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Aquellos que buscan la desaparición de Euskal
Herria, siguen empeñados en la vía represiva. En
vez de afrontar el conflicto político yendo a sus
raíces y buscar una solución basada en el recono-
cimiento de los derechos e este, pueblo, apuestan
por el escenario de la negación, utilizando la
represión con el único objetivo de acabar con la
lucha por la independecia.
Para ello mantienen abiertas todas las vías repre-
sivas. La política penitenciaria de muerte que
busca exterminar a los y las presas políticas, mante-
niendo a presos enfermos y las que han cumplido su
condena en prisión, o sosteniendo las crueles
políticas de dispersión y aislamiento. La negación
del derecho de reunión y organización mediante
la estrategia de ilegalización y las prohibiciones.
La utilización de salvajes torturas contra militantes
independentistas en las comisarias, operaciones
policiales contra la juventud, diseñadas por
Rubalcaba y dirigidas por la audiencia nacional,
deteniendo, torturando, encarcelando y dispersan-
do a estos jovenes.
La atosigante ocupación militar que vive Euskal
Herria, los controles, la persecución a militantes,
detenciones y entregas de los y las exiliadas vas-
cas, los macrojuicios políticos donde se imputan
centenares de personas militantes vascas... Estos
son entre otros los frentes represivos abiertos por
los dos estados en contra de Euskal Herria. ¿En
que estado democrático se conoce la cotidiana
utilización de estas medidas de excepción?
En esta ocasión en que han decidido ahondar en
la vía represiva, necesitan además invisibilizar la
represión. Necesitan hacer desaparecer la denun-
cia de la represión para aplicarla según les con-
venga. Necesitan dificultar e impedir la soli-
daridad y apoyo hacia los y las presas,
para poder exterminarlos en las
prisiones. El juicio que se ha
celebrado en Madrid contra
el movimiento pro amnistía responde a estas
razones. Pretenden acallar la denuncia, para
seguir reprimiendo.
La represión ha provocado mucho dolor en nues-
tro pueblo. Son cientos los muertos, miles las
detenidas, torturadas y encarceladas. Este pueblo
ha llorado, ha sufrido y sigue sufriendo. Pero si
algo ha quedado claro durante todos estos años,
es que la represión resulta estéril en cuanto a sus
objetivos políticos. La represión no ha consegui-
do borrar del mapa el trabajo diario en favor de la
independecia, ni ha acabado con la disidencia
política.
La actitud mantendia por los y las imputadas en
el juicio contra el movimiento pro amnistía, es un
buen reflejo de la mantenida durante los últimos
30 años por una parte de este pueblo. Una acti-
tud sincera, una actitud digna. Una actitud que
nos impulsa a luchar ante el que nos oprime. Una
actitud que nos impulsa a continuar gritando si
nos quieren acallar.
Durante todos estos años, el trabajo realizado por
el movimiento pro amnistía se pude resumir bre-
vemente: Solidaridad con los y las represaliadas;
denuncia y presión con los represores. Este es el
trabajo que debemos reforzar de cara a futuro.
Mientras una sola persona continue presa en las
cárceles de exterminio de españa o francia, conti-
nuaremos trabajando. Seguiremos luchando
hasta que la represión deje de una vez en paz a
nuestro pueblo.
Euskal Herriak Askatasuna behar du!
!Ya basta!