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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS BOLETIN DIVULGATIVO N. 24 EL CULTIVO DE LA CEBOLLA ESTACION EXPERIMENTAL LA PLATINA SANTIAGO, CHILE 1979 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS BOLETIN DIVULGATIVO No 24 "EL CULTIVO DE LA CEBOLLA" Moisés Escaff G., Ing. Agr. M.Sc. Agustín Aljaro U., Ing. Agr. M.Sc. Hermilia Sanz B-M., lng. Agr. Carlos Quirúz E., lng. Agr. PROGRAMA HORTALIZAS EST ACION EXPERIMENTAL LA PLATINA SANTIAGO, CHILE, 1979 Capítulo 1 Capítulo 11 Capítulo IlI Capítulo IV Capítulo V Capítulo VI Capítulo VII I N D I C E Pág. INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 CLIMA 2.1. 'femperatur<1 2.2. Fotoperíodo 8 8 .' _/ 8 VARIEDADES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 O SISTEMA DE CULTIVO 4.1. Almácigos : 4.1.1 Ubicación . . . . . . . . . . . . . . .. . 4. l.2 Suelos y Fertilizantes ......... . 13 1 3 14 14 4. l. 3 Sanidad de 1 suelo . . . . . . . . . . . . 1 5 4.1.4 Semillas, dosis y desinfección 16 4.1.5 Siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 4. 1.6 Riegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 4.1. 7 Malezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 4. 1.8 Sanidad de las plantas . . . . . . . . . 23 4.2. Arranca y !!reparación de plantas . . . . . . 24 4.3. Transplante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 4.3. l Suelos y preparación . . . . . . . . . . 26 4.3. 2 Plantación . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 4.3.3 Riegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 4.3.4 Fertilización . . . . . . . . . . . . . . . 28 4.3.5 Control de malezas . . . . . . . . . . . 29 4.3.6 Enfermedades . . . . . . . . . . . . . . 31 4.3. 7 Plagas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 5 COSECHA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 ALMACENAJE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 PRODUCCION DE SEMILLAS . . . . . . . . . . 46 5 Capítulo l INTRODUCCION En el país se cultiva anualmente alrededor de 5 .000 hectáreas de cebollas para guarda y/o exportación y 2.000 hectáreas de cebollas de tipo temprano. Todo esto representa, aproximadamente, un 10<>/o de la superficie dedicadá a la producción hortícola. Aunque se cultiva prácticarnente en todo el país, su mayor producción está concentrada en la V Región y Región Metropolitana; ellas aportan cerca del 70°/o de la prod ucción anual ( 15 2.000 toneladas). Tanto por la demanda interna como por la b uena aceptación en el mercado internacional, este cultivo ha alcanzado un b uen desarrollo en el país. Pero a pesar d e las excel<;ntes condiciones que tienen algunas regiones para su cultivo, el rendimiento medio del país no se ha modificado en forma positiva, aún más, F AO* ha señalado deterioros paulatinos de los rendimientos. Sin embargo, es posible superar en parte la situación actual, al considerar la incorporación de nuevas técnicas de producción, albrunas de las cuales son dadas a conocer en el presente trabajo. * Anuarios de Producción. 7 Capítulo 11 CLIMA Los factores climáticos de mayor importancia que influyen en el buen desarrollo de las cebollas son: 2. l . Temperatura La cebolla es una planta altamente resistente a las heladas que, desde sus primeros estados hasta la mitad de su desarrollo, debe permanecer en regímenes de temperaturas bajas a moderadas para evitar la maduración de las plantas antes del inicio de formación de bulbos. Sin embargo, cuando éste ha alcanzado un mínimo desarrollo, requiere de temperaturas más altas para lograr, en una primera fase, un crecimiento acelerado y posteriormente su maduración. En caso contrario, la madurez será postergada y, en consecuencia, se retrasará la cosecha. 2. 2. F otoperíodo El largo día (número de horas de luz o fotoperíodo), además de constituir junto a la temperatura un factor de crecimiento importante, es un factor fundamental como estimulante e inductivo para la formación del bulbo. El fotoperíodo es requerido en distinta cantidad por los diversos tipos de cebolla; las variedades de tipo tempranas necesitan de 1 O a 1 2 hrs. de luz/día, las intermedias de 12 a 1 3 hrs. luz/día y las tardías o de guarda 13 a 1 4 hrs. de luz/día. 8 Chile, por su extenso territorio, posee diversas condiciones climáti cas que, en algunos casos, hacen rnodificar la época de cultivo, incluso de una n1isma variedad. Los ciünas más ex tremas, imposibilitan su desarrollo y obligan al productor a utilizar variedades distintas que se acomoden al clima imperante en &u zona. Así, se tiene entonces recomendaciones que dicen relación con diversas fechas de cultivo, con distintas variedadc's que se deben utilizar en las diversas regiones del país. , CA\.DE�� Dos excelentes tipos de cebollas para cultivos tempranos de cosechas en septiembre a noviembre. 9 Capítulo III VARIEDADES Basados en que cada tipo de cebolla requiere, para su buen desarrollo, de necesidades climáticas específicas se han creado e introducido diversas variedades para las distintas condiciones del país. Valencianita, cebolla importada de tipo intermedio. 1 0 En el cuadro 1 se indican las variedades recomendadas por IN IA y las épocas de cultivo, dadas según el tipo de cebolla (tempranas, intermedias o tardías). Para cada tipo de cebolla se dan diversos márgenes de siembra, trasplante y cosecha (2 a 3 meses), puesto que la luminosidad diaria y temperatura varían de zona a zona. Así, por ejemplo, la cebolla Valenciana Corriente podría ser sembrada, incluso, durante el mes de julio en la zona de O'Higgins y Colchagua, en cambio, en la zona de Aconcahrua, el establecimiento de los almácigos de esta mis1na variedad, podría adelantarse al mes de mayo. CUADRO 1. Variedades de cebollas recomendadas por INIA y época de cultivo. Tipo Variedad Epoca Epoca Epoca siembra trasplante cosecha 'fempranas •Texas Grano 502 Enero- Abril· Septiembre Febrero Mayo Noviembre • Calderana o Copiapina Interme • Valencianita dias • 'forqntina Marzo· Junio- Noviembre- • Pascuina Abril Julio Diciembre Tardlas • Valenciana Sintética 14 Mayo- Septiembre- Enero- • Valenciana Julio Octubre Marzo Platina 1 • \'alenciana Corriente • Yellow Sweet Spanish 1 1 1'res variedades de tipo tardío. Las dos superiores con excelentes cualidades para la exportación y la guarda. 1 2 Capítulo I V SISTEMA DE CULTIVO En Chile casi el total de la producción de cebollas se obtiene por cultivos de "almácigo y trasplante", prolongándose aproxin1adamente por 3 a 4 meses la etapa de alm<kigos y por 4 a 6 la etapa d e trasplante, lo c¡ue representa un período vegetativo Lo tal de 21 O a 300 días. La siembra "directa" o de "asiento" en forma mecanizada es otra alternativa de cultivo; este sistema, además de la maquinaria agrícola, requiere de una mejor tecnología en el manej o de los suelos, del riego y del control de malezas. Por ello es m uy poco frecuente en nuestro país, a diferencia de otros países con agricultura avanzada, como Estados Unidos y algunos europeos, en donde se practica en forma usual. 4.1. Almácigos Gran parte del éxito de la producción de cebollas, y en general de cualquier especie hortícola, está basado en sus primeras etapas de desarrollo (alm ácigos). El cultivo se debe iniciar con plantas totalmente libres de p lagas y enfermedades y vigorosas para que resistan el trasplante y las adversidades c limáticas. Es por esto que al realizar el alm ácigo, deben considerarse diversos aspectos y factores de manej o los que se detallan a continuación. 