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Relaciones Internacionales, núm. 14, junio de 2010
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Resumen: 
El propósito de este artículo es analizar 
algunas de las dificultades para la 
elaboración teórica en los estudios 
de las migraciones internacionales, 
así como sugerir una respuesta. 
Como punto de partida, se estudia la 
percepción dominante de la “migración 
como un problema”. A esto le sigue 
una discusión sobre algunos de los 
principales obstáculos para un avance 
teórico en los estudios migratorios. 
Defiendo de este modo que una teoría 
general de la migración no es posible 
ni deseable pero podemos alcanzar 
progresos significativos mediante el re-
enraizamiento de su investigación desde 
un entendimiento más general de la 
sociedad contemporánea, y vinculándola 
a teorías más amplias de cambio social 
desde varias disciplinas de las ciencias 
sociales. Un marco conceptual para 
los estudios migratorios debe tomar 
la transformación social como su 
categoría central, con el fin de facilitar 
la comprensión de la complejidad, 
interconectividad, variabilidad, 
contextualidad y mediaciones multi-
nivel de los procesos migratorios en un 
contexto de cambio global acelerado. 
Esto implicaría examinar los vínculos 
entre la transformación social y la 
movilidad humana en diferentes niveles 
socio-espaciales, mientras se persiste 
en el propósito de entender cómo la 
agencia humana puede condicionar las 
respuestas a los factores estructurales. 
El argumento se demuestra a través del 
ejemplo de los cambios en las dinámicas 
de la fuerza laboral en los países más 
desarrollados. 
Palabras clave: 
Teoría de la migración, teoría social, 
transformación social, niveles socio-
espaciales, agencia, estructura. 
Title:
Understanding Global Migration: A 
Social Transformation Perspective.
Abstract: 
This article aims to examine some of 
the difficulties of theory formation in 
international migration studies, and to 
suggest a response. The starting point 
is an examination of the dominant 
perception of ‘migration as a problem’. 
This is followed by a discussion of 
some key obstacles to theoretical 
advancement in migration studies. I 
argue that a general theory of migration 
is neither possible nor desirable, but 
that we can make significant progress 
by re-embedding migration research 
in a more general understanding of 
contemporary society, and linking it 
to broader theories of social change 
across a range of social scientific 
disciplines. A conceptual framework 
for migration studies should take social 
transformation as its central category, 
in order to facilitate understanding of 
the complexity, interconnectedness, 
variability, contexuality and multi-level 
mediations of migratory processes in 
the context of rapid global change. 
This would mean examining the links 
between social transformation and 
human mobility across a range of socio-
spatial levels, while always seeking 
to understand how human agency 
can condition responses to structural 
factors. The argument is illustrated 
through the example of the changing 
dynamics of labour forces in highly 
developed countries.
Keywords:
Migration theory, social theory, social 
transformation, socio-apatial levels, 
agency, structure. 
Comprendiendo la migraCión global: una 
perspeCtiva desde la transformaCión 
soCial*
Stephen CaStleS*
* Este artículo ha sido publicado en su versión original en Journal of Ethnic and Migration Studies, vol. 
36, nº 10, 2010. Su traducción a español y publicación en Relaciones Internacionales ha sido autorizada 
expresamente por Taylor & Francis Ltd, http://www.informaworld.com.
**Stephen CASTLES es Profesor investigador de Sociología en la Universidad de Sydney. Véase: Prof. 
S. Castles, School of Social and Political Sciences, University of Sydney, NSW 2006, Australia. E-mail: 
stephen.castles@usyd.edu.au.
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mailto:stephen.castles@usyd.edu.au
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Hace más de diez años, Massey y otros argumentaron que1: 
Los conceptos teóricos empleados hoy día por los científicos 
sociales para analizar y explicar la migración internacional fueron 
elaborados, en su origen, en la era industrial y reflejan su particular 
régimen económico, instituciones sociales, tecnología, demografía 
y política (…) El enfoque clásico ha entrado ahora en un estado de 
crisis, retado por nuevas ideas, conceptos e hipótesis. 
Aunque como éstos señalaron, “estas nuevas formas de pensamiento todavía 
no se han cohesionado en una única teoría”, Massey y sus colegas entendían que “el 
momento había llegado (…) para reevaluar las teorías de la migración internacional 
y adecuarlas a las nuevas condiciones empíricas”. El mundo “postindustrial, post-
Guerra Fría” necesitaba una nueva teoría de la migración apropiada para “un nuevo 
ciclo”2. Ésta fue la declaración programática de un libro muy importante, el cual, de 
hecho, tenía como intención presentar una nueva síntesis como la base para una 
“sola” teoría (implícitamente general).
 
Después de doce años, el crecimiento exponencial de la investigación dentro 
de las ciencias sociales sobre la movilidad internacional de las personas continúa: 
nunca hemos tenido tantos investigadores, cursos universitarios, estudiantes, 
proyectos de investigación, institutos, conferencias, revistas y publicaciones. 
Sin embargo, la búsqueda de un marco teórico generalmente aceptado para los 
estudios migratorios sigue siendo difícil de alcanzar. Todavía carecemos de un 
cuerpo de conocimiento acumulado para explicar por qué algunas personas migran, 
mientras la mayoría no lo hace, y qué significa esto para las sociedades afectadas. 
Aunque realmente parece haber acuerdos en algunas cuestiones – la importancia 
de las redes migratorias, por ejemplo - no tenemos un marco conceptual en común 
que pueda servirnos como punto de partida para debates intelectuales y para la 
formulación de hipótesis y preguntas de investigación. 
Este artículo comienza examinando el “sesgo sedentario” en los debates sobre 
migraciones y continúa discutiendo por qué es tan difícil desarrollar y acordar un 
marco conceptual para éstas. Un problema clave es la tendencia a ver la migración 
como algo muy distinta de las relaciones sociales en un sentido más amplio, y de 
los procesos de cambio. Voy a intentar dar argumentos para demostrar la necesidad 
de integrar la investigación sobre las migraciones dentro de una comprensión más 
general de la sociedad contemporánea. Esto requiere formas de investigación que 
parten de una situación de cambios rápidos y generalizados. Me refiero a estos 
procesos como transformación social, como una etiqueta conveniente para facilitar 
la discusión de la complejidad, interconectividad, variabilidad, contextualidad, y de 
1 MASSEY, D. S., ARANGO, J., HUGO, G., KOUAOUCI, A., PELLEGRINO, A. y TAYLOR, J. (1998), 
Worlds in Motion, Understanding International Migration at the End of the Millenium, Clarendon 
Press, Oxford, p. 3.
2 Íbidem., p. 3.
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las mediaciones a una multiplicidad de niveles del cambio global. El artículo vincula 
el análisis de la migración a tendencias importantes en la teoría y metodología de 
varias disciplinas de ciencias sociales, e ilustra la investigación interdisciplinar de 
la transformación social, usando como ejemplo el cambio de la fuerza laboral en 
las economías del norte. 
Mi análisis apunta a conclusiones diferentes a las recogidas en el artículo 
de Alejandro Portes (2010). Portes argumenta que la migración, generalmente, 
no cambia las estructuras fundamentales e instituciones de las sociedades 
desarrolladas. Por el contrario, voy a defender que la migración es,en realidad, 
una parte del proceso de transformación de estas estructuras e instituciones, que 
surge a través de cambios importantes a nivel global en las relaciones políticas, 
económicas y sociales. 
Migración, movilidad y el “sesgo sedentario”
Algunos analistas han sugerido que deberíamos abandonar el término migración 
porque suele implicar movimientos a largo plazo de un Estado-nación a otro y 
porque perduran los patrones de asentamiento de las migraciones de mano de 
obra entendidas como típicas de los siglos XIX y XX. Por el contrario, el siglo XXI 
es considerado como la era de la fluidez y la apertura, en la cual los cambios 
en la transportación, la tecnología y la cultura, hacen que sea normal para la 
gente pensar más allá de las fronteras y cruzarlas3. Los movimientos por motivos 
de estudio, promoción profesional, matrimonio, jubilación o estilos de vida, están 
asumiendo una mayor importancia, de manera que se cree que esas viejas ideas 
sobre la migración ya no son relevantes.
 
