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Salud, estado de bienestar y actividad física aproximación multi

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JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.)
VÍCTOR PÉREZ SAMANIEGO
FRANCISCO GALLEGO DEL CASTILLO
ALEJANDRO MAYOR MAYOR
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y 
ACTIVIDAD FÍSICA 
Aproximación Multidimensional 
WANCEULEN
EDITORIAL DEPORTIVA, S.L. 
Edición avalada por el Ilustre Consejo General de Colegios de Licenciados en Ciencias 
de la Actividad Física y del Deporte de España
Título: SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA. 
APROXIMACIÓN MUTIDIMENSIONAL. 
Autores: José Luis Pastor Pradillo (Coord.), Alejandro Mayor Mayor, 
 Francisco Gallego del Castillo, Victor Pérez Samaniego 
Portada: De Girard Thibault, Académie de l’espée où se démostrent la théorie et 
 la pratique du maniement des armes, 1628, (París, Biblioteca Nacional), 
 (Fragmento). 
Editorial: WANCEULEN EDITORIAL DEPORTIVA, S.L. 
C/ Cristo del Desamparo y Abandono, 56 41006 SEVILLA 
 Tlfs 954656661 y 954921511 - Fax: 954921059 
I.S.B.N. 13: 978-84-9823-182-3
Dep. Legal: 
©Copyright: WANCEULEN EDITORIAL DEPORTIVA, S.L. 
Primera Edición: Año 2007 
Impreso en España: 
Reservados todos los derechos. Queda prohibido reproducir, almacenar en sistemas de 
recuperación de la información y transmitir parte alguna de esta publicación, cualquiera 
que sea el medio empleado (electrónico, mecánico, fotocopia, impresión, grabación, 
etc), sin el permiso de los titulares de los derechos de propiedad intelectual. 
LOS AUTORES 
. ALEJANDRO MAYOR MAYOR es Licenciado en Educación Física y 
Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. 
Su dedicación profesional principal la desarrolla como Catedrático de 
Educación Física en el I.E.S. “Brianda de Mendoza” de Guadalajara 
compatibilizando la con la docencia universitaria como Profesor Asociado en la 
Universidad de Alcalá. 
Entre sus publicaciones más relevantes pueden destacarse las siguientes 
monografías tituladas: Sistemática del movimiento. (1996) e Historia de la 
Educación Física Infantil en España en el Siglo XIX. (2002)
Ha destacado en la investigación de diversos aspectos relacionados con la 
didáctica de la Educación Física como son: Proyecto de cooperación entre 
departamentos universitarios y departamentos de Institutos de Educación 
Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional o "Los juegos. Una alternativa 
global en educación física para el desarrollo curricular de la E.S.O."
. FRANCISCO GALLEGO DEL CASTILLO, es Licenciado en Educación 
Física y desempeña las funciones docentes como Profesor Numerario de 
Educación Física en Educación Secundaria y Profesor Asociado en la 
Universidad de Alcalá. 
Al margen de su trayectoria docente dentro del sistema escolar posee una 
gran experiencia en otros ámbitos profesionales relacionados con la actividad 
físico-deportiva habiendo desempeñados funciones como Presidente del Colegio 
de Jueces de Atletismo de Guadalajara o Profesor de la Federación de Fútbol. 
Ha participado con sus aportaciones en distintas publicaciones derivadas 
de la labor investigadora desarrollada en el Área de Didáctica de la Expresión 
Corporal de la Universidad de Alcalá. Entre ellas destacan las tituladas: La 
presencia del cuerpo en la escuela y La educación física en la enseñanza 
primaria. 
. JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO es Licenciado en Educación Física y en 
Psicología, Maestro, Doctor en Ciencias de la Educación y Doctor en Historia. 
Como Profesor Titular en la universidad de Alcalá imparte docencia en 
diversas asignaturas relacionadas con la Motricidad y la Psicomotricidad en 
diversos estudios como son la Licenciatura de CC de la Actividad Física y del 
Deporte), Magisterio y Lic. de Psicopedagogía. 
Ha ostentado diversos cargos relacionados con la representación 
profesional como el de Secretario General del Consejo General de Ilustres 
Colegios Oficiales de Licenciados en Educación Física y CC. de la Actividad 
Física y del Deporte de España. También ha participado como experto y 
representante del ámbito profesional en distintas comisiones técnicas para 
regularr el acceso de los estudios de Educación Física a la Universidad, el diseño 
de la Licenciatura de Educación Física, la regulación del proceso de 
Convalidaciones para el acceso a la Licenciatura de Educación Física o para la 
regulación jurídica del ámbito profesional relacionado con la actividad física y el 
deporte
Entre las publicaciones de este autor, además de numerosos artículos 
publicados en diversos medios, destacan sus aportaciones referidas, especialmente, 
a dos líneas de investigación: una que se interesa por la historia de la Educación 
Física en España y otra que difunde sus planteamientos relacionados con la 
motricidad humana. En la primera, la histórica, pueden destacarse las siguientes 
publicaciones: La Educación Física en España: fuentes y bibliografía básicas; El 
espacio profesional de la Educación Física en España: génesis y formación (1883-
1961); Definición y desarrollo del espacio profesional de la Educación Física en 
España (1961-1990); Fragmentos para una antropología de la actividad física; 
De funámbulos, gimnasiarcas y profesores de educación física. Un relato 
circunstancial y tendencioso; Gimnástica. De la inopia conceptual a la utopía 
metodológica; Educación Física y libros de texto en la enseñanza Primaria (1883-
1978); Educación Física y currículum. Historia de una asignatura a través de sus 
programas (1883-1978); Manuales escolares y libros de texto de educación física 
en los estudios de magisterio (1883-1978); Manuales escolares y libros de texto de 
Educación Física en la Enseñanza Secundaria (1983-1978). 
En el ámbito de la Motricidad destacan las siguientes publicaciones de 
carácter monográfico: Psicomotricidad escolar; Bases teóricas y metodológicas 
para la Educación Física en Primaria; Fundamentación conceptual para una 
intervención psicomotriz en Educación Física.
Actualmente es Director de la Revista Española de Educación Física y 
Deportes.
. VÍCTOR PÉREZ SAMANIEGO, es licenciado en Filología y Educación 
Física y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Actualmente imparte 
docencia en la Escuela de Magisterio y en la licenciatura de Ciencias de la 
Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Alcalá. Sus intereses 
investigadores en campo de la actividad física y la salud tiene que ver con el 
estudio de las actitudes y la promoción de la actividad física en los ámbitos 
educativo y comunitario. 
 Entre sus publicaciones más importantes destaca su participación en 
diversas monografías editadas por la Universidad de Alcalá y numerosas 
colaboraciones con otros autores. Especialmente, es significativa de su linea de 
aportación la obra titulada: Actividad física, salud y actitudes.
SUMARIO
. LOS AUTORES 
. SUMARIO 
. ÍNDICE 
. INTRODUCCIÓN 
I. HIGIENE, SALUD Y EDUCACIÓN FÍSICA. APROXIMACIÓN HISTÓRICA 
Dr. José Luis Pastor Pradillo. Universidad de Alcalá. 
II. MEDICALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y LA SALUD 
Dr. Víctor Pérez Samaniego. Universidad de Alcalá 
III. ¿SALUD PARA DURAR O BIENESTAR PARA VIVIR? 
Dr. José Luis Pastor Pradillo. Universidad de Alcalá 
IV. LA EDUCACIÓN FÍSICA Y LA SALUD DESDE LA PERSPECTIVA DEL 
BIENESTAR 
Dr. Víctor Pérez Samaniego. Universidad de Alcalá 
V. TERCERA EDAD, ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD 
D. Francisco Gallego del Castillo. Universidad de Alcalá 
VI. ¿QUIÉN DICE QUE LA COMPETICIÓN DEPORTIVA ES SALUDABLE? 
SALUD Y ALTO RENDIMIENTO. MUCHAS PREGUNTAS. 