1 3 4.1. l. Ubicación El lugar donde se ubique las almacigueras debe caracterizarse por: ser de fácil acceso, tanto para el hombre como para la maquinaria que se requerirá en su manejo (traslado de implementos, insumos y plantas aptas para ser trasplantadas); estar cerca al lugar definitivo para evitar deterioro y pérdida de plantas por efecto de un traslado prolongado; estar más o menos protegidode posibles adversidades climáticas, y próximo a una fuente segura de riego (pozos, canales, etc.). Respecto a dimensiones de la cancha, se recomienda un ancho de l a 1,2 m y un largo fluctuante entre 20 a 30 m, dependiendo de la pendiente del terreno. 4.l.2. Suelos y Fertilizantes El suelo donde se siembran los almácigos, debe ser de textura franca, libre de pedregosidad, con buen drenaje (permeable), bastante suelto, con un alto contenido de materia orgánica y de alta fertilidad. Es aconsejlbie también una buena nivelación de terreno. En caso de no presentarse las condiciones señaladas es imprescindi . ble entrar a mejorar el terreno con las siguientes medidas: a) Extraer suelo hasta 20 ó 30 cm de profundidad a lo largo y ancho de toda la cancha. b) Preparar una "nueva tierra" mezclando lo mejor posible los siguientes componentes: 25º/o tierra de hojas o guano bien seco y descompuesto, 25º /o arena y 500 /o tierra del potrero. c) Rellenar los 20 Ó 30 cm extraídos previamente, con la "nueva tierra" preparada. d) Respecto a fertilizantes, es recomendable incorporar al terreno ya preparado, los siguientes elementos cada 1 O m2 de cancha; 350 gramos de salitre potásico o 1 20 gramos de urea y 150 a 200 gramos de superfosfato triple. e) Posteriormente, y sólo si se presentan algunos síntomas cloróticos en las plantas (amarillez en las puntas de las hojas), será aconsejable aplicar una segunda dosis de salitre potásico al voleo en la proporción de 300 a 350 gramos por cada 10 m2 de almácigos, cuidando que el suelo esté húmedo. 14 4.1.�. Sanidad del Sudo El factor sanitario de las almacigueras es muy importante, m;Ís aún si se considera la incorporacié>n de }.,JUano u tie.·rra de hoja en la preparación del terreno. Previo a la siembra, y cuando el terreno esté preparado, debe ser desinfectado con cualquiera de las alternativas que se dan a continua ción: Bromuro de Metilo (Haltox-C, Dowfume, etc.). La desinfección con Bromuro de Metilo resulta hoy en día la 111{1s eficiente y co1npleta, puesto que es un producto fumigante que puede controlar, tanto hongos como insectos, nernátodos e incluso algunas malezas. Sin embargo, económicamente resulta ser el más caro y, por su condición gaseosa, el que mayor precaución requiere. 1�a dosis recomendable es de 1 bombona ( 450 grs.) por cada 1 O m2 de cancha. Durante su aplicación, se necesita de una cubierta plústica que impida el escape del gas fuera de la cancha. El producto debe permanecer en acción por un tiempo mínimo de 48 horas, pasado el cual la cancha debe airearse (rastrillo) para permitir la eliminación total del fumigante. Después de 2 ¡, 3 días el terreno estará en condiciones de ser sembrado. Bayer 5072 y Aldrín 40º/o. Una alternativa más económica es la utilización de una mezcla fungicida (Bayer 5072) e insecticida (Aldrín), en dosis de 1 O gramos de cada producto, por cada l O m2 de cancha. Si bien su aplicación no requiere de cubrimiento, se aconseja un rastrillaje a la cancha para lograr la incorporación total de la mezcla pesticida. Una vez realizada esta labor, se puede sembrar inmediata mente. Brassicol, Captan o Ferbam son productos (aunque no similares) alternativos de Bayer 5072, que pueden aplicarse en la misma dosis señalada anteriormente. Formalina 400/o. Se utiliza en dosis de 1,5 lt. por cada l O m2 de terreno. Se aplica con regadera y. posteriormente, la cancha debe cubrirse con una carpa plástica por un tiempo mínimo de 2 a 3 días, para evitar escape del producto. El terreno puede ser sembrado después de l O ó 15 días de efectuada la aplicación de la formalina. 15 4.1.4. Semillas: Dosis y Desinfección De la adecuada elección de la semilla y del buen manejo que a ésta se le de, depende el resultado que se logrará en los almácigos. Para la elección de la semilla, los factores que deben tenerse presente son: poder gcrminativo, pureza, peso y autenticidad varietal. Dependiendo de los factores de calidad señalados anteriormente, la dosis de semilla fluctuará entre 2,5 y 3,5 kg. por hectárea. Esta cantidad sembrada en una proporción de 10 a 12 gr/m2 ocupará aproximada· mente 250 a 350 m2 de alrriácigos, lo que será suficiente para establecer una hectárea del cultivo. Por otra parte, y para completar la prevención de plagas y/o enfermedades, especialmente caída de plántulas ("Dumping off"), se recomienda desinfectar la semilla con cualquiera de los siguientes productos: Thiram (Pomarsol, Arasan o Delsan A-D) en dosis de 25 a 30 grs. por 1 O kg de semilla. Captan (Orthocide) en dosis de 30 a 40 grs./ 1 O kg. de semilla. 16 4.1.5. Siembra El momento oportuno para establecer los almácigos está determina do por el tipo de cebolla que se va a cultivar. Debe considerarse que, dentro de las fechas señaladas para cada una, siempre será mejor fijar con10 fecha de siembra la más temprana si las condiciones climáticas en una determinada región lo permiten. En relación al sistema de siembra de los almácigos, el más recomendable es el "método en línea", puesto que éste, aunque se requiere de una mayor mano de obra, presenta una serie de ventajas sobre el "sistema al voleo", ellas son: a) Excelente distribución de la semilla. b) Profundidad de siembra pareja, lo que permite una mayor uniformi dad en la emergencia de las plantas. e) Mejor control sobre la dosis de semilla. Plantas de gran uniformidad; vigor y calidad se obtienen cuando se emplea el sistema de siembra de ahnácigos en Líneas. 17 d) Menor pérdida de plantas por arrastre provocado por negos (riegos por tendido). e) Mejor control de las malezas y menor requerimiento de mano de obra en esta labor. f) Por la excelente distribución lograda bajo este sistema de siembra, las plantas obtienen un mejor aprovechamiento de agua, nutrientes, luz, y una menor competencia por espacio físico del suelo, de este modo se obtendrán plantas de mejor vigor expresado, tanto en el follaje (gruesos) como en las raíces. Una buena siernbra se logrará usando un "marco rayador de surcos", que en el caso específico de cebolla deberá marcar distancias de 8 cm. entre líneas. Para que los surcos queden bien marcados es preferible usar el rayador en suelos húmedos. 18 El "marco rayador" es un implemento útil de fácil construcción; consta de cuatro tablas de 1 m de largo y 1 O cm de ancho, dispuestas en forma paralela a las cuales se pegan perpendicularmente varios listones de canto triangular separados a 8 cm. Estos listones también presentan una longitud de 1 m y un espesor de 2 cm (profundidad}. 1 1 1oocm { Morco �hto de arribo r-- J.8 Cm. -+ \ J ' ' ¡ , 1 V V V 2 Cm. L ! ' t- 8 cm. 8 cm. --+ �u l Marco rayador para el trazado de surcos de siembra de almácigos en Líneas. 