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Financiación de Proyectos de Infraestructura de Transporte Mediante Mecanismos de Captura de Valor: El Caso de la Primera Línea del Metro de Bogotá Autor: Angélica Lizarazo Cuéllar Código: 200814266 Asesor: Camilo Zea Gómez Noviembre 29 de 2012 1 Financiación de Proyectos de Infraestructura de Transporte Mediante Mecanismos de Captura de Valor Angélica Lizarazo Cuéllar, Noviembre 2012 Resumen El nivel de desarrollo de la infraestructura actual de Colombia es uno de los factores más problemáticos para potenciar el crecimiento económico y crear mayor bienestar para la población. Una de las causas claras del rezago en infraestructura es la falta de recursos de financiación que típicamente se presenta en países con déficit fiscales elevados, por lo que resulta clara la necesidad de crear nuevas herramientas de generación de recursos para la inversión en proyectos de infraestructura.El presente estudio estima el potencial de financiación de los proyectos de infraestructura de transporte, mediante la valoración de los ingresos totales que se podrían generar por incrementos en el valor de las propiedades en un área definida como “zona de beneficios” del proyecto. Específicamente, se aplicarán las metodologías de Impuestos Incrementales de Financiación (TIF) y Venta de Derechos de Desarrollo Inmobiliario como mecanismos captura de valor en el proyecto de construcción de la primera línea de metro de la ciudad de Bogotá D.C. Las estimaciones realizadas apuntan a que es posible financiar un 38% del monto total que debe financiar el gobierno distrital de la ciudad mediante el primer mecanismo, y un 58% mediante la segunda metodología. Los resultados son altamente sensibles a la variación de los precios del mercado inmobiliario. Palabras Clave: captura de valor, externalidades, infraestructura, transporte, Impuestos Incrementales de Financiación, Venta de derechos de desarrollo inmobiliario. Clasificación JEL: D01, D62,D62, G31, G32, G38, R14, R33 2 I. Introducción Los proyectos de infraestructura en países como Colombia son financiados a través de tres formas: deuda pública, ahorros de gobiernos locales y apoyo financiero del Gobierno nacional. Como fuente de generación de estos fondos se debe recurrir a un incremento en los impuestos, a la reducción de gasto en otros servicios públicos, ó a ambos. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿el desarrollo de proyectos de infraestructura necesita ser financiado en gran parte con los recursos del gobierno? Una fuente subutilizada de recursos de financiación incluye la recuperación del las ganancias en valor asociadas a las propiedades cercanas a la infraestructura desarrollada. A partir de esto, se ha identificado que el desarrollo de proyectos de infraestructura genera un gran impacto urbano e inmobiliario y esta es una virtud que generalmente no ha sido considerada para el estudio de su financiación, a diferencia de otras jurisdicciones donde el énfasis del desarrollo del transporte tiene su centro en dichos impactos. Dadas las restricciones fiscales que típicamente han enfrentado la mayoría de países para el desarrollo de infraestructura de transporte, por el tamaño mismo y costo de los proyectos, se ha estudiado la posibilidad de abrir la puerta a mecanismos innovadores de financiación que a su vez generan desarrollo económico. Bajo el principio de que parte de los beneficios de los proyectos de infraestructura están capitalizados en el valor del suelo, subyace la teoría de instrumentos de financiación basada en la apreciación del valor del mismo. Siempre y cuando la distribución espacial de los beneficios de un proyecto pueda ser internalizada en una zona bien definida, es económicamente eficiente financiar proyectos de infraestructura a través la canalización de los incrementos en el valor del suelo resultantes de dichos proyectos (Peterson, 2009). Ante esto, el presente estudio tiene como objetivo principal estimar el potencial de financiación de los proyectos de infraestructura de transporte, mediante la valoración de los ingresos totales que se podrían generar por incrementos en el valor de las propiedades en un área definida como “zona de beneficios” del proyecto. Específicamente, se aplicarán las metodologías de Impuestos Incrementales de Financiación (TIF) y Venta de Derechos de 3 Desarrollo Inmobiliario como mecanismos captura de valor en el proyecto de construcción de la primera línea de metro de la ciudad de Bogotá D.C. Con el fin de cumplir con el objetivo de estudio, el documento se encuentra dividido en siete secciones: La primera presenta el aspecto introductorio. La segunda corresponde al contexto nacional que motiva el desarrollo del presente estudio y una revisión de literatura que relacionada con el tema, mostrando algunas de las experiencias internacionales más ilustrativas y los estudios realizados en Colombia. En la tercera sección, se presentan los diferentes mecanismos de captura de valor; la cuarta corresponde a una descripción del proyecto de la primera línea del metro de Bogotá y la quinta a la definición de las metodologías llevada a cabo para la estimación de los ingresos potenciales que puede generar el proyecto bajo el principio de captura de valor. En la sexta parte se encuentran los resultados, interpretación de las estimaciones y las posibles formas de implementación. Finalmente la sección seis contiene las conclusiones y recomendaciones de política. II. Antecedentes Motivación El Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 define como eje primordial para el logro de sus objetivos el desarrollo de los planes de infraestructura. Según el reporte global de competitividad del Foro Económico Mundial 2011-2012, los índices de infraestructura de Colombia presentaron un retroceso de 6 puestos al ubicarse en el puesto 85 de 142 países. Adicionalmente, la Encuesta de Opinión Ejecutiva de la misma entidad señala que la infraestructura inadecuada es el segundo factor más problemático para hacer negocios en el país (Dirección de Desarrollo Empresaria - DNP, 2011). Para cualquier país, la infraestructura de transporte es fundamental para medir el crecimiento de la economía, pues genera una forma más eficiente de transportar mercancías y personas. Bajo este contexto, se evidencia que parte de la viabilidad de los planes de desarrollo social y económico de Colombia depende del crecimiento acelerado y sostenible de la infraestructura en los próximos años. 4 Al revisar las causas históricas que pueden dar razón del rezago del país en este ámbito, se encuentra que las dificultades para cumplir los contratos inicialmente diseñados son una constante, lo cual ha conducido a un manejo ineficiente de los recursos y del tiempo. Actualmente en Colombia están vigentes más de 20 contratos de concesión y obras públicas, que en su mayoría se han renegociado a favor del privado. Aunque los mecanismos de ejecución han mejorado en las últimas décadas, la carencia de actividades de planeación, ejecución y supervisión de las obras públicas, conducen al atraso, a prorrogas de los contratos y a sobrecostos elevados, que resultan mayores a los presupuestados para la nación y para las entidades privadas. Esto finalmente conlleva al atraso en infraestructura de transporte en el país, ventajas financieras para las entidades privadas, pérdida de credibilidad del gobierno por parte de los usuarios y a eventuales episodios de corrupción que debilitan la fortaleza de las entidades públicas encargadas de los proyectos. Para muchos, la mayor preocupación radica en que los hechos descritos han estado presentes por décadas y, a pesar de los ajustes a los contratos en materia de riesgos, con una distribución adecuada entre todos los agentes que participan y transfiriendo mayor responsabilidadal concesionario, las medidas parecen no ser suficientes. Las inversiones que se deben hacer para mejorar la infraestructura implican altos riesgos. Un óptimo financiamiento requiere de un mercado de capitales sólido, con herramientas capaces de mitigar los riesgos implícitos en los contratos. Bajo este escenario, resulta necesario ahondar esfuerzos en la creación de contratos idóneos en materia jurídica, técnica y financiera. La principal motivación de este trabajo es responder a la necesidad de desarrollar una canasta integral y creativa de herramientas de financiación debidamente articuladas que den viabilidad económica a los grandes proyectos de infraestructura que demanda el país. El proyecto de la primera línea del metro en la ciudad de Bogotá tiene importantes desafíos económicos, políticos e institucionales. Históricamente, la ciudad ha debatido los planes de construcción del proyecto durante 70 años y se han llevado a cabo cinco estudios preliminares de factibilidad con un costo aproximado de USD $40 millones para el distrito (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2012). Según las proyecciones de demanda de transporte para la ciudad, en el año 2018 el sistema de transporte público de la capital será insuficiente, por 5 lo cual la necesidad de crear nueva infraestructura para la ciudad ya no es un tema de discusión. El proyecto tendrá un costo aproximado de USD $1950 millones, de los cuales alrededor del 35% deberán ser financiados por el gobierno local. El proyecto es crucial para la integración de políticas de desarrollo económico y social para la