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de futura incontinencia pélvica. El ejercicio aeróbico en mujeres lactantes ha mostrado mejorar la salud cardiovascular materna, sin afectar la producción de leche, su composición o el crecimiento del infante (11, 12). Ahora bien, no hay un tiempo ideal después del parto para reiniciar la actividad sexual. Varios estudios muestran que aproximadamente el 70 % de las mujeres reinician las relaciones sexuales dentro de las 8 semanas siguientes al parto (promedio 5 semanas) dependiendo del dolor perineal, sangrado genital y fatiga. Se le debe advertir a la madre que, si va a lactar, se presentará un periodo de hipoestrogenismo que causa resequedad y atrofia vaginal, con la consecuente disminución de la lubricación vaginal que resulta en dispareunia (3). Complicaciones en el posparto Las principales complicaciones relacionadas con el parto son: cefalea, trauma del canal de parto, retención de restos, trastornos de la coagulación, inversión uterina, infección, entre otros. Cefalea Su evaluación clínica se basa en las características de la cefalea, antecedentes personales y las causas de esta relacionadas con el embarazo, y la preeclampsia severa siempre debe excluirse en mujeres con menos de 12 semanas postparto. El puerperio es un periodo caracterizado por cambios hormonales, falta de sueño, ingesta irregular de alimentos, estrés psicológico y fatiga; además, muchas mujeres han recibido anestesia neuroaxial para el trabajo de parto o se les han administrado medicamentos vasoactivos (13-15). Se deben tener en cuenta distintas causas como la preeclampsia en mujeres con hipertensión arterial, indagar sobre cefalea postural relacionada con el uso de anestesia neuroaxial, que se desarrolla dentro de las 48 horas posteriores al parto, se caracteriza porque empeora al levantar la cabeza de la cama y mejora con el descanso en posición supina (16, 17). La cefalea de tipo tensional es el diagnóstico más probable y la migraña con o sin aura es común en mujeres con antecedentes de esta misma. La cefalea en racimo es rara (13, 14). https://booksmedicos.org Signos de alarma Siempre se deben evaluar, debido a que su presencia se relaciona con la probabilidad de un trastorno subyacente grave relacionado o no con el puerperio; por ejemplo, la trombosis venosa cerebral y el accidente cerebrovascular son más comunes en mujeres en posparto, y los signos de alarma son (14): Dolor de cabeza con estado mental alterado, convulsiones, edema de papila, cambios en la visión, rigidez en el cuello o signos/síntomas neurológicos focales. Inicio repentino de dolor de cabeza severo («el peor dolor de cabeza de mi vida»). Nuevo inicio de dolor de cabeza tipo migraña. Dolor de cabeza en mujeres inmunodeprimidas. Cambio en las características del dolor de cabeza (por ejemplo, dolor, patrón, gravedad) de los dolores de cabeza habituales. Dolor de cabeza asociado a fiebre, traumatismo craneal, uso de drogas ilícitas o exposición tóxica, tos, esfuerzo, actividad sexual o maniobra de Valsalva. Dolor de cabeza de nuevo inicio, que despierta a la mujer del sueño. Dolor de cabeza que no se alivia con los medicamentos indicados. Tratamiento A las mujeres en puerperio que no amamantan se les da la misma medicación que a una mujer no lactante, mientras que, en las mujeres que amamantan, deben evitarse los medicamentos que se transfieren a la leche materna (por ejemplo, en el lactante, la ergotamina puede causar vómitos, diarrea, debilidad y presión arterial inestable, y la codeína puede causar problemas respiratorios potencialmente mortales) (17, 18). Trauma del canal de parto Se debe tener en cuenta, en casos de hemorragia posparto con útero bien involucionado y tono adecuado, y presencia de sangrado rojo rutilante con https://booksmedicos.org evidencia en el canal de parto, de laceraciones o hematomas, que el trauma del canal de parto es responsable de un 7 % de la hemorragia posparto (2). Según su localización, los hematomas se dividen en 2 tipos: los de vagina, vulva y periné, que se localizan por debajo del músculo elevador del ano; y los de parametrio y ligamento ancho, situados por encima del músculo elevador (2). Clínicamente, los hematomas localizados por debajo del músculo elevador del ano se presentan como una tumoración dolorosa de color rojo- azulado con dificultad