Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Historia de los Hospitales Diurnos Dr. Patricio Olivos A. Introducción. Entre los avances de la psiquiatría en estas últimas décadas, quizás la evolución más importante concierne a los principios mismos de la función psiquiátrica y sus relaciones con el conjunto de la sociedad. Me ha parecido importante presentar sumariamente la historia de los Hospitales Diurnos (HD), porque son estructuras terapéuticas surgidas dentro de esta evolución y porque su historia permite reconocer ciertas etapas que señalan a la vez los cambios de la inserción de la psiquatría en la sociedad y las modificaciones tácnicas de los recursos terapéuticos. Podemos definir al HD como un lugar que propone un proyecto terapéutico a enfermos que llega ahí cada día. Una característica fundamental es la alternancia del paciente entre este ambiente terapéutico y su medio habitual o familiar, y que le significan al paciente cierta tensión, esfuerzo y participación más o menos activa para cumplir con el contrato terapéutico, y al equipo terapéutico la posibilidad de trabajar en lo que Glaser ha llamado "la resonancia entre el individuo y su entorno". La aparición del HD testimonia el hecho de que, por lo menos para una parte de los pacientes mentales, la actitud segregativa ha sido reemplazada por un proyecto terapéutico que intenta reintegrarlo socialmente, gracias a la transformación de las instituciones, la continuidad de la acción médica y la multiplicación de nuevas modalidades terapéuticas. El HD no constituye una técnica específica, sino representa una modalidad particular de aplicación de las técnicas utilizadas en un período dado. Pueden así describirse tendencias biológicas, de terapias físicas, de psicoterapia individual y de grupo, de terapias ambientales y de terapia familiar en el curso de su evolución. Utilizando estas modalidades terapéuticas los HD optan entre una perspectiva de recuperación, como HD para cuidados intensivos o una perspectiva de readaptación o rehabilitación. Con estas orientaciones básicas y porque las primeras experiencias de hospitalizaciones diurnas en psiquiatría fueron interesantes, se suscitó la creación de un número creciente de HD con una gran diversidad de concepciones y realizaciones, y con evoluciones a verces divergentes en función de las características nacionales o locales de la organización psiquiátrica. Reseñaremos a grandes rasgos esta historia. La historia. En primer lugar, llama la atención que la hospitalización a tiempo parcial sea una forma reciente de tratamiento psiquiátrico, puesto que en otras áreas, como la educación, en que se busca también un cambio en el sujeto en vista de una adecuada integración, se usan preferentemente intervenciones a tiempo parcial. Parece ésto ser un índice del carácter fundamentalmente segregativo que ha tenido la función psiquiátrica. En 1932, en Moscú, comenzó a funcionar el primer hospital diurno y, aunque se cita a Boyle en el Hospital Chichester de Howe, y a Woodall en Boston por ese mismo período, esas experiencias no dejaron rastros. Y no fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial que en la psiquiatría occidental Cameron en Montreal y Bierer en Londres inauguraron -en 1946- "una fórmula experimental de hospitalización para los enfermos mentales". De ahí, y hasta 1960, los HD se desarrollaron lentamente (salvo en Gran Bretaña con su Servicio Nacional de Salud), hasta que a comienzos de la década de los 60 la mayoría de los países induatrializados adoptaron una teoría de conjunto en relación con el cuidado de los enfermos mentales: la psiquiatría en la comunidad o, en Francia, la política de sector. Período de 1932 a 1960. A. Experiencia soviética A comienzos de la década del 30 la Unión Soviética se lanzó a la industrialización intensiva, considerada instrumento privilegiado de la edificación del socialismo. Esto significó un crecimiento considerable de la población urbana y mucha atención sobre los cambios y problemas que el nuevo sistema traía sobre la mano de obra. En materia de salud mental el esfuerzo se puso en desarrollar el sistema extrahospitalario. Por iniciativa de Bekhterev se habían organizado servicios de convalescencia para neuróticos fuera de los hospitales psiquiátricos, y Dzhagarov señaló que los psiquiatras debían encarar entonces los problemas de los pacientes psicóticos, para los que propuso una nueva solución: "la hospitalización semipermanente", es decir no hacer venir a los enfermos sino durante la jornada de trabajo, y dejarlos el resto de tiempo en su atmósfera familiar habitual. Una razón imperiosa que lo llevó a desarrollar esta nueva