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CONSOLIDACIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE COMO ALTERNATIVA PARA LA VIVIENDA RURAL: INNOVACIÓN EN EL MARCO DEL POSCONFLICTO Andrés Camilo Díaz García, Pauline Andrea Puentes Báez, Germán Felipe Muñoz Ascuntar Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad Comisión de Jóvenes, Sociedad Colombiana de Ingenieros ancamilodiaz071@gmail.com pauliapuentes.icnv@gmail.com germanmunozsci@gmail.com Resumen La transición de los procesos productivos hacia unos con menor huella de carbono y asequibles a toda la población son parte trascendental en la consolidación del desarrollo sostenible, en especial en zonas rurales donde las comunidades han sido históricamente marginadas, por lo que se convierte en uno de los actores principales en el proceso de nuevas dinámicas productivas en esa transformación de las condiciones de vida del campo. Con este trabajo se busca plantear una propuesta de alternativas de proyectos de vivienda en zonas rurales con técnicas y materiales constructivos sostenibles, con procesos participativos donde la comunidad coopera en las distintas etapas del proyecto, dotándose de herramientas intelectuales y recuperando prácticas ancestrales para generar actividades productivas locales, siendo la construcción de vivienda uno de los ejes de la productividad en el país a la vez que se genera una apropiación social del territorio y del conocimiento. Se han analizado desde el Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad distintos aspectos del sector productivo y su proceso de transformación a una industria sostenible, recopilando los distintos resultados y apuntando a tener una base piloto para ejecutar proyectos de vivienda con técnicas de construcción en tierra y madera, siendo estas adoptadas por las comunidades desde hace tiempo, a diferencia que actualmente estos proyectos se desarrollen con el respectivo acompañamiento y capacitación profesional para garantizar la calidad de los procesos. Palabras clave: sistemas constructivos en tierra y madera, transición a la sostenibilidad, vivienda social rural 1. Introducción La transición de la industria de la construcción hacia la sostenibilidad comprende acciones sinérgicas entre los distintos actores que componen este sector productivo, en cabeza de los entes gubernamentales. Ésta parte de la generación de un marco normativo amplio, que abarque los distintos contextos y formas de acceder a recursos en la variada geografía nacional, y de la promoción de proyectos que involucren lineamientos de sostenibilidad en sus distintas etapas de ejecución, orientando los procesos constructivos hacia unos con baja huella de carbono. Entre tanto, desde el sector empresarial y profesional se deben plantear propuestas que garanticen el equilibrio en las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económica y ambiental), reconociendo la relevancia que tiene para la economía nacional y su trascendencia al momento de atender las necesidades básicas de la población. Dado que los procesos convencionales de construcción existentes consumen mayores recursos económicos y ambientales, siendo el procesamiento, suministro y disposición de materiales uno de los principales aspectos que elevan dichos costos en el ámbito de la vivienda rural dispersa (además de su elevado consumo de energía y emisión de GEI), se evidencia la necesidad de plantear alternativas de proyectos habitacionales que se piensen bajo principios de uso y manejo eficiente de los recursos locales, involucrando mano de obra y materiales del sector, adaptándose al contexto socioeconómico y cultural de la zona, explotando así el potencial natural. Reconociendo estas situaciones y el rol de la ingeniería en estos procesos, se pretende generar una propuesta para el desarrollo de proyectos de vivienda por medio de sistemas constructivos alternativos, con materiales y tecnologías sostenibles y asequibles a la población nacional (principalmente la rural por su condición histórica de vulnerabilidad en que ha permanecido), buscando formas innovadoras de atender las necesidades de las comunidades que carecen de acceso a medios para solucionar las problemáticas de vivienda, logrando convertirse en un foco de innovación para los profesionales y personas que encuentran en la construcción sostenible una oportunidad de desarrollo integral. Esta propuesta busca implementar proyectos habitacionales por medio de cooperativas de ayuda mutua en el sector rural, complementando con la dotación de servicios de agua potable y energía, a partir de propuestas desarrolladas en grupos de investigación y fundaciones sociales, todo en el marco de una visión holística que aporte a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible en el sector rural. 2. Propósito Actualmente, y pese a los procesos de migración poblacionales a las ciudades, el déficit habitacional en el sector rural colombiano sigue siendo alto. Según cifras del DANE, de un total de 3,1 millones de hogares rurales, 1,60 millones presentan algún tipo de déficit habitacional, ya sea en la modalidad de vivienda nueva o mejoramiento, sumando en el primero un total de 100 mil viviendas nuevas que se requieren suplir para mejorar su calidad de vida y reducir la pobreza multidimensional en lo relativo a condiciones de vida. En este contexto, la propuesta propende por mejorar las condiciones de vida en la ruralidad colombiana, donde el acceso a vivienda digna es una de las principales necesidades básicas a satisfacer, convirtiéndose la construcción en tierra y madera en la actividad productiva más idónea a implementarse allí, dada la