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Liberando a Prometeo FREUD Jesús Orlando Mora Contreras FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 1 Jesús Orlando Mora Contreras Freud: Liberando a Prometeo La Técnica de Asociación Visual Estimulada (AVE) para el ingreso al Inconsciente FONDO EDITORIAL UNET Jesús Orlando Mora Contreras 2 © Jesús Orlando Mora Contreras © Fondo Editorial UNET Las publicaciones del FEUNET gozan de la protección de los derechos de propiedad intelectual en virtud del protocolo de la Convención Universal sobre Derechos de Autor. Sin previa autorización por escrito por parte del editor, quedan rigurosamente prohibidas, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Reservados todos los derechos. DEPÓSITO LEGAL: TA2022000079 ISBN: 978-980-426-026-1 FEUNET: ST 0222 COORDINACIÓN EDITORIAL: Ildefonso Méndez Salcedo CORRECCIÓN: Rodolfo Sánchez MONTAJE Y DISEÑO: Mayra Alejandra Becerra y Carolina Wong Las ideas presentadas en este libro no son necesariamente las del FEUNET. La correspondencia debe ser remitida al FEUNET, Decanato de Investigación, UNET, Edif. B, piso 2, Avda. Universidad, Sector Paramillo, San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Telefax: 0276-3532454, 3532949 y 3530422, ext. 179. www.unet.edu.ve http://investigacion.unet.edu.ve/feunet FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 3 fondoed@unet.edu.ve UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA Raúl Alberto Casanova Ostos Rector Martín Paz Pellicani Vicerrector Académico (E) Martín Paz Pellicani Vicerrector Administrativo Elcy Yudith Núñez Secretaria Silverio Bonilla Decano de Docencia Jhon Ramírez Decano (E) de Desarrollo Estudiantil Juan Carlos Montilla Decano (E) de Extensión Luis Villanueva Salas Decano de Investigación Miguel Ángel García Decano de Postgrado FONDO EDITORIAL UNET Ildefonso Méndez Salcedo Coordinador Miembros del Consejo Editorial John Amaya (Principal) María E. Porras (Suplente) Decanato de Docencia Blanca Figueras (Principal) María Ropero (Suplente) Decanato de Desarrollo Estudiantil Ronald Angola (Principal) Salvador Galiano (Suplente) Decanato de Extensión Ildefonso Méndez Salcedo (Principal) Juan Carlo Zambrano (Suplente) Decanato de Investigación Mary Bernal (Principal) Yennifer Rojas (Suplente) Decanato de Postgrado Jesús Orlando MORA CONTRERAS Jesús Orlando Mora Contreras nace el 20 de diciembre de 1954 en la población de Coloncito, estado Táchira. Realiza sus estudios de primaria en la Escuela Parroquial Corazón de Jesús, en La Grita, y sus estudios de bachillerato en el Seminario Santo Tomás de Aquino, en Palmira. En 1972 emprende estudios de Filosofía hasta culminar el segundo año en 1974, en la Pontificia Universidad Santa Rosa de Lima. Para 1979 se gradúa de Licenciado en Psicología en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas. En 1982 obtiene el título de MSc in Applied Psichology en Birmingham, Inglaterra. De 1983 a 1989 trabaja en Maraven, empresa estatal petrolera, en la función de selección de personal, e inicia sus estudios en Psicoanálisis en la Fundación Psicoanalítica de Maracaibo. Desde 1990 se dedica al ejercicio libre de la función psicoterapéutica. En 1990 la Asociación Venezolana de Psicoanálisis le otorga el certificado del curso sobre Psicoterapia Psicoanalítica. Para el año 2000 se residencia en San Cristóbal, estado Táchira, donde continúa el ejercicio libre de la función psicoterapéutica y labora en el Hospital Central de esta ciudad, en el Servicio de Salud Mental, como psicoterapeuta de los pacientes mentales ambulatorios y crónicos hasta el año 2010, cuando pasa al Centro Psiquiátrico para enfermos Mentales Crónicos Dr. Raúl Castillo hasta el cierre técnico de la institución en 2017. Desde el año 2009 se integra como psicoterapeuta al Ministerio del Poder Popular de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y sigue en el ejercicio libre de la psicoterapia. Durante el período 2020–2022 trabaja como profesor de las materias Psicología y Práctica de Psicología del Adulto en la Universidad Bicentenaria de Aragua. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 5 ÍNDICE Agradecimientos 7 Introducción 10 Fundamentos teóricos 14 a. La represión 15 b. El instinto 21 c. Mecanismos de defensa 23 d. El Ello 27 e. El Yo 35 Investigación con AVE 37 Diseño experimental 39 Anamnesis 44 Requisitos psicoterapéuticos para el consultante 50 Descubrimiento de AVE: El encuentro con la inferioridad 54 Ejercicio I: Yo no valgo nada para usted, yo soy inferior, yo soy nadie, nada, para usted, yo soy feo 56 Reacción negativa con AVE 58 Pacientes sin asociación 66 Técnica mental silenciosa 68 Ejercicio II: Descubriendo la zoofobia 70 Ejercicio III: Rabia al psicoterapeuta 78 Ejercicios Componentes de AVE 84 a. Yo reconozco que tengo rabia con usted. Consecuencias 85 b. Versiones e implicaciones del ejercicio de rabia 96 Soporte teórico para el ejercicio de rabia 100 Ejercicio IV: Yo soy malo 107 Ejercicio V. Yo soy culpable 111 Ejercicio VI. Expresión de cariño 117 Ejercicio VII. Rabia a la pared 126 Ejercicio VIII. Buscar fantasmas 128 Ejercicio IX. Muérase usted como yo quiero morir, cuando Dios quiera 130 Jesús Orlando Mora Contreras 6 Ejercicio X. Yo soy igual a usted 138 Ejercicio XI. Yo quiero tener 144 Ejercicio XII. Perdóneme 147 Ejercicio XIII. Descubriendo la vergüenza 150 Ejercicio XIV. Encuentro del Yo con su imagen 151 Ejercicio XV. Activación de los contenidos oníricos 164 Ejercicio XVI. Gracias 173 Percepción y Enfrentamiento con el miedo 175 Contemplar y llorar es imprescindible, comprender irrelevante 179 Liberando a Prometeo 185 Síntesis teórica 188 AVE, Filosofía, Psicología y Psicoterapia 190 Psicopatología 192 a. El colecho 193 b. Psicosis 194 c. Aproximación terapéutica 200 d. La enfermedad física 203 d.1. La gripe 203 Relación psicoterapeuta-paciente 212 Consecuencias de AVE 217 Aplicaciones 222 Limitaciones 223 Validez de AVE y del Psicoanálisis 225 Glosario 228 Bibliografía 232 FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 7 Agradecimientos Al sacerdote Willians Duque, quien favoreció el desarrollo de mis intereses académicos en el interior y exterior de nuestro país. Al psiquiatra y psicoanalista Dr. Hugo Ocando, quien, en su expresión Fundación psicoanalítica de Maracaibo nos enseñó el Psicoanálisis y la valentía para expandir los caminos de la investigación, que por mi limitación aprendí menos de lo que él ampliamente me enseñó. A los profesores y alumnos del Hospital Central de San Cristóbal en su Servicio de Salud Mental, sede del Postgrado de Psiquiatría, durante los años 2000 al 2010, donde pude satisfacer mis aspiraciones sobre la Psicología clínica y desarrollar esta metodología. Entre ellos, la Psic. Esperanza Ramírez, gran baluarte durante la evolución de la técnica. Al Dr. Otto Georgi, quien aceptó mi ignorancia y permitió mi formación clínica. Al Dr. Pablo Pérez, quien durante sus clases permitía mis expresiones y podía tomar de él su conocimiento. A la Dra. Mary Ontiveros, en el Instituto Psiquiátrico Dr. Raúl Castillo en Peribeca, quien contribuyó con amplitud y respeto a la consolidación de esta metodología. A los psiquiatras Dr. Juan Echeverri y Dr. Mauricio Mendoza, compañeros pioneros cocreadores en el estudio y práctica de esta metodología, quienes valientemente sufren conmigo los embates a nuestros descubrimientos. Ambos me ceden sus aportes para presentarhomogéneamente nuestro conocimiento. Al Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, en su Dirección de Prevención del Delito y Oficina Nacional Antidrogas. Al abogado Daniel Castellanos, coordinador de los Centros de Tratamiento Socialista en la Misión Negra Hipólita, siempre abierto a la posibilidad de ofrecer atención psicológica a la ciudadanía. Jesús Orlando Mora Contreras 8 A la Lic. Coromoto Sánchez, coordinadora del Geriátrico Padre Lizardo, donde pude comprobar los supuestos AVE y ofrecer a la psicogerontología un vitalizador enfoque sobre ayuda al anciano. A los abogados Dr. Miguel Soto y su esposa Dra. Berta Soto, médicis de mis motivaciones intelectuales. A mi sobrino Luis Ruiz y su esposa Jennifer Sánchez, protectores de mi familia en momentos cruciales imposibles de resolver por mí, de quienes aprendí la importancia familiar y los amigos antes que la del dinero. Mi padre, al igual que yo, los llamamos nuestros ángeles protectores. A mis padres: Leónidas y Angelina; mis hermanos: Esperanza, Angel, Alba y Freddy, quienes con su presencia ayudaron a la elaboración de mis adelantos psicoterapéuticos. A mi esposa, María; mis hijas e hijos, Freyvi, Gina y Heberto, quienes con su compañía, ayuda, tolerancia y personalidad estimulaban mi tránsito por los distintos niveles del conocimiento. A la Televisora Regional del Táchira (TRT), quien a través de sus propietarios, productores y conductores permitieron presentar semanalmente mis adelantos durante doce años a través de su programa “Aquí Contigo”. Al TV52, quien para el año 2022 me honra con su invitación. A cada uno de los pacientes y consultantes fieles a este difícil aprendizaje, quienes permiten observar las manifestaciones de su inconsciente y procurar con su compañía la mejoría de sus limitaciones y las nuestras, asimismo al fortalecimiento técnico y teórico de AVE. A ustedes les pido disculpas por permitirme aprender a través de mis desaciertos, que progresivamente se transforman en aciertos. Su anonimato jamás borra sus nombres e imágenes de mi cariño. Con ellos aprendí a llorar y a comprobar que cada una de sus lágrimas y las mías conducían al camino de nuestra mismidad. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 9 A los próximos que se hacen eco de estos descubrimientos con la seguridad de mostrarles un difícil camino hacia el encuentro de sí mismo, el Ello, hacia la amplitud de la consciencia universal. A aquellas personas que originalmente se presentaron como obstáculos en la obtención de nuestras aspiraciones. AVE, en su profundidad y tiempo, los evidenció como nuestras proyecciones que debimos introyectar para extraer mayor conocimiento y los efectos positivos de nuestra psique. A la UNET, nuestra ilustre casa de estudios preparadora de su alumnado con excelencia contribuyendo a su éxito personal. A todo el personal de edición de esta obra quienes mostraron los efectos generosos en su receptividad, de su lectura y sugerencias, su amplitud, comprensión, su guía y finalmente su publicación. Carezco de fortuna humana para gratificar a cada uno por tan inmenso apoyo. Con la solicitud ante Dios que pueda recompensar sus inconmensurables favores. Jesús Orlando Mora Contreras 10 Introducción Freud: Liberando a Prometeo es una utopía. Sin embargo, en esta obra intentamos acercarnos sistémica y sistemáticamente al conocimiento de la psique. Los filósofos precursores hablan de diferente manera de la existencia de contenidos mentales que exceden la capacidad consciente: los Siete Sabios de Grecia nos dejan “Conócete a ti mismo y conocerás la sabiduría”. Jenófanes describe a lo que hoy llamamos proyección. Parménides sobre la Unicidad e inmutabilidad del Ser. Heráclito sobre el ser y no ser. Platón acerca del mundo de las ideas y sombras. Al igual que la lectura de los libros sagrados de las diferentes filosofías religiosas legan la existencia de un discernimiento introversivo transformador del ser humano, aunque carecemos en herencia de la metodología introspectiva que nos diese cuenta y permitiese seguir en tan profundo conocimiento. Esa base filosófica nos ayuda a re iniciar la busqueda psíquica y perseguir respuestas al cómo, por qué, cuándo y para qué de los hechos mentales. También, mediante la práctica de la ética, primum non nocere, el respeto hacia la vida, la consecución del bien, ilustrado con el autoconocimiento y sus consecuencias el equilibrio singular y social. Ante la falta del instrumento de investigación psíquica practicado por nuestros antecesores se propone a la técnica de Asociación Visual Estimulada (AVE), como instrumento de investigación Mental que llene ese vació cognitivo y por sus coincidentes resultados con la herencia filosófica evidenciar la posibilidad científica de la Filosofía en su nueva transformación hacia la Psicología. Así, buscando respuestas originarias ante las infantiles preguntas se va conformando la técnica AVE. Esta es una original, inédita, opcional y diferente vía de acceso al conocimiento mental escondido en la figura del Ello. Es independiente porque elabora su propia teoría; es científica porque cuantifica los resultados basados en la evidencia posibilitando su comparación con los provenientes de otras metodologías introversivas. Es autónoma debido a que sigue sus propios descubrimientos. Algunos resultados obtenidos mediante AVE se asemejan a los presentados por el Dr. Sigmund Freud (1856-1939) y su patrimonio el Psicoanálisis se infiere una reciproca confiabilidad y validez, pre conclusión que aumenta el valor científico del Psicoanálisis como el de la técnica propuesta. De esta manera, usando las atribuciones del principio de Simplicidad de Ockham se conserva la terminología FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 11 psicoanalítica, contrastándole a su vez nuestras deducciones. La continuidad de las investigaciones permitirá otorgarles el estado científico en Psicología que les pueda corresponder. Para esta obra se conceptualiza Psicología como la ciencia que estudia la psique, su sustancia, propósito, contenido, conformación, manifestaciones, procesos, funcionamiento, disfunción, tratamiento y otros aspectos por descubrir que permitan su comprensión. La psicología es una ciencia y como tal continúa su investigación. AVE es un instrumento que lo permite. En AVE, el investigador al inicio de sesión y en concordancia con los objetivos por alcanzar, sugiere al Sujeto una representación v.g. la zoofobia, mascotas, imágenes oníricas, alimentos, ideas, dolores físicos, oscuridad, la pared, cualquier cosa; ante la figura realiza un ejercicio verbal mental repetitivo. El Yo respondiendo a esa indicación asocia libremente una persona, idea, pensamiento, imagen, odio, dolor psíquico, penuria física, tristeza, llanto, frustración, humillación, desprecio, risa, vergüenza, recuerdos, que emergen abreactivamente desde el inconsciente. Esta reacción yoíca genera, reducción de la emoción, reorganización fusionante, tranquilidad cohesiva, progresiva e infinita de los contenidos mentales inter e intraestructurales, Se debilita la intensidad de los mecanismos de defensa, se envalentona al Yo y puede contemplar los contenidos psíquicos temerosos ocultos. Como alcance de este conocimiento, el Yo obtiene mayor madurez, autonomía, fortaleza, flexibilidad, mejorando su calidad de vida psíquica, física y social. El propósito exclusivo de este escrito es informar sobre AVE, sobre su evolución; las sesiones parcialmente descritas ilustran el amanecer tecnológico de AVE, sus componentes y ejercicios, la formulación hipotética teórica parcial, los resultados obtenidos hasta hoy en el conocimiento del Ello, también formas distintas de observar algunas de las enseñanzas freudianasy sus derivaciones hacia el tratamiento del sufrimiento mental y físico. Por lo tanto, quedan excluidas las conclusiones finales, la presentación exhaustiva de la ejercitación, el uso de este escrito como manual didáctico, la discusión de los planteamientos psicogénicos teóricos existentes sobre la psique y el conflicto mental. Siendo la investigación interminable, queda totalmente abierta la posibilidad a nuevas exploraciones, experimentaciones y preconclusiones. Jesús Orlando Mora Contreras 12 AVE es una técnica de aparente fácil uso. Sin embargo, el laberinto psíquico es complejo, doloroso, falaz, desafiante, asustadizo, tortuoso, agotante, infinito, paradójicamente complejo y simple, empero transitable; la incertidumbre laberíntica es un problema mental que técnicamente se abre a su transitar y posibles transformaciones. Las características idiosincráticas del ser humano hacen que la investigación del Ello sea complicada, quien sugiere entre sus contenidos un primer componente de inferioridad ante el cual se duele y otro reactivo de superioridad; ambos en menor o mayor grado caracterizados por la limitación, humillación, dolor, error, culpa, irresponsabilidad, mentira, traición, burla, circularidad, el ser y el no ser, soberbia, el fatuo orgullo, la distorsión, el escondite, el desprecio, la arrogancia, el poder absoluto, la grandeza, el endiosamiento, la omnipotencia, la altivez, la negación, la simulación como la disimulación, el rechazo al dolor psíquico, a la verdad, a lo ético. Cada característica en mayor o menor proporción manifiesta, puede observar en el consciente como Yo superior y Yo inferior. Además, las consecuencias abreactivas provenientes del Inconsciente, la singularidad personal, formación y circunstancias traumáticas, hacen que la investigación psíquica en conjunto con el tratamiento hacia la mejoría del trastorno emocional y la enfermedad sea tarea difícil, fácilmente racionalizada y rechazada por el Ello y el Yo. En el caso de que el investigador pretenda ejercer ésta técnica, debe iniciarse con su exploración existencial, adicionándole, la capacitación en los fundamentos teóricos y técnicos psicoanalíticos. Debe aprender el dinamismo del trastorno emocional y físico y aceptar la complejidad individual sin dejarse llevar por lo aparentemente sencillo de la técnica. Al desdeñar estas advertencias se induce a la pareja psicoterapéutica a graves errores clínicos, desaprobaciones, emergencias médicas y pasará algunos sustos innecesarios, lo cual es desaconsejable. En cuanto al consultante se requieren capacidades yoícas imprescindibles para que se dé este proceso, la voluntad para iniciar la exploración y la humildad para reconocer y aceptar sus errores y dolores, ante el desprecio objetal y cuando corresponda la psicoterapia. Esto incluye a la psicosis. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 13 Por la coincidencia de resultados AVE y Psicoanálisis, se usa como fuente bibliográfica las Obras Completas de Sigmund Freud, en la traducción de Luis López Ballesteros y de Torres (1981), cuarta edición; y el Diccionario de La Planche-Pontalis (1974). Tomada la Obra de Esquilo (525 a.C.