modalidad terapéutica había sido "la necesidad extrema de camas y la sobrepoblación de nuestro hospital" (Dzhagarov era el médico jefe del primer hospital psiquiátrico de Moscú). Además planteaba que "usando métodos terapéuticos modernos éste da un servicio médico no sólo más barato sino que también libera una cantidad importante de personal y disminuye la crisis actual de personal con una calificación como enfermeros y auxiliares". Este HD fue concebido y organizado para el trabajo como terapia, y su misión médica consistía en "más allá de los objetivos puramente terapéuticos, resocializar a los enfermos y reintegrarlos a la vida cotidiana", es decir, hacerlos trabajadores activos. Recibía a pacientes psicóticos calmados y cooperadores, que en turnos de mañana y/o tarde recibían tratamiento médico y trabajaban en talleres guiados por monitores, talleres que debían autosustentarse económicamente. El médico y la asistente social mantenían contacto regular con las familias, tendientes a ordenarlas en un sentido positivo. El artículo de Dzhagarov, publicado en 1937, no tuvo influencia inmediata en el mundo occidental, donde fue descubierto bastante más tarde. En Rusia, en cambio, el modelo actual del HD conserva las principales características del primer HD de Moscú. B. Experiencias anglosajonas. En 1946 Cameron en Montreal y Bierer en Londres presentaron, con meses de intervalo e independientemente uno del otro, sus hipótesis de trabajo sobre el HD. Cameron, en el Allan memorial Institute, Servicio de Psiquiatría de un hospital general de Montreal, concibió el HD en estrecha relación con el servicio de hospitalización a tiempo completo y como un sistema terapéutico eficaz y económico destinado a todos los pacientes que no requerían imprescindiblemente la internación por un comportamiento perturbador, y que fueran capaces de viajar al HD y de seguir viviendo en su casa durante el tratamiento. En su inicio, Cameron planteó como principio general que el HD disponía de todas las formas de tratamiento físico, salvo comas insulínicos profundos. Pero enfatizaba que "los principales métodos terapéuticos utilizados en el HD son los psicoterapéuticos". En un sector se efectuaban los tratamientos físicos; en otro, las técnicas grupales. Se hacía también psicoterapia individual. Afirmaba que "es muy importante conservar al grupo de enfermos en su forma más constructiva, e introducir e integrar a los nuevos enfermos al grupo lo más rápidamente posible". Para Cameron, se trataba de evitar los efectos nefastos del hospital psiquiátrico clásico "en que la responsabilidad del bienestar del enfermo se encuentra, en parte, en manos del paciente mismo; en otra en los demás enfermos, y una tercera parte en manos del personal". Bierer, en 1941, publicó un artículo titulado: "Un Club Social Autodirigido por los pacientes en un Hospital Psiquiátrico Público". Había abierto este club en el Hospital Psiquiátrico RUnwell con la intención de cambiar el clima del hospital y "pensando en que muchos de los que vienen al hospital tienen dos problemas principales en común: el de la ocupación y el de las relaciones sociales". Al parecer, por la dificultad en reformar el hospital e n1944-45, hizocomprar y reparar dos casas en Hampstead, dañadas por la guerra, y creó el "Centro de Psicoterapia Social", que fue integrado en 1948 al Servicio Nacional de Salud: Este funcionaba básicamente sobre los principios de la Comunidad Terapéutica, poniendo el acento en la cooperación y el trabajo de equipo de los enfermos y el personal. Bierer, con el término de "democracia guiada", propuso un modo de funcionamiento democrático con el liderazgo del equipo terapéutico, en oposición a los modos autoritario y anárquico. En 1954 inauguró un nuevo HD en Marlborough, concebido como un "centro de tratamiento independiente que influenciara al conjunto de la comunidad, ofreciéndole de manera concentrada todos los tratmientos y servicios psiquiátricos". Su objetivo era "proveer la forma de tratamiento más económica para todos los tipos de enfermedades mentales, con la excepción de algunos enfermos muy seniles o muy violentos". Para ello cuenta, hasta hoy, con un equipo multidisciplinario amplio que permite ofrecer una gran variedad de tratamientos biológicos, psicológicos y sociales. La aparición casi simultánea e independiente de estos HD revela que, aparte de la intuición de sus promotores y de su capacidad de concretarla en proyectos consistentes, otros factores más generales y profundos prepararon y favorecieron el surgimiento de éstos y luego otros HD. Bleandonu y Despinoy los han analizado distingiéndolos en factores socioeconómicos y