19 Una buena distribución de la semilla en el surco asegurará alta calidad de las plantas. Una vez confeccionados los surquitos, que quedan con una profundidad de 1,5 a 2 cm, se deposita, manualmente dentro de ellos, la semilla lo mejor distribuida posible; posteriormente se cubre, también en forma manual, cerrando con tierra cada uno de los surcos ya sembrados, para finalmente efectuar una leve labor de apisonamiento del terreno. Esta última labor puede ejecutarse con leves golpes a mano abierta o bien con un "pisón", que consiste en un madero de aproximadamente 1,5 a 2 m de largo y en cuyo extremo inferior lleva una tabla de 1 pulgada de espesor y de forma cuadrada de 40 x 40 cm. 20 4. 1 . 6. Riego En lo posible los almácigos deberán regarse con agua de pozo, puesto que estará más libre de semillas de malezas y de posibles organismos causantes de enfermedades. Los primeros riegos deben darse en la forma más cuidadosa posible para evitar arrastre de semillas. Es recomendable usar regaderas de lluvia fina por lo menos hasta que las plántulas presenten un desarrollo de 3 cm de altura. Después de esta etapa y hasta dos díasantes de arrancar los almácigos, el sistema de riego puede ser por tendido, con poco caudal, en forma bien distribuida y lenta para lograr, de este modo, una mayor eficiencia de riego. La frecuencia de los riegos dependerá directamente del clima imperante. Sin embargo, en un principio, se pueden recomendar cada 3 ó 4 días, para luego ir distanciándolos paulatinamente hasta llegar a una frecuencia de 6 a 8 días, cuando las plantas se encuentran próximas a su desarrollo óptimo. 4.1. 7. Control de Malezas El aspecto competitivo de las plantas extrañas al cultivo en cualquier rubro es altamente considerable. En almácigos, éste adquiere un papel trascendental, dado el extraordinario número de plantas que se disponen por superficie (alrededor de 3000 semillas por cada metro cuadrado). El adelgazamiento de las plántulas de cebolla (ahilamiento), será un proceso inevitable, si hay una mala distribución de las semillas en la siembra (manchones de plantas) y muchas malezas presentes. En todo caso, el primer factor de ahilamiento es obviado por un sistema de siembra de línea, y el evitarlo en su totalidad sólo dependerá del control eficiente de las malezas. Este control se realiza cuando las malezas alcanzan sus primeros estados de desarrollo; para ello debe considerarse un mínimo de 2 limpias manuales con "rasquetas", labores que se facilitan al sembrar los almácigos en línea o surcos. Existe además la posibilidad de utilizar el método químico de control, que brinda excelentes resultados y que, en algunos casos, elimina casi totalmente la necesidad de complementar con limpias manuales. 21 El uso de rasquetas facilita la labor de control de málezas. Cualquiera de los herbicidas señalados a continuación pueden utilizarse para el control químico de malezas: Mesoranil 50. Este producto sólo debe utilizarse antes que emerjan las plantas de cebolla (premergencia), y antes de la emergencia de las malezas. ,Las dosis fluctúan entre 30 y 40 grs. de "Mesoranil 50" disueltos' en 5 lts. de agua, solución que debe ser distribuida lo más uniformemente posible en 100 m2 de cancha. Para evitar riesgos de fitotoxicidad del producto (quemazones), es recomendable aplicar el herbicida con una bomba de espalda dentro de los primeros días de sembrado el almácigo, cuidando que el suelo esté húmedo, en caso contrario, previo a la aplicación, deberá darse un riego. 22 Tribunil. E s u n producto que permite ser aplicado después que las plantas han emergido. Sin embargo, las plantas de cebollas deberán sobrepasar, como mínimo, el "estado de bandera" o, en caso contrario, existen serios riesgos de fitotoxicidad y p érdidas de plantas. Las m alezas deberán presentar u n desarrollo de 2 a 3 hojas verdaderas. La dosis recomendable de Tribunil 70º/o, es de 1 5 gramos en 5 litros de agua por cada 100 m 2 de cancha, aplicados con una bomba de espalda. Al igual que con Mesoranil, el terreno debe estar húmedo en el m omento de la aplicación. 4.1 .8. Sanidad de las Plantas E n algunas oportunidades es común detectar algunos síntomas de clorosis apical en las plantas (amarillez en la punta de las hojas). Esta sintomatología puede ser provocada por d eficiencia de nitrógeno en el suelo, la cual puede ser corregida con una segl-1nda adición de salitre potásico, en dosis de 300 a 350 gramos por cada 1 0 m 2 de almacigueras, aplicado al voleo sobre terreno húmedo. Por otra p arte, la clorosis apical de las plantas puede obedecer a un ataque aislado o conjunto de Botrytis sp y Peronospora destructor (Mildiu) hongos, que u na vez presentes en los almácigos son de difícil control. Por este motivo, es recomendable efectuar 2 a 3 pulverizacio nes preventivas contra estos 1nicroorganismo, con cualquiera de los siguientes productos aplicados alternadamente o en mezclas en las dosis indicadas, y con una frecuencia de 1 2 a 1 5 días. Para Botrytis sp Cercobin Benlate Tecto 60 grs/100 litros de agua 120 grs/1 00 litros de agua 1 2 0 grs/100 litros de agua ParaPeronospora destructor (Mildiu) Dithane M-45 Mancb 80º/o WP Zimasev WP Dimasin 250 grs/l 00 litros de agua 250 grs/100 litros de agua 500 grs/100 litros de agua 250 grs/1 00 litros de agua 2 3 Debe además agregarse a los fungicidas seleccionados, un producto adherente, que aumente la efectividad del pesticida, y en tal caso se recomiendan: Teepol Citowett Tritón -· B 50 cc/100 litros de agua 30 cc/ 100 litros de agua 50 cc/100 litros de agua 4.2. Arranca y Preparación de Plantas Para facilitar la labor de arranca y no dañar demasiado los almácigos, el terreno debe tener una humedad óptima. Esta se logra suspendiendo los riegos dos o tres días antes de iniciar dicha labor. Las plantas arrancadas deben someterse a una rigurosa selección antes del trasplante; todas aquellas plantas con indicios de cualquier enfermedad o daño físico, con un desarrollo insuficiente o por el contrario, con algún sobredesarrollo o deforme deben eliminarse. El desarrollo Óptimo de las plantas para el trasplante se tiene cuando éstas presentan una altura aproximada de 15 cm, tres hojas verdaderas y en su base un grosor similar al de un lápiz. Aunque no es una labor técnicamente aconsejable, la chapoda del tercio superior de las hojas y de las raíces es un procedimiento que por índole práctico se acepta. La facilidad del trasplante es mucho mayor cuando las plantitas se han chapodado. Especialmente si el trabajo de corte de hojas y raíces se ha decidido, e s i mprescindible que las plantas seart tratadas previo a la plantación; para esto se recomienda sumergirlas por espacio de 2 a 3 minutos en una solución de Agallo! E con dosis de 1 O gramos por l O litros de agua. Finalmente, y con el objeto de que las plantas ya preparadas sufran el menor daño posible fuera de la tierra, es recomendable una arranca de almácigos programada, tal que se tenga un abastecimiento de plantas en la medida que sólo sean requeridas para plantarlas durante el día o, como máximo, al día siguiente. 24 25 Planta de cebolla con el tamaño normal, para ser trasplantada. 