práctica disposición de materiales in situ en cualquier región del país y la amplía posibilidad de promoción de nuevas dinámicas laborales en las zonas rurales. En línea con lo anterior, la construcción de vivienda nueva en materiales sostenibles no sólo apunta a resolver el alto déficit habitacional en el sector rural visto como un indicador en las estadísticas del DANE, sino que se constituye en un punto de partida para mejorar las condiciones de vida en el sector rural como un todo. Proveerles de vivienda digna y de calidad permitirá entre otras, que la construcción sostenible se convierta en un dinamizador de la productividad local y regional en los diferentes contextos en que se puedan brindar soluciones innovadoras con procesos alternativos de construcción. Por otro lado permitirá generar un nicho de innovación donde la sostenibilidad se convierta en el eje de la transformación de los procesos productivos hacia unos con baja huella de carbono, y en este proceso, permitirá reconstruir el tejido social en muchos lugares donde las dinámicas del conflicto destruyeron los procesos colectivos y cooperativos de trabajo de las comunidades, fortaleciendo los lazos sociales y las organizaciones campesinas y comunales. Finalmente, permitirá el desarrollo tecnológico, de innovación y la formación de los espacios de intervención de los profesionales que encuentran en el desarrollo sostenible una oportunidad de ejercicio y desarrollo profesional, a la par con la obligación del cumplimiento de compromisos estatales hacer frente a la crisis climática. Para abrirse camino y consolidarse en el escenario productivo, logrando su impacto social ya discutido, esta propuesta de construcción sostenible en zonas rurales, requiere un avance del estado en diferentes aspectos: 1) políticas públicas de vivienda del gobierno; 2) normatividad técnica y legislación; y finalmente 3) transición hacia una visión holística del sector productivo desde los gremios de la construcción. En lo que tiene que ver con política pública, es de reconocer que desde el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 el Gobierno Nacional le ha impreso algunos cambios a la orientación de la política de vivienda, entre otras, efectuando un cambio trascendental a la arquitectura institucional, transfiriendo la formulación de política de vivienda rural del Ministeriode Agricultura al Ministerio de Vivienda a través de Fonvivienda. Así mismo, disponiendo de ingentes recursos a través del Programa de Vivienda de Interés Social y Prioritario Rural (Resolución 126 de 2019) donde se otorgan vivienda nueva y mejoramientos a familias víctimas del conflicto. No obstante todo lo anterior resulta positivo, estos programas revelan que el ideal de progreso oficial continúa asociado al uso del cemento, el acero y el ladrillo como materiales predominantes de construcción, soslayando los grandes beneficios en términos de asociatividad, cooperativismo y reducción de huella ambiental que tendría el uso de materiales no convencionales o técnicas vernáculas de construcción, así como una mayor eficiencia en el uso de los recursos pues éstas requieren costos muchísimo menores dando alcance a mayor número de familias beneficiarias1. Pero, lo anterior no puede ser posible si la normatividad técnica existente no es actualizada e incluye estas técnicas no convencionales de construcción, pues el hecho de que sea vivienda rural no debe escatimar en la necesidad que se cumplan los requerimientos técnicos que le confieran propiedades sismo-resistentes y otros requisitos estructurales necesarios para la comodidad, funcionalidad y seguridad de los propietarios de las viviendas. Esto se constituye en una verdadera limitante para los proyectos de construcción sostenible de vivienda, tanto en aquellos de iniciativa pública como privada que pudieran demostrar una factibilidad en aspectos económicos como sociales, pues se verían abocados al uso de materiales convencionales que aumentarían sus costos y por tanto, reducirían su alcance, abandonando en todo caso, su impacto ambiental y el propósito integral de fortalecer el cooperativismo de las comunidades apartadas. Finalmente, otro de los aspectos en que se debe avanzar está relacionado con una visión algo reduccionista de los gremios nacionales de la construcción con respecto a la sostenibilidad de la industria que representan, pues tanto sus certificaciones como lineamientos de construcción sostenible están dirigidos a edificaciones de tipo urbano, principalmente institucional, comercial y de servicios. Lo anterior como se ha venido observando en la certificación EDGE que opera en Colombia CAMACOL y las certificaciones LEED y Casa Colombia del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, certificaciones cuyo énfasis de calificación está relacionado más con el ahorro energético durante la operación de la edificación que con los materiales empleados durante la obra, por lo que las construcciones en tierra y madera del tipo rural cuyo foco de ahorro energético y reducción de emisiones corresponden principalmente a la etapa de construcción se salen de los criterios. 