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Liberando a Prometeo 
FREUD 
Jesús Orlando Mora Contreras 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
1 
 
 
 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
 
 
 
 
 
 
 
Freud: Liberando a Prometeo 
 
La Técnica de Asociación Visual Estimulada (AVE) 
para el ingreso al Inconsciente 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FONDO EDITORIAL UNET 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
2 
 
 
 
© Jesús Orlando Mora Contreras 
© Fondo Editorial UNET 
 
Las publicaciones del FEUNET gozan de la protección de los derechos de propiedad 
intelectual en virtud del protocolo de la Convención Universal sobre Derechos de Autor. 
Sin previa autorización por escrito por parte del editor, quedan rigurosamente prohibidas, 
bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por 
cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, 
y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Reservados 
todos los derechos. 
 
DEPÓSITO LEGAL: TA2022000079 
ISBN: 978-980-426-026-1 
FEUNET: ST 0222 
COORDINACIÓN EDITORIAL: Ildefonso Méndez Salcedo 
CORRECCIÓN: Rodolfo Sánchez 
MONTAJE Y DISEÑO: Mayra Alejandra Becerra y Carolina Wong 
 
Las ideas presentadas en este libro no son necesariamente las del FEUNET. La 
correspondencia debe ser remitida al FEUNET, Decanato de Investigación, UNET, Edif. B, 
piso 2, Avda. Universidad, Sector Paramillo, San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. 
Telefax: 0276-3532454, 3532949 y 3530422, ext. 179. 
www.unet.edu.ve 
http://investigacion.unet.edu.ve/feunet 
 
 
 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
3 
 
fondoed@unet.edu.ve 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL 
EXPERIMENTAL DEL 
TÁCHIRA 
Raúl Alberto Casanova Ostos 
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Martín Paz Pellicani 
Vicerrector Académico (E) 
Martín Paz Pellicani 
Vicerrector Administrativo 
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Secretaria 
 
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Decano (E) de Desarrollo Estudiantil 
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Decano (E) de Extensión 
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Decano de Investigación 
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Decano de Postgrado 
 
FONDO EDITORIAL 
 UNET 
 
Ildefonso Méndez Salcedo 
Coordinador 
 
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Decanato de Docencia 
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María Ropero (Suplente) 
Decanato de Desarrollo Estudiantil 
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Decanato de Extensión 
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Juan Carlo Zambrano (Suplente) 
Decanato de Investigación 
Mary Bernal (Principal) 
Yennifer Rojas (Suplente) 
Decanato de Postgrado 
 
 
 
 
 
 
 
Jesús Orlando 
 
MORA CONTRERAS 
 
 
 
Jesús Orlando Mora Contreras nace el 20 de diciembre de 1954 en la 
población de Coloncito, estado Táchira. Realiza sus estudios de primaria en 
la Escuela Parroquial Corazón de Jesús, en La Grita, y sus estudios de 
bachillerato en el Seminario Santo Tomás de Aquino, en Palmira. En 1972 
emprende estudios de Filosofía hasta culminar el segundo año en 1974, en la 
Pontificia Universidad Santa Rosa de Lima. Para 1979 se gradúa de 
Licenciado en Psicología en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas. 
En 1982 obtiene el título de MSc in Applied Psichology en Birmingham, 
Inglaterra. De 1983 a 1989 trabaja en Maraven, empresa estatal petrolera, 
en la función de selección de personal, e inicia sus estudios en Psicoanálisis en 
la Fundación Psicoanalítica de Maracaibo. Desde 1990 se dedica al ejercicio 
libre de la función psicoterapéutica. En 1990 la Asociación Venezolana de 
Psicoanálisis le otorga el certificado del curso sobre Psicoterapia 
Psicoanalítica. Para el año 2000 se residencia en San Cristóbal, estado 
Táchira, donde continúa el ejercicio libre de la función psicoterapéutica y 
labora en el Hospital Central de esta ciudad, en el Servicio de Salud Mental, 
como psicoterapeuta de los pacientes mentales ambulatorios y crónicos hasta 
el año 2010, cuando pasa al Centro Psiquiátrico para enfermos Mentales 
Crónicos Dr. Raúl Castillo hasta el cierre técnico de la institución en 2017. 
Desde el año 2009 se integra como psicoterapeuta al Ministerio del Poder 
Popular de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y sigue en el ejercicio libre de 
la psicoterapia. Durante el período 2020–2022 trabaja como profesor de 
las materias Psicología y Práctica de Psicología del Adulto en la Universidad 
Bicentenaria de Aragua. 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
5 
 
ÍNDICE 
 
 
Agradecimientos 7 
Introducción 10 
Fundamentos teóricos 14 
a. La represión 15 
b. El instinto 21 
c. Mecanismos de defensa 23 
d. El Ello 27 
e. El Yo 35 
Investigación con AVE 37 
Diseño experimental 39 
Anamnesis 44 
Requisitos psicoterapéuticos para el consultante 50 
Descubrimiento de AVE: El encuentro con la inferioridad 54 
Ejercicio I: Yo no valgo nada para usted, yo soy inferior, yo soy nadie, nada, 
para usted, yo soy feo 
56 
Reacción negativa con AVE 58 
Pacientes sin asociación 66 
Técnica mental silenciosa 68 
Ejercicio II: Descubriendo la zoofobia 70 
Ejercicio III: Rabia al psicoterapeuta 78 
Ejercicios Componentes de AVE 84 
a. Yo reconozco que tengo rabia con usted. Consecuencias 85 
b. Versiones e implicaciones del ejercicio de rabia 96 
Soporte teórico para el ejercicio de rabia 100 
Ejercicio IV: Yo soy malo 107 
Ejercicio V. Yo soy culpable 111 
Ejercicio VI. Expresión de cariño 117 
Ejercicio VII. Rabia a la pared 126 
Ejercicio VIII. Buscar fantasmas 128 
Ejercicio IX. Muérase usted como yo quiero morir, cuando Dios quiera 130 
Jesús Orlando Mora Contreras 
6 
Ejercicio X. Yo soy igual a usted 138 
Ejercicio XI. Yo quiero tener 144 
Ejercicio XII. Perdóneme 147 
Ejercicio XIII. Descubriendo la vergüenza 150 
Ejercicio XIV. Encuentro del Yo con su imagen 151 
Ejercicio XV. Activación de los contenidos oníricos 164 
Ejercicio XVI. Gracias 173 
Percepción y Enfrentamiento con el miedo 175 
Contemplar y llorar es imprescindible, comprender irrelevante 179 
Liberando a Prometeo 185 
Síntesis teórica 188 
AVE, Filosofía, Psicología y Psicoterapia 190 
Psicopatología 192 
a. El colecho 193 
b. Psicosis 194 
c. Aproximación terapéutica 200 
d. La enfermedad física 203 
 d.1. La gripe 203 
Relación psicoterapeuta-paciente 212 
Consecuencias de AVE 217 
Aplicaciones 222 
Limitaciones 223 
Validez de AVE y del Psicoanálisis 225 
Glosario 228 
Bibliografía 232 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
7 
 
Agradecimientos 
 
Al sacerdote Willians Duque, quien favoreció el desarrollo de mis intereses académicos en 
el interior y exterior de nuestro país. 
 
Al psiquiatra y psicoanalista Dr. Hugo Ocando, quien, en su expresión Fundación 
psicoanalítica de Maracaibo nos enseñó el Psicoanálisis y la valentía para expandir los 
caminos de la investigación, que por mi limitación aprendí menos de lo que él ampliamente 
me enseñó. 
 
A los profesores y alumnos del Hospital Central de San Cristóbal en su Servicio de Salud 
Mental, sede del Postgrado de Psiquiatría, durante los años 2000 al 2010, donde pude 
satisfacer mis aspiraciones sobre la Psicología clínica y desarrollar esta metodología. Entre 
ellos, la Psic. Esperanza Ramírez, gran baluarte durante la evolución de la técnica. Al Dr. 
Otto Georgi, quien aceptó mi ignorancia y permitió mi formación clínica. Al Dr. Pablo Pérez, 
quien durante sus clases permitía mis expresiones y podía tomar de él su conocimiento. 
 
A la Dra. Mary Ontiveros, en el Instituto Psiquiátrico Dr. Raúl Castillo en Peribeca, quien 
contribuyó con amplitud y respeto a la consolidación de esta metodología. A los psiquiatras 
Dr. Juan Echeverri y Dr. Mauricio Mendoza, compañeros pioneros cocreadores en el estudio 
y práctica de esta metodología, quienes valientemente sufren conmigo los embates a 
nuestros descubrimientos. Ambos me ceden sus aportes para presentarhomogéneamente 
nuestro conocimiento. 
 
Al Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, en su Dirección de Prevención del 
Delito y Oficina Nacional Antidrogas. 
 
Al abogado Daniel Castellanos, coordinador de los Centros de Tratamiento Socialista en la 
Misión Negra Hipólita, siempre abierto a la posibilidad de ofrecer atención psicológica a la 
ciudadanía. 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
8 
A la Lic. Coromoto Sánchez, coordinadora del Geriátrico Padre Lizardo, donde pude 
comprobar los supuestos AVE y ofrecer a la psicogerontología un vitalizador enfoque sobre 
ayuda al anciano. 
 
A los abogados Dr. Miguel Soto y su esposa Dra. Berta Soto, médicis de mis motivaciones 
intelectuales. 
 
A mi sobrino Luis Ruiz y su esposa Jennifer Sánchez, protectores de mi familia en momentos 
cruciales imposibles de resolver por mí, de quienes aprendí la importancia familiar y los 
amigos antes que la del dinero. Mi padre, al igual que yo, los llamamos nuestros ángeles 
protectores. 
 
A mis padres: Leónidas y Angelina; mis hermanos: Esperanza, Angel, Alba y Freddy, quienes 
con su presencia ayudaron a la elaboración de mis adelantos psicoterapéuticos. 
 
A mi esposa, María; mis hijas e hijos, Freyvi, Gina y Heberto, quienes con su compañía, 
ayuda, tolerancia y personalidad estimulaban mi tránsito por los distintos niveles del 
conocimiento. 
 
