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EL SÍNDROME DE ASPERGER:UNA MIRADA DESDE SÍ MISMO1 
 
 
 
 
Leslye Yuranny Giraldo Aristizabal2 
Luz Ángela Jiménez Cardozo3 
 
 
 
Docente Asesora 
María Ceila Galeano Bautista4 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
SANTIAGO DE CALI 
2016 
 
1 Este artículo se deriva del estudio realizado como trabajo de grado para optar el título de Psicólogo(a). Inicio Febrero 
2015, finalización Noviembre 2015 
2 Estudiante de la facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura seccional Cali, Colombia 
leslygiraldoaristizabal@outlook.com 
3 Estudiante de la facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura seccional Cali, Colombia 
luzangelajimenez@outlook.com 
4 Psicóloga, Magíster en Salud Pública, Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura Cali. 
mcgalean@usbcali.edu.co 
mailto:leslygiraldoaristizabal@outlook.com
mailto:luzangelajimenez@outlook.com
mailto:mcgalean@usbcali.edu.co
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
1 
 
El SÍNDROME DE ASPERGER: UNA MIRADA DESDE SÍ MISMO1 
ASPERGER SYNDROME: FROM THE PERSPECTIVE OF HIMSELF 
Leslye Y. Giraldo Aristizábal2 
Luz Ángela Jiménez Cardozo3 
Asesora: María Ceila Galeano Bautista4 
 
Resumen 
El propósito de este estudio fue analizar qué sentidos subjetivos construye un joven de la Ciudad de 
Santiago de Cali, a partir de sus experiencias de vida al tener el diagnóstico de síndrome de 
Asperger, por medio de un estudio de caso. Este estudio fue de tipo descriptivo, de corte cualitativo. 
Se realizaron tres entrevistas semi-estructuradas, dos de ellas al participante y la otra a la madre; la 
información obtenida a través de su discurso fue codificada y categorizada para su posterior 
análisis. Los resultados dan cuenta que los acontecimientos vividos por el joven dieron paso a 
transformar el significado que tiene del síndrome de Asperger, además se comprende que el apoyo 
es fundamental para la construcción de los sentidos subjetivos. En conclusión, se afirma que el 
síndrome de Asperger no debe ser visto como una etiqueta diagnostica, sino como un estilo de vida 
único y particular. 
Palabras clave: Sentidos subjetivos, experiencia de vida, síndrome de Asperger 
Abstract 
The purpose of the study was to analyze through a case study what subjective senses a teenager, 
who has been diagnosed with Asperger’s Syndrome, can build based in his life experiences. It was a 
descriptive study characterized for its qualitative type. Three semi-structured interviews were 
conducted, two of them by the participant and the other one by his mother. The information 
obtained through the interviews was codified and categorized in order to be analyzed later. Results 
show that facts occurred in the teenager’s life were determinant in order to transform the meaning 
usually given to the Asperger’s Syndrome. Furthermore, the study helps to understand that support 
is essential to build the subjective senses. To sum up, the Asperger’s Syndrome should not be seen 
as a diagnostic label, but as a particular and unique lifestyle. 
Key words: Subjective Senses, Life Experience, Asperger Syndrome 
 
1 Este artículo se deriva del estudio realizado como trabajo de grado para optar el título de Psicóloga. Inicio 
Febrero 2015, finalización Noviembre 2015 
2 Estudiante de la facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura seccional Cali, Colombia 
leslygiraldoaristizabal@outlook.com 
3 Estudiante de la facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura seccional Cali, Colombia 
luzangelajimenez@outlook.com 
4 Psicóloga, Magíster en Salud Pública, Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad de San 
Buenaventura Cali. mcgalean@usbcali.edu.co 
 
mailto:leslygiraldoaristizabal@outlook.com
mailto:luzangelajimenez@outlook.com
mailto:mcgalean@usbcali.edu.co
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
2 
Introducción 
El síndrome de Asperger (SA) es poco conocido 
por los profesionales, y generalmente se camufla 
dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), 
ya que, al no conocerse con claridad la causa de 
este síndrome, se procede a realizar la 
evaluación a partir de las manifestaciones de sus 
síntomas, presentándose similitudes en cuanto al 
comportamiento estereotipado, la interacción 
social y el lenguaje. 
 
En el Trastorno Autista de Alto 
Funcionamiento, el nivel intelectual es menor 
que en el Síndrome de Asperger; además se 
presenta un retraso grave en el lenguaje; y para 
el Síndrome de Asperger el perfil intelectual está 
en un nivel promedio, aunque se presentan 
alteraciones en la comprensión del lenguaje 
figurativo. 
 
Para entender un poco qué es y dónde 
surge el Asperger, está es su historia: Fue Hans 
Asperger, un pediatra austriaco, quien descubrió 
este síndrome por medio de su tesis, siendo los 
participantes cuatro niños a los cuales según la 
observación de sus comportamientos, los 
catalogo con psicopatía autista, y la definió 
como alteraciones y déficits en los rasgos de la 
personalidad, asociadas a las experiencias de 
aprendizaje en torno a contextos como el 
educativo y el familiar (Asperger, 1944); además 
expuso que el trastorno comienza a 
manifestarse alrededor del tercer año de vida del 
niño o en ocasiones, a una edad más avanzada, y 
aunque el desarrollo lingüístico del niño 
(gramática y sintaxis) es adecuado y con 
frecuencia avanzado, existen deficiencias graves 
con respecto a la comunicación pragmática o uso 
social del lenguaje, y a menudo se observa un 
retraso en el desarrollo motor y una torpeza en la 
coordinación motriz, entre otros aspectos. Sin 
embargo fue a partir de 1981, que Lorna Wing 
una psiquiatra Británica muy reconocida en el 
campo investigativo, recuperó la tesis de 
Asperger, y propone algunas modificaciones 
partiendo de lo expuesto por Asperger y 
diferenciando esa relación que se plantea 
con el Autismo que evidenció Kanner en 1943 
en su investigación. Estos cambios se dirigen 
significativamente a la connotación que se le da 
a la psicopatía autista, ya que ella hace la 
aclaración de que no está ligado a las 
alteraciones en los rasgos de la personalidad, 
como lo había clarificado Asperger en su tesis, 
sino que se evidencia principalmente en sujetos 
que presentan comportamientos asociales; a 
razón de esa especificación, Wing introduce el 
término ‘Síndrome de Asperger’ (SA). 
 
