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 
Cuadro n° 38. Período medio floración-envero del grupo Montúa-Eva (4LS47) 245 
Cuadro n° 39. Fecha media de brotación del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 
Cuadro n° 40. Fecha media de floración del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 
Cuadro n'' 41. Fecha media de envero del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 
Cuadro n° 42. Fecha media de caída de hoja del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 
Cuadro n° 43. Período medio floración-envero del grupo Chelva-Eva (4C01) 247 
Cuadro n° 44. Fecha media de brotación del grupo Alarije-Malfar 250 
Cuadro n° 45. Fecha media de floración del grupo Alarije-Malfar 250 
Cuadro n° 46. Fecha media de envero del grupo Alarije-Malfar 250 
Cuadro n° 47. Fecha media de caída de hoja del grupo Alarije-Malfar 251 
Cuadro n° 48. Período medio floración-envero del grupo Alarije-Malfar 251 
Cuadro n° 49. Fecha media de brotación del grupo Borba-Cigüentes 251 
Cuadro n° 50. Fecha media de floración del grupo Borba-Cigüentes 255 
Cuadro n° 51. Fecha media de envero del grupo Borba-Cigüentes 255 
Cuadro n° 52. Fecha media de caída de hoja del grupo Borba-Cigüentes 256 
Cuadro n° 53. Período medio floración-envero del grupo Borba-Cigüentes 256 
Cuadro n° 54. Fecha media de brotación del grupo Perruno 259 
Cuadro n° 55. Fecha media de floración del grupo Perruno 259 
Cuadren" 56. Fecha media de envero del grupo Pemmo 259 
Cuadro n° 57. Fecha media de caída de hoja del grupo Perruno 259 
Cuadro n° 58. Período medio floración-envero del grupo Perruno 259 
Cuadro n° 59. Descripción morfológica comparativa de Borba 265 
Cuadro n° 60.. Descripción morfológica comparativa de Cigüentes 267 
Cuadro n" 61. Descripción morfológica comparativa de Montúa, Eva y Chelva 269 
Cuadro n" 62. Descripción morfológica comparativa de Perruno 274 
Cuadro Al-1. Descripciones morfológicas y sinonimias de Pardina 347 
Cuadro Al-2. Descripciones morfológicas y sinonimias de Blanca Cayetana 348 
Cuadro Al-3. Descripciones morfológicas y sinonimias de Jaén 349 
Cuadro Al-4. Descripciones morfológicas y sinonimias de Montúa 352 
Cuadro Al-5. Descripciones morfológicas y sinonimias de Chelva 356 
Cuadro Al-6. Descripciones morfológicas y sinonimias de Eva 357 
Cuadro AÍ-7. Descripciones morfológicas y sinonimias de Alarije 359 
Cuadro Al-8. Descripciones morfológicas y sinonimias de Borba 360 
Cuadro Al-9. Descripciones morfológicas y sinonimias de Cigüentes 361 
Cuadro Al-10. Descripciones morfológicas y sinonimias de Perruno 362 
Cuadro A2-1. Equivalencia entre grados Brix, grados Baumé y 
grado alcohólico probable 365 
Cuadro A3-1. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1996 367 
Cuadro A3-2. Datos climáticos de Almendralejo del año 1996 368 
Cuadro A3-3. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1997 368 
Cuadro A3-4. Datos climáticos de Almendralejo del año 1997 369 
Cuadro A3-5. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1998 369 
Cuadro A3-6. Datos climáticos de Almendralejo del año 1998 370 
Cuadro A3-7. Datos climáticos de la Finca "La Orden" del año 1999 370 
Cuadro A3-8. Datos climáticos de Almendralejo del año 1999 371 
ÍNDICE DE FIGURAS 
pg-
Figura n° 1: Subzonas de producción de la Denominación de Origen "Ribera 
del Guadiana" 9 
Figuran" 2. Campo fimdacional Finca "La Orden" (Guadajira-Badajoz) 67 
Figura n° 3. Colección del Banco de Germoplasma de la Vid. Finca "El Encín" 
(Alcalá de Henares-Madrid) 67 
Figura n° 4. Localización del material vegetal procedente de Extremadura 73 
Figuran" 5. Reacción de laninhidrina con los aminoácidos 90 
Figura n° 6. Estado A: yema de invierno 93 
Figura n° 7. Estado B: yema de algodón 93 
Figura n° 8. Estado C: punta verde 93 
Figura n° 9. Estado D: salida de hojas 93 
Figura n° 10. Estado E: hojas extendidas 93 
Figuran" 11. Estado F: racimos (inflorescencias) visibles 95 
Figuran" 12. Estado G: racimos (inflorescencias) separados 95 
Figura n° 13. Estado H: botones florales separados 95 
Figuran" 14. Estado I: floración 95 
Figuran" Í5. Estado J: cuajado 95 
Figura n" 16. Estado K: grano tamaño guisante 97 
Figura n° 17. Estado L: racimo cerrado 97 
Figuran" 18. Estado M: envero 97 
Figura n" 19. Estado N: maduración 97 
Figura n" 20. Estado P: plena caída de hoja 97 
Figura n° 21. Dendrograma correspondiente a las descripciones morfológicas 
realizadas en 1996 111 
Figura n° 22. Dendrograma correspondiente a las descripciones morfológicas 
realizadas en 1997 119 
Figura n" 23. Dendrograma correspondiente a la descripción morfológica 
"modelo" 129 
Figuran" 24. Jaén , • 131 
Figura n° 25. Morisca 131 
Figuran" 26. Jaén Tinto 135 
Figuran" 27. Cigüentes 135 
Figura n" 28. Borba (BOBA) : 139 
Figuran" 29. Borba(BOCC) 139 
Figura n" 30. Cigüente (CIBA) 141 
Figuran" 31. Perruno Común (PEGR) 141 
Figura n° 32. Beba 143 
Figuran" 33. Mantúo 143 
Figura n.° 34. Alarije 147 
Figura n° 35. Marfal 147 
Figura n° 36. Perruno Extremeño 149 
Figuran" 37. Perruno Andaluz 149 
Figuran" 38. Patrones isoenzimáticos de PER 153 
Figura n° 39. Esquema de los zimogramas de PER 153 
Figuran" 40. Patrones isoenzimáticos de AcPH 157 
Figura n° 41. Esquema de los zimograma de AcPH 157 
Figura n° 42. Patrones isoenzimáticos de CO 159 
Figuran" 43. Esquema de los zimogramas de CO 159 
Figuran" 44. Patrones isoenzimáticos deGOT 163 
Figura n" 45. Esquema de los zimograms de GOT 163 
Figura n" 46. Patrones isoenzimáticos de SOD 165 
Figura n° 47. Esquema de los zimogramas de SOD 165 
Figuran" 48. Aminograma correspondiente al clon 6M045 (Borba) 169 
Figura n" 49. Análisis de componentes principales de 1996 175 
Figura n" 50. Análisis de componentes principales de 1997 175 
Figura n° 51. Aminograma correspondiente al estado de maduración I 182 
Figura n" 52. Aminograma correspondiente al estado de maduración II 183 
Figura n" 53. Aminograma correspondiente al estado de maduración III 184 
Figura n° 54. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el 
subgrupo AI 191 
Figura n° 55. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el 
subgrupo AJÍ 191 
Figura n° 56. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el 
subgrupo Allí 191 
Figura n" 57. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el 
subgrupo BI 191 
Figura n° 58. Evolución del contenido amínico durante la maduración en el 
subgrupo Bn 191 
Figura n° 59. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
lS04(mg/l) ; 195 
Figura n" 60. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
2ALll(mg/l) '. 195 
Figura n° 61. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
5TA210(mg/l) 197 
Figura n° 62. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
5TA35(mg/l) 197 
Figura n" 63. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
6M045(mg/l) 199 
Figura n° 64. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
8CA19(mg/l) 199 
Figura n° 65. Comparación de la composición amínica de 1996 y 1997 para 
8CA40(mg/l) 201 
Figura n° 66. Comparación de la suma de todos los aminoácidos analizados en 
1996 y 1997 (mgN/1) 203 
Figura n° 67. Comparación del contenido en nitrógeno amínico total en 1996 y 
1997 (mg/1) 207 
Figura n° 68. Comparación de la suma de todos los aminoácidos analizados 
menos la prolina en 1996 y 1997 (mg/1) 209 
Figura n° 69. Comparación del contenido en nitrógeno asimilable en 1996 y 
1997 (mgN/1) 211 
Figura n° 70. Ciclo vegetativo en 1996 213 
Figuran" 71. Ciclo vegetativo en 1997 219 
Figura n° 72. Ciclo vegetativo en 1998 223 
Figura n° 73. Ciclo vegetativo en 1999 227En este trabajo se han caracterizado las siguientes variedades de Vitis vinifera 
L.: Pardina, Blanca Cayetana, Montúa, Eva, Alarije, Marfal, Borba, Cigüentes, Perruno 
y Morisca, que se cultivan fundamentalmente en Extremadura. Los métodos que se han 
empleado para conseguir este objetivo han sido: descripción morfológica, estudio 
isoenzimático, análisis del contenido amínico de mostos en su madurez y observación 
de los distintos estados fenológicos de la vid. 