3. Metodología Este trabajo elaborado desde el Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad (I & S), en el marco de trabajo de la comisión de jóvenes de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), se viene desarrollando el proyecto de investigación “Construyendo el cambio para el desarrollo sostenible. Alternativas para la consolidación de la sostenibilidad, equidad e inclusión en la industria de la construcción”, donde entendiendo los diferentes factores y dinámicas que los componen, se han hecho estudios en distintos aspectos para contextualizar el entorno actual de la construcción sostenible, y cómo esto responde a las necesidades reales de las personas, a la transformación de los procesos productivos con propuestas eficientes, innovadoras y sostenibles, logrando una transición hacia un sector productivo bajo en carbono. Inicialmente se buscó entender el rol trascendental de la ingeniería en los procesos de desarrollo sostenible, reconociendo el marco político que rige el sector, y la propuesta desde el gobierno de transición hacia una economía de crecimiento verde, comprendido en políticas intersectoriales que proyectan un horizonte de mitigación y adaptación al cambio climático con un modelo de desarrollo sostenible. De esta forma se buscaba comprender el entorno institucional que enmarca los procesos de transición hacia la sostenibilidad y los compromisos nacionales e internacionales adquiridos por el estado colombiano, de modo que se visualice el campo de acción en que se trabajará. De acuerdo a lo obtenido con este artículo (Comisión de jóvenes ingenieros SCI, 2017), se continuó el análisis del marco político y normativo centrando el estudio en el sector de la construcción, y particularmente en conocer el contexto de proyectos de construcción sostenible, cómo se definen y catalogan este tipo de edificaciones, las características que los rigen, analizando ese primer paso en buscar consolidar una transición en la industria por medio 1 Mientras una vivienda rural en cemento y ladrillo puede costar 82 millones de pesos, en materiales no convencionales o técnicas de construcción en tierra puede reducirse a la mitad, y hasta un 70% del presupuesto lo constituye la mano de obra que puede ser aportada por la comunidad o familia beneficiaria. de la política nacional de edificaciones sostenibles, evidenciando los vacíos que aún persisten en ese esfuerzo de consolidar una sostenibilidad integral en la construcción. Figura 1. Trabajos realizados por Grupo de Estudios I & S Fuente: Propia De esta manera se reconoció el campo institucional en que se desarrollan los proyectos de construcción orientado a la sostenibilidad, donde se reconocieron los diferentes elementos que intervienen en esa transición de los procesos productivos, planteando una propuesta en la plataforma de planeación digital “Pacto por Colombia” abierta por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), mecanismo participativo para la construcción del nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: Pacto por Colombia - Pacto por la Equidad, siendo aprobada para integrarse en el plan según los términos estipulados por el instrumento de planificación. Esta propuesta comprendió una serie de iniciativas luego de analizar el diagnóstico realizado por el ente en lo relacionado a la vivienda rural, integradas a las propuestas de transición de procesos productivos hacia una economía circular, innovación en el sector rural y de la construcción, buscando alcanzar la equidad con procesos constructivos alternativos, respondiendo paralelamente al cumplimiento de las metas de la Agenda 20302 y del Acuerdo de París3, implementando la Nueva Agenda Urbana. Se propusieron aspectos como la inclusión de sistemas constructivos en materiales locales dentro de su plan nacional de construcción y mejoramiento de vivienda rural, además de la inclusión de lineamientos de sostenibilidad en estos proyectos, promoción e incentivos a procesos alternativos de construcción, avances en la normatividad técnica relacionada y promover la formación académica en estos temas; haciendo de la necesidad de transición una oportunidad de campo laboral. En el diagnóstico de las condiciones de habitabilidad en el sector rural, se evidenciaron las dificultades de la población para garantizar un ambiente digno, de calidad y saludable, encontrando varios factores que limitan el acceso al derecho de vivienda, viéndose estos proyectos sociales rurales restringidos a marcos normativos que desconocen los contextos locales, por lo que gestionar recursos para este tipo de proyectos resulta demasiado costoso. Es por esto que se desarrolló un artículo (Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad, 2019) que estudia la vivienda rural desde tres aspectos básicos como lo son los sistemas constructivos, el abastecimiento energético y el acceso y manejo eficiente del recurso hídrico; este trabajo comprende: la construcción sostenible como necesidad y oportunidad, un diagnóstico de la vivienda rural, y diferentes tecnologías con alto potencial de implementación respondiendo al contexto social, económico, ambiental,cultural y político donde se aplicará, presentándose propuestas de sistemas constructivos en tierra y madera, formas de tratamiento de aguas, mecanismos de abastecimiento energético; todo esto bajo principios de sostenibilidad y orientado a dar soluciones eficientes, asequibles y sostenibles. 