Dr. Alejandro Mayor Mayor. Universidad de Alcalá 
ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 11 
I. HIGIENE, SALUD Y EDUCACIÓN FÍSICA. APROXIMACIÓN HISTÓRICA 
(Dr. José Luis Pastor Pradillo) ....................................................................................... 17 
1. La crianza................................................................................................................ 18 
2. La Higiene...............................................................................................................19 
3. Valores higiénicos de la Gimnasia.......................................................................... 21 
3.1. Los fines terapéuticos .................................................................................... 22 
3.2. Los fines cosméticos ...................................................................................... 23 
4. El gimnasio higiénico ............................................................................................. 23 
5. El Gimnasiarca........................................................................................................ 28 
6. Educación Física e Higiene..................................................................................... 31 
7. Los nuevos paradigmas de la Educación Física...................................................... 32 
 Referencias bibliográficas........................................................................................... 34 
II. LA MEDICALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y LA SALUD (Dr. Víctor 
Pérez Samaniego)........................................................................................................... 37 
1. Introducción ............................................................................................................ 37 
2 ¿Qué es la medicalización?...................................................................................... 37 
3. La concepción biomédica de la salud y de enfermedad.......................................... 40 
4. La actividad física medicalizada............................................................................. 43 
5. Dos ejemplos de la medicalización de la actividad física: la celulitis 
y la epidemia de obesidad ........................................................................................ 47 
6. Consideraciones finales .......................................................................................... 50 
 Referencias bibliográficas........................................................................................... 52 
III. ¿SALUD PARA DURAR O BIENESTAR PARA VIVIR? (Dr. José Luis Pastor 
Pradillo) ................................................................................................................................ 55 
1. Concepto de salud ......................................................................................................... 57
2. Actividad física y salud................................................................................................. 62 
3. Actitudes hacia la actividad física relacionada con la salud ........................................ 65 
4. Educación Física y salud............................................................................................... 66 
5. Vejez y calidad de vida ................................................................................................. 70 
5.1. El ocio en la tercera edad........................................................................................ 73 
5.2. Actividad física y tercera edad ............................................................................... 74 
5.3. Actividad física, tercera edad y salud..................................................................... 76 
 Referencias bibliográficas........................................................................................... 77 
IV. LA EDUCACIÓN FÍSICA Y LA SALUD DESDE LA PERSPECTIVA DEL 
BIENESTAR (Dr. Víctor Pérez Samaniego)................................................................. 79 
1. Introducción ............................................................................................................ 79 
2. Relaciones entre actividad física, educación física y salud .................................... 80 
2.1. La educación física y la salud desde las perspectivas rehabilitadora y 
preventiva.............................................................................................................. 80 
2.2 La educación física y la salud desde la perspectiva orientada al bienestar....... 83 
3. El valor educativo de la salud en educación física ................................................ 88 
4. Principios para la educación de la práctica ............................................................ 90 
4.1. Partir de los intereses, gustos, capacidades y posibilidades del alumnado....... 91 
a. Combinar la educación de las prácticas más habituales con la 
propuesta de alternativas variadas ............................................................... 91 
b. Proporcionar conocimientos, experiencias y recursos que faciliten 
 la autoprogramación y autoevaluación de la condición física y la práctica 92 
4.2. Conectar la educación física con la práctica de actividad física extraescolar... 94 
4.3. (Re)construir los significados de la actividad física y la salud ........................ 95 
4.4. Anteponer la ética del cuidado .......................................................................... 96 
5. Consideraciones finales........................................................................................... 97 
 Referencias bibliográficas ........................................................................................... 98 
V. TERCERA EDAD, ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD (Francisco Gallego del 
Castillo) ........................................................................................................................ 101 
1. Introducción .......................................................................................................... 101 
2. Desarrollo humano y envejecimiento.................................................................... 103 
2.1. Aproximación conceptual al desarrollo motor, tercera edad y 
envejecimiento ...................................................................................................... 103 
2.2. Modelos y teorías del envejecimiento............................................................. 107 
3. Salud, envejecimiento y actividad física y deportiva............................................ 110 
3.1. Salud y envejecimiento: apunte histórico........................................................ 110 
3.2. Promoción de la salud y actividad física......................................................... 112 
3.3. Representaciones del envejecimiento y actividades físicas y deportivas........ 115 
3.4. Cambios asociados al envejecimiento e inactividad ...................................... 116 
4. Principales modificaciones de los sistemas implicados en el acto motor ............. 119 
a. Envejecimiento del aparato locomotor............................................................ 119 
b. Envejecimiento del aparato cardiovascular .................................................... 120 
c. Envejecimiento del aparato respiratorio.......................................................... 120 
d. Envejecimiento del sistema nervioso ............................................................. 121 
e. Envejecimiento de los órganos sensoriales .................................................... 122 
5. Beneficios y riesgos de las actividades físicas y deportivas para la salud ............ 122 
5.1. La disminución del consumo máximo de oxígeno y de la función cardiovascular 125 
5.2. Cambios en la condición muscular: fuerza y flexibilidad ............................... 127 
6. Los programas de actividad física......................................................................... 129 
6.1. Sugerencias para los programas de actividad física ........................................ 129 
6.2. Los componentes de los programas de entrenamiento.................................... 132 
6.3. Dificultades y problemas en el entrenamiento del aparato locomotor ............ 136 
7. Consideraciones finales......................................................................................... 138 
 Referencias bibliográficas .........................................................................................141 
VI. ¿QUIÉN DICE QUE LA COMPETICIÓN DEPORTIVA ES SALUDABLE? 
SALUD Y ALTO RENDIMIENTO. MUCHAS PREGUNTAS (Dr. Alejandro Mayor 
Mayor).......................................................................................................................... 145 
1. Introducción .......................................................................................................... 145 
2. Conceptos .............................................................................................................. 146 
3. Diferentes posturas................................................................................................ 149 
4. El deporte de alto rendimiento .............................................................................. 151 
4.1. Trastornos de la conducta................................................................................... 152 
4.2. Las lesiones deportivas....................................................................................... 155 
4.3. Responsabilidades del deportista ....................................................................... 159 
5. Deportes con mayores riesgos............................................................................... 164 
6. Datos objetivos...................................................................................................... 165 
7. Conclusiones ......................................................................................................... 169 
Referencias bibliográficas ......................................................................................... 170 
INTRODUCCIÓN 
La evolución de la rama del saber a la que, últimamente, se alude con la 
denominación genérica de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte así como 
también las aspiraciones profesionales de sus titulados, entre otros objetivos, parece 
que ha incorporado la “salud” como fundamento epistemológico de su objeto de 
estudio y de su praxis facultativa. 
Sin embargo, el descubrimiento de la capacidad del ejercicio físico como 
recurso eficaz para fomentar o preservar la salud del hombre ni es novedoso ni es 
original. La Gimnástica, que fue como originalmente se denominó este saber y su 
práctica, se fundamentaba casi exclusivamente en diversas alusiones a la Higiene 
con las que se justificaban sus efectos salutíferos y la conveniencia de su difusión 
social. Si en el siglo XIX los objetos de estudio y de intervención de la Higiene, 
entendida como medio para mantener la salud o evitar la enfermedad, eran la 
alimentación, el vestido, el aseo, la aireación y el ejercicio corporal, ahora, 
doscientos años después, si prescindimos de la terminología que para definir sus 
fines utilizamos no parece que haya variado mucho la formulación primitiva. 
Ahora, como consecuencia del aumento del nivel de vida, las modificación de los 
usos y costumbres o el mismo desarrollo socioeconómico experimentado en la 
sociedad desarrollada, las referencias a sus fines se formulan con alusiones 
distintas. La tisis, el alcoholismo, el raquitismo, la debilidad o la degeneración de la 
raza se sustituyen por síndromes sólo aparentemente distintos y nuevos como son el 
tabaquismo, drogodependencias, necesidad de actividades en la naturaleza o aire 
libre, la obesidad y el colesterol o el sedentarismo. 
En realidad, estos doscientos años ni siquiera se ha modificado la perspectiva o 
el paradigma dualista y exclusivamente orgánico desde el que siempre se 
justificaron los beneficios higiénicos o saludables del ejercicio físico o corporal. 
Más tarde, ya en el siglo XX, por distintas razones casi siempre ajenas a sus 
intereses específicos, por aspiraciones erróneas de sus profesionales y también por 
presiones sociales o imposiciones políticas, en el ámbito de la Gimnasia, de la 
Educación Física o en el que ahora se identifica con las ciencias de la actividad 
física y del deporte, se terminaría por renunciar a esta inspiración higiénica inicial 
apostándose por explorar, casi exclusivamente, nuevas posibilidades en el ámbito 
educativo primero y, después, en el deportivo. 
En la actualidad, evidenciando la equivocación que representó esta dinámica, se 
pretende una revisión crítica de su identidad, se intenta elaborar un nuevo cuerpo 
doctrinal que fundamente con suficiente rigor científico tanto su base 
epistemológica como la praxis de intervención que desarrolle. El obligado carácter 
de “Racional” con que se completaba la calificación de la decimonónica 
“Gimnástica Higiénica” se sustituye ahora, una vez integrada la actividad física en 
la esfera universitaria, por una naturaleza científica que le permita vincularse en 
plano de igualdad con el resto de las ciencias médico-sanitarias cuyo desarrollo, en 
estas últimas décadas, mientras duró su divorcio de la Gimnástica, ha sido enorme. 
No obstante, la recuperación de ese vínculo, tan deseado, fomentado e 
indiscutido por las dos partes durante todo el siglo XIX y el primer tercio del XX, 
lo ha sugerido en mayor medida y con mejores argumentos la evolución de la 
Medicina que las lógicas conclusiones derivadas del desarrollo de las Ciencias de la 
Actividad Física y del Deporte. 
Algunos, intuyendo la posibilidad de inaugurar una nueva vía que la liberase a 
las Ciencias de la Actividad Física de la asfixiante colonización a que las estaba 
sometiendo el deporte o, en otros casos, adivinando una ocasión idónea para 
ensayar la definición de una identidad más completa, compleja y autónoma con 
relación a la actividad deportiva, han pretendido ampliar su espacio contemplando 
el cuerpo y el movimiento desde interpretaciones más variadas, más holísticas y 
mejor conciliadas con las aportaciones que las modernas ciencias del hombre 
proponen actualmente. 
Entre otras posibilidades, la “salud” parece haber merecido una nueva 
consideración que la ha mostrado como un nuevo paradigma capaz de desvelar 
nuevos campos profesionales y, sobre todo, de proporcionar una justificación que 
algunos, tercamente, pretenden inédita 
Este maridaje que tan estéril se mostró en los inicios de la Gimnasia moderna, 
ahora se reitera incurriendo en torpezas semejantes a las de entonces. Tanto durante 
el siglo XIX como en la actualidad el error puede resultar idéntico aunque sus 
causas y las posibilidades de enmienda fueran diferentes. Repetirán las mismas 
equivocaciones quienes pretendan que ahora se inaugura una posibilidad inédita 
simplemente porque se ha sustituido Higiene por Salud. 
Si en el primer tercio del sigo XX se manifestó de manera tan rotunda el 
divorcio entre la Gimnástica y la Higiene el motivo ha de atribuirse, precisamente, a 
la ineficacia de la metodología gimnástica para generar aquellos efectos saludables 
prometidos durante tantos años. Entonces, como ahora, la Gimnástica se reconocía 
subsidiaria de la Higiene y de la Medicina y entonces, como ahora también, 
aparecieron fórmulas más eficaces que el ejercicio físico para alcanzar los objetivos 
prioritarios de una salud cuya comprensión la vincula directamente con la ausencia 
de enfermedad. 
