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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS 
BOLETIN DIVULGATIVO N. 24 
EL CULTIVO DE 
LA CEBOLLA 
ESTACION EXPERIMENTAL LA PLATINA 
SANTIAGO, CHILE 1979 
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS 
BOLETIN DIVULGATIVO No 24 
"EL CULTIVO DE LA CEBOLLA" 
Moisés Escaff G., Ing. Agr. M.Sc. 
Agustín Aljaro U., Ing. Agr. M.Sc. 
Hermilia Sanz B-M., lng. Agr. 
Carlos Quirúz E., lng. Agr. 
PROGRAMA HORTALIZAS 
EST ACION EXPERIMENTAL LA PLATINA 
SANTIAGO, CHILE, 1979 
Capítulo 1 
Capítulo 11 
Capítulo IlI 
Capítulo IV 
Capítulo V 
Capítulo VI 
Capítulo VII 
I N D I C E 
Pág. 
INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 
CLIMA 
2.1. 'femperatur<1 
2.2. Fotoperíodo 
8 
8 .' _/ 
8 
VARIEDADES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 O 
SISTEMA DE CULTIVO 
4.1. Almácigos : 
4.1.1 Ubicación . . . . . . . . . . . . . . .. . 
4. l.2 Suelos y Fertilizantes ......... . 
13 
1 3 
14 
14 
4. l. 3 Sanidad de 1 suelo . . . . . . . . . . . . 1 5 
4.1.4 Semillas, dosis y desinfección 16 
4.1.5 Siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 
4. 1.6 Riegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 
4.1. 7 Malezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 
4. 1.8 Sanidad de las plantas . . . . . . . . . 23 
4.2. Arranca y !!reparación de plantas . . . . . . 24 
4.3. Transplante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 
4.3. l Suelos y preparación . . . . . . . . . . 26 
4.3. 2 Plantación . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 
4.3.3 Riegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 
4.3.4 Fertilización . . . . . . . . . . . . . . . 28 
4.3.5 Control de malezas . . . . . . . . . . . 29 
4.3.6 Enfermedades . . . . . . . . . . . . . . 31 
4.3. 7 Plagas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 5 
COSECHA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 
ALMACENAJE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 
PRODUCCION DE SEMILLAS . . . . . . . . . . 46 
5 
Capítulo l 
INTRODUCCION 
En el país se cultiva anualmente alrededor de 5 .000 hectáreas de 
cebollas para guarda y/o exportación y 2.000 hectáreas de cebollas de 
tipo temprano. Todo esto representa, aproximadamente, un 10<>/o de la 
superficie dedicadá a la producción hortícola. 
Aunque se cultiva prácticarnente en todo el país, su mayor 
producción está concentrada en la V Región y Región Metropolitana; 
ellas aportan cerca del 70°/o de la prod ucción anual ( 15 2.000 
toneladas). 
Tanto por la demanda interna como por la b uena aceptación en el 
mercado internacional, este cultivo ha alcanzado un b uen desarrollo en 
el país. Pero a pesar d e las excel<;ntes condiciones que tienen algunas 
regiones para su cultivo, el rendimiento medio del país no se ha 
modificado en forma positiva, aún más, F AO* ha señalado deterioros 
paulatinos de los rendimientos. 
Sin embargo, es posible superar en parte la situación actual, al 
considerar la incorporación de nuevas técnicas de producción, albrunas 
de las cuales son dadas a conocer en el presente trabajo. 
* Anuarios de Producción. 
7 
Capítulo 11 
CLIMA 
Los factores climáticos de mayor importancia que influyen en el 
buen desarrollo de las cebollas son: 
2. l . Temperatura 
La cebolla es una planta altamente resistente a las heladas que, 
desde sus primeros estados hasta la mitad de su desarrollo, debe 
permanecer en regímenes de temperaturas bajas a moderadas para evitar 
la maduración de las plantas antes del inicio de formación de bulbos. 
Sin embargo, cuando éste ha alcanzado un mínimo desarrollo, requiere 
de temperaturas más altas para lograr, en una primera fase, un 
crecimiento acelerado y posteriormente su maduración. En caso 
contrario, la madurez será postergada y, en consecuencia, se retrasará la 
cosecha. 
2. 2. F otoperíodo 
El largo día (número de horas de luz o fotoperíodo), además de 
constituir junto a la temperatura un factor de crecimiento importante, 
es un factor fundamental como estimulante e inductivo para la 
formación del bulbo. 
El fotoperíodo es requerido en distinta cantidad por los diversos 
tipos de cebolla; las variedades de tipo tempranas necesitan de 1 O a 1 2 
hrs. de luz/día, las intermedias de 12 a 1 3 hrs. luz/día y las tardías o de 
guarda 13 a 1 4 hrs. de luz/día. 
8 
Chile, por su extenso territorio, posee diversas condiciones climáti­
cas que, en algunos casos, hacen rnodificar la época de cultivo, incluso 
de una n1isma variedad. Los ciünas más ex tremas, imposibilitan su 
desarrollo y obligan al productor a utilizar variedades distintas que se 
acomoden al clima imperante en &u zona. Así, se tiene entonces 
recomendaciones que dicen relación con diversas fechas de cultivo, con 
distintas variedadc's que se deben utilizar en las diversas regiones del 
país. 
, 
CA\.DE�� 
Dos excelentes tipos de cebollas para cultivos tempranos de cosechas en septiembre a 
noviembre. 
9 
Capítulo III 
VARIEDADES 
Basados en que cada tipo de cebolla requiere, para su buen 
desarrollo, de necesidades climáticas específicas se han creado e 
introducido diversas variedades para las distintas condiciones del país. 
Valencianita, cebolla importada de tipo intermedio. 
1 0 
En el cuadro 1 se indican las variedades recomendadas por IN IA y 
las épocas de cultivo, dadas según el tipo de cebolla (tempranas, 
intermedias o tardías). 
Para cada tipo de cebolla se dan diversos márgenes de siembra, 
trasplante y cosecha (2 a 3 meses), puesto que la luminosidad diaria y 
temperatura varían de zona a zona. 
Así, por ejemplo, la cebolla Valenciana Corriente podría ser 
sembrada, incluso, durante el mes de julio en la zona de O'Higgins y 
Colchagua, en cambio, en la zona de Aconcahrua, el establecimiento de 
los almácigos de esta mis1na variedad, podría adelantarse al mes de 
mayo. 
CUADRO 1. Variedades de cebollas recomendadas por INIA y época de 
cultivo. 
Tipo Variedad Epoca Epoca Epoca 
siembra trasplante cosecha 
'fempranas •Texas Grano 
502 Enero- Abril· Septiembre 
Febrero Mayo Noviembre 
• Calderana o 
Copiapina 
Interme • Valencianita 
dias • 'forqntina Marzo· Junio- Noviembre-
• Pascuina Abril Julio Diciembre 
Tardlas • Valenciana 
Sintética 14 Mayo- Septiembre- Enero-
• Valenciana Julio Octubre Marzo 
Platina 1 
• \'alenciana 
Corriente 
• Yellow Sweet 
Spanish 
1 1 
1'res variedades de tipo tardío. Las dos superiores con excelentes cualidades 
para la exportación y la guarda. 
1 2 
Capítulo I V 
SISTEMA DE CULTIVO 
En Chile casi el total de la producción de cebollas se obtiene por 
cultivos de "almácigo y trasplante", prolongándose aproxin1adamente 
por 3 a 4 meses la etapa de alm<kigos y por 4 a 6 la etapa d e trasplante, 
lo c¡ue representa un período vegetativo Lo tal de 21 O a 300 días. 
La siembra "directa" o de "asiento" en forma mecanizada es otra 
alternativa de cultivo; este sistema, además de la maquinaria agrícola, 
requiere de una mejor tecnología en el manej o de los suelos, del riego y 
del control de malezas. Por ello es m uy poco frecuente en nuestro país, 
a diferencia de otros países con agricultura avanzada, como Estados 
Unidos y algunos europeos, en donde se practica en forma usual. 
4.1. Almácigos 
Gran parte del éxito de la producción de cebollas, y en general de 
cualquier especie hortícola, está basado en sus primeras etapas de 
desarrollo (alm ácigos). El cultivo se debe iniciar con plantas totalmente 
libres de p lagas y enfermedades y vigorosas para que resistan el 
trasplante y las adversidades c limáticas. 