2 Acuerdo global de una agenda común para consolidar el desarrollo sostenible, comprendido por 17 objetivos interrelacionados entre sí, con metas e indicadores como lineamientos a adoptar por los países firmantes 3 Acuerdo global por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero LA INGENIERÍA Y EL CUMPLIMIENTO DE LOS ODS EN COLOMBIA: APROXIMACIÓN A LOS AVANCES Y DESAFÍOS(Comisión de jóvenes ingenieros SCI, 2017) UN COMPROMISO INTEGRAL EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE(García, 2017) PROPUESTA PARA PLATAFORMA DE PARTICIPACIÓN EN FORMULACIÓN DE PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2018-2022 (Comisión de jóvenes SCI, 2019) CONSOLIDACIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE COMO ALTERNATIVA PARA LA VIVIENDA RURAL: INNOVACIÓN EN EL MARCO DEL POSCONFLICTO(Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad, 2019) CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE: PERSPECTIVAS PARA LA CONSOLIDACIÓN E INCLUSIÓN EN LA INDUSTRIA(Grupo de Estdios en Ingeniería y Sostenibilidad, 2019) Ponencia en V Encuentro de Jóvenes Ingenieros(ENJI) Participación como observadores en comité AIS 600, de edificaciones en tierra y patrimoniales Ponencia en II Encuentro Colombiano de Ingeniería y Desarrollo Social(ECIDS) Ponencia en XV Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Civil(COLEIC) De acuerdo a este último estudio, que comprende diversas técnicas que tienen potencial de implementarse en el país, se hizo una retroalimentación y consolidación de algunos de los resultados obtenidos en los diferentes trabajos, desarrollando un artículo que plantea inicialmente el enfoque transformativo de los sistemas sociotécnicos en la construcción de vivienda, alineado al enfoque propuesto por Colciencias en su política nacional de ciencia e innovación, Libro Verde 2030 (Colciencias, 2018). Lo anterior, dando a conocer los compromisos estatales que se pueden atender desde las propuestas alternativas de transición a la sostenibilidad en la industria de la construcción, y mostrando un panorama del estado actual institucional de la construcción sostenible así como los campos pendientes por abordar, de modo que se consolide una verdadera industria de la construcción de vivienda de bajo impacto ambiental. Tomando como eje de estudio la vivienda rural, se hace una reflexión en una publicación acerca de la necesidad / oportunidad de transición energética en la construcción de vivienda, haciendo un análisis de consumo energético en las etapas de fabricación, procesamiento, suministro y disposición de los materiales convencionales de la construcción (acero, concreto y ladrillo), siendo estas etapas las de mayor consumo energético y generadoras de emisiones de gases de efecto invernadero; evidenciando los sobrecostos generados en sectores rurales, además de contemplar los riesgos que conllevan la mala ejecución de los procesos constructivos convencionales de mampostería confinada, por malos materiales o falta de mano de obra calificada, y convirtiéndose en otro aspecto más a tener en cuenta en lo relacionado a gestión y ejecución de proyectos de vivienda. Viendo la necesidad de encontrar formas alternas de gestionar recursos y llevar a cabo proyectos que consoliden un desarrollo sostenible integral, se buscan sistemas constructivos asequibles que las comunidades puedan adoptar e implementar en sus distintos contextos socioculturales. Se tomaron ejemplos de desarrollo territorial en países del continente que han logrado mejorar las condiciones de vida con dinámicas productivas no convencionales (Cooperativas de vivienda por ayuda mutua (Pino, 2014)), siendo los procesos productivos comunitarios adecuados para ejecutar construcciones en tierra y madera, por la accesibilidad de los materiales y la disponibilidad de mano de obra local, imponiendo nuevos retos para el ejercicio profesional. Se tienen también algunos ejemplos de proyectos nacionales con materiales sostenibles, como es el caso de un proyecto de vivienda de interés social en Vegachí (Antioquia), donde se atendieron las necesidades de 104 familias que vivían en condiciones marginales por medio de construcciones en tierra cruda, bajo la técnica de Bloque de tierra comprimida (BTC). De esta forma se propone incluir dentro de los proyectos de vivienda social rural, los sistemas de construcción en tierra y madera por medio de cooperativas de ayuda mutua, convirtiéndose en un mecanismo de dinámicas productivas alternativas en la ruralidad, dotando a la población de conocimientos teóricos y prácticos a través de un acompañamiento profesional, donde al momento de la ejecución de los proyectos se optimicen los recursos y se logren procesos sostenibles, que involucren a las comunidades concibiendo nuevas formas de apropiación del territorio, por medio de actividades que contribuyan a su progreso y bienestar. Imagen 1. Proyecto de vivienda de interés social con BTC en Vegachí, Antioquia 4. Resultados La propuesta de proyectos de construcción sostenible alternativos para la vivienda social rural comprende la implementación de soluciones habitacionales con tecnologías en tierra y madera, conocidos en las poblaciones desde hace mucho tiempo (viéndose desplazados por los sistemas con materiales industrializados) pero que aún perduran, siendo las edificaciones patrimoniales las obras de arquitectura en tierra más típicas. También se sigue construyendo con técnicas como el adobe, el bahareque, la tapia pisada, además de los sistemas mixtos en estructuras en madera con la guadua como unos de los materiales más usados, debido a su abundancia en distintas partes del territorio y a su adecuado manejo, logrando hacer de esta un producto maderable para la construcción. Es por esto que se han difundido en distintos encuentros académicos y gremiales los alcances proyectados con la implementación de los sistemas constructivos en tierra y madera dentro de los proyectos de vivienda social, reconociendo varios aspectos que resaltan la trascendencia de generar propuestas alternativas para consolidar un desarrollo sostenible integral. Es así que se ha asimilado el papel que juega la ingeniería en ese proceso de transición, enmarcado principalmente en los compromisos nacionales e internacionales (mencionados los principales en la figura 2) que buscan consolidar un modelo global desarrollo sostenible incluyente, asequible y