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El murciélago en el material 
cerámico del área cultural Tairona 
 
 
 
 
 
 
Laura Juliana Acevedo Coy 
 
 
 
 
 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad Ciencias Humanas, Departamento de Antropología 
Bogotá, Colombia 
2016 
 
 
 
El murciélago en el material 
cerámico del área cultural Tairona 
 
 
 
 
Laura Juliana Acevedo Coy 
 
 
 
 
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: 
Magister en Antropología 
 
 
 
 
 
 
Directora: 
Ana María Groot 
 
 
 
 
 
 
 
Línea de Investigación: 
Arqueología 
 
 
 
 
Universidad Nacional de Colombia 
Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Antropología 
Bogotá, Colombia 
2016 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Hoy comprendemos algo que en el siglo XIX ni 
siquiera podía presentirse, 
 que el símbolo, el mito y la imagen pertenecen a la 
sustancia de la vida espiritual, 
que pueden camuflarse, mutilarse, degradarse pero 
jamás extirparse.” 
Mircea Eliade.1955 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
~ VI ~ 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
A las instituciones que permitieron el acceso a las colecciones que hacen parte de esta 
investigación: Museo del Oro del Banco de la Republica, Museo Nacional, Museo 
Arqueológico Casa del Marqués de San Jorge (MUSA), Universidad del Magdalena, 
Museo Universitario de la Universidad de Antioquia (MUUA), ICANH. 
 
Al Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, “Colección 
Alberto Cadena” de la cual pude sacar referentes directos de observación morfológica de 
las especies de quirópteros. Al profesor Hugo López y a los biólogos Darwin Morales y 
Catalina Cárdenas quienes me asesoraron de manera muy amable en morfología y 
comportamiento de las especies que habitan la zona de La Sierra Nevada de Santa 
Marta. 
 
Un especial agradecimiento a Eduardo Londoño y Flor Alba Garzón quienes me 
inspiraron a investigar el arte prehispánico. A mi tutora Ana María Groot y al profesor 
José Vicente Rodríguez, quienes guiaron esta investigación brindando luces para el 
desarrollo de la misma. Al documentalista Amado Villafaña y, a los arqueólogos 
Clemencia Plazas y Augusto Oyuela, quienes se tomaron el tiempo de entrevistarse 
conmigo contribuyendo con grandes aportes a esta investigación. 
 
Por último y de manera cariñosa a quienes han estado como soporte y apoyo, a Julián 
Ricardo Betancur y los demás amigos que han colaborado de múltiples maneras. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Resumen 
La presente investigación explora la diversidad en la representación del murciélago 
dentro del material arqueológico del área cultural Tairona, específicamente en los objetos 
cerámicos. 
 
Su análisis se aborda desde la perspectiva simbólica de la cosmología amerindia, 
tomando la analogía etnográfica como herramienta y acercándonos desde un estudio 
comparativo, al reconocimiento de las especies de quiróptero que habitan la zona y se 
encuentran representadas en el material cultural. Esto con el fin, de establecer 
significados ligados a la cosmología de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de 
Santa Marta y las posibles relaciones ideológicas con las regiones de Mesoamérica y el 
Caribe insular, vinculadas por medio de su cultura material al culto al murciélago. 
 
Palabras clave: 
Murciélago, Tairona, Objetos cerámicos, Perspectiva simbólica, Cosmología. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
~ VIII ~ 
 
 
 
Abstract 
 
The present research work explores the diversity in the bat representation within the 
archaeological material of the Tairona cultural area, specifically in ceramic objects. 
 
The analysis of this representation is viewed from the symbolic perspective of Amerindian 
cosmology. It takes ethnographic analogy as a tool, facilitating our understanding from a 
comparative study perspective. It recognizes the diverse chiropteran species inhabiting 
the area, which are represented in the cultural material. This work is done with the 
purpose of establishing meanings linked to the cosmology of the indigenous peoples of 
the Sierra Nevada de Santa Marta, and to the possible ideological relations with the 
regions of Mesoamerica and the insular Caribbean. Such geographical areas are 
connected by means of their material culture to the cult of the bat. 
 
Key words 
Bat, Tairona, Ceramic Objects, Symbolic Perspective, Cosmology. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
~ IX ~ 
 
Contenido 
Resumen ........................................................................................................................ VII 
 
Introducción…………………………………………………………………………….............10 
 Capítulo 1. Área arqueológica Tairona…………………………………………...20 
1.1 Antecedentes: cronologías y tipologías cerámicas……………………………….22 
1.2 Antecedentes: interpretativos y de asociación…………………………………….27 
1.3 En búsqueda de una interpretación para la cultura material…………………….30 
 Capítulo 2. El murciélago…………………………………………………………32 
2.1 El mamífero murciélago…………………………….………………………………..34 
2.2 El murciélago en el material cultural…………….………………………………….40 
2.3 El calendario del año Kogi-Kágaba………………..………………………………44 
Capítulo 3. Material arqueológico de la investigación………………………48 
3.1 Características iconográficas del material cerámico………………………………58 
Capítulo 4. Cosmología y arte chamánico………………………………………...60 
4.1 El animal en la cosmovisión indígena Tairona………………………...……………63 
4.2 El vuelo extático y la importancia de “ver”…………………………………………..65 
Capítulo 5. Interpretación simbólica del material………………………………..67 
5.1 Semiótica de la imagen para el trabajo con arte prehispánico o arte originario…67 
5.2 Análisis del mito y su representación simbólica……………..……………….……..71 
5.3 Relaciones desde el símbolo del murciélago………………………………………..74 
5.4 El murciélago en Mesoamérica y las Antillas………………………………………..78 
 Conclusiones…………………………………………………………………………….83 
Bibliografía…………………………………………………………………………………..89 
Anexos……………………………………………………………………..…………………99 
 
 
 
 
 
Introducción 
 
La siguiente investigación analiza el material cerámico del área cultural Tairona1 en sus 
representaciones zoomorfas y antropozoomorfas del murciélago, animal que personifica el 
vuelo extático propio de la iconografía chamánica amerindia y es representativo dentro de 
su cosmología. 
 
La pregunta de investigación que guía este proyecto es: ¿Las representaciones 
zoomorfas del murciélago reflejan los cambios socioculturales en el área cultural Tairona? 
 
El análisis utilizado para el desarrollo de este proyecto, consistió en establecer una 
correspondencia entre el animal murciélago que habita la zona y las características 
iconográficas de representación, para abordar la simbología expresada en el material 
cultural2. Desde la forma, función y estética3 de los artefactos cerámicos presentes en las 
colecciones revisadas4, a través de un paralelo con la mitología de las etnias Kogi e Ika5 
 
 
1 El apelativo Tairona es utilizado por Antonio de Herrera (1549-1624), para referirse al valle del rio 
Don Diego, hábitat de la tribu de los Tairo, este término se extiende para denominar un amplio 
número de poblaciones en su mayoría de la vertiente norte y occidental de la Sierra (Reichel 
Dolmatoff, 1953:18, Cadavid y Herrera, 1985: 14). 
2 El término material cultural en el presente documento se utilizará como sinónimo de artefacto y en 
este caso pieza arqueológica, también es empleado por Boas en su texto Arte Primitivo ([1927], 
1947), texto del cual nos hemos servido para explicar la importancia de la interpretación del 
material cultural como arte. 
3 Estética entendida como un lenguaje de representación específica que caracteriza el material 
cultural de una zona, en este caso la cerámica Tairona. 
4 Las colecciones que se revisaron para esta investigación son: Universidad del Magdalena, Museo 
Nacional, Museo del Oro,Museo Arqueológico, Museo Universidad de Antioquia, material cerámico 
de investigación ICANH. 
5 Otro nombre para designar a la etnía Arhuaca. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 16 ~ 
 
que habitan la zona cultural y se denominan a sí mismas descendientes de estos antiguos 
pobladores6. 
 
El icono y sus relaciones desde lo representativo corresponden a la idea de las posibles 
redes de intercambio que procurarían una transformación social local, donde el animal y el 
hombre-animal se instauraron y evolucionaron hasta consolidarse en el tiempo7, lo cual 
puede leerse como una referencia a los procesos de jerarquización que se expresan y 
median a través de la cultura material como símbolo (Hodder, 2009). 
 
El objetivo de este proyecto, consiste en observar las transiciones y desarrollos del icono 
del murciélago durante las distintas ocupaciones culturales que se dieron en la región 
Tairona, esto basado en la localización de artefactos cerámicos correspondientes a la 
diversidad presente en la zona y que reflejan a su vez, una posible evolución de la 
representación zoomorfa y antropozoomorfa con rasgos de quiróptero8 característicos de 
una parte significativa del material cerámico de esta área arqueológica. 
 
Es aceptado hasta el momento, que esta región presenta una continuidad cultural 
asociada al menos a dos fases y a la consolidación de una estructura social de tipo 
jerárquico9 (Dever, 2010:124), con unas características definidas. Una fue la ocupación 
precedente denominada Nahuange10 (200-900 d.C.) y posteriormente la Tairona (900-
1600 d.C.)11. Las colecciones estudiadas muestran una baja presencia de cerámica del 
periodo Nahuange, que puede asociarse estilísticamente a tradiciones cerámicas vecinas 
 
 
6 Lo cual es cuestionado por autores como Giraldo, 2010. 
7 Esta tesis la analizan varios investigadores en especial Reichel-Dolmatoff (2005), quien se refiere 
al chamanismo como un eje de la consolidación jerárquica basado en el desarrollo de la 
cosmología en el área cultural. La hipótesis acerca de redes intercambio regional basadas en 
bienes de prestigio, la consolidación jerárquica y la interpretación de la cultura material la trabajan: 
(Oyuela 1986; Langebaek 1986, 2005; W. Bray, 2003; Dever, 2007; Plazas 2007, 2014). 
8 Quiróptero, es el término biológico para denominar a los murciélagos, en lo sucesivo del texto se 
abordaran ambos términos tanto quiróptero como murciélago. 
9 “Las sociedades taironas se han caracterizado como estructuras políticas que alternaban entre la 
concentración de poder de caciques regionales y alguna forma de estructura política teocrática” 
(Oyuela 2002, 2008:418 en Dever 2010:124). 
10 Es posible encontrarla como Nahuange según el autor. 
11 Fechas tomadas de las investigaciones desarrolladas por el Museo del Oro. Véase: Catálogo 
Museo del oro. 2013. Bogotá. Banco de la República. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 17 ~ 
 
de la región como la Horno u Hornoide de la Guajira, fechadas alrededor de (150-750 
d.C)12. 
 
