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Resumen El poder de la Oratoria

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Resumen: “El poder de la Oratoria”
Autor: Doctor Renny Yagosesky.
Reseña sobre el autor: Renny Yagosesky
Renny Yagosesky es una de las principales figuras motivacionales de Latinoamérica. Considerado uno de los más destacados líderes del Movimiento de la Autoayuda en Venezuela, y experto en la temática de Psicología aplicada, que cuenta con más de 20 años compartiendo por diversas vías sus mensajes de Desarrollo y Calidad de Vida.
Como referencia, es PHD en psicología cognitiva, Magister en ciencias de la conducta, mención orientación y Licenciado en comunicación social.
Es Escritor de 5 libros de Auto superación que se venden en España, México, Miami, Uruguay, Argentina, y Venezuela: “Autoestima en palabras sencillas”, El Mensaje de los Sabios”, “Reflexiones de Autoayuda”, “La Psicología del Éxito” y “El Poder de la Oratoria”. Es uno de los autores más leídos en Venezuela.
Es profesor de postgrado En El Centro De Investigaciones Psicológicas, Psiquiátricas Y Psicológicas De Venezuela (CIPPSV). Como instructor empresarial, dicta más de 20 talleres en las áreas de psicología, superación personal y desarrollo organizacional.
Es considerado un Orador Excepcional, que tiene la virtud de comunicar mensajes valiosos con profundidad y sencillez, sentido del humor y alto impacto emocional.
Es Conferencista Motivacional, con más de 1.000 conferencias de experiencia. Además de ello, es también asesor de imagen, especializado en liderazgo y comunicación oral. Asesora políticos, artistas y empresarios. 
Ha escrito más de 1.000 artículos sobre temas de auto superación, psicología, y gerencia. En Venezuela, escribe en varias publicaciones impresas, y es articulista de varias webs de Latinoamérica.
Es presidente de PICOTEC, organización empresarial dedicada a impartir Asesorías, Conferencias, y Cursos y Talleres de Superación Personal y Desarrollo Empresarial. 
Es locutor profesional, y autor y compositor de más de 400 canciones. Es creador del disco "canciones positivas", en el cual compone y canta temas motivacionales.
Es miembro de ALAMOC (Asociación Latinoamericana de Análisis y Modificación Del Comportamiento).
El poder de la Oratoria:
Capítulo I: La comunicación Humana. 
Renny Yagosesky, como experto en la materia, considera, por supuesto, definir en primer lugar la esencia de la oratoria, su principal origen, el cual reside en la comunicación humana, que define como:
“El proceso de relación, mediante el cual expresamos y compartimos nuestra visión de la realidad, con la intención, consciente o no, de influir en los pensamientos, actitudes y comportamientos de quienes nos rodean.”
También, habla en el primer capítulo de su obra, de la asertividad de la comunicación, definiéndola como:
“Una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.”
Además de ello, establece que para lograr la asertividad en la comunicación, es importante establecer la funcionalidad entre la comunicación intrapersonal, la cual, Yagosesky dice que se produce dentro de la misma persona, y tiene como finalidad analizar la importancia y pertinencia del mensaje a transmitir, para luego establecer una relación con los otros, mediante la Comunicación Interpersonal (entre personas).
Capítulo II: La Oratoria
La oratoria y sus características, son la base de esta obra. Como su propio título lo indica, Renny Yagosesky define a la misma como un poder, ese poder de la palabra que permite informar, entretener, convencer y persuadir, destacando que, mediante el lenguaje, se le ha otorgado nombre a las cosas y con el lenguaje se han tejido por siglos las relaciones de pareja, familia, trabajo y sociedad.  Específicamente, Yagosesky define en su obra a la oratoria como:
“La oratoria es una forma de comunicación interpersonal, a través del cual una persona (orador) se sirve de una serie de actitudes, así como de técnicas verbales y no verbales, para influir sobre un determinado grupo de personas (púbico), con la intención de que piensen, sientan y actúen de una manera previamente establecida.”