Sin embargo, esta imagen parece exagerada. En efecto, como Bauman4 
había señalado, más que nunca, el derecho a ser móvil es más selectivo y algo 
específico de determinadas clases. Los controles de las fronteras nacionales y 
la cooperación internacional para la gestión de la migración se han vuelto muy 
restrictivos. La mayoría de la gente no tiene los recursos económicos ni los derechos 
políticos necesarios para el libre movimiento. Sólo el 3% de la población mundial 
son migrantes internacionales5. La utopía postmoderna de un mundo de movilidad 
sin fronteras no ha visto todavía la luz, así que sigue siendo apropiado abordar 
la migración como un proceso basado en la desigualdad y la discriminación, y 
controlado y limitado por los estados. 
El debate migración-movilidad puede ser ubicado dentro de un discurso 
político. En los años que condujeron a la crisis financiera de 2008, los factores 
demográficos, económicos y sociales se combinaron para hacer que las economías 
3 URRY, J. (2007), Mobilities, Polity, Cambridge.
4 BAUMAN, Z. (2008), Globalization: The Human Consequences, Polity, Cambridge.
5 UNDESA (2005), Trends in Total Migrant Stock: The 2005 Revision, United Nations Department 
of Economic and Social Affairs, Nueva York.
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altamente desarrolladas dependieran cada vez más de la mano de obra inmigrante6. 
La contratación internacional de personal altamente cualificado era considerada 
valiosa, mientras que los trabajadores migrantes de baja cualificación eran vistos 
como fuera de lugar en las relucientes nuevas economías postindustriales. Los 
movimientos de los altamente cualificados eran celebrados como movilidad 
profesional, mientras que los de aquellos de baja cualificación eran condenados 
como la migración indeseada. La movilidad se igualaba a lo bueno, porque era 
el reflejo de una sociedad moderna abierta; la migración se igualaba a lo malo, 
porque volvía a despertar las memorias arcaicas de invasiones y desplazamientos. 
Sin embargo, me parece que focalizar en la migración, en vez de la movilidad, 
refleja mejor las relaciones reales de poder. Existen buenas razones para creer 
que los factores estructurales subyacentes a la migración de mano de obra – 
particularmente, desde los países de bajos y medianos ingresos hacia los países 
ricos - se reforzarán rápidamente después de la crisis financiera global (GFC, en 
sus siglas en inglés) de 2007 - 2009. 
Otro punto es importante aquí: ciertos discursos políticos dominantes 
ven la migración como un problema que necesita ser “solucionado por” políticas 
apropiadas. La variante represiva aprieta los controles fronterizos. La más liberal 
de éstas trata las “causas de raíz” de la migración – especialmente, la pobreza 
y la violencia en los países de origen - para que así las personas no tengan que 
migrar. De cualquier forma, la migración es vista como peligrosa y disfuncional. 
Bakewell7 ha mostrado cómo este discurso – al cual llama el “sesgo sedentario” 
– da continuación a una larga tradición que comenzó con las políticas coloniales 
y es continuada por la mayoría de las agencias de desarrollo contemporáneas. 
Cuando se mueven, los pobres constituyen una amenaza a la prosperidad y al 
orden público, y es por eso que deberían quedarse en casa. Sin embargo, dado que 
los países ricos necesitan trabajadores inmigrantes, la expresión actual del “sesgo 
sedentario” no es una prohibición a los movimientos sur-norte de los trabajadores 
de baja cualificación, sino más bien, la idea de que la migración circular es una 
“situación en la que todos ganan”; tanto para los países que importan mano de 
obra, como para los países emisores y para los propios inmigrantes8.
No obstante, las perspectivas históricas muestran que la migración ha sido 
un aspecto normal de la vida social – y, especialmente, del cambio social - a través 
de la historia. La razón para la expansión de la migración – especialmente, de largas 
distancias - desde el siglo XVI fue la aceleración del ritmo de cambio relacionado con 
6 CASTLES, S. (2006), “Guestworkers in Europe: a resurrection?” en International Migration Review, 
vol. 40, no 4, 2006, ps. 741–66. Véase también: CEC, Green Paper on an EU Approach to Managing 
Economic Migration, Commission of the European Communities, COM(2004)811 final, Bruselas, 
2005.
7 BAKEWELL, O. (2007), “Keeping Them in their Place: The Ambivalent Relationship between 
Development and Migration in Africa”, International Migration Institute, Oxford, IMI Working Paper 
no 8.
8 CEC, Communication from the Commission: Policy Plan on Legal Migration, Commission of the 
European Communities, COM(2005)669 final, Bruselas, 2005.
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el desarrollo del mercado capitalista mundial. La formación del Estado-nación y la 
expansión colonial e imperialista envolvieron conflictos, violencia, desplazamientos 
inducidos por el desarrollo y el aumento de la migración forzada. La migración en 
el periodo colonial tomó la forma de movimiento de administradores, comerciantes 
y personal militar (en términos modernos, movilidad profesional), así como 
la de migración basada en la desigualdad y la coerción: esclavos, trabajadores 
contratados, etc.9. 
Pero la migración también tiene a menudo consecuencias positivas para 
los migrantes y sus comunidades de origen. La gente puede moverse de lugares 
donde hay bajos ingresos y pocas oportunidades a lugares donde el crecimiento 
económico y la innovación les ofrecen nuevas oportunidades. Los flujos de remesas, 
tecnología e ideas pueden, bajo ciertas circunstancias, llevar a cambios positivos en 
los lugares de origen. El Informe sobre Desarrollo Humano de 2009 del Programa 
de Naciones Unidas para el Desarrollo, llama la atención sobre el potencial de la 
migración para aumentar las capacidades humanas y el bienestar10. 
La gran ola de industrialización desde el siglo XIX hasta principios del XX, 
llevó a lo que Hatton y Williamson llamaron la primera “era de migración masiva”11; 
mientras que la acelerada globalización del periodo posterior a 1945, llevó a la 
segunda “era de migración”. Esta ola actual ha ido mucho más lejos que la primera 
porque ha llegado a todas las regiones del mundo, mientras que la primera estaba 
dirigida, principalmente, a la “economía Atlántica”12. La migración ha aumentado más 
que nunca en los últimos treinta años debido al acelerado ritmo de la globalización. 
La cifra del “sólo 3% de la población global” (ver arriba) oscurece la importancia 
de la migración como una expresión de cambio social y fermento de más cambios 
porque pasa por alto la naturaleza altamente concentrada de la migración: en ciertos 
lugares de origen se ha desarrolladouna cultura de emigración, mientras que el 
asentamiento de inmigrantes se concentra en los países desarrollados (representa 
el 10-25% de la población de los países de la OECD) y ciudades (20-45% en 
muchas ciudades globales). Por otra parte, mucha más gente se mueve dentro 
de sus propios países que internacionalmente13 –aunque también éstos pueden 
encontrar obstáculos legales, económicos, culturales y sociales. El problema no es 
la migración en sí misma, sino las condiciones de desigualdad bajo las cuales la 
9 COHEN, R. (ed.) (1995), The Cambridge Survey of World Migration, Cambridge University Press, 
Cambridge.
10 UNDP (2009), Human Development Report 2009: Overcoming Barriers: Human Mobility and 
Development, United Nations Development Programme, Nueva York. http://hdr,undp,org/en/
reports/global/hdr2009/.
11 HATTON, T. J. y WILLIAMSON, J. G. (1998), The Age of Mass Migration: Causes and Economic 
Effects, Oxford University Press, Oxford y Nueva York. Véase también: HATTON, T. J. y WILLIAMSON, 
J. G. (2005), Global Migration and the World Economy, MIT Press, Boston.
12 CASTLES, S. y MILLER, M. (2009), The Age of Migration: International Population Movements in 
the Modern World, Palgrave-Macmillan and Guilford, Basingstoke y Nueva York, 4ta edición. 
13 KING, R. (2002), “Towards a new map of European migration” en International Journal of 
Population Geography, vol. 8, no 2, ps. 89–106. 
http://www.relacionesinternacionales.info
http://hdr.undp.org/en/reports/global/hdr2009/
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mayoría de las migraciones sur-norte tienen lugar. Éstas llevan a la marginalización 
y explotación de muchos inmigrantes. El desarrollo no reducirá la migración14. Si 
hubiera menos desigualdad (y por ende menos pobreza e inseguridad humana) 
no habría menos migración, sino que ésta tendría lugar en circunstancias muy 
diferentes. 
Estas consideraciones reflejan la dificultad de separar lo social-científico y lo 
político en la comprensión de la migración. Los reclamos de neutralidad académica 
pueden enmascarar el “sesgo sedentario” – una premisa no cuestionada de que 
la migración es mala. Sin embargo, las teorías de la migración global no deberían 
estar basadas en el objetivo normativo de encontrar formas de ayudar a la gente a 
quedarse en sus casas. Más bien, deberían estar basadas en el postulado de que la 
migración es una parte normal de las relaciones sociales. Éstas deberían ayudarnos 
a analizar las dinámicas de la migración, no de manera aislada, sino como parte 
de procesos complejos y variados de cambio social. Si hay un objetivo normativo, 
éste no debería ser reducir la migración, sino encontrar formas en las que pueda 
tener lugar bajo condiciones de igualdad y respeto a los derechos humanos. 
El difícil camino hacia una “única teoría” de la migración 
Esta sección discute algunos de los grandes obstáculos para el avance teórico en 
los estudios migratorios. Estos temas se han tratado ampliamente en la literatura, 
por lo que aquí sólo se tratarán brevemente. 
Interdisciplinariedad
Las ciencias naturales construyen sobre un cuerpo de conocimiento 
aceptado y acumulativo, resultado del anterior trabajo teórico y empírico, 
y que sirve como base para formular hipótesis, preguntas y metodologías 
para nuevas investigaciones. Esto no implica que sea teoría dogmática y 
estática, ya que las “revoluciones científicas”15 pueden llevar a la revisión 
de ideas fundamentales. Algunas ciencias sociales (como la Economía y la 
Demografía) tratan de emular a las ciencias naturales elaborando modelos basados 
en datos cuantitativos. Pero otros (como los antropólogos y los sociólogos) no 
pueden, debido a la imprevisibilidad y complejidad de los grupos y de las relaciones 
que tratan, así como a la frecuente falta de datos cuantificables. De hecho, se 
puede decir que los modelos usados en Economía y Demografía realmente reflejan 
una sobresimplificación de patrones de comportamiento complejos y diversos16 
y, por lo tanto, necesitan ser vinculados a las ideas de otras disciplinas. Pero la 
cuestión aquí es que otras ciencias sociales no pueden, ni siquiera, tratar de evitar 
14 DE HAAS, H. (2006), “Turning the Tide? Why ‘Development Instead of Migration’ Policies are 
Bound to Fail”, International Migration Institute, Oxford, IMI Working Paper no 2.
15 KUHN, T. S. (1996), The Structure of Scientific Revolutions, University of Chicago Press, Chicago 
y Londres, 3ra edición.
16 CASTLES, S. (2008), Development and Migration—Migration and Development: What Comes 
First?, Social Science Research Council, Nueva York. http://essays,ssrc,org/developmentpapers/
wp-content/uploads/2009/08/2Castles,pdf
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http://essays.ssrc.org/developmentpapers/wp-content/uploads/2009/08/2Castles.pdf
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la complejidad y el desorden del mundo real.
 