Entre los cultivares estudiados se han detectado problemas de sinonimias y 
homonimias. Así, los nombres de Jaén, Pardina y Blanca Cayetana son tres 
denominaciones diferentes que hacen alusión a un mismo cultivar. Entre las accesiones 
consideradas de Mantúo, Montúa, Eva, Beba y Chelva se han podido identificar dos 
cultivares diferentes, pudiendo englobar cada uno de ellos las distintas denominaciones 
anteriormente mencionadas. Entre los clones de Borba y Cigüentes seleccionados por el 
SIDT-Extremadura se ha encontrado un error de identificación de variedades al 
corresponder todos ellos a un solo cultivar, que podría denominarse Cigüentes. 
Semejante problema también se ha detectado en la accesión de Malfar (7CN1), que 
corresponde a la variedad Alarije. 
El estudio morfológico realizado, además de facilitar una adecuada 
caracterización de las accesiones descritas, también ha permitido comprobar cómo 
ciertos caracteres son variables en fimción de la localización geográfica de los clones. 
El análisis isoenzimático, cuyo sistema más discriminante ha sido el de catecol 
oxidasas, ha complementado con sus resultados los obtenidos mediante las 
descripciones morfológicas. Así mismo, el cociente prolina:arginina ha establecido 
diferencias entre algunos de los cultivares estudiados, siendo en algún caso esta 
diferencia fundamental. 
En este trabajo también se ha pretendido una identificación de los clones 
incluidos en el mismo, consiguiéndose en algunos casos a través del análisis del 
contenido amínico de los mostos, así como con el estudio de su comportamiento en los 
distintos estados fenológicos observados. Cuando este estudio se hace extensivo a los 
clones virosados, se ha observado que también mediante estos dos métodos se detectan 
III 
ciertas diferencias entre las accesiones infectadas y las libres de virus que corresponden 
a una misma variedad. 
El seguimiento fenológico realizado también ha permitido comprobar cómo las 
condiciones ambientales influyen notablemente sobre la brotación, la floración y la 
caída de la hoja, mientras que sobre el envero y el período floración-envero tienen una 
mayor influencia las características genotípicas de la planta. 
IV 
In this work have been characterized the foUowing Vitis vinifera L. cultiváis: 
Pardina, Blanca Cayetana, Montúa, Eva, Alarije, Marfal, Borba, Cigüentes, Perruno 
and Morisca, which grow fundamentally in Estremadura. The methods which have 
been used to achieve this aim have been: morphological description, isoenzymatic 
research, free amino acid composition of grape juice at ripeness and observation of 
different phenological stages of grapevines. 
Problems of synonymies and homonymes have been detected among the 
identified cultiváis. Thus, the ñames of Jaén, Pardina and Blanca Cayetana are three 
different denominations which refer to the same variety. Two dissimilar cultiváis have 
been identified among the studied clones of Mantúo, Montúa, Eva, Beba and Chelva, 
but this two groups are not clearly define because the different denominations 
mentioned could appear in both. An Identification- mistake among the clones of Borba 
and Cigüentes selected by SIDT-Extremadura has been found since all of them are the 
same cultivar, which could desígnate Cigüentes. Similar problem has been detected 
with the clone 7CN1 (Malfar), which corresponds to the Alarije cultivar. 
The morphological research carried out besides provide a proper 
characterization of described clones, it has also allowed to confirm that certain 
characters are variable depending on clones geographical location. The isoenzymatic 
analysis, of which system more discriminatory has been catechol oxidases, has 
complement the results obtained with morphological descriptions. The ratio 
proline:arginine has also established differences among some of the identified cultivars, 
and in some case this dissimilarity is principal. 
In this work has also tried to identify clones. This aim have been achieved in 
some cases with the analysis free amino acid composition of musts and phenological 
research. These two methods have also allowed to detect certain differences among 
clones infected with virus and those which are healthy and belong to the same cultivar. 
VII 
With the phenological research has been verified how the enviroment influences 
on the sprouting, the flowering and the faUing of the leaf, meanwhile on the veraison 
and the period between flowering and veraison have a major influence the genotype. 
VIII 
i. 
1.1.- El cultivo de la vid en el mundo y en España: orígenes e importancia 
económica 
Desde muy antiguo el hombre conoce y aprecia los frutos de la vid. Hidalgo 
(1993) halla las primeras noticias sobre su cultivo en la región de Ararat en Armenia, la 
Trascaucasia, Asia Menor e Irán, donde empleaban variedades autóctonas de Vitis 
vinifera. 
En la Biblia se hacen numerosas referencias sobre ella. La primera cita 
corresponde al año 2.500 a.C. en la que se describe como en la ciudad de Lagash, se 
cultivaba la vid y otros árboles frutales en huertos empleando el regadío. 
También en Egipto se encuentran noticias concretas sobre su cultivo. Se han 
hallado en las necrópolis de gobernantes y oficiales del Nuevo hnperio, datadas entre 
1580-1085 a.C., pinturas que muestran las técnicas del cultivo de viñedo, extendido en 
los oasis situados al sur del delta del Nilo. 
El antiguo pueblo de los caldeos se dedicó a su cultivo, al igual que los hebreos, 
que consumían vino en las grandes celebraciones. 
Posteriormente, los fenicios heredaron los conocimientos sobre la viticultura de 
los hebreos y los transmitieron a los griegos. Este último pueblo mejoró su cultivo, 
dándole un gran impulso al introducirlo en las costas mediterráneas de Italia,.Sicilia, 
sur de Francia y España. 
Los romanos introdujeron definitivamente el cultivo de la vid en Europa, al 
llevarla consigo a todos los puntos del Imperio. Es de esta época la primera cita que 
existe sobre el cultivo de la vid en España realizada por el geógrafo romanó, Rufo 
Festo Avieno, quien transcribe el relato de un viaje reaüzado por un navegante griego 
hacia el año 520 a.C. 
Ya en la Edad Media la viticultura permanece fimdamentalmente por la 
simbología que tiene el vino en la ceremonia cristiana; quedando en las órdenes 
monásticas la labor de mantener y ejercer los conocimientos de la viticultura. 
Con el descubrimiento del continente americano España juega un papel 
fundamental en la introducción de la vid en dicho continente, quedando de esta manera 
instaurada la viticultura americana. 
A mediados del siglo XVIII se inicia su cultivo en Sudáfrica, y es a finales del 
siglo XIX y principios del XX cuando aparecen las primeras plantaciones en Australia 
y Nueva Zelanda. 
En la actualidad la viticultura tiene una gran importancia económica, 
habiéndose extendido esta actividad a los cinco continentes. 
El incremento de superficie de viñedo que sucedió durante el período de 30 años 
comprendido entre 1951 y 1980, fiíe seguido por un descenso en los últimos 16 años 
contándose con una superficie mundial de 7.742.000 ha en 1996 (OIV, 1998). El 
continente europeo es el que tiene una mayor superficie (5.209.000 ha) seguido por el 
asiático (1.327.000 ha); los demás tienen un número de hectáreas bastante menor, 
dándose la paradoja de que sólo en España hay más superficie de viñedo que en cada 
uno de los restantes continentes.España en 1996 contaba con 1.224.000 ha de viñedo (OIV, 1998), lo que supone 
que es el país del mundo que tiene más superficie dedicada a este cultivo, seguida por 
Italia y Francia. Sin embargo, estas posiciones cambian cuando se consideran los datos 
de producción de vino siendo la primera Italia, y después Francia y España. Esto tiene 
su explicación en nuestras condiciones climatológicas y al carácter de cultivo marginal 
que noimalmente ha tenido el viñedo en nuestro país. Respecto a la uva de mesa 
España ocupa el sexto puesto en cuanto a producción, y el decimoquinto en la 
producción de pasas. 
En España el cultivo de la vid está extendido a todas las Comunidades 
Autónomas, aunque teniendo en cada una de ellas una importancia económica 
diferente. El viñedo se dedica fundamentalmente a la producción de vino y de mosto 
(96%), siendo mucho menor la superficie dedicada al cultivo de mesa (3,7%), y a la 
obtención de uvas para pasas (0,3%). Se estima que del cultivo de la vid depende el 5% 
de la población activa española, de una forma directa o indirecta (Hidalgo, 1984). 
Las características de la viticultura española se pueden resumir según Hidalgo 
(1993) en: viñedos cultivados en condiciones de secano, apenas aparecen con cultivos 
asociados, situados en terrenos pobres, con un 30% de viñedos con pie firanco, con una 
baja densidad de plantación, fundamentalmente con pies bajos y podas cortas, de edad 
avanzada y una baja producción de uva. 
1.2.- El cultivo de la vid en Extremadura: breve historia e importancia económica 
Hidalgo (1993) considera que el inicio de la viticultura extremeña se remonta a 
los primitivos pueblos célticos y lusitanos. Sin embargo, el auge se produce durante el 
Imperio Romano al ubicarse la capital de Hispania Ulterior Lusitana, en Emérita 
Augusta, actualmente ciudad de Mérida. La gran actividad que se desarrollaba en esta 
ciudad conllevaba un importante comercio y consumo de vino. 
Con la conquista árabe se produce un retroceso en esta actividad debido a la 
prohibición del consumo de vino en el Corán. Posteriormente la reconquista y sobre 
todo la trashumancia favorece el resurgir de la viticultura. Sin embargo, la mayor 
rentabilidad de la trashumancia no permitió una gran difusión de los viñedos, aunque sí 
el consumo de vino. 
