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Órganos homólogos

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Órganos homólogos: desde un mismo origen a una función diferente
Los órganos homólogos derivan de un órgano concreto de un antepasado común, aunque posteriormente puedan haber conducido a funciones y apariencia muy diferente gracias a una evolución llamada divergente debida a la presión evolutiva del ambiente en el que viven.
La definición de órganos homólogos es que son órganos de especies distintas que tienen un origen evolutivo común y una estructura básica similar aunque posteriormente puedan tener o no funciones diferentes y una apariencia igualmente diferente. Este fenómeno se denomina homología y es objeto de estudio de la biología evolutiva.
Ejemplo de órganos homólogos
En todos estos casos, la base está constituida sobre un mismo patrón, sobre una estructura de huesos similares. Y es que, tras un análisis evolutivo, se ha observado que derivan de un ancestro común que poseía cinco dedos. En la actualidad, los tienen (los dedos) en algún momento de su ciclo de vida, en una posición similar aunque con aspecto diferente para desarrollar una función diferente.
En el caso del ser humano para agarrar objetos, en el perro para apoyar y caminar, en el caso del pájaro para volar y en el de la ballena para nadar; son funciones diferentes de un órgano homólogo, la mano y sus dedos. En algunos se han alargado, otros se han acortado, o se articulan de forma diferente o se fusionan o alargan como en el caso de los pájaros, y por tanto muestran el aspecto diferente que tienen los órganos homólogos.
En el ejemplo anterior, observábamos que las especies elegidas continuaban manteniendo los cinco dedos, pero también comentábamos que en la etapa adulta no tenían por qué mantenerlos.
Los órganos homólogos derivan de un órgano concreto de un antepasado común, aunque posteriormente puedan haber conducido a funciones y apariencia muy diferente gracias a una evolución llamada divergente debida a la presión evolutiva del ambiente en el que viven.
Otro ejemplo de órganos homólogos lo encontramos en los insectos. La misma estructura común ha dado lugar a las alas voladoras de las libélulas, al par de cubierta de alas duras (elitros) de los escarabajos y en las moscas a un segundo par de alas que les sirven para mantener el equilibrio.
Órganos homólogos en plantas
La homología no es algo que está presente sólo en los animales. En las plantas también encontramos órganos homólogos que tienen un origen común, con una estructura base similar pero aspecto y función diferente.
Un ejemplo bastante claro y fácil de ver sucede en las plantas suculentas. Las hojas han evolucionado hacia estructuras de almacenamiento de agua como es el caso del Aloe vera o hacia estructuras defensivas como las espinas.
En otras especies como las zanahorias la raíz se ha convertido en una raíz engrosada o en las patatas donde aparecen los tubérculos que son raíces modificadas también.
Órganos análogos
Lo opuesto a órganos homólogos son los órganos análogos, que son aquellos que son similares entre sí con una función muy parecida o igual pero tienen una estructura y origen evolutivo diferente.

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