Los tipos cerámicos tairona más representativos son: de superficie negra o roja descrita 
por investigadores como (Reichel-Dolmatoff, 1954; Oyuela 1983,1985; Langebaek 1987), 
entre otros, que han trabajado en la zona. Con frecuencia se encontró en zonas de 
influencia como el corregimiento de Paparé cerámica denominada Malambo, la cual se 
asocia con una ocupación mucho más temprana (1000 a.C.) y desde la cual se 
especularon vínculos con zonas de lengua Arawak como los grupos humanos de las 
Antillas (Langebaek, 1986,1987; Angulo, 1981). Esta última hipótesis referente a 
contactos previos, es fundamental en el desarrollo de esta investigación debido a la 
presencia del símbolo del murciélago en la zona Circum-Caribe de las Antillas (García 
Arévalo, 1977:23-27). 
 
Entre las asociaciones simbólicas del material cultural tairona se han propuesto vínculos 
ideológicos con regiones como Centroamérica (Plazas, 2007,2014) y el Caribe insular, 
donde es posible rastrear el icono del murciélago en cerámica, orfebrería o piedra y, en su 
forma más estilizada de placas aladas, está presente hasta la región de la Sierra Nevada 
del Cocuy y Mérida, en Venezuela (Wagner, 1984). 
 
En la región del istmo centroamericano se puede rastrear dentro de las zonas de Panamá 
y Costa Rica, zonas de filiación lingüística chibcha (Plazas, 2007; 2014). En estas zonas 
se denota semejanza en la representación de las piezas orfebres y también cuentan con 
la presencia de las placas líticas13. Hacia la región de Mesoamérica es posible reconocer 
la existencia de un dios murciélago llamado Zotz14 (Muñoz Espinosa, 2006:18). 
 
 
 
12 Ardila, 1996:90. Gráfica 5. Diagrama cronológico sobre fechas radiocarbónicas. Esta teoría de 
relaciones entre ambas zonas, no ha sido posteriormente estudiada y requiere nuevos estudios 
para poder esclarecer una comparación entre estos materiales más detallada. 
13 Estas placas aladas se hallan en esta zona con una modificación, ya que se encuentran 
indicando posición horizontal como en la zona Tairona y en algunos casos con orificios que podrían 
indicar una posición vertical asociada simbólicamente a un axis mundi (Plazas, 2014:99). 
14 Entre los mayas, el Zotz, “murciélago”, era el tótem de los tzoziles y su jefe político era ahpuh-
tzotzil “rey o señor murciélago” (Muñoz Espinosa, 2006:18) 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 18 ~ 
 
Para el periodo Tairona encontramos en la cerámica un buen número de 
representaciones de quirópteros, la mayoría con caracterizaciones del rostro del animal 
en diversos objetos. En su representación, el animal se caracteriza en su mayoría por 
orejas triangulares unidas en la parte superior de la cabeza y por una nariz bien sea chata 
con grandes orificios nasales o por la hoja nasal; para el caso de la variación en los 
rasgos humanos se distingue el uso de la nariguera tubular doble o sencilla y la presencia 
en algunos casos, de tocados que pueden ejemplificar las orejas del animal sincretizado y 
que durante este mismo periodo de tiempo también se realiza en orfebrería, llegando a 
ser “el único humano animal esquematizado” (Plazas 2014:134). 
 
Para trabajar el símbolo es necesario construir un método desde el cual se da forma a 
éste análisis, por lo tanto ha sido relevante utilizar herramientas cómo la semiótica desde 
el estructuralismo15, donde el uso del símbolo16 se interpreta como la clave para descubrir 
las relaciones del objeto en el espacio y los patrones de conocimiento que se transmiten 
desde él mismo y se incorporan a la sociedad (Hodder, 2009). 
 
Desde su sentido mítico, el símbolo se significa a través del mito que a su vez está 
conectado por el rito, de tal forma que el símbolo recrea el mito y se revivifica dentro de la 
comunidad mediante el ritual17 (Eliade, 1985). 
 
Algunos investigadores han establecido patrones claros entre esta triada: símbolo, mito y 
rito; siendo uno de los más importantes Reichel-Dolmatoff (2005) quien de acuerdo a sus 
criterios metodológicos que combinan la arqueología y la etnografía, realizó uno de los 
primeros y principales análisis iconográficos de orfebrería, a partir del desarrollo del 
concepto de “Cosmovisión”, noción que se emplea para entender el mundo de las culturas 
prehispánicas desde sí mismas. 
 
 
 
15 Véase Miller. “Artefacts as products of human categorisation process” 1982. 
16 “Llamamos símbolo a un término, un nombre o una imagen que puede ser conocido en la vida 
diaria aunque posea connotaciones específicas además de su significado corriente y obvio” (Jung, 
1984:17). 
17 Desde la visión de la personificación, el investigador Stash (en su artículo “Ritual and Oratory 
Revisited: The Semiotics of Effective Action”,2011),realiza un análisis de la práctica simbólica 
desde el ritual. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 19 ~ 
 
Otro concepto propio de la correspondencia en la triada antes mencionada es “el 
chamanismo”, que advierte la importancia que presenta el chamán (hombre-médico)18 
dentro de la cultura material. Desde la revisión y metodología iconográfica, autores como 
Llamazares y Martínez (2004) lo abordan desde el concepto “Arte Chamánico”, el cual se 
propone como un método de interpretación simbólica que parte de la cosmología 
expresada en el objeto. 
 
Es importante resaltar que se debe partir de dos procesos: el de la expresión y el de la 
comunicación que suceden con el lenguaje de la imagen. El primero es la representación 
y el segundo es la interpretación, en correspondencia con una aproximación previa al 
símbolo que debe estar convencionalmente admitida19. Para estas culturas del pasado la 
relación con la imagen representa un vínculo viviente con lo sagrado y desde este 
precepto debe ser leída (Valverde y Solanilla, 2011:426). 
 
La estructura del presente documento parte del reconocimiento de la cerámica de la zona 
y de una revisión a los estudios desarrollados en el área arqueológica, donde se exploran 
los antecedentes cronológicos, tipológicos e interpretativos. En el segundo capítulo se 
trata la relación del murciélago como mamífero dentro del área geográfica y sus 
características morfológicas buscando establecer una relación entre la representación y el 
material cultural. El tercer capítulo presenta el conjunto de piezas estudiadas el cual 
corresponde al estilo20 Tairona Clásico (s.X al s.XVI). El cuarto capítulo contiene la 
revisión de los rasgos iconográficos más distintivos y explora el símbolo desde la analogía 
etnográfica, para identificar los vínculos entre el objeto estético ceremonial, el 
pensamiento ritual y las imágenes. El último capítulo se ocupa de las relaciones desde el 
material arqueológico y cómo este icono ha estado presente tanto en Mesoamérica como 
en la zona Circum-Caribe. 
 
 
 
 
 
18 Veáse: Mircea Eliade, “El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis” 1992. 
19 Perez Carreño, “Los placeres del icono y su representación”:12-13 en Valverde Valdez, 
2011:426 
20 Estilo en este documento se define como una variación en las formas de la cerámica que derivan 
de una consolidación étnica reflejada en el objeto. Jones, 1994: 110-116. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 20 ~ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. Área arqueológica Tairona 
 
Esta área cultural21 se encuentra ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta y la 
definición de “Tairona” como designación tribal, aparece por primera vez en la obra del 
cronista español Antonio de Herrera (1549-1624) quien, en la redacción de su crónica, 
menciona: “El empleo de este nombre como apelativo de una tribu, no corresponde 
exactamente a la realidad […] esta palabra se amplió sólo como término geográfico para 
indicar el valle del río Don Diego, entonces hábitat de la tribu de los Tairo. De la 
designación “Valle de Tairona”, cuyo centro más poblado era la ciudad Taironaca”22 
(Reichel-Dolmatoff, 1953:18). Esta calificación se expandiría para denominar las 
poblaciones indígenas de la vertiente norte y occidental de la Sierra, “difundiendo 
genéricamente el nombre de Taironas” (Cadavid y Herrera, 1985:14). 
La mayoría de los estudios arqueológicos se han concentrado en las vertientes norte y 
occidental, encontrando que el material excavado hasta hoy se ubica en varios puntos 
sobre la costa destacándose Pueblito y Ciudad Perdida (Buritaca 20023). La presente 
 