A la Televisora Regional del Táchira (TRT), quien a través de sus propietarios, productores y 
conductores permitieron presentar semanalmente mis adelantos durante doce años a través 
de su programa “Aquí Contigo”. Al TV52, quien para el año 2022 me honra con su 
invitación. 
 
A cada uno de los pacientes y consultantes fieles a este difícil aprendizaje, quienes 
permiten observar las manifestaciones de su inconsciente y procurar con su compañía la 
mejoría de sus limitaciones y las nuestras, asimismo al fortalecimiento técnico y teórico de 
AVE. A ustedes les pido disculpas por permitirme aprender a través de mis desaciertos, que 
progresivamente se transforman en aciertos. Su anonimato jamás borra sus nombres e 
imágenes de mi cariño. Con ellos aprendí a llorar y a comprobar que cada una de sus 
lágrimas y las mías conducían al camino de nuestra mismidad. 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
9 
 
A los próximos que se hacen eco de estos descubrimientos con la seguridad de mostrarles un 
difícil camino hacia el encuentro de sí mismo, el Ello, hacia la amplitud de la consciencia 
universal. 
 
A aquellas personas que originalmente se presentaron como obstáculos en la obtención de 
nuestras aspiraciones. AVE, en su profundidad y tiempo, los evidenció como nuestras 
proyecciones que debimos introyectar para extraer mayor conocimiento y los efectos 
positivos de nuestra psique. 
 
A la UNET, nuestra ilustre casa de estudios preparadora de su alumnado con excelencia 
contribuyendo a su éxito personal. A todo el personal de edición de esta obra quienes 
mostraron los efectos generosos en su receptividad, de su lectura y sugerencias, su amplitud, 
comprensión, su guía y finalmente su publicación. 
 
Carezco de fortuna humana para gratificar a cada uno por tan inmenso apoyo. Con la 
solicitud ante Dios que pueda recompensar sus inconmensurables favores. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
10 
Introducción 
 
 
Freud: Liberando a Prometeo es una utopía. Sin embargo, en esta obra intentamos 
acercarnos sistémica y sistemáticamente al conocimiento de la psique. Los filósofos 
precursores hablan de diferente manera de la existencia de contenidos mentales que 
exceden la capacidad consciente: los Siete Sabios de Grecia nos dejan “Conócete a ti 
mismo y conocerás la sabiduría”. Jenófanes describe a lo que hoy llamamos proyección. 
Parménides sobre la Unicidad e inmutabilidad del Ser. Heráclito sobre el ser y no ser. 
Platón acerca del mundo de las ideas y sombras. Al igual que la lectura de los libros 
sagrados de las diferentes filosofías religiosas legan la existencia de un discernimiento 
introversivo transformador del ser humano, aunque carecemos en herencia de la 
metodología introspectiva que nos diese cuenta y permitiese seguir en tan profundo 
conocimiento. Esa base filosófica nos ayuda a re iniciar la busqueda psíquica y perseguir 
respuestas al cómo, por qué, cuándo y para qué de los hechos mentales. También, mediante 
la práctica de la ética, primum non nocere, el respeto hacia la vida, la consecución del bien, 
ilustrado con el autoconocimiento y sus consecuencias el equilibrio singular y social. Ante la 
falta del instrumento de investigación psíquica practicado por nuestros antecesores se 
propone a la técnica de Asociación Visual Estimulada (AVE), como instrumento de 
investigación Mental que llene ese vació cognitivo y por sus coincidentes resultados con la 
herencia filosófica evidenciar la posibilidad científica de la Filosofía en su nueva 
transformación hacia la Psicología. 
 
Así, buscando respuestas originarias ante las infantiles preguntas se va conformando la 
técnica AVE. Esta es una original, inédita, opcional y diferente vía de acceso al conocimiento 
mental escondido en la figura del Ello. Es independiente porque elabora su propia teoría; 
es científica porque cuantifica los resultados basados en la evidencia posibilitando su 
comparación con los provenientes de otras metodologías introversivas. Es autónoma debido 
a que sigue sus propios descubrimientos. Algunos resultados obtenidos mediante AVE se 
asemejan a los presentados por el Dr. Sigmund Freud (1856-1939) y su patrimonio el 
Psicoanálisis se infiere una reciproca confiabilidad y validez, pre conclusión que aumenta el 
valor científico del Psicoanálisis como el de la técnica propuesta. De esta manera, usando 
las atribuciones del principio de Simplicidad de Ockham se conserva la terminología 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
11 
 
psicoanalítica, contrastándole a su vez nuestras deducciones. La continuidad de las 
investigaciones permitirá otorgarles el estado científico en Psicología que les pueda 
corresponder. 
 
Para esta obra se conceptualiza Psicología como la ciencia que estudia la psique, su 
sustancia, propósito, contenido, conformación, manifestaciones, procesos, funcionamiento, 
disfunción, tratamiento y otros aspectos por descubrir que permitan su comprensión. La 
psicología es una ciencia y como tal continúa su investigación. AVE es un instrumento que lo 
permite. 
 
En AVE, el investigador al inicio de sesión y en concordancia con los objetivos por alcanzar, 
sugiere al Sujeto una representación v.g. la zoofobia, mascotas, imágenes oníricas, 
alimentos, ideas, dolores físicos, oscuridad, la pared, cualquier cosa; ante la figura realiza 
un ejercicio verbal mental repetitivo. El Yo respondiendo a esa indicación asocia libremente 
una persona, idea, pensamiento, imagen, odio, dolor psíquico, penuria física, tristeza, llanto, 
frustración, humillación, desprecio, risa, vergüenza, recuerdos, que emergen 
abreactivamente desde el inconsciente. Esta reacción yoíca genera, reducción de la 
emoción, reorganización fusionante, tranquilidad cohesiva, progresiva e infinita de los 
contenidos mentales inter e intraestructurales, Se debilita la intensidad de los mecanismos de 
defensa, se envalentona al Yo y puede contemplar los contenidos psíquicos temerosos 
ocultos. Como alcance de este conocimiento, el Yo obtiene mayor madurez, autonomía, 
fortaleza, flexibilidad, mejorando su calidad de vida psíquica, física y social. 
 
El propósito exclusivo de este escrito es informar sobre AVE, sobre su evolución; las sesiones 
parcialmente descritas ilustran el amanecer tecnológico de AVE, sus componentes y 
ejercicios, la formulación hipotética teórica parcial, los resultados obtenidos hasta hoy en el 
conocimiento del Ello, también formas distintas de observar algunas de las enseñanzas 
freudianasy sus derivaciones hacia el tratamiento del sufrimiento mental y físico. Por lo 
tanto, quedan excluidas las conclusiones finales, la presentación exhaustiva de la 
ejercitación, el uso de este escrito como manual didáctico, la discusión de los planteamientos 
psicogénicos teóricos existentes sobre la psique y el conflicto mental. Siendo la investigación 
interminable, queda totalmente abierta la posibilidad a nuevas exploraciones, 
experimentaciones y preconclusiones. 
Jesús Orlando Mora Contreras 
12 
AVE es una técnica de aparente fácil uso. Sin embargo, el laberinto psíquico es complejo, 
doloroso, falaz, desafiante, asustadizo, tortuoso, agotante, infinito, paradójicamente 
complejo y simple, empero transitable; la incertidumbre laberíntica es un problema mental 
que técnicamente se abre a su transitar y posibles transformaciones. Las características 
idiosincráticas del ser humano hacen que la investigación del Ello sea complicada, quien 
sugiere entre sus contenidos un primer componente de inferioridad ante el cual se duele y 
otro reactivo de superioridad; ambos en menor o mayor grado caracterizados por la 
limitación, humillación, dolor, error, culpa, irresponsabilidad, mentira, traición, burla, 
circularidad, el ser y el no ser, soberbia, el fatuo orgullo, la distorsión, el escondite, el 
desprecio, la arrogancia, el poder absoluto, la grandeza, el endiosamiento, la 
omnipotencia, la altivez, la negación, la simulación como la disimulación, el rechazo al dolor 
psíquico, a la verdad, a lo ético. Cada característica en mayor o menor proporción 
manifiesta, puede observar en el consciente como Yo superior y Yo inferior. Además, las 
consecuencias abreactivas provenientes del Inconsciente, la singularidad personal, formación 
y circunstancias traumáticas, hacen que la investigación psíquica en conjunto con el 
tratamiento hacia la mejoría del trastorno emocional y la enfermedad sea tarea difícil, 
fácilmente racionalizada y rechazada por el Ello y el Yo. 
 
En el caso de que el investigador pretenda ejercer ésta técnica, debe iniciarse con su 
exploración existencial, adicionándole, la capacitación en los fundamentos teóricos y 
técnicos psicoanalíticos. Debe aprender el dinamismo del trastorno emocional y físico y 
aceptar la complejidad individual sin dejarse llevar por lo aparentemente sencillo de la 
técnica. Al desdeñar estas advertencias se induce a la pareja psicoterapéutica a graves 
errores clínicos, desaprobaciones, emergencias médicas y pasará algunos sustos 
innecesarios, lo cual es desaconsejable. 
 
En cuanto al consultante se requieren capacidades yoícas imprescindibles para que se dé 
este proceso, la voluntad para iniciar la exploración y la humildad para reconocer y 
aceptar sus errores y dolores, ante el desprecio objetal y cuando corresponda la 
psicoterapia. Esto incluye a la psicosis. 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
13 
 
Por la coincidencia de resultados AVE y Psicoanálisis, se usa como fuente bibliográfica las 
Obras Completas de Sigmund Freud, en la traducción de Luis López Ballesteros y de Torres 
(1981), cuarta edición; y el Diccionario de La Planche-Pontalis (1974). 
 
Tomada la Obra de Esquilo (525 a.C.-456 a.C.) Prometeo Encadenado como fuente de 
inspiración, se intenta comprender a Prometeo en su máximo interés de entregar a los 
humanos el conocimiento sustraído a Zeus y a éste, en su función superior y de castigo, 
privarlo de su libertad. Pareciera un imposible, sin embargo lo posible viene después de lo 
utópico. 
 
