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TFG_INMACULADA_NIETO_NARANJO(1)

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID 
 
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA 
AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS 
 
GRADO EN INGENIERIA AGRÍCOLA 
 
DEPARTAMENTO DE PRODUCCIÓN AGRARIA 
Evaluación de indicadores agronómicos del cultivo de 
leguminosas y estimación de la huella hídrica del cultivo 
de garbanzo en España 
 
 
 
 
TRABAJO FIN DE GRADO 
 
Autor/a: Inmaculada Nieto Naranjo 
 
Tutor/a: José Soler Rovira 
 
 
Mayo de 2021 
 
 
 
RESUMEN 
El garbanzo es la principal leguminosa grano cultivada en el Mediterráneo y se encuentra 
dentro de las especies más conocidas y cultivadas de las leguminosas grano, junto con las 
lentejas, las judías secas, los guisantes secos, las habas secas, los altramuces dulces, las 
vezas y los yeros. Algunas de estas especies de leguminosas grano se cultivan en las zonas 
semiáridas españolas, tradicionalmente usadas como plantas barbecheras en nuestros 
secanos: es el caso de las vezas y los yeros de consumo animal. Paralelamente, se 
encuentran otras dos especies: lentejas y garbanzos, ambas de consumo preferentemente 
humano. El resto de las leguminosas grano, menos cultivadas, tuvieron una considerable 
importancia en nuestra agricultura de secano hasta mediados del siglo pasado, pero han 
ido casi desapareciendo con la mecanización del campo, aunque actualmente existe un 
interés creciente por su recuperación. 
El objetivo de este trabajo es analizar el comportamiento agronómico del cultivo de 
leguminosas en España y estimar la huella hídrica del garbanzo en las condiciones de 
cultivo de este país. Para ello se han estimado diversos indicadores agronómicos de los 
principales cultivos de leguminosas en España, entre los que se incluyen la productividad, 
el rendimiento potencial, la brecha del rendimiento medio respecto al potencial, la 
estabilidad del rendimiento (variabilidad) y la sostenibilidad del mismo (evolución 
respecto al tiempo), así como un indicador agregado que incluye valores normalizados de 
todos ellos. Además, se ha estimado la huella hídrica del cultivo de garbanzo en las 
principales provincias de España, calculando los tres componentes de la misma: agua 
verde, agua azul y agua gris. Finalmente, se ha estimado un indicador de presión sobre 
los recursos hídricos calculando la relación entre la huella hídrica estimada y la lluvia 
total anual en cada provincia. 
Aunque desde la última década del siglo pasado las superficies dedicadas a las 
leguminosas en España se han visto reducidas, el aumento de los rendimientos (por la 
introducción de nuevas tecnologías en el cultivo) ha hecho recuperarse en una tendencia 
creciente la producción de estos cultivos. 
Los cultivos de leguminosas en regadío muestran un mejor comportamiento agronómico 
ya que tienen mayor productividad y menor brecha de rendimiento respecto al 
rendimiento potencial, así como menos variabilidad de la producción, debido a que los 
cultivos en secano ven limitada su producción por la falta de agua. 
 
Se necesitan entre 2000 y 3000 L de agua para producir un kilogramo de garbanzos en 
secano en España. Este valor es similar al del cultivo en regadío en las provincias 
andaluzas, mientras que en las provincias castellanas este valor se duplica. Este valor se 
reduce por debajo de 3000 L/kg al acortar el ciclo de cultivo y al aumentar los 
rendimientos (por encima de 1000 kg/ha en secano o 1500 kg/ha en regadío). De este 
modo también se reduce la presión sobre la explotación de los recursos hídricos naturales. 
 
 
ÍNDICE 
1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 6 
1.1. Taxonomía y origen ............................................................................................. 6 
1.2. Cultivo de garbanzo en el mundo, Europa y España ............................................ 8 
1.2.1. Superficie ..................................................................................................... 8 
1.2.2. Producción ................................................................................................. 10 
1.2.3. Rendimiento ............................................................................................... 12 
1.2.4. España ........................................................................................................ 14 
1.2.5. Comercio mundial ...................................................................................... 19 
1.3. Características del garbanzo, composición y propiedades, usos y productos 
alimenticios .................................................................................................................. 20 
1.3.1. Características ............................................................................................ 20 
1.3.2. Composición y propiedades ....................................................................... 21 
1.3.3. Usos y productos alimenticios ................................................................... 24 
1.3.4. Nodulación y fijación de nitrógeno con Rhizobium .................................. 27 
1.4. Morfología y fisiología del garbanzo ................................................................. 28 
1.4.1. Principales variedades ................................................................................ 28 
1.4.2. Nuevas variedades: .................................................................................... 28 
1.4.3. Ciclo de vida .............................................................................................. 29 
1.4.4. Morfología de la planta .............................................................................. 31 
1.5. Aspectos agronómicos del cultivo del garbanzo ................................................ 38 
1.5.1. Condiciones agroclimáticas ....................................................................... 38 
1.5.2. Abonado ..................................................................................................... 39 
1.5.3. Siembra ...................................................................................................... 42 
1.5.4. Agua ........................................................................................................... 43 
1.5.5. Herbicidas .................................................................................................. 44 
1.5.6. Enfermedades y plagas .............................................................................. 45 
1.6. Huella hídrica ..................................................................................................... 48 
1.6.1. Agua virtual ............................................................................................... 50 
1.6.2. Situación de la Huella Hídrica de la agricultura en España ....................... 51 
2. OBJETIVOS ............................................................................................................. 52 
3. METODOLOGÍA .................................................................................................... 53 
3.1. Metodología sobre indicadores agronómicos del cultivo del garbanzo ............. 53 
3.2. Estimación de la Huella Hídrica del garbanzo ................................................... 57 
4. RESULTADOS ......................................................................................................... 63 
4.1. Indicadores agronómicos y productivos del cultivo de leguminosas en España 63 
4.1.1. La producción de leguminosas en España ................................................. 63 
4.1.2. Indicadores agronómicos del cultivo de leguminosas ................................ 81 
 
4.2. Huella hídrica del cultivo del garbanzo en España ............................................ 89 
5. CONCLUSIONES .................................................................................................... 97 
6. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................99 
 
 
 
1. INTRODUCCIÓN 
1.1. Taxonomía y origen 
El nombre científico del garbanzo es Cicer arietinum L., y pertenece a la familia de las 
Fabáceas (Papilionáceas en la botánica clásica, debido a que la mayoría de las 
inflorescencias tienen una forma que recuerda a la de una mariposa). Actualmente, se 
habla de una tribu (Cicéreas) para las especies del género Cicer, cuyas características son 
las siguientes: 
− Suelen ser plantas anuales o perennes. 
− Plantas herbáceas o subarbustivas. 
− Plantas pelosas, con glándulas excretoras. 
− Corola blanca o violeta. 
Existen más de 40 especies y Cicer reticulatum es probablemente el antecesor del 
garbanzo. 
Botánicamente, pertenece a la tribu Cicerae, agrupando el género Cicer a nueve especies 
anuales herbáceas y 34 perennes semiarbustivas. Estas especies están distribuidas en 
cuatro secciones: Cicer, Chamaecicer, Polycicer y Acanthocicer. Sólo las especies de la 
primera son anuales, como el garbanzo (Cicer arietinum L.,). Las leguminosas pertenecen 
a la subfamilia Papilionoideae o Faboideae, la mayor en especies de la familia 
Papilionáceas. 
No hay unanimidad a la hora de señalar el origen del garbanzo: unos lo sitúan en la cuenca 
mediterránea y otros en Asia occidental (Suroeste de Turquía). En cualquier caso, se 
remonta a tiempos prehistóricos, ya que se han encontrado indicios de su presencia en 
excavaciones preneolíticas en Sicilia y hallazgos arqueológicos encontrados en Hacillar, 
Turquía, que datan aproximadamente de 5.450 a.C. Además, se tiene constancia de que 
era bien conocido en el antiguo Egipto, Babilonia, Persia y la India, donde todavía 
es utilizado por la medicina ayurvédica para combatir enfermedades de la piel, y en 
yacimientos datados en la Edad de Bronce en Jericó (3.200 a.C.), ya aparece el garbanzo 
como cultivo. 
Se extendió muy pronto hacia Europa (especialmente por la región mediterránea) y más 
tarde a África (fundamentalmente Etiopía), América (especialmente México, Argentina 
y Chile) y Australia. Se ha comprobado la existencia de 40 especies de garbanzos 
 
extendiéndose desde Oriente Medio, Turquía, Israel y Asia Central. 
La participación de las legumbres en la dieta alimenticia ha sido históricamente un rasgo 
común de muchos países que se recuestan sobre el Mediterráneo o que están próximos a 
éste, incluyendo no sólo los europeos sino también los del norte de África (Egipto 
particularmente) y los de medio oriente (Líbano, Jordania, Irak). 
El garbanzo era un alimento habitual para los griegos, romanos y cartagineses, quienes lo 
introdujeron en España. 
En base a caracteres morfológicos se distinguen tres grupos: 
• Garbanzos desi: se denomina así a los garbanzos con una capa gruesa y de color. 
Los tonos más comunes de las semillas incluyen varias combinaciones de marrón, 
amarillo, verde y negro. Las semillas son generalmente pequeñas y angulares con 
una superficie rugosa. Las flores suelen ser rosadas y las plantas muestran varios 
grados de pigmentación por antocianinas (que tienen poder antioxidante y protege 
de la degeneración celular), aunque algunos tipos de desi tienen flores blancas y no 
tienen pigmentación en el tallo. Este tipo representa el 80-85% del área de 
garbanzos. 
 
Figura 1 Garbanzos tipo desi de diferentes colores. Fuente: piqsels.com (2020). 
• Garbanzo kabuli: se caracterizan por su color blanco o beige, tener una forma 
redonda, una superficie lisa, flores blancas y falta de pigmentación por antocianina 
en el tallo. En comparación con los tipos desi, los tipos kabuli tienen niveles más 
altos de sacarosa y niveles más bajos de fibra. El tipo kabuli generalmente tiene 
semillas de gran tamaño y reciben un precio de mercado más alto que los tipos desi. 
El sobreprecio en kabuli generalmente aumentan a medida que aumenta el tamaño 
de la semilla. Es el más evolucionado. Todas las variedades y ecotipos españoles 
pertenecen a este grupo. 
 