Retomando una investigación realizada 
por Pérez & Martínez (2014), se tomen a 
consideración esta discusión que aún se 
mantiene sobre si el TEA y el SA son entidades 
iguales. Esto resulta ser una cuestión de orden 
investigativo, por parte de los profesionales 
especializados en este campo, puesto que no se 
ha tenido la suficiente rigurosidad para dejar 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
3 
claro los criterios diagnósticos, sino que se pone 
constantemente en juicio su etiología generando 
confusiones para los mismos profesionales que 
se exponen día a día con estos trastornos (Zuñiga 
2009; Utria, Ávila-Toscano & Lara 2013). Así 
mismo, se evidencia que, hace unos años salió la 
actualización del Manual Diagnóstico y 
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) 
donde se incluyen los cambios en la 
organización de los trastornos, y en lo que se 
refiere al tema investigativo, se encontró que ya 
no está como un grupo perteneciente a la sección 
de Trastornos Generalizados del Desarrollo 
(TGD), sino que se especifica por medio de una 
‘nota’ al final de los criterios de diagnóstico del 
Trastorno del Espectro Autismo, que el Asperger 
se debe diagnosticar como Autismo. 
 
Entonces, partiendo de lo expuesto por 
Pérez & Martínez (2014), se podría decir que, 
aunque permanezca esta constantediscusión, 
queda al descubierto un reto para los 
investigadores, en esclarecer en mayor medida 
las diferencias entre estos, poniendo así una vez 
más en tela de juicio los criterios diagnósticos 
que se establecieron. 
 
En nuestra sociedad, encontramos que 
cuando se da un diagnóstico, emergen estigmas 
sociales que producen un desequilibrio 
emocional y psicológico en el sujeto, viéndose 
enfrentado a vivir situaciones que generan 
cambios en la construcción de su personalidad, 
haciendo que se idealice un tipo de 
comportamiento por parte de entidades 
influyentes en su desarrollo. Por ello, se remite 
al contexto educativo, donde se percibe un 
concepto dentro del discurso de los educadores: 
la normalidad. Este es un concepto que tiene 
como finalidad tipificar a los individuos de una 
sociedad haciendo que actúen de una 
determinada forma; como es definido por la 
RAE (Real Academia Española) “hacer que algo 
se estabilice en la normalidad”. Esto abre paso a 
pensarse en el concepto de anormalidad, 
poniéndose a juicio el valor que se le otorga a 
cada una, como es explicitado por Skliar (2005) 
“las diferencias no pueden ser presentadas ni 
descriptas en términos de mejor o peor, bien o 
mal, superior o inferior, positivas o negativas, 
etcétera. Son simplemente, diferencias. Pero el 
hecho de traducir alguna de ellas como 
‘diferentes’ y ya no como diferencias vuelve a 
posicionar estas marcas como contrarias, como 
opuestas y negativas como idea de lo ‘normal’ y, 
entonces, de lo ‘correcto’, de lo ‘positivo’, de lo 
‘mejor’, etcétera.” (p.16). Se podría preguntar 
entonces, ¿las propias personalidades están 
siendo solapadas? ¿La diferencia ya no tiene 
lugar en nuestra sociedad? Diversidad de 
cuestionamientos nos hacen inferir que, los 
individuos ‘diferentes’ están mostrándose 
indefensos ante una cultura que quiere 
transformarlos y acoplarlos a unos determinados 
y estrechos patrones de comportamiento, para 
que sean competentes en su entorno, sin 
comprender su propia complejidad y dejando de 
lado aquellos intereses y necesidades que 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
4 
diferencian a estos sujetos como seres únicos 
ante una sociedad. Desde esta perspectiva, 
implica que haya un reconocimiento de su 
subjetividad, y no meramente atención a las 
imposiciones sociales que constantemente 
pretenden una misma forma de comportamiento, 
desarrollo y aprendizaje por parte de estos 
sujetos. 
 
En lo que se refiere a las investigaciones 
que se han realizado se encuentra la de Jurado de 
los Santos & Bernal (2013) cuyos resultados 
fueron la necesidad de prestar no sólo un 
servicio a nivel de formación educativa, sino 
invitando a responder y atender las necesidades 
que los niños diagnosticados tienen dentro de 
este entorno. Así mismo, otra investigación 
realizada en el 2013 por Guerra Castellanos & 
Arnaiz, dan una mirada a los contextos 
fundamentales para el desarrollo del sujeto con 
síndrome de Asperger, promocionando un clima 
de aceptación en el entorno educativo (Valdez, 
2005; González, 2006; Andrade, 2011; Darretxe 
& Sepúlveda, 2011; Valdunquillo & Iglesias 
2015), propiciando una intervención flexible por 
parte de los profesionales; y desde el lado 
familiar, que haya un conocimiento adecuado 
del diagnóstico para así dar espacios de apoyo y 
comprensión. En el contexto educativo se 
encuentran estudios donde se establecen 
tratamientos de corte conductual, 
evidenciándose resultados eficaces; uno de ellos 
por ejemplo, es el entrenamiento en habilidades 
sociales (Bonete et al, 2010; Siboldi, 2011; 
Vives-Montero & Ascanio-Velasco, 2012; 
Vargas, 2012). 
 
