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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA
DE MÉXICO: EL CASO DE LA EVOLUCIÓN Y EL CREACIONISMO
�
Carlos Guevara-Casas
A mi padre Nicolás
Introducción
Sin importar si se trata de un niño armenio, una periodista uruguaya,un diseñador alemán o una actuaria mexicana, todos comparten una
de las más importantes características de todo ser humano, la curiosidad.
Esta cualidad se ha manifestado a lo largo de la historia en la búsqueda de
explicaciones que nos permitan entender cómo es el Universo donde vi-
vimos. Tal vez por eso durante muchos siglos las distintas religiones y el
conocimiento, que hoy podríamos llamar científico, han estado fuerte-
mente relacionados al intentar comprender nuestro mundo1. Esta rela-
ción ha sido especialmente fuerte en la educación, algo que hoy en día en
una sociedad laica como la mexicana, puede sorprendernos.
Al inicio de la Edad Media europea en los lugares donde existía
algún tipo de educación, ésta se impartía o formaba parte de las institu-
ciones religiosas. En nuestro continente durante el virreinato de la Nue-
va España prácticamente la totalidad de la educación, en mayor o menor
medida, estaba relacionada con la Iglesia católica. A partir de la Revolu-
ción francesa, el Estado y la Iglesia comienzan un proceso de separación
sistemática que abarca todas las áreas, en particular la educación y la
investigación del mundo natural. En este sentido, una de las preguntas
más frecuentes desde la antigüedad ha sido por qué existen tantas for-
mas de vida, cuál es el origen de tantas variedades de plantas, aves,
peces y del ser humano mismo. La búsqueda de explicaciones naturales
a estas cuestiones no significaba que sus autores fueran contrarios a la
religión, al menos no en todos los casos. Por el contrario, algunos cla-
1 En realidad el concepto de ciencia como tal es sólo aplicable a las actividades que comien-
zan a desarrollarse desde el siglo XVIII, es decir, se trata de un concepto moderno. Sin embargo
mucho del conocimiento sobre la naturaleza de antes de esta época puede considerarse en un
sentido amplio como científico, para distinguirlo de otro tipo de explicaciones.
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CONTRA EL OSCURANTISMO
ramente profesaban alguna filiación religiosa. El punto central y fun-
damental de esta separación entre el ámbito educativo y de investiga-
ción respecto de la religión era el poder generar explicaciones
racionalmente satisfactorias sin que se necesitara invocar la participa-
ción divina. En este contexto surgen distintas hipótesis sobre el origen
de la diversidad natural como la de Lamarck. Sin embargo es en Ingla-
terra a finales del siglo XIX cuando se da la explicación natural más
consistente hasta ese momento y que inevitablemente confronta en dis-
tinto grado las posiciones de la Iglesia de Inglaterra o anglicana. Esta
propuesta hecha por Charles Darwin es el punto de partida para el
debate entre quienes consideran suficiente una explicación natural acerca
del origen de los organismos y aquellos que continúan teniendo una
visión completamente religiosa de la naturaleza. Lo anterior ha deriva-
do en un intento de volver a imponer una visión religiosa en la educa-
ción de una gran cantidad de países.
Para dar una idea acerca de la importancia de mantener la educa-
ción laica, en este texto se abordará el origen de ambas posiciones sobre
el surgimiento de los seres vivos, el crecimiento del debate en los Esta-
dos Unidos, su posible llegada a México y cómo, más que ser un lugar
de conflicto entre posiciones religiosas, la escuela laica puede ser un
lugar donde, por medio del conocimiento de la naturaleza, personas de
todas las filiaciones religiosas o sin ella convivan respetuosamente.
El darwinismo y el protestantismo inglés
Para Darwin no fue fácil dar a conocer su propuesta, tanto que terminó
animándose a hacerlo quince años más tarde. Algunos autores conside-
ran que en buena medida se debió a que dudaba de la manera en que
podría ser considerada su obra por la sociedad inglesa, en especial por
los sectores cercanos a la Iglesia.2 El recibimiento de la teoría de la evo-
lución de Darwin se insertó en el debate religioso existente en Inglate-
rra a mediados del siglo XIX que reflejaba en buena medida las diferencias
entre la Iglesia católica y el pensamiento protestante. La Iglesia de In-
glaterra, aunque protestante, siempre se ha mantenido cercana tanto
2 Knight, “The context of creationism in Darwin‘s England”, Coleman, S. y L. Carlin (eds.)
(2004) The cultures of creationism anti evolutionism in english-speaking countries, Ashgate Publishing
Co., Cornwell, U.K.
