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Estrategia_Nacional_Calidad_del_Aire

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© Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental
Dirección General de Gestión de la Calidad del Aire y Registro de EmisionesTransferencia de Contaminantes
Av. Ejército Nacional 223, piso 13
Col. Anáhuac, Delegación Miguel Hidalgo
11320, Ciudad de México
www.gob.mx/semarnat
Lic. Enrique Peña Nieto
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Lic. Miguel Ángel Osorio Chong
Secretario de Gobernación
Ing. Rafael Pacchiano Alamán
Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Lic. Luis Enrique Miranda Nava
Secretario de Desarrollo Social
Lic. Ildefonso Guajardo Villarreal
Secretario de Economía
Lic. Gerardo Ruíz Esparza
Secretario de Comunicaciones y Transportes
Dr. José Narro Robles 
Secretario de Salud
Mtra. Rosario Robles Berlanga 
Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
Dr. José Antonio Meade Kuribreña
Secretario de Hacienda y Crédito Público
Lic. Pedro Joaquín Coldwell
Secretario de Energía
Lic. José Eduardo Calzada Rovirosa
Secretario de Agricultura, Ganadería, 
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Dr. Aurelio Nuño Mayer 
Secretario de Educación Pública
Lic. Jesús Alfonso Navarrete Prida 
Secretario del Trabajo y Previsión Social
AGRADECEMOS LA COLABORACIÓN DE:
La Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (Deutsche Gesellschaft für Internationale 
Zusammenarbeit-GIZ GmbH), por la asistencia técnica y el financiamiento en el desarrollo e integración de la 
Estrategia, en el marco de los trabajos del “Programa Gestión Ambiental Urbana e Industrial II (PGAUI II)” que se 
implementa por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ). 
El Centro de Colaboración Cívica (CCC México) por su participación en el diseño, desarrollo y financiamiento 
del proceso participativo de consulta de la Estrategia.
Los representantes de los sectores gubernamental, industrial, académico y social, relacionados con la 
prevención de la contaminación atmosférica en México, por las aportaciones realizadas durante el proceso 
participativo de la Estrategia.
Las diferentes áreas de la Semarnat que apoyaron la realización de la Estrategia y aportaron valiosos 
comentarios: Subsecretaría de Planeación y Política Ambiental, Subsecretaría de Fomento y Normatividad 
Ambiental, Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales, Unidad Coordinadora de Asuntos Jurídicos, Unidad 
Coordinadora de Delegaciones y Coordinación General de Comunicación Social.
Elaboración a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente 
y Recursos Naturales, con la participación del Instituto 
Nacional de Ecología y Cambio Climático 
Participantes
Ing. Rafael Pacchiano Alamán
Q.F.B. Martha Garcíarivas Palmeros
Dr. Rodolfo Lacy Tamayo
Dra. María Amparo Martínez Arroyo
M. en I. Ana Patricia Martínez Bolívar
Dr. J. Víctor Hugo Páramo Figueroa 
Lic. César Reyna de la Madrid
Mtro. Daniel López Vicuña
Ing. Sergio Zirath Hernández Villaseñor
Biól. Martha Sofía Niño Sulkowska 
Lic. Adulfo Jiménez Peña
Biól. Rodolfo Iniestra Gómez
Mtro. José Abraham Ortínez Álvarez
Dr. Víctor Manuel Menéndez Flores
Ing. Julissa Calva Cruz
GIZ
Ing. Sandra Denisse Herrera Flores
M. en C. María Teresa Franco Muñoz
CCC
Mtra. Sylvia Aguilera García
Lic. Nadjeli Babinet Rojas
Lic. Danaé Peña Vilchis
PRESENTACIÓN 11
I. INTRODUCCIÓN 13
II. PERSPECTIVA GENERAL 17
1. Impactos sobre la salud de las personas, los ecosistemas y la 
economía
19
2. Una estrategia integral con visión a largo plazo 20
3. Objetivo de la ENCA 22
4. Misión de la ENCA 22
5. Visión de la ENCA 22
III. ESTRUCTURA DE LA ENCA 23
IV. EJES ESTRATÉGICOS 27
Eje 1. Gestión integral de la calidad del aire 29
Eje 2. Instituciones eficientes y orientadas a resultados 36
Eje 3. Empresas comprometidas con la calidad del aire 40
Eje 4. Políticas para mejorar la calidad del aire con base 
científica
44
Eje 5. Sociedad responsable y participativa 50
V. INFORMACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN 55
SIGLAS Y ACRÓNIMOS 59
GLOSARIO 61
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 67
Contenido
11
Presentación
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) diseñó la Estrategia Nacional de Calidad del Aire (ENCA), como una herramienta de planeación que orientará y coordinará acciones entre diferentes instancias gubernamentales para controlar, mitigar y prevenir la emisión y concentración de 
contaminantes en la atmósfera en ambientes rurales y urbanos, con proyección al año 2030. Establece ob-
jetivos, estrategias y líneas de acción para mejorar la calidad del aire en el territorio nacional con el objeto de 
proteger la salud de la población, la flora y fauna de nuestros ecosistemas, y contribuir al desarrollo económico 
sustentable de México. 
México contará con un instrumento marco que articule los diferentes programas y estrategias que inciden en 
la calidad del aire para atender y prevenir los daños ocasionados por los contaminantes atmosféricos a la salud 
de las personas, a la productividad sostenible de los ecosistemas y a la economía del país. 
Las enfermedades y muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica habrán de recibir aten-
ción prioritaria. Por ello, la ENCA ayudará a prevenir las afectaciones a la salud provocadas por la exposición a 
altas concentraciones de contaminantes en el aire, en localidades urbanas y rurales. Buscará, además, mejorar 
la calidad de vida de aquellos que dedican muchas horas al día para desplazarse de un lugar a otro dentro de 
las ciudades, de los que viven en zonas contiguas a vialidades con gran afluencia vehicular, de las personas que 
son afectadas por las emisiones provocadas por las industrias o por la quema de biomasa y de todos aquellos 
expuestos a la contaminación del aire; especialmente a los más vulnerables: los infantes, los adultos mayores y 
los enfermos crónicos. 
La ENCA también favorecerá a proteger la flora y fauna de nuestros ecosistemas, y a evitar la disminución 
del rendimiento de las cosechas y de la capacidad de los bosques para limpiar el aire, gracias a las mejoras en la 
calidad del aire.
Considerando que la contaminación atmosférica tiene origen multifactorial, la Semarnat convocó a dife-
rentes sectores de la sociedad a participar en un proceso de retroalimentación, con expertos de los sectores 
gubernamental, industrial, académico y social, relacionados con la prevención de la contaminación atmosférica 
en México. 
De este proceso surgieron cinco ejes estratégicos, 21 estrategias y 69 líneas de acción que promueven la con-
vergencia de responsabilidades con la finalidad de fomentar medidas de prevención, control y mitigación, desde 
diferentes sectores e instituciones para que conjuntamente se trabaje a favor de una mejor calidad del aire. 
La ENCA propone impulsar un ordenamiento integral y sustentable del territorio, reorientar las prioridades de la 
planeación urbana, transitar hacia procesos productivos amigables con el medio ambiente, hacia el uso de energías 
limpias y renovables, y contar con industrias y un parque vehicular que apliquen nuevas tecnologías para mitigar la 
emisión de contaminantes a la atmósfera. Así como, reducir el uso de químicos tóxicos en zonas agrícolas, mejorar 
las prácticas agropecuarias, migrar hacia procesos de combustión más eficientes en espacios cerrados, y atender 
los daños a la biodiversidad de los ecosistemas provocados por la contaminación atmosférica.
Sin lugar a dudas la aplicación de la Estrategia Nacional de Calidad del Aire contribuirá a dar cumplimento 
a nuestro Derecho constitucional de vivir en un ambiente sano, y a lo establecido por el Presidente de la Repú-
blica, el Lic. Enrique Peña Nieto, desde el inicio de su administración como parte de uno de sus Ejes de Gobierno 
(Eje IV México Próspero): la detonación del crecimiento sostenible e incluyente, orientado hacia la preservación 
de nuestro patrimonio natural y al mejoramiento de la calidad de vida de la población mexicana.
Rafael PacchianoAlamán
Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales
I. INTRODUCCIÓN
15
I. INTRODUCCIÓN
La Estrategia Nacional de Calidad del Aire (ENCA) es un instrumento de planeación que orientará acciones para controlar, mi-
tigar y prevenir la emisión y concentración de 
contaminantes en la atmósfera, con proyección 
al año 2030. 
Establece objetivos, estrategias y líneas de 
acción que mejorarán la calidad del aire en el te-
rritorio nacional con el objeto de proteger la sa-
lud de la población, la flora y fauna de nuestros 
ecosistemas, y contribuir al desarrollo económico 
sustentable de México. 
Se trata de un instrumento rector para que 
las políticas públicas centren sus acciones en 
minimizar la exposición de las personas a conta-
minantes atmosféricos, y para salvaguardar los 
ecosistemas. Esto exige reorientar las priorida-
des de la planeación urbana y las disposiciones 
que rigen el uso del territorio, con el fin de de-
sarrollar ciudades sustentables, transitar hacia 
procesos productivos amigables con el medio 
ambiente, migrar hacia el uso de energías limpias 
y renovables como un elemento con el que el país 
contribuirá a la mitigación del cambio climático y 
sus efectos, así como contar con industrias y un 
parque vehicular que aplique nuevas tecnologías 
para mitigar la emisión de contaminantes a la at-
mósfera. Del mismo modo, demanda disminuir 
sustancialmente los químicos tóxicos en zonas 
agrícolas, en microambientes como casas habita-
ción y centros de trabajo, y ocuparse de los daños 
provocados por la lluvia ácida a la biodiversidad 
de los ecosistemas, especialmente de los causa-
dos a los recursos forestales.
Las enfermedades y muertes prematuras aso-
ciadas a la contaminación atmosférica habrán 
de recibir atención prioritaria. Por ello, la ENCA 
contribuirá a prevenir las afectaciones a la salud 
provocadas por la exposición a altas concen-
traciones de contaminantes en el aire, especial-
mente en localidades urbanas. Buscará, además, 
mejorar la calidad de vida de aquellos que dedican 
muchas horas al día para desplazarse de un lugar 
a otro dentro de las ciudades, de los que viven 
en zonas contiguas a vialidades con gran afluen-
cia vehicular, de las personas que son afectadas 
por las emisiones provocadas por las industrias, o 
de aquellos que trabajan en ambientes insalubres 
desde el punto de vista ambiental. Del mismo 
modo, protegerá especialmente a los más vul-
nerables: los infantes, los adultos mayores y los 
enfermos crónicos. 
