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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS GRADO EN INGENIERIA AGRÍCOLA DEPARTAMENTO DE PRODUCCIÓN AGRARIA Evaluación de indicadores agronómicos del cultivo de leguminosas y estimación de la huella hídrica del cultivo de garbanzo en España TRABAJO FIN DE GRADO Autor/a: Inmaculada Nieto Naranjo Tutor/a: José Soler Rovira Mayo de 2021 RESUMEN El garbanzo es la principal leguminosa grano cultivada en el Mediterráneo y se encuentra dentro de las especies más conocidas y cultivadas de las leguminosas grano, junto con las lentejas, las judías secas, los guisantes secos, las habas secas, los altramuces dulces, las vezas y los yeros. Algunas de estas especies de leguminosas grano se cultivan en las zonas semiáridas españolas, tradicionalmente usadas como plantas barbecheras en nuestros secanos: es el caso de las vezas y los yeros de consumo animal. Paralelamente, se encuentran otras dos especies: lentejas y garbanzos, ambas de consumo preferentemente humano. El resto de las leguminosas grano, menos cultivadas, tuvieron una considerable importancia en nuestra agricultura de secano hasta mediados del siglo pasado, pero han ido casi desapareciendo con la mecanización del campo, aunque actualmente existe un interés creciente por su recuperación. El objetivo de este trabajo es analizar el comportamiento agronómico del cultivo de leguminosas en España y estimar la huella hídrica del garbanzo en las condiciones de cultivo de este país. Para ello se han estimado diversos indicadores agronómicos de los principales cultivos de leguminosas en España, entre los que se incluyen la productividad, el rendimiento potencial, la brecha del rendimiento medio respecto al potencial, la estabilidad del rendimiento (variabilidad) y la sostenibilidad del mismo (evolución respecto al tiempo), así como un indicador agregado que incluye valores normalizados de todos ellos. Además, se ha estimado la huella hídrica del cultivo de garbanzo en las principales provincias de España, calculando los tres componentes de la misma: agua verde, agua azul y agua gris. Finalmente, se ha estimado un indicador de presión sobre los recursos hídricos calculando la relación entre la huella hídrica estimada y la lluvia total anual en cada provincia. Aunque desde la última década del siglo pasado las superficies dedicadas a las leguminosas en España se han visto reducidas, el aumento de los rendimientos (por la introducción de nuevas tecnologías en el cultivo) ha hecho recuperarse en una tendencia creciente la producción de estos cultivos. Los cultivos de leguminosas en regadío muestran un mejor comportamiento agronómico ya que tienen mayor productividad y menor brecha de rendimiento respecto al rendimiento potencial, así como menos variabilidad de la producción, debido a que los cultivos en secano ven limitada su producción por la falta de agua. Se necesitan entre 2000 y 3000 L de agua para producir un kilogramo de garbanzos en secano en España. Este valor es similar al del cultivo en regadío en las provincias andaluzas, mientras que en las provincias castellanas este valor se duplica. Este valor se reduce por debajo de 3000 L/kg al acortar el ciclo de cultivo y al aumentar los rendimientos (por encima de 1000 kg/ha en secano o 1500 kg/ha en regadío). De este modo también se reduce la presión sobre la explotación de los recursos hídricos naturales. ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 6 1.1. Taxonomía y origen ............................................................................................. 6 1.2. Cultivo de garbanzo en el mundo, Europa y España ............................................ 8 1.2.1. Superficie ..................................................................................................... 8 1.2.2. Producción ................................................................................................. 10 1.2.3. Rendimiento ............................................................................................... 12 1.2.4. España ........................................................................................................ 14 1.2.5. Comercio mundial ...................................................................................... 19 1.3. Características del garbanzo, composición y propiedades, usos y productos alimenticios .................................................................................................................. 20 1.3.1. Características ............................................................................................ 20 1.3.2. Composición y propiedades ....................................................................... 21 1.3.3. Usos y productos alimenticios ................................................................... 24 1.3.4. Nodulación y fijación de nitrógeno con Rhizobium .................................. 27 1.4. Morfología y fisiología del garbanzo ................................................................. 28 1.4.1. Principales variedades ................................................................................ 28 1.4.2. Nuevas variedades: .................................................................................... 28 1.4.3. Ciclo de vida .............................................................................................. 29 1.4.4. Morfología de la planta .............................................................................. 31 1.5. Aspectos agronómicos del cultivo del garbanzo ................................................ 38 1.5.1. Condiciones agroclimáticas ....................................................................... 38 1.5.2. Abonado ..................................................................................................... 39 1.5.3. Siembra ...................................................................................................... 42 1.5.4. Agua ........................................................................................................... 43 1.5.5. Herbicidas .................................................................................................. 44 1.5.6. Enfermedades y plagas .............................................................................. 45 1.6. Huella hídrica ..................................................................................................... 48 1.6.1. Agua virtual ............................................................................................... 50 1.6.2. Situación de la Huella Hídrica de la agricultura en España ....................... 51 2. OBJETIVOS ............................................................................................................. 52 3. METODOLOGÍA .................................................................................................... 53 3.1. Metodología sobre indicadores agronómicos del cultivo del garbanzo ............. 53 3.2. Estimación de la Huella Hídrica del garbanzo ................................................... 57 4. RESULTADOS ......................................................................................................... 63 4.1. Indicadores agronómicos y productivos del cultivo de leguminosas en España 63 4.1.1. La producción de leguminosas en España ................................................. 63 4.1.2. Indicadores agronómicos del cultivo de leguminosas ................................ 81 4.2. Huella hídrica del cultivo del garbanzo en España ............................................ 89 5. CONCLUSIONES .................................................................................................... 97 6. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................99 1. INTRODUCCIÓN 1.1. Taxonomía y origen El nombre científico del garbanzo es Cicer arietinum L., y pertenece a la familia de las Fabáceas (Papilionáceas en la botánica clásica, debido a que la mayoría de las inflorescencias tienen una forma que recuerda a la de una mariposa). Actualmente, se habla de una tribu (Cicéreas) para las especies del género Cicer, cuyas características son las siguientes: − Suelen ser plantas anuales o perennes. − Plantas herbáceas o subarbustivas. − Plantas pelosas, con glándulas excretoras. − Corola blanca o violeta. Existen más de 40 especies y Cicer reticulatum es probablemente el antecesor del garbanzo. Botánicamente, pertenece a la tribu Cicerae, agrupando el género Cicer a nueve especies anuales herbáceas y 34 perennes semiarbustivas. Estas especies están distribuidas en cuatro secciones: Cicer, Chamaecicer, Polycicer y Acanthocicer. Sólo las especies de la primera son anuales, como el garbanzo (Cicer arietinum L.,). Las leguminosas pertenecen a la subfamilia Papilionoideae o Faboideae, la mayor en especies de la familia Papilionáceas. No hay unanimidad a la hora de señalar el origen del garbanzo: unos lo sitúan en la cuenca mediterránea y otros en Asia occidental (Suroeste de Turquía). En cualquier caso, se remonta a tiempos prehistóricos, ya que se han encontrado indicios de su presencia en excavaciones preneolíticas en Sicilia y hallazgos arqueológicos encontrados en Hacillar, Turquía, que datan aproximadamente de 5.450 a.C. Además, se tiene constancia de que era bien conocido en el antiguo Egipto, Babilonia, Persia y la India, donde todavía es utilizado por la medicina ayurvédica para combatir enfermedades de la piel, y en yacimientos datados en la Edad de Bronce en Jericó (3.200 a.C.), ya aparece el garbanzo como cultivo. Se extendió muy pronto hacia Europa (especialmente