resiliente. Figura 2. Compromisos estatales relacionados a la construcción sostenible Fuente: Propia Se analizó el marco político desde la perspectiva de responder a compromisos adquiridos por el Estado, por medio de acciones intersectoriales para el desarrollo sostenible y como medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, buscando conectar esos lineamientos políticos con las herramientas técnicas de planificación del desarrollo establecidas, de modo que permita la ejecución efectiva de la acción planteada. Las herramientas contenidas en normas técnicas, manuales o guías reflejan la carencia de alternativas con principios de sostenibilidad habilitadas para la ejecución de proyectos de construcción sostenible, apenas existiendo una guía para la eficiencia energética y el uso eficiente del recurso hídrico (Ministerio de Vivienda, 2015), no siendo de obligatorio cumplimiento para todos los proyectos de edificaciones (excepto el caso de ciudades como Bogotá y Medellín que ya las incluyen como requisitos en sus normas de construcción locales), mostrando el camino por avanzar en lo relacionado a normatividad técnica para una industria de la construcción baja en carbono. Es de esta forma que se busca plantear una propuesta que diversifiquela aplicación de formas de construcción sostenible en la vivienda social rural, abordando varios aspectos en lo relacionado a la gestión y ejecución de este tipo de proyectos. Por un lado se pretende dar un panorama actualizado de lo que corresponde a la consolidación de un modelo de desarrollo resiliente y de adaptación al cambio climático en el sector rural, mostrando lo acertado de Internacionales COP 21, Acuerdo de París para la reducción de emisionesAgenda 2030. Objetivos de Desarrollo SostenibleNueva Agenda UrbanaReafirmación en COP 24, Katwoice, PoloniaNacionales Primer punto del Acuerdo de Paz de la Habana. Reforma Rural IntegralLey 1844 de 2017 - por medio del cual se aprueba el Acuerdo de ParísConpes 3919 - Política Nacional de Edificaciones SostenibleConpes 3918 - Estrategia de implementación de los ODS en ColombiaLibro Verde 2030 de Colciencias - Política Nacional de Ciencia e Innovación para el Desarrolo SostenibleConpes 3934 - Política de Crecimiento VerdePlan Nacional de Desarrollo 2018-2022. Pactos transversales por la equidad y la sostenibilidad aplicar técnicas constructivas no convencionales que pueden aportar a la reducción de la desigualdad en el campo colombiano, respondiendo intrínsecamente a los compromisos anteriormente mencionados. Otro de los alcances esperados es continuar impulsando a nivel institucional la integración de los sistemas constructivos en tierra y madera dentro de la normatividad de construcción, integrando las tecnologías a los distintos contextos que se pueden aplicar y la gestión necesaria que esto implica, como por ejemplo la implementación de estas prácticas de bajo impacto ambiental en zonas donde los conflictos socio-ambientales no permiten el desarrollo integral de la población rural, viéndose limitada para acceder a medios que les permitan desarrollar actividades productivas como lo venían haciendo. Un caso puntual son las problemáticas de las comunidades campesinas que habitan zonas de páramo, pues la legislación ambiental no permite actividades económicas de alto impacto, pero tampoco ofrecen herramientas técnicas para generar la transición de los procesos productivos que estas comunidades han desarrollado desde antaño. También se busca generar instrumentos normativos que permitan las construcción de viviendas nuevas en tierra y madera, siendo la norma sismorresistente la encargada de avalar este tipo de edificaciones. Otro medio para implementar sería la aplicación de técnicas de bioconstrucción al interior del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, donde la construcción con materiales locales o de bajo impacto ambiental encaja con el contexto donde se efectuarán. Son muchos los contextos donde se pueden aplicar estas técnicas, debido a la diversidad de sistemas que se pueden aplicar según en entorno donde se desarrollen las construcciones, por lo que abordar la gestión para su implementación requiere de acciones intersectoriales que promuevan e impulsen estas iniciativas, reflejándose en acciones concretas para el desarrollo territorial sostenible. De esta manera se propone desarrollar un proyecto piloto en el municipio de Betulia, vereda La Playa, Santander en alianza entre la comisión de jóvenes SCI y la fundación Granos de Arena, donde se pretende llevar a cabo la construcción de una vivienda por medio de una metodología de cooperativa de autoconstrucción, implementando sistemas constructivos en tierra y madera, con mano de obra voluntaria no calificada. Debido a que en la ejecución del proyecto pueden participar personas de todas las edades y/o géneros, ésta se presenta como una actividad productiva incluyente debido a la diversidad de labores e interacciones con los materiales y herramientas que se usan, permitiendo la integración de personas con habilidades distintas. 