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Nº26 |
Tecnologías digitales en la arquitectura 
contemporánea y la ilusión de 
objetividad en los procesos de diseño
| RESUMEN | 
Este artículo intenta poner al descubierto las 
contradicciones que existen entre los argumentos 
racionalistas y las arbitrariedades formales que hoy 
se observan en el uso de tecnologías digitales en 
la arquitectura contemporánea. Al mismo tiempo, 
se pretende reconocer y poner en valor a los 
aspectos subjetivos, arbitrarios y no cuantificables 
que existen en las decisiones de diseño.
| ABSTRACT | 
This article attempts to expose the contradictions 
between the rationalist arguments and formal 
arbitrariness observed today in the use of digital 
technologies in contemporary architecture. At the 
same time, it seeks to recognize the value of the 
subjective, arbitrary and not-quantifiable aspects in 
design decision-making.
PALABRAS CLAVE | TECNOLOGÍAS DIGITALES · SUBJETIVIDAD 
· ARBITRARIEDAD · ORNAMENTO
KEYWORDS | DIGITAL TECHNOLOGIES · SUBJECTIVITY · 
ARBITRARINESS · ORNAMENT
Digital technologies in 
contemporary architecture 
and the illusion of objectivity 
in the design process
INTRODUCCIÓN
Una tendencia de vanguardia en la arquitectura 
contemporánea es la búsqueda de nuevas 
expresiones formales y materiales derivadas 
del uso intenso de tecnologías digitales. 
Su consecuencia más evidente es una 
profusión global de edificios de geometrías 
no tradicionales en todas partes del planeta. 
Las envolventes hipercontinuas, las fachadas 
paramétricas o las estructuras celulares están 
presentes, sin distinción, en todo tipo de edificios 
y programas. Sin embargo, a pesar de su 
aparente vanguardismo formal, sus discursos 
conceptuales están todavía profundamente 
enraizados en ideales modernistas propios 
del siglo pasado. La obsesión racionalista por 
objetivizar los procesos de diseño y eliminar 
cualquier rasgo de arbitrariedad ha derivado hoy 
en un conjunto de discursos pseudocientíficos 
y metáforas tecnológicas inconsistentes que 
evidencian profundas motivaciones estéticas.
Este artículo busca examinar las inconsistencias 
en los argumentos que intentan racionalizar 
DIEGO ROSSEL* + MAURICIO LOYOLA**
y objetivizar las arbitrariedades formales 
derivadas del uso de tecnologías digitales en 
la arquitectura contemporánea. Asimismo, se 
pretende reconocer, asumir y poner en valor 
los aspectos subjetivos y no cuantificables que 
existen en las decisiones de diseño como una 
condición propia de la arquitectura.
POSITIVISMO TECNOLÓGICO 
Y LA OBSESIÓN POR LA OBJETIVIDAD
El Movimiento Moderno estaba inspirado en 
una visión de la sociedad fuertemente basada 
en el conocimiento científico y en la fe ciega 
en la tecnología como motor de progreso. La 
consolidación de la industrialización, los triunfos 
de la ingeniería y los cambios sociales y políticos 
de posguerra parecían determinar un camino 
ineludible hacia una sociedad y una arquitectura 
más funcional y tecnológica. La búsqueda de 
la racionalidad en el diseño se convirtió en una 
obsesión. La metáfora de la máquina de habitar 
resumía sin ambigüedades el anhelo por una 
arquitectura funcionalista y objetiva.
 * Arquitecto de la Universidad de Chile, Master in Architecture and Urbanism por la Architectural Association School 
of Architecture y Senior Architect en Zaha Hadid Architects. Actualmente es profesor invitado en el Departamento de 
Arquitectura de la Universidad de Chile.
 ** Arquitecto de la Universidad de Chile, Master in Design Studies por Harvard University y profesor de CAD/CAM en el 
Departamento de Arquitectura de la Universidad de Chile.
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7TECNOLOGÍAS DIGITALES EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA Y LA ILUSIÓN DE OBJETIVIDAD EN LOS PROCESOS DE DISEÑO
Aunque el posmodernismo y las tendencias 
arquitectónicas que le siguieron parecían 
haber matizado esta visión, el surgimiento 
de nuevas tecnologías computacionales en 
esta década ha dejado al descubierto una 
reaparición explícita del ideario modernista 
del progreso basado en la técnica. La inmensa 
cantidad de herramientas digitales, cada vez 
más ubicuas, completas y poderosas, parecen 
confirmar la aspiración que la tecnología todo 
lo puede. La variedad actual de software para 
arquitectura va desde la simulación energética 
o acústica hasta el análisis de comportamiento 
de multitudes, haciendo fácilmente creer que 
(casi) todas las decisiones de diseño pueden 
instrumentalizarse y basarse en información 
cuantitativa objetiva.
