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PROGRAMA DE ESTIMULACIÓN COGNITIVA-MOTRIZ PARA ADULTOS HOSPITALIZADOS MEDIANTE LA ARTETERAPIA COGNITIVE-MOTOR STIMULATION PROGRAM FOR HOSPITALIZED ADULTS THROUGH ART THERAPY Máster Universitario en Psicopedagogía Presentado por: Blanca Hernández D’Ocón Dirigido por: Bárbara Juan Martínez Alcalá de Henares, a 14 de Junio de 2023. Índice 1. Introducción ........................................................................................................................................ 1 2. Objetivos ............................................................................................................................................. 2 3. Marco teórico ...................................................................................................................................... 2 3.1. Arteterapia.................................................................................................................................... 2 3.1.1 Definición arteterapia ............................................................................................................. 2 3.1.2 Historia y evolución de la arteterapia..................................................................................... 3 3.1.3 Características de la arteterapia .............................................................................................. 5 3.2. Funciones cognitivas .................................................................................................................... 7 3.2.1 Evaluación de las funciones cognitivas................................................................................ 10 3.3. Función motora .......................................................................................................................... 13 3.3.1 Evaluación de la función motora ......................................................................................... 15 3.4. Programas de intervención sobre estimulación cognitiva-motriz .............................................. 16 4. Programa de intervención ................................................................................................................. 18 4.1. Introducción ............................................................................................................................... 18 4.2 Objetivos ..................................................................................................................................... 18 4.3. Análisis de necesidades .............................................................................................................. 19 4.4 Contextualización y destinatarios ............................................................................................... 20 4.5 Metodología ................................................................................................................................ 21 4.6 Recursos ...................................................................................................................................... 23 4.7 Temporalización y cronograma .................................................................................................. 24 4.8. Desarrollo de la propuesta.......................................................................................................... 25 4.9 Evaluación................................................................................................................................... 34 4. Conclusiones ..................................................................................................................................... 38 5. Referencias bibliográficas ................................................................................................................. 39 Resumen El programa propuesto de estimulación cognitivo-motriz para adultos hospitalizados mediante la arteterapia nace de la necesidad de mejora en la actividad de una fundación en esta área. El objetivo principal es diseñar una propuesta de intervención que fomente el desarrollo de las funciones cognitivas y la psicomotricidad en personas que padecen deterioro cognitivo y motriz. Para el diseño de este plan, se realiza una fundamentación teórica alrededor de conceptos como la arteterapia, las funciones cognitivas, la función motora y los programas de intervención. El grupo al que va dirigido el programa, son adultos hospitalizados en régimen de larga estancia en una unidad de rehabilitación funcional. Y, reconociendo y contextualizando las necesidades de este grupo se plantea una propuesta de intervención de cuatro meses, compuesta por nueve sesiones que mediante técnicas arteterapéuticas buscan mejorar el estado físico, cognitivo y emocional de los pacientes. Para evaluar la efectividad del programa, se llevará a cabo una evaluación inicial, procesual y final, a través de rúbricas y grupos de discusión. Este programa se configura como una propuesta dispuesta e idónea para aplicarse en un futuro cercano, así como, para aplicarse en otros contextos y entornos. Palabras clave: intervención psicopedagógica; arteterapia; estimulación cognitivo-motriz; entorno hospitalario. Abstract The proposed program of cognitive-motor stimulation for hospitalized adults through art therapy arises from the need to improve the activity of a foundation in this area. The main objective is to design an intervention proposal that promotes the development of cognitive functions and psychomotor skills in people with cognitive impairment. For the design of this plan, a theoretical foundation is carried out around concepts such as art therapy, cognitive functions and motor functions. The group to which the program is directed are adults hospitalized under a long-stay regime in a functional rehabilitation unit. And, recognizing and contextualizing the needs of this group, a four-month intervention proposal is proposed, made up of nine sessions that, through art therapy techniques, seek to improve the physical, cognitive and emotional state of the patients. To evaluate the effectiveness of the program, an initial, procedural and final evaluation will be carried out, through rubrics and discussion groups. This program is configured as a willing and suitable proposal to be applied in the near future, as well as to be applied in other contexts and environments. Keywords: psychopedagogical intervention; art therapy; cognitive-motor stimulation; hospital environme 1 1. Introducción El presente trabajo expone un programa de estimulación cognitiva-motriz para adultos hospitalizados mediante la arteterapia. Se ha realizado una revisión de los conceptos relacionados con las funciones cognitivas y motoras, así como de la arteterapia para posteriormente plantear un programa de intervención que ayude a mejorar el estado físico, cognitivo y emocional de los adultos hospitalizados. La semilla que plantó la idea de este programa fue la necesidad de un cambio en la actividad que llevaba a cabo una fundación en el ámbito hospitalario con pacientes adultos de larga estancia. Se detectó que las actividades estaban desorganizadas, los objetivos no estaban claros y que el potencial de mejora era muy alto. Y, se generó una oportunidad de aprovechar eficientemente los recursos de la fundación y de diseñar un programa con un mayor poder transformador y con un mayor beneficio para sus destinatarios. Así pues, este deseo, junto a la necesidad percibida, fue llevado hasta este trabajo y convertido en un plan de intervención organizado, fundamentado, contextualizado y ajustado a la realidad social y cultural. De esta forma, el presente documento se compone de una primera parte de revisión sobre los conceptos que atañen y fundamentan el programa: arteterapia, funciones cognitivas, funciones motoras, las evaluaciones de cada una de estas y losprogramas de intervención sobre estimulación cognitiva y motriz. Y, de una segunda parte referida al plan de intervención, compuesto por los objetivos del programa, el análisis de las necesidades, la contextualización, la metodología que emplea, los recursos que necesitará, la temporalización, las sesiones detalladas y la evaluación exhaustiva. Por último, me gustaría destacar que este trabajo no sólo pretende desarrollar las habilidades cognitivo-motrices de los pacientes sino también fomentar el diálogo y la reflexión en torno al mundo de la educación no formal y el voluntariado. En muchas ocasiones estos campos de actuación se desvalorizan, y aún con mayor incidencia si hablamos de población adulta mayor. Así, surge también del deseo de visibilizar la gran función que llevan a cabo día a día pequeñas y grandes asociaciones, a través de pequeñas y grandes manos, ayudando a pequeñas y grandes personas. 