4.3. Trasplante 4.3.1. Suelos y su Preparación El cultivo de la cebolla se adapta bien a un amplio rango de texturas de suelo las que van de franco arenosas a arcillosas, sin embargo, tiene litnitacioncs cuando el suelo presenta un contenido salino medio a alto. En efecto, cuando el contenido de sales es de 2 milinhos/crn, se pueden producir bajas de rendimiento hasta de un 1 Oº/o. En cuanto al pfI, el cultivo se desarrolla en mejores condiciones cuando este valor es cercano a la neutralidad (pH7). Los datos para condiciones específicas se pueden obtener a partir de un análisis de suelos*. Para la adecuada elección del suelo debe también considerarse otros factores, tales como: permeabilidad, pendiente del terreno y rotaciones culturales, ya que inciden no sólo en el aprovechamiento del agua sino también en la fertilidad natural del sucio y en la presencia de algunas enfermcda<les en el cultivo. La preparación del suelo para el trasplante_ consiste en una secuencia de aradura, rastraje, cruza y rastraje; Iabores que perrniten lograr un mullimiento adecuado del terreno y facilitan la surcadura para realizar la plantaciún. La lahor de surcadura se puede realizar con arado de palo y caballo o bien con tractor, al cual se le acopla una barra portaherramienta con pequeflos surcadores. En atnbos casos, se puede lograr camellones a distancias aproximadas de 0,50 m a 0,60 m entre surco y surco y de O, 15 a 0,20 m de prol"undidad cada uno de ellos. 4.3.2. Plantación Una vez hechos los camellones se procede a dar un riego de plantación, es decir, se d�ja correr el agua normalmente por los ::iurcos, de tal forma que en la marca superior dejada se procede a poner las plantas. Esta labor de plantación, generalmente, se realiza dejando correr la mitad del caudal original, con el objeto defacilitar el trasplante manual y mantener una humedad suficiente en el suelo para evitar en parte la deshidratación de las plantas. * Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina. INIA, Santa Rosa 11610,LaGranja. 26 La labor de trasplante es una de las más importantes, ya que definirá el número real de plantas que se van a establecer según sea la finalidad del cultivo. A este respecto, para obtener u n tamaño com ercial en cebollas tempranas, se recomienda las distancias mayores de plantación. Cuando se cultivan cebollas de media estación y tardías se usa una mayor p oblación, modificando las distancias entre surco y sobre la hilera. Aún más, si el producto será para guarda y /o exportación (cebollas tardías) se recomienda usar densidades mucho más altas. Cabe señalar que las distancias de plantación para cada tipo de cebolla, van a influir en el tamaño del bulbo a la cosecha. Es así que a mayores distancias se obtienen bulbos de mayor tamaño y menor número de ellos. En el cuadro 2 se pueden apreciar las poblaciones recomendadas y las distancias con las cuales se obtienen. Una vez finalizada la plantación, se debe considerar que la recuperación de las plantas es relativamente lenta y sólo después de 15 a 20 días se notará crecimiento del cultivo. En consecuencia, durante ese período deben tomarse todas las medidas culturales, especialmente riegos, para evitar pérdidas de plan tas. CUADRO 2: Poblaciones óptimas y distancias de plantación para los diferentes tipos de cebolla. Tipo Población Distancia Nºde Distancia cebolla óptima por entre surcos hileras sobre hectárea (Nº) (cm.) camellón hilera (cm.) 'I'empranas 222.670 60 2 15 Intermedias 278.300 a 60 2 10 --- 12 334.000 'I'ardías 400.000 a 50 2 7 - 10 571.000 27 4.3.3. Riego La cebolla es una p lanta que tiene u n sistema radicular muy superficial y su mayor volumen de raíces se ubica en los p rimeros 30 cm de suelo, por lo tanto es esa zona la que debe pern1anccer con suficiente hum edad disponible para la p lanta. En base a este hecho se puede señalar que en general los riegos deben ser frecuentes y de tiemp o relativamente corto. Por otro lado, el p eríodo más crítico para la cebolla, en cuanto a necesidad de agua, es desde que empieza la formación del bulbo, pero también hay una necesidad p eriódica de agua durante todo el cultivo después del trasplante. Para obtener riegos más eficientes, se debe tener surcos no mayores de 100 m de largo y una p endiente mínima para lograr que el agua escurra lentamente. Los requerimientos de agua varían de acuerdo al tipo de cebolla a cultivar. En las cebollas tardías, las necesidades son obviamente mayores por la época de cultivo (septiembre-enero) y en este caso requieren, más o menos, entre 15 a 18 riegos, lo que va a depender de la textura del suelo, el contenido de materia orgánica, zona de cultivo, etc. Después del riego d e p lantación, se riega al día siguiente o al segundo día, y se continúa cada 3 días con los dos riegos p osteriores. Luego se van distanciando, hasta llegar a uno cada 6 ó 7 días. Los riegos se siguen hasta 15 a 20 días antes d e cosechar, para ayudar a la madurez total de los bulbos. 4.3.4. Fertilización flasta p ocos años atrás, Jo común era no fertilízar el cu ltivo de cebolla tardía (tipo Valenciana), porque se p ensaba que los fertilizantes nitrogenados producían efectos negativos, especialmente si la cebolla se destinaba a la guarda. Sin embargo, todas las experiencias obtenidas en la estación experimenta] La Platina, indican que no existe un efecto perjudicial del nitrógeno cuando se usan dosis adecuadas a cada situación de cultivo, aún más, si se considera que para obtener u n rendimiento medio de 25 a 30 ton/ha, e l cultivo necesita entre 60 a 70 kg N/ha y 30 a 40 kg de P2 O, /ha, luego se debe p ensar, que es necesario suplementar estas cantidades. 28 Por lo señalado anterior1nente, antes de iniciar el cultivo se procede a tomar muestras de suelo, las que analizadas en alt,rún laboratorio* indicarán la fertilidad que tiene el suelo y de ese n1odo se podrá hace; una apli�ación racional, en el sentido de aplicar sólo los fertilizantes que se necesitan. La pauta general de fertilización, en caso que no sea posible realizar en análisis de suelo, es la siguiente: Producto Superfosfato triple Salitre potásico Dosis por hectárea 150 a 200 kg 400 a 600 kg El superfosfato se aplica en pretrasplante junto con la mitad de las dosis de salitre y 30 a 40 días después de la plantación, se agrega la segunda mitad de salitre. Las dosis más altas, indudablemente, se deberán usar en suelos de menor fertilidad. 4.3.5. Control de Malezas Las malezas ejercen una fuerte competencia con el cultivo por agua, luz y nutrientes, y ese efecto se prpduce durante casi todo el período de cultivo, es decir, desde el trasphlnte hasta poco antes de la cosecha. Las pérdidas que provocan las malezas en los rendimientos, pueden alcanzar un 60 a 70º /o si no se controlan en el momento oportuno; especialmente cuando se trata de malezas perennes, tales como maicillo y correhuela. Es por eso que los suelos que tienen altas poblaciones de estas malezas, deben ser descartados para la producción de cebollas. En general, para el control de las malezas se recomienda un método mixto: químico y manual. El control químico se realiza después del trasplante, en los primeros estados de desarrollo de la cebolla y el manual en los estados más avanzados. La razón de esta práctica es que si se usa el método manual, con la ayuda de una rasqueta, inmediata mente después del trasplante, es seguro que se provocará una pérdida de * Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina, INIA, Santa Rosa 11610, La Granja. 29 p lantas que p uede flu.ctuar entre JO y 20º/o por efecto de descalce de cebollas al remover el suelo. La aplicación de herbicidas, para evitar la primera limpia manual, se realiza alrededor de 15 a 20 días después del trasp lante, es decir, una ve z que la cebolla ha arraigado y em itido nuevas hojas. Este período coincide con un desarrollo de 2 a 3 hojas de las malezas, que es cuando son más susceptibles al tratamiento herbicida. La aplicación debe ser hecha cuando exista buena humedad en el suelo, es decir, después de u n riego, para lograr un mejor efecto del p roducto. El uso de herbicidas es altamente efectivo y evita los daños provocados por la primera limpia manual. En el cuadro 3 se indica los tratamientos recomendados para el control químico de m alezas. 