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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
teológicamente como en su organización, al catolicismo. De tal manera
que al interior del anglicanismo se daba una controversia entre los gru-
pos llamados evangélicos, centrados en una fe personal y una interpre-
tación individual de los evangelios, y una mayoría más cercana en visión
a la Iglesia de Roma. Inmersa en los problemas sociales de la Revolu-
ción industrial como la explotación infantil, la sobrepoblación de las
ciudades y la falta de servicios públicos, el conflicto teológico anglicano
era considerado oficialmente como la prioridad más importante. In-
creíblemente en 1862 el obispo de Londres hizo una lista de los princi-
pales problemas por los que debería de luchar la Iglesia, y el espíritu
crítico (incluyendo la visión darwinista de la naturaleza) ocupaba el pri-
mer sitio por arriba de la pobreza y otras dificultades sociales.
Pero la idea de la Biblia como mensaje de Dios suficiente y total
para la vida de cada persona que tenían los anglicanos evangélicos (y
que aún hoy comparten con matices todas las iglesias protestantes) en-
traña el peligro de considerar cada palabra de la Biblia de manera tex-
tual un mensaje de Dios y, por lo tanto, imposible de estar equivocado.
De ahí que sea más frecuente en el protestantismo que en el catolicismo
la tendencia a considerar que los seis días de la creación fueron en rea-
lidad seis días, por citar tan solo un ejemplo.3 Así que el análisis de la
obra de Darwin incluyó todas las posiciones desde la perspectiva reli-
giosa inglesa, desde aquellos que consideraban que las teorías evolu-
cionistas debían ser vistas como una revelación que complementaba el
mensaje bíblico, hasta aquellas que veían una herejía en ellos.4
Pero, ¿qué es el creacionismo?
El origen del pensamiento creacionista actual en realidad es muy anti-
guo, llegando incluso a la época de los clásicos griegos. Sin embargo es
a partir de Santo Tomás de Aquino en la Edad Media, quien en una de
sus obras más importantes menciona cinco argumentos que permiten
3 Para una visión general y breve sobre las características de las distintas iglesias cristianas,
desde el catolicismo y las iglesias ortodoxas, hasta las recientes iglesias consideradas paralelas al
pensamiento cristiano como el mormonismo y los Testigos de Jehová, se encuentra el texto de
Herbert Bouman, Las Iglesias de nuestros días, de Editorial Concordia, Buenos Aires, Argentina, 2001.
4 Gregory, F. “The impact f Darwinian Evolution on protestant theology in the nineteeth
century”, en Lindberg y Numbers (ed.) God and Nature, University of California Press, 1986.
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CONTRA EL OSCURANTISMO
confirmar la existencia de Dios, uno de ellos, el quinto, se refiere a la
complejidad y perfección del mundo natural y es la base de los argu-
mentos creacionistas modernos. William Paley, en el siglo XVIII, escribe
una obra llamada Teología Natural donde retoma la idea de la compleji-
dad y el diseño perfecto. Los seres vivos para Paley no sólo son perfectos
sino que cada una de sus partes contribuye a la perfección de la totali-
dad del organismo. Son estas características las que lo hacen considerar
como única posibilidad explicativa la existencia de un diseñador de los
seres vivos que tendría que ser Dios mismo. Su ejemplo más importante
es el siguiente, si uno va caminando y encuentra un reloj de bolsillo se
puede observarque las diferentes partes tienen una forma acorde a una
función específica, y que el conjunto de las funciones de todas las piezas
es medir el paso del tiempo y permitir que alguien pueda interpretarlo.
Por esto los engranes encajan perfectamente, giran a distintos ritmos,
existe un vidrio y signos en la carátula para poder mirar el movimiento
de las manecillas, etcétera.
Ante estas observaciones se pueden considerar dos explicaciones
para el origen de un reloj. La primera es que alguien, un ingeniero, un
diseñador, construyó el reloj. La segunda es que las fuerzas de la natura-
leza, como la lluvia y el viento actuando al azar originaron el reloj. En
este caso resulta claro que el origen del reloj es el relojero y Paley asume
que en el caso de la perfección y complejidad de los seres vivos se puede
aplicar la misma lógica. Las fuerzas de la naturaleza actuando al azar no
pueden explicar una estructura tan compleja como un ojo humano. Esta
explicación tuvo gran éxito durante la época en que Paley vivió, entre
otras razones porque no existía una hipótesis alternativa suficientemen-
te buena para explicar las características de los seres vivos.