por la región mediterránea) y más tarde a África (fundamentalmente Etiopía), América (especialmente México, Argentina y Chile) y Australia. Se ha comprobado la existencia de 40 especies de garbanzos extendiéndose desde Oriente Medio, Turquía, Israel y Asia Central. La participación de las legumbres en la dieta alimenticia ha sido históricamente un rasgo común de muchos países que se recuestan sobre el Mediterráneo o que están próximos a éste, incluyendo no sólo los europeos sino también los del norte de África (Egipto particularmente) y los de medio oriente (Líbano, Jordania, Irak). El garbanzo era un alimento habitual para los griegos, romanos y cartagineses, quienes lo introdujeron en España. En base a caracteres morfológicos se distinguen tres grupos: • Garbanzos desi: se denomina así a los garbanzos con una capa gruesa y de color. Los tonos más comunes de las semillas incluyen varias combinaciones de marrón, amarillo, verde y negro. Las semillas son generalmente pequeñas y angulares con una superficie rugosa. Las flores suelen ser rosadas y las plantas muestran varios grados de pigmentación por antocianinas (que tienen poder antioxidante y protege de la degeneración celular), aunque algunos tipos de desi tienen flores blancas y no tienen pigmentación en el tallo. Este tipo representa el 80-85% del área de garbanzos. Figura 1 Garbanzos tipo desi de diferentes colores. Fuente: piqsels.com (2020). • Garbanzo kabuli: se caracterizan por su color blanco o beige, tener una forma redonda, una superficie lisa, flores blancas y falta de pigmentación por antocianina en el tallo. En comparación con los tipos desi, los tipos kabuli tienen niveles más altos de sacarosa y niveles más bajos de fibra. El tipo kabuli generalmente tiene semillas de gran tamaño y reciben un precio de mercado más alto que los tipos desi. El sobreprecio en kabuli generalmente aumentan a medida que aumenta el tamaño de la semilla. Es el más evolucionado. Todas las variedades y ecotipos españoles pertenecen a este grupo. Figura 2 Garbanzo desi. Fuente: piqsels.com (2020). • Garbanzos gulabi o intermedio: de características intermedias a los otros dos grupos. 1.2. Cultivo de garbanzo en el mundo, Europa y España El descenso en las superficies cultivadas de las leguminosas, especialmente de las destinadas a grano, durante las últimas décadas ha llevado a estos cultivos a una situación preocupante respecto a su futuro. Desde 2008 este descenso continuado parece haberse frenado, aun así, la superficie total de cultivo en 2011 según la Encuesta sobre Superficies del MARM alcanzó la cifra de 403.698 ha para el conjunto de leguminosas grano, con los guisantes secos a la cabeza (452.407 ha según la FAO, para legumbres secas). Según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos en España de 2012 esa superficie descendió de nuevo hasta 393.646 ha (396.161 ha según la FAO para legumbres secas), cantidad muy por debajo de los 6.385.886 ha de los cereales grano (6.173.208 ha según la FAO). También quedan lejos de las 947.998 ha de plantas industriales (fundamentalmente girasol y algodón), o de las 933.578 ha de forrajeras. En 2014 la tendencia se mantiene y la superficie sembrada con leguminosas grano no llega a las 380.000 ha. 1.2.1. Superficie El cultivo del garbanzo ha ido evolucionando y expandiéndose a lo largo del tiempo y simultáneamente decayendo y desplazándose por otros cultivos más importantes o de mayor valor comercial en ese periodo de un país específico. En este apartado se tratarán la evolución de la superficie, producción y rendimiento del garbanzo a lo largo de los años en los principales países que lo cultivan, además de evaluar los datos de España. En el año 2001 se cultivaron más de ocho millones y medio de hectáreas de garbanzos en el mundo, alcanzando una producción estimada de algo más de seis millones de toneladas. Los países con mayor superficie dedicada al cultivo fueron: la India (57% de la superficie mundial), Pakistán (10%), Turquía (6,7%), Irán (6,4%), Canadá (4%), Australia (2,6%) y Méjico con el 1,6%. Actualmente (según los datos de 2019) la superficie total cultivada de garbanzo en todo el mundo es de 13.718.980 ha, siendo La India el país con mayor superficie dedicada a este cultivo (70% del total). Podemos observar en la Figura 3 los principales países con mayor superficie y los porcentajes que tienen cada uno. Son varios los países que destacan por encima de los demás (India, Pakistán, Federación de Rusia, Turquía, Irán, Myanmar, Australia y Etiopía), aunque los que más destacan son India y Pakistán, seguidos de Federación de Rusia y Turquía. Figura 3 Distribución de la superficie mundial del cultivo del garbanzo. Fuente: FAO (2019). En la Figura 4 se puede observar la superficie media cultivada con garbanzo de los seis principales países. Se ha tomado la media de cinco años entre 1961 y 2019 en los países que se ha podido, ya que la Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido). Estos gráficos nos aportan la información de que en algunos de estos países el cultivo del garbanzo ha ido evolucionando en los últimos años (India y Myanmar), al contrario que en Pakistán, donde se producen altibajos a lo largo de los años y actualmente se encuentra en descanso; y en Turquía e Irán, dónde después de un gran aumento de las superficies (1981-1986 y 1991-1996, respectivamente) se produjo un descenso y ahora se está produciendo un incremento de la superficie. India; 70% Pakistán; 7% Federación de Rusia; 4% Turquía; 4% Irán (República Islámica del); 3% Myanmar; 3% Australia; 2% Etiopía; 2% Figura 4 Superficie media cada 5 años (1961-2019). Fuente: FAO (2020). La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido). 1.2.2. Producción Respecto a la producción, cabe esperar que aquellos países en los cuales la superficie dedicada al garbanzo haya sido mayor encabecen esta lista, pero lo cierto es que no tienepor qué ser así, ya que dependerá del rendimiento. La producción total de garbanzo en todo el mundo es aproximadamente de 14.246.295 toneladas, siendo el mayor productor India con un 70% del total de la producción (al igual que ocurría con la superficie). Como podemos observar en la Figura 5, los mayores productores siguen siendo aquellos con mayor superficie dedicada al cultivo, a excepción de Irán y Australia. Figura 5 Producción mundial (%). Fuente: FAO (2020). En los países más destacados la producción ha evolucionado acorde al crecimiento o disminución de la superficie cultivada (Figura 6). Se puede apreciar la notable diferencia entre India y los demás países productores de garbanzo. Figura 6 Producción media cada 5 años (1961-2018). Fuente: FAO (2020). India; 70% Turquía; 4% Federación de Rusia; 4% Myanmar; 4% Pakistán; 3% Etiopía; 3% La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido) y Etiopía a partir de 1993. 1.2.3. Rendimiento La tabla 1 muestra el rendimiento medio de los países que más alto rendimiento tienen en cuanto a la producción garbanzo del año 2018, siendo la media total de todos ellos 1543,6 kg/ha. El rendimiento más alto lo alcanza en China, seguido de Jordania, República de Moldova, Sudán e Israel, con más de 34 mil kilogramos por ha. Hay que resaltar que ninguno de los países anteriormente mencionados en cuanto a mayor superficie o producción se encuentran en los primeros puestos de esta tabla. Etiopía es el primer país que aparece entre los mencionados con mayor superficie dedicada al cultivo del garbanzo, ocupando el décimo segundo puesto, con un 132% del rendimiento en función de la media (frente a un 332% de China, que es el primero de la tabla). India se queda fuera de la tabla, siendo un 66% el rendimiento que tiene en función de la media, tratándose del país con mayor superficie y producción de garbanzo en el mundo. Tabla 1 Rendimiento mundial de países productores de garbanzo (kg/ha). Fuente: FAO (2020). PAÍSES MEDIA (kg/ha) % EN FUNCIÓN DE LA MEDIA China, Continental 52334 332% Jordania 48477 307% República de Moldova 41335 262% Sudán 40476 257% Israel 34568 219% Bosnia y Herzegovina 34335 218% Uzbekistán 25415 161% Egipto 24301 154% Zimbabwe 23363 148% México 21170 134% Yemen 21083 134% Etiopía 20839 132% Argentina 20058 127% Bolivia (Estado Plurinacional de) 17918 114% Estados Unidos de América 17304 110% República Dominicana 16667 106% Canadá 16142 102% Palestina 15545 99% Myanmar 13157 83% Macedonia del Norte 13097 83% Turquía 12167 77% Perú 11572 73% Argelia 11150 71% Bangladesh 11112 70% Nepal 11059 70% Australia 10692 68% Colombia 10649 68% Los rendimientos de los países más importantes y los de mayor superficie cultivada de garbanzo no guardan ninguna relación (como se observa en la tabla 1). A pesar de no disponer de la misma cantidad de datos que de la mayoría de los países, Etiopía es el que mayor aumento del rendimiento ha conseguido durante los últimos años, dentro del grupo de países que más superficie de garbanzo tienen; seguido de Myanmar y Turquía, que después de una caída (1981-2000) ha vuelto a alcanzar su máximo (1976). Figura 7 Rendimiento medio cada 5 años (1961-2018). Fuente: FAO (2020). La Federación de Rusia sólo registra datos a partir de 2016 (incluido) y Etiopía a partir de 1993. 