Como aclaratoria al lector, esta es una obra holística difícil de desmembrarla en partes y al 
hacerlo se puede dañar parte de su objetivo. Empero se intenta redactarla conservando los 
pasos de su evolución pudiendo fallar su integridad. La lectura completa de la obra le 
permitirá su comprensión. Aprecio sus disculpas por la molestia causada. Por otro lado debo 
informar que se presentan tres tipos de letras diferenciadas por su tipo: Con la que se 
escribe la obra, con las expresiones del terapeuta y las respuestas del paciente. 
 
Para continuar esta obra, sometemos nuestras opiniones a las enseñanzas ofrecidas en 
Lecciones introductorias al Psicoanálisis (1917), pág. 2.125: 
 
“La elección de esta rama científica supone la renuncia a toda posibilidad de éxito 
universitario”, donde a pesar de la amplitud del conocimiento podemos observar la 
superioridad de investigadores que restringen para los demás la exigida libertad para sí, 
por lo tanto: , “Aquél que a ella se dedique… se hallará en medio de una sociedad que no 
comprenderá sus aspiraciones y que, considerándole con desconfianza y hostilidad”, 
afirmación a la cual le sumamos nuestra dolorosa experiencia: “Desencadenará contra él 
todos los malos espíritus que abriga en su seno”, conduciéndolos al sufrimiento de ser 
excluidos por ser símbolo de ignorancia: “Así, púes, veré con gusto retornar a estas aulas a 
aquellos de vosotros en quienes tal curiosidad científica venza toda otra consideración”. 
 
Bienvenidos. 
 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
14 
Fundamentos teóricos 
 
 
“Sabemos… que la interdependencia de los complicados problemas anímicos… obliga a 
abandonar… nuestras investigaciones… hasta tanto que los resultados de otras nos auxilian en su 
continuación”. 
Duelo y melancolía (1917), pág. 2.100 
 
 
Animados con la aclaratoria precedente y por algunas limitaciones de mi práctica 
psicoterapéutica inicial, debí proseguir con la guía curiosa de acercarme al Ello desde otra 
perspectiva y se desarrolló la técnica de “Asociación Visual Estimulada”, que leída a través 
de los ejercicios psíquicos, luce simple a la mente del lector y ciertamente lo es. Empero, el 
resultado directo derivado de la aplicación técnica es altamente complejo, laberíntico, 
paradójico, abreactivamente doloroso para el Sujeto que lo experimenta, como para el 
agente que lo administra. Esto se debe a que se trabaja directamente con los constructos 
estructurales psíquicos: Ello, Yo, inconsciente, consciente, mecanismos defensivos; sus teorías 
psicológicas: represión, resistencias, traumas, defensas y contenidos ignorados acerca del 
Ello como del Yo: La frustración, la herida desvalorizante, la remembranza, el dolor, la 
soberbia, la superioridad, el odio, la separación objetal, la mentira, la rabia, la agresión, 
el miedo, la ignorancia, la vergüenza, la culpa, el deseo de muerte, la irresponsabilidad, la 
inferioridad, la limitación, la humildad, el conflicto psíquico, aspectos temidos por el Ello y el 
Yo de los cuales naturalmente intentan escapar. 
 
El Ello continente de originales y reprimidos deseos guardados con la intención de nunca 
rencontrarlos se libera mediante AVE como un volcán de acontecimientos mentales hacia el 
Yo. Éste contempla atónitamente con ira, angustia, dolor y vergüenza esos contenidos 
asociados mediante la estimulación inicial, hechos pretéritos actualizados, ideas, personas; 
sentimientos ignorados, indómitos, dolorosos, explosivos, traumatizados, negados, pasionales 
rechazados, veloces, impredecibles, inundantes. Así, los contenidos ocultos van aflorando a 
la consciencia, trayendo de consecuencia la reedición de los síntomas psíquicos y físicos 
sufridos, reprimidos en su desarrollo. El Yo al observar esos contenidos facilita su integración 
sistémica al Ello, trayendo la comprensión psíquica y cuando corresponde, la mejoría 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
15 
 
sintomática, se espera, retro progresiva, causal del trastorno mental y enfermedad física. 
Cuando el Yo humildemente asimila sus responsabilidades derogadas por los mecanismos 
de defensa, permite cambios constructivos en la dinámica inter e intraestructural como en la 
acción del mundo externo. 
 
Es sorprendente encontrarnos con un camino anunciado por los aportes filosóficos, religiosos, 
culturales, freudianos; también los provenientes de otras exploracionesmentales y 
comunicados por la cultura psicológica universal. La lectura inicial de esta obra contiene los 
resultados de AVE a los cuales les adscribimos la teoría psicoanalítica y observamos sus 
conexiones y efectos en el transcurso de la obra. El inconsciente inicialmente inaccesible ha 
sido incursionado por los filósofos, por la interpretación de las asociaciones verbales, del 
sueño, de las asociaciones lúdicas, la meditación, las sustancias alucinógenas, la hipnosis, el 
trastorno disociativo. Con estos precursores nos sentimos valientes para, mediante AVE, 
investigar esos contenidos psíquicos. 
 
Entre los conceptos inspiradores iniciales tenemos: El Ser permanece, conócete a ti mismo y 
conocerás la sabiduría, el Mundo de las Ideas y el Mundo de las Sombras, la ética, la 
proyección. Y por la sección psicoanalítica, la Represión, el Instinto, los mecanismos de 
Defensa, el Ello y el Yo. Dedicamos nuestro máximo interés a los conceptos freudianos. 
 
 
a. La represión 
 
“La primera flor de la vida sexual… destinada a sucumbir a consecuencia de la 
incompatibilidad de sus deseos con la realidad y de la insuficiencia del grado de evolución 
infantil… sucumbió entre las más dolorosas sensaciones”. 
 
 Más Allá del Principio del Placer (1920), pág. 2.515 
 
La idea de este proyecto se inicia luego de innumerables repasos al libro La Represión 
(1915), el cual dice en su pág. 2.054 y ss: “La esencia de la represión consiste… en 
rechazar y mantener alejados de lo consciente determinados elementos”. En la misma 
página indica los desplazamientos y asociaciones progresivas que ocurren desde el primer 
Jesús Orlando Mora Contreras 
16 
contenido reprimido hacia otras sensaciones, percepciones e imágenes, que pudiendo 
quedar ocultas se asocian desplazadamente a futuras sucesivas representaciones, la cual 
como figura final consciente es la consecuente expresión desplazada de contenidos 
previamente reprimidos, dejando engañosamente la figura final como de perceptiva 
máxima importancia; sin embargo, es la de menos. Surgen múltiples preguntas en esta 
investigación: ¿Cuáles son esos constitutivos elementos mentales originales? ¿Por qué se 
ocultan? ¿Cómo sucede? ¿Por qué se desplazan a otros contenidos? ¿Son accesibles estos 
contenidos desplazados? ¿Qué es el Inconsciente? ¿Qué es el Ello y el Yo, son estos iguales o 
diferentes? ¿Cómo se estructura el Ello? ¿Cuáles son sus constituyentes; son estos sustanciales? 
¿Cómo se estructura el Yo? ¿Cómo se expresan sus contenidos, son sus componentes 
esenciales o accidentales? Aspiramos en el tránsito de esta obra y desde la posición de 
AVE, ofrecer algunas respuestas. 
 
Así tenemos, pág. 2.054: “Una primera fase de la represión, una represión primitiva, 
consistente en que a la representación psíquica del instinto se le ve negado el acceso a la 
consciencia”. La sección importante para el enfoque AVE es la parte de la representación 
psíquica del instinto: La idea, su esencia y destino. Esto, por ejemplo, puede suceder cuando 
el sujeto infantil queda perplejo ante la contemplación de la escena primal de sus padres. 
Todas sus reacciones mentales, ideas, afectos, representaciones, acciones quedan sepultadas 
y siguiendo el mecanismo de la represión primitiva, condensadas y desplazadas sus 
consecuencias pueden aparecer en la adultez del sujeto mediante la atemporalidad de sus 
actos psíquicos y la Identificación Perceptiva Primaria; se hace en el presente un efecto del 
pasado, integrándole las representaciones adultas a las infantiles y simultáneamente 
caracterizando a las mayores y secundarias con lo primario. Las percepciones originales 
determinantemente influyen en toda la vida psíquica y física del Sujeto. 
 
Hemos observado tres experiencias con resultado enojoso para el Yo: Una idea unida a una 
emoción libidinal egosintónica que por desacuerdo con el Objeto se torna egodistónica, 
agresiva; un encuentro objetal con resultado psíquico directo insatisfactorio, doloroso, 
ofensor, humillante, separatista, que deja graves consecuencias reprimidas, percibidas 
aparentemente de forma idiosincrática que alteran el curso normal de la psique; traumática 
es el mejor epíteto que se le puede asignar a esta experiencia, en la pág. 2.054, “Produce 
una fijación… la representación de que se trate perdura inmutable a partir de este 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
17 
 
momento, quedando el instinto ligado a ella”. Extendemos la comprensión para coincidir con 
la ilustración de la contemplación de la escena primal antecedente, que ante este 
espectáculo se fija el deseo por la satisfacción como por su frustración y las emociones 
correspondientes, la ira, el dolor por la inferioridad. Queda pendiente responder: ¿Cuál es 
el deseo, es éste hacia lo psíquico o hacia lo físico? ¿Cuál es la satisfacción, cuál es su 
cualidad? ¿Cuál es la frustración inicial?, continua en la pág. 2.054: “La segunda fase… 
recae sobre ramificaciones psíquicas de la representación reprimida o sobre aquellas series 
de ideas… que han entrado en conexión… con dicha representación”, que forman las 
imágenes, sentimientos e ideas, percepciones de la vida futura. De esta manera, se inicia la 
vida yoíca, marcando el destino psíquico de la misma. En la pág. 2.055, aclara: “Puede 
incluso suceder… que la primitiva representación del instinto queda dividida en dos partes, 
una de las cuales sucumbe a la represión”, queda oculta para el Yo, mientras que la otra: 
“Pasa a ser idealizada”. Al Ampliar la comprensión, la idea original ahora tiene dos 
versiones, una de ellas queda reprimida con su contenido particular, mientras que la otra 
queda expuesta y aceptada en la consciencia, al igual que las emociones que la 
acompañan. v.g. el enamoramiento inicialmente positivo, al pasar el tiempo se hace 
desagradable. Esto nos obliga otra cuestión ¿Qué queda en la oscuridad y por qué se 
residencia en ella? ¿Pueden conocerse los opuestos? ¿Por qué se reprimen esos contenidos 
originales? 
 