 
21 “Las áreas culturales son zonas geográficas en las que se pueden reconocer patrones culturales 
característicos por asociación repetida de rasgos específicos y, por lo común uno o más modos de 
subsistencia relacionados con un medio particular” (Sills Ed., 1979:521). 
22 Referencia etnohistórica de las crónicas de Antonio Herrera de las cuales Reichel-Dolmatoff 
extrae esta información. 
23 Groot, A. & Cadavid Camargo, G., (1987). Buritaca 200: arqueología y conservación de una 
población precolombina (Sierra Nevada de Santa Marta- Colombia). Boletín Museo del Oro, 0(19), 
57-81. Recuperado de 
http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/bmo/article/view/7196/7459 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 21 ~ 
 
investigación se concentra también en esta zona geográfica, ya que las pocas piezas con 
información de procedencia corresponden a esta ubicación24. 
La Sierra Nevada de Santa Marta tiene como límites en el norte el mar Caribe y al sur con 
el sistema andino alto, “puede decirse que no existe en el mundo una montaña tan 
elevada, en proporción a la superficie de su base y su panorama o paisaje pudiera 
describirse así: un anillo inmenso de tierras planas, cubiertas de exuberante vegetación 
tropical” (De Vilanesa, 1952:13). “Es el macizo de litoral más elevado del continente, con 
picos nevados que alcanzan los 5.775 msnm y desde su base hasta la cima se configura 
una gran diversidad de pisos ecológicos y microclimas, desde el litoral Caribe, pasando 
por el bosque húmedo tropical hasta las nieves perpetuas con abundante agua, flora y 
fauna” (IGAC, 1998 en Rodríguez et al., 2010:19). 
Dadas las características de este lugar geográfico, ha tenido una gran relevancia en el 
sector norte de Colombia en lo referente a estudios arqueológicos que abordan las 
relaciones de intercambio y difusión en el Caribe y hacia el interior del área intermedia25. 
“Esta zona fue habitada en tiempos prehispánicos por la denominada cultura Tairona que 
se adaptó a las distintas condiciones ambientales generando desarrollos locales y 
culturales propios” (Rodríguez et al., 2010:19). 
Esta área arqueológica ha permanecido habitada por culturas indígenas, y varios 
investigadores están de acuerdo en que estas comunidades serían descendientes 
directas de estas culturas del pasado y que en estos actuales habitantes aún se pueden 
rastrear rasgos ideológicos y de su religiosidad que vinculan el material arqueológico a 
sus prácticas (Reichel-Dolmatoff, 1949-1950, 1985, 1996; Oyuela, 1986, 2005, 2007; 
Uribe, 1987, 1998; Plazas, 2007, 2010, 2014; Orrantia, 2012). Por este motivo la 
investigación buscará establecer paralelos entre el material arqueológico y las analogías 
etnográficas de los pueblos indígenas actuales para reconocer cómo la tradición se 
encuentra presente en la elaboración de sus artefactos y en su vida cotidiana. 
 
 
24 Dentro del material presente en los museos con datos de procedencia, es recurrente encontrar 
que el material adquirido de guaquería que corresponde a corregimientos como: Minca, Bonda, 
Palomino. También dentro del material donado a colecciones por Reichel-Dolmatoff se encuentra 
el de Pueblito. 
25 Este concepto es acuñado en 1957 por Wolfgang Haberland, se utiliza para identificar una 
amplia área cultural del centro América con rasgos comunes, que iría desde Nicaragua hasta la 
costa norte del Perú (Plazas, 2014:14) 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 22 ~ 
 
 
1.1 Antecedentes: cronologías y tipologías cerámicas 
Varios son los investigadores que han realizado estudios en la zona de la Sierra Nevada 
de Santa Marta y la costa Caribe colombiana, con el objetivo de descubrir vestigios de sus 
antiguos pobladores, el desarrollo de sus tecnologías, evaluar posibles contactos entre 
regiones cercanas, rutas de intercambio o comercio y, patrones de asentamiento de las 
zonas más importantes26. 
Debido a que la presente investigación es un estudio acerca de la cerámica del área y su 
iconografía; aunque todo el material se puede clasificar a grandes rasgos como Tairona II 
(temporalidad que describe Reichel-Dolmatoffen los años 50 dentro de los primeros 
análisis formales), considero importante presentar un resumen de los aspectos más 
relevantes de las investigaciones en el área. 
Una de las más sustanciales exploraciones arqueológicas que arrojan datos acerca de los 
contextos en el área son hasta el día de hoy: las excavaciones de John Alden Mason en 
1922 y 1923 quien extrajo de las regiones de Pueblito, Gairaca y Nahuange la mayor 
parte de su material cultural (Groot, 1989:34). “Del estudio de estos vestigios y de los 
elementos de cultura material asociados, llegó a la consideración de que existen algunas 
diferenciaciones de acuerdo con la situación geográfica, pero los rasgos generalmente 
son muy similares, conformando un mismo contexto cultural (Mason, 1939)” (Groot, 
1989:34). 
Acerca de la expedición de Mason el arqueólogo Oyuela, hace un recuento: 
Entre 1922 y 1923 Mason “investigó diez y seis sitios costeros, diez de pie de monte 
y seis en tierras altas. […] El objetivo principal del investigador era obtener tanto los 
datos como el material arqueológico que le permitiera referirse a las migraciones y 
relaciones étnicas entre los grupos que rodeaban la Sierra y América Central 
(Mason, 1931:12). […] En su tipología estableció dos grupos principales: las vasijas 
 
 
26 Véase: Mason; 1936, Ángulo, 1982; Oyuela, 1985, 1986, 2005; Cadavid y Herrera, 1985; Groot, 
1985, 1989; Langebaek, 1986, 1987, 2005; Lleras, 1985; Plazas, 2003, 2007, 2014; Dever, 2007; 
Giraldo, 2010. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 23 ~ 
 
rojas y las vasijas negras, las cuales considera que presentan formas mutuamente 
excluyentes, con excepción de las “jarras o vasijas de tesoros”, estas se encuentran 
tanto de color rojo como negro. A su vez estos grupos los dividió en tipos y subtipos. 
Las vasijas con pintura roja sobre crema y las de color claro no fueron subdivididas 
en su forma. Uno de los atributos esenciales que tuvo en consideración para definir 
la forma, fue la base” (Mason, 1939:288). […]. Se exceptúa la cerámica encontrada 
en Nahuange, Dibulla y Riohacha, la cual presenta características muy diferentes 
con las observadas, tal como pintura positiva rojo sobre crema y diseños curvilíneos. 
Otras de las vasijas estudiadas por Mason y que considera, no son de la región 
serían las de color claro (light colored ware) (Mason, 1939:370)” (1983:20-22). 
Para los años 1946 y 1950 los esposos Reichel-Dolmatoff, emprendieron trabajo de 
campo en la zona de Pueblito y las hoyas de los ríos Manzanares, Córdoba y Sevilla, a 
partir de lo cual desarrollaron una periodización tentativa basada en sus hallazgos: 
-Tairona II. Temporalidad que resume Groot así: “Culturas protohistóricas a históricas 
cuya posición cronológica es más tardía fue dada por la presencia de objetos indígenas, 
encontrados en asociación con objetos introducidos por los españoles” (1989: 34). Esta 
fase se enmarca como Tairona Clásico donde se llega a todo el esplendor del trabajo 
alfarero. Dentro del material cerámico excavado se observa una numerosa cantidad de 
material ceremonial definido como la cerámica negra pulida con modelados de aves o 
cabezas de murciélagos y silbatos con decoración incisa (Reichel-Dolmatoff, 1954) 
-Tairona I. Se relaciona con la Fase I aunque no se realiza una descripción detallada de 
su distinción. 
-Subtairona. Fase extendida en las faldas meridionales y orientales de la sierra, que 
parece representar formas ancestrales de Tairona I y II y se caracteriza por la formación 
incipiente de poblaciones y comienzos de agricultura sistemática (Groot, 1989:34; Oyuela, 
1985). 
 
“El esquema que Reichel-Dolmatoff manejó de la tipología para Pueblito, parte de la 
separación de la cerámica por color y textura de la superficie en cuatro clases, las 
cuales se denominan: Pueblito roja áspera, Pueblito roja lisa, Pueblito negra áspera 
y Pueblito negra lisa. Y dentro de ellas diferencia 13 estilos que representan sus 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 24 ~ 
 
diferentes variaciones de tipos. Hay una cerámica Gaira amarilla incisa que el 
clasifica igual que Mason, como una extrañeza en los sitios investigados, sin 
embargo esta cerámica tiene muy alta presencia en el Alto Buritaca” (Oyuela, 
1985:06). 
Debido a la necesidad que para este entonces había de realizar investigaciones que 
aclararan los desarrollos culturales y las cronologías de la zona, el investigador Henning 
Bischof se basa en el material arqueológico hallado en Nahuange por el investigador 
predecesor Mason, que presentaba características diferentes a la cerámica típica Tairona 
(Oyuela, 1985:5), de manera que: 
 “en el año 1961, H. Bischof realiza excavaciones en el sitio arqueológico de 
Pueblito, conformando una nueva hipótesis de trabajo, con dos periodos 
cronológicos de desarrollo de la cultura; el más antiguo, denominado “Nahuange” se 
remonta a los siglos VI y VII d. C. y el más reciente “Pueblito Tardío” es 
contemporáneo de la conquista. […] Bischof determina la posición cronológica del 
periodo Nahuange, por medio de una cerámica monocroma, la cual pudo relacionar 
con material procedente de la excavación de un corte estratigráfico en el conchal 
“Mina de Oro” en la Ciénaga Grande de Santa Marta, fechado entre 500 y 700 d. C.” 
(Groot, 1989:34-35). 
 En síntesis, las fases que Bischof reconoce son: 
-Fase Nahuange fue caracterizada por el material encontrado y descrito por Mason, el 
cual consistía en cerámica de la cámara funeraria. Cuyo material se relaciona con el sitio 
El Horno en la Guajira, con una fecha que llegaría hasta el siglo VII d. C. Se caracteriza 
por la ausencia de pintura negra y para Bischof la cerámica monocroma corresponde al 
periodo tardío de la fase Malambo y Mina de oro, periodo situado entre el 500 y 1000 a. C. 
(Oyuela, 1985:8). 
-Fase Pueblito tardío se caracteriza por “los tipos Pueblito negro sobre rojo, Rojo fino y 
Gaira amarilla incisa. El material se encontró asociado a dos herraduras. Este periodo iría 
hasta 1600” (Oyuela, 1985:9). 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 25 ~ 
 