2 2. Objetivos Objetivo general - Diseñar una propuesta de intervención psicopedagógica y arteterapéutica basada en el desarrollo de las funciones cognitivas y la psicomotricidad en personas que padecen deterioro cognitivo. Objetivos específicos - Plantear un programa adaptable y flexible que pueda ser aplicado en otros contextos. - Describir las prácticas de arteterapia y su relación con la estimulación de las funciones cognitivas y psicomotrices. - Investigar las posibles limitaciones o barreras de la implementación del programa de intervención mediante la arteterapia 3. Marco teórico 3.1. Arteterapia 3.1.1 Definición arteterapia Arteterapia, en su sentido lingüístico, se constituye como una palabra compuesta por dos términos, arte y terapia. La DRAE1 ofrece nueve acepciones diferentes para la palabra arte, entre ellas la que más se aproxima al sentido de este proyecto, es la segunda de estas: “manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”. En lo referente al término terapia, podemos acogernos a sus dos acepciones: “tratamiento de una enfermedad o de cualquier otra disfunción” y “tratamiento destinado a solucionar problemas psicológicos”. La definición, ya en su sentido psicopedagógico, del concepto arteterapia, resulta díficil de acotar, así, se tratará de hacer una aproximación a la misma a través de diferentes definiciones ofrecidas por profesionales del ámbito. La Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia definía en 2019 el término como “disciplina terapéutica, especializada en acompañar, facilitar y posibilitar un cambio significativo en la persona mediante la utilización de diversos medios artísticos”. Por su parte, la American Art Therapy Association define la arteterapia como una profesión que mejora la vida de las personas a través de la creación artística y su proceso, todo ello englobado en una relación terapéutica (American Art Therapy Association, 2021). También Carmona (2012), destaca la combinación de arte y psicoterapia, creando un proceso creativo 1 Diccionario de la Real Academia Española 3 que se utiliza como medio de expresión, de ayuda y de reflexión para ayudar en problemas emocionales, sociales o físicos. Así pues, arteterapia podría definirse como un proceso artístico y terapéutico que mediante las diferentes técnicas artísticas busca producir un beneficio en el individuo. 3.1.2 Historia y evolución de la arteterapia El inicio de la arteterapia podría llegar a remontarse muchos siglos atrás, cuando se utilizaba el arte para sanar enfermedades y para trabajar el espíritu y vincularse con lo divino. No obstante, el arte como terapia propiamente dicha comienza a utilizarse en torno al siglo XIX. El primer psiquiatra que utilizó el arte como una herramienta para tratar a sus pacientes fue Heinrich Wilhelm Maier, así pues, en 1870 ya empleaba el dibujo y la pintura en sus tratamientos, en concreto para expresar las emociones de sus pacientes. El camino de este psiquiatra alemán fue seguido por otros psiquiatras europeos, como el francés Paul-Max Simon y el británico Adrian Hill (Leone, 2019). Ya en el siglo XX, fue cuando la arteterapia comenzó a asentarse como disciplina. Aunque su origen tiene mucha más antigüedad, fue en este siglo cuando se dice que la arteterapia nació, pues es cuando se desarrolló como disciplina propia. Nacimiento el cual fue impulsado por la extensión del art brut y el art primitivo, el interés que despertaba en los profesionales de la salud mental las creaciones artísticas de sus pacientes y la teoría del psicoanálisis (Mesas, 2021). Así, algunos autores consideran que el despertar de la arteterapia se sitúa en torno a los años 40, en diferentes partes del mundo, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los hospitales se encontraban repletos y los enfermos estaban en busca de nuevos tipos de terapias físicas y psíquicas. De esta forma, en Estados Unidos, la psicóloga y educadora Margaret Naumburg funda en 1915 la Walden School en Nueva York, un centro educativo donde se utilizaba el arte y la creación artística para trabajar las emociones y la autoestima del alumnado. Años más tarde, en 1940, Naumburg fue la primera en definir el arteterapia como una disciplina separada de la salud mental y de la terapia ocupacional, la definió como una forma de psicoterapia. Y, en 1947 publicó su primer libro sobre arteterapia: Studies of the Free Art Expression of Behaviour Problem Children and Adolescents as a Means of Diagnosis and Therapy (Junge, 2016). Paralelamente al trabajo de Naumburg, Edith Kramer, pintora refugiada de la Alemania nazi, fundó el primer programa de arteterapia en una clínica psiquiátrica en el Bellevue Hospital en Nueva York en 1944. Fue una de las grandes precursoras del arteterapia, y sentó unas bases firmes de las teorías arte terapéuticas. Influenciada por el psicoanálisis de Freud, por la teoría de la Gestalt y por el arte moderno, dotó a la arteterapia de un enfoque holístico e integral, 4 donde se percibía a la persona en su totalidad, rechazando que la enfermedad o el trastorno la definiera. A lo largo de su carrera, publicó muchos libros y artículos, entre los más destacadas se encuentran Art as Therapy with Children (1971), en el que se expone las claves para el arte como herramienta para ayudar a los niños a expresar sus emociones y mejorar su autoestima. De igual forma, Kramer publicó Art Therapy in a Children's Community en 1978, donde documentó un programa de arteterapia en una comunidad de niños en el Bronx. (Leone, 2019). En Inglaterra, surge de forma casi simultánea el arteterapia a través de Adrián Hill, un pintor quién estuvo ingresado en un período de larga estancia por tuberculosis. En dicha estancia hospitalaria el pintor descubrió que la creación artística que fue realizando durante su enfermedad ayudó notablemente a su recuperación física y emocional. Después de esto, en el mismo hospital donde residió ofreció apoyo a otros pacientes, sobre todo militares y soldados, a través del arte y la expresión de sus emociones (Mesas, 2021). Así, este pintor británico acuña por primera vez el término “arteterapia” en 1945, publicando Art Versus Illness (1945). En el cual Hill describe la arteterapia como “un poco de lo que te interesa, de lo que te hace bien”2 (1945, p. 30, traducción propia). Años más tarde, escribe Art and Psychotherapy (1964), tanto en este como en el anterior libro, Hill narra la experiencia del arte en el tratamiento de diferentes pacientes, la efectividad de esta herramienta para la mejoría de sus patologías y sienta algunas de las bases de la arteterapia. De forma muy simultánea, y a medida que las prácticas arte terapéuticas se extendían se creó la American Art Therapy Association3, que nació de la necesidad de los profesionales de laarteterapia por promover esta disciplina y organizarse. La AATA se fundó oficialmente en el año 1969 como una organización sin ánimo de lucro, que definía como objetivos, la investigación, práctica, educación y definición de la arteterapia en Estados Unidos (Malchiodi, 2012). Hoy en día, la AATA es una de las principales organizaciones profesional de arteterapia del mundo. La asociación ha desarrollado programas de formación y certificación para arteterapeutas, ha trabajado para establecer estándares éticos y de práctica en la disciplina, fomenta la conexión de los distintos profesionales del arteterapia en todo el mundo, y publica artículos e investigaciones dentro de esta disciplina (American Art Therapy Association, 2021). Es necesario incidir en la historia de la arteterapia en España, pues es relevante para comprender su desarrollo y su situación actual. Después de la Guerra Civil (1936-1936) se instauraría una dictadura en España que duró más de 40 años, donde el arte, la literatura y las nuevas formas de educación estaban totalmente prohibidas, así pues, la cabida de la arteterapia era mínima. Pero, cuando este régimen fue reduciendo su rigidez, casi al final de la dictadura, 2 Texto original: ‘a little of what you fancy does you good’. 3 A partir de ahora como AATA. 5 entre los años 60 y 70, las publicaciones e investigaciones sobre el uso del arte en pacientes fue aumentando. Y, se estableció oficialmente como disciplina en el país en torno a los años 90, cuando se crearon los primeros programas de arteterapia. (López-Escribano, Orio-Aparicio y López, 2023). Así pues, entorno a esa década aparecieron los primeros estudios en arteterapia, como en la Universidad Complutense de Madrid o en la Universidad de Barcelona. Posteriormente les siguieron otras universidades de España. Y, en 2010 se funda la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia, una organización sin ánimo de lucro, que agrupó a todos los profesionales del ámbito de la arteterapia en España. En la actualidad es de gran importancia ya que específica los requisitos o criterios para ser practicar la arteterapia, y, por ende, para formarse en ello. Y así, expresan: Uno de los principales objetivos de la Federación es asentar los principios éticos que han de guiar las actuaciones profesionales de sus miembros, sea en el contexto de una intervención, investigación, publicación, comparecencia, etc. También llevan a cabo tareas de investigación y divulgación de información (FEAPA, 2022) 3.1.3 Características de la arteterapia Las diferentes formas de expresión es una de las grandes características de esta disciplina, pues la arteterapia proporciona muchas formas de expresión más allá de la comunicación verbal. Mediante el arte los pacientes pueden expresar ideas, emociones, sentimientos y vivencias alejándose de la comunicación verbal. Lo cual es muy beneficioso para aquellos pacientes sin lenguaje verbal o aquellos que presenten dificultades en el lenguaje (Anastasiou, 2021). Así pues, la arteterapia explora la expresión no verbal y a través de ella posibilita indagar en los pensamientos, emociones y destrezas de cada individuo. El aprendizaje experiencial es otra de las características de la arteterapia, este tipo de aprendizaje se basa en un proceso que implica la experiencia directa y la reflexión para aprender, centrándose en la práctica más que los conocimientos teóricos. Por lo tanto, la arteterapia utiliza técnicas artísticas y/o creativas dónde los pacientes pueden vivir experiencias directas y significativas con un significado u objetivo concreto (Backos y Carolan, 2017). En la arteterapia el protagonismo del individuo lo es todo, los beneficiarios de esta disciplina siempre están en el centro de la práctica. Así, se trabaja desde un enfoque centrado en el individuo, a partir del cual cada paciente es único, con unas necesidades, ideas y experiencias únicas. Durante las prácticas arteterapéuticas esta individualidad siempre debe respetarse, traduciéndose en un proceso sin juicios y con una constante adaptación y escucha al paciente. Se anima a la toma propia de decisiones, se favorece la libertad creativa, se adaptan las prácticas a las necesidades y ritmos de cada paciente, se apoya actuando de guía, desde un segundo plano (Mesas, 2021). 