Es por esto que al realizar el alm ácigo, deben considerarse diversos 
aspectos y factores de manej o los que se detallan a continuación. 
1 3 
4.1. l. Ubicación 
El lugar donde se ubique las almacigueras debe caracterizarse por: 
ser de fácil acceso, tanto para el hombre como para la maquinaria que 
se requerirá en su manejo (traslado de implementos, insumos y plantas 
aptas para ser trasplantadas); estar cerca al lugar definitivo para evitar 
deterioro y pérdida de plantas por efecto de un traslado prolongado; 
estar más o menos protegidode posibles adversidades climáticas, y 
próximo a una fuente segura de riego (pozos, canales, etc.). 
Respecto a dimensiones de la cancha, se recomienda un ancho de l 
a 1,2 m y un largo fluctuante entre 20 a 30 m, dependiendo de la 
pendiente del terreno. 
4.l.2. Suelos y Fertilizantes 
El suelo donde se siembran los almácigos, debe ser de textura 
franca, libre de pedregosidad, con buen drenaje (permeable), bastante 
suelto, con un alto contenido de materia orgánica y de alta fertilidad. 
Es aconsejlbie también una buena nivelación de terreno. 
En caso de no presentarse las condiciones señaladas es imprescindi­
. 
ble entrar a mejorar el terreno con las siguientes medidas: 
a) Extraer suelo hasta 20 ó 30 cm de profundidad a lo largo y ancho 
de toda la cancha. 
b) Preparar una "nueva tierra" mezclando lo mejor posible los 
siguientes componentes: 25º/o tierra de hojas o guano bien seco y 
descompuesto, 25º /o arena y 500 /o tierra del potrero. 
c) Rellenar los 20 Ó 30 cm extraídos previamente, con la "nueva 
tierra" preparada. 
d) Respecto a fertilizantes, es recomendable incorporar al terreno ya 
preparado, los siguientes elementos cada 1 O m2 de cancha; 350 
gramos de salitre potásico o 1 20 gramos de urea y 150 a 200 gramos 
de superfosfato triple. 
e) Posteriormente, y sólo si se presentan algunos síntomas cloróticos 
en las plantas (amarillez en las puntas de las hojas), será aconsejable 
aplicar una segunda dosis de salitre potásico al voleo en la 
proporción de 300 a 350 gramos por cada 10 m2 de almácigos, 
cuidando que el suelo esté húmedo. 
14 
4.1.�. Sanidad del Sudo 
El factor sanitario de las almacigueras es muy importante, m;Ís aún 
si se considera la incorporacié>n de }.,JUano u tie.·rra de hoja en la 
preparación del terreno. 
Previo a la siembra, y cuando el terreno esté preparado, debe ser 
desinfectado con cualquiera de las alternativas que se dan a continua­
ción: 
Bromuro de Metilo (Haltox-C, Dowfume, etc.). La desinfección con 
Bromuro de Metilo resulta hoy en día la 111{1s eficiente y co1npleta, 
puesto que es un producto fumigante que puede controlar, tanto 
hongos como insectos, nernátodos e incluso algunas malezas. Sin 
embargo, económicamente resulta ser el más caro y, por su condición 
gaseosa, el que mayor precaución requiere. 1�a dosis recomendable es de 
1 bombona ( 450 grs.) por cada 1 O m2 de cancha. Durante su aplicación, 
se necesita de una cubierta plústica que impida el escape del gas fuera de 
la cancha. 
El producto debe permanecer en acción por un tiempo mínimo de 
48 horas, pasado el cual la cancha debe airearse (rastrillo) para permitir 
la eliminación total del fumigante. Después de 2 ¡, 3 días el terreno 
estará en condiciones de ser sembrado. 
Bayer 5072 y Aldrín 40º/o. Una alternativa más económica es la 
utilización de una mezcla fungicida (Bayer 5072) e insecticida (Aldrín), 
en dosis de 1 O gramos de cada producto, por cada l O m2 de cancha. 
Si bien su aplicación no requiere de cubrimiento, se aconseja un 
rastrillaje a la cancha para lograr la incorporación total de la mezcla 
pesticida. Una vez realizada esta labor, se puede sembrar inmediata­
mente. 
Brassicol, Captan o Ferbam son productos (aunque no similares) 
alternativos de Bayer 5072, que pueden aplicarse en la misma dosis 
señalada anteriormente. 
Formalina 400/o. Se utiliza en dosis de 1,5 lt. por cada l O m2 de 
terreno. Se aplica con regadera y. posteriormente, la cancha debe 
cubrirse con una carpa plástica por un tiempo mínimo de 2 a 3 días, 
para evitar escape del producto. El terreno puede ser sembrado después 
de l O ó 15 días de efectuada la aplicación de la formalina. 
15 
4.1.4. Semillas: Dosis y Desinfección 
De la adecuada elección de la semilla y del buen manejo que a ésta 
se le de, depende el resultado que se logrará en los almácigos. 
Para la elección de la semilla, los factores que deben tenerse 
presente son: poder gcrminativo, pureza, peso y autenticidad varietal. 
Dependiendo de los factores de calidad señalados anteriormente, la 
dosis de semilla fluctuará entre 2,5 y 3,5 kg. por hectárea. Esta cantidad 
sembrada en una proporción de 10 a 12 gr/m2 ocupará aproximada· 
mente 250 a 350 m2 de alrriácigos, lo que será suficiente para establecer 
una hectárea del cultivo. 
Por otra parte, y para completar la prevención de plagas y/o 
enfermedades, especialmente caída de plántulas ("Dumping off"), se 
recomienda desinfectar la semilla con cualquiera de los siguientes 
productos: 
Thiram (Pomarsol, Arasan o Delsan A-D) en dosis de 25 a 30 grs. 
por 1 O kg de semilla. 
Captan (Orthocide) en dosis de 30 a 40 grs./ 1 O kg. de semilla. 
16 
4.1.5. Siembra 
El momento oportuno para establecer los almácigos está determina­
do por el tipo de cebolla que se va a cultivar. Debe considerarse que, 
dentro de las fechas señaladas para cada una, siempre será mejor fijar 
con10 fecha de siembra la más temprana si las condiciones climáticas en 
una determinada región lo permiten. 
En relación al sistema de siembra de los almácigos, el más 
recomendable es el "método en línea", puesto que éste, aunque se 
requiere de una mayor mano de obra, presenta una serie de ventajas 
sobre el "sistema al voleo", ellas son: 
a) Excelente distribución de la semilla. 
b) Profundidad de siembra pareja, lo que permite una mayor uniformi­
dad en la emergencia de las plantas. 
e) Mejor control sobre la dosis de semilla. 
Plantas de gran uniformidad; vigor y calidad se obtienen cuando se emplea 
el sistema de siembra de ahnácigos en Líneas. 
17 
d) Menor pérdida de plantas por arrastre provocado por negos (riegos 
por tendido). 
e) Mejor control de las malezas y menor requerimiento de mano de 
obra en esta labor. 
f) Por la excelente distribución lograda bajo este sistema de siembra, 
las plantas obtienen un mejor aprovechamiento de agua, nutrientes, 
luz, y una menor competencia por espacio físico del suelo, de este 
modo se obtendrán plantas de mejor vigor expresado, tanto en el 
follaje (gruesos) como en las raíces. 
Una buena siernbra se logrará usando un "marco rayador de 
surcos", que en el caso específico de cebolla deberá marcar distancias 
de 8 cm. entre líneas. 
Para que los surcos queden bien marcados es preferible usar el rayador en 
suelos húmedos. 
18 
El "marco rayador" es un implemento útil de fácil construcción; 
consta de cuatro tablas de 1 m de largo y 1 O cm de ancho, dispuestas en 
forma paralela a las cuales se pegan perpendicularmente varios 
listones de canto triangular separados a 8 cm. Estos listones también 
presentan una longitud de 1 m y un espesor de 2 cm (profundidad}. 