Rodríguez (1993) comenta como en el siglo XV y XVI el vino formaba parte 
fundamental en la dieta de las personas jxmto con el trigo y el aceite de oliva. En 
aquella época a todas aquellas personas que formaban parte de la poderosa entidad 
económico-religiosa que era el Monasterio de Santa María de Guadalupe, situado en la 
provincia de Cáceres, se les distribuía su ración correspondiente que variaba en función 
de su rango y estado civil. Según la documentación existente en dicho Monasterio se 
elaboraban vinos tanto para el consumo propio como para la hospedería, en los cuales 
se ponía especial cuidado pues por allí pasaban gente de rango de toda España y 
algunos extranjeros; también se elaboraba vino de calidad para el hospital con especial 
cuidado para los purgados; y en la botica se usaba el vino blanco para los elixires y 
tinto para los emplastos. 
En el Libro "Agricultura General" de Alonso Herrera (1645) se destacan los 
vinos tintos del partido de Alcántara y los de la Vera de Plasencia. 
En la actualidad el viñedo extremeño ocupa una superficie de 81.843 ha (Pulido 
y Escribano, 1995), concentrándose en la provincia de Badajoz el 95% del viñedo y 
sólo un 5% en Cáceres. 
Las características que presenta la viticultura en esta región son: im viñedo 
destinado a la transformación en un 90%, correspondiendo el 10% restante a uva de 
mesa, aunque en este porcentaje se incluyen variedades de doble aptitud; producciones 
en tomo a los 2 millones de hl con altibajos según las condiciones climáticas de la 
campaña; frecuente asociación de la vid con el olivo; flindamentalmente se realiza el 
cultivo en secano con formas bajas y podas cortas, comenzando en las nuevas 
plantaciones a emplearse el riego y las formas apoyadas. 
El Reglamento (CE) n° 3255/94 en la Comunidad de Extremadura clasifica las 
variedades de vid para su cultivo en: 
- Recomendadas: Alarije, Borba, Cayetana Blanca, Gamacha Tinta, Pardina, 
Tempranillo y Viura. 
- Autorizadas: Bobal, Cabemet Sauvignon, Chardonnay, Chelva, Eva, Graciano, 
Malvar, Máznela, Merlot, Monastrell, Parellada, Pedro Ximenez, Syrah y Verdejo. 
La Commiidad Autónoma de Extremadura tiene para sus vinos la 
Denominación de Origen "Ribera del Guadiana", de reciente creación por la Orden del 
17 de marzo de 1997, posteriormente modificada por las Ordenes del 8 de julio de 1998 
y del 25 de enero de 1999 de la Consejería de Agricultura y Comercio de dicha 
Comunidad Autónoma, y cuya ratificación por el Ministerio de Agricultura Pesca y 
Alimentación se obtuvo a través de la Orden del 16 de abril de 1999. 
El Reglamento de la Denominación de Origen "Ribera del Guadiana" establece 
seis zonas de producción, que aparecen representadas en la figura n" 1: 
1. Ribera Alta: 
Consta de 38 municipios situados en la región llana de la provincia de Badajoz. 
Esta está constituida por las vegas del Guadiana, las tierras lianas de La Serena y 
Campo de Castuera, que enlazan en la parte oriental con las Vegas Altas y Tierra de 
Barros. 
Sus suelos, como consecuencia de los depósitos cuaternarios dejados por el 
Guadiana y sus afluentes, son muy arenosos. 
Las variedades de mesa tienen una fiíerte presencia en esta zona. Las uvas de 
vinificación también tienen importancia, y entre ellas hay que destacar a Alarije y 
Borba dentro de las blancas, y en tintas a Tempranillo y algo de Garnacha. 
Las variedades principales aprobadas por la Denominación de Origen para esta 
subzona son: Montúa, Pedro Ximenez, Alarije, Borba, Garnacha Tinta, Tempranillo 
y Cayetana Blanca. 
2. Tierra de Barros: ; 
En ella se integran 35 municipios distribuidos por el centro y sureste de la 
provincia de Badajoz, constituyendo la comarca de mayor producción vitícola. 
La zona de Tierra de Barros es de relieve prácticamente llano, con suelos 
fértiles, ricos en nutrientes y con notable capacidad parala retención de agua. 
El clima es bastante seco, con elevadas temperaturas en verano, acentuadas por 
la acción del viento solano. Las precipitaciones oscilan entre 350 y 400 mm. 
Los cultivares más importantes son blancos: Cayetana Blanca, Pardina, Montúa 
y Macabeo; y en tintos están Tempranillo y Garnacha. 
Como variedades principales para esta zona, según el Reglamento de la 
Denominación de Origen, tenemos a: Cayetana Blanca, Pardina, Macabeo, Montúa, 
Garnacha Tinta y Tempranillo. 
Matanegra: 
Son 8 miinicipios los que conforman esta subzona situada en el sur de la 
provincia de Badajoz. 
Existe cierta similitud en su suelo respecto a Tierra de Barros y en la 
climatología, aunque algo más suave que hace retrasar en unos días la recogida de 
la uva. 
Las variedades de uva blanca más extendidas son Eva o Beba de los Santos y 
Montúa, seguidas de Pardina, Cayetana Blanca y Macabeo; en tintas por orden de 
superficie de viñedo están Tempranillo, Garnacha y Cabemet Sauvignon. 
Los cultivares principales incluidos en el Reglamento para esta comarca son: 
Cayetana Blanca, Eva o Beba de los Santos, Garnacha Tinta y Tempranillo. 
Ribera Baja: 
Está constituida por 11 municipios ubicados en los márgenes del río Guadiana 
en su curso próximo a la frontera con Portugal. 
Los depósitos cuaternarios dejados por el Guadiana y sus afluentes han dado 
lugar a las Vegas Bajas con un carácter arcilloso-limoso. 
El clima es continental con moderada influencia atlántica en el que la mayor 
persistencia e intensidad de las lluvias está condicionada por los vientos del Oeste y 
Suroeste. Las variaciones climáticas son escasas: veranos' largos, otoños y 
primaveras cortas y suaves, con concentraciones de lluvias, e inviernosno muy 
rigurosos. 
En uvas blancas resulta mayoritaria la presencia de Cayetana Blanca y Pardina, 
con algunas parcelas de Macabeo; y en tintas Tempranillo y algo de Garnacha. 
Las variedades principales atendiendo al Reglamento son: Cayetana Blanca, 
Pardina, Macabeo, Montúa, Garnacha Tinta y Tempranillo. 
Montánchez: 
Los 27 mimicipios que forman esta subzona se sitúan en el sur de la provincia 
de Cáceres. 
Es una zona de complicada orografía, con abundantes cerros y pequeños valles 
en los que el viñedo aparece sobre suelos clasificados como tierras pardas acidas. 
El clima es continental, con veranos muy cálidos e inviernos no demasiado 
rigurosos. Las precipitaciones se sitúan entre 500 y 600 mm al año. 
aíBZDNAS Í)A), RIBBIA DEL Gl'ADUANA 
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Figura n° 1. Subzonas de producción de la Denonainación de Origen "Ribera del 
Guadiana". 
El cultivar más abundante es Borba, que ocupa unos dos tercios del total del 
viñedo, seguido por Alarije, Cayetana Blanca y Pedro Ximenez todas ellas blancas. 
Entre las tintas, minoritarias, sobresalen las plantaciones de Tempranillo y 
Garnacha. 
Las variedades principales contempladas por el Reglamento para esta zona son: 
Borba, Pedro Ximenez, Garnacha Tinta, Tempranillo y Malvar. 
6. Cañamero: 
Presenta 4 municipios en la provincia de Cáceres y uno en Badajoz. 
La mayor parte de la comarca se encuentra situada en la Sierra de Guadalupe. 
Presenta un relieve bastante accidentado, situándose los cultivos preferentemente en 
las laderas, sobre terrenos pobres y de naturaleza pizarrosa. Así el cultivo de la vid 
se desarrolla a unos 600-800 m sobre el nivel del mar. 
El clima es suave, sin grandes contrastes térmicos, con xmas precipitaciones de 
alrededor de 750-800 mm al año. 
El cultivar predominante es Alarije, que ocupa las tres cuartas partes del total 
del viñedo. En mucha menor proporción se encuentran las también blancas Chelva, 
Marfal y las tintas Tempranillo y Garnacha. Es frecuente la mezcla de variedades y 
también el cultivo asociado, sobre todo, con ohvo. 
Se consideran como variedades principales en esta subzona a: Alarije, Verdejo, 
Garnacha Tinta y Tempranillo. 