-456 a.C.) Prometeo Encadenado como fuente de inspiración, se intenta comprender a Prometeo en su máximo interés de entregar a los humanos el conocimiento sustraído a Zeus y a éste, en su función superior y de castigo, privarlo de su libertad. Pareciera un imposible, sin embargo lo posible viene después de lo utópico. Como aclaratoria al lector, esta es una obra holística difícil de desmembrarla en partes y al hacerlo se puede dañar parte de su objetivo. Empero se intenta redactarla conservando los pasos de su evolución pudiendo fallar su integridad. La lectura completa de la obra le permitirá su comprensión. Aprecio sus disculpas por la molestia causada. Por otro lado debo informar que se presentan tres tipos de letras diferenciadas por su tipo: Con la que se escribe la obra, con las expresiones del terapeuta y las respuestas del paciente. Para continuar esta obra, sometemos nuestras opiniones a las enseñanzas ofrecidas en Lecciones introductorias al Psicoanálisis (1917), pág. 2.125: “La elección de esta rama científica supone la renuncia a toda posibilidad de éxito universitario”, donde a pesar de la amplitud del conocimiento podemos observar la superioridad de investigadores que restringen para los demás la exigida libertad para sí, por lo tanto: , “Aquél que a ella se dedique… se hallará en medio de una sociedad que no comprenderá sus aspiraciones y que, considerándole con desconfianza y hostilidad”, afirmación a la cual le sumamos nuestra dolorosa experiencia: “Desencadenará contra él todos los malos espíritus que abriga en su seno”, conduciéndolos al sufrimiento de ser excluidos por ser símbolo de ignorancia: “Así, púes, veré con gusto retornar a estas aulas a aquellos de vosotros en quienes tal curiosidad científica venza toda otra consideración”. Bienvenidos. Jesús Orlando Mora Contreras 14 Fundamentos teóricos “Sabemos… que la interdependencia de los complicados problemas anímicos… obliga a abandonar… nuestras investigaciones… hasta tanto que los resultados de otras nos auxilian en su continuación”. Duelo y melancolía (1917), pág. 2.100 Animados con la aclaratoria precedente y por algunas limitaciones de mi práctica psicoterapéutica inicial, debí proseguir con la guía curiosa de acercarme al Ello desde otra perspectiva y se desarrolló la técnica de “Asociación Visual Estimulada”, que leída a través de los ejercicios psíquicos, luce simple a la mente del lector y ciertamente lo es. Empero, el resultado directo derivado de la aplicación técnica es altamente complejo, laberíntico, paradójico, abreactivamente doloroso para el Sujeto que lo experimenta, como para el agente que lo administra. Esto se debe a que se trabaja directamente con los constructos estructurales psíquicos: Ello, Yo, inconsciente, consciente, mecanismos defensivos; sus teorías psicológicas: represión, resistencias, traumas, defensas y contenidos ignorados acerca del Ello como del Yo: La frustración, la herida desvalorizante, la remembranza, el dolor, la soberbia, la superioridad, el odio, la separación objetal, la mentira, la rabia, la agresión, el miedo, la ignorancia, la vergüenza, la culpa, el deseo de muerte, la irresponsabilidad, la inferioridad, la limitación, la humildad, el conflicto psíquico, aspectos temidos por el Ello y el Yo de los cuales naturalmente intentan escapar. El Ello continente de originales y reprimidos deseos guardados con la intención de nunca rencontrarlos se libera mediante AVE como un volcán de acontecimientos mentales hacia el Yo. Éste contempla atónitamente con ira, angustia, dolor y vergüenza esos contenidos asociados mediante la estimulación inicial, hechos pretéritos actualizados, ideas, personas; sentimientos ignorados, indómitos, dolorosos, explosivos, traumatizados, negados, pasionales rechazados, veloces, impredecibles, inundantes. Así, los contenidos ocultos van aflorando a la consciencia, trayendo de consecuencia la reedición de los síntomas psíquicos y físicos sufridos, reprimidos en su desarrollo. El Yo al observar esos contenidos facilita su integración sistémica al Ello, trayendo la comprensión psíquica y cuando corresponde, la mejoría FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 15 sintomática, se espera, retro progresiva, causal del trastorno mental y enfermedad física. Cuando el Yo humildemente asimila sus responsabilidades derogadas por los mecanismos de defensa, permite cambios constructivos en la dinámica inter e intraestructural como en la acción del mundo externo. Es sorprendente encontrarnos con un camino anunciado por los aportes filosóficos, religiosos, culturales, freudianos; también los provenientes de otras exploracionesmentales y comunicados por la cultura psicológica universal. La lectura inicial de esta obra contiene los resultados de AVE a los cuales les adscribimos la teoría psicoanalítica y observamos sus conexiones y efectos en el transcurso de la obra. El inconsciente inicialmente inaccesible ha sido incursionado por los filósofos, por la interpretación de las asociaciones verbales, del sueño, de las asociaciones lúdicas, la meditación, las sustancias alucinógenas, la hipnosis, el trastorno disociativo. Con estos precursores nos sentimos valientes para, mediante AVE, investigar esos contenidos psíquicos. Entre los conceptos inspiradores iniciales tenemos: El Ser permanece, conócete a ti mismo y conocerás la sabiduría, el Mundo de las Ideas y el Mundo de las Sombras, la ética, la proyección. Y por la sección psicoanalítica, la Represión, el Instinto, los mecanismos de Defensa, el Ello y el Yo. Dedicamos nuestro máximo interés a los conceptos freudianos. a. La represión “La primera flor de la vida sexual… destinada a sucumbir a consecuencia de la incompatibilidad de sus deseos con la realidad y de la insuficiencia del grado de evolución infantil… sucumbió entre las más dolorosas sensaciones”. Más Allá del Principio del Placer (1920), pág. 2.515 La idea de este proyecto se inicia luego de innumerables repasos al libro La Represión (1915), el cual dice en su pág. 2.054 y ss: “La esencia de la represión consiste… en rechazar y mantener alejados de lo consciente determinados elementos”. En la misma página indica los desplazamientos y asociaciones progresivas que ocurren desde el primer Jesús Orlando Mora Contreras 16 contenido reprimido hacia otras sensaciones, percepciones e imágenes, que pudiendo quedar ocultas se asocian desplazadamente a futuras sucesivas representaciones, la cual como figura final consciente es la consecuente expresión desplazada de contenidos previamente reprimidos, dejando engañosamente la figura final como de perceptiva máxima importancia; sin embargo, es la de menos. Surgen múltiples preguntas en esta investigación: ¿Cuáles son esos constitutivos elementos mentales originales? ¿Por qué se ocultan? ¿Cómo sucede? ¿Por qué se desplazan a otros contenidos? ¿Son accesibles estos contenidos desplazados? ¿Qué es el Inconsciente? ¿Qué es el Ello y el Yo, son estos iguales o diferentes? ¿Cómo se estructura el Ello? ¿Cuáles son sus constituyentes; son estos sustanciales? ¿Cómo se estructura el Yo? ¿Cómo se expresan sus contenidos, son sus componentes esenciales o accidentales? Aspiramos en el tránsito de esta obra y desde la posición de AVE, ofrecer algunas respuestas. Así tenemos, pág. 2.054: “Una primera fase de la represión, una represión primitiva, consistente en que a la representación psíquica del instinto se le ve negado el acceso a la consciencia”. La sección importante para el enfoque AVE es la parte de la representación psíquica del instinto: La idea, su esencia y destino. Esto, por ejemplo, puede suceder cuando el sujeto infantil queda perplejo ante la contemplación de la escena primal de sus padres. Todas sus reacciones mentales, ideas, afectos, representaciones, acciones quedan sepultadas y siguiendo el mecanismo de la represión primitiva, condensadas y desplazadas sus consecuencias pueden aparecer en la adultez del sujeto mediante la atemporalidad de sus actos psíquicos y la Identificación Perceptiva Primaria; se hace en el presente un efecto del pasado, integrándole las representaciones adultas a las infantiles y simultáneamente caracterizando a las mayores y secundarias con lo primario. Las percepciones originales determinantemente influyen en toda la vida psíquica y física del Sujeto. Hemos observado tres experiencias con resultado enojoso para el Yo: Una idea unida a una emoción libidinal egosintónica que por desacuerdo con el Objeto se torna egodistónica, agresiva; un encuentro objetal con resultado psíquico directo insatisfactorio, doloroso, ofensor, humillante, separatista, que deja graves consecuencias reprimidas, percibidas aparentemente de forma idiosincrática que alteran el curso normal de la psique; traumática es el mejor epíteto que se le puede asignar a esta experiencia, en la pág. 2.054, “Produce una fijación… la representación de que se trate perdura inmutable a partir de este FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 17 momento, quedando el instinto ligado a ella”. Extendemos la comprensión para coincidir con la ilustración de la contemplación de la escena primal antecedente, que ante este espectáculo se fija el deseo por la satisfacción como por su frustración y las emociones correspondientes, la ira, el dolor por la inferioridad. Queda pendiente responder: ¿Cuál es el deseo, es éste hacia lo psíquico o hacia lo físico? ¿Cuál es la satisfacción, cuál es su cualidad? ¿Cuál es la frustración inicial?, continua en la pág. 2.054: “La segunda fase… recae sobre ramificaciones psíquicas de la representación reprimida o sobre aquellas series de ideas… que han entrado en conexión… con dicha representación”, que forman las imágenes, sentimientos e ideas, percepciones de la vida futura. De esta manera, se inicia la vida yoíca, marcando el destino psíquico de la misma. En la pág. 2.055, aclara: “Puede incluso suceder… que la primitiva representación del instinto queda dividida en dos partes, una de las cuales sucumbe a la represión”, queda oculta para el Yo, mientras que la otra: “Pasa a ser idealizada”. Al Ampliar la comprensión, la idea original ahora tiene dos versiones, una de ellas queda reprimida con su contenido particular, mientras que la otra queda expuesta y aceptada en la consciencia, al igual que las emociones que la acompañan. v.g. el enamoramiento inicialmente positivo, al pasar el tiempo se hace desagradable. Esto nos obliga otra cuestión ¿Qué queda en la oscuridad y por qué se residencia en ella? ¿Pueden conocerse los opuestos? ¿Por qué se reprimen esos contenidos originales? En la pág. 2.055 se debe destacar que “la representación primitiva del instinto queda dividida en dos partes”, clarificando las ideas a nuestra conveniencia: Si el instinto queda dividido en dos partes, entonces el instinto es