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APROXIMACIONES AL DISEÑO ARQUITECTURA ARTE O TECNICA - ARNOLDO GAITE

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aproximaciones al diseño
aproximaciones al diseño
Arnoldo Gaite
A Pedro y Manuel
nobuko
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La reproducción total o parcial de este libro, en
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© 2004 nobuko
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Febrero de 2007
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aproximaciones al diseño
Miniediciones HELIOS Taller Gaite - FADU. UBA
Buenos Aires - Argentina
cuarta edición mayo de 2004
aproximaciones al diseño
Las actividades de enseñanza en el Taller de Arquitectura y de
Técnicas abarcando todos los niveles del aprendizaje, me han
obligado a poner atención en dos aspectos muy importantes
para generar una comunicación efectiva en el contacto cotidia-
no de docentes y estudiantes.
· El primer aspecto se refiere al ordenamiento claro de
las actividades y conocimientos que intervienen en los proce-
dimientos para la resolución de los proyectos de arquitectura,
que muestro en modo sintético bajo el título de Procedimiento
Proyectual.
· El segundo aspecto ha sido necesario desde el principio
para interpretar ese ordenamiento, y lo he desarrollado con el
criterio de una introducción al diseño.
Por cuanto se trata de una explicación básica para poner en
valor adecuado los procedimientos, expongo este aspecto en
primer lugar.
Finalmente, se incorporan algunas ilustraciones y ejemplos de
proyectos u obras que interesa considerar por cuanto han sido
configurados como resultado de la aplicación de los criterios
enunciados en estas páginas.
Arnoldo Gaite
5
índice
arquitectura: arte o técnica?
ideas para una introducción al diseño 9
................................................................................................... 
arquitectura y arquitectos
fundamentos y fines 11
................................................................................................... 
el proyecto
conocimiento, imaginación y síntesis 19
................................................................................................... 
análisis y síntesis
procedimientos previos y concurrentes 27
................................................................................................... 
el dibujo
los medios para proyectar 43
................................................................................................... 
notas
definiciones y aclaraciones 49 
...................................................................................................
un procedimiento proyectual
elementos a considerar para el diseño arquitectónico 55 
...................................................................................................
ilustraciones 
63
................................................................................................... 
9
arquitectura : arte o técnica ?
ideas para una introducción al diseño
La decisión de escribir estas líneas obedece a mi convicción en
la necesidad que existe de exponer y tratar de ordenar muchas
apreciaciones latentes (a veces coincidentes, otras contradicto-
rias) acerca de la interpretación del término "arquitectura", y a
mi deseo de contribuir con algunas reflexiones que permitan el
análisis sobre los fines y el destino de la profesión -y condi-
ción- de "arquitecto".
Arquitectura y arquitectos: producto y operadores que abar-
can un campo de conocimientos y actividades que tiene que
ver con el hábitat del hombre, lo que equivale a decir con sus
necesidades para habitar en el planeta. 
Y que comprende desde lo elementalmente biológico hasta
aquello que refleja sus aspiraciones, sus sueños y sus deseos
de trascendencia.
Por supuesto que estas reflexiones no pretenden revelar miste-
rios ni producir impecables definiciones acerca de qué signifi-
ca arquitectura. Muy por el contrario, la idea es que a través de
un enfoque sencillo de las actividades que conforman la pro-
fesión del arquitecto, se genere una comprensión global de la
materia. 
El énfasis con que cada lector desarrolle o particularice en sus
estudios alguna de estas actividades dependerá de su vocación
específica. Pero juzgo necesario que ese énfasis sea producto
de una decisión consciente, en el marco de una teoría que con-
temple la existencia de todos los elementos que intervienen en
el problema de la arquitectura.
No ignoro que tratar de ordenar las apreciaciones que se refie-
ren a un campo tan amplio y complejo constituye una aspira-
ción exagerada. 
Pero, entre otras cuestiones, elegí la docencia en arquitectura
y entonces de ésta no me salvo. Así que allá voy. 
10
arquitectura y arquitectos
fundamentos y fines
La misión esencial de la arquitectura reside en la tarea de con-
feccionar los ámbitos que permitan el desarrollo de la vida. 
Finalidad básica, destinada a proveer lo que podríamos deno-
minar abrigo adecuado para las distintas funciones vitales que
los seres humanos desarrollan en el planeta.
Esta adecuación se obtiene produciendo la segregación de una
porción acotada de espacio, de modo tal que sea posible eli-
minar las acciones nocivas de los elementos externos; pero que
también posibilite aprovechar sus propiedades benéficas, en
muchos casos imprescindibles para la vida humana.
El sol, el agua y el aire aparecen entonces, en esta primera con-
sideración, como protagonistas principales en la obra del
arquitecto.
La confección de esos ámbitos para ser habitados requiere una
operación de pensamiento previo, de una imaginación de los
mismos: operación que podemos inscribir en el tipo de activi-
dad que denominamos creativa, por cuanto se trata de proyec-
tar.(1)
Para que el resultado de esta actividad creativa -el proyecto-
adquiera existencia física, se debe materializar; es decir, construir. 
Y esta nueva operación se inscribe en el tipo de actividad que
denominamos técnica.
11
Originada en el vocablo griego "techne": relativo a un arte u
oficio, significaba el saber que hacía posible la producción de
un artefacto mediante la transformación de un objeto natural. 
Este concepto, que relacionaba íntimamente la naturaleza con
la técnica como operación humana, se ha transformado y com-
plicado sustancialmente a partir de la revolución industrial y
del avance de la ciencia.
En la última centuria se ha producido un formidable desarro-
llo en este campo, dando lugar a una profunda revisión filosó-
fica, por cuanto la impronta de la ciencia y de la técnica reper-
cute no sólo en la organización social, sino aún en la concep-
ción del universo. 
Vemos hoy que la utilización de los conocimientos científicos
puede llegar a posibilitar o impedir la vida en el planeta. 
Para desarrollar una idea más cabal al respecto, resulta buena
la interpretación que sobre el tema desarrolla la Enciclopedia
Salvat(2) cuya lectura completa en lo referente al vocablo "téc-
nica" recomiendo.(ver lámina 1)
Inscripta en el contexto de lo que denominamos "tecnología":
-tratado sistemático de los conocimientos y prácticas aplica-
bles a los procesos de producción- la técnica resulta el medio
o recurso idóneo para materializar las ideas que como resulta-
do de laactividad creativa constituyen el proyecto de arqui-
tectura.
Ahora bien, al materializarse ese proyecto configurando un
ámbito adecuado para la vida, aparece con una determinada
forma.
12
Es decir, integra el mundo de los objetos y en consecuencia,
actúa en el campo de la percepción humana (3) y se incorpora,
o debería incorporarse, a la cultura(4) del medio en donde se
produce.
Llegado a este punto parece que puedo expresar con mayor
claridad que la arquitectura comprende una actividad huma-
na dedicada a la creación de la habitabilidad, con los recur-
sos técnicos adecuados y mediante las formas conducentes a
tal fin.
Sin embargo, con esta definición queda sin respuesta una clá-
sica pregunta, siempre latente: la arquitectura, ¿es un arte o
una técnica? ¿de qué se trata?.
Analicemos la posibilidad de responderla.
En principio, atendiendo a que la actividad reconoce como
finalidad esencial la habitabilidad, se trata de creación condi-
cionada, ya que el producto resultante debe cumplir determi-
nadas condiciones para el uso por los hombres.
En este aspecto resulta claro su parentesco con otras activida-
des creativas, como la de diseñar objetos que deben cumplir
funciones específicas (un cuchillo, o una silla, por ej.) o del
diseño gráfico, destinado a producir un modo de comunica-
ción. 
Estos parentescos configuran una familia en la que la arqui-
tectura resulta ser el miembro más grande y complejo, pero se
reconoce que tanto los procesos de análisis como de proyecto
en todos los casos ofrecen una gran similitud entre sí.
Precisamente en esas condiciones de uso que se deben cum-
plir, radica la diferencia con las actividades creativas que
13
podemos denominar puras, como es el caso de la escultura, la
pintura, la música. 
En estos campos de la creación, el uso del producto es reem-
plazado por la necesidad expresiva del autor, y el objeto ima-
ginado o creado apunta fundamentalmente al mundo de las
emociones, y no al de las necesidades físicas.
Para establecer una relativa precisión al referirnos a una u otra
actividad, podemos definir a la familia mencionada por sus
condicionantes de uso como la que aborda el mundo del
diseño. Y el parentesco más característico consiste en que se
refieren a un universo objetual y de operaciones con el espacio
para habitar por el ser humano.(ver láminas 2)
En las definiciones que encontramos acerca del término
diseño, aparecen una serie de conceptos que generalmente son
complementarios, en tanto incluyen los términos de arte y
objetos de uso. 
Por su reconocido origen en el término italiano disegno, que
puede asimilarse a dibujo, es conveniente distinguir que nos
interesa la interpretación que lo define como la "actividad cre-
ativa consistente en determinar las características formales
de un objeto atendiendo a las funciones prácticas que debe
cumplir".(5)
Sin embargo, es posible constatar que las obras de arquitectu-
ra y diseño, en cuanto se trata de formas, con su presencia per-
ceptual y cultural, incursionan también en ese mundo de las
emociones que hemos asignado a las actividades artísticas
"puras".