Al orador, por su parte, quien posee el poder de la palabra, quien posee el talento de expresar mensajes involucrando a su público con el mismo reuniendo una infinidad de habilidades personales y expresivas. En resumen, lo caracteriza como ese que crea la buena predisposición del público, haciendo posible que este perciba y se convenza del mensaje transmitido. Para lograrlo, el orador debe tener en cuenta desde la información que se quiere dar, la postura, la forma de hablar, la estructura del discurso mismo y lo más importante de todo “la relación con el público”.
Quienes desarrollan estas habilidades, no solamente se vuelven más influyentes, sino que ganan un tiempo de prestigio colocando en posición de atención. Algunos de los principales beneficios de la oratoria eficaz son:
· Confianza en uno mismo
· Oportunidades de liderazgo
· Prestigio y estatus 
· Oportunidades de relacionarse
· Dinero
Por su parte, como bases de la oratoria eficaz establece:
· Claridad: se refiere aquí, a disponer de un mapa de ideas definido en nuestra mente, antes de intentar expresarlas
· Sencillez: No utilizar un vocablo inadecuado para el público, usar términos y palabras sencillas, de fácil comprensión.
· Concisión: es la capacidad de expresar lo prioritario, valioso o esencial del tema a exponer. 
· Coherencia: es la capacidad de iniciar, continuar y culminar la exposición de un tema sin perder el sentido de la idea principal ni romper el hilo temático. 
· Fluidez: a facilidad con la que son emitidas las palabras y frases por parte del orador.
· Naturalidad: quiero reflejar una actitud basada en la autenticidad y no en la pose. El orador que actúa con naturalidad, es percibido como un comunicador relajado y seguro de sí mismo.
· Belleza expresiva: Se refiere a la forma de decir cosas de forma en que no puedan ser rechazadas. 
· Impacto: Capacidad del orador para ser recordado, para que sus palabras las sienta como propias cada miembro del público.
Capítulo III: La Imagen del Orador
Uno de los más importantes temas tocados en esta obra es acerca de la imagen que debe proyectar un orador, la cual, debe ser acorde según el acto en que haga presencia, según sea antes, durante o después. 
Antes: El orador debe poseer dominio del tema, y poseer a su disposición los recursos logísticos necesarios para desempeñarse.
Durante: El orador debe mantener una actitud positiva, receptiva y expositiva. 
Después: Debe estar abierto a cualquier duda, o consulta. 
La imagen del orador es una variable muy importante si consideramos que el público lo aprueba o lo rechaza dependiendo la forma como lo perciba. Todo orador debe considerar tres variables para su beneficio: la información sobre su persona o trayectoria, la apariencia externa y la actitud emocional.
En cuanto a la apariencia externa del orador, esta debe estar ligada al entorno donde efectuará su discurso, dotándole de la mayor formalidad posible según sea este. 
Su actitud emocional, por su parte, debe estar orientada al positivismo, a la buena disposición y al optimismo. 
Capítulo IV: Autodominio Emocional.
En este capítulo, Yagosesky se adentra en los aspectos emocionales necesarios para ser un excelente orador, tomando como principal el miedo escénico. 
Éste, lo define como: 
“Una forma de timidez que surge en presencia de grupos, o como consecuencia de pensamientos limitadores acerca de nuestra actuación frente a grupos. Es una reacción, una respuesta defensiva del organismo, caracterizada por distintas formas de alteración de la normalidad en el funcionamiento mental, emocional y motriz del individuo que lo padece”.
En relación a esto, define al miedo como:
“Un sentimiento de inquietud o una respuesta del organismo ante un riesgo o peligroreal o imaginario y que puede traer como consecuencia un desequilibrio emocional o físico”.
Al temor, en cambio, lo define como “un estado psicológico de incomodidad, que surge como consecuencia de pensamientos de preocupación. Es una reacción ante un peligro futuro”
Como causas del miedo escénico, Yagosesky ubica a la baja autoestima, traumas de vidas pasadas, configuración cerebral innata, patrones o arquetipos astrológicos, traumas de la infancia y adolescencia.
Como factores que pueden exacerbar el miedo escénico, Yagosesky sitúa:
· La novedad (enfrentarse a lo que no conocemos)
· La sorpresa (enfrentarse a algo que no esperábamos tener que enfrentar)
· La intensidad (el grado de importancia que el reto tenga para nosotros)
· El desconocimiento (el grado de ignorancia temática del orador.