originalmente uno y por el impacto de la frustración se divide aparentemente en dos. Por consecuencia, se tiene desde el principio de la vida psíquica, díada de opuestos complementarios, originados desde la primera represión, el cual caracteriza la vida futura de la personalidad: Una parte oculta y otra manifiesta, una idealizada y otra diabolizada, una sexualizada y otra agresiva, un deseo y un contradeseo, una represión y una proyección, una cualidad opuesta a su falta, un amor idealizado consciente y un odio reprimido. También aporta, nuestro insigne maestro, en la pág. 2.056, que: “La represión es móvil… lo reprimido ejerce una presión continuada en dirección de lo consciente”, con otra fuerte contra turbulencia que ayuda a mantener eso represado. Y nos preguntamos, ¿cuál es esa Jesús Orlando Mora Contreras 18 fuerza que impulsa a los contenidos a quedarse ocultos? ¿Qué motivación obliga a este entrañamiento? ¿Es AVE capaz de descubrirla? Respuestas que intentamos alcanzar en el transcurso y en caso de lograrlo, acortamos las dificultades en obtener las complejas respuestas que hay en el Ello. ¿Qué se reprime? Y en la pág. 2.057 responde: “Una representación del instinto… una idea o grupo de ideas a las que el instinto confiere cierto montante de energía psíquica (libido, interés)” ¿Qué es el instinto? ¿Es este instinto un elemento biológico, psicológico, o ambos? ¿Cuál es el origen? ¿Cuál es la idea o ideas? ¿Es idea libidinal, agresiva o de otra naturaleza? ¿Es lo libidinal sinónimo de físico y lo ideal equivalente a psíquico? ¿Está el instinto completo integrado por dos partes, una biológica y la otra psíquica? Nuestrashipótesis van en la dirección que la idea principal está en el Ello, que al pasar al Yo se distorsiona y se convierte en emoción, de esta manera sostenemos como principal hipótesis la parte psíquica del instinto. Ojalá se pueda responder a estas cuestiones. Y agrega en la pág. 2.057: “Hay otro elemento… éste… experimenta destinos… diferentes de los que experimenta la idea. A este… le damos el nombre de montante de afecto”; la ira, la pasión, el amor, la alegría, el placer, el dolor, la vergüenza. Pero este instinto puede variar en sus presentaciones al Yo: “Y encuentra una expresión… en procesos que se hacen perceptibles a la sensación a título de afectos”. Así que tenemos varios componentes reprimidos en la psique: idea, imagen, afectos libidinales y agresivos, dolor, vergüenza, humillación, arrogancia, limitación; en dos direcciones que toma el instinto: hacia afuera aquellos que pueden expresarse, como hacia dentro a los que se prohíbe representar. Un camino sigue la idea, otro la imagen y otro el afecto. Así que para lograr disminuir la represión, aumentar el conocimiento y quizás mejoría del conflicto y para encontrarlo en la pág 2.057 informa: “Tendremos que perseguir por separado lo que la represión ha hecho de la idea y lo que ha sido de la energía instintiva a ella ligada”. AVE procura una respuesta diferente procurando la integración simultánea en el consciente de todos estos elementos y asume la función del consultor en la integración de la idea, imagen y afectos contenidos y posiblemente conducirnos a su fuente. Al menos este es su propósito. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 19 Represión Amor Odio Fijación instinto idea1 afecto1 Represión primaria inconsciente consciente afecto2 idea3 Represión2 Represión3 idea2 Represión4 Idea n (objeto) Realidad afecto3 Afecto z Represión2 Represión3 Represión4 Amor Odio Objeto p.e: Novia, alcohol Cigarro … Con la figura 1 intentamos graficar la lectura que antecede: Fig. 1. Esquema de la represión Para mejorar la inicial comprensión de estos hechos, se sintetiza: En el Sujeto, la psique originalmente una es rechazado por el Objeto. Por esta acción sus componentes, idea, representación psíquica, afecto, se fraccionan y queda una parte reprimida y otra sustitutamente se desplaza hacia la siguiente imagen hasta que pueda representarse en el exterior; sus elementos ideales toman una dirección, condensándose y desplazándose sustitutiva y simbólicamente hacia adelante en otras ideas, como igual y en paralelo lo hacen sus fracciones afectivas e imágenes. En un punto inconsciente “A” se ha iniciado el conflicto mental e intenta mostrarse en el presente en un punto consciente “Z” o representación final. Para completar la percepción, el trauma mental iniciado en A se puede mostrar en el consciente como ideas, imágenes o hechos persecutorios que pueden producir ansiedad al Yo. También puede expresarse el conflicto mediante los elementos libidinales. Jesús Orlando Mora Contreras 20 Esa percepción holística inicial A desplazada desfiguradamente hacia una representación final Z evidencia un engaño simbolizado desde el Ello, aceptado por el Yo. Este antecedente truculento nos coloca sobre aviso para investigarlo. ¿Podría AVE desenmarañar esa truculencia? La obra Inhibición, Síntoma y Angustia (1926) enseña que la inhibición de la ira crea el conflicto mental, se crea el síntoma y se manifiesta en el Yo como angustia ¿Es esto un conflicto que se pueda ubicar en el Ello o en el Yo? Así en la pág. 2.882 informa de otro elemento que se reprime: “El dolor, es, la verdadera reacción a la pérdida del objeto”. Y con AVE, que permite técnicamente la asociación reversiva, se busca y se encuentra el dolor psíquico del Yo, el cual hipotéticamente es el desprecio por la limitación o inferioridad y se asume que se conecta con el dolor original del Ello. Desde nuestra investigación, este dolor inferiorizante impresiona como origen de toda la estructuración del Ello y su expresión a través de los mecanismos de defensa, por lo cual en esta investigación nos dedicamos a descubrirlo. Mientras que en la misma página aclara: “La angustia, la verdadera reacción al peligro que tal pérdida trae consigo”. Es obligante seguir con el planteamiento de cuestiones: ¿Por qué el Yo al separarse del Objeto siente dolor y angustia? ¿Es la separación objetal la razón de la neurosis o de la psicosis? En caso de no serlo, ¿Podría AVE ayudar a descubrir su causalidad? La técnica AVE es el medio expreso que se tiene para flexibilizar desde el Yo las puertas represoras del inconsciente, permitir la salida de sus contenidos, observar y analizar dichas complejas y manifiestas asociaciones, explicar la razón del dolor, de la angustia, la alteración psíquica ante la separación objetal, la neurosis, la psicosis, la presencia del Ello. AVE intenta favorecer el conocimiento psíquico y quizás extender sus resultados hacia el tratamiento de las anomalías mentales; el Yo puede técnicamente retirar continuamente las catexias libidinales y agresivas del Objeto, reconstruir su homogeneidad y posiblemente aceptar su paradójica soledad. De esta manera, en nuestras hipótesis, AVE intenta reducir el conflicto mental factiblemente surgido de la debilidad del Ello en reconocer sus limitaciones expuestos en la consciencia por la separación del Yo de sus Objetos. El Yo al responsabilizarse mediante la introyección de sus proyecciones negativas entra en reposo y se homogeniza. Es una consecuencia paradójica; el Yo marchando hacia la soledad psíquica encuentra su unicidad y fortaleza, transitando hacia la oscuridad encuentra la claridad. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 21 En síntesis, AVE es una técnica autónoma en su investigación y resultados, independiente de cualquier modelo psicológico, solitaria, original, que se somete a investigación experimental, con el fin de aprehender su capacidad para aperturar y liberar los contenidos originales inconscientes de la psique y su relación con el Ello, satisfacer las demandas de satisfacción psíquica de lo libidinal como lo agresivo, favorecer al Yo mayor homogeneidad y aproximarse al conocimiento del Ello. En consecuencia, permite el entendimiento del Yo y los efectos dañinos ocasionados por su desvalorización ante la separación objetal. También en lo posible, establecimiento de una real valoración y su reconducción a la vida feliz, individual y social. Parece imposible. Sin embargo, lo posible se ve después de lo utópico. b. El instinto Instinto es un concepto que se debe explorar para aclarar la dirección de nuestra investigación. En Los instintos y sus destinos (1915), pág. 2.041, se conceptúa: “El Instinto… como fuerza constante… de naturaleza biológica… manteniendo una inevitable aportación continua de estímulo”, una permanente presencia y aporte energético, con componentes difíciles de diferenciar: “Es un concepto límite entre lo anímico y lo somático”. En Compendio del Psicoanálisis (1937), pág. 3.382, señala esos instintos y sus atributos: “Hemos decidido aceptar solo dos instintos básicos: el eros… que persigue la unión”, la formación de la vida, la creatividad, la construcción, la paz, el amor: “El instinto de destrucción… busca la disolución de las conexiones, destruyendo… podemos aceptar que su fin último es el de reducir lo viviente al estado inorgánico”. Puede observarse a estos dos instintos en su parte psíquica como física mostrando la dinámica desde lo libidinal hasta lo destructivo. Como hipótesis de AVE, el instinto es biológico, somático, temporal, finito que acepta a la representación psíquica, determinada por su inherencia biológica. Continúa: “Si admitimos que la sustancia viva apareció después que la inanimada,originándose de esta, el instinto de muerte… perseguiría el retorno a un estado anterior”. Y aparece la oposición de un concepto a otro: “No podemos… aplicarla al eros… pues ello significaría… que la sustancia viva fue alguna vez una unidad, destruida más tarde, que Jesús Orlando Mora Contreras 22 tendería ahora a su nueva unión”. Desde