Es difícil para un campo interdisciplinar como los estudios migratorios 
desarrollar un cuerpo de conocimiento consensuado y este problema se ha visto 
agravado por el rápido crecimiento del campo en los últimos veinte o treinta años. 
Como era de esperarse, los nuevos investigadores que se fueron involucrando 
en los estudios migratorios, han aplicado las herramientas conceptuales y 
metodológicas de sus disciplinas. Las estructuras de incentivos de la jerarquía 
académica, basada en disciplinas, hace esto difícil de obviar. El resultado es que 
la investigación de las migraciones se compartimenta con poca colaboración 
analítica y metodológica cruzando las fronteras. El sesgo disciplinario, a menudo, 
ha significado acercamientos reduccionistas que se centran en aspectos limitados 
de las experiencias migratorias, bloqueando así la comprensión de todo el proceso 
migratorio. 
La migración abraza todas las dimensiones de la existencia social y por 
ello exige un acercamiento interdisciplinar. Para lograrlo se han hecho esfuerzos 
a través de equipos interdisciplinarios de investigadores, así como mediante el 
trabajo teórico diseñado para ‘hablar a través de las disciplinas”17. De todas formas, 
en la mayoría de los casos, los intentos de la interdisciplinariedad han sido más 
aditivos que integradores – con cada disciplina contribuyendo sobre aspectos 
susceptibles a su modo de análisis, pero sin una síntesis general. De hecho, el 
problema de la fragmentación no es sólo entre las disciplinas, sino también dentro 
de las disciplinas. Por ejemplo, el cisma entre la teoría económica neoclásica y la 
“nueva economía de la migración laboral”, o entre los enfoques funcionalistas y 
los histórico-institucionalistas en la Sociología parecen ser igual de profundos que 
aquellos entre los enfoques económicos o legalistas de la migración. 
Fragmentación en base a criterios espaciales o funcionales
Massey y sus colaboradores señalan que los estudios migratorios están divididos 
entre la investigación de las causas, procesos y patrones migratorios en sí mismo 
(ellos hablan de “determinantes de la migración”), e investigación sobre cómo 
los migrantes son incorporados en las sociedades receptoras (“asimilación del 
inmigrante”). De hecho, hay varias otras divisiones.
Normalmente, los investigadores de migraciones internas tienen poco 
intercambio con quienes trabajan sobre las migraciones internacionales. Los 
estudios sobre migración en países menos desarrollados suelen tomar como punto 
de partida la investigación sobre la pobreza, y pueden estar poco vinculados a 
otras áreas de investigación de la migración. Los estudios migratorios en regiones 
específicas suelen estar vinculados a los estudios de área (Estudios Africanos, 
Estudios de Oriente Medio, yasí sucesivamente), y pueden ser formulados en 
17 BRETTELL, C. y HOLLIFIELD, J. (eds.) (2007), Migration Theory: Talking Across Disciplines, 
Routledge, Nueva York y Londres, 2da edición.
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términos espaciales específicos con poco diálogo con los científicos sociales que 
trabajan en otros lugares. El estudio de la migración forzada está normalmente 
bastante separado de otras áreas de los estudios migratorios, y tiene dos vertientes 
distintas: asilo y refugiados en el norte, y temas humanitarios en el sur. El subcampo 
emergente de migraciones y desarrollo ha intentado cruzar las fronteras entre 
las disciplinas, pero, en su tiempo relativamente corto de existencia, ha estado 
demasiado involucrado en la política y las políticas migratorias y, por lo tanto, 
limitado para poder contribuir significativamente a la construcción de teoría. 
Los académicos del área de migraciones tienden a estar altamente 
especializados, y cada subcampo tiene una literatura distinta, así como distintos 
cuerpos de conocimiento. Existen centros separados de investigación, revistas y 
conferencias. Entre los resultados de esto se incluye el fracaso en entender el 
carácter histórico de la migración, asunciones erróneas de causalidad en una sola 
dirección, y la incapacidad de entender las dinámicas amplias de los procesos 
migratorios y su inserción en los procesos de cambio social. 
Proximidad con las agendas políticas y burocráticas
Las ciencias sociales se originaron en las sociedades industriales donde todo tipo 
de relaciones sociales eran vistas como política y culturalmente enmarcadas por el 
Estado-nación18. Beck argumenta que la teoría social contemporánea sigue estando 
atrapada en el “callejón sin salida del «nacionalismo metodológico»19; un problema 
cuyas implicaciones son particularmente serias para los estudios migratorios20 
porque el control de la pertenencia a una comunidad nacional siempre ha sido 
central a la soberanía del estado-nación. Hoy en día, los estudios de las migraciones 
siguen esta tendencia a estar vinculados a experiencias históricas específicas de 
manejo de la migración y la diversidad21.
 
La reciente politización de los temas de la migración e incorporación de los 
migrantes, ha agudizado el dilema de una investigación guiada por la política. Los 
gobiernos han encargado un largo volumen de investigaciones en estos temas. 
Esto ha proporcionado fondos para trabajo empírico, abierto nuevas áreas de 
investigación y alentado la expansión de los estudios migratorios. Sin embargo, los 
trabajos encargados por los gobiernos también pueden significar que las preguntas 
de investigación, los métodos y hasta las conclusiones puedan quedar influenciadas 
por los intereses políticos. Las investigaciones impulsadas por la política a menudo 
18 CONNELL, R. (1997), “Why is classical theory classical?” en American Journal of Sociology, 
vol. 102, no 6, ps. 1511–57. Véase también: FAIST, T. (2000), The Volume and Dynamics of 
International Migration and Transnational Social Spaces, Oxford University Press, Oxford.
19 BECK, U. (1997), Was ist Globalisierung?, Suhrkamp, Frankfurt.
20 WIMMER, A. y GLICK SCHILLER, N. (2003), “Methodological nationalism, the social sciences and 
the study of migration” en International Migration Review, vol. 37, no 3, ps. 576–610.
21 VASTA, E. y VUDDAMALAY, V. (eds.) (2006), International Migration and the Social Sciences: 
Confronting National Experiences in Australia, France and Germany, Palgrave-Macmillan, 
Basingstoke.
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proporcionan soluciones simplistas y a corto plazo para enfrentar problemáticas 
complejas y a largo plazo. La mayoría de las investigaciones impulsadas por la 
política no son únicamente piezas de mala ciencia social – sino también una guía 
pobre para la formulación de políticas exitosas, y una de las razones del récord 
mediocre de muchos gobiernos en el área22. 
El sesgo del país receptor 
La mayoría de los estudios sobre migraciones han tomado las situaciones de 
los países de destino del norte como el punto de partida, desconsiderando las 
perspectivas de los países de origen y de tránsito, y de los propios migrantes. 
Esto no es sorprendente, ya que los fondos y las capacidades de investigación 
están concentrados en el norte. Cuando el Consejo de Investigación en Ciencias 
Sociales de Estados Unidos (SSRC, en sus siglas en inglés) celebró su primera gran 
conferencia sobre la teoría migratoria en 1996, encargó artículos exclusivamente 
a académicos estadounidenses. Las publicaciones que resultaron de ahí23 se 
centraron, principalmente, en cuestiones sobre la incorporación de los inmigrantes 
a sus sociedades (asimilación, pluralismo, etc.) y en el impacto sobre “el modelo de 
vida americano y sus instituciones”. Unos años más tarde, el SSRC y la Universidad 
de Princeton buscaron extender el debate incluyendo “estudiosos de la migración 
de ambos lados del Atlántico”24. Los esfuerzos europeos de revisar el “estado de 
la cuestión” en la teoría migratoria también se han centrado principalmente en el 
norte25.
 