ciudad, por lo cual la generación de alternativas de financiación creativas es fundamental para incrementar la probabilidad de una ejecución exitosa. Esto da una oportunidad interesante y coyuntural para enfocar el caso de presente estudio. Metodología de Captura de Valor: ¿Qué Muestra la Experiencia? El acceso a los lugares deseados por los habitantes de una ciudad o región tiende a jugar un papel importante en las decisiones de ubicación y, por lo tanto, eleva el valor de la tierra en lugares con mayor accesibilidad. La implementación de los planes regionales de transporte requiere de una inversión pública considerable de nueva infraestructura. Estos compromisos del sector público estimulan a la inversión privada en desarrollo urbano e inmobiliario. Así, la nueva actividad económica resultará en el crecimiento de las “rentas de la tierra”, o el aumento del valor de las propiedades en zonas específicas. Tales incrementos de valor se experimentan en general, es decir, independientes de las inversiones de capital en nuevas mejoras que los propietarios individuales pueden llevar a cabo. En economía el concepto que define los incrementos del valor de la tierra es la plusvalía. Esta es el producto de las acciones gubernamentales y de las inversiones colectivas de capital privado en zonas cercanas. En el curso de las operaciones inmobiliarias, propietarios y compradores toman decisiones de inversión basadas en sus expectativas sobre el desempeño del gobierno local. Por lo tanto, las acciones del gobierno casualmente "dan" un valor añadido a la propiedad. Los propietarios de las tierras típicamente desean retener la apreciación de su propiedad, pues este representa el valor conferido mediante sus derechos de propiedad. Sin embargo, un principio básico de la teoría económica sostiene que legítimamente el valor creado le pertence al creador de dicho valor (Gihring, 2009). Por lo tanto, el gobierno al tener el derecho sobre valor público creado, tiene la potestad de retomar el valor que colectivamente se ha generado. En términos prácticos, una parte de la plusvalía generada debe revertirse en inversión pública y el resto puede ser retenido por los 6 propietarios como un “incremento no ganado” (Harrison, 2006). Así, la jurisdicción pública tiene el legítimo derecho de recuperar los aumentos incrementales del valor de la tierra con el objetivo de hacer contribuciones directas a un propósito público determinado, como la financiación de nueva infraestructura. Una vez establecido el principio bajo el cual es plausible la recuperación de los incrementos en el valor de la tierra, cabe preguntarse ¿Es posible llevar a la práctica algún mecanismo de captura de valor en el mundo real? La mayor parte de la literatura reporta evidencia empírica sobre la incidencia en el incremento del valor del suelo en relación con la distancia a algún tipo de infrestructura que mejora el acceso al transporte. Sin embargo, recientemente diversos autores se han enfocado en investigación sobre las aplicaciones prácticas de las metodologías de captura de valor. Modelos longitudinales pueden ayudar a predecir incrementos del valor del suelo en un periodo de tiempo, produciendo estimaciones de los ingresos totales capturables que apoyen la financiación de la deuda de los proyectos de infraestructura de transporte (Smith and Gihring, 2006). A continuación, se realiza una revisión de casos internacionales en los que estos mecanismos han sido implementados con algún grado de éxito. Al finalizar, se revisa brevemente las iniciativas relacionadas que se han llevado cabo en Colombia. Desde 1970, la ciudad de Santiago de Chile ha impuesto tarifas a las empresas inmobiliarias y desde 1990 la ciudad ha agregado tarifas de impacto a su lista de herramientas de política pública, con el objetivo de usar los recaudos para pagar los costos de mantenimiento y mejoramiento de las carreteras que son necesarios para generar nuevo desarrollo inmobiliario. La ciudad usa un modelo básico estándar para calcular los impuestos que se deben cargar a los nuevos proyectos inmobiliarios, en donde se relacionan las características del proyecto con la generación de tránsito vehicular en las horas pico. Sin embargo, el modelo de impuestos es aplicado de forma flexible mediante procesos de negociación para cada proyecto en particular (Zegras, 2003). A pesar de que esto ha contribuido con un recaudo significativo para el gobierno local, la experiencia en Santiago muestra que la capacidad administrativa e institucional es necesaria para revertir la presión del sector privado incluso en las aplicaciones más leves de la herramienta. 7 Otro caso exitosos de financiación es la línea Crossrail de Londres. Después de la construcción de la línea Jubilee, el mayor proyecto de infraestructura en la ciudad que precedió la línea Crosrail, los valores inmobiliarios cercanos a la línea se incrementaron dramáticamente. Sin embargo, los investigadores afirman que el gobierno local de Londres recuperó muy poco de estos incrementos pues no se logró conocer con certeza qué parte de los incrementos fueron causados directamente por la construcción de la línea de metro. Como consecuencia, antes de la construcción de la línea Crossrail, la ciudad negoció pagos voluntarios de empresas constructoras de dos de los mayores proyectos inmobiliarios en la región como el Muelle Canary y el Aeropuerto Heathrow (Peterson, 2009) Dado que la mayor parte de los beneficios de la nueva línea cubrían a estas dos entidades, se realizaron negociaciones agresivas generando importantes recaudos para la financiación del proyecto. Un nuevo ejemplo ilustrativo lo encontramos en Portland, Oregón, en Estados Unidos. La ciudad otorgó a una empresa inmobiliaria un contrato de arrendamiento del suelo a largo plazo para el desarrollo de nuevos proyectos alrededor de la Estación Cascade del sistema de tren ligero. Esto, a cambio de otorgar la responsabilidad del pago de los bonos de deuda utilizados para financiar la construcción de la extensión de la línea (CTOD, 2008). En Latinoamérica, uno de los casos más renombrados en la literatura sobre el tema corresponde a la venta de derechos de desarrollo inmobiliario en Brasil. Los denominados CEPAC (Certificado de Permiso para PotencialesConstrucciones Adicionales) permiten a las empresas inmobiliarias construir a niveles más densificados que los permitidos en el pasado, pues son el resultado de proyectos de infraestructura que soportan un mayor nivel de densidad en un área determinada (Lindau, Santos, Strambi and Martins, 2007). Una característica particular de los certificados es que confieren el derecho de construcción en un área particular, pero no son específicos a un pedazo del suelo en particular. Esta constituye la clave para expandir el tamaño y la liquidez del mercado de los CEPAC, pues si los certificados fueran específicos para extensiones de tierra definidas, cada CEPAC sólo atraería un único oferente en las áreas ya desarrolladas, el actual propietario del terreno. La estandarización y liquidez de los títulos aseguran que, mediante las subastas, el gobierno reciba el precio que refleja la mayor disponibilidad a pagar por desarrollar más proyectos en el área, y por lo tanto los derechos serán tomados por la inmobiliaria que desarrolle el 8 proyecto con mayor retorno; lo que implica una asignación eficiente de los derechos de construcción. La estandarización y liquidez de los títulos también permite la creación de un mercado secundario en el cual los títulos pueden ser tranzados entre inmobiliarias y otros participantes de mercado, constituyendo así un mecanismos más flexible que la realización de una sola subasta para la venta de los derechos. Por otro lado, Hong Kong es citada en la literatura como el ejemplo más claro de financiación de infraestructura de transporte mediante mecanismos de adquicisón y venta de la tierra. El modelo de la ciudad consiste en que la autoridad local de transporte público adquiere a precios de mercado, previos a la construcción del metro, los derechos sobre el desarrollo de la tierra en propiedades cercanas a las estaciones del metro en plan de construcción. Después de la construcción de la línea, la entidad vende estos derechos a empresas privadas inmobiliarias a los precios de mercado registrados después de la finalización del proyecto. La diferencia entre estos dos precios normalmente logra cubrir el valor total de la inversión ferroviaria. Sin embargo, cabe anotar que la efectividad de este esquema está relacionada con el hecho de que el Gobierno de Hong Kong es propietario de toda la tierra de la ciudad (Cervero, 2008). La adquisición de los derechos de construcción a precios bajos, previos al desarrollo férreo, sería mucho más difícil de realizar con propietarios privados por efecto de las especulaciones con los precios de la tierra. Un nuevo caso ilustrativo se encuentra en la ciudad de Washington, Estados Unidos. Durante las últimas décadas, la Autoridad de Transporte Público de la ciudad ha sido exitosa en crear asociaciones publico-privadas que lleven a cabo proyectos conjuntos de desarrollo urbano como fuente principal de financiación de la infraestructura, lo que la convierte en la autoridad líder en el país en términos del monto de recaudo logrado a través de este mecanismo. Al mismo tiempo, posterior a la formación de la división inmobiliaria, la entidad ha logrado también el liderazgo en la construcción de vivienda (Chisholm, 2002). El mecanismo empleado por la entidad ha sido ampliamente exitoso debido al amplio espectro de las formas implementación empleadas, tales como el arrendamiento de los derechos del aire y de la tierra, los impuestos en las estaciones de conexión y los acuerdos de cubrimiento de costos de capital y de operación entre las partes pública y privada (AECOM, 2007). 