Sin embargo su argumento tiene varios problemas. Para empezar,
sólo posee la fuerza suficiente si asumimos que los seres vivos y los relo-
jes son extremadamente parecidos. Los relojes son producto del diseño,
si los relojes y los seres vivos son parecidos, entonces los seres vivos tam-
bién son producto del diseño, de ahí que esta forma de creacionismo se
llame diseño inteligente. Aunque su lógica no lo sea demasiado, pues cla-
ramente los organismos son muy distintos de los relojes y de cualquier
otra máquina u objeto fabricado por humanos. Un reloj no respira ni
tiene metabolismo, ni se reproduce, no está formado por células ni re-
acciona al medio, o produce desechos, entre otras características. Pero
el éxito en su momento de las ideas de Paley también se debe, como ya
se mencionó, a que pensar que alguna fuerza natural como los temblo-
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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
res de tierra o los huracanes actuando azarosamente pudiera dar lugar
a un gorrión, un sapo o una palmera resulta casi absurdo.5 Tal vez éste
es el origen de que los creacionistas actuales con frecuencia consideren
equivocadamente que la evolución, o la selección natural en particular,
son fenómenos al azar. La selección natural es precisamente una fuerza
natural con suficiente potencia de explicación para convertirse en una
interpretación alternativa a los argumentos de Paley, y que se descono-
cía en el siglo en que vivió éste.
Sin embargo, no sólo el creacionismo es una corriente de pensa-
miento anterior a las propuestas de Darwin, sino la idea misma de evo-
lución e incluso de selección natural precede a la aparición de El Origen
de las Especies. El abuelo del mismo Charles Darwin, Erasmus Darwin un
renombrado médico inglés, tenía una propuesta sobre la transforma-
ción de las especies. Pero la teoría de Charles no sólo era más consisten-
te que las anteriores, sino que no requería el sustento de una posible
explicación divina. Aunado a esto, incorporaba el hecho de que la apa-
rición de las diferencias individuales era al azar y que no existía un rum-
bo predeterminado hacia el que se dirigiera la evolución. En este punto,
y para evitar confusiones, es conveniente explicar brevemente en qué
consiste este fenómeno natural cuya descripción por Darwin se ha con-
vertido en el objetivo de los ataques creacionistas.
La selección natural
En la mayor parte de los seres vivos nacen más individuos de los que
llegan a la etapa adulta; si todas las semillas producidas por una sola
planta de maíz llegaran a convertirse en una planta adulta, si todos los
pulgones que nacen en un solo rosal llegaran a adultos, en poco tiempo
no alcanzarían ni todos lo rosales del mundo ni todas las milpas del
mundo para estas poblaciones. ¿Qué es lo que ocurre? Evidentemente
en éstos y todos los casos, varios individuos mueren antes de alcanzar la
edad reproductiva. Al proceso que favorece que unos organismos sobre-
vivan y puedan reproducirse y otros no, se le llama selección natural. Se
trata tan solo de la sobrevivencia y reproducción diferente entre los miem-
bros de una población. El hecho de que algún factor del ambiente pro-
5 Sober, E., Philosophy of biology, Boulder, Colorado, 2000.
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CONTRA EL OSCURANTISMO
voque la muerte o disminuya la capacidad reproductiva de unos orga-
nismos y otros no, se debe a que cada individuo es ligeramente distinto
a los demás. Los canarios o periquillos australianos criados en las azo-
teas o patios de muchas abuelas, aunque pueden reproducirse entre sí,
no todos lo logran ni tienen la misma cantidad de polluelos. Esto mis-
mo ocurre con todas las poblaciones de todas las especies. Cuando estas
ligeras diferencias representan una ventaja para sobrevivir o reprodu-
cirse más, la siguiente generación muy probablemente tendrá esta ca-
racterística entre más miembros de la misma. Este fenómeno es uno
de los más importantes en la trasformación de las especies al acumular
cambios a través de las generaciones haciendo que las poblaciones se
diferencien unas de otras.
Las características de este proceso natural son aprovechadas por los
criadores de animales y los agricultores para producir variedades me-
diante la selección de ciertas características a través de muchas genera-
ciones. La gran mayoría de las variedades de chile, como el poblano,
cuaresmeño, guajillo y muchos otros, son variedades producidas por la
selección de los seres humanos y todas descienden de la variedad cono-
cida como chile piquín silvestre. Lo mismo ocurre con todo el ganado,
las razas de perros, gatos, algunas de aves y casi todos los vegetales de
ornato y alimento. Por ser realizada por los seres humanos esta selec-
ción se conoce como artificial.6
El origen de las pequeñas diferencias entre las crías generalmente es
espontáneo y no sigue un patrón, por lo que por lo regular se le consi-
dera al azar. Es muy importante señalar que si bien la aparición de las
diferencias individuales puede ser al azar, su posible efecto benéfico para
sobrevivir y reproducirse depende de las condiciones que existan en el
medio. Una coloración clara puede ser una gran ventaja para ocultarse
de los depredadores en un ambiente como la tundra norteamericana
donde gran parte del año cae nieve, pero la misma característica puede
ser mortal en los bosques de pino y encino del norte y centro de México.