· La inexperiencia (la falta de práctica y de vivencias en este aspecto.
Como efectos del miedo escénico, se desprenden características como el estrés, preocupación, tensión corporal, inhibición, ineficacia funcional, y otras alteraciones de orden fisiológico, cognitivo y conductual
Para vencer al miedo escénico hay varios métodos cuya efectividad es mayor cuando se usan combinadamente.
· Decidirlo (Cada acción que produce resultados deber ser elegida con fuerza y determinación)
· Prepararse (dominar temáticas)
· Confiar: (Confiar es creer que sí se puede)
· Relajarse (Es necesario aprender a usar la respiración)
· Practicar (La práctica aumenta las posibilidades de dominar cualquier habilidad)
· Modelar (En este contexto, modelar significa imitar. Es más fácil hablar correctamente en público si se siguen las pautas de quienes ya lo han logrado) 
· Afirmar (significa decretar verbalmente en forma positiva nuestra capacidad, como si ya se hubiese desarrollado).
· Visualizar (imaginarnos ya triunfando).
Capítulo V: La organización de las ideas
Se define como uno de los factores más importantes para poder establecer una oratoria eficaz: la organización de las ideas. 
Para Yagosesky, establece la relación de las ideas en un esquema mental, que permite identificar con prioridades ideas para ser expresadas. Esta organización dota de concisión y congruencia al discurso, facilitando el desempeño del orador. 
La organización de las ideas surge de la preparación, y del conocimiento del tipo de público donde se participará, a fin de que las ideas sean expuestas acordes al entorno. 
Esta organización de ideas permite identificar que recursos de apoyo expresivo serán utilizados, y que pueden ser: 
· La narración de situaciones, experiencias, anécdotas
· La descripción de hechos, personas, lugares.
· El diálogo, la interacción con el público.
· La opinión. La expresión sincera de ideas con respecto a un hecho o una situación específico, con la intención de que esta misma coincida con las opiniones de los presentes. 
El conocimiento de estas técnicas, dan origen a la capacidad de improvisación, que va de la mano con la naturalidad del discurso, donde no es necesaria una pauta escrita para continuar con el hilo temático que establece el orador.
Capítulo VI: La belleza expresiva.
La belleza expresiva se refiere a la estética, que va de la mano con la función del orador. 
La belleza expresiva según Yagosesky, se refiere a “se puede decir algo que la gente no desee oír, siempre que lo digamos de tal forma que no puedan rechazarlo”. Es decir, es esa capacidad de envolver con la expresión al público, volviendo las ideas expresadas irresistibles para el mismo. 
La belleza expresiva tiene como principal enunciado lo agradable en la expresión verbal y física, donde factores fisiológicos y psicológicos priman. 
En primer lugar, la respiración: utilizarla de forma adecuada, para darle cabida a la entonación y articulación de las palabras, además de ayudarnos a controlar los nervios y la ansiedad. Los tipos de respiración son:
· Pectoral (respiración que infla la caja torácica, el aire llena la parte alta de los pulmones).
· Abdominal (infla el abdomen, y el aire llena la parte media baja de los pulmones).
· Intercostal de diafragma (infla las costillas, el aire llena la parte media alta de los pulmones). 
Otro aspecto importante de la belleza expresiva tiene lugar en el uso y cuidado de la voz, donde entran en juego la altura del tono, timbre, que depende de la persona, intensidad y duración de la entonación, y la cantidad de aire, que es donde entra el uso de la respiración. 
En cuanto a las diferentes posibilidades de entonación, éstas, se convierten en sonoras, expresables, donde se crea un mayor impacto mediante la expresión de las palabras. 
Los tipos de entonación son:
· Cadentes : sonido final (desciende el tono)
· Anticadentes: sonido final (asciende el tono)
· Suspendida: terminación o frase neutra.
· Énfasis: acentuar, llamar la atención.
· Enfatizar: aumenta la fuerza, empuja la emisión del sonido.
La articulación de las palabras, es sumamente atractiva en quienes la saben ejecutar. Por ello, es otro aspecto principal para la belleza expresiva. Es un acto mecánico donde involucramos movimientos de labios, lengua, velo, maxilar inferior, paladar, mejillas. Este proceso le proporciona a las palabras mayor claridad y nitidez. La articulación correcta implica la utilización del aire en los pulmones, y relajar la zona de la cara y la garganta. 