Foto: Semarnat.
16
La flora y fauna de nuestros ecosistemas tam-
bién se ven afectadas por la mala calidad del aire. 
El rendimiento de las cosechas disminuye y la ca-
pacidad de los bosques para limpiar el aire se de-
teriora, por lo que la ENCA atenderá este aspecto 
de manera preferente.
La Estrategia se enmarca en el Programa Sec-
torial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 
2013-2018 y se fundamenta en el Artículo 4º 
de la Constitución Política de los Estados Unidos 
Mexicanos, que establece el derecho que asiste 
a las personas para vivir en un ambiente sano 
para su desarrollo y bienestar. Está alineada 
con los preceptos de la Ley de Planeación, que 
promueve la participación de la sociedad en el 
desarrollo sustentable de la nación; con los cri-
terios de protección a la atmósfera de la política 
nacional de medio ambiente y de la gestión de la 
calidad del aire, expuestos en la Ley General del 
Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambien-
te (LGEEPA); con el Plan Nacional de Desarro-
llo 2013-2018, y con la Estrategia Nacional de 
Cambio Climático. 
Asimismo, atiende los compromisos asumidos 
por México en tratados internacionales. Tal es 
el caso de los diversos acuerdos suscritos en el 
seno de la Organización de las Naciones Unidas 
(ONU), específicamente, aquellos relacionados 
con la gestión de la calidad del aire. 
En este sentido, la Estrategia está vinculada 
con el documento Transformar nuestro mundo: 
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, 
que fue aprobado por la ONU en la Resolución 
de la Asamblea General A/RES/70/1, del 25 de 
septiembre de 2015 y que entró en vigor el 1º de 
enero de 2016; directamente con seis de sus 17 
Objetivos del Desarrollo Sostenible: 
•	 Objetivo	3:	Garantizar	una	vida	sana	y	pro-
mover el bienestar de todos a todas las 
edades.
•	 Objetivo	 7:	 Garantizar	 el	 acceso	 a	 una	
energía asequible, fiable, sostenible y mo-
derna para todos.
•	 Objetivo	9:	Construir	infraestructuras	resi-
lientes, promover la industrialización inclu-
siva y sostenible y fomentar la innovación. 
•	 Objetivo	11:	Lograr	que	las	ciudades	y	los	
asentamientos humanos sean inclusivos, 
seguros, resilientes y sostenibles. 
•	 Objetivo	 12:	 Garantizar	 modalidades	 de	
consumo y producción sostenibles.
•	 Objetivo	 13:	 Adoptar	 medidas	 urgentes	
para combatir el cambio climático y sus 
efectos.
Para la elaboración de la presente Estrategia 
se implementó un proceso de consulta y talleres 
deliberativos en el que participaron servidores 
públicos del Gobierno Federal y entidades fede-
rativas, organizaciones empresariales y de la so-
ciedad civil, así como académicos y expertos en 
el tema.
La ENCA valora la calidad del aire como un bien 
social que atañe a todos los mexicanos, por lo que 
debe ser considerada como una prioridad. Bajo 
esta óptica, convoca a todos los actores que in-
ciden en la contaminación del aire –autoridades, 
instituciones y sociedad– para fortalecer su ges-
tión mediante la convergencia de responsabilida-
des que apunten hacia una misma meta: construir 
un relato, una visión y un conjunto de acciones 
compartidas para mejorar la calidad del aire y, en 
consecuencia, prevenir afectaciones a la salud de 
la población y conservar los ecosistemas. 
Foto: Semarnat
II. PERSPECTIVA GENERAL
19
1. Impactos sobre la salud de las 
personas, los ecosistemas y la 
economía
Existe suficiente evidencia científica para se-
ñalar que la exposición a contaminantes atmos-
féricos ocasiona daños a la salud de las personas, 
a la productividad sostenible de los ecosistemas 
y a la economía del país. Diversos estudios epide-
miológicos han demostrado que el tiempo que los 
individuos están expuestos a contaminantes, au-
nado a sus patrones de conducta y los microam-
bientes en los que se desenvuelven, en el trabajo 
o en el hogar, constituyen factores que pueden 
provocar enfermedades y muertes prematuras. 
Estas afectaciones dependerán 
también de sus vulnerabilidades, tales 
como predisposición genética, edad, 
estado nutricional, o presencia de 
padecimientos cardiacos y respiratorios.
Un estudio del Centro Mario Molina señala que 
uno de los 15 primeros factores de riesgos a la 
salud en México es la exposición a concentracio-
nes excesivas de contaminantes en el aire (CMM, 
2015). Otras investigaciones concluyen que la 
exposición prolongada a altas concentraciones 
de partículas finas, como PM2.5 y PM10, incremen-
tan significativamente la mortalidad prematura 
por cáncer pulmonar (Schwartz, 2000) y puede 
desencadenar procesos neurodegenerativos en la 
infancia (Calderón-Garcidueñas, et al, 2015).
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Cli-
mático (INECC) realizó un estudio comparativo 
para determinar cuántas muertes prematuras 
relacionadas con la exposición al contaminante 
PM2.5 se evitarían en la Ciudad de México, Mon-
terrey y Guadalajara si se adoptaran los están-
dares recomendados por la Organización Mundial 
de la Salud (OMS), y cuántas si se observaran los 
que determinan las Normas Oficiales Mexicanas 
(NOM). El resultado fue el siguiente: Si las tres 
ciudades se rigieran bajo los criterios de la OMS, 
dejarían de morir prematuramente 2 mil 170 per-
sonas; en cambio, si se consideraran los estánda-
res de la NOM, se evitaría la muerte prematura 
de mil 317 personas. Es decir, la aplicación de los 
criterios recomendados por la OMS salvaría adi-
cionalmente, a 853 personas de muertes prema-
turas en esas tres ciudades (INECC, 2014).Otro estudio referido al mismo contaminante 
y realizado en distintas ciudades de México, da 
cuenta de que si se redujeran las concentraciones 
a 10 μg/m3 (microgramos por metro cúbico), se 
evitaría el 17% de muertes prematuras asocia-
das a enfermedades cardiovasculares, el 18% por 
enfermedades asociadas a isquemia del corazón, 
y el 12% por enfermedades cardiopulmonares 
(CMM, 2015).
Si se redujeran las concentraciones de PM10 
a 20 μg/m3, que es el valor recomendado 
por la OMS para proteger la salud de 
la población, las muertes prematuras 
disminuirían en un 15% (OMS, 2016).
Las normas de calidad del aire se rebasan en 
varias ciudades del país. Por ejemplo, en el año 
2014, el límite normado de PM10 (24 horas o 
anual), se excedió en Ciudad Juárez, Monterrey, 
Zona Metropolitana de Guadalajara, Toluca, Ce-
laya, Torreón, Ciudad Victoria, entre otras. 
Ese mismo año el ozono rebasó su límite nor-
mado (de una hora o de ocho horas) en Irapuato, 
Pachuca, Cuernavaca, Zonas Metropolitanas del 
Valle de México, Monterrey, Guadalajara y Tolu-
ca, así como en Minatitlán (INECC, 2015). 
II. PERSPECTIVA GENERAL
20
Las afectaciones a la salud asociadas a la con-
taminación atmosférica incrementan el ausen-
tismo y las incapacidades laborales, el gasto en 
medicinas y consultas médicas de las familias, 
entre otros, por lo que su impacto económico 
es importante. Las cifras del INEGI indican que 
la contaminación atmosférica representó costos 
ambientales	del	orden	de	577	mil	698	millones	
de pesos, equivalente al 3.2% del Producto Inter-
no Bruto (INEGI, 2017).
Fuente: INEGI 2017
http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/cn/ee/
Si México ajustara los niveles de concentra-
ción de contaminantes a los recomendados por 
la OMS, los ahorros serían muy significativos. El 
citado estudio del INECC señala que en la Ciudad 
de México, Guadalajara y Monterrey se dejarían 
de erogar 18 mil millones de pesos. 
Otro estudio, realizado por la Comisión Fe-
deral para la Protección contra Riesgos Sanita-
rios (Cofepris) para elaborar la Norma Oficial 
Mexicana NOM-025-SSA1-2014 concluye que 
el ahorro en el país por disminuir la morbilidad 
causada por la exposición a concentraciones de 
partículas sería de casi 2 mil millones de pesos, 
mientras que si se redujera la provocada por el 
ozono, el ahorro sería de 4 mil quinientos millo-
nes de pesos (Cofepris, 2014). 
Asimismo, las afectaciones en las zonas agrí-
colas por los daños asociados principalmente a 
la lluvia ácida y a los oxidantes fotoquímicos son 
también considerables. Tal es el caso, por ejemplo, 
de la disminución de la productividad en 20 muni-
cipios de la zona centro del país, donde se estima 
que durante el año 2011 el cultivo del maíz se re-
dujo en 14% y el de la avena en un 60%. 
Por otra parte, numerosos sitios del patrimo-
nio cultural mexicano que fueron construidos con 
piedra volcánica muestran altas tasas de deterio-
ro debido a la incidencia del SO2, O3 y NO2. Una 
estimación conservadora indica que el desgaste 
fluctúa entre el 10% y el 50% con respecto a una 
atmósfera limpia (INECC, 2014b).
2. Una estrategia integral con 
visión a largo plazo
Las autoridades ambientales del país han sido 
las responsables, hasta ahora, de la gestión de la 
calidad del aire por lo que, en virtud de su compe-
tencia directa, se han centrado en controlar las 
fuentes de emisión de contaminantes. Sin embar-
go, la concentración de contaminantes se debe 
a una multitud de factores cuya responsabilidad 
atañe a una diversidad de instituciones en los tres 
órdenes de gobierno. De ahí la necesidad de mo-
dificar la forma tradicional en que se ha gestiona-
do la calidad del aire, a través de la coordinación 
multisectorial de instituciones.