6 También, el proceso creativo es una de las grandes claves dentro de la práctica de esta disciplina. Las prácticas arteterapéuticas no se enfocan en el resultado final de la creación artística ni en el valor estético del resultado final, sino que el valor real está en el mismo proceso creativo que experimentan los individuos mediante las actividades o los talleres. A través de la creación artística, los pacientes llevan a cabo su propio proceso de transformación personal, trabajando aquello que está planteado para cada uno y viviendo un proceso libre, donde el simple hecho de que se participe ya tiene valor y beneficio en sí mismo. En este sentido, el proceso creativo en la arteterapia se centra en el acto de creación y en cómo este acto se relaciona con las necesidades del paciente (Case y Dalley, 2014). Expresando el valor del proceso creativo y de la individualidad del paciente en una práctica concreta de arteterapia llevada a cabo en 2011, Ballesta, Vizcaíno y Mesas dicen así: Ofreciendo al creador la oportunidad de descubrir toda la gama de posibilidades creativas. Facilitando el acceso a un proceso creativo, donde puedan conectarse con aquello que les es propio: su propia subjetividad. Acompañando a los creadores en una búsqueda estética propia, donde ellos sean los protagonistas, capaces de guiar su proceso y tomar sus decisiones propias frente a la obra. Valorando y cuidando las creaciones como algo que está conectado íntimamente a su creador y que posee la facultad de comunicar aquello que le es propio. (p. 145) Siguiendo con el proceso creativo, es necesario profundizar en una serie de rasgos concretos de las prácticas arteterapéuticas. En primer lugar, dentro de la arteterapia es importante que las intervenciones se realicen en un ambiente seguro y tranquilo, que estimule la producción artística y que posibilite que cada individuo se sienta libre y tranquilo para desarrollar su acción, sin sentirse presionado ni juzgado por otros. En segundo lugar, es fundamental que las propuestas arteterapéuticas sean flexibles e inclusivas, para que todos los individuos puedan acceder a ellas y sentirse competentes. Pero también que sean actividades estructuradas y organizadas, que permitan dar respuesta a las necesidades de los pacientes. Y, se debe aprovechar todo lo que suceda en el proceso, tanto los elementos negativos como positivos deben integrarse como parte de la intervención (Bassols, 2006). Otro rasgo distintivo de este tipo de práctica, es que se configura como una terapia holística. La arteterapia enfoca la intervención desde la globalidad del individuo, incluyendo su cuerpo, su mente y sus emociones. Así, se rechaza la visión que se centra en un único elemento del individuo, sino que se considera al individuo desde todas sus partes, como un ser completo. De hecho, las intervenciones reconocen la interrelación entre cuerpo y mente, y siempre se abordan desde esta dualidad, conectando memoria y movimiento, emociones y creación, pensamiento y movimiento (Mesas, 2021). La práctica de la arteterapia puede darse de forma individual y colectiva, según las necesidades del paciente y del tratamiento; siendo también la flexibilidad una de sus grandes características. En el caso de la práctica individual, el individuo puede trabajar en un ambiente más íntimo con el terapeuta, incidiendo de forma más directa en sus necesidades y objetivos concretos. Pero, 7 por otro lado, la práctica de la arteterapia en grupo puede suponer un gran beneficio, ya que las prácticas arte terapéuticasrealizadas en grupos ofrece la gran oportunidad de compartir experiencias, sentimientos, vivencias y de aumentar los beneficios de esta práctica (Barbosa y Garzón, 2020). Cabe destacar el papel del acompañamiento en la arteterapia, como se ya ha comentado anteriormente en esta disciplina el protagonista siempre es el paciente o individuo, de modo que los arteterapeutas o profesionales que dirijan las prácticas simplemente acompañan y guían a los individuos en su proceso. Por consiguiente, se forma una relación de ayuda y acompañamiento mediante el proceso creativo del paciente, en la cual el profesional trata de dirigir y desencadenar la acción creativa del paciente. Este proceso siempre tiene lugar teniendo en cuenta las necesidades del individuo, y fijando objetivos para encaminar correctamente la práctica arteterapéutica, y que esta produzca la transformación que debe producir (Mesas, 2021). Y, por último las técnicas utilizadas en la arteterapia son diversas. Aunque por las características de esta disciplina la cantidad de técnicas utilizadas puede ser muy amplia y variar según el sujeto o grupo y las necesidades del mismo. Buchalter (2009) describe en Art Therapy Techniques and Applications aquellas técnicas que considera indispensables y comunes a la mayoría de prácticas de la arteterapia. Estas son: el dibujo, la pintura, el collage, la arcilla y el modelado, las marionetas, el mindfulness, actividades artísticas tecnológicamente asistidas, los murales, los contenidos multimedia y la creación de una exposición o estudio de arte. Respecto a los beneficios de esta disciplina, la arteterapia trabaja eficazmente el crecimiento personal en todos sus ámbitos, tanto emocional, como cognitivo y como físico. También se destaca el beneficio que ofrece la arteterapia para el desarrollo personal y añade también su utilidad para el desarrollo de la comunicación y de la autoconciencia, y sobre todo, que se configura como una herramienta complementaria en la mejoría de diferentes trastornos (Barbosa y Garzón, 2020). Además, García (2018) ofrece una lista de beneficios generales, entre los cuales se puede encontrar la liberación gracias a la expresión de las emociones, el trabajo de la autoestima y el autoconcepto y la efectividad a la hora de tratar trastornos. 3.2. Funciones cognitivas Valdizán (2008) define las funciones cognitivas como el resultante tempo-funcional por la interacción entre la interconexión dinámica de distintas estructuras cerebrales, genéticamente determinadas, con el entorno. Así pues, se considera funciones cognitivas a todos aquellos procesos mentales que permiten a los individuos interactuar con el ambiente, adquiriendo, procesando y comprendiendo la información. 8 Las funciones cognitivas pueden clasificarse en dos subgrupos: funciones cognitivas básicas y complejas. Es necesario clarificar que, existen diferentes formas de clasificación de los procesos cognitivos, pero en este caso, se ha seleccionado aquel ofrecido por Brusco (2018) en Salud Mental y Cerebro, pues es la clasificación más adecuada para el presente trabajo. De esta forma, se encuentran las siguientes funciones cognitivas, clasificadas en los dos grupos anteriormente explicitados: gnosias; atención; memoria; praxias, lenguaje y funciones ejecutivas. Por un lado, las funciones cognitivas básicas son los procesos cognoscitivos más elementales y necesarios, los cuales posibilitan los procesos más complejos o superiores (Roselli, 2002). En concreto, se señalarán tres funciones cognitivas básicas: las gnosias, la atención y la memoria. Las gnosias hacen referencia a la capacidad cognitiva de percibir, reconocer y almacenar la información que proviene de los sentidos: oído, vista, olfato, gusto y tacto. Y, las gnosias más relevantes para el cerebro humano en la adquisición de información son las gnosias visuales, auditivas o táctiles. En primer lugar, las gnosias visuales implican la visión en el reconocimiento y comprensión de diferentes objetos y/o formas. En segundo lugar, las gnosias auditivas reconocen y comprenden sonidos mediante el sistema auditivo. Y, en tercer lugar, las gnosias táctiles reconocen y comprenden objetos mediante el tacto. Cabe resaltar, la importancia de esta función cognitiva, pues son las que dan cabida a la percepción y por ende a todos los procesos cognitivos que la siguen. De hecho, cuando se produce una alteración que afecta a las gnosias de un individuo, a su capacidad de reconocimiento, la calidad de vida de ese individuo puede verse altamente afectada (Brusco, 2018). La atención es otra de las funciones cognitivas básicas, esta es la conciencia selectiva sobre una serie de estímulos concretos y seleccionados de todos los que reciben los sentidos, es decir, la atención actúa como filtro de todos los estímulos del entorno, poniendo el foco en aquellos que serán percibidos, dicha selección está influenciada por la capacidad y/o los recursos mentales a disposición en ese momento. Por consiguiente, se podrían determinar las siguientes funciones a la atención: regula la entrada de información y la dirige al próximo proceso cognitivo; focaliza la conciencia, filtra y desecha información; activa zonas del cerebro y posibilita la percepción, la memoria y el aprendizaje (Rivas, 2008). Por su parte, la memoria, se constituye como una función básica pero también como una de las funciones cognitivas más importantes en el procesamiento de la información y en la actividad intelectual. La memoria hace alusión a la capacidad cognitiva de almacenar información, así como de recuperarla posteriormente. Dentro de esta función cognitiva, se pueden encontrar diferentes subtipos de memoria, concretamente, una clasificación según el tiempo de almacenamiento y recuperación de la información: la memoria a corto plazo, a largo plazo y de trabajo (Brusco, 2018). La memoria a corto plazo hace referencia a la habilidad de