En la pág. 2.055 se debe destacar que “la representación primitiva del instinto queda 
dividida en dos partes”, clarificando las ideas a nuestra conveniencia: Si el instinto queda 
dividido en dos partes, entonces el instinto es originalmente uno y por el impacto de la 
frustración se divide aparentemente en dos. Por consecuencia, se tiene desde el principio de 
la vida psíquica, díada de opuestos complementarios, originados desde la primera 
represión, el cual caracteriza la vida futura de la personalidad: Una parte oculta y otra 
manifiesta, una idealizada y otra diabolizada, una sexualizada y otra agresiva, un deseo 
y un contradeseo, una represión y una proyección, una cualidad opuesta a su falta, un amor 
idealizado consciente y un odio reprimido. 
 
También aporta, nuestro insigne maestro, en la pág. 2.056, que: “La represión es móvil… lo 
reprimido ejerce una presión continuada en dirección de lo consciente”, con otra fuerte 
contra turbulencia que ayuda a mantener eso represado. Y nos preguntamos, ¿cuál es esa 
Jesús Orlando Mora Contreras 
18 
fuerza que impulsa a los contenidos a quedarse ocultos? ¿Qué motivación obliga a este 
entrañamiento? ¿Es AVE capaz de descubrirla? Respuestas que intentamos alcanzar en el 
transcurso y en caso de lograrlo, acortamos las dificultades en obtener las complejas 
respuestas que hay en el Ello. 
 
¿Qué se reprime? Y en la pág. 2.057 responde: “Una representación del instinto… una 
idea o grupo de ideas a las que el instinto confiere cierto montante de energía psíquica 
(libido, interés)” ¿Qué es el instinto? ¿Es este instinto un elemento biológico, psicológico, o 
ambos? ¿Cuál es el origen? ¿Cuál es la idea o ideas? ¿Es idea libidinal, agresiva o de otra 
naturaleza? ¿Es lo libidinal sinónimo de físico y lo ideal equivalente a psíquico? ¿Está el 
instinto completo integrado por dos partes, una biológica y la otra psíquica? Nuestrashipótesis van en la dirección que la idea principal está en el Ello, que al pasar al Yo se 
distorsiona y se convierte en emoción, de esta manera sostenemos como principal hipótesis 
la parte psíquica del instinto. Ojalá se pueda responder a estas cuestiones. Y agrega en la 
pág. 2.057: “Hay otro elemento… éste… experimenta destinos… diferentes de los que 
experimenta la idea. A este… le damos el nombre de montante de afecto”; la ira, la 
pasión, el amor, la alegría, el placer, el dolor, la vergüenza. Pero este instinto puede variar 
en sus presentaciones al Yo: “Y encuentra una expresión… en procesos que se hacen 
perceptibles a la sensación a título de afectos”. Así que tenemos varios componentes 
reprimidos en la psique: idea, imagen, afectos libidinales y agresivos, dolor, vergüenza, 
humillación, arrogancia, limitación; en dos direcciones que toma el instinto: hacia afuera 
aquellos que pueden expresarse, como hacia dentro a los que se prohíbe representar. Un 
camino sigue la idea, otro la imagen y otro el afecto. Así que para lograr disminuir la 
represión, aumentar el conocimiento y quizás mejoría del conflicto y para encontrarlo en la 
pág 2.057 informa: “Tendremos que perseguir por separado lo que la represión ha hecho 
de la idea y lo que ha sido de la energía instintiva a ella ligada”. AVE procura una 
respuesta diferente procurando la integración simultánea en el consciente de todos estos 
elementos y asume la función del consultor en la integración de la idea, imagen y afectos 
contenidos y posiblemente conducirnos a su fuente. Al menos este es su propósito. 
 
 
 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
19 
 
Represión 
Amor 
Odio 
Fijación instinto 
idea1 
afecto1 
Represión 
 primaria 
inconsciente consciente 
afecto2 
idea3 
Represión2 
Represión3 
idea2 
Represión4 
Idea n (objeto) 
Realidad 
afecto3 Afecto z 
Represión2 
Represión3 
Represión4 
Amor 
Odio 
Objeto 
p.e: 
Novia, 
alcohol 
Cigarro
… 
Con la figura 1 intentamos graficar la lectura que antecede: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 1. Esquema de la represión 
 
Para mejorar la inicial comprensión de estos hechos, se sintetiza: En el Sujeto, la psique 
originalmente una es rechazado por el Objeto. Por esta acción sus componentes, idea, 
representación psíquica, afecto, se fraccionan y queda una parte reprimida y otra 
sustitutamente se desplaza hacia la siguiente imagen hasta que pueda representarse en el 
exterior; sus elementos ideales toman una dirección, condensándose y desplazándose 
sustitutiva y simbólicamente hacia adelante en otras ideas, como igual y en paralelo lo 
hacen sus fracciones afectivas e imágenes. En un punto inconsciente “A” se ha iniciado el 
conflicto mental e intenta mostrarse en el presente en un punto consciente “Z” o 
representación final. Para completar la percepción, el trauma mental iniciado en A se 
puede mostrar en el consciente como ideas, imágenes o hechos persecutorios que pueden 
producir ansiedad al Yo. También puede expresarse el conflicto mediante los elementos 
libidinales. 
 
Jesús Orlando Mora Contreras 
20 
Esa percepción holística inicial A desplazada desfiguradamente hacia una representación 
final Z evidencia un engaño simbolizado desde el Ello, aceptado por el Yo. Este 
antecedente truculento nos coloca sobre aviso para investigarlo. ¿Podría AVE desenmarañar 
esa truculencia? 
 
La obra Inhibición, Síntoma y Angustia (1926) enseña que la inhibición de la ira crea el 
conflicto mental, se crea el síntoma y se manifiesta en el Yo como angustia ¿Es esto un 
conflicto que se pueda ubicar en el Ello o en el Yo? Así en la pág. 2.882 informa de otro 
elemento que se reprime: “El dolor, es, la verdadera reacción a la pérdida del objeto”. Y 
con AVE, que permite técnicamente la asociación reversiva, se busca y se encuentra el dolor 
psíquico del Yo, el cual hipotéticamente es el desprecio por la limitación o inferioridad y se 
asume que se conecta con el dolor original del Ello. Desde nuestra investigación, este dolor 
inferiorizante impresiona como origen de toda la estructuración del Ello y su expresión a 
través de los mecanismos de defensa, por lo cual en esta investigación nos dedicamos a 
descubrirlo. Mientras que en la misma página aclara: “La angustia, la verdadera reacción al 
peligro que tal pérdida trae consigo”. Es obligante seguir con el planteamiento de cuestiones: 
¿Por qué el Yo al separarse del Objeto siente dolor y angustia? ¿Es la separación objetal la 
razón de la neurosis o de la psicosis? En caso de no serlo, ¿Podría AVE ayudar a descubrir 
su causalidad? 
 
La técnica AVE es el medio expreso que se tiene para flexibilizar desde el Yo las puertas 
represoras del inconsciente, permitir la salida de sus contenidos, observar y analizar dichas 
complejas y manifiestas asociaciones, explicar la razón del dolor, de la angustia, la 
alteración psíquica ante la separación objetal, la neurosis, la psicosis, la presencia del Ello. 
AVE intenta favorecer el conocimiento psíquico y quizás extender sus resultados hacia el 
tratamiento de las anomalías mentales; el Yo puede técnicamente retirar continuamente las 
catexias libidinales y agresivas del Objeto, reconstruir su homogeneidad y posiblemente 
aceptar su paradójica soledad. De esta manera, en nuestras hipótesis, AVE intenta reducir 
el conflicto mental factiblemente surgido de la debilidad del Ello en reconocer sus 
limitaciones expuestos en la consciencia por la separación del Yo de sus Objetos. El Yo al 
responsabilizarse mediante la introyección de sus proyecciones negativas entra en reposo y 
se homogeniza. Es una consecuencia paradójica; el Yo marchando hacia la soledad psíquica 
encuentra su unicidad y fortaleza, transitando hacia la oscuridad encuentra la claridad. 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
21 
 
En síntesis, AVE es una técnica autónoma en su investigación y resultados, independiente de 
cualquier modelo psicológico, solitaria, original, que se somete a investigación experimental, 
con el fin de aprehender su capacidad para aperturar y liberar los contenidos originales 
inconscientes de la psique y su relación con el Ello, satisfacer las demandas de satisfacción 
psíquica de lo libidinal como lo agresivo, favorecer al Yo mayor homogeneidad y 
aproximarse al conocimiento del Ello. En consecuencia, permite el entendimiento del Yo y los 
efectos dañinos ocasionados por su desvalorización ante la separación objetal. También en 
lo posible, establecimiento de una real valoración y su reconducción a la vida feliz, 
individual y social. 
 
Parece imposible. Sin embargo, lo posible se ve después de lo utópico. 
 
 
b. El instinto 
 
Instinto es un concepto que se debe explorar para aclarar la dirección de nuestra 
investigación. En Los instintos y sus destinos (1915), pág. 2.041, se conceptúa: “El Instinto… 
como fuerza constante… de naturaleza biológica… manteniendo una inevitable aportación 
continua de estímulo”, una permanente presencia y aporte energético, con componentes 
difíciles de diferenciar: “Es un concepto límite entre lo anímico y lo somático”. En Compendio 
del Psicoanálisis (1937), pág. 3.382, señala esos instintos y sus atributos: “Hemos decidido 
aceptar solo dos instintos básicos: el eros… que persigue la unión”, la formación de la vida, 
la creatividad, la construcción, la paz, el amor: “El instinto de destrucción… busca la 
disolución de las conexiones, destruyendo… podemos aceptar que su fin último es el de 
reducir lo viviente al estado inorgánico”. Puede observarse a estos dos instintos en su parte 
psíquica como física mostrando la dinámica desde lo libidinal hasta lo destructivo. Como 
hipótesis de AVE, el instinto es biológico, somático, temporal, finito que acepta a la 
representación psíquica, determinada por su inherencia biológica. 
 