técnicos. I. Factores socioeconómicos. a) La repleción de los hospitales psiquiátricos y el aumento de la demanda por tratamiento. Contrariamente a lo ocurrido en los países ocupados por Alemania, en que muchos enfermos mentales murieron de inanición, los hospitales psiquiátricos de los países anglosajones estaban repletos. Había largas listas de espera, y Cameron y luego Aron y Smith, en Bristol, en 1953, propusieron el HD como una respuesta lógica a este problema urgente. Para Cameron una de las razones del crecimiento de la demanda por tratamiento y cuidados psiquiátricos estaba en la pérdida progresiva de la familia de su capacidad de soportar la preesncia permanente de uno de sus miembros enfermos, por la disminución del tamaño familiar y por el aumento del número de mujeres que iba a trabajar. Además, luego del fin de la guerra, se plantearon los problemas de readaptación de los prisioneros venidos de los campos, de las poblaciones o sujetos trasplantados y también de las personas habitualmente cesantes por alteraciones de la personalidad. Un número mayor de neuróticos empezó a consultar, y los hospitales psiquiátricos, que reforzaban la dependencia de los pacientes, se mostraron inadecuados para tratarlos, mientras la atención en los consultorios muchas veces resultaba insuficiente. b) El surgimiento de exigencias sociales y una sensibilización de la colectividad hacia las necesidades de tratamiento de las personas con desventajas físicas o mentales. Esto hizo que surgieran en Gran Bretaña el Servicio Nacional de Salud (1946) y en Francia la Seguridad Social. A la vez que aumentaban las demandas por tratamiento, el costo de éste crecía por la mayor complejidad de los procedimientos (insulinoterapia, electroshock, psicoanálisis, psicoterapias de grupo) que requerían mayor equipamiento y personal calificado que trabajaba en equipo. Los psiquiatras empezaron a preocuparse por este costo, y tanto Cameron como Bierer insistieron sobre las ventajas económicas de los HD desde las primeras publicaciones. II. Las técnicas psiquiátricas. En la medida en que la segregación desaparecía, el éxito de los primeros HD estaba ligado a la posibilidad de modificar los comportamientos que resultaban intolerables para la familia, la sociedad y, a veces, para el enfermo mismo. Los nuevos recursos terapéuticos permitían distinguir entre un tiempo terapéutico y un tiempo de presencia, inútil si el objetivo no era la separación del medio habitual. El HD se constituía así en un lugar de elección para el uso de estas nuevas terapias. a) Las técnicas terapéuticas. El HD pudo aparecer antes de los neurolépticos porque el hospital psiquiátrico, antes de la guerra, había introducido la insulinoterapia y los electroshocks. Los primeros HD, y muy especialmente el de Cameron en Montreal, utilizaron ampliamente estos procedimientos. Al mismo tiempo las psicoterapias individuales y de grupo, que se habían expandido en la práctica extrahospitalaria principalmente, pudieron entonces incorporarse al tratamiento de un gran número de enfermos. b) El aporte de las ciencias sociales. Cameron y Bierer tenían conciencia de la importancia de los factores sociales en la enfermedad mental. La teoría psicoanalítica los había llevado a poner mucha atención al abordaje psicoterapéutico de los enfermos, a los fenómenos de interrelación y, por consiguiente, al ambiente psicológico en los servicios de tratamiento. Cameron insistió en la necesidad de tener dominio sobre los fenómenos psicodinámicos y de establecer una atmósfera acogedora. Cameron y Bierer le dieron también mucha importancia al trabajo en equipo, y fueron tomando cada vez más en cuenta el entorno social en que vivía el enfermo, llegando ambos a plantear sus HD como comunidad terapéutica. Ambos se inscribieron en el movimiento de psiquiatría social que surgió después de la guerra. En esa época se publicaron numerosos estudios acerca del medio social en que vivían los enfermos. El rol del Servicio Social fue tomado mayor relieve, y el interés por los aspectos sociales y terapéuticos hizo surgir después de la guerra nuevas profesiones como, por ejemplo, la Terapia Ocupacional. c) El HD como lugar de nuevas terapias. Con los nuevos conocimientos y técnicas los psiquiatras se encontraron en la alternativa de transformar los hospitales psiquiátricos para hacerlos más terapéuticos o crear una nueva unidad que ofreciera las mismas posibilidades terapéuticas que el hospital psiquiátrico pero sin sus inconvenientes. Cameron y Bierer siguieron el segundo camino, mientras algunos, como Stanton y Schwartz, y en Francia el movimiento de la "psicoterapia institucional", se preocuparon de