Otros aspectos a identificar y evaluar, 
resultando influyentes en la primera etapa de 
desarrollo, son las relaciones sociales que se 
establecen en los diferentes contextos, puesto 
que estas pueden ocasionar conductas de 
maltrato, abuso, bullying, entre otras, por parte 
de iguales; Granizo, Naylor, & Barrio (2006) y 
Wainscot et al (2008), hacen un análisis de las 
relaciones sociales, de un grupo de jóvenes 
diagnosticados con síndrome de Asperger y 
Autismo de Alto funcionamiento, identificando 
en ellos el significado que le dan a estas 
situaciones que se presentan en un contexto 
educativo. 
 
Partiendo desde el contexto familiar, 
Muñoz (2013) da cuenta de la importancia del 
rol de la madre dentro del panorama de 
diagnóstico de su hijo con asperger, para realizar 
un proceso de intervención favorable, pues es 
evidente en el discurso de estas mujeres la 
complejidad de abordar y sobrellevar un estilo 
de vida que dé calidad a su hijo en el contexto 
familiar como, en el social. 
 
Por otro lado, Gonçalves (2013) propone 
espacios de inclusión escolar para niños con 
necesidades especiales; y en su intervención 
concluyó que es una necesidad de abordar la 
subjetividad social, para identificar aquellos 
sentidos subjetivos que construyen los sujetos 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
5 
dentro de su contexto; y con ello, se da una 
mirada profunda a lo que se refiere al tema de 
inclusión educativa. 
 
En Colombia, está una investigación 
realizada por Naranjo (2014), identifica que la 
aparición tardía del lenguaje y la dificultad en 
establecer relaciones sociales, son los primeros 
síntomas percibidos por los padres, lo cual les 
lleva a buscar ayuda profesional; esto ocurre 
generalmente en los tres años de vida, dando 
comienzo a un proceso de evaluación, y 
aproximadamente a los 9 años se establece un 
diagnóstico. El investigador hace una crítica, 
afirmando que el pronóstico de este trastorno del 
desarrollo es escaso y complejo, provocando que 
sea extenso el tiempo para dar un diagnóstico 
preciso y empezar con un plan de intervención; y 
abordado en menos tiempo, se podría disminuir 
el impacto del Síndrome en el niño. 
 
Partiendo desde esta línea investigativa, 
se considera que las investigaciones en su 
mayoría están direccionadas a la caracterización 
del diagnóstico, desde un plano cognitivo e 
intelectual a partir de los diferentes contextos en 
que está inmerso el sujeto, teniéndose una 
mirada del sujeto desde el campo educativo, y 
familiar. De esta manera, el interés investigativo 
se dirige a tomar el Síndrome de Asperger, 
desde los aspectos propios del sujeto, dando 
cuenta él mismo de los sentidos y 
representaciones que construye en sus 
interacciones, a partir del diagnóstico. 
Por tal razón, se plantea la siguiente 
pregunta problema: 
¿Qué sentidos subjetivos construye un joven de 
la Ciudad de Santiago de Cali, a partir de sus 
experiencias de vida al tener el diagnóstico de 
síndrome de Asperger? 
En los últimos años, los conceptos subjetividad 
y sentidos subjetivos han hallado significado 
para los investigadores en las diferentes 
disciplinas, guiándose a la comprensión de su 
complejidad, dando mayor claridad a las 
definiciones de antiguos autores; y asimismo 
añadiéndole aquellos conceptos que surgen en el 
devenir del desarrollo cultural. Es entonces 
como, la subjetividad y los sentidos subjetivos, 
toman fuerza desde una visión histórico-cultural, 
afirmándose que no es una definición establecida 
por los estudios o investigaciones realizadas, 
sino que ésta, se constituye en un espacio social, 
y difiere dependiendo al desarrollo de cada 
sujeto. A partir de lo anterior, se toma la 
perspectiva de Fernando González Rey, 
desglosando el bagaje investigativo realizado 
por este, en lo relacionado con: subjetividad 
individual, subjetividad social, y sentidos 
subjetivos. 
Subjetividad individual 
Las ciencias sociales han profundizado en este 
tema, puesto que la subjetividad humana juega 
un papel importante dentro del contexto socio-
cultural; por ello se redefine la subjetividad 
El síndrome de Asperger: unamirada desde sí mismo 2015 
 
 
6 
desde modelos teóricos psicológicos, 
antropológicos, sociológicos, entre otros; no 
sometida a un orden positivista, sino desde la 
interpretación, percibir en el discurso de los 
sujetos aquellas historias de vida que son una 
herramienta interesante para analizar. Pero, 
como es enunciado por González Rey (1999) “la 
subjetividad va produciendo conocimiento en su 
procesualidad y no se agota en ninguna 
definición particular concreta” (p.128); en este 
sentido, el valor que se le da a lo subjetivo es de 
gran complejidad, pero, abarca varios aspectos 
propios del ser humano en su contexto. 
Es así como la subjetividad es entendida 
por González Rey (2011), “…como la 
producción simbólico-emocional que emerge 
ante una experiencia vivida, la cual integra lo 
histórico y lo contextual en el proceso de su 
configuración…”(p.313); el ser humano a través 
de su acción va constituyendo de manera 
individual su subjetividad; se podría decir 
entonces, como lo planteaba Vygotsky, con la 
tabula rasa, que el sujeto va escribiendo su 
propia historia, marcado por sus experiencias, 
las cuales van moldeando y dándole sentido al 
contexto en que se desarrolla. 
Se establecen cuatro características 
generales, de la subjetividad humana (González 
Rey, 1998): la primera, hace referencia a que la 
organización constitutiva de la subjetividad es la 
personalidad, la cual se dinamiza todo el tiempo, 
y no es un determinante rígido establecido sin 
posibilidad de cambio; sino que es por el sentido 
subjetivo que interviene activamente 
configurando la acción humana; la segunda, es 
de carácter histórico, ya que las adquisiciones 
que se acogen en cada momento del desarrollo, 
estarán en un constante proceso de configurar las 
nuevas adquisiciones que devienen; la tercera, 
afirma que la cualidad de la subjetividad es un 
sistema de desarrollo, que está siempre en 
momentos de cambio, teniendo lugar en la 
acción del sujeto psicológico, quien de forma 
permanente crea vínculos sociales, los cuales se 
constituyen en su personalidad; y por último, la 
cuarta, es que la subjetividad se expresa 
claramente de forma diferenciada en un sujeto 
particular, pues, él mismo en su dimensión 
experiencial y reflexiva, es parte de su propio 
desarrollo. 
Como se denota entre líneas, la 
subjetividad individual no puede estar desligada 
del contexto social, puesto que la subjetividad se 
expresa en el sujeto desde dos planos que 
simultáneamente se integran, dando así un 
desarrollo significativo y de manera procesual, 
como se evidenció en las características. Estos 
dos planos: individual y social, son vistos como 
escenarios distintos, ya que dan cuenta de 
historias propias; pero, es verídico que en 
esencia están profundamente interrelacionados 
(González Rey, 1998). 
Subjetividad social 
A partir de las producciones simbólicas y 
emocionales que se configuran a nivel 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
7 
individual, se despliega en conjunto, la 
subjetividad social, que está constituida de 
aquellos sentidos subjetivos que se dan en la 
experiencia de vida de los sujetos, desde una 
dimensión histórica y social; con ello, el ser 
humano va tejiendo su realidad, de manera 
continua, acogiendo varias dimensiones de la 
trama social que complejizan los sentidos 
subjetivos que se establecen, puesto que la 
experiencia social, adquiere un sentido sólo 
desde el mismo sujeto que la experimenta 
(González Rey, 1997). 
Entonces, González Rey (2007) la define 
de la siguiente manera: 
La subjetividad social representa las 
producciones subjetivas que caracterizan los 
diferentes espacios sociales, en las cuales 
transitan producciones simbólicas y sentidos 
subjetivos procedentes de otros espacios de la 
vida social, los que de forma simultánea se 
expresan en los discursos y sistemas simbólicos 
sobre los que se reorganizan las experiencias 
compartidas al interior de la vida social (p.21). 
 