 
Figura 2 Garbanzo desi. Fuente: piqsels.com (2020). 
• Garbanzos gulabi o intermedio: de características intermedias a los otros dos grupos. 
1.2. Cultivo de garbanzo en el mundo, Europa y España 
El descenso en las superficies cultivadas de las leguminosas, especialmente de las 
destinadas a grano, durante las últimas décadas ha llevado a estos cultivos a una situación 
preocupante respecto a su futuro. Desde 2008 este descenso continuado parece haberse 
frenado, aun así, la superficie total de cultivo en 2011 según la Encuesta sobre Superficies 
del MARM alcanzó la cifra de 403.698 ha para el conjunto de leguminosas grano, con los 
guisantes secos a la cabeza (452.407 ha según la FAO, para legumbres secas). Según la 
Encuesta sobre Superficies y Rendimientos en España de 2012 esa superficie descendió 
de nuevo hasta 393.646 ha (396.161 ha según la FAO para legumbres secas), cantidad 
muy por debajo de los 6.385.886 ha de los cereales grano (6.173.208 ha según la FAO). 
También quedan lejos de las 947.998 ha de plantas industriales (fundamentalmente 
girasol y algodón), o de las 933.578 ha de forrajeras. En 2014 la tendencia se mantiene y 
la superficie sembrada con leguminosas grano no llega a las 380.000 ha. 
1.2.1. Superficie 
El cultivo del garbanzo ha ido evolucionando y expandiéndose a lo largo del tiempo y 
simultáneamente decayendo y desplazándose por otros cultivos más importantes o de 
mayor valor comercial en ese periodo de un país específico. En este apartado se tratarán 
la evolución de la superficie, producción y rendimiento del garbanzo a lo largo de los 
años en los principales países que lo cultivan, además de evaluar los datos de España. 
En el año 2001 se cultivaron más de ocho millones y medio de hectáreas de garbanzos en 
el mundo, alcanzando una producción estimada de algo más de seis millones de toneladas. 
Los países con mayor superficie dedicada al cultivo fueron: la India (57% de la superficie 
 
mundial), Pakistán (10%), Turquía (6,7%), Irán (6,4%), Canadá (4%), Australia (2,6%) y 
Méjico con el 1,6%. 
Actualmente (según los datos de 2019) la superficie total cultivada de garbanzo en todo 
el mundo es de 13.718.980 ha, siendo La India el país con mayor superficie dedicada a 
este cultivo (70% del total). Podemos observar en la Figura 3 los principales países con 
mayor superficie y los porcentajes que tienen cada uno. Son varios los países que destacan 
por encima de los demás (India, Pakistán, Federación de Rusia, Turquía, Irán, Myanmar, 
Australia y Etiopía), aunque los que más destacan son India y Pakistán, seguidos de 
Federación de Rusia y Turquía. 
 
Figura 3 Distribución de la superficie mundial del cultivo del garbanzo. Fuente: FAO (2019). 
 
En la Figura 4 se puede observar la superficie media cultivada con garbanzo de los seis 
principales países. Se ha tomado la media de cinco años entre 1961 y 2019 en los países 
que se ha podido, ya que la Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 
(incluido). 
Estos gráficos nos aportan la información de que en algunos de estos países el cultivo del 
garbanzo ha ido evolucionando en los últimos años (India y Myanmar), al contrario que 
en Pakistán, donde se producen altibajos a lo largo de los años y actualmente se encuentra 
en descanso; y en Turquía e Irán, dónde después de un gran aumento de las superficies 
(1981-1986 y 1991-1996, respectivamente) se produjo un descenso y ahora se está 
produciendo un incremento de la superficie. 
India; 70%
Pakistán; 7%
Federación de 
Rusia; 4%
Turquía; 4%
Irán (República 
Islámica del); 3%
Myanmar; 3% Australia; 
2%
Etiopía; 2%
 
 
 
 
Figura 4 Superficie media cada 5 años (1961-2019). Fuente: FAO (2020). 
 La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido). 
1.2.2. Producción 
Respecto a la producción, cabe esperar que aquellos países en los cuales la superficie 
dedicada al garbanzo haya sido mayor encabecen esta lista, pero lo cierto es que no tienepor qué ser así, ya que dependerá del rendimiento. La producción total de garbanzo en 
todo el mundo es aproximadamente de 14.246.295 toneladas, siendo el mayor productor 
India con un 70% del total de la producción (al igual que ocurría con la superficie). Como 
podemos observar en la Figura 5, los mayores productores siguen siendo aquellos con 
mayor superficie dedicada al cultivo, a excepción de Irán y Australia. 
 
 
Figura 5 Producción mundial (%). Fuente: FAO (2020). 
En los países más destacados la producción ha evolucionado acorde al crecimiento o 
disminución de la superficie cultivada (Figura 6). Se puede apreciar la notable diferencia 
entre India y los demás países productores de garbanzo. 
 
 
 
Figura 6 Producción media cada 5 años (1961-2018). Fuente: FAO (2020). 
India; 70%
Turquía; 4%
Federación de 
Rusia; 4%
Myanmar; 4%
Pakistán; 3%
Etiopía; 3%
 
 La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido) y Etiopía a partir 
de 1993. 
1.2.3. Rendimiento 
La tabla 1 muestra el rendimiento medio de los países que más alto rendimiento tienen en 
cuanto a la producción garbanzo del año 2018, siendo la media total de todos ellos 1543,6 
kg/ha. El rendimiento más alto lo alcanza en China, seguido de Jordania, República de 
Moldova, Sudán e Israel, con más de 34 mil kilogramos por ha. Hay que resaltar que 
ninguno de los países anteriormente mencionados en cuanto a mayor superficie o 
producción se encuentran en los primeros puestos de esta tabla. Etiopía es el primer país 
que aparece entre los mencionados con mayor superficie dedicada al cultivo del garbanzo, 
ocupando el décimo segundo puesto, con un 132% del rendimiento en función de la media 
(frente a un 332% de China, que es el primero de la tabla). India se queda fuera de la 
tabla, siendo un 66% el rendimiento que tiene en función de la media, tratándose del país 
con mayor superficie y producción de garbanzo en el mundo. 
Tabla 1 Rendimiento mundial de países productores de garbanzo (kg/ha). Fuente: FAO (2020). 
PAÍSES 
MEDIA 
(kg/ha) 
% EN 
FUNCIÓN 
DE LA 
MEDIA 
China, Continental 52334 332% 
Jordania 48477 307% 
República de Moldova 41335 262% 
Sudán 40476 257% 
Israel 34568 219% 
Bosnia y Herzegovina 34335 218% 
Uzbekistán 25415 161% 
Egipto 24301 154% 
Zimbabwe 23363 148% 
México 21170 134% 
Yemen 21083 134% 
Etiopía 20839 132% 
Argentina 20058 127% 
 
Bolivia (Estado 
Plurinacional de) 
17918 114% 
Estados Unidos de 
América 
17304 110% 
República Dominicana 16667 106% 
Canadá 16142 102% 
Palestina 15545 99% 
Myanmar 13157 83% 
Macedonia del Norte 13097 83% 
Turquía 12167 77% 
Perú 11572 73% 
Argelia 11150 71% 
Bangladesh 11112 70% 
Nepal 11059 70% 
Australia 10692 68% 
Colombia 10649 68% 
 
Los rendimientos de los países más importantes y los de mayor superficie cultivada de 
garbanzo no guardan ninguna relación (como se observa en la tabla 1). A pesar de no 
disponer de la misma cantidad de datos que de la mayoría de los países, Etiopía es el que 
mayor aumento del rendimiento ha conseguido durante los últimos años, dentro del grupo 
de países que más superficie de garbanzo tienen; seguido de Myanmar y Turquía, que 
después de una caída (1981-2000) ha vuelto a alcanzar su máximo (1976). 
 
 
 
 
 
 
Figura 7 Rendimiento medio cada 5 años (1961-2018). Fuente: FAO (2020). 
 La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido) y Etiopía a partir 
de 1993. 
1.2.4. España 
La superficie dedicada al cultivo del garbanzo en España ha ido variando a lo largo del 
tiempo (Figura 8), sufriendo una caída a lo largo de los años, con un aumento en los años 
1996-2000 que fue seguido de un descenso aún mayor al producido anteriormente. 
Aunque en los últimos años parece que haya habido un aumento de nuevo, que tampoco 
llega a alcanzar a la superficie anteriormente ocupada por el cultivo, que ha sido ocupada 
por otras especies que han cogido más fuerza en el comercio. Con las modificaciones 
introducidas en la última reforma de la PAC se esperaba que las leguminosas se pudieran 
ver favorecidas en cuanto a incremento de la superficie sembrada. 
Como cabría esperar, la producción ha ido aumentando y disminuyendo conforme lo 
hacía la superficie (Figura 9). Sin embargo, el rendimiento ha tenido sus altibajos a lo 
largo de los años, quedando finalmente como un aumento que supera en más del doble a 
los primeros datos recogidos (Figura 10). 
 
 
Figura 8 Superficie media cada 5 años en España (1961-2019): Fuente: FAO (2020). 
 
Figura 9 Producción media cada 5 años en España (1961-2019). Fuente: FAO (2020). 
 