Debates recientes sobre migraciones y desarrollo han dado lugar a una 
ampliación del enfoque y a la conclusión de que era necesaria la cooperación entre 
estudiosos provenientes de los países emisores, de tránsito y receptores. Las 
agencias internacionales (como OIM, OIT y UNESCO) han intentado elaborar redes 
que incluyan a investigadores provenientes de países del sur. Publicaciones como la 
revista basada en Manila, Asian and Pacific Migration Journal, aumentan la difusión 
de la investigación que se hace desde el sur. La iniciativa del SSRC de Estados 
Unidos sobre migración y desarrollo en el 2008 ha incluido a varios académicos del 
sur. La Comisión Global de Migración y Desarrollo ha incorporado a políticos del sur, 
22 BHAGWATI, J. (2003), “Borders beyond control” en Foreign Affairs, vol. 82, no 1, ps. 98–104. 
Véase también: CASTLES, S. (2004), “Why migration policies fail” en Ethnic and Racial Studies, 
vol. 27, no 2, ps. 205–27.
23 HIRSCHMAN, C., KASINITZ, P. y DEWIND, J. (1999), The Handbook of International Migration: 
The American Experience, Russell Sage Foundation, Nueva York. Véase también: PORTES, A. 
(1997), “Immigration theory for a new century: some problems and opportunities” en International 
Migration Review, vol. 31, no 4, ps. 799–825.
24 PORTES, A. y DEWIND, J., (eds.) (2004), “Conceptual and methodological developments in the 
study of international migration” en International Migration Review, número especial, vol. 38, no 
3.
25 PENNINX, R., BERGER, M. y KRAAL, K. (eds.) (2006), The Dynamics of International Migration and 
Settlement in Europe, Amsterdam University Press, Amsterdam.
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a la sociedad civil y académicos. La “perspectiva desde el Sur”26 está comenzando 
a ser incluida en los debates internacionales. 
 
Sin embargo, hay pocos indicios de que estas tendencias hayan tenido 
suficiente efecto sobre los enfoques dominantes en los estudios migratorios. En 
Europa, el principal énfasis de la política migratoria está en los costes y beneficios 
para la sociedad de acogida, y en cuestiones sobre el control migratorio (o de 
manera más eufemística, “gestión de la migración”). Un reflejo de ello es la 
renovada preocupación por la asimilación. En las décadas de los setenta y ochenta, 
muchos países se habían alejado de los planteamientos asimilacionistas hacia los 
migrantes y las minorías. No obstante, la tendencia hacia el multiculturalismo y 
el pluriculturalismose detuvo en la década de los noventa, debido a la fuerte 
presión mediática y política sobre la supuesta amenaza que representaban los 
migrantes para la identidad nacional y seguridad (especialmente los musulmanes). 
Las nuevas tendencias políticas son reflejadas en la renovación de las teorías socio-
científicas de asimilación. A los enfoques neoasimilacionistas27 recientemente se le 
han sumado los discursos de cohesión social y capital social, los cuales afirman que 
la diversidad pone en riesgo la solidaridad sobre la que se fundamentan los estados 
democráticos28. A su vez, estas corrientes socio-científicas han ayudado a justificar 
los cambios en las políticas nacionales, como la introducción de “contratos de 
integración” y pruebas de ciudadanía en ciertos estados como Francia, Alemania, 
Gran Bretaña, los Países Bajos y Australia. 
El aislamiento de los estudios migratorios en las tendencias más amplias de la 
teoría social contemporánea. 
Los estudiosos de las migraciones a menudo se encuentran marginados dentro de 
las ciencias sociales porque muchos de los más destacados teóricos sociales no 
consideran las migraciones como un área importante de investigación. El hecho 
de que los estudios migratorios crucen las fronteras entre disciplinas es una de 
las razones por las cuales ha ganado tan poca aceptación en los departamentos 
convencionales. Como resultado, la investigación sobre la migración suele tener 
lugar en centros de investigación específicos y fuertemente dependientes de ayuda 
externa. Esto fuerza a los investigadores de la migración a involucrarse en trabajos 
de consultoría para la formulación de políticas – lo cual, a su vez, confirma el 
26 CASTLES, S. y DELGADO WISE, R. (eds.) (2008), Migration and Development: Perspectives from 
the South, International Organization for Migration, Ginebra. Véase también: MANUH, T. (ed.) 
(2005), At Home in the World? International Migration and Development in Contemporary Ghana 
and West Africa, Sub-Saharan Publishers, Accra.
27 ALBA, R. y NEE, V. (1997), “Rethinking assimilation theory for a new era of immigration” en 
International Migration Review, vol. 31, no 4, ps. 826–874; ENTZINGER, H. (2003), “The rise and 
fall of multiculturalism: the case of the Netherlands” en JOPPKE, C. y MORAWASKA, E. (eds.), 
Towards Assimilation and Citizenship: Immigration in Liberal Nation-States, Palgrave-Macmillan, 
Basingstoke. Véase también: JOPPKE, C. y MORAWASKA, E. (eds.) (2003), Towards Assimilation 
and Citizenship: Immigration in Liberal Nation-States, Palgrave-Macmillan, Basingstoke.
28 VASTA, E. (2007), “From ethnic minorities to ethnic majority policy: multiculturalism and the shift 
to assimilationism in the Netherlands” en Ethnic and Racial Studies, vol. 30, no 5, ps. 713–40.
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prejuicio en contra de los estudios interdisciplinares por parte de los científicos 
sociales más convencionales. 
Para entender esto plenamente se necesitaría un estudio detallado de las 
características institucionales e intelectuales de las ciencias sociales en cada país. 
En Gran Bretaña, por ejemplo, la respuesta inicial a la inmigración de la New 
Commonwealth de las décadas de los cincuenta y sesenta fue el replanteamiento 
de las teorías de asimilación y aculturación de la Escuela de Sociología de Chicago 
del período anterior a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, alrededor de 
los años setenta, cuestiones sobre racismo, identidad cultural, clase y género – 
influenciados considerablemente por los académicos negros, feministas y marxistas 
– comenzaron a jugar un papel importante. Mientras tanto, estos enfoques se han 
convertido en parte del cuerpo aceptado en el análisis de las ciencias sociales, 
pero no siempre se han desarrollado en el sentido de adoptar las nuevas formas 
complejas de la movilidad global que afectan al Reino Unido. En los últimos años, 
el problema de las barreras disciplinarias ha ido a peor, debido al gran peso que la 
Britain’s Research Assessment Exercise da a la publicación en revistas específicas 
de disciplinas y que provoca que los jóvenes académicos teman las consecuencias 
de publicar en revistas sobre migración. 
La teoría de la globalización está ahora en el centro de los debates 
internacionales de ciencias sociales y la movilidad de las personas es una forma 
crucial de globalización. Sin embargo, muchos de los trabajos de referencia acerca 
de la globalización, como los de Castells, Albrow y Beck29, prestan poca atención a 
la movilidad de las personas. Hay ejemplos de lo contrario, como discutiremos más 
adelante; sin embargo, el análisis de la migración como un elemento central del 
cambio social global sigue siendo la excepción. 
 
Complejidad, diversidad y contexto
Un gran obstáculo para la formación de teoría es la complejidad y diversidad 
de las experiencias migratorias. Esto ha planteado problemas específicos a los 
economistas. El modelo Harris-Todaro, sobre el cual se sustenta el enfoque 
neoclásico, asume que el movimiento es motivado por los deseos individuales de 
maximizar los ingresos, basado en la comparación racional de los costes y beneficios 
relativos entre quedarse en casa o migrar. La mera existencia de disparidades 
económicas entre las distintas áreas debería ser suficiente para generar flujos 
migratorios. A la larga, dichos flujos deberían llevar a la igualdad de los salarios 
y las condiciones en las regiones subdesarrolladas y desarrolladas, y conducir 
hacia el equilibrio económico. Este modelo fue desarrollado para analizar los 
movimientos internos en países en desarrollo, pero es considerado como aplicable 
29 CASTELLS, M. (1996), The Rise of the Network Society, Blackwell, Oxford; CASTELLS, M. (1997), 
The Power of Identity, Blackwell, Oxford; CASTELLS, M. (1998), End of Millennium, Blackwell, 
Oxford; ALBROW, M. (1996), The Global Age, Polity, Cambridge; BECK, U. (1997), Was ist 
Globalisierung?, Suhrkamp, Frankfurt.
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también a las migraciones internacionales, siempre y cuando se tengan en cuenta 
las limitaciones derivadas de la función de los estados y sus poderes desiguales. 
Este modelo sugiere una transición a largo plazo hacia “un mundo neoclásico de un 
único sector y de relativamente pleno empleo”30. 
Sin embargo, el modelo neoclásico no ha demostrado ser muy útil para 
analizar y explicar las experiencias migratorias actuales. Su enfoque reduccionista 
en la maximización de las ganancias y la asunción de que la toma de decisiones 
obedece a una racionalidad económica basada en la información completa, tiene 
poco que ver con la realidad de la mayoría de los flujos migratorios. Esto llevó 
a algunos economistas a criticar el individualismo metodológico neoclásico. Los 
protagonistas de la “nueva economía de la migración laboral”31 se enfocan hacia 
las estrategias familiares para maximizar los ingresos y diversificar el riesgo. Los 
investigadores de la NEML32* usan métodos de investigación etnográfica (como 
entrevistas cualitativas y estudios de los hogares) para entender las decisiones 
de la migración, pero mantienen el énfasis en la toma racional de decisiones 
económicas. Las teorías NEML siguen sin tener en cuenta los muchos factores no 
económicos que condicionan la migración. 
Collinson33 sugiere la necesidad de un acercamiento desde la economía 
política a la migración que vincule el análisis de los factores a nivel local que influyen 
en las decisiones de las personas a migrar y en sus estrategias de subsistencia, 
con los factores políticos, sociales y económicos que, a varios niveles, afectan la 
agencia del migrante. Esto significaría, como Collinson sugiere examinar34: 
Las interconexiones entrediferentes flujos migratorios; la importancia 
de la agencia, autonomía, percepciones, factores culturales e 
históricos y las limitaciones institucionales; la compleja naturaleza 
multi-nivel y transnacional de la migración; y la importancia de los 
grupos sociales y las relaciones –incluyendo las redes de la migración 
- que atraviesan las localizaciones de “emisión”, “recepción” y 
tránsito de los migrantes, para condicionar las dinámicas y las 
experiencias de la migración, y de una serie de actores dentro de 
30 RANIS, G. (2009), Relationships between Migration and Development, Social Science Research 
Council, Nueva York. http://essays,ssrc,org/developmentpapers/?page_id=3#panel1. 
31 STARK, O. (1991), The Migration of Labour, Blackwell, Oxford. Véase también: TAYLOR, J. E. 
(1999), “The new economics of labour migration and the role of remittances in the migration 
process” en International Migration, vol. 37, no 1, ps. 63–88.
32 * N. de la T.: Nueva Economía de la Migración Laboral. 
33 COLLINSON, S. (2009), “The Political Economy of Migration Processes: An Agenda for Migration 
Research and Analysis”, International Migration Institute, Oxford, IMI Working Paper no 12. http://
www,imi,ox,ac,uk/pdfs/wp12-collinson.
34 GOLD, S., J. (2005), “Migrant networks: a summary and critique of relational approaches to 
international migration” en ROMERO, M. y MAGOLIS, E. (eds.), The Blackwell Companion to Social 
Inequalities, Malden, Blackwell, Massachusetts.
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estas localidades35. 
Esta lista indica la gran complejidad de los procesos migratorios. Los factores 
económicos son importantes pero difícilmente son suficientes para entender una 
experiencia específica. La complejidad también implica diversidad: si hay tantos 
factores en juego, las posibles combinaciones se hacen infinitas. Esto, a su vez, 
apunta al papel crucial del contexto – el vínculo entre la migración y otras relaciones 
económicas, sociales, políticas y culturales en juego, en lugares particulares, en una 
determinada coyuntura histórica. Un conocimiento histórico de las sociedades y de 
las relaciones entre éstas es crucial. Por ejemplo, ningún análisis de la migración 
hacia Gran Bretaña puede ser completo sin comprender la historia del colonialismo 
y el racismo británico; ningún análisis de la migración mexicana a Estados Unidos 
puede ser válido sin la consideración de la expansión histórica de Estados Unidos y 
sus anteriores políticas de reclutamiento de mano de obra. 
 