Al considerar experiencias exitosas de otros 
países observamos, por ejemplo, que en los Es-
tados Unidos de América la Ley de Aire Limpio 
otorga al Gobierno Federal facultades que contri-
buyen a que las ciudades y los condados cumplan 
no sólo con el monitoreo de la calidad del aire en 
sus demarcaciones, sino a mantener estándares 
adecuados de concentración de contaminantes 
en su atmósfera. De no cumplir con ellos, por 
ejemplo, la localidad no obtendrá permisos, por 
parte de la Federación, para que más industrias 
se establezca en su territorio, lo que afectará su 
desarrollo económico.
La ENCA busca implementar una gestión 
donde la calidad del aire forme parte 
integral de la planeación del territorio.
2015
5.0%
PIB
3.2%
PIB
Costos totales por agotamiento y 
degradación ambiental
Costos totales por
contaminación atmosférica
21
La normatividad mexicana prevé que todas las 
ciudades que cuentan con más de 500 mil habi-
tantes, o con una determinada carga industrial y 
automovilística, deben monitorear la concentra-
ción de emisiones a la atmósfera y generar in-
formes periódicos, sin embargo, hay muchas que 
aún no lo hacen. México cuenta con la LGEEPA, 
cuyo contenido requiere adecuarse para contem-
plar los instrumentos necesarios para una gestión 
integral de la calidad de aire.
Otro de los grandes retos de esta Estrategia 
es sensibilizar a la sociedad respecto de las afec-
taciones a su salud y para la conservación de los 
ecosistemas por causas atribuibles a la conta-
minación atmosférica. Entre los factores que in-
cidirán en la modificación de la conducta social 
se encuentra la necesidad de mejorar sustancial-
mente la cantidad, calidad y modo en que se dise-
mina la información relacionada con los impactos 
provocados por la mala calidad del aire.
La ENCA propone coordinar acciones entre 
las distintas instancias de gobierno, a fin 
de establecer un equilibrio entre los riesgos 
a la salud que implican determinados 
niveles de concentración de contaminantes 
y los factores socioeconómicos que 
se verían afectados al reducirlos.
Foto: Semarnat.
22
3. Objetivo de la ENCA
Mejorar la calidad del aire para prevenir pro-
blemas de salud en la población y conservar los 
ecosistemas. 
4. Misión de la ENCA
Activar mecanismos de coordinación entre 
sectores y órdenes de gobierno para que, junto 
con la sociedad y mediante la gestión de la ca-
lidad del aire en las ciudades y el medio rural, se 
controle, mitigue y prevenga la emisión y concen-
tración de contaminantes en la atmósfera, con el 
fin de proteger la salud de las personas y la pro-
ductividad de los ecosistemas.
5. Visión de la ENCA
En el año 2030 se cuenta con las institucio-
nes, información e infraestructura necesarias 
para controlar, mitigar y prevenir la emisión de 
contaminantes a la atmósfera, con el fin de salva-
guardar a la población y al medio ambiente de los 
efectos de la contaminación del aire.
Foto: Alfonso Caraveo, archivo Colef, 2005.
III. ESTRUCTURA DE LA 
ENCA
25
III. ESTRUCTURA DE LA ENCA
Para cumplir con el objetivo, la misión y la visión de la ENCA se establecieron 21 Es-trategias	y	69	Líneas	de	Acción	en	5	Ejes	
Estratégicos: Eje 1. Gestión integral para mejo-
rar la calidad del aire; Eje 2. Instituciones eficien-
tes y orientadas a resultados; Eje 3. Empresas 
comprometidas con la calidad del aire; Eje 4. 
Política atmosférica con base científica, y Eje 
5. Sociedad responsable y participativa. Todos 
ellos se articulan entre sí y se integran a un pro-
ceso permanente de información transparente 
que permitirá dar seguimiento y evaluar su des-
empeño, Figura 1.
Eje 1. Gestión integral para mejorar la cali-
dad del aire. Consiste en establecer mecanismos 
de coordinación permanente y de gestión com-
partida entre todas aquellas instituciones que 
inciden en la calidad de aire. De este modo, su 
atención dejará de ser una actividad exclusiva de 
las autoridades ambientales. Para ello se contem-
pla, por primera vez, crear acuerdos transversales 
entre los tres órdenes de gobierno, particular-
mente con aquellos sectores relacionados con la 
planeación integral y sustentable del territorio y 
con los que inciden en las emisiones de fuentes 
contaminantes a la atmósfera.Eje 2. Instituciones eficientes y orientadas 
a resultados. Este Eje persigue desarrollar las ca-
pacidades institucionales para gestionar la calidad 
del aire. Ello requiere de un marco legal y norma-
tivo actualizado que articule las atribuciones y 
responsabilidades de cada actor. Exige también 
que cada institución disponga de capital humano 
calificado para instrumentar políticas y programas 
asociados a esta tarea, que cuente con el presu-
puesto necesario para gestionar la calidad del aire 
y con indicadores de desempeño que ofrezcan un 
sentido de misión a sus iniciativas. 
Eje 3. Empresas comprometidas con la 
calidad del aire. Se refiere a la promoción de 
conductas específicas por parte de las empre-
sas. Contempla el fortalecimiento de las Normas 
Oficiales Mexicanas asociadas a la emisión de 
contaminantes atmosféricos, el robustecimiento 
y promoción de instrumentos económicos y de 
fomento que incentiven a los particulares a tran-
sitar hacia procesos productivos más amigables 
con el medio ambiente, y al desarrollo de un mer-
cado de bienes y servicios sustentables.
Figura 1. Estructura de la ENCA
26
Eje 4. Política atmosférica con base cien-
tífica. Aborda estrategias y líneas de acción que 
fortalecen los instrumentos que producen infor-
mación sobre la calidad del aire, lo que permitirá 
contar con datos fiables, íntegros, estandarizados 
y comparables en todo el territorio nacional. Ade-
más, se hace hincapié en la necesidad de fortale-
cer la investigación científica y tecnológica para 
fundamentar y orientar las acciones para mejorar 
la calidad del aire.
Eje 5. Sociedad responsable y participa-
tiva. Plantea que la sociedad esté informada de 
manera permanente sobre el estado que guarda 
la contaminación atmosférica en el país y de los 
efectos que provoca sobre su salud y los ecosis-
temas. Para ello, se habrá de divulgar información 
sobre el tema de manera creativa e inteligente, 
incorporándola incluso en los planes de estudio es-
colares. Del mismo modo, resulta central detonar 
mecanismos de participación ciudadana corres-
ponsables que retroalimenten las iniciativas de las 
autoridades en los tres órdenes de gobierno. 
Los cinco ejes se integrarán en un sistema 
de información transparente que permitirá a la 
sociedad informarse y ser informada acerca del 
modo en que se desenvuelve la ENCA. De esta 
forma se garantizará un seguimiento oportuno de 
su marcha y se podrá ponderar su implementa-
ción. A este proceso de información, seguimiento 
y evaluación concurrirán las instituciones y servi-
dores públicos de aquellos sectores y órdenes de 
gobierno involucrados en la gestión compartida 
de la calidad del aire, así como el sector privado, 
organizaciones de la sociedad civil, investigado-
res, académicos y expertos, lo que aportará una 
participación activa, que garantizará la transpa-
rencia y rendición de cuentas requerida.
Foto: INECC.
Foto: Semarnat.
IV. EJES ESTRATÉGICOS
Foto: Rogelio Ramírez, 2014.
29
IV. EJES ESTRATÉGICOS
Eje 1. Gestión integral 
de la calidad del aire
Objetivo
Coordinar la gestión de la calidad del aire de 
manera compartida entre los tres órdenes de go-
bierno para reducir las concentraciones de con-
taminantes atmosféricos en el territorio nacional.
La experiencia mundial demuestra que la ges-
tión de la calidad del aire debe ser atendida por 
diferentes sectores, organismos y órdenes de go-
bierno, y que su observancia exige compromisos 
multisectoriales, intergubernamentales e inter-
disciplinarios por parte de las instituciones que 
conforman el Estado. Resulta claro entonces que 
estos procesos no pueden seguir siendo atribu-
ción exclusiva de las autoridades ambientales.
México demanda un cambio en los 
métodos y estilos aplicados hasta ahora 
para gestionar la calidad del aire, sin 
desconocer los esfuerzos, muchos de 
ellos exitosos, que se han realizado 
desde la década de los años 90.
La ENCA propone construir una gestión cuyo 
sello distintivo sean los compromisos de concu-
rrencia, concertación y corresponsabilidad entre 
las instituciones del Estado que inciden en la cali-
dad del aire. Un aspecto fundamental para lograr 
este cometido se refiere al ordenamiento integral 
y sustentable del territorio ya que, hasta ahora, 
los programas de ordenamiento ecológico, orde-
namiento territorial y desarrollo urbano no se vin-
culan con acciones específicas en esta materia, 
y el crecimiento de las ciudades ha rebasado la 
planeación espacial, Figuras 2 y 3. Esta situación 
genera fuertes presiones que amenazan la cali-
dad ambiental de los asentamientos humanos y 
su entorno.
Foto: Rogelio Ramirez, 2016.
Fuente: INEGI. 2017 y Conapo, 2017
http://www.beta.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/
http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos
Figura 2. Crecimiento de la 
población a nivel nacional
30
Algunos de los factores que inciden sobre la 
calidad del aire en las ciudades son la creciente 
necesidad de movilidad y sus externalidades: la 
integración inadecuada de diferentes modalida-
des para el desplazamiento de personas y bienes, 
el uso de espacios públicos que privilegian el trán-
sito y estacionamientos vehiculares, y el desarro-
llo de infraestructura vial orientada a vehículos 
particulares, como segundos pisos, túneles y via-
ductos, que incrementan los kilómetros recorri-
dos por los automotores, Figura 4.