 
Figura 10 Rendimiento medio en intervalos de 5 años (1961-2019). Fuente: FAO (2020). 
En la tabla 2 se puede observar la distribución del garbanzo en España y la comparación 
entre las dos formas de cultivo, secano y regadío. Andalucía es la zona que más cultiva 
(un 66% de la superficie total de garbanzo en España), seguida de Castilla León y Castilla 
la Mancha (con un 17% y 9% respectivamente). 
Tabla 2 Distribución en España. Fuente: MAPAMA (2018). 
Provincias y 
Comunidades 
Autónomas 
Superficie Rendimiento 
Producción 
de grano 
Paja 
cosechada 
(hectáreas) (kg/ha) 
Secano Regadío Total Secano Regadío (toneladas) (toneladas) 
 A Coruña – – – – – – – 
 Lugo – – – – – – – 
 Ourense 13 3 16 900 900 14 68 
 Pontevedra – – – – – – – 
 GALICIA 13 3 16 900 900 14 68 
 
 P. DE ASTURIAS – – – – – – – 
 
 CANTABRIA – – – – – – – 
 
 Alava 71 – 71 1.400 – 99 – 
 Guipúzcoa – – – – – – – 
 Vizcaya 1 – 1 860 – 1 – 
 PAÍS VASCO 72 – 72 1.393 – 100 – 
 
 NAVARRA 26 24 50 744 1.542 56 – 
 
 LA RIOJA 11 6 17 1.250 2.000 26 8 
 
 
 Huesca 37 17 54 1.100 2.200 78 – 
 Teruel 96 1 97 698 2.000 69 – 
 Zaragoza 50 12 62 520 2.000 50 24 
 ARAGÓN 183 30 213 731 2.113 197 24 
 
 Barcelona 175 36 211 887 1.044 193 – 
 Girona 15 4 19 840 2.125 21 – 
 Lleida 59 6 65 809 1.637 58 22 
 Tarragona 39 7 46 800 1.200 40 – 
 CATALUÑA 288 53 341 857 1.213 312 22 
 
 BALEARES 271 – 271 685 – 186 130 
 
 Avila 123 – 123 399 – 49 6 
 Burgos 443 – 443 900 – 399 – 
 León 578 219 797 800 1.600 813 366 
 Palencia 572 27 599 800 1.400 495 – 
 Salamanca 2.431 168 2.599 1.000 1.300 2.649 1.060 
 Segovia 295 4 299 700 1.200 211 105 
 Soria 65 4 69 600 1.200 44 – 
 Valladolid 2.967 – 2.967 1.000 – 2.967 900 
 Zamora 1.564 233 1.797 550 1.000 1.093 33 
 CASTILLA Y LEÓN 9.038 655 9.693 871 1.296 8.720 2.470 
 
 MADRID 699 81 780 1.120 1.625 915 686 
 
 Albacete 290 19 309 750 1.600 248 25 
 Ciudad Real 308 32 340 950 1.600 344 – 
 Cuenca 801 10 811 790 1.750 650 98 
 Guadalajara 1.511 124 1.635 800 1.000 1.333 400 
 Toledo 1.744 178 1.922 1.540 2.050 3.051 366 
 CASTILLA–LA MANCHA 4.654 363 5.017 1.082 1.620 5.626 889 
 
 Alicante – – – 400 – – – 
 Castellón 12 – 12 490 – 6 5 
 Valencia – – – – – – – 
 C. VALENCIANA 12 – 12 490 – 6 5 
 
 R. DE MURCIA 33 17 50 620 1.900 53 10 
 
 Badajoz 3.450 – 3.450 850 – 2.933 – 
 Cáceres 52 – 52 710 – 37 – 
 EXTREMADURA 3.502 – 3.502 848 – 2.970 – 
 
 Almería 132 7 139 297 1.423 49 25 
 Cádiz 7.511 444 7.955 1.100 1.650 8.995 3.778 
 Córdoba 4.088 576 4.664 2.000 2.000 9.328 3.918 
 Granada 1.413 184 1.597 598 924 1.016 1.006 
 Huelva 1.396 202 1.598 7151.477 1.297 – 
 Jaén 421 86 507 650 1.100 368 155 
 Málaga 3.476 160 3.636 1.100 2.400 4.208 – 
 Sevilla 27.175 3.280 30.455 1.500 1.900 46.995 9.399 
 ANDALUCÍA 45.612 4.939 50.551 1.385 1.837 72.256 18.281 
 
 
 Las Palmas 23 1 24 785 1.000 19 – 
 S.C. de Tenerife – – – – – – – 
 CANARIAS 23 1 24 785 1.000 19 – 
 
 ESPAÑA 64.437 6.172 70.609 1.251 1.759 91.456 22.593 
 
Respecto a las proteaginosas, la especie con mayor importancia o mayor valor 
agronómico para España es el Guisante. Se puede observar en la figura 11 la evolución 
de la superficie dedicada a las principales proteaginosas en los últimos años donde en 
todos ellos predomina con mucha diferencia, el guisante. El garbanzo entra en las seis 
especies que más superficie ocupan, aunque dentro de esta lista no es de las primeras. 
 
Figura 11 Superficie de leguminosas grano en España (miles ha). Fuente: MAPAMA (2019). 
Como se puede apreciar en la Figura 12, en España se importan muchas más 
proteaginosas de las que se exportan. A lo largo de los años el garbanzo ha disminuido 
sus importaciones, a pesar de que como hemos visto anteriormente, su producción 
también disminuyó, debido a que se ha reducido el consumo de estás leguminosas y ha 
ido perdiendo importancia en nuestra agricultura. 
 
 
Figura 12 Evolución del comercio exterior de leguminosas grano en España (toneladas). Fuente: MAPAMA (2019). 
* Datos provisionales 
1.2.5. Comercio mundial 
El comercio mundial del garbanzo está liderado por Australia, cuyo país ha exportado 
aproximadamente el 55% del garbanzo total exportado en el mundo según los datos de 
2015 (con 1.286.718 t), seguido de la Federación Rusa, con el 12% (288.317 t). En cuanto 
a las importaciones se ven lideradas por la India, quién cuenta con el 37% de las toneladas 
totales importadas durante 2015 (688.125 t), seguida de Pakistán, con el 16% (297.410 t), 
ambos países son los que tienen más superficie de dicho cultivo, 70% y 7% 
respectivamente. 
Cabe resaltar que, aunque la India sea el país más productor (con un 65% del total durante 
2015), en ese mismo año sólo exportó un 8% de su producción e importó un 37% de esta. 
Puede que sea debido a la gran población que tiene dicho país. 
2013 2014 2015 2016 2017 2018* Medias
Importac. Lentejas 93.454 77.848 65.776 67.195 74.735 46.769 75.802
Importac. Garbanzos 85.065 58.627 51.232 44.756 41.758 52.646 56.288
Importac. Judías secas 46.015 43.278 52.094 46.400 39.301 43.432 45.418
Importac. Vezas 751 4.864 3.719 4.672 763 154 2.954
Export. leguminosas 15.000 13.686 13.925 21.892 31.990 23.043 19.299
0
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
60.000
70.000
80.000
90.000
100.000
 
 
Figura 13 Precio del garbanzo en España a lo largo del año 2020. Fuente: Junta de Andalucía (2020). 
Se puede observar una caída del precio del garbanzo a nivel nacional, que se produjo la 
primera semana de junio del 2020 (semana 23, como indica la figura 13). 
1.3. Características del garbanzo, composición y propiedades, usos y productos 
alimenticios 
1.3.1. Características 
Una de las características más importantes del garbanzo es la capacidad de fijar el 
nitrógeno atmosférico gracias a la simbiosis con bacterias Rhizobiáceas, principalmente 
del género Rhizobium, por lo que mejora la fertilidad del suelo y es capaz de 
autoabastecerse de nitrógeno (80%), ya que fija hasta 140 kilogramos de nitrógeno del 
aire. 
Como característica general de las semillas de leguminosas encontramos que son ricas en 
contenido proteico y energético, constituyendo un excelente alimento, tanto para el 
hombre como para su uso en alimentación animal. Es este alto contenido en proteínas una 
de sus principales cualidades en nutrición. Sin embargo, algunas de ellas presentan 
factores antinutritivos en porcentajes más o menos elevados, debiendo ser considerados 
en el momento de la alimentación con este tipo de grano para evitar, con su ingestión en 
exceso, los desórdenes que provocan, pudiendo, en casos extremos, llegar a la muerte de 
los individuos que las ingirieron. 
La paja de las leguminosas es rica en nutrientes, por lo cual es más cotizada que la de los 
cereales para la alimentación del ganado. 
1,78
1,78
1,79
1,79
1,80
1,80
1,81
1,81
1,82
1,82
1,83
20 21 22 23 24 25 26 27
€
/k
g
Semana del año 2020
Precio del garbanzo es España
 
1.3.2. Composición y propiedades 
El garbanzo es una fuente importante de proteínas para millones de personas en países en 
desarrollo y para los vegetarianos en todo el mundo; además de su alto contenido de 
proteínas, el garbanzo es rico en fibra, minerales (fósforo, calcio, magnesio, hierro y zinc) 
y ß-carotenos. Su fracción de lípidos es rica en ácidos grasos no saturados. 
Proteínas y aminoácidos 
En general, el garbanzo posee un contenido medio proteico más bajo que el de otras 
leguminosas, entorno al 21% (como se puede ver en la tabla 3), aunque su proteína es una 
de las más digestibles. El contenido en proteína bruta es un carácter muy influenciado por 
el ambiente y por lo tanto poco heredable. 
Al igual que para el resto de las leguminosas, son los aminoácidos azufrados (metionina 
y cisteína) los aminoácidos limitantes. No parecen existir diferencias significativas entre 
los grupos Desi y Kabuli para el contenido en proteínas. 
Hidratos de carbono 
Al igual que para las demás leguminosas, las semillas de garbanzo poseen un alto 
contenido en hidratos de carbono, alcanzando un valor medio del 63,5%, siendo el 
almidón el componente fundamental (47,3%). El contenido medio de almidón de los 
garbanzos tipo Desi es algo más bajo que el de los tipos Kabuli. 
Grasa 
Los garbanzos presentan niveles más altos en grasa de lo que suele ser habitual dentro de 
las leguminosas grano, con valores entre 3,8 y 10,2%. Se ha demostrado también que los 
ácidos grasos del garbanzo tienen efectos reguladores del nivel de colesterol debido 
fundamentalmente al alto contenido en ácidos grasos esenciales insaturados en las 
semillas, particularmente ácido linoleico y ácido linolénico. Se encontraron diferencias 
en el contenido medio de grasa entre Desi y Kabuli, siendo más alto en el segundo. 
Fibra 
El contenido en fibra es importante en los garbanzos (6,3%), estando directamente 
relacionado con el grosor de la cubierta de la semilla, encontrándose una gran variabilidad 
en su contenido para los diferentes tipos de fibra. La cantidad de fibra es mayor en los 
 