De la gran teoría a la teoría interdisciplinar de alcance medio
La teoría de las migraciones necesita proveer un marco para entender las dinámicas 
de la migración internacional y la incorporación en una situación de rápida y 
compleja transformación36. Pero, ¿puede una teoría general hacer esto? Las 
teorías generales raramente son interdisciplinares – en cambio, tienden a postular 
estructuras lógicas que cubren todas las formas concebibles de comportamiento 
desde la perspectiva teórica de una sola disciplina. Por eso la etiqueta de “gran 
teoría” se aplica bastante en Sociología al “sistema social” de Talcott Parsons37 o 
la idea de “sociedad mundial” de Niklas Luhmann38. La complejidad de la conducta 
migratoria que atraviesa todos los ámbitos de la existencia humana, no puede ser 
fácilmente acomodada dentro de estas estructuras tan elegantes. Como discutí en 
un artículo anterior para JEMS39, Alejandro Portes ha argumentado fuertemente en 
contra de la idea de una teoría general de los estudios migratorios que pretenda 
abarcarlo todo. Al contrario, los investigadores deben enfocarse hacia la complejidad, 
contradicciones y consecuencias no deseadas de la acción social40. Esto implica el 
regreso al concepto de Merton acerca de las “teorías de alcance medio”: “teorías 
especiales aplicables a unas gamas limitadas de datos – por ejemplo, teorías de 
dinámicas de clases, de presiones de grupo en conflicto, de la circulación del poder 
35 COLLINSON, S. (2009), “The Political Economy…, op. cit., ps. 5-6. 
36 KING, R. (2002), “Towards a new map of European migration” en International Journal of 
Population Geography, vol. 8, no 2, ps. 89–106.
37 PARSONS, T. (1951), The Social System, Free Press, Glencloe.
38 LUHMANN, N. (1990), Die Wissenschaft der Gesellschaft, Suhrkamp, Frankfurt.
39 CASTLES, S. (2007), “Twenty-first century migration as a challenge to sociology” en Journal of 
Ethnic and Migration Studies, vol. 33, no 3, ps. 351–71.
40 PORTES, A. (1997), “Immigration theory for a new century: some problems and opportunities” 
en International Migration Review, vol. 31, no 4, ps. 799–825. Véase también: PORTES, A. y 
DEWIND, J. (2004), “A cross-Atlantic dialogue: the progress of research and theory in the study of 
international migration” en International Migration Review, vol. 38, no 3, ps. 828–51.
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y el ejercicio de la influencia interpersonal …”41. 
 En la investigación de las migraciones, una teoría de alcance medio permitiría 
el análisis de las regularidades y variaciones en tipos específicos de migración que 
comparten algunas características importantes; por ejemplo, diferentes tipos de 
flujos (la migración laboral y la migración de asilo, por ejemplo) pertenecientes a un 
mismo sistema migratorio (el sistema que vincula Francia y Argelia, o Gran Bretaña 
y Nigeria, por ejemplo). Otro ejemplo podría ser el de los flujos de migración 
laboral desde los países pobres a los países ricos en una fase económica específica 
(por ejemplo, el periodo de la globalización neoliberal desde la década de 1970 a 
2008) en una serie de sistemas de migración (como aquellos que vinculan el sur de 
Asia y el Golfo, o aquellos que vinculan el sureste y el este de Asia). Tales teorías 
de alcance medio pueden reunir los conocimientos proporcionados por (todas) las 
diferentes ciencias sociales que se ocupan de la migración. Lo que las teorías de 
rango medio no podrían – y no deberían – aspirar a hacer es proporcionar reglas 
para analizar todos los tipos de migración independientemente del tiempo y del 
espacio.
 
En Worlds in Motion, Massey y sus colegas plantearon: “nuestra revisión 
sugiere un esquema del aspecto que una teoría integrada de las migraciones 
internacionales debería tener”. Ésta debería contener:
(…) cuatro elementos básicos: un tratamiento de las fuerzas 
estructurales que promueven la emigración de los países en 
desarrollo; una caracterización de las fuerzas estructurales que 
atraen a los inmigrantes a los países desarrollados; una consideración 
de las motivaciones, metas y aspiraciones de las personas que 
responden a estas fuerzas estructurales convirtiéndose en migrantes 
internacionales; y un tratamiento de las estructuras sociales 
y económicas que surgen para conectar las áreas de “e” e “in”-
migración. Cualquier explicación teórica que abarque sólo uno de 
estos elementos será necesariamente incompleta y engañosa (…)”42. 
Estos cuatro elementos cubren los aspectos claves de un marco conceptual 
interdisciplinar para los estudios migratorios, ya que abarcan no sólo las macro-
estructuras en las áreas de origen y de destino, sino también las meso-estructuras 
desarrolladas para vincular estos procesos migratorios y – muy importante – la 
agencia humana de los mismos migrantes. Sin embargo, sigue existiendo un serio 
problema: el de vincular esta perspectiva general con las teorías disciplinarias 
específicas tan idóneamente revisadas en Worlds and Motion. Massey y sus colegas 
declaran que: 
(…) todas las teorías juegan un papelen la explicación de la migración 
41 MERTON, R. K. (1957), Social Theory and Social Structure, Free Press, Glencoe, p. 9.
42 MASSEY, D. (1998), Worlds in Motion…, op. cit., p. 281. 
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internacional en el mundo contemporáneo, aunque diferentes 
modelos han predominado en diferentes fases de los procesos 
migratorios, y diferentes explicaciones han ganado más o menos 
influencia en diferentes regiones dependiendo de las circunstancias 
locales de la historia, política y geografía43. 
Por eso sostienen que la teoría del sistema mundo es mejor para explicar la 
emigración desde los países en desarrollo, mientras que se pueden coger partes de 
la teoría del sistema mundo, partes de la teoría del mercado de trabajo segmentado, 
y partes de la macro-economía neoclásica para juntas explicar las fuerzas que 
están atrayendo la migración a los países desarrollados de destino – y así en 
adelante para el resto de los cuatro “elementos básicos”44. Es difícil percibir este 
acercamiento ecléctico como base para una “teoría integrada”, o incluso para un 
marco analítico coherente. De hecho, parece existir el riesgo de que las elecciones 
acerca de qué parte de la teoría debe utilizarse en qué circunstancias se tomen de 
forma bastante arbitraria. 
Estas consideraciones ayudan a clarificar los requisitos de la teoría 
migratoria; ésta debe tomar la forma de un marco conceptual amplio, el cual pueda 
ayudar a integrar los análisis de los procesos migratorios específicos realizados 
por las diversas disciplinas de las ciencias sociales. Sin embargo, este marco no 
puede utilizar los diversos acercamientos teóricos arbitrariamente, escogiendo 
las partes que encajan y dejando fuera aquellas que no. Un marco conceptual 
necesita ser capaz de acomodar todos los factores e interacciones que dan forma 
a un determinado proceso migratorio. No obstante, esto no significa realizar un 
análisis libre de contradicciones. La falta de coherencia entre los resultados y 
conclusiones de las varias disciplinas, paradigmas y metodologías puede ser un 
indicador importante de lagunas de conocimiento y de áreas a investigar, pero 
también puede demostrar la necesidad de revisar el marco conceptual. Así es como 
las teorías de alcance medio se desarrollan – sin aspirar nunca a presentar una 
verdad válida universalmente. 
 