9 El Caso Colombiano Como se mencionó anteriormente, la literatura alrededor del tema de interés se ha enfocado en: i) la estimación del impacto de las infraestructuras de transporte sobre el valor del suelo y ii) las aplicaciones prácticas de los mecanismos de captura de valor como fuente de financiación. En Colombia, encontramos algunos estudios referentes al primer tema de enfoque y muy poca literatura relacionada con el segundo. Los estudios sobre valorización de las propiedades se han llevado a cabo en la ciudad de Bogotá y se han enfocado en estimar el efecto del sistema BRT sobre los precio de las propiedades. El primer estudio fue llevado a cabo por Rodriguez y Targa (2004) con una muestra de 494 propiedades residenciales en un área de influencia de 1.5 km alrededor del los corredores de Transmilenio. Los autores detectaron un premium de 6.8% a 9.3% en las propiedades más cercanas a las estaciones y un premium negativo para las propiedades cercanas a las troncales, no necesariamente a las estaciones, debido a los efectos negativos de la contaminación auditiva y ambiental. Un segundo estudio fue realizado por Muñoz y Raskin (2006) con una muestra de datos de 130.692 residencias tomadas entre el 2001 y 2004. Encontraron que las propiedades con proximidad de 0 a 5 minutos de caminata tienen mayor valoración que aquellas ubicadas de 5 a 10 minutos de caminata. El tercer estudio fue realizado en el 2007 empleando los registros catastrales para 1.547 propiedades en un área de influencia de 1 km (Mendieta y Perdomo). El estudio encontró que los precios de las propiedades se incrementaron entre un 0.12 y 0.38 porciento por cada 5 minutos de tiempo de caminata más cercanos a las estaciones de BRT. Más adelante, los mismos autores utilizan una muestra de 304 propiedades residenciales y 40 comerciales para comparar los precios en dos zonas, una con y otra sin acceso al sistema BRT. A pesar de que en la mayoría de los casos los resultados fueron estadísticamente no significativos, en un solo caso se encontró un premium de 22% para propiedades con acceso al sistema. Finalmente, Rodriguez y Mojica (2009) utilizan una muestra de 2.967 propiedades residenciales en el área de incidencia del BRT Y 999 propiedades en el área de control durante los años 2001 y 2006, y encuentran un premium del 14% para las propiedades en el área de influencia con respecto a las de control. 10 En cuanto a las prácticas de los mecanismos de captura de valor, Colombia tiene experiencia en el empleo de Contribuciones de Valorización, conocido ampliamente en la literatura como un caso particular de mecanismos de Betterment Levies o Special Assesments, para financiar obras públicas a nivel local. Las metodologías empleadas en ciudades como Bogotá y Medellín difieren en los modelos de cuantificación de las contribuciones y la definición de las propiedades contribuyentes. Mientras que el gobierno local de Bogotá emplea una serie de factores como la capacidad de pago de los propietarios y diferentes niveles cualitativos de beneficiarios que toman en cuenta las mejoras en movilidad y bienestar sin cuantificar el valor adicional generado a una propiedad específica, la ciudad de Medellín estima el valor generado por el proyecto a las propiedades contribuyentes y distribuye el tributo entre las propiedades considerando la capacidad de pago de los propietarios (Borrero, Duran, Hernández y Montana, 2011). La ley colombiana también contempla un impuesto al incremento del valor de las propiedades conocido como Participación en Plusvalías, que complementa las contribuciones de valorización. Sin embargo este mecanismo nunca ha sido utilizado en la práctica. Estos mecanismos han sido utilizados para financiar infraestructura pública muy particular como carreteras, parques e instalaciones para peatones. Sin embargo, las contribuciones no han sido empleadas para financiar infraestructura de transporte masivo urbano debido a las dificultades técnicas para obtener información de los precios inmobiliarios y modelar el impacto aislado de los proyectos sobre el precio de las propiedades. Más aún, existe poca aceptabilidad social por las limitaciones en capacidad de pago de los propietarios y por la iliquidez en la capitalización de las gananciasque reclama el sector público. Por estas razones, en el país se han generado nuevas iniciativas para implementar otros mecanismos de captura de valor basadas en estrategias de asociaciones público privadas bajo el marco de la nueva ley de las APPs decretada en enero de 2012. Ciudades como Pereira, Cartagena, Barranquilla, Medellín y Bucaramanga han realizado estudios de consultoría para generar iniciativas de financiación de los sistemas BRT bajo este enfoque, sin embargo ninguna se ha llevado a cabo en la práctica (Mejia y Muñoz, 2009). De esta manera, resulta de gran importancia ahondar esfuerzos en evaluar otros mecanismos que tengan mayor viabilidad práctica para financiar grandes infraestructuras de transporte. 11 Los casos de éxito referenciados ilustran diversas formas utilizados para implementar los modelos de financiación por medio de la recuperación del incremento en el valor de la tierra. En la siguiente sección, se describe de manera detallada los diferentes mecanismos de financiación que existen bajo este enfoque y sus principales características. III. Marco Teórico Definición de Captura de Valor La captura de valorización es un mecanismo mediante el cual parte de los beneficios financieros recibidos a través del incremento en la valor de las propiedades, generados por inversión pública de capital en un área determinada, son apropiados por una autoridad pública local (Gihring, 2009). El concepto de „value capture’ apareció hace varias décadas bajo diferentes enfoques conceptuales. La ciudad de Nueva York planteó una propuesta de financiación de la extensión del metro de la década de 1930s mediante la recuperación de la valorización de las propiedades después de demostrar que los incrementos en el valor de la tierra a lo largo de las líneas existentes correspondían a más de cuatro veces su costo de construcción. Los gastos del Gobierno en proyectos públicos de infraestructura de transporte generan externalidades. En economía se define como externalidades, positivas o negativas, como costos o beneficios derivados de las acciones de un ente y que son asumidos por terceros. En el caso de la inversión pública en infraestructura de transporte, el incremento en los valores inmobiliarios cercanos puede ser considerado como externalidades positivas en caso de que los inmuebles sean propiedad de particulares. En caso de que los terrenos o inmuebles sean propiedad del estado, el incremento en los precios son internalizados, tomando los beneficios resultantes de sus acciones. La teoría económica establece que una consecuencia de las externalidades es la ineficiencia económica en las decisiones en producción y consumo, pues los niveles de eficiencia son alcanzados cuando los costos de una acción son exactamente iguales a sus beneficios (Talbott, 2011). Si los beneficios en términos de las valorizaciones inmobiliarias del gasto en infraestructura de transporte se dispersan a manera de externalidades, el Gobierno sólo podrá proveer menores recursos para el transporte, pues los beneficios del proyecto se considerarán menores de lo que son. 12 Sin embargo, si el Gobierno puede recuperar parte de estos beneficios, internalizando parte de las externalidades positivas, la nueva razón de costo-beneficio dará mayor viabilidad a proyectos que previamente serían considerados como inviables económica y financieramente. Es claro que los argumentos sobre eficiencia económica en teoría no son los únicos determinantes de las políticas públicas. Estas deben reconocer las realidades políticas de cada contexto, por lo que los argumentos basados en la lógica económica deben ser ajustados para responder a los intereses de las diferentes partes en el proceso político. Así, más que argumentar la viabilidad de los mecanismos de captura de valor en términos de eficiencia económica, puede ser más efectivo enfocar dichos argumentos en términos de los intereses conjuntos entre el gobierno y el sector privado. Desbloquear esta fuente de financiación es la clave para promover proyectos de infraestructura de transporte más ambiciosos para las ciudades y regiones. Siempre y cuando estos proyectos generen externalidades positivas, debe ser de interés del gobierno y del sector privado generar acuerdos sobre los mecanismos de contribución de valorización que dividan las ganancias de tal forma que se mejore la viabilidad financiera de los proyectos, el valor de las propiedades inmobiliarias se incremente y se genere un mejor desarrollo urbano. Desarrollo Orientado del Transporte (TOD) Uno de los conceptos más estudiados en la literatura que se encuentra íntimamente ligado al tema de interés de este trabajo es el de „Transit Oriented Development’. El término se refiere a un patrón de desarrollo mixto del sector inmobiliario, compacto y amigable con los peatones, alrededor de los proyectos de infraestructura de transporte. Al ofrecer oportunidades de vivienda, trabajo, comercio, entretenimiento y cultura en una misma área, las ciudades con TOD reducen la necesidad de realizar viajes individuales para cada actividad de su vida diaria. Altos niveles de densidad generan áreas compactas de desarrollo integral que pueden ser fácilmente transitadas a pie (Gihring, 2009). De esta manera, esta teoría apunta a argumentar el por qué las ciudades deben ser construidas alrededor de sus infraestructuras de transporte y no de manera contraria, en la infraestructura de transporte debe ser adaptado al desarrollo desorganizado de las ciudades, como la experiencia muestra que sucede en muchas de los países en desarrollo. 