retener información durante un período breve de tiempo, este puede ser de segundos o incluso milésimas de segundo, después 9 esa información se pierde o se transforma en otro tipo de memoria. Este tipo de memoria es muy efímera y puede sufrir intromisiones que pueden ser controladas a través de la repetición o la agrupación de la información. Por otro lado, la memoria a largo plazo, es la capacidad de almacenar información durante un período de tiempo extenso y duradero, puede ser días o años. Dentro de la memoria a largo plazo, se puede encontrar otra división, la memoria explícita, aquella que retiene información de forma consciente, se tiene conciencia que se recuerda dicha información, por ejemplo, conceptos o eventos; y, la memoria implícita, se recuerda información, pero de forma inconsciente, como son los hábitos. Y, la memoria de trabajo, hace referencia a la habilidad de retener información de forma temporal para llevar a cabo otra tarea cognitiva. Así, es fundamental para tareas que implican la manipulación activa y consciente de la información (Alaniz et al., 2022). Por otro lado, las funciones cognitivas superiores aluden a los procesos cognitivos complejos, posibilitados por las funciones cognitivas básicas, y las cuales demandan de un mayor control y regulación. Además, estas funciones se desarrollan a lo largo de toda la vida, dando cabida a la mejora mediante la práctica y experiencia. En este caso, se presentan las siguientes funciones cognitivas superiores: las praxias, el lenguaje y las funciones ejecutivas. Las praxias hacen referencia a la capacidad para generar y ejecutar de forma precisa una acción motora aprendida y voluntaria. Además, se caracterizan por la conexión con otros procesos cognitivos y motores (Brusco, 2018). Un ejemplo de praxia, es la acción de atarse los cordones, pues se requiere de movimientos coordinados, como hacer un nudo o apretar los lazos, y estos movimientos solicitan de otros procesos como la planificación,la coordinación y la comprensión espacial. Por su parte, el lenguaje se refiere a la producción y comprensión de comunicación a través de signos lingüísticos, pueden ser sonidos y palabras, pero también gestos. Debido a los diferentes componentes del lenguaje, sintaxis, semántica y pragmática, no interviene una única área del cerebro, sino varias (Muminova, 2021). Asimismo, la relación entre el lenguaje y el pensamiento ha protagonizado uno de los grandes debates en la historia de la psicología y la filosofía. El objeto del debate ha sido y es si el lenguaje precede al pensamiento, o el pensamiento al lenguaje. A lo largo de la historia muchos intelectuales han tratado de dar respuesta a este dilema, algunos como Chomsky consideran al lenguaje un rasgo innato al ser humano y por tanto anterior al pensamiento; o Piaget, que defendía que el pensamiento nacía antes del lenguaje, y este era una consecuencia del primero (Oliveras, 2020). Y, por último, las funciones ejecutivas, las cuales se configuran como un conjunto de habilidades cognitivas que dirigen la acción hacia un objetivo, en concreto aquellos más complejos o que requieren de respuestas más originales. Estas habilidades generan, supervisan, 10 regulan, ejecutan y reajustan las acciones y conductas apropiadas para la consecución de una meta. Los objetivos a los que sirven, pueden ser de índole cognitivo o socio-emocional. Algunas funciones ejecutivas son la flexibilidad cognitiva, la inhibición, la planificación, la memoria de trabajo, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Todas estas habilidades son necesarias para la actividad cotidiana y la ejecución de las tareas diarios, así pues, su deterioro puede ser significativo en la presencia de dificultades y trastornos (Verdejo- García y Bechara, 2010). 3.2.1 Evaluación de las funciones cognitivas La evaluación de las funciones cognitivas es el proceso que describe de forma detallada y concreta las funciones cognitivas de un individuo, y por tanto, permite definir el estado de estas. En dicha evaluación también se tiene en cuenta las afecciones o trastornos del paciente que hayan podido afectar a su actividad cognitiva y los tratamientos que anteriormente haya llevado a cabo. Y, es llevada a cabo por profesionales de la salud mental, como psicólogos, psiquiatras o neuropsicólogos, pero también por psicopedagogos (Lanzagorta, 2018). Según Muñoz, Céspedes y Tirapu (2001), los objetivos de la evaluación de las habilidades cognitivas son: - Descripción detallada de una lesión cerebral u otra patología en cuanto a sus efectos en las funciones cognitivas. - Proporcionar un diagnóstico más preciso en determinadas enfermedades y trastornos, especialmente en aquellos en los cuales las alteraciones cognitivas no pueden reconocerse a través de técnicas de neuroimagen. - Diseño de un plan de intervención individualizado, teniendo en cuenta tanto las limitaciones como las fortalezas de cada una de las diferentes funciones cognitivas. - Definición del progreso del individuo y calificación de los tratamientos. - Reconocimiento del pronóstico del individuo a corto y largo plazo. - Valoración del deterioro cognitivo, a modo de diagnóstico que pueda servir para procedimientos legales. De una forma más concreta, Lanzagorta (2018), define como objetivos los siguientes: - Realizar un diagnóstico - Contribuir al diseño, cuidado y plan de un tratamiento. - Calificar la eficacia de una técnica terapéutica. - Ajustar planes escolares. - Llevar a cabo programas de rehabilitación y/o estimulación cognitiva. - Ofrecer información legal. 11 A su vez, la evaluación de las funciones cognitivas se compone de diversos elementos o pasos, no se utiliza un único instrumento de recogida de la información. De esta forma, el primer paso o procedimiento que se lleva a cabo es la revisión de informes previos, así pues, se trata de conocer el historial del individuo para identificar anteriores patologías y el posible origen de la alteración cognitiva. Después, se procede a la entrevista con el individuo, sus familiares y/o personas de interés en la evaluación, como miembros de la comunidad educativa a la que pertenece. Aunque se aun instrumento sencilla, la entrevista es uno de los medios más importantes para la obtención de información. Además de la historia del individuo permite obtener variables mediadoras como la edad, la escolaridad o situación laboral y el funcionamiento antes de la afección. Estas variables son claves para posteriormente interpretar los resultados de otros instrumentos, como los tests. La entrevista también permite conocer la situación actual del paciente, los problemas específicos que detecta, cómo influyen estos en su actividad cotidiana y el autoconocimiento de las limitaciones y fortalezas. Otros de los pasos en la evaluación neuropsicológica, es la utilización de técnicas de neuroimagen. Estas tienen como objetivo estudiar la anatomía, la estructura cerebral, la fisiología y función cerebral; y son especialmente útiles para detectar lesiones cerebrales (Tirapu, 2007). Y, por último, las pruebas neuropsicológicas, tanto su realización como su selección e interpretación. Dependiendo de las necesidades y características del individuo serán seleccionadas unas pruebas u otras, pero, de cualquier forma, es fundamental la validez y sensibilidad de las mismas. Podríamos clasificar las pruebas neuropsicológicas en escalas breves, baterías neuropsicológicas generales y tests específicos (Lanzagorta, 2018). En la figura 1 se expone una correlación entre pruebas de evaluación neuropsicológica y las funciones a las que evalúan. 12 Figura 1. Pruebas de evaluación neuropsicológica. Nota. Reproducido de “La evaluación neuropsicológica” (p.199), por J, Tirapu, 2007, Intervención Psicosocial, 16 (2), 189-211. En resumen, la evaluación de las funciones cognitivas es un proceso muy importante para definir el estado de las habilidades cognitivas de un individuo. Puede ser útil para el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones médicas y para identificar las áreas en las que una persona necesita ayuda y tratamiento. 13 3.3. Función motora La American Physical Therapy Association (APTA) define la función motora como la capacidad de demostrar o aprender destreza en el inicio, mantenimiento, alteración y regulación de posturas y patrones de movimiento voluntarios. Así, la APTA configura “la función motora” como una categoría de medición del control motor, teniendo en cuenta todas las estructuras neuromusculares que intervienen en este proceso. La función motora implica al sistema muscular y esquelético, pero también al sistema nervioso central, ya que el cerebro es el que coordina y dirige los movimientos, y los músculos ejecutan el trabajo físico mediante la contracción muscular. De forma que, el sistema nervioso central manda una señal eléctrica la cual provoca una reacción en las células musculares que finaliza en la contracción necesaria para el movimiento (Andreu y Romero, 2021). Dentro de la función motora, se pueden encontrar dos tipos diferenciados de motricidad, diferencia especialmente importante en el desarrollo motor de las primeras edades, la motricidad gruesa y la motricidad fina. Por un lado, la motricidad gruesa se refiere a los movimientos musculares generales del cuerpo, es decir, las habilidades motoras que emplean los grandes músculos del organismo para efectuar movimientos grandes (Quiguanás, 2018). Algunos ejemplos de motricidad gruesa son movimientos como caminar, saltar, correr, lanzar un objeto, sentarse o estar de pie. Además, este tipo de motricidad también involucra la coordinación, la locomoción y el salto, como aspectos esenciales para que se produzca una acción muscular correcta. Y, en el desarrollo de la motricidad gruesa, cobra