Más aún: por su finalidad esencial de "abrigo", la arquitectura
14
nos aloja, nos envuelve, incorpora a nuestra percepción las
connotaciones de lo que denominamos espacio, debe operar
con la luz y el color, el sonido, los aspectos materiales que per-
ciben los sentidos de la vista y el tacto, los olores y la noción
de peso.(ver láminas 3)
Resulta evidente la participación de todos los sentidos que dis-
pone el ser humano cuando analizamos su relación con la obra
de arquitectura, pero corresponde puntualizar que la concep-
ción contemporánea de la actividad apunta a definir la condi-
ción de "habitabilidad" detrás de la noción del bienestar
humano (generalmente denominado confort).
En este aspecto resulta claro el concepto de cultura según
Marcusse.(6)
Así quedaría de alguna forma limitado el campo de las emo-
ciones a que nos referimos: el concepto de bienestar excluiría
el sentimiento de terror, o la noción de inestabilidad, o intran-
quilidad, por citar algún ejemplo.
Por supuesto que estas aseveraciones son opinables, y precisa-
mente por ello son apasionantes los estudios en la materia.
Tradicionalmente la cultura arquitectónica se ha inscripto o desa-
rrollado en una historia oficial del arte que prioriza la interpreta-
ción evolutiva a través de los temas que juzga como símbolos de
cada época: así aparecen los templos, los palacios o fortalezas,
las iglesias o los edificios públicos alojamientos del poder cons-
tituido; con este concepto, para la arquitectura de hoy, las gran-
des oficinas, bancos o supermercados. 
Permanece relegado en la nebulosa aquello que configura la
15
habitación del hombre a través de los tiempos. Los ejemplos
históricos soslayan el tema de la vivienda como muestras de
arquitectura. 
Salvo alguna excepción(7), el conocimiento de las formas en
que las civilizaciones antiguas, aún las más notables, resolvie-
ron su hábitat(8) cotidiano resulta harto incompleto.
Pero la evolución técnico-científica originada en la revolución
industrial, con el crecimiento de la población del mundo deri-
vado de la disminución de la mortalidad, el aumento del pro-
medio de vida y la concentración de la humanidad viviendo en
ciudades, también ha producido un cambio sustancial en la
interpretación de las funciones que competen a la tarea del
arquitecto, y por ende, al campo que abarca la arquitectura.
Sin embargo, podríamos afirmar que los estudios acerca de la
habitabilidad del planeta para el hombre caracteriza una de
las actividades más rezagadas de la cultura contemporánea, y
más aún, que campea la teoría de la guerra y el exterminio de
parte de la humanidad como respuesta posible a la superpo-
blación.
Frente a esta situación, creo que las ya casi crónicas dis-
cusiones acerca de si la arquitectura implica un estadio
artístico superior, por encima de la mera construcción de
la habitabilidad, pertenecen al terreno de las búsquedas
inútiles (como el de la primacía del huevo o de la galli-
na).
Desde el punto de vista de su pertenencia al arte, resulta
indudable que así como existe la buena o mala literatura,
música, escultura, pintura, también existen los buenos o
malos objetos de diseño, la buena o mala arquitectura.
16
Buena arquitectura parece ser aquella que el medio en
que se inserta la siente como propia,(ver lámina 4) y que en
ella pueden anidar virtudes que la incorporen al campo
que podemos definir como de lo "poético". Interpretando
este término en la extensión que comprende una percep-
ción característica que, derivada de la imagen de las
obras del hombre o la naturaleza, tiene la propiedad de
agradar y elevar el ánimo hacia el disfrute de los senti-
dos.
Citaré un ejemplo tratando de aclarar este concepto, refirién-
dome a una forma literaria. Puedo describir una situación
determinada diciendo así: "En verano, al anochecer, la gente
encendía las luces en los patios, sacaba las sillas a las veredas
y se sentaba a conversar entre sí".
Jorge Luís Borges lo describe así: "Cuando las noches impa-
cientes de octubre sacaban sillas y personas a la vereda y las
casas ahondadas se dejaban ver hasta el fondo y había amari-
lla luz en los patios, la calle era confidencial y liviana y las
casas huecas eran como linternas en fila".
Ambas descripciones constituyen formas literarias. Borges lo
hace con poesía.
Lo que no resulta tan fácil es determinar cómo se aprende, y
más aún cómo se enseña este asunto de las tareas creativas. 
Porque: ¿qué quiere decir esto de las poesía aplicado a una
obra de arquitectura? 
Qué poesía emana de una buena vivienda, por ejemplo, y
como disfrutan de esa poesía los que la habitan? 
¿Está en similar condición de posibilidad el habitante de una
casa especialmente hecha para él, que aquél que reside en una
17
vivienda colectiva, sea casa de departamentos o monobloque
de viviendas de"interés social"?.
La educación formativa en nuestro país no favorece que el
desarrollo de las posibilidades de hacer o disfrutar actividades
o productos que tengan que ver con lo sensible sean mediana-
mente aceptables. 
Así es que cuando, quienes tienen vocación y canalizan sus
estudios hacia este tipo de actividades (caso de los arquitectos
y diseñadores) suelen desarrollar una especificidad que resul-
ta difícil de alcanzar para la generalidad de la población.(9)
Esta dificultad suele obstaculizar el alcance que la profesión
debería tener para responder a los problemas que la sociedad
le plantea, y ello queda en evidencia porque la participación
de los arquitectos en la construcción de la habitabilidad es muy
baja en el mundo en general.
En nuestro medio, es notable escuchar la opinión de que el
arquitecto está para cosas más importantes que la construc-
ción de la propia vivienda, concepto heredado del criterio clá-
sico del "artista superior". 
¡Resulta algo tan ridículo como opinar que un médico está
para cosas más importantes que la salud! 
La necesidad de cambiar esta concepción constituye el desafío
más apasionante que se le ofrece a la formación universitaria
en esta profesión.
18
el proyecto 
conocimiento, imaginación y síntesis
Hemos visto que: 
· finalidad esencial de uso para la habitabilidad
· recursos técnicos para construirla
· implicancias perceptuales e inserción cultural de la
forma diseñada
configuran el campo de la actividad proyectual.
Esta multiplicidad de ingredientes motiva que la preparación
del diseñador requiera de conocimientos relativos a la socie-
dad y al hombre, a la tecnología y al mundo de las formas.
Conocimientos destinados a la concreción -a través de diver-
sos procedimientos de análisis y síntesis- de las propuestas
que para la solución de los distintos temas de la habitabilidad
ofrecerá el proyecto de arquitectura.
La operación de proyectar implica pasar de la imprecisión a la
exactitud: de un estadio de indefinición -en el que las ideas
acerca de una posible respuesta al problema que se ha de solu-
cionar resultan de experiencias anteriores del proyectista- a un
estadio de definición precisa, capaz de ser interpretado por
quienes van a construir la obra.
Entonces: en qué consiste proyectar arquitectura? Hay un pro-
cedimiento de análisis ordenado o sistemático? 
Veamos.
En principio, para salir de la imprecisión inicial parece ade-
19
cuado proceder al estudio de cada uno de los aspectos que con-
dicionan el tema a resolver; y más adecuado aún seguir un cri-
terio de análisis ordenado o sistemático.
Pero ocurre que, tratándose de una operación creativa, la
ansiedad natural que genera la búsqueda de la solución hace
muy difícil ese procedimiento de análisis ordenado. 
Aprender a controlar y dominar esa ansiedad constituye uno de
los aspectos que requiere mejor entrenamiento para operar en
forma positiva.
Esta observación no significa afirmar que existe un sólo méto-
do para proyectar: cada proyectista, a medida que avanza en su
formación, irá encontrando aquél que le resulte más adecuado
a su temperamento o sensibilidad. 
Además lo irá modificando con sus experiencias, porque cada
problema a solucionar presenta incógnitas nuevas que requie-
ren su estudio.
Resulta bastante corriente observar que para el aprendizaje de
esta actividad creativa "condicionada", tanto las condiciones
de uso que plantean los temas de arquitectura, cuanto las que
ofrecen los recursos técnicos para concebir su materialización
sea enfrentadas por el proyectista como obstáculo para su ima-
ginación(10), como un freno para el desarrollo de sus "imáge-
nes".
Esta concepción del proceso creativo, a mi criterio equivoca-
da, generalmente lleva a confundir la finalidad esencial de la
actividad con los medios para lograrla.
En realidad, entiendo que ocurre exactamente lo contrario: la
imaginación, como acto resultante de la voluntad personal
20
para aprehender y proponer la solución a un problema de habi-
tabilidad, tiene las limitaciones inherentes a las experiencias
desarrolladas por esa persona. 
Me atrevería a afirmar que aún en el campo de la actividad
artística pura, un genio como Picasso desarrolló su inmensa
capacidad creativa a través de un proceso de realimentación
entre sus conocimientos y sensibilidad.
Por otra parte, resulta cierto que frente a temas de arquitectu-
ra sobre los que el proyectista ha operado previamente, queda
un sedimento de experiencias que pueden generar imágenes
previas con un alto porcentaje de acierto posible frente a un
tema similar.
Esto ocurre con cualquier individuo que ante el nombre de un
objeto "imagina" inmediatamente la forma que le asigna. Por
ejemplo, ante la palabra mesa, o el término cabaña. 
No serán las mismas mesas o cabañas las imaginadas por dis-
tintas personas; pero podemos estar seguros que el plano de
apoyo, en el primer caso, o los techos inclinados en el segun-
do, estarán presentes en todas las imágenes.