5. Conclusiones El avance en la construcción de un estado con un modelo de desarrollo orientado a la sostenibilidad constituye acciones intersectoriales, siendo esta la base para consolidar un equilibrio entre el progreso social, el crecimiento económico y el cuidado ambiental, por lo que ya se han iniciado acciones políticas orientadas por lineamientos contenidos en las agendas globales para la mitigación y adaptación al cambio climático. Es así que tomando los diagnósticos de sectores industriales que generan altas cantidades de emisiones de GEI, según un informe de la Agencia Internacional de Energía de 2017, los edificios emiten un 40% del total global de emisiones (durante la construcción y operación), ubicando a la construcción como una de las principales actividades responsables de la emergencia climática. Puesto que además de consumir demasiada energía en todo el ciclo de vida, el impacto es mayor por el modelo extractivista de materias primas y su consumo de cantidades enormes de agua, lo que condiciona a estos actores del sector como encargados de buscar las transformación de los sistemas de producción, proyectándose a un modelo bajo en carbono y al desescalamiento de los procesos extractivos a grande y mediana escala, en un horizonte a corto plazo por la crisis climática que azota el planeta, siendo el 2030 la fecha proyectada de no retorno. El impulso de los sectores gremiales se basaron en hacer evaluaciones de gasto energético y buscar optimizar algunos recursos, de modo que se reduzca su consumo durante el funcionamiento de los proyectos; sin embargo, las certificaciones bajo estándares internacionales como LEED o EDGE, y sus versiones homólogas colombianas como Casa-Colombia, desarrollada por el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, no profundizan en la huella de carbono que tienen los materiales, dejando los indicadores relacionados a materiales alternativos y de bajo impacto sin mayor trascendencia, siendo que las etapas de fabricación, procesamiento y disposición de materiales son las que mayor tienen impacto ambiental por sus múltiples afectaciones a los entornos, más allá de la minería. Estos vacíos temáticos se manifiestan en el Conpes 39194, debido a que a pesar de su diagnóstico de los procesos de construcción convencionales y el reconocimiento de sus impactos ambientales, el marco de proyectos reconocidos como de construcción sostenible, se ven limitados exclusivamente a los amparados bajo este tipo de certificaciones, dejando sin oportunidad de acción y por lo tanto sin recursos, a proyectos que propongan sistemas constructivos alternativos que usen materiales de baja huella de carbono. Siendo así, se desconocen las condiciones biogeográficas, socioeconómicas y culturales donde se implementarán, generando un entorno institucional incompleto, excluyendo la posibilidad de ejecutar procesos no convencionales de construcción, y al tiempo limitando la capacidad de consolidar un desarrollo sostenible en todo el territorio nacional. Otro aspecto va directamente relacionado a lo avalado por la norma sismorresistente, pues este es el instrumento guía para la construcción de edificaciones, viendo que este solo permite sistemas constructivos con materiales convencionales (concreto, acero y ladrillo, solo se concibe la alternativa técnica del bahareque encementado) para viviendas de uno y dos pisos, donde se muestra otra limitante para la gestión de proyectos con técnicas en tierra y madera, siendo estas más apropiadas en zonas rurales por la accesibilidad de materiales y mano de obra local. Proyectos de construcción sostenible no convencionales5 ejecutados bajo el marco normativo existente, no permite la formulación de propuestas habitacionales rurales alternativas que puedan ser desarrollados con formas distintas de administración y gestión de recursos, siendo las soluciones planteadas siempre con construcciones convencionales, asumiendo los sobrecostos de este tipo de proyectos de viviendas rurales dispersas al tener que disponer de transporte de materiales y mano de obra calificada, entendiendo los riesgos que se pueden generar por las malas prácticasen los procesos constructivos, por lo que se restringe la participación de la comunidad en los proyectos, cuando se espera que la construcción funcione como un dinamizador de las actividades productivas en la zona de influencia. Entendiendo las falencias y las oportunidades que se muestran en el desarrollo de proyectos de viviendas rurales, el modelo de cooperativas de vivienda por ayuda mutua (Pino, 2014) instaurado desde 1969 en Uruguay, integrado a las técnicas de tierra y madera como adobe, tapia pisada, bahareque o BTC, (PROTERRA, 2011), que son las más conocidas y aplicadas en el país, responden eficientemente a las necesidades de vivienda rural en Colombia, en el marco de transformación del campo en la etapa de posconflicto y adaptación al cambio climático. Este momento histórico se presenta como una oportunidad de implementar metodologías innovadoras y alternativas para mejorar las condiciones de vida en el sector rural y así disminuir las brechas de desigualdad con las zonas urbanas, garantizando el acceso al derecho de vivienda digna y entorno saludable, teniendo varios aspectos que hacen de estas tecnologías una solución óptima, innovadora y sostenible, convirtiéndose en un eje de desarrollo local incluyente. Por un lado los beneficios económicos son relevantes debido a la flexibilidad en la gestión de recursos, al tener un proceso participativo de la comunidad en la construcción de viviendas6, donde los benefactores o involucrados en el proyecto, aportan la mano de obra requerida para su ejecución, ya sea a nivel familiar o a nivel comunitario (integración de varias familias para construcción de sus respectivas viviendas); esto y la disponibilidad de materiales locales para desarrollar las técnicas constructivas anteriormente mencionadas, hacen de este modelo de proyectos una respuesta oportuna a las exigencias de atención a las necesidades que aplacan a la población rural, mostrándose como nuevas formas de dinamizar las actividades productivas. Con estas metodologías colectivas se trabaja por el restablecimiento de los procesos cooperativos, siendo