Continúa: “Si admitimos que la sustancia viva apareció después que la inanimada,originándose de esta, el instinto de muerte… perseguiría el retorno a un estado anterior”. Y 
aparece la oposición de un concepto a otro: “No podemos… aplicarla al eros… pues ello 
significaría… que la sustancia viva fue alguna vez una unidad, destruida más tarde, que 
Jesús Orlando Mora Contreras 
22 
tendería ahora a su nueva unión”. Desde la consideración técnica, estas argumentaciones 
pertenecen al soma y menos a la psique y hace inherente la confusión. Así, en Más allá del 
principio del placer (1920), pág. 2.541: “El principio del placer parece hallarse al servicio 
de los instintos de muerte”, guiando a lo psíquico por lo somático. 
 
Esas lecturas requieren autoaclaración. Se ilustra la presencia de un instinto de vida 
mediante la figura de un embarazo y progresivamente marchando hacia lo tanático y 
repitiéndose eternamente el círculo. Es presunción técnica que el Ello organizado se 
proyecta, edita y perpetúa en el soma mediante el engaño visual sobre la circularidad de 
la muerte individual y la vitalidad de la especie, siendo un juego del Ello que le permite 
mantenerse a través de la humanidad. Al igual que atemporal es la sucesión del día con la 
noche y del círculo planetario, lo es el Ello como idea sustancial proyectada al soma y 
siendo psíquicamente el mismo es accidentalmente distinto. El soma es una sala de espejos 
donde se observa al Ello. Se presentan estos argumentos para sostener la investigación de 
la sustancialidad de la energía mental en la sustentabilidad del Ello y su determinación 
conflictiva actuada sobre la energía somática instintiva. 
 
Ante estas proposiciones, la pregunta exigida: ¿Es el Ello un ente destinado a la vida y 
muerte o ambas? ¿Es rabioso, odiante o amoroso? ¿Es el Ello un ente que vive circularmente 
su vitalidad? Pedimos ayuda a AVE para responder a estas cuestiones. 
 
Siguiendo con las citas aclaratorias, se escribe en Compendio del psicoanálisis (1937), pág. 
3.381: “Denominamos instintos a las fuerzas que suponemos tras las tensiones causadas por 
las necesidades del Ello”. Con esto se entiende y acepta el planteamiento que el origen de 
la fuerza psíquica está en el Ello, no en el soma. Por otro lado, siguiendo las orientaciones 
en Análisis fragmentario de una histeria, pág. 962, acotamos que: “Para la terapia psíquica 
es siempre la parte psíquica la más importante, y se le une la representación psíquica del 
instinto”. Con estos argumentos netamente mentales debemos investigar sobre la fuerza 
psíquica existente en el Ello y en consecuencia técnicamente se hipotetiza que el Ello se 
proyecta en las características del soma para ocultar sus conflictos. 
 
Así, en nuestras presunciones laborales se asume que el Ello es el centro de la psique: es 
idea, uno, con energía inmanente, esencial, primero, superior, organizado, fundamental. Se 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
23 
 
proyecta en lo somático, secundario, forma, inferior, accidente, terminal, emoción, 
aparentemente dirigido por el Yo. En lo somático se observa la energía del Ello mediante el 
instinto libidinal actuando circular y conjuntamente con el tanático para darle fuerza y 
perennidad al soma y al Ello. El Yo en el soma permite la representación falaz del Ello 
distorsionada por los mecanismos de defensa, el Yo muestra el conflicto del Ello. 
 
En síntesis, el trabajo técnico de AVE se dirige a laborar exclusivamente con la cualidad 
psíquica. Con estas hipótesis: 1. Al instinto se le excluye la energía biológica libidinal 
tanática y se toma su significación netamente psíquica, arriesgándonos a 2. Otorgar 
nuestras hipotéticas conclusiones al Ello. 3. El Ello, impulsado por su energía psíquica 
inmanente y sus contenidos limitados, inferiorizantes, conflictivos intervienen al soma y este 
es su falsa guía. 4. El Ello es psique y su proyección el Yo está temporal y aparentemente 
en el soma individual, donde la energía mental se transforma en emoción perpetuándose en 
la especie. Por consecuencia final de estos planteamientos se excluye de esta investigación 
el componente de la vitalidad libidinal como su opuesto tanático en el soma y se investigará 
los sustanciales contenidos del Ello. 
 
AVE es una técnica para la investigación del Ello a través de sus expresiones en el Yo. 
 
 
c. Mecanismos de defensa 
 
“Una serie de reproches contra otros nos hace sospechar la existencia de… reproches de igual 
contenido contra la propia persona. Nos bastará… referir sucesivamente cada uno de ellos a la 
persona del enfermo”. 
Análisis fragmentario de una histeria (1905), pág. 951 
 
Esta sentencia cobra una significativa importancia cuando se describa “Encuentro del Yo con 
su propia imagen”. 
 
Los mecanismos de defensa tienen como finalidad proteger las debilidades del Yo. Sin 
embargo, inferimos su origen y existencia en el Ello y tienen por objetivo el engaño, la 
simulación, el ocultamiento de su limitación. Estos mecanismos falaces son dirigidos al 
ocultamiento de la inferioridad inherente al Ello. 
Jesús Orlando Mora Contreras 
24 
 
Los mecanismos de defensa son de incuantificable importancia como reductores de ansiedad 
yoíca y del Ello; siendo su defensa ante la limitación, podríamos decir, al menos, en el área 
de aplicación del psicoanálisis que en ausencia de los mecanismos defensivos, de la psique 
poco podría saberse y que la gerencia en el funcionamiento de los mismos permite leer los 
contenidos mentales como si de un libro abierto se tratase. La Proyección es uno de los 
mecanismos universalmente más conocidos. Dice Jenófanes (s.V a.C.): "Los etíopes dicen que 
sus dioses son chatos y negros, mientras que los tracios dicen que los suyos tienen ojos azules 
y son pelirrojos". Así leído, la proyección es expuesta desde el inicio de la historia filosófica 
y se le asignan diferentes nombres, pero con igual significado y alcance. Las filosofías 
religiosas, expresión psíquica destinada al conocimiento del Ello, están impregnadas de la 
aplicación de este concepto y la cultura en herencia los ha recibido: “No haga a otro lo que 
no quiere que le suceda a usted, haz a otro lo que quiere que le pase a Ud.; quien a hierro 
mata a hierro muere; busca la viga en el ojo ajeno para ocultar la paja que tiene en el 
propio; lo que es afuera es adentro, lo que es arriba es abajo; quien a golpes vive no 
puede morir a sombrerazos”. 
 
En Análisis terminable e interminable (1937), pág. 3.353, se alude a estos mecanismos: “Están 
condenados a falsificar nuestra percepción interna y a darnos solamente una imagen 
imperfecta y desfigurada de nuestro ello”. En las hipótesis cognitivas coincidimos con esta 
afirmación y acentuamos el ofrecer la verdad limitante del Ello; son mecanismos simuladores 
de perfección que esconden contenidos avergonzantes, dolorosos, constreñidos, 
inferiorizantes del Ello, en la oscuridad del inconsciente. Continúa en la pág. 3.354: “Sirven 
al propósito de alejar los peligros… pueden convertirse en peligros… no se extinguen 
después de haber ayudado al yo durante los años difíciles de su desarrollo”. Los 
mecanismos falaces están dirigidos a ocultar la imperfección del Ello, permitiéndo la idea 
de que defienden la inmadurez del Yo: “Quedan fijados... se convierten en modos regulares 
de reacción de su carácter… infantilismos… el yo del adulto… continúa defendiéndose 
contra peligros que ya no existen en la realidad”. Por lo tanto, la inmadurez del Ello se 
oculta en el desarrollo infantil y con mayor fuerza afectiva, lo que permite al Yo en el 
futuro mostrar su debilidad y ser sometido por ella. Éste, “Se siente impulsado a buscar… 
situaciones que pueden servir como un sustituto aproximado del peligro primitivo para 
poder justificar, en relación con ellas… sus modos habituales de reacción”. Mediante los 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
25 
 
mismos mostrar los desaciertos del Ello, vivir falsamente en proyeccióny por ende 
dependencia. El Yo reacciona ante cualquier situación de la misma manera que 
infantilmente aprendió, evidenciando la inmadurez del Ello. Así que responde con la 
identidad perceptiva primaria, en su modalidad libidinal o destructiva, haciendo 
generalmente inadecuada su respuesta, ocultando su deseo. Así: “Facilitan y pavimentan el 
camino para la irrupción de la neurosis” y la psicosis, el sufrimiento del Ello formalizado en 
el Yo. 
 