13 La fuente referenciada establece que el Desarrollo Orientado del Transporte ofrece al menos cuatro categorías de potenciales beneficios: El primer elemento es que al mejorarse el acceso al transporte público, se mejora también la movilidad. Los viajes originados desde y destinados hacia una misma área son más convenientes al disminuir los tiempos de transferencia. Segundo, al hacer el transporte público más accesible, el TOD reduce el número de viajes tomados en carro, taxis o motos, lo que reduce la congestión de las vías y mejora la calidad del aire. Una tercera categoría de beneficios se deriva de la facilidad de generar mayor interacción social e identidad comunitaria al desarrollar espacios públicos y espacios cercanos residenciales, comerciales, culturales y de entretenimiento. Finalmente, estos mismos beneficios atraen la inversión en proyectos inmobiliarios, estimulando así la actividad económica. Tanto los habitantes como las empresas privadas derivan beneficios al mejorar la movilidad asociada a una mejor infraestructura de transporte. Los individuos pueden disfrutar de menores tiempos de viaje al trabajo, a los centros educativos y a los centros comerciales si viven cerca del transporte público, reservando un mayor tiempo para otras actividades diferentes a la del transporte. Por su parte las empresas privadas pueden atraer más clientes y potenciales trabajadores si están ubicadas cerca a las estaciones del servicio público. Conjuntamente, la demanda residencial y comercial inmobiliaria cercana a la infraestructura de transporte presionan los precios de las propiedades al alza. Los clusters de vivienda y negocios tienden a atraer centros para el entretenimiento y la cultura, que a su vez pueden justificar la inversión en obras públicas como los parques o plazas. Esta segunda ola de inversión genera mayor presión sobre los precios y atrae aún mayor interés de transito (Talbott, 2011). Es así como la mayoría de los beneficios del TOD se verán reflejados en el incremento de los precios de las propiedades a través de dos posibles mecanismos. Primero, parte del valor que las personas adjudican a las inversiones en movilidad pueden ser valoradas por su disponibilidad a pagar en las tarifas del transporte público.Sin embargo, queda claro que las mejoras en movilidad son aún mayores cuando existe una proximidad geográfica a una estación de transporte y son dichas mejoras las que incrementan el valor de las propiedades. El segundo mecanismo consiste en que el transporte público ofrece amplios beneficios que 14 se pueden disfrutar con el simple hecho de vivir en la región o ciudad, sin necesidad de vivir cerca a las estaciones o incluso sin usar el medio de transporte. Los Impacto Económico de la Infraestructura de Transporte Los patrones de uso del suelo en las ciudades reflejan ampliamente la interacción entre las redes de transporte y los mercados inmobiliarios. El factor intermedio que representa esta interacción es el concepto de accesibilidad. La accesibilidad puede ser definida la facilidad para encontrar los destinos deseables, es decir, para realizar un conjunto de actividades realizan los hogares de manera frecuente. Las actividades más relevantes son el trabajo, considerada como uno de los factores más influyentes en las decisiones de ubicación de los hogares, centros de entretenimientos, de compras, instituciones educativas, entre otros. Lugares con mayor accesibilidad tienden a tener mayores precios de la propiedad, mientras que lugares con menos accesibilidad tienden a ser más baratos. Estas decisiones de ubicación y los patrones de accesibilidad que representan eventualmente se capitalizan en los mercados inmobiliarios, dando lugar de nuevo a un conjunto diferente de incentivos para la ubicación. Los nuevos proyectos de infraestructura de transporte, o las mejoras en sistemas ya existente, crean tres grupos de beneficiarios (University of Minnesota, 2009): i) El público en general, que se beneficia de la actividad económica y de los retornos sociales. Estos beneficios crean una justificación para su uso como fondo de financiación. Debido a que el crecimiento de la base impositiva se puede dar durante el ciclo de vida de la infraestructura de transporte, el recaudo generado puede aportar tanto el capital inicial como los costos de mantenimiento y operación del sistema. ii) Los usuarios de la infraestructura de transporte, quienes se benefician al reducir los tiempos de viaje y mejoran su seguridad. Estos beneficios justifican el recaudo de impuestos por medio de la gasolina, las ventas de vehículos, peajes y tarifas de transito. Normalmente, los usuarios reciben la mayor parte de los beneficios a través del uso de las instalaciones, por lo cual que este tipo de 15 recaudo se puede asignar a los usuarios para cubrir la mayoría de los costos de operación y mantenimiento. iii) Propietarios y empresas de desarrollo inmobiliario, que obtienen beneficios por la valorización generada con el proyecto. Estos beneficios justifican el uso de políticas de captura de valor tales como los impuestos al valor de la tierra, impuestos incrementales de financiación, cuotas especiales, impuestos al servicio de transporte, derechos de desarrollo inmobiliario, gravámenes negociados, desarrollo conjunto mediante asociaciones público-privadas y la venta de los derechos del aire. Para estos beneficiarios, los incrementos de valor son percibidos al momento de la finalización del proyecto de infraestructura, por lo cual estas estrategias pueden ser usadas para la financiación de la deuda para la inversión en capital. Dado que muchas de las estrategias de las políticas de recaudo de valorización pueden ser aplicadas de manera simultánea, el valor total del recaudo no podrá exceder el total de los beneficios derivados de las mejoras en transporte, pues en este caso los instrumentos de financiación estarían en contradicción con la justificación económica para su creación. A continuación se describen detalladamente los mecanismos de captura de valor mencionados en la tercera categoría de los beneficios generados por la infraestructura de transporte. De manera general, Mecanismos de Captura de Valor Desde una perspectiva general, es posible clasificar los mecanismos como directos e indirectos, donde los mecanismos directos son aquellos que imponen un gravamen sobre las propiedades beneficiadas con infraestructura pública, mientras que los mecanismos indirectos obtienen un ingreso a través de medios alternativos de contribuciones negociadas o asociaciones público privadas. Cada una de las técnicas de captura de valor presentadas se describe en relación a la eficiencia económica, el nivel de capital que puede generar, la sostenibilidad, factibilidad y las consideraciones necesarias para su implementación (University of Minnesota, 2009). 16 Impuesto al valor de la Tierra (Land Value Tax, LVT): Más que ser asignado a un proyecto específico, los impuestos al valor de la tierra capturan el valor creado por la inversión en bienes públicos. Estos tienen en cuenta el nivel de accesibilidad que ofrecen las nuevas infraestructuras en transporte. Un impuesto sobre la tierra será preferible a los impuestos sobre los inmuebles construidos, pues el primero generará menos distorsiones económicas debido a que se presenta una oferta fija sobre la tierra y permite capturar mejor las ganancias en valor atribuidas a mejoras públicas. El impuesto sobre las construcciones debe ser considerablemente menor pues los incrementos en el valor de la propiedad son causados por mejoras privadas. Un impuesto puro sobre la tierra es posible, aunque rara vez se utiliza. Mientras que los impuestos del valor del suelo son deseables desde el punto de vista de la eficiencia económica y la sostenibilidad, este es regresivo en términos de la capacidad de pago de los propietarios. Además, los impuestos del valor del suelo pueden resultar de difícil implementación en términos políticos debido al alto impacto y la potencial impopularidad. Impuesto Incremental de Financiación (Tax Increment Financing, TIF): Usa el incremento en la base impositiva de las propiedades que se genera como resultado de la inversión en infraestructura pública para financiar un mayor desarrollo urbano o los costos relacionados con el mismo proyecto. De esta manera, en una región donde usualmente se cobran impuestos sobre la propiedad, este mecanismo no se traduce en un cobro adicional de impuestos. Este es el mecanismo más comúnmente usados por los gobiernos locales para promover la construcción de vivienda, el desarrollo económico y el desarrollo más densificado en zonas específicas. Sin embargo, el TIF ha sido usado en algunos casos para financiar los mismos proyectos de transporte. Aunque, las zonas con TIF pueden promover la equidad en beneficios, se pueden presentar problemas específicos con respecto a la “equidad geográfica”, pues algunas jurisdicciones superpuestas en la zona pueden no compartir el beneficio generado en la zona. Este mecanismo de captura de valor puede ser políticamente factible cuando la población percibe que el aporte generado es pagado por el mismo proyecto. Para que una ciudad pueda adoptar un mecanismo de contribución incremental, se deben establecer leyes que autoricen a las entidades locales de transporte a ser beneficiarias de los recaudos. 