para la micción o defecación. En los hematomas localizados por encima del músculo elevador del ano, se encuentra una tumefacción parauterina asociada a dolor, de carácter creciente en hipogastrio. Según la cuantía y rapidez de la pérdida hemática, puede aparecer un cuadro de anemia aguda y shock (4). Factores de riesgo Entre los factores de riesgo están: parto instrumentado, anomalías en la presentación, episiotomía, parto precipitado, parto obstruido, macrosomía fetal y embarazo múltiple (2). Tratamiento El tratamiento incluye un examen completo del canal de parto de arriba hacia abajo para verificar su integridad, incluyendo la cavidad uterina con el fin de descartar ruptura uterina. La mucosa vaginal, por su parte, debe ser reparada en su totalidad con puntos continuos cruzados con sutura absorbible, empezando desde el vértice, debido a la tendencia a retracción de los vasos sanguíneos en esta área; si el desgarro está muy cerca de la uretra, esta debe canalizarse para garantizar su integridad y facilitar la sutura (2, 3). Los hematomas vulvovaginales menores a 4 cm, que se mantienen estables, pueden tratarse mediante taponamiento vaginal, hielo local y observación; si son de mayor tamaño, se debe realizar una incisión, remover los coágulos, ligar el vaso sangrante y suturar la herida. Puede ser necesaria la transfusión sanguínea, la profilaxis antibiótica, el empaquetamiento vaginal por 24 horas y la evacuación urinaria, debido a la retención urinaria mecánica o refleja de la orina (3, 4). https://booksmedicos.org El hematoma voluminoso localizado por encima del músculo elevador del ano requiere laparotomía y se debe localizar el vaso y realizar la ligadura. Puede producirse la retracción del vaso, en cuyo caso estaría indicada la ligadura de la arteria uterina, incluso de la ilíaca interna (3, 4). Si hay signos de infección, la herida por episiotomía debe drenarse. En caso de que ocurra esta situación, de manera leve, no se requieren antibióticos; si la infección es severa, sin involucrar tejidos profundos, se recomienda ampicilina 500 mg VO cada 6 horas más metronidazol 500 g VO cada 8 horas por 5 días; si hay compromiso de tejido muscular asociado o no a necrosis, se recomienda penicilina G 2 millones de unidades �� cada 6 horas, más gentamicina 5 mg/kg �� cada 24 horas, más metronidazol 500 mg �� cada 8 horas. Una vez que la gestante se encuentre sin fiebre por 48 horas, se escalona a ampicilina 500 mg cada 6 horas, por vía oral, más metronidazol 500 mg vía oral, cada 8 horas por 5 días (8). Retención de restos placentarios Cuando una parte de la placenta queda retenida, el útero no se contrae eficazmente y no se genera el mecanismo hemostático de compresión de los vasos miometriales. Debe sospecharse en casos de hemorragia posparto, en los cuales se encuentra atonía uterina y canal de parto íntegro (2, 8). Factores de riesgo Los factores de riesgo para retención de restos placentarios incluyen partos en los cuales se realizó extracción de la placenta mediante tracción del cordón umbilical; igualmente, en aquellas pacientes con antecedentes de curetaje, cesárea, miomectomía y multiparidad por el riesgo de acretismo placentario (2). Tratamiento Este incluye revisión manual de la cavidad uterina bajo anestesia adecuada. En algunos casos, si el sangrado persiste puede ser necesario practicar legrado de la cavidad uterina con cureta de mola, tener en mente la posibilidad de perforación uterina, la cual debe ser preverse si la paciente presenta sangrado excesivo o compromiso hemodinámico, caso en el que debe sospecharse acretismo placentario, cuyo tratamiento en la mayoría de los casos es la histerectomía abdominal —en casos aisladospuede ser https://booksmedicos.org suficiente curetaje y taponamiento de la cavidad uterina—. Si el sangrado persiste, debe evaluarse el estado de coagulabilidad de la paciente (1, 2, 8). Coagulopatía La coagulopatía debe sospecharse en pacientes que presentan sangrado persistente y en quienes se ha descartado la atonía uterina, trauma del canal de parto o retención de restos placentarios. Para confirmar el diagnóstico, se debe solicitar fibrinógeno, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, recuento de plaquetas, producto de degradación de fibrinógeno/fibrina y niveles plasmáticos de inhibidores de la coagulación como antitrombina ��� y proteína C. Inicialmente, los niveles de fibrinógeno disminuyen rápidamente, mientras que las plaquetas y las demás pruebas de coagulación permanecen normales. Niveles de fibrinógeno < 100 mg/dL confirman el diagnóstico (1, 2). Factores de riesgo Las coagulopatías pueden ser congénitas, habitualmente ya diagnosticadas con anterioridad al parto, y adquiridas, por diversos procesos como abruptio placentae, preeclampsia, feto muerto y sepsis, embolia de líquido amniótico, que pueden provocar una coagulación intravascular diseminada (���) (2, 3). Tratamiento El tratamiento incluye administración de productos sanguíneos, plasma y crioprecipitados. Se recomienda plasma fresco o crioprecipitados en casos de niveles de fibrinógeno menor que 100 mg/dL. Como tratamiento de rescate en pacientes con hemorragia severa cuando han fracasado las medidas convencionales, puede utilizarse el factor ��� recombinante, que actúa formando complejos con el factor tisular y favoreciendo la hemostasia en los lugares de lesión vascular mediante la generación de grandes cantidades de trombina; además, activa las plaquetas y estimula la formación de tapones de fibrina (4). Inversión uterina https://booksmedicos.org El diagnóstico de inversión uterina se sospecha cuando en el examen abdominal no se palpa el fondo del útero y se confirma por inspección vaginal. De acuerdo al grado de prolapso la inversión uterina se clasifica en (2): Grado �: salida del fondo del útero hasta el borde del orificio cervical externo. Grado ��: el fondo del útero sobrepasa el cérvix, pero permanece en canal vaginal. Grado ���: el fondo del útero sobrepasa el canal vaginal. Grado ��: el útero y la vagina salen de la vulva. Factores de riesgo Los factores de riesgo para inversión uterina incluyen macrosomía fetal, inserción de la placenta en el fondo uterino, uso de oxitocina, anomalías uterinas y placenta ácreta. El 15 % ocurre espontáneamente en primigestantes (2). Tratamiento El tratamiento óptimo depende del reconocimiento precoz, la reubicación manual del fondo del útero y la reposición del volumen plasmático. Debe empujarse el útero a través del cérvix, hacia el ombligo a su posición anatómica normal y, si la placenta aún está adherida, debe extraerse manualmente después de la corrección. Si no es posible reubicar manualmente el útero, se debe intentar nuevamente con la ayuda de agentes relajantes como la terbutalina, el sulfato de magnesio, el halotano o anestesia general. Si con estas maniobras no se logra reducir la inversión uterina, se realiza la corrección combinada abdomino-vaginal por laparotomía, en la cual, mientras se intenta hacer la corrección manual vaginal, se sujeta el fondo uterino invertido con un tenáculo y se tracciona a través del anillo cervical. Se debe aplicar oxitocina 20 unidades en 500 ml de líquidos �� a 10 gotas minuto o 60 gotas minuto si se sospecha hemorragia, masaje uterino vigoroso y una dosis única de antibióticos profilácticos (ampicilina 2 g �� https://booksmedicos.org más metronidazol 500 mg �� o cefazolina 1 g �� más metronidazol 500 mg ��) (1, 2, 8). Hemorragia posparto tardía La hemorragia tardía en el puerperio se da como resultado de la subinvolución del lecho placentario por obliteración incompleta de los vasos en el sitio de implantación de la placenta, pero también puede ser causada por una porción de placenta retenida que ha sufrido necrosis y depósitos de fibrina llamados pólipo placentario. Usualmente, las pacientes con esta patología presentan loquios rojos persistentes con episodios hemorrágicos en moderada cantidad entre las semanas 1 y 3 del puerperio. La hemorragia posparto tardía rara vez es causada por hematoma vulvar y menos común por enfermedad trofoblástica (2, 4). Tratamiento Inicialmente, se recomendaba legrado uterino como tratamiento de esta patología, pero se ha demostrado que el curetaje usualmente no remueve tejido placentario y, por el contrario, traumatiza más el lecho placentario intensificando el sangrado. Actualmente, se recomienda que el manejo debe estar orientado a controlar el sangrado usando oxitocina intravenosa, metilergonovina o prostaglandinas; es necesario descartar endometritis y dejar el curetaje solo para aquellos casos de persistencia del sangrado. El uso de antibióticos como manejo inicial es controversial (1, 