Es decir que la selección natural no es un proceso al azar, como lo pien-
san muchos creacionistas, ya que depende de las condiciones ambienta-
les, pero también es imposible saber a largo plazo cómo cambiarán las
especies porque es igualmente imposible saber cómo cambiará el am-
6 Existen una gran cantidad de textos sobre evolución y selección natural, el siguiente,
aunque técnico, es de muy buen nivel. Freeman, S., Análisis Evolutivo, Prentince Hall, México,
2001.
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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
biente. El territorio semidesértico de la mixteca ubicado entre los esta-
dos de Puebla y Oaxaca hace algunos millones de años era una zona
costera de baja profundidad. Cambios tan grandes en periodos tan lar-
gos son imposibles de predecir, pues en cualquier momento pueden
ocurrir eventos que cambien por completo las condiciones en que habi-
tan los seres vivos. Si bien la selección natural no es la única fuerza que
actúa sobre la transformación de las especies a través de las generacio-
nes, sí es la que ha permitido explicar con mayor claridad la compleji-
dad y desempeño de los organismos actuales. Y aunque tanto la teoría
de la evolución basada en la selección natural como su oposición, el crea-
cionismo, surgieron en Europa, es en los Estados Unidos en donde ambas
han generado los debates más importantes.
Creacionismo y evolucionismo en los Estados Unidos
A finales del siglo XIX tanto evolucionistas como creacionistas conside-
raban inevitablela victoria del pensamiento evolutivo en los Estados
Unidos. Sin embargo desde principios del siglo XX el conflicto se ha
fortalecido llegando a ser una discusión fundamental para la sociedad
norteamericana. Un estudio de opinión pública de 1982 indicó que el
44% de los ciudadanos estadounidenses continuaba creyendo que Dios
había creado a los seres humanos con su morfología actual y hace no
menos de diez mil años.7
A principios del siglo XX una cruzada antievolucionista se esparció
a lo largo de los Estados Unidos, misma que terminó en el célebre juicio
de Scopes en 1925. Este episodio sirvió para que el ya decadente William
Jennings Bryan retomara fuerzas e hiciera gala de lo que aún conserva-
ba de poder. Jennigs ha sido considerado uno de los mejores oradores
en la historia de los Estados Unidos, varias veces candidato a la presi-
dencia gustaba de liderar los empeños conservadores. Así que en el fi-
nal de su carrera encontró en la lucha contra la enseñanza de la evolución
en las escuelas un foro idóneo para sí mismo. El juicio concluyó con el
enjuiciamiento de un maestro, John Scopes, por enseñar la teoría evo-
lutiva en una escuela de Tennessee y la muerte de Jennings un par de
7 Numbers, R., “The creationists”, en Lindberg y Numbers (ed.), God and Nature, University
of California Press, 1986.
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CONTRA EL OSCURANTISMO
días de emitida la sentencia, de culpabilidad, pero con tan solo una multa
de cien dólares.8
Es precisamente en este ámbito en el que en la actualidad se ha
centrado el debate. El derecho a decidir el tipo de explicación que los
padres desean que sus hijos reciban en la escuela representa la arena
entre evolucionismo y creacionismo. Este tipo de argumento ni religio-
so ni científico, es especialmente importante debido a que apela a varias
de las creencias más importantes de la sociedad estadounidense, la li-
bertad de los padres sobre la crianza y el derecho personal a creer. De
esta forma se ha generado una tensión entre las políticas educativas del
Estado y los derechos individuales. Debido a que muchas de las caracte-
rísticas de los planes de estudio son competencia de las juntas locales de
educación, la lucha se ha multiplicado a cada una de las zonas en que
estas juntas pueden tomar decisiones, que en algunos casos correspon-
den a cada uno de los miles de condados (municipios) en los que se divi-
de Estados Unidos, existiendo cerca de dieciséis mil juntas.
Otra de las estrategias de los creacionistas estadounidenses ha sido
generar una imagen similar a la de una teoría científica, incluyendo un
leguaje parecido, la contratación de expertos en el campo, edición de li-
bros y revistas especializadas e inclusive la fundación de centros de inves-
tigación. Sin embargo el creacionismo es un punto de vista religioso
sobre la naturaleza; entonces por qué intentar que parezca algo distin-
to. ¿Por qué no decir simplemente que es una perspectiva religiosa? Si
los creacionistas aceptaran que su propuesta es religiosa sería muy difí-
cil que se admita su enseñanza en las escuelas de un país que histórica-
mente ha sostenido la libertad de creencia como un derecho de todo ser
humano. La primera crítica al respecto sería, por qué enseñar esa reli-
gión en particular y no otra, por qué no enseñar todas las perspectivas
religiosas sobre la naturaleza. La idea misma de enseñar una sola reli-
gión en las escuelas es contraria a la libertad de creencia que los propios
creacionistas invocan como uno de sus derechos.9
8 Gould, S. J., Rocks of Ages: Science and Religion in the Fullness of Life. Ballantine Publsh.
Book, 2002.
