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1 Tema 19: Variación geográfica del español. La lengua española en América 1. Variedades geográficas del español La variedad geográfica o diatópica es la totalidad de rasgos lingüísticos (fonológicos, morfosintácticos y léxicos) que definen el español empleado por los hablantes de un área geográfica concreta. Estas variedades se llaman dialectos o hablas locales y son estudiados por la dialectología. Las variedades diatópicas van a dar lugar a dos tipos de dialectos: los dialectos históricos o romances, que proceden directamente del latín (asturleonés y navarroaragonés) y los dialectos meridionales, que proceden del castellano (andaluz, extremeño, murciano y canario). 1.1. Dialectos del latín 1.1.1. Asturleonés Dialecto romance que se hablaba en Asturias y el antiguo reino de León. Se extiende por Asturias, oeste de Cantabria, noroeste de León y algunos focos en Zamora, Salamanca y norte de Cáceres. Son variedades arcaizantes y diferenciadas entre sí. El bable asturiano es el de mayor coherencia y vitalidad. Se distinguen tres zonas: el bable occidental, oriental y central, siendo este último el que se ha tomado como norma para las otras variedades. Rasgos lingüísticos: cierres de vocales finales -e, -o en -i, -u (llobu); cambio de -as en -es (cases); mantenimiento de f- inicial (facer); diminutivo en -in, -ina (niñín); uso del posesivo con el artículo (la nuestra muyer). 1.1.2. Navarroaragonés Dialecto romance hablado en Navarra y Aragón. Absorción por parte del castellano más intensa aún que la del asturleonés. Conjunto de hablas muy diferenciadas entre sí, conservadas con cierta nitidez únicamente en los altos valles pirenaicos. La fabla es el aragonés unificado que se ha intentado difundir, con poco éxito. Rasgos lingüísticos: apócope de vocales -e, -o finales (tien); conservación de f- inicial (faba); mantenimiento de grupos pl-, kl-, fl- (flama); diminutivo en -ico (buenico). 1.2. Variedades o hablas del español 1.2.1. Variedades septentrionales Área geográfica donde nació y tuvo lugar la primera expansión (hasta el siglo XII) del castellano: antiguos reinos de León y Castilla. Variedad heterogénea. Rasgos lingüísticos: pronunciación de la -d final como -z (Valladoliz); distinción s / z (casar / cazar); articulación de la x como s (tasi); yeísmo (caye); adición de -s analógica a la 2.ª persona singular del pretérito perfecto (llegastes). 1.2.2. El andaluz La reconquista de Andalucía se llevó a cabo en dos períodos diferentes, dando lugar a dos zonas: la occidental, tomada en el siglo XIII por colonizadores de León y de Castilla, con capital 2 en Sevilla; y la oriental, conquistada en el siglo XV por gentes de Rioja y Aragón, con centro en Granada. El andaluz estándar se identifica con el habla culta de Sevilla. Rasgos lingüísticos: seseo y ceceo; aspiración de la -s final de sílaba o palabra (loh neneh); sonido ch pronunciado como sh (leshe); confusión de l y r implosivas (mi arma); pérdida de -d- intervocálica (hablao, marío); uso de ustedes por vosotros (ustedes llegan / llegáis). Léxico con bastantes arabismos (aljofifa, alcayata), y andalucismos (búcaro, pipirrana, pechada). 1.2.3. El canario Conquistadas las islas en el siglo XV por población procedente principalmente del sur peninsular. Fue zona de tránsito durante siglos entre América y Europa, lo que ha propiciado la entrada de americanismos y lusismos, y ha influido a su vez en la evolución del español de América. Rasgos lingüísticos: seseo; aspiración de la -s implosiva (lod dedoh); yeísmo; uso de ustedes por vosotros (ustedes estudian). Léxico con abundantes andalucismos, americanismos (guagua), lusismos (fechar) y guanchismos (gofio). 1.2.4. El extremeño Habla de transición que presenta una mezcla de rasgos meridionales (más frecuentes en Badajoz) y leonesismos (más frecuentes en Cáceres). El habla local es el chinato. Rasgos leoneses: cierre de e y o en i y u (ehti, dañu); diminutivo en -ino (guapino); uso de caer por tirar (has caído la pluma). Rasgos meridionales: aspiración de la -s (pehcuezu); confusión de r por l (pol, cuelpu). 