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https://bozitovajaxu.mifuj.co.za/gdy?utm_term=eventracion+definicion+pdf Eventracion definicion pdf Una eventración es una hernia que aparece en la zona abdominal como consecuencia de una incorrecta cicatrización de la incisión que se realizó durante una intervención quirúrgica. Las eventraciones pueden ser clasificadas por la zona abdominal en la que se ubica, por cómo se han formado y cómo se exteriorizan. Los especialistas recomiendan realizar un tratamiento quirúrgico para la eliminación completa de una eventración, ya sea por medio de una cirugía abierta o una cirugía laparoscópica. Una eventración o hernia incisional como consecuencia de la incorrecta cicatrización de la incisión realizada en una intervención quirúrgica. Se trata de una herida que se ha cerrado mal o no ha sido curada correctamente, produciendo daños en los tejidos. Esta situación provoca que los tejidos afectados se separen y las vísceras puedan desplazarse hacia el tejido graso que se encuentra debajo de la piel. La formación de una eventración aparece en forma de bulto en la zona abdominal, donde se había realizado la intervención previamente. A pesar de que no suele provocar dolencias, el paciente puede notar molestias. En caso de no ser tratadas a tiempo pueden producir estrangulación, por lo que se recomienda acudir a un especialista en cuanto se detecte el problema. Existen tres elementos importantes que conforma la eventración: el anillo, el saco y el contenido. Anillo El anillo u orificio de eventración está formado por bordes musculares contraídos e invadidos por tejido fibroso. Los bordes de este anillo o defecto parietal son determinados con precisión palpando la eventración mientas el paciente se encuentra tumbado. De esta forma el especialista puede determinar el espesor y consistencia del mismo. Saco El saco de eventración se forma cuando se inicia la separación músculo aponeurótica. La aponeurosis es una fina membrana que envuelve a los músculos cuya función es la unión de la musculatura. Cuando se produce la separación el saco se va formando con tejido conjuntivo fibroso, que se adhiere a la cicatriz. Contenido El contenido del saco puede variar, puede ser el epiplón, el intestino delgado, ambos a la vez o el colon. Este contenido puede ser reductible o irreductible, la causa de no poder reducirlo se da cuando el contenido se encuentra atascado en el interior del saco. Además existe la posibilidad de que esté estrangulado, llegando al máximo nivel de gravedad. A continuación desvelamos otros detalles sobre esta problemática, sus tipos, síntomas y tratamientos. Según el proceso de formación de una eventración encontramos las siguientes clasificaciones: Eventración crónica Se trata de un tumor o bulto causante de dolor cuyas formas, dimensiones e intensidad varían en cada caso. Las eventraciones pequeñas normalmente son detectadas por el médico en un examen clínico de rutina. El aumento de tamaño se produce lentamente, pero pueden llegar a tener dimensiones grandes, dando lugar al cambio de ubicación de los intestinos, desplazándolos fuera del abdomen a la bolsa de eventración. Durante la fase de diagnóstico el especialista normalmente observa un bulto en la zona abdominal que sobresale, sobre todo cuando se realizan esfuerzos. Normalmente son de superficie lisa, aunque pueden presentarse en forma irregular cayendo por su propio peso sobre el abdomen en forma de bolsa. La piel que la recubre es delgada, pigmentada y se comprueba la presencia de la marca de la cicatriz. Eventración Aguda La eventración aguda o dehiscencia laparotómica consiste en la división y separación de los bordes de una herida quirúrgica suturada, con exteriorización o no, del contenido de la cavidad abdominal. Pueden ser: Dehiscencia parcial: También se denomina eventración aguda cubierta. Aparece cuando ceden los planos parietales profundos (peritoneo, músculos y aponeurosis) que conforman el interior del abdomen, pero se mantiene la piel ilesa por ser una capa más resistente y flexible. Dehiscencia completa: Es aquella en la que todos los planos o capas de la pared abdominal se han separado, incluso la piel. En ocasiones el intestino, protegido por una capa de fibrina, no asoma por la herida. Otras veces se puede observar de forma evidente, obligando a efectuar una cirugía de urgencia. Una eventración se puede producir en diferentes lugares del abdomen. Su denominación es la siguiente: Eventración medial: Son las más