Jack Wynn en 1973 y 1974 realizó un reconocimiento de la zona costera del rio Buritaca, 
de manera que las excavaciones del río Buritaca y la quebrada La María, le permitieron 
establecer de forma empírica la existencia de la Fase Tairona y la Fase Buritaca, las 
cuales se corresponden: La Fase Tairona con el Tairona II de Reichel-Dolmatoff situada 
cronológicamente para el 1300 - 1600 d.C (Wynn, 1975:125 en Oyuela, 1985:10) y la 
Fase Buritaca que presenta un contenido cultural similar al del periodo Nahuange de 
Bischof. También determina un periodo intermedio entre ambas fases, al que le asigna un 
espacio temporal de 200 a 300 años no bien definido (Wynn, 1975 en Groot, 1989:35). 
Esta Fase Intermedia, el arqueólogo Oyuela la resume situada: “entre el 700 y el 1300 d. 
C. Se carece de información pero sugiere que la primera ocupación (fase Buritaca) 
probablemente migro o desapareció por epidemia. En cuanto a la etapa formativa de la 
Cultura Tairona debió ocurrir en otro lugar, probablemente cerca a la desembocadura del 
río Magdalena (Wynn, 1965:159)” (1985:11). 
El mismo Oyuela añade que para Wynn las tipologías cerámicas de la Fase Tairona 
(1300 al 1600 d.C), serían definidas a partir del tipo del desgrasante, color, tratamiento de 
la superficie y decoración. Identificando tres clases: Clase A, desgrasante arena, Clase B, 
desgrasante arena burda, Clase C, sin desgrasante. (Wynn, 1965: 82-84 y 125 en Oyuela, 
1985:11). 
Desde el año 1973 y la década de 1980, se realizan otras investigaciones en la región de 
la costa dentro de las cuales se destaca la de C. Angulo en 1981, quien descubre en la 
región del Atlántico un complejo temprano denominado Malambo, esta tradición pareciera 
conectar con otras de la zona delcaribe insular, encontrando en conjunto con la cerámica 
elaborada in situ algunos “Cemíes, llamados de “tres puntas” o “trigonitos” comunes a las 
Antillas, ídolos que se asocian al cultivo de la yuca (Angulo, 1981:57). 
 
Paralelamente otros arqueólogos (Cadavid y Groot, 1987; Oyuela, 1983, 1985; 
Langebaek, 1987, 2005; Dever, 2007; Giraldo, 2010) realizaron investigaciones con el fin 
de contribuir con nuevos datos y fechamientos de carbono 14 a la discusión acerca de las 
cronologías y tipologías reflejadas en estos trabajos, profundizando en hipótesis acerca 
del poblamiento de la zona y los inicios del periodo Tairona. 
 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 26 ~ 
 
A partir de estas investigaciones preliminares en la región, se ha aceptado que en la zona 
arqueológica de la Sierra Nevada de Santa Marta se pueden observar dos grandes 
periodos denominados como Nahuange (200 al 900 d.C.) y Tairona (900 al 1600 d.C.). 
Adicionalmente se ha considerado como antecesora la tradición agroalfarera Malambo 
con un fechamiento aproximado del 1000 a. C. hasta los comienzos de nuestra Era, con 
decoración modelada e incisa, con formas naviformes tetrápodes y en algunas ocasiones 
apéndices en formas de animal (Langebaek, 1987:84). 
“Algunos rasgos de la cerámica ‘malamboide’ presentan, además, estrecha similitud con 
la alfarería modelada incisa predominante durante épocas tardías en las Antillas 
especialmente con la ‘serie’ chicoide (cf.Arévalo y Wagner, 1984) y con algunos aspectos 
de la “Tradición Barrancas”, del bajo Orinoco (Sanoja, 1979 y Angulo, 1981)” (Langebaek, 
1987:10127). Llama la atención que las representaciones zoomorfas de murciélago están 
presentes en la región desde el periodo tradición Malambo (Plazas, 2010:184) y se 
encuentran tanto allí como en la cerámica taina de las Antillas (García Arévalo, 1977:23-
27). 
Respecto a la orfebrería, investigadoras como Falchetti (1987, 1986) y Plazas (1998, 
1986) trabajaron en una cronología de la región aplicando las fases Nahuange y Tairona 
para la clasificación de las piezas orfebres del Museo del Oro. 
Falchetti también asocia el periodo Nahuange a una iconografía más similar al presente 
en el estilo Quimbaya Clásico y genera una hipótesis alrededor de la difusión de las 
técnicas orfebres, relacionando a la región Tairona con la Quimbaya, además de 
vincularla a una posible tradición orfebre del Darién (Falchetti, 1987:3-7). 
Otra propuesta a los desarrollos en la zona, habla de un Periodo temprano 
Integracionista, Periodo medio o clásico y Periodo tardío o Conquista (Oyuela, 1986). El 
periodo Tairona sería el periodo clásico donde habría un desarrollo local (Bray, 2003), en 
el cual, se sugiere una consolidación en la jerarquización del poder y de la sociedad 
expresada en los artefactos de la cultura material, donde personajes particulares se ven 
 
 
27 Esta citación corresponde a un avance de investigación, llamado “Hallazgo de cerámica 
malamboide en la franja adyacente a la Sierra Nevada de Santa Marta”. Publicado previamente al 
artículo sobre Paparé. Banco de la República, M. (2015). Recuperado de 
http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/bmo/article/view/7241/7505 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 27 ~ 
 
representados en seres asexuados por carecer de órganos sexuales o humanos 
masculinos, ataviados con grandes tocados en la cabeza y marcados rasgos expresivos, 
que sorprenden en la orfebrería. En estas representaciones es usual la presencia de 
aves. Esto lleva a considerar una consolidación de una estética alrededor de la figuración 
del cuerpo humano, que en la cerámica se manifiesta en múltiples rostros zoomorfos 
algunos con la lengua saliente. 
 En estos estudios se observa una preocupación por una correcta clasificación y datación 
del material cultural de la región, relacionado con asociaciones de contexto, de forma y de 
función. Lo más estudiado es la cronología cerámica con la que se intenta reconstruir la 
región por zonas de posibles ocupaciones densas y asociaciones respecto a los 
materiales encontrados, y sus características en cuanto a técnica y representaciones. 
Estos temas son explorados a profundidad por (Reichel-Dolmatoff 1954, 1985, 1996, 
2005; Falchetti 1987; Legast 1982, 1987 y Plazas 2007, 2010, 2014), quienes 
respectivamente se interesan en el tema de la iconografía y simbolismo de los objetos 
clasificados como Tairona que hacen parte de la colección del Museo del Oro. 
 
1.2 Antecedentes interpretativos y de asociación 
 
Dentro de los antecedentes directos acerca de la pregunta de investigación la cual radica 
en las representaciones, cambios y usos del ícono del murciélago, el trabajo de Preuss 
(1993 [1915]) ilustra desde su estudio etnográfico algunos componentes básicos del ritual. 
Reichel-Dolmatoff (1981, 1985, 1996, 2005), retoma los estudios etnográficos ilustrando la 
función del chamán asociada, al significado del oro precolombino y establece unos 
vínculos claros entre las expresiones prehispánicas y la cosmología. 
En Reichel-Dolmatoff (2005) se destaca la exploración de términos importantes como: 
transformación, mutación y cambio que configuran los ejes temáticos del universo 
cosmológico de estas comunidades y que se exploran a profundidad en los mecanismos 
socio-religiosos presentes en ritos donde se incluye al hombre-animal. 
Tomando estos conceptos en el estudio de las representaciones zoomorfas (el murciélago 
y sus relaciones) y antropozomorfas (el hombre-animal, el hombre-murciélago, el hombre-
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 28 ~ 
 
chamán) del material cultural, se observarán las características de un arte chamánico o un 
arte ritual cuya finalidad abarca la imagen como fuente de sabiduría, poder e investidura 
de poderes míticos. 
En lo referente al análisis comparativo de piezas antropozoomorfas la investigadora 
Legast (1982, 1987), realiza un estudio de los artefactos con animales representados en 
ellos, haciendo mención al hombre murciélago y a la transformación del chamán en 
animal por medio del vuelo extático, tema también mencionado por Reichel-Dolmatoff y 
explorado a profundidad en la obra de Eliade (1968) y Lévi-Strauss (2002). 
Falchetti (1987), abordó el tema de la asociación simbólica del oro con los ciclos de vida y 
también se preocupó por establecer unos referentes cronológicos de las piezas orfebres 
de la zona Tairona, trabajo que realizo en conjunto con Plazas (1986, 1998) de donde 
pudo haber surgido para esta última investigadora, un interés por desarrollar la hipótesis 
acerca de un intercambio de ideas y técnicas orfebres con Centroamérica. 
Plazas profundiza su estudio hacia la advocación del humano murciélago, comparando 
las representaciones de este personaje en la región Tairona y en el Istmo de 
Centroamérica; hace visibles paralelos y diferencias entre piezas orfebres y líticas de 
estas zonas, estableciendo un análisis interpretativo iconográfico de la imagen del 
humano-animal28. 
Respecto a este tema, el presente documento propone una observación complementaria 
al murciélago en sus transformaciones, variaciones y elementos simbólicos, 
representados en la cerámica del área cultural, tomando en cuenta las formas y técnicas 
utilizadas, así como las diferencias presentes en las fases arqueológicas de los estudios 
previos. 
Otros antecedentes, hacen referencia a un cambio sociocultural a mediados del s. XVI-
XVII expresado en la transformación religiosa de las comunidades donde la figura del 
chamán hace su conversión a sacerdote (Mama)29, esta mirada se centra en un modelo 
de análisis acerca de la persistencia de las actividades rituales en las culturas vivas que 
 