especial importancia la actividaden espacios abiertos y áreas verdes, donde se permita a los individuos explorar sus habilidades motrices gruesas. No obstante, el desarrollo y fortalecimiento de estas también se puede dar en espacios cerrados, pero se requiere un análisis funcional de las necesidades y recursos y una planificación cuidadosa (Jímenez y Romero, 2019). Por otro lado, la motricidad fina implica el uso del control motor fino, es decir, los movimientos de la motricidad gruesa se refinan en movimientos más pequeños y precisos. En la motricidad fina está involucradas destrezas como la manual, la coordinación ojo-mano, y la habilidad de manipular objetos de forma precisa. Algunos ejemplos son escribir, recortar con tijeras, abrocharse botones, dibujar, colorear, ensartar cuentas en un hilo o construir con bloques pequeños. Dichas habilidades se adquieren a la vez que el sistema neurológico va madurando; así pues, el control de la motricidad fina en el individuo, en concreto en el niño o niña, es un suceso muy importante que se va desarrollando desde los seis meses hasta los seis años, a través del tiempo, la experiencia y la estimulación (Quiguanás, 2018). Aunque ya se ha mencionado en varias ocasiones el control de movimiento, es necesario profundizar en este concepto. Para controlar el movimiento intervienen multitud de 14 mecanismos cognitivos, que se coordinan con los músculos, articulaciones y huesos del cuerpo humano para generar movimiento. El órgano principal que guía y dirige el movimiento, de igual forma que las otras funciones del cuerpo, es el cerebro. En concreto, la capa externa del cerebro, la corteza cerebral, es la encargada de planificar, iniciar y controlar el movimiento. Además, la corteza motora o área 4 de Brodmann, es la encargada de enviar señales que generan movimiento preciso y controlado. En la precisión del movimiento también interviene en cerebelo, ubicado en la base del cerebro, este utiliza la información que recibe sobre el cuerpo para perfeccionar, ajustar y controlar los movimientos. Y, por supuesto, el sistema nervioso periférico, que actúa de puente entre el sistema nervioso central y los músculos, articulaciones y huesos (Aivar, 2018). Por tanto, el movimiento no puede entenderse sin el aspecto cognitivo, ambos se interrelacionan y necesitan entre sí. De hecho, el gran Jean Piaget (1978) expone la teoría de la equilibración de las estructuras cognitivas, según la cual el desarrollo cognitivo se produce a través de un proceso donde se equilibran las estructuras ya existentes con las nuevas experiencias e informaciones del entorno. Así, intervienen dos subprocesos: la asimilación, referido a la integración de nueva información en los esquemas cognitivos ya existentes; y la acomodación, implica que los esquemas ya existentes se adecuen y reconfiguran en función de la nueva información o experiencias. Este proceso de equilibración se aplica a todos los ámbitos del desarrollo, incluido el motor, cuando los niños y niñas se exponen a desafíos motores, situaciones que requieren de habilidades motrices que todavía no tienen adquiridas, se produce un desequilibrio que conduce a iniciar el proceso de equilibración motor. Así, mediante la asimilación y la acomodación, se van formando nuevas habilidades motoras que den respuesta a las necesidades del entorno. Un ejemplo de ello, puede ser el paso de caminar a correr, el niño o niña siente esa necesidad, ese desafío motor, lo que le conduce a desarrollar la habilidad de correr (Castañer y Camerino, 2006). En relación, con esta dimensión cognitiva-motora del movimiento y de la función motora encontramos una gran disciplina, la psicomotricidad. Muchos intelectuales han dado forma al concepto de psicomotricidad, pero para definirla podemos acotarlo al proceso que experimenta un individuo durante su desarrollo físico, psíquico e intelectual a través de la función motora, del movimiento. Por tanto, el objetivo final de esta disciplina es promover el desarrollo íntegro del individuo por medio del movimiento, incluyendo no sólo la dimensión cognitiva y motriz sino también la afectiva y comunicativa (Lalama y Calle, 2019). Respecto a los fundamentos o características de la psicomotricidad, uno de los principales es la vinculación de la mente y del cuerpo, como ya hemos mencionado, la psicomotricidad reconoce al individuo de forma holística, trabajando a la vez las áreas cognitivas, afectivas y motrices. También, desde esta disciplina se reconoce la individualidad de cada persona y su papel activo dentro de su propio desarrollo psicomotor. Por consiguiente, este proceso de desarrollo suele darse mediante técnicas activas, como puede ser el juego (Bernate, 2021). 15 León, Mora y Tovar (2021) especifican 4 habilidades básicas que trabaja la psicomotricidad: el dominio corporal, el equilibrio, los reflejos y la lateralidad. Además de estas, de la psicomotricidad se derivan tres grandes ramas: la perceptomotricidad, hace referencia a la conciencia corporal, a la coordinación y a las sensaciones; la ideo-motricidad, implica las habilidades simbólicas en cuanto a la dirección y control de los movimientos según el conocimiento ya almacenado; y la sensomotricidad, que se refiere a la capacidad sensitiva, como el cuerpo se relaciona con los estímulos del exterior. También, destacan tres ámbitos de actuación de la psicomotricidad: en la escuela, en los procesos terapéuticos y en la prevención. En lo que refiere al aspecto educativo, la psicomotricidad cobra especial importancia en las aulas de educación infantil y primaria, donde se prioriza el trabajo psicomotriz para desarrollar capacidades y habilidades, para prevenir dificultades de aprendizaje y para dar respuesta a necesidades educativas especiales. En el ámbito terapéutico, muchos tratamientos de lesiones cognitivo-motrices o procesos de rehabilitación se enfocan desde esta disciplina, pues representa un enfoque metodológico altamente eficiente. Y, desde su aspecto más preventivo, la psicomotricidad puede detectar, prevenir y tratar trastornos tanto motrices, como psicológicos como emocionales (Arnaiz, Rabadán y Vives, 2008). 3.3.1 Evaluación de la función motora La evaluación de la función motora se refiere al proceso mediante el cual se miden y analizan las habilidades motrices de un individuo, determinando su nivel de desarrollo, su capacidad y también posibles déficits o trastornos. Llevar a cabo una evaluación motriz es fundamental para poder detectar dificultades y diseñar un plan de intervención o tratamiento adecuado (Giraldo, 2020). Evaluar las habilidades y capacidades motrices de un individuo tiene cuatro objetivos principales, según Monge y Meneses (2002). 1. Identificar el estado actual del individuo, así como su evolución y desarrollo motor. Se trata de conocer el nivel de desarrollo de la función motora de una persona, teniendo en cuenta sus características personales, como edad, etapa de desarrollo y antecedentes clínicos. 2. Comprender los procesos motores de un individuo, para poder descubrir que es lo que influye en sus respuestas motoras y en los posibles déficits o trastornos. Así, se pueden diseñar planes terapéuticos más ajustados a las necesidades del individuo y más eficientes para la mejora del mismo. 3. Definir qué pautas de intervención deben seguirse, para poder mejorar el estado de la función motora de un individuo o el plan de intervención que ya se le había asignado. Así, consiste en enfocar de forma más adecuada la actuación pedagógica que se está llevando a cabo. 16 4. Ser consciente de las situaciones motrices que experimenta un individuo, compararlas con las normativas a su edad cronológica y definiendo el nivel de eficacia de su funcionamiento psicomotor. Con respecto al examen motor en sí, el proceso debe incluir una primera fase de observación del paciente, su postura, sus posiciones, la coordinación de susextremidades, los movimientos básicos, etc. Dicha observación debe incluir también una entrevista personal donde se pueda conocer la historia clínica del individuo, así como la escolar y personal. Después, debe hacerse una revisión de los sistemas de evaluación en función de las características y necesidades del individuo, con el fin de escoger aquellos que más se adecuen. Y, por último, la aplicación de los test y medidas para poder definir el estado de la función motora de un individuo y poder diagnosticar trastornos (Giraldo, 2020). Es importante añadir, que hay que tener en cuenta los factores que pueden alterar o influir en la función motora, y, por ende, en la evaluación de esta. Estos factores pueden ser algunos como el estado emocional del individuo, su excitación, nerviosismo, el grado de visión, la comunicación, su participación en las pruebas, influencia de tratamientos farmacológicos, etc. En conclusión, la evaluación de la función motora es una herramienta fundamental para el correcto desarrollo de la función motora, pues permite identificar trastornos, conocer las capacidades y limitaciones de un individuo, y elaborar un plan de mejora o tratamiento adecuado y eficaz para cada individuo. 