17 Cuotas Especiales (Special Assessments, SA): Este mecanismo impone cargos tributarios a los dueños de propiedades cercanas a una nueva infraestructura de transporte, o las mejoras de una ya existente, según la proximidad geográfica o alguna otra medida de beneficio especial. Varios métodos han sido usados para determinar cuáles propiedades reciben los mayores beneficios y cómo definir los cargos sobre los beneficiarios. Algunos de estos métodos incluyen la estimación de la distancia desde las infraestructuras desarrolladas y la superficie de las propiedades. Las SA generalmente incentivan la eficiencia económica y la equidad respecto a varios aspectos. Sin embargo, dada la naturaleza específica delmecanismo, el monto del recaudo es relativamente pequeño y limitado para cubrir el costo de capital. La viabilidad política puede ser un problema para este mecanismo, pues son altamente visibles para los propietarios afectados. Permitir la creación de zonas con SA para fines de transporte requeriría la modificación de los estatutos del estado para permitir que las entidades estatales y regionales sean beneficiarios de los recaudos, y para que puedan aplicarse a las autopistas interdepartamentales y a la infraestructura de transporte público. Cargos al Servicio de Transporte (Transportation Utility Fees, TUF): Este mecanismo parte de considerar a la infraestructura de transporte como un servicio público más, similar a otros servicios locales como el agua o el alcantarillado, servicios financiados en su mayoría por cargos a los usuarios. Los TUF son estimados considerando la idea de demanda de transporte más que la idea de impuestos a la propiedad. Así, las tarifas son definidas para cada propiedad según la cantidad de viajes que esta puede generar, lo cual provee una conexión más directa entre la demanda por transporte y el costo por construir y mantener su infraestructura. Es un mecanismo más comúnmente aplicado a carreteras y usado para financiar el mantenimiento más que el capital inicial. Este, tiene el potencial de mejorar la eficiencia al trasladar la carga impositiva sobre propiedades residenciales, a propiedades comerciales o industriales, las cuales tienden a consumir más servicios de transporte de los que su contribución tributaria actual refleja. En un principio los TUF podrían promover la equidad solo en caso de establecer una relación entre las características base para estimación de las contribuciones y el valor de los beneficios recibidos por el consumo de los servicios de transporte; relación que en el pasado no ha sido fuertemente establecida. El recaudo por medio de este mecanismo podría ser 18 relativamente estable pues la demanda por viajes no presenta gran sensibilidad a las tendencias del ciclo económico. Los impuestos al servicio de transporte son políticamente viables y factibles, pues el traslado de los cargos a las propiedades no residenciales tendría acogida entre los actuales residentes. En términos de implementación, las dificultades se hacen evidentes pues sería difícil negar el acceso al servicio de transporte a un propietario moroso. Cargos al Impacto del Desarrollo (Development Impact Fees, DIF): Corresponden a cargos a empresas inmobiliarias con el propósito de financiar nueva infraestructura asociada directamente con los nuevos proyectos inmobiliarios. El cargo, basado en criterios objetivos cuantificables y pagado en una sola cuota, es impuesto a nuevos desarrollos inmobiliarios para recuperar los costos que estos generarían sobre el mantenimiento de infraestructura nueva o ya existente. La eficiencia de los DIF se puede establecer en la medida en que consideran los costos marginales del desarrollo de la tierra, como la provisión de infraestructura de transporte, para los principales beneficiados. A pesar de que el mecanismo promueve la equidad en los beneficios, se pueden genera efectos indeseables en caso de que empresas de desarrollo inmobiliario no puedan recuperar los costos asociados al pago de los DIF, pues estarían obligados a abandonar los segmentos de ingreso bajo o medio en el mercado de vivienda. Por otro lado, comúnmente no es una fuente de ingresos para la inversión en transporte, pero puede ayudar a financiar parte de la infraestructura directamente beneficiaria a los nuevos desarrollos. La implementación gana viabilidad por el hecho de que son política y administrativamente factibles. Gravámenes Negociados (Negotiated Exactions): Este método es similar en términos funcionales a las tarifas por desarrollo inmobiliario, con la excepción de que los cargos no son establecidos mediante un proceso formal, estimando la cuota fija a cobrar, y no aplican a servicios diferentes a la infraestructura construida. Este impuesto puede tomar la forma de contribuciones para la construcción de una red de transporte local, parques u otros bienes públicos, que constituyen la condición para la aprobación del desarrollo inmobiliario en la zona. Como el proceso es flexible y sujeto a las subjetividades políticas o poder de negociación de los stakeholders, el monto de recaudación es incierto. Los gravámenes negociados en general, promueven la eficiencia económica y la equidad social. Sin 19 embargo, en la mayoría de los casos debe ser visto como una fuente adicional de ingresos, en lugar de una sustitución a gran escala de las fuentes más tradicionales de ingresos. Finalmente, es considerado como un mecanismo políticamente factible, ya que son vistos como una manera de generar nueva demanda para las empresas inmobiliarias. Desarrollo Conjunto (Joint Development, JD): Como mecanismo de captura de valor, corresponde al desarrollo conjunto de infraestructura de transporte y de proyectos inmobiliarios privados adyacentes, mediante asociaciones publico privadas. La puesta en práctica de este mecanismo depende de si los terrenos para el desarrollo de la infraestructura son de propiedad pública o privada. Cuando la institución de transporte es dueña de los terrenos adyacentes a la obra es posible vender las propiedades o los derechos de desarrollo inmobiliario. Cuando los terrenos adyacentes tienen propietarios privados, los particulares contribuyen con una porción de su propiedad para desarrollar la infraestructura, a cambio de los derechos para el desarrollo inmobiliario. En cualquiera de los dos casos, es posible establecer acuerdos de beneficios que aseguran un flujo de ingresos para el sector público ó acuerdos para compartir costos que reducen el costo de inversión inicial del sector público. Los JD usualmente promueven la eficiencia, pues la naturaleza voluntaria de la transacción asegura que los beneficios esperados de la asociación para el privado exceden los costos que debe asumir en participación. Esta característica también garantiza la equidad en los beneficios que perciben los participantes. A pesar de que este mecanismo es a menudo políticamente factible, debido al reducido impacto que causa en terceros, implica un mayor grado de complejidad administrativa. Derechos de Aire (Air Rights): Finalmente, la literatura propone este mecanismo como una forma de captura de valor que implica la venta de los derechos para desarrollar por encima (o en algunos casos por debajo) de una instalación de transporte que genera un incremento en el valor del suelo. Estos acuerdos son eficientes sólo en caso de que el incremento generado en el valor del suelo supere el costo de los proyectos desarrollados. También, la venta de estos derechos puede promover la equidad en beneficios si los costos de la infraestructura de transporte pueden ser asignados en mayor proporción a beneficiarios no usuarios. De manera similar a los desarrollos conjuntos, los acuerdos en la venta de derechos tienden a generar una baja tasa impositiva y por lo tanto un recaudo 20 relativamente menor, aunque pueden aportar una parte o todos los costos iniciales de capital del proyecto. Sin embargo, comparten algunas de las complejidades administrativas. Requerimientos generales para una implementación efectiva de los mecanismos de Contribución de Valorización: La recuperación del valor como resultado de la valorización del suelo requiere un marco institucional efectivo para su implementación. La coordinación entre la planeación de los proyectos de infraestructura y las autoridades para el manejo predial es clave. Así, la colaboración entre estas dos áreas del gobierno se debe dar en diferentes niveles. Primero, los planes para la construcción de una nueva infraestructura de trasporte debe ser consistente conlos planes urbanos o planes de ordenamiento territorial (POT) locales en cuanto a los corredores centrales que demanda mayor