modificar los hospitales. Cameron intentó conseguir que la práctica psiquiátrica alcanzara el nivel de eficacia del hospital general (que había hecho grandes progresos durante la guerra), haciendo que la organización de su servicio se pareciera lo más posible a la de los otros servicios del hospital general. Pero señaló también sus diferencias: "los pacientes mentales no deben estar en cama; no deben quedarse en el hospital hasta que estén bien, y no es sólo el paciente el que necesita ser tratado sino también su familia y su círculo social". Período de 1960 en adelante. Revisando el período anterior podemos ver que, desde su nacimiento, el HD fue dotado con sus principales ventajas: desaparición de las camas, trabajo en equipo, utilización de los fenómenos psicodinámicos y de los factores sociales. Estas características serían casi las mismas después de 1960 pero, a partir de ese año, en los países industrializados la asistencia psiquiátrica comenzó a cambiar en función de nuevas condiciones técnicas y económicas y, especialmente, por la planificación en Salud Mental, integrándose los HD a lo que se ha llamado psiquiatría en la comunidad. Esta política de Salud Mental fue adoptada oficialmente por varios países: Francia en 1960 con su política de sector; Estados Unidos en 1963 con la Community Mental Health Facilities Construction Act. Su aplicación aceleró el desarrollo de los HD, que fuera de Gran Bretaña había sido lento. En Estados Unidos por ejemplo el primer encuentro nacional de hospitales diurnos en 1985 reunió sólo a 8 HD. En 1963 había 114 establecimientos, y en 1968, 185. En Francia los 2 primeros HD comenzaron en 1960, junto con la política de sector. El paso a la práctica de esta política y el desarrollo de losHD fue lento, pero ya a mediados de la década el Ministerio de Salud francés no aprobó ningún programa de hospital o servicio de psiquiatría que no contara con un HD. En 1972 se lanzó un programa de creación de servicios en unidades normalizadas, en que cada conjunto de 100 camas tiene que adjuntar una unidad de 36 plazas que permitan la hospitalización de día y de noche. Así, en esta segunda etapa de la historia de los HD, las razones para crearlos no distinguen de aquellas que llevan a la aparición y concretización de la psiquiatría en la comunidad. Revisaremos entonces los factores que originan este tipo de psiquiatría. a) En las sociedades industrializadas hay más interés por la salud de toda la población como factor de producción y, por lo tanto, interés en reintroducir a la producción la mano de obra potencial que significan los enfermos mentales y en una acción preventiva que evite la partid hacia el hospital psiquiátrico de miembros de la población activa. Esta consideración por el hombre como factor de producción se acompaña de valores culturales de los que forma parte una ideología humanitaria, y se suma a los beneficios de salud obtenidos bajo la presión de movimientos sociales. Esta estructura social resulta receptiva a los progresos de la psiquiatría. b) Perspectivas terapéuticas. Las evoluciones de las técnicas psiquiátricas y la aparición de cuerpos de doctrina coherentes han favorecido una psiquiatría más terapéutica que segregativa, y la utilización de nuevas instituciones. 1. Los neurolépticos produjeron un cambio espectacular en la práctica psiquiátrica al hacer desaparecer o atenuar los síntomas perturbadores y, con ello, disminuir el dramatismo de la evolución de las enfermedades mentales y favorecer la práctica de una política más "liberal" a gran escala. Los que trbajan en HD siempre han tenido mucha preocupación por su responsabilidad legal, y los neurolépticos permitieron reducir considerablemente el riesgo de conductas suicidas y agresivas. Los neurolépticos entonces favorecieron el desarrollo de los HD y de todas las actividades extrahospitalarias y, también, crearon condiciones favorables para la práctica psicoterapéutica, que requiere de un contexto liberal con un interés profesional en los aspectos relacionales. 2. Principios psicoanalíticos. El psicoanálisis, como fenómeno cultural, ha contribuido a atenuar la barrera existente entre normal y patológico y, por lo tanto, a una actitud menos segregativa. Como el psicoanálisis sólo podía tratar a una población muy restringida, ciertos analistas comenzaron a trabajar en establecimientos psiquiátricos, donde los principios analítics pudieran ser aplicados a un gran número de enfermos. Esta tendencia se acrecentó con el interés surgido por el tratamiento psicoanalítico de las psicosis, en Estados Unidos con Sullivan, Federn, Fromm-Reichmann, Searles, etc.; en Inglaterra con Melanie Klein, Segal, Bion y Rosenfeld. El ambiente de los HD, situados además en medios urbanos y, sobre todo, su funcionamiento según un contrato entre pacientes y terapeutas, constituyeron condiciones favorables a las terapias inspiradas en el psicoanálisis. 