3.4. Programas de intervención sobre estimulación cognitiva-motriz En primer lugar, un programa de intervención es un conjunto de acciones orientadas a solventar dificultades, necesidades especiales y/o trastornos. Pueden estar orientados a promover el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales y sociales, así como a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se caracterizan por una serie de aspectos fundamentales, uno de ellos es el análisis del contexto y la identificación de necesidades, para ello se ha de tener en cuenta a los destinatarios, las características de su contexto y los agentes implicados. Otro de los aspectos fundamentales son el establecimiento de objetivos, ya sea generales o específicos se diseñan según las necesidades identificadas; por ende, alcanzar un objetivo es satisfacer una necesidad. Una vez los objetivos están fijados se diseña y planifica el programa, es decir, las actividades, las estrategias, con los beneficiarios y el resto de agentes implicados, los recursos que se necesitarán y los sistemas de evaluación que se emplearán. Después, se ejecuta el programa siguiendo una temporalización determinada y siguiendo las actividades programadas. Por último, se lleva a cabo la evaluación del programa, referida a la valoración 17 del proceso y eficacia del programa, determinando en qué medida se han logrado esos objetivos (Matas, 2007; Sanchiz, 2008). A lo largo de las últimas décadas, se han publicado muchos estudios sobre programas de estimulación cognitivo-motriz y otras intervenciones en estas áreas de conocimiento. Ha sido seleccionadas algunas de ellas, Lago, Pizarro y Fuentes (2019); Mota y Solí (2022); Pozo y Fonseca (2021) y Posso et al. (2022), para extraer los siguientes aspectos básicos y comunes a los programas de estimulación cognitivo-motriz: - Actividades cognitivas y motrices. Cualquier acción dentro del programa se aborda desde esta dualidad de áreas, así pues, todos los ejercicios y actividades trabajan las funciones cognitivas y la función motora de una forma integrada y coordinada. - Individualización. Los programas se diseñan específicamente para un individuo o grupo de individuos concreto, teniendo en cuenta sus necesidades, sus historias personales y clínicas y sus capacidades. Con ello se consiguen programas más ajustados a las necesidades de los individuos y actividades adaptadas a sus limitaciones y fortalezas. - Ritmo gradual. Los programas incluyen diferentes dificultades y retos para el beneficiario, de forma que se comienza desde lo más conocido o simple y después gradualmente se aumenta la dificultad para que se produzca una mejora en las condiciones del participante. - Persistencia. Los programas deben tener una duración que permita su correcta implementación. Además de la duración total del programa también es importante la regularidad de las sesiones o actividades. - Ejercicios variados y activos. Las actividades incluyen una amplia variedad de técnicas, temáticas y desafíos. Pueden usarse juegos, movimientos, danzas, teatros, manualidades, técnicas más concretas, etc. Así pues, la metodología de la intervención debe siempre incluir una ejecución motriz que implica la activación de procesos cognitivos. Aunque, la clave no se encuentra en el tipo de actividad sino en las tareas que involucra, es beneficioso que las actividades eviten estereotipos y prejuicios, impliquen respuestas de carácter espontáneo, planteen situaciones que deban resolverse con una respuesta motriz y cognitiva, se produzcan interacciones entre el sujeto y el medio y la automatización debe tener un papel reducido. Además, la naturaleza de las actividades debe ser cognitivo-motriz, novedosa, con cometidos explícitos, crear un sistema conceptual nuevo y estar enfocadas al cambio en la motricidad y funciones cognitivas del individuo (Pradillo, 2015). 18 4. Programa de intervención 4.1. Introducción Según el INE, en 2021 más de 13 millones de personas estuvieron hospitalizadas en España con una estancia superior a 31 días, en concreto, alrededor de 6 millones durante más de seis meses. Por tanto, en España millones de personas pasan un período de tiempo extenso en estancias hospitalarias, período el cual puede ser solitario y triste; durante el cual se enfrentan a desafíos físicos, cognitivos y emocionales, que sin duda afectan a su bienestar general y a su calidad de vida. Por supuesto, estos pacientes reciben a diario ayuda y cuidado del personal sanitario para poder experimentar una mejoría próxima y poder volver a la normalidad lo más rápido posible. No obstante, en ocasiones los pacientes necesitan actividades más allá del ambiente clínico, espacios donde se siga trabajando por su recuperación; pero también donde se evadan de los largos informes médicos, de las consultas, medicamentos e operaciones y conecten con ellos mismos, con sus fortalezas y con la creatividad y el arte. Para dar respuesta a estas necesidades, se ha diseñado el siguiente programa de estimulación cognitiva-motriz en adultos hospitalizados mediante la arteterapia. Este programa plantea una intervención en el ámbito psicopedagógico no formal, en concreto en el contexto hospitalario con pacientes adultos, a través de actividades artísticas basadas en la arteterapia y con objetivos cognitivos y motrices. Así pues, el programa tiene como finalidad principal trabajar las funciones cognitivas y motoras de los pacientes durante su período de hospitalización. Y para estimular dichas capacidades motrices y cognitivas el programa emplea actividades basadas en la arteterapia. Otra finalidad derivada de la anterior, es mejorar la calidad de vida y promover el bienestar de estas personas durante su estancia en el hospital, por ello las actividades no sólo estarán enfocadas a la estimulación cognitivo-motriz sino también y de igual forma en crear un entorno de trabajo seguro y tranquilo que impulse el aprendizaje y el esfuerzo desde el entretenimiento y la diversión y a mejorar la autoestima y el estado de ánimo de los pacientes. 4.2 Objetivos Respecto a los objetivos de este programa, se han establecido en objetivos generales y objetivos específicos. 19 Los objetivos generales son: - Favorecer el desarrollo de las funciones cognitivas de adultos hospitalizados con deterioro cognitivo y psicomotriz, a través del proceso creador posibilitado por la arteterapia. - Trabajar y mejorar la función motora y la psicomotricidad en personas adultas hospitalizadas, mediante propuestas basadas en la arteterapia. Y, los objetivos específicos: - Desarrollar las funciones ejecutivas y su aplicación en el desarrollode los talleres. - Crear un entorno de trabajo seguro y tranquilo que impulse el aprendizaje y el esfuerzo desde el entretenimiento y la diversión. - Mejorar la autoestima y el estado de ánimo de los adultos hospitalizados. 4.3. Análisis de necesidades Durante mis prácticas en una fundación, pude observar y aprender sobre tres colectivos en riesgo de exclusión social: personas mayores, personas con diversidad funcional y personas hospitalizadas. Pude experimentar la gran vulnerabilidad que sufren estos colectivos, y especialmente, la necesidad que experimentan de acompañamiento. En concreto, dentro del área hospitalaria, trabajábamos tanto con menores hospitalizados como con adultos; sin embargo, la diferencia entre ambos grupos era muy evidente. Más allá de la edad, me di cuenta de que los talleres, las actividades, los conciertos o las visitas eran sucesos habituales en los hospitales o áreas pediátricas, pero extraordinarios en la hospitalización de adultos, más aún, de adultos mayores. Esta fue una de las primeras necesidades que detecté, la falta de atención psicosocial y lúdica a los adultos hospitalizados. Como he mencionado, la fundación trabajaba ya con un colectivo de adultos hospitalizados, en un hospital de Madrid, realizábamos una actividad mensual, de una duración de 2 horas, en la cual realizábamos algún taller artístico. De las conversaciones informales con los enfermeros y celadores recibíamos un feedback muy positivo sobre las actividades en cuanto a los beneficios que experimentaban los pacientes, nos hablaban del trabajo de la motricidad, de su atención, de la memoria, de sus cambios en el estado de ánimo, etc. Entonces surgió la pregunta, qué pasaría si estas actividades tuvieran propósitos psicopedagógicos concretos, si se planificaran todas en torno a estos objetivos que ayudaran a mejorar la calidad de vida y el estado de salud de los pacientes, si se tuviera en cuenta sus gustos y necesidades y si se realizara un seguimiento y evaluación concreto. Pese a no tener la respuesta a esta pregunta, la hipótesis parecía estar casi confirmada, las actividades incrementarían notablemente su potencial para ser transformadoras en la vida de los pacientes. 20 De ahí nació el Programa de estimulación cognitivo-motriz para adultos hospitalizados mediante la arteterapia, del apoyo a un colectivo en riesgo de exclusión social y del deber, como psicopedagoga y ser humano, de dar una ayuda significativa y transformadora. 