tipos desi que los kabuli, sin solapamiento entre los dos grupos. 
Tabla 3 Composición Aminoacídica Media de las Leguminosas-grano* (en porcentaje del peso de semilla). Fuente: 
Universidad de la Rioja (1991). 
 Garbanzo Guisante Haba Judía Lenteja 
Proteína bruta % 20-22 21-23 23-27 19-22 21-25 
Isoleucina 0,77 0,89 1,08 0,86 0,91 
Leucina 1,61 1,46 2,10 1,63 1,71 
Lisina 2,5 1,42 1,35 1,35 1,66 
Metionina 0,39 0,30 0,24 0,25 0,21 
Cistina 0,24 0,25 0,19 0,19 0,22 
Fenilalanina 1,13 0,93 1,18 0,78 1,15 
Tirosina 0,40 0,50 0,72 0,37 0,65 
Treoninas 0,78 0,88 1,03 0,86 0,83 
Triptófano 0,17 0,20 0,20 0,22 0,23 
Valina 1,04 1,01 0,93 1,10 1,05 
Arginina 1,60 1,64 1,80 1,09 1,50 
Histidina 0,53 0,42 0,47 0,45 0,67 
V.B. 68,0 63,7 54,8 58,6 44,6 
Tabla 4 Calidad Biológica de la Proteína de las Leguminosas-grano. Fuente: Universidad de la Rioja (1991). 
 Digestibilidad V.B. U.N.P. P.E.R. 
Garbanzo (L. mutabilis) 80-82* - - 1,34-3,05* 
Altramz (L. luteus) 81 52 42 - 
Garbanzo 86 58 58 1,68 
Guisante 87 64 55 1,57 
Haba 87 55 48 - 
Judía 73 58 35 1,48 
Lenteja 85 45 38 0,93 
Soja (torta) 90 73 66 2,32 
Patrón huevo 97 94 87 3,92 
Patrón caseína 96 80 77 2,86 
*Suplementado con 2% de metionina. 
Fuentes: FAO, 1970; Prieto y Aguilera, 1986; Gross, 1982 
 
Tabla 5 Contenido de Cianhídrico de Ciertas Leguminosas-grano. Fuente: Universidad de la Rioja (1991). 
PlantasHCN producido, mg/100 g. 
Judía de Lima (Phaseolus lunatus) 14,4-312,0 
Guisante (Pisum sativum) 2,3 
Garbanzo (Lupius mutabilis) 0,5-2,9 
Judía común (Phaseolus vulgaris) 2,0 
Garbanzo (Cicer arietinum) 0,8 
Nivel máximo permitido 20,0 
 
Tabla elaborada con datos de MONTGOMERY (1969) y GROSS (1982) 
Al igual que sucede con la mayoría de las leguminosas, las semillas del garbanzo 
contienen una serie de sustancias químicas que causan algunas dificultades digestivas 
cuando son consumidas por personas o animales. En sus semillas se pueden encontrar 
inhibidores de las proteasas (de la tripsina y de la quimotripsina), inhibidores de las 
amilasas, y sustancias productoras de flatulencias. Las proporciones no son importantes 
en los garbanzos tradicionalmente utilizados en nuestro país para el consumo humano. 
Estudios valor nutritivo 
Se han realizado varios estudios en ratas con la idea de poder dar posibles explicaciones 
a las limitaciones del valor nutritivo de las leguminosas en los monogástricos. 
• Mayor degradación de las proteínas. Con la inclusión de globulinas purificadas de 
garbanzo en la alimentación para ratas se produjo una disminución del crecimiento 
de los animales, además de un aumento de la excreción de urea en la orina, lo que 
se traduce como una menor retención de N con valores netos de utilización de 
proteínas también menores. 
• Determinación de los perfiles de aminoácidos en el plasma. Las concentraciones 
plasmáticas de glicina, histidina y arginina fueron más elevadas en ratas alimentadas 
con dietas basadas en garbanzos y otras leguminosas, mientras que los niveles de 
treonina, leucina y lisina eran más bajos. La tirosina, asparagina, glutamina y serina 
no se vieron afectados significativamente (Tabla 3). 
Otros estudios llevados a cabo en la alimentación de pollos dieron otros resultados: 
• Mejora del índice de conversión (IC). En las dietas se reemplazaron el maíz y la soja 
por garbanzo, lo que mejoró el IC, y consecuentemente puede producir una mejora 
en los costes de producción, ya que permite lograr un beneficio económico en los 
sistemas de producción intensivos de carne y huevo, lo cual podría ser trasladado a 
un menor precio del producto al consumidor final. 
También se ha querido saber acerca de los efectos que pueden causar las leguminosas en 
la alimentación de rumiantes. 
• Degradabilidad y digestibilidad. Se realizó un estudio con distintas variedades de 
 
habas y garbanzos en el que se observó que la composición química de las 
variedades de cada género era muy similar. Además, la degradabilidad de la proteína 
y la digestibilidad intestinal de la fracción de proteína no degradada en el rumen son 
similares para las distintas semillas. 
• Cantidad y calidad de leche. Con la inclusión de garbanzo en la dieta de ovejas no 
se vieron afectadas ni la cantidad ni la calidad de su leche, en comparación con la 
producida cuando en las dietas se había incluido soja, cuya concentración de energía 
y degradabilidad son semejantes. 
• Productividad de la carne de cordero. La sustitución de soja y cebada por garbanzos 
no afectó a la productividad del cordero y aumentó el contenido en ácidos grasos 
saludables de la carne de cordero. 
1.3.3. Usos y productos alimenticios 
Tradicionalmente, el garbanzo ha sido utilizado tanto en alimentación humana como 
animal. Actualmente, su producción se dedica prácticamente en su totalidad al consumo 
humano, dedicándose para consumo animal garbanzos de destrío de la producción 
destinada al consumo humano. 
Los distintos usos que tiene el garbanzo dependen de la zona geográfica, siendo utilizados 
sus granos verdes para ser consumidos tanto crudos como cocidos o asados 
(principalmente en la India), sus granos secos, también cocidos o tostados, o bien la harina 
para la realización de “tortas”. 
 
 
Figura 14 Producto para aperitivo de garbanzos tostados y amarillos. Fuente: Solnuts (2020). 
En España su utilización es fundamentalmente como grano seco y para consumo humano, 
siendo en su totalidad del tipo kabuli. Son muy apreciados en diversos platos populares, 
contribuyendo significativamente al aporte nutricional de la población. El tamaño del 
grano y el color son caracteres de gran importancia y muy valorados por los 
consumidores, siendo los de color claro y gran tamaño los más valorados y demandados 
por parte de industrias y consumidores finales, rechazando a priori garbanzos de tamaño 
mediano, a pesar de que estos puedan desarrollar una calidad tras la cocción muy superior 
a los tipos de gran tamaño. 
En consumo animal, el garbanzo puede ser utilizado en la alimentación de ganado 
porcino, pudiendo sustituir a la soja hasta en un 20% (como se explica en el apartado 
anterior en los estudios realizados). Se ha abandonado como grano para pienso, algo 
llamativo dado el alto valor biológico del grano de garbanzo que, sin tratamiento, puede 
llegar hasta el 80% (comparable a la torta de soja). La razón de tales valores, aparte de su 
equilibrada composición química, se debe al muy escaso o nulo contenido en principios 
antinutritivos, característico de las leguminosas. 
El garbanzo se considera una legumbre indispensable en los pucheros tradicionales, ya 
que destaca por ser una rica fuente en hidratos de carbono de absorción lenta, que ayudan 
a que se pueda llevar a cabo una asimilación gradual de la glucosa, evitando así el 
desequilibrio de los niveles de azúcar y generando una energía constante. 
 
 
Figura 15 Cocido madrileño. Fuente: piqsels.com (2020). 
Se trata de una leguminosa muy proteica y rica en fibra, pero también muy pobre en grasas 
saturadas, por lo que contribuye a regular el colesterol. Combinando garbanzos con 
cereales la calidad de sus proteínas aumenta. Su riqueza en fibra mejora el tránsito 
intestinal y contribuye a que la absorción de los hidratos de carbono sea todavía más lenta. 
Además, tiene muchos minerales, sobre todo fósforo, hierro y magnesio y es 
especialmente rico en vitaminas B1, B6 y ácido fólico. 
Debido a todas estas propiedades generadas por su composición, al garbanzo se le 
conocen varios beneficios para la salud: 
• Para superar el cansancio. Debido a su aporte de carbohidratos y proteínas se 
recomienda su uso para evitar las fatigas del día a día, o en el caso concreto de 
deportistas. 
• Para regular la tensión arterial. Por su elevado contenido en potasio y la escasa 
presencia de sodio. Favorece la excreción de la orina, lo que conlleva a eliminar el 
exceso de ácido úrico. 
• Favorece la digestión. También combate el estreñimiento y los parásitos intestinales, 
debido a su riqueza en fibra. 
• Afrontar situaciones de tensión psicofísica y de estrés. Debido a su contenido en 
magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B, necesarios para el sistema nervioso y 
 
muscular. 
• Ideales para embarazadas. Por su contenido en ácido fólico, que ayuda a prevenir 
malformaciones en el feto. 
El garbanzo ofrece muchas posibilidades en la cocina, pues permite la preparación de 
platos muy diversos y consistentes. Aunque el consumo de garbanzo en conserva es cada 
vez más frecuente es mejor comprarlo seco y cocerlo en casa, debido a que estará libre de 
conservantes y otros aditivos químicos, además, resulta más económico y su sabor es más 
aromático e intenso. 
Se recomienda su combinación con las hortalizas de raíz, ya que le aportan sabor y 
textura, al tiempo que ayudan a facilitar su asimilación. También con cereales, pues 
complementan sus valores nutritivos. La relación recomendada es una parte de garbanzos 
por dos y media de cereal; de esta manera se complementan adecuadamente las proteínas, 
potenciando su asimilación. 
A la hora de cocinarlos hay que dejarlos previamente en remojo y deben echarse en la 
olla cuando el agua ya esté hirviendo. 
Además de cocidos, los garbanzos también se pueden comer germinados, en ensalada o 
tostados. Otramanera muy interesante de consumirlos es en forma de harina. Esta harina 
también se puede emplear para sustituir los huevos en la tortilla de patatas vegana. 
Con esta legumbre también se preparan otras recetas, como puede ser el hummus. 
1.3.4. Nodulación y fijación de nitrógeno con Rhizobium 
El garbanzo es de las leguminosas que menor cantidad de nitrógeno atmosférico fija a 
través del Rhizobium. Su fijación se estima entre 50 y 60 kg N/ha/año. La práctica 
totalidad de los nódulos se encuentran en las raíces existentes en los primeros 30 cm de 
suelo, concentrándose el 90% de los nódulos en los primeros 15 cm. 
Su simbionte es muy específico, y ésta es la causa de lo errático de la nodulación en 
condiciones de campo, pues el Rhizobium más abundante en nuestro país es R. 
leguminosarum bv. viciae, que es el simbionte de las especies de la tribu Vicieae, siendo 
escaso el Rhizobium sp. cicer. Si se observan pocos nódulos o nódulos no activos (corte 
blanco, marrón o morado en lugar de rojo intenso), debe inocularse artificialmente. 
 