1 
1 
1oocm 
{ 
Morco �hto 
de arribo 
r-- J.8 Cm. -+ 
\ J 
' ' 
¡ 
, 
1 
V V V 2 Cm. L ! ' 
t- 8 cm. 8 cm. --+ �u l 
Marco rayador para el trazado de surcos de siembra de almácigos en Líneas. 
19 
Una buena distribución de la semilla en el surco asegurará alta calidad de 
las plantas. 
Una vez confeccionados los surquitos, que quedan con una 
profundidad de 1,5 a 2 cm, se deposita, manualmente dentro de ellos, la 
semilla lo mejor distribuida posible; posteriormente se cubre, también 
en forma manual, cerrando con tierra cada uno de los surcos ya 
sembrados, para finalmente efectuar una leve labor de apisonamiento 
del terreno. 
Esta última labor puede ejecutarse con leves golpes a mano abierta o 
bien con un "pisón", que consiste en un madero de aproximadamente 
1,5 a 2 m de largo y en cuyo extremo inferior lleva una tabla de 1 
pulgada de espesor y de forma cuadrada de 40 x 40 cm. 
20 
4. 1 . 6. Riego 
En lo posible los almácigos deberán regarse con agua de pozo, 
puesto que estará más libre de semillas de malezas y de posibles 
organismos causantes de enfermedades. 
Los primeros riegos deben darse en la forma más cuidadosa posible 
para evitar arrastre de semillas. Es recomendable usar regaderas de lluvia 
fina por lo menos hasta que las plántulas presenten un desarrollo de 
3 cm de altura. Después de esta etapa y hasta dos díasantes de arrancar 
los almácigos, el sistema de riego puede ser por tendido, con poco 
caudal, en forma bien distribuida y lenta para lograr, de este modo, una 
mayor eficiencia de riego. 
La frecuencia de los riegos dependerá directamente del clima 
imperante. Sin embargo, en un principio, se pueden recomendar cada 3 
ó 4 días, para luego ir distanciándolos paulatinamente hasta llegar a una 
frecuencia de 6 a 8 días, cuando las plantas se encuentran próximas a su 
desarrollo óptimo. 
4.1. 7. Control de Malezas 
El aspecto competitivo de las plantas extrañas al cultivo en cualquier 
rubro es altamente considerable. En almácigos, éste adquiere un papel 
trascendental, dado el extraordinario número de plantas que se 
disponen por superficie (alrededor de 3000 semillas por cada metro 
cuadrado). El adelgazamiento de las plántulas de cebolla (ahilamiento), 
será un proceso inevitable, si hay una mala distribución de las semillas 
en la siembra (manchones de plantas) y muchas malezas presentes. En 
todo caso, el primer factor de ahilamiento es obviado por un sistema de 
siembra de línea, y el evitarlo en su totalidad sólo dependerá del control 
eficiente de las malezas. 
Este control se realiza cuando las malezas alcanzan sus primeros 
estados de desarrollo; para ello debe considerarse un mínimo de 2 
limpias manuales con "rasquetas", labores que se facilitan al sembrar los 
almácigos en línea o surcos. 
Existe además la posibilidad de utilizar el método químico de 
control, que brinda excelentes resultados y que, en algunos casos, 
elimina casi totalmente la necesidad de complementar con limpias 
manuales. 
21 
El uso de rasquetas facilita la labor de control de málezas. 
Cualquiera de los herbicidas señalados a continuación pueden 
utilizarse para el control químico de malezas: 
Mesoranil 50. Este producto sólo debe utilizarse antes que emerjan 
las plantas de cebolla (premergencia), y antes de la emergencia de las 
malezas. ,Las dosis fluctúan entre 30 y 40 grs. de "Mesoranil 50" 
disueltos' en 5 lts. de agua, solución que debe ser distribuida lo más 
uniformemente posible en 100 m2 de cancha. 
Para evitar riesgos de fitotoxicidad del producto (quemazones), es 
recomendable aplicar el herbicida con una bomba de espalda dentro de 
los primeros días de sembrado el almácigo, cuidando que el suelo esté 
húmedo, en caso contrario, previo a la aplicación, deberá darse un riego. 
22 
Tribunil. E s u n producto que permite ser aplicado después que las 
plantas han emergido. Sin embargo, las plantas de cebollas deberán 
sobrepasar, como mínimo, el "estado de bandera" o, en caso contrario, 
existen serios riesgos de fitotoxicidad y p érdidas de plantas. Las m alezas 
deberán presentar u n desarrollo de 2 a 3 hojas verdaderas. La dosis 
recomendable de Tribunil 70º/o, es de 1 5 gramos en 5 litros de agua 
por cada 100 m 2 de cancha, aplicados con una bomba de espalda. Al 
igual que con Mesoranil, el terreno debe estar húmedo en el m omento 
de la aplicación. 
4.1 .8. Sanidad de las Plantas 
E n algunas oportunidades es común detectar algunos síntomas de 
clorosis apical en las plantas (amarillez en la punta de las hojas). Esta 
sintomatología puede ser provocada por d eficiencia de nitrógeno en el 
suelo, la cual puede ser corregida con una segl-1nda adición de salitre 
potásico, en dosis de 300 a 350 gramos por cada 1 0 m 2 de 
almacigueras, aplicado al voleo sobre terreno húmedo. 
Por otra p arte, la clorosis apical de las plantas puede obedecer a un 
ataque aislado o conjunto de Botrytis sp y Peronospora destructor 
(Mildiu) hongos, que u na vez presentes en los almácigos son de difícil 
control. Por este motivo, es recomendable efectuar 2 a 3 pulverizacio­
nes preventivas contra estos 1nicroorganismo, con cualquiera de los 
siguientes productos aplicados alternadamente o en mezclas en las dosis 
indicadas, y con una frecuencia de 1 2 a 1 5 días. 
Para Botrytis sp 
Cercobin 
Benlate 
Tecto 
60 grs/100 litros de agua 
120 grs/1 00 litros de agua 
1 2 0 grs/100 litros de agua 
ParaPeronospora destructor (Mildiu) 
Dithane M-45 
Mancb 80º/o WP 
Zimasev WP 
Dimasin 
250 grs/l 00 litros de agua 
250 grs/100 litros de agua 
500 grs/100 litros de agua 
250 grs/1 00 litros de agua 
2 3 
Debe además agregarse a los fungicidas seleccionados, un producto 
adherente, que aumente la efectividad del pesticida, y en tal caso se 
recomiendan: 
Teepol 
Citowett 
Tritón -· B 
50 cc/100 litros de agua 
30 cc/ 100 litros de agua 
50 cc/100 litros de agua 
4.2. Arranca y Preparación de Plantas 
Para facilitar la labor de arranca y no dañar demasiado los 
almácigos, el terreno debe tener una humedad óptima. Esta se logra 
suspendiendo los riegos dos o tres días antes de iniciar dicha labor. 
Las plantas arrancadas deben someterse a una rigurosa selección 
antes del trasplante; todas aquellas plantas con indicios de cualquier 
enfermedad o daño físico, con un desarrollo insuficiente o por el 
contrario, con algún sobredesarrollo o deforme deben eliminarse. 
El desarrollo Óptimo de las plantas para el trasplante se tiene 
cuando éstas presentan una altura aproximada de 15 cm, tres hojas 
verdaderas y en su base un grosor similar al de un lápiz. 
Aunque no es una labor técnicamente aconsejable, la chapoda del 
tercio superior de las hojas y de las raíces es un procedimiento que por 
índole práctico se acepta. La facilidad del trasplante es mucho mayor 
cuando las plantitas se han chapodado. 
Especialmente si el trabajo de corte de hojas y raíces se ha decidido, 
e s i mprescindible que las plantas seart tratadas previo a la 
plantación; para esto se recomienda sumergirlas por espacio de 2 a 3 
minutos en una solución de Agallo! E con dosis de 1 O gramos por l O 
litros de agua. 
Finalmente, y con el objeto de que las plantas ya preparadas sufran 
el menor daño posible fuera de la tierra, es recomendable una arranca 
de almácigos programada, tal que se tenga un abastecimiento de plantas 
en la medida que sólo sean requeridas para plantarlas durante el día o, 
como máximo, al día siguiente. 
24 
25 
Planta de cebolla con el 
tamaño normal, para ser 
trasplantada. 