3. Continuidad terapéutica. El psicoanálisis contribuyó a hacer admitir el principio de la continuidad en el hacerse cargo del paciente, con permanencia de la relación médico-paciente a través de todos los estados evolutivos de la enfermedad. La psiquiatría en la comunidad hizo suyo ese principio, ya sea creando un dispositivo completo de sistemas terapéuticos o dejando al paciente a cargo de un mismo equipo médico-social a lo largo de su evolución. El HD, sobre todo en su forma evolucionada de Centro de Salud Mental, permite la organización de esta continuidad terapéutica a largo plazo. 4. Terapia de familia. Los HD, al mantener a los pacientes en contacto con su hogar, llegan con facilidad a encuentros con la familia, que ve su necesidad de participar más o menos en el tratamiento, y a menudo pide ayuda. En la mayor parte de los HD se hace terapia familiar. 5. Estudios sociológicos del ambiente terapéutico. Ya antes de 1960 se le asignba importancia a las interrelaciones que se daban en las instituciones psiquiátricas, con una crítica a los hospitales existentes. En 1954 los trabajos de Stanton y Schwartz en Chestnut Lodge habían revelado los efectos de las instituciones psiquiátricas sobre las psicoterapias de los enfermos hospitalizados. Pero sobre todo Goffman, con sus trabajos sobre la "institución total", atrae la atención sobre los poderosos efectos antiterapéuticos de la vida en los asilos. Al mismo tiempo se multiplicaban los esfuerzos para crear ambientes terapéuticos, y los cambios en las estructuras asilares se demostraban como muy difíciles, con grandes resistencias de los grupos, y por la complejidad de las relaciones de poder. Por esto nació el proyecto de crear un sistema exterior al hospital psiquiátrico y capaz de obligarlo a modificarse. Esto, de hecho, ha ocurrido en Gran Bretaña. c) Urbanización. Las concentraciones demográficas urbanas constituyen un elemento determinante para la viabilidad de los HD y de la psiquiatría en la comunidad. En todos los países hay dificultades para dar atención suficiente en Salud Mental a las poblaciones rurales, no sólo por las distancias, sino por factores socioculturales, tales como actitud hacia la enfermedad, organización familiar, características culturales, etc. d. Previsión social y sectorización. El instaurar un sistema de servicios psiquiátricos variados y que cubran las diversas necesidades de los pacientes significa un aumento de gastos, que generalmente no pueden ser soportados por los enfermos y su familia. Se requiere entonces un sistema eficaz de previsión social. Desde el comienzo de siglo se ha acentuado una doble tendencia en los países industrializados: por un lado los servicios públicos llegan a ser el soporte esencial de la asistencia médica y, por otro, las leyes sociales van garantizando un derecho a la salud. Conclusión: El HD ha surgido, a pesar de las resistencia al cambio de los sistemas psiquiátricos, porque satisface la necesidad de estructuras de atención que utilicen óptimamente el tiempo terapéutico con economía de inversión y de funcionamiento, evitando la segregación de los pacientes. Permite disponer de condiciones de trabajo difíciles de realizar en un servicio psiquiátrico de tiempo completo, e instaurar terapéuticas psicológicas, sociales y familiares contando con el compromiso de los pacientes, el que es fundamental para aumentar las posibilidades de cambio. Es claro que los pacientes atendidos por los HD no son los mismos que los de los hospitales a tiempo completo, y que el HD no viene a sustiruir a éstos, sino constituye un complemento que idealmente debe estar integrado a un sistema de salud mental que proporcione continuidad de atención para enfrentar la realidad terrible e inescrutable que es aún la locura. Referencias. Bleandonu G., Despinoy M. "Hôpitaux de jour et Psychiatrie dans la communauté". 1974. Payot. Paris, 412 pp. Group for the advancement of Psychiatry. "The chronic mental patient in the Community" 1978. Mental Healrh Materials Center Inc. New York, 380pp. Goffman Ervin. "Internados". 1972. Amorrortu, Buenos Aires, 378pp. Duchene H., Bailly-Salin P. "Services psychiatriques extrahospitaliers" 1961. Encycl. Méd Chir. Psychiatrie 37950 A10 Paris Ayme J., Rappard Ph., Torrubia H., "Thérapeutique institutionelle" 1964. Encycl. Méd Chir. Psychiatrie. 37930, G10, Paris. Publicado originalmente en Rev. Psiquiatría (1985) II: 23-27, Chile.
Compartir