Además de los cultivares mencionados como principales el Reglamento de la 
Denominación de Origen "Ribera del Guadiana" considera como variedades 
autorizadas las siguientes: 
- Blancas: Chardonnay, Parchada y Chelva o Montúa 
- Tintas: Bobal, Cabemet Sauvignon, Graciano, Máznela, Merlot, Monastrell y 
Syrah. , 
1.3.- Clasificación botánica de la vid 
La botánica sistemática sitúa a la vid (Vitis vinifera L.) dentro del grupo de las 
11 
Cormofitas (plantas con raíz, tallo y hojas, autótrofas con clorofila y reproducción 
sexual, además de la vegetativa); Tipo Fanerógamas (plantas con flores y semillas); 
Subtipo Angiospermas (plantas con semillas encerradas en un ovario); Clase 
Dicotiledóneas (plantas leñosas con un solo ciclo de estambres situados delante de los 
pétalos); Familia Vitáceas (flores con corola de pétalos soldados superiormente y de 
prefloración valvar, con cáliz poco desarrollado, gineceo generalmente bicarpelar y 
bilocular, con fruto en baya) y Género Vitis (con flores exclusivamente dioicas en las 
especies silvestres, y hermafi-oditas o imisexuales en las cultivadas). 
Dentro del género Vitis hay dos subgéneros o secciones: 
- Sección Muscadinea: se caracteriza por tener zarcillos simples, 40 cromosomas, 
corteza no exfoliable y bayas poco azucaradas y con una maduración escalonada. 
Son vides situadas en el sudeste de EEUU y México. 
• V. rotundifolia 
• V. munsoniana 
• V. popenoen 
La primera de ellas es interesante por ser la única especie inmune a la filoxera; 
es cultivada para la producción de finta firesca, confituras, helados y obtención de 
vino. 
- Sección Euvitis: presenta zarcillos bifiírcados o compuestos, corteza exfoliable y 38 
cromosomas. Son especies establecidas naturalmente en zonas templadas, cálidas y 
tropicales del Hemisferio Boreal. 
Diferentes autores establecen distintas ordenaciones dentro de esta sección. Si 
atendemos a la clasificación realizada por Galet (1967) este subgénero consta de 11 
series que incluyen a 57 especies. Destacan V. candicans (serie 1. Candicansae), V. 
labrusca (serie 2. Labruscae), V. berlandieri (serie 5. Cinereae), V. aestivalis (serie 
6. Aestivalae), V. cordifolia y V. montícola (serie 7. Cordifoliae), V. amurensis 
(serie 8. Flexuosae) y V. riparia y V. rupestris (serie 10. Ripariae), por tener alguna 
característica agronómica interesante (resistencia a la filoxera, a la cahza activa, a 
enfermedades criptogámicas, buena afinidad con V. vinifera,...) y emplearse como 
portainjerto, o como parentales en cruzamientos para obtener patrones o híbridos 
12 
productores directos. Por último, en la serie ll.Viniferae aparece V. vinifera que es 
la única especie significativamente cultivable, con aptitudes viníferas y bayas 
grandes y sabrosas. 
Como se ha indicado el género Vitis cuenta con un gran número de especies, y 
dentro de cada una de ellas existen diferentes variedades. Si nos centramos en V. 
vinifera en ella se citan 10.000 cultivares diferentes, llegándose a hablar de hasta 
20.000 teniendo en cuenta las hibridaciones (Martínez de Toda, 1991). 
1.4.- Importancia de la caracterización de la vid 
El estudio de la caracterización de variedades en Vitis vinifera tiene una gran 
transcendencia en esta especie, debido a la gran cantidad de cultivares existentes como 
se ha citado anteriormente. Esta gran diversidad varietal y heterogeneidad de 
poblaciones dificulta este estudio, sobre todo si se agrega el intercambio de material 
vegetal que tiene lugar entre diferentes regiones vitícolas y los cambios de 
denominaciones que se producen en este proceso. De esta manera, surgen los 
problemas de sinonimias y homonimias tan frecuentes en vid. 
Ante tal ingente número de individuos- diferentes, urge la necesidad de una clara 
identificación de los mismos, sobre todo en un momento en que la dinámica actual de 
la viticultura ha generado una renovación de la estructura varietal de muchos viñedos. 
Ello está haciendo peligrar la conservación de muchas variedades tradicionales que se 
mantuvieron durante siglos en cultivo por alguna característica determinada, que si 
actualmente puede carecer de interés inmediato, quizá resulte interesante para alguna 
situación futura. Además hay que evitar la pérdida de cualquier recurso fitogenético, no 
sólo por el interés que pueda tener desde im punto de vista de mejora genética, sino por 
el valor que tiene en sí mismo. 
Es importante conocer también las características agronómicas que tiene ese 
materíal minoritario para la viticultura actual, y de esta manera tener información sobre 
esas variedades, por si en el futuro volviesen a apreciarse, o para conocer las 
13 
posibilidades de mejora que ofrecen a las que actualmente se cultivan de forma 
mayoritaria. 
1.5.- La caracterización varietal 
La caracterización varietal tiene dos objetivos: 
- Conocer las características agronómicas del cultivar: estados fenológicos, 
producción, calidad del ñuto y del vino, sensibilidad a plagas y enfermedades,... 
- Obtener una ficha identificativa de la planta que proporcione la mayor información 
posible sobre ella, tanto sobre su fenotipo como sobre su genotipo. 
Inicialmente el proceso de identificación se realizaba mediante descripciones, 
siendo la ampelografía (del griego, ampelos = vid y grafos - descripción) la ciencia que 
se ocupa del estudio de las variedades. 
A lo largo del tiempo para realizar estas descripciones varietales se han 
empleado diversos métodos de identificación y clasificación. 
Las primeras descripciones ampelográficas se remontan a la época romana enla 
que se determinaban las aptitudes de los cultivares, sin describirlos morfológicamente y 
por tanto impidiendo su comparación con las variedades actuales. 
En 1645, Alonso Herrera describe 16 variedades de vid, señalando aspectos 
morfológicos, enológicos y agronómicos. 
Posteriormente, Simón Roxas Clemente (1807) en su libro "Ensayo sobre las 
variedades de viña que vegetan en Andalucía" realiza un detallado estudio morfológico 
de los cultivares que se localizaban en aquella región. Permitiendo de esta manera, 
relacionar aquellas denominaciones con las actuales y establecer comparaciones. 
A principios del siglo XX la ampelografía toma cierta importancia debido a los 
14 
problemas surgidos con la replantación del viñedo europeo a causa de la invasión 
filoxérica. Es en esta época en la que aparece una obra clásica en este campo, se trata 
de "Ampelografía" de Viala y Vermorel (1902-1910). En este libro se incluyen 
descripciones morfológicas, características agronómicas y enológicas, y la resistencia a 
plagas y enfermedades de los cultivares. 
Posteriormente, Galet (1956-1964) publica un libro de cuatro volúmenes en el 
que hace un exhaustivo estudio ampelográfico aunque solo de variedades cultivadas en 
Francia. 
Por último, habría que destacar cinco libros de ampelografía publicados en 
España en los que se describen diversos cultivares españoles. Estas pubHcaciones 
tienen gran relevancia puesto que desde Roxas Clemente (1807) no se habían'hecho 
descripciones tan detalladas sobre variedades españolas. Estas obras son: "Viníferas 
jerezanas y de Andalucía Occidental" (Fernández de Bobadilla, 1956), "Descripciones 
ampelográficas nacionales" (Borrego, 1990), "Variedades de vid en Andalucía" (García 
de Lujan et al., 1990), "Manual de Ampelografía General" (Lezcano, 1991) y "Videiras 
Galegas. Catálogo de variedades autóctonas" (Freijanes y Alonso, 1997). 
Actualmente la caracterización varietal se realiza de una forma más profunda y 
; detallada empleando otros métodos además de la ampelografía. Los descubrimientos 
científicos en el mundo de la bioquímica y genética, así como los avances tecnológicos 
han permitido mejorar las técnicas de medición morfométricas, la elaboración de los 
datos obterúdos, el estudio de compuestos bioquímicos tales como taninos, antocianos, 
aminoácidos, ... e incluso el propio DNA de la planta dando un nuevo enfoque a la 
identificación varietal. 
1.6.- Caracterización morfológica 
La ampelografía ha sido el método más utilizado en la caracterización de 
variedades, basado en la descripción de diferentes caracteres morfológicos de la planta. 
Sin embargo, el número de caracteres utilizados y la complejidad de su defmición varía 
15 
con los autores y los objetivos que se persiguen: clasificación sistemática para su 
identificación, descripción de nuevas variedades, descripción de las características 
tecnológicas,... 
Considerando estos problemas se celebró \ma reunión en Salónica (Grecia) en 
1982, patrocinada por el Ministerio de Agricultura de Grecia, EUCARPIA (Asociación 
Europea para la Investigación en Mejora Genética Vegetal), ECP-GR (Programa 
Cooperativo Europeo sobre Conservación e Intercambio de Fuentes Genéticas 
Vegetales), IBPGR (International Board for Plant Genetic Resources), actualmente 
denominado IPGRI (International Plant Genetic Resources Institute) y la OIV (Oficina 
Internacional de la Viña y el Vino). En dicha reunión se acordó, por los representantes 
internacionales, aprobar xma lista de caracteres descriptivos. 
Así desde 1984, y por primera vez, existe un método de descripción de 
variedades de vid aceptado intemacionabnente por la UPOV (Unión Internacional para 
la Protección de las Obtenciones Vegetales), el IPGRI y la OIV. 