movilidad. Un segundo elemento se refiere a que al considerar la viabilidad financiera de un proyecto de transporte se está considerando, los planificadores de transporte y territoriales deben coordinarse para determinar en qué medida un déficit de financiación entre los costos totales del proyecto y los ingresos de las tarifas pueden ser cubiertos por los fondos generados a partir de los mecanismos descritos anteriormente. Los tiempos y secuencias de construcción y la implementación de los mecanismos de captura de plusvalía deben coordinarse. Es mejor implementar estos mecanismos antes de que la construcción de infraestructura inicie pues se hace técnicamente más difícil de determinar con carácter retroactivo los cambios de precios y psicológicamente más difícil convencer a los propietarios de tierras privadas de que no tienen derecho a los beneficios de la apreciación que ya han experimentado. Las asimetrías de información no hacen evidente para los propietarios el hecho de que deben “ceder” parte de su valorización si quiere ganar efectivamente una porción de esta, por ejemplo, por la vía de vender su terreno a una empresa inmobiliaria. Tercero, es importante que el recaudo público obtenido mediante estos mecanismos sea asignados al presupuesto de la infraestructura de transporte y no al presupuesto general del gasto público del gobierno. El liderazgo del gobierno debe garantizar esto y evitar el riesgo de desacuerdos territoriales dentro del gobierno sobre cómo los ingresos deben asignarse y utilizarse. 21 IV. Caso de Enfoque: Proyecto Primera Línea del Metro de Bogotá La primera línea del metro en la ciudad de Bogotá es uno de los proyectos de infraestructura más importantes para la capital de Colombia y su objetivo primordial es atender la creciente demanda de transporte público que tiene la ciudad. Durante los últimos años, la movilidad ha sido uno de los aspectos críticos para la administración local, debido a que la infraestructura de transporte vigente es insuficiente para atender la demanda de una de las ciudades más poblada de Latinoamérica. Este es uno de los desafíos claves que Bogotá enfrenta y un motivo general de frustración pública, pues los esfuerzos fallidos podrían deteriorar más aún las condiciones de movilidad en los próximos años y generar impactos negativos para la eficiencia y productividad de la economía de la ciudad. Así, la ejecución del proyecto es crucial para la integración de políticas de desarrollo económico y social. La primera línea del metro tendrá un costo aproximado de USD $1950 millones, de los cuales alrededor del 35% deberán ser financiados por el gobierno local, y tendrá una extensión de 29,05 km. Los estudios más recientes, realizados por la firma española SENER y la inglesa Steer Davies Gleave, definieron la necesidad de una línea de metro por el borde oriental de la ciudad. El trayecto partirá desde el Portal de las Américas del sistema BRT, recorriendo la Avenida Primero de Mayo hasta la Avenida 68, tomando el antiguo corredor férreo hasta conectarse con el Tren de Cercanías de la Sabana de Bogotá, y desde allí conectarse, tras pasar por la Estación de la Sabana, hacia la Plaza de Bolívar. Después tomará las carreras 10, 13 y 11 hasta llegar a la Calle 127 (ver mapa en el Anexo No.1). Existen importantes características del contexto urbano en el cual la primera línea del metro de Bogotá va a ser construido. Primero, en contraste con los proyectos de transporte realizados como parte de iniciativas para expandir la ciudad o proveer mejor acceso a las áreas periféricas, la primera línea del metro se construirá sobre un área relativamente central y ya desarrollada. A pesar de que existe un potencial significativo para incrementar la densidad en esta área, el hecho de que el metro no vaya a ser construido en terrenos baldíos, tiene implicaciones sobre las opciones de financiación disponibles para el proyecto. La segunda característica importante es que a lo largo de la ruta del metro habrá http://es.wikipedia.org/wiki/Portal_de_las_Am%C3%A9ricas http://es.wikipedia.org/wiki/Tren_de_Cercan%C3%ADas_de_la_Sabana_de_Bogot%C3%A1 http://es.wikipedia.org/wiki/Estaci%C3%B3n_de_la_Sabana http://es.wikipedia.org/wiki/Plaza_de_Bol%C3%ADvar 22 muy poca tierra de propiedad pública, pues la gran mayoría pertenece a propietarios privados y tiene un alto nivel de desarrollo urbano. Más aún, los espacios públicos como calles, parques, plazas u otras construcciones públicas, están dispersos y no constituyen grandes lotes. Tercero, el nivel de congestión y el número de viajes generados a lo largo de la línea es bastante alto. Esto debido a que el diagnóstico previo apunta a que el metro sea construido a lo largo del corredor de mayor densidad de viajes en la ciudad para proveer acceso a los núcleos comerciales, de salud, negocios e instituciones académicas. Los modelos de transporte simulados muestran que la demanda de transporte en esta área continuará incrementándose en los próximos años. Realizar un análisis sobre las condiciones institucionales es igualmente importante a las consideraciones sobre el contexto físico urbano. De cierta manera, el contexto institucional de la ciudad de Bogotá es relativamente favorable a las iniciativas de financiación de la primera línea del metro mediante mecanismos de captura de valor. Históricamente, el éxito en la implementación de las medidas de contribución de valorización para financiar pequeños proyectos de infraestructura urbana, establece un precedente para guiar las políticas públicas y convencer al sector privado de que una mejor sostenibilidad de largo plazo de la infraestructura de la ciudad es posible mediante mecanismos de captura de valor. La viabilidad en la implementación de las contribuciones de valorización sugiere un apoyo público general al planteamiento de esquemas más ambiciosos de captura de valor para la financiación de proyectos de gran envergadura como el metro de Bogotá. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), como encargado del recaudo de las tarifas de contribución de valorización, puede ser considerada como una de las entidades claves para coordinar la implementación de los nuevos mecanismos. Otra característica institucional favorable para implementar nuevos esquemas de captura de valor es la Empresa de Renovación Urbana (ERU). Esta entidad generalmente juega un papel relevante en la coordinación entre el sector de construcción y las empresas inmobiliarias encargadas de proyectos de renovación urbana. La ERU tiene la potestad de expropiar tierra a propietarios privados con la compensación adecuada, si los terrenos son parte fundamental de los proyectos y los propietarios se rehúsan a participar en los mismos. Así, la entidad puede tener cierto liderazgo en aprovechar las áreas adyacentes a las estaciones del metro para 23 generar oportunidades de captura de valor. La experiencia internacional muestra que las entidades gubernamentales con roles similares han generado ingresos para la financiación de las infraestructuras de transporte comprando tierra en zonas adyacentes a las infraestructuras, conservándola durante el periodo de construcción y después vendiéndola cuando ha tenido lugar una apreciación en los terrenos. Sin embargo, dado el contexto urbano ya desarrollado del corredor de la primera línea del metro, la capacidad de adquisición de tierras de la ERU sólo podrá ser usada de manera más conservadora. La entidad deberá ejercer este mecanismo principalmente alrededor de las estaciones, adquiriendo las propiedades o terrenos privados cercanos de forma previa a la construcción. Finalmente, es importante destacar la necesidad de capacitación en capital humano al interior de las institucionesen las áreas de diseño, arquitectura y desarrollo urbano para generar desarrollo inmobiliario en estas áreas. Bajo este contexto es que la ciudad debe buscar diversos enfoques para recuperar el valor de los incrementos en el precio de las propiedades que generará la construcción primera línea del metro de Bogotá. Debido a que las políticas de contribución de valorización e impuestos a la plusvalía son técnicamente inviables para financiar grandes proyectos de infraestructura, es necesario considerar la implementación de otros mecanismos. V. Metodología El contexto bajo el cual se desarrollará el proyecto del metro de Bogotá, da lugar a considerar un enfoque multidimensional para implementar mecanismos de captura de valor. De esta manera, se emplearon dos mecanismos para estimar el ingreso potencial que el distrito puede recaudar empleando este principio: i) Impuestos Incrementales de Financiación y ii) Derechos de Desarrollo Inmobiliario. Un breve análisis sobre la gama de mecanismos de captura de valor que se discute en la sección III, muestra que estas son las opciones más atractivas para el caso de estudio. Como primera medida, el terreno sobre el cual se realizará el proyecto es en gran parte terreno construido, por lo que implementar un impuesto puro sobre la tierra (LVT), separado del impuesto sobre las construcciones, no generaría grandes recaudos. En cuanto al tercer mecanismo presentado, las cuotas especiales (SA), corresponden a la misma categoría de 24 las contribuciones de valorización que actualmente emplea la ciudad de Bogotá y que tiene importantes limitaciones en cuanto a capacidad de pago de los propietarios para financiar grandes proyectos de