30 CUADRO 3. Herbicidas, dosis y época de aplicación en cebollas. Herbicidas Dosis Volumen de Epoca de (kg/ha) agua (It/ha) aplicación Afalón 1.2 - 1.5 400 - roo 15 a 20 días después trasplante Gesagard 1.2 - 1.5 400 - 600 15 a 20 días después trasplante Lorox 1.2 - 1.5 400 - 600 15 a 20 días después trasplante Tribu ni! 1.5 - 2.0 400 - 600 15 a 20 días después trasplante Las dosis más altas se deben emplear cuando existe una elevada población de malezas y /o cuando los suelos son más pesados. La duración del efecto residual de los herbicidas es de, más o menos, 20 a 30 días y tienen excelente control, especialmente sobre malezas anuales y de hojas anchas. Posteriormente, la aplicación de herbicidas se debe complementar con una o dos limpias manuales, las que resultan más rápidas y económicas. La limpia manual implica dos labores: limpia con rasqueta sobre el camellón y limpia del surco. Esta última labor sirve, además, para volver a dar a éste su forma original. 4.3.6. Enfermedades y su control Las plantas de cebollas pueden ser afectadas por diversas enfermedades, que pueden provocar pérdidas enormes en cualquiera etapa del cultivo. • En muchos casos, existen tratamientos químicos con los cuales se puede dar un excelente control. Sin embargo, cabe señalar que mientras más vigorosas seanlas plantas, la respuesta que se obtiene a los controles químicos es mayor. Por otro lado, las prácticas culturales tales como: rotación de cultivos, cosecha apropiada, buen curado, almacena je adecuado, ayudan también a prevenir enfermedades y en definitiva a obtener mejores rendimientos. 31 Dentro d e las enfermedades que atacan a la cebolla se m encionan las principales: Mildiu (Peronospora destructor). Esta enfermedad está ampliamente distribuida en todas las áreas donde se produce cebolla, y casi todas las variedades cultivadas son susceptibles a ella en cualquiera etapa d e desarrollo desde e l almácigo hasta l a producción d e semillas. En esta última ocasiona los daños de mayor importancia. Las condiciones climáticas determinan en gran medida la severidad del ataque y p or esta razón, la incidencia de la enfermedad en el cultivo también varía de año en año. Cuando existe rocío, neblinas o lloviznas y temperaturas medias entre 1 2º y 1 7oc, el desarrollo y la dispersión del hongo se ven favorecidos. E n plántulas de cebolla, de más o menos 1 5 cm de altura, la enfermedad se presenta especialmente como p equeñas m anchas blancas en las hojas y amarillez de las puntas. Posteriormente, en plantas de En la producción de semillas el "Mildiu" puede provocar pérdidas muy altas, si no se controla oportunamente. 32 mayor desarrollo, los síntornas consisten en manchas cloróticas ovaladas concéntricas de 3 a 30 m m de largo. El hongo comienza su ataque p or las hojas de más edad y p or las puntas de las hojas más jóvenes. Cada hoja atacada p or el hongo puede llegar a necrosarse total o parcialmente y cuando una gran prop orción es destruida, los rendimientos bajan en forma muy notable, disminuyen· do la calidad de los bulbos. Los controles químicos deben iniciarse cuando se presentan las condiciones climáticas adecuadas para el desarrollo del hongo y cuando aparezca el primer síntoma de la enfermedad, ya que los fungicidas a usar son d e carácter preventivo. Dentro de los productos recomendados están el Dithane M-45, Zimasev, Dimasin, Maneb, Zineb, etc., en las dosis dadas para uso en almácigos. Las aplicaciones deben ser repetidas cada 1 0 a 1 5 días, mientras p ersistan las condiciones favorables para el hongo. Mancha blanca de la hoja( Botrytis sp). El área de dispersión de este hongo también es bastante amplia. En el cultivo afecta principalm ente las hojas y tallos florales, y en condiciones de almacenaje afecta a los bulbos. En hojas y tallos, produce algunos síntomas parecidos al Mildiu, ya que también se presenta como p equeñas manchas blancas, p ero éstas son alargadas y deprimidas, p osteriormente produce marchitamiento y amarillez de las p untas. En los tallos florales, la infección p uede comenzar en la base o b ien en la cebezuela floral. La prevención d e esta enfermedad, se basa en tener plantas sanas. Se deben evitar las heridas provocadas por insectos u otros agentes que p ermitan l a entrada del hongo. Para el control de esta enfermedad se recomiendan fungicidas, tales como Cercobín, Benlate y Tecto, en las m ismas dosis dadas para los tratamientos en almácigos, y en las mismas frecuencias señaladas para mildiu. . Raíz rosada (Pyrenochaeta terrestris) . . Esta enfermedad, provocada por un hongo del suelo, ataca al ·cultivo en cualquier estado. de desarrollo. Desde hace pocos años, se ha encontrado con bastante frecuencia en diversas áreas de la Zona Central y Norte Chico, tradicionalmente cultivadas con cebolla. Los síntomas de .la enfermedad son bastante notorios, ya que las raíces de la cebolla toman un color rosado para variar, en estados 33 posteriores, a rojizo y finalmente a pardo oscuro. Al mismo tiempo que las raíces van perdiendo su vigor y mueren, se produce un rebrote de nuevas raíces que, generalmente, también son atacadas por el hongo. El efecto de la acción del hongo en las raíces, se refleja en la parte aérea con síntomas similares a la falta de agua y, en casos de extrema infección, el follaje puede secarse totalmente. En general, el bulbo no logra el tamaño normal; el impedimento que tienen las raíces para la absorción de alimento (agua) provoca una inducción temprana en la madurez de los bulbos. El hongo que provoca la enfermedad, puede vivir indefinidamente en el suelo y la temperatura óptima para su desarrollo es entre 24 y 28ºC, sin embargo, puede prosperar con temperaturas de 1 50C. Como el hongo permanece activo en el suelo por muchos años, se debe considerar como medida de control, una rotación larga, incluyen do en ella especies que no sean atacadas por este hongo, tales como betarraga, frijoles, alfalfa, etc. Otros países cuentan con variedades resistentes ya que hasta ahora, no existe un control químico eficiente que sea económico. Rotaciones largas de cultivo, son un buen método de control para "raíz rosada". El bulbo de la izquierda está totalmente sano; el de Ja derecha altamente dañado. 34 4.3. 7 . Control de Plagas La cebolla es, en la región central del p aís, un cultivo que en general se presenta libre de plagas, considerando bajo este concepto a insectos que causen un daño econón1ico. Es por esto que, rara vez, se justifica hacer algún tipo de control en el cultivo de cebollas. Entre los insectos que se alirr1entan de este cultivo, y que en alsrunas ocasiones pueden llegar a transformarse en plagas, están los trips, cuncuníllas y gusanos cortadores. Trips (Thrips tabaci). Son insectos pequeños y alargados. Las ninfas (estados irunaduros) son de color blanco crcn1oso y sin alas, y los adultos (estados maduros) son de color café y de alas delgadas con flecos en los bordes. r:ste insecto siempre está presente en el cultivo de la cebolla, aunque también puede vivir en más de 50 otros tip os de plantas. Se ubican de preferencia en las axilas de las hojas y se pueden observar al separar estas estructuras. Cuando se alimentan raspan la superficie, destruyendo los tejidos, extraen savia y forman una verdadera pasta que constituye su sustrato ali1ncnticio. De este 1nodo, las hojas adquieren un aspecto plateado y en ataques rnu y in tensos llegan a doblarse, dando a las plantas un aspecto general de d ebilita m iento. Ninfa y adulto de 'frips tabaci. 