9 La historia de la formación de los Estados Unidos es muy interesante pues se trata de un
país de apenas doscientos años pero con un Estado bien consolidado. Entre los llamados padres
fundadores de Estados Unidos se encontraban miembros de múltiples grupos étnicos, nacionales
y religiosos, que en común tenían que escapar de la persecución y la intolerancia de sus lugares de
origen. En buena medida por ello los conceptos de libertad de creencia resultan muy importantes
para esa sociedad. Existe mucha bibliografía sobre la historia y valores estadounidenses, sin em-
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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
Creacionismo y protestantismo en México
En los últimos años el tema del creacionismo se ha puesto de moda entre
las discusiones académicas de México ¿Cuáles son las razones de ello?
Una posible explicación es la intromisión de fundamentalistas evangéli-
cos en el medio mexicano.10 Sin embargo, El Origen de las Especies fue
publicado en Inglaterra en 1859, el mismo año en que Benito Juárez
promulgó las Leyes de Reforma que permitían la libertad religiosa en
México, y sólo unos años antes de la llegada de los primeros misioneros
protestantes.11 Veinte años más tarde, en 1880, sólo existían dos natura-
listas estadounidenses que pudieran considerarse creacionistas, William
Dawson, en Canadá, y Arnold Guyton, en la Universidad de Princeton.
Para entonces en nuestro país existían muchos más protestantes que
creacionistas en toda Norteamérica, así que no es de extrañar que en el
protestantismo histórico mexicano la discusión creacionista por lo regu-
lar no rebase el límite de los debates al interior de sus templos.12
El origen del protestantismo en México
La razón más importante por la que la mayoría de los mexicanos hoy en
día son católicos o se identifican con el catolicismo es que hasta hace
muy poco tiempo estaba prohibido no serlo. Durante más de 300 años
dejar el catolicismo o manifestar alguna diferencia con él de manera
pública era considerado un delito castigado con penas muy severas.13 El
origen de esta situación se relaciona con la casi coincidencia entre la
bargo un buen acercamiento inicial pueden ser las obras de Isaac Asimov, La formación de América
del Norte y La formación de los Estados Unidos, ambas de Alianza Editorial.
10 Para una acercamiento de esta hipótesis sobre la llegada del creacionismo a México, es
recomendable el excelente artículo de Antonio Lazcano Araujo en la revista Science, “Teaching
evolution in México: preaching to the choir”, vol. 3010, 2005. Antonio Lazcano es uno de los
biólogos más importantes de nuestro país y sin duda una de las mentes más brillantes del mundo
hispano.
11 Tal vez por esto es que hasta los últimos años del siglo XX la celebración pública más impor-
tante de las comunidades cristianas no católicas era el 21 de marzo, pues de las acciones de Juárez se
desprendió la libertad de seguir el culto de preferencia personal o inclusive de no seguir ninguno.
12 Existen muchas obras sobre este periodo de México. Una amena biografía de Juárez
puede ser un buen inicio. Villalpando, J., Benito Juárez, Planeta de Agostini, Madrid, 2002.
13 Considerar a los no católicos como culpables de algo meritorio de castigo, sigue siendo
una idea común, aún de forma inconsciente. En una reciente entrevista publicada en la página de
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CONTRA EL OSCURANTISMO
expansión colonial española en América y el surgimiento de los movi-
mientos de reforma protestante en Europa. De esta manera, como parte
de las estrategias para limitar la dispersión del pensamiento protestante,
se restringieron expresamente las libertades en torno a la religión, así
como el contacto con gente procedente de los territorios protestantes. En
este panorama la Iglesia Católica ejerció una especie de monopolio de
la religión y de la fe, teniendo carácter oficial en la Nueva España.
Si bien durante mucho tiempo se gestó un movimiento nacionalis-
ta dentro del catolicismo novohispano (hasta con intentos de generar
una Iglesia Católica Mexicana), su dominio total le proporcionó un po-
der mucho más allá del ámbito religioso. La Iglesia llegó a ser la propie-
taria de casi tres cuartas partes del territorio nacional, prácticamente la
única entidad bancaria y quien expedía la mayor parte de los documen-
tos oficiales como actas bautismales, de matrimonio y defunción. Aún
en el acta de independencia se especifica quela religión oficial y única
de México debería ser la católica, esto sin olvidar que uno de los tres
colores de la bandera nacional simbolizaba al catolicismo. Esta situa-
ción continuó tras la independencia de España y durante la primera
mitad del siglo XIX hasta las leyes de reforma promulgadas por el go-
bierno de Benito Juárez, en julio de 1859.14
Es en este panorama de nuevas libertades civiles en que se dan las
primeras expresiones públicas de confesiones religiosas distintas al ca-
tolicismo, incluyendo el arribo institucional de los primeros misioneros
protestantes, fundamentalmente estadounidenses. Para 1876 se tienen
internet de la Academia Mexicana de Ciencias (consultada el 25 de mayo de 2007) la etnóloga del
INAH, Alicia Barabas Reyna, señala la aparición de problemas sociales como consecuencia de la
conversión de católicos a evangélicos en distintas comunidades indígenas. Más adelante en el
mismo texto se indican como ejemplos de esos problemas, el despojo de las propiedades, la expul-
sión de niños de las escuelas de la comunidad e inclusive el homicidio de aquellos que dejan de
profesar el catolicismo. Es decir que el problema no es la intolerancia, sino pensar diferente.