Esto resulta así por cuanto se trata de las cualidades esenciales
de esos objetos; las formas particulares, sus dimensiones, las
caracterizaciones acerca de sus superficies o su color podrán
variar, aunque la imagen emerge casi con seguridad como len-
guaje de una estructura común. Pero, ¿qué ocurre con temas
que nunca se han afrontado: cuando se trata de proyectar un
sistema hospitalario, una fábrica especial, una estación hidro-
biológica?, por citar algún ejemplo.(ver lámina 5)
Es claro que las imágenes previas pueden existir, pero se trata
21
de referirlas a las condiciones que plantea el programa que se
debe resolver para evaluar si colaboran a su solución. 
O si, por el contrario, esas imágenes presentan obstáculos que
impiden cumplir la finalidad del proceso del proyecto, convir-
tiéndose en "fallas congénitas", como las definiera el maestro
Wladimiro Acosta.(11)
Puede suceder que no aparezcan esas imágenes previas. En
ambos casos, no queda otra alternativa que proceder al análi-
sis para conocer el tema.
La aproximación a la solución del proyecto constituye así un
proceso dialéctico entre la incorporación de conocimientos y
la imaginación, produciendo en ésta un pasaje de su capaci-
dad reproductora, que opera con los conocimientos previos,
a su capacidad productora, fuertemente tensionada por
aquello que ha incorporado el análisis tras la búsqueda de la
respuesta o solución al problema abordado.
Cómo se produce en la conjunción de mente y sentidos -lo
racional y lo sensible- el proceso proyectual que sintetiza los
elementos del análisis, constituye un enigma que la ciencia no
ha develado; a punto tal que los conceptos que aproximan a la
comprensión del problema de la imaginación se inscriben en el
campo de la Filosofía.
Lo que indudablemente queda claro es que en esta tarea crea-
tiva de proyectar, el desarrollo de la capacidad de síntesis entre
los diversos ingredientes que intervienen, constituye el hecho
más singular de la profesión de arquitecto.
Síntesis que resulta imprescindible por cuanto cada uno de los
22
aspectos que condicionan la futura obra de arquitectura, inclu-
yendo las voluntades y preferencias personales del arquitecto
que la concibe, deben encontrar su posición de equilibrio en
cuanto forman parte de un conjunto.
Así, los intereses ideales de cada ingrediente deben integrarse
naturalmente en la configuración de un resultado único, mini-
mizando los posibles conflictos y priorizando las coinciden-
cias en pos de responder adecuadamente a la finalidad esen-
cial: la habitabilidad.
Conviene aquí extenderse en considerar algunos aspectos del
problema en la relación forma-síntesis para evitar interpreta-
ciones dogmáticas acerca de lo que he estado enunciando.
Según el tema a resolver, existen variaciones en el grado de
importancia que asumen los distintos ingredientes: condicio-
nantes del uso, recursos técnicos o implicancias emergentes y
expresivas dela forma proyectada. 
Por ejemplo, para el diseño de un puente (respuesta arqui-
tectónica a una condición circulatoria) los aspectos técnicos
gravitan de un modo prioritario.
Otras son las condiciones esenciales que expone, por ejemplo,
el proyecto de un edificio para alojamiento de un gobierno
municipal: en este caso la forma propuesta deberá atender al
valor del símbolo, como obra de arquitectura que representa
valores caros a una comunidad.(ver lámina 6)
Con esto quiero aclarar que la incidencia distinta de algún
ingrediente, considerado correctamente, no implica un juicio
de valor a priori sobre la calidad de la arquitectura .
23
Eso sí, en ambos casos, hay formas resultantes, y su uso y pre-
sencia física exponen ante el medio que los aloja ingredientes
perceptuales y culturales que las inscribirán en el campo de las
buenas o las malas respuestas al problema como hecho total:
adecuada o incorrecta síntesis.
Otro aspecto que me interesa exponer es que la síntesis que se
pretende no conduce necesariamente a una respuesta única,
porque no existe un procedimiento científico para proyectar;
se trata de una operación creativa de seres humanos para seres
humanos.
La participación de los valores sensibles cobra un papel impor-
tante en cuanto a la gama de soluciones posibles, y, en resu-
men podemos afirmar que el problema no es para la computa-
dora, sino para los arquitectos.
Los procesos que ofrecen los sistemas de los ordenadores pue-
den resultar de altísima utilidad para las operaciones analíticas
y comparativas, y en consecuencia pueden ser una ayuda para
evaluar posibles respuestas, pero las decisiones de síntesis
quedan en manos del proyectista.
Finalmente, no pueden dejarse fuera de consideración las cir-
cunstancias que fundamentan esta necesidad de que el desa-
rrollo de la capacidad de síntesis ocupe un rol protagónico en
el pensamiento arquitectónico.
Vivimos hoy una coyuntura histórica que participa aún de los
efectos que generaron los profundos cambios del desarrollo
técnico y científico, que operado en Inglaterra en modo prác-
tico y desarrollado en Francia en forma teórica, dan origen a
modelos educativos fuertemente consolidados.
24
Recordemos las Escuelas Oficiales Superiores, y en especial el
Conservatorio de Artes y Oficios de París (1794), cuna de la
Ingeniería tal como la concebimos hoy. 
También que, como consecuencia de los descubrimientos
científicos que posibilitaron el conocimiento histórico de cul-
turas anteriores, lo artístico (que incluyó a la arquitectura), con
la Escuela de Bellas Artes de París a la cabeza, se definió por
el respeto incondicional de lo antiguo y la consiguiente imita-
ción de otras culturas.
De esta manera se profundizó la separación entre arte y técni-
ca, que a la luz de las reflexiones que voy haciendo puedo
interpretar como de fractura entre proyecto y realización. En
definitiva, como fractura íntima de la cultura arquitectónica.
Precisamente esa dualidad de competencias paralelas(12) que
atribuye al arte un valor autónomo y elevado, y a las técnicas
una vinculación estrecha con la realidad, es la sustancia que da
razón de existir al intento de cambio integrador que florece en
la revolución que el movimiento moderno institucionaliza en
la escuela de la Bauhaus(13); lamentablemente cortado brus-
camente por el advenimiento del nazismo.(ver lámina 7)
En nuestro país, ese modelo de cambio recién se difunde en las
Facultades de arquitectura más de veinte años después (1956),
y las circunstancias políticas que segregan de las aulas a una
enorme cantidad de profesores, hace que desde 1966 hasta
1984 no exista el debate académico abierto en la Universidad
argentina.
Queda así trunca la posibilidad de la integración natural de los
diversos estudios.
25
Por lo contrario, la segregación en áreas de conocimientos,
casi incomunicados entre sí, convirtió en quimera cualquier
aspiración de optimizar las operaciones de síntesis, como no
fueran las que necesariamente realizara el estudiante.
El desarrollo de la actividad profesional durante todo este
período fue evidenciando entre la praxis y el pensamiento crí-
tico las contradicciones que hoy caracterizan nuestra cultura
arquitectónica: por un lado, el apego a modelos producidos por
la llamada "vanguardia", montados sobre culturas que nos son
ajenas, que aparecen como apetecibles para toda una genera-
ción de jóvenes y futuros profesionales; por otra parte, la
vigencia de un sordo descontento, ante la carencia de situacio-
nes coherentes que permitan emerger a los propios modelos de
nuestra cultura; escasez de análisis profundos(14) que sin
embargo no oculta a una generación de profesionales inquie-
tos que apunta hacia la búsqueda de una síntesis apoyada en el
dominio consciente de la totalidad de los elementos que inter-
vienen.
Creo que no es posible producir nuestros propios modelos
ignorando el desarrollo de la arquitectura en otras culturas,
pero precisamente el conocimiento acompañado del análisis
crítico a la luz de la totalidad de los factores expuestos, per-
mitirá asimilar los valores comunes o coincidentes, tanto como
rechazar los inadecuados y detectar así los propios caminos o
procedimientos.
26
análisis y síntesis
procedimientos previos y concurrentes
Cuando nos hemos referido en páginas anteriores a la necesa-
ria condición de habitabilidad de la arquitectura, en realidad
estamos hablando de la condición y razón de existencia de la
obra; si no se presenta la necesidad de respuesta a un tema que
plantea condiciones de uso mediante la separación de una por-
ción de espacio adecuado, la obra no sería necesaria
Pareciera entonces que en el conocimiento y análisis de esas
condiciones de uso está la punta del ovillo que debemos desen-
volver.
Los usos se traducen en las acciones que el hombre realiza
viviendo. Pensar en las acciones de vida es el primer paso,
nada fácil, por cierto. A veces resulta menos complicado reali-
zarlas que identificarlas y tener que definir cómo y dónde alo-
jarlas para que sucedan; y que sucedan bien.
En el reconocimiento de cómo ocurren esos sucesos de vida
radica la clave del análisis, y así nos encontramos frente a una
instancia en que debemos recurrir a nuestra imaginación repro-
ductora.
Por ejemplo, si debemos proyectar un lugar para que suceda la
operación de preparar comida en una vivienda, es evidente que
la "escena" de cocinar debe aparecer en nuestra mente; si no
hemos practicado la acción de cocinar nosotros mismos no
27
tendremos experiencia propia y en consecuencia, deberemos
proceder al conocimiento del tema. Lecturas, información,
observación, todos los medios de que podamos disponer,
resultan útiles para aproximarnos al mismo.
Y así la operación de cocinar debe aparecernos en escena con
el carácter de un acontecimiento esencial para guiar nuestra
tarea de darle un lugar apropiado.