las comunidades rurales más receptivas a este tipo de propuestas por su condición distanciamiento de las instituciones gubernamentales, siendo su propia comunidad las únicas personas con quien pueden contar para atender los conflictos que puedan presentarse inmediatamente. Además contribuye a la importante labor de reconstrucción del tejido social en las regiones, principalmente donde la influencia del conflicto deterioró los vínculos sociales, siendo estos procesos constructivos sostenibles e incluyentes, pues mujeres, niños y en general personas de cualquier edad pueden participar de los distintos roles del proceso. De 4 Política Nacional de Edificaciones Sostenibles 5 Entiendo no convencionales los que quedan por fuera del campo de acción de las certificaciones avaladas por el Conpes 3919 de edificaciones sostenibles 6 Ese proceso participativo se define como cooperativa de ayuda mutua, con el sistema de autoconstrucción, que indica que el socio y su familia emplean la mano de obra para la construcción de la vivienda (Pino, 2014) (Richer, 2010) esta forma se logra una apropiación social del territorio y de conocimientos técnicos prácticos, que en muchos casos es cuestión reivindicarlo y valorizarlo con la trascendencia cultural que le amerita, debido a que no son temas desconocidos, sino que la implantación de otro modelo de construcción de vivienda, se desplazó y desprestigió las técnicas anteriormente usadas, pero que con el acompañamiento de los profesionales involucrados en estos proyectos, se garantizan la ejecución de edificaciones confortables y de calidad. Imagen 2. Participación de mujeres en procesos constructivos con tierra cruda Fuente: TierraTEC Responder ante los retos que impone implementar tecnologías constructivas alternativas, se muestra como un nicho de innovación del sector productivo, muy importante para consolidar un desarrollo sostenible integral, donde el papel de la academia, los gremios profesionales y empresariales entran a ser actores principales en esa labor de transformación de los sistemas sociotécnicos. La ingeniería en el rol de gestores y ejecutores de procesos del desarrollo debe responder con acciones de impacto que consoliden una adaptación al cambio climático, es una responsabilidad social y ambiental el generar soluciones de baja huella de carbono y con principios de eficiencia energética en el marco de una economía circular, entendiendo las realidad socioeconómica que atraviesa el país y la valorización de uso de los servicios ecosistémicos, con todo el encadenamiento productivo para el desarrollo que esto conlleva. Es así que el concebir infraestructuras resilientes, que garanticen condiciones óptimas de calidad y cumplan con los requisitos de funcionamiento contemplados en las normas, se proyecta como una necesidad/oportunidad que los diferentes actores involucrados en generar acciones para el desarrollo, deben atender con medidas acordes a la diversidad del territorio y con la premisa de pensar global con soluciones locales, aportando de esta manera a la atención de las necesidades reales de las personas, en este caso la población rural que ha permanecido marginada de los procesos de desarrollo nacional. 6. Propuestas, limitaciones y potencialidades del proyecto. La aplicación de saberes científicos y técnicos, habilidades, herramientas y técnicas acordes al contexto local, demuestran los beneficios de este tipo de proyectos para atender necesidades reales, puesto que trata de trabajar por iniciativas que repercutan en el crecimiento integral de las comunidades, y permitan avanzar desde un trabajo articulado para favorecer el impulso y la competitividad de las regiones más apartadas. Así se reconoce la necesidad de implementar una ingeniería con enfoque social, a partir del actuar de los órganos colegiados y rectores del ejercicio profesional en los territorios, siendo una gran oportunidad de visibilización académica e institucional de gran impacto. Infortunadamente, el concepto de ingeniería social en Colombia sigue siendo un tema subvalorado, porque no se le identifica como es merecido desde sus propios actores. Alternativas de desarrollo social como ésta, contribuyen de manera directa con la transición de los sistemas convencionales, y fortalecen los procesos de formación de quienes están llamados a asumir el relevo generacional en poco tiempo. Las limitaciones a considerar en este tipo de alternativas tienen diversas causas, siendo la principal el acceso a las regiones apartadas, que no cuentan con infraestructura vial instalada y de interconexión entre cabeceras; también la falta de compromiso de los gobiernos locales y regionales transitorios, quienes no identifican estas propuestas como soluciones a largo plazo dentro de los planes de ordenamiento; la disponibilidad y vinculación laboral de profesionales en las regiones para atender la demanda técnica que requieren las obras. Las condiciones físicas y climáticas particulares de cada región configuran escenarios particulares de diseño, por lo que reconocer las dinámicas ambientales locales forma parte de la concepción del diseño. Todas estas situaciones se convierten en razones para desarrollar metodologías adecuadas que sobrepasen los impedimentos que afectan la llegada de recursos del estado a todas las regiones, logrando promover proyectos que generen dinámicas productivas alternativas en la sinergia de los actores. Entendiendo las carencias de la población de acceder a los medios necesarios para construir o mejorar sus viviendas, la propuesta de gestión y ejecución de proyectos habitacionales por medio de cooperativas de ayuda mutua, involucra sistemas