 
28 Ver, Plazas 2007, 2010, 2014. 
29 Mama es el nombre del sacerdote Kogi, que ensu lengua se relaciona con el sol, Preuss ([1915] 
1993:80). 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 29 ~ 
 
habitan el entorno geográfico y arqueológico de la Sierra Nevada de Santa Marta (Uribe, 
1987; Oyuela, 2001, 2005; Fischer, 1989). 
El trabajo de Orrantia (2002) por su parte, es una propuesta de interpretación ideológica 
acerca de la resistencia de las comunidades en sus tradiciones religiosas, expresadas en 
las relaciones entorno - narrativa indígena, donde se aplican las simbologías animales 
como vínculo con el territorio, la protección e identidad con el mismo. 
Desde la arqueología este territorio ha sido explorado en análisis que van de lo formal a lo 
particular en sus evidencias, tanto de material cerámico como lítico u orfebre. Y como lo 
menciona Bray (2003) en su estudio de desarrollos de jerarquización en la zona Tairona; 
las modalidades de intercambio gradual indirecto y entre comunidades pueden probar un 
parentesco cultural, lingüístico y genético, así como vínculos ideológicos percibidos en las 
mitologías locales y en la iconografía de materiales arqueológicos relacionados (Falchetti, 
1987:3-4). Estos preceptos hacen reconfigurar la idea de unos límites del territorio en 
torno al material cultural y las ideologías presentes en éste. 
Respecto a los intercambios o contactos previos en la zona, es interesante explorar la 
tradición Malambo, desde la cual es posible establecer un vínculo estilístico con la zona 
de las Antillas que, a su vez, se encuentra relacionada por la cerámica modelada incisa 
con la cuenca Amazónica y el Caribe, esto sugiere la posibilidad de que los habitantes de 
la región de Malambo y los Mangos pertenecieran a la familia lingüística Arawak (Angulo, 
1981:58). La anterior apreciación ubica la región Tairona como un lugar intermedio donde 
podrían haber circulado grupos Arawak aportando hacia la consolidación de un estilo 
propio que se desarrollaría posteriormente, cabe recordar que esta área cultural se 
encuentra en inmediaciones de la zona Circum-Caribe, lo que hace pensar en rutas de 
intercambio y comercio no solo terrestres sino marítimas. 
Esta mirada es un interés particular de este proyecto, ya que para abordar el cambio 
sociocultural es necesario recurrir a los posibles cambios o transiciones ocurridas en las 
tradiciones alfareras de la zona, y observar las áreas de influencia de las mismas. 
 
 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 30 ~ 
 
1.3 En búsqueda de una interpretación para la cultura 
material 
Acerca de los conceptos desde los cuales se aborda el material estudiado en esta 
investigación, es importante referir el concepto de “cultura material” en la visión del trabajo 
de Hodder (2009:1-10), quien se ha interesado en explorar los conceptos de la cultura 
material mediante reflexiones acerca de lo que es la “cultura” y desarrollando métodos 
para estudiarla por sí misma. Utiliza análisis de tipo comparativo entre la etnoarqueología 
y la etnohistoria como herramienta para comprobar que el material arqueológico puede 
ser reflejo de comportamientos, y el desarrollo de los estilos y tipos, pueden ser claves 
para establecer relaciones de dispersión espacial y conceptual. 
Una propuesta de este tipo lo representa el trabajo de Miller (1982:17) quien afirma “que 
los conjuntos de cultura material reflejan los principios organizacionales de 
categorizaciones de procesos humanos” a lo que es posible referirse como categorías 
culturales asumidas y que pueden ser estudiadas como procesos de expresión con una 
carga de significado. Estos medios simbólicos pueden estar relacionados con el orden 
natural del mundo, lo que se basa en la observación de patrones naturales como el 
acceso al material de elaboración de la cerámica, de manera que; 
“Las sustancias naturales se transforman en categorías culturales y estas pueden 
ser estudiadas como procesos de expresión con una carga significante, un ejemplo 
de estos usos de clases naturales pueden ser algunos postulados de Lévi-Strauss 
quien proporciona ejemplos del uso de las clases naturales como son los animales 
para simbolizar categorías sociales, como en el totemismo” (Miller, 1982:17). 
En el análisis de este material arqueológico podemos encontrar como significantes el caso 
del material en sí en el que están realizados estos objetos, como es el caso del barro; 
además de la forma y función de cada objeto. Las representaciones de animales, en seres 
híbridos y hombres animales hacen parte de una categoría natural a la que se le otorga 
un significado relacionado con el habitar la naturaleza30. 
 
 
30 Ver Lévi-Strauss, 1968. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 31 ~ 
 
La analogía etnográfica ayuda a hilar el objeto arqueológico con las narraciones míticas 
que explican la tradición del material cultural, desde su elaboración y la manera en la que 
por medio del rito se mantienen vivas las creencias que se sirven de imágenes, las cuales 
a su vez cobran sentido en el mundo social religioso de las personas del pasado y del 
presente (Eliade, 1985:20). 
Al referirnos a estos procesos de jerarquización religiosa podría pensarse que: “El mundo 
material es producido como una serie de relaciones ordenadas usando principios como la 
jerarquía y el contraste” (Miller, 1982:17). 
 
Acerca de “cultura” en relación con el “material cultural” la postura de Boas complementa; 
 
“Cada cultura puede entenderse únicamente como un producto histórico 
determinado por el ambiente social y geográfico en que cada pueblo ha sido 
colocado y por la manera como desarrolla el material cultural que llega a su poder 
como aporte del exterior o como fruto de su propia facultad creadora” (Boas, 
1947:10). 
 
Estos fundamentos coinciden con una teoría acerca de los desarrollos culturales propios, 
donde es coherente la consolidación de iconos o imágenes que van evolucionando con la 
sociedad y en el tiempo hasta llegar al punto de institucionalización, donde desde un juicio 
técnico y estético confluyen en el perfeccionamiento de un arte propio (Boas, 1947:16-17), 
con características específicas desde las cuales una sociedad puede denotar una 
jerarquización por medio de sus bienes de elite (Dever, 2010:124-125). 
 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 32 ~ 
 
 
 
 
 
 
2. El murciélago 
Desde los primeros escritos académicos publicados acerca del material cultural hallado en 
el área de investigación, se ha mencionado la figura del murciélago como relativamente 
numerosa; los estudios de Mason (1931, 1936) lo confirman en cuanto a silbatos y vasijas 
negras descritas como ceremoniales, y estas hipótesis acerca de las representaciones, 
fueron posteriormente avaladas en el trabajo de Reichel-Dolmatoff (1954), quien de 
manera cuidadosa buscó con sus excavaciones en Pueblito realizar una comparación y 
validar el numeroso material excavado y presentado por Mason en su obra. Reichel-
Dolmatoff (1954) menciona la presencia del murciélago representado en las vasijas 
negras y en líticos en forma de placa alada tallada31. 
 
Parte de los cuestionamientos que han acompañado esta investigación son: ¿Cómo estos 
investigadores reconocieron por primera vez que estas representaciones corresponden a 
murciélagos? Y si lo que se observa como rasgo inconfundible de estos seres son sus 
alas, ¿Por qué en estas representaciones se suprimen?; además, ¿Por qué estas culturas 
originarias elegirían este animal para ser representado? 
 
Algo cierto en todo caso, es que este animal presenta cierta similitud en sus rasgos 
morfológicos con el humano al tratarse de una clase de mamífero, aunque bastante 
diverso en sus especies y tipos. Esta asociación podría haber conducido a los antiguos 
habitantes de esta región a generar finalmente una hibridación de hombre-animal en el 
cual representaranrasgos de este mamífero. 
 
 
 
31 Esta pieza se encuentra expuesta en el Museo Nacional, ver anexos en grupo líticos. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 33 ~ 
 
Además como menciona Legast (1987), es muy posible que las narigueras tubulares que 
hacen parte de la colección del Museo del Oro por el desgaste que presentan, fueran 
utilizadas por ciertos individuos de la sociedad para generar la transformación física que 
finalmente caracteriza al humano murciélago en orfebrería, destacándose por su 
particularidad estilística. En la cerámica por su parte, las figuras más similares debido a su 
esquematización humana, aparecen como parte del material fragmentado, muy elaborado 
que haría parte probablemente de vasijas, las cuales tendrían una finalidad ceremonial32. 
Aquí observamos que el objeto nos estaría trasmitiendo una relación personificación-
performance y ritual. 
 
Cabe resaltar que la presencia de murciélagos en la zona es muy habitual lo que puede 
indicar una relación cercana con estos mamíferos, que como se explicará más adelante 
los hay de diversas especies, con rasgos y características especializadas. Es posible 
inferir, que las representaciones se corresponden a distintas variedades de murciélagos. 
Notando que los murciélagos más representados serian de la familia: Phyllostomidae de 
las subfamilias; Stenodermatinae y Desmodontinae, encontrando también Molossidae. 
 