la consideración técnica, estas argumentaciones pertenecen al soma y menos a la psique y hace inherente la confusión. Así, en Más allá del principio del placer (1920), pág. 2.541: “El principio del placer parece hallarse al servicio de los instintos de muerte”, guiando a lo psíquico por lo somático. Esas lecturas requieren autoaclaración. Se ilustra la presencia de un instinto de vida mediante la figura de un embarazo y progresivamente marchando hacia lo tanático y repitiéndose eternamente el círculo. Es presunción técnica que el Ello organizado se proyecta, edita y perpetúa en el soma mediante el engaño visual sobre la circularidad de la muerte individual y la vitalidad de la especie, siendo un juego del Ello que le permite mantenerse a través de la humanidad. Al igual que atemporal es la sucesión del día con la noche y del círculo planetario, lo es el Ello como idea sustancial proyectada al soma y siendo psíquicamente el mismo es accidentalmente distinto. El soma es una sala de espejos donde se observa al Ello. Se presentan estos argumentos para sostener la investigación de la sustancialidad de la energía mental en la sustentabilidad del Ello y su determinación conflictiva actuada sobre la energía somática instintiva. Ante estas proposiciones, la pregunta exigida: ¿Es el Ello un ente destinado a la vida y muerte o ambas? ¿Es rabioso, odiante o amoroso? ¿Es el Ello un ente que vive circularmente su vitalidad? Pedimos ayuda a AVE para responder a estas cuestiones. Siguiendo con las citas aclaratorias, se escribe en Compendio del psicoanálisis (1937), pág. 3.381: “Denominamos instintos a las fuerzas que suponemos tras las tensiones causadas por las necesidades del Ello”. Con esto se entiende y acepta el planteamiento que el origen de la fuerza psíquica está en el Ello, no en el soma. Por otro lado, siguiendo las orientaciones en Análisis fragmentario de una histeria, pág. 962, acotamos que: “Para la terapia psíquica es siempre la parte psíquica la más importante, y se le une la representación psíquica del instinto”. Con estos argumentos netamente mentales debemos investigar sobre la fuerza psíquica existente en el Ello y en consecuencia técnicamente se hipotetiza que el Ello se proyecta en las características del soma para ocultar sus conflictos. Así, en nuestras presunciones laborales se asume que el Ello es el centro de la psique: es idea, uno, con energía inmanente, esencial, primero, superior, organizado, fundamental. Se FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 23 proyecta en lo somático, secundario, forma, inferior, accidente, terminal, emoción, aparentemente dirigido por el Yo. En lo somático se observa la energía del Ello mediante el instinto libidinal actuando circular y conjuntamente con el tanático para darle fuerza y perennidad al soma y al Ello. El Yo en el soma permite la representación falaz del Ello distorsionada por los mecanismos de defensa, el Yo muestra el conflicto del Ello. En síntesis, el trabajo técnico de AVE se dirige a laborar exclusivamente con la cualidad psíquica. Con estas hipótesis: 1. Al instinto se le excluye la energía biológica libidinal tanática y se toma su significación netamente psíquica, arriesgándonos a 2. Otorgar nuestras hipotéticas conclusiones al Ello. 3. El Ello, impulsado por su energía psíquica inmanente y sus contenidos limitados, inferiorizantes, conflictivos intervienen al soma y este es su falsa guía. 4. El Ello es psique y su proyección el Yo está temporal y aparentemente en el soma individual, donde la energía mental se transforma en emoción perpetuándose en la especie. Por consecuencia final de estos planteamientos se excluye de esta investigación el componente de la vitalidad libidinal como su opuesto tanático en el soma y se investigará los sustanciales contenidos del Ello. AVE es una técnica para la investigación del Ello a través de sus expresiones en el Yo. c. Mecanismos de defensa “Una serie de reproches contra otros nos hace sospechar la existencia de… reproches de igual contenido contra la propia persona. Nos bastará… referir sucesivamente cada uno de ellos a la persona del enfermo”. Análisis fragmentario de una histeria (1905), pág. 951 Esta sentencia cobra una significativa importancia cuando se describa “Encuentro del Yo con su propia imagen”. Los mecanismos de defensa tienen como finalidad proteger las debilidades del Yo. Sin embargo, inferimos su origen y existencia en el Ello y tienen por objetivo el engaño, la simulación, el ocultamiento de su limitación. Estos mecanismos falaces son dirigidos al ocultamiento de la inferioridad inherente al Ello. Jesús Orlando Mora Contreras 24 Los mecanismos de defensa son de incuantificable importancia como reductores de ansiedad yoíca y del Ello; siendo su defensa ante la limitación, podríamos decir, al menos, en el área de aplicación del psicoanálisis que en ausencia de los mecanismos defensivos, de la psique poco podría saberse y que la gerencia en el funcionamiento de los mismos permite leer los contenidos mentales como si de un libro abierto se tratase. La Proyección es uno de los mecanismos universalmente más conocidos. Dice Jenófanes (s.V a.C.): "Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros, mientras que los tracios dicen que los suyos tienen ojos azules y son pelirrojos". Así leído, la proyección es expuesta desde el inicio de la historia filosófica y se le asignan diferentes nombres, pero con igual significado y alcance. Las filosofías religiosas, expresión psíquica destinada al conocimiento del Ello, están impregnadas de la aplicación de este concepto y la cultura en herencia los ha recibido: “No haga a otro lo que no quiere que le suceda a usted, haz a otro lo que quiere que le pase a Ud.; quien a hierro mata a hierro muere; busca la viga en el ojo ajeno para ocultar la paja que tiene en el propio; lo que es afuera es adentro, lo que es arriba es abajo; quien a golpes vive no puede morir a sombrerazos”. En Análisis terminable e interminable (1937), pág. 3.353, se alude a estos mecanismos: “Están condenados a falsificar nuestra percepción interna y a darnos solamente una imagen imperfecta y desfigurada de nuestro ello”. En las hipótesis cognitivas coincidimos con esta afirmación y acentuamos el ofrecer la verdad limitante del Ello; son mecanismos simuladores de perfección que esconden contenidos avergonzantes, dolorosos, constreñidos, inferiorizantes del Ello, en la oscuridad del inconsciente. Continúa en la pág. 3.354: “Sirven al propósito de alejar los peligros… pueden convertirse en peligros… no se extinguen después de haber ayudado al yo durante los años difíciles de su desarrollo”. Los mecanismos falaces están dirigidos a ocultar la imperfección del Ello, permitiéndo la idea de que defienden la inmadurez del Yo: “Quedan fijados... se convierten en modos regulares de reacción de su carácter… infantilismos… el yo del adulto… continúa defendiéndose contra peligros que ya no existen en la realidad”. Por lo tanto, la inmadurez del Ello se oculta en el desarrollo infantil y con mayor fuerza afectiva, lo que permite al Yo en el futuro mostrar su debilidad y ser sometido por ella. Éste, “Se siente impulsado a buscar… situaciones que pueden servir como un sustituto aproximado del peligro primitivo para poder justificar, en relación con ellas… sus modos habituales de reacción”. Mediante los FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 25 mismos mostrar los desaciertos del Ello, vivir falsamente en proyeccióny por ende dependencia. El Yo reacciona ante cualquier situación de la misma manera que infantilmente aprendió, evidenciando la inmadurez del Ello. Así que responde con la identidad perceptiva primaria, en su modalidad libidinal o destructiva, haciendo generalmente inadecuada su respuesta, ocultando su deseo. Así: “Facilitan y pavimentan el camino para la irrupción de la neurosis” y la psicosis, el sufrimiento del Ello formalizado en el Yo. Así en el Ello, los mecanismos falaces con mayor despliegue psíquico en las conjeturas de AVE son: Negación de una limitante que lo hace inferior, lo cual es un error importante e intencional culpógeno del Ello. La formación reactiva, para transformar y mostrar como superiores a los aspectos limitantes, dolorosos, avergonzantes. Represión sinónimo de ocultamiento del Ello para ocultar las limitaciones sustanciales, sus principios psíquicos penosos, generar sensaciones, sentimientos e imágenes culpabilizantes formales en el Yo proyectadas al Objeto. La identificación introyectiva como proyectiva, se usan para simular en el Yo el aprendizaje desde el mundo externo, cuando lo que hace el Ello es copiarse en el Yo y en el Objeto. La proyección hacia otro continente para expulsar los contenidos sustanciales limitantes, dolorosos, engaños, sufrimientos, trampas, engreimientos, el deseo de muerte expuesto en la muerte del soma. La proyección es la expresión sintética, sumatoria y culmen de los contenidos distorsionados del Ello y del Yo; con esta, el Ello desplaza al Yo y éste al Objeto la sustancial irresponsabilidad y culpabilidad de sus errores, empero, restringiéndose el dolor en sí mismo. El Ello al proyectarse al soma, quiere enviar solo sus aspectos deplorables, empero es holístico y se proyecta como un todo y se muestra disimuladamente en el Yo a través de la simbolización distorsionante. Así él puede ser somáticamente constructivo como destructivo, positivo y negativo, sin ética. Este mecanismo se activa automáticamente, un rato se proyecta en el perro, en otro momento en el jefe, en la persona de la calle, en la pareja, en la cosa. Este mecanismo proyector permite comprender una identidad sustancial para el Ello, Yo y Objeto. También la proyección contiene