4.3. Trasplante 
4.3.1. Suelos y su Preparación 
El cultivo de la cebolla se adapta bien a un amplio rango de texturas 
de suelo las que van de franco arenosas a arcillosas, sin embargo, tiene 
litnitacioncs cuando el suelo presenta un contenido salino medio a alto. 
En efecto, cuando el contenido de sales es de 2 milinhos/crn, se 
pueden producir bajas de rendimiento hasta de un 1 Oº/o. En cuanto al 
pfI, el cultivo se desarrolla en mejores condiciones cuando este valor es 
cercano a la neutralidad (pH7). Los datos para condiciones específicas 
se pueden obtener a partir de un análisis de suelos*. 
Para la adecuada elección del suelo debe también considerarse otros 
factores, tales como: permeabilidad, pendiente del terreno y rotaciones 
culturales, ya que inciden no sólo en el aprovechamiento del agua sino 
también en la fertilidad natural del sucio y en la presencia de algunas 
enfermcda<les en el cultivo. 
La preparación del suelo para el trasplante_ consiste en una secuencia 
de aradura, rastraje, cruza y rastraje; Iabores que perrniten lograr un 
mullimiento adecuado del terreno y facilitan la surcadura para realizar 
la plantaciún. 
La lahor de surcadura se puede realizar con arado de palo y caballo 
o bien con tractor, al cual se le acopla una barra portaherramienta con 
pequeflos surcadores. En atnbos casos, se puede lograr camellones a 
distancias aproximadas de 0,50 m a 0,60 m entre surco y surco y de 
O, 15 a 0,20 m de prol"undidad cada uno de ellos. 
4.3.2. Plantación 
Una vez hechos los camellones se procede a dar un riego de 
plantación, es decir, se d�ja correr el agua normalmente por los ::iurcos, 
de tal forma que en la marca superior dejada se procede a poner las 
plantas. Esta labor de plantación, generalmente, se realiza dejando 
correr la mitad del caudal original, con el objeto defacilitar el 
trasplante manual y mantener una humedad suficiente en el suelo para 
evitar en parte la deshidratación de las plantas. 
* Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina. INIA, Santa Rosa 
11610,LaGranja. 
26 
La labor de trasplante es una de las más importantes, ya que 
definirá el número real de plantas que se van a establecer según sea la 
finalidad del cultivo. A este respecto, para obtener u n tamaño com ercial 
en cebollas tempranas, se recomienda las distancias mayores de 
plantación. Cuando se cultivan cebollas de media estación y tardías se 
usa una mayor p oblación, modificando las distancias entre surco y 
sobre la hilera. Aún más, si el producto será para guarda y /o 
exportación (cebollas tardías) se recomienda usar densidades mucho 
más altas. 
Cabe señalar que las distancias de plantación para cada tipo de 
cebolla, van a influir en el tamaño del bulbo a la cosecha. Es así que a 
mayores distancias se obtienen bulbos de mayor tamaño y menor 
número de ellos. 
En el cuadro 2 se pueden apreciar las poblaciones recomendadas y 
las distancias con las cuales se obtienen. Una vez finalizada la 
plantación, se debe considerar que la recuperación de las plantas es 
relativamente lenta y sólo después de 15 a 20 días se notará crecimiento 
del cultivo. En consecuencia, durante ese período deben tomarse todas 
las medidas culturales, especialmente riegos, para evitar pérdidas de plan­
tas. 
CUADRO 2: Poblaciones óptimas y distancias de plantación para los 
diferentes tipos de cebolla. 
Tipo Población Distancia Nºde Distancia 
cebolla óptima por entre surcos hileras sobre 
hectárea (Nº) (cm.) camellón hilera (cm.) 
'I'empranas 222.670 60 2 15 
Intermedias 278.300 a 60 2 10 --- 12 
334.000 
'I'ardías 400.000 a 50 2 7 - 10 
571.000 
27 
4.3.3. Riego 
La cebolla es una p lanta que tiene u n sistema radicular muy 
superficial y su mayor volumen de raíces se ubica en los p rimeros 30 cm 
de suelo, por lo tanto es esa zona la que debe pern1anccer con suficiente 
hum edad disponible para la p lanta. En base a este hecho se puede 
señalar que en general los riegos deben ser frecuentes y de tiemp o 
relativamente corto. Por otro lado, el p eríodo más crítico para la 
cebolla, en cuanto a necesidad de agua, es desde que empieza la 
formación del bulbo, pero también hay una necesidad p eriódica de agua 
durante todo el cultivo después del trasplante. 
Para obtener riegos más eficientes, se debe tener surcos no mayores 
de 100 m de largo y una p endiente mínima para lograr que el agua 
escurra lentamente. 
Los requerimientos de agua varían de acuerdo al tipo de cebolla a 
cultivar. En las cebollas tardías, las necesidades son obviamente mayores 
por la época de cultivo (septiembre-enero) y en este caso requieren, más o 
menos, entre 15 a 18 riegos, lo que va a depender de la textura del suelo, el 
contenido de materia orgánica, zona de cultivo, etc. 
Después del riego d e p lantación, se riega al día siguiente o al 
segundo día, y se continúa cada 3 días con los dos riegos p osteriores. 
Luego se van distanciando, hasta llegar a uno cada 6 ó 7 días. Los riegos 
se siguen hasta 15 a 20 días antes d e cosechar, para ayudar a la madurez 
total de los bulbos. 
4.3.4. Fertilización 
flasta p ocos años atrás, Jo común era no fertilízar el cu ltivo de 
cebolla tardía (tipo Valenciana), porque se p ensaba que los fertilizantes 
nitrogenados producían efectos negativos, especialmente si la cebolla se 
destinaba a la guarda. Sin embargo, todas las experiencias obtenidas en 
la estación experimenta] La Platina, indican que no existe un efecto 
perjudicial del nitrógeno cuando se usan dosis adecuadas a cada 
situación de cultivo, aún más, si se considera que para obtener u n 
rendimiento medio de 25 a 30 ton/ha, e l cultivo necesita entre 60 a 70 
kg N/ha y 30 a 40 kg de P2 O, /ha, luego se debe p ensar, que es 
necesario suplementar estas cantidades. 
28 
Por lo señalado anterior1nente, antes de iniciar el cultivo se procede 
a tomar muestras de suelo, las que analizadas en alt,rún laboratorio* 
indicarán la fertilidad que tiene el suelo y de ese n1odo se podrá hace; 
una apli�ación racional, en el sentido de aplicar sólo los fertilizantes que 
se necesitan. 
La pauta general de fertilización, en caso que no sea posible realizar 
en análisis de suelo, es la siguiente: 
Producto 
Superfosfato triple 
Salitre potásico 
Dosis por hectárea 
150 a 200 kg 
400 a 600 kg 
El superfosfato se aplica en pretrasplante junto con la mitad de las 
dosis de salitre y 30 a 40 días después de la plantación, se agrega la 
segunda mitad de salitre. 
Las dosis más altas, indudablemente, se deberán usar en suelos de 
menor fertilidad. 
4.3.5. Control de Malezas 
Las malezas ejercen una fuerte competencia con el cultivo por agua, 
luz y nutrientes, y ese efecto se prpduce durante casi todo el período 
de cultivo, es decir, desde el trasphlnte hasta poco antes de la cosecha. 
Las pérdidas que provocan las malezas en los rendimientos, pueden 
alcanzar un 60 a 70º /o si no se controlan en el momento oportuno; 
especialmente cuando se trata de malezas perennes, tales como maicillo 
y correhuela. Es por eso que los suelos que tienen altas poblaciones de 
estas malezas, deben ser descartados para la producción de cebollas. 
En general, para el control de las malezas se recomienda un método 
mixto: químico y manual. El control químico se realiza después del 
trasplante, en los primeros estados de desarrollo de la cebolla y el 
manual en los estados más avanzados. La razón de esta práctica es que 
si se usa el método manual, con la ayuda de una rasqueta, inmediata­
mente después del trasplante, es seguro que se provocará una pérdida de 
* Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina, INIA, Santa Rosa 
11610, La Granja. 
29 
p lantas que p uede flu.ctuar entre JO y 20º/o por efecto de descalce de 
cebollas al remover el suelo. 