Junto con la expansión explosiva del uso de 
tecnologías digitales, se ha desencadenado 
también una irrupción de discursos 
arquitectónicos cargados de metáforas científicas 
y referencias positivistas tecnológicas. El software 
se ha convertido en el vehículo ideal para 
objetivizar las decisiones de diseño bajo un 
esquema de causa-efecto. La célebre frase de 
Sullivan, «la forma sigue a la función», tiene hoy 
múltiples reinterpretaciones que van desde las 
metáforas naturalistas hasta referencias hacia los 
procesos productivos.
Un ejemplo lo constituyen el creciente grupo de 
edificios con envolventes tapizadas en patrones 
exuberantes, cuyos discursos típicamente 
recurren a metáforas científicas o matemáticas 
de inspiración en la naturaleza: desde 
autómatas celulares o diagramas de Voronoi, 
hasta L-Systems o geometrías de fractales. Sin 
duda, el diseño paramétrico y el scripting han 
sido claves en facilitar la tarea de generar, 
distorsionar y aplicar un patrón para obtener un 
resultado de alta complejidad visual. Pero más 
allá de la beneficiosa capacidad de cálculo de 
las herramientas, lo que se argumenta y enfatiza 
en estos proyectos es la referencia literal entre 
los algoritmos matemáticos y las operaciones de 
diseño, invocando a un criterio de neutralidad 
ajeno al diseñador que permite justificar hasta la 
más intricada forma resultante. La forma sigue a 
la naturaleza.
 1. Revestimiento Wind Kinetic 
Guillaume Avelez Larraufie + Clement Lassus + Antoine Maurice Tison 
Curso «Revestimiento Contemporáneo», FAU, Prof. Diego Rossel
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 2. Revestimiento Pavo Real 
Javiera Alexa Díaz Cabrera + Francisca Ignacia Carrasco Pizarro + Diego Andrés Poblete Letelier 
Curso «Revestimiento Contemporáneo», FAU, Prof. Diego Rossel
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9TECNOLOGÍAS DIGITALES EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA Y LA ILUSIÓN DE OBJETIVIDAD EN LOS PROCESOS DE DISEÑO
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Otro ejemplo similar son aquellas fachadas 
generadas a partir de cientos de módulos 
variados que descansan en el ideal de una 
funcionalidad perfecta: fachadas climáticas 
que controlan el sol, el ruido, la luz, el viento, 
o casi cualquier otra cosa. La efervescencia 
por la sustentabilidad y la moral ecológica de 
fin de siglo representan el motivo ideal para 
aludir a criterios de hipereficiencia, optimización 
y dominio técnico sobre el medio ambiente. 
Las herramientas de simulación, cada vez más 
precisas, aparecen hoy como la fuente de 
validación científica, y por tanto incuestionable, 
de la arquitectura. Es la doctrina del croquis 
reemplazado por un gráfico de barras. La forma 
sigue a la eficiencia.
Un último ejemplo se encuentra en los edificios 
de volúmenes escultóricos que desafían 
la geometría cartesiana, usualmente con 
extravagancia. Indudablemente, su existencia 
se vio facilitada (factibilizada, más bien) por 
la masificación de tecnologías CAM y de 
fabricación digital. En estas obras, la búsqueda 
de la racionalidad raya en el determinismo 
tecnológico, casi insinuando que las formas 
escultóricas son resultado del uso de una 
determinada máquina. En este discurso, las 
formas escultóricas constituyen el resultado de 
la huella «inevitable» de un proceso productivo 
complejo. Es la reinterpretación contemporánea 
de las referencias (y reverencias) modernas hacia 
la industria y la construcción. La complejidad 
material fabricada digitalmente es, hoy, la textura 
del moldaje en el hormigón para Le Corbusier o 
el lenguaje de los detalles constructivos en acero 
para Mies. La forma sigue ala fabricación.
Sin embargo, es de sentido común observar que 
en todos estos casos, a pesar de las insistentes 
referencias de objetividad y racionalidad técnica, 
los diseños están cargados de arbitrariedad 
y subjetividad. Un autómata celular puede 
responder a un modelo matemático totalmente 
objetivo, pero la sola decisión de usarlo en 
una fachada es una decisión tremendamente 
subjetiva. Una fachada climática («piel» o 
«membrana», en la manía de las metáforas 
científicas) puede aparecer como la «solución» 
(otro concepto esencialmente determinista) más 
 3. Revestimiento en metal 
Diego Montoya 
Curso «Tecnologías CAD/CAM en Arquitectura», FAU, Prof. Mauricio Loyola
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óptima para el control solar, pero en el fondo, 
toda la cadena de decisiones de diseño es 
profundamente arbitraria.