La Gimnástica del s. XIX, en todo caso, carecía de la necesaria fundamentación 
conceptual y metodológica que la hubieran permitido desempeñar las funciones de 
un instrumento imprescindible de la Higiene y de la Medicina de manera eficaz. 
Quizá por eso, como ocurre también ahora, se mostró incapaz de elaborar un 
concepto propio y de identificar unos objetivos exclusivos y socialmente 
demandados cuya consecución se lograra mediante unos recursos específicos y 
diferenciados. La obsesiva pretensión de adquirir un prestigio de carácter vicario, 
más como resultado de su trato y cercanía con otras ciencias, como la Medicina o la 
Educación, que como consecuencia de su propio desarrollo y propuestas, ocultó e 
hizo parecer innecesaria la tarea imprescindible y urgente de acuñar un concepto 
exclusivo e identificador cualquiera que fuera la denominación con que se le 
designase.
Igual que es fácilmente reconociblela diferencia entre la distinta inspiración 
higiénico-sanitaria existente, por ejemplo, en la Medicina o en la Psicología, de la 
misma manera debería haberse concretado la singularidad de los fines de las 
“Ciencias de la Actividad Física y del Deporte” en este terreno, las peculiaridades 
de sus ámbitos de actuación, de sus objetivos y de sus recursos de intervención. 
A este respecto, quizá conviniera detener por un momento el vehemente intento 
de reinventar una educación física desde el paradigma de la salud como solución de 
justificación y ennoblecimiento de una profesión y reflexionar sobre la diferencia 
existente entre salud y sanidad. ¿Qué se reclama? ¿el reconocimiento de una 
capacidad terapéutica, una intencionalidad higiénica, una práctica saludable? ¿todas 
estas posibilidades a la vez y de manera indiscriminada? y, en este caso, ¿en qué 
ámbitos, en qué circunstancias, bajo qué condiciones ha de actuar el profesional de 
la actividad físico-deportiva o el profesor de educación física?. 
Ya es insostenible e injustificable el viejo axioma que atribuía al ejercicio físico, 
en cualesquiera de los casos, un seguro efecto benéfico. Aunque a menudo parece 
olvidada, esta cautela es uno de los argumentos recurrentes en toda la bibliografía 
decimonónica de la Gimnasia. No todo tipo de ejercicio físico reporta efectos 
saludables o está indicado en todos las circunstancias. Como cualquier otro 
instrumento, es su específica forma de utilización la que le confiere unos efectos 
concretos.
Por tanto parece obligado recordar, en lo que tan solo es una introducción, la 
pertinencia de plantearnos como cuestión básica el mismo objeto al que hacemos 
referencia. Ya no es aceptable el obsoleto discurso genérico, superficial y 
voluntarista según el cual, desde un paradigma que solo comprende la naturaleza 
humana desde un modelo dualista, se relaciona, directamente, la actividad física 
con un concepto ambiguo que no distingue entre la salud y sanidad y que, como 
consecuencia, elabora una versión metodológica únicamente referida a la 
dimensión somática del hombre, a una intencionalidad justificada únicamente como 
remedio o prevención de la enfermedad o a unos objetivos exclusivamente 
relacionados con la terapia orgánica. 
Si actualmente se asume un paradigma globalista de la naturaleza humana que 
se aborda desde una perspectiva holística, parece incuestionable que, en todo caso, 
el concepto de salud que desde el se concluya habrá de ser de carácter 
multidimensional y, como consecuencia, en ningún caso podrá pertenecer como 
monopolio a un sector científico o profesional concreto. La superación del concepto 
de Gimnasia higiénica y de sus objetivos (la regeneración y la robustez aplicada al 
ámbito privado y público) también debe superar el fenómeno de la 
“medicalización” que describe Foucoult. 
En este nuevo escenario, ha de resolverse una nueva disyuntiva según la cual ha 
es necesario distinguir entre “actividad física para la salud” donde el ejercicio es 
un medicamento o recurso sanitario y la “salud” entendida como efecto de una 
actividad física realizada por medio de ejercicios saludables o adecuados. Mientras 
que el “ejercicio medicamento” se ubica en un ámbito donde la intención esta 
condicionada por una inevitable evaluación de la salud a través de determinados 
síntomas de disfunciones o enfermedades el ejercicio saludable persigue un “estado 
de bienestar” que, superando el concepto de Exagogía que al final del siglo XIX 
formulara Pedro de Alcántara para definir las funciones de la Gimnástica dentro de 
la Educación Física, se relacionaría mejor con la noción del disfrute, el gozo o las 
consecuencias vivenciales de la eutonía de Gerda Alexander. 
Por otra parte, pese a que constantemente se evoca un compromiso con un 
modelo unitario global y holístico del hombre, es suficiente un examen somero para 
comprobar como, desde los ámbitos de las ciencias de la actividad física y del 
deporte solo se ofertan análisis y recursos desarrollados para la dimensión somática. 
Entre los nuevos propagandistas, frecuentemente, encontramos numerosos 
programas de actividad física que pretenden aportar todo tipo de soluciones y 
beneficios para el cuidado y mantenimiento de una salud dependiente del sistema 
cardíaco, del respiratorio, de la movilidad o de las capacidades físicas, sin embargo, 
son escasísimas las referencias a la utilidad o al desarrollo de una metodología 
eficaz que permita aportar soluciones en otro tipo de disfunciones de las que, a 
menudo, se puede achacar una cierta responsabilidad causal a una misma actividad 
física mal entendida como es el caso de la anorexia y la vigorexia. 
Estos síndromes, aunque no resulte políticamente correcto reconocerlo, más a 
menudo de lo que se quiere reconocer, empiezan a evidenciar una preocupante 
relación, cuando no un origen, con una determinada manera de entender la práctica 
físico-deportiva y también la salud. 
Quizá sea el momento de cuestionarse estos extremos y también, quizá como 
consecuencia de esta revisión crítica, de intentar definir las diferencias existentes 
entre la noción de actividad física saludable y actividad física para la salud, de 
educación física saludable y educación física para la salud pues, a nuestro entender, 
no son conceptos equiparables ni equivalentes. Esta revisión ya se ha iniciado desde 
aquellos sectores mejor relacionados con determinadas ciencias como la Psicología 
o la Sociología, por ejemplo, cuya perspectiva, más antropológica que fisiológica, 
plantea nuevos escenarios y campos de actuación. Desde ellos se proponen nuevas 
nociones con las que se pretende superar el viejo modelo decimonónico de la 
Gimnasia higiénica con algo más que artificios cosméticos o eufemismos 
lingüísticos y ofertan conceptos renovados que identifican con términos inéditos 
como son “estado de bienestar”, “estilo de vida” o “calidad de vida”, por 
ejemplo. 
En esta obra colectiva no se pretende resolver definitivamente tan peliaguda 
cuestión. El esclarecimiento de la utilidad higiénica de la actividad física sólo podrá 
concluirse como resultado de una larga e intensa labor de reflexión crítica, de 
investigación y de ensayo. Sólo existirá realmente, únicamente serán reconocibles 
estas propuestas por la sociedad cuando trasciendan los estrechos límites de la 
aspiración gratuita y voluntarista. 
Esta obra sólo representa un intento de sugerir algunas reflexiones a esta tarea 
de construcción a través de las aportaciones que desde distintas perspectivas, desde 
experiencias profesionales diversas y desde el intercambio feraz que entre los 
distintos participantes posibilita la coincidencia académica en el Área de Didáctica 
de la Expresión Corporal y en el ejercicio de la docencia en distintos centros de 
formación de titulados en Magisterio, Psicopedagogía y en Ciencias de la Actividad 
Física y del Deporte dentro del espacio institucional común que conforma la 
Universidad de Alcalá. 
Por esa razón hemos seleccionado aquellos campos, aquellos criterios o aquellos 
aspectos que, de manera colegiada, en ocasionales, polémicas y amenas reuniones 
fueron decididos por un grupo que comparte inquietudes comunes, compromisos y 
proyectos semejantes y la convicción de que solo desde el trabajo en colectivo 
podrán obviarse aquellos errores que, por viejos, parecen consustanciales con el 
periplo en que ha de transitar el desarrollo de la actividad física como ciencia y 
como profesión. 
Dr. José Luis Pastor Pradillo 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
17
Capítulo I. 
HIGIENE, SALUD Y EDUCACIÓN FÍSICA.
APROXIMACIÓN HISTÓRICA. 
Dr. José Luis Pastor Pradillo
Aunque admitiéramos como cierto el escaso nivel científico que caracterizó a 
aquellos gimnasiarcas decimonónicos a los que debemos nuestra existencia, 
también es justo, y además inevitable, reconocer el sentido común de que hicieron 
gala la mayoría. Posiblemente esta virtud no constituyera un factor suficiente paraalcanzar el grado de eficacia que les negó su inopia conceptual y técnica pero, al 
menos, ahora, nos da pie para reflexionar sobre cual podría ser la causa que hace a 
esta profesión tan proclive a la desorientación cuando intenta construir su propia 
identidad.
Como hemos expuesto en numerosas ocasiones, aquella Gimnástica, ahora 
conocida como Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en un último intento 
que esperamos posea un carácter tan transitorio como los anteriores, como 
consecuencia de atribuirse nuevos objetivos, fines y ciertas utilidades que a menudo 
pocos reconocían, evoluciona desde el dudoso oficio de la funambulia, el 
saltimbanco o el titiritero hasta una profesión que si no puede calificarse de dudosa 
si aparece como de ambigua y difícil definición1. La élite ilustrada que impulsa esta 
mutación, como afirma K. Hadzelek, pretenderá unir el principio de universalidad 
del desarrollo con una idea de progreso que apoyándose en la capacidad de la mente 
humana, en la racionalidad, debería convertirse en la fuerza motriz de todas las 
reformas sociales y educativas2.