Acerca de las representaciones de humanos híbridos, el caso del humano de larga lengua 
saliente que observamos en artefactos cerámicos algunos con rasgos mixtos de 
murciélago33, podría corresponder a un filostómido nectarívoro de la subfamilia 
Glossophaginae; de las especies Lonchophyla robusta, Lichonycteris obscura, 
Glossophaga longirostris o Leptonycteris Curasoe que morfológicamente presentan una 
lengua muy larga en comparación con su cuerpo además, “se ha sugerido que las 
especies de murciélagos nectarívoros han co-evolucionado con las plantas que usan 
como fuente principal de alimento y que cambios en la morfología y el comportamiento de 
los murciélagos son, de alguna manera, dirigidos por cambios en la morfología y los ciclos 
 
 
32 Dentro de la variada cerámica con murciélago del Museo del Oro es posible encontrar una 
particular figura de humano-animal, que podría ser un “humano-murciélago”, aunque sus rasgos 
son muy particulares y podría tratarse de un ser con características mixtas. Sin embargo, es el 
personaje más similar a los humanos-murciélagos de orfebrería. Ver: Grupo 1b 4-7-8-9-10 
33 Ver: Figura 2 del Grupo 7 Figurinas, es un humano investido de murciélago con lengua saliente y 
Figura 6 del Grupo 5e silbato de nariz modificada por uso de nariguera tubular y lengua saliente. 
En los anexos se encuentran otros ejemplos de estos humanos que presentan este rasgo y en la 
cerámica mesoamericana desde Monte Albán se reconoce el murciélago siempre representado con 
lengua saliente, ver anexos Mesoamérica. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 34 ~ 
 
fenológicos de las plantas” (Mantilla-Meluk, 2014:374). Esto refiere a la importancia de 
este animal en los ciclos reproductivos de las plantas de las que se alimentan y podría 
estar relacionado, a su vez, con los caracteres estacionales de la región, migrando por 
amplias zonas geográficas del Caribe34. 
 
Entre las relaciones simbólicas que se pueden rastrear en la mitología y en las etnografías 
del pueblo Kogi y tomando como fuente la obra de Preuss, Reichel-Dolmatoff y Fischer, 
estos autores observan el murciélago en asocio a la menarquía y a su vez con “el ritual de 
pasaje de niña a mujer” (Reichel-Dolmatoff,1985:31). 
 
Otra asociación sería la transformación de una de las madres míticas Gaulchováng en 
murciélago, lo que sucede en su correspondencia con el parto y con la sangre fuente de 
fertilidad (G. y A. Reichel-Dolmatoff, 1977:193). 
 
También se reconoce que a la mujer con el periodo menstrual, se le considera como 
impura y acarrea desgracias, esto hace pensar en una ambigüedad producto de la 
fertilidad saludable y buena, pero que por otro lado se reconoce como peligrosa ya que es 
fuente de poder. Dentro de los cánticos que refiere Preuss (1993 [1915]:117) se hacen 
alusiones a cantos y danzas para alejar a los murciélagos. 
 
2.1 El mamífero murciélago 
 
Tras estudiar las publicaciones que describen el material arqueológico y observar los 
artefactos, se entiende que la gran mayoría de representaciones corresponden a 
figuraciones del rostro de estos seres. Partiendo de allí, se consideró relevante explorar 
qué tipos de murciélagos se encuentran en esta área geográfica, en un territorio que se 
 
 
34 Algunos murciélagos de la familia Glossophaginae realizan vuelos migratorios es el caso del 
Leptonycteris Curasoe, el cual realiza rutas migratorias en busca de alimento. Se estima que esta 
especie recorre las zonas áridas del norte de Colombia, Venezuela y las Antillas menores. 
(Sanchez F. y Cadena. A.1999). 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 35 ~ 
 
puede describir como: bosque tropical que puede ser húmedo o seco35, medio ambiente 
caracterizado por su variedad de flora y fauna, así como por su fragilidad. 
 
Buscando ir hacia lo más cercano de esta representación plástica, es fundamental 
estudiar los rasgos descriptivos de las piezas observadas y comparar qué tipos y especies 
de murciélagos habitan la zona, además de cuáles serían sus características 
morfológicas, de comportamiento y de dispersión geográfica respecto a la región. 
 
“Se cree que los murciélagos aparecieron hace más de cincuenta millones de años. 
Iban de un lado a otro cuando el hombre aún no existía. Probablemente, los 
murciélagos evolucionaron de mamíferos pequeños con membranas entre sus 
brazos y piernas, unidas a los lados de su cuerpo, que les permitían planear […] 
gradualmente con el paso del tiempo, los brazos y los dedos de sus manos se 
alargaron conjuntamente con las membranas que los unían. Según el sistema de 
Linneaus, los murciélagos se separaron de otros animales en el orden de 
(Chiroptera) el cual se subdivide en dos subórdenes: Microchiroptera y 
Megachiroptera, todos los que viven en el continente americano son del orden 
Microchiroptera” (Morton, 1989:8). 
 
En Latinoamérica podemos encontrar 270 especies de las cuales en Colombia hay 198 
especies de 67 géneros y de 9 familias, son el 40% de los mamíferos del país y la 
mayoría se encuentran en un hábitat menor de los 3000 msnm, lo cual explica la razón 
por la cual hay tantas especies de murciélagos en la zona de la Sierra Nevada de Santa 
Marta. 
 
A estos mamíferos se les puede agrupar según su alimentación en: Insectívoros, 
Frugívoros, Nectarívoros, Carnívoros, Ictiófagos o Hematófagos, estos últimos conforman 
un pequeño grupo, sólo 3 especies las cuales únicamente podemos encontrar en América 
y mayoritariamente en América tropical36, aunque conforman en el imaginario de la 
mayoría de las personas la especie más popular y temida. Llama la atención que es 
 
 
35 Ver: “El Bosque Seco Tropical en Colombia” (Pizano y García. 2013). 
36Véase el artículo “Biología de los murciélagos hematófagos” 
http://www.fmvz.unam.mx/fmvz/cienciavet/revistas/CVvol1/CV1v1c04.pdf 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 36 ~ 
 
precisamente un murciélago hematófago, posiblemente el desmodus rotundus o vampiro 
común, él que permanece en las narraciones actuales de los indígenas de la Sierra 
Nevada37. 
 
Estas distintas evoluciones para alimentarse hicieron a su vez que cada una de estas 
familias y especies, desarrollaran características morfológicas distintas para poder 
acceder de mejor manera a su alimento.Lo que a nivel morfológico nos muestra una 
asombrosa diversidad de rostros y hábitos que también se expresan en sus patrones de 
actividad y comportamiento38 (Morton, 1989:11-21). 
 
Con el objetivo de atender este análisis a partir de un acercamiento a la realidad de la 
zona geográfica, durante esta investigación se visitó el laboratorio de mastozoología en el 
Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, donde se observaron de cerca 
algunos especímenes que hacen parte de la colección conservada en etanol. Basados en 
la tesis de Moreno Bejarano (198139) se realizó una lista de especies para analizar en 
ellas las particularidades morfológicas de algunos de los animales hallados mediante 
trabajo de campo en el Parque Nacional Tairona en el año 1981. Es interesante este 
análisis comparativo ya que esta región hace parte de las zonas arqueológicas 
exploradas, y la mayoría de los puntos de extracción de material cultural se encuentran 
dentro de los perímetros del parque. 
 
La investigadora distribuyo redes de captura en tres áreas del parque: una de clima seco, 
otra de clima húmedo y una ubicada en una zona intermedia; ubicando 7 estaciones40 
desde las cuales realizó un estudio durante un año en el cual consiguió observar las 
variaciones de poblaciones de murciélagos en la zona, encontrando numerosas especies 
de la familia Phyllostomidae, los cuales son el grupo más variado de quirópteros en 
cuanto su alimentación ya que dentro de esta numerosa familia se hayan nectarívoros, 
 
 
37 Esta referencia es motivada por los hallazgos etnográficos mencionados por: Preuss y Reichel-
Dolmatoff. 
38 Otra referencia muy útil en el campo de la identificación de especies según su morfología es: 
“Field Guide to Amazonian Bats” Lopez-Baucells et al. 2016 
39 Este texto es una tesis de grado y al ser un trabajo muy antiguo no tiene paginación, por esta 
razón en lo sucesivo se realiza una referencia al autor y el año. 
40 Las estaciones se ubicaron en Gayraca, Cinto, Arrecifes, Cañaveral, Los Naranjos, Pueblito y 
Cedro. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 37 ~ 
 
frugívoros, omnívoros y hematófagos. Según rasgos morfológicos esta familia se 
caracteriza por presentar una hoja nasal prominente y según su especialidad alimenticia 
desarrollan fisionomías distintas. 
 
Al monitorear durante un año las variaciones, la investigadora pudo establecer cambios 
marcados por los periodos de lluvia y de sequía que se podrían reflejar en el aumento o 
disminución de la población de murciélagos que habitan durante algunas épocas la zona, 
o también las posibles épocas de migración de algunas especies a otros lugares, lo cual 
está relacionado con los ciclos reproductivos y alimenticios de los especímenes 
capturados. 
 
Según este estudio, la región de Gayraca presentó las condiciones más fluctuantes para 
la comunidad de murciélagos, debido a la restricción estacional de agua, presentándose 
mayoritariamente un número elevado de especies frugívoras, esto puede deberse a las 
migraciones locales en los meses de julio y diciembre, meses que se corresponden a la 
estación seca, pero al mismo tiempo hay una alta disponibilidad de alimento, que puede 
deberse a la fructificación inmediata después del periodo de lluvias y/o a la floración de 
numerosas especies vegetales durante ese periodo (Moreno, 1981). 
 
Según este estudio se registra que varias especies del género Artibeus en Cinto y 
Gairaca, utilizaban en su dieta frutos de cordia dentata (uvito blanco) y solanum (tomate 
enano) principalmente en los meses de abril, julio y septiembre épocas de mayor 
fructificación de estas especies. En el mes de diciembre en Cinto se presentó un pico de 
fructificación de ficus rádula y ficus glabrata (Caucho) (Moreno, 1981). 
 
En el caso de los consumidores de tipo néctar-polinívoros los que encontramos 
registrados en este estudio los: Lonchophyla robusta, Lichonycteris obscura y 
“Glossophaga longirostris la cual parece ser una especie capaz de utilizar los recursos 
disponibles en la zona durante cualquier época del año tales como: polen, frutos 
principalmente de cactus, uvito blanco y otros” (Moreno, 1981). 
 