La aplicación de herbicidas, para evitar la primera limpia manual, se 
realiza alrededor de 15 a 20 días después del trasp lante, es decir, una 
ve z que la cebolla ha arraigado y em itido nuevas hojas. Este período 
coincide con un desarrollo de 2 a 3 hojas de las malezas, que es cuando 
son más susceptibles al tratamiento herbicida. La aplicación debe ser 
hecha cuando exista buena humedad en el suelo, es decir, después de u n 
riego, para lograr un mejor efecto del p roducto. 
El uso de herbicidas es altamente efectivo y evita los daños provocados por 
la primera limpia manual. 
En el cuadro 3 se indica los tratamientos recomendados para el 
control químico de m alezas. 
30 
CUADRO 3. Herbicidas, dosis y época de aplicación en cebollas. 
Herbicidas Dosis Volumen de Epoca de 
(kg/ha) agua (It/ha) aplicación 
Afalón 1.2 - 1.5 400 - roo 15 a 20 días después 
trasplante 
Gesagard 1.2 - 1.5 400 - 600 15 a 20 días después 
trasplante 
Lorox 1.2 - 1.5 400 - 600 15 a 20 días después 
trasplante 
Tribu ni! 1.5 - 2.0 400 - 600 15 a 20 días después 
trasplante 
Las dosis más altas se deben emplear cuando existe una elevada 
población de malezas y /o cuando los suelos son más pesados. 
La duración del efecto residual de los herbicidas es de, más o 
menos, 20 a 30 días y tienen excelente control, especialmente sobre 
malezas anuales y de hojas anchas. 
Posteriormente, la aplicación de herbicidas se debe complementar 
con una o dos limpias manuales, las que resultan más rápidas y 
económicas. La limpia manual implica dos labores: limpia con rasqueta 
sobre el camellón y limpia del surco. Esta última labor sirve, además, para 
volver a dar a éste su forma original. 
4.3.6. Enfermedades y su control 
Las plantas de cebollas pueden ser afectadas por diversas 
enfermedades, que pueden provocar pérdidas enormes en cualquiera 
etapa del cultivo. • 
En muchos casos, existen tratamientos químicos con los cuales se 
puede dar un excelente control. Sin embargo, cabe señalar que mientras 
más vigorosas seanlas plantas, la respuesta que se obtiene a los 
controles químicos es mayor. Por otro lado, las prácticas culturales tales 
como: rotación de cultivos, cosecha apropiada, buen curado, almacena­
je adecuado, ayudan también a prevenir enfermedades y en definitiva a 
obtener mejores rendimientos. 
31 
Dentro d e las enfermedades que atacan a la cebolla se m encionan las 
principales: 
Mildiu (Peronospora destructor). Esta enfermedad está ampliamente 
distribuida en todas las áreas donde se produce cebolla, y casi todas las 
variedades cultivadas son susceptibles a ella en cualquiera etapa d e 
desarrollo desde e l almácigo hasta l a producción d e semillas. En esta 
última ocasiona los daños de mayor importancia. 
Las condiciones climáticas determinan en gran medida la severidad 
del ataque y p or esta razón, la incidencia de la enfermedad en el cultivo 
también varía de año en año. Cuando existe rocío, neblinas o lloviznas 
y temperaturas medias entre 1 2º y 1 7oc, el desarrollo y la dispersión 
del hongo se ven favorecidos. 
E n plántulas de cebolla, de más o menos 1 5 cm de altura, la 
enfermedad se presenta especialmente como p equeñas m anchas blancas 
en las hojas y amarillez de las puntas. Posteriormente, en plantas de 
En la producción de semillas el "Mildiu" puede provocar pérdidas muy 
altas, si no se controla oportunamente. 
32 
mayor desarrollo, los síntornas consisten en manchas cloróticas ovaladas 
concéntricas de 3 a 30 m m de largo. 
El hongo comienza su ataque p or las hojas de más edad y p or las 
puntas de las hojas más jóvenes. Cada hoja atacada p or el hongo puede 
llegar a necrosarse total o parcialmente y cuando una gran prop orción 
es destruida, los rendimientos bajan en forma muy notable, disminuyen· 
do la calidad de los bulbos. 
Los controles químicos deben iniciarse cuando se presentan las 
condiciones climáticas adecuadas para el desarrollo del hongo y cuando 
aparezca el primer síntoma de la enfermedad, ya que los fungicidas a 
usar son d e carácter preventivo. Dentro de los productos recomendados 
están el Dithane M-45, Zimasev, Dimasin, Maneb, Zineb, etc., en las 
dosis dadas para uso en almácigos. Las aplicaciones deben ser repetidas 
cada 1 0 a 1 5 días, mientras p ersistan las condiciones favorables para el 
hongo. 
Mancha blanca de la hoja( Botrytis sp). El área de dispersión de este 
hongo también es bastante amplia. En el cultivo afecta principalm ente 
las hojas y tallos florales, y en condiciones de almacenaje afecta a los 
bulbos. 
En hojas y tallos, produce algunos síntomas parecidos al Mildiu, ya 
que también se presenta como p equeñas manchas blancas, p ero éstas 
son alargadas y deprimidas, p osteriormente produce marchitamiento y 
amarillez de las p untas. En los tallos florales, la infección p uede 
comenzar en la base o b ien en la cebezuela floral. 
La prevención d e esta enfermedad, se basa en tener plantas sanas. Se 
deben evitar las heridas provocadas por insectos u otros agentes que 
p ermitan l a entrada del hongo. 
Para el control de esta enfermedad se recomiendan fungicidas, tales 
como Cercobín, Benlate y Tecto, en las m ismas dosis dadas para los 
tratamientos en almácigos, y en las mismas frecuencias señaladas para 
mildiu. . 
Raíz rosada (Pyrenochaeta terrestris) . . Esta enfermedad, provocada 
por un hongo del suelo, ataca al ·cultivo en cualquier estado. de 
desarrollo. Desde hace pocos años, se ha encontrado con bastante 
frecuencia en diversas áreas de la Zona Central y Norte Chico, 
tradicionalmente cultivadas con cebolla. 
Los síntomas de .la enfermedad son bastante notorios, ya que las 
raíces de la cebolla toman un color rosado para variar, en estados 
33 
posteriores, a rojizo y finalmente a pardo oscuro. Al mismo tiempo que 
las raíces van perdiendo su vigor y mueren, se produce un rebrote de 
nuevas raíces que, generalmente, también son atacadas por el hongo. El 
efecto de la acción del hongo en las raíces, se refleja en la parte aérea 
con síntomas similares a la falta de agua y, en casos de extrema 
infección, el follaje puede secarse totalmente. En general, el bulbo no 
logra el tamaño normal; el impedimento que tienen las raíces para la 
absorción de alimento (agua) provoca una inducción temprana en la 
madurez de los bulbos. 
El hongo que provoca la enfermedad, puede vivir indefinidamente 
en el suelo y la temperatura óptima para su desarrollo es entre 24 y 
28ºC, sin embargo, puede prosperar con temperaturas de 1 50C. 
Como el hongo permanece activo en el suelo por muchos años, se 
debe considerar como medida de control, una rotación larga, incluyen­
do en ella especies que no sean atacadas por este hongo, tales como 
betarraga, frijoles, alfalfa, etc. Otros países cuentan con variedades 
resistentes ya que hasta ahora, no existe un control químico eficiente que 
sea económico. 
Rotaciones largas de cultivo, son un buen método de control para 
"raíz rosada". El bulbo de la izquierda está totalmente sano; el de 
Ja derecha altamente dañado. 
34 
4.3. 7 . Control de Plagas 
La cebolla es, en la región central del p aís, un cultivo que en general 
se presenta libre de plagas, considerando bajo este concepto a insectos 
que causen un daño econón1ico. Es por esto que, rara vez, se justifica 
hacer algún tipo de control en el cultivo de cebollas. 
Entre los insectos que se alirr1entan de este cultivo, y que en alsrunas 
ocasiones pueden llegar a transformarse en plagas, están los trips, 
cuncuníllas y gusanos cortadores. 