La dicción, se refiere a la correcta pronunciación de las palabras, cualidad que todo buen orador debe poseer. Supone dejar de lado vicios de dicción, con la fonación y expresión de la voz, omisiones de letras en las palabras a pronunciar, la inclusión de sílabas en palabras que no corresponden, la sustitución de terminaciones según nuestro entendimiento, entre otras. 
Estas cualidades se combinan con el ritmo oral, que se refiere a la velocidad del habla y las pausas entre palabras. Esta debe adecuarse a la situación, y acoplarse con la inteligibilidad de lo que se dice. 
El lenguaje corporal es tal vez la parte más fundamental de la comunicación, porque se dice aún más con este que con el lenguaje fonético, es decir, que con lo que realmente se dice. 
Yagosesky determina a este factor como la complementariedad de gestos, posturas, movimientos y manejo de la distancia o proxemia para comunicar mensajes con significado. Esto quiere decir, que un movimiento de manos, un suspiro, una pausa, una proximidad, o un guiño, dicen más que una frase propia.
El manejo del idioma, el conocimiento de la forma correcta de decir las frases, el dejar de lado los vicios del lenguaje como el dequeísmo, el conocimiento de la buena ortografía y gramática no solamente influyen en la dicción y articulación de palabras, sino que permiten conocer en que contexto utilizar las palabras correctas.
Por otro lado, el conocimiento de la cultura general es otro factor muy importante. El estar al día con la realidad, y conocer aquellos aspectos que relacionan a los individuos son un elemento que coadyuva a la improvisación a la posibilidad de hacer lo más real posible al mensaje y de utilizarlo como recurso 
Saber utilizar estos elementos para comunicar mensajes adecuadamente, maximiza las capacidades y el talento natural que contiene el buen orador.
Capítulo 7: El discurso.
La oratoria se desempeña a través del discurso. Yagosesky lo define como: 
“Conjunto organizado y coherente de palabras y frases con las que una persona se dirige a otras, con la intención de informar, entretener, convencer o persuadir”.
La clasificación de Yagosesky para los discursos varían según la extensión, donde pueden ser breves (cuando tienen una duración hasta de 30 minutos), moderados (hasta 60 minutos de duración) y extensos (más de 90 minutos de duración).
Asimismo, los discursos según su objetivo, pueden ser informativos, cuando suministran datos para reducir la confusión o incertidumbre, humorístico, cuando su objetivo es entretener o divertir a los oyentes, persuasivos, cuando pretenden lograr que otros hagan lo que con el discurso se quiere que hagan. 
Según su estilo expresivo, los discursos pueden ser leídos, cuando son utilizadosen ambientes de extrema formalidad, memorizados, que puede ser equivalente a leerlo, pero desde la memoria, improvisados, cuando impera la naturalidad y mixtos, cuando siguen una pauta específica pero en su transcurso el orador improvisa simultáneamente. 
Preparación del discurso. 
En la oratoria, este es tal vez el tema más trascendental: la elección del tema. Sea escogido por el orador, o por los organizadores de un evento particular, el tema del discurso debe regirse por: 
· El nivel del público: en el aspecto social, económico y cultural. (por ejemplo, no es igual lo que le interesa a un millonario que a un obrero).
· Horario de presentación (no es factible hablar de trabajo un sábado por la mañana, o de tragedias un viernes en la noche). 
· El objetivo del discurso.
· La duración del discurso.
· Personalidad y rol del orador. 
Para el desarrollo efectivo del tema, en la etapa de recopilación de información, deben privar aspectos como la actualización o caducidad del tema, la confiabilidad de fuentes, el interés del público en la temática, etc. 
La transición entre el borrador del discurso y el discurso final está determinado por el orador, quien establece sus pautas iniciales con las cuales obtendrá el discurso final. La práctica del discurso es fundamental. Hasta la improvisación debe ser planificada o preparada. 
La presentación del discurso debe ser precisa, frontal, dándole la cara al público. Antes de salir ante el público, el orador debe tener claras sus ideas, revisar su apariencia y su actitud. La mejor forma de ingresar ante su público es con una sonrisa, un saludo claro y entusiasta, y movimientos dinámicos. 