1.2.4. España La superficie dedicada al cultivo del garbanzo en España ha ido variando a lo largo del tiempo (Figura 8), sufriendo una caída a lo largo de los años, con un aumento en los años 1996-2000 que fue seguido de un descenso aún mayor al producido anteriormente. Aunque en los últimos años parece que haya habido un aumento de nuevo, que tampoco llega a alcanzar a la superficie anteriormente ocupada por el cultivo, que ha sido ocupada por otras especies que han cogido más fuerza en el comercio. Con las modificaciones introducidas en la última reforma de la PAC se esperaba que las leguminosas se pudieran ver favorecidas en cuanto a incremento de la superficie sembrada. Como cabría esperar, la producción ha ido aumentando y disminuyendo conforme lo hacía la superficie (Figura 9). Sin embargo, el rendimiento ha tenido sus altibajos a lo largo de los años, quedando finalmente como un aumento que supera en más del doble a los primeros datos recogidos (Figura 10). Figura 8 Superficie media cada 5 años en España (1961-2019): Fuente: FAO (2020). Figura 9 Producción media cada 5 años en España (1961-2019). Fuente: FAO (2020). Figura 10 Rendimiento medio en intervalos de 5 años (1961-2019). Fuente: FAO (2020). En la tabla 2 se puede observar la distribución del garbanzo en España y la comparación entre las dos formas de cultivo, secano y regadío. Andalucía es la zona que más cultiva (un 66% de la superficie total de garbanzo en España), seguida de Castilla León y Castilla la Mancha (con un 17% y 9% respectivamente). Tabla 2 Distribución en España. Fuente: MAPAMA (2018). Provincias y Comunidades Autónomas Superficie Rendimiento Producción de grano Paja cosechada (hectáreas) (kg/ha) Secano Regadío Total Secano Regadío (toneladas) (toneladas) A Coruña – – – – – – – Lugo – – – – – – – Ourense 13 3 16 900 900 14 68 Pontevedra – – – – – – – GALICIA 13 3 16 900 900 14 68 P. DE ASTURIAS – – – – – – – CANTABRIA – – – – – – – Alava 71 – 71 1.400 – 99 – Guipúzcoa – – – – – – – Vizcaya 1 – 1 860 – 1 – PAÍS VASCO 72 – 72 1.393 – 100 – NAVARRA 26 24 50 744 1.542 56 – LA RIOJA 11 6 17 1.250 2.000 26 8 Huesca 37 17 54 1.100 2.200 78 – Teruel 96 1 97 698 2.000 69 – Zaragoza 50 12 62 520 2.000 50 24 ARAGÓN 183 30 213 731 2.113 197 24 Barcelona 175 36 211 887 1.044 193 – Girona 15 4 19 840 2.125 21 – Lleida 59 6 65 809 1.637 58 22 Tarragona 39 7 46 800 1.200 40 – CATALUÑA 288 53 341 857 1.213 312 22 BALEARES 271 – 271 685 – 186 130 Avila 123 – 123 399 – 49 6 Burgos 443 – 443 900 – 399 – León 578 219 797 800 1.600 813 366 Palencia 572 27 599 800 1.400 495 – Salamanca 2.431 168 2.599 1.000 1.300 2.649 1.060 Segovia 295 4 299 700 1.200 211 105 Soria 65 4 69 600 1.200 44 – Valladolid 2.967 – 2.967 1.000 – 2.967 900 Zamora 1.564 233 1.797 550 1.000 1.093 33 CASTILLA Y LEÓN 9.038 655 9.693 871 1.296 8.720 2.470 MADRID 699 81 780 1.120 1.625 915 686 Albacete 290 19 309 750 1.600 248 25 Ciudad Real 308 32 340 950 1.600 344 – Cuenca 801 10 811 790 1.750 650 98 Guadalajara 1.511 124 1.635 800 1.000 1.333 400 Toledo 1.744 178 1.922 1.540 2.050 3.051 366 CASTILLA–LA MANCHA 4.654 363 5.017 1.082 1.620 5.626 889 Alicante – – – 400 – – – Castellón 12 – 12 490 – 6 5 Valencia – – – – – – – C. VALENCIANA 12 – 12 490 – 6 5 R. DE MURCIA 33 17 50 620 1.900 53 10 Badajoz 3.450 – 3.450 850 – 2.933 – Cáceres 52 – 52 710 – 37 – EXTREMADURA 3.502 – 3.502 848 – 2.970 – Almería 132 7 139 297 1.423 49 25 Cádiz 7.511 444 7.955 1.100 1.650 8.995 3.778 Córdoba 4.088 576 4.664 2.000 2.000 9.328 3.918 Granada 1.413 184 1.597 598 924 1.016 1.006 Huelva 1.396 202 1.598 7151.477 1.297 – Jaén 421 86 507 650 1.100 368 155 Málaga 3.476 160 3.636 1.100 2.400 4.208 – Sevilla 27.175 3.280 30.455 1.500 1.900 46.995 9.399 ANDALUCÍA 45.612 4.939 50.551 1.385 1.837 72.256 18.281 Las Palmas 23 1 24 785 1.000 19 – S.C. de Tenerife – – – – – – – CANARIAS 23 1 24 785 1.000 19 – ESPAÑA 64.437 6.172 70.609 1.251 1.759 91.456 22.593 Respecto a las proteaginosas, la especie con mayor importancia o mayor valor agronómico para España es el Guisante. Se puede observar en la figura 11 la evolución de la superficie dedicada a las principales proteaginosas en los últimos años donde en todos ellos predomina con mucha diferencia, el guisante. El garbanzo entra en las seis especies que más superficie ocupan, aunque dentro de esta lista no es de las primeras. Figura 11 Superficie de leguminosas grano en España (miles ha). Fuente: MAPAMA (2019). Como se puede apreciar en la Figura 12, en España se importan muchas más proteaginosas de las que se exportan. A lo largo de los años el garbanzo ha disminuido sus importaciones, a pesar de que como hemos visto anteriormente, su producción también disminuyó, debido a que se ha reducido el consumo de estás leguminosas y ha ido perdiendo importancia en nuestra agricultura. Figura 12 Evolución del comercio exterior de leguminosas grano en España (toneladas). Fuente: MAPAMA (2019). * Datos provisionales 1.2.5. Comercio mundial El comercio mundial del garbanzo está liderado por Australia, cuyo país ha exportado aproximadamente el 55% del garbanzo total exportado en el mundo según los datos de 2015 (con 1.286.718 t), seguido de la Federación Rusa, con el 12% (288.317 t). En cuanto a las importaciones se ven lideradas por la India, quién cuenta con el 37% de las toneladas totales importadas durante 2015 (688.125 t), seguida de Pakistán, con el 16% (297.410 t), ambos países son los que tienen más superficie de dicho cultivo, 70% y 7% respectivamente. Cabe resaltar que, aunque la India sea el país más productor (con un 65% del total durante 2015), en ese mismo año sólo exportó un 8% de su producción e importó un 37% de esta. Puede que sea debido a la gran población que tiene dicho país. 2013 2014 2015 2016 2017 2018* Medias Importac. Lentejas 93.454 77.848 65.776 67.195 74.735 46.769 75.802 Importac. Garbanzos 85.065 58.627 51.232 44.756 41.758 52.646 56.288 Importac. Judías secas 46.015 43.278 52.094 46.400 39.301 43.432 45.418 Importac. Vezas 751 4.864 3.719 4.672 763 154 2.954 Export. leguminosas 15.000 13.686 13.925 21.892 31.990 23.043 19.299 0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000 80.000 90.000 100.000 Figura 13 Precio del garbanzo en España a lo largo del año 2020. Fuente: Junta de Andalucía (2020). Se puede observar una caída del precio del garbanzo a nivel nacional, que se produjo la primera semana de junio del 2020 (semana 23, como indica la figura 13). 1.3. Características del garbanzo, composición y propiedades, usos y productos alimenticios 1.3.1. Características Una de las características más importantes del garbanzo es la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico gracias a la simbiosis con bacterias Rhizobiáceas, principalmente del género Rhizobium, por lo que mejora la fertilidad del suelo y es capaz de autoabastecerse de nitrógeno (80%), ya que fija hasta 140 kilogramos de nitrógeno del aire. Como característica general de las semillas de leguminosas encontramos que son ricas en contenido proteico y energético, constituyendo un excelente alimento, tanto para el hombre como para su uso en alimentación animal. Es este alto contenido en proteínas una de sus principales cualidades en nutrición. Sin embargo, algunas de ellas presentan factores antinutritivos en porcentajes más o menos elevados, debiendo ser considerados en el momento de la alimentación con este tipo de grano para evitar, con su ingestión en exceso, los desórdenes que provocan, pudiendo, en casos extremos, llegar a la muerte de los individuos que las ingirieron. La paja de las leguminosas es rica en nutrientes, por lo cual es más cotizada que la de los cereales para la alimentación del ganado. 1,78 1,78 1,79 1,79 1,80 1,80 1,81 1,81 1,82 1,82 1,83 20 21 22 23 24 25 26 27 € /k g Semana del año 2020 Precio del garbanzo es España 1.3.2. Composición y propiedades El garbanzo es una fuente importante de proteínas para millones de personas en países en desarrollo y para los vegetarianos en todo el mundo; además de su alto contenido de proteínas, el garbanzo es rico en fibra, minerales (fósforo, calcio, magnesio, hierro y zinc) y ß-carotenos. Su fracción de lípidos es rica en ácidos grasos no saturados. Proteínas y aminoácidos En general, el garbanzo posee un contenido medio proteico más bajo que el de otras leguminosas, entorno al 21% (como se puede ver en la tabla 3), aunque su proteína es una de las más digestibles. El contenido en proteína bruta es un carácter muy influenciado por el ambiente y por lo tanto poco heredable. Al igual que para el resto de las leguminosas, son los aminoácidos azufrados (metionina y cisteína) los aminoácidos limitantes. No parecen existir diferencias significativas entre los grupos Desi y Kabuli para el contenido en proteínas. Hidratos de carbono Al igual que para las demás leguminosas, las semillas de garbanzo poseen un alto contenido en hidratos de carbono, alcanzando un valor medio del 63,5%, siendo el almidón el componente fundamental (47,3%). El contenido medio de almidón de los garbanzos tipo Desi es algo más bajo que el de los tipos Kabuli. Grasa Los garbanzos presentan niveles más altos en grasa de lo que suele ser habitual dentro de las leguminosas grano, con valores entre 3,8 y 10,2%. Se ha demostrado también que los ácidos grasos del garbanzo tienen efectos reguladores del nivel de colesterol debido fundamentalmente al alto contenido en ácidos grasos esenciales insaturados en las semillas, particularmente ácido linoleico y ácido linolénico. Se encontraron diferencias en el contenido medio de grasa entre Desi y Kabuli, siendo más alto en el segundo. Fibra El contenido en fibra es importante en los garbanzos (6,3%), estando directamente relacionado con el grosor de la cubierta de la semilla, encontrándose una gran variabilidad en su contenido para los diferentes tipos de fibra. La cantidad de fibra es mayor en los tipos desi que los kabuli, sin solapamiento entre los dos grupos. Tabla 3 Composición Aminoacídica Media de