Esta vocación de “progreso”, ¿diríamos ahora progresismo?, en gran medida se 
justificará desde una intención regeneracionista que, en España, como manifiesta el 
arcediano de Aliaga D. Antonio Arteta, “nos conducirá también a contemplar al 
hombre en los diversos progresos de la sociedad humana”3. Progreso e Higiene 
constituirán un binomio que se concreta en la consecución de unos objetivos que, 
inequívocamente, representan una regeneración nacional concebida, 
principalmente, de dos posibilidades diferentes: 
1 Cfr., Pastor Pradillo, José Luis: De funámbulos, gimnasiarcas y profesores de educación física. Un 
relato circunstancial y tendencioso, Madrid, Ed. Pila Teleña, 2001. 
2 Hadzelek, K.: Tradición de los conceptos humanísticos de la Educación Física en Europa: 
Renacimiento, Ilustración, s. XIX y siglo XX, Actas. Congreso Mundial AIESEF: Humanismo y nuevas 
tecnologías en la Educación Física y el Deporte, Madrid, INEF, 1990) 
3 Arteta, Antonio: Disertación sobre la muchedumbre de niños que muere en la infancia y modo de 
remediarla y de procurar en sus cuerpos la conformidad de sus miembros, robustez, agilidad y fuerzas 
competentes, Zaragoza, Imp. Mariano Miedes, 1801, p. 47. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
18
- Mediante la formación de una nueva juventud robusta y sana que basan 
en una crianza adecuada y una educación física eficaz y, por racional, 
perfectamente planificada. 
- Mediante el rearme moral de la sociedad y de todos sus miembros como 
consecuencia de la difusión de valores y la regeneración de las 
costumbres cívicas que el paradigma dualista, sobre el que se concibe la 
educación física, potenciará y calificará de manera singular. 
1. LA CRIANZA 
Si reconocemos en la funambulia el origen y precedente inmediato de las 
técnicas, de muchos de los recursos y ocupaciones profesionales de lo que se ha 
denominado genéricamente como Gimnástica, también deberemos recordar que fue 
la “crianza” el primer argumento que se esgrime para justificar la utilidad y la 
conveniencia de su práctica. 
La totalidad de las corrientes gimnásticas que circulan por la Europa Ilustrada 
coincidían en una comprensión semejante del concepto y objeto de la crianza y 
España no se mostró ajena a esta dinámica común tal y como demuestra el interés 
que se despierta por traducir bibliografía de origen foráneo relacionadas con este 
tema como ocurrió, por ejemplo, con la obra de M. Ballexerd4.
Las posibilidades del ejercicio físico, entendido ahora como recurso higiénico, y 
el uso que de él intuyen ahora los médicos y pedagogos le convertirán en un 
referente permanente en la descripción de las nociones de higiene y crianza. Como 
afirmaba Pressavin en 1800, el exercicio es indispensable para el mantenimiento de 
la salud, respecto a que coadyuva (sic) a la circulación de la sangre, y facilitando las 
sensaciones, contribuye a perfeccionar la nutrición; precave la detención y rebalsa 
de los humores, de donde nacen las obstrucciones. Sin exercicio no puede 
conservarse mucho tiempo la salud aun en el temperamento más perfecto; y con él 
puede una complexión endeble volverse robusta (...) Ninguna cosa nos defiende 
mejor del desmadexamiento que nos causan los calores del estío, que el exercicio, 
si bien no nos aplicamos entonces a él sino con repugnancia”5.
Francisco de Aguilera, conde de Villalobos, cuando en su opúsculo intenta 
argumentar las razones de su propuesta y el abandono de la Funambulia, distingue a 
la Higiene como el elemento distintivo y caracterizador del nuevo arte u oficio: la 
“Jimnástica”. En su opinión, “la higiene (dice Diderot en su esplicación (sic) del 
sistema de los conocimientos humanos) puede considerarse relativamente a la salud 
del cuerpo, a su belleza y a sus fuerzas; y subdividirse en Higiene propia, en 
4 Ballexerd, M.: Crianza física de los niños, desde su nacimiento hasta la pubertad, (Documentación que 
ganó el Premio de la Sociedad Holandesa de Ciencias, año 1762), por ___, ciudadano de Ginebra; 
Madrid, Imp. de Gabriel Ramírez, 1765; Madrid, Boletín de Instrucción Pública, 1841; Madrid, Imp. 
Antonio Espinosa, MDCCLXXXVII. 
5 Pressavin, (Mr.): Arte de conservar la salud y prolongar la vida o tratado de higiene, Salamanca, en la 
librería de D. Francisco de Toxar, 1800, p. 128. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
19
Cosmética y en Atlética. La Cosmética dará a la Ortopedia o arte de procurar a los 
miembros una bella conformación; y la Atlética dará la Jimnasia o arte de ejercitar 
los miembros del cuerpo”6. Parafraseando a Amorós, el Conde de Villalobos 
concluía su opúsculo afirmando que su “Jimnasio, propiamente dicho, nunca sería 
un objeto exclusivo de diversión pública, sino un establecimiento de utilidad, que 
cesara donde usa este o comenzase el Funambulismo” sino que, por el contrario, su 
propuesta sería “una práctica que nos conduce a robustecer nuestra salud, a liberar 
nuestra vida, a propagar la población, a ejecutar acciones útiles al Estado y a la 
humanidad, y a hacernos respetar y aun temer de los demás pueblos de la tierra”7.
2. LA HIGIENE 
La crianza, concebida como un repertorio de prácticas adecuadas al tratamiento 
del desarrollo del neonato, a su alimentación, su vestido, aseo o ejercicio del juego, 
a lo largo del siglo XIX, merced a los conocimientos que aportan muchas de las 
ciencias modernas, irá apoyándose en nuevos postulados que rebasan el mero 
cuidado del infante. 
Las consecuencias de la revolución industrial y del capitalismo liberal en las 
formas de vida y en las costumbres de las naciones europeas o las ideas ilustradas y 
las nuevas formas de organización política que sustituyen al viejo régimen, entre 
otras causas, el aumento del interés público y privado en la divulgación de nuevas 
reglas higiénicas. El fenómeno de medicalización de la sociedad que describe 
Foucault8, utilizando distintos registros, difunde la esperanza de alcanzar el 
progreso mediante el robustecimiento de la especie as través de procedimientos 
relacionados con la práctica del ejercicio físico. Distintas propuestas intentarán 
concretar estas prácticas aunque, posiblemente, fue la Eugenesia que, finalizando el 
siglo, difunde Sir Francis Galton la que mayor trascendencia conseguirá. Este autor, 
en un escrito dirigido al rector de la Universidad de Londres, señalaba la existencia 
de dos clases de influencias: unas, controlables socialmente, de las que depende el 
estatus de la nación; y, otras, que afectan a su salud de manera que la Eugenesia se 
constituiría en “el estudio de los medios que están bajo control social, que pueden 
beneficiar o perjudicar las cualidades raciales de las generaciones futuras, tanto 
física como intelectualmente”9.
Con anterioridad a estos planteamientos eugenésicos de Galton, en España, 
Pedro de Alcántara y García ya había establecido un vínculo muy estrecho entre 
Higiene y Gimnástica.Este pedagogo, tan injustamente ignorado en la esfera de la 
actividad física y el deporte, en su prolijo tratado sobre Educación y Enseñanza, 
definiendo la Educación Física como un referente científico genérico, incluye tres 
ciencias relacionadas entre sí por el objetivo común de la salud: la Exagogía o 
desarrollo de las facultades del alma y los miembros, órganos y fuerza del cuerpo; 
la Higiene, para conservar unos y otros en su unidad y armonía, en la salud, 
6 Conde de Villalobos: Ojeada sobre la Jimnasia, Madrid, Imp. de Yenes, 1842, p. 8. 
7 Ibid., p. 25. 
8 Foucault, Michel: Microfísica del poder, Madrid, Ediciones La Piqueta, 1978. 
9 Citado por Álvarez Peláez, Raquel: Sir Francis Galton, padre de la Eugenesia, Madrid, CSIC – Centro 
de Estudios Históricos, 1985, p. 156. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
20
precaviendo las alteraciones; la Medicina, para restablecer la salud alterada 
corrigiendo vicios y enfermedades que por virtud de esta alteración se hubieran 
presentado10.
Este destacado discípulo de Pablo Montesinos, varios años antes de que 
Sigmund Freud publicara su tratado sobre la histeria, ya hacía evolucionar sus 
postulados antropológicos hacia un paradigma global y unitario y, al mismo tiempo, 
destacaba la utilidad y conveniencia de abordar una posible intervención desde el 
ejercicio físico. Con independencia de la dudosa utilidad de sus técnicas y recursos 
metodológicos, en su conceptualización pedagógica, la Exagogía o Gimnástica no 
sólo trascendía los límites de la funambulia y del espectáculo sino que también 
descubría posibilidades inéditas hasta entonces. 
Por tanto, como hemos visto, desde el s. XIX la Gimnástica se postulaba como 
un instrumento capaz de alcanzar los objetivos propios de la Higiene y de la 
Medicina. En este contexto, sin descubrir todavía otros efectos de tipo educativo, 
será la Higiene la que le proporcione la primera justificación desde la que orientar y 
dar sentido a la presencia de una Gimnástica entendida de forma pragmática. 