Desafortunadamente este trato a los disidentes religiosos no es nuevo en México. Para conocer
algunas de las penas aplicadas en estos casos durante el virreinato se puede consultar la sección de
Inquisición del Archivo General de la Nación en donde se documentan cargos y castigos. También
son recomendables Alberro S., La actividad del Santo Oficio de la Inquisición en Nueva España 1571-
1700. Colección Científica, Fuentes para la Historia, México, INAH, 1981; y además González Casa-
nova, Pablo, La literatura perseguida en la crisis de la colonia. México, El Colegio de México, 1958.
14 Un texto interesante sobre el papel de la Iglesia católica en nuestro país es, México ante
Dios, de Martín Moreno. A pesar de haber sido criticado por parte de historiadores católicos
quienes consideran que contiene algunas imprecisiones históricas y una franca posición anticatólica,
puede ser un buen inicio para acercarse al tema.
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LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
registros de 129 congregaciones protestantes en todo el país, básica-
mente presbiterianas, bautistas, congregacionalistas y metodistas.
La visión educativa del protestantismo mexicano
El desarrollo del protestantismo en México incluyó en todo momento
un proyecto educativo en paralelo a la iniciativa religiosa. Lo curioso es
que la enseñanza en los salones de clase era laica e incluía temas que
pudieran pensarse hasta opuestos a una religiosidad extrema. El énfasis
en la educación laica dio lugar a que para finales del siglo XIX existieran
cerca de 700 colegios protestantes, sin contar que la mayoría de los tem-
plos tenían lugares habilitados para la enseñanza. En ciertos lugares la
expansión fue tal que, por ejemplo en Tampico, existieron más escuelas
protestantes que católicas. Aunado a lo anterior el rechazo al alcohol y
tabaco así como el énfasis en el trabajo individual hicieron que los libe-
rales apoyaran decididamente el crecimiento del protestantismo, con el
que coincidían ideológicamente, como una manera de disminuir el po-
der de la Iglesia católica a quien consideraban desleal a México.15 De
hecho, la participación social de los protestantes mexicanos, especial-
mente en la educación, continuó hasta bien entrado el siglo XX. Aunque
no siempre se trató de una relación cordial con la política educativa del
gobierno mexicano. Fueron frecuentes los enfrentamientos durante el
porfiriato con el grupo de los positivistas quienes pugnaban por un li-
beralismo que llamaban conservador y que en opinión de los educadores
liberales protestantes pugnaba por mantener los privilegios y fomenta-
ba una sociedad paternal. No deja de ser curioso que en cierto momen-
to los protestantes, religiosos al fin y al cabo, resultaran más liberales
que los propios educadores de un Estado que se consideraba surgido de
la Guerra de Reforma, como lo era el régimen de Porfirio Díaz.
Así las cosas, no resulta extraño que entre las obras de la biblioteca
de Instituto Metodista Mexicano de Puebla, por ejemplo, se encontra-
15 Bastian, J., Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México, 1872-1911, Fondo de
Cultura Económica, 1989. Jean Pierre Bastian es indudablemente quien más y mejor ha trabajado
el tema del protestantismo en México. Además de él, sólo unos cuantos estudiosos más lo hacen, la
mayoría miembros de alguna iglesia protestante. El caso de la Iglesia Metodista de México, usada
en este texto como ejemplo, es ilustrativo. Esta institución cuenta con un modesto archivo históri-
co y una sociedad de estudios históricos de cuyos miembros sólo uno es historiador de formación.
114
CONTRA EL OSCURANTISMO
ran las interpretaciones liberales de la Revolución Francesa, de Lamartine,
o las propuestas sobre socialismo y cristianismo del teólogo estadouni-
dense Reynold Brown. Es más, la participación de los maestros protes-
tantes en general en las nuevas sociedades científicas era mucho más
que frecuente. Bajo estas condiciones es que se entiende que un natura-
lista pasteuriano y a la postre director de la Escuela Nacional Preparato-
ria, también fuera protestante, el célebre Alfonso Herrera, cuyo hijo del
mismo nombre fuera uno de principales introductores del darwinismo
en México.16
La discusión creacionista en México
De esta manera, la discusión en México sobre el creacionismo bien pu-
diera tratarse de un conflicto importado, pero no necesariamente por
el pensamiento protestante o más recientemente mormón o pentecostal,
sino fundamentalmente por los propios biólogos evolucionistas que se
han formado académicamente en los Estados Unidos.