Por lo tanto, la subjetividad social da 
cuenta de las representaciones sociales que 
construye el sujeto en sus experiencias 
compartidas, configuradas propiamente desde 
los sentidos subjetivos individuales ya 
establecidos, que se reconfiguran al entrar al 
plano social. De esta manera, se aborda, el 
concepto desde la perspectiva de González Rey, 
en cuanto a su mirada histórico cultural en la 
construcción subjetiva del ser humano. 
Entendiéndose entonces, las 
representaciones sociales desde la perspectiva de 
González Rey (2008): 
Las representaciones sociales representan una 
producción de la subjetividad social capaz de 
integrar sentidos y configuraciones subjetivas 
que se desarrollan dentro de la multiplicidad de 
discursos, consecuencias y efectos colaterales de 
un orden social con diferentes niveles 
simultáneos de organización y con procesos en 
desarrollo que no siempre van en la dirección de 
las formas hegemónicas de institucionalización 
social (p.235). 
 
Por ello, las representaciones sociales 
son construcciones simbólicas que se desarrollan 
en el contexto social, en el que se encuentra el 
sujeto, a partir de los simbolismos y emociones 
desarrollados en medio de sus experiencias, ya 
que estos le permiten al sujeto establecer una 
representación propia de un hecho determinado. 
De este modo, las representaciones sociales son 
únicas de cada sujeto ya que se encuentran 
mediadas por la subjetividad, teniéndose las 
anteriores construcciones como referencia para 
unas próximas experiencias en los entornos 
establecidos. 
Sentidos subjetivos 
El término 'sentido', conceptualmente abarca una 
gran literatura explicativa desde autores 
anteriores con diferentes disciplinas, pero, no 
sólo se ha quedado en un primer acercamiento, 
sino que autores contemporáneos se han dado la 
tarea de dar profundidad a dicho concepto, 
atendiendo indirectamente a los nuevos cambios 
emergentes que el medio suscita. Es por esto 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
8 
que, la postura a tomar para definirlo, parte 
desde el plano histórico-cultural; una 
profundidad compleja que lleva a pensarse la 
subjetividad anclada a la personalidad en las 
experiencias vividas del sujeto; el siguiente 
fragmento tomado de una entrevista realizada 
por Díaz (2005) a González Rey, da cuenta en 
sus palabras de lo anterior: 
Me voy inquietando por no ver la personalidad 
como una estructura cerrada en lo 
intrapsíquico, sino como una organización 
psicológica de un sujeto concreto … Esta no 
determina el comportamiento sino que define 
una presencia de sentido subjetivo en el marco 
actual de actuación del sujeto. Presencia que no 
es causa del comportamiento sino un momento 
de producción de sentido subjetivo que anticipa 
la acción del sujeto y que se integra a ella 
dentro de un proceso con múltiples alternativas 
de desarrollo que puede tener formas muy 
diferentes de expresión (p.374). 
 
González Rey (2011) define sentido 
subjetivo “como aquella unidad de los procesos 
simbólicos y emocionales donde la emergencia 
de uno de ellos evoca al otro sin convertirse en 
su causa, formando verdaderas cadenas con 
formas muy diversas de expresión según el 
contexto en que la persona está implicada” (p. 
312). Es por ello, que las producciones 
simbólicas juegan un papel importante en el 
entorno que interactúa el sujeto, como lo es la 
cultura, pues es en ella donde se explicitan las 
formas de relación entre el sujeto y el contexto, 
introduciéndolo a ese simbolismo cultural que le 
permite atravesar y construir una organización 
de sus sentidos subjetivos, los cuales se generan 
a través de una interacción con una persona o un 
hecho específico, siendo entendido este proceso 
como configuración subjetiva (González, 2011). 
 