2). Sepsis Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna en el mundo. Las adaptaciones fisiológicas en el embarazo combinadas con las altas tasas de traumatismos e intervenciones quirúrgicas que se producen durante los períodos periparto hacen que este grupo poblacional tenga el riesgo de contraer infecciones que pueden pasar desapercibidas hasta que se presente un deterioro clínico importante (19). La alteración inicial de la hemodinamia puede atribuirse falsamente al dolor del parto o a la pérdida de sangre posterior a este. Los valores normales de laboratorio en pacientes obstétricos difieren de los pacientes no obstétricos y gran parte de lo que se establece y utiliza para definir la sepsis https://booksmedicos.org en la población general no se ha validado completamente en el embarazo y puerperio (20-22). Recientemente, los criterios clínicos para la sepsis y el shock séptico se actualizaron en las definiciones del Tercer Consenso Internacional de 2016; en él se establecen los criterios ���� y Q���� los cuales se pueden utilizar sin modificación en este grupo poblacional (23). Factores de riesgo Se consideran factores de riesgo los siguientes: Bacteriuria asintomática, la cual está presente en el 2-7 % de las mujeres embarazadas y en puerperio (22). Enfermedades de transmisión sexual (24). Embarazo temprano. Administración de profilaxis antibiótica para el parto por cesárea (24). Mayores de 35 años (25). Comorbilidades como la diabetes mellitus y la obesidad (22). Procedimientos invasivos o quirúrgicos (24). Tratamiento Para completar dentro de las 3 horas posteriores a la presentación se debe (24): Medir el nivel de lactato. Obtener hemocultivos antes de la administración de antibióticos. Administrar antibióticos de amplio espectro. Administrar 30 ml/kg de cristaloide durante las primeras 3 horas para hipotensión o lactato ≥4 mmol/l. Para completar dentro de las 6 horas posteriores a la presentación, se debe (24): Aplicar vasopresores (noradrenalina) para la hipotensión que no responde a la reanimación inicial con líquidos, con el fin de mantener una presión arterial media ≥65 mmHg. https://booksmedicos.org Realizar control de lactato sérico. Debe recordarse que casi toda la evidencia utilizada para desarrollar pautas de manejo para la sepsis se basa en ensayos aleatorios en los cuales el embarazo fue un criterio de exclusión. Hasta la fecha, no hay estudios de alta calidad sobre el manejo de la sepsis en la población obstétrica y en puerperio por los conflictos éticos para realizar investigación en gestantes. Así, el manejo de la sepsis se extrapola en gran medida a la población general (25). LACTANCIA MATERNA Es una forma de proporcionar un alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo sanos de los lactantes. Aunque es un acto natural, la lactancia materna también es un comportamiento aprendido y un reflejo de los valores de cada cultura. Como tal, la lactancia ha sufrido transformaciones a través del tiempo y ha tenido queadaptarse a cada periodo. El amamantamiento ha estado presente en la historia de los pueblos y ha sido un tema tratado por los libros sagrados, los filósofos, los científicos, los moralistas, las madres, etcétera. Este es el origen de muchos mitos y tabúes que todavía se conservan (26, 27). Tras la Segunda Guerra Mundial, coincidiendo con el desarrollo de los sucedáneos de la leche materna, la lactancia materna (��) fue abandonándose progresivamente y alcanzó en Estados Unidos, durante la década de los 70, cifras prácticamente indetectables. Esta moda se trasladó posteriormente a los países menos desarrollados, al denominado tercer mundo. Las clases económicamente más pudientes en primera instancia adaptaron la nueva moda alimenticia y las clases inferiores las imitaron. En los países más pobres y en las clases más deprimidas, como consecuencia del abandono indiscriminado de la ��, rápidamente aumentó la morbimortalidad infantil: los bebés enfermaban y fallecían masivamente a consecuencia fundamentalmente de procesos infecciosos y trastornos hidroelectrolíticos. Lo anterior despertó una alarma sanitaria encabezada por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (���) y, a finales https://booksmedicos.org Capítulo 37. Puerperio y lactancia materna Lactancia materna booksmedicos.org Botón1:
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