aspectos felices realizados por el Yo que luego de ser activados retrospectivamente los mecanismos pueden observarse como dañinos. Como ilustración, se enamora de una pareja que al tiempo se puede observar la ira contra ella. Otro ejemplo de proyección es la molestia porque mi edificio se ha ensuciado, sus habitantes son sucios y despreocupados por tanto desorden = Conflicto mental. Con AVE se realiza el Jesús Orlando Mora Contreras 26 reconocimiento de la ira contra los habitantes de este edificio y al final observo que cuando yo fui niño me solicitan asear la parte del edificio que me correspondía, me hice el tonto y fui a jugar. Se puede descubrir mediante las asociaciones que la rabia es contra mí por no haber aseado el edificio y el dolor por haber desobedecido una instrucción y se descansa. El dolor olvidado por mi rebeldía, desobediencia y desaseo en el pasado se presenta como una ansiedad en el presente. Esta ansiedad es el castigo del Ello al Yo por mi irreverencia. Así en la ansiedad se presenta el conflicto de mi rebeldía y puedo absorber mi irresponsabilidad haciéndome culpable de tal acción y dejo de señalar a los demás. La práctica con AVE progresivamente aclara los estratos sustanciales y formales de los contenidos en proyección. Por otra parte, los descubrimientos técnicos con AVE obligan a cambiar la conceptualización del mecanismo de introyección de su acepción incorporante involuntaria de las características objetales al Yo. En AVE la introyección se reformula como un componente psíquico intencional, absorbente, que se responsabiliza de los aspectos limitantes del Ello desplazados al Yo y al Objeto. Es un mecanismo reparador que incorpora las proyecciones recíprocas del Objeto al Yo, y las reconvierte en contenidos sustanciales del Ello. En síntesis, AVE tiene como plataforma la observación del Ello desde el Yo, de sus principios psíquicos y contenidos. Con la ejercitación de AVE se activan retrospectivamente los mecanismos defensivos hasta observar sus movimientos falaces, permitiendo canalizar mediante la introproyección limitante la sustancialidad del Ello. Esto trae como resultado la reparación del Yo, Objeto y Ello como la disminución de la angustia y la soledad. La introproyección es el dispositivo que permite un trabajo directo y voluntario en el Ello que disminuye la acción de los otros mecanismos. d. El Ello El Ello es la estructura psíquica de mayor relevancia, sede de la ciencia psicoanalítica, a la cual ciertamente le dedicamos nuestra ocupación. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 27 Indudablemente se debe cuestionar la presencia del Ello, es una construcción psíquica importante, igualmente como lo es el inconsciente, el consciente o el Yo. Por imperio de la Ley de Ockham se acude a los escritos freudianos para mediante su terminología mostrar los descubrimientos. AVE acarrea la inferencia de un ente receptor, ejecutor y respondiente a los avances técnicos hacia el inconsciente. Permite la comprensión como el Ello interactúa con el Yo y viceversa. El Ello recibe antropomorfización, pues se carece de otra forma para acercarse a él y aceptamos esa limitante. La determinación que tenemos en suponer la existencia de un ente inconsciente contentivo del Ello proviene de AVE y a ésta se presenta para que sus resultados puedan experimentarse. A continuación los textos freudianos que proponen la presencia del Ello y AVE como la técnica que permite su comprobación. En El Yo y el Ello (1923), pág. 2.707, se describe a ambos: “Dando el nombre de yo al ente que emana del sistema P., y es primero preconsciente, y el de ello… a lo psíquico restante - inconsciente - en lo que dicho yo se continúa”. Al tomarse el ente psíquico como un todo, podemos expresar que a la parte escondida se le denomina Ello, mientras que a la parte visible se le llama Yo. Indudablemente es la misma. Así el Yo es consciente, voluntad, intención, emoción. El Ello está en lo inconsciente en su estado natural, también pág. 2.708: “Lo reprimido concluye con el ello”. Y en lo oculto está la insatisfacción, el dolor, el deseo de la satisfacción, la vergüenza. La diferencia de locaciones no es tajante, el Yo y el Ello están intraconectados; son similares. Pág. 2.708: “El yo no vuelve por completo al ello… y tampoco se halla precisamente separado de él, pues confluye con él en su parte inferior”. Al ilustrarlo como una piedra que tiene la mitad bajo el agua y la otra parte en la superficie, ella es sustancialmente igual y formalmente diferente. Continuando: “El Yo es una parte del Ello, modificada por la influencia del mundo exterior”. El Yo es la continuidad del Ello, una accidentalidad de lo sustancial del Ello: “El yo se esfuerza en transmitir a su vez al ello, dicha influencia del mundo exterior y aspira sustituir el principio del placer, que reina sin restricciones en el Ello, por el principio de la realidad”. Con AVE ligeramente cambia la visión de los hechos. En el Ello hay dos principios ocultos, el de la mentira para engañar y se ejecuta mediante la proyección y el de la verdad para encontrar el camino de la sabiduría y se encuentra mediante la introyección. Así que el Ello se caracteriza por una continuidad desde la mentira hasta la verdad, desde lo aético a lo ético. Es uno y sin género, puede mostrarse en dos aparentes opuestos somáticos, desde lo masculino hasta lo femenino. Con la sumatoria de ambos, para continuar la vida somática, como la perpetuidad de sí mismo. Jesús Orlando Mora Contreras 28 Así, el principio del placer y realidad está asociado a las faltas éticas del Ello, mientrasque el principio de verdad o reconocimiento de la mentira a su evolución. Mientras que en la pág. 2.708: “El Yo representa… la razón… el ello contiene las pasiones”, para AVE, el Ello es inteligente, oculta la limitación; soberbio, altivo, embustero, construido, tenaz, hace su exclusiva voluntad, usa los mecanismos falaces, es idea; sin embargo, el Yo lo caracteriza la emoción, mostrada en el odio, el amor, los distintos afectos. La idea original está en el Ello, la intensidad psíquica al mostrarse en el Yo lo hace como pasión. Esta afirmación se comprueba cuando al introyectar lo rabia pasional como negativo para el Yo se reduce la carga afectiva, quedando la esencial idea original desapasionada y reposada. El Yo va desde la pasión hacia la racionalidad, desde la brutalidad hacia la sabiduría. Esta es la capacidad para conocerse a sí mismo y su potencialidad. Las características del Ello es un punto importante sobre el cual AVE debe investigar: ¿Es bueno o malo, honesto o deshonesto, mentiroso o verdadero, generoso o tacaño, superior o inferior, feliz o infeliz, inteligente o bruto, es amoroso u odiante, es activo o pasivo, soberbio o humilde, psique u hombre? La presencia de estas categorías es conveniente tenerlas en cuenta porque van a influir en la conformación de las características del Yo. Siguiendo, en la pág. 2.709: “El Yo se… muestra forzado… a transformar en acción la voluntad del ello como si fuera la suya… El yo es ante todo un ser corpóreo… homúnculo cerebral”. Con esta comunicación el Ello es origen de todo y el Yo su obediente lacayo, aunque se observe al Yo como autónomo. También habla, en la pág. 2.716, de la transformación de los hechos del Yo en las siguientes generaciones en sucesos del Ello. Esto lo podemos evidenciar mediante la proyección de los padres en sus hijos, los hechos o herencias psíquicas de abuelos y bisabuelos se observan en los nietos. Es el mismo Ello, evidenciado por identificación introyectiva o proyectiva. Para continuar las caracterizaciones del Ello, concluye en Compendio del Psicoanálisis (1937), pág. 3.390: “Lo inconsciente es la única cualidad dominante en el ello. Se hallan tan íntimamente ligados como el yo, y lo preconsciente… Originalmente… todo era ello; el yo se desarrolló del ello por la incesante influencia del mundo exterior”. Así que el Ello habita y rige desde el Inconsciente donde oculta sus inconveniencias. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 29 El Ello como agente causal tiene la capacidad de mostrarse distorsionadamente en el Yo, quien ilusoriamente se permea de las influencias ambientales y muestra una formalidad distinta a la sustancialidad. Si el Ello es origen como lo es la célula, se colige entonces que está estructurado y así se proyecta en el Yo y en el Objeto, quienes son condicionados por el Ello. Aunque se observa una trilogía, Ello, Yo, Objeto, el primero es uno, multifuncional, diádico, con una cara positiva y otra negativa, oscuro y claro, consciente e inconsciente, bueno y malo, superior e inferior, dominante y dominado, arriba y abajo, afuera y adentro, constructivo y destructivo, porque los opuestos reactivos son su oculta esencialidad. El Ello se proyecta y usa la simbolización para ocultarse en el soma señalándolo en la pág. 3.390: “Durante esta lenta evolución… contenidos del ello, pasaron al estado preconsciente y se incorporaron… al Yo; otros permanecieron intactos en el ello, formando su núcleo, difícilmente accesible”. Intentamos con AVE reducir esa dificultad: “Más durante este desarrollo el joven y débil yo, volvió a desplazar al estado inconsciente ciertos contenidos ya incorporados, abandonándolos” y dejándolos en el Ello. A consecuencia de AVE se puede ofrecer entendimiento a esa cita. Por conveniencia hipotética se asume que el Ello reprime el dolor por su inferioridad e igual lo hace el Yo, o mejor lo deja en su lugar de origen y solo se produce una engañosa sustitución de entidades y contenidos. Empero, es un solo lenguaje distorsionado en la cohabitación con el soma: “Y se condujo de igual manera frente a muchas impresiones nuevas que