ARBITRARIEDAD Y SUBJETIVIDAD EN LA 
ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA
La contradicción es evidente. Pese a la 
supuesta objetividad existente en los procesos 
proyectuales, los resultados –las obras– están 
afectadas por decisiones y preferencias 
estéticas arbitrarias. El síntoma más obvio 
es la existencia de múltiples rasgos formales 
comunes, constituyendo un lenguaje de diseño 
claramente identificable, que es compartido, 
validado y replicado por sus creadores. Aunque 
se arguyen múltiples y diferentes procesos de 
diseño «objetivos» y «no arbitrarios», todos 
los resultados tienden a la reiteración de las 
mismas características formales. Para Patrick 
Schumacher, esto es tan evidente y reconocible 
que incluso debiera ser considerado como un 
estilo arquitectónico. La aspiración modernista 
de eliminar la arbitrariedad de los procesos 
de diseño, aparentemente lograda con la 
racionalidad del diseño paramétrico o la 
fabricación digital, no es tal: ni el software ni 
una máquina CNC tienen preferencias estéticas.
Lo cierto es que la arbitrariedad y la subjetividad 
son rasgos inherentes a nuestra condición 
humana, y por tanto, al diseño y la arquitectura. 
Las preferencias, obsesiones, deseos y 
pretensiones de los arquitectos son imposibles 
de reprimir, y tarde o temprano, se manifiestan 
en sus obras. Dentro de estas, la búsqueda 
del placer estético juega un papel significativo 
en arquitectura, aunque se intente disminuirla, 
contenerla o simplemente disimularla.
La arbitrariedad en las decisiones de diseño, 
las predilecciones y obstinaciones estéticas 
personales están presentes en todos los 
proyectos, y reconocer su existencia no es más 
que sincerar nuestra propia individualidad. 
Sin embargo, cuando esto ocurre, surge 
inmediatamente la visión modernista para 
censurarla. La enorme crítica que despierta 
la obra de Frank Gehry o Zaha Hadid es 
TECNOLOGÍAS DIGITALES EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA Y LA ILUSIÓN DE OBJETIVIDAD EN LOS PROCESOS DE DISEÑO
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testimonio de ello. Caprichosa, innecesaria, 
excéntrica; absolutamente contraria al ideal de 
la forma eficiente, neutra, funcional, objetiva. 
Irónicamente, cuando las mismas formas vienen 
acompañadas de una memoria de inspiración 
científica o de motivación tecnológica, entonces 
se entiende validada. La popularización de 
los diagramas de proceso es evidencia de 
esta necesidad patológica por la explicación 
racional.
La represión modernista de la arbitrariedad 
ha levantado críticas en reiteradas ocasiones. 
 4. Ornamento en madera 
Sofía Caro 
Curso «Tecnologías CAD/CAM en Arquitectura», FAU, Prof. Mauricio Loyola
Robert Venturi en los sesenta, Bernard 
Tschumi en los setenta, James Stirling en los 
ochenta o Juhani Pallasmaa en los noventa, 
son solo algunos casos entre quienes se han 
rebelado en contra del discurso funcionalista 
y tecnocéntrico. Cada uno desde una vereda 
diferente, estos autores comparten la visión de 
abordar el problema arquitectónico desde la 
complejidad, la disyunción y la contradicción, 
entendiendo que estos conceptos son 
características fundamentales de la disciplina. 
Conciben al sujeto como un agente dinámico, 
complejo e impredecible que toma decisiones 
en base a sus creencias, experiencias y 
dimensión cultural.
Reconocer la subjetividad, asumir la 
arbitrariedad y liberar las decisiones 
arquitectónicas de sus ataduras causalistas 
permite abrir camino a nuevas oportunidades 
para la arquitectura. Surge el espacio para 
revisitar algunas de las preguntas que fueron 
olvidadas o reprimidas por la modernidad. La 
búsqueda (o la erradicación) del ornamento 
es uno de los ejemplos paradigmáticos de esta 
condición.