Si la función es entretener, entonces es propio contar una anécdota interesante relacionada con el tema del discurso, o un buen chiste. Informar brevemente sobre el contenido del discurso (evitando repetir la referencia del presentador) y diciendo alguna frase célebre. 
El cuerpo del discurso, debe subdividirse en al menos cinco ideas de apoyo a la principal, desarrollando una a una, sistemáticamente, para que una conduzca a la otra. Es importante destacar que es mejor ejemplificar que simplemente explicar. Recurrir a las técnicas de apoyo expresivo descritas anteriormente es la mejor alternativa. Antes de culminar, es importante llevar el discurso a un clímax, ese punto donde ya, tanto el público como el orador estén altamente involucrados con el contenido del discurso.
El cierre o conclusión del discurso es la parte determinante del mismo, porque impulsa el cambio en su público. Depende del objetivo del mismo. Si es informativo, el cierre se usa para resumir. Si es persuasivo, impulsa acciones concretas. En sí, el cierre del discurso entonces implica un resumen del mismo, incitar a la gente a actuar, realizar un vaticinio positivo, contar una anécdota breve referente al cierre y despedirse con entusiasmo. Por otro lado, evitar dejar mensajes sin conclusión o recomenzar la trama con el mensaje, que implicaría despedirse varias veces. 
La argumentación de ideas se refiere al sustento con base de los elementos expuestos en el discurso. Por ello es importante valerse de fuentes confiables que nos permitan definir claramente las ideas expuestas. Coadyuva aún más, valerse de estadísticas, porque demuestra la aplicabilidad de las situaciones expuestas al resto de la gente. El mismo efecto tiene las ilustraciones y testimonios. Le dan validez a lo expuesto. 
La asimilación de estas ideas por su parte implica captar estas definiciones y validaciones, interpretar las mismas y aceptar y recordar las mismas, para posteriormente incorporarlas y hacerlas parte del discurso. 
Como el orador requiere de la lectura para poder efectuar su recopilación de información es importante no dejar de lado la lectura eficaz como requisito indispensable, puesto que de allí se obtiene el contenido del discurso. 
Existen dos tipos de factores a tomar en cuenta: los fisiológicos, que implican la capacidad de lectura como la salud visual, la iluminación, postura corporal, inclinación y distancia adecuada, etc. 
Los factores psicológicos son los que suelen influir más en la asimilación de las ideas. La motivación para leer, el propósito para la lectura, la atención requerida y el ritmo adecuado en función de los demás factores, son determinantes para captar, interpretar e incorporar las ideas necesarias para la elaboración de un buen discurso.
Capítulo VIII: La relación con el público.
El público es el verdadero protagonista en un discurso. El discurso se acopla a sus necesidades e intereses, por lo cual, es el orador el que se adapta a ellos. El orador tiene entonces la función de, en función de su público, lograr el objetivo de su discurso. 
El público, es el conjunto de personas que se reúnen en un determinado lugar, participan en una misma actividad con algún fin, y están estrechamente relacionadas entre sí por los intereses y afinidades que le son comunes, es necesario que el orador conozca cuales son esos intereses y pueda cubrir sus expectativas.
Con la intención de cubrir las expectativas del público, es necesario que el orador estudie las características predominantes o el perfil del público a quien va dirigido su discurso. Entre los aspectos que el orador debe conocer, se pueden mencionar los siguientes:
· La cantidad de personas a la que va dirigido el discurso, de esta manera poder seleccionar el espacio y los recursos más idóneos.
· La edad de los participantes, le permite inferir de cierta forma el grado de madurez mental y de alguna manera u otra llevar un mensaje de acuerdo a los intereses del grupo etario, no es lo mismo llevar un discurso a un grupo de adolescentes que aun grupo de personas de la tercera edad, sus expectativas suelen ser diferentes.
· El sexo predominante, a fin de considerar las diferencias en cuanto a intereses que existen entre los hombres y las mujeres, aunque el orador debe procurar cubrir con su mensaje las diversas necesidades de sus participantes, tanto del sexo femenino, como del sexo masculino.