podría haber incorporado, de modo que éstas, rechazadas, solo pudieron dejar huellas en el ello”. Las impresiones son formales, porque la idea guía esencial es la mismo, y las múltiples apariencias por la distorsión ofrecida desde la imagen A hacia la imagen Z. Sin embargo, se fundamentan en una sustancialidad. Continúa en la pág. 3.391: “La diferencia entre el… inconsciente y el preconsciente radica en semejantes condiciones dinámicas, noción que nos permitiría comprender que el uno pueda transformarse en el otro”. En nuestras apreciaciones, el consciente, el preconsciente son zonas de conveniencia éllica para ejercer la disimulación de sus limitaciones y lo más importante es la conservación de la cámara inconsciente para ocultar los contenidos dolorosos. Siguiendo con la semejanza sustancial entre ambas estructuras, mencionamos los contenidos oníricos y sus subsecuentes expresiones en el Yo, regidas por el Ello. En la pág. 3.392 aclara: “Hay… sueños que proceden del ello y sueños que proceden del yo… Para ambos Jesús Orlando Mora Contreras 30 rige el mismo mecanismo de formación onírica. El yo revela su origen… tardío y derivado del ello”, aumentando la comprensión de la Unidad Estructural: “Por el hecho de que transitoriamente deja en suspenso sus funciones y permite el retorno a un estado anterior”. Así los sueños del Yo están acompañados de sus contenidos, mientras que los del Ello son expresados como si no hubiese Yo, pero tienen la misma raíz. En el interés de enriquecer la organización del Ello, en la Interpretación de los sueños (1900), pág. 689, se refiere a la formulación del deseo, donde la primera necesidad y satisfacción física se obtiene de una determinada manera y que al presentarse nuevamente la insatisfacción psíquica se busca el mismo camino físico de satisfacción: “Esta primera actividad psíquica tiende… a una identidad de percepción… a la repetición de aquella percepción que se halla enlazada con la satisfacción de la necesidad”. Pero, igualmente sucede para la insatisfacción; así, en Observaciones sobre la teoría y práctica de la interpretación onírica (1922), pág. 2.625, dice: “Las vivencias correspondientes al primer periodo… de todo punto desagradables, logran labrarse acceso a una forma cualquiera de reproducción”. Esta identificación perceptiva responde a la sustancialidad del Ello que se hace proyección. Y pueden estar presentes simultáneamente ambas circunstancias, satisfacción e insatisfacción, una acción y su contrario la disimulación. La multifuncionalidad, por ej., del órgano, es una expresión de la característica omnímoda del Ello. Así tenemos identidad de percepción para las acciones placenteras como para las displacenteras. O para acercarnos con mejor comprensión, el Ello se aprovecha del soma para desplazarle sus contenidos, proyectando sobre cualquier realidad su sustancial percepción, idea o principio, ofreciendo multiformalidad y multifuncionalidad a una sustancialidad. En La Represión (1915), pág. 2.055, dice: “Observamos asimismo que los objetos preferidos de los hombres, sus ideales, proceden de las mismas percepciones y experiencias que los objetos más odiados”. Ampliando, diríamos que en el Sujeto, la existencia de los objetos ideales tiene por fin ocultarle sus elementos psíquicos negativos, entre ellos el dolor, que es transformado reactivamente en ira y proyectada a la realidad externa, la cual en algún momento le hará sentir el sufrimiento ante su soledad: dos lados de la misma moneda. Así podemos colegir la presunción de la unicidad de la fuente energética psíquica del Ello en su relación con el Yo y con el Objeto. Y en el soma se puede observar este psiquismo que pasa por un prisma y ofrece diferentes versionesde su primera existencia. Esta pretensión se comprueba técnicamente cuando, en el enamoramiento, el Yo despreciado por el Objeto, FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 31 puede disminuir su pasión enamorada al observar sus falacias en relación al Objeto secundario y su dolor ante la ausencia del Objeto primario y el real por sus propias erradas percepciones y soledad espiritual. Continuando, Freud señala en su libro Lo inconsciente (1915), pág. 2.072, las características de su homónimo que los iguala para el Ello en Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis (1933), pág. 3.142: “El Ello… es la parte oscura e inaccesible de nuestra personalidad… tiene carácter negativo… antitético del Yo”. Así que el Ello es negativo, en caso de que el Yo fuese esencialmente positivo; pero actualizado a nuestra manera el Yo y el Ello, siendo el Yo igual al Ello, concluimos que ambos comparten su esencia: El Ello tiene su sector limitante, enfermo, adolorido, negativo; pero igualmente su remedio, la introyección y aceptación de su máximo deseo mortal. AVE propone la posibilidad del Ello en mostrarse en el Yo como destructivo o constructivo, mediante lo cual expresa su permanente estabilidad, circularidad y posibilidad reconstructiva. El Ello -pág. 3.142-, “se carga de energía emanada de los instintos”, que supuesto con AVE se carga de su fuerza psíquica inmanente y que también técnicamente puede reconstruir. El Ello “carece de organización, no genera una voluntad conjunta”. Pero en las formulaciones AVE, la organización lograda por el Yo obliga la inferencia de la conformación del Ello; voluntad en mantener su estado soberbio y limitado permanente de donde intenta fracasadamente excluir positivo o negativo mostrándole denodadamente su orgullo ante la limitación, y al ser semejante al Yo puede mostrarse en él constructivo o destructivo, físicamente distante de lo psíquico. El Yo es la aparente servidumbre y copia de su antecesor escondido en lo somático: “Y si sólo la aspiración a dar satisfacción a las necesidades instintivas conforme a las normas del principio del placer”. En la formulación AVE, el Ello tiene como primer comando para el Yo la procreación placentera del soma para ejercer su proyección y mantener su vitalidad. En segunda instancia, la presencia de la muerte del soma para fortalecer la especie y cultivar su proyección vital. Y de esta manera obligar al reconocimiento de su engañosa grandeza para sostener la circularidad sobre su máxima autoexpresión, la soberbia y el deseo de muerte. Así la presencia de la vida es finita en el soma, atemporalidad en el inconsciente y terminal en el consciente, pág. 3.142: “No son válidas las leyes lógicas del pensamiento”, sino las leyes de su ellismo grandioso, con lo cual oculta su limitación y desarrolla con magna fuerza traducida en pasión: “Impulsos contradictorios coexisten en él, sin anularse mutuamente o restarse unos a otros”. El Ello es y tiene su destino circular, su fuerza es para Jesús Orlando Mora Contreras 32 mantenerse en su estado superior, ese es su propósito, por lo tanto las contradicciones están en el Yo, donde razonablemente se cuestiona sobre su paradoja. Al desarrollar la fuerza ellista superiorizante, poderosa, todas sus acciones están destinadas a sustentarlo, muriendo el soma individual se mantiene el Ello: “No hay nada equivalente a la negación”; así cuando el Yo se opone al Ello, éste paga con sufrimiento sus caprichos de superioridad: “No hay nada que corresponda a la representación del tiempo… ni modificación del proceso anímico por el decurso del tiempo… los impulsos optativos son… inmortales”. El Ello es inmortal, intentando mantener su condición, sin embargo al estilo de AVE con la introyección permitir su reformulación. Con las precedentes afirmaciones AVE se fortalece para dejar lo instintivo en el soma y conservar la fuerza psíquica del Ello. Éste es atemporal; pasado, presente y futuro es el mismo. Se interpreta que un hecho ocurrido en el pasado infantil, conserva la misma intensidad, cualidad, percepción y expresión adquirida de niño y se refleja en la vida adulta. Y cuando ese acto psíquico se observa en el futuro, conserva la emocionalidad infantil. Así por ejemplo, la relación con mi madre a los cinco años es exactamente la misma que con mi esposa a los 65 años, igual a la que tienen mis padres a los 80 años. Al ser el mismo Ello, es eterno, único, porque se mantiene la misma caracterización en la especie durante la temporalidad diseñada para el soma; diría Parménides, inmanente, perdurable, inmutable, uno, indivisible. En cuanto al tiempo humano, es una dimensión caracterizada por el pensamiento yoíco referencial; el día y la noche son circulares, iguales, sin envejecer, mientras que el soma se deteriora, asignándole a su tiempo categoría finita. La representación eterna del Ello se da diariamente con el nacimiento de un nuevo soma, al cual le desplaza su estructura psíquica inmutable y en el Yo se muestra esa inmutabilidad mediante la circularidad del soma. En cuanto a la presencia del amor y odio se informa en el El Yo y el Ello (1923), pág. 2.728: “El Ello carece de medios de testimoniar al Yo amor u odio”. Esta afirmación indudablemente nos deja boquiabiertos, porque, cómo se posibilita desde la sustancialidad, el amor y el enamoramiento en el Yo ¿Qué es el amor, cómo se da, por qué o para qué se siente, o quizás está ausente? Por otro lado, leemos en otra de las citas, la ley del Ello, cuando el Yo se reprime el odio al Objeto, sufre en sí los efectos desastrosos de la ira de su antecesor, sea de manera psíquica como somática. Y cuando una necesidad libidinal o FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 33 tanática queda reprimidamente insatisfecha, aparece el castigo en el Yo. Entonces, éste carece de amor, pero puede observarse en el Yo su formación emocional reactiva en las distintas clases de amor. También el Ello carece de odio, pero puede observarse la destrucción