Así en el Ello, los mecanismos falaces con mayor despliegue psíquico en las conjeturas de 
AVE son: Negación de una limitante que lo hace inferior, lo cual es un error importante e 
intencional culpógeno del Ello. La formación reactiva, para transformar y mostrar como 
superiores a los aspectos limitantes, dolorosos, avergonzantes. Represión sinónimo de 
ocultamiento del Ello para ocultar las limitaciones sustanciales, sus principios psíquicos 
penosos, generar sensaciones, sentimientos e imágenes culpabilizantes formales en el Yo 
proyectadas al Objeto. La identificación introyectiva como proyectiva, se usan para simular 
en el Yo el aprendizaje desde el mundo externo, cuando lo que hace el Ello es copiarse en 
el Yo y en el Objeto. La proyección hacia otro continente para expulsar los contenidos 
sustanciales limitantes, dolorosos, engaños, sufrimientos, trampas, engreimientos, el deseo de 
muerte expuesto en la muerte del soma. La proyección es la expresión sintética, sumatoria y 
culmen de los contenidos distorsionados del Ello y del Yo; con esta, el Ello desplaza al Yo y 
éste al Objeto la sustancial irresponsabilidad y culpabilidad de sus errores, empero, 
restringiéndose el dolor en sí mismo. El Ello al proyectarse al soma, quiere enviar solo sus 
aspectos deplorables, empero es holístico y se proyecta como un todo y se muestra 
disimuladamente en el Yo a través de la simbolización distorsionante. Así él puede ser 
somáticamente constructivo como destructivo, positivo y negativo, sin ética. Este mecanismo 
se activa automáticamente, un rato se proyecta en el perro, en otro momento en el jefe, en 
la persona de la calle, en la pareja, en la cosa. Este mecanismo proyector permite 
comprender una identidad sustancial para el Ello, Yo y Objeto. También la proyección 
contiene aspectos felices realizados por el Yo que luego de ser activados 
retrospectivamente los mecanismos pueden observarse como dañinos. Como ilustración, se 
enamora de una pareja que al tiempo se puede observar la ira contra ella. Otro ejemplo 
de proyección es la molestia porque mi edificio se ha ensuciado, sus habitantes son sucios y 
despreocupados por tanto desorden = Conflicto mental. Con AVE se realiza el 
Jesús Orlando Mora Contreras 
26 
reconocimiento de la ira contra los habitantes de este edificio y al final observo que cuando 
yo fui niño me solicitan asear la parte del edificio que me correspondía, me hice el tonto y 
fui a jugar. Se puede descubrir mediante las asociaciones que la rabia es contra mí por no 
haber aseado el edificio y el dolor por haber desobedecido una instrucción y se descansa. 
El dolor olvidado por mi rebeldía, desobediencia y desaseo en el pasado se presenta como 
una ansiedad en el presente. Esta ansiedad es el castigo del Ello al Yo por mi irreverencia. 
Así en la ansiedad se presenta el conflicto de mi rebeldía y puedo absorber mi 
irresponsabilidad haciéndome culpable de tal acción y dejo de señalar a los demás. La 
práctica con AVE progresivamente aclara los estratos sustanciales y formales de los 
contenidos en proyección. 
 
Por otra parte, los descubrimientos técnicos con AVE obligan a cambiar la conceptualización 
del mecanismo de introyección de su acepción incorporante involuntaria de las 
características objetales al Yo. En AVE la introyección se reformula como un componente 
psíquico intencional, absorbente, que se responsabiliza de los aspectos limitantes del Ello 
desplazados al Yo y al Objeto. Es un mecanismo reparador que incorpora las proyecciones 
recíprocas del Objeto al Yo, y las reconvierte en contenidos sustanciales del Ello. 
 
En síntesis, AVE tiene como plataforma la observación del Ello desde el Yo, de sus principios 
psíquicos y contenidos. Con la ejercitación de AVE se activan retrospectivamente los 
mecanismos defensivos hasta observar sus movimientos falaces, permitiendo canalizar 
mediante la introproyección limitante la sustancialidad del Ello. Esto trae como resultado la 
reparación del Yo, Objeto y Ello como la disminución de la angustia y la soledad. La 
introproyección es el dispositivo que permite un trabajo directo y voluntario en el Ello que 
disminuye la acción de los otros mecanismos. 
 
 
d. El Ello 
 
El Ello es la estructura psíquica de mayor relevancia, sede de la ciencia psicoanalítica, a la 
cual ciertamente le dedicamos nuestra ocupación. 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
27 
 
Indudablemente se debe cuestionar la presencia del Ello, es una construcción psíquica 
importante, igualmente como lo es el inconsciente, el consciente o el Yo. Por imperio de la 
Ley de Ockham se acude a los escritos freudianos para mediante su terminología mostrar 
los descubrimientos. AVE acarrea la inferencia de un ente receptor, ejecutor y respondiente 
a los avances técnicos hacia el inconsciente. Permite la comprensión como el Ello interactúa 
con el Yo y viceversa. El Ello recibe antropomorfización, pues se carece de otra forma para 
acercarse a él y aceptamos esa limitante. La determinación que tenemos en suponer la 
existencia de un ente inconsciente contentivo del Ello proviene de AVE y a ésta se presenta 
para que sus resultados puedan experimentarse. A continuación los textos freudianos que 
proponen la presencia del Ello y AVE como la técnica que permite su comprobación. 
 
En El Yo y el Ello (1923), pág. 2.707, se describe a ambos: “Dando el nombre de yo al ente 
que emana del sistema P., y es primero preconsciente, y el de ello… a lo psíquico restante - 
inconsciente - en lo que dicho yo se continúa”. Al tomarse el ente psíquico como un todo, 
podemos expresar que a la parte escondida se le denomina Ello, mientras que a la parte 
visible se le llama Yo. Indudablemente es la misma. Así el Yo es consciente, voluntad, 
intención, emoción. El Ello está en lo inconsciente en su estado natural, también pág. 2.708: 
“Lo reprimido concluye con el ello”. Y en lo oculto está la insatisfacción, el dolor, el deseo 
de la satisfacción, la vergüenza. La diferencia de locaciones no es tajante, el Yo y el Ello 
están intraconectados; son similares. Pág. 2.708: “El yo no vuelve por completo al ello… y 
tampoco se halla precisamente separado de él, pues confluye con él en su parte inferior”. 
Al ilustrarlo como una piedra que tiene la mitad bajo el agua y la otra parte en la 
superficie, ella es sustancialmente igual y formalmente diferente. Continuando: “El Yo es una 
parte del Ello, modificada por la influencia del mundo exterior”. El Yo es la continuidad del 
Ello, una accidentalidad de lo sustancial del Ello: “El yo se esfuerza en transmitir a su vez al 
ello, dicha influencia del mundo exterior y aspira sustituir el principio del placer, que reina 
sin restricciones en el Ello, por el principio de la realidad”. Con AVE ligeramente cambia la 
visión de los hechos. En el Ello hay dos principios ocultos, el de la mentira para engañar y se 
ejecuta mediante la proyección y el de la verdad para encontrar el camino de la sabiduría 
y se encuentra mediante la introyección. Así que el Ello se caracteriza por una continuidad 
desde la mentira hasta la verdad, desde lo aético a lo ético. Es uno y sin género, puede 
mostrarse en dos aparentes opuestos somáticos, desde lo masculino hasta lo femenino. Con 
la sumatoria de ambos, para continuar la vida somática, como la perpetuidad de sí mismo. 
Jesús Orlando Mora Contreras 
28 
Así, el principio del placer y realidad está asociado a las faltas éticas del Ello, mientrasque 
el principio de verdad o reconocimiento de la mentira a su evolución. 
 
Mientras que en la pág. 2.708: “El Yo representa… la razón… el ello contiene las 
pasiones”, para AVE, el Ello es inteligente, oculta la limitación; soberbio, altivo, embustero, 
construido, tenaz, hace su exclusiva voluntad, usa los mecanismos falaces, es idea; sin 
embargo, el Yo lo caracteriza la emoción, mostrada en el odio, el amor, los distintos 
afectos. La idea original está en el Ello, la intensidad psíquica al mostrarse en el Yo lo hace 
como pasión. Esta afirmación se comprueba cuando al introyectar lo rabia pasional como 
negativo para el Yo se reduce la carga afectiva, quedando la esencial idea original 
desapasionada y reposada. El Yo va desde la pasión hacia la racionalidad, desde la 
brutalidad hacia la sabiduría. Esta es la capacidad para conocerse a sí mismo y su 
potencialidad. 
 
Las características del Ello es un punto importante sobre el cual AVE debe investigar: ¿Es 
bueno o malo, honesto o deshonesto, mentiroso o verdadero, generoso o tacaño, superior o 
inferior, feliz o infeliz, inteligente o bruto, es amoroso u odiante, es activo o pasivo, 
soberbio o humilde, psique u hombre? La presencia de estas categorías es conveniente 
tenerlas en cuenta porque van a influir en la conformación de las características del Yo. 
 
Siguiendo, en la pág. 2.709: “El Yo se… muestra forzado… a transformar en acción la 
voluntad del ello como si fuera la suya… El yo es ante todo un ser corpóreo… homúnculo 
cerebral”. Con esta comunicación el Ello es origen de todo y el Yo su obediente lacayo, 
aunque se observe al Yo como autónomo. También habla, en la pág. 2.716, de la 
transformación de los hechos del Yo en las siguientes generaciones en sucesos del Ello. Esto 
lo podemos evidenciar mediante la proyección de los padres en sus hijos, los hechos o 
herencias psíquicas de abuelos y bisabuelos se observan en los nietos. Es el mismo Ello, 
evidenciado por identificación introyectiva o proyectiva. Para continuar las 
caracterizaciones del Ello, concluye en Compendio del Psicoanálisis (1937), pág. 3.390: “Lo 
inconsciente es la única cualidad dominante en el ello. Se hallan tan íntimamente ligados 
como el yo, y lo preconsciente… Originalmente… todo era ello; el yo se desarrolló del 
ello por la incesante influencia del mundo exterior”. Así que el Ello habita y rige desde el 
Inconsciente donde oculta sus inconveniencias. 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
29 
 
El Ello como agente causal tiene la capacidad de mostrarse distorsionadamente en el Yo, 
quien ilusoriamente se permea de las influencias ambientales y muestra una formalidad 
distinta a la sustancialidad. Si el Ello es origen como lo es la célula, se colige entonces que 
está estructurado y así se proyecta en el Yo y en el Objeto, quienes son condicionados por 
el Ello. Aunque se observa una trilogía, Ello, Yo, Objeto, el primero es uno, multifuncional, 
diádico, con una cara positiva y otra negativa, oscuro y claro, consciente e inconsciente, 
bueno y malo, superior e inferior, dominante y dominado, arriba y abajo, afuera y adentro, 
constructivo y destructivo, porque los opuestos reactivos son su oculta esencialidad. El Ello se 
proyecta y usa la simbolización para ocultarse en el soma señalándolo en la pág. 3.390: 
“Durante esta lenta evolución… contenidos del ello, pasaron al estado preconsciente y se 
incorporaron… al Yo; otros permanecieron intactos en el ello, formando su núcleo, 
difícilmente accesible”. Intentamos con AVE reducir esa dificultad: “Más durante este 
desarrollo el joven y débil yo, volvió a desplazar al estado inconsciente ciertos contenidos 
ya incorporados, abandonándolos” y dejándolos en el Ello. A consecuencia de AVE se 
puede ofrecer entendimiento a esa cita. Por conveniencia hipotética se asume que el Ello 
reprime el dolor por su inferioridad e igual lo hace el Yo, o mejor lo deja en su lugar de 
origen y solo se produce una engañosa sustitución de entidades y contenidos. Empero, es un 
solo lenguaje distorsionado en la cohabitación con el soma: “Y se condujo de igual manera 
frente a muchas impresiones nuevas que podría haber incorporado, de modo que éstas, 
rechazadas, solo pudieron dejar huellas en el ello”. Las impresiones son formales, porque la 
idea guía esencial es la mismo, y las múltiples apariencias por la distorsión ofrecida desde 
la imagen A hacia la imagen Z. Sin embargo, se fundamentan en una sustancialidad. 
 