· Nivel educativo o cultural, esto le permite al orador adaptar su lenguaje a la audiencia y de alguna manera procurar que todos puedan comprender el mensaje.
· Conocimiento previo del tema, le permitirá saber hasta qué punto puede profundizar en su discurso y cuáles son los aspectos que realmente serán necesarios abordar.
En función de esto, es importante destacar los tipos de público que Yagosesky establece en su obra: 
Por su especialización:
· Público culto o especializado: Es aquel que posee conocimiento específico y experiencia en el tema a tratar, por lo cual, el discurso debe sustentarse con bases lógicas y comprobables, además de lenguaje acorde.
· Público coloquial o popular: Es el público que no está especializado, por lo cual, se recomienda hablar en lenguaje sencillo e informal. Este tipo de público es más anecdótico, tiene experiencia en la vida cotidiana. 
Por su composición:
· Público homogéneo: se refiere a cuando guardan similitud entre sí en cuanto a intereses, edad y preparación.
· Público heterogéneo: Cuando presentan diferencias entre sus intereses, por lo cual, el discurso implica variedad. 
Por su ubicación:
· Público presencial: es el público que se encuentra presente o que asiste al recinto donde el orador realizará su discurso.
· Público distante: Es aquel que no se encuentra en el lugar, sino que accede al discurso a través de un recurso tecnológico.
Por su motivación: 
· Público interesado: lo constituyen las personas animadas, interesadas en aprender del discurso. 
· Público desinteresado: Estas personas no se encuentran interesadas por el mensaje planificado por el orador, y asisten por deber o compromiso. 
Un aspecto muy importante para la efectividad de un orador es determinar qué expectativas tiene el público, para saber como cubrirlas. De forma general, es posible decir que el público desea sentir como alguien cercano al orador, como alguien confiable. Así mismo, alguien original en sus ideas, y que se acople con los tiemposactuales y la evolución de la tecnología. 
Por otra parte, es normal que el público participe. Ante esto, el orador siempre debe mostrar buena disposición, e incluso incentivar al público a manifestar sus dudas y expresar sus ideas, evitando el orador mostrar nerviosismo o contrariedad.
	Con respecto a la participación del público, el orador debe estar preparado para tratar con participantes difíciles. Ante todo, debe primar la educación y paciencia, indicando, si un participante increpa al orador en pleno discurso, que espere la ronda de preguntas para participar. Si no hace caso a la indicación, debe pedir educadamente que se retire de la sala. De esperar a la ronda de preguntas, pero hacerlo en tono inadecuado, el orador debe mantenerse firme, pidiendo el tono adecuado para poder responder a la duda presentada. 
Por su parte, hay situaciones difíciles que se pueden presentar durante un discurso. Fallas técnicas, ruido, intrusos, etc. pueden ocasionar varias interrupciones. 
Ante estas situaciones, lo más importante es no ignorar el problema. Este debe ser atendido rápidamente, debido a que las causales de este tipo de fallas deben ser revisadas cuidadosamente antes, y en caso de que sean eventuales, debe tenerse un protocolo a seguir para darle una efectiva solución. 
Capítulo IX: El apoyo logístico.
Cuando Yagosesky habla de apoyo logístico, se refiere a las condiciones ambientales, técnicas y protocolares destinadas a dar apoyo a la presentación. 
Las condiciones ambientales y técnicas deben ser revisadas por un equipo específico antes de efectuarse la presentación, asegurándose que estas sean las adecuadas para llevar a cabo la presentación del discurso por parte del orador. 
En el caso de las condiciones ambientales, por ejemplo, si la presentación está pautada para efectuarse en zonas de tal vez mucho calor, el auditorio donde se presentará la conferencia debe contar con aire acondicionado o ventilación adecuada. Lo mismo aplica en condiciones de frío, zonas costeras, etc.
En el caso de recursos técnicos podemos hacer referencia al uso de micrófonos, y equipos de sonido que en un momento dado pueden presentar fallas o inconvenientes. Este tipo de episodios deben ser prevenidos al máximo, cuidando los artefactos en su mantenimiento.