las Leguminosas-grano* (en porcentaje del peso de semilla). Fuente: Universidad de la Rioja (1991). Garbanzo Guisante Haba Judía Lenteja Proteína bruta % 20-22 21-23 23-27 19-22 21-25 Isoleucina 0,77 0,89 1,08 0,86 0,91 Leucina 1,61 1,46 2,10 1,63 1,71 Lisina 2,5 1,42 1,35 1,35 1,66 Metionina 0,39 0,30 0,24 0,25 0,21 Cistina 0,24 0,25 0,19 0,19 0,22 Fenilalanina 1,13 0,93 1,18 0,78 1,15 Tirosina 0,40 0,50 0,72 0,37 0,65 Treoninas 0,78 0,88 1,03 0,86 0,83 Triptófano 0,17 0,20 0,20 0,22 0,23 Valina 1,04 1,01 0,93 1,10 1,05 Arginina 1,60 1,64 1,80 1,09 1,50 Histidina 0,53 0,42 0,47 0,45 0,67 V.B. 68,0 63,7 54,8 58,6 44,6 Tabla 4 Calidad Biológica de la Proteína de las Leguminosas-grano. Fuente: Universidad de la Rioja (1991). Digestibilidad V.B. U.N.P. P.E.R. Garbanzo (L. mutabilis) 80-82* - - 1,34-3,05* Altramz (L. luteus) 81 52 42 - Garbanzo 86 58 58 1,68 Guisante 87 64 55 1,57 Haba 87 55 48 - Judía 73 58 35 1,48 Lenteja 85 45 38 0,93 Soja (torta) 90 73 66 2,32 Patrón huevo 97 94 87 3,92 Patrón caseína 96 80 77 2,86 *Suplementado con 2% de metionina. Fuentes: FAO, 1970; Prieto y Aguilera, 1986; Gross, 1982 Tabla 5 Contenido de Cianhídrico de Ciertas Leguminosas-grano. Fuente: Universidad de la Rioja (1991). PlantasHCN producido, mg/100 g. Judía de Lima (Phaseolus lunatus) 14,4-312,0 Guisante (Pisum sativum) 2,3 Garbanzo (Lupius mutabilis) 0,5-2,9 Judía común (Phaseolus vulgaris) 2,0 Garbanzo (Cicer arietinum) 0,8 Nivel máximo permitido 20,0 Tabla elaborada con datos de MONTGOMERY (1969) y GROSS (1982) Al igual que sucede con la mayoría de las leguminosas, las semillas del garbanzo contienen una serie de sustancias químicas que causan algunas dificultades digestivas cuando son consumidas por personas o animales. En sus semillas se pueden encontrar inhibidores de las proteasas (de la tripsina y de la quimotripsina), inhibidores de las amilasas, y sustancias productoras de flatulencias. Las proporciones no son importantes en los garbanzos tradicionalmente utilizados en nuestro país para el consumo humano. Estudios valor nutritivo Se han realizado varios estudios en ratas con la idea de poder dar posibles explicaciones a las limitaciones del valor nutritivo de las leguminosas en los monogástricos. • Mayor degradación de las proteínas. Con la inclusión de globulinas purificadas de garbanzo en la alimentación para ratas se produjo una disminución del crecimiento de los animales, además de un aumento de la excreción de urea en la orina, lo que se traduce como una menor retención de N con valores netos de utilización de proteínas también menores. • Determinación de los perfiles de aminoácidos en el plasma. Las concentraciones plasmáticas de glicina, histidina y arginina fueron más elevadas en ratas alimentadas con dietas basadas en garbanzos y otras leguminosas, mientras que los niveles de treonina, leucina y lisina eran más bajos. La tirosina, asparagina, glutamina y serina no se vieron afectados significativamente (Tabla 3). Otros estudios llevados a cabo en la alimentación de pollos dieron otros resultados: • Mejora del índice de conversión (IC). En las dietas se reemplazaron el maíz y la soja por garbanzo, lo que mejoró el IC, y consecuentemente puede producir una mejora en los costes de producción, ya que permite lograr un beneficio económico en los sistemas de producción intensivos de carne y huevo, lo cual podría ser trasladado a un menor precio del producto al consumidor final. También se ha querido saber acerca de los efectos que pueden causar las leguminosas en la alimentación de rumiantes. • Degradabilidad y digestibilidad. Se realizó un estudio con distintas variedades de habas y garbanzos en el que se observó que la composición química de las variedades de cada género era muy similar. Además, la degradabilidad de la proteína y la digestibilidad intestinal de la fracción de proteína no degradada en el rumen son similares para las distintas semillas. • Cantidad y calidad de leche. Con la inclusión de garbanzo en la dieta de ovejas no se vieron afectadas ni la cantidad ni la calidad de su leche, en comparación con la producida cuando en las dietas se había incluido soja, cuya concentración de energía y degradabilidad son semejantes. • Productividad de la carne de cordero. La sustitución de soja y cebada por garbanzos no afectó a la productividad del cordero y aumentó el contenido en ácidos grasos saludables de la carne de cordero. 1.3.3. Usos y productos alimenticios Tradicionalmente, el garbanzo ha sido utilizado tanto en alimentación humana como animal. Actualmente, su producción se dedica prácticamente en su totalidad al consumo humano, dedicándose para consumo animal garbanzos de destrío de la producción destinada al consumo humano. Los distintos usos que tiene el garbanzo dependen de la zona geográfica, siendo utilizados sus granos verdes para ser consumidos tanto crudos como cocidos o asados (principalmente en la India), sus granos secos, también cocidos o tostados, o bien la harina para la realización de “tortas”. Figura 14 Producto para aperitivo de garbanzos tostados y amarillos. Fuente: Solnuts (2020). En España su utilización es fundamentalmente como grano seco y para consumo humano, siendo en su totalidad del tipo kabuli. Son muy apreciados en diversos platos populares, contribuyendo significativamente al aporte nutricional de la población. El tamaño del grano y el color son caracteres de gran importancia y muy valorados por los consumidores, siendo los de color claro y gran tamaño los más valorados y demandados por parte de industrias y consumidores finales, rechazando a priori garbanzos de tamaño mediano, a pesar de que estos puedan desarrollar una calidad tras la cocción muy superior a los tipos de gran tamaño. En consumo animal, el garbanzo puede ser utilizado en la alimentación de ganado porcino, pudiendo sustituir a la soja hasta en un 20% (como se explica en el apartado anterior en los estudios realizados). Se ha abandonado como grano para pienso, algo llamativo dado el alto valor biológico del grano de garbanzo que, sin tratamiento, puede llegar hasta el 80% (comparable a la torta de soja). La razón de tales valores, aparte de su equilibrada composición química, se debe al muy escaso o nulo contenido en principios antinutritivos, característico de las leguminosas. El garbanzo se considera una legumbre indispensable en los pucheros tradicionales, ya que destaca por ser una rica fuente en hidratos de carbono de absorción lenta, que ayudan a que se pueda llevar a cabo una asimilación gradual de la glucosa, evitando así el desequilibrio de los niveles de azúcar y generando una energía constante. Figura 15 Cocido madrileño. Fuente: piqsels.com (2020). Se trata de una leguminosa muy proteica y rica en fibra, pero también muy pobre en grasas saturadas, por lo que contribuye a regular el colesterol. Combinando garbanzos con cereales la calidad de sus proteínas aumenta. Su riqueza en fibra mejora el tránsito intestinal y contribuye a que la absorción de los hidratos de carbono sea todavía más lenta. Además, tiene muchos minerales, sobre todo fósforo, hierro y magnesio y es especialmente rico en vitaminas B1, B6 y ácido fólico. Debido a todas estas propiedades generadas por su composición, al garbanzo se le conocen varios beneficios para la salud: • Para superar el cansancio. Debido a su aporte de carbohidratos y proteínas se recomienda su uso para evitar las fatigas del día a día, o en el caso concreto de deportistas. • Para regular la tensión arterial. Por su elevado contenido en potasio y la escasa presencia de sodio. Favorece la excreción de la orina, lo que conlleva a eliminar el exceso de ácido úrico. • Favorece la digestión. También combate el estreñimiento y los parásitos intestinales, debido a su riqueza en fibra. • Afrontar situaciones de tensión psicofísica y de estrés. Debido a su contenido en magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B, necesarios para el sistema nervioso y muscular. • Ideales para embarazadas. Por su contenido en ácido fólico, que ayuda a prevenir malformaciones en el feto. El garbanzo ofrece muchas posibilidades en la cocina, pues permite la preparación de platos muy diversos y consistentes. Aunque el consumo de garbanzo en conserva es cada vez más frecuente es mejor comprarlo seco y cocerlo en casa, debido a que estará libre de conservantes y otros aditivos químicos, además, resulta más económico y su sabor es más aromático e intenso. Se recomienda su combinación con las hortalizas de raíz, ya que le aportan sabor y textura, al tiempo que ayudan a facilitar su asimilación. También con cereales, pues complementan sus valores nutritivos. La relación recomendada es una parte de garbanzos por dos y media de cereal; de esta manera se complementan adecuadamente las proteínas, potenciando su asimilación. A la hora de cocinarlos hay que dejarlos previamente en remojo y deben echarse en la olla cuando el agua ya esté hirviendo. Además de cocidos, los garbanzos también se pueden comer germinados, en ensalada o tostados. Otramanera muy interesante de consumirlos es en forma de harina. Esta harina también se puede emplear para sustituir los huevos en la tortilla de patatas vegana. Con esta legumbre también se preparan otras recetas, como puede ser el hummus. 