Parámetro 1990 2010
Población
(millones de habitantes) 15.6 20.1
Parque vehicular
(millones de unidades) 2.1 5.0
Kilómetros recorridos 
por vehículo
(miles de millones 
de km por año)
30.0 84.6
Figura 4. Población y flota vehicular de la ZMVM (1990-2010)
Incremento
29%
140%
182%
POBV EH KRV
La reducción de la contaminación del aire de-
manda una estrategia integral de transporte que 
involucre la introducción de tecnologías más lim-
pias y la disponibilidad de combustibles de mejor 
calidad, así como programas preventivos para 
desarrollar una flota vehicular más limpia, como 
la verificación obligatoria, la chatarrización y la 
renovación de unidades, que no están presentes 
en todas las entidades del país. Ante esta situa-
ción, la ENCA plantea la necesidad de establecer 
acuerdos de coordinación que garanticen, para el 
mediano plazo, procesos de desarrollo integrales 
y sustentables del territorio nacional, con el obje-
to de revertir la inercia actual y orientar las accio-
nes hacia ciudades y ecosistemas sustentables. 
Figura 3. Distribución de la población urbana a nivel nacional
Fuente: Sánchez, S., 2016.
Fuente: INEGI, 2017.
Rangos de habitantes (miles)
31
Habrá que atender además, la generación y 
consumo de energía, especialmente en aquellas 
instalaciones que utilizan combustóleo, carbón 
y coque, entre otros, y aquellas con procesos de 
baja eficiencia energética o tecnologías antiguas 
que no cuentan con equipos de control. En Mé-
xico se generan energías limpias, como la eólica, 
que produce electricidad mediante aerogene-
radores. Para el año 2024, se espera que el 35 
% de la energía utilizada en el país provenga de 
estas fuentes. Sin embargo, todavía dependemos 
del uso de combustibles fósiles con un contenido 
elevado de azufre.
De aquí la necesidad de incorporar una visión 
de sustentabilidad en el crecimiento industrial, en 
sus procesos productivos, y en las externalidades 
que provocan. Tomando en consideración la loca-
lización de las fuentes fijas puntuales, estableci-
mientos industriales que emiten en un solo lugar, 
ya que de esta y el tipo de emisión depende el 
impacto que provocan. 
Otro elemento de presión sobre la atmósfera 
es la actividad agropecuaria, especialmente las 
quemas agrícolas y los cambios de uso del suelo 
para destinarlos a pastoreo de ganado, que son 
una fuente de emisiones de partículas y carbono 
negro. Especialmente las pecuarias son genera-
doras de metano, un contaminante de vida corta 
y precursor de ozono.
Estas son las llamadas fuentes de área. Se tra-
ta de fuentes estacionarias de contaminantes 
muynumerosas y dispersas para calificarlas como 
fuentes fijas. En este rubro, las agendas de la Es-
trategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) 
y de la ENCA presentan aspectos comunes, por 
lo que aquellos mecanismos de coordinación ya 
referidos habrán de atender la convergencia de 
acciones entre ambas. 
La contribución de las diferentes fuentes de 
emisión descritas, por tipo de contaminante, se 
puede observar en la Tabla 1 y Figura 5.
Tabla 1. Distribución de emisiones antropogénicas por contaminante
Tipo de 
fuente
Contaminante ( % )
PM10 PM2.5 SO2 CO NOX COV NH3 CN
Fijas 22.5 20.9 97.4 16.1 38.2 4.7 1.5 5.4
Área 73.0 73.3 0.8 44.5 6.7 89.0 96.8 66.4
Móviles 4.5 5.8 1.8 39.4 55.1 6.3 1.7 28.2
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Figura 5. Emisiones por tipo de fuente y contaminante
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
PM10 PM2.5 SO2 CO NOX COV NH3 CN
Fijas Área Móviles
Fuente: Semarnat, Inventario Nacional de Emisiones de México, 2013.
32
La gestión de la calidad del aire se materializa 
en el territorio nacional a través de los Progra-
mas de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire 
(ProAire) que son, típicamente, mecanismos de 
coordinación transversal al interior de los eje-
cutivos estatales o municipales, y entre éstos e 
instituciones federales. Los ProAire establecen 
metas, estrategias y acciones, a corto, mediano y 
largo plazo, para reducir las emisiones de conta-
minantes (Semarnat, 2014). Cuentan también 
con los llamados Comités Núcleo, que se integran 
por las autoridades encargadas de instrumentar-
los, para darles seguimiento y evaluarlos, y en los 
que participa la Secretaría de Medio Ambiente y 
Recursos Naturales (Semarnat).
El primer antecedente de estos instrumentos 
de gestión fue el Programa Integral Contra la Con-
taminación Atmosférica para la Zona Metropoli-
tana de la Ciudad de México (PICCA), publicado 
en	1990.	La	claridad	de	sus	diagnósticos	permitió	
establecer medidas exitosas para revertir los al-
tos niveles de contaminación del aire registrados 
en esos años. Desde entonces, se han elaborado 
33 ProAire en todo el país. Algunos de ellos con-
cluyeron su ciclo y no se han renovado, mientras 
que otros se han actualizado varias veces. Actual-
mente existen 15 ProAire vigentes y 12 en ela-
boración que entrarán en vigencia durante el año 
2017, Figura 6.
Figura 6. Programas de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire en México
Fuente: Semarnat
33
En su implementación, los ProAire habrán de 
estandarizar sus metodologías de planificación, 
de tal suerte que estén orientadas a la genera-
ción de resultados que puedan ser ponderados 
con objetividad. Deberán también manejar una 
visión de largo plazo, y contar con recursos eco-
nómicos y humanos suficientes y con indicadores 
de desempeño robustos, de tal forma que sea po-
sible darles seguimiento y evaluarlos. Sobre todo, 
deberán contar con mecanismos que los vinculen 
con los programas de ordenamiento territorial, 
desarrollo urbano, cambio climático y energía. 
Esta Estrategia propone que México 
cuente con al menos un ProAire en 
cada entidad federativa, con atención 
preferente en cuencas, localidades 
prioritarias y zonas metropolitanas.
Figura 7. Cuencas atmosféricas
Por otra parte, se han identificado 67 cuencas 
atmosféricas en el país que el Gobierno Federal 
ha adoptado como sitios que deben ser atendidos 
por los ProAire, Figura 7. Éstas se refieren a regio-
nes geográficas delimitadas parcial o totalmen-
te por obstáculos de origen natural como líneas 
costeras, formaciones montañosas, entre otros, 
que atrapan volúmenes de aire de tal manera que 
dentro de estas se modifica la circulación general 
del mismo, dando lugar a la formación de vientos 
locales, diferentes del flujo libre, que influyen en la 
dispersión de contaminantes que provienen de su 
interior o de fuentes exógenas.
Fuente: Semarnat
34
Finalmente, los mecanismos de coordinación 
a los que hace referencia este eje estratégico se 
habrán de traducir en procedimientos que permi-
tan dar seguimiento y evaluar la implementación 
de la ENCA. 
En la medida en que los compromisos asumi-
dos por las diferentes instituciones de los tres 
órdenes de gobierno se alineen para mejorar la 
calidad del aire, el trabajo de unas para cumplir 
con sus propios objetivos implicará trabajar tam-
bién, para cumplir con los objetivos de las otras. 
Por ejemplo, para el cumplimiento de algunas Lí-
neas de Acción propuestas en este Eje, se requie-
re contar con los programas de ordenamientos 
regionales, locales y marinos, en todo el país.
Las Estrategias y Líneas de Acción del Eje 1, se 
encuentran en la Tabla 2.
Foto: Semarnat
35
Tabla 2. Gestión integral de la calidad del aire
Estrategia Línea de Acción
1.1 Alinear a las instituciones que correspondan del orden federal 
para que incorporen en sus agendas acciones que contribuyan a 
mejorar la calidad del aire.
1.1.1 Construir un mecanismo permanente de coordinación en-
tre las Secretarías de Estado relacionadas con la gestión de la 
calidad del aire.
1.1.2 Establecer instrumentos de gestión compartida para que se 
consideren en la implementación de políticas y programas de or-
denamiento territorial y ecológico, desarrollo urbano y rural, mo-
vilidad sustentable, mejoramiento ambiental, cambio climático y 
transición energética, así como en las acciones que se derivan de 
acuerdos y convenios internacionales, para que se alineen con los 
objetivos de la ENCA.
1.1.3 Generar mecanismos de coordinación entre la Estrategia 
Nacional de Cambio Climático y la ENCA, para identificar accio-
nes que tengan co-beneficios entre ambas agendas.
1.1.4 Crear un mecanismo coordinado de seguimiento, evalua-
ción y rendición de cuentas permanente sobre los avances de la 
ENCA.
1.2 Impulsar una planeación integral del territorio con un enfoque 
de sustentabilidad. 
1.2.1 Promover la incorporación de lineamientos de sustentabi-
lidad urbana en las políticas de ordenamiento territorial, ordena-
miento ecológico, desarrollo urbano, transporte y movilidad. 
1.2.2 Promover el desarrollo de Planes Integrales de Movilidad 
Sustentable en los que se prioricen los sistemas integrados y 
multi-modales de transporte público, la movilidad no motorizada 
y el ordenamiento de la logística urbana.
1.2.3 Incentivar el desarrollo de ciudades conectadas, coordina-
das y compactas, que prioricen la conservación de áreas verdes y 
Áreas Naturales Protegidas, urbanas y periurbanas, el desarrollo 
orientado al transporte y la creación de ecozonas.
1.2.4 Definir zonas críticas en materia de calidad del aire para 
que se incluyan en los ordenamientos ecológicos, territoriales y 
planes de desarrollo urbano.
1.3 Promover acciones coordinadas para reducir emisiones de 
fuentes contaminantes. 
1.3.1 Establecer los criterios para definir la saturación de las 
cuencas atmosféricas para su observancia en las Evaluaciones de 
Impacto Ambiental. 
1.3.2 Generar políticas que permitan tener un parque vehicular 
más limpio y que promuevan el uso de modos de transporte más 
eficientes.
1.3.3 Promover prácticas agrícolas y forestales que reduzcan la 
emisión de contaminantes a la atmósfera.
1.3.4 Fomentar el uso de tecnologías y combustibles limpios en 
todos los sectores, incluso en la generación de energía eléctrica, 
como lo marca la Ley de Transición Energética.
1.4 Fortalecer la coordinación entre los tres órdenes de gobierno 
en materia de calidad del aire.
1.4.1 Crear un repositorio público y permanente de políticas y 
programas concurrentes, nacionales, regionales y locales relacio-
nados con la calidad del aire.