35 Debido a su presencia permanente en el cultivo, el control químico del trips, en nuestro país, es una práctica común p or parte de los productores de cebolla. En el Instituto de Investigaciones Agropecua rias, se han realizado estudios tendientes a determinar si el daño que ocasionan al cultivo es de significancia económica, encontrándose que niveles cercanos a 150 ninfas en cada p lanta, no reduce ni el rendimiento ni el tamaño de los bulbos. Otras informaciones de trabaj os realizados en el extranjero, coinciden en este sentido, señalando que sólo en caso de altas infestaciones, tempranas en la estación de crecimiento, se produce una reducción en el rendimiento. Se debe considerar, no obstante, que una alta p oblación de trips, a pesar de no producir un daño directo importante, podría ser significativa, puesto que las heridas que ocasiona al alimentarse, pueden ser p unto de entrada para otros organismos patógenos. En resumen, es conveniente que el agricultor esté revisando constantemente su cultivo, a fin de verificar si se produce un incremento imp ortante en la p oblación de estos insectos o la aparición de síntomas provocados por su presencia. El control químico sólo es recomendable cuando los síntomas provocados por el ataque de trips son m anifiestos y generalizados y cuando las p lantas están en pleno proceso de formación de b ulbos. Entre los insecticidas más efectivos están: Furadán, Parathion, Nuva crón, Azodrín, Malathion, etc., todos aplicados al follaje, aunque Furadán ha demostrado tener el m ayor efecto residual (15 a 20 días). Una vez que los b ulbos están completando su desarrollo, no se j ustificael control. Cuncuníllas (Copitarsia sp ). Corresponde a larvas de mariposas. Son gusanos de color verde, con franjas longitudinales blancas en ambos costados. Atacan al cultivo preferentemente entre septiembre y diciembre, alcanzando los m ay ores niveles p oblacionales a mediados de noviembre, los c uales disrninuyen p osteriormente. La cuncunilla se alimenta comúnmente en el interior de las hojas de la p lanta, para ello hace un orificio de entrada en la p arte superior. Al completar su desarrollo sale p or la p arte b asal de la hoja para pup ar en el suelo antes de transformarse en m ariposa. Estas perforaciones y las heridas en el interior de la hoja, constituyen un sustrato propicio para el desarrollo de otros patógenos, con lo cual la hoj a puede terminar por secarse, esto normalmente ocurre después que la cuncunilla la ha abandonado. 36 Una vez que la cuncunilla ha salido de la planta, las hojas dañadas quedan expuestas al ataque de enfermedades. A pesar de estas circunstancias, los niveles de daño de cuncunilla, propiamente tal, no son importantes, puesto que usualmente no hay más de una larva en una planta afectada, y es una hoja la que le sirve de alimento durante su desarrollo. El control de estas cuncunillas sólo se justifica si se observa más de un JOO/o de plantas con hojas perforadas, para lo cual pueden utilizarse los mismos insecticidas recomendados en el control de trips, además de c;usathion y IJannate. 37 (;usanos cortadores (,1grotz�� .\pp .. l)seurloleucania sp.j. Estos insc(> tos, que ta1nbién corresponden a larvas de n1aripos¡1s, di fícihncnt<.: llegan a transforrnarsc ch una plaga en este cultivo, puesto que tienen gran cantidad de huéspedes y la cebolla no está entre sus preferencias. J .as larvas son de color café oscuro, miden hasla !) cn1 de largo. Viven enterradas en los prin1cros centímetros del suelo, y durante la noche salen para ali1nentarse del cuello de la planta y de la parte superior del bulbo en formación. Su presencia es fácil detectarla antes del trasplante, puesto que, d e haber una infestaciún al ta, gran cantidad <le larvas qucdarún c:-;pucstas durante las labort>s d(' preparaciún del suelo. l)r aquí ta1nbién se desprende que, una buena _prcparaciún del suelo eliminará m uchos gusanos, tanto por acción de la maquinaria con10 por acción de los p�ijaros que serán atraídos po'r las larvas que quedan expuestas. El control de gusanos cortadores en cebolla no es recomendable, a menos q ue existan antecedentes de ataques severos en el potrero, donde se establecerá el cultivo, y en aquellas zonas donde, además de gusanos cortadores, existan otras plagas potenciales; sin embargo, esta situación es poco común en la Zona Central del país. En tales casos, el control debe ser preventivo,.aplicandoal sudo insecticidas tales como: Aldrín, Heptacloro, Diazinón, etc. Otros insectos. Hay otros insectos que pueden presentarse en el cultivo, como es el caso de los colémbolos, de los pulgones y de las moscas de la raíz, pero en muy raras ocasiones llegan a constituir una plaga. Los pulgones se presentan en m uy bajas p oblaciones en cebollas; se encuentran ejemplares aislados, siendo muy d ifícil observar la forma ción d e colonias o grupos de estos insectos. Su importancia puede radicar en su capacidad de transmitir enfermedades virosas. La m osca de l a raíz (Hylemya sp.) es un insecto que ba sido tradicionalmente'muy importante en el extranj ero. El daño es ocasiona do por las larvas d e la mosca (pequeños gusanitos d e 1-2 cm, blancos y sin patas), que se alimentan del b ulbo, el que termina p or descomponer se. Sin embargo, en el Valle Central su presencia rara vez ha sido detectada, y los daños causados no han sido considerables. En el cuadro 4 se presenta u n resumen del control de estos insectos que podrían llegar a constituir plagas en el cultivo de la cebolla. 38 "' <O CUADRO 4. Tratamiento para el control de plagas en cebollas. Plaga Prodnctos DOSIS Efecto Observaciones (I.A.) residual Trips Furadan PM 0,5 kg 15 a 20 días Elegir uno de estos productos cuando Ja población Parathion EC 0,5 lt 7 días es alta y los síntomas manifiestos y generalizados NuvacrónEC 0,3 lt 10 días Azodrín EC 0,3 lt 10 días Malathion PM 0,7 kg 7 días Cuncunillas Gusathion PM 0,5 kg 7 días Válidos los productos recomendados para control Lannate PM 0,5 kg 7 días de trips. Aplicar con más de 100 /o de plantas afee- tadas. Gusanos Aldrin PM 1,5 kg 30 días Dosis corresponden a aplicación al sucio en polvo, cortadores Heptacloro PM 2,0 kg 30 días en hilera de siembra. Diazinón PM 2,0 kg 15 a 20 días NOTA: Para repetir una a¡iliCaCiOri, las cond1cí0nés de ataque deberáll ser similares a aquellas que indujeron a efectuar la apJicacion anterior. Capítulo V COSECHA El momento de cosecha lo determina la finalidad del cultivo y el tipo de cebolla. Para cebollas tempranas, en general, la cosecha se realiza cuando el bulbo ha alcanzado su mayor desarrollo, pero sin llegar a su estado de madurez, es decir, se cosechan en verde y reciben el nombre de cebolla en ramas. Sin embargo, en algunas situaciones especiales, este tipo de cebolla puede cosecharse cuando ha completado su madurez. La cebolla de media estación generalmente se cosecha cuando los bulbos están totalmente maduros y en forma similar a la cebolla de guarda o tardía. La madurez de las plantas de cebolla se manifiesta en el follaje; éste se torna amarillento y se dobla a la altura del cuello para luego secarse totalmente. El momento más oportuno para cosechar es cuando el 80º/o del follaje se ha caído. Para ayudar a la maduración del bulbo se suspenden los riesgos más o menos 15 días antes de la cosecha. La cosecha misma consiste en el arranque de las plantas que, en lo posible, debe ser realizado en seco, sin regar, puesto que al estar húmedo el suelo se corre el riesgo de manchar los bulbos deteriorando su calidad. Después de la arranca, se procede al curado de la ceboJla. Esta práctica es fundamental para la guarda, ya que va ha influir en la presentación del producto y en su resistencia en el almacenaje. 