Tal vez ayude a poner énfasis en la importancia que debe tener
para el proyectista esta etapa de análisis, el criterio de imagi-
nar cada acción a través de lo que podemos denominar como
"ceremonia" que la identifica (ceremonia de comer, de estar,
de dormir, de vestirse, etc.).
El proyecto de lugar apropiado siempre deberá contar con
datos posibles de objetivar: dimensiones, luminosidad, tempe-
ratura, etc., que ayudarán al paulatino pasaje de la nebulosa a
la configuración geométrica de los ámbitos.
En el proceso de conocimiento de la acción o suceso, resulta
imprescindible contar con las medidas necesarias u óptimas. Si
bien existen manuales que se pueden consultar al respecto, es
recomendable acostumbrar el uso del metro como auxiliar para
definir dimensiones y al mismo tiempo incorporar en la mente
del proyectista el carácter de la "escala" o magnitud relativa
del problema.
Apenas nos hemos introducido en este primer análisis de la
operación cocinar, podemos observar que el suceso no puede
ocurrir adecuadamente sólo proveyéndolode un ámbito envol-
vente. Que además requiere de un equipo, por ejemplo horna-
28
llas, mesada para apoyar y pileta para lavar los ingredientes y
utensilios, etc. 
En fin, lo que se denomina amueblamiento o más generalmen-
te, equipamiento. Todo ello juega un importante papel en el
dimensionamiento del lugar, pero tampoco resulta suficiente.
Aún es necesario definir cuál es la posición y la relación ade-
cuada entre los elementos del equipamiento, derivadas de la
observación de cómo se produce la ceremonia: ¿la mesada
debe estar cerca o separada de las hornallas?, ¿y la pileta?, ¿y
los lugares que hacen falta para guardar elementos o provisio-
nes?, ¿cuánto ocupan, dónde ubicarlos?
Este análisis y sus paulatinas conclusiones nos irán aproxi-
mando al dominio de las condiciones internas de la operación,
y con seguridad que surgirán varias alternativas adecuadas en
cuanto a tamaño y forma posible del ámbito. 
Para estos aspectos juega un importante papel el auxilio de la
Ergonomía, ciencia que estudia las relaciones óptimas del tra-
bajo humano considerando las exigencias biológicas, física y
psíquicas, con las operaciones, máquinas, métodos, etc.(15)
Pero tampoco resulta suficiente.
Aún debemos considerar las condiciones externas: relación
con los otros ámbitos del espacio habitable en donde se pro-
ducen las otras acciones: ¿cómo son los grados del vínculo?. 
Por ejemplo, con la ceremonia de comer el contacto es más
importante que con la de dormir.
Además, cómo se llega desde afuera ?
Y pensando en el afuera, qué tipo de vinculación y por qué
29
razones lo requiere el lugar que estamos considerando: por la
luz, por el aire, por las vistas, etc.
A cada interrogante le corresponderán alternativas de posibles
respuestas al problema parcial que estamos analizando. Pero
no podremos elegir una como definitiva hasta no concluir el
mismo procedimiento con todas las demás acciones que inte-
gran el tema de habitabilidad completo.
Recién entonces podremos proceder a la operación de síntesis.
Aún así, veremos la presencia de alternativas, y conste que me
estoy refiriendo en todo momento a estudios que incursionan
en condiciones objetivas, más o menos posibles de cuantificar
y calificar, pero que por supuesto no constituyen la totalidad
del problema.
Porque también intervienen elementos y condicionantes de
orden subjetivo: por ejemplo, para la acción de cocinar ¿se
prefiere un ámbito ascético, pulido, brillante y luminoso como
un laboratorio? ¿o que predomine una imagen sencilla, rústica,
casi campesina?
Me estoy refiriendo a un modo de hacerlo, que podemos deno-
minar como el carácter del ámbito, y que pesará en el juicio
de valor para determinar si estamos proyectando el lugar
apropiado.
Estos aspectos están indisolublemente unidos a características
culturales, en donde el sitio y las costumbres juegan un papel
primordial, y esta consideración me mueve a hacer una refle-
xión que es casi una advertencia: 
El criterio de adoptar soluciones ya realizadas en forma acríti-
30
ca, tomándolas de publicaciones especializadas, no parece
adecuado como método que permita adquirir un entrenamien-
to correcto para la solución de los distintos problemas que pue-
den presentarse.
Por lo contrario, la reflexión particular sobre cada de uno de
los mismos permitirá al proyectista desarrollar su capacidad
analítica de interpretación y crítica para poder evaluar y usar,
entonces sí con criterio correcto, todo material publicado.
También resulta necesario considerar si el problema lo esta-
mos resolviendo para alguien en particular, en cuyo caso el
modo de responder será personalizado y atento a la opinión del
mismo. O si se trata de un problema de tipo colectivo: la coci-
na considerada en una vivienda que integra un grupo o con-
junto, en donde el futuro habitante no es identificado. 
Entonces tendremos que proceder guiados por las característi-
cas comunes con que se acostumbra a cocinar. En estos casos
es donde gravita con más fuerza la necesidad del respeto por
lo que podemos caracterizar como cultura (usos y costumbres)
de la acción a solucionar, para no cometer errores.
Llegado a este punto en el desarrollo del ejemplo, me parece
oportuno hacer notar que el intento de ordenar el proceso no
implica una recomendación, menos aún una receta para los
procedimientos; lo que sí pretenden es intentar que no quede
fuera de consideración ninguno de los elementos que intervie-
nen en el problema considerado.
La operación fundamental, la que hace síntesis (como el click
cuando se ajusta un mecanismo complejo) entiendo que es de
tipo personal y debe ser buscada por cada uno.
31
En ese orden de ideas, expondré a continuación las operacio-
nes que a mi entender, suceden en las tareas proyectuales.
operación primera
conocimiento ordenado de los componentes del tema
· Sistematización y calificación de cada condición de uso
· Análisis de cada acción
· Concepción de la escena. Concepto de ceremonia.
· Estudio y definición del equipamiento. Dimensiones y
escala 
Objetivo: Incorporación racional de los contenidos del proble-
ma y desarrollo perceptual de las formas parciales posibles.
operación segunda
determinación de las relaciones y vínculos
· Fijación de grados de proximidad entre cada acción .
· La vinculación con el exterior: calificación de sus razones.
· Estudio de los tipos de circulaciones necesarias y defi-
nición de sus caracteres: 
dimensional/espacial, perceptual/ expresivo.
Objetivo: Explicitación y sistematización de las estructuras de
organización posibles.
operación tercera
estudio de los efectos de inserción en el medio. 
· Alternativas y variables de las estructuras de organización.
· Calificación de la adecuación al entorno físico.
Objetivo: Verificación cultural de la inserción social de las 
soluciones.
32
operación cuarta
determinación de los medios técnicos 
· Alternativas estructurales según variantes tecnológicas
posibles.
· Análisis de las diferentes soluciones espaciales y de
superficies, posibilidades geométricas.
Objetivo: Organización de la forma construida: explicitación
conceptual del partido arquitectónico.
operación quinta
del ordenamiento y categorización
· Clasificación de los partidos posibles desde máxima
síntesis a máxima complejidad
· Estudio analítico de desarrollos y tratamientos
Objetivo: Elección de la configuración de base para definir el
anteproyecto
En las operaciones primeras, segunda y tercera, podemos
observar que la esencia de la tarea se inscribe en el campo de
la cultura, abarcando desde el conocimiento del individuo
hasta la necesaria reflexión social.
Para una efectiva comprensión por parte del proyectista de
estos aspectos, resulta imprescindible la conciencia de que este
concepto de cultura demanda sensibilidad para entender el
entorno físico y psíquico que lo rodea: algo así como una ape-
lación al máximo uso del sentido común, en la más alta y cabal
acepción que puede tener este término compuesto.
33
Una atención especial requiere el aspecto anotado en la opera-
ción segunda: se trata de la vinculación con el exterior de los
ámbitos destinados a alojar las acciones humana.
Este tipo de relaciones requiere conocimientos específicos de
clima (por ende de geografía) por cuanto aquí es donde se trata
de aquello que hemos mencionado en el capítulo que define las
razones que dan origen a la obra de arquitectura: la necesaria
habitabilidad.(ver láminas 8)
Las operaciones cuarta y quinta apelan al manejo de los recur-
sos técnicos y morfológicos y si bien, como veremos más ade-
lante, en ellos la impronta cultural adquiere un contenido que
podría definir como de carácter ético, resulta claro que son los
aspectos que demandan la adquisición de un oficio; para ello,
se necesita un adecuado entrenamiento que, como en todos los
órdenes de la vida, únicamente puede ser realizado por quien
quiere adquirir ese oficio. En nuestro caso,el estudiante de
arquitectura.
La función del docente, entonces, es casi como la de un entre-
nador o director técnico. 
Consciente de esta limitada función, en el texto que sigue
usaré explicaciones a través de resúmenes y síntesis que espe-
ro obren como guía para ese objetivo.
Indicando una aproximación al análisis necesario para decidir
la forma arquitectónica, resulta útil establecer que sus carac-
terísticas deberán contemplar la intervención equilibrada de
los componentes que aparecen como posibles de ser estudia-
dos:
34
1- Las condiciones de uso
2- Las emergentes morfológicas
3- Los medios técnicos
Es bastante difícil considerar cada uno de ellos en forma
"pura" o independiente. Como nuestra finalidad estriba en la
tarea de proyectar, todos nuestros análisis estarán guiados por
ese objetivo, y por eso nos aparecerán siempre ligados entre sí.