frecuentes y aparecen en la línea media del abdomen, es decir, la zona central del vientre. Para ser más específicos este tipo pueden ser diferenciados en varios subtipos: Epigástricas y periumbilicas, cuando el problema se encuentra en la línea media epigástrica y en las proximidades de la región umbilical. Es la zona central desde el ombligo hasta la parte superior del abdomen. Subumbilicales, localizadas en la línea media infraumbilical, es decir, por debajo del ombligo. Eventración lateral: Son menos frecuentes que las mediales, se dan en aproximadamente el 20% de los casos. Éstas también se diferencian en dos subtipos: Ilíaca, se dan cuando el borde inferior del anillo de la hernia está formado por el músculo psoas y la rama horizontal del pubis, estas zonas se encuentran en los laterales del abdomen. Lumbares, secundarias a lumbo laparotomías. La eventración aparece en la altura lumbar y se exteriorizan en el abdomen. Las eventraciones, también llamadas hernias incisionales o ventrales, son complicaciones producidas, como se ha comentado anteriormente, por una mala cicatrización tras la cirugía abdominal. Esta afección puede darse en algunos de casos que se ha sometido a una intervención en la zona abdominal, independientemente de que haya sido una hernia o no. Además de ser causadas principalmente por la mala cicatrización o curación, también se puede dar por otros factores como: Obesidad, un peso elevado produce presión excesiva sobre el abdomen. Facilitando la aparición de bultos que pueden conllevar la formación de hernias ventrales. Edad avanzada. Con la edad se es más propenso a que las heridas tarden más en curar, algo que junto a otros factores de riesgo como realizar esfuerzos antes de finalizar la recuperación, pueden repercutir en la malformación en la zona cicatrizada. La malnutrición provoca disfunciones como debilidad muscular, alteración en la capacidad de respuestas vitales y alteración en el flujo de los líquidos corporales. Ascitis o problemas hepáticos y renales (uremia), se trata de acumulación de líquidos dentro del abdomen derivados del mal funcionamiento del hígado o los riñones Hematoma postquirúrgico. Se puede dar por la hematosis durante la intervención, provocando la aparición de hematomas. Estos se pueden infectar y provocar la eliminación de los puntos de sutura, produciendo una zona indefensa y con posibilidades de formar hernias. Tabaquismo o tos crónica, tienen como consecuencia la realización de sobreesfuerzo de la zona abdominal. Embarazos múltiples, el peso y el espacio ocupado por los fetos durante el embarazo, provoca que se genere una presión excesiva sobre las paredes abdominales, debilitándolas y exponiendo al vientre a la posible formación de hernias ventrales. Levantamiento de objetos muy pesados o realización de ejercicio físico intenso. Realizar este tipo de actividades posibilitan la formación de hernias causadas por sobreesfuerzo de la zona y aumento de presión durante el ejercicio. Para detectar que el paciente sufre de eventración podrá notar diferentes síntomas, siendo el más común la aparición de un bulto en la zona de la incisión. A continuación, hablamos del resto de indicios propios de la eventración. Los síntomas propios de la eventración pueden variar en cada caso, aun así el más frecuente es la aparición de una deformidad en la pared abdominal en la zona de la cicatriz o próxima a ella. Normalmente ocurre cerca del ombligo y también en el centro o línea media del abdomen. La presencia de esta formación suele ir acompañada de molestias y dolor cuyogrado puede variar. También es posible que el intestino que se encuentra en el interior del saco herniario con adherencias al mismo, provoque alteraciones en el funcionamiento del tránsito intestinal, provocando episodios de obstrucción. Otro síntoma grave de la eventración son los episodios de incarceración, es decir, las vísceras son atrapadas dentro de un orificio estrecho, la hernia. Si no se detecta a tiempo, se podría provocar estrangulamiento del órgano. En estos casos el dolor es muy intenso, la zona de la inflamación de la eventración aumenta y el paciente puede presentar fiebre. En caso de producirse el estrangulamiento, se producirá una disminución notable de la circulación del contenido del intestino o colon, si se deja pasar el tiempo, puede provocarse una perforación del intestino. Para realizar el diagnóstico, en primer lugar el especialista buscará y examinará por medio de la palpación el bulto que se encuentre