La relación completa de los caracteres descriptivos de variedades y especies de 
Vitis file publicada por la OIV (1984) y comprende 130 caracteres. Cada organismo 
(IPGRI, OrV y UPOV) emplea un número diferente de caracteres según la naturaleza 
de la descripción, desde 21 para los bancos de genes, hasta 78 para la protección de 
nuevas variedades, siendo 35 de ellos obHgatorios. Este número es todavía mucho más 
elevado cuando se trata de describir las características para el cultivo y las tecnológicas 
de las variedades, como sucede en el caso de la OIV. 
Cada carácter va acompañado de un número OIV, y algunos llevan además el 
número correspondiente a las Directrices para el examen de los caracteres distintivos, 
homogeneidad y estabilidad de las obtenciones vegetales, pertenecientes a la UPOV y 
al número de la lista "Viñas" perteneciente al IPGRI. 
Según el elemento de la planta que describen los caracteres, éstos se pueden 
agrupar en: 
16 
Sumidad 
- Hoja joven 
- Hoja adulta 
- Pámpano 
- Inflorescencia 
Racimo 
- Baya 
Sarmiento 
- Fenología 
Crecimiento 
- Resistencia a un factor abiótico 
- Resistencia a un factor biótico 
- Rendimiento en uva 
- Portainjertos 
Todos los caracteres no son necesarios para realizar la descripción de un 
cultivar, de esta manera se han elaborado cuatro listas mínimas que se limitan a los 
caracteres considerados como esenciales para el objetivo que se busca. Estas son: 
- Lista mínima para el establecimiento de colecciones de genes, son 21 caracteres 
Lista mínima para la protección de variedades: establecida por la UPOV y consta de 
35 caracteres 
- Lista mínima para la descripción de variedades: con 78 caracteres 
- Lista mínima para trabajos de mejora: definida por el IPGRI con 95 caracteres 
Con el empleo de estos caracteres por parte de los ampelógrafos, para realizar la 
caracterización de una variedad se consigue hacer comparables los resultados de la 
descripción entre diversos autores. 
Con el fin de establecer una lista mínima de los caracteres descriptivos de las 
variedades de vid que sólo incluyese los caracteres más relevantes y que permitiese 
hacer una correcta distinción e identificación de los cultivares, Dettweiler publicó en 
17 
1991 "Preliminary minimal descriptor for grapevine varities" constituida por 41 
caracteres morfológicos que corresponden a: 
- Sumidad 
- Pámpano 
- Hoja joven 
Hoja adulta 
- Flor 
- Baya 
Algimos de estos caracteres son modificaciones de los códigos de la OIV (1984) 
orientados a hacer más fácil la descripción, mientras que otros se mantienen iguales. 
Sin embargo, la descripción morfológica a pesar de los esfuerzos de unificación 
en el empleo de los caracteres sigue teniendo dos grandes problemas: la fluctuación de 
algunos caracteres por las condiciones ambientales y la subjetividad en la descripción. 
1.7.- Caracterización bioquímica 
Más recientemente el estudio de los compuestos bioquímicos, tanto desde xm 
punto de vista cuantitativo como cualitativo, ha tomado una gran importancia en la 
caracterización varietal. El empleo de estas nuevas técnicas en este área está claramente 
justificado ya que estos caracteres son una expresión del código genético de la planta 
(Altube, et al., 1991; Cabello, 1992; Gorgocena et al., 1993). 
Los compuestos bioquímicos presentan como ventajas que permiten con 
firecuencia la distinción de especies y variedades próximas en casos que son difíciles de 
resolver por medio de caracteres morfológicos, hacen posible la identificación de 
cultivares en período de latencia o en las primeras etapas de desarrollo de la planta, y 
generalmente son estables firente a los cambios en las condiciones ambientales. 
Son muchos los compuestos bioquímicos que se pueden estudiar, dentro de ellos 
18 
se puede hacer una clasificación en metabolitos primarios (proteínas, enzimas, 
aminoácidos,...) y metabolitos secundarios (flavonoides, compuestos aromáticos, 
antocianos, azúcares, ácidos,...). 
Teniendo en cuenta que las proteínas e isoenzimas son controladas directamente 
por el genoma de la célula, en contraste con los metabolitos secundarios y con los 
caracteresmorfológicos, que están más influidos por las condiciones extemas, las 
primeras darán una información más directa de los caracteres hereditarios (Crawford, 
1983). 
1.7.1.- Isoenzimas 
En 1959 Market y MoUet definieron a las isoenzimas como diferentes formas 
moleculares de una misma enzima, que se expresan en diferentes tejidos y/o momentos 
de desarrollo y catalizan una misma reacción. 
Como otras proteínas, las isoenzimas se pueden separar por su movimiento 
relativo a través de un medio polarizado, atendiendo a su carga, a su peso molecular y 
al pH del medio. Basándose en esta propiedad han sido numerosos los estudios que se 
han realizado en el campo de la identificación varietal en vid (Schwennsen, et al., 1982; 
Stavrakakis y Loukas, 1983; Arulsekar y Parfitt, 1986; Subden, et al , 1987). 
Para hacer comparables los estudios isoenzimáticos reahzados por diferentes 
grupos de investigación es preciso que se haya seguido una misma metodología. 
La extracción de las isoenzimas en vid es complicada, debido a la gran cantidad 
de polifenoles presentes en todos los órganos de la planta. Para obtener los extractos del 
material vegetal estudiado se puede partir de cualquier tipo de tejido vegetal, ya que en 
todos ellos hay una mayor o menor concentración de isoenzimas para su posterior 
análisis. Los órganos más frecuentemente utilizados han sido: hojas (Dal Belin Peruffo 
et al., 1981; Arulsekar y Parfitt, 1986), bayas (Schwennsen et al., 1982; Chaparro et 
al,. 1989), polen (AhmeduUah y Wolfe, 1981; Stavrakakis y Loukas, 1983 y 1985), 
19 
raíces (Schaefer, 1982; Altube et al , 1992) y sarmientos (Subden et al , 1987; 
Bachmann, 1989 y 1994; Altube et al., 1991). Sin embargo, ante estas diversas 
posibilidades Bachmaim (1994) aclara que los órganos que tendrán un mayor interés y 
serán más adecuados para este tipo de estudios serán aquellos que tengan un alto 
contenido proteico y un bajo contenido en polifenoles, inclinándose en sus trabajos por 
el empleo de sarmientos en época de reposo invernal. 
El estado fenológico en que se realiza el análisis isoenzimático es también un 
aspecto muy interesante que hay que considerar, pues los zimogramas obtenidos se 
pueden modificar según se encuentren en un momento u otro del ciclo vegetativo. Así 
Dal Belin Peruffo y Pallavicini (1975) encontraron nuevas bandas en los modelos 
obtenidos en las isoenzimas malato deshidrogenasa, ácido fosfatasa y glutamato 
deshidrogenasa en diferentes momentos de la maduración. Royo et al. (1989) 
analizando los patrones isoenzimáticos de peroxidasa en 8 clones de Garnacha, 
encontraron dos tipos de isoenzimas, unas que aparecían constantemente a lo largo del 
ciclo vegetativo y otras que solo lo hacían en ciertos momentos. Royo et al. (1997) 
sobre plantas cultivadas en dos localidades con diferentes condiciones climáticas, 
evaluaron las modificaciones que se producían en los zimogramas de esterasas, ácido 
fosfatasa, catecol oxidasas, glutamato oxalacetato transaminasa y peroxidasa al 
anaHzarlos en diferentes estados fenológicos, que incluían tanto el reposo vegetativo 
como el período de crecimiento. Todos los modelos obtenidos presentaban bandas 
erráticas y fijas, manteniéndose estas últimas siempre en las muestras tomadas durante 
la parada invernal. 
Por tanto, para hacer comparables los resultados obtenidos con otros grupos de 
investigación no sólo se debe atender a los pvintos anteriormente indicados (muestras de 
tejidos comparables, similares estadios de desarrollo), sino también a las técnicas 
propiamente dichas de laboratorio: método de extracción y conservación, condiciones 
de electroforesis, tinción realizada,... 
La elección de los sistemas enzimáticos empleados en un estudio de 
identificación debe estar basada en el empleo de isoenzimas que presenten 
20 
polimorfismo, y que éste se manifieste en modelos con pocas bandas, y además que 
estén perfectamente definidas (Bachmann, 1994). Las isoenzimas pueden actuar en el 
metabolismo principal o en el secundario. En este último debido a las continuas 
modificaciones que se tienen que realizar en las rutas metabólicas para que un vegetal 
se pueda adaptar a los cambios ambientales es más fácil que se produzcan nuevos 
polimorfismos por estas continuas adaptaciones. Sin embargo, una variación en las 
isoenzimas que desarrollan su actividad en el metabolismo principal puede suponer un 
gran cambio evolutivo (Sánchez-Yélamo, comunicación personal). 
1.7.2.-Otras técnicas moleculares 
En 1984, un grupo de investigadores desarrolló im método de amplificación de 
ADN in vitro, que permitía producir fácilmente grandes cantidades de imo o más 
firagmentos específicos (productos amplificados) a partir de un ADN molde de gran 
complejidad. Lo denominaron reacción en cadena de la polimerasa (PCR: polymerase 
chain reaction (Saiki et al., 1985)). Desde que este grupo de trabajo hizo público su 
descubrimiento han sido numerosas las aplicaciones que se han realizado en los campos 
de la medicina y la biología, abriendo nuevas perspectivas a los tradicionales problemas 
de caracterización varietal. 