Sin embargo, resultará de gran utilidad para nuestra tarea el
aprender a separarlos porque, como en todo objeto de estudio,
el reconocimiento de los problemas específicos permite consi-
derarlos con mayor profundidad y definir con una mejor dosis
de certidumbre las soluciones que se propongan
Aparecerán aspectos que reconoceremos como pertinentes al
campo de la cultura, tal como la hemos definido en el primer
capítulo, y se hará necesario adquirir conocimientos relativos
al tema de estudio. Además, para proyectar o diseñar, resultará
imprescindible capacitarse para el manejo de los ingredientes
propios de esta profesión.
Así que cultura-conocimientos y manejo deberán complemen-
tarse adecuadamente frente a cada uno de los componentes
considerados.
35
Una guía para el análisis
Desarrollado según algunos de los conceptos expresados
antes, el guión esquemático que se expone a continuación
resulta indicado para verificar cada paso en el recorrido de los
análisis necesarios, ya se trate de realizarlos con anticipación,
o a posteriori como contralor de los esquemas alternativos
resultantes de los análisis.
Ha sido pensado siguiendo los pasos que con mayor frecuen-
cia aparecen en el desarrollo de un tema poco complejo, pero
también ha resultado útil en los casos de programas compues-
tos. 
En realidad, su función primordial es obrar como ayuda de la
memoria para no omitir la consideración oportuna de aspectos
que pueden gravitar en las decisiones proyectuales.
36
La Forma Arquitectónica
Variables para su conocimiento y limitaciones para su manejo 
Forma emergente y forma intencional
condicionantes: urbanos - rurales
medio físico
medio cultural
objetivos: a) intrínsecos: habitabilidad
b) emergentes: expresión del autor
del objeto
del usuario
respuestas: a) el tema "edificio":
edificio "objeto" desvinculado
asimilado
edificio "parte de"
asimilación por relaciones de adecuada
vecindad
asimilación por identidad cultural
b) el tema "problema”
relación variable: 
arquitectura - objeto (estática)
arquitectura - vida (dinámica)
37
La organización de la forma
Necesidad del ordenamiento: función del diseño 
continuidad e invención objetivos y tensiones de la 
cultura formal arquitectónica
historicismo vs. modernidad arquitectura como hecho cultural:
necesidad del equilibrio
fuentes para el equilibrio conocimientos generales:
criterios propios 
individuales y sociales
conocimientos específicos
organizadores de la forma del 
hábitat
respeto cultural ("Los genes del 
hábitat")
Caminos conceptuales para la organización de la forma 
a) Las condiciones que plantea el uso de la arquitectura:
la función no basta, pero debe cumplirse adecuadamente
especificidad funcional oportunidad y lógica de ambos casos
polifuncionalidad la búsqueda de la perfección
(ajuste y coherencia)
el bienestar 
(calidad de vida) promoción del confort
corrección del disconfort 
b) Las condiciones que plantean los medios técnicos usados:
el lenguaje técnico
uso intencional en el diseño voluntad para expresar o para 
ocultar las técnicas utilizada
38
Caminos operativos para la organización de la forma
a) Consideraciones esenciales
recorte espacial para el hábitat definición de la envolvente
relación interior-exterior y
espacios intermedios.
estructuración de la forma de la organización de vida 
(condiciones de uso)·
de la resistencia portante 
(términos técnicos)
modos de la forma (lenguaje) histórico-estilístico
(aplicación global/parcial)
contemporáneo-coyuntural
(modas, opción acrítica)
contemporáneo reflexivo
(opción cultural)
b) Consideraciones específicas 
1. Nociones de composición
asimilación o integración 
contraste o contrapunto global /general o detalles-
tipo
dimensional
direccional 
cromática
globalidad (unitario) síntesis (no se distinguen 
las partes)
descomposición (multifacético) Yuxtaposición/superposición
desplazamiento/rotación
(se leen las partes)
organización libre / reglada
39
2. Nociones de partido arquitectónico
carácter simple sintético/ austero/ parco 
carácter complejo analítico/ rico/ frondoso
Relaciones: partido arquitectónico y forma arquitectónica
desarrollo en el proyecto (tratamientos de la forma)
opcionesde relación entre: 
partido y tratamiento 
simple - complejo 
simple - simple 
complejo - complejo
complejo - simple
3. Conocimiento de los medios formales abstractos
vehículos para la solución de uso y su aplicación con inten-
ciones expresivas
La línea (1 dimensión)
recta libre o reglada columnas/ vigas/ 
curva abierta o cerrada carpinterías/ rejas/
mixta barandas/ pérgolas
ondulada
quebrada
El plano (2 dimensiones)
recto generación libre techos/ aleros/
curvo generación reglada cerramientos/ 
mixto pisos/ paredes 
ondulado
quebrado
pleno
perforado
40
El volumen (3 dimensiones)
simple generación libre el plano cerrado
complejo reglada lleno/ vacío
mixta
puro
perforado
excavado
Características horizontal ascendente 
posicionales vertical descendente
inclinado
Características El aspecto superficial (de los materia-
les)·
particulares El valor alternativo de las superficices 
vidriadas
Consideraciones sobre valor del ornato
La cuarta dimensión: espacio-tiempo
La intervención de valores inherentes a la percepción de la
forma:
· el tiempo de percepción
· el recorrido derivado de los usos
· el espacio resultante
Consideración de las influencias sensoriales de:
sonido/ olores/ texturas/ pesos y su influencia en el carácter
del espacio arquitectónico.
41
el dibujo
los medios para proyectar 
La tarea de proyectar consiste entonces en una sucesión de
pasos que permiten llegar a un producto concreto habiendo
partido de la abstracción de las ideas y el conocimiento de las
condiciones que debe cumplir el tema proyectado.
Ese producto concreto a que me refiero no es la obra de arqui-
tectura: se trata de un conjunto de elementos (gráficos, escri-
tos, modelos).
Algunos servirán en principio, para entender cómo será la obra
y otros permitirán que la misma se pueda evaluar y construir.
En la sucesión de pasos podemos identificar tres etapas:
1a. La destinada a generar síntesis entre conocimientos e ima-
ginación.
2a. La que permite arribar a una simulación de la realidad, de
tal modo que se pueda entender el futuro proyecto.
3a. La que concluye en una documentación precisa apta para
obtener los costos y la posterior ejecución de las obras.
En todos estos pasos cumple una función primordial el dibujo.
Cabe aclarar que se trata del dibujo(16) entendido como un
sistema de signos gráficos destinados a representar objetos,
que permiten definir sus contornos y formas mediante el uso
de líneas.
Es decir, considerado fundamentalmente como un sistema de
comunicación, por encima de los valores estéticos emergentes
43
de su natural forma expresiva. 
Existe una concepción bastante difundida que supone para
estas actividades o estudios de arquitectura, el requerimiento
del "saber" o disponer de "condiciones especiales" para el
dibujo. Es un equívoco: todos los sereshumanos tienen posi-
bilidades de dibujar como medio de comunicación, de la
misma manera que tienen la posibilidad del lenguaje verbal o
escrito. Al igual que éstos, se lo aprende y se lo desarrolla.
También ocurre que así como en el lenguaje se puede acceder
a estadios de comunicación de un fuerte contenido emotivo, en
el dibujo la forma expresiva del autor puede alcanzar un valor
muy alto. Y estaremos así ante lo que llamamos poesía, y más
precisamente, ante lo artístico.
En la interpretación del dibujo que nos ocupa resulta funda-
mental insistir en que los valores de comunicación social pri-
man por sobre lo "expresivo personal"; lo contrario implicaría
una confusión de fines y medios.
Durante el proceso de proyectación, la función y las modali-
dades del dibujo varían de acuerdo a cada una de las etapas
que se considere.
Por ejemplo, en la primera es un auxiliar irreemplazable para
ayudar a una inmediata verificación de ideas mediante el modo
que denominamos "croquis"(17) cuya soltura imprecisa resul-
ta adecuada a esa situación que podemos describir como de
"nebulosa topológica"(18) que caracteriza los pasos iniciales
en el proceso del proyecto.
Esos balbuceos, que van produciendo sucesivos avances en la
relación conocimiento-imaginación, son normalmente apoya-
44
dos por una acción interpretativa a través de croquis sucesivos. 
Podemos considerar en esta etapa que la vinculación entre el
instrumento gráfico y la relación mano-cerebro, convierte al
dibujo en una aliado imponderable para la autocomunicación:
factor de realimentación entre lo que se imagina y la aproxi-
mación a la solución buscada, constituye el mecanismo idóneo
en esa primera etapa de elaboración de síntesis.
Los pasos que se suceden para cumplir con la segunda etapa,
siguen disponiendo de los elementos gráficos pero con reque-
rimientos cada vez más precisos; aquí, esa ciencia matemática
que estudia las propiedades del espacio -la geometría- confi-
gura la base del modo adecuado. El objeto final de comunica-
ción a través de la simulación de la realidad indica en especial
la pertinencia del uso de la geometría euclidiana(19) .
En cada paso, lo dibujado o representado cumple una función
primordial para la verificación de los distintos aspectos de la
solución imaginada.
Se trata de una operación que concluye en lo que se denomina
tradicionalmente "anteproyecto" (que indica claramente su
carácter de instancia previa, más bien introductoria a la opera-
ción final).