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 5. Unidad de habitación de Marsella, Le Corbusier 
Fotografía: Mircea Tuncan
EL ORNAMENTO COMO UNA NUEVA 
OPORTUNIDAD PARA LA ARQUITECTURA 
CONTEMPORÁNEA
A comienzos del siglo xx, Adolf Loos condenó el 
uso del ornamento a nivel estético, económico 
y moral. Para él, el ornamento representaba 
el epítome de la bajeza humana, propia de 
las limitantes del hombre primitivo o de las 
degeneraciones del criminal. Su eliminación 
era el camino a la evolución de la sociedad y 
a la eficiencia de recursos. Sus palabras fueron 
muy escuchadas y el ornamento adquirió entre 
los arquitectos modernos la condición más 
deleznable posible. Desde entonces, y hasta 
hoy, ha estado vedado en la enseñanza de 
la arquitectura y se ha suprimido del léxico 
arquitectónico. El trauma que produjeron 
los excesos posmodernistas y sus intricadas 
invocaciones semióticas fue el tiro de gracia 
que terminó por sepultar al ornamento de la 
discusión disciplinar.
Aun así, no pudo ser erradicado. El ornamento 
y la subjetividad estética son inseparables al 
ser humano y está presente, aunque no se 
quiera, en todas sus obras. Está, por ejemplo, 
en la cuidadosa selección de veteados en 
los mármoles en el Pabellón de Alemania en 
Barcelona de Mies Van der Rohe o en la fina 
estampa de los moldajes en el hormigón de Le 
Corbusier. Está en las fachadas paramétricas, 
con o sin metáforas naturalistas, y con o sin 
simulaciones de control solar. La arbitrariedad 
y preferencias estéticas son lo que está detrás 
de los edificios singulares con estructuras 
desafiantes, no las particularidades técnicas de 
una máquina de fabricación digital.
TECNOLOGÍAS DIGITALES EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA Y LA ILUSIÓN DE OBJETIVIDAD EN LOS PROCESOS DE DISEÑO
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Hoy, después de un siglo, los argumentos 
de Loos se vuelven cuestionables. La 
eficiencia económica de una arquitectura sin 
ornamentación es rebatible en el contexto de 
tecnologías de manufactura y diseño digital que 
permiten automatizar procesos productivos sin 
aumentar mayormente los costos. La supuesta 
inmoralidad del ornamento y su concordancia 
con la degradación humana o con el retroceso 
social no resiste mayor análisis. Son los 
argumentos estéticos, amparados en la visión 
modernista funcionalista y positivista, los que se 
mantienen como el único obstáculo para que el 
ornamento vuelva a posicionarse con fuerza en 
los discursos arquitectónicos contemporáneos. 
Greg Lynn incipientemente planteó el problema 
a comienzos de la década; Farshid Moussavi y 
Michael Kubo entregaron su respuesta en el año 
2006 validando su uso. Para ellos, el ornamento 
está asociado a los afectos estéticos, los que 
son tan aceptables como las consideraciones 
estructurales o funcionales. No son los únicos; 
Antoine Picon desde una perspectiva histórica 
y Robert Levit desde una crítica simbólica han 
reafirmado su retorno.
Parece oportuno entonces abrir hoy nuevas 
ventanas de reflexión en pos de entender 
–o eventualmente revalorizar– el rol que el 
ornamento contemporáneo debe cumplir 
en nuestra arquitectura. La tarea no es fácil: 
un siglo de veto y crítica no es en vano. Sin 
embargo, la pregunta está sobre la mesa, y la 
subjetividad y la arbitrariedad estética en medio 
del debate.
BIBLIOGRAFÍA
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of the Symbolic Repressed. Harvard Design 
Magazine, 28 (Spring/Summer), 70-85.
Loos, A. (1972). Ornamento y delito, y otros ensayos. 
Barcelona: Gustavo Gili.
Lynn, G. (2004).The Structure of Ornament. En Leach 
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Moussavi, F. y Kubo, M. (2006). The Function of 
Ornament. Barcelona: Actar.
Pallasmaa J. (2005). The Eyes of the Skin: Architecture 
and the Senses. West Sussex: Wiley.
Picon, A. (2010). Digital culture in architecture. 
Birkhäuser.
Picon, A. (2013). Ornament: The Politics of 
Architecture and Subjectivity. Architectural Design 
Primer. New York: Wiley.
Schumacher, P. (2009). Parametricism: A new 
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Tschumi B. (1996). Architecture and Disjunction. 
Cambridge: MIT Press.
Venturi, R., Brown, D. S., y Izenour, S. (1972). Learning 
from Las Vegas (Vol. 102). Cambridge, MA: MIT 
press.
 6. Pabellón Alemán en Barcelona, Mies van der Rohe 
Antonio Gallud
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