1.4.2 Implementar programas para mejorar la calidad del aire 
(ProAire) en todas las entidades federativas, con atención prefe-
rente en cuencas, localidades prioritarias y zonas metropolitanas. 
1.4.3 Establecer una metodología para el diseño, implementa-
ción y evaluación de los ProAire, que fomente la coordinación 
entre sectores y órdenes degobierno.
1.4.4 Promover un mecanismo entre órdenes de gobierno para 
dar seguimiento a las acciones gubernamentales relacionadas 
con los objetivos de la ENCA.
36
Eje 2. Instituciones 
eficientes y orientadas a 
resultados
Objetivo
Promover el fortalecimiento de los ordena-
mientos jurídicos para articular las competencias 
y responsabilidades de las instituciones que par-
ticipan en la gestión de la calidad del aire y de-
sarrollar sus capacidades en materia de capital 
humano calificado, presupuesto e indicadores de 
desempeño.
Fortalecer la capacidad de las instituciones 
para gestionar la calidad del aire 
con eficacia es otro de los grandes 
retos estratégicos de la ENCA.
Esto es particularmente relevante en aquellas 
instituciones donde la atención organizacional 
está puesta en otros temas, pero cuyas acciones 
inciden de manera decisiva en la contaminación 
atmosférica. 
Para ello se requiere un marco de atribuciones 
específicas que delimite competencias y ámbitos 
de acción; un cuerpo de recursos humanos alta-
mente calificados para instrumentar acciones 
específicas; asignaciones presupuestales para 
implementar políticas y programas; y un sistema 
de indicadores que permita medir el desempeño 
institucional en esta materia. 
El marco jurídico con que se cuenta en la ac-
tualidad atiende, en general, cuatro aspectos: 
disposiciones de tipo orgánico que conceden 
funciones, facultades atribuciones, competencia 
y jurisdicción a las instituciones; principios de po-
lítica pública, cuyas directrices orientan la actua-
ción de las autoridades; disposiciones técnicas, 
que aportan la información científica que permite 
cumplir con los contenidos jurídicos, y las obliga-
ciones que deben observar los particulares.
Foto: Semarnat
La mayor parte de las Estrategias y Líneas de 
Acción de este eje se refieren a la instalación de 
las bases de colaboración para poner en marcha 
la ENCA, por lo que se habrán de cumplir en el 
corto plazo. Tal es el caso, por ejemplo, de ali-
near a las instituciones que correspondan para 
que incorporen la calidad del aire en sus respecti-
vas agendas, particularmente las relacionadas al 
ordenamiento territorial y ecológico, a movilidad 
y transporte, al fortalecimiento de los ProAire y al 
cambio climático. 
Para el mediano plazo, se plantean acciones 
que se desprenden de los acuerdos iniciales; al-
gunas de ellas, dada su integralidad, requerirán 
de más tiempo para su instrumentación. Tal es 
el caso de la promoción de ciudades sustenta-
bles, planes integrales de movilidad, acciones de 
la Ley de Transición Energética, de la Ley General 
de Cambio Climático y la promoción de prácticas 
agropecuarias y forestales que reduzcan la emi-
sión de contaminantes a la atmósfera. 
37
Lo anterior está contenido, principalmente, 
en la Constitución Política de los Estados Unidos 
Mexicanos, en diversos tratados internacionales, 
en la LGEEPA, en la Ley General de Bienes Nacio-
nales, en el Reglamento en Materia de Prevención 
y Control de la Contaminación de la Atmósfera, 
en la Ley General de Cambio Climático, en la Ley 
General de Asentamiento Humanos, Ordena-
miento Territorial y Desarrollo Urbano, en la Ley 
de Navegación y Comercio Marítimos, en la Ley 
General de Desarrollo Forestal Sustentable, en la 
Ley de Planeación, y en diversas Normas Oficiales 
Mexicanas (NOM) y Normas Mexicanas (NMX). 
La legislación ambiental y sus disposiciones 
han evolucionado con menor rapidez y amplitud 
respecto de las modificaciones que se han dado 
en las estructuras administrativas y en la dinámi-
ca de su funcionamiento, por lo que en la actua-
lidad resulta un tanto insuficiente y desvinculada 
de otros instrumentos legales que inciden en la 
gestión de la contaminación de la atmósfera. 
Adicionalmente, la LGEEPA y el Reglamento 
de Prevención y Control de la Contaminación 
Atmosférica coexisten con otras disposiciones 
legislativas, del mismo sector y nivel regulatorio, 
que también inciden de manera directa sobre la 
calidad del aire. 
Ante esta problemática, las leyes relacionadas 
con este tema deben ser actualizadas de forma 
integral, ya que son un elemento fundamental 
para su gestión. Resulta evidente la necesidad de 
promover una Ley General en la materia. Ésta de-
berá ser específica y establecer atribuciones para 
cada uno de los sectores y órdenes de gobierno 
involucrados y articularse con el resto de los or-
denamientos que inciden en la materia. 
Por otra parte, se requiere crear un Programa 
Especial de Calidad del Aire, que atienda las ta-
reas específicas señaladas por la sociedad como 
necesarias para mejorar la calidad del aire. Tal es 
el caso, por ejemplo, de la movilidad al interior de 
las ciudades, o el establecimiento de zonas don-
de se deba implementar la verificación vehicular. 
Este Programa Especial comprenderá la coordina-
ción entre sectores e instancias de gobierno, con 
el objeto de definir y adoptar acciones comunes, 
y contará con un enfoque de gestión orientado a 
resultados que incluya diagnóstico, diseño, imple-
mentación, seguimiento y evaluación.
El Programa Especial de Calidad del 
Aire definirá y adoptará acciones 
comunes entre sectores e instancias 
de gobierno, y contará con un enfoque 
de gestión orientado a resultados que 
incluya seguimiento y evaluación.
Para la gestión integral de la calidad del aire 
resulta fundamental la observancia de las NOM 
y NMX. Las NOM relacionadas con la salud fijan 
límites máximos de concentración de diferentes 
contaminantes que, de ser rebasados, provocan 
daños en la salud de la población. Otras NOM 
y NMX se refieren a métodos y procedimientos 
para medir la contaminación de la atmósfera, por 
lo que generan la información necesaria para eva-
luar el cumplimiento de las primeras.
En algunos casos, los límites de concentra-
ciones establecidos por las NOM de salud se en-
cuentran por encima de los niveles máximos que 
se estipulan en las normas de los Estados Unidos 
de América y de la Unión Europea, por lo que se 
hace necesario actualizarlas y expedir otras que 
abarquen contaminantes prioritarios, tales como 
los metales pesados y los COP.
La actualización de estas normas remite a los 
criterios que establece la OMS, que son el refe-
rente mundial de estándares de calidad del aire 
para proteger la salud de las personas (Tabla 3). 
Es en función de esta pauta internacional que 
cada país, de acuerdo con su situación geográfi-
ca, climatológica y de factores socioeconómicos, 
define los propios. 
38
Tabla 3. Comparación de estándares de las NOM
y de la OMS para contaminantes criterio
Contaminante NOM Valores límite
NOM (μg/m3)
OMS f
(μg/m3)
Periodo
(promedio)
Partículas menores de 10 
micrómetros (PM10)
NOM-025-SSA1-2014a 75 50 24 horas
40 20 Aritmético anual
Partículas menores de 2.5 
micrómetros (PM2.5)
45 25 24 horas
12 10 Aritmético anual
Ozono (O3) NOM-020-SSA1-2014
b 186 --- 1 hora
137 100 8 horas
Monóxido de carbono (CO) NOM-021-SSA1-1993c 12,575 --- 8 horas
Dióxido de azufre (SO2) NOM-022-SSA1-2010
d --- 500 10 minutos
288 20 24 horas
524 --- 8 horas
66 --- Aritmético anual
Bióxido de nitrógeno (NO2) NOM-023-SSA1-1993
e 395 200 1 hora
--- 40 Aritmético anual
Fuente: Semarnat
a NOM-025-SSA1-2014. Salud ambiental. Valores límites permisibles para la concentración de partículas suspendidas PM10 y PM2.5 en el 
aire ambiente y criterios para su evaluación.
b NOM-020-SSA1-2014. Valor límite permisible para la concentración de ozono (O3) en el aire ambiente y criterios para su evaluación.
c	NOM-021-SSA1-1993.	Salud	ambiental.	Criterio	para	evaluar	la	calidad	del	aire	ambiente	con	respecto	al	monóxido	de	carbono	(CO).
d NOM-022-SSA1-2010. Salud ambiental. Criterio para evaluar la calidad del aire ambiente con respecto al dióxido de azufre (SO2).
e	NOM-023-SSA1-1993.	Salud	ambiental.	Criterio	para	evaluar	la	calidad	del	aire	ambiente	con	respecto	al	bióxido	de	nitrógeno	(NO2).
f Guías de calidad del aire de la OMS, Actualización mundial2005.
Las modificaciones jurídicas y normativas se 
deberán acompañar de medidas para fortalecer 
la formación de capital humano al interior de las 
instituciones que inciden directa o indirectamen-
te en la gestión de la calidad del aire. Uno de los 
retos es contar con personal capacitado en las 
ciudades y localidades donde existe actividad in-
dustrial que emite contaminantes tóxicos y resol-
ver la problemática con respecto a los servidores 
públicos que operan las estaciones de monitoreo 
de contaminantes atmosféricos, procesan los 
datos que en ellas se generan y que elaboran los 
inventarios de emisiones. Ya que debido a que la 
rotación del personal es muy frecuente, por falta 
de incentivos o cambio de autoridades locales, la 
experiencia y el conocimiento adquirido tiendan 
a perderse.
El desafío que enfrenta la implementación 
de la ENCA se refiere a que las agendas 
que se desprendan de los acuerdos 
de colaboración entre instituciones, 
cuenten con suficientes recursos para 
garantizar su implementación
Para lograr este propósito, los participantes 
habrán de manejar los recursos existentes con 
mayor eficacia y eficiencia, conseguir nuevos y, de 
ser el caso, redistribuir partidas presupuestales. 
En ese sentido, el repositorio de políticas y pro-
gramas concurrentes, planteado anteriormente, 
ayudará a identificar estas necesidades, y evitará 
duplicidades tanto en las acciones que se empren-
dan como en la asignación de recursos. 