De las causas por las que fue sustituida la denominación de Gimnástica o 
Gimnasia por la de Educación Física ya hemos dado cuenta en otras ocasiones11. El 
propio Demeny desvela lo artificioso del proceso cuando afirma que, en Francia, la 
modificación que de la “etiqueta” realizan sus compañeros, en ningún caso, llevaba 
implícita una actualización de los contenidos sino que, simplemente, disimulaba 
una realidad en la que se continuaba aplicando idénticas metodologías y propósitos. 
Por tanto, llámese como se quiera, si lo que la Gimnástica decimonónica 
significaba sigue siendo el principal referente con el que se caracteriza al actual 
oficio que se identifica con el título de Licenciado en Ciencias de la Actividad 
Física y del Deporte, el uso del ejercicio físico y la utilización del movimiento, 
aunque para algunos sea sorprendente, no debe resultar extraño el descubrimiento 
de la relación existente entre actividad física y salud porque, en definitiva, es la 
consecución de un estado saludable el principal objetivo de la Higiene, de la 
Medicina y de la Exagogía. 
Posteriormente, la Gimnástica será incluida en el sistema educativo no tanto por 
su valor lúdico o pedagógico como por su utilidad higiénica. La Gimnasia higiénica 
y Racional será la calificación con la que se identificará esta nueva forma de 
entender la practica del ejercicio corporal. Más tarde, por distintas causas, se 
buscarán otras utilidades y se adjudicarán a la actividad física otros beneficios y 
efectos saludables. 
10 Alcántara García, Pedro de: Teoría y Práctica de la Educación y la Enseñanza, Madrid, Englishs y 
Grass, 1879. 
11 Pastor Pradillo, José Luis: El espacio profesional de la Educación Física en España (1883-1961),
Guadalajara, Universidad de Alcalá, 1997. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
21
3. VALORES HIGIÉNICOS DE LA GIMNASIA 
Cuando a finalizaba el s. XIX la Gimnasia parecía justificarse con distintos 
valores que serán enunciados con distinto énfasis dependiendo de su ámbito de 
aplicación o del interés particular de quién la describiera. Entre la mayoría de 
quienes se sentían interesados por la divulgación de la Gimnasia, los fines de 
carácter higiénico, todavía, mantenían una clara hegemonía siendo sus posibles 
efectos las principales razones con las que, a menudo, se argumentaba la 
conveniencia de su práctica, lo beneficioso de su divulgación y las ventajas que 
ofrecía su inclusión en el sistema educativo. Las razones con que se justificaba la 
supuesta utilidad de la Gimnasia se evidencian claramente en las argumentaciones 
que se emplean en los debates parlamentarios que se desarrollan en las Cortes 
españolas durante la discusión del texto articulado de la Ley de 9 de marzo de 1883, 
por la que se declaraba obligatoria la práctica de los ejercicios corporales en la 
enseñanza secundaria y, al mismo tiempo, para facilitar este propósito y los 
capacitar docentes específicamente especializados, se creaba la Escuela Central de 
Profesores y Profesoras de Gimnástica12.
Manuel Becerra, principal valedor de esta iniciativa, en defensa de la 
proposición de ley, utiliza como principal argumentación los provechosos efectos 
que sobre la salud de la población podía generar y, de igual forma, durante todo el 
siglo XIX y la primera mitad del XX, se apelará al uso del ejercicio como 
medicamento eficaz contra las más variadas enfermedades de distinto origen y 
naturaleza como, por ejemplo, la tuberculosis, a deformación de la columna 
vertebral y otras muchas que incluían desde la escrófula hasta la neurastenia13.
Barth aseguraba que es la Gimnasia la que “adecua la parte motriz del sistema 
nervioso o, por lo menos, la que regula los movimientos voluntarios. Con ello –
añadía- contribuye a la salud del sistema nervioso total”14.
En términos generales, la vinculación entre ejercicio físico e Higiene se basó en 
la capacidad de estas prácticas para influir, activar o modificar cuantos procesos 
orgánicos determinaban el disfrute de un estado saludable. Durante gran parte de su 
historia moderna, desde perspectivas no muy distantes de las planteadas por 
Cristóbal Méndez15 en 1553, la Educación Física ha intentado destacar el valor 
salutífero del ejercicio corporal, su utilidad como medicamento, su valor 
terapéutico y su influencia como factor corrector de costumbres, de hábitos de vida, 
como hoy sería el sedentarismo, la obesidad, etc., o su capacidad como recurso 
eficaz para luchar contra todo tipo de pandemias como la que representó, en el siglo 
XIX, la tuberculosis y hoy representa, por ejemplo, el tabaquismo, el alcoholismo o 
cualquier otro tipo de drogodependencia. 
Descubiertas estas utilidades, el Estado moderno no podía mostrarse indiferente 
ante la presencia social de la Gimnasia y, de alguna manera, su intervención 
12 Ley de 9 de marzo de 1883, Ministerio de Fomento, (Gaceta de Madrid de 10 de marzo de 1883). 
13 Lladó, J.: Nociones de Gimnástica Higiénica, Barcelona, Antonio J. Bastinos, 1893, pp. 16 y ss. 
14 Barth, P.: Pedagogía, Madrid, Espasa Calpe (Ciencia y Educación. Manuales), (3ª edición), 1893. 
15 Méndez, Christoval: Libro del exercicio corporal y de sus provechos, por el cual uno podrá entender 
que ejercicio le sea más necesario para conservar la salud. Compuesto por el Dr. ___, vecino de la 
ciudad de Jaén, Sevilla, Maestro Gregorio de la Torre, 1553. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
22
mediante la función de policía contribuirá, de manera decisiva, para que fuera 
considerada como un aspecto relevante en el proceso de medicalización de la 
sociedad que se producirá más claramente a partir de la segunda mitad del s. XIX y 
que hoy, posiblemente, esté alcanzando sus más altas cotas de expresión. 
Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, los fines de la Gimnástica, al 
principio genéricamente higiénicos, se diversifican y algunos de sus objetivos, 
inicialmente muy secundarios, se convirtieran en las metas que priorizaron lasaspiraciones de muchos ciudadanos. La preocupación por evitar la obesidad, tan de 
actualidad ahora, desde las postrimerías del siglo XIX ya fue lo suficientemente 
importante como para que se probara la utilidad de cuantos recursos parecían 
eficaces para producir el adelgazamiento16 y, de idéntica manera, los higienistas 
españoles mostraron su interés por las posibilidades metodológicas de lo que 
denominaron “gimnástica pulmonar”. 
En consecuencia, con relación a la salud, podemos identificar dos tipos de fines 
claramente identificados: los fines terapéuticos y los entonces denominados 
cosméticos. 
3.1. Los fines terapéuticos 
Para conseguir este tipo de efectos no se duda en utilizar determinadas prácticas 
que, algunos, calificaron de “ejercicio-medicamento”.
Ya hemos visto cómo la tuberculosis moviliza un amplio interés que demanda a 
la Gimnástica su contribución más eficaz a través de una metodología específica. 
En este empeño se probaron cuantos recursos fueron posibles y esta dinámica aún 
se vio favorecida en mayor medida por la necesidad sentida por los gimnasiarcas de 
justificar ante la sociedad la conveniencia de practicar la actividad físico-deportiva 
como medio higiénico y también terapéutico. 
Algunas de estas propuestas fueron absolutamente peregrinas y nunca respon-
dieron a las expectativas y buenos deseos de quienes las aconsejaban aunque, en 
realidad, esta circunstancia nunca pareció importarles demasiado. La creencia en la 
bondad de la Gimnástica era un tópico tan acríticamente aceptado que, quizá, la 
16 José Sánchez y González de Somoano, en un artículo que publica en 1882 titulado“El Gimnasio”,
observando a los jockeys ingleses ilustra sus teorías con su ejemplo y expone cuáles deberían ser los dos 
grandes pilares en los que fundamentar un régimen eficaz de adelgazamiento: “El método más 
recomendable que emplean para formar estos hombres arenques, es, en primer lugar, una gran 
sobriedad, y en segundo, ejercicios graduados y repetidos, mucha limpieza de cuerpo, vomitivos y 
purgantes (...). Hacen sus ejercicios por la mañana y por la tarde, graduándolos hasta el sudor, que se 
favorece por medio de las fricciones y el reposo en un lecho guarnecido de espesas coberturas. Si tantos 
obesos como hay en Madrid, por efecto de su vida regalada, y que apenas pueden dar cuatro pasos a pie 
sin echar los bofes, se sometiesen a este sistema que los ingleses recomiendan, seguramente no estarían 
gotosos, llenos de reumas ni amenazados de apoplejías, porque después de haber conseguido quedarse 
ligeros y delgados, podrían marcarse un método de vida regularmente activa y disfrutar para siempre de 
una salud inmejorable, y con esta también de los dones que la fortuna ha sabido prodigarles, que sin 
salud, inútiles son estos dones, como todos los demás que en el mundo se pueden adquirir”. (Cfr., 
Sánchez y González de Somoano, José: Propaganda gimnástica, Madrid, Imp. de M. Minuesa de los 
Ríos, 1884, pp. 113-116). 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
23
única preocupación que restaba fuera la de idear procedimientos específicos para su 
aplicación práctica y encontrar recursos con los que completar o potenciar sus 
efectos. Carlos Ronquillo, por ejemplo, convencido de que el agua fría 
proporcionaba beneficios hasta entonces insospechados, no dudó en prescribir su 
forma más adecuada de utilización para remediar determinadas enfermedades17.