 Como apoyos visuales, podemos destacar el uso de rota folios, proyectores, video beam, pantallas táctiles, etc. Todo aquello que pueda proporcionar una mejor difusión de la información y que involucre al público de la mejor forma posible, brindando una imagen de confiabilidad y profesionalismo. 
Capítulo X: La oratoria en los medios.
Es bien conocido que las habilidades de oratoria en los medios de comunicación son sinónimo de triunfo. Los medios de comunicación requieren talento humano con capacidad de expresar mensajes de forma masiva, que puedan llegar a un público enorme, persuadiéndolo, y entreteniéndolo. 
En función de esto entonces entendemos que la oratoria en los medios de comunicación cumple todos sus roles: persuadir, entretener e informar. Informar sobre la actualidad política, económica y social, entretener a través de música, telenovelas, series, entre otros y persuadir para accionar compra y venta de productos y servicios. 
En la radio, la oratoria tiene más esencia al ser los mensajes netamente orales, es decir, sólo puede oírse lo que se transmite. En la radio, el triunfo se asocia al timbre de la voz, siendo éstos bien peculiares. La dicción, la entonación y articulación de palabras priman sobre por ejemplo, la apariencia física. 
En la televisión sin embargo existe un peso adicional. No solamente es la articulación, entonación, dicción y timbre de las palabras, es lo visualmente agradable. No es solamente la palabra lo que vende, sino la imagen. Es por ello que en los medios de comunicación audiovisuales, la oratoria es aún más compleja, porque presenta todos sus elementos. La improvisación, el lenguaje corporal, la proxemia, etc. 
Sea como sea, si algo caracteriza a la oratoria en los medios de comunicación es que no es limitativa. Está para transmitir mensajes hacia una nación entera, e incluso, desde cualquier lugar con el actual avance de la tecnología. 
Capítulo XI: La Ética del Orador
La ética se le conoce como aquel sentido de actuar con rectitud según lo que se profesa, con reglas adecuadas según establecen los parámetros sociales y profesionales por los que nos regimos como sociedad. 
El orador, al cumplir el rol de guiar masas, motivar personas, transmitir mensajes que buscan un cambio en el ser humano, tiene como principal deber el ser ético. 
Su ética reside justamente en la congruencia de los mensajes que transmite con su forma de actuar. Esto quiere decir, ser coherente con su mensaje y la forma en la que vive. Un orador que motiva, que promueve el alta autoestima, que es una imagen de profesionalización, educación y éxito, no puede proyectarse como otra cosa diferente en lo que baja de un estrado. Al contrario, un orador con ética debe practicar su mensaje, ser el primero en creerlo, en seguirlo. 
Como ejemplo de ello, Yagosesky nos plantea el discurso de Martin Luther King en 1963, uno de los más trascendentales de la historia. Conocido como “I have a dream” Martin Luther King impulsó con el definitivamente a los movimientos sociales y defensores de los derechos humanos en Norteamérica, promoviendo la igualdad sin importar distinciones de raza, etnia, sexo, condición social, o económica. Martin Luther King es el ejemplo de la congruencia entre lo que se profesa, se dice y se practica, siendo su principal motivador, principal practicante y seguidor de su mensaje. 
Con esto comprendemos entonces, que la ética y la oratoria, como indica el propósito humano de ambas, van constantemente de la mano.
Conclusiones
A través de la obra de Yagosesky, hemos podido comprender entonces que la oratoria no es solamente una habilidad en la que muchos autores coinciden que es de nacimiento. 
La oratoria es un arte, un poder, que puede ser adquirido. Es el resultado de la preparación, esfuerzo y planificación. La oratoria permite influir en los demás aunando cosas positivas, orientando a las personas hacia un mensaje, pretendiendo accionarlas hacia él. 
La oratoria genera autoconfianza, nos da liderazgo, permite dirigir nuestra vida mediante lo más poderoso que tenemos, nuestra palabra. La oratoria es una capacidad que puede ser desarrollada por gente que supera sus miedos e inhibiciones, que puede a través de esa experiencia identificar las mismas en otras personas, y así, ayudarlos a superarse. 
Es por eso entonces que la oratoria, en su distinción humana cumple su misión ayudando, motivando y dirigiendo, y sus ejecutores, deben desempeñarla con ética y positivismo, a fin de que construyamos así, una sociedad mejor.