39
El fortalecimiento institucional quedaría in-
completo si no se contempla crear indicadores 
de desempeño referidos a la gestión de la calidad 
del aire en aquellas instituciones que participen 
en la implementación de las Estrategias y Líneas 
de Acción de la ENCA. Estos indicadores habrán 
de resultar de los acuerdos de coordinación y co-
gestión que se vayan estableciendo. 
Otro aspecto sustantivo será dotar de capaci-
dades técnicas, financieras y operacionales a los 
órganos de gobierno encargados de inspeccionar 
y vigilar el cumplimiento de la normatividad en 
materia de calidad del aire, con el fin de mejorar 
su desempeño. 
En la Tabla 4 se encuentran las Estrategias y 
Líneas de Acción del Eje 2. 
Tabla 4. Instituciones eficientes y orientadas a resultados
Estrategia Línea de Acción
2.1 Promover la definición de las atribuciones, respon-
sabilidades y acciones que correspondan a las distin-
tas instancias gubernamentales en la implementación 
de la ENCA
2.1.1 Identificar necesidades de mejora al ordenamien-
to jurídico en materia de gestión de la calidad del aire.
2.1.2 Elaborar un Programa Especial de Calidad del Aire.
2.2 Contar con una política normativa congruente y 
renovada, que establezca metas progresivas, con base 
en los mejores estándares internacionales en materia 
de calidad del aire.
2.2.1 Desarrollar y actualizar las Normas Oficiales 
Mexicanas en materia de calidad del aire para la protec-
ción de la salud, que incluyan estándares para conta-
minantes prioritarios que se definan (metales pesados, 
COP y otros).
2.2.2 Establecer instrumentos normativos para prote-
ger a los ecosistemas de los efectos de la contamina-
ción atmosférica.
2.3 Promover el fortalecimiento de las instituciones 
encargadas de gestionar la calidad del aire en los tres 
órdenes de gobierno.
2.3.1 Fortalecer la estructura institucional para desa-
rrollar de manera permanente las capacidades técnico-
administrativas de los gobiernos.
2.3.2 Promover la definición de indicadores de desem-
peño para todas las instituciones involucradas en la ENCA.
2.4 Impulsar la asignación de recursos para implemen-
tar acciones relacionadas con la gestión de la calidad 
del aire.
2.4.1 Promover la ampliación y fortalecimiento de los 
mecanismos de financiamiento para implementar las 
acciones relativas a la calidad del aire. 
2.4.2 Compartir esfuerzos y fortalecer capacidades 
para obtener fondos que permitan implementar accio-
nes en materia de calidad del aire. 
2.4.3 Alinear y gestionar con eficiencia los recursos en 
la implementación de acciones relacionadas con la ca-
lidad del aire.
2.5 Fortalecer las instituciones encargadas de la ins-
pección y vigilancia en materia de calidad del aire.
2.5.1 Fortalecer las capacidades humanas, técnicas, 
financieras y operacionales de las instituciones encar-
gadas de la observancia de la normatividad relativa a la 
calidad del aire.
2.5.2 Fortalecer los mecanismos jurídicos y/o adminis-
trativos para que los particulares denuncien a genera-
dores de contaminantes y autoridades que no cumplan 
con sus responsabilidades.
40
La revisión del ordenamiento jurídico en mate-
ria de gestión de la calidad del aire será un proceso 
continuo que requerirá de la participación de diver-
sos actores. En el corto plazo se elaborará un pro-
yecto del Programa Especial de Calidad del Aire, 
bajo la coordinación de la Semarnat y con la par-
ticipación de los sectores público, privado y social.
El resto de las tareas se habrán de implementar 
en el mediano plazo y son las que corresponden al 
fortalecimiento institucional de aquellos organis-
mos y dependencias gubernamentales de los tres 
órdenes de gobierno, entre los que se encuentran, 
de manera muy importante, los gobiernos locales.
Eje 3. Empresas 
comprometidas con la 
calidad del aire
Objetivo
Fortalecer el sistema regulatorio de incentivos 
y obligaciones que oriente la transformación de 
los procesos de las empresas para que reduzcan la 
emisión de contaminantes.
A los mecanismos de acción concertada entre 
los diferentes actores, y al fortalecimiento de las 
capacidades institucionales, habrá que sumar una 
serie de acciones que involucran al sector privado 
para controlar, mitigar y prevenir las emisiones de 
contaminantes al aire, y para desarrollar nuevos 
mercados de bienes y servicios amigables con el 
medio ambiente. 
Uno de los fundamentos de esta Estrategia con-
siste en establecer patrones de conducta que los 
particulares observarán gracias a un sistema que 
articule obligaciones e incentivos. México cuenta 
con instrumentos para tales efectos. La LGEEPA y 
su Reglamento en Materia de Prevención y Control 
de la Contaminación Atmosférica establecen, en-
tre otros asuntos, que la Semarnat y las autorida-
des estatales y municipales serán las encargadas 
de expedir licencias para la operación de empre-
sas que emiten, o puedan emitir, contaminantes a 
la atmósfera, bajo la obligación de que presenten 
Cédulas de Operación Anual (COA), que son re-
portes acerca de sus emisiones. También prevén 
instrumentos económicos y de fomento, que es-
tablecen diversos tipos de incentivos para que los 
sujetos obligados modifiquen su conducta de ma-
nera voluntaria, a través de la autorregulación.
 Se cuenta además con NOM específicas, que 
establecen diversos umbrales máximos permisi-
bles de emisión de contaminantes para fuentes 
fijas y móviles, o requisitos ambientales para los 
combustibles fósiles.
Foto: Semarnat
Foto: INECC
41
Otro de los mecanismos es el Programa Na-
cional de Auditoría Ambiental (PNAA), orientado 
a las empresas en operación que puedan causar 
efectos negativos al ambiente. El PNAA otorga el 
Certificado Ambiental, renovable cada dos años, 
y que puede ser de dos tipos: el Certificado de 
Industrial Limpia y el Certificado de Calidad Am-
biental. El primero se le entrega a empresas que 
realizan actividades de manufactura y transfor-
mación, y el segundo a las dedicadas a actividades 
comerciales y de servicios. Asimismo, la Profepa 
cuenta con el Programa Liderazgo Ambiental para 
la Competitividad (PLAC), cuyo objetivo es desa-
rrollar capacidades que contribuyan a mejorar el 
desempeño ambiental de las industrias, mediante 
la implementación de proyectos de eco-eficiencia 
que generen ahorros económicos y contribuyan a 
su competitividad. 
Adicionalmente, las auditorías ambientales 
estipulan un sistema de regulación que permite, 
por ejemplo, establecer convenios entre autori-
dades y particulares para fomentarla adquisición 
de equipos que reduzcan la contaminación, o 
para proteger, preservar o restaurar el ambiente 
(LGEEPA, Art. 173). 
La ENCA buscará implementar un sistema 
que combine la observancia obligatoria 
de la normatividad y un paquete de 
incentivos que promuevan iniciativas 
voluntarias por parte de los particulares.
Para dinamizar la participación y el compro-
miso del sector privado con la calidad del aire se 
crearán nuevos instrumentos de incentivos eco-
nómicos, fiscales y de fomento, y se reforzarán 
los existentes. Entre ellos, por ejemplo, la depre-
ciación acelerada para reducir la carga fiscal am-
pliada a aquellos que voluntariamente adopten 
programas de innovación tecnológica en sus pro-
cesos productivos. En estas iniciativas se involu-
crará a las pequeñas y medianas empresas que 
apliquen medidas de reducción de emisiones y 
mejoramiento de su eficiencia energética. 
Del mismo modo, se habrán de fortalecer y 
precisar los convenios permitidos por la ley para 
que autoridades y particulares acuerden progra-
mas específicos para reducir la emisión de conta-
minantes; y se definirán indicadores que permitan 
cuantificar la reducción de emisiones. También se 
actualizarán y emitirán de manera progresiva las 
NOM asociadas a características específicas de 
los emisores fijos y flotas vehiculares; y a temas 
emergentes, hasta alcanzar estándares interna-
cionales, en la medida en que el mercado disponga 
de la tecnología necesaria para ello y que los ins-
trumentos económicos y de fomento se encuen-
tren en plena operación. Para que los resultados 
sean los esperados, se requerirá un esfuerzo para 
contar con combustibles más limpios.
Es importante destacar que existen otras ac-
tividades productivas, además del ámbito indus-
trial, que inciden en la calidad del aire en micro 
ambientes o áreas delimitadas. Entre ellas se en-
cuentran los hornos tradicionales ladrilleros y de 
alfarería, la práctica de quemas agrícolas, la fumi-
gación y el uso de agroquímicos, que impactan en 
los ecosistemas, pero también en la salud de las 
personas. Esta Estrategia contempla promover la 
regulación de estas actividades, para lo cual se 
considerarán los impactos económicos que pu-
diera provocar esta normatividad, de manera que 
habrán de activarse, como en el caso de las in-
dustrias, mecanismos económicos y de fomento 
para facilitar su implementación.
México debe promover un mercado de bienes 
y servicios sustentables. Éste se está desarrollan-
do inevitablemente debido a la creciente deman-
da ciudadana, como ha sido el caso, por ejemplo, 
de los productos orgánicos. También se ha ex-
tendido por un factor de competitividad global de 
las empresas exportadoras, dadas las crecientes 
exigencias de que los bienes que se comercializan 
en el mundo cuenten con altos estándares inter-
nacionales de sustentabilidad en sus procesos 
productivos, asunto que además, está ligado a la 
reducción de la huella ecológica del CO2.
42
La autoridad habrá de promover este mercado 
emergente creando, de manera paralela a su de-
sarrollo inercial, incentivos para los proveedores 
de este tipo de bienes y servicios, e induciendo 
la demanda mediante campañas de divulgación 
que promuevan cambios en los hábitos de com-
pra de la ciudadanía, como se establece en el Eje 
5 de la ENCA. Esto es especialmente importante 
en lo referente a insumos domésticos que emiten 
contaminantes en microambientes, sean hogares 
o centros de trabajo. Las empresas, por su lado, 
podrían sentar el ejemplo, proveyendo para sus 
edificios y oficinas, artículos cuya emisión de con-
taminantes es baja.