4.4 Contextualización y destinatarios La propuesta de intervención sería llevada a cabo en el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal. Está ubicado en Madrid, concretamente, entre los distritos de Timón y Barajas. Este hospital, de régimen público y por ende perteneciente al Servicio Madrileño de Salud, fue construido en 2020 con motivo de la pandemia por COVID-19. Así, hoy en día se define como centro sanitario que da apoyo al sistema de salud de la Comunidad de Madrid ante cualquier crisis sanitaria u otra necesidad. En la actualidad, la utilidad principal del hospital es la Unidad de Rehabilitación Funcional; unidad destinada a pacientes que han sufrido o sufren patologías, las cuales han provocado el desarrollo de secuelas que afectan notablemente a su calidad de vida y que requieren de cuidados multidisciplinares. Además, el hospital cuenta con cuatro pabellones; tres de ellos dedicados a la hospitalización y el último como pabellón de almacenamiento y logística; un edificio para usos sanitarios múltiples; una sede de coordinación de la Consejería de Sanidad y el Laboratorio Regional de Salud Pública. Por consiguiente, la mayoría de pacientes hospitalizados han sufrido patologías como ictus, infartos, cáncer, COVID-19 u otra enfermedad con graves secuelas para su salud. De forma generalizada, estas secuelas podrían resumirse en pérdida de motricidad fina, deterioro del lenguaje, desajuste de coordinación, dificultades para la atención y la memoria, así como deterioro del resto de funciones cognitivas. También presentaban secuelas en el ámbito emocional, como baja autoestima, aislamiento y soledad. Por tanto, los destinatarios de este programa presentan necesidades cognitivas, motoras, emocionales y de socialización. Cabe destacar que, aunque se emplee el término de adultos, la mayoría de los pacientes son adultos mayores, entre 60 y 90 años. Y, en casi la totalidad de los casos, están hospitalizados en un período de media o larga duración. Por lo que es común que muchos destinatarios tengan una asistencia continuada al programa. No es posible determinar el grupo exacto de destinatarios a los que va dirigido el programa, pues son actividades de libre asistencia. Por tanto, cada día el número de participantes puede variar, así como las necesidades y/o características de los mismos. No obstante, todos ellos pertenecen a la Unidad de Rehabilitación Funcional y por tanto presentan las características generales que han sido descritas con anterioridad. Aun así y según lo observado con las experiencias anteriores en este centro, se estima un número máximo de 25 participantes y mínimo de 10; y también se esperan edades mayores. De esta forma, debido a la alta 21 variabilidad del grupo, se requerirán propuestas muy inclusivas y adaptables para todos los participantes. Es necesario contextualizar también la organización social en la cual se enmarca este programa. Como se ha comentado en el análisis de las necesidades, este programa surge de la actividad cotidiana de una fundación en este mismo hospital. La fundación, en concreto, es la Fundación TALENTO - MCR Acción Solidaria, una entidad que desde el 2015 trabaja con personas con diversidad funcional, personas mayores en residencias y menores y adultos hospitalizadas. El objetivo o misión de la fundación es mejorar la calidad de vida de estos colectivos en riesgo de exclusión social, ofreciendo actividades y espacios donde puedan explorar su creatividad y talentos al mismo tiempo que se evaden de su situación personal. La fundación fue creada a partir de la compañía MCR International, una consultora de recursos humanos, y aunque esta tiene sede en varias ciudades, la fundación cuenta con una única sede ubicada en Madrid. Aparte de la sede, la fundación se puede también ubicar en los distintos sitios con los que colabora. Actualmente, la fundación ofrece su ayuda y tiempo a un total de 10 centros repartidos por toda la Comunidad de Madrid. Más específicamente, tres hospitales en Madrid, dos residencias de mayores en Boadilla del Monte, dos centros de personas con diversidad funcional en Pozuelo de Alarcón, un centro de día para personas con diversidad funcional en Majadahonda y diferentes centros de día y residencias para personas con diversidad funcional de la mano de la Fundación ANDE. Para que la fundación pueda llevar a cabo su labor es fundamental la acción de los voluntarios. Dentro del grupo de voluntariado, se puede encontrar una distinción: voluntarios universitarios y voluntarios generales. Los voluntarios universitarios son alumnos de diferentes universidades de la Comunidad de Madrid, con las cuales la fundación tiene convenio. En concreto, hay una universidad que tiene como parte de su programa académico la acción social, y todo el alumnado, sea cual sea el grado que curse, debe realizar unas prácticas sociales. Así que, estos voluntarios tienen una asistencia muy regular y es un número alto. Por otro lado, los voluntarios generales son aquellas personas que deciden participar de forma altruista en las actividades que lleva a cabo la entidad, y su perfil puede ser muy variado en cuanto a edad y ocupación. 4.5 Metodología Con el objetivo de conseguir un programa de intervención efectivo, integral y transformador se utilizarán una serie de metodologías concretas: el constructivismo, el aprendizaje cooperativo y la implicación de las familias.La metodología principal de esta propuesta es el constructivismo, teoría pedagógica según la cual el aprendizaje es construido activamente por los sujetos mediante la interacción con el entorno. Por lo tanto, en esta construcción de conocimiento intervienen los conocimientos previos, pues los sujetos interpretan e integran los aprendizajes en sus redes de conocimiento. 22 El constructivismo aplicado se traduce en propuestas activas que posibiliten entornos de aprendizaje participativos, donde se tome en cuenta la individualidad de cada sujeto y su papel activo en la construcción del conocimiento (Carretero, 2021). Así, el constructivismo será aplicado de forma integral en la totalidad del programa, pues las características de este hacen del constructivismo la metodología adecuada. Debido a la diversidad de pacientes, con una gran variedad de condiciones personales, la acción pedagógica debe ser enfocada desde la individualidad del aprendizaje y el papel de cada uno en este. De esta forma, cada paciente podrá experimentar un aprendizaje muy diferente al resto, porque siempre se partirá de sus condiciones personales, de ningún modo se exigirá el mismo aprendizaje para todos. El aprendizaje cooperativo es otra metodología clave de este programa, pues estará presente en la totalidad de las actividades. Pese a tener en cuenta la individualidad de cada paciente y de sus condiciones personales, las actividades siempre serán grupales y fomentarán la interacción entre paciente-paciente y paciente-voluntario4. El motivo de incluir esta metodología es que el trabajo cooperativo, derivado de la interacción entre personas, enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje. Permite crear nuevas oportunidades para aprender, incrementa la aceptación entre iguales porque todos los miembros tienen la posibilidad de aportar, en definitiva, es beneficioso para obtener un aprendizaje en común de mayor calidad (Juárez et al., 2019). De esta forma, en las actividades se tratará de crear espacios comunes de aprendizaje, donde se puedan compartir vivencias, consejos y enseñanzas; lo cual será beneficioso para el estado físico del paciente, pero sin duda lo será aún más para su estado psíquico y emocional. A su vez, se impulsará la participación colectiva, así como la interdependencia positiva y la ayuda mutua en los diferentes talleres. Y, por último, ligado con este aspecto de ayuda y cooperativismo, encontramos la implicación de las familias. En muchas ocasiones estos pacientes se encuentran acompañados de familiares y/o amigos, como nietos, hijos, sobrinos, etc; y la participación de estos es altamente enriquecedora para el programa. Por un lado, pueden ser una fuente de información sobre el estado de los pacientes, su historia personal, sus condiciones antes de la lesión, en definitiva, pueden ofrecer información relevante para adaptar más el programa a cada participante. Por otro lado, las familias son una fuente de apoyo y bienestar para el paciente, por lo que su presencia en la actividad y el taller puede ofrecer confianza y seguridad, creando un espacio más tranquilo y con más posibilidades de mejora para el participante. Asimismo, las familias pueden aprender de las prácticas que se llevan a cabo y luego retomarlas una vez el paciente haya sido dado de alta y se encuentre en el domicilio. 4 Incluyendo también a las personas responsables del programa. 23 4.6 Recursos Para implementar este programa de estimulación cognitivo-motriz en adultos hospitalizados mediante la arteterapia, se necesitan de una serie de recursos que permitan desarrollar las actividades y poder conseguir los objetivos establecidos. Concretamente, se requieren de recursos personales o humanos, recursos materiales y recursos espaciales. En primer lugar, como recursos personales se necesita de personal capacitado y personal de apoyo para poder desarrollar el programa. Por un lado, es indispensable que los responsables del programa sean personas formadas en el área de la psicopedagogía, o campos similares cómo el educativo o el psicológico. A su vez, sería altamente beneficioso que dichas personas también estuvieran formadas o tuvieran experiencia en las prácticas arteterapéuticas, pues en este caso, el programa podría aplicarse de una forma mucho más efectiva. Esta parte del personal, más formado y experimentado es el que coordinará y dirigirá al programa, y el que guiará al personal de apoyo. Por otro lado, el personal de apoyo, refiriéndose a voluntarios y voluntarias, ya que este programa está enmarcado en la actividad de una fundación es una pieza fundamental de la propuesta. Aunque lo ideal sería que los voluntarios y voluntarias ya hubiesen tenido una experiencia previa de acción social con este colectivo, o con las prácticas arteterapéuticas, no es un requisito. De esta forma, cualquier persona con iniciativa, compromiso y responsabilidad puede unirse al programa, siempre, por supuesto, supervisado por el personal capacitado que guiará y orientará al voluntariado. Con el objetivo de estimar un número adecuado de voluntarios y personal responsable, para implementar el programa de la forma más adecuada posible sería necesario un mínimo de 5 voluntarios y 2 personas responsables o capacitadas. Y, entre el personal capacitado y el personal de apoyo es necesario hacer hincapié en el personal sanitario. Pese a no ser un recurso necesario para llevar a cabo el programa, más allá del acuerdo de colaboración inicial y la evaluación, es altamente beneficioso tratar de crear vínculos con los enfermeros y celadores, pues además de estar presentes en las actividades, estos serán los que puedan ofrecer información sobre el estado de los pacientes y sus capacidades. En segundo lugar, los recursos materiales se centrarán en el abastecimiento del material de cada una de las actividades del programa. Por tanto, el material consistirá en su mayoría de material artístico, como pintura, tijeras, cartulinas, pinceles, pegamento, etc. Además, es imprescindible que todo el material sea seguro y adecuado para el uso del mismo en el entorno hospitalario. En tercer lugar, los recursos espaciales hacen referencia a los lugares dónde se desarrollará el programa. Para llevar a cabo las actividades planificadas en el programa se requiere de un espacio físico adecuado, es decir, amplio, seguro y accesible para todos los pacientes, haciendo especial hincapié en aquellos con movilidad reducida que necesitan de una silla de ruedas. En este caso, el programa se desarrollaría en una zona multifuncional en uno de los pabellones del 24 hospital, es una zona amplia, cerca de grandes ventanales y que cuenta con grandes y alargadas mesas de madera. 