infraestructura. Dado el tamaño y la población de Bogotá, el empleo de tarifas al servicio de transporte (TUF) requiere de un mayor tiempo de implementación, debido a que la creación de modelos que cuantifiquen la cantidad de viajes que demandan los hogares implica una inversión mayor en tecnología y recursos económicos. Por su parte, los cargos al impacto del desarrollo (DIF) y las tarifas negociadas (NE) requieren de poder de negociación en las instituciones públicas para obtener recaudos considerables; sin embargo, la evidencia sobre problemas de corrupción en las entidades del gobierno local disminuye la probabilidad de su ejecución exitosa. Así, los mecanismos con mayor potencial en términos de recaudo y de éxito en implementación son los impuestos incrementales de financiación (TIF), principalmente porque es un mecanismo que no se traduce en un impuesto adicional dada la existencia del impuesto predial en todo el país, y la venta de derechos de desarrollo inmobiliario, que constituye una forma particular de desarrollo conjunto (JD). La metodología llevada a cabo en cada caso para realizar las estimaciones se presenta a continuación. I. Impuesto Incremental de Financiación: Como se explicó en la sección III, el mecanismo TIF utiliza los incrementos futuros en el recaudo de impuestos que resultan de la apreciación en el valor de las propiedades por influencia de nuevos proyectos de infraestructura de transporte, y no como resultado incrementos en la tasa del impuesto predial. A medida que el valor total de las propiedades ubicadas en un área de beneficios establecida como distrito TIF se incrementa sobre una línea base, por efecto directo de la construcción de la primera línea del metro, el diferencial en el recaudo en el impuesto predial, generado por la diferencia entre los nuevos valores de las propiedades y los valores de la línea base antes del proyecto, puede ser destinado a financiar el proyecto. Por esta razón, este mecanismo es esencialmente una herramienta de aprovechamiento de los ingresos futuros para financiar el costo de capital en el presente. 25 Calcular los incrementos futuros en el recaudo de impuestos implica primero definir una línea base del valor de las propiedades en el área de influencia del proyecto metro. Cualquier recaudo que exceda esta base puede ser capturado como un impuesto incremental para el gobierno local. La figura 5.1 ilustra el proceso de recaudo de este mecanismo. Figura 5.1: Proceso de Recaudo de TIF Fuente: Elaboración propia De esta manera, el interés del presente estudio será estimar el incremento en el recaudo total futuro por concepto de impuesto predial en la zona de influencia de la primera línea del metro de Bogotá. Específicamente, se estimará la siguiente expresión: Donde el subíndice indica que la fecha de valoración del recaudo futuro es el año 2012. Sin embargo, cabe resaltar que los flujos futuros por los incrementos en el recaudo de impuesto predial inician desde el año 2018, fecha en la cual se estima que finalizará la construcción de la primera línea del metro y a partir de la cual se espera que suceda un incremento progresivo en el valor de las propiedades. Ahora bien, los flujos futuros anuales corresponden a: Incremento Futuro Impuesto Predial Recaudo de Impuesto Predial Recaudo del impuesto Predial post TIF $ _____________________________________________________ Valor Base Impuesto Predial para el distrito TIF Duración TIF: 15 Años Inicio del Distrito TIF Término del Distrito TIF 26 Donde la tasa impositiva se tomó como un promedio de la tasa de impuesto predial de propiedades residenciales urbanas de estratos 4, 5 y 6 y propiedades comerciales y financieras (Ver Anexo No. 2). Ahora, la base impositiva en el periodo t se define en la expresión (2). Dos variables fueron consideradas para estimar la base gravable en cada periodo: Primero el diferencial entre el valor total de las propiedades en el área de beneficios en el año t y la línea base del año 2017, lo que denominamos la variable , y segundo el área de beneficios que corresponde al área total en metros cuadrados de las propiedades que serán beneficiadas por valorización después de la construcción del proyecto. Estas variables se definen en las expresiones (3), (4) y (5). Los beneficios del distrito TIF en el periodo t se definen como aquel incremento en el precio por metro cuadrado de las propiedades, atribuible únicamente a los efectos de la primera línea del metro; efectos que se calcularon a partir de la variable tendencia . Dada la inexistencia de este tipo de infraestructura en el país, razón por la cual no se ha estimado el posible efecto sobre el precio de las propiedades adyacentes, se tomó el estudio análogo de Rodríguez y Mojica (2008) sobre los efectos del sistema BRT en Bogotá para fijar el valor de en 3.8% de incremento anual. Adicionalmente, las expresiones (3) y (4) tienen en cuenta las otras variables que afectan el precio de las propiedades: los incrementos por inflación y por la tendencia natural del mercado inmobiliario en Bogotá . Finalmente se consideraron dos variables para estimar el área de beneficios: el número de metros cuadrados totales de propiedades influenciadas por el metro, lo que corresponde a la primera parte de la expresión (5) y el número de metros adicionales que se espera sean construidos como resultado de un mayor desarrollo inmobiliario en la zona (ADA). Los 27 consultores han estimado que el metro permitirá la construcción de 767.085 metroscuadrados adicionales en las aéreas cercanas a las estaciones. El documento CONPES (DNP, 2000) del proyecto de construcción del sistema BRT en Bogotá establece un área de influencia de 0.5 km alrededor de las troncales de Transmilenio. De manera análoga, se tomó este valor como base para estimar el área de influencia para las 29 estaciones de la línea del metro. La variable porcentaje de área construida se estimó alrededor del 60%. Una vez calculados los recaudos futuros, el modelo plantea estimar el valor presente de estos flujos anuales tomando una tasa de descuento . Esta tasa fue estimada como el costo de capital del sector inmobiliario en la ciudad de Bogotá, es decir al costo de oportunidad ajustado por riesgo, aplicando el modelo de Capital Asset Pricing Model (CAPM). Bajo este enfoque, la tasa de descuento depende de cuatro variables: El costo de la deuda después de impuestos o valor esperado del retorno de la deuda, el costo del equity o retorno esperado de la inversión en equity, la estructura de capital y el riesgo sistemático tanto de la deuda como del equity. Dado que el modelo es válido bajo supuestos de equilibrio parcial y eficiencia de precios en el mercado de capitales, que no se cumplen en países emergentes como Colombia, se realiza un ajuste por riesgo país. El siguiente cuadro resume el procedimiento desarrollado para estimar esta tasa de descuento: Figura 5.2: Estructura conceptual del WACC Fuente: Villarreal (2005) 28 El modelo descrito fue estimado por medio de una simulación de Montecarlo, en la cual se tomaron como variables estocásticas la inflación y el valor comercial del metro cuadrado en la zona de beneficios. El resto de parámetros se definieron como determísticos. II. Derechos de Desarrollo Inmobiliario: Un mecanismo análogo al empleo de los CEPACs en Brasil, ofrece una segunda alternativa viable de financiación para la primera línea del metro de Bogotá, a través de un modelo de venta de derechos de desarrollo a mayor densidad en los terrenos cercanos a las estaciones del metro, tal y como se expuso en la sección II. A partir de un proyecto que produce externalidades positivas, es posible crear créditos que representen una porción de estas externalidades para venderlos a diferentes actores en el sector privado, de tal manera que compensen las externalidades negativas que sus acciones generan. En este caso, la línea de metro genera externalidades positivas al incrementar la capacidad inmobiliaria de la zona adyacente, mientras que el desarrollo de estos proyectos crea externalidades negativas tales como el aumento en la congestión y de los gastos en la infraestructura de transporte público. El recaudo generado por este esquema dependerá principalmente de dos variables: el número de créditos a vender y el precio de venta de cada crédito. El número de créditos generados por el proyecto depende del incremento marginal del espacio para desarrollo inmobiliario, variable que denominamos área adicional de desarrollo (ADA) y que también fue empleada en el anterior modelo. El precio de venta de los créditos dependerá de la disponibilidad a pagar por las inmobiliarias por cada metro cuadrado adicional a construir. Bajo el principio e maximización de beneficios de las firmas inmobiliarias, es posible asumir que estas pagarán por un espacio adicional para desarrollo inmobiliario hasta que el beneficio marginal iguale los costos marginales. Los beneficios marginales del proyecto corresponden al precio de venta o de arrendamiento del metro cuadrado construido, mientras que los costos marginales dependen principalmente de los costos de construcción, los costos de obtener el permiso para construir mediante la compra de los créditos CEPAC y el costo de oportunidad de asignar recursos adicionales al proyecto, lo cual puede ser interpretado como la mínima tasa de retorno exigida por una empresa inmobiliaria, pues 29 esta conoce las tasas de retorno