en el soma, la cual está destinada a la perpetuación del Ello. La inferencia por las consecuencias liberadores de AVE permite aseverar que el Ello, en función de su limitación tiene soberbia ante ella y se expresa en todo aquello que va en contra de su reconocimiento especialmente con su deseo de muerte que inalcanzable para sí es otorgable al soma. AVE permite comprender que el Ello busca el máximo reconocimiento a su superioridad y todo lo que no esté con él está contra él. Con esta altísima necesidad de adoración muestra su inferioridad. Las manifestaciones afectivas son simulaciones o engaños del Ello en el Yo para ocultar los caminos de búsqueda hacia la verdad residente en sus entrañas, mantener su ellismo, mantener el soma. Esta ley es una evidencia más para mostrar la soberbia del Ello ante la inferioridad y observarlo a través de los daños en el Yo. AVE opone a la carencia de odio o amor en el Ello, la inflexibilidad de su soberbia. Los castigos al Yo por su irreverencia al Ello se muestran contra el Objeto y contra sí, cuando se genera la introyección desaparece la persecución, mejora el Yo y el ambiente se transforma en positivo y esto es el amor, en nuestros términos para aclarar confusión se le llama egofilia. El Ello carece de formulaciones éticas; pág. 3.143: “No conoce juicio de valor; ni el bien ni el mal ni moral ninguna”. Un ellismo dominante, solo es él, su circularidad, su superioridad. Sin embargo, observamos la potencialidad de la emoción negativa que mediante la introyección transforma el odio del Ello en ellofilia y egofilia. Ambas se caracterizan por ser la conversión del odio en protección desapasionada automática inmanente para ambos. Sin embargo observaremos que el Ello a través del conocimiento del Yo puede construir su ética. “El Ello se encuentra bajo el dominio del instinto de muerte”. Hemos excluido lo biológico del instinto,así que el Ello es eterna psique. Por lo tanto hipotéticamente diríamos: El Ello contiene el deseo de su muerte, pero imposibilitado para ejercerlo en sí, lo ejecuta engañosamente en el soma: “Y quiere obtener la paz, acallando, conforme a las indicaciones del principio del placer, al eros perturbador. Pero con esta hipótesis tememos estimar muy por abajo la misión del Eros”. La misión del eros somático es otorgar la presencia eterna de la especie, para facilitar la proyección del Ello. El Ello carece de paz, usa la mentira para mantener su pervivencia y la inflexibilidad para observar sus deseos Jesús Orlando Mora Contreras 34 fallidos de autodestrucción. Y el amor psíquico se re transforma a su origen por la introyección, fortaleciendo éticamente al Yo y al Ello. De esta manera podemos hablar de la potencialidad del Ello y del Yo para convertir su energía negativa en edificante. Dice la cultura que cuando el Yo se enfrenta a la muerte y le vence, se disminuye o elimina el miedo. En nuestro aprendizaje con AVE, encontramos que el temor a la muerte proviene de los deseos suicidas venidos por la furia del Yo ante las frustraciones, pero que, al enfrentarse progresivamente y con la ejercitación continuada de AVE, se disminuyen estos contenidos y el Yo puede tolerar su soledad y la muerte con menos angustia. El Ello es, sustancialmente, espíritu, alma, psique, mente, es uno aparentemente inmutable, indivisible, atemporal, organizado. Afirma la Filosofía dos categorías opuestas: El Ser y el no Ser. Mediante AVE se puede observar al Ello como el ser que es y al Yo como el ente que no es y que puede ser. El Yo es proyección del ente inconsciente, es distorsión, ilusión, inexistencia. Aunque es un planteamiento original filosófico, se le apertura espacio en esta investigación para describir psicológicamente ambas afirmaciones. Al experimentalmente investigar a la proyección y disminuir sus consecuencias, el Yo deja de ser lo que fue para acercarse al Ello quien es. Continúa en la pág. 3.143: “La energía… es más fácilmente móvil y capaz de descarga… desplazamiento… y condensación”. Porque es psique y esta mutabilidad procede del deseo engañador del Ello. Al aceptar su acción de la multifuncionalidad se puede inferir la multilateralidad de los mecanismos falaces que proyecta la sustancialidad en un solo lugar transformada en varias emociones, desde A hasta Z. Eso explica el dolor de la separación y la alegría de encontrar un nuevo objeto. Al Ello le es muy difícil tolerar su soledad o mejor la ausencia de soma en quien proyectar y trata de ocultar su error mediante los mecanismos referidos. Con AVE se explora la proyección y se disminuye la intensidad de los mecanismos mencionados y nos ayuda a la comprobación de la filosofía. En Compendio del psicoanálisis (1937), pág. 3.382, dice: “La interacción sinérgica y antagónica de ambos instintos básicos da lugar a toda abigarrada variedad de los fenómenos vitales”. Con las hipótesis AVE sobre el Ello se expresaría, por la interactiva superioridad e inferioridad, la consideración sobre un total dominio sobre la vida del Yo con búsqueda exclusiva de reconocimiento de su importancia y expresión de autoengaño, FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 35 debe observarse en el Yo una extensa y variada manifestación aparente de todas sus proezas. Los logros del Yo provienen de la negación sustancial de la limitación y la formación reactiva del deseo muerte. Para Esquema del psicoanálisis (1938), pág. 2.741: “Si se acepta la diferenciación… que divide el aparato anímico en un Yo vuelto hacia el exterior y dotado de conciencia y un Ello inconsciente dominado por sus necesidades instintivas”, o sea el ellismo sustancial omnipotente, “El psicoanálisis deberá ser considerado como una psicología del Ello (y de su acción sobre el Yo)”. Aspecto al cual experimentalmente nos adherimos. e. El Yo La complejidad dinámica subyacente que permite la interacción inter e intraestructural, el origen psíquico somático, consciente e inconsciente, la energía física mental, la dinamicidad de los mecanismos de defensa, son elementos que hacen difícil definir al Yo y fácilmente se comete error al hacerlo. Sin embargo, extraemos de los textos sobre el Ello los alcances del Yo como el conjunto de facultades y emociones dispuestas al servicio de la voluntad: Lo consciente, los principios del placer y realidad, para AVE el de la verdad, la percepción, pensamiento, el soma, la inteligencia, la creatividad, la afirmación, la temporalidad. El Yo es un facsímil del Ello. Por ende, incursionando en el primero se conoce al segundo. El Yo puede anular sus facultades y al suceder pierde contacto con la realidad, siendo el Ello quien se relaciona con la misma expresando al máximo su soberbia y superioridad en la psicosis. El Yo es formalidad, apariencia, caracterizaciones a la sustancialidad del Ello; está oculto en el soma en el cual se representa la vida y muerte, amor y agresión. La energía del Yo proviene del Ello, dando la apariencia de originarse en el soma. Así el Yo es Ello, el primero es proyección del segundo. El Yo tiene apariencia de ser autónomo, pero es dependiente del Ello, como éste del Yo. En Compendio del psicoanálisis (1938), pág. 3.380, se adentra en sus descripciones. Como síntesis general y primeras postulaciones teórica laborales de AVE se expresa que el Ello es psique, origen, uno, está conformado, se suple de su energía inherente, es sustancial en su parte constructiva y es mutable aparentemente en su parte proyectada. Está Jesús Orlando Mora Contreras 36 constituido por una inferioridad que se transforma con la formación reactiva en superioridad. Genera los mecanismos falaces, negación de su inferioridad, generando con la formación reactiva la superioridad, con la identificación introyectiva y proyectiva incorpora e imita las características del Objeto, con la proyección oculta su inferioridad y deseo de su muerte, que lo consigue en el soma. El Ello se proyecta en el Yo, quien lo hace a su vez en el Objeto y esta retorna al Yo, haciendo a los tres sustancialmente idénticos y formalmente distintos; el Ello rige al Yo, hace su vida en el mundo oscuro, pero al igual que el Yo, cuando se le conoce su contenido puede aclararse sus debilidades, mentiroso, truculento, astuto, creativo sin ser creador, manipulador, sin género, con potencialidad para lograr su propio bienestar evolutivo. El rechazo absoluto a la inferioridad se postula como causa del trastorno mental y físico. El Ello mediando el Yo, usando el principio introyectivo de la verdad de sus aspectos limitantes, negativos y dolorosos, puede conseguir reorganización y paz. Este descubrimiento es paradójico, ya que buscando su debilidad se fortalece. AVE es una técnica que permite la apertura del inconsciente, permitiendo la comprobación científica de algunos de sus contenidos, Ello, teoría de la represión, mecanismos de defensa. Se activa la introyección para recuperar las proyecciones del Ello intermediando el Yo. FREUD: LIBERANDO A PROMETEO 37 Investigación con AVE La investigación mental puede ser alcanzada con AVE. Ha sido aplicada al tratamiento de las personas aquejadas de trastorno mental y enfermedad física. Los resultados señalan la general mejoría de sus dolencias. Desde el año 2000 al 2010 se practicó AVE en el Hospital Central de San Cristóbal, en la Dirección de Salud Mental, en sus áreas de consulta externa y hospitalización en pacientes neuróticos y psicóticos. También la consulta en las entidades públicas, entre ellas Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, en sus direcciones de Prevención del Delito y Oficina Nacional Antidrogas, donde se atendían personas imputadas por los distintos tribunales penales, entre ellas:
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