GERENCIA DE PRODUCTIVIDAD

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GERENCIA DE PRODUCTIVIDAD 
LA IMPORTANCIA DE LA GERENCIA DE PRODUCTIVIDAD EN EL ENTORNO EMPRESARIAL
La gerencia de productividad es un aspecto fundamental para el éxito y la sostenibilidad de las empresas en el actual entorno competitivo. La productividad, entendida como la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtenerla, es un indicador crucial de eficiencia y rendimiento empresarial.
La gerencia de productividad implica la planificación, control y mejora de los procesos internos con el objetivo de maximizar la eficiencia y optimizar el uso de los recursos. A través de la implementación de prácticas y herramientas especializadas, las empresas pueden medir, analizar y mejorar su productividad, lo que les permite alcanzar sus objetivos estratégicos de manera más efectiva.
La gestión de la productividad abarca diversos aspectos, desde la optimización de los procesos de producción y la gestión eficiente de los recursos humanos, hasta la incorporación de tecnologías innovadoras que potencien el rendimiento operativo de la empresa.
La implementación de un sistema efectivo de gerencia de productividad conlleva numerosos beneficios, tales como la reducción de costos, el aumento de la rentabilidad, la mejora en la calidad del producto o servicio, así como la optimización de los tiempos de entrega.
La importancia de la productividad en el entorno empresarial es fundamental para el éxito de un negocio. Cualquier empresa, independientemente de su tamaño o propósito, tiene como objetivo principal producir lo máximo y mejor posible. Esforzarse por lograr la máxima eficiencia y eficacia en cada uno de los procesos de la organización debería ser una prioridad. La productividad empresarial es la relación entre el resultado de una actividad productiva y los medios que han sido necesarios para obtener dicha producción. En el campo empresarial, la productividad establece el crecimiento económico, influyendo en los salarios, la rentabilidad de los proyectos, la inversión y el empleo. Mejorar día a día la productividad de la empresa es un trabajo muy importante que requiere suficiente atención para obtener los mejores resultados. La productividad empresarial es uno de los factores clave de cualquier negocio, y su mejora continua es esencial para alcanzar una mayor eficiencia y competitividad.
Influencia de las Nuevas Tecnologías en la Productividad
Las nuevas tecnologías tienen una influencia significativa en la productividad, ya que en ciertos puestos, la automatización complementa el trabajo humano. En las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) jugaron un papel importante en la mejora de la productividad, impulsando el crecimiento económico. La relación entre el grado de adopción de nuevas tecnologías y la productividad laboral muestra una correlación positiva entre el crecimiento de ambas variables.
La tecnología ha mejorado las condiciones laborales al simplificar procesos, promover nuevas modalidades de trabajo que aumentan la productividad y mejorar el bienestar de los colaboradores. A pesar de algunas desventajas, la implementación de nuevas tecnologías en el entorno laboral resulta beneficioso.
La tecnología sirve de base para la mejora de la productividad al permitir el desarrollo de plataformas que proporcionan a las organizaciones las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos actuales. La automatización de procesos, la digitalización de datos y el seguimiento de información son funcionalidades tecnológicas que impulsan los procesos comerciales.
Además, las nuevas tecnologías han modificado los procesos de trabajo y mejorado muchos aspectos, influyendo directamente en la productividad empresarial. La tecnología influye en los procesos de administración, comunicación, ejecución de tareas, seguridad, logística, desarrollo de productos y forma parte intrínseca de la actividad de las empresas.
En resumen, las nuevas tecnologías tienen un impacto positivo en la productividad laboral al simplificar y automatizar procesos, reducir errores, mejorar las condiciones laborales y proporcionar herramientas que permiten a las empresas adaptarse a las necesidades del mercado, lo que resulta en un aumento de la eficiencia y la competitividad.
El Impacto de las Tecnologías Obsoletas en la Productividad
Las tecnologías obsoletas pueden afectar significativamente la productividad en las empresas. Según una encuesta, el 40% de los encuestados manifestó ser menos productivo debido al uso de dispositivos obsoletos. Esto resalta la importancia de contar con herramientas tecnológicas actualizadas para mantener a los trabajadores productivos y con una actitud positiva. Además, el uso de equipos de cómputo obsoletos puede resultar en la pérdida de un promedio de 42 horas anuales debido a tiempos de reparación, lo que impacta directamente en la productividad de la organización.
La obsolescencia tecnológica también puede generar interrupciones inesperadas en los procesos, lo que afecta directamente la productividad al requerir más tiempo de los profesionales para realizar inspecciones y ajustes constantes. Por otro lado, la tecnología 4.0 permite registrar y presentar todos los datos sobre el funcionamiento de las máquinas, lo que facilita la anticipación de acciones y mejora la toma de decisiones en el proceso de producción.
Además, la resistencia a implementar tecnología en las empresas puede provocar su estancamiento, ya que la falta de tecnología integrada puede volver obsoletas a las empresas, afectando su productividad, rendimiento, eficiencia y competitividad.
En resumen, las tecnologías obsoletas pueden impactar negativamente la productividad de las empresas al generar frustración en los empleados, pérdida de tiempo en reparaciones, interrupciones en los procesos y una disminución en el desempeño y respuesta de los dispositivos. Por lo tanto, es crucial para las empresas mantenerse actualizadas tecnológicamente para garantizar niveles óptimos de productividad y competitividad.
En conclusión, la gerencia de productividad es un pilar fundamental en la gestión empresarial, ya que permite a las organizaciones maximizar su eficiencia, competitividad y rentabilidad. Su correcta aplicación y seguimiento continuo son esenciales para el logro de una ventaja competitiva sostenible en el mercado actual.