A partir de este hallazgo se han desarrollado una serie de técnicas basadas en la 
PCR. Dentro de ellas la más utilizada por su sencillez son los RAPDs (random 
amplified polymorphic DNA), que emplean cebadores cortos y buscan polimorfismo en 
el genoma sin conocimiento previo del mismo. Un ejemplo de esta aplicación en la 
caracterización de la yid la tenemos en el trabajo reahzado por Moreno (1996). 
Otro método capaz de desvelar gran cantidad de polimorfismo se basa en la 
detección de microsatélites o secuencias repetitivas simples (SSRs), que son secuencias 
cortas de 1 a 10 pares de bases repetidas en tándem en número variable, que 
normalmente están dispersas en abundancia por todo el genoma, pero que su principal 
característica para este tipo de estudio es que son altamente polimórficas debido a la 
gran variabilidad en cuanto a la repetición en tándem. La detección de estos 
21 
polimorfismos empleando la técnica de la PCR se suele realizar mediante el método 
STMS (sequence-tagged microsattelite site), que requiere conocer previamente las 
secuencias que ñanquean el microsatélite a estudiar. Thomas y Scott (1993) hacen el 
primer estudio en vid aplicando esta técnica. 
Los AFLPs también son una nueva y útil herramienta de trabajo en el estudio de 
la variabilidad. En ellos se somete primero al ADN a im tratamiento con al menos ima 
enzima de restricción y posteriormente, a ima modificación de los extremos de los 
fi-agmentos de restricción mediante la aplicación de pequeños oügonucleotidos de 
secuencia conocida (adaptadores). La amplificación se realiza utilizando cebadores que 
constan de dos partes, una secuencia complementaria al adaptador y que contiene 
completa la diana de restricción, y una secuencia selectiva que tiene por objeto que sólo 
amplifique una fracción del conjunto de fragmentos de restricción generados. Cervera 
et al. (1998) han desarrollado esta técnica en el estudio varietal de vid con éxito. 
Además de las técnicas reseñadas basadas en la PCR, existen otras también 
aplicadas en estudios de variabiüdad. La más utilizada hasta hace pocos años denfro de 
los llamados marcadores de ADN, eran los RFLPs (restriction fragment length 
polymorphisms). Estos consisten en el empleo de fragmentos de ADN marcados 
radioactivamente, que hibridan con el genoma, sobre el que se aplican enzimas de 
restricción para que realicen la digestión del mismo. El primer estudio aplicando este 
método en caracterización de vid es de Striem et al. (1990). 
1.7.3.-Aminoácidos 
En general, el estudio de estas sustancias nitrogenadas presenta un gran interés 
debido a la influencia que tienen sobre el desarrollo de la materia viva; en nuestro caso, 
sobre el mosto en fermentación y el propio vino. 
El nitrógeno constituye jimto con el carbono, hidrógenoy oxígeno el 95% de los 
componentes de las plantas. En el caso de la uva representa del 0,5 al 1% del peso total 
de la baya, distribuido de la siguiente manera: 24% en el hollejo, 24% en la pulpa y 
22 
52% en las pepitas. Para la síntesis de las sustancias nitrogenadas, que se realiza 
esencialmente durante el período de maduración, la vid aprovecha las diferentes formas 
en que el nitrógeno es absorbido del suelo por su sistema radicular y los glúcidos 
elaborados por su mecanismo fotosintético (Valdés, 1998). 
En los años 30 se detectaron por primera vez aminoácidos en los mostos (Rapp 
y Versini, 1991). Desde entonces, se han realizado muchos estudios sobre la 
composición amínica de bayas y mostos (Castor, 1953; Lafon-Lafourcade y 
Guimberteau, 1962; Kliewer, 1968, 1970; Polo y Llaguno, 1974; Rapp, 1990; Huang y 
Ough, 1991; Spayd y Anderssen-Bagge, 1996). Las primeras investigaciones aportaron 
una información muy útil, pero se vieron limitadas por la instrumentación disponible, o 
por el reducido número de muestras que se podían analizar. Posteriormente, la 
cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) resolvió estos problemas permitiendo 
realizar trabajos mucho más amphos y precisos (Huang y Ough, 1991). 
Los aminoácidos son ima fuente de energía para las levaduras que realizan la 
fermentación alcohólica y para las bacterias que desarrollan la fermentación 
maloláctica (Huang y Ough, 1989), contribuyen a la formación de algunos compuestos 
precursores de aromas y sabor (Rapp y Versini, 1991), y algunos de ellos en 
determinadas condiciones pueden intervenir en el proceso de formación de algunos 
compuestos indeseables, como el etil carbamato, que se trata de una sustancia 
presuntamente cancerígena (Ough, 1991). 
Debido a la gran importancia que tienen los compuestos nitrogenados en el 
desarrollo de una adecuada fermentación y en la obtención de un vino de calidad son 
numerosos los estudios existentes como han recopilado Henschke y Jiranek (1992). 
Cáceres et al. (1987) exphcan la importancia del conocimiento previo de la fracción 
nitrogenada en un mosto, y Regodón (1997) y Valdés (1998) la estudian en mostos de 
variedades cultivadas en Extremadura. Ough et al. (1990) para poder evaluar las 
aptitudes de un mosto para su posterior fermentación, definen el término "nitrógeno 
asimilable" en un mosto, como la suma total de aminoácidos menos la prolina, 
expresado en mgN/1. 
23 
Hoy día se sabe que la composición amínica de los mostos está influida por 
diversos factores: la variedad (IQiewer, 1969 y 1970; Huang y Ough, 1991; Shiraishi, 
1996), el patrón (Ough y Tabacman, 1979; Huang y Ough, 1989), las condiciones 
climáticas (Flanzy y Poux, 1965), la fertilización nitrogenada (Kliewer y Cook, 1974; 
Khewer, 1977; Bell et al , 1979; Ough y Bell, 1980; Bertrand et al., 1991; Spayd et al , 
1994), el grado de maduración de la baya (Lafon-Lafourcade y Guimberteau, 1962; 
Nassar y Kliewer, 1966; Kliewer, 1968; Kluba et al, 1978) y la infección en la baya 
porBotrytis cinérea (Sponliolz, 1991). 
En lo que respecta a la influencia varietal, Kliewer (1970) realiza una 
clasificación de varios cultivares de Vitis vinifera atendiendo al aminoácido 
predominante (proHna, arginina y a-alanina) en el mosto anaHzado. Posteriormente, 
Huang y Ough (1991) concluyen que especialmente los niveles de los aminoácidos 
predominantes varían entre las variedades, y emplean el ratio prolina:arginina como 
índice para compararlas, ya que la variación de dicho cociente refleja las diferencias 
genéticas que hay entre ellas. Sin embargo, Spayd y Anderssen-Bagge (1996) estudian 
durante cinco años la composición amínica de varios cultivares y observan grandes 
variaciones en las concentraciones de arginina, y en el ratio prolina:arginina que no les 
permite establecer agrupaciones entre los cultivares estudiados. Shiraishi (1996) 
considerando los aminoácidos básicos establece una clasificación en los cultivares 
estudiados atendiendo a las concentraciones de los aminoácidos predominantes: 
glutámico (Glu), arginina (Arg), alanina (Ala), Arg + Ala y Ala + Arg. Además 
determina como descriptor bioquímico al ratio y constituido por diez aminoácidos (y = 
[treonina + serina + alanina] / [aspártico + glutámico] + [valina + métionina + 
isoleucina + leucina + arginina], y concluye que sus variaciones están causadas por las 
diferencias genéticas existentes entre las variedades. 
Flanzy y Poux (1965) estudiaron el contenido amínico de un mosto, que 
procedía de la misma cepa y de la misma parcela, durante dos años consecutivos. Y 
observaron que en el año más caluroso el contenido amínico era mayor, mientras que 
en el más fi-esco se incrementa la concentración de cada aminoácido, excepto para la 
prolina y la treonina, que eran los que provocaban la disminución del contenido 
24 
amínico total. Por tanto, concluyeron que las condiciones climáticas influían en la 
concentración de los aminoácidos presentes en un mosto. 
Como ya se ha indicado, la composición amínica también se ha estudiado desde 
el punto de vista de la fertilización nitrogenada. Muchos investigadores han anahzado 
el efecto que tiene la aportación de nitrógeno en la composición del mosto, y han 
observado que se produce un incremento en las concentraciones de varios compuestos 
nitrogenados (Kliewer y Cook, 1971, 1974; Ough y Bell, 1980; Bertrand et al , 1991). 
IGiewer (1971) y Bell et al. (1979) comprobaron que incrementando la tasa de 
fertilización nitrogenada aumentaba la concentración de amoniaco, arginina, prolina y 
nitrógeno total en los mostos. Mientras otros aminoácidos como el ácido aspártico, 
ácido glutámico, cistina. Usina o metionina no presentaban un incremento lineal (Spayd 
et al., 1994). 
Ough y Bell (1980) estudiaron los efectos de la fertilización nitrogenada en el 
metabolismo de los aminoácidos considerando tres niveles de fertilización. En el 
primero de ellos (112 kg/ha) comprobaron un notable incremento en todos los 
aminoácidos anaKzados; en el siguiente (224 kg/ha) algunos aminoácidos (alanina, 
vaüna, leucina, isoleucina, ácido aspártico) presentaban unos contenidos próximos al 
anterior ensayo, e incluso el ácido glutámico llegaba a disminuir; en el último 
tratamiento (448 kg/ha) la leucina y la isoleucina mantenían sus concentraciones,, 
mientras que el resto de aminoácidos disminuían sus valores. 