Respecto a la recomendación de proceder a la inoculación o no con cepas específicas de 
Rhizobium en garbanzo, se encuentra en algunos ensayos en los que la inoculación no 
hizo aumentar los rendimientos y otros en los que, por el contrario, se incrementaron 
considerablemente las producciones. En experimentos realizados en condiciones de 
secano en suelos arenosos, durante tres años, aumentaron los rendimientos 
significativamente cuando se inoculaba el terreno. Es recomendable la inoculación con 
Rhizobium sp. y usar un fungicida (en la semilla) qué no inhiba la nodulación en la planta. 
Se han realizado estudios de la influencia de distintos tratamientos fungicidas sobre la 
nodulación, comparando los fungicidas Metalaxyl, Thiram y Captan, resultando ser el 
primero de ellos el que menor efecto negativo representa en la nodulación de Rhizobium. 
La aportación de potasio (20 ppm) mejora la nodulación de forma considerable en el 
garbanzo. Temperaturas en el suelo superiores a 30ºC afectan negativamente a la 
nodulación y, por consiguiente, el proceso de fijación de nitrógeno en la planta, lo que 
sugiere desde otro punto de vista la ventaja de la siembra otoñal frente a la de primavera. 
1.4. Morfología y fisiología del garbanzo 
1.4.1. Principales variedades 
Las principales variedades locales cultivadas españolas pertenecen al tipo Kabuli de 
semilla blanca, son sensibles a la rabia y de siembra primaveral. 
• Blanco lechoso: grano de calibre grueso, alargado y achatado por los lados. Calidad 
muy buena, precios altos. Se cultiva preferentemente en Andalucía y Badajoz. 
• Castellano: Tamaño medio/grande, esférico, color amarillento, superficie lisa. Buena 
calidad. Se cultiva en Andalucía y ambas Castillas. Existen muchos tipos comerciales. 
• Venoso andaluz: Tamaño muy grueso. Superficie alargada con líneas de color claro, 
y sinuosas. Garbanzo rústico de sabor fuerte. Cultivado sobre todo en Granada. 
• Pedrosillano: Tamaño pequeño. Forma esférica y lisa. Poco apreciado, con precios 
menores, pero con nutrientes adecuados. Cultivado en Andalucía y ambas Castillas. 
• Chamad: Hibridación del Chato (local de Málaga) con Madrileño o Castellano. 
1.4.2. Nuevas variedades: 
 
Es una especie que cuenta con un número considerable de variedades comerciales o 
cultivares, que han sido inscritas en la Lista de Variedades Comerciales de la OEVV 
(Oficina Española de Variedades Vegetales) tras comparar sus resultados de valor 
agronómico y de identidad con respecto a los patrones que en cada momento se utilicen. 
La Comisión Nacional de Estimación para las variedades de leguminosas celebrada el día 
15 de marzo de 2005 propuso para su aprobación e inclusión en el Registro de Variedades 
Protegidas las siguientes: 
• Badil: tamaño grano y rendimiento superior al Castuo, tolerante a rabia en siembras 
otoñales. Se comporta peor en siembras de primavera. 
• Junco: rendimiento inferior a Bonal en siembras de otoño, pero superior en las de 
primavera, tolerante a rabia en siembras otoñales, grano de tamaño más grueso que 
Castuo y Bonal. 
1.4.3. Ciclo de vida 
El ciclo del garbanzo tiene una duración de 100 días (aproximadamente hasta que se 
puede realizar la cosecha de la semilla) y consta de cinco etapas distintas: germinación, 
plántula, vegetativa, reproductiva (floración) y madurez. A continuación, se describe la 
figura 16 y se incluyen entre paréntesis los números a los que corresponde cada una de 
las partes del cultivo representados (ya que estos vienen en la figura en inglés). También 
aparecen debajo fotografías de cada una de las partes del cultivo. 
Etapa de germinación 
Una vez sembrada la semilla (o garbanzo) se produce el desarrollo del embrión (1). 
Después se desarrolla la plúmula (2): se trata de una yema que se encuentra al lado 
opuesto de la radícula (3), y es la primera parte de una plántula que emerge de 
la semilla durante el proceso de germinación, es, por tanto, la raíz embrionaria de la planta 
y crece hacia abajo en el suelo. 
Etapa de plántula 
En esta etapa se desarrolla el epicótilo (4) que será el primer entrenudo de la planta, 
además de las raíces primarias (5). 
Etapa vegetativa 
 
Comienzan a desarrollarse las hojas (6), los vástagos (7) y los pecíolos (8). Lo que en la 
etapa anterior denominamos raíz primaria ahora se ha convertido en una raíz entera (9). 
Etapa reproductiva 
A medida que la planta va creciendo salen los primeros brotes (15), que darán lugar a las 
flores solitarias (16) y más tarde estas formarán vainas (18) que contendrán semillas 
inmaduras (17). A su vez, en las raíces (13) aparecerán los nódulos (14), que se explicarán 
más detalladamente en el punto siguiente (Morfología de la planta). 
Etapa de maduración 
Por último, una vez se ha desarrollado del todo la semilla (26) se puede proceder a su 
recolección, terminando así el ciclo del garbanzo. 
 
Figura 16 Ciclo del Cultivo del garbanzo. Fuente: onlinelibrary.wiley.com (2020) 
 
 
Figura 17 Etapas de crecimiento de la planta (mitad del ciclo, total son 100 días hasta recolección). Fuente: 
piqsels.com (2020). 
1.4.4. Morfología de la planta 
Cicer arietinum es la única especie con valor económico. Se domesticó en la zona del 
creciente Fértil en el Medio Oriente; evidencias arqueológicas y la aparición en esta zona 
de Cicer reticulatum Lad. como posible ancestro de la especie cultivada lo confirman. 
Propusieron a Cicer reticulatum como el antecesor más probable de la especie cultivada 
en lugar del que habían propuesto, que era C. equinospermun Davis (esta especie también 
se puede cruzar con C. arietinum, pero sus híbridos no son totalmente fértiles). 
Debido a la facilidad de cruzamiento entre C. arietinum y C. reticulatum, propusieron que 
las dos especies Cicer arietinum y Cicer reticulatum formen una especie única con dos 
subespecies: Cicer arietinum L. spp. arietinum para la especie cultivada y Cicer arietinum 
L. spp. reticulatum (Lad.) para la especie silvestre, estando compuesta la especie 
cultivada por dos razas, macrosperma y microsperma, separándose principalmente por 
caracteres morfológicos. La raza macrosperma presenta vainas, granos, hojas y foliolos 
grandes, con granos generalmente de color claro y cubierta rugosa frente a la raza 
microsperma que se caracteriza por vainas, granos, hojas y foliolos más pequeños, y 
granos de diversos colores, formas y relieves. Microsperma se distribuye principalmente 
por la India, Etiopía, Irán y Méjico; macrosperma por la Cuenca mediterránea y cercano 
 
oriente, y su frecuencia aumenta hacia el oeste. La raza macrosperma deriva de la 
microsperma por selección reciente en la historia de la evolución del garbanzo. 
Resultados posteriores obtenidos en trabajos más recientes confirman esta hipótesis. 
La planta del garbanzo es prácticamente un arbusto. Toda ella está cubierta de tricomas,algunos de ellos glanulosos, los cuales excretan una sustancia caústica, compuesta por 
ácido clorhídrico, ácido málico, ácido oxálico e iones calcio. 
Las leguminosas pertenecen a la familia botánica de las Papilionáceas o también llamadas 
Fabáceas. Se caracterizan por su típica flor papilionácea. 
El garbanzo es una planta herbácea y anual de menos de 1 metro de tallo que pueden 
llegar a alcanzar una altura de 60 cm de alto. En cuanto a la reproducción, es 
prácticamente autógama, lo que significa que la reproducción sexual se produce por 
medio de la fusión de gametos femeninos y masculinos procedentes del mismo individuo; 
aunque el nivel de alogamia está en torno al 1% (cuando los gametos pertenecen a 
individuos genéticamente diferentes). La alogamia favorece la variabilidad genética. 
Es diploide, lo cual significa que presenta en su núcleo dos juegos de cromosomas 
homólogos, con un número cromosómico de 2n=16. 
Aunque en términos generales las leguminosas se puedan describir en el conjunto se 
clasifican en tres subfamilias en base al tipo de flor que presentan: Mimosoideas, 
Cesalpinoideas y Papilionoideas. El garbanzo pertenece a la última. 
 
Figura 18 Hojas, flores y fruto de las papilonáceas (se precian los zarcillos). Fuente: Universidad Politécnica de 
Valencia (2020). 
 
La raíz 
La raíz es profunda y presenta nódulos radicales que contienen bacterias del género 
Rhizobium. Su sistema radicular está formado por una raíz pivotante, que normalmente 
alcanza entre 40 y 50 cm de profundidad, pudiendo llegar incluso hasta 1 m. 
 