Un marco de transformación social para los estudios migratorios 
La advertencia de la complejidad, diversidad y la importancia del contexto, podría 
llevar a la idea de que la construcción de teoría es inútil, dado que cada caso 
parece ser diferente. Esto podría fomentar una fragmentación postmoderna del 
conocimiento, basado en la idea de que todo es específico y que no hay tendencias 
sociales amplias o patrones institucionales. Sin embargo, esta perspectiva ignoraría 
la realidad de los procesos de integración global, los cuales conducen, como 
nunca antes, a niveles más altos y generalizados de integración de los derechos 
económicos, políticos, sociales y culturales. Las relaciones sociales contemporáneas 
ofrecen una gran diversidad pero esta diversidad está cada vez más sumergida 
en las relaciones universales de poder y desigualdad. De esta forma, la vía más 
43 Íbidem.
44 Íbid.
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importante para conseguir un avance en los estudios de la migración es vincularla 
estrechamente a una teoría social más amplia.
Re-insertando la migración en la transformación social
Los análisis de los procesos de transformación social pueden proveer la base para 
un nuevo entendimiento de las conexiones entre la movilidad humana y el cambio 
global. La transformación social puede ser definida como un cambio fundamental 
en la manera en que la sociedad se organiza que va más allá de los procesos 
continuos de cambio social gradual siempre en curso. Esto implica un “cambio 
radical” en el que todos los patrones sociales existentes son cuestionados y muchos 
reconfigurados. Las transformaciones sociales están vinculadas muy de cerca a los 
grandes cambios en las relaciones económicas, políticas y estratégicas dominantes. 
Un punto de partida muy útil para una teoría contemporánea de transformación 
social es el trabajo de Polanyi (publicado por vez primera en 1944)45 sobre la 
“gran transformación” de las sociedades europeas. Según Polyani, el liberalismo 
de mercado en el siglo XIX ignoró el arraigo de la economía en la sociedad (por 
ejemplo, su papel en cumplir los objetivos sociales establecidos por la política, la 
religión y por las costumbres sociales). El intento liberal de desarraigar el mercado 
fue una “pura utopía” que llevó a un movimiento doble – un contramovimiento 
protector para resubordinar la economía a la sociedad. Desafortunadamente, a 
principios del siglo XX, el contramovimiento dio inexorablemente paso al fascismo 
y a la guerra mundial46. 
Los procesos estrechamente vinculados de la acelerada globalización 
económica y la reconfiguración de las relaciones de poder político y militar desde el 
fin de la Guerra Fría, representan un “cambio radical” contemporáneo – una nueva 
“gran transformación”. Estos cambios fundamentales en lo económico y político 
están estrechamente entrelazados con la transformación de las relaciones sociales. 
A nivel estructural, se puede ver la transformación social en los países desarrollados 
en el cierre de las antiguas industrias, la reestructuración de las fuerzas laborales, 
la erosión de los estados de bienestar, la fragmentación de las comunidades y en 
la reconfiguración de las identidades sociales. En los países menos desarrollados, 
las formas de transformación social incluyen la intensificación de la agricultura, 
la destrucción de la vida rural, la erosión de los órdenes sociales locales y el 
establecimiento de zonas marginales dentro de las nuevas megaciudades.
 
La idea de Polanyi del “doble movimiento” puede ser entendida a través de 
los lentes del concepto moderno de la agencia. Los procesos de transformación 
social están mediados por patrones locales históricos y culturales, a través de 
los cuales las personas desarrollan diferentes formas de agencia y resistencia. 
Esto puede adoptar las formas de movimientos religiosos o nacionalistas, pero 
45 POLANYI, K. (2001), The Great Transformation, Beacon Press, Boston.
46 Íbidem.
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también de estrategias de supervivencia a nivel individual – o familiar –, incluida 
la migración rural-urbana o internacional. El reciente recrudecimiento de las 
migraciones sur-norte puede entenderse mejor a través del examen de estos 
cambios y sus vínculos complejos. Aquí también podríamos examinar la agencia, 
por ejemplo, en los nuevos movimientos sociales que han surgido: sólo en el 2006, 
por ejemplo, hubo grandes movimientos de huelga de los trabajadores surasiáticos 
en los estados del Golfo, demostraciones de los inmigrantes en Estados Unidos 
exigiendo su legalización y derechos, y movimientos por parte de los jóvenes de 
origen migrante en Francia en contra de la represión de la policía. 
En el pasado, el impacto de la investigación sobre las migraciones en las 
principales teorías del orden social y la diferenciación ha sido poco. Sin embargo, 
en estos tiempos recientes, la globalización ha retado los modelos nacionales en las 
ciencias sociales y llamado la atención hacia los flujos migratorios transfronterizos 
como instrumentos claves del cambio. Hay señales de un nuevo énfasis en la 
movilidad humana, y algunos de los trabajos más importantes sobre el cambio 
global47 resaltan ahora la centralidad dela migración en las relaciones sociales. 
Este cambio no es sorprendente. Si el principio de la “sociedad contenedor”, en 
el cual todas las relaciones sociales toman lugar dentro del estado-nación48 ya no 
es sostenible (ni siquiera como un mito), entonces los flujos transfronterizos se 
convierten en un área crucial de investigación para las ciencias sociales.
 