Spayd et al. (1991) señalan la necesidad de considerar otros factores como la 
variedad, el clima, el suelo y la disponibilidad, de la planta para tomar nitrógeno del 
suelo, cuando se reaüzan estudios sobre la influencia de la fertilización nitrogenada en 
el contenido amínico de los mostos, puesto que se pueden llegar a conclusiones 
contradictorias debido a que no se han considerado estos factores. 
También el grado de maduración de la baya influye en la composición amínica 
de los mostos. Lafon-Lafourcade y Guimberteau (1962) y Khewer (1968) observaron 
como la concentración de la proüna y arginina evolucionaba a lo largo de la 
25 
maduración, la primera alcanzaba su mayor contenido en la madurez, mientras que la 
arginina tenía su máximo en el inicio de este proceso, y generalmente disminuía su 
contenido al final del mismo. Nassar y Kliewer (1966) investigaron la variación del 
contenido amínico, en la variedad Thompson Seedless, en cuatro momentos del ciclo 
vegetativo (baya herbácea, baya madurando, baya madura y baya sobremadura), 
comprobando que las concentraciones de asparagina, cistina, glicina y glutamina 
apenas variaban a lo largo de todo el proceso, mientras que el resto de aminoácidos 
incrementaban sus valores. Kluba et al. (1978) realizaron su estudio sobre variedades 
de Vitis labruscana observando que el ácido aspártico, la glicina, la histidina y la lisina 
no modificaban su comportamiento durante la maduración. 
1.8.- Caracterización agronómica: fenología 
A lo largo del desarrolloanual de la vid se producen una serie de cambios 
morfológicos que siguen un orden cronológico. Estos son: lloros, brotación, 
crecimiento, detención del crecimiento, agostamiento, caída de la hoja y parada 
invernal; y que constituyen el ciclo vegetativo. Paralelamente a este ciclo transcurre el 
ciclo productivo que consta de: floración, cuajado, período herbáceo de las bayas, 
envero, período de maduración y maduración. 
El conocimiento de los estados fenológicos es importante al tomar decisiones y 
programar el calendario de los tratamientos fitosanitarios y las prácticas culturales que 
se van a realizar. En las últimas décadas se han realizado diversas investigaciones con 
el objeto de predecir la brotación, floración y maduración. Un primer modelo fue 
presentado por Winkler y Williams (1939) con el que se determinaba el momento en 
que alcanzaba la madurez el fioito, basándose en la acumulación de unidades de calor o 
grados días. Modelos similares se desarrollaron posteriormente para su uso en 
viticultxira (Winkler, 1948; Van den Brink, 1974; Morris et al., 1980). 
La integral térmica (grados día) es un parámetro que permite conocer las 
condiciones térmicas de una región determinada, y ha sido ampliamente propuesto y 
empleado con diferentes resultados en el estudio del desarrollo de la vid (Becker, 1984; 
26 
Mclntyre et al, 1987; Jackson y Cherry, 1988; Jiménez y Sotes, 1995). 
La predicción del desborre ha sido desarrollada en el transcurso de estudios 
fisiológicos (Baldwin, 1966; Pouget, 1966; Pouget, 1967). 
Modelos basados en grados día también se han aplicado en la determinación de 
la fecha de la floración (Mclntyre et al , 1982; WiUiams, et a l , 1985). Otros autores 
(Caló et al, 1994; Besselat, et al, 1995) se han centrado en el efecto de la temperatura 
en el momento de la floración. 
Sin embargo, algunos investigadores apuntan la necesidad de incluir otras 
variables climáticas en los modelos desarrollados. Mclntyre et al. (1982) sugieren una 
combinación entre la temperatura y la radiación solar, señalando que podría ser un buen 
indicador del período transcurrido entre la floración y la maduración. Jackson y Cherry 
(1988) emplean el índice latitud-temperatura como criterio para poder predecir la 
capacidad de maduración del fruto en un área determinada. Due et al. (1993) apuntan 
como el desarrollo vegetativo de la planta y su influencia en el microclima de la misma 
pueden tener efectos negativos en los resultados de los modelos de floración y de 
maduración. 
La descripción de los distintos cambios morfológicos que se desarrollan en una 
planta también han sido objeto de estudio por diversos autores. Baggiohni (1952) 
establece 10 estados fenológicos en la viña designando a cada uno de ellos con letras, 
desde la A hasta la J, describiendo la primera de ellas la fase en que las yemas se 
encuentran en estado de reposo y la última el cuajado. Posteriormente, Eichhom y 
Lorenz (1977) proponen 22 estados fenológicos codificados por im sistema de dos 
cifiras (de 00 a 50). Lancashire et al. (1991) presentan un seguimiento fenológico para 
todos los cultivos basado en el empleo de tres cifiras (de 00 a 100) para determinar cada 
estado, que se denomina código BBCH. Posteriormente, Hack et al. (1992) publicaron 
definitivamente los estados de este nuevo sistema BBCH. 
Estos últimos sistemas abarcan hasta el final del ciclo vegetativo de la vid y 
27 
pueden tener varios códigos para definir uno de los estados definidos por Baggiolini 
(1952), pues con estos métodos se puede determinar el inicio, el final y la situación 
intermedia de cada estado fenológico. Así mismo, estos dos sistemas permiten un mejor 
tratamiento estadístico de los estados fenológicos observados al emplearse cifiras 
numéricas. 
Por último, Baillod y Baggiolini (1993) describen los estados: tamaño guisante 
(K), racimo cerrado (L), envero (M), maduración (N), agostamiento (O), caída de la 
hoja (P) completando el sistema de Baggiolini (1952). Estos ya eran utilizados en la 
práctica pero que no habían sido publicados. De esta manera, estos autores abarcaron 
todo el ciclo vegetativo de la planta mediante este método. 
El empleo de la fenología como complemento en la caracterización de 
variedades se ha desarrollado con éxito como lo demuestran varios autores. Mclntyre et 
al. (1982) plantean el problema de cómo definir y emplear los términos de precocidad, 
medio y tardío al describir los distintos estados fenológicos, y observan que la mayoría 
de las variedades estudiadas a lo largo de 8 años manifiestan la brotación y la floración 
en unas fechas que las sitúan en unas posiciones regulares dentro del total de una 
población estudiada, independientemente de las condiciones ambientales. Sin embargo, 
la maduración es menos predecible debido a las prácticas culturales que se realizan 
durante el cultivo. 
Bemard (1984) analizó en algunas variedades durante cuatro años el tiempo que 
requerían las yemas de una planta para alcanzar el 50% de las mismas la brotación, y en 
fimción de dicho período realizó una clasificación en cultivares con una duración de 
desborre corta, normal y larga; concluyendo que cada variedad tiene un 
comportamiento diferente. 
Caló et al. (1984) y Caló et al. (1998) reahzaron un estudio sobre los principales 
estados fenológicos de varias variedades, concluyendo que la brotación y la floración 
están claramente influidas por las condiciones ambientales. También determinaron los 
períodos comprendidos entre la brotación-floración, floración-envero, envero-
28 
maduración y brotación-maduración, encontrando que el período floración-envero está 
determinado fundamentalmente por el genotipo de la planta, mientras que en los 
períodos brotación-floración y envero-maduración el factor ambiental tiene una mayor 
influencia. 
Forlani et al. (1987) estudiaron el comportamiento fenológico (brotación, 
floración, envero y vendimia) de 17 variedades durante 8 años, observando diferentes 
fechas fenológicas entre los cultivares y distinta duración entre estados. También 
señalaron que la brotación y la maduración se producen en momentos diferentes para 
cada cultivar, permitiendo establecer una clasiñcación entre variedades precoces, 
medias y tardías. Por el contrario, la floración y el cuajado acontecen en un período de 
tiempo muy próximo para todas las variedades. 
Gioffré y Zappia (1989) emplearon las fechas de brotación, floración, envero, 
maduración y caída de la hoja, jimto con la ampelografía y algimos caracteres 
agronómicos, como las herramientas fundamentales para identificar el cultivar Greco di 
Blanco extensamente cultivado en Italia y con gran diversidad de biotipos. 
Boursiquot et al. (1995) determinaron la fecha de brotación y de maduración 
durante 40 años sobre 2.236 variedades de Vitis vinifera, y observaron que la brotación 
era más precoz en los cultivares procedentes de Alemania y Centroeuropa, mientras que 
los más tardíos correspondían al Sur de Italia, existiendo una diferencia de 39 días entre 
los primeros y los últimos. Sin embargo, en la maduración la dispersión observada 
entre los cultivares más tempranos y los más tardíos era de 10,4 semanas pudiendo ser 
explicada esta gran variación por la presión ejercida por el hombre con el fin de 
seleccionar variedades más precoces. 
Durante un proceso de selección clonal es de notable importancia también un 
conocimiento del comportamiento de los clones seleccionados. Caló et al. (1985) 
consideran el momento de la brotación, floración, envero y maduración como un 
elemento más de valor en la selección de clones del cultivar Garganega, hallando 
diferencias en las fechas de envero y maduración, factores que se deben considerar en 
29 
el manejo de los clones. 