Continúa en la pág. 3.391: “La diferencia entre el… inconsciente y el preconsciente radica 
en semejantes condiciones dinámicas, noción que nos permitiría comprender que el uno 
pueda transformarse en el otro”. En nuestras apreciaciones, el consciente, el preconsciente 
son zonas de conveniencia éllica para ejercer la disimulación de sus limitaciones y lo más 
importante es la conservación de la cámara inconsciente para ocultar los contenidos 
dolorosos. 
 
Siguiendo con la semejanza sustancial entre ambas estructuras, mencionamos los contenidos 
oníricos y sus subsecuentes expresiones en el Yo, regidas por el Ello. En la pág. 3.392 
aclara: “Hay… sueños que proceden del ello y sueños que proceden del yo… Para ambos 
Jesús Orlando Mora Contreras 
30 
rige el mismo mecanismo de formación onírica. El yo revela su origen… tardío y derivado 
del ello”, aumentando la comprensión de la Unidad Estructural: “Por el hecho de que 
transitoriamente deja en suspenso sus funciones y permite el retorno a un estado anterior”. 
Así los sueños del Yo están acompañados de sus contenidos, mientras que los del Ello son 
expresados como si no hubiese Yo, pero tienen la misma raíz. 
 
En el interés de enriquecer la organización del Ello, en la Interpretación de los sueños (1900), 
pág. 689, se refiere a la formulación del deseo, donde la primera necesidad y satisfacción 
física se obtiene de una determinada manera y que al presentarse nuevamente la 
insatisfacción psíquica se busca el mismo camino físico de satisfacción: “Esta primera 
actividad psíquica tiende… a una identidad de percepción… a la repetición de aquella 
percepción que se halla enlazada con la satisfacción de la necesidad”. Pero, igualmente 
sucede para la insatisfacción; así, en Observaciones sobre la teoría y práctica de la 
interpretación onírica (1922), pág. 2.625, dice: “Las vivencias correspondientes al primer 
periodo… de todo punto desagradables, logran labrarse acceso a una forma cualquiera 
de reproducción”. Esta identificación perceptiva responde a la sustancialidad del Ello que 
se hace proyección. Y pueden estar presentes simultáneamente ambas circunstancias, 
satisfacción e insatisfacción, una acción y su contrario la disimulación. La multifuncionalidad, 
por ej., del órgano, es una expresión de la característica omnímoda del Ello. Así tenemos 
identidad de percepción para las acciones placenteras como para las displacenteras. O 
para acercarnos con mejor comprensión, el Ello se aprovecha del soma para desplazarle 
sus contenidos, proyectando sobre cualquier realidad su sustancial percepción, idea o 
principio, ofreciendo multiformalidad y multifuncionalidad a una sustancialidad. En La 
Represión (1915), pág. 2.055, dice: “Observamos asimismo que los objetos preferidos de 
los hombres, sus ideales, proceden de las mismas percepciones y experiencias que los 
objetos más odiados”. Ampliando, diríamos que en el Sujeto, la existencia de los objetos 
ideales tiene por fin ocultarle sus elementos psíquicos negativos, entre ellos el dolor, que es 
transformado reactivamente en ira y proyectada a la realidad externa, la cual en algún 
momento le hará sentir el sufrimiento ante su soledad: dos lados de la misma moneda. Así 
podemos colegir la presunción de la unicidad de la fuente energética psíquica del Ello en su 
relación con el Yo y con el Objeto. Y en el soma se puede observar este psiquismo que 
pasa por un prisma y ofrece diferentes versionesde su primera existencia. Esta pretensión 
se comprueba técnicamente cuando, en el enamoramiento, el Yo despreciado por el Objeto, 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
31 
 
puede disminuir su pasión enamorada al observar sus falacias en relación al Objeto 
secundario y su dolor ante la ausencia del Objeto primario y el real por sus propias 
erradas percepciones y soledad espiritual. 
 
Continuando, Freud señala en su libro Lo inconsciente (1915), pág. 2.072, las características 
de su homónimo que los iguala para el Ello en Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis 
(1933), pág. 3.142: “El Ello… es la parte oscura e inaccesible de nuestra personalidad… 
tiene carácter negativo… antitético del Yo”. Así que el Ello es negativo, en caso de que el 
Yo fuese esencialmente positivo; pero actualizado a nuestra manera el Yo y el Ello, siendo 
el Yo igual al Ello, concluimos que ambos comparten su esencia: El Ello tiene su sector 
limitante, enfermo, adolorido, negativo; pero igualmente su remedio, la introyección y 
aceptación de su máximo deseo mortal. AVE propone la posibilidad del Ello en mostrarse 
en el Yo como destructivo o constructivo, mediante lo cual expresa su permanente 
estabilidad, circularidad y posibilidad reconstructiva. El Ello -pág. 3.142-, “se carga de 
energía emanada de los instintos”, que supuesto con AVE se carga de su fuerza psíquica 
inmanente y que también técnicamente puede reconstruir. El Ello “carece de organización, 
no genera una voluntad conjunta”. Pero en las formulaciones AVE, la organización lograda 
por el Yo obliga la inferencia de la conformación del Ello; voluntad en mantener su estado 
soberbio y limitado permanente de donde intenta fracasadamente excluir positivo o 
negativo mostrándole denodadamente su orgullo ante la limitación, y al ser semejante al Yo 
puede mostrarse en él constructivo o destructivo, físicamente distante de lo psíquico. El Yo es 
la aparente servidumbre y copia de su antecesor escondido en lo somático: “Y si sólo la 
aspiración a dar satisfacción a las necesidades instintivas conforme a las normas del 
principio del placer”. En la formulación AVE, el Ello tiene como primer comando para el Yo 
la procreación placentera del soma para ejercer su proyección y mantener su vitalidad. En 
segunda instancia, la presencia de la muerte del soma para fortalecer la especie y cultivar 
su proyección vital. Y de esta manera obligar al reconocimiento de su engañosa grandeza 
para sostener la circularidad sobre su máxima autoexpresión, la soberbia y el deseo de 
muerte. Así la presencia de la vida es finita en el soma, atemporalidad en el inconsciente y 
terminal en el consciente, pág. 3.142: “No son válidas las leyes lógicas del pensamiento”, 
sino las leyes de su ellismo grandioso, con lo cual oculta su limitación y desarrolla con 
magna fuerza traducida en pasión: “Impulsos contradictorios coexisten en él, sin anularse 
mutuamente o restarse unos a otros”. El Ello es y tiene su destino circular, su fuerza es para 
Jesús Orlando Mora Contreras 
32 
mantenerse en su estado superior, ese es su propósito, por lo tanto las contradicciones están 
en el Yo, donde razonablemente se cuestiona sobre su paradoja. Al desarrollar la fuerza 
ellista superiorizante, poderosa, todas sus acciones están destinadas a sustentarlo, muriendo 
el soma individual se mantiene el Ello: “No hay nada equivalente a la negación”; así cuando 
el Yo se opone al Ello, éste paga con sufrimiento sus caprichos de superioridad: “No hay 
nada que corresponda a la representación del tiempo… ni modificación del proceso 
anímico por el decurso del tiempo… los impulsos optativos son… inmortales”. El Ello es 
inmortal, intentando mantener su condición, sin embargo al estilo de AVE con la introyección 
permitir su reformulación. 
 
Con las precedentes afirmaciones AVE se fortalece para dejar lo instintivo en el soma y 
conservar la fuerza psíquica del Ello. Éste es atemporal; pasado, presente y futuro es el 
mismo. Se interpreta que un hecho ocurrido en el pasado infantil, conserva la misma 
intensidad, cualidad, percepción y expresión adquirida de niño y se refleja en la vida 
adulta. Y cuando ese acto psíquico se observa en el futuro, conserva la emocionalidad 
infantil. Así por ejemplo, la relación con mi madre a los cinco años es exactamente la misma 
que con mi esposa a los 65 años, igual a la que tienen mis padres a los 80 años. Al ser el 
mismo Ello, es eterno, único, porque se mantiene la misma caracterización en la especie 
durante la temporalidad diseñada para el soma; diría Parménides, inmanente, perdurable, 
inmutable, uno, indivisible. En cuanto al tiempo humano, es una dimensión caracterizada por 
el pensamiento yoíco referencial; el día y la noche son circulares, iguales, sin envejecer, 
mientras que el soma se deteriora, asignándole a su tiempo categoría finita. La 
representación eterna del Ello se da diariamente con el nacimiento de un nuevo soma, al 
cual le desplaza su estructura psíquica inmutable y en el Yo se muestra esa inmutabilidad 
mediante la circularidad del soma. 
 