Figura 19 Raíz del garbanzo con nódulos. Fuente: viaorganica.org (2020). 
El tallo 
Los tallos son rectos (lo que le confiere un porte erecto) y con vellosidades. El tallo 
principal es redondeado y las ramas son cuadrangulares y nerviadas. El tallo principal y 
las ramas primarias desarrollan nudos vegetativos, de los cuáles se generan hojas, ramas 
primarias y a su vez, de éstas, secundarias. Normalmente el tallo principal es piloso y se 
ramifica en varios niveles: una ramificación primaria, que comienza a la altura del suelo, 
con ramas gruesas, fuertes y lignificadas; una ramificación secundaria, que se desarrolla 
en nudos de las ramas primarias, y una ramificación terciaria, desarrollada sobre la 
secundaria. La ramificación secundaria es la que más contribuye a la producción de la 
planta (Cubero, 1987). 
 
Figura 20 Tallo de la planta del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). 
 
Las hojas 
Las hojas son pubescentes, compuestas y pseudo-imparipinnadas, con 10 a 15 foliolos 
aserrados insertos en el raquis. Son alternas, pinnaticompuestas (normalmente 
imparipinnadas, pero número de folíolos par, de 4 a 8). El número de foliolos es muy 
variado y tienen el borde dentado como característica de las rosáceas. Los foliolos son 
alternos, glandulosos y sin zarcillos. En la base de cada hoja presenta dos estípulas 
dentadas. Se caracterizan por su abundante pubescencia. Los pelos secretan una solución 
acuosa que favorece el mantenimiento del contenido hídrico. 
 
Figura 21 Hojas del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). 
La inflorescencia 
La inflorescencia normalmente se encuentra en racimo erecto o pendulosos axilares, en 
conjuntos de 1 a 3 flores, aunque algunas especies desarrollan inflorescencias globosas y 
apretadas. Lo normal (lo más frecuente) es que la flor sea solitaria (en cada nudo 
desarrolla una única flor), aunque existen mutantes que presentan dos flores (y vainas) 
por nudo. Este carácter se ha encontrado en líneas tipo “desi” de la India, y está regulado 
por un gen recesivo (Khan y Akhtar, 1937). 
Las flores 
Las flores son perfectas, raramente imperfectas. Pueden ser irregulares y bisexuales en 
 
las subfamilias, axilares y solitarias. Blancas o violetas que dan lugar a una vaina. 
 
Figura 22 Flor morada de garbanzo desi (izquierda) y flor blanca de garbanzo kabuli (derecha). Fuente: piqsels.com 
(2020). 
Al pertenecer a las rosáceas son pentámeras, por lo que el cáliz cuenta con 5 sépalos más 
o menos soldados (gamosépalos), al igual que la corola tiene 5 pétalos más o menos 
soldados. 
 
Figura 23 Cáliz de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). 
En Papilionoideas los 5 pétalos se organizan de forma particular: 1 grande con forma de 
mariposa (estandarte), 2 laterales (alas) y 2 ventrales más o menos soldados (quilla). 
 
 
Figura 24 Aspecto general de la flor de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). 
 
Figura 25 Piezas florales de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). 
El androceo cuenta con numerosos estambres y es diferente dependiendo de la 
subfamilia. En el caso del garbanzo las flores tienen 10 estambres: 9 con filamentos 
fusionados y 1 libre, lo que se denomina diadelfo, porque los estambres se encuentran 
soldados en dos manojos por sus filamentos. Los estambres se elongan antes de 
producirse la apertura de las flores liberando el polen sobre el pistilo. 
Estandarte 
Cáliz 
Alas 
Estandarte 
Ala 
Quilla 
 
 
Figura 26 Androceo diadelfo (9+1) de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). 
El gineceo tiene un carpelo único y súpero con un número de óvulos variable (de 2 a 
muchos) alternando dos filas sobre una placenta única. 
 
Figura 27 Gineceo monocarpelar con estigma y primordios seminales de las papilonáceas. Fuente: Universidad 
Politécnica de Valencia (2020). 
El fruto 
Los frutos son en vaina bivalva globosa con vellosidad, terminada en pico con una o dos 
semillas en su interior que suelen ser algo arrugadas. Las semillas son esféricas o 
redondeadas, con un mucrón característico (punta corta, más o menos aguda y bien 
diferenciada que termina abruptamente). Las vainas contienen de una a dos semillas. 
Existe gran variabilidad en cuanto al color y tamaño del grano. En líneas generales, Cicer 
arietinum responde moderadamente al fotoperiodo, aunque existen genotipos que pueden 
clasificarse como plantas con requerimientos para floración de día largo. 
 
 
Figura 28 Flor, fruto y semillas de garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). 
La fórmula y el diagrama floral varían según la subfamilia. En el caso de las 
Papilionoideas es como se muestra a continuación: 
K(5) C5 A(10) ó A(9)+1 G1 
Según viene descrito, el cáliz (K) y la corola (C) están 
formados por 5 piezas cada uno. En el caso del cáliz los sépalos 
se encuentran soldados, por lo que aparece el número entre 
paréntesis, mientras que los pétalos están libres. El androceo 
(A) está compuesto por los 10 estambres: 9 de ellos se 
encuentran soldados y uno libre. Sólo cuenta con un gineceo. 
 
 
 
1.5. Aspectos agronómicos del cultivo del garbanzo 
1.5.1. Condiciones agroclimáticas 
La temperatura óptima de desarrollo se sitúa entre los 21ºC y los 26,5ºC durante el día y 
18-21ºC para la noche. Los cultivares de invierno soportan temperaturas por debajo de -
10ºC durante periodos de 3-4 días. 
En cuanto a lo que al clima se refiere, en relación con la luz, más concretamente, el 
garbanzo es una planta que se considera de día largo. En el caso de que se den días cortos 
el desarrollo vegetativo será mayor y se producirá un retraso en la floración, además se 
debe añadir que los días nublados o las bajas intensidades reducen el cuajado de vainas. 
Figura 29 Diagrama floral de las 
papilonáceas. Fuente: Universidad 
Politécnica de Valencia (2020). 
 
Gracias a su raíz pivotante, se desarrolla bien en climas secos, ocupando un nicho 
ecológico “único” que no puede ser ocupado por otra especie leguminosa, ya que se 
desarrolla perfectamente en un intervalo de 300 a 450 milímetros de precipitación, por 
debajo del cual se desarrollan lentejas o yeros y por encima las habas. 
El garbanzo tolera una amplia variedad de suelos y se desarrolla bien en casi cualquier 
tipo, incluyendo los de textura arenosahasta fina, negros y profundos, y los bien dotados 
de materia orgánica; sin embargo, prefiere suelos franco-arcillosos con pH comprendido 
entre 6 y 9 (un pH excesivamente ácido favorecerá ataques de Fusarium), ricos en potasio 
u fósforo, y con bajos contenidos en cal (en forma de sulfato de yeso) para producir 
garbanzos de gran calidad (con contenidos elevados de yeso, los garbanzos tras la cocción 
permanecen “duros”). 
Es sensible a la salinidad, por lo que los suelos salinos no son adecuados. Un contenido 
en sales en el suelo de 5,8 mmhos cm-1 afecta tanto a la germinación, al crecimiento y a 
la formación de flores, así como a la transformación en frutos, llegando incluso a la 
inhibición total de desarrollo y producción de grano en algunos cultivares. 
1.5.2. Abonado 
En su cultivo de primavera normalmente no se suele aplicar ningún tratamiento 
fertilizante. Con las aplicaciones realizadas en el cultivo anterior de la rotación (cereal) y 
el aporte que le suministra el Rhizobium, el garbanzo puede desarrollarse con normalidad. 
En cuanto a la respuesta del garbanzo a la fertilización, hay autores que hablan de una 
respuesta positiva en los rendimientos con la aportación de fertilizantes, mientras que 
otros mantienen que dicho cultivo no responde a la fertilización. Quizás sea la falta de 
investigación en la agronomía de la especie la que haga hablar de no respuesta a la 
fertilización, al margen de que el cultivo pueda soportarla económicamente. En 
experimentos llevados a cabo en Nueva Zelanda, han encontrado que aplicando 50 kg de 
nitrógeno por hectárea se produce un aumento en los rendimientos del 17%, y con 100 kg 
de nitrógeno aumentos del orden del 43% (pero son suelos sin Rhizobium). Otros autores 
han encontrado respuesta a la fertilización fosfórica, alcanzando los mayores 
rendimientos con la aplicación de 90 kg de P2O5 por hectárea. 
En los reducidos casos en los que se aplican fertilizantes, estos se incorporan en las 
labores preparatorias al cultivo, recomendándose para buenos secanos, incluso con 
posibilidades de algún riego de apoyo, entre 15 y 25 kg de nitrógeno, entre 20 y 30 kg de 
 
fósforo y entre 50 y 70 kg de potasio (para unos suelos de fertilidad media). Contenidos 
aproximados a los indicados se consiguen con 150-200 kg del complejo 12-12-24, o con 
300-400 kg del 9-18-27 (N-P-K). 
Sí se han encontrado respuestas de la aplicación de boro, así como la de molibdeno, que 
se pueden incorporar vía foliar. 
En cuanto a la fertilización, no le va bien la materia orgánica poco descompuesta. Se 
puede aplicar en el riego, siendo la dosis 120 y 50 kilogramos de nitrógeno y fósforo, 
respectivamente. Se puede fraccionar la fertilización nitrogenada en 50% en presiembra 
y 50% antes o al inicio de la floración, lo cual ha resultado benéfica. La cantidad exacta 
de fertilizante a utilizar puede definirse después de un análisis de suelo. 
Las extracciones medias de nutrientes del cultivo del garbanzo son 45 kg N, 8 kg P2O5 y 
35 K2O por cada 1.000kg grano. 
El nitrógeno 
Es determinante en el crecimiento y desarrollo de la planta. Convienen aportaciones 
especialmente en periodos fríos. Se requiere en mayor medida por la necesidad de materia 
orgánica. Síntomas de deficiencia: necrosis o abscisión en hojas primarias. Las hojas 
adultas adaptan un color verde pálido que amarillea. 
El fósforo 
Estimula el desarrollo del sistema radicular, tallo, floración y número de vainas y granos. 
Su aplicación como abonado de fondo aumenta el peso de los nódulos de Rhizobium. En 
terrenos calizos sufre retrogradación. Se absorbe proporcionalmente al contenido en 
arcilla. Su aplicación es más efectiva cuando es soluble en agua y citrato amónico. 
Síntomas de deficiencia: se producen crecimientos raquíticos, tallos delgados y 
entrenudos cortos. Las hojas superiores son pequeñas y verde oscuras. Las hojas 
inferiores son amarillas con bordes necróticos. Si se da una deficiencia severa se pueden 
producir retrasos en la floración, reducción del número de semillas por vaina y defoliación 
temprana. 
El potasio 
Favorece la síntesis de los hidratos de carbono y la formación de proteínas. 
 