1.3.4. Nodulación y fijación de nitrógeno con Rhizobium El garbanzo es de las leguminosas que menor cantidad de nitrógeno atmosférico fija a través del Rhizobium. Su fijación se estima entre 50 y 60 kg N/ha/año. La práctica totalidad de los nódulos se encuentran en las raíces existentes en los primeros 30 cm de suelo, concentrándose el 90% de los nódulos en los primeros 15 cm. Su simbionte es muy específico, y ésta es la causa de lo errático de la nodulación en condiciones de campo, pues el Rhizobium más abundante en nuestro país es R. leguminosarum bv. viciae, que es el simbionte de las especies de la tribu Vicieae, siendo escaso el Rhizobium sp. cicer. Si se observan pocos nódulos o nódulos no activos (corte blanco, marrón o morado en lugar de rojo intenso), debe inocularse artificialmente. Respecto a la recomendación de proceder a la inoculación o no con cepas específicas de Rhizobium en garbanzo, se encuentra en algunos ensayos en los que la inoculación no hizo aumentar los rendimientos y otros en los que, por el contrario, se incrementaron considerablemente las producciones. En experimentos realizados en condiciones de secano en suelos arenosos, durante tres años, aumentaron los rendimientos significativamente cuando se inoculaba el terreno. Es recomendable la inoculación con Rhizobium sp. y usar un fungicida (en la semilla) qué no inhiba la nodulación en la planta. Se han realizado estudios de la influencia de distintos tratamientos fungicidas sobre la nodulación, comparando los fungicidas Metalaxyl, Thiram y Captan, resultando ser el primero de ellos el que menor efecto negativo representa en la nodulación de Rhizobium. La aportación de potasio (20 ppm) mejora la nodulación de forma considerable en el garbanzo. Temperaturas en el suelo superiores a 30ºC afectan negativamente a la nodulación y, por consiguiente, el proceso de fijación de nitrógeno en la planta, lo que sugiere desde otro punto de vista la ventaja de la siembra otoñal frente a la de primavera. 1.4. Morfología y fisiología del garbanzo 1.4.1. Principales variedades Las principales variedades locales cultivadas españolas pertenecen al tipo Kabuli de semilla blanca, son sensibles a la rabia y de siembra primaveral. • Blanco lechoso: grano de calibre grueso, alargado y achatado por los lados. Calidad muy buena, precios altos. Se cultiva preferentemente en Andalucía y Badajoz. • Castellano: Tamaño medio/grande, esférico, color amarillento, superficie lisa. Buena calidad. Se cultiva en Andalucía y ambas Castillas. Existen muchos tipos comerciales. • Venoso andaluz: Tamaño muy grueso. Superficie alargada con líneas de color claro, y sinuosas. Garbanzo rústico de sabor fuerte. Cultivado sobre todo en Granada. • Pedrosillano: Tamaño pequeño. Forma esférica y lisa. Poco apreciado, con precios menores, pero con nutrientes adecuados. Cultivado en Andalucía y ambas Castillas. • Chamad: Hibridación del Chato (local de Málaga) con Madrileño o Castellano. 1.4.2. Nuevas variedades: Es una especie que cuenta con un número considerable de variedades comerciales o cultivares, que han sido inscritas en la Lista de Variedades Comerciales de la OEVV (Oficina Española de Variedades Vegetales) tras comparar sus resultados de valor agronómico y de identidad con respecto a los patrones que en cada momento se utilicen. La Comisión Nacional de Estimación para las variedades de leguminosas celebrada el día 15 de marzo de 2005 propuso para su aprobación e inclusión en el Registro de Variedades Protegidas las siguientes: • Badil: tamaño grano y rendimiento superior al Castuo, tolerante a rabia en siembras otoñales. Se comporta peor en siembras de primavera. • Junco: rendimiento inferior a Bonal en siembras de otoño, pero superior en las de primavera, tolerante a rabia en siembras otoñales, grano de tamaño más grueso que Castuo y Bonal. 1.4.3. Ciclo de vida El ciclo del garbanzo tiene una duración de 100 días (aproximadamente hasta que se puede realizar la cosecha de la semilla) y consta de cinco etapas distintas: germinación, plántula, vegetativa, reproductiva (floración) y madurez. A continuación, se describe la figura 16 y se incluyen entre paréntesis los números a los que corresponde cada una de las partes del cultivo representados (ya que estos vienen en la figura en inglés). También aparecen debajo fotografías de cada una de las partes del cultivo. Etapa de germinación Una vez sembrada la semilla (o garbanzo) se produce el desarrollo del embrión (1). Después se desarrolla la plúmula (2): se trata de una yema que se encuentra al lado opuesto de la radícula (3), y es la primera parte de una plántula que emerge de la semilla durante el proceso de germinación, es, por tanto, la raíz embrionaria de la planta y crece hacia abajo en el suelo. Etapa de plántula En esta etapa se desarrolla el epicótilo (4) que será el primer entrenudo de la planta, además de las raíces primarias (5). Etapa vegetativa Comienzan a desarrollarse las hojas (6), los vástagos (7) y los pecíolos (8). Lo que en la etapa anterior denominamos raíz primaria ahora se ha convertido en una raíz entera (9). Etapa reproductiva A medida que la planta va creciendo salen los primeros brotes (15), que darán lugar a las flores solitarias (16) y más tarde estas formarán vainas (18) que contendrán semillas inmaduras (17). A su vez, en las raíces (13) aparecerán los nódulos (14), que se explicarán más detalladamente en el punto siguiente (Morfología de la planta). Etapa de maduración Por último, una vez se ha desarrollado del todo la semilla (26) se puede proceder a su recolección, terminando así el ciclo del garbanzo. Figura 16 Ciclo del Cultivo del garbanzo. Fuente: onlinelibrary.wiley.com (2020) Figura 17 Etapas de crecimiento de la planta (mitad del ciclo, total son 100 días hasta recolección). Fuente: piqsels.com (2020). 1.4.4. Morfología de la planta Cicer arietinum es la única especie con valor económico. Se domesticó en la zona del creciente Fértil en el Medio Oriente; evidencias arqueológicas y la aparición en esta zona de Cicer reticulatum Lad. como posible ancestro de la especie cultivada lo confirman. Propusieron a Cicer reticulatum como el antecesor más probable de la especie cultivada en lugar del que habían propuesto, que era C. equinospermun Davis (esta especie también se puede cruzar con C. arietinum, pero sus híbridos no son totalmente fértiles). Debido a la facilidad de cruzamiento entre C. arietinum y C. reticulatum, propusieron que las dos especies Cicer arietinum y Cicer reticulatum formen una especie única con dos subespecies: Cicer arietinum L. spp. arietinum para la especie cultivada y Cicer arietinum L. spp. reticulatum (Lad.) para la especie silvestre, estando compuesta la especie cultivada por dos razas, macrosperma y microsperma, separándose principalmente por caracteres morfológicos. La raza macrosperma presenta vainas, granos, hojas y foliolos grandes, con granos generalmente de color claro y cubierta rugosa frente a la raza microsperma que se caracteriza por vainas, granos, hojas y foliolos más pequeños, y granos de diversos colores, formas y relieves. Microsperma se distribuye principalmente por la India, Etiopía, Irán y Méjico; macrosperma por la Cuenca mediterránea y cercano oriente, y su frecuencia aumenta hacia el oeste. La raza macrosperma deriva de la microsperma por selección reciente en la historia de la evolución del garbanzo. Resultados posteriores obtenidos en trabajos más recientes confirman esta hipótesis. La planta del garbanzo es prácticamente un arbusto. Toda ella está cubierta de tricomas,algunos de ellos glanulosos, los cuales excretan una sustancia caústica, compuesta por ácido clorhídrico, ácido málico, ácido oxálico e iones calcio. Las leguminosas pertenecen a la familia botánica de las Papilionáceas o también llamadas Fabáceas. Se caracterizan por su típica flor papilionácea. El garbanzo es una planta herbácea y anual de menos de 1 metro de tallo que pueden llegar a alcanzar una altura de 60 cm de alto. En cuanto a la reproducción, es prácticamente autógama, lo que significa que la reproducción sexual se produce por medio de la fusión de gametos femeninos y masculinos procedentes del mismo individuo; aunque el nivel de alogamia está en torno al 1% (cuando los gametos pertenecen a individuos genéticamente diferentes). La alogamia favorece la variabilidad genética. Es diploide, lo cual significa que presenta en su núcleo dos juegos de cromosomas homólogos, con un número cromosómico de 2n=16. Aunque en términos generales las leguminosas se puedan describir en el conjunto se clasifican en tres subfamilias en base al tipo de flor que presentan: Mimosoideas, Cesalpinoideas y Papilionoideas. El garbanzo pertenece a la última. Figura 18 Hojas, flores y fruto de las papilonáceas (se precian los zarcillos). Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). La raíz La raíz es profunda y presenta nódulos radicales que contienen bacterias del género Rhizobium. Su sistema radicular está formado por una raíz pivotante, que normalmente alcanza entre 40 y 50 cm de profundidad, pudiendo llegar incluso hasta 1 m. Figura 19 Raíz del garbanzo con nódulos. Fuente: viaorganica.org (2020). El tallo Los tallos son rectos (lo que le confiere un porte erecto) y con vellosidades. El tallo principal es redondeado y las ramas son cuadrangulares y nerviadas. El tallo principal y las ramas primarias desarrollan nudos vegetativos, de los cuáles se generan hojas, ramas primarias y a su vez, de éstas, secundarias. Normalmente el tallo principal es piloso y se ramifica en varios niveles: una ramificación primaria, que comienza a la altura del suelo, con ramas gruesas, fuertes y lignificadas; una ramificación secundaria, que se desarrolla en nudos de las ramas primarias, y una ramificación terciaria, desarrollada sobre la secundaria. La ramificación secundaria es la que más contribuye a la producción de la planta (Cubero, 1987). Figura 20 Tallo de la planta del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). Las hojas Las hojas son pubescentes, compuestas y pseudo-imparipinnadas, con 10 a 15 foliolos aserrados insertos en el raquis. Son alternas, pinnaticompuestas (normalmente imparipinnadas, pero número de folíolos par, de 4 a 8). El número de foliolos es muy variado y tienen el borde dentado como característica de las rosáceas. Los foliolos son alternos, glandulosos y sin zarcillos. En la base de cada hoja presenta dos estípulas dentadas. Se caracterizan por su abundante pubescencia. Los pelos secretan una solución acuosa que favorece el mantenimiento del contenido hídrico. Figura 21 Hojas del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). La inflorescencia La inflorescencia normalmente se encuentra en racimo erecto o pendulosos axilares, en conjuntos de 1 a 3 flores, aunque algunas especies desarrollan inflorescencias globosas y apretadas. Lo normal (lo más frecuente) es que la flor sea solitaria (en cada nudo desarrolla una única flor), aunque existen mutantes que presentan dos flores (y vainas) por nudo. Este carácter se ha encontrado en líneas tipo “desi” de la India, y está regulado por un gen recesivo (Khan y Akhtar, 1937). Las flores Las flores son perfectas, raramente imperfectas. Pueden ser irregulares y bisexuales en las subfamilias, axilares y solitarias. Blancas o violetas que dan lugar a una vaina. Figura 22 Flor morada de garbanzo desi (izquierda) y flor blanca de garbanzo kabuli (derecha). Fuente: piqsels.com (2020). Al pertenecer a las rosáceas son pentámeras, por lo que el cáliz cuenta con 5 sépalos más o menos soldados (gamosépalos), al igual que la corola tiene 5 pétalos más o menos soldados. Figura 23 Cáliz de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). En Papilionoideas los 5 pétalos se organizan de forma particular: 1 grande con forma de mariposa (estandarte), 2 laterales (alas) y 2 ventrales más o menos soldados (quilla). Figura 24 Aspecto general de la flor de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). Figura 25 Piezas florales de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). El androceo cuenta con numerosos estambres y es diferente dependiendo de la subfamilia. En el caso del garbanzo las flores tienen 10 estambres: 9 con filamentos fusionados y 1 libre, lo que se denomina diadelfo, porque los estambres se encuentran soldados en dos manojos por sus filamentos. Los estambres se elongan antes de producirse la apertura de las flores liberando el polen sobre el pistilo. Estandarte Cáliz Alas Estandarte Ala Quilla Figura 26 Androceo diadelfo (9+1) de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). El gineceo tiene un carpelo único y súpero con un número de óvulos variable (de 2 a muchos) alternando dos filas sobre una placenta única. Figura 27 Gineceo monocarpelar con estigma y primordios seminales de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). El fruto Los frutos son en vaina bivalva globosa con vellosidad, terminada en pico con una o dos semillas en su interior que suelen ser algo arrugadas. Las semillas son esféricas o redondeadas, con un mucrón característico (punta corta, más o menos aguda y bien diferenciada que termina abruptamente). Las vainas contienen de una a dos semillas. Existe gran variabilidad en cuanto al color y tamaño del grano. En líneas generales, Cicer arietinum responde moderadamente al fotoperiodo, aunque existen genotipos que pueden clasificarse como plantas con requerimientos para floración de día largo. Figura 28 Flor, fruto y semillas de garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). La fórmula y el diagrama floral varían según la subfamilia. En el caso de las Papilionoideas es como se muestra a continuación: K(5) C5 A(10) ó A(9)+1 G1 Según viene descrito, el cáliz (K) y la corola (C) están formados por 5 piezas cada uno. En el caso del cáliz los sépalos se encuentran soldados, por lo que aparece el número entre paréntesis, mientras que los pétalos están libres. El androceo (A) está compuesto por los 10 estambres: 9 de ellos se encuentran soldados y uno libre. Sólo cuenta con un gineceo. 1.5. Aspectos agronómicos del cultivo del garbanzo 1.5.1. Condiciones agroclimáticas La temperatura óptima de desarrollo se sitúa entre los 21ºC y los 26,5ºC durante el día y 18-21ºC para la noche. Los cultivares de invierno soportan temperaturas por debajo de - 10ºC durante periodos de 3-4 días. En cuanto a lo que al clima se refiere, en relación con la luz, más concretamente, el garbanzo es una planta que se considera de día largo. En el caso de que se den días cortos el desarrollo vegetativo será mayor y se producirá un retraso en la floración, además se debe añadir que los días nublados o las bajas intensidades reducen el cuajado de vainas. Figura 29 Diagrama floral de las papilonáceas. Fuente: Universidad Politécnica de Valencia (2020). Gracias a su raíz pivotante, se desarrolla bien en climas secos, ocupando un nicho ecológico “único” que no puede ser ocupado por otra especie leguminosa, ya que se desarrolla perfectamente en un intervalo de 300 a 450 milímetros de precipitación, por debajo del cual se desarrollan lentejas o yeros y por encima las habas. El garbanzo tolera una amplia variedad de suelos y se desarrolla bien en casi cualquier tipo, incluyendo los de textura arenosahasta fina, negros y profundos, y los bien dotados de materia orgánica; sin embargo, prefiere suelos franco-arcillosos con pH comprendido entre 6 y 9 (un pH excesivamente ácido favorecerá ataques de Fusarium), ricos en potasio u fósforo, y con bajos contenidos en cal (en forma de sulfato de yeso) para producir garbanzos de gran calidad (con contenidos elevados de yeso, los garbanzos tras la cocción permanecen “duros”). Es sensible a la salinidad, por lo que los suelos salinos no son adecuados. Un contenido en sales en el suelo de 5,8 mmhos cm-1 afecta tanto a la germinación, al crecimiento y a la formación de flores, así como a la transformación en frutos, llegando incluso a la inhibición total de desarrollo y producción de grano en algunos cultivares. 1.5.2. Abonado En su cultivo de primavera normalmente no se suele aplicar ningún tratamiento fertilizante. Con las aplicaciones realizadas en el cultivo anterior de la rotación (cereal) y el aporte que le suministra el Rhizobium, el garbanzo puede desarrollarse con normalidad. En cuanto a la respuesta del garbanzo a la fertilización, hay autores que hablan de una respuesta positiva en los rendimientos con la aportación de fertilizantes, mientras que otros mantienen que dicho cultivo no responde a la fertilización. Quizás sea la falta de investigación en la agronomía de la especie la que haga hablar de no respuesta a la fertilización, al margen de que el cultivo pueda soportarla económicamente. En experimentos llevados a cabo en Nueva Zelanda, han encontrado que aplicando 50 kg de nitrógeno por hectárea se produce un aumento en los rendimientos del 17%, y con 100 kg de nitrógeno aumentos del orden del 43% (pero son suelos sin Rhizobium). Otros autores han encontrado respuesta a la fertilización fosfórica, alcanzando los mayores rendimientos con la aplicación de 90 kg de P2O5 por hectárea. En los reducidos casos en los que se aplican fertilizantes, estos se incorporan en las labores preparatorias al cultivo, recomendándose para buenos secanos, incluso con posibilidades de algún riego de apoyo, entre 15 y 25 kg de nitrógeno, entre 20 y 30 kg de fósforo y entre 50 y 70 kg de potasio (para unos suelos de fertilidad media). Contenidos aproximados a los indicados se consiguen con 150-200 kg del complejo 12-12-24, o con 300-400 kg del 9-18-27 (N-P-K). Sí se han encontrado respuestas de la aplicación de boro, así como la de molibdeno, que se pueden incorporar vía foliar. En cuanto a la fertilización, no le va bien la materia orgánica poco descompuesta. Se puede aplicar en el riego, siendo la dosis 120 y 50 kilogramos de nitrógeno y fósforo, respectivamente. Se puede fraccionar la fertilización nitrogenada en 50% en presiembra y 50% antes o al inicio de la floración, lo cual ha resultado benéfica. La cantidad exacta de fertilizante a utilizar puede definirse después de un análisis de suelo. Las extracciones medias de nutrientes del cultivo del garbanzo son 45 kg N, 8 kg P2O5 y 35 K2O por cada 1.000kg grano. El nitrógeno Es determinante en el crecimiento y desarrollo de la planta. Convienen aportaciones especialmente en periodos fríos. Se requiere en mayor medida por la necesidad de materia orgánica. Síntomas de deficiencia: necrosis o abscisión en hojas primarias. Las hojas adultas adaptan un color verde pálido que amarillea. El fósforo Estimula el desarrollo del sistema radicular, tallo, floración y número de vainas y granos. Su aplicación como abonado de fondo aumenta el peso de los nódulos de Rhizobium. En terrenos calizos sufre retrogradación. Se absorbe proporcionalmente al contenido en arcilla. Su aplicación es más efectiva cuando es soluble en agua y citrato amónico. Síntomas de deficiencia: se producen crecimientos raquíticos, tallos delgados y entrenudos cortos. Las hojas superiores son pequeñas y verde oscuras. Las hojas inferiores son amarillas con bordes necróticos. Si se da una deficiencia severa se pueden producir retrasos en la floración, reducción del número de semillas por vaina y defoliación temprana. El potasio Favorece la síntesis de los hidratos de carbono y la formación de proteínas. Es un activador de la fotosíntesis y regulador de sustancias de reserva (incrementa la resistencia al frío y la sequía). Interviene en la regulación