El concepto de arraigo puede jugar un papel importante en la comprensión 
de la globalización y sus consecuencias para la movilidad humana. Tal y como 
los liberales del siglo XIX representaran los intereses económicos como si estos 
estuvieran separados del resto de la sociedad, los neoliberales han promovido la 
globalización como un fenómeno predominantemente económico. Se ha presentado 
la “nueva economía” como el resultado del incremento de la inversión extranjera 
directa, la desregulación del flujo transfronterizo de capital, tecnologías y servicios, 
y la creación de un sistema de producción global49. Según la ideología neoliberal, la 
mayor eficiencia de este nuevo mundo económico estaba garantizada por la toma 
racional de decisiones por parte de las corporaciones multinacionales (MNCs), y la 
“mano invisible” de los mercados financieros y de bienes. La premisa básica de la 
globalización era “el liderazgo de la civilización por la economía”50. Esta ideología se 
recapitula en el “Consenso de Washington” sobre la importancia de la liberalización 
47 BAUMAN, Z. (2008), Globalization…, op. cit.; BECK, U. (2007), “Beyond class and nation: reframing 
social inequalities in a globalizing world” en British Journal of Sociology, vol. 58, no 4, ps. 679–705; 
COHEN, R. y KENNEDY, P. (2000), Global Sociology, Palgrave, Basingstoke; HELD, D., MCGREW, A., 
GOLDBLATT, D. y PERRATON, J. (2005), Global Transformations: Politics, Economics and Culture, 
Polity, Cambridge.
48 FAIST, T. (2000), The Volume and Dynamics of International Migration… op. cit. 
49 PETRAS, J. y VELTMAYER, H. (2000), “Globalisation or imperialism?” en Cambridge Review of 
International Affairs, vol. 14, no 1, p. 2.
50 SAUL, J. R. (2006), The Collapse of Globalism and the Reinvention of the World, Atlantic Books, 
Londres, p. xi.
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del mercado, la privatización y la desregulación51. 
Sin embargo, el intento neoliberal de desarraigar la globalización económica 
de su contexto social fue en realidad profundamente político porque hace que el 
cambio global parezca una forma inevitable y deseable de modernización – que 
sólo puede ser resistido por personas retrógradas o líderes fundamentalistas. La 
globalización, claramente, no tuvo que ver sólo con economía; fue también un 
proceso político, concebido en términos ideológicos: 
Para los teóricos de este proceso y los muchos que los abogan, estos 
flujos (…), junto a la integración económica y la transformación 
social resultantes, han creado un nuevo orden mundial con sus 
propias instituciones y configuraciones de poder que sustituyeron 
las estructuras previas asociadas al estado-nación, y creado nuevas 
condiciones de vida para las personas de todo el mundo52. 
El paradigma de la globalización emergió en el contexto de las estrategias 
políticas de la era Reagan - Thatcher, diseñadas para hacer retroceder el estado 
de bienestar y los relativamente altos salarios durante el boom del periodo de 
la postguerra. La desregulación económica, la apertura de los mercados y el 
debilitamiento de los sindicatos llevaron a importantes cambios sociales en Estados 
Unidos y Gran Bretaña. Otros países desarrollados fueron obligados a revisar 
sus estados de bienestar y los “salarios sociales” para mantenerse competitivos, 
llevando al descenso de la protección laboral y al incremento de la segmentación 
del mercado laboral, cuestiones que retomaré para discutirlas más adelante. 
Incluso una economía mundial neoliberal necesita mecanismos de control, 
pero estos no deberían ser proporcionados por los gobiernos nacionales (los 
cuales, en algunos casos al menos, fueron electos democráticamente), sino por 
las instituciones internacionales, especialmente en Fondo Monetario Internacional 
(FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sus tareas 
no eran las de proteger las economías débiles o los grupos sociales vulnerables, 
sino más bien, garantizar que todas las economías y sociedades estén expuestas a 
los fuertes vientos de la competición – particularmente a través de los mecanismos 
de los “programas de ajuste estructural”53. El sueño neoliberal fue minado por 
el casi completo derrumbe del sector financiero global en 2007 - 2009. Aunque 
los economistas y los políticos hablan ahora de un enfoque “Post-Consenso de 
Washington” para el comercio mundial y las inversiones, queda aún por ver cambios 
fundamentales en el poder económico y la gobernanza. 
Una teoría de cambio global en la que la economía es vista como 
desarraigada de la sociedad y las consecuencias políticas y sociales son tratadas 
51 STIGLITZ, J. E. (2002), Globalization and its Discontents, Penguin, Londres, p. 67.
52 PETRAS, J. y VELTMAYER, H. (2000), “Globalisation or…, op. cit., p. 2.
53 STIGLITZ, J. E. (2002), Globalization and its…, op. cit.
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como “externalidades” inevitables (como lo plantean los economistas), lleva 
también a un entendimiento desarraigado de la migración. Esto significa ir a buscar 
los determinantes de la migración entre una serie de decisiones racionales basadas 
en intereses económicos. Queda así ausente entre estos determinantes, el vínculo 
esencial con los grandes cambios en las relaciones económicas y políticas globales, 
y los procesos de transformación social de ahí resultantes. 
Un enfoque alternativo es el de conceptualizar la migración, no únicamente 
como un resultado de la transformación social ni como una de sus causas, sino 
como una parte integral y esencial de los procesos de transformación social. Esto 
quiere decir que las teorías de la migración deberían estar arraigadas en la teoría 
social más amplia. También significa que al investigar sobre cualquier fenómeno 
específico de la migración se tiene que incluir siempre una investigación del contexto 
social en el que tiene lugar. Finalmente, dado que la concienciación del cambio 
normalmente comienza a nivel local, es importante vincular las experiencias de la 
migración a nivel local (tanto en las zonas de origen como de destino) con otros 
niveles socio-espaciales – y, particularmente, con los procesos globales. 
Teoría de la transformación social y teoría de la migración
Podemos recurrir a ideas emergentes en diversas disciplinas para desarrollar un 
nuevo enfoque que nos sirva para entender las relaciones entre transformación 
y migración. Desde la Economía, Stiglitz ha hecho una crítica a la globalización 
económica neoliberal, derivada del concepto de transformación de Polanyi54. Para 
éste, el “doble movimiento” es representado por el activismo antiglobalización (ver 
el prefacio de Stiglitz para la obra de Polanyi The Great Transformation). Milanovic55 
muestra que la afirmación neoliberal, de haber mejorado los resultados económicos 
de los países pobres, ha encubierto el enorme aumento de la desigualdad. En la 
economía política, el modelo neoliberal es criticado como una nueva utopía de una 
economía mundial autoregulada56. Dichas ideas hacen eco de la crítica de Polanyi 
a los intentos de desarraigar la economía de la sociedad. Sin embargo, éstas son 
esencialmente críticas del tipo top-down que fallan en analizar los efectos locales 
de las fuerzas económicas y políticas globales. En este aspecto, las teorías críticas 
y los enfoques neoliberales se muestran similares en cuantoal determinismo de 
sus teorías, así como a la exclusión de la agencia.
Este sesgo puede ser contrarrestado aplicando los conceptos y metodologías 
sugeridos por sociólogos, geógrafos y antropólogos. El comité investigador en 
54 Íbidem. Véase también: STIGLITZ, J. E. (1998), “Towards a new paradigm for development: 
strategies, policies and processes”, Banco Mundial, UNCTAD, Prebisch Lecture, Ginebra.
55 MILANOVIC, B. (2007), “Globalization and inequality” en HELD, D. y KAYA, A. (eds.), Global 
Inequality: Patterns and Explanations, Polity, Cambridge y Malden, Massachusetts.
56 PETRAS, J. y VELTMAYER, H. (2000), “Globalisation or…, op. cit. Véase también: WEISS, L. (1998), 
The Myth of the Powerless State: Governing the Economy in a Global Era, Polity Press, Cambridge.
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“Transformación social y Sociología del desarrollo”57 de la Asociación Internacional 
de Sociología (ISA), utiliza el concepto de “glocalisación” para analizar los vínculos 
entre las fuerzas globales y los mundos locales, y ha aplicado este enfoque 
al estudio de la migración y la etnicidad. Otros sociólogos muestran cómo los 
movimientos identitarios surgen como reacción a la globalización58. Los geógrafos 
sociales han desarrollado nuevas formas para entender el cambiante significado de 
“territorio” y las relaciones entre los niveles espaciales59. Los antropólogos sociales 
se han apartado de las viejas ideas de autenticidad y singularidad para estudiar las 
reacciones individuales y grupales a las fuerzas globalizadoras60. 
Estas tendencias en la teoría social han tenido una influencia considerable 
en los estudios migratorios. Como ya se ha mencionado, los economistas se han 
vuelto cada vez más críticos con las asunciones de la teoría neoclásica, y están 
investigando el rol de las familias, comunidades y otros actores sociales en los 
procesos migratorios. La “nueva economía de la migración laboral” busca superar 
el individualismo metodológico de la teoría neoclásica utilizando encuestas en los 
hogares para entender cómo la migración puede ser una estrategia colectiva de 
diversificación de riesgo más que de maximización de los ingresos. Los teóricos 
NEML analizan la migración como una estrategia para superar las limitaciones 
del mercado local y otras restricciones al desarrollo a través del envío de dinero 
que puede servir como capital de inversión61. En la economía política, una de las 
nuevas formas diseñadas para corregir el tradicional sesgo de lo macro y del 
análisis top-down es el desarrollo de investigación de economía política a micro-
escala o “relacional” sobre los medios de subsistencia y las cadenas de productos 
básicos en zonas de conflicto62. 
 
Una de las innovaciones más ampliamente aceptada en la teoría de las 
migraciones desde la década de los años ochenta, ha sido la adopción de las 
teorías de redes, que se centran en la agencia colectiva de los migrantes y las 
comunidades en la organización de los procesos de migración e incorporación63. 
Las redes informales proveen recursos vitales para los individuos y grupos. En el 
contexto de los países emisores, éstas son analizadas a menudo como mecanismos 
57 SCHUERKENS, U. (ed.) (2004), Global Forces and Local Life-Worlds: Social Transformations, 
Thousand Oaks, Sage, California.
58 CASTELLS, M. (1997), The Power of…, op. cit.
59 SASSEN, S. (2006), Territory, Authority, Rights: from Medieval to Global Assemblages, Princeton 
University Press, Nueva Jersey.
60 LEVITT, P. y GLICK SCHILLER, N. (2004), “Conceptualising simultaneity: a transnational social 
field perspective on society” en International Migration Review, vol. 38, no 3, ps. 1002–39.
61 STARK, O. (1991), The Migration of…, op. cit. Véase también: TAYLOR, J. E. (1999), “The new 
economics of labour…, op. cit.
62 COLLINSON, S., Power, Livelihoods and Conflict…, op. cit.; COLLINSON, S. (2009), The Political 
Economy of Migration…, op. cit.
63 BOYD, M. (1989), “Family and personal networks in migration’ en International Migration Review, 
vol. 23, no 3, ps. 638–70. Véase también: PORTES, A. y BACH, R. L. (1985), Latin Journey: Cuban 
and Mexican Immigrants in the United States, University of Calfornia Press, Berkeley.
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de transmisión del capital cultural (especialmente, proporcionan información sobre 
las oportunidades migratorias, las redes y las rutas), mientras que en el contexto 
de la incorporación de los inmigrantes en las sociedades receptoras, el énfasis es 
más sobre el capital social64 – por ejemplo, relaciones personales, los patrones 
de los hogares y familias, lazos comunitarios y de amistad, y la ayuda mutua en 
cuestiones económicas y sociales. Una tendencia reciente que analiza la agencia 
del migrante se encuentra en la teoría transnacional65. 
 
Esta breve revisión refleja la fuerza de un nuevo pensamiento relativo a la 
conectividad global en la teoría social, y muestra cómo estas ideas están influyendo 
en muchos aspectos la investigación sobre las migraciones. Por lo tanto, el proyecto 
de elaborar un marco de transformación social para el análisis de la migración no 
requiere empezar desde cero. Más bien, la tarea es reunir los nuevos enfoques y 
puntos de vista de forma detallada y sistemática para que puedan servir como un 
marco coherente para la teoría de la migración y la metodología de investigación. 
Esta tarea no se puede intentar aquí. Sin embargo, se presentará ahora un ejemplo 
para mostrar cómo se puede mejorar la comprensión de las experiencias locales de 
la migración mediante el análisis de las transformaciones sociales globales. 
Por ejemplo: las dinámicas de la migración y de la fuerza laboral en la 
Nueva Economía
Una de las tendencias más dramáticas – y quizás sorprendentes – en los últimos 
veinte años, ha sido la reestructuración de las fuerzas laborales en los países 
ricos a través de ciertas prácticas de empleo como la subcontratación, el empleo 
temporal y el trabajo ocasional. Estrechamente relacionado con ella, está la 
expansión que hubo de las economías informales y el crecimiento del servicio 
doméstico y de atención, frecuentemente empleando mujeres bajo condiciones 
altamente explotadoras. Dichas formas de trabajo afectan también a los nativos. Sin 
embargo, el inmigrante está bastante más expuesto a encontrarse en situaciones 
de precariedad laboral. 
 