disponibles en otros proyectos. Las relaciones entre las variables se resume a continuación: De esta manera, la inmobiliaria demandará el crédito hasta que el precio del CEPAC iguales los beneficios marginales de construir un metro adicional, menos los costos de construcción menos la mínima tasa de retorno requerida por la empresa por metro cuadrado. Las variables del lado derecho de la ecuación dependerán de las características de la firma y de la estructura de mercado del sector inmobiliario. A medida que la escala de las operaciones de las empresas inmobiliarias es mayor, las firmas se benefician de las economías de escala. Así, las firmas más grandes tendrán mayores beneficios marginales y menores costos marginales que las empresas más pequeñas. Desde la perspectiva del distrito, el mejor contexto para obtener mayores precios de venta de los derechos, será aquel en el que grandes empresas inmobiliarias compitan por los derechos de desarrollo. Con el objetivo de determinar un rango de precios para los CEPAC bajo este modelo, los términos pueden ser reordenados según: El precio promedio del metro cuadrado construido en toda el área cercana a la primera línea del metro, teniendo en cuenta los barrios más representativos de la zona, se estima en $3´248.251 por metro cuadrado (Observatorio inmobiliario, 2012). Los costos de construcción para propiedades de alta gama en Bogotá se estiman alrededor de $1´500.000 30 por metro cuadrado y finalmente las tasas de retorno pueden ser estimadas en un rango de 10% al 25%. VI. Implementación y Resultados En esta sección presentamos los resultados obtenidos bajo los dos modelos descritos. El costo de capital del sector inmobiliario en el país se estimó en 8,25% (para ver más detalles ver Anexo No. 3). Este parámetro fue empleado en el modelo TIF para descontar los flujos futuros de recaudo. Tabla 6.1: Estimación del costo de capital del Sector Inmobiliario en Colombia Fuente: Elaboración Propia Una vez calculada la tasa de descuento apropiada se estimó el recaudo que se puede generar mediante este mecanismo. Los resultados muestran que el mecanismo TIF tiene un potencial de financiación del 38% del monto total que el distrito debe financiar para la construcción de la primera línea del metro, estimado alrededor de 1´243.200 millones de pesos que corresponde al 35% de la inversión total del proyecto de infraestructura. Para ver más detalles de la simulación ver el anexo No. 4. 31 Tabla 6.2: Estimación de recaudo por mecanismo TIF Fuente: Elaboración Propia En términos de implementación, existen dos alternativas para que el distrito estructure los medios del recaudo: i) Titularizar los flujos futuros del impuesto predial en el distrito TIF y emitirlos para inversión de diversos agentes privados y ii) Proponer a las empresas inmobiliarias o propietarios en la zona de beneficios que adelanten el pago de impuestos futuros a una tasa preferencial que represente el costo de oportunidad para los agentes. Adicionalmente, es importante tener en cuenta que el resultado no considera los costos administrativos y operativos de la implementación del modelo, por lo cual el recaudo neto podría estar sobrevalorado. Por último, el modelo de venta de derechos de desarrollo inmobiliario muestra que es posible recaudar más de 716 mil millones de pesos, lo que corresponde al 58% del monto a financiar por el gobierno local de Bogotá. Si estas estimaciones son correctas, este mecanismo claramente tiene un enorme potencial como fuente de financiación para la primera línea del metro. 32 Tabla 6.3: Estimación de recaudopor venta de Derechos de Desarrollo Inmobiliario Fuente: Elaboración Propia En cuanto a la implementación, el intento de Sao Paolo para financiar una línea de metro a través de la venta de derechos de desarrollo fracasaron debido a la falta de coordinación institucional entre el gobierno local y nacional sobre las responsabilidades de financiamiento para el metro. Es necesario ahondar esfuerzos en realizar una coordinación institucional para lo cual se requiere un marco institucional mas formalizado del que existe actualmente para los recaudos de contribución de valorización. Cabe aclarar que los modelos tienen gran sensibilidad a los precios del mercado inmobiliario y a los costos de construcción en la ciudad de Bogotá. La tendencia de estas variables ha tenido un cambio considerable en los últimos años, evidenciando un aumento anormal en los precios del sector, lo que ha dado lugar a hipótesis a favor y en contra de una posible burbuja inmobiliaria. Bajo este contexto, es posible que en un futuro siga la tendencia en aumento o se genere una caída abrupta de los precios, lo cual generaría una disminución en el potencial de financiación del mecanismo. A continuación se presenta un análisis de sensibilidad de los resultados obtenidos con los dos modelos, cambiando los parámetros relacionados con el sector inmobiliario y con los costos de capital. 33 Tabla 6.4: Análisis de Sensibilidad Fuente: Elaboración Propia Los resultados muestran que el potencial de financiación para cada modelo sufre una alta sensibilidad a los precios del mercado inmobiliario. Estudios del observatorio inmobiliario de la Universidad de Los Andes (Jaramillo, 2011), muestran evidencia de que los precios de la vivienda en Bogotá pueden estar sobrevalorados en un rango del 20% al 32%. En caso de caídas abruptas de los precios del sector, el recaudo podría disminuir considerablemente en comparación con el escenario base, generando un potencial de financiación del 26% del monto total a financiar por el distrito con el modelo TIF y del 39% con el modelo de venta de derechos de desarrollo. Sin embargo el principio económico se mantiene y el potencial mayor o menor, es considerable. VII. Conclusiones y Recomendaciones El nivel de desarrollo de la infraestructura actual de Colombia es uno de los factores más problemáticos para potenciar el crecimiento económico y crear mayor bienestar para la población. Si bien este es un patrón constante en todo el territorio nacional, los problemas de movilidad en la ciudad de Bogotá revelan la necesidad del crecimiento acelerado en infraestructura de transporte mediante proyectos como la primera línea del metro para la ciudad. Una de las causas claras del rezago en infraestructura es la falta de recursos de financiación que típicamente se presenta en países con déficit fiscales elevados, por lo que resulta clara la necesidad de crear nuevas herramientas de generación de recursos para la inversión en proyectos de infraestructura. El plan del distrito para financiar la primera línea del metro de Bogotá contempla el uso de recursos provenientes de la sobre tasa de la gasolina, de las utilidades de las empresa de 34 energía de Bogotá y de los cupos de endeudamiento. Sin embargo, una fuente subutilizada de recursos proveniente de los incrementos en el valor de las propiedades cercanas al proyecto, como resultado de la inversión pública, no ha sido contemplada de manera formal para su financiación. El gran potencial de financiación de los denominados mecanismos de captura de valor se ha evidenciado en diferentes ciudades del mundo como Londres, Hong Kong, Tokio, Sao Pablo y Washington, cuyos mecanismos han logrado cubrir parte o por completo los costos de la inversión inicial o costos de mantenimiento y operación. En Bogotá, también se abre la posibilidad de financiar el proyecto metro mediante el mismo principio. Las estimaciones apuntan a que es posible financiar entre el 38%, por mecanismo de impuestos incrementales de financiación TIF y el 58%, por la venta de derechos de desarrollo inmobiliario, del monto total de inversión que debe asumir el gobierno local. Esto implica un potencial de financiación altísimo que el distrito debe considerar para asignar sus recursos de manera más eficiente y tener mayor capacidad de inversión en otros proyectos. A pesar de que los modelos evaluados presentan gran sensibilidad a los cambios en los precios del mercado inmobiliario, fenómeno que actualmente se presenta en de la ciudad, el principio económico se mantiene y el potencial mayor o menor, es considerable. La viabilidad de estos mecanismos depende en gran medida de la capacidad de implementación por parte del gobierno local y el nacional. El marco institucional actual de la ciudad a pesar de ser favorable es insuficiente. El éxito en la implementación de los mecanismos de contribución de valorización en Bogotá y otras ciudades del país, marca un precedente optimista, pero la falta de coordinación entre las entidades de transporte y las encargadas del recaudo puede influenciar en el grado de éxito de las medidas a implementar. 35 VIII. Bibliografía AECOM , (2007). Case Studies of Transportation Public-Private Partnerships in the United States. Prepared by Consultants for United States Department of Transportation Federal Highway Administration. Borrero ,Oscar; Duran, Esperanza, Hernandez, Jorge and Montana,Magda. (2011). Evaluating the Practice of Betterment Levies in Colombia: The Experience of Bogota and Medellin. Lincoln Institute of Land Policy. Center for Transit-Oriented Development, (2008). Capturing the Value of Transit. Cervero,Robert (2008). Transit Transformations: Private Financing and Sustainable Urbanism in Hong Kong and Tokyo. University of California, Berkeley Working Paper. 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