Silvestroni et al. (1995 y 1996) estudiaron la variabilidad clonal en varios 
cultivares de Vitis vinifera empleando la ampelometría y la fenología;y hallaron 
diferencias intraclonales en algunas de las variedades analizadas no sólo en sus 
caracteres morfométricos, sino también en algunos de los estados fenológicos descritos 
(brotación, floración, envero y maduración), corroborándose los resultados obtenidos 
por ambos métodos. 
Muñoz (1995) observó, entre algunos clones de los cultivares sobre los que 
realizó un estudio fenológico, diferencias en la duración de los ciclos vegetativo y 
productivo, así como en las fechas de inicio de algunos estados fenológicos poniendo 
de manifiesto comportamientos diferentes bajo las mismas condiciones climáticas. 
1.9.- Variedades estudiadas 
1.9.1.- Pardina 
Sinonimias 
Jaén (Hidalgo, 1980), Parda (Hidalgo, 1980), Hoja Vuelta (Estatuto de la Viña, 
del Vino y de los Alcoholes, 1974; Lara y Serrano, comunicación personal), Cayetana 
Parda (Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes, 1970), Pardilla (Popular). 
Antecedentes 
La primera referencia histórica que se ha encontrado sobre el cultivo de esta 
variedad es en 1971, en la que Hidalgo y Candela la sitúan en la provincia de Badajoz, 
ocupando un 35% de la superficie provincial dedicada al viñedo. 
Posteriormente Hidalgo (1980) establece como sinonimias de Jaén, a Pardina y 
Parda, entre otras. 
30 
García de Lujan et al. (1990) cita entre las sinonimias de Jaén Blanco a Parda, 
realizando además ima descripción morfológica de este cultivar. 
Hidalgo (1991) apunta que Jaén, Parda, Pardilla y Hoja Vuelta son nombres 
diferentes que hacen alusión a una misma variedad. 
Marín y Morales (1993) describiendo las características de la variedad Parda 
escriben "Es la principal variedad cultivada en la provincia de Badajoz, proviene de una 
casta de la variedad Jaén". 
Lara y Serrano (comunicación personal) consideran como sinonimia de Pardina 
a Hoja Vuelta, y describen morfológicamente a esta variedad. 
El Reglamento de la Ley 25/1970 "Estatuto de la Viña, el Vino y los Alcoholes" 
para la Comimidad Autónoma de Extremadura incluye dentro de las variedades 
recomendadas a Pardina, considerando como sinonimias de ésta a Hoja Vuelta y 
Cayetana Parda. 
Por último, señalar que en la comarca de Tierra de Barros (Badajoz) se utilizan 
indistintamente los nombres de Parda y Pardina para designar a la misma variedad, 
jimto con Pardilla y Hoja Vuelta. 
. En el anejo 1, cuadro Al-1 se expone un resumen de las descripciones 
morfológicas que se han recogido para este cultivar, así como las sinonimias citadas 
por diversos autores. 
Situación del cultivo 
Según los datos del Registro vitícola de la provincia de Badajoz (1995) es la 
principal variedad cultivada en la provincia de Badajoz, ocupando un 58,21% de la 
superficie vitícola. Sin embargo, en la provincia de Cáceres según el Catastro vitícola y 
vinícola (1980) no se desarrolla su cultivo. 
31 
Su mayor concentración de superficie se encuentra en la comarca de Tierra de 
Barros (Badajoz). En los últimos años ha sido la variedad más utilizada para injertar 
nuevas plantaciones. Su destino es la vinificación. 
1.9.2.- Blanca Cayetana 
Sinonimias 
Cayetana (Marcilla, 1954; Hidalgo y Galet, 1988; Hidalgo, 1991; Marín y 
Morales, 1993; Lara y Serrano, comunicación personal), Caetana Blanca (Lara y 
Serrano, comunicación personal). Cayetana Blanca (Hidalgo y Candela, 1971; Hidalgo, 
1980, 1991; Hidalgo y Galet, 1988; Borrego, 1990; Marín y Morales, 1993; Lara y 
Serrano, comunicación personal), Jaén (García de los Salmones, 1935; Marcilla, 1954; 
Marín y Morales, 1993), Parda (Marín y Morales, 1993). 
Antecedentes 
García de los Salmones (1914) sitúa en la provincia de Badajoz el cultivo de la 
variedad Cayetano. Posteriormente, en 1915 de nuevo ubica a Cayetana Blanca en la 
región de Extremadura. En un ciclo de conferencias que sucedieron en 1934, García de 
los Salmones citó entre las principales cepas de Badajoz y Cáceres a Blanca Cayetana 
y añadió "Y es que ese blanco manchego tiene por origen la clase de viña Airen. Es la 
Blanca Cayetana (que no es sino Jaén) la del vino extremeño de esta zona". 
Marcilla (1954) escribe "La cepa blanca predominante en las zonas más 
vitícolas de Badajoz, con el término de Almendralejo a la cabeza, es probablemente una 
casta de Jaén, llamada en el país Cayetana o Blanca Cayetana, muy productiva y que da 
vinos de pasto, muy fi-ancos de gusto". 
Hidalgo y Candela (1971) sitúan el cultivo de Cayetana Blanca en la provincia 
de Badajoz y establecen como sinonimia de ella a Blanca Cayetana. 
32 
Hidalgo et al. (1976) presentan en el "Catastro vitícola y vinícola" una breve 
descripción de esta variedad. 
Hidalgo (1980) establece como sinonimia de este cultivar a Cayetana Blanca. 
Este mismo autor en 1991 añade a la lista de sinonimias el nombre de Cayetana, al 
igual que Hidalgo y Galet (1988). 
Borrego (1990) realiza xma descripción morfológica de esta variedad y establece 
como sinonimia de la misma a Cayetana Blanca. 
Marín y Morales (1993) señalando las características del cultivar Parda escriben 
"y se confunde bastante con otra variedad cultivada en la comarca de Tierra de Barros, 
la Cayetana Blanca, lo que hace pensar si no son clones diferentes de la misma 
variedad". También citan varias sinonimias de este cultivar y lo describen 
morfológicamente. 
Lara y Serrano (comunicación personal) establecen como sinonimias Blanca 
Cayetana, Caetana Blanca y Cayetana, además de realizar una descripción morfológica. 
El Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes 25/1970, incluye a Cayetana 
Blanca como variedad recomendada en la Comunidad Autónoma de Extremadura. 
En el anejo 1, cuadro Al-2 se han recopilado diversas descripciones.realizadas 
por varios ampelógrafos, junto a ellas se indican las sinonimias citadas a lo largo del 
tiempo. 
Situación del cultivo 
Su cultivo está muy extendido por la comarca de Tierra de Barros (Badajoz). 
Ocupa un 8,27% de la superficie vitícola en la provincia de Badajoz, según el Registro 
vitícola (1995). En la provincia de Cáceres es una variedad totalmente secundaria con 
un 1,3% de la superficie vitícola total, según el Catastro vitícola y vinícola (1980) de 
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Cáceres. Su producción se destina a la obtención de vino. 
Hidalgo (1993) al establecer las variedades de vinificación más cultivadas en 
España, sitúa a Blanca Cayetana en el décimo lugar con un 1,68% de superficie. 
1.9.3.- Jaén 
Sinonimias 
Amor Blanco (Viala y Vermorel, 1905; Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan et 
al, 1990), Aujubi (Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan et ai, 1990), Baladí (Hidalgo y 
Galet, 1988; García Lujan et al., 1990; Hidalgo, 1991), Baladí-Verdejo (Hidalgo y 
Galet, 1988; García de Lujan et al., 1990; Hidalgo, 1991), Belledy (Hidalgo y Galet, 
1988; García de Lujan et al., 1990), Blanca Cayetana (García de los Salmones, 1935; 
Marcilla, 1954, Marín y Morales, 1993), Cagazal (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990; 
García de Lujan et a l , 1990), Calagraño (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990; García 
de Lujan et al , 1990), Cirial (Hidalgo, 1980, 1991; Borrego, 1990), Chaselo 
(Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991), Chávelo (Viala y Vermorel, 
1905), Cheres (Hidalgo, 1980, 1991), Doradillo (Viala y Vermorel, 1905; Hidalgo, 
1980, 1991; García Lujan et al. 1990), Fartagoso (Hidalgo, 1980, 1991), Fartagosos 
(García de Lujan et a l , 1990), Garrida (Viala y Vermorel, 1905; Fernández de 
Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980; García de Lujan et al, 1990), Garrido (Hidalgo, 1991), 
Garriga (Hidalgo, 1980, 1991), Garrilla (Roxas Clemente, 1807; Abela, 1885; Viala y 
Vermorel, 1905; Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991; García de Lujan 
et al., 1990), Garrillo (Hidalgo, 1980, 1991), Hoja Vuelta (Hidalgo, 1991), Jaén Blanco 
(Roxas Clemente, 1807; Abela, 1885; Víala "y Vermorel, 1905; Comenge, 1942; 
Fernández de Bobadilla, 1956; Hidalgo, 1980, 1991; Hidalgo y Galet, 1988; García de 
Lujan et al, 1990),

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