40 El curado consiste en dejarlas en el can1po, hilcradas de tal rnancra que el follaje de las plantas cubran los bulbos. En esta forma deben permanecer por 1 O a 1 5 días, dependiendo de las condiciones del incdio. Una cebolla bien curada debe tener secas y de color dorado sus túnicas externas y ser dura a la prcsihn de los dedos. El rcndi1nícnto rncdio, que nor111almentc se obtiene en cebolla de guarda, es del orden de 30 ton/ha. Sin c1nbargo, siti'lliendo las norn1as técnicas aquí entregadas1 es factible llegar a 40 ó 80 ton/ha. 41 Capítulo VI ALMACENAJE La resistencia de la cebolla al almacenaje depende de varios factores, entre ellos la variedad, condiciones de cosecha, de la bodega donde se guarden y las enfermedades que ataquen los bulbos. En general las variedades difieren enormemente en su capacidad de almacenamiento; las variedades tempranas no resisten esta condición más allá de una a dos semanas y en las intermedias, esta aptitud está limitada a alrededor de 30 días. Es por ello que estos tipos de cebollas no se utilizan para dicho propósito. Las cebollas tardías son las que se utilizan para guardar, pero dentro de ellas también existen diferencias en capacidad de almacenamiento como se puede ver en el cuadro 5. (ver en la pág. 43) Los problemas en bodega se refieren, básicamente, a brotación de los bulbos y enfermedades que se desarrollan durante ese lapso. La resistencia a Ja brotación es una característica inherente a la variedad, la cual se puede mejorar al observar algunos factores de manejo que permiten aumentar Ja capacidad de la variedad. Es fundamental realizar una cosecha con alto porcentaje de tallos caídos (80º/o) y proceder a un buen proceso de curado, ya que ambos factores influyen en la obtención de una cebolla"firme". Luego, se debe realizar una cuidadosa labor de selección de los bulbos que se van a guardar, eliminando todos aquellos que presenten defectos, tales como cebollo nes y dobles, cuya capacidad de almacenaje es limitada. 42 CUADRO 5. Comportamiento de tres variedades de cebolla en almacenaje� 1 ) Variedades M A R Z O J U L 1 0 S E P T I E M B R E Porcentaje bulbos Porcentaje bulbos Porcentaje bulbos Comerciales Brotados Podridos '. Comerciales Brotados Podridos Comerciales Brotados Podridos Valenciana Corriente 100 o o 87.4 o.o 1 2.6 54.7 1 1.6 33.7 Valenciana Sintética 14 100 o o 86.3 1.4 12.3 73.6 3.0 23.4 Yellow Sweet Spanish 100 o o 3.2 87.5 9.3 o.o 89.0 11.0 (1) Los valores señalados se expresan en forma acumulativa a través del período de almacenaje. La brotación también se disminuye cuando las condiciones de la bodega, especialmente de humedad y temperaturas, se mantienen dentro de ciertos límites. La humedad debe ser lo más baja posible, esto se puede lograr en una bodega que tenga buena ventilación; donde las cebollas, en cualquier forma que se dispongan (colgadas en caballetes, en cajones o en trojas), permitan la circulación del aire entre ellas. En relación a la temperatura se ha comprobado que cuando es menor a 5oc, la duración de Jos bulbos en almacenaje es mayor, pero la principal limitante para obtener esta condición es el costo adicional que ello significa. En cebolla Valenciana Corriente, el problema de brotación de bulbos en bodega se ha estimado que comienza, en mayor grado, después de los 1 2 0 días de terminado el período de curado. Las enfermedades que afectan los bulbos en el almacenamiento comienzan desde el primer mes en la bodega y son la principal causa de pérdidas. Ellas son: Pudrición del cuello (Botrytis sp ). Esta es una enfermedad que comúnmente se manifiesta en postcosecha. Durante el almacenaje comienzan a aparecer los síntomas externos de la infección. El bulbo afectado presenta un reblandecimiento de los tejidos, que adquieren una apariencia más transparente de color grisáceo. En estados más avanza dos, aparece el hongo en forma de un micelio denso de color gris ceniza que esporula abundantemente. La pudrición, que se caracteriza por sus bordes muy definidos, progresa desde el cuello hacia abajo, hasta que se produce una desecación de los tejidos y el bulbo se momifica. El hongo penetra por heridas causadas en el bulbo o a través de las hojas podadas después de la cosecha, necesitando humedad para desarrollarse, cual quiera que sea la temperatura ambiente. El control es preventivo; se realiza cosechando los bulbos una vez que las hojas están bien secas efectuando un buen curado, evitando las heridas y almacenándolos en lugares frescos, secos y bien aireados. Moho negro (Aspergillus niger). Este hongo también afecta a los bulbos después de cosechados. La infección puede comenzar desde la parte inferior, superior o cualquier otro Jugar que haya sufrido heridas. Generalmente progresa de arriba hacia abajo. El tejido invadido por el hongo se pone acuoso y se observa en él un micelio blanco y abundantes esporas negras características de la enfermedad. Afecta solamente hasta la tercera o cuarta escama del bulbo, permaneciendo 44 sanas las de más adentro. El bulbo se seca gradualmente. La temperatura óptima para el desarrollo de este hongo está entre 28 y 34<>C. En temperaturas bajo 26ºC o sobre 40ºC no progresa la pudrición. El control es preventivo; se efectúa con un curado rápido, almacenaje bajo buenas condiciones de aireación y temperatura, evitando las heridas en los bulbos. Pudrición basal de bulbo (Fusarium sp. ). Esta enfermedad se presenta también durante el almacenaje de los bulbos, pero generalmen te comienza en el campo antes de la cosecha. Sin embargo, como su avance es muy lento, no se aprecia hasta que las cebollas ahnacenadas, que aparentemente estaban sanas, comienzan a mostrar los síntomas de la pudrición. El primer síntoma consiste en un reblandecimiento del cuello, luego aparece la pudrición de la parte basal del bulbo; ésta puede comenzar por las raíces atacadas por el hongo o por heridas que permiten su penetración. En el interior del bulbo, las escamas presentan una pudrición más o menos blanda, de un color parduzco, que avanza con lentitud de abajo hacia arriba. Sobre los tejidos enfermos suele observarse el micelio del hongo de color blanco. Las infecciones se desarrollan a temperaturas entre 1 5 y 32ºC, siendo las óptimas entre 26 y 280C. Como el hongo que produce esta pudrición permanece en el suelo es posible prevenirla seleccionando para el cultivo sólo aquellos terrenos con buen drenaje. Si éstos estuvieran infestados, se recomienda hacer rotaciones largas en las que no se incluya cebolla. Deben evitarse las heridas de los bulbos, hacer un buen curado y un almacenaje en buenas condiciones de temperatura y aireación. 