Los análisis convencionales de los cambios en el mercado laboral a menudo 
atribuyen el empeoramiento en las condiciones de trabajo y la creciente polarización 
de los mercados laborales, a la fácil disponibilidad de trabajadores inmigrantes 
– frecuentemente ilegales. Esto permite a los políticos y a ciertos sectores de 
los medios de comunicación abogar por un control más fuerte de la inmigración 
para, aparentemente, “proteger a los trabajadores locales”. Sin embargo, algunos 
64 BOURDIEU, P. y WACQUANT, L. (1992), An Invitation to Reflexive Sociology, University of Chicago 
Press, Chicago.
65 GUARNIZO, L., PORTES, A. y HALLER, W. (2003), “Assimilation and transnationalism: determinants 
of transnational political action among contemporary migrants” en American Journal of Sociology, 
vol. 108, nº 6, ps. 1211–48; PORTES, A., ESCOBAR, C. y RADFORD, A, W. (2007), “Immigrant 
transnational organizations and development: a comparative study” en International Migration 
Review, vol. 41, no 1, ps. 242–82; VERTOVEC, S. (2004), “Migrant transnationalism and modes of 
transformation” en International Migration Review, vol. 38, no 3, ps. 970–1001.
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científicossociales argumentan que la causalidad es en la dirección opuesta: la 
desregulación económica y las prácticas de empleo han creado sectores informales 
de trabajo, formando un factor de atracción para los migrantes ilegales66. Esto se 
aplica en mayor medida al sur de Europa. Sin embargo, el trabajo informal está 
extendido por toda Europa occidental y del norte; por ejemplo, en la agricultura, 
servicios de limpieza y catering, pero también (al menos en Gran Bretaña) 
para ciertos puestos como guardias de seguridad y agentes de fiscalización del 
aparcamiento automóvil – ambos servicios delegados a subcontratas por parte de 
las autoridades públicas. 
Los análisis basados en un marco de transformación social tendrían como 
punto de partida que los cambios en la situación laboral y la posición social de los 
trabajadores en las economías avanzadas, están vinculados a la reestructuración 
de la inversión, la producción y el comercio a nivel global. La transformación 
social en los países desarrollados puede observarse en el cierre de las antiguas 
industrias, la reestructuración de las fuerzas laborales, la erosión de los estados de 
bienestar y el declive de las comunidades tradicionales de la clase obrera. Esto, en 
combinación con los cambios demográficos (especialmente el envejecimiento de la 
población) y las necesidades de mano de obra para los nuevos tipos de industrias 
de servicios, ha llevado a la demanda de mano de obra inmigrante. En los países 
menos desarrollados, la transformación social de los modos de producción y de 
las relaciones sociales, brevemente descritas antes, estimulan la emigración en la 
búsqueda de mejores formas de vida y mayor seguridad. El recrudecimiento en la 
migración sur-norte puede entenderse mejor a través del estudio de estos cambios 
complementarios y sus vínculos complejos. 
De esta forma, la reestructuración neoliberal ha dirigido una nueva geografía 
social global. En la década de los ochenta, Sassen67 mostró cómo la inversión 
extranjera y el desplazamiento de los trabajos manufactureros al extranjero han 
fomentado nuevos flujos migratorios a Estados Unidos. Los vínculos entre ciudades 
globales y un interior profundo y distante crearon situaciones en las que una 
enorme riqueza y trabajos profesionales altamente remunerados coexisten junto 
a un número creciente de trabajos poco cualificados en la industria de servicios y 
unas condiciones de empleo al estilo tercermundista en las industrias paralegales. 
El subsiguiente desarrollo de la nueva geografía social global es mejor ilustrado por 
estudios a nivel local o nacional. 
Immanuel Ness ha examinado la transformación económica de la ciudad de 
Nueva York68. A principios del siglo XX, la mano de obra inmigrante del sur y este 
66 REYNERI, E. (2003), “Immigration and the underground economy in new receiving South European 
countries: manifold negative effects, manifold deep-rooted causes” en International Review of 
Sociology, vol. 13, no 1, ps. 117–43.
67 SASSEN, S. (1988), The Mobility of Labour and Capital, Cambridge University Press, Cambridge.
68 NESS, I. (2005), Immigrants, Unions and the New US Labor Market, Temple University Press, 
Filadelfia.
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de Europa, fue crucial para la aparición de las industrias de la aguja, la imprenta, 
el empaque de alimentos, la construcción y la transportación. Las industrias 
estaban concentradas en los ‘barrios étnicos” y los inmigrantes fueron la columna 
vertebral del fuerte movimiento obrero de la ciudad. A finales del siglo XX, estas 
industrias tradicionales fueron reestructuradas, moviendo la mayor parte de los 
trabajos de producción a los estados del “sunbelt”, sin tradición sindicalista, o 
también al extranjero, al Caribe, América Latina y Asia. Se crearon muchos nuevos 
empleos en venta al por menor, servicios personales y servicios empresariales. 
Los peores trabajos los ocupan los migrantes indocumentados de República 
Dominicana, México y el África occidental francófona, quienes compiten por puestos 
precarios y explotadores como trabajadores en los supermercados, repartidores y 
trabajadores de cocina69. Como en el pasado, la nueva economía está fuertemente 
estratificada por cuestiones de etnicidad, pero esto ahora ya no provee las bases 
para la solidaridad y sindicalización, dado que los trabajos y los trabajadores están 
dispersos por toda la ciudad. 
La industria de la construcción en Berlín ofrece otro ejemplo. Tras 
la reunificación alemana en 1990 y el regreso del gobierno a Berlín, la ciudad 
experimentó un boom en la construcción de edificios sin precedentes. Sin embargo, 
ya en 1996, el 25% de las personas desempleadas en Berlín eran trabajadores 
de la construcción. Algunos empleadores trajeron trabajadores de Polonia que 
vinieron a través de programas de trabajo temporal. Otra opción fue subcontratar 
a firmas portuguesas que podían traer a sus propios trabajadores (con salarios 
más bajos) debido a las disposiciones de libertad de movimiento de la Unión 
Europea. Además, muchos trabajadores viajaban diariamente desde el interior de 
Brandemburgo, en la antigua Alemania oriental. Esta competencia tuvo efectos 
adversos en los trabajadores de la construcción sindicalizados, muchos de los 
cuales eran extranjeros residentes a largo plazo en Berlín. En el antiguo modelo 
alemán de trabajo a largo plazo, las empresas y los sindicatos habían sido espacios 
de comunicación interétnica e integración. El racismo en contra de los migrantes 
era menos visible en las áreas de trabajo que en otras áreas sociales. La caída de 
este modelo y su reemplazo con trabajadores contratados, tuvo efectos negativos 
en la integración social y en las relaciones entre grupos. Esto fue, sin duda, uno 
de los factores tras el aumento del racismo y la violencia racista después de la 
reunificación alemana70. 
La industria del vestido da muchos ejemplos de la capacidad de 
emprendimiento étnico y de jerarquías basadas en la raza y el género en todo el 
mundo71. En Gran Bretaña, las divisiones basadas en la etnia y el género permitieron 
69 Íbidem.
70 HUNGER, U. y THRÄNHARDT, D. (2001), “Die Berliner Integrationspolitik im Vergleich der 
Bundesländer” en GESEMANN, F. (ed.), Migration und Integration in Berlin, Leske and Budrich, 
Oplande, ps. 109–25.
71 RATH, J. (2002), Unravelling the Rag Trade: Immigrant Entrepreneurship in Seven World Cities, 
Berg, Oxford.
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la reactivación de la producción de ropa, después de que ésta pareciera condenada 
a la extinción con la subcontratación externa en las economías de bajos salarios72. 
Desde la década de los años setenta, la gestión, el diseño y la comercialización 
de prendas de vestir se concentra en unas cuantas y grandes empresas británicas 
de comercio minorista altamente capitalizadas73. La producción doméstica de ropa 
cayó en picado. Durante los años de 1960 y 1970, la fuerza laboral de inmigrantes 
en la industria textil había sido principalmente hombres inmigrantes de primera 
generación, sobre todo paquistaníes, indios y ciudadanos del Bangladesh. Muchos 
de estos trabajadores perdieron sus trabajos y luego se convirtieron en contratistas 
de las casas grandes de ropa, montando pequeñas fábricas independientes y 
autorizadas, basadas en la explotación de la mano de obra barata de minorías 
étnicas o familias inmigrantes. Las mujeres migrantes constituyen el grueso de la 
fuerza laboral en estos nuevos talleres. La reducción de costes se logra dada la 
naturaleza de este sector como una economía sumergida - que también ayudó a los 
productores a evadir impuestos. Este estado de informalidad servía a los intereses 
económicos de los grandes minoristas y de

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