Aunque no está presente dentro de las especies capturadas de este grupo, también se 
hayan quirópteros de género Leptonycteris el cual se encuentra presente en la zona 
Caribe colombiana con la especie Leptonycteris Curasoe. Llama la atención que de este 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 38 ~ 
 
género son los murciélagos migratorios de Centro América y la región insular entre ellos el 
murciélago polinizador del tequila Leptonycteris Yerbabuenae41. 
 
Podemos reconocer su morfología ya que presenta una llamativa mandíbula prolongada, 
con hoja nasal corta y una lengua extremadamente larga. ¿Podría este característico 
género ser el más representado en el material cultural? Un murciélago migratorio que es 
muy visible, debido a su característica manera de alimentarse ya que para ingerir su 
alimento debe acercarse a las flores de los cactus y como un chupaflor introducir su larga 
lengua en busca del néctar. 
 
Posiblemente este animal este asociado a periodos de floración y de cosecha de algún 
tipo de alimento. Por otro lado, ¿La característica lengua larga que tanto se representa en 
el material cerámico de los humanos chamanes, podría estar asociada a estos animales? 
Llama la atención que este ser transita las regiones donde está presente el icono del 
murciélago en el material cultural prehispánico42. 
 
Algunos de los murciélagos tropicales que habitan la zona son: 
 
Tabla 143. 
Especie Familia Subfamilia Ciclo reproductivo 
Artibeus amplus Phyllostomidae Stenodermatinae 
Artibeus cinereus Phyllostomidae Stenodermatinae 
Artibeus fuliginosus Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
 
 
41 Para este momento hay varios estudios sobre esta especie, debido a que se encuentra en 
peligro de extinción. Ver el artículo “Tequila, una historia de amor” en National Geographic, Nov. 
2015. 
42 En muchas figuraciones de Mesoamérica se representa al murciélago con el rasgo de la lengua 
saliente, ver anexos Mesoamérica. 
43 Esta tabla esta creada a partir de los datos encontrados en la tesis de la bióloga Moreno 
Bejarano en 1981. Los datos de los ciclos reproductivos están incompletos ya que la investigadora 
no pudo establecer información de las demás especies por falta de datos concluyentes. Las 
especies que carecen del dato de subfamilia es porque no presentan subgrupos. Es importante 
que esta tabla está basada en datos de la investigación antes mencionada y carece de datos de 
otras especies que habitan la zona. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 39 ~ 
 
Artibeus jamaicensis Phyllostomidae Stenodermatinae Febrero-abril y julio-octubre periodos de 
actividad reproductiva 
Artibeus lituratus Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
Artibeus planirostris Phyllostomidae Stenodermatinae 
Artibeus sp. Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
Carollia castanea Phyllostomidae Carolliinae 
Carollia perspicillata Phyllostomidae Carolliinae Actividad máxima de preñez Marzo-Abril y 
Octubre 
Centurio senex Phyllostomidae Stenodermatinae 
Chiroderma villosum Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad de preñez en enero-febrero y 
septiembre 
Desmodus rotundus Phyllostomidae Desmodontinae 
Eumops glaucinus Molossidae Molossinae 
Glossophaga 
longirostris 
Phyllostomidae Glossophaginae Poliéstrica bimodal picos dic-abr y jun-oct 
Glossophaga 
soricina 
Phyllostomidae Glossophaginae Actividad reproductiva continúa. 
Linchonycteris 
obscura 
Phyllostomidae Glossophaginae 
Lonchophylla 
robustaPhyllostomidae Glossophaginae 
Micronycteris 
megalotis 
Phyllostomidae Phyllostominae 
Molossus molossus Molossidae 
Noctilio albiventer Noctilonidae 
Noctilio leporinus Noctilonidae 
Peropteryx macrotis Emballonuridae 
Phyllostomus 
discolor 
Phyllostomidae Phyllostominae Actividad reproductiva continúa. 
Phyllostomus 
hastatus 
Phyllostomidae Phyllostominae Actividad reproductiva Abril-Mayo y con otro 
periodo posiblemente septiembre. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 40 ~ 
 
Ptreronotus parnelli Mormoopidae 
Rhogeessa tumida Vespertilionidae 
Rhynchonycteris 
naso 
Emballonuridae 
Saccopteryx 
canescens 
Emballonuridae 
Saccopterys 
bilineata 
Emballonuridae 
Sphaeronycteris 
taxophyllum 
Phyllostomidae Stenodermatinae 
Sturnira lilium Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad reproductiva febrero-marzo y 
septiembre. 
Thyroptera tricolor Thyropteridae 
Tonatia bidens Phyllostomidae Phyllostominae 
Tonatia silvicola Phyllostomidae Phyllostominae 
Uroderma bilobatum Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
Uroderma 
magnirostrum 
Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
Vampyressa pusilla Phyllostomidae Stenodermatinae 
Platyrrhinus helleri 
(Vampyrops helleri) 
Phyllostomidae Stenodermatinae Actividad máxima de preñez Enero-Febrero 
y Junio-Julio 
 
 
2.2 El murciélago en el material cultural 
 
Dentro de los estudios comparativos del humano animal en los artefactos del área 
Tairona, el trabajo de Legast es el más relevante ya que la investigadora se toma el 
trabajo de describir las especies que se encuentran en los objetos arqueológicos con 
representaciones animales. 
 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 41 ~ 
 
Frente a las características morfológicas del murciélago la investigadora Legast se refiere 
a la familia Phyllostomidae bajo estos rasgos descriptivos: 
 
“La hoja nasal se destaca del hocico algo prominente, la dentadura y los colmillos 
fuertes están claramente representados. […] Las decoraciones alargadas que 
rodean la parte superior del ojo, desde la nariz hasta la unión de las mandíbulas, 
recuerdan las rayas del pelaje blanco en la cara de color café de las especies de la 
subfamilia Stenoderminae” (Legast, 1987:85-90). 
 
Respecto a otras características más generales propias de varios murciélagos, (Legast, 
1987:85-90) hace la siguiente relación: 
“La representación de pequeñas orejas, en forma de hongos, corresponden a la 
simbolización de los trasgus dentro de los grandes pabellones. Debajo del labio 
inferior, aparece un pequeño relieve. Según la subfamilia a la cual pertenece el 
murciélago, el labio inferior tiene la particularidad de ser partido en forma de U o Y, 
o de poseer protuberancias carnosas.” 
Respecto a la familia Molossidae ella describe que presenta los ojos protegidos por una 
membrana la cual no presenta una hoja nasal, sino una nariz respingada (Legast, 1987:85-
90). Otra característica muy importante es que sus orejas se encuentran unidas encima de 
la cabeza, este rasgo podría asociarse a la esquematización en muchas de las vasijas 
globulares. 
La investigadora también hace referencia a la familia Noctilionidae cuya característica más 
distintiva son: “las orejas largas y puntiagudas se pueden asociar al género pescador 
Noctilio” (Legast, 1987:85-90). 
 
Aunque estas descripciones se realizaron analizando la iconografía en su mayoría de 
orfebrería, es posible observar estos rasgos en algunos artefactos de cerámica. 
Comparando información, las familias descritas por Legast; Molossidae, Phyllostomidae y 
Noctilionidae, son acordes a las especies animales presentes en la zona. 
 
Como complemento conceptual, Legast busca hallar posibles redes de significados 
recurriendo a citas del libro los Kogi de Reichel-Dolmatoff, concluyendo que “aunque el 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 42 ~ 
 
murciélago no representa uno de los principales seres mitológicos para los kogis actuales, 
de todas maneras se asocia con el sol, la madre y la fertilidad” (en Sáenz, 198844). 
 
Otra alusión importante que esta investigadora hace, es proponer asociaciones entre el 
material arqueológico de hombre murciélago y las máscaras rituales de madera utilizadas 
por los Kogi; la máscara Heséi y la máscara Mulukú45. Esta asociación la propone debido 
a que: “En la mandíbula superior de la máscara Heséi y de Mulukú se observan unos 
colmillos encurvados hacia el interior de la mandíbula, los cuales recuerdan los colmillos 
venenosos de las serpientes pero también los caninos internos de ciertos vampiros, como 
el desmodus rotundus” (Legast, 1987:98). 
 
Esta hipótesis estaría vinculada a que el murciélago podría estar asociado 
simbólicamente a la muerte como lo está la máscara Hései, pero a su vez con su 
antagonista la fertilidad, esta última asociación es debida a la relación que tiene la primera 
sangre menstrual de la niña-mujer con el murciélago, la cual se ofrenda a la madre; el 
mito se relata así por (Reichel-Dolmatoff, G. y A. 1977:193): 
 
 “Gaul-chováng es “la madre de los niños que nacen” y bajo su custodia se efectúan 
el parto y sus ceremonias. […] En su relación con el parto, la madre Gaulchováng 
aparece en su transformación de murciélago (Nyuíji). Como éste, ella se alimenta de 
sangre menstrual y se relaciona con la primera regla de las jóvenes. La principal 
ofrenda para la madre es la primera gota de sangre y con la cual se “paga” a la 
madre. Es esta la gota que se conserva en un pedacito de algodón y que dá a los 
niños su fuerza”. 
 