Es un activador de la fotosíntesis y regulador de sustancias de reserva (incrementa la 
resistencia al frío y la sequía). Interviene en la regulación de la transpiración. Estimula la 
formación de nódulos y el desarrollo del sistema radicular. Síntomas de 
deficiencia: amarillamiento y necrosis de la punta y de los bordes de las hojas. 
El magnesio 
Intensifica la actividad fotosintética, además de proteger de quemaduras solares. 
Síntomas de deficiencia: clorosis con aparición de manchas marrones en momentos 
próximos a la floración. 
El azufre 
Favorece la fructificación, regula la disponibilidad de nitrógeno y moviliza el fósforo, 
potasio y los microelementos del suelo. Además, mejora la actividad microbiana del 
suelo. Síntomas de deficiencia: clorosis uniforme en hojas inferiores que se extiende hacia 
las más jóvenes. 
Micronutrientes 
También es importante prestar atención a la nutrición en micronutrientes, ya que su 
deficiencia puede provocar diversos problemas. La deficiencia de boro provoca abortos 
florales y vainas semillenas. La de manganeso manifiesta clorosis y se presenta en suelos 
orgánicos con pH superior a 6,8 y mal drenados. La del molibdeno aumenta la fijación 
del nitrógeno y se corrige impregnando la semilla antes de la siembra en goma arábiga y 
molibdato sódico. La de zinc incrementa la altura de la planta. 
Oligoelementos 
En cuanto a oligoelementos, el principal problema que se puede presentar es la deficiencia 
en hierro, sobre todo en suelos de pH elevado, con mucha caliza. La corrección se debe 
hacer a base de quelatos de hierro por vía foliar. 
Al ser limitadas las necesidades fertilizantes de los otros elementos principales con 
frecuencia, los agricultores de secano de las zonas menos productivas no realizan 
aportaciones ni de P ni de K. Sin embargo, las semillas contienen un elevado porcentaje 
de estos elementos, proporcionando buenos aportes nutritivos a quien las consume. 
Debido a la presencia de bacterias del género Rhizobium en la raíz del garbanzo en la 
 
rotación de cultivos este deja en el suelo a los cultivos subsecuentes una cantidad residual 
importante de nitrógeno y agrega materia orgánica para mantener y mejorar la salud de 
este. 
1.5.3. Siembra 
La siembra debe ser en húmedo, por lo que la época tradicional en España es la primavera, 
desde el mes de marzo, retrasándose hasta finales de abril en las zonas más altas y frías. 
Se recomienda una profundidad de siembra de 5 a 8 centímetros, para que haga buen 
contacto con el suelo húmedo. La labor de siembre se suele llevar a cabo con sembradora 
de precisión (principalmente de plato o también neumática), o a chorrillo, con sembradora 
de cereales modificada. 
Otra opción, más reciente, es la siembra otoño-invierno (15 noviembre - 15 diciembre) 
con la que se consigue un mayor desarrollo vegetativo de la planta y una mejor adecuación 
de las distintas fases a las condiciones del medio, ya que recibirá menos luz, menos 
temperatura y mayor humedad, que mejorarán el rendimiento, el porcentaje de 
germinación la fijación de nitrógeno, la eficacia del cuajado de vainas y el desarrollo de 
ramas primarias. 
Las dosis de siembra oscilan entre los 90-100 kg/ha para los garbanzos de invierno y del 
75-150 kg/ha para los de primavera, según cultivares. 
Se ha detectado una estrecha correlación de la ramificación con la densidad de las plantas, 
produciendo una mayor ramificación en densidades bajas y menor en densidades altas de 
cultivo, aunque la compensación existente puede dar lugar a que dentro de márgenes entre 
20 y 60 plantas por metro cuadrado los rendimientos sean similares. El aumento de la 
densidad de plantas sí repercutirá negativamente cuando las necesidades hídricas nose 
satisfagan. La densidad no afecta apenas al tamaño del grano y el número de granos por 
vaina. 
Dependiendo del hábito que tengan las plantas en su desarrollo, erecto, semipostrado o 
postrado, variarán las densidades de siembra a utilizar. Así, con cultivares de porte erecto 
se puede llegar a densidades entorno 45 plantas/m2, mientras que para los de hábito 
postrado o semipostrado se aconsejan densidades desde 25 hasta 40 plantas/m2. 
En líneas generales, en el cultivo de garbanzos de invierno, que aprovechan mejor las 
 
aguas, la densidad de siembra permite que sea superior a la siembra de primavera, pues 
ésta puede sufrir un cierto grado de estrés hídrico. En estos casos, la separación entre 
líneas (surcos) más recomendada es de 30 cm, llegando a 50 plantas/m2. 
El espaciamiento es importante, ya que los surcos y camas anchas facilitan el riego, el 
drenaje y las labores culturales. Para el garbanzo blanco la separación es de 80 
centímetros. La separación entre líneas 55-65cm y 8-10cm entre plantas con una dosis de 
siembra de 120kg/ha y una densidad de 20-25 plantas/m2. La separación entre líneas 
tiende a reducirse (siempre que no falte humedad) aumentando la densidad a 45-50 
plantas/m2. Cuanta mayor sea la cobertura del suelo, mayor será la eficiencia en la 
intersección de la radiación solar. 
En la siembra otoñal se reduce la separación entre líneas a 30-35 cm y una dosis de 100-
140kg/ha. 
Es recomendable sembrar de 16 a 18 semillas por metro. Se requieren alrededor de 90 a 
100 kilogramos de semilla por hectárea. 
Teniendo en cuenta las enfermedades causadas por hongos de suelo que reducen 
considerablemente la emergencia del cultivo es aconsejable el tratamiento de la semilla 
con algún fungicida antes de la siembra para que las proteja. Se deben tener en cuenta las 
posibles interacciones que dicho fungicida pueda provocar sobre la nodulación del 
Rhizobium. Se recomiendan 250-350 mililitros de Vitavax, 200ml por 100 kilogramos de 
semilla, para reducir las enfermedades acarreadas por la misma semilla y las que causan 
los hongos del suelo. Otros fungicidas utilizados para tratar las semillas son: Captan, 
Metalaxyl, Thiram, Maneb, Carbendazin, etc. Para promover la fijación biológica de 
nitrógeno las semillas también se pueden tratar con inoculantes. 
1.5.4. Agua 
Se recomiendan dos riegos: uno en floración y otro al comienzo de granazón. En suelos 
de aluvión la planta completa el ciclo con un riego en pre-floración. Al tratarse de una 
planta típica de secano se cultiva poca cantidad en regadío. Es más de secano para evitar 
los ataques de rabia en primavera y veranos lluviosos. Un mayor número de riegos puede 
conducir a un crecimiento excesivo de las plantas en suelos pesados. Generalmente las 
producciones en regadío doblan a las de secano. Las fases críticas del cultivo al estrés 
hídrico son tanto la floración como el posterior llenado de los granos. 
 
El garbanzo blanco nunca se debe regar inmediatamente después de la siembra, ya que 
cuenta con una testa delgada que se deteriora rápido (en comparación con semillas de 
garbanzo forrajero), y son más susceptibles a pudriciones de raíz y a la secadera o 
‘damping off’. 
1.5.5. Herbicidas 
La planta de garbanzo es muy mala competidora en sus primeras fases de desarrollo con 
las malas hierbas existentes, pues tiene un crecimiento muy lento en su arranque. Esta 
circunstancia obliga a mantener limpio el cultivo durante esos primeros estadíos en los 
que no puede competir por sí solo. 
Para el control de las malas hierbas se recomiendan distintos tratamientos con herbicidas. 
En el cultivo de invierno, debido a que se compite con las malas hierbas de invierno y de 
primavera, se tienen que utilizar tratamientos que controlen ambas clases arvenses. Los 
herbicidas más utilizados son: Terbutrina (49%), Terbutrina (30%) más Prometrina 
(20%), Fomesafén, etc. 
El cultivo de primavera permite hasta su fecha de siembra la realización de las labores 
necesarias para mantener limpio el terreno, con lo cual se eliminan todas las malas hierbas 
de invierno, quedando sólo las de primavera. Además, en este caso, al ser la densidad de 
siembra menor que la de siembra otoñal, con una mayor separación entre las líneas de 
plantas, se permite el paso del cultivador en los primeros estadios del cultivo, 
manteniéndose en las primeras fases de desarrollo libre de hierbas competidoras. 
El garbanzo es un pobre competidor contra malezas durante todo el ciclo del cultivo. Se 
recomiendan los herbicidas pre-emergentes como Trifuralina® entre tres y cinco días 
después de la siembra, postemergentes como Fomesafen® 25% con una dosis de 1-1.5 
L/ha y prometrina® 20% a una dosis de 1.25 a 1.75 litros por hectárea. En siembras con 
surcos amplios el control mecánico y manual puede llevarse a cabo sin dificultad. 
En cuanto a la protección, el cultivo de garbanzo es susceptible al daño por insectos y 
enfermedades. En general las pudriciones de raíz (rabia) causadas por un complejo de 
hongos del suelo son comunes en todas las áreas de productoras de garbanzo. La mejor 
alternativa es utilizar variedades resistentes y el tratamiento a la semilla. Las 
enfermedades fungosas (Moho gris y Mildiu velloso) pueden dañar el follaje en algunas 
áreas. De los insectos, el gusano de la vaina (Heliothis spp.) y minadores de la hoja pueden 
 
causar daños severos si no se les controla oportunamente. 
1.5.6. Enfermedades y plagas 
Enfermedades causadas por hongos 
Rabia del garbanzo (Ascochyta rabiei (Pass) Labrousse). Es la mayor enfermedad que 
puede afectar al cultivo en el este de Asia norte de África y la región mediterránea. 
Cuando la enfermedad se manifiesta intensamente se seca por completo el cultivo en 
poquísimo tiempo, reduciéndose los rendimientos en valores por encima del 80%. Los 
síntomas aparecen en forma de manchas redondeadas en hojas y vainas, alargadas en los 
tallos, estando bordeadas por un anillo oscuro. Estas manchas son de color ocre y en ellas 
aparecen numerosos puntos negros, perceptibles a simple vista, qué son los picnidios 
productores de las conidias que propagan la enfermedad. 
 