3.2. Los fines cosméticos 
Aun hoy, la línea divisoria entre la estética y la higiene es tan tenue que, a 
menudo, se confunden los límites de ambos territorios. La belleza suele ser la mejor 
expresión de la salud al mismo tiempo que los cánones que permiten su calificación 
suelen estar íntimamente relacionados con su capacidad para sugerir un óptimo 
estado de salud. 
La modificación o adquisición de estos rasgos tan necesarios para la seducción, 
no será un tema baladí. La adquisición de rasgos que denoten la belleza requería 
una metodología que garantizase esta posibilidad, en cualquier caso, mediante la 
ejecución de una serie de ejercicios. Una vez colocada la Gimnástica al servicio de 
la Cosmética se establecerán otras relaciones entre distintos conceptos como el de 
la belleza con el peso, con el color de la piel, con las formas , con la distribución de 
la grasa corporal, etc. 
4. EL GIMNASIO HIGIÉNICO 
La Gimnástica se postulaba como elemento eficaz de la Higiene en tanto que se 
orientaba por la consideración de diversos valores que su misma publicidad no 
duda en pregonar. Daniel G.M. Schreber, por ejemplo, en 1862, publica en España 
una obra dedicada a la Gimnasia de Sala que se apresura a calificar, en el mismo 
título, de "Médica e Higiénica", completándola con un aclaratorio subtítulo en el 
que afirma que es una "representación y descripción de los movimientos 
gimnásticos que, no exigiendo ningún aparato para su ejecución, pueden practicarse 
en todas sus partes y por toda clase de personas de uno y otro sexo: seguido de sus 
aplicaciones a diversas enfermedades"18.
17 “Indicando la influencia de los ejercicios gimnásticos, un sabio observador dice: hay necesidad de un 
agente de aplicación general y fácil que fortifique todas las constituciones, sobre todo las débiles y 
anémicas, y cuyo empleo pueda ser prescrito por el reglamento, que al mismo tiempo no ofrezca peligros 
ni inconvenientes, y cuya eficacia no pueda ponerse en duda. Este agente es el agua fría, administrada de 
modo que se obtengan sólo efectos estimulantes: la ducha de agua fría de corta duración. Bajo la 
influencia de esta ablución cotidiana, pronto se ve animarse la piel, coloreándose por la notable 
actividad de la circulación capilar. Una sangre viva y roja vivifica esta vasta región donde tiene lugar 
fenómenos tan importantes para la vida vegetativa. La actividad funcional de la cubierta cutánea y la 
regularidad de su circulación producen, como consecuencia inevitable, una asimilación más completa, 
una nutrición más buena y, por ende, digestiones más fáciles, y por tanto, un apetito más pronunciado 
(...) He ahí el remedio para la repugnante escrófula, para el raquitismo y para la tisis; he ahí el medio 
profiláctico que oponer a los estragos de las epidemias”. (cfr., Ronquillo, Carlos: Adiciones, en ... Lladó, 
Joaquín: Nociones de Gimnástica Higiénica aplicadas a las escuelas de Instrucción Primaria de uno u 
otro sexo, Barcelona, Libr. de Antonio Bastinos, 1893, pp. 181-182). 
18 Schreber, Daniel G.M.: Manual de gimnasia de sala médica e higiénica, (2ª ed.), Madrid, Bailly-
Bailliere, 1862. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
24
La justificación que Schreber realiza de por qué ha de practicarse la gimnasia no 
la dirige a instituciones o cargos públicos sino al ciudadano común que ha de 
practicarla en su casa. Esta argumentación, resulta paradigmática en todos los 
razonamientos utilizados en el s. XIX: "Los aterradores progresos de la tisis 
diezman horriblemente nuestras grandes poblaciones y cuya extensión llena de 
espanto al espíritu médico que contempla paso a paso su marcha creciente de día en 
día y cubre de luto y de dolor el corazón del hombre humanitario y caritativo que 
no ve en derredor de sí medio de contener esta terrible enfermedad una vez 
desarrollada, ni de impedir que sus estragos se transmitan de generación en 
generación hasta extinguir un hombre y hacer que desaparezcan una familia, en su 
mayor parte, no hay que dudarlo, es culpa de nuestro fatal sistema educativo y de la 
corrupción de nuestras costumbres"19.
El mismo Schreber, sumándose a este movimiento higienicista, no duda en 
ofrecer un método que cuenta con ejercicios capaces, no solo de resolver estos 
graves riesgos sino también otros muchos no menos aterradores y aún más 
específicos. Y así en sus preceptos particulares especifica qué ejercicios han de 
practicarse para curar cada una de las distintas enfermedades2200:
. Primer precepto . Para desviar el demasiado aflujo de sangre a la cabeza y al pecho, y curar losdolores nerviosos de estas partes. 
. Segundo 
precepto
. Para facilitar y mejorar la respiración en los casos de mala 
configuración del pecho, tisis incipiente, asma, etc. 
. Tercer precepto 
. Contra la inercia del bajo vientre en general y contra las 
numerosas afecciones que la acompañan, los infartos de la vena 
porta, del hígado y bazo, las digestiones difíciles, el estreñimiento, 
el dolor de cabeza, tumores hemorroidales, hipocondría, 
histerismo, melancolía, etc. 
. Cuarto precepto . Para facilitar las deposiciones. 
. Quinto precepto . Para el tratamiento de la supresión del flujo hemorroidal y del período de la mujer. 
. Sexto precepto . Contra las parálisis musculares incipientes. 
. Séptimo 
precepto
. Para los casos en que no hay un padecimiento local a que 
atender, sino que se quiere obrar sobre la constitución en general, 
ya curativa, ya higiénicamente; en una palabra, para las 
circunstancias en que sólo se desea producir movimientos 
saludables, por ejemplo en la atonía muscular y nerviosa, en la 
anemia, escrófulas, etc.; y en las personas de vida sedentaria en 
general.
Los propagandistas de la gimnasia deseaban que el sector de la población al que 
dirigen sus proclamas por lo que, si lo que se oferta es una medida terapéutica y una 
costumbre recomendable, ésta no debería interesar, exclusivamente, al sector 
infantil. De esto es consciente Sebastián Busque y Torró cuando denuncia los 
tópicos a los que ha de enfrentarse cuando afirma que "dos son los cargos que se le 
19 Ibid., p. 40. 
20 Ibid., pp. 132 y ss. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
25
hacen a la gimnasia: primero los peligros inmediatos a que expone; segundo, ser la 
juventud la única edad en que conviene"2211.
Por su parte, los gimnasiarcas ofertan el gimnasio "como la clínica del ejercicio 
desde el momento que este cuadro higiénico es aplicado al tratamiento de ciertas 
enfermedades" 2222, por lo que es habitual que elaboren todo un catálogo de 
patologíass susceptibles de sanar, con los ejercicios terapéuticos correspondientes a 
cada una. 
Sin embargo, y a pesar del aumento del número de gimnasios que se produce 
entre 1850 y 1870, Le Blond, en 1877, se lamentaba de que al "hablar de ejercicios 
gimnásticos, la primera idea que ocurre es la imagen de un hombre suspendido por 
los pies, balanceándose en el espacio, con el rostro congestionado; se juzga de la 
gimnasia, por los ejercicios más o menos peligrosos que ejecutan los clowns en el 
circo o en las plazas públicas, cuando deberían juzgarse por las ventajas que 
reporta, ya sea en los hospitales, donde se ha introducido de algún tiempo a esta 
parte, sea en las casas de educación (...)”2233. Quizá por eso, también se recurra a las 
argumentaciones patrióticas para justificar y dignificar su existencia. La tendencia 
regeneracionista del s. XIX se mezcla, en España, con nuevos elementos 
nacionalistas reduciéndose la filantropía, antes referida a la humanidad, a límites 
mucho más cercanos y concretos como son los de nación o raza. En el caso español 
suponemos que no sólo fueron inspiraciones nacionalistas sino que, también, 
influyó la constante frustración que en este siglo supuso la pérdida total del antiguo 
imperio colonial y la difuminación de las señas de identidad nacional como 
consecuencia de una decadencia política y económica2244. En esta argumentación aún 
se muestra más explícito Federico Huesca quien, en 1881, está convencido que, por 
fin, "España despierta de un profundo sueño (...) Quedóse dormida sobre el blando 
lecho de sus victorias, grande, poderosa, altiva, reina y señora y al despertar hoy 
encuéntrase pequeña, pobre, humilde y desgraciada (...) Pero no importa: la 
actividad de que hoy empieza a dar prueba es prenda segura de su salvación (...) 
Coadyuvemos todos en la medida de nuestras fuerzas, a esta obra común, que debe 
21 Busque y Torró, Sebastián: Gimnástica Higiénica médica y ortopédica o el ejercicio considerado como 
medio terapéutico, Madrid, Imp. Manuel Galiano, 1865, p. IX. 
22 Ibid., p. 105. 
23 Cfr. Ferrer, David: De la utilidad general de la gimnasia y acción que ejercen sobre el organismo 
humano sus diferentes ejercicios. Memoria premiada por el Ateneo Igualadino de la clase obrera en el 
certamen científico literario de 1881, Barcelona, Est. tip. de José Miret, 1883. 
24 Ya el Conde de Villalobos había afirmado que "nacimos (...) hijos de un país que no puede sustentar 
sus victorias ¿y habremos de pasar nuestros días sin que en ellos renazca nuestro antiguo explendor? 