1.2.5. El murciano Habla de transición con importantes influencias aragonesas, andaluzas y valencianas. El habla de la huerta murciana es el panocho. Rasgos meridionales: neutralización de r y l en posición implosiva (sordao, calpintero); aspiración de la j (cahón). Rasgos aragoneses: palatalización de la l- inicial (lletra); diminutivo en -ico o -iquio (bonico). Vocablos propios como ababol (amapola), escullir (resbalar, caer) o leja (balda, estante). 2. La lengua española en América 2.1. Origen y expansión en el español de América La llegada de Cristóbal Colón en 1492 a la actual Santo Domingo marca el pistoletazo de salida a la expansión del castellano por toda América. Pero no todos los territorios se colonizaron a la vez: las Antillas se ocuparon a finales del siglo XV; Perú, Bolivia y Ecuador, en el XVI; y Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay en el XVII. El castellano hablado en América no es un dialecto del latín, sino el resultado del español que llegó a esos territorios, y no es una variedad homogénea, pues son pocos los rasgos compartidos en todos los territorios americanos. La base es el español de finales del siglo XV, aunque la inmigración española siguió llegando profusamente a lo largo de los dos siglos siguientes. A la llegada de los conquistadores, existían más de cien familias de lenguas indígenas, muchas de las cuales han desaparecido actualmente, aunque han dejado su huella léxica en el español 3 de América. Esta variedad lingüística supuso una dificultad para la conquista y la evangelización, pero los frailes estudiaron las lenguas indígenas y se sirvieron también de los intérpretes, los llamados indios lengua. Durante el reinado de Felipe II, se mantuvo una actitud respetuosa hacia las lenguas aborígenes, pero ya en 1770 Carlos III decreta que se hable únicamente el castellano, extinguiendo los demás idiomas. Damos el nombre de hispanización al proceso por el cual se transfieren al continente americano el idioma, la religión y la cultura españoles. 2.2. Diversidad y unidad del español en América La variedad dialectal del español de América responde a diversos factores. En primer lugar, cuestiones geográficas: mientras las primeras colonias (Caribe) recibieron mayor influencia de la variedad meridional, las zonas altas del interior presentan rasgos más cercanos a la variedad septentrional. Otro factor es la composición demográfica de los colonizadores, tanto su origen (andaluces, castellanos, leoneses…) como su estratificación social y profesional (misioneros, militares…). También influyen las transformaciones demográficas de los dos últimos siglos, como la llegada de inmigración italiana a Argentina y Uruguay. Por último, la influencia que cada una de las lenguas amerindias ejerció en su propio territorio sobre el castellano. Pese a algunos temores de fragmentación del español en América, como ocurrió con el latín, lo cierto es que goza de una gran homogeneidad, especialmente en el nivel culto, a lo que han contribuido decisivamente los medios de comunicación y la literatura. También se ha establecido una norma culta panhispánica refrendada por la ASALE y la RAE, cristalizada en varias obras como el Diccionario panhispánico de dudas (2005) o el Diccionario de americanismos (2010). 2.3. Áreas del español en América y lenguas más importantes Se han propuesto varias clasificaciones sobre las áreas dialectales del español en América. Una de ella establece cinco zonas: 1. Zona antillana, costa de Venezuela y costa atlántica de Colombia. Influencia del arahucano. 2. Zona mejicana, América central y suroeste de EE. UU. Influencia del náhuatl. 3. Zona andina, Ecuador, Bolivia, Perú, Andes de Venezuela, meseta de Colombia, noroeste de Argentina ynorte de Chile. Influencia del quechua. 