El dibujo de perspectivas, con el uso de sombras, colores y
texturas así como la confección de maquetas y la fotografía,
son medios que se disponen en esta etapa como complemento
de aquellos que pertenecen al campo de la geometría descrip-
tiva.(20)
La tercera etapa, que aspira a la obtención del "proyecto"
específicamente considerado, requiere ya el desarrollo con
45
absoluta precisión de todos los ingredientes que deben ser con-
templados para lograr el resultado destinado a poder evaluar y
en definitiva construir.
Cumplen entonces un papel esencial las definiciones acerca de
los elementos técnicos. 
Por ejemplo, si en la etapa de anteproyecto hemos insinuado
una forma de estructura portante contemplando las nociones
generales en cuanto a distribución de elementos resistentes y
dimensiones de los mismos, ahora resulta necesario verificar
con los cálculos precisos y especificar claramente todo ello.
De la nebulosa topológica a la imprescindible claridad cientí-
fica se ha recorrido un camino que culmina en esta etapa
donde el objetivo final -confeccionar los documentos para ser
interpretados por quienes van a construir- exige un riguroso
respeto a los códigos de comunicación que posibilita y son
inherentes al tipo o modo de dibujo adecuado.
Estos instrumentos se denominan Documentación de Obra, y
es lógico que cuanto mejor confeccionada y clara resulte, posi-
bilitará construir el proyecto lo más ajustado posible a como
fue concebido y con la menor cantidad de inconvenientes deri-
vados de problemas de interpretación.
Documentación gráfica, documentación escrita, planos y
maquetas configuran entonces el resultado de la tarea de pro-
yectar.
Marcan también el comienzo de otro tipo de actividad profesio-
nal, destinada a operaciones relacionadas con el control de cum-
plimiento de todo lo proyectado hasta finalizar la construcción.
46
Esta etapa también incluye la constatación de que las conclu-
siones que dieron origen a las soluciones adoptadas son acor-
des a las reales posibilidades que se verifican desde el inicio
hasta el final del proceso constructivo.
Lo más corriente es que tanto por variación de las condiciones
consideradas cuanto por diferencias en interpretación de la
realidad, resultan necesarias diversas adecuaciones del pro-
yecto inicial. 
Por ello en esta etapa de dirección de las obras no pueden estar
ausentes los mismos requerimientos de estudios, conocimien-
tos e imaginación a que nos hemos referido en todo el proceso
anterior.
47
Notas 
definiciones y aclaraciones
1. Del latín "proiectare": arrojar; idear, trazar, disponer o proponer el
plan o los medios para la ejecución de una cosa.
La operación de "proyectar" suele denominarse también como de
"diseñar", al punto tal que en nuestro país la materia o asignatura donde
se aprende esta práctica se denominó Diseño durante cierto tiempo en
las Facultades de Arquitectura. La actividad que los abarca se denomi-
na operación proyectual. Si bien creo que no tiene demasiada impor-
tancia abrir debate sobre la pertinencia en el uso de los términos que
van modificando el lenguaje, no resulta adecuado suponer que la ope-
ración de diseñar (o proyectar) en el caso de la arquitectura, pueda ser
independiente de la consideración unitaria de las finalidades esenciales
del hecho arquitectónico: diseñar o dar forma a un tema de habitabili-
dad no es una operación abstracta independiente, que la pueda conver-
tir en una actitud de moda o en una operación de cosmética.
2. Técnica: conjunto de procedimientos para el aprovechamiento
industrial o científico de los elementos de la naturaleza (energía, mate-
rias primas) y de sus derivados. Anteriormente a la revolución indus-
trial se efectuaba de modo empírico, pero en la actualidad se ha siste-
matizado racionalmente con la ayuda de las ciencias físicas y matemá-
ticas.
El formidable desarrollo contemporáneo de la técnica, ligado al pro-
greso científico, repercute de manera decisiva y directa en la vida
social. 
Los cambios técnicos en el sistema de producción acarrean cambios no
menos importantes en la situación objetiva y en la mentalidad de los
individuos y de los grupos sociales. 
Así, al progreso técnico están ligadas cuestiones tan básicas como la
aparición de nuevos estratos sociales, las dificultades de identificación
del proletariado tradicional ante el fenómeno de la "nueva clase obre-
ra", la evolución de la condición y función de los intelectuales por obra
49
de los nuevos medios técnicos de comunicación de masas, la formación
de una élite tecnocrática que tiende a fundar sus reivindicaciones polí-
ticas en su competencia y su saber técnico, la aparición de tesis y
teorías como la de la "crisis de las ideologías" a las que se pretende
sustituir por un mero y aséptico planteamiento técnico de las cuestio-
nes colectivas, etc.
3. Percepción es la sensación interior que resulta de una impresión
material hecha sobre nuestros sentidos.
4. Cultura significa el conjunto de elementos materiales e inmateriales
(lengua, ciencias, técnicas, instituciones, normas tradicionales, valores
y símbolos, modelos de comportamiento socialmente transmitidos y
asimilados, etc.) que caracterizan a un determinado grupo humano en
relación a los otros. Es la civilización en cuanto realidad particular-
mente encarada y proyectada en obras, de una manera peculiar y
según un estilo característico, por cada pueblo o grupo humano cohe-
rente...
5. Diseño es latraza, la delineación de un objeto, un edificio, etc.
Industria, arte: proyecto del aspecto externo de un objeto de uso o pro-
ducto destinado a ser fabricado en masa mediante proceso de maqui-
nación. El artista o técnico (diseñador) que lo realiza, debe subordinar
la perspectiva estética a la función práctica asignada al producto que
idea.
6. Desde una perspectiva próxima, H. Marcuse (n. 1898) dice que hay
que entender por cultura "un proceso de humanización que se caracte-
riza por el esfuerzo colectivo para proteger la vida humana, mitigar la
lucha por la existencia encuadrándola dentro de unos límites soporta-
bles, estabilizar una organización productiva de la sociedad, desarro-
llar las facultades intelectuales del hombre y reducir o purificar las
agresiones, la violencia o la miseria".
7. Un clásico para estudiar: Historia de la habitación humana; E.N.
50
Viollet-Le-Duc, Edit. V.Lerú. Además, Breve Historia de la Arquitec-
tura; Alberto Bellucci, Edit. Claridad.
8. Porción de espacio habitado, o con condiciones para su habitabili-
dad. El objeto de estudio del hábitat es el de la disposición de los espa-
cios habitados. Los estudios de Geografía Humana lo clasifican en
urbano y rural.
9. En "Reflexiones acerca de la enseñanza de la arquitectura", Summa
Universitaria No. 1, hago referencia a esta cuestión.
10. Imaginación: facultad por la cual las percepciones habidas ante-
riormente pueden ser presentadas de nuevo ante la conciencia en
forma de imágenes (imaginación reproductora) y que posibilita la reor-
ganización de estas mismas imágenes en órdenes distintos (imagina-
ción productora). De ella depende, por tanto, el conocimiento y la
invención.
11. Arquitecto nacido en Odessa (Rusia, 1900). Radicado en Argentina
desde 1928, fue el único arquitecto argentino que estuvo en el centro de
la escena europea en la gestación del movimiento moderno. Profesor de
la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires desde
1956, su doctrina caracterizada por el respeto a las condiciones regio-
nales, estudios del clima y la cultura de los pueblos, alcanzó a genera-
ciones de estudiantes con una impronta perdurable. Dos libros suyos:
Vivienda y Ciudad (Ed. Anaconda 1937) y Vivienda y Clima (Ed. N.
Visión 1976, póstumo) resumen la magnitud de su obra arquitectónica
y cultural. Falleció en Buenos Aires en 1967.
12. Este fue y sigue siendo el tema central de las Reuniones de Decanos
de Facultades de Arquitectura Nacionales que se desarrollan en nuestro
país desde 1986. En la realizada en Santa Fe, en 1987 dedicada a la
Tecnología, el ingeniero Carlos Escandell presentó un excelente traba-
jo de reflexión sobre el tema analizado a la luz de las tecnologías regio-
nales.
51
13. Escuela alemana de arquitectura, diseño y artes, fundada en Weimar
(1919) por Walter Gropius; trasladada a Dessau y luego a Berlín fundó
las bases del movimiento moderno. Su disolución por el nazismo
tronchó uno de los esfuerzos culturales más importantes del siglo, pero
el éxodo de sus maestros aceleró la difusión de sus principios y méto-
dos.
14. Una exepción notable a esta carencia la constituyen los libros y
escritos del arquitecto Cesar Carli. Recomiendo en especial la lectura
de "La Arquitectura en la Memoria", y "Los Tiempos, los Patios y las
Casas".
15. Ergonomía. ( del gr. Érgon, trabajo, y nómos, ley, norma.) Término
con que se designa la moderna ciencia del mejoramiento de las condi-
ciones del trabajo humano en función de las facultades y limitaciones
reales de los hombres que trabajan. 
Se propone la adaptación óptima de las operaciones físicas, máquinas,
sistemas y métodos de mecanización, medio ambiente, etc. a las exi-
gencias biológicas, físicas y psíquicas del ser humano. 
16. Representación de un objeto por medio de líneas que delimitan sus
formas y contornos. Abstracción de nuestro espíritu que permite fijar
la apariencia de la forma, puesto que el ojo humano sólo percibe
masas coloreadas de diversa intensidad luminosa.
17. Dibujo ligero, tanteo; se hace a ojo y sin valerse de instrumentos
geométricos.
18. La topología (topos: lugar; logos: tratado) es una rama de las
matemáticas que trata especialmente de la continuidad y conceptos más
generales derivados de ella.