constructivos que puedan ser desarrollados con recursos locales, tales como la mano de obra y los materiales, por loque la posibilidad de implementar este tipo de iniciativas responde ante las necesidades del sector rural de mejorar las condiciones de hábitat, estimular las actividades productivas con ofertas laborales, generar procesos de apropiación del territorio y construcción de tejido social, generar nuevos focos de innovación en los sectores académicos y gremiales, consolidando nuevas relaciones productivas e impulsando nuevos mercados. Todo esto bajo un diagnóstico integral que involucre factores económicos, sociales, culturales, servicios ecosistémicos, de modo que se reconozca el capital humano y natural de la zona. El intercambio de conocimientos parte de una dinámica pedagógica de sinergia conceptual, respetando la filosofía de la ingeniería y los buenos resultados del saber popular, aplicando técnicas reconocidas en el territorio nacional, donde el acompañamiento profesional se integra desde la perspectiva de optimización de los procesos tradicionales. Estos involucran los avances desarrollados en la academia para el mejoramiento de los procesos constructivos y la garantía de respuesta a los parámetros de resistencia requeridos, haciendo del proceso de construcción una actividad de aprendizaje recíproco, apoyando no solo a la comunidad en etapas de diseño y construcción, sino un seguimiento y evaluación de la edificación ya en uso, de modo que continúen las actividades productivas. y es desde la construcción y puesta en marcha de los prototipos de vivienda, que tanto las comunidades como los profesionales involucrados logran identificar el beneficio de implementar articuladamente nuevas prácticas constructivas y validar su funcionamiento, a través de la perdurabilidad en el tiempo de las mismas. La aplicación de este proceso de trabajo cooperativo por el desarrollo territorial puede prestarse para ir más allá de la construcción de viviendas. Las experiencias han demostrado que bajo procesos participativos de construcción sostenible se pueden generar varios tipos de infraestructuras que aporten al mejoramiento de las condiciones de vida rural de las personas. En el caso de conjuntos habitacionales, los sistemas constructivos en tierra y madera se prestan para generar de espacios sociales como parques, urbanizaciones, cerramientos y otros tipos de elementos que componen los espacios públicos funcionales. Otro ejemplo de construcción sostenible participativa es la bioingeniería de suelos, dirigido a otro tipo obras tales como lo son las estabilización de laderas, donde por medio de rellenos con material local, manejo de flujos con ductos naturales y un reforzamiento con paredes de madera (estos dos últimos en guadua usualmente) se pueden generar obras económicas y asequibles para la disminución de riesgos por fenómenos de remoción en masa. Es así que conociendo las múltiples tecnologías para usar recursos locales se convierte en una oportunidad de desarrollo territorial a corto, mediano y largo plazo en la ruralidad colombiana. Figura 3. Fases del Proceso de Gestión y Ejecución de Proyectos de Vivienda Sostenible Fuente: Propia Referencias Colciencias. (2018). Libro Verde 2030. Política Nacional de Ciencia e Innovación para el Desarrollo Sostenible. Bogotá. Comisión de jóvenes ingenieros SCI. (2017). LA INGENIERÍA Y EL CUMPLIMIENTO DE LOS ODS EN COLOMBIA: APROXIMACIÓN A LOS AVANCES Y DESAFÍOS. Revista Anales de Ingeniería, 16 - 21.[1] Comisión de jóvenes SCI. (2019). Construcción y mejoramiento de vivienda rural. Revista Anales de Ingeniería, 60-65. [2] García, A. C. (2017). Un compromiso integral en las políticas públicas de construcción sostenible. Revista Anales de Ingeniería, 56 - 61. Grupo de Estdios en Ingeniería y Sostenibilidad. (2019). CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE: PERSPECTIVAS PARA LA CONSOLIDACIÓN E INCLUSIÓN EN LA INDUSTRIA. Revista Anales de Ingeniería, 66-71. [1] Grupo de Estudios en Ingeniería y Sostenibilidad. (2019). CONSOLIDACIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE COMO ALTERNATIVA PARA LA VIVIENDA RURAL: INNOVACIÓN EN EL MARCO DEL POSCONFLICTO. Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Ingeniería Civil. [2] Ministerio de Vivienda. (2015). Guía de construcción sostenible para el ahorro de agua y energía en edificaciones. Bogotá. Pino, V. D. (2014). Arquitectura con Tierra. Bioconstrucción en cooperativas de viviendo por ayuda mútua. Buenos Aires: FADU, UBA. PROTERRA. (2011). Técnicas de Construcción con Tierra. Sao Paulo: Red Iberoamericana PROTERRA. Richer, M. (2010). Una fórmula innovadora de acceso a la vivienda: las cooperativas de vivienda en Uruguay. Revista Venezolana de Economía Social. Iniciación - reconocimiento del territorio y acercamiento con las comunidades objeto, definición de requerimientos, supuestos, exclusiones, triple restricción (alcance, tiempo, costo). Mesas de trabajo, disertación y consenso de ideas y saberes Planeación - Estudios y Diseños. Definición conjunta entre saberes populares y competencia profesional (concepto técnico). Estructuración del proyecto de construcción de vivienda rural sostenible Ejecución - Proceso constructivo. Acción permanente y conjunta de involucrados - profesionales y comunidad -, mano de obra Seguimiento y Control - Desde la fase de planeación, y en la ejecución, lo que compete al proceso constructivo, comportamiento estructural del prototipo de vivienda, su operación y funcionamiento Cierre - Culminado el tiempo de verificación de estabilidad y durabilidad de la obra
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