4. Zona chilena, centro y sur de Chile. Influencia del araucano. 5. Zona rioplatense, Argentina, Uruguay y Paraguay. Influencia del guaraní. Otra propuesta fue dividir entre tierras bajas, calientes (Antillas, costas de Venezuela y Colombia, litoral argentino, Chile, Paraguay y Uruguay) y tierras altas, frías (Méjico, La Paz, Quito y Bogotá). Menéndez Pidal las llama tierras de la flota y tierras interiores. Actualmente, las lenguas indígenas más importantes son el araucano (Chile, Antillas), el náhuatl y el maya (Méjico, América central), el quechua (Bolivia, Ecuador), el aimara (Perú, Bolivia) y el guaraní (Paraguay, Uruguay). 2.4. Características lingüísticas 2.4.1. Fonética 1. El seseo es el rasgo más generalizado en el español de América (sielo, sona). 4 2. La aspiración o desaparición de la -s en posición final de sílaba o palabra (mohca, tre). 3. El yeísmo (pronunciación de ll como y) (cabayo, cueyo). 4. La confusión de r y l (nolte, sordao) e incluso la pérdida de -r en situación final (vendé). 5. La aspiración de ge,i y j (muheres). 2.4.2. Morfosintaxis 1. El voseo, empleo del pronombre vos en lugar de tú. Se conserva en los países del Río de la Plata, América Central y algunas otras partes. Puede ir acompañado de formas verbales distintas (vos sos muy culta). 2. Uso de la forma ustedes en lugar de vosotros. 3. No existe el laísmo ni el loísmo, y el leísmo se da en casos aislados. 4. Adverbialización de los adjetivos (me miró lindo, trabajaba lento). 5. Empleo frecuente de los diminutivos (ahorita, mamacita, lueguito). 6. Formación de palabras derivadas mediante sufijos (bailada, rancherío). 7. Uso del pretérito indefinido (yo amé) frente al pretérito perfecto compuesto (yo he amado). 8. Uso especial de ciertos adverbios: recién, cómo no (por supuesto), de pronto (quizá). 9. Cambio en la colocación de los términos (más nada, más nunca). 10. Empleo de preposiciones y conjunciones con un valor diferente al castellano peninsular: entró al (en el) ejército; cada que (cuando) sonríe, me alegro; a la (por la) mañana. 2.4.3. Léxico Coincide en su mayoría con el español peninsular, aunque presenta también muchas voces propias. 1. El contacto con las lenguas amerindias no dejó profundas huellas en la fonética o la gramática, pero sí en el léxico, con la introducción de numerosos indigenismos. Ver pág. 402. 2. Términos usados únicamente en el español de América: parquear, choclo, ruletero… 3. Dialectalismos propios de los conquistadores: limosnero, saco, parar, botar… 4. Arcaísmos usuales en la Península en la época de la conquista, hoy en desuso: lindo, pollera, recordar, catar. Otros términos han cambiado su significado: flete, cuadra, flux. 5. Extranjerismos: galicismos (adición, usina), anglicismos (troque, rentar), italianismos (mina, pibe) e incluso neologismos léxicos (sesionar). 6. Palabras con distinto significado en España y América: apresurarse / apurarse, conducir / manejar, escaparate / vitrina, patata / papa, tardar / demorarse. 3. El español en el mundo Además de su presencia en España e Hispanoamérica, el español ha sido utilizado en otras partes del mundo: 1. Es la segunda lengua en Estados Unidos. Hablada en el suroeste, en las colonias hispanohablantes de Florida y nueva York y en los estados de California, Nuevo México, Florida… El espanglish es una variedad, mezcla de inglés y español. 2. En Filipinas fue la lengua usada por la clase dominante durante la época colonial, aunque el pueblo usaba el tagalo. Fue lengua oficial hasta 1986. 3. Se usó en el antiguo protectorado español en África: Tánger, Larache, Tetuán… Hoy ha retrocedido frente al árabe, pero sigue vigente en Guinea Ecuatorial y en el Sáhara Occidental. 4. Los judíos sefardíes, descendientes de los expulsados de la Península en 1492, hablan el denominado judeoespañol.
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