En cuanto a la presencia del amor y odio se informa en el El Yo y el Ello (1923), pág. 
2.728: “El Ello carece de medios de testimoniar al Yo amor u odio”. Esta afirmación 
indudablemente nos deja boquiabiertos, porque, cómo se posibilita desde la sustancialidad, 
el amor y el enamoramiento en el Yo ¿Qué es el amor, cómo se da, por qué o para qué se 
siente, o quizás está ausente? Por otro lado, leemos en otra de las citas, la ley del Ello, 
cuando el Yo se reprime el odio al Objeto, sufre en sí los efectos desastrosos de la ira de su 
antecesor, sea de manera psíquica como somática. Y cuando una necesidad libidinal o 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
33 
 
tanática queda reprimidamente insatisfecha, aparece el castigo en el Yo. Entonces, éste 
carece de amor, pero puede observarse en el Yo su formación emocional reactiva en las 
distintas clases de amor. También el Ello carece de odio, pero puede observarse la 
destrucción en el soma, la cual está destinada a la perpetuación del Ello. La inferencia por 
las consecuencias liberadores de AVE permite aseverar que el Ello, en función de su 
limitación tiene soberbia ante ella y se expresa en todo aquello que va en contra de su 
reconocimiento especialmente con su deseo de muerte que inalcanzable para sí es 
otorgable al soma. AVE permite comprender que el Ello busca el máximo reconocimiento a 
su superioridad y todo lo que no esté con él está contra él. Con esta altísima necesidad de 
adoración muestra su inferioridad. Las manifestaciones afectivas son simulaciones o engaños 
del Ello en el Yo para ocultar los caminos de búsqueda hacia la verdad residente en sus 
entrañas, mantener su ellismo, mantener el soma. Esta ley es una evidencia más para 
mostrar la soberbia del Ello ante la inferioridad y observarlo a través de los daños en el 
Yo. AVE opone a la carencia de odio o amor en el Ello, la inflexibilidad de su soberbia. 
Los castigos al Yo por su irreverencia al Ello se muestran contra el Objeto y contra sí, 
cuando se genera la introyección desaparece la persecución, mejora el Yo y el ambiente se 
transforma en positivo y esto es el amor, en nuestros términos para aclarar confusión se le 
llama egofilia. 
 
El Ello carece de formulaciones éticas; pág. 3.143: “No conoce juicio de valor; ni el bien ni 
el mal ni moral ninguna”. Un ellismo dominante, solo es él, su circularidad, su superioridad. 
Sin embargo, observamos la potencialidad de la emoción negativa que mediante la 
introyección transforma el odio del Ello en ellofilia y egofilia. Ambas se caracterizan por ser 
la conversión del odio en protección desapasionada automática inmanente para ambos. Sin 
embargo observaremos que el Ello a través del conocimiento del Yo puede construir su 
ética. “El Ello se encuentra bajo el dominio del instinto de muerte”. Hemos excluido lo 
biológico del instinto,así que el Ello es eterna psique. Por lo tanto hipotéticamente diríamos: 
El Ello contiene el deseo de su muerte, pero imposibilitado para ejercerlo en sí, lo ejecuta 
engañosamente en el soma: “Y quiere obtener la paz, acallando, conforme a las 
indicaciones del principio del placer, al eros perturbador. Pero con esta hipótesis tememos 
estimar muy por abajo la misión del Eros”. La misión del eros somático es otorgar la 
presencia eterna de la especie, para facilitar la proyección del Ello. El Ello carece de paz, 
usa la mentira para mantener su pervivencia y la inflexibilidad para observar sus deseos 
Jesús Orlando Mora Contreras 
34 
fallidos de autodestrucción. Y el amor psíquico se re transforma a su origen por la 
introyección, fortaleciendo éticamente al Yo y al Ello. De esta manera podemos hablar de 
la potencialidad del Ello y del Yo para convertir su energía negativa en edificante. Dice la 
cultura que cuando el Yo se enfrenta a la muerte y le vence, se disminuye o elimina el 
miedo. En nuestro aprendizaje con AVE, encontramos que el temor a la muerte proviene de 
los deseos suicidas venidos por la furia del Yo ante las frustraciones, pero que, al 
enfrentarse progresivamente y con la ejercitación continuada de AVE, se disminuyen estos 
contenidos y el Yo puede tolerar su soledad y la muerte con menos angustia. 
 
El Ello es, sustancialmente, espíritu, alma, psique, mente, es uno aparentemente inmutable, 
indivisible, atemporal, organizado. Afirma la Filosofía dos categorías opuestas: El Ser y el 
no Ser. Mediante AVE se puede observar al Ello como el ser que es y al Yo como el ente 
que no es y que puede ser. El Yo es proyección del ente inconsciente, es distorsión, ilusión, 
inexistencia. Aunque es un planteamiento original filosófico, se le apertura espacio en esta 
investigación para describir psicológicamente ambas afirmaciones. Al experimentalmente 
investigar a la proyección y disminuir sus consecuencias, el Yo deja de ser lo que fue para 
acercarse al Ello quien es. 
 
Continúa en la pág. 3.143: “La energía… es más fácilmente móvil y capaz de descarga… 
desplazamiento… y condensación”. Porque es psique y esta mutabilidad procede del deseo 
engañador del Ello. Al aceptar su acción de la multifuncionalidad se puede inferir la 
multilateralidad de los mecanismos falaces que proyecta la sustancialidad en un solo lugar 
transformada en varias emociones, desde A hasta Z. Eso explica el dolor de la separación y 
la alegría de encontrar un nuevo objeto. Al Ello le es muy difícil tolerar su soledad o mejor 
la ausencia de soma en quien proyectar y trata de ocultar su error mediante los mecanismos 
referidos. Con AVE se explora la proyección y se disminuye la intensidad de los mecanismos 
mencionados y nos ayuda a la comprobación de la filosofía. 
 
En Compendio del psicoanálisis (1937), pág. 3.382, dice: “La interacción sinérgica y 
antagónica de ambos instintos básicos da lugar a toda abigarrada variedad de los 
fenómenos vitales”. Con las hipótesis AVE sobre el Ello se expresaría, por la interactiva 
superioridad e inferioridad, la consideración sobre un total dominio sobre la vida del Yo 
con búsqueda exclusiva de reconocimiento de su importancia y expresión de autoengaño, 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
35 
 
debe observarse en el Yo una extensa y variada manifestación aparente de todas sus 
proezas. Los logros del Yo provienen de la negación sustancial de la limitación y la 
formación reactiva del deseo muerte. 
 
Para Esquema del psicoanálisis (1938), pág. 2.741: “Si se acepta la diferenciación… que 
divide el aparato anímico en un Yo vuelto hacia el exterior y dotado de conciencia y un Ello 
inconsciente dominado por sus necesidades instintivas”, o sea el ellismo sustancial 
omnipotente, “El psicoanálisis deberá ser considerado como una psicología del Ello (y de su 
acción sobre el Yo)”. Aspecto al cual experimentalmente nos adherimos. 
 
 
e. El Yo 
 
La complejidad dinámica subyacente que permite la interacción inter e intraestructural, el 
origen psíquico somático, consciente e inconsciente, la energía física mental, la dinamicidad 
de los mecanismos de defensa, son elementos que hacen difícil definir al Yo y fácilmente se 
comete error al hacerlo. Sin embargo, extraemos de los textos sobre el Ello los alcances del 
Yo como el conjunto de facultades y emociones dispuestas al servicio de la voluntad: Lo 
consciente, los principios del placer y realidad, para AVE el de la verdad, la percepción, 
pensamiento, el soma, la inteligencia, la creatividad, la afirmación, la temporalidad. El Yo 
es un facsímil del Ello. Por ende, incursionando en el primero se conoce al segundo. El Yo 
puede anular sus facultades y al suceder pierde contacto con la realidad, siendo el Ello 
quien se relaciona con la misma expresando al máximo su soberbia y superioridad en la 
psicosis. El Yo es formalidad, apariencia, caracterizaciones a la sustancialidad del Ello; está 
oculto en el soma en el cual se representa la vida y muerte, amor y agresión. La energía 
del Yo proviene del Ello, dando la apariencia de originarse en el soma. Así el Yo es Ello, el 
primero es proyección del segundo. El Yo tiene apariencia de ser autónomo, pero es 
dependiente del Ello, como éste del Yo. En Compendio del psicoanálisis (1938), pág. 3.380, 
se adentra en sus descripciones. 
 
Como síntesis general y primeras postulaciones teórica laborales de AVE se expresa que el 
Ello es psique, origen, uno, está conformado, se suple de su energía inherente, es sustancial 
en su parte constructiva y es mutable aparentemente en su parte proyectada. Está 
Jesús Orlando Mora Contreras 
36 
constituido por una inferioridad que se transforma con la formación reactiva en 
superioridad. Genera los mecanismos falaces, negación de su inferioridad, generando con 
la formación reactiva la superioridad, con la identificación introyectiva y proyectiva 
incorpora e imita las características del Objeto, con la proyección oculta su inferioridad y 
deseo de su muerte, que lo consigue en el soma. El Ello se proyecta en el Yo, quien lo hace 
a su vez en el Objeto y esta retorna al Yo, haciendo a los tres sustancialmente idénticos y 
formalmente distintos; el Ello rige al Yo, hace su vida en el mundo oscuro, pero al igual que 
el Yo, cuando se le conoce su contenido puede aclararse sus debilidades, mentiroso, 
truculento, astuto, creativo sin ser creador, manipulador, sin género, con potencialidad para 
lograr su propio bienestar evolutivo. El rechazo absoluto a la inferioridad se postula como 
causa del trastorno mental y físico. El Ello mediando el Yo, usando el principio introyectivo 
de la verdad de sus aspectos limitantes, negativos y dolorosos, puede conseguir 
reorganización y paz. Este descubrimiento es paradójico, ya que buscando su debilidad se 
fortalece. 
 
AVE es una técnica que permite la apertura del inconsciente, permitiendo la comprobación 
científica de algunos de sus contenidos, Ello, teoría de la represión, mecanismos de defensa. 
Se activa la introyección para recuperar las proyecciones del Ello intermediando el Yo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 
37 
 
Investigación con AVE 
 
 
La investigación mental puede ser alcanzada con AVE. Ha sido aplicada al tratamiento de 
las personas aquejadas de trastorno mental y enfermedad física. Los resultados señalan la 
general mejoría de sus dolencias. Desde el año 2000 al 2010 se practicó AVE en el 
Hospital Central de San Cristóbal, en la Dirección de Salud Mental, en sus áreas de consulta 
externa y hospitalización en pacientes neuróticos y psicóticos. También la consulta en las 
entidades públicas, entre ellas Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, en sus 
direcciones de Prevención del Delito y Oficina Nacional Antidrogas, donde se atendían 
personas imputadas por los distintos tribunales penales, entre ellas:

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