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Síndrome de Fanconi El síndrome de Fanconi es un trastorno hereditario poco común que afecta principalmente a los túbulos renales y se caracteriza por la disfunción tubular generalizada. Esto resulta en la pérdida excesiva de sustancias importantes, como glucosa, aminoácidos, fosfato y bicarbonato, a través de la orina. Además de la afectación renal, el síndrome de Fanconi puede afectar otros sistemas del cuerpo, como el sistema óseo y el sistema nervioso. La etiología del síndrome de Fanconi puede ser genética o adquirida. La forma hereditaria del síndrome de Fanconi, conocida como síndrome de Fanconi primario, se transmite de padres a hijos según un patrón autosómico recesivo. Se han identificado varios genes asociados con el síndrome de Fanconi, y las mutaciones en estos genes pueden interferir con la función de los transportadores en los túbulos renales, lo que resulta en la pérdida de sustancias esenciales en la orina. La forma adquirida del síndrome de Fanconi, conocida como síndrome de Fanconi secundario, puede ser causada por factores como el uso de ciertos medicamentos (p. ej., tenofovir, cisplatino), exposición a toxinas o sustancias tóxicas, enfermedades metabólicas y trastornos mieloproliferativos. Los pacientes con síndrome de Fanconi pueden presentar una amplia variedad de síntomas y manifestaciones clínicas. Estos pueden incluir poliuria (producción excesiva de orina), polidipsia (sed excesiva), raquitismo y osteomalacia debido a la pérdida de fosfato, debilidad muscular y fatiga debido a la pérdida de potasio, acidosis metabólica debido a la pérdida de bicarbonato, retraso del crecimiento y del desarrollo en niños, y fracturas óseas recurrentes debido a la afectación ósea. El diagnóstico del síndrome de Fanconi se basa en la presencia de los síntomas y hallazgos clínicos característicos, así como en pruebas de laboratorio que muestran la pérdida de sustancias en la orina. Estas pruebas pueden incluir análisis de orina para evaluar la excreción de glucosa, aminoácidos, fosfato y bicarbonato, así como pruebas de sangre para evaluar los niveles séricos de electrolitos y la función renal. Las pruebas genéticas también pueden ser útiles en el diagnóstico de la forma hereditaria del síndrome de Fanconi. El tratamiento del síndrome de Fanconi se centra en controlar los síntomas y corregir los desequilibrios metabólicos. Esto puede incluir la administración de suplementos de fosfato y bicarbonato para corregir las deficiencias, así como la suplementación con vitaminas y minerales para prevenir deficiencias nutricionales. Además, puede ser necesario ajustar o suspender el uso de medicamentos que puedan estar contribuyendo al síndrome de Fanconi. El manejo a largo plazo puede requerir seguimiento regular con un nefrólogo u otros especialistas para monitorear la función renal y ósea y ajustar el tratamiento según sea necesario. En resumen, el síndrome de Fanconi es un trastorno hereditario o adquirido que afecta los túbulos renales y se caracteriza por la pérdida excesiva de sustancias esenciales en la orina. El diagnóstico y tratamiento oportunos son fundamentales para prevenir complicaciones y mejorar los resultados clínicos en los pacientes con síndrome de Fanconi. Una comprensión profunda de los síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento de este trastorno es esencial para los médicos que tratan pacientes con síndrome de Fanconi.
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