de la transpiración. Estimula la formación de nódulos y el desarrollo del sistema radicular. Síntomas de deficiencia: amarillamiento y necrosis de la punta y de los bordes de las hojas. El magnesio Intensifica la actividad fotosintética, además de proteger de quemaduras solares. Síntomas de deficiencia: clorosis con aparición de manchas marrones en momentos próximos a la floración. El azufre Favorece la fructificación, regula la disponibilidad de nitrógeno y moviliza el fósforo, potasio y los microelementos del suelo. Además, mejora la actividad microbiana del suelo. Síntomas de deficiencia: clorosis uniforme en hojas inferiores que se extiende hacia las más jóvenes. Micronutrientes También es importante prestar atención a la nutrición en micronutrientes, ya que su deficiencia puede provocar diversos problemas. La deficiencia de boro provoca abortos florales y vainas semillenas. La de manganeso manifiesta clorosis y se presenta en suelos orgánicos con pH superior a 6,8 y mal drenados. La del molibdeno aumenta la fijación del nitrógeno y se corrige impregnando la semilla antes de la siembra en goma arábiga y molibdato sódico. La de zinc incrementa la altura de la planta. Oligoelementos En cuanto a oligoelementos, el principal problema que se puede presentar es la deficiencia en hierro, sobre todo en suelos de pH elevado, con mucha caliza. La corrección se debe hacer a base de quelatos de hierro por vía foliar. Al ser limitadas las necesidades fertilizantes de los otros elementos principales con frecuencia, los agricultores de secano de las zonas menos productivas no realizan aportaciones ni de P ni de K. Sin embargo, las semillas contienen un elevado porcentaje de estos elementos, proporcionando buenos aportes nutritivos a quien las consume. Debido a la presencia de bacterias del género Rhizobium en la raíz del garbanzo en la rotación de cultivos este deja en el suelo a los cultivos subsecuentes una cantidad residual importante de nitrógeno y agrega materia orgánica para mantener y mejorar la salud de este. 1.5.3. Siembra La siembra debe ser en húmedo, por lo que la época tradicional en España es la primavera, desde el mes de marzo, retrasándose hasta finales de abril en las zonas más altas y frías. Se recomienda una profundidad de siembra de 5 a 8 centímetros, para que haga buen contacto con el suelo húmedo. La labor de siembre se suele llevar a cabo con sembradora de precisión (principalmente de plato o también neumática), o a chorrillo, con sembradora de cereales modificada. Otra opción, más reciente, es la siembra otoño-invierno (15 noviembre - 15 diciembre) con la que se consigue un mayor desarrollo vegetativo de la planta y una mejor adecuación de las distintas fases a las condiciones del medio, ya que recibirá menos luz, menos temperatura y mayor humedad, que mejorarán el rendimiento, el porcentaje de germinación la fijación de nitrógeno, la eficacia del cuajado de vainas y el desarrollo de ramas primarias. Las dosis de siembra oscilan entre los 90-100 kg/ha para los garbanzos de invierno y del 75-150 kg/ha para los de primavera, según cultivares. Se ha detectado una estrecha correlación de la ramificación con la densidad de las plantas, produciendo una mayor ramificación en densidades bajas y menor en densidades altas de cultivo, aunque la compensación existente puede dar lugar a que dentro de márgenes entre 20 y 60 plantas por metro cuadrado los rendimientos sean similares. El aumento de la densidad de plantas sí repercutirá negativamente cuando las necesidades hídricas nose satisfagan. La densidad no afecta apenas al tamaño del grano y el número de granos por vaina. Dependiendo del hábito que tengan las plantas en su desarrollo, erecto, semipostrado o postrado, variarán las densidades de siembra a utilizar. Así, con cultivares de porte erecto se puede llegar a densidades entorno 45 plantas/m2, mientras que para los de hábito postrado o semipostrado se aconsejan densidades desde 25 hasta 40 plantas/m2. En líneas generales, en el cultivo de garbanzos de invierno, que aprovechan mejor las aguas, la densidad de siembra permite que sea superior a la siembra de primavera, pues ésta puede sufrir un cierto grado de estrés hídrico. En estos casos, la separación entre líneas (surcos) más recomendada es de 30 cm, llegando a 50 plantas/m2. El espaciamiento es importante, ya que los surcos y camas anchas facilitan el riego, el drenaje y las labores culturales. Para el garbanzo blanco la separación es de 80 centímetros. La separación entre líneas 55-65cm y 8-10cm entre plantas con una dosis de siembra de 120kg/ha y una densidad de 20-25 plantas/m2. La separación entre líneas tiende a reducirse (siempre que no falte humedad) aumentando la densidad a 45-50 plantas/m2. Cuanta mayor sea la cobertura del suelo, mayor será la eficiencia en la intersección de la radiación solar. En la siembra otoñal se reduce la separación entre líneas a 30-35 cm y una dosis de 100- 140kg/ha. Es recomendable sembrar de 16 a 18 semillas por metro. Se requieren alrededor de 90 a 100 kilogramos de semilla por hectárea. Teniendo en cuenta las enfermedades causadas por hongos de suelo que reducen considerablemente la emergencia del cultivo es aconsejable el tratamiento de la semilla con algún fungicida antes de la siembra para que las proteja. Se deben tener en cuenta las posibles interacciones que dicho fungicida pueda provocar sobre la nodulación del Rhizobium. Se recomiendan 250-350 mililitros de Vitavax, 200ml por 100 kilogramos de semilla, para reducir las enfermedades acarreadas por la misma semilla y las que causan los hongos del suelo. Otros fungicidas utilizados para tratar las semillas son: Captan, Metalaxyl, Thiram, Maneb, Carbendazin, etc. Para promover la fijación biológica de nitrógeno las semillas también se pueden tratar con inoculantes. 1.5.4. Agua Se recomiendan dos riegos: uno en floración y otro al comienzo de granazón. En suelos de aluvión la planta completa el ciclo con un riego en pre-floración. Al tratarse de una planta típica de secano se cultiva poca cantidad en regadío. Es más de secano para evitar los ataques de rabia en primavera y veranos lluviosos. Un mayor número de riegos puede conducir a un crecimiento excesivo de las plantas en suelos pesados. Generalmente las producciones en regadío doblan a las de secano. Las fases críticas del cultivo al estrés hídrico son tanto la floración como el posterior llenado de los granos. El garbanzo blanco nunca se debe regar inmediatamente después de la siembra, ya que cuenta con una testa delgada que se deteriora rápido (en comparación con semillas de garbanzo forrajero), y son más susceptibles a pudriciones de raíz y a la secadera o ‘damping off’. 1.5.5. Herbicidas La planta de garbanzo es muy mala competidora en sus primeras fases de desarrollo con las malas hierbas existentes, pues tiene un crecimiento muy lento en su arranque. Esta circunstancia obliga a mantener limpio el cultivo durante esos primeros estadíos en los que no puede competir por sí solo. Para el control de las malas hierbas se recomiendan distintos tratamientos con herbicidas. En el cultivo de invierno, debido a que se compite con las malas hierbas de invierno y de primavera, se tienen que utilizar tratamientos que controlen ambas clases arvenses. Los herbicidas más utilizados son: Terbutrina (49%), Terbutrina (30%) más Prometrina (20%), Fomesafén, etc. El cultivo de primavera permite hasta su fecha de siembra la realización de las labores necesarias para mantener limpio el terreno, con lo cual se eliminan todas las malas hierbas de invierno, quedando sólo las de primavera. Además, en este caso, al ser la densidad de siembra menor que la de siembra otoñal, con una mayor separación entre las líneas de plantas, se permite el paso del cultivador en los primeros estadios del cultivo, manteniéndose en las primeras fases de desarrollo libre de hierbas competidoras. El garbanzo es un pobre competidor contra malezas durante todo el ciclo del cultivo. Se recomiendan los herbicidas pre-emergentes como Trifuralina® entre tres y cinco días después de la siembra, postemergentes como Fomesafen® 25% con una dosis de 1-1.5 L/ha y prometrina® 20% a una dosis de 1.25 a 1.75 litros por hectárea. En siembras con surcos amplios el control mecánico y manual puede llevarse a cabo sin dificultad. En cuanto a la protección, el cultivo de garbanzo es susceptible al daño por insectos y enfermedades. En general las pudriciones de raíz (rabia) causadas por un complejo de hongos del suelo son comunes en todas las áreas de productoras de garbanzo. La mejor alternativa es utilizar variedades resistentes y el tratamiento a la semilla. Las enfermedades fungosas (Moho gris y Mildiu velloso) pueden dañar el follaje en algunas áreas. De los insectos, el gusano de la vaina (Heliothis spp.) y minadores de la hoja pueden causar daños severos si no se les controla oportunamente. 