Otra modalidad para desarrollar el mercado de 
bienes y servicios sustentables consiste en for-
talecer modelos de reforestación y conservación 
de la cubierta forestal, mediante el pago por ser-
vicios ambientales, con el objeto de coadyuvar 
al manejo sustentable de los bosques y evitar el 
cambio de uso del suelo.
Conviene finalmente aprovechar el desarrollo 
de las tecnologías de información y comunica-
ciones para simplificar los trámites ambientales 
que deben realizar las empresas. La mejora regu-
latoria para agilizarlos contribuye a transparentar 
procedimientos, y al abatimiento de costos que 
reditúan en la productividad de las empresas, por 
lo que resulta fundamental consolidar la ventani-
lla ambiental única, de cobertura nacional, para 
que reciba y emita documentos, reportes como la 
COA y licencias, entre otros servicios, de manera 
que estos se lleven a cabo en tiempo y forma.
El nivel de compromiso de las empresas res-
pecto a la gestión de la calidad del aire se fortale-
cerá a través de la articulación de las obligaciones 
e incentivos que se instrumenten.
La descripción de las Estrategias y Líneas de 
Acción que corresponden al Eje 3, se encuentra 
en la Tabla 5.
Foto: Semarnat.
43
Tabla 5. Empresas comprometidas con la calidad del aire
Estrategia Línea de Acción
3.1 Actualizar el marco regulatorio en materia de pre-
vención y control de la contaminación de la atmósfera. 
3.1.1 Revisar, actualizar y desarrollar las NOM y NMX, 
relacionadas con las fuentes fijas y móviles.
3.1.2 Promover la actualización de la normatividad 
para que la calidad ambiental de los combustibles y 
las tecnologías consideren como referencia los están-
dares internacionales.
3.1.3 Promover la regulación de quemas agrícolas en 
empresas rurales.
3.1.4 Promover la regulación de emisiones por el uso 
de hornos tradicionales para actividades productivas, 
en particular de hornos ladrilleros y de alfarería.
3.2 Fortalecer los instrumentos económicos y de fo-
mento para incentivar la transformación voluntaria de 
los procesos de las empresas para reducir sus emisio-
nes contaminantes.
3.2.1 Establecer convenios y desarrollar programas 
con el sector privado para la reducción voluntaria de 
emisiones, tanto directas como indirectas. 
3.2.2 Promover los incentivos fiscales e instrumentos 
de fomento para que las industrias transformen sus 
procesos productivos mediante la innovación tecnoló-
gica y la eficiencia energética.
3.2.3 Impulsar dentro de las cadenas productivas que 
las PyME apliquen medidas de reducción de emisiones 
y mejoramiento de eficiencia energética.
3.3 Fomentar y desarrollar un mercado de bienes y 
servicios verdes.
3.3.1 Fortalecer y fomentar esquemas de reforesta-
ción y conservación de la cubierta forestal mediante 
programas voluntarios y de pago por servicios am-
bientales.
3.3.2 Fomentar instrumentos fiscales y de fomento 
para productores de insumos domésticos verdes, a 
nivel nacional. 
3.3.3 Impulsar las compras verdes por parte del sec-
tor privado.
3.4 Clarificar y agilizar los procedimientos y trámites 
entre empresas y autoridades ambientales.
3.4.1 Simplificar los procedimientos para agilizar los 
trámites entre empresas y autoridades ambientales.
3.4.2 Consolidar la ventanilla ambiental única para 
agilizar las interacciones entre las empresas y las ins-
tituciones ambientales. 
3.4.3 Homologar las Cédulas de Operación Anual 
(COA) a nivel nacional con base en metodologías 
estandarizadas, así como fortalecer su verificación y 
explotación.
3.4.4 Crear un Padrón Único Nacional de Estableci-
mientos Industriales que emiten contaminantes, con 
una metodología estandarizada, comparable y audi-
table. 
44
Estas estrategias están planeadas para el me-
diano y largo plazo. Tal es el caso de la actuali-
zación y creación de nuevas normas, proceso en 
el que habrán de participar otras Secretarías, ade-
más de la Semarnat. Para el fortalecimiento de las 
obligaciones e incentivos y el desarrollo de un mer-
cado de bienes y servicios amigables con el medio 
ambiente se requerirá de la colaboración de todos 
los sectores, además del ambiental. Y en la estra-
tegia referida a procedimientos y trámites habrán 
de participar los gobiernos locales.
Eje 4. Políticas para 
mejorar la calidad del 
aire con base científica
Objetivo
Consolidar los instrumentos y la investigación 
científicay técnica que generan información so-
bre la calidad del aire para articularlos con las po-
líticas y programas que la gestionan.
Uno de los pilares que fundamenta la gestión 
integral de la calidad del aire es un sistema de in-
formación confiable y de cobertura nacional. La 
eficacia de esta iniciativa dependerá de la calidad, 
integridad y actualidad de la información que se 
genera a través de las herramientas que recogen 
información. A ellos habrá que sumar el reposito-
rio de políticas y programas concurrentes relacio-
nados con la calidad del aire, planteado por esta 
Estrategia en el Eje 1.
El desafío de la ENCA es atender el entorno 
que condiciona la producción y procesamiento 
de datos, por lo que se precisa revisar y homo-
logar los procedimientos utilizados para recopilar 
información, las metodologías para procesarla, y 
asegurar las capacidades del capital humano que 
realiza ese trabajo; así como analizar las agendas 
de investigación científico técnica. 
Contar con información robusta y confiable del 
estado que guarda la calidad del aire contribuirá de 
manera decisiva para que su gestión sea transver-
sal, puesto que dará mayor visibilidad a quienes la 
originan, y permitirá que las instituciones que con-
vergen en la ENCA la compartan y vayan abatien-
do las brechas de colaboración que existen entre 
ellas. Toda la información generada en torno a la 
investigación, evaluación, avances y logros deriva-
dos de la ENCA, deberán ser integrados en un mó-
dulo compatible con el Atlas Nacional de Riesgos y 
con el Atlas de Vulnerabilidad ante el Cambio Cli-
mático, a fin de permitir análisis en los que se con-
sidere el nivel de éxito en la aplicación de políticas 
en torno al ordenamiento territorial, incluso a nivel 
321 empresas adheridas
+ 50,000 camiones evaluados en 2016
1.3 millones de toneladas de CO2 
evitadas por los camiones evaluados 
en 2016
Foto: Semarnat.
45
de población o delegación, y su interrelación con 
otros fenómenos naturales (huracanes o erupcio-
nes volcánicas) o antropogénicos (incendios, acci-
dentes químicos, entre otros).
Contar con información robusta y 
confiable del estado que guarda la calidad 
del aire contribuirá de manera decisiva 
para que su gestión sea transversal.
Se deberá, asimismo, promover la creación de 
métodos para la implementación de un sistema de 
alerta temprana que permita mitigar con acciones 
específicas de cada sector, los efectos de la mala 
calidad del aire.
El monitoreo de contaminantes es el principal 
instrumento utilizado por las autoridades para 
generar información de la concentración de es-
tos elementos en el aire, lo cual permite diseñar, 
implementar y evaluar políticas y programas para 
su control y mitigación. Éste, a cargo de las auto-
ridades locales, se realiza por medio de estacio-
nes, fijas o móviles, que recogen muestras de aire 
y las procesan para identificar la concentración 
de contaminantes y sus características. Algunas 
estaciones generan información que es difundida 
en tiempo real por las autoridades locales, mien-
tras que otras solamente envían los datos al Sis-
tema Nacional de Información de la Calidad del 
Aire (Sinaica), Figura 8, para su procesamiento y 
posterior difusión nacional. Según el objetivo que 
se persiga, se define la ubicación y cantidad de 
estaciones necesarias para asegurar su represen-
tatividad y cobertura. 
Figura 8. Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire, Sinaica
46
Para que los resultados del monitoreo atmos-
férico sean confiables se creó la Norma Oficial 
Mexicana NOM-156-SEMARNAT-2012, que es-
tablece los estándares para homologar los pro-
cedimientos de operación de las estaciones, su 
calibración y mantenimiento, así como el almace-
namiento y manejo de la información. 
En México operan 241 estaciones de medición 
de calidad del aire (134 automáticas, 73 manua-
les y 34 mixtas), agrupadas en 34 Sistemas de 
Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA), que se 
distribuyen en 30 Entidades Federativas. Sólo Baja 
California Sur y Quintana Roo no están equipados 
con estos instrumentos.
Del	total	de	 las	59	zonas	metropolitanas	que	
hay en el país, 35 cuentan con equipos automá-
ticos o mixtos, 7 con equipos manuales y 17 no 
cuentan	con	medición	de	calidad	del	aire,	Figura	9	
(INECC, 2016). 
El reciente Informe de Calidad del Aire 2014 
(INECC, 2015) analizó la operación de 176 es-
taciones de monitoreo. En él se indica que no se 
logró hacer una evaluación completa de todas las 
estaciones, debido a que muchas carecen de infor-
mación suficiente. 
Esta situación se debe a deficiencias en la ope-
ración y mantenimiento de las unidades, así como 
en el manejo de datos, esto es, a su análisis, valida-
ción, interpretación, comunicación, y en el uso que 
se hace de ellos. A lo anterior se suma el rápido 
deterioro de las estaciones debido, como ya se ha 
mencionado, a la falta de capacitación y rotación 
del personal que las maneja, y la insuficiente asig-
nación de recursos presupuestales para su opera-
ción y mantenimiento. 
Figura 9. Medición de la calidad del aire en zonas metropolitanas
Fuente: INECC.
47
Ante esta situación, se debe contar con linea-
mientos para instrumentar un monitoreo de la ca-
lidad del aire que atienda localidades prioritarias y 
ecosistemas vulnerables, que incluya estaciones 
centinela que midan contaminantes criterio y prio-
ritarios, y que garantice recursos humanos capaci-
tados y presupuesto suficiente para operar y dar 
mantenimiento periódico a las estaciones. 
El fortalecimiento del Sinaica será central para 
mejorar la calidad de la información, como lo será 
también la actualización y aplicación de la NOM-
156 para que los resultados del monitoreo se es-
tandaricen en todo el país. 