19. La geometría euclídica es una física matemática por cuanto des-
cribe el espacio real que rodea al hombre y en este sentido se trata de
una geometría humana; desarrollada por Euclides, matemático griego
52
(siglo III) su obra principal Elementos constituida por 13 libros, con-
figura el primer sistema hipotético deductivo con que contó la ciencia.
Fueron modelo de razonamiento hasta la construcción de las modernas
axiomáticas de la matemática y de la lógica del siglo XIX.
20. Creada por Gaspard Monge, matemático francés (1746-1818),
trata el estudio de representación de las figuras del espacio real, posi-
bilitando la representación en el plano de las figuras tridimensionales.
El formidable y reciente desarrollo tecnológico en el complejo electró-
nico informático, ha incorporado estos sistemas de la geometría en la
confección de los sistemas CAD (Diseño Asistido por Ordenador) con
la creciente aplicación del dibujo por computadora en las actividades
proyectuales.
Los textos en letra cursiva transcriben las interpretaciones de la Enciclopedia Salvat, Ed. Salvat
Editores, S. A. Barcelona.
53
un procedimiento proyectual
elementos a considerar para el diseño arquitectónico
Finalmente, veamos el aspecto mencionado en primer lugar al
comienzo de este escrito y que se refiere al ordenamiento de
actividades y conocimientos.
Los contenidos del tríptico definido por los títulos
de las condiciones de uso 
de las técnicas
de las formas
no pretenden, en modo alguno, indicar un camino directo para
conducir el proceso del proyecto; aspiran, sin embargo, a cons-
tituirse en una ayuda para controlar que no ha quedado en el
camino algún elemento sustantivo para obtener el mejor resul-
tado deseado
Cabe señalar que en los últimos años, durante el desarrollo de
cada ciclo lectivo, fueron variando los énfasis puestos por la
docencia en cada uno de los aspectos particulares desarrolla-
dos, pero manteniendo los ordenamientos fundamentales. 
Las variantes respondieron al criterio de otorgar equilibrio a
los conocimientos y vocaciones de los nuevos grupos de alum-
nos. Así es que se han podido tener en cuenta las variaciones -
a veces aceleradas- de los diversos instrumentos y teorías apa-
recidos en los últimos años en el campo de la cultura del
diseño.
55
Esto ha facilitado la organización de un trabajo en común con-
formando los mecanismos que posibilitan la expresión de
aportes y críticas para perfeccionar o corregir rumbos en una
constante evaluación de la marcha de la enseñanza y el apren-
dizaje, haciendo posible la efectiva colaboración de todos los
participantes del procedimiento, tanto en lo operativo cuanto
en lo académico.
56
57
De las condiciones de uso
1. La utilidad y las funciones del espacio habitable.
Del análisis del programa:
Clasificación de áreas y asignaciones de:
Tamaños. 
Relación con el equipamiento o mobiliario adecuado.
Dimensionamiento verificado.
Orientaciones.
Relación con el clima y las condiciones de límites o entorno.
Posiciones preferenciales y correcciones climáticas mediante ele-
mentos arquitectónicos.
Vinculaciones: 
Entre las áreas de uso : los servicios y los espacios que los usan;
agrupamientos por similitudes de uso, relaciones directas o me-
diante espacios de circulación.
Relaciones entre exterior e interior. Espacios cerrados, abiertos e
intermedios.
Lo público y lo privado. Accesos : peatón y vehículo. 
Densidades circulatorias. 
Carácter espacial de las áreas :
Nociones sobre usos y costumbres desde una visión perceptual de la
cultura de habitar del destinatario del proyecto.
Estudio de casos de soluciones adecuadas en obras con programas
similares.
ESTRUCTURACIÓN: Organización de las áreas
Posicionesespaciales. Posibilidad de variación de niveles.
Alternativas de soluciones: simples o complejas.
Definición de máxima síntesis. Embriones de partidos adecuados
que generan la solución a las condicionantes de uso.
De las técnicas
2. Recursos para la construcción. La tecnología apropiada
Determinación del sistema constructivo dominante
observando:
Condiciones geométricas que plantea 
como normas para proyectar
Configuraciones lineales, de planos y volumétricas.
Organizaciones espaciales mixtas de las configuraciones tecno-
formales dominantes.
Libertad de formas y tramas de organización (horizontales y ver-
ticales). 
Relaciones estructurales de incidencia espacial: luces, dimensiones
y uniones de las partes.
Cerramientos, cubiertas y fundaciones.
Estudio de las alternativas que ofrecen los materiales disponibles.
Propiedades lógicas que condicionan la forma.
Características aparentes: texturas, colores, brillos, transparencias
u opacidades, ritmos, etc.
ESTRUCTURACIÓN: organización del sistema constructivo
Adecuación mutua e interactiva con la organización global de las
áreas de uso obtenida en la definición de máxima síntesis del
punto anterior.
Conformaciones derivadas de disposiciones constructivas
Alternativas de soluciones que presenten características distintas
de organización de la forma arquitectónica
59
De las formas
3. Sus características emergentes
Análisis comparativo y selectivo 
considerando:
La vinculación con el entorno 
Aspectos físicos : 
naturales y artificiales.
Aspectos culturales: 
del usuario individual y social.
De los conceptos de símbolo y de significante.
La voluntad de hacer y de ser
Imágenes previas:
Voluntad de forma del proyectista.
Tendencias propias de la forma emergente. 
Conceptos de relación entre la actividad creativa y las condicio-
nantes gestálticas.
La heurística. 
ESTRUCTURACIÓN: organización de la forma resultante
Resultado de la selección definitiva a la luz de los procedimientos
anteriores: el partido.
61
Ilustraciones 
63
Las obras y textos contenidos en las láminas 2 a 8 integran el material utilizado en Diseño y Región-
Arquitectura Apropiada, libro del autor. Publicado por Ediciones NobuKo/Bs. As./Argentina/2003
65
1
Según el Diccionario de la Enciclopedia Salvat,
arquitectura es el arte de proyectar y construir edi-
ficios. 
La arquitectura ha sido definida como "el arte del
espacio"; es decir, con el término arquitectura se
expresa el arte de crear, con estructuras materiales
relativamente estables y sólidas, los espacios inte-
riores y exteriores destinados a albergar las diver-
sas formas de vida humana ...
Resulta particularmente notable la vinculación
entre lo creativo o arte, y la construcción o técni-
ca que expresa la definición. 
Aquello que hemos expuesto acerca de la fractura
íntima de la cultura arquitectónica (esa separación
entre arte y técnica que caracterizó la actividad
hasta el cuarto de siglo) y que subsiste en la
actualidad en mayor medida de lo deseable, pare-
ce ser una característica coyuntural.
Las láminas que se muestran a continuación, per-
tenecían a la voz arquitectura en la Enciclopedia
Francesa (1751-1772), según Leonardo Benévolo
en su Historia de la Arquitectura Moderna, Ed.
Gustavo Gili, Barcelona, 4a. Edición. Se puede
observar que la participación de las técnicas de
construcción se expresan de modo tan dominante
que abarca hasta las herramientas y la fábrica de
los materiales.
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La arquitectura debe siempre cumplir determina-
das e indispensables condiciones de uso. 
Esto es similar a lo que regula también otras acti-
vidades creativas, como las del diseño de objetos
de producción artesanal o industrial y también las
de diseño gráfico, destinadas a objetos de uso
comunicacional. Esta similitud que vincula activi-
dades creando entre ellas un sólido parentesco, se
muestra en dos trabajos bien distintos del autor.
El primero es un hotel sobre la costanera de
Bariloche. Su resolución abordó desde el edificio
hasta el proyecto integral del mobiliario, inclu-
yendo el diseño textil para tapizados, mantas y
cortinas.
El segundo muestra el manual de diseño realizado
para una compañía de aeronavegación por el estu-
dio Gaite, Leiro y Rodríguez Bauzá. 
Contemplaba la identidad empresaria basándose
en la imagen policromática aplicada en los avio-
nes y equipos de movilidad terrestre. Incluía pau-
tas para el diseño de los distintos locales para las
funciones de la empresa, el diseño del mobiliario
y todo el equipamiento requerido por las activida-
des, así como el diseño de todas las piezas gráfi-
cas, logotipos, etc. Desde los pasajes y la revista
para los pasajeros, hasta el mapa de rutas de los
vuelos de la compañía.
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Hotel Interlaken, calles Almte. O´Connor
y Palacios en San Carlos de Bariloche,
Provincia de Río Negro.
A la derecha, una vista general del edificio
desde calle O´Connor. 
Abajo, detalles del diseño de la fachada y
del interior, mostrando la chimenea en la
sala de estar de la recepción, en la planta
principal.
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En la página anterior se muestran algunos croquis de los muebles
del equipamiento del hotel Interlaken : silla, camas, divanes, sillo-
nes, mesa baja, sistema mesa-asiento del bar de desayunos, y una
fotografía de los lugares de estar en el área de recepción.
Abajo, una página del Manual de Diseño de Austral Líneas Aéreas
conteniendo los planos de los sillones de espera y un detalle del
interior de la oficina de ventas de pasajes en la Central de Buenos
Aires. En las dos páginas siguientes se ilustran algunas aplicacio-
nes del manual.
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Ejemplos de aplicación:
los aviones policromos, el mapa de
rutas, un local de venta de pasajes y
mobiliario.
