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BIBLIOGRAFÍA 
 
• Crouzet, Maurice: “Historia General de las Civilizacio-
nes: La Época Contemporánea, Volumen VI”. Barcelo-
na, Ediciones Destino, 1981 
 
• Keegan, John: “The First World War”. London, 
Hutchinson, 1998. 
 
• Kitchen, Martin: “Europe between the Wars”. New 
York, Longman, 2000. 
 
• Prior, Robin: “The First World War”. London, Cassell, 
1999. 
 
• Willmott, H. P.: “World War I”. New York, Dorling 
Kindersley, 2003 
Texto: José, Luis Clares Molero. 
Archivo Histórico Nacional. 
Archivo Histórico Nacional 
C/Serrano, 115. 
28006 MADRID 
ahn@cultura.gob.es 
 
http://www.mecd.gob.es 
https://pares.mecd.gob.es 
 
PIEZA DEL MES 
 
El fin de la I Guerra Mundial 
PIEZA DEL MES DE NOVIEMBRE DE 2018 
 
AHN, Mº_EXTERIORES_H,2291,Exp.82. 
Informes enviados por la Embajada de España en Berlín sobre el 
proceso revolucionario en diversas ciudades alemanas. 1918-1919. 
Copia del informe del cónsul de España en Bremen sobre el amotina-
miento de marineros y soldados en la ciudad. 1918, noviembre, 7. 
 
AHN, Mº_EXTERIORES_H,2291,Exp.82. 
Informes enviados por la Embajada de España en Berlín sobre el 
proceso revolucionario en diversas ciudades alemanas. 1918-1919. 
El embajador de España en Berlín remite el texto de la abdicación 
del emperador Guillermo II. 1918, diciembre, 4. 
Español y alemán. 
 
 
El final de la I Guerra Mundial vino determinado tanto por la situación 
militar como por la situación interna de los países de las Potencias 
Centrales. La retirada de la Rusia soviética de la contienda tras la fir-
ma del Tratado de Brest-Litovsk dejó libres numerosas fuerzas alema-
nas que pudieron dejar el frente oriental para reforzar el frente occi-
dental. Sin embargo, a pesar de este aumento de sus fuerzas, los cansa-
dos y mal alimentados ejércitos germanos no pudieron romper el fren-
te y se quedaron a 120 km de París antes de que la contraofensiva 
francesa y estadounidense les hiciera retroceder. La situación prometía 
aún mayores dificultades ante la continua llegada de tropas y material 
de guerra estadounidense, la aparición y desarrollo de los carros de 
combate británicos y la superioridad aérea de los aliados. 
 
Los aliados de Alemania también colapsaron en poco tiempo. En los 
Balcanes, las tropas francesas atacan las líneas búlgaras en Macedonia. 
Después de pocos días de lucha, Bulgaria comprende que no puede 
hacerles frente y pide el armisticio. El Imperio otomano, al límite de 
sus fuerzas, tampoco pudo contener a los británicos, que conquistaron 
Jerusalén y Bagdad. Franceses y británicos ocupan el Oriente Próximo 
e Irak y el Imperio otomano también se rinde. 
 
El ejército italiano lanza también su ofensiva contra los austriacos, 
presionado por la necesidad de su gobierno de una victoria en el fren-
te alpino para poder obtener mayores ventajas a la hora de negociar 
la futura paz. El ataque en Vittorio Veneto venció la débil resistencia 
de un desmoralizado ejército austro-húngaro, cuyas fuerzas de origen 
eslavo amenazaban con amotinarse. Al mismo tiempo, el descalabro 
del ejército imperial en los Balcanes precipita su rendición. 
 
La situación de la población civil de los países contendientes también 
fue determinante en la conclusión del conflicto. El concepto de 
"guerra total" en la Primera Guerra Mundial, significaba que los su-
ministros debían ser reorientados principalmente hacia las fuerzas 
armadas. Las consecuencias fueron distintas para la población de 
Francia y Gran Bretaña, que podían contar con el abastecimiento des-
de sus colonias y desde los Estados Unidos, que para las potencias 
centrales. Su población civil fue obligada a vivir en condiciones cada 
vez más precarias. Durante la guerra, unos 750.000 civiles alemanes 
murieron a causa de la desnutrición. Muchos alemanes querían poner 
fin a la guerra y un creciente número de alemanes comenzó a asociar-
se con la izquierda política, como el Partido Socialdemócrata y el 
más radical Partido Socialdemócrata Independiente que exigió un fin 
a la guerra. El imperio austrohúngaro contaba además con el proble-
ma de su diversidad étnica, que en los momentos finales de la guerra 
aceleraron su disolución. 
 
En esta pieza mostramos cómo desde la embajada de España en Ber-
lín se informaba al gobierno de los acontecimientos que desde la reta-
guardia aceleraban el final de la guerra y del desenlace de la misma, 
con la abdicación del káiser Guillermo II. Paradójicamente, las pro-
testas y levantamientos producidos en Alemania exigiendo la paz sir-
vieron como coartada para la extrema derecha, incluyendo al movi-
miento nazi, que atribuía la derrota y las privaciones de la posguerra 
a la puñalada por la espalda, la creencia de que Alemania no había 
perdido la guerra por razones militares, sino por el «enemigo inte-
rior», o sea, los partidos de izquierda responsables del proceso revo-
lucionario alemán y los judíos. Así, en la paz se sembraba la semilla 
de la II Guerra Mundial .

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