Contrario a lo que pudiera pensarse, la gran mayoría de las perso-
nas involucradas en la institucionalización y expansión del protestan-
tismo en México fueron y son mexicanas. Un ejemplo de esto es la
institucionalización del metodismo en México. William Buttler, misione-
ro esadounidese metodista, arribó a nuestro país en 1872, un año más
tarde, él junto con su esposa y otro misionero más lograron la compra de
un par de propiedades, una fracción del antiguo edificio de la Inquisición
en Puebla y una parte del exconvento de San Francisco en la Ciudad de
México, que aún hoy funciona como iglesia en la calle de Gante. Sin
embargo, pocos años después el metodismo deja de ser una misión es-
tadounidense y desde el inicio de la década de 1930 a la fecha ningún
ministro, sacerdote o misionero de la Iglesia Metodista de México es de
origen extranjero. Esta situación es similar en el caso de las demás igle-
sias protestantes. Para finales del siglo pasado, el 97% de pastores, mi-
nistros, evangelizadores y misioneros protestantes eran mexicanos.17
16 Casillas, R., “Periodos históricos del vínculo religión y migración en México”, Revista
Futuros, núm. 11, vol. III. Un artículo muy interesante sobre el debate entre darwinistas y no
darwinistas es el de Ledesma-Mateos, J. y A. Barahona, “Alfonso Luis Herrera e Isaac Ochoterena:
la institucionalización de la biología en México”, Historia Mexicana, vol. 3 1999.
17 Casillas, op. cit.
115
LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
Por el contrario, cerca de la tercera parte de los becarios de CONACYT
en el extranjero se han formado en los Estados Unidos. Por ejemplo,
datos de los informes de CONACYT muestran que durante 1998 el 38% de
los becarios de posgrado se encontraban en instituciones académicas es-
tadounidenses. Para 2005 la proporción disminuyó al 24%, sin embargo,
en ambos años al sumar la cantidad de becarios formados tanto en Esta-
dos Unidos como en Inglaterra, lugares donde el debate creacionismo-
evolucionismo es más importante, la proporción es superior a la mitad18.
La importancia de la laicidad educativa en México
Como ya se ha mencionado, el creacionismo es una propuesta religiosa
y por lo mismo nodebe ser objetivo de la enseñanza pública, pues esta
debe ser un espacio universal donde puedan coincidir las diferencias de
todo tipo, incluyendo las religiosas. Uno de los objetivos de la laicidad
escolar es permitir y propiciar la convivencia, no sólo tolerante, sino res-
petuosa de los que no piensan igual.19 En este sentido, la lucha que hoy
en día se mantiene en los Estados Unidos en relación con el creacionismo
es parecida a la que se libró en México a finales del siglo XIX.
En un país con una diversidad cultural tan grande como la de
México20, el Estado tiene el deber de enseñar lo que se sabe sobre la
naturaleza para beneficio intelectual y práctico de todos los habitantes
por igual, así como evitar que una visión religiosa se imponga por sobre
la libertad personal. En este sentido, la evolución, en general, y la selec-
ción natural, en particular, son fenómenos tan naturales como la lluvia
y la gravedad. Permitir que el fundamentalismo religioso considere la
escuela como su espacio, es propiciar la difusión no tan solo a una mala
ciencia y una mala religión, sino a la intolerancia religiosa.21 La premisa
18 CONACYT, Informe General sobre la Ciencia y la Tecnología, capítulo IV, 2005.
19 Un texto breve sobre la importancia práctica y filosófica de la laicidad es el de Henri
Peña-Ruiz, La laicidad, Siglo XXI, 2002. Otro texto más amplio del mismo autor es La emancipación
laica, Ediciones del Laberinto, Madrid, 2000.
20 Tan solo en cuanto a lenguas, además del español, se hablan más de 60 lenguas indíge-
nas, sin contar las de las comunidades de origen migrante como las judías, árabes, chinas o catala-
nas. En cuanto a las confesiones religiosas, la página de internet de la Secretaría de Gobernación
indica que existen 6,660 asociaciones registradas para inicios de 2007.
21 Acerca de la tolerancia como valor humano fundamental se encuentra una gran variedad
de literatura, desde los textos clásicos de John Locke, Cartas sobre la tolerancia o el de Voltaire,
116
CONTRA EL OSCURANTISMO
fundamental es que el espacio escolar no debe conceptualizarse como
un espacio de guerra entre las distintas confesiones religiosas sino de
convergencia a través del estudio. ¿Pero esto es realmente posible?