Trips (Thrips tabaci). Son insectos pequeños y alargados. Las ninfas 
(estados irunaduros) son de color blanco crcn1oso y sin alas, y los 
adultos (estados maduros) son de color café y de alas delgadas con 
flecos en los bordes. 
r:ste insecto siempre está presente en el cultivo de la cebolla, 
aunque también puede vivir en más de 50 otros tip os de plantas. 
Se ubican de preferencia en las axilas de las hojas y se pueden 
observar al separar estas estructuras. Cuando se alimentan raspan la 
superficie, destruyendo los tejidos, extraen savia y forman una 
verdadera pasta que constituye su sustrato ali1ncnticio. De este 1nodo, 
las hojas adquieren un aspecto plateado y en ataques rnu y in tensos 
llegan a doblarse, dando a las plantas un aspecto general de d ebilita­
m iento. 
Ninfa y adulto de 'frips tabaci. 
35 
Debido a su presencia permanente en el cultivo, el control químico 
del trips, en nuestro país, es una práctica común p or parte de los 
productores de cebolla. En el Instituto de Investigaciones Agropecua­
rias, se han realizado estudios tendientes a determinar si el daño que 
ocasionan al cultivo es de significancia económica, encontrándose que 
niveles cercanos a 150 ninfas en cada p lanta, no reduce ni el 
rendimiento ni el tamaño de los bulbos. Otras informaciones de trabaj os 
realizados en el extranjero, coinciden en este sentido, señalando que 
sólo en caso de altas infestaciones, tempranas en la estación de 
crecimiento, se produce una reducción en el rendimiento. Se debe 
considerar, no obstante, que una alta p oblación de trips, a pesar de no 
producir un daño directo importante, podría ser significativa, puesto 
que las heridas que ocasiona al alimentarse, pueden ser p unto de 
entrada para otros organismos patógenos. 
En resumen, es conveniente que el agricultor esté revisando 
constantemente su cultivo, a fin de verificar si se produce un 
incremento imp ortante en la p oblación de estos insectos o la aparición 
de síntomas provocados por su presencia. 
El control químico sólo es recomendable cuando los síntomas 
provocados por el ataque de trips son m anifiestos y generalizados y 
cuando las p lantas están en pleno proceso de formación de b ulbos. 
Entre los insecticidas más efectivos están: Furadán, Parathion, Nuva­
crón, Azodrín, Malathion, etc., todos aplicados al follaje, aunque 
Furadán ha demostrado tener el m ayor efecto residual (15 a 20 días). 
Una vez que los b ulbos están completando su desarrollo, no se j ustificael control. 
Cuncuníllas (Copitarsia sp ). Corresponde a larvas de mariposas. Son 
gusanos de color verde, con franjas longitudinales blancas en ambos 
costados. Atacan al cultivo preferentemente entre septiembre y 
diciembre, alcanzando los m ay ores niveles p oblacionales a mediados de 
noviembre, los c uales disrninuyen p osteriormente. 
La cuncunilla se alimenta comúnmente en el interior de las hojas de 
la p lanta, para ello hace un orificio de entrada en la p arte superior. Al 
completar su desarrollo sale p or la p arte b asal de la hoja para pup ar en 
el suelo antes de transformarse en m ariposa. Estas perforaciones y las 
heridas en el interior de la hoja, constituyen un sustrato propicio para el 
desarrollo de otros patógenos, con lo cual la hoj a puede terminar por 
secarse, esto normalmente ocurre después que la cuncunilla la ha 
abandonado. 
36 
Una vez que la cuncunilla ha salido de la planta, 
las hojas dañadas quedan expuestas al ataque de 
enfermedades. 
A pesar de estas circunstancias, los niveles de daño de cuncunilla, 
propiamente tal, no son importantes, puesto que usualmente no hay 
más de una larva en una planta afectada, y es una hoja la que le sirve de 
alimento durante su desarrollo. 
El control de estas cuncunillas sólo se justifica si se observa más de 
un JOO/o de plantas con hojas perforadas, para lo cual pueden utilizarse 
los mismos insecticidas recomendados en el control de trips, además de 
c;usathion y IJannate. 
37 
(;usanos cortadores (,1grotz�� .\pp .. l)seurloleucania sp.j. Estos insc(> 
tos, que ta1nbién corresponden a larvas de n1aripos¡1s, di fícihncnt<.: 
llegan a transforrnarsc ch una plaga en este cultivo, puesto que tienen 
gran cantidad de huéspedes y la cebolla no está entre sus preferencias. 
J .as larvas son de color café oscuro, miden hasla !) cn1 de largo. 
Viven enterradas en los prin1cros centímetros del suelo, y durante la 
noche salen para ali1nentarse del cuello de la planta y de la parte 
superior del bulbo en formación. Su presencia es fácil detectarla antes 
del trasplante, puesto que, d e haber una infestaciún al ta, gran cantidad 
<le larvas qucdarún c:-;pucstas durante las labort>s d(' preparaciún del 
suelo. l)r aquí ta1nbién se desprende que, una buena _prcparaciún del 
suelo eliminará m uchos gusanos, tanto por acción de la maquinaria 
con10 por acción de los p�ijaros que serán atraídos po'r las larvas que 
quedan expuestas. 
El control de gusanos cortadores en cebolla no es recomendable, a 
menos q ue existan antecedentes de ataques severos en el potrero, donde 
se establecerá el cultivo, y en aquellas zonas donde, además de gusanos 
cortadores, existan otras plagas potenciales; sin embargo, esta situación es 
poco común en la Zona Central del país. En tales casos, el control debe ser 
preventivo,.aplicandoal sudo insecticidas tales como: Aldrín, Heptacloro, 
Diazinón, etc. 
Otros insectos. Hay otros insectos que pueden presentarse en el 
cultivo, como es el caso de los colémbolos, de los pulgones y de las 
moscas de la raíz, pero en muy raras ocasiones llegan a constituir una 
plaga. 
Los pulgones se presentan en m uy bajas p oblaciones en cebollas; se 
encuentran ejemplares aislados, siendo muy d ifícil observar la forma­
ción d e colonias o grupos de estos insectos. Su importancia puede 
radicar en su capacidad de transmitir enfermedades virosas. 
La m osca de l a raíz (Hylemya sp.) es un insecto que ba sido 
tradicionalmente'muy importante en el extranj ero. El daño es ocasiona­
do por las larvas d e la mosca (pequeños gusanitos d e 1-2 cm, blancos y 
sin patas), que se alimentan del b ulbo, el que termina p or descomponer­
se. Sin embargo, en el Valle Central su presencia rara vez ha sido 
detectada, y los daños causados no han sido considerables. 
En el cuadro 4 se presenta u n resumen del control de estos insectos 
que podrían llegar a constituir plagas en el cultivo de la cebolla. 
38 
"' 
<O 
CUADRO 4. Tratamiento para el control de plagas en cebollas. 
Plaga Prodnctos DOSIS Efecto Observaciones 
(I.A.) residual 
Trips Furadan PM 0,5 kg 15 a 20 días Elegir uno de estos productos cuando Ja población 
Parathion EC 0,5 lt 7 días es alta y los síntomas manifiestos y generalizados 
NuvacrónEC 0,3 lt 10 días 
Azodrín EC 0,3 lt 10 días 
Malathion PM 0,7 kg 7 días 
Cuncunillas Gusathion PM 0,5 kg 7 días Válidos los productos recomendados para control 
Lannate PM 0,5 kg 7 días de trips. Aplicar con más de 100 /o de plantas afee-
tadas. 
Gusanos Aldrin PM 1,5 kg 30 días Dosis corresponden a aplicación al sucio en polvo, 
cortadores Heptacloro PM 2,0 kg 30 días en hilera de siembra. 
Diazinón PM 2,0 kg 15 a 20 días 
NOTA: Para repetir una a¡iliCaCiOri, las cond1cí0nés de ataque deberáll ser similares a aquellas que indujeron a efectuar 
la apJicacion anterior. 
Capítulo V 
COSECHA 
El momento de cosecha lo determina la finalidad del cultivo y el 
tipo de cebolla. Para cebollas tempranas, en general, la cosecha se 
realiza cuando el bulbo ha alcanzado su mayor desarrollo, pero sin 
llegar a su estado de madurez, es decir, se cosechan en verde y reciben el 
nombre de cebolla en ramas. Sin embargo, en algunas situaciones 
especiales, este tipo de cebolla puede cosecharse cuando ha completado 
su madurez. 