Se entiende entonces, por configuración 
subjetiva(Díaz 2005 entrevista a Gonzales rey) 
“una organización de sentidos subjetivos que 
definen los procesos simbólicos y las emociones 
que se integran de forma inseparable en relación 
a las experiencias del sujeto dentro de los 
espacios simbólicos de la cultura.” (p.375); 
siendo este un proceso constante donde el sujeto 
se permite hacer representaciones de su entorno 
y de las personas con las que interactúa, como 
sus cuidadores o amigos más cercanos, para 
construir y referenciar ante los demás su propia 
realidad desde su perspectiva. De esta forma a 
través de la configuración subjetiva se tejen en el 
sujeto simbolismos y emociones que lo 
constituyen subjetivamente, desde un plano 
inconsciente. Puesto que el sujeto no tiene un 
control o determinación ante este proceso, sino 
que se va generando de manera constante en su 
diario vivir. 
Síndrome de Asperger: contexto social y 
familiar 
Los sentidos subjetivos se construyen a partir de 
los diferentes contextos en que está inmerso el 
sujeto; es por ello que a continuación se 
mostrará, la vida social y la vida familiar, desde 
autores que trabajan con el Síndrome de 
Asperger. 
 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
9 
a) Vida social. 
Según Attwood (2002) las habilidades sociales 
se evidencian dentro de un grupo de personas 
donde se aprenden y practican capacidades 
sociales, enfrentándose a un contexto de 
interacción. La destreza social es una propiedad 
fundamental en el ser humano para la 
construcción de su realidad, ya que en la 
relación con otros se estructura y transforma su 
psique generando comportamientos que están 
implícitos en la cultura, pues en ella las normas 
sociales y las instituciones –familia, escuela, 
Estado, etc.– van moldeando a cada individuo, 
haciéndolo partícipe de la sociedad en que está 
inmerso (Lucunza & Gonzáles, 2013). Por tal 
razón, la interacción social está mediada por 
factores externos que ayudan a consolidar la 
subjetividad. 
 
A partir de esto, es clave retomar el 
concepto de habilidades sociales, ya que hace 
parte de las características emitidas por el DSM- 
IV sobre el diagnóstico del Síndrome de 
Asperger, presentando tres manifestaciones 
principales, explicadas por Borreguero (2004): 
 
1. En comunicación no verbal: de este se 
enlazan comportamientos emitidos por el niño 
que se hacen evidentes en el contacto ocular, la 
expresión facial, los gestos manuales, la 
postura corporal, entre otros; mostrando 
problemas en el uso adecuado de estas 
conductas. Esta ausencia de la comunicación no 
verbal no sólo afecta la producción de 
comportamientos no verbales sino que, el niño 
presenta dificultades para interpretar las 
conductas de otras personas que se dan en el 
contexto cotidiano. Es de aclarar que algunas de 
las mencionadas conductas pueden o no, estar 
presentes en la diferencia individual del niño 
Asperger, pues, es probable que modos de 
expresión se mantengan intactos mientras que 
otros estén ausentes. 
2. En la formación de amistades: se percibe 
una dificultad en las interacciones sociales en 
relación con las relaciones de amistad con otros 
niños de la misma edad o en el mismo nivel de 
desarrollo. Desde una temprana edad el niño es 
un ser social, compartiendo con sus iguales y 
adquiriendo conocimientos de su entorno, 
dándole más facilidad de solución a los 
problemas que emergen dentro del contexto. En 
el caso del niño con Síndrome de Asperger, 
manifiesta desde los inicios de vida una 
profunda deficiencia en la comprensión social, 
llevándolo a que sea dificultoso para el formar 
relaciones de amistad. 
3. En el área socioemocional: Las expresiones 
emocionales son instrumentos que sirven para 
transmitir información que no se efectúa en la 
comunicación verbal, presentándose importante 
para el niño, quien se conecta con el mundo 
externo ejerciendo en cierta medida un grado de 
control, pues, cada que va avanzando en su 
desarrollo experimenta cambios con respecto a 
la manifestación y comprensión de las 
emociones. El niño con Síndrome de Asperger, 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
10 
expresa un vacío en relación con compartir de 
manera espontánea a sus pares sus expresiones 
emocionales, y además una ausencia en la 
capacidad de comprensión de los estados 
emocionales de los demás. 
A partir de esto, es clave precisar que 
aunque en la clasificación del DSM-IV se 
encuentren estas características como 
habilidades carentes en las personas 
diagnosticadas con Síndrome de Asperger, hay 
que tener en cuenta que cada sujeto cuenta con 
diversidad de habilidades que le permiten estar 
inmerso en los espacios sociales, y del mismo 
modo desarrollarse de acuerdo a la construcción 
subjetiva que haya hecho de su propia 
individualidad, al igual que desde una mirada 
social. Por ello, estas características no 
expresan la escasez de habilidades, sino que 
dan cuenta de las dificultades que presentan 
estos sujetos al enfrentarse a un contexto, y que 
evidentemente no se encuentra preparado para 
atender la diversidad. 
Como es evidenciado por Attwood 
(2002) a partir de una revisión de los estudios 
realizados por Hans Asperger, refiere un común 
en las observaciones realizadas por este, 
diciendo que “un niño pequeño con Síndrome 
de Asperger no parece estar motivado, ni saber 
cómo jugar con los otros niños de su edad de 
manera adecuada con la actividad social. 
Parecen estar muy satisfechos de su propia 
compañía” (p.14). Se afirma entonces que, las 
competencias sociales son en gran medida una 
ausencia considerable en los niños Asperger, 
los cuales no encuentran un atractivo hacia los 
demás, sintiéndose extraños y confusos ante los 
comportamientos emitidos por estos; por ello, 
es más el deseo de permanecer en solitario. 
b) Vida familiar. 
La familia es el punto de encuentro más 
importante, pues, a partir de las relaciones que 
se establecen en este sistema se llega a definir 
una identidad y un posicionamiento en la 
sociedad. La génesis del desarrollo del niño a 
nivel psicológico, social, motor, afectivo, entre 
otros, se da a partir de la interacción con cada 
uno de los miembros del sistema. 
Borreguero (2004) afirma que la familia 
es un contexto fundamental para conocer al 
niño, por ello esta concepción influye mucho 
cuando el diagnóstico es concretado; es decir, 
es un antes y un después del mismo. Como por 
ejemplo, al inicio hay desesperación, 
frustración y culpabilidad, al ya tener claro el 
diagnóstico, todo cambia hacia una tendencia 
de ayuda, pues se resuelve un gran 
rompecabezas de hace mucho tiempo, 
encajando una a una las piezas y dando paso a 
un aprendizaje y comprensión más tolerante por 
parte de sus familiares. 
Metodología 
Este estudio fue cualitativo, de tipo descriptivo. 
Para responder a los objetivos planteados el 
modo de acercamiento al participante fue a 
través de un estudio de caso, el cual permitió 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
11 
comprender al sujeto desde sus experiencias de 
vida. El participante fue un joven de 20 años, 
estudiante de comunicación social y periodismo 
de la Universidad Autónoma de Occidente de la 
ciudad de Santiago de Cali; los criterios de 
inclusión fueron jóvenes entre los 16 y 24 años, 
con un diagnóstico de Síndrome de Asperger 
mayor o igual a 5 años, pertenecientes a la 
ciudad Santiago de Cali y que estuvieran 
inmersos en el área universitaria. Los criterios de 
exclusión fueron que estuvieran diagnosticados 
con dos o más trastornos, edad menor a lo 
establecido en la investigación y sujetos que no 
firmen el consentimiento informado. El 
instrumento utilizado fue una entrevista semi-
estructurada, realizada durante el mes de 
septiembre de 2015, siendo 3 sesiones una por 
semana, con duraciónaproximada de dos horas, 
el lugar de encuentro fue la casa de los 
participantes de la investigación; las entrevistas 
se hicieron, dos al joven participante y la otra a 
la madre. Estas entrevistas fueron grabadas bajo 
el consentimiento de los participantes, y luego se 
transcribieron identificando nuevas categorías, 
hasta saturar la información. Esta información se 
codificó en una rejilla de análisis, para 
posteriormente categorizarla. Estas categorías 
son: la primera, los sentidos subjetivos que se 
han construido a lo largo del tiempo, partiendo 
desde un antes, durante, y después del 
diagnóstico; identificando aquellos sentidos que 
han sido significativos en su historia de vida, 
dando cuenta de la percepción que tiene de sí 
mismo. La segunda son las construcciones 
simbólicas y emocionales que se reconocen en el 
sujeto, ya que son estas las que van hilando el 
sentido subjetivo, el cual se va desarrollando en 
el plano individual y social; dando paso a esa 
configuración subjetiva de lo que él piensa del 
síndrome. La tercera los sentidos subjetivos 
compartidos siendo estos aquellas 
construcciones que el sujeto mismo desde su 
propia individualidad hace de los otros, estando 
inmerso en un contexto de interacción social; en 
éste se hayan patrones de comportamiento 
ligados a una cultura, generando 
representaciones distintas, que no son el reflejo 
de la cultura, sino de la subjetividad de cada 
sujeto; y por último, la cuarta, hace referencia a 
los significados que se establecen dentro de una 
realidad social, puesto que aquellas vivencias 
que emergen dentro de este contexto, permiten 
darle un sentido a su realidad, tomando aspectos 
que han sido significativos en su historia de 
vida. 
 