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Es posible constatar que las obras de arquitectura
y diseño, en cuanto se trata de formas, incorporan
a nuestra percepción las connotaciones de lo que
denominamos espacio, operan con la luz, el color,
las texturas; en fin, con todos los aspectos mate-
riales e inmateriales que perciben nuestros senti-
dos. Por ello es que, según las finalidades de cada
diseño, el proyectista moviliza el manejo de todos
estos aspectos para conseguir sus objetivos. 
Ya sea en el proyecto de un restaurante o en el
proyecto de una vivienda -para crear el tipo de
confort deseable- o bien en un conjunto de depar-
tamentos para alquiler o venta, que deban distin-
guirse por sus atractivos.
En primer lugar se muestra el proyecto de un pro-
totipo para una Cadena de Confiterías sobre la
Costanera de Laguna Setúbal en un programa
desarrollado por el Municipio de la ciudad de
Santa Fe. Tema comercial y de servicios para la
recreación.
A continuación, una pequeña vivienda que atien-
de especialmente requerimientos individuales y
luego un condominio de viviendas para "renta de
tiempo compartido" en la zona cordillerana aus-
tral, con la característica tipificación derivada del
usuario colectivo.
En las descripciones que siguen se desarrollan las
decisiones del diseñador para lograr los diferentes
objetivos.
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Complejo de Laguna Setúbal
Costanera Ciudad de Santa Fe
Por las características del clima durante la
época de mayor uso del Complejo, el área
de comedor cerrado es equivalente a la
superficie de uso abierta en galería,
expuesta a la brisa y en balcón sobre la
laguna.
La cocina está ubicada para atender con
facilidad hacia el interior del comedor y
hacia el exterior sobre el muelle de acceso
a la playa y al camping.
El proyecto se abre hacia la vista del agua
coincidiendo con la orientación más ade-
cuada y se cierra hacia el tránsito de la
costanera mediante muros de ladrillo que
le otorgan intimidad.
Las cubiertas livianas y su extensión en
galería al exterior, expresada en la visión
de las cabriadas de madera, insinúan la
transparencia del interior hacia el paisaje.
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Vivienda en Tortuguitas, Gral. Sarmiento,Provincia de Buenos Aires. 
Una casa pequeña con taller de artesano y
depósito, todo organizado en línea para
obtener buena exposición solar y generar
espacios que aprovechan los árboles exis-
tentes. Llamada la "casa del árbol", por el
carácter que le otorga una gran acacia que
da un sentido especial al diseño del patio
que aloja actividades del habitar cotidiano.
Resulta adecuado en climas subtropicales
que permiten disfrutar el espacio exterior
en períodos importantes del año. La incor-
poración de elementos para controlar el
aire amplía las posibilidades de uso: los
paneles corredizos de madera regulan la
incidencia del sol y de la brisa, además de
oficiar como postigones para dar seguridad
al espacio interior.
La fotografía muestra el panel cerrando el
patio para protegerlo de los vientos del este
y del norte.
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Condominio en Melipal
San Carlos de Bariloche
Programa de inversión financiera que pre-
tende su rendimiento económico, y para
ello se trata de crear demanda por la atrac-
ción que genere el proyecto. 
Requiere un diagnóstico adecuado para la
aceptación del destinatario, que varía
desde la condición de inversor hasta la de
usuario directo.
Considerando que se trata de habitantes de
áreas metropolitanas que aspiran a disfru-
tar una excepcional zona turística en es-
tadías temporarias, las características de
los espacios individuales responden a un
diseño similar a departamentos de vivien-
da urbana, salvo en detalles de confort
climático como estufas de leña en todas las
unidades.
El agrupamiento de las viviendas se adap-
ta a la inclinación del terreno generando un
movimiento que enriquece la elemental
tira de unidades superpuestas.
La cubierta de tejuelas de alerce a dos
aguas recoge una técnica y un lenguaje
característico de la zona, que acompaña la
pendiente escalonada expresiva de la lade-
ra del cerro en descenso hacia el lago
Nahuel Huapí. 
El dibujo de la fachada norte muestra la
intención de ampliar la imagen de la
cubierta de tejuelas, enfatizando las
amplias aberturas de visuales hacia el lago. 
En la fotografía de la maqueta del frente
sur se ve la espalda del edificio por donde
se producen los accesos. Con su fuerte
geometría escalonada pretende llamar la
atención al tránsito de la ruta alta del cerro,
identificando su presencia.
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Buena arquitectura parece ser aquella que el
medio en que se aloja la siente como propia. 
Este sentimiento se manifiesta especialmente ante
cualquier obra urbana que se inserta agregando
valor a su entorno, pero es en las obras de carác-
ter público donde queda de manifiesto con mayor
énfasis si el proyectista ha tenido en cuenta los
valores deseados por la comunidad a que están
destinados. Si es así, muy probablemente esa
arquitectura se mantenga cuidada a través del
tiempo. La interpretación correcta de usos, cos-
tumbres, aspiraciones y preferencias de una
comunidad diversa, tiene efectos positivos.
Las fotos corresponden a dos de los ocho barrios
proyectados con criterios similares, conduciendo
el equipo de la Comisión Municipal de la
Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires para el
Plan Nacional de Vivienda de 1984, que exponen
soluciones para distintas densidades urbanas.
Los proyectos realizados tuvieron en cuenta la
distinción entre zonas públicas y privadas, consi-
derando que nuestra costumbre urbana diferencia
claramente la responsabilidad oficial sobre la pri-
mera, y la pertenencia de lo privado adentro de la
"línea municipal". Esta zonificación, definida con
certeza, posibilita el cuidado, sin "tierras de
nadie”, evitando conflictos observados en las
obras que no lo trataron así.
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A la derecha, una calle peatonal del Barrio
Presidente Illia en Nueva Pompeya.
Al pie de las páginas, dos imágenes del
Barrio Cardenal Samoré en el Parque
Almirante Brown: la calle central principal
y el acceso a uno de los edificios, a través
de los jardines de ingreso. 
En este barrio se observa que la acción de
los habitantes ha generado un valioso cui-
dado de los espacios públicos, como si se
trataran de jardines privados.
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Cuando se abordan temas de arquitectura sobre
los que el proyectista ha operado previamente,
existe un sedimento de experiencias que pueden
dar lugar a imágenes previas con un alto porcen-
taje de acierto para la solución de un tema similar. 
Pero cuando se trata de temas nuevos o sometidos
a condiciones muy particulares, obligan a tanteos
sucesivos basados en un profundo estudio del
planteo del programa. 
La mayor complejidad se presenta cuando los
programas a cumplir se definen en el límite de
posibilidades de la tierra urbana, aún cuando su
finalidad principal no radique en el rédito comer-
cial. Edificios relativos a salud, educación o
recreación, muestran una clara contradicción con
los contenidos sociales y humanistas propios de
los aspectos comunitarios que los edificios debie-
ran priorizar. Aparecen dificultades para su expre-
sión urbana con adecuada significación en rela-
ción al entorno, como se puede observar en los
ejemplos siguientes, proyectos para una escuela
terciaria en el conurbano de Buenos Aires y un
centro cultural y deportivo en un barrio residen-
cial de la Capital Federal.
Ambos temas están decididamente condicionados
por las exiguas dimensiones de los terrenos y las
características de un entorno que escasamente los
soporta. 
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Los dos proyectos de esta página son pro-
puestas para el alojamiento de una escuela
para maestros que integra un Complejo
Educativo extendido en horizontal, que
ocupa la mayor superficie de la manzana.
Los espacios públicos se alojan en los
niveles inferiores conectados con los
patios de las otras escuelas. Las aulas se
disponen en pares por piso, requiriendo
desplazamientos verticales para las rela-
ciones lógicas con los otros sectores.
En el proyecto de la página siguiente, el
gimnasio a duras penas cabe en el ancho
del lote, desplazando a todas las otras fun-
ciones hacia niveles superpuestos .
Ubicados en lotes extremadamente angos-
tos, estos proyectos responden a progra-
mas muy distintos pero con soluciones
similares de superposición de funciones.
Originan volúmenes edilicios con impac-
tos negativos para el entorno: altas densi-
dades y sombras indeseadas son los más
notables, además del alto consumo energé-
tico por los ascensores y la iluminación
artificial necesarios. Desde una visión
lógica estos edificios deberían responder
con una arquitectura más extendida, desa-
rrollada en niveles bajos.
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Según el tema a resolver, existen variaciones en el
grado de importancia que asumen los ingredientes
que intervienen en el diseño: las condicionantes
de uso, los recursos técnicos o las implicancias
emergentes y expresivas de la forma proyectada.
En el caso que debió resolver el autor -un edificio
para alojar la Municipalidad de Villa Hernanda-
rias (Entre Ríos)- las características de la forma
asumieron un rol expresivo dominante.
El diseño responde a un programa con modestos
requerimientos de uso que demandaban una
pequeña superficie.
Entonces se consideró prioritario su valor simbó-
lico como edificio representativo de la comuni-
dad, otorgándole dimensiones abarcantes del
espacio público adyacente, generando el carácter
de parque con funciones culturales y operando
con el criterio de escultura abierta. 
El avance de la plataforma de acceso sobre la
esquina y la rotación del edificio en diagonal
penetrando la manzana, pretenden inducir el sen-
tido de pertenencia pública del edificio y del
lugar.
Materiales de la zona, dos albañiles y el carpinte-
ro de la localidad, muestran el criterio de usar una
"tecnología apropiada".
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La separación entre arte y técnica puede interpre-
tarse como una fractura indeseable entre "proyec-
to" y "realización", siendo en definitiva una frac-
tura íntima de la cultura arquitectónica.
La dualidad

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