45 Capítulo VII PRODUCCION DE SEMILLAS La producción de semillas de cebollas se realiza en el país por medio del método semilla-trasplante-semilla y el llamado bulbo-semilla. El método semilla-trasplante-semilla de cebollas del tipo Valenciana, es básicamente igual al de una producción de bulbos, es decir, se realiza el almácigo el cual posteriormente se trasplanta. La diferencia con el cultivo para bulbos, reside en la época de la cual se efectúa. Para producción de semilla mediante este sistema, el almácigo se siembra en el mes de enero y el trasplante se realiza en el mes de marzo, es decir, cuando las plántulas han desarrollado un tamaño adecuado que permita resistir mejor el efecto de trasplante, el cual se realiza con las mismas normas dadas para el cultivo. La plantación se puede realizar en hilera simple o doble. En hilera simple se hacen surcos separados a 0,60 m entre sí y las plantitas se colocan a un solo lado a una distancia de 0,10 m. En hilera doble se trazan surcos a una distancia de O ,80 m y a ambos lados del surco se planta las cebollas las que van a 0,1 5 m. Con esta distribución se tiene a veces menor eficiencia de las pulverizaciones para el control de enfermedades. Con este método, la cosecha se realiza a fines de enero o principios de febrero. Con el método bulbo-semilla, se puede lograr un mejor control de la calidad de la semilla. Para usar el método bulbo-semilla, los bulbos deben provenir de cultivos sanos y que se hayan realizado en buenas condiciones. 46 Una multiplicación de semillas de cebolla llevada con buenas técnicas de manejo puede rendir hasta 1000 kg/há. Los bulbos se almacenan en forma comercial, en bodegas que deben ser secas, tratando de mantener en ellas una temperatura entre 50 y 1 2ºC en promedio. La forma ideal para guardar las cebollas para semilla, es en cajas de listones delgados y separados entre sí, tal que permitan una buena ventilación. En el mes de junio o julio se empieza la selección de "bulbos madres", éstos deben reunir ciertas características importantes para lograr un buen semillero: 47 a) Tamaño: deben ser de 8 a 9 cm de diámetro, que equivale a 220 - 250 g, y corresponde a un tamaño medio. Es el que produce un mayor rendimiento económico de semiilas. b) Forma : debe corresponder a la variedad; en cebolla Valenciana hay que elegir aquellos de forma globosa. c) Color: los bulbos más deseables son aquellos de color dorado a dorado intenso. d) Los bulbos deben estar libres de enfermedades, ya que éstas, una vez hecha la plantación, se desarrollan más, produciendo pudricio nes que pueden afectar la densidad de las plantas o bien producir la caída de los tallos florales. e) Las cebollas deben ser normales; se deben eliminar todos aquellos bulbos dobles, morados, cebollones, etc. Al mismo tiempo que se realiza la selección de los bulbos madres, se procede a efectuar un corte de 0,5 a 1 cm en la parte superior, en forma horizontal. Este corte sirve para detectar enfermedades,defectos fisiológicos y favorecer la brotación. La plantación debe realizarse en el mes de julio o agosto, meses en que se obtiene una brotación más uniforme de las cebollas plantadas. Si la plantación se realiza más temprano, los bulbos demoran demasiado en brotar y se produce un alto porcentaje de pudriciones. En plantaciones tardías se pierden muchas cebollas por brotación en bodega. En el suelo, que ha sido bien preparado, se hacen surcos distanciados a 80 ó 100 cm. entre sí, y a una profundidad de 7 a 10 cm. En ellos se disponen los bulbos madres a una distancia de 1 5 Ó 20 cm. Las necesidades en cuanto a número y kilógramos (aproximados) de bulbos para una hectárea se pueden ver en el cuadro 6. 48 · '.::; .Bu l h os 5tliC.C I ONRJ>OS !u lltos fli M t HA'.DO!; . 49 CUADRO 6. Cantidad aproximada de bulbos necesario para una hectárea de semillero Distancia entre Distancia sobre Número de Ton. de hileras hileras cebollas / bulbos/ (cm.) (cm.) hectárea hectárea 80 1 5 83.300 20.83 80 20 62.500 15.63 100 1 5 66.600 16.65 Una vez distribuidos los bulbos a la distancia elegida, se tapan de tal forma que la parte superior de ellos quede al nivel del suelo. El semillero de cebolla necesita riegos eficientes y periódicos, especialmente desde la emisión del tallo floral hasta la formación de la semilla. Un déficit de agua, en cualquier momento dentro de este período, afecta los rendimientos. Para efectuar los riegos, se trazan surcos a 1 O cm a cada lado de la hilera, los cuales se retiran a 20 cm cuando las plantas tienen mayor desarrollo. En general, durante la época de más calor es necesario regar el cultivo cada 6 a 8 días más o menos, teniendo la precaución de no inundar el suelo o que permanezca saturado, ya que esto facilita el desarrollo de enfermedades fungosas. Para evitarlo, se recomienda hacer un riego lento, con poca agua durante el tiempo necesario que permita mojar 40 cm de profundidad al final del surco. Para obtener mejores rendimientos de semilla, es necesario que la planta disponga de suficientes elementos de nutrición y en especial fósforo y nitrógeno. El primero se puede aportar con aplicaciones de superfosfato triple en dosis de 300 kg/ha, aplicado antes del último rastraje para incorporarlo al suelo. En cuanto a la fertilización nitrogenada, se recomienda la aplicación de 400 kg de salitre en dos parcialidades: la primera, junto con el superfosfato triple y la segunda, cuando las plantas tengan unos 20 a 25 cm de altura. 50 Cuando sea posible, lo más recomendable es detertninar las necesidades de fertilizantes recurriendo al análisis de suelo*. En general, se señala que las cebollas para semilla se afectan fuertemente por la competencia de las malezas, cualquiera sea la etapa en que se encuentre el cultivo, situación que se refleja en los rendimientos. Por lo tanto, se deben realizar labores de control de malezas que pueden ser 2 ó 3 según sea la necesidad. Se efectúan con cultivadoras y se complementa en forma manual sobre la hilera. Las plagas y enfermedades son las mismas tanto en el cultivo para producción de bulbos como para semilla. La cebolla es una planta de polinización cruzada, por lo que requiere de insectos que lleven el pólen de una planta a otra. Esta función la cumplen las abejas y aseguran la obtención de buenos rendimientos de semillas. Como las flores de la cebolla son poco atractivas para las abejas, se recomienda poner un número alto de colmenas, es decir, entre 6 a 10 colmenas por hectárea y la época oportuna, es justo antes que abran las primeras flores, es decir, a principios de diciembre. La cosecha se realiza en febrero, la cual puede variar de una zona a otra sólo en días. El momento mismo está determinado por la madurez de las semillas en la umbela, las que no maduran en forma uniforme; aquellas de la parte superior lo hacen primero, de tal modo que hay que buscar el momento en que el mayor porcentaje de semillas haya madurado, sin que por otro lado se �roduzca el desgrane. Llegado el momento, se cortan los tallos florales en la mitad y se echan en sacos para luego dejarlos secar. Después de 3 a 5 días en este proceso se procede a la trilla. Los rendimientos que se obtienen en promedio son de 600 kg/ha, pero siguiendo las normas técnicas dadas es posible lograr 800 o más kg/ha. * Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina, INIA, Santa Rosa 1 1 610, La Granja. 51
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