(...) Un gran jimnasio establecido por el Gobierno es una escuela que nos suministra medios para ejercer 
la humanidad, propagar la población, hacer grandes beneficios en la paz y decidir las victorias en la 
guerra (...). Si el Gobierno español imitara siquiera en esto a nuestro vecino del Pirineo, serían sus 
soldados el traslado más perfecto de los héroes de la antigüedad. ¿Quién en la miserable época que 
acaba de pasar (se refiere a la Guerra de la Independencia), no ha visto u oído la diminución (sic) de 
fuerzas que había en nuestro ejército si se ofrecía hacer una marcha forzada? ¿Y a qué otra cosa puede 
atribuirse esto sino a la poca fortaleza de nuestros soldados (...) si hubieran sido nuestros soldados al 
principio de la guerra capaces de hacer siquiera lo que últimamente ejecutaban, ni esta hubiera durado 
tanto, ni tantas lágrimas de viudez nos ahogarían, ni tantos alaridos de horfandaz tampoco nos 
lastimarían". (Cfr., Aguilera, Francisco de (Conde de Villalobos): Ojeada sobre la jimnasia y ventajas 
que emanan de esta ciencia, Madrid, Imp. Yenes, 1842). 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
26
dar comienzo con el desarrollo físico sin el cual no hay una base física para el 
moral"2255.
En estas instituciones, al menos aparentemente, la práctica de la gimnástica 
higiénica y racional representaba una apuesta rotunda por una fundamentación 
científica cuya carencia se intuía cada vez más necesaria. La higiene, o la salud, ya 
eran consideradas como bienes sociales y, por tanto, uno de los servicios más 
preciados que debiera garantizar el Estado y para cuya oferta debería proveer de los 
medios más eficaces. Ante semejante perspectiva serán muchas las profesiones que, 
como la médica, no solo se declararán competentes sino que, además, exigirán un 
protagoniosmo único y excluyente. En esta dinámica, consideradas como referentes 
del saber sobre los que apoyar una función profesional, ni la Gimnástica ni la 
Higiene serán capaces de resistir la pugna establecida con la Medicina. 
Ni el rigor de sus planteamientos, ni la formación de sus técnicos, ni la eficacia 
de sus métodos podrán paliar el protagonismo competencial que reclama una clase 
médica que, con el desarrollo de la farmacopea, alcanzará una eficacia hasta 
entonces insospechada. Cuando en la década de los años treinta del s. XX Fleming 
descubre la penicilina ya no resta a la gimnasia respiratoria ni siquiera su pretensión 
de medicamento eficaz contra el azote de la tuberculosis. El descubrimiento del 
bacilo de Koch y la aplicación de la terapeutica derivada del empleo de un hongo 
dejaron obsoleto el planteamiento metodologico que basaba sus efectos benéficos 
en la solución de una ventilación pulmonar defectuosa. 
La figura del gimnasiarca decimonónico queda relegada a los límites de lo 
estrambótico. Incapaz de superar su indigencia conceptual y su inoperancia 
metodológica quedará confinado a los espacios propios del mero voluntarismo 
estéril o de una filantropía de dudosa consideración social. La misma Higiene, 
como consecuencia del desarrollo social que se produce en Occiednte a partir de la 
finalización de la Segunda Guerra Mundial, dejará de constituir por sí misma una 
urgencia social ante las soluciones que ahora dará la sociedad de libre mercado y 
del bienestar a problemas antaño tan perentorios y díficiles como el de la vivienda, 
la alimentación o la misma educación. La creación de mecanismos de asistenciasocial como la seguridad social y la atención médica universal o el aumento de los 
niveles de poder adquisitivo de todas las clases sociales convertirán en cotidiano los 
sueños y aspiraciones de las Sociedadse Higienicas tan caracteristicas del final del 
s. XIX que verán superadas la mayoría de sus aspiraciones y, en muchos casos, 
encontrarán convertidas en realidad las que pocos años antes sólo parecía formar 
parte de una utopía. 
Pero, cualesquiera que fueran las características que esta evolución adoptara, los 
gimnasios nunca abandonaron los principales fines de la Gimnástica. Éstos y la 
metodología apropiada para conseguir sus objetivos continuarían siendo las señas 
de identidad más importantes de estas instalaciones. Ésta evolución de la 
Gimnástica, en opinión de Carlos C. Fernández26, por sus efectos, distinguiría 
25 Cfr. Huesca, Federico: Diccionario hípico y del Sport, Madrid, Imp. de J.M. Pérez, 1881. 
26 Fernández Gallego, Carlos César: “Higiene y condiciones que deben reunir los gimnasios. Memoria 
presentada a la 3ª Asamblea de la Federación Gimnástica Española, celebrada en Zaragoza del 7 al 11 de 
octubre de 1901”, La Educación Física Nacional, nº 27, (1902), p.109. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
27
varias aplicaciones: médica, escolar, deportiva y militar. La Gimnasia médica 
debería buscar el ser agradable (pedagógica y deportiva); la escolar se inspiraría, 
cada vez más, en “preocupaciones médicas que la dominen”, pero sin olvidar “que
nuestra querida España tiene necesidad de hombres prontos a convertirse en 
verdaderos soldados. Las Sociedades de Gimnástica (gimnástica y deportes) deben 
preparar al régimen (gimnástica militar), e inclinarse ante las reglas de la 
Fisiología (gimnástica médica). 
La publicidad que se realiza de sus actividades no integra referencia alguna a las 
nuevas actividades deportivas, sino que sigue recomendando este tipo de prácticas y 
sus particulares recursos metodológicos, entre otros, como “modificadores 
higiénicos y terapéuticos” de diversos síndromes27:
- Afecciones del sistema circulatorio (esquinosis externa, varices, 
enfriamiento de pies y manos, encharcamientos sanguíneos y 
linfáticos).
- Debilidades orgánicas (clorosis, anemia, hemofilia, convalecencia de 
hemorragias). 
- Debilidades por agotamiento nervioso (abusos de los placeres, del 
tabaco, morfina, etc.; debilidad senil, pobreza orgánica). 
- Convalecencias penosas de las enfermedades agudas, etc. 
- Afecciones del sistema nervioso (histerismo, hipocondría, neurastenia, 
corea (baile de San Vito), neuralgias, parálisis, ciática). 
- Afecciones del aparato gastro-intestinal y sus anejos (dispepsia atónica, 
atonía intestinal con o sin tinpanismo, estreñimiento pertinaz, hernias, 
infarto hepático crónico, infarto esplénico consecutivo a intermitente o 
a fiebres agudas, flaccidez de las paredes del abdomen por debilidad 
general).
- Afecciones articulares (contusión-entorse, artritis aguda, granulaciones 
tuberculosas, luxaciones, inflamaciones de las bolsas serosas 
submusculares, artritis crónica de los viejos, artritis deformantes 
simples y múltiples, torpeza articular y falsas anquilosis, torceduras de 
la columna vertebral, deformidades). 
- Afecciones del aparato muscular (impotencia muscular, roturas 
musculares acompañadas de miositis, lumbago, miositis crónica, 
atrofia, reuma muscular). 
- Gimnasia antituberculosa. 
- Acción sobre las enfermedades generales (raquitismo, escrofulismo, 
gota, polisercia, obesidad, diabetes: se emplea con resultado positivo en 
muchas enfermedades de la piel, como así mismo en la mayor parte de 
las enfermedades de los órganos genitales de la mujer). 
27 Sanz Romo, Marcelo: Ensayo de una Higiene deportiva o los Deportes ante la Higiene, Madrid, Imp. 
La Correspondencia Militar, 1913. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
28
- Acciones sobre las afecciones del aparato respiratorio (enfisema, 
bronquitis crónica, asma nervioso, debilidad de las paredes torácicas 
con poca amplitud de los movimientos respiratorios, predisposiciones a 
la tisis pulmonar (en este caso el tratamiento mecanotarápico se emplea 
con buenos resultados). 
- Gimnasia pedagógica e higiénica para los niños, niñas, señoritas y 
caballeros (enseñanza oficial de la Gimnástica, con validez académica 
para los establecimientos de segunda enseñanza, sean alumnos libres o 
de colegios incorporados). 
5. EL GIMNASIARCA 
Para atender los gimnasios higiénicos era necesario un profesional que, de 
manera coherente con las técnicas en uso, organizara los servicios que la sociedad 
de mitad del s. XIX reclamaba: un gimnasiarca robusto, higiénico y benéfico. 
Sin embargo, el distinto carácter de las prácticas que en los gimnasios se 
desarrollaban o los fines que más o menos explícitamente definían su vocación 
pronto se verá reflejado en el perfil que se solicita a los primeros profesionales 
según se encuadraran en la gimnasia higiénica o en la acrobática. Cada una de ellas 
va a reclamar a sus facultativos unas características propias, unas peculiaridades 
que, finalmente, se plasmarán en dos modelos claramente diferenciados. Esta 
diferencia no solo se hará patente en unas relaciones siempre conflictivas sino que 
también, lo que será más importante, en dos maneras distintas de entender la propia 
educación física que, a menudo, se mostrarán irreconciliables. En 1867, Paul 
Elizalde llegaría a solicitar que la dirección de los gimnasios existentes entonces 
estuviera encomendada a un médico28.
No obstante, a pesar de formulaciones tan sutiles, habría que advertir que tanto 
la orientación acrobática como la médica solo irán caracterizándose de manera 
diferenciada en las postrimerías del siglo XIX como consecuencia de un doble 
fenómeno que hará revisar el mismo concepto de Gimnástica. La nueva y 
concluyente crisis hará confluir ambos modelos en una nueva orientación que, 
primero, elegirá el término Gimnasia para identificarse y, más tarde, el de 
Educación Física. 
La orientación acrobática, paulatinamente, será sustituida por el deporte y la 
médica, cada vez menos fomentada por los facultativos de esta especialidad, 
decaerá hasta casi su desaparición o su reformulación desde otros referentes 
profesionales y en otros ámbitos de actuación. El resultado de ambos fenómenos se 
concretará en una nueva manifestación más sincrética en la que será preponderante 
la finalidad y la justificación educativa. Y así, la figura del profesor de Gimnasia se 
identificará, inicialmente sobre todo, con aquellos aspectos relacionados con la 
educación reglada secundaria y, después, con la primaria. 