4.7 Temporalización y cronograma El programa de estimulación cognitivo-motriz para adultos hospitalizados mediante la arteterapia tiene una duración de cuatro meses. Teniendo en cuenta el calendario escolar, podría ubicarse en el primer trimestre, de forma que, se desarrollaría desde septiembre a diciembre del 2023. La frecuencia de las sesiones sería quincenalmente, cada dos semanas, debido a cuestiones organizativas del hospital y de la fundación. Con un total de 9 sesiones a lo largo de todo el programa. Y, la duración de cada una de las sesiones es de dos horas. Respecto al horario, este será de 18.00 a 20.00. A continuación, se ofrece el cronograma de las sesiones: Distribución temporal Sesiones Duración Septiembre 5/09/2023 Sesión 1: Nos presentamos mediante el arte 2 horas 19/09/2023 Sesión 2: Creamos un zoo con material reciclado 2 horas Octubre 3/10/2023 Sesión 3: Los miedos se pueden moldear 2 horas 17/10/2023 Sesión 4: Un collar muy especial 2 horas 31/10/2023 Sesión 5: ¡Menudas máscaras! 2 horas Noviembre 7/11/2023 Sesión 6: Collage de recuerdos 2 horas 21/11/2023 Sesión 7: Calcetín parlanchín2 horas Diciembre 5/12/2023 Sesión 8: ¡Llega la navidad! 2 horas 19/12/2023 Sesión 9: Bolas de navidad llenas de cariño 2 horas 25 4.8. Desarrollo de la propuesta En este apartado se va a exponer el desarrollo de la propuesta mediante las diferentes sesiones a realizar; cada sesión se muestra en forma de tabla para exponer con claridad el contenido de la misma. Sesión 1: Nos presentamos mediante el arte Fecha 5 de septiembre de 2023 - 05/09/2023 Objetivos - Realizar una creación que mediante la expresión artística defina a los pacientes. - Trabajar la motricidad fina, la pinza, la atención y la concentración. - Expresar y comunicarse con el resto de participantes. Contenidos Funciones ejecutivas: planificación y composición; atención, concentración; dibujo; expresión creativa y comunicación oral. Temporalización Actividades Actividad introductoria La sesión iniciará con una presentación del programa, de las personas responsables y de los objetivos. También se hará una ronda de nombres, edad y lugar donde nacieron los pacientes. Y, se explicará la actividad principal. 20’ Actividad principal En una cartulina A4 los pacientes deberán realizar una creación artística que defina quiénes son, las técnicas, materiales y contenidos son totalmente libres. 70’ Actividad final Cada uno de los pacientes explicará sus creaciones y el porqué de estas, qué es lo que les define de la creación, por qué han utilizado los materiales elegidos y cómo se han sentido en el proceso. 30’ Atención a la diversidad El tiempo de la actividad es amplio, para respetar el ritmo de cada paciente, aquellos con una motricidad fina más dañada pueden hacer uso de pegatinas y diferentes texturas de papel y también los voluntarios estarán dispuestas a ofrecerles ayuda con el dibujo de algún elemento. Recursos Cartulinas blancas A4 y material artístico (pinturas, pinceles, lápices, purpurina, pegatinas, fieltro, papel de seda, lápices, pegamento, etc). 26 Instrumentos de evaluación Se evaluará con una rúbrica de observación directa y un cuaderno de registro de asistencia y participantes. Sesión 2: Creamos un zoo con material reciclado Fecha 19 de septiembre de 2023 - 19/09/2023 Objetivos - Estimular la fuerza y precisión de la motricidad fina. - Fomentar la creatividad y sentido artístico. - Trabajar la invención de historias secuenciadas. Contenidos Acciones que implican la motricidad fina: cortar, pintar, ensartar, pegar; expresión creativa, narración y el lenguaje. Temporalización Actividades Actividad introductoria En el caso de contar con nuevos pacientes se dedicará un tiempo de inicial de presentación, seguidamente se presentará la actividad a realizar especificando todas las instrucciones. 15’ Actividad principal Con platos de cartón los pacientes deberán crear diferentes animales, como medusas, pájaros, peces, etc. La elección del animal es libre, pero se darán opciones y ejemplos para facilitar la tarea. Se deben crear al menos dos animales. 80’ Actividad final Una vez cada paciente tenga acabados los animales deberá inventar y contar una historia con ellos al resto de compañeros. Esta actividad puede realizarse individualmente, por parejas o en grupos, a elección de los participantes. 25’ Atención a la diversidad El tiempo de la actividad es amplio para respetar el ritmo de cada paciente, aquellos con más dificultades en tareas como cortar pueden ser ayudados de familiares y voluntarios. Para aquellos que les sea más fácil inventar y narrar una historia pueden hacerlo en grupo o incluso ayudados por familiares y voluntarios. Recursos Platos de cartón, cartulinas de colores, rotuladores, lápices, pegamentos y tijeras. 27 Criterios e instrumentos de evaluación Se evaluará con una rúbrica de observación directa y un cuaderno de registro de asistencia y participantes. Sesión 3: Los miedos se pueden moldear Fecha 3 de octubre de 2023 - 03/10/2023 Objetivos - Desarrollar la motricidad fina. - Trabajar la estimulación sensorial - Expresar sentimientos y fomentar el desarrollo emocional. Contenidos Movimientos motrices finos (amasar, moldear, cortar), identificación de los miedos y temores y expresión de los mismos. Temporalización Actividades Actividad introductoria Breve espacio de tiempo para compartir vivencias de la semana, para que los pacientes hablen entre ellos y si hay alguno nuevo puedan conocerse y presentarse. Seguidamente, se realiza una introducción explicativa de la actividad que vamos a realizar. 15’ Actividad principal La actividad consiste en representar los miedos que tenemos con distintas piezas de plastilina. Se divide en 3 partes: - Identificación de los miedos. Se pondrá una música tranquila, e intentando crear el mayor silencio posible en la sala, los pacientes deberán tratar de cerrar los ojos y concentrarse en sus miedos, en aquello a lo que temen, o a lo que han temido y han superado. - Representación de los miedos. Ahora es el momento de dar forma a esos miedos, pueden utilizar toda la plastilina que precisen y los colores que ellos 90’ 28 elijan. - Reflexión y acción final. En esta parte invitamos a los pacientes a reflexionar sobre esos miedos, a verbalizar si todavía los sufren, y les invitamos a destruirlos, a aplastarlos, como metáfora de que pueden con ellos. Este último paso es opcional, se da valor a la decisión de cada paciente. Actividad final Se pone en común como se han sentido en la actividad y sus opiniones. 15’ Atención a la diversidad Los voluntarios estarán a disposición de los pacientes para acompañarles en el proceso y ayudar en el amasado. El tiempo de la actividad es muy amplio para adaptarse al ritmo y capacidad de cada paciente. Recursos Plastelina de diferentes colores, herramientas para cortar y dar forma a la plastilina y altavoz. Criterios e instrumentos de evaluación Se evaluará con una rúbrica de observación directa y un cuaderno de registro de asistencia y participantes. Sesión 4: Un collar muy especial Fecha 17 de octubre de 2023 - 17/10/2023 Objetivos - Desarrollo del pensamiento lógico, la discriminación visual y el pensamiento secuencial. - Potenciar la coordinación motora y la habilidad motriz fina. - Fomentar el trabajo en equipo. Contenidos Pensamiento lógico, discriminación visual, pensamiento secuencial, acciones que implican la motricidad fina (ensartar, cortar, pintar, coger con pinza, etc) y respeto y ayuda mutua. Temporalización Actividades Actividad introductoria Explicación de la actividad a realizar y presentación en el caso de que haya nuevos pacientes. 15’ 29 Actividad principal Los pacientes deben crear collares con macarrones de colores. El primer paso, es pintar macarrones de distintos colores. Una vez pegados y secos, se les dará una hoja impresa con una secuencia de colores, y por parejas, deberán tratar de crear esa secuencia de colores en el collar. Se puede ir añadiendo dificultad, haciendo memorizar los colores, etc. Finalmente pueden crear el collar que más les guste y quedárselo. 85’ Actividad final Compartir con los demás como se han sentido, si se han visto competentes si no, si les ha ayudado el trabajo en parejas, etc. 20’ Atención a la diversidad Hay macarrones de distinto tamaño para facilitar ensartarlos en el hilo, así como la posibilidad de pintar con pincel o con las manos. A su vez, el tiempo de la actividad es suficiente para adaptarse al ritmo de cada paciente, y la organización de la actividad por parejas facilita la tarea. Recursos Macarrones, pintura de dedos, pintura acrílica, pinceles, hilo y tarjetas de orden de colores. Criterios e instrumentos de evaluación Se evaluará con una rúbrica de observación directa y un
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