1.5.6. Enfermedades y plagas Enfermedades causadas por hongos Rabia del garbanzo (Ascochyta rabiei (Pass) Labrousse). Es la mayor enfermedad que puede afectar al cultivo en el este de Asia norte de África y la región mediterránea. Cuando la enfermedad se manifiesta intensamente se seca por completo el cultivo en poquísimo tiempo, reduciéndose los rendimientos en valores por encima del 80%. Los síntomas aparecen en forma de manchas redondeadas en hojas y vainas, alargadas en los tallos, estando bordeadas por un anillo oscuro. Estas manchas son de color ocre y en ellas aparecen numerosos puntos negros, perceptibles a simple vista, qué son los picnidios productores de las conidias que propagan la enfermedad. Figura 30 Fruto y hojas de garbanzo afectados por la rabia. Fuente: piqsels.com (2020). Las manchas de los tallos son el resultado de una atrofia vascular, impidiendo la circulación de la savia, pudiendo romperse por dichas lesiones, produciendo la muerte de la planta sobre la zona afectada. La enfermedad se desarrolla en periodo húmedo y con temperaturas entre 5 y 30ºC. Por ello, el principal limitante del cultivo de invierno es poseer cultivares resistentes a rabia. El hongo sobrevive en semillas infectadas y residuos de cultivo, por lo que es muy importante disponer de semillas “sanas” no infectadas para la siembra y destruir los restos de cosecha en el campo, para rebajar el inóculo. En cultivares resistentes, o en cultivares resistentes cuando las condiciones son muy favorables al desarrollo de la enfermedad, es conveniente la aplicación de tratamientos preventivos con productos fungicidas, siendo recomendables entre otras las siguientes materias activas: Carbendazima, Clortalonil y Folpet. Fusariosis (Fusarium oxysporum f. sp. ciceri). Dicho hongo se instala en el sistema vascular de la planta y es uno de los principales causantes en garbanzo de la marchitez de la planta, constituyendo también uno de los factores limitantes importantes del cultivo. Los cultivares de invierno sufren menor ataque de Fusarium debido a que al llegar la primavera las plantas han desarrollado un sistema radicular más fuerte y lignificado y, por lo tanto, opone más resistencia a la entrada del hongo; en un año normal en cuanto a humedad, y aún húmedo si las temperaturas son bajas, hay resistencia por escape, pero con humedad y temperaturas suaves en invierno, el cultivo puede verse atacado. Para seguridad total, conviene sembrarvariedades resistentes en los lugares en los que se tema el ataque (hondonadas, etc.) Figura 31 Tallo del garbanzo afectado por fusariosis. Fuente: piqsels.com (2020). Igual que con la rabia, es conveniente, si las condiciones climáticas son favorables al ataque del hongo, la aplicación de tratamientos fungicidas preventivos, siendo recomendables, entre otras, las siguientes materias activas: Carbendazima, Clortalonil y Folpet. Además, es muy importante no repetir el cultivo en una misma parcela, dejando un intervalo mínimo de 3-4 años. Plagas Mosca del garbanzo (Liriomyza cicerina Rond.). Es un díptero cuyas larvas son minadoras de las hojas del cultivo, reduciendo su crecimiento. Su identificación es fácil observando a trasluz los signos que deja en los foliolos de las hojas. El invierno lo pasan en estado de pupa bajo tierra; hacia el mes de abril salen los adultos del suelo. Las hembras realizan puestas en los foliolos, dejando un huevo en cada agujero practicado. Están descritas dos generaciones anuales. Figura 32 Hoja del garbanzo afectada por la mosca del garbanzo. Fuente: piqsels.com (2020). Para el control de la plaga están autorizados en el cultivo el empleo de las materias activas Dimetoato 40% y Tricolrfon al 60%. Gorgojo (Bruchus rufimanus Boheman). Es una especie polífaga, siendo una típica plaga de granero. La hembra realiza la puesta en el interior del grano, en el campo, alimentándose la larva en su interior, depreciándolo completamente si su destino es el consumo humano. Tienen una sola generación anual, pasando el invierno en estado adulto en almacenes junto al grano; cuando llega la primavera emigran al campo, mordisqueando los brotes o las flores y realizando la puesta, como ya se ha mencionado los granos jóvenes. Ataca principalmente a las judías. Figura 33 Garbanzos afectados por gorgojo. Fuente: piqsels.com (2020). En el caso de tener que combatir la plaga, se recomienda la siguiente materia activa: Deltametrin 2,5%. El momento de realizar los tratamientos corresponde con el final de la floración y comienzo del cuajado. Heliotis (Heliotis armigera Hübner). Se trata de un lepidóptero noctuido que ataca a un gran número de plantas, tanto leguminosas como solanáceas, cereales o algodón. Pasan el invierno en estado de crisálida bajo tierra, y a partir de mediados de mayo y principio de junio, salen las mariposas, de hábitos nocturnos, realizando la puesta. Una vez que las larvas alcanzan su estado de desarrollo completo, abandona los frutos y se dirigen al suelo, donde la oruga se encierra transformándose en crisálida. El número de generaciones varía de dos a tres según las regiones. Los daños que puede ocasionar pueden ser elevados, ya que una sola alarma puede atacar a más de 7 vainas, penetrando en el interior de estas y alimentándose de una o dos semillas. Se recomienda para su control Deltametrin 2,5% + Heptenofos 40% (con actividad sistémica y por contacto). Figura 34 Fruto del garbanzo siendo atacado por heliotis. Fuente: piqsels.com (2020). 1.6. Huella hídrica Según la norma internacional ISO 14046: 2014, el uso del agua ha de considerarse en su sentido más amplio, incluyendo no sólo el consumo total de agua de un sistema, sino también la degradación de esta (por contaminación). Es por ello por lo que el término “huella hídrica” sólo debe emplearse para hacer referencia a los resultados obtenidos tras emplear modelos de evaluación de todos los impactos relevantes relacionados con el uso del agua; es decir, un inventario volumétrico es insuficiente para evaluar la huella hídrica de un proceso porque los resultados de dicho inventario y los impactos relacionados con el uso del agua no se ven generalmente correlacionados. Existen muchos tipos de impactos ambientales relacionados con el uso del agua, por lo que su evaluación y medición puede llegar a ser muy compleja. Por ejemplo, el consumo de agua puede generar escasez en el recurso, a la vez que las emisiones al agua debidas al uso de fertilizantes pueden contribuir a la eutrofización de los cuerpos de agua superficial o a la acidificación de los suelos; asimismo el uso de pesticidas y herbicidas causa impactos de toxicidad de los ecosistemas. Es por esto por lo que, en muchas ocasiones, la expresión de huella hídrica va acompañada de algún tipo de especificación: por ejemplo, “la huella de la escasez de agua” ya que, en ese caso, sólo se evalúa un aspecto específico del uso del agua. Una de las definiciones de las 50 que contempla la norma, es la que define la huella hídrica como “métricas que cuantifican los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua”. Al definirlo como métrica, la huella hídrica puede corresponderse con los métodos de cuantificación propuestos por diversos autores. Así, la definición se ha dejado abierta para permitir la elección del método de cuantificación que más se adapte en cada caso. Si bien los métodos para la cuantificación de los impactos relacionados con la calidad del agua, como la eutrofización o la acidificación, están ampliamente desarrollados y consensuados, actualmente existe una gran variedad de índices de estrés hídrico regionalizados que se emplean en la literatura para el cálculo de la huella de escasez de agua. En relación con el concepto de huella hídrica asociado con el crecimiento de un cultivo en particular, ésta se define como el volumen total de agua dulce empleado, directa o indirectamente, a lo largo de todo el ciclo productivo del cultivo en cuestión, expresado como volumen de agua empleado (metros cúbicos, m3) por cantidad de cultivo recolectada (kilogramos, kg). Este consumo de agua distingue a su vez tres componentes, las cuales hacen referencia a tres tipos de agua según su procedencia: agua azul, agua verde, y agua gris. El agua azul es el volumen de agua procedente de la superficie o de aguas subterráneas, incluyendo el agua de riego, que se evapora o se incorpora en el producto cultivado; el agua verde es el volumen de agua procedente de lluvia que se evapora o se incorpora en el producto cultivado; mientras que el agua gris se define como el volumen de agua necesario para asimilar la contaminación generada por dicho cultivo. Como se indicó anteriormente, las metodologías para la evaluación del impacto derivado del uso de agua, entendido como un efecto sobre el medio ambiente, no deben centrarse exclusivamente en la cuantificación de entradas y salidas de agua, sino que también han de tener en cuenta los efectos en cuanto a disponibilidad de recursos de agua dulce, calidad de los ecosistemas o salud humana. Algunos de estos métodos sugieren el uso de indicadores que miden los efectos intermedios de dichos impactos, lo que se conoce como indicadores midpoint. Estos hacen referencia a problemas que afectan directamente al medio ambiente, tales como la ecotoxicidad, eutrofización, acidificación, escasez, disponibilidad, etc., en este caso asociados al uso del agua. Por otro lado, se han desarrollado también indicadores para el análisis de los efectos últimos que estos impactos ambientales intermedios generan sobre los humanos y los ecosistemas, llamados indicadores endpoint. Estos últimos miden categorías de impacto finales que afectan directamente a la sociedad y por tanto también pueden considerarse como categorías de daño. Son concretamente: la salud humana, la diversidad de los ecosistemas y el estado de los recursos disponibles. Figura 35 Representación esquemática de los componentes de una huella hídrica. Fuente: waterfootprint.org (2021). 1.6.1. Agua virtual El agua virtual se define como el volumen de agua requerido para producir un bien o un servicio. Fue introducido por Allan en 1993 cuando estaba investigando la opción de ‘importar’ agua virtual, en lugar de agua real, a través de la importación de productos en
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