28 Elizalde, Paul Francisco de: Influencia de la Gimnástica en el desarrollo y vigor de la organización del 
hombre, Madrid, Imp. de J.E. Morete, 1867, p. 20. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
29
José E. García Fraguas, uno de los profesores de gimnástica más representativo 
de la orientación médica, aunque sólo fuera por su carácter polemista y sus posturas 
a menudo fundamentalistas en exceso, cuando describe aquellos rasgos que en su 
criterio han de servir para identificar a los profesionales de la educación física, lo 
primero que decide resaltar es la diferencia con aquello que no es o con aquellos 
que ni son ni debieran pertenecer al oficio. Afirma que gimnasta llama el vulgo a 
”los que comercian o exhiben sus habilidades corporales luciendo sus veladas 
desnudeces en los ejercicios practicados en los circos, plazas o lugares públicos. 
Para nosotros –añade- esos artistas llámense titiriteros o volatineros; pues los 
gimnastas modernos son los que practican con habilidad y conocimiento de causas 
y efectos los ejercicios corporales higiénicos; sportmans, los que ejecutan los 
recreativos del sport y atletas, los que gozan y fomentan los juegos corporales. 
Aficionado es el que trabaja por su instrucción artística y mejoramiento corporal”29.
Al titulado Profesor de Gimnástica no se le concibe con un perfilúnico, sino que 
se orienta su formación hacia tres especialidades definidas por los ámbitos en los 
que, en el futuro, habría de desarrollar su ejercicio profesional: Pedagógica, Militar 
e Higiénico-Médica. Se intenta diversificar el perfil de estos facultativos mucho 
antes de que la realidad del oficio, el cuerpo teórico o la demanda de servicios lo 
exigieran resultando una figura perdida entre los imprecisos límites que determinan 
lo racional y la filantropía. Y, en esta deriva, paulatinamente irán diluyéndose los 
lazos que tradicionalmente vinculaban a la Gimnástica con la Higiene. 
Todavía en 1924, el Dr. Bermejillo proponía que la dirección de la “cultura
física” fuera privativa y exclusiva de los médicos especializados puesto que sólo 
ellos “están bien al tanto de la capacidad funcional de los diversos órganos”30.
Aduciendo razones que se justificaban en la importancia de sus efectos y en la 
especificidad de los conocimientos necesarios, pretendía excluir de la profesión a 
cuantos no ostentaran un perfil médico suficiente. En definitiva el conflicto 
desvelaba, además de otros aspectos a los que ya hemos hecho alusión 
anteriormente, que aún no se había resuelto la vieja disputa entre aquellos que 
concebían la Gimnástica como un método fundamentalmente acrobático susceptible 
de aportar un robustecimiento, educación física al individuo y recreación para sus 
practicantes, y aquellos otros cuya inspiración, exclusivamente médica, sólo les 
permitía encontrar en la actividad física efectos y objetivos relacionados con la 
salud. La descalificación del Dr. Bermejillo no es sino uno de los últimos episodios 
de la permanente disputa que, desde el siglo anterior, mantienen ambos sectores. 
Quizá por eso, el concepto que los españoles mantenían en 1916 sobre la 
educación física en general y sobre sus profesionales en particular no dejaba de ser 
pintoresco o, como matiza Cesar Juarros, “lírico”. Para este higienista la figura del 
gimnasta no se alejaba demasiado de la vieja imagen del funámbulo o del artista 
29 Fraguas, José E.G.: Programa ilustrado de advertencias y figuras de actitudes para las prácticas de la 
Gimnasia Higiénica, sports, juegos y ejercicios medicinales en los Institutos, Colegios, Academias, 
Escuelas, Hospitales, Habitaciones cerradas y abiertas, Patios, Corales, Jardines, Plazas de recreo, etc. 
etc., Madrid, Biblioteca de la Regeneración Física, (1897?), p. 3. 
30 Cfr., Actas del Primer Congreso de Educación Católica, Madrid, Tip. de la Revista de Archivos, 1925. 
JOSÉ LUIS PASTOR PRADILLO (COORD.) 
30
circense31. No obstante, al mismo tiempo, se empezaban a definir dos concepciones 
irreconciliables en lo que al perfil y capacitación del profesional se refiere: la de 
orientación teórica y otra eminentemente práctica. Una posición contraria a la 
expresada por García Simó la sostiene Vicente Huder para el cual “el papel del 
médico en la escuela es de lo más importante, si tenemos en cuenta lo que ésta 
representa no solo en el orden moral, sino también en el físico. La educación física 
no lo completa; debemos tener presente que desde el momento en que el niño es 
puesto bajo la dirección y custodia del maestro, estamos obligados a proporcionarle 
toda clase de medios de defensa y alejar de él los peligros que constantemente
amenazan su delicado organismo, apto para adquirir toda clase de enfermedades”32.
Todas estas circunstancias perfilaron una imagen del Profesor de Gimnasia casi 
exclusivamente basada en aspectos prácticos, poco reflexivo, de escasa cultura y 
cuya idoneidad se medía más por la apariencia que por la ciencia. Su identidad, 
incuestionablente, irá decantándose hacia la dimensión acrobática, después 
deportiva, en detrimento de la versión higiénica y, por esa razón, casi todos los 
tratadistas dan tanta importancia a la apariencia externa de estos profesionales; 
quizá, en el fondo, conscientes de la escasa eficacia de sus funciones y del mísero 
bagaje científico que les acompañaba, se pretenderá compensar su perfil con 
aquellas otras cualidades que inducían a pensar que su poseedor era portador de 
virtudes más trascendentes y que mejoraban el trato personal con los alumnos 
cifrando así su mayor eficacia profesional en el valor del ejemplo. 
Finalizada la guerra civil española, durante cuarenta años, se impondría la 
permanencia de un régimen político totalitario, el franquismo, que aplicó sobre 
todos los niveles y actividades de la sociedad una ideologización que exigía una 
perspectiva única y, por lo que se refiere a la Educación Física, una 
instrumentalización política que la convertirá en lo que Agustín Escolano denominó 
“aparatos pedagógicos” del franquismo. Colocada la Educación Física al servicio 
de unos intereses estrictamente políticos, se obviarán los fines higiénicos para dar 
prioridad a la consideración de su capacidad para fomentar valores cívicos y 
transmitir contenidos ideológicos como evidencia explícitamente, en el Primer 
Congreso Nacional de Educación Física, Antonio Almagro para quien la Educación 
Física sólo puede entenderse al servicio del destino individual del hombre y al 
destino nacional de España33: “Por ello el ejercicio físico no es ya sólo una fuente 
de goces, salud o belleza; es sobre todo –para nosotros, falangistas- el método. La 
técnica, por medio de la cual conseguimos en primer lugar la obediencia 
incondicional de nuestro cuerpo a nuestro espíritu, y además obtenemos por su 
mediación el mantener este instrumento vivo que es el cuerpo en perfecto estado 
para ser utilizado en el servicio de nuestro destino nacional. Así, pues, la cultura 
física se convierte en un sistema ascético novísimo, capaz de hacer obedecer a 
nuestros músculos fibra por fibra y nervio por nervio a las voces luminosas del 
espíritu”.
31 Juarros, Cesar (Dr.): “Educación física y acrobatismo”, La Escuela Moderna, nº 304, (diciembre, 
1916), pp. 745-747. 
32 Huder, Vicente: Conferencia sobre Educación Física, Pamplona, Imp. Casa Velandia, 1917, p. 29. 
33 Almagro, Antonio: Sobre el concepto de la Educación Física dentro del sentido Español y Falangista de 
la vida, en ... Memoria-Resumen de las Tareas Científicas del I Congreso Nacional de Educación Física,
Madrid, Imp. de Jesús López, 1943, pp. 443 y ss. 
SALUD, ESTADO DE BIENESTAR Y ACTIVIDAD FÍSICA 
31
El perfil que se prefiere ahora es fundamentalmente político y la misión que se 
encargará a los profesionales estará más cercana a la agitación y al proselitismo que 
a los objetivos relacionados con el desarrollo y vigor del cuerpo. Los ejercicios 
corporales o la actividad deportiva ya no serán sino instrumentos eficaces para unos 
educadores cuyos objetivos fundamentales se refieren más al carácter que al cuerpo. 
Joaquín Agulla, como portavoz del Frente de Juventudes, concebía al profesorado 
de Educación Física, simultáneamente, como un profesional de claro carácter 
“psicopedagógico (condición básica) y técnico (o científico), en lo que a la 
especialidad de esta disciplina educativa respecta”. En ningún momento parecen 
preocupar a este asesor del Frente de Juventudes los aspectos higiénicos o sanitarios 
que todo esto podría conllevar. Como puede apreciarse el componente educativo 
predomina en esta descripción de la imagen del profesional y cualquier otra 
dimensión o ámbito de actuación se ignora de manera casi absoluta. 
6. EDUCACIÓN FÍSICA E HIGIENE 
Pese a las declaraciones formales en las que se intentaba destacar la utilidad 
higiénica de la educación física, en el ámbito educativo, la realidad no correspondió 
con estos planteamientos. Para muchos fueron, exclusivamente, motivos higiénicos 
los que justificaron la presencia de los ejercicios corporales en el curriculum 
escolar. Sin embargo, entre Educación Física e Higiene siempre se mantuvo una 
separación que iba mucho más allá de la distinción sistemática que elabora Pedro 
de Alcántara de manera que, como afirman Franklin y Clinton, el desarrollo 
histórico de ambas ha tenido poco

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