Además las investigadoras participaron 
en “El primer conversatorio de síndrome de 
Asperger”, abriendo mentes: una mirada humana 
al síndrome de Asperger realizado en el Instituto 
Albert Ellis el 19 de septiembre del 2015, el 
invitado especial a este evento, fue el joven 
participante de esta investigación. 
 
Estudio de caso 
Alejandro5 es un joven de 20 años de edad, de 
nacionalidad ecuatoriana. Actualmente está 
 
5 Se utilizó un seudónimo por confidencialidad de datos 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
12 
realizando su formación profesional en la 
Universidad Autónoma de Occidente, en la carrera 
comunicación social y periodismo; es el mayor de 
dos hermanos, y viven en la ciudad de Santiago de 
Cali, junto a su madre. 
 
Durante las entrevistas realizadas se 
percibe con una actitud tranquila, teniendo 
disposición a contar su historia y relatando cada 
experiencia en detalle; tiene fluidez verbal, pero 
en ocasiones habla de manera pausada, 
tomándose su tiempo para pensar lo que quiere 
decir. En cuanto a su personalidad, es un joven 
sencillo, sensible frente a las problemáticas 
sociales, sincero, y cariñoso con su familia y su 
novia. En medio de su discurso utiliza pocas 
expresiones faciales, no evidenciándose su 
emocionalidad, puesto que en su mayoría 
permanece con una expresión seria. En ocasiones 
al recordar alguna travesura, sonríe ligeramente y 
continúa contando su historia. 
 
Alejandro nació el 18 de abril de 1995, en 
Guayaquil, Ecuador, por cesárea. Es un niño 
prematuro, que nació de 7 meses, a razón de 
complicaciones pre-natales, donde la madre 
presentaba pérdida de líquido amniótico; por ello 
estuvo en la incubadora las primeras horas, y 
recibió una inyección en sus pulmones ya que no 
habían madurado lo suficiente; quince días 
después de su nacimiento presentó bronquiolitis, 
donde tuvo que recibir antibiótico y 
nebulizaciones. Fue recibido por varios 
integrantes de la familia materna, y la madre del 
padre. La madre manifiesta que durante el 
embarazo, no estaba bien emocionalmente, pues, 
le afectaba el hecho de que su esposo no estuviera 
presente por razones laborales; expresa haberse 
sentido sola “me tenía que quedar como que sola 
en la casa, entonces eso era algo que a mi si me 
angustiaba un poco… no me parecía algo 
normal”. Seis meses después de su nacimiento, 
Alejandro no recibió leche materna pues su madre 
dejó de lactar y empezó a presentar intolerancia a 
la leche procesada; desde entonces durante dos 
años se alimentó con leche de soya, y después se 
fue reemplazando por otros alimentos. 
 