en el abdomen. Para que la exploración sea más fácil, el médico puede pedir que el paciente realice esfuerzos abdominales como, por ejemplo, toser o contraer los músculos del abdomen. Otras pruebas secundarias que permiten observar con mayor detalle la formación de la eventración son: Ecografía, se trata de una prueba que muestra el interior del abdomen, permitiendo observar el estado de los órganos y los tejidos TAC (Tomografía Axial Computarizada). Con esta prueba se permite observar el estado de la hernia, el tamaño y facilitar información sobre qué la está provocando. Se realiza por medio de rayos X, que muestran las imágenes del interior del abdomen del paciente. Tras el diagnóstico, normalmente se procede a recomendar realizar una intervención quirúrgica para remediar las molestias, dolores o posibles complicaciones provocadas por la eventración. Siendo normalmente dos tipos de tratamientos los que se realizan. Por un lado la cirugía o hernioplastia abierta, y por otro lado la cirugía o hernioplastia laparoscópica. Estas intervenciones consisten en corregir el defecto y proceder a colocar una malla. El tipo de malla o prótesis de pared que se introduce para corregir la deformación dependerá del tipo de eventración, condiciones que afectan a la recuperación del paciente como por ejemplo infecciones y posición de la malla teniendo en cuenta la zona afectada. Cirugía o Hernioplastia abierta Esta técnica consiste en abrir al paciente por la zona abdominal y examinar e intervenir el interior. Los pasos que se realizan en la hernioplastia abierta de eventración son: En primer lugar, se aplica la anestesia al paciente, evitando que pueda sentir molestias o dolor durante la cirugía. Tras la anestesia, el cirujano realiza una incisión de unos 5-10 cm para llegar al bulto. Cuando el cirujano llegue hasta la eventración, vuelve a colocar en la correcta posición la parte de contenido que se encontraba fuera. Una vez reubicado el contenido, el especialista colocará una malla quirúrgica donde se encuentra el defecto, de tal manera que ésta realice la función de la pared abdominal y evite que se vuelva a producir la protrusión. Para finalizar la intervención, el especialista cerrará la herida con puntos de sutura. Esta intervención suele durar entre 30 y 40 minutos. Cirugía o Hernioplastia laparoscópica A diferencia de la cirugía abierta, en este tipo de cirugía sólo se realizan unas pequeñas incisiones para solucionar la eventración. Esta intervención consiste en: El primer paso para dar comienzo a la intervención es aplicar la anestesia al paciente. En cuanto la anestesia hace efecto, el cirujano procede a realizar 3 ó 4 pequeñas incisiones en la zona donde se encuentra la eventración. Por una de las incisiones realizadas, el cirujano introduce un laparoscopio, que se trata de un instrumento quirúrgico que, en uno de sus extremos, tiene una cámara diminuta y una fuente de iluminación, que permiten al doctor ver en el interior de la cavidad abdominal del paciente. Por las demás incisiones realizadas, se introducen otros instrumentos quirúrgicos que permiten intervenir al paciente correctamente. Una vez reparada la hernia ventral, el cirujano coloca una malla quirúrgica de material sintético en la zona del abdomen dañada para fortalecer la zona y evitar que la hernia se vuelva a producir. Por último, el cirujano sutura las incisiones. A diferencia de la cirugía abierta la intervención con laparoscopia tiene una duración entre 90 y 120 minutos. A pesar de que esta intervención se realiza durante más tiempo, tiene importantes ventajas, que son: Menor tiempo de recuperación del paciente Cicatrices más pequeñas, son casi imperceptibles debido al diminuto tamaño de las incisiones realizadas. Menor dolor postoperatorio. Nuestros usuarios han valorado este Artículo con: 5 (100%) 1033 votos Aviso médico: Los contenidos publicados en Operarme.es tienen como objetivo la divulgación, a un público general, de información médica de confianza y están revisados por profesionales sanitarios. En ningún caso, debe ser utilizada para realizar un diagnóstico, indicar un tratamiento o sustituir la opinión médica de un profesional en consulta presencial. Más información en los enlaces a continuación: Si te ha gustado compártelo Academia.edu uses cookies to personalize content, tailor ads and improve the user experience. By using our site, you agree to our collection of information through the use of cookies. 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