Figura 30 Fruto y hojas de garbanzo afectados por la rabia. Fuente: piqsels.com (2020). 
Las manchas de los tallos son el resultado de una atrofia vascular, impidiendo la 
circulación de la savia, pudiendo romperse por dichas lesiones, produciendo la muerte de 
la planta sobre la zona afectada. La enfermedad se desarrolla en periodo húmedo y con 
temperaturas entre 5 y 30ºC. Por ello, el principal limitante del cultivo de invierno es 
poseer cultivares resistentes a rabia. 
El hongo sobrevive en semillas infectadas y residuos de cultivo, por lo que es muy 
importante disponer de semillas “sanas” no infectadas para la siembra y destruir los restos 
de cosecha en el campo, para rebajar el inóculo. 
En cultivares resistentes, o en cultivares resistentes cuando las condiciones son muy 
favorables al desarrollo de la enfermedad, es conveniente la aplicación de tratamientos 
preventivos con productos fungicidas, siendo recomendables entre otras las siguientes 
materias activas: Carbendazima, Clortalonil y Folpet. 
 
Fusariosis (Fusarium oxysporum f. sp. ciceri). Dicho hongo se instala en el sistema 
vascular de la planta y es uno de los principales causantes en garbanzo de la marchitez de 
la planta, constituyendo también uno de los factores limitantes importantes del cultivo. 
Los cultivares de invierno sufren menor ataque de Fusarium debido a que al llegar la 
primavera las plantas han desarrollado un sistema radicular más fuerte y lignificado y, 
por lo tanto, opone más resistencia a la entrada del hongo; en un año normal en cuanto a 
humedad, y aún húmedo si las temperaturas son bajas, hay resistencia por escape, pero 
con humedad y temperaturas suaves en invierno, el cultivo puede verse atacado. Para 
seguridad total, conviene sembrarvariedades resistentes en los lugares en los que se tema 
el ataque (hondonadas, etc.) 
 
Figura 31 Tallo del garbanzo afectado por fusariosis. Fuente: piqsels.com (2020). 
Igual que con la rabia, es conveniente, si las condiciones climáticas son favorables al 
ataque del hongo, la aplicación de tratamientos fungicidas preventivos, siendo 
recomendables, entre otras, las siguientes materias activas: Carbendazima, Clortalonil y 
Folpet. Además, es muy importante no repetir el cultivo en una misma parcela, dejando 
un intervalo mínimo de 3-4 años. 
Plagas 
Mosca del garbanzo (Liriomyza cicerina Rond.). Es un díptero cuyas larvas son 
minadoras de las hojas del cultivo, reduciendo su crecimiento. Su identificación es fácil 
observando a trasluz los signos que deja en los foliolos de las hojas. El invierno lo pasan 
en estado de pupa bajo tierra; hacia el mes de abril salen los adultos del suelo. Las hembras 
realizan puestas en los foliolos, dejando un huevo en cada agujero practicado. Están 
 
descritas dos generaciones anuales. 
 
Figura 32 Hoja del garbanzo afectada por la mosca del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). 
Para el control de la plaga están autorizados en el cultivo el empleo de las materias activas 
Dimetoato 40% y Tricolrfon al 60%. 
Gorgojo (Bruchus rufimanus Boheman). Es una especie polífaga, siendo una típica plaga 
de granero. La hembra realiza la puesta en el interior del grano, en el campo, 
alimentándose la larva en su interior, depreciándolo completamente si su destino es el 
consumo humano. Tienen una sola generación anual, pasando el invierno en estado adulto 
en almacenes junto al grano; cuando llega la primavera emigran al campo, mordisqueando 
los brotes o las flores y realizando la puesta, como ya se ha mencionado los granos 
jóvenes. Ataca principalmente a las judías. 
 
Figura 33 Garbanzos afectados por gorgojo. Fuente: piqsels.com (2020). 
En el caso de tener que combatir la plaga, se recomienda la siguiente materia activa: 
Deltametrin 2,5%. El momento de realizar los tratamientos corresponde con el final de la 
floración y comienzo del cuajado. 
 
Heliotis (Heliotis armigera Hübner). Se trata de un lepidóptero noctuido que ataca a un 
gran número de plantas, tanto leguminosas como solanáceas, cereales o algodón. Pasan 
el invierno en estado de crisálida bajo tierra, y a partir de mediados de mayo y principio 
de junio, salen las mariposas, de hábitos nocturnos, realizando la puesta. Una vez que las 
larvas alcanzan su estado de desarrollo completo, abandona los frutos y se dirigen al suelo, 
donde la oruga se encierra transformándose en crisálida. El número de generaciones varía 
de dos a tres según las regiones. Los daños que puede ocasionar pueden ser elevados, ya 
que una sola alarma puede atacar a más de 7 vainas, penetrando en el interior de estas y 
alimentándose de una o dos semillas. 
Se recomienda para su control Deltametrin 2,5% + Heptenofos 40% (con actividad 
sistémica y por contacto). 
 
Figura 34 Fruto del garbanzo siendo atacado por heliotis. Fuente: piqsels.com (2020). 
1.6. Huella hídrica 
Según la norma internacional ISO 14046: 2014, el uso del agua ha de considerarse en su 
sentido más amplio, incluyendo no sólo el consumo total de agua de un sistema, sino 
también la degradación de esta (por contaminación). Es por ello por lo que el término 
“huella hídrica” sólo debe emplearse para hacer referencia a los resultados obtenidos tras 
emplear modelos de evaluación de todos los impactos relevantes relacionados con el uso 
del agua; es decir, un inventario volumétrico es insuficiente para evaluar la huella hídrica 
de un proceso porque los resultados de dicho inventario y los impactos relacionados con 
el uso del agua no se ven generalmente correlacionados. 
Existen muchos tipos de impactos ambientales relacionados con el uso del agua, por lo 
que su evaluación y medición puede llegar a ser muy compleja. Por ejemplo, el consumo 
de agua puede generar escasez en el recurso, a la vez que las emisiones al agua debidas 
 
al uso de fertilizantes pueden contribuir a la eutrofización de los cuerpos de agua 
superficial o a la acidificación de los suelos; asimismo el uso de pesticidas y herbicidas 
causa impactos de toxicidad de los ecosistemas. Es por esto por lo que, en muchas 
ocasiones, la expresión de huella hídrica va acompañada de algún tipo de especificación: 
por ejemplo, “la huella de la escasez de agua” ya que, en ese caso, sólo se evalúa un 
aspecto específico del uso del agua. 
Una de las definiciones de las 50 que contempla la norma, es la que define la huella hídrica 
como “métricas que cuantifican los impactos ambientales potenciales relacionados con el 
agua”. Al definirlo como métrica, la huella hídrica puede corresponderse con los métodos 
de cuantificación propuestos por diversos autores. Así, la definición se ha dejado abierta 
para permitir la elección del método de cuantificación que más se adapte en cada caso. 
Si bien los métodos para la cuantificación de los impactos relacionados con la calidad del 
agua, como la eutrofización o la acidificación, están ampliamente desarrollados y 
consensuados, actualmente existe una gran variedad de índices de estrés hídrico 
regionalizados que se emplean en la literatura para el cálculo de la huella de escasez de 
agua. 
En relación con el concepto de huella hídrica asociado con el crecimiento de un cultivo 
en particular, ésta se define como el volumen total de agua dulce empleado, directa o 
indirectamente, a lo largo de todo el ciclo productivo del cultivo en cuestión, expresado 
como volumen de agua empleado (metros cúbicos, m3) por cantidad de cultivo 
recolectada (kilogramos, kg). Este consumo de agua distingue a su vez tres componentes, 
las cuales hacen referencia a tres tipos de agua según su procedencia: agua azul, agua 
verde, y agua gris. El agua azul es el volumen de agua procedente de la superficie o de 
aguas subterráneas, incluyendo el agua de riego, que se evapora o se incorpora en el 
producto cultivado; el agua verde es el volumen de agua procedente de lluvia que se 
evapora o se incorpora en el producto cultivado; mientras que el agua gris se define como 
el volumen de agua necesario para asimilar la contaminación generada por dicho cultivo. 
Como se indicó anteriormente, las metodologías para la evaluación del impacto derivado 
del uso de agua, entendido como un efecto sobre el medio ambiente, no deben centrarse 
exclusivamente en la cuantificación de entradas y salidas de agua, sino que también han 
de tener en cuenta los efectos en cuanto a disponibilidad de recursos de agua dulce, 
calidad de los ecosistemas o salud humana. Algunos de estos métodos sugieren el uso de 
 
indicadores que miden los efectos intermedios de dichos impactos, lo que se conoce como 
indicadores midpoint. Estos hacen referencia a problemas que afectan directamente al 
medio ambiente, tales como la ecotoxicidad, eutrofización, acidificación, escasez, 
disponibilidad, etc., en este caso asociados al uso del agua. Por otro lado, se han 
desarrollado también indicadores para el análisis de los efectos últimos que estos impactos 
ambientales intermedios generan sobre los humanos y los ecosistemas, llamados 
indicadores endpoint. Estos últimos miden categorías de impacto finales que afectan 
directamente a la sociedad y por tanto también pueden considerarse como categorías de 
daño. Son concretamente: la salud humana, la diversidad de los ecosistemas y el estado 
de los recursos disponibles. 
 
Figura 35 Representación esquemática de los componentes de una huella hídrica. Fuente: waterfootprint.org (2021). 
1.6.1. Agua virtual 
El agua virtual se define como el volumen de agua requerido para producir un bien o un 
servicio. Fue introducido por Allan en 1993 cuando estaba investigando la opción de 
‘importar’ agua virtual, en lugar de agua real, a través de la importación de productos en

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