La cebolla de media estación generalmente se cosecha cuando los 
bulbos están totalmente maduros y en forma similar a la cebolla de 
guarda o tardía. 
La madurez de las plantas de cebolla se manifiesta en el follaje; éste 
se torna amarillento y se dobla a la altura del cuello para luego secarse 
totalmente. 
El momento más oportuno para cosechar es cuando el 80º/o del 
follaje se ha caído. Para ayudar a la maduración del bulbo se suspenden 
los riesgos más o menos 15 días antes de la cosecha. 
La cosecha misma consiste en el arranque de las plantas que, en lo 
posible, debe ser realizado en seco, sin regar, puesto que al estar 
húmedo el suelo se corre el riesgo de manchar los bulbos deteriorando 
su calidad. 
Después de la arranca, se procede al curado de la ceboJla. Esta 
práctica es fundamental para la guarda, ya que va ha influir en la 
presentación del producto y en su resistencia en el almacenaje. 
40 
El curado consiste en dejarlas en el can1po, hilcradas de tal rnancra 
que el follaje de las plantas cubran los bulbos. En esta forma deben 
permanecer por 1 O a 1 5 días, dependiendo de las condiciones del 
incdio. Una cebolla bien curada debe tener secas y de color dorado sus 
túnicas externas y ser dura a la prcsihn de los dedos. 
El rcndi1nícnto rncdio, que nor111almentc se obtiene en cebolla de 
guarda, es del orden de 30 ton/ha. Sin c1nbargo, siti'lliendo las norn1as 
técnicas aquí entregadas1 es factible llegar a 40 ó 80 ton/ha. 
41 
Capítulo VI 
ALMACENAJE 
La resistencia de la cebolla al almacenaje depende de varios factores, 
entre ellos la variedad, condiciones de cosecha, de la bodega donde se 
guarden y las enfermedades que ataquen los bulbos. 
En general las variedades difieren enormemente en su capacidad de 
almacenamiento; las variedades tempranas no resisten esta condición 
más allá de una a dos semanas y en las intermedias, esta aptitud está 
limitada a alrededor de 30 días. Es por ello que estos tipos de cebollas 
no se utilizan para dicho propósito. 
Las cebollas tardías son las que se utilizan para guardar, pero dentro 
de ellas también existen diferencias en capacidad de almacenamiento 
como se puede ver en el cuadro 5. (ver en la pág. 43) 
Los problemas en bodega se refieren, básicamente, a brotación de 
los bulbos y enfermedades que se desarrollan durante ese lapso. 
La resistencia a Ja brotación es una característica inherente a la 
variedad, la cual se puede mejorar al observar algunos factores de 
manejo que permiten aumentar Ja capacidad de la variedad. Es 
fundamental realizar una cosecha con alto porcentaje de tallos caídos 
(80º/o) y proceder a un buen proceso de curado, ya que ambos factores 
influyen en la obtención de una cebolla"firme". Luego, se debe realizar 
una cuidadosa labor de selección de los bulbos que se van a guardar, 
eliminando todos aquellos que presenten defectos, tales como cebollo­
nes y dobles, cuya capacidad de almacenaje es limitada. 
42 
CUADRO 5. Comportamiento de tres variedades de cebolla en almacenaje� 1 ) 
Variedades M A R Z O J U L 1 0 S E P T I E M B R E 
Porcentaje bulbos Porcentaje bulbos Porcentaje bulbos 
Comerciales Brotados Podridos '. Comerciales Brotados Podridos Comerciales Brotados Podridos 
Valenciana 
Corriente 100 o o 87.4 o.o 1 2.6 54.7 1 1.6 33.7 
Valenciana 
Sintética 14 100 o o 86.3 1.4 12.3 73.6 3.0 23.4 
Yellow Sweet 
Spanish 100 o o 3.2 87.5 9.3 o.o 89.0 11.0 
(1) Los valores señalados se expresan en forma acumulativa a través del período de almacenaje. 
La brotación también se disminuye cuando las condiciones de la 
bodega, especialmente de humedad y temperaturas, se mantienen 
dentro de ciertos límites. La humedad debe ser lo más baja posible, esto 
se puede lograr en una bodega que tenga buena ventilación; donde las 
cebollas, en cualquier forma que se dispongan (colgadas en caballetes, 
en cajones o en trojas), permitan la circulación del aire entre ellas. 
En relación a la temperatura se ha comprobado que cuando es 
menor a 5oc, la duración de Jos bulbos en almacenaje es mayor, pero la 
principal limitante para obtener esta condición es el costo adicional que 
ello significa. 
En cebolla Valenciana Corriente, el problema de brotación de 
bulbos en bodega se ha estimado que comienza, en mayor grado, 
después de los 1 2 0 días de terminado el período de curado. 
Las enfermedades que afectan los bulbos en el almacenamiento 
comienzan desde el primer mes en la bodega y son la principal causa de 
pérdidas. Ellas son: 
Pudrición del cuello (Botrytis sp ). Esta es una enfermedad que 
comúnmente se manifiesta en postcosecha. Durante el almacenaje 
comienzan a aparecer los síntomas externos de la infección. El bulbo 
afectado presenta un reblandecimiento de los tejidos, que adquieren una 
apariencia más transparente de color grisáceo. En estados más avanza­
dos, aparece el hongo en forma de un micelio denso de color gris ceniza 
que esporula abundantemente. La pudrición, que se caracteriza por sus 
bordes muy definidos, progresa desde el cuello hacia abajo, hasta que se 
produce una desecación de los tejidos y el bulbo se momifica. El hongo 
penetra por heridas causadas en el bulbo o a través de las hojas podadas 
después de la cosecha, necesitando humedad para desarrollarse, cual­
quiera que sea la temperatura ambiente. 
El control es preventivo; se realiza cosechando los bulbos una vez 
que las hojas están bien secas efectuando un buen curado, evitando las 
heridas y almacenándolos en lugares frescos, secos y bien aireados. 
Moho negro (Aspergillus niger). Este hongo también afecta a los 
bulbos después de cosechados. La infección puede comenzar desde la 
parte inferior, superior o cualquier otro Jugar que haya sufrido heridas. 
Generalmente progresa de arriba hacia abajo. El tejido invadido por el 
hongo se pone acuoso y se observa en él un micelio blanco y 
abundantes esporas negras características de la enfermedad. Afecta 
solamente hasta la tercera o cuarta escama del bulbo, permaneciendo 
44 
sanas las de más adentro. El bulbo se seca gradualmente. La 
temperatura óptima para el desarrollo de este hongo está entre 28 y 
34<>C. En temperaturas bajo 26ºC o sobre 40ºC no progresa la 
pudrición. 
El control es preventivo; se efectúa con un curado rápido, 
almacenaje bajo buenas condiciones de aireación y temperatura, 
evitando las heridas en los bulbos. 
Pudrición basal de bulbo (Fusarium sp. ). Esta enfermedad se 
presenta también durante el almacenaje de los bulbos, pero generalmen­
te comienza en el campo antes de la cosecha. Sin embargo, como su 
avance es muy lento, no se aprecia hasta que las cebollas ahnacenadas, 
que aparentemente estaban sanas, comienzan a mostrar los síntomas de 
la pudrición. 
El primer síntoma consiste en un reblandecimiento del cuello, luego 
aparece la pudrición de la parte basal del bulbo; ésta puede comenzar 
por las raíces atacadas por el hongo o por heridas que permiten su 
penetración. En el interior del bulbo, las escamas presentan una 
pudrición más o menos blanda, de un color parduzco, que avanza con 
lentitud de abajo hacia arriba. 
Sobre los tejidos enfermos suele observarse el micelio del hongo de 
color blanco. Las infecciones se desarrollan a temperaturas entre 1 5 y 
32ºC, siendo las óptimas entre 26 y 280C. 
Como el hongo que produce esta pudrición permanece en el suelo es 
posible prevenirla seleccionando para el cultivo sólo aquellos terrenos con 
buen drenaje. Si éstos estuvieran infestados, se recomienda hacer 
rotaciones largas en las que no se incluya cebolla. Deben evitarse las 
heridas de los bulbos, hacer un buen curado y un almacenaje en buenas 
condiciones de temperatura y aireación. 