En ese entonces por decisión de los padres 
se vinieron a vivir a Colombia, Alejandro tenía 10 
meses. En su proceso de desarrollo, la madre 
percibió que él no tenía algunos comportamientos 
acordes a su edad, como por ejemplo: no presentó 
balbuceo, no emitía ruidos sino que permanecía 
durante largas horas callado, no gateaba lo que 
hacía era un aleteo con sus brazos y piernas 
estando boca abajo, su lenguaje estaba compuesto 
por un número de palabras mínimo, hablaba en 
tercera persona y sin una estructura sintáctica. En 
sus primeros años de vida, estuvo en varios 
jardines infantiles, con el fin de generar un 
espacio de estimulación para su desarrollo, pero 
sus cuidadores no manifestaban percibir un 
retraso, a excepción de su madre quien percibió 
conductas irregulares; por ello, decide buscar 
distintos juegos didácticos, y espacios externos al 
hogar, incrementando las interacciones con otros 
niños. Así mismo, asistió regularmente a sus citas 
con el pediatra, el cual afirmaba que su proceso 
de desarrollo se encontraba normal. 
 
A pesar de que ninguna persona cercana 
notara algo distinto en Alejandro, su madre 
insistía que: “el comportamiento de él era 
demasiado extraño, demasiado diferente, 
demasiado notorio para que no esté pasando 
nada”; en ese tiempo al padre se le presentó una 
oportunidad de trabajo en Ecuador, entonces por 
decisión de ambos deciden regresar a vivir allá; 
Alejandro tenía 3 años y medio, y su hermano 
tenía un mes de nacido. Al llegar se encontraron 
con un mundo totalmente distinto, puesto que en la 
familia materna había muchos niños y esto 
favorecía que Alejandro se integrara más. Esto 
fue el detonante para que las personas cercanas 
notaran que algo estaba pasando, entonces el 
abuelo materno se dirigió a su hija presentándole 
la opción de viajar a Quito, para que lo evaluara 
un neuropediatra, y ella accedió a su propuesta. 
 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
13 
Para evaluarlo se propuso hacerle dos 
exámenes: un electroencefalograma y una 
tomografía; durante el proceso para su realización 
fue un arduo trabajo y de mucha paciencia, puesto 
que Alejandro no permitía que le pusieran los 
electrodos en la cabeza, ni tampoco acostarse en 
la camilla de la máquina de tomografía, y gritaba 
diciendo: "Alejandro no quiere!... no quiere!!". El 
tiempo de intentar e intentar fue de dos días “creo 
que finalmente del cansancio y de volverle a dar 
de nuevo este medicamento para sedarlo algo se 
dejó hacer”. Al fin después de varios años sin 
encontrar alguna respuesta ante mencionados 
comportamientos, el neuropediatra le dijo a la 
madre que le daría un diagnóstico a base de la 
observación clínica, puesto que los exámenes 
realizados evidenciaron un estado normal… 
“Alejandro tiene algo que se llama Síndrome de 
Asperger”. 
 
A partir de este diagnóstico la madre 
sintió tranquilidad y se tomó un tiempo para 
pensar qué hacer al respecto, pues al tener una 
respuesta, debía hacer algo con ella; siendo así 
expresó al doctor: “Gracias a Dios tú me has dado 
un nombre, porque realmente yo no sabía qué 
hacer, y yo sabía que algo pasaba con mi hijo”. A 
raíz de esto, surge una preocupación en relación 
con ingresar a Alejandro al colegio, pues debido a 
su condición era necesario un colegio especial; es 
así como una hermana de la madre le recomienda 
un colegio que cuenta con aulas extras, dedicadasa los niños que presentan dificultades en el 
aprendizaje dentro del aula regular; la madre 
entonces accede a ingresarlo allí con la esperanza 
de encontrar buenos resultados. Un hecho 
particular que marcó a Alejandro fue la 
conversación que tuvieron sus padres con la 
psicóloga de la institución, quien afirmaba que él 
no alcanzaría a hacer lo que muchos niños a su 
edad harían a un futuro, puesto que su diagnóstico 
no se lo permitiría; a razón de estas inferencias de 
la profesional la madre se inquieta en buscar 
soluciones que opaquen aquellos inconvenientes, y 
por ello, decide estudiar estimulación temprana y 
desarrollo infantil, viendo en esta carrera una 
esperanza para ayudar a su hijo. Y es así, resulta 
siendo entonces una herramienta valiosa, ya que le 
permitió entrar al mundo del Asperger, aceptar el 
diagnóstico de su hijo apoyándolo en lo que 
necesitara, y ayudando a otras madres que tenían 
hijos con esa misma condición. 
 
Con el constante apoyo de su madre, 
Alejandro a medida que se fue desarrollando 
empezó a presentar conductas avanzadas a su 
edad, como: aprender a leer cuando aún no tenía 
una interacción comunicativa, ubicación espacial; 
realizaba operaciones matemáticas que hacían 
niños mayores de 5 años y acertar a preguntas 
como ‘¿qué día de la semana cae mi próximo 
cumpleaños?’; durante su etapa escolar, 
presentaba un aprendizaje acelerado para los 
idiomas “él se adelantaba a muchos aprendizajes, 
que no iban relacionados con su edad”; sin 
embargo en la parte social inhibía las miradas, se 
apartaba de los demás, le gustaba jugar solo, no 
expresaba ni permitía recibir algún tipo de afecto. 
Durante este periodo Alejandro se encontraba en 
constantes terapias con psicopedagogas y además 
la estimulación desde casa por parte de su madre, 
como invitarle amigos en las tardes para afianzar 
sus relaciones sociales y enseñarle a mostrar 
afecto a los demás como por ejemplo los abrazos. 
 