Los inventarios de emisiones son otro instru-
mento fundamental para gestionar la calidad del 
aire, ya que permiten identificar las fuentes de 
emisión y estimar sus aportes de contaminantes 
en un tiempo y espacio determinados. Mediante 
ellos se establecen líneas base de emisiones para 
monitorear su reducción, se identifican y ubican 
fuentes, se caracterizan sus emisiones, y permiten 
determinar necesidades técnicas y de equipos de 
control de emisiones de distintas fuentes. 
Las fuentes de emisión de contaminantes abar-
can desde la industria, los comercios y servicios, 
diversas actividades, como ganadería, quemas 
agrícolas, uso de productos de limpieza y pinturas, 
Figura 10, así como los suelos y la vegetación, y 
vehículos automotores, Figura 11. Se clasifican en 
cuatro categorías: fuentes fijas puntuales, fuentes 
móviles, fuentes de área y fuentes naturales.
Para el desarrollo de un inventario de emisio-
nes se requiere de información sobre las fuentes 
(ubicación, materiales, combustibles, consumos, 
procesos, productos, entre otros) y de una me-
todología de cálculo de emisiones. Entre los años 
1995	 y	 2000	 el	 Instituto	 Nacional	 de	 Ecología	
(ahora INECC), con el apoyo de la Agencia de 
Protección al Ambiente de los Estados Unidos y 
la Asociación de Gobernadores del Oeste de ese 
país, aplicaron por primera vez un inventario de 
emisiones en México, cuya metodología se ade-
cuó a las condiciones particulares de nuestro país. 
De allí surgieron los primeros manuales técni-
cos, que permitieron identificar métodos de cál-
culo comparables en el tiempo y entre distintas 
regiones. 
En México se han desarrollado cinco inventarios 
de emisiones con cobertura nacional, de los años 
1999,	2005,	2008,	2011	y	2013;	a	nivel	local	se	
han realizado importantes esfuerzos por elaborar 
y actualizar inventarios de emisiones en estados, 
ciudades y zonas metropolitanas. No obstante, 
tanto en los inventarios nacionales como en los lo-
cales han existido diferencias metodológicas y de 
temporalidad, lo que imposibilita su comparación. 
Figura 10. Crecimiento de unidades económicas
Fuente: INEGI.
48
Las diferencias metodológicas se deben prin-
cipalmente a problemas asociados con la dispo-
nibilidady recopilación de información completa 
y confiable, así como a las distintas capacidades 
de las dependencias involucradas en su acopio y 
procesamiento. Ante esta situación, importa que 
los inventarios de emisiones homologuen sus me-
todologías, mediante una nueva NOM que fije 
un protocolo para su elaboración, para que su in-
formación sea confiable y comparable, especial-
mente en regiones y localidades prioritarias y en 
ecosistemas vulnerables. 
Resulta prioritario también fortalecer la agenda 
nacional de investigación científica y técnica para 
incrementar la producción de información y articu-
larla con el diseño e instrumentación de políticas 
y programas relacionados con la calidad del aire. 
Esta agenda requiere, entre otras cuestiones, in-
vestigar la formación, transformación, transporte 
y dispersión de contaminantes, la aplicación de 
modelos para su estudio, así como la investiga-
ción aplicada a nuevas tecnologías que reduzcan 
la emisión de contaminantes a la atmósfera.
Otra necesidad es profundizar en los análisis re-
feridos a los riesgos en la salud de la población, así 
como en la vulnerabilidad de ecosistemas forestales 
y cultivos agrícolas, provocados por la exposición 
a contaminantes atmosféricos. La investigación 
aplicada territorialmente sobre estos temas con-
tribuirá, asimismo, a fortalecer los ProAire, ya que 
se identificarán con mayor precisión la morbilidad 
y mortalidad de las personas, y se conocerán con 
mayor detalle las afectaciones a los ecosistemas, 
generando evidencias que permitirán establecer 
acciones para abatir dichas afectaciones y sensibi-
lizar a la población y a las autoridades. 
Esta estrategia prevé a mediano plazo proyec-
tar el impacto en la calidad del aire que tiene cada 
una de las líneas de acción a implementar, con el 
fin de priorizar aquellas que más impacto tienen en 
la mejora de la calidad del aire.
Por otra parte, la colaboración entre institucio-
nes e investigadores para producir sinergias entre 
ellos, así como el estrechamiento de sus vínculos 
con las autoridades, especialmente del ámbito re-
gional, serán un aporte sustancial para abatir la 
contaminación de la atmósfera. El INECC ha teni-
do un papel de liderazgo en líneas de investigación 
asociadas con la calidad del aire y cambio climático 
y es, además, una institución que vincula al gobier-
no con la academia, competente para diseñar una 
agenda de investigación de cobertura nacional.
La Tabla 6 contiene las Estrategias y Líneas de 
Acción que integran el Eje 4.
Figura 11. Crecimiento del parque vehicular a nivel nacional
Fuente: INEGI, 2017.
49
Tabla 6. Políticas para mejorar la calidad del aire con base científica
Estrategia Línea de Acción
4.1 Fortalecer las herramientas que generan información para 
sustentar la gestión de la calidad del aire. 
4.1.1 Desarrollar lineamientos para fortalecer el monitoreo 
de la calidad del aire, la infraestructura y el personal capaci-
tado que se requiere a nivel local; así como para establecer 
estaciones centinela que consideren contaminantes criterio 
y prioritarios.
4.1.2 Impulsar el desarrollo de programas de monitoreo at-
mosférico, que aseguren procesos de medición estandarizada, 
en regiones y localidades prioritarias, cuencas atmosféricas 
identificada como “saturadas”, así como en ecosistemas vul-
nerables, Regiones Prioritarias para la Conservación o Áreas 
Naturales Protegidas, adyacentes a zonas agrícolas o ex-
puestas a la dispersión de contaminantes criterio.
4.1.3 Fortalecer el Sistema Nacional de Información de Ca-
lidad del Aire (SINAICA) y promover que las Redes de Mo-
nitoreo Atmosférico informen en tiempo real el estado de la 
calidad del aire.
4.1.4 Crear una Norma Mexicana de Inventarios de Emisiones 
que estandarice las metodologías e incorpore contaminantes 
criterio y prioritarios.
4.1.5 Fortalecer el desarrollo de Inventarios de Emisiones en 
regiones y localidades prioritarias, así como en ecosistemas 
vulnerables.
4.1.6 Impulsar el uso de herramientas de modelación para la 
evaluación y prospectiva de la calidad del aire. 
4.2 Impulsar la investigación científica y la innovación tecno-
lógica como base de las políticas para mejorar la calidad del 
aire.
4.2.1 Definir e impulsar líneas de investigación estratégicas 
que den sustento científico a acciones para mejorar la calidad 
del aire. 
4.2.2 Desarrollar un banco público de información relacio-
nada con la calidad del aire, que incluya instituciones de in-
vestigación, investigadores y resultados de investigaciones 
relevantes. 
4.2.3 Promover el desarrollo de innovación tecnológica que 
conlleve a la reducción de emisiones de contaminantes a la 
atmósfera. 
4.3 Fortalecer la investigación relacionada con los riesgos y 
costos en la salud de las personas y afectaciones a los eco-
sistemas, provocados por la exposición a la contaminación 
atmosférica.
4.3.1 Fortalecer las líneas de investigación sobre los impactos 
socio - económicos y los costos asociados a los efectos de la 
contaminación atmosférica en la salud de la población y en la 
conservación de los ecosistemas.
4.3.2 Promover el desarrollo de un programa de evaluación 
integral de riesgos a la salud y al ambiente. 
4.3.3 Fortalecer y difundir las bases de datos que reportan la 
incidencia de enfermedades relacionadas con la presencia de 
altos niveles de contaminación atmosférica. 
4.4 Proyectar el impacto de las acciones previstas para mejo-
rar la calidad del aire.
4.4.1 Aplicar herramientas de análisis económico de las ac-
ciones a implementar para reducir las concentraciones de 
contaminantes atmosféricos.
4.4.2 Evaluar la efectividad de las acciones a implementar 
para determinar su incidencia en el mejoramiento de la ca-
lidad del aire.
4.4.3 Establecer criterios para priorizar las acciones a imple-
mentar para mejorar la calidad del aire.
50
Las Estrategias y Líneas de Acción referidas al 
fortalecimiento de las herramientas que generan 
información para sustentar la gestión de la calidad 
del aire serán realizadas principalmente por la SE-
MARNAT y el INECC en el corto plazo. Las otras 
estrategias se plantean para el mediano y largo 
plazo, en virtud de los diferentes factores que de-
berán converger para su implementación, como 
son los recursos humanos y presupuestales, y el 
tiempo que se requiere para llevar a cabo las inves-
tigaciones científicas. 
Eje 5. Sociedad 
responsable y 
participativa
Objetivo
Establecer mecanismos para que la población 
conozca el impacto de la contaminación atmos-
férica en sus vidas y participe activamente para 
mejorar la calidad del aire.
La ENCA se propone conjuntar esfuerzos de 
diversas instituciones y órdenes de gobierno para 
que la sociedad conozca más sobre la contami-
nación atmosférica, porque en esa medida su 
compromiso para mejorar la calidad del aire será 
mayor. Se hace necesario entonces profundizar en 
la transparencia para abatir la asimetría de infor-
mación entre sociedad, autoridades, expertos e 
investigadores. 
Hoy, la información y el conocimiento sobre 
la calidad del aire y sus impactos tienden a estar 
concentrados en manos de autoridades, expertos 
y organizaciones sociales ambientalistas, y se en-
cuentran dispersos en repositorios de varias insti-
tuciones. A ello se agrega que la información que 
se ofrece no resulta del todo compresible para la 
ciudadanía, que debe hacer esfuerzos ajenos a su 
quehacer cotidiano para apropiarse del saber am-
biental que todos quisiéramos que tuviera. 
La población manifiesta preocupación por el 
tema de la calidad del aire cuando se presentan 
episodios de altas concentraciones de contami-
nantes, y las autoridades tienen que regular las 
actividades de la industria y la sociedad para redu-
cir las emisiones; lo que ocurre, por ejemplo, en la 
Zona Metropolitana del Valle de México. Sin em-
bargo, no se cuenta con información clara y simple 
respecto a la complejidad del fenómeno, ni de los 
efectos que puede provocar en la salud. 
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