45 
Capítulo VII 
PRODUCCION DE SEMILLAS 
La producción de semillas de cebollas se realiza en el país por medio 
del método semilla-trasplante-semilla y el llamado bulbo-semilla. 
El método semilla-trasplante-semilla de cebollas del tipo Valenciana, 
es básicamente igual al de una producción de bulbos, es decir, se realiza 
el almácigo el cual posteriormente se trasplanta. La diferencia con el 
cultivo para bulbos, reside en la época de la cual se efectúa. Para 
producción de semilla mediante este sistema, el almácigo se siembra en 
el mes de enero y el trasplante se realiza en el mes de marzo, es decir, 
cuando las plántulas han desarrollado un tamaño adecuado que permita 
resistir mejor el efecto de trasplante, el cual se realiza con las mismas 
normas dadas para el cultivo. 
La plantación se puede realizar en hilera simple o doble. En hilera 
simple se hacen surcos separados a 0,60 m entre sí y las plantitas se 
colocan a un solo lado a una distancia de 0,10 m. En hilera doble se 
trazan surcos a una distancia de O ,80 m y a ambos lados del surco se 
planta las cebollas las que van a 0,1 5 m. Con esta distribución se tiene a 
veces menor eficiencia de las pulverizaciones para el control de 
enfermedades. 
Con este método, la cosecha se realiza a fines de enero o principios 
de febrero. 
Con el método bulbo-semilla, se puede lograr un mejor control de la 
calidad de la semilla. 
Para usar el método bulbo-semilla, los bulbos deben provenir de 
cultivos sanos y que se hayan realizado en buenas condiciones. 
46 
Una multiplicación de semillas de cebolla llevada con buenas técnicas 
de manejo puede rendir hasta 1000 kg/há. 
Los bulbos se almacenan en forma comercial, en bodegas que deben 
ser secas, tratando de mantener en ellas una temperatura entre 50 y 
1 2ºC en promedio. 
La forma ideal para guardar las cebollas para semilla, es en cajas de 
listones delgados y separados entre sí, tal que permitan una buena 
ventilación. 
En el mes de junio o julio se empieza la selección de "bulbos 
madres", éstos deben reunir ciertas características importantes para 
lograr un buen semillero: 
47 
a) Tamaño: deben ser de 8 a 9 cm de diámetro, que equivale a 
220 - 250 g, y corresponde a un tamaño medio. Es el que produce 
un mayor rendimiento económico de semiilas. 
b) Forma : debe corresponder a la variedad; en cebolla Valenciana hay 
que elegir aquellos de forma globosa. 
c) Color: los bulbos más deseables son aquellos de color dorado a 
dorado intenso. 
d) Los bulbos deben estar libres de enfermedades, ya que éstas, una 
vez hecha la plantación, se desarrollan más, produciendo pudricio­
nes que pueden afectar la densidad de las plantas o bien producir la 
caída de los tallos florales. 
e) Las cebollas deben ser normales; se deben eliminar todos aquellos 
bulbos dobles, morados, cebollones, etc. 
Al mismo tiempo que se realiza la selección de los bulbos madres, se 
procede a efectuar un corte de 0,5 a 1 cm en la parte superior, en forma 
horizontal. Este corte sirve para detectar enfermedades,defectos 
fisiológicos y favorecer la brotación. 
La plantación debe realizarse en el mes de julio o agosto, meses en 
que se obtiene una brotación más uniforme de las cebollas plantadas. 
Si la plantación se realiza más temprano, los bulbos demoran 
demasiado en brotar y se produce un alto porcentaje de pudriciones. En 
plantaciones tardías se pierden muchas cebollas por brotación en 
bodega. 
En el suelo, que ha sido bien preparado, se hacen surcos 
distanciados a 80 ó 100 cm. entre sí, y a una profundidad de 7 a 10 cm. 
En ellos se disponen los bulbos madres a una distancia de 1 5 Ó 20 cm. 
Las necesidades en cuanto a número y kilógramos (aproximados) de 
bulbos para una hectárea se pueden ver en el cuadro 6. 
48 
· '.::; 
.Bu l h os 
5tliC.C I ONRJ>OS 
!u lltos 
fli M t HA'.DO!; . 
49 
CUADRO 6. Cantidad aproximada de bulbos necesario para 
una hectárea de semillero 
Distancia entre Distancia sobre Número de Ton. de 
hileras hileras cebollas / bulbos/ 
(cm.) (cm.) hectárea hectárea 
80 1 5 83.300 20.83 
80 20 62.500 15.63 
100 1 5 66.600 16.65 
Una vez distribuidos los bulbos a la distancia elegida, se tapan de tal 
forma que la parte superior de ellos quede al nivel del suelo. 
El semillero de cebolla necesita riegos eficientes y periódicos, 
especialmente desde la emisión del tallo floral hasta la formación de la 
semilla. Un déficit de agua, en cualquier momento dentro de este 
período, afecta los rendimientos. 
Para efectuar los riegos, se trazan surcos a 1 O cm a cada lado de la 
hilera, los cuales se retiran a 20 cm cuando las plantas tienen mayor 
desarrollo. En general, durante la época de más calor es necesario regar 
el cultivo cada 6 a 8 días más o menos, teniendo la precaución de no 
inundar el suelo o que permanezca saturado, ya que esto facilita el 
desarrollo de enfermedades fungosas. Para evitarlo, se recomienda hacer 
un riego lento, con poca agua durante el tiempo necesario que permita 
mojar 40 cm de profundidad al final del surco. 
Para obtener mejores rendimientos de semilla, es necesario que la 
planta disponga de suficientes elementos de nutrición y en especial 
fósforo y nitrógeno. El primero se puede aportar con aplicaciones de 
superfosfato triple en dosis de 300 kg/ha, aplicado antes del último 
rastraje para incorporarlo al suelo. En cuanto a la fertilización 
nitrogenada, se recomienda la aplicación de 400 kg de salitre en dos 
parcialidades: la primera, junto con el superfosfato triple y la segunda, 
cuando las plantas tengan unos 20 a 25 cm de altura. 
50 
Cuando sea posible, lo más recomendable es detertninar las 
necesidades de fertilizantes recurriendo al análisis de suelo*. 
En general, se señala que las cebollas para semilla se afectan 
fuertemente por la competencia de las malezas, cualquiera sea la etapa 
en que se encuentre el cultivo, situación que se refleja en los 
rendimientos. Por lo tanto, se deben realizar labores de control de 
malezas que pueden ser 2 ó 3 según sea la necesidad. Se efectúan con 
cultivadoras y se complementa en forma manual sobre la hilera. 
Las plagas y enfermedades son las mismas tanto en el cultivo para 
producción de bulbos como para semilla. 
La cebolla es una planta de polinización cruzada, por lo que 
requiere de insectos que lleven el pólen de una planta a otra. Esta 
función la cumplen las abejas y aseguran la obtención de buenos 
rendimientos de semillas. 
Como las flores de la cebolla son poco atractivas para las abejas, se 
recomienda poner un número alto de colmenas, es decir, entre 6 a 10 
colmenas por hectárea y la época oportuna, es justo antes que abran las 
primeras flores, es decir, a principios de diciembre. 
La cosecha se realiza en febrero, la cual puede variar de una zona a 
otra sólo en días. El momento mismo está determinado por la madurez 
de las semillas en la umbela, las que no maduran en forma uniforme; 
aquellas de la parte superior lo hacen primero, de tal modo que hay que 
buscar el momento en que el mayor porcentaje de semillas haya 
madurado, sin que por otro lado se �roduzca el desgrane. 
Llegado el momento, se cortan los tallos florales en la mitad y se 
echan en sacos para luego dejarlos secar. Después de 3 a 5 días en este 
proceso se procede a la trilla. 
Los rendimientos que se obtienen en promedio son de 600 kg/ha, 
pero siguiendo las normas técnicas dadas es posible lograr 800 o más 
kg/ha. 
* Laboratorio de Diagnóstico Nutricional. Estación Experimental La Platina, INIA, Santa Rosa 
1 1 610, La Granja. 
51

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