Los frecuentes reportes sobre violencia religiosa en diversas par-
tes del mundo, y en especial en algunas regiones de nuestro país, pudie-
ran dar la impresión de que la convivencia pacífica entre comunidades
de distintas profesiones o sin alguna filiación religiosa son potencial-
mente violentas. En el caso de México son especialmente conocidos
los casos de problemas sociales aparentemente relacionados con la di-
versidad religiosa en Chiapas, aunque existen casos similares en mu-
chos sitios del país, que en ocasiones han derivado en conflictos políticos,
económicos e incluso penales atribuidos a la disidencia religiosa. Ante
este aparentemente triste panorama, es importante señalar cómo en
muchas comunidades urbanas y rurales niños de distintas filiaciones
religiosas asisten a la misma escuela y conviven sin mayor problema. Un
caso es el de San Felipe Teotlancingo, en el estado de Puebla, donde
coexisten al menos tres comunidades religiosas en condiciones de respeto
mutuo. Un caso ya documentado es el de Tzintzuntzan, en Michoacán,
donde en años recientes han arribado misioneros evangélicos dando lu-
gar a la conversión de una parte de la población de la comunidad.22 En
las escuelas de ambas comunidades se siguen los programas oficiales
que incluyen los temas de evolución, sin que existan problemas de re-
chazo a la enseñanza de los mismos. Estos ejemplos muestran la impor-
tancia de la escuela laica como espacio de convivencia y aprendizaje de
la otredad, pero también de la capacidad de los conocimientos científi-
cos como un medio de interacción inteligente entre patrones cultura-
les distintos.
Comentarios finales
La educación laica es uno de los logros sociales y culturales de nuestro
país, más importantes. Su defensa representa un compromiso por ge-
Tratado sobre la tolerancia, sin embargo una obra de divulgación sobre éste y otros aspectos del
pensamiento liberal como el republicanismo, la democracia y la misma laicidad, puede ser El
manual del ciudadano moderno, de Ikram Antaki, ed. Ariel, México, 2000.
22 Cahn, P., All religion are good in Tzintzuntzan: evangelicals in catholic Mexico. University of
Texas, Austin, 2003.
117
LA IMPORTANCIA DE LA LAICIDAD EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE MÉXICO
nerar mejores condiciones de vida y convivencia, en especial en lo refe-
rente a la enseñanza de la ciencia. La ciencia y la tecnología se encuen-
tran formando parte de toda nuestra vida. Desde que nacemos, nuestra
alimentación, las ropas que usamos, las vacunas y medicinas que nos
son aplicadas, y la producción industrial, son productos derivados de la
ciencia y la tecnología. Pero no sólo se trata de bienes de consumo; las
relaciones personales entre distintos grupos sociales, las leyes que se
emiten, y la concepción del mundo que tenemos, pasa por una educa-
ción científica.23
Permitir que alguna pseudociencia como el creacionismo se inser-
te en el sistema educativo mexicano, es negar el derecho que todos los
ciudadanos tienen de poder comprender el mundo y tomar las mejores
decisiones posibles en su vida. La evolución es un fenómeno natural
cuya comprensión es fundamental para entender el papel de los seres
humanos en nuestro planeta y la responsabilidad que tenemos hacia el
mismo. Los fenómenos naturales, como la evolución, se estudian y se
justifican académica y empíricamente hasta donde los sesgos propios
de los investigadores lo permiten, y su interpretación y reelaboración a
través de la fe no le corresponde a la ciencia. En tanto esto, no es obje-
tivo de la ciencia destruir ninguna concepción religiosa, pero tampoco
el apoyarla. Inclusive desde la perspectiva religiosa por el bien de toda
fe, la laicidad de la educación debe garantizarse para proteger el dere-
cho de toda persona a profesar o no una religión de su elección.
El desarrollo de las grandes religiones siempre ha ido a la par del
desarrollo de un ateismo teórico. Ambas posturas descansan en una con-
fianza en la capacidad de la razón, por lo que permitir que se considere
inexistente la lluvia o la gravedad o la evolución es abrirle la puerta a la
irracionalidad, es decir, a la superstición, lo paranormal y otras rarezas
como lo es el creacionismo y el llamado diseño inteligente.24
23 Una defensa apasionada, tal vez hasta exagerada, de la ciencia, es la muy amena obra de
Max Perutz, ¿Es necesaria la ciencia?, de Espasa-Calpe, 1990.
24 Sobre pseudociencia y ciencia existen muchos libros, pero uno muy accesible y en caste-
llano puede ser el de Carl Sagan, El mundo y sus demonios, Planeta, 1997. Quizá con un tono poco
optimista que reflejaba su precaria salud antes de fallecer, este libro representa la última obra que
alcanzó a completar.

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