Otras asociaciones con este animal mítico aparecen en la región de las Antillas 
descritas así46: 
 
 
 
44 Sáenz Samper, J. (1988). Reseña: El animal en el mundo mítico Tairona. Boletín Museo del Oro, 0(20), 
144-145. Recuperado de http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/bmo/article/view/7176 
45 En anexos es posible observar ambas máscaras, estas caracterizan una nariz modificada por el 
uso de nariguera tubular y los colmillos. 
46 Ver anexos Ilustraciones del murciélago en las Antillas. 
http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/bmo/article/view/7176
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 43 ~ 
 
“El murciélago constituye un elemento esencial en la expresión plástica de los 
aborígenes antillanos, especialmente en las representaciones cefalo-
antropozoomorfas, tan características del arte Taino, donde el murciélago se 
presenta inconfundiblemente en los rasgos del hombre” (Garcia Arévalo, 1984 en 
Legast, 1986:26) 
“En los modelados cerámicos las expresiones cefaloformes son extremadamente 
abundantes, combinándose con los motivos geométricos incisos y punteados que 
generalmente lucen en su parte superior a manera de banda decorativa. Tales 
motivos, considerados a todas luces simbólicos más que decorativos, son de gran 
simetría bilateral y es nuestra opinión que guardan una relación directa con las 
representaciones figurativas que fungen en asas, las cuales en muchos casos, 
deberían tener cualidades totémicas” (Garcia Arevalo, 1977:16,19). 
Desde aquí se puede inferir, que en algún instante hubo interacciones culturales e 
ideológicas que se manifestaron en el material cultural, lo que se observa claramente en 
algunas piezas cerámicas con diseños similares o cercanos a la estética de Malambo de 
cabezas modeladas con decoración incisa, elaboradas simétricamente sobre la parte 
superior de las vasijas, tema al que también hace referencia Angulo (1981). 
 
Langebaek (1987a:90; 1987b:36) igualmente referencia en la alfarería del periodo Tairona 
motivos con esquematizaciones de murciélago, que son representadas una y otra vez de 
manera que terminan siendo comunes a esta área arqueológica y, además añaderespecto a estos rasgos distintivos, que podrían contener las mismas asociaciones 
simbólicas de las cuales no se atreve a especular significados. 
 
Dentro de los artefactos líticos, se encuentran otras representaciones del quiróptero en 
remates de bastón que se encuentran en el área Tairona. En estos, la esquematización 
del diseño se acerca a una figuración de tipo más naturalista, lo cual se observa en 
algunas de las numerosas placas aladas, a las cuales no me referiré específicamente 
debido a que muchas de ellas no tienen rasgos representativos y corresponden a una 
esquematización que ha sido estudiada a profundidad en esta zona arqueológica y en su 
interrelación con el Istmo de Centroamérica por Plazas (2007, 2014). También es 
relevante mencionar que este material arqueológico, hace aparición de manera 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 44 ~ 
 
significativa en la zona de Mérida en Venezuela, brindando pistas acerca del pasado de 
las poblaciones que habitaron esta área de los andes venezolanos47. 
 
Es importante anotar, que estas placas aladas se continúan utilizando durante 
celebraciones dentro del pueblo Kogi, lo cual pone de manifiesto Reichel-Dolmatoff en su 
trabajo etnográfico, en el que hace referencia a las placas aladas como instrumentos 
musicales en uso, a los cuales se les llama (maxalda); “el bailador cuelga de cada codo 
dos de estas placas con un hilo de algodón, las cuales al mover luego los brazos 
rítmicamente, producen un tintineo melódico, puesto que según su tamaño o grosor, cada 
placa tiene un tono” Reichel-Dolmatoff (1985:142). El autor no hace alusiones específicas 
al tipo de festividad en el que son utilizadas, lo cierto es que puede ser el único lugar 
donde aún se le dé uso a este material arqueológico48. En el que por cierto se encuentran 
motivos muy detallados con la figura del murciélago donde es inevitable realizar la 
analogía con estos seres alados. 
2.3 El calendario del año Kogi-Kágaba 
 
Con el propósito de hallar relaciones entre los ciclos vitales de los quirópteros y el 
calendario indígena Kogi, este apartado aborda las referencias acerca de las 
observaciones astronómicas y ceremoniales que conforman los ciclos vitales de las 
comunidades. Reconocemos la dificultad que representa realizar una observación de las 
características simbólicas del personaje murciélago rastreándolo como si se tratara de la 
misma comunidad que elaboró los artefactos estudiados, sin embargo consideramos 
necesario realizar un recuento cíclico temporal que nos ayude a comprender la manera en 
la cual estas culturas han construido sus estructuras sociales a partir de una observación 
del entorno y sus acercamientos rituales que le otorgan un significado a cada periodo del 
año con una simbología precisa. 
 
 
 
47 Catálogo Piezas Arqueológicas, Universidad de los andes, 2006. Ver, Clarac de Briceño. 1996, 
1985, 1981. 
48 Hay que recordar que en su forma horizontal, las placas líticas presentan una distribución que 
abarca también las zonas de: Mérida, Venezuela y la Sierra Nevada del Cocuy. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 45 ~ 
 
El calendario horticultural para los Kogi, coincide con el ceremonial y está basado en la 
observación del sol. Las ceremonias de solsticio de invierno se celebran para terminar el 
verano y llamar las lluvias, las de solsticio de verano se celebran para terminar las lluvias. 
Las ceremonias de los equinoccios se realizan siempre en Hukumeiji, donde vivía el sol. 
Los demás solsticios en Takína, Makotáma, Séijua y ocasionalmente en Naováka 
(Reichel-Dolmatoff, 1996:70). 
 
Los tiempos de lluvia y de sequía se distribuyen de la siguiente manera: la principal época 
seca (núia) dura desde principios de diciembre hasta finales de marzo. Abril y mayo es 
una época menos fuerte de lluvia (nikala-lluvia). Después siguen junio, julio, una pausa 
que se denomina según las pléyades ukalúia (tiempo de sequía de las pléyades). La 
principal época de lluvias se presenta desde agosto hasta septiembre (nimue- ni vua 
[agua principal]) (Preuss, 1993 [1915]:44). 
 
Según las constelaciones visibles al amanecer, el año se divide en 18 meses de 20 días 
cada uno, el año se inicia en el equinoccio de verano y sus nombres serían: Neb-siji 
(jaguar largo), formado por el cinturón de orión; Enduksáma (Venus); Nebbi (Jaguar); Uxa 
(Pleyades); Mulúna o Nyui Muluna; Seijú (Alacrán) y Seikuchi Nugi (La cola del alacrán); 
Husso (Cangrejo); Neb-tashi (Jaguar azul) formado por la espada de orión; Máktu 
(Zarigüeya); Takbi (Culebra); Subályi (o Subutuíja); Nyuibisija y Dyí (Gusano)49 (Reichel-
Dolmatoff 1996: 69). 
 
Por otra parte: “La identidad de Venus Matutina y Venus Vespertina la reconocen los Kogi 
y ella se expresa en el mito del sol quien “no conoció” a su hijo Endulksama (Venus) 
cuando este fue cambiado a mujer.” Esta referencia es concerniente al nacimiento de 
Nurlita el primer murciélago de la creación. “Entonces Endulksama estuvo gorda y a los 
siete meses pario un hijo. Se llamaba Nurlitaba (o nurlita, era un murciélago el primero de 
la creación). Era como un pajarito” (Reichel-Dolmatoff ,1985:32-36.). 
 
 
 
49 El autor advierte que la información al respecto son en extremo confusas, sin embargo se incluye 
en este apartado debido a la importancia que puede tener a nivel simbólico. 
El murciélago en el material cerámico Tairona 
 
~ 46 ~ 
 
Acerca de las fiestas o ceremonias anuales su objetivo principal es procurar la fertilidad 
terrestre femenina y un buen clima de manera que la tierra produzca suficiente alimento, 
un alimento bueno que no haga daño. Para estos fines las celebraciones consisten en 
unos bailes y cantos, en los cuales participan mayoritariamente los hombres y 
especialmente el Mama quién es el encargado de preservar la sabiduría ancestral, y por 
medio de estas ceremonias mantener vivas las tradiciones activándolas y reavivándolas 
en cada festividad (Reichel-Dolmatoff, 1985:130-140). 
 
Para dichos eventos se utilizan las máscaras siendo la más especial la de Heséi asociada 
a la muerte, aunque no es la única esta parece ser muy importante ya que el objetivo de 
los bailes es conectar con la muerte y la representación de las enfermedades. Es muy 
interesante que los Kogi se refieren al ritual de bailar desde la apreciación: “Bailamos para 
no morir”. En las ceremonias anuales de fertilidad son recurrentes las alusiones a la vida y 
la muerte personificadas como el Sol (Surlí, Nuikukuí) y Heséi. Siendo Surlí el dueño del 
Este, lugar por donde sale el sol y Heséi dueño del Oeste lugar donde se pone el sol 
(Reichel-Dolmatoff, 1985:130-140). Estas alusiones a los principios duales y antagónicos 
se expresan de manera plástica y simbólica en todo el material cultural y en el uso que 
como objetos rituales dan a los mismos. 
 
El investigador Oyuela en referencia a la región del Alto Buritaca especifica los meses de 
verano desde diciembre hasta mediados de marzo, siendo febrero el de menor 
precipitación. El invierno comenzaría desde mediados de marzo hasta comienzos de 
junio, cuando se presenta un pequeño veranillo hasta agosto aproximadamente cuando 
se intensificarían las lluvias con un clímax máximo en octubre (Oyuela, 1983:5). 
 
Estas estaciones secas y lluviosas coincidirían con la información recopilada por Preuss. 
A lo que añade que en abril y marzo empieza la cosecha y la siembra, entre otros cultivos 
el de la yuca y el maíz, plantas que aparecen relacionadas a cantos (Preuss, 1993 
[1915]:44). 
 
Los indígenas practicaban la rotación de cultivos y el maíz constituía el cultivo básico de 
la población, éste fue reemplazado en su mayoría por el plátano debido al confinamiento 
de estas gentes hacia la montaña con suelos menos fértiles, esto también contribuyó

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