A la edad de 15 años Alejandro junto a su 
familia regresó a vivir a Colombia de manera 
definitiva, enfrentándose a un contexto distinto al 
del país Ecuatoriano, puesto que le exigía 
integrarse socialmente a partir de sus propias 
habilidades, sin tener un acompañamiento 
constante. Por tal razón, tuvo que enfrentarse a 
situaciones particulares en su nuevo colegio, pues 
no había un respeto y consideración por la 
diferencia, vivenciando bullying por parte de sus 
compañeros de clase, y además la falta de 
intervención por parte de los profesores y 
directivas, siendo una época en que Alejandro tuvo 
que desarrollar sus propias estrategias y 
permitirse ver el Síndrome de otra manera. 
 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
14 
Un hecho que contribuyo en este 
crecimiento personal, fue cambiar a un colegio 
donde la diferencia era aceptada y podía 
desenvolverse de manera tranquila. En esta 
institución recibió apoyo por parte de los docentes 
y compañeros de clase, “mi mejor amigo, ha sido 
un gran apoyo para mí, también mis profesores me 
han ayudado mucho”; además le permitió 
desarrollar actitudes de autonomía en aspectos de 
su vida diaria como por ejemplo: poder devolverse 
a casa en trasporte público, un hecho que empezó 
a realizar ya que sus compañeros también lo 
hacían. En este colegio terminó sus estudios, y 
resalta varias experiencias y recuerdos gratos con 
sus compañeros, en el salón de clase y en la 
excursión de 11º. 
 
Actualmente Alejandro se encuentra en el 
mundo universitario cursando tercer semestre; ha 
aprendido a perdonar a las personas que le han 
lastimado y a desarrollar proyectos para realizar 
a futuro en relación con su carrera profesional y 
su entorno familiar; además constantemente 
trabaja en habilidades que él considera que deben 
ser cambiadas para interactuar de manera 
eficiente con los demás, buscando firmemente un 
cambio positivo en sí mismo. 
 
Presentación de resultados 
En lo que se refiere a los resultados de la 
investigación, el joven arrojó información 
valiosa que se expondrá a continuación de 
manera precisa; esta se da a conocer por medio 
de 4 categorías iníciales, dando cuenta qué 
sentidos subjetivos ha construido el joven a 
cerca de su experiencia de vida a partir del 
diagnóstico de síndrome de Asperger. 
 
Sentidos subjetivos que se han construido a lo 
largo del tiempo 
La historia personal del sujeto está atravesada 
por diversos factores que han generado cambios 
en su vida cotidiana, el hecho de recibir sobre sí 
el peso de un diagnóstico ya ocasiona en él un 
tipo de comportamiento, sumado a los propios 
de su condición, y además aquellos juicios 
sociales que emergen dentro de la realidad social 
respecto a este. Es así como se encuentran 
sentidos subjetivos significativos que se han 
construido y moldeado a lo largo del tiempo de 
acuerdo al juicio personal del sujeto, y a esa 
mirada crítica y reflexiva que hace de cada uno, 
para generar una reconfiguración que dé lugar a 
nuevos aprendizajes y experiencias. Entre ellos 
se encontraron: 
El miedo, un sentimiento que permanece 
vigente en la actualidad debido a hechos 
ocurridos en su adolescencia, los cuales 
marcaron de manera significativa su vida y su 
historia “hasta el día de hoy tengo cicatrices y 
heridas que sanar”. Este sentimiento se presenta 
frente a los pensamientos, actitudes y reacciones 
que puedan tener las personas respecto de su 
condición; al llegar a un contexto social si va a 
ser aceptado o no, y también respecto a la 
confianza que pueda depositar en los demás “me 
arrinconaba, porque era la única manera de 
defenderme, porque quería que mi alma no 
estuviera ahí, sino en otro lado” 
 
La autosuperación y el sentido de vida 
se hacen presentes de manera constante en su 
discurso puesto que hace referencia a que la vida 
se compone de superar cosas y afrontar 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
15 
problemas, y que de acuerdo a ello florece un 
sentido a la vida que da valor y esperanza a nivel 
personal, y social. Él mismo refiere este término 
para definir gran parte de su vida a razón de las 
dificultades que atravesó en medio de su etapa 
escolar “autosuperación es cuando me 
demuestro a mí mismo que si puedo hacer las 
cosas”. A pesar de ello considera que lo hizo ser 
más fuerte, teniendo como resultado lo que es 
ahora “yo creo que eso también me ha ayudado 
a adquirir fuerzas… a ser una persona más 
fuerte”. 
 
La “autosuperación” es una tarea 
constante, puesto que se demuestra a sí mismo 
que puede superar las cosas que devienen en su 
cotidianidad, llevándolo a tener más seguridad 
sobre lo que es y lo que desea hacer “cuando 
salí de ahí me sentí una persona lista para 
emprender mi camino”. Presenta con claridad lo 
que quiere para su vida, tomando en cuenta los 
aspectos que hoy en día construye para su 
futuro. “ahorita estoy aprendiendo alemán 
porque en 2 años quiero irme a terminar mi 
carrera a Alemania”. Así mismo afirma desde 
su experiencia personal que el tener síndrome de 
Asperger no es llevar consigo una enfermedad, 
sino que la resume en que es un estilo de vida, 
dándole una mirada particular, puesto que no es 
una vida igual a la de las demás personas, y es 
claro que el tenerlo tiene tanto virtudes como 
defectos “yo me veo como otro ser humano… 
otro ser humano que tiene una misión que 
cumplir en este planeta, en esta vida”. 
 
Y por último la autoestima y la 
independencia son características propias del 
sujeto que van tomando fuerza, debido al sentido 
que le da a su vida, y el constante afrontamiento 
de las dificultades que se presentan. Reconoce 
en sí mismo los logros que ha obtenido, y asume 
que es una persona responsable debido a las 
metas que ha alcanzado a pesar de las 
dificultades. “siempre quiero sacar adelante 
todas mis metas, si… yo creoque eso ha 
causado furor, admiración entre todos”. Tiene 
seguridad frente a lo que hace y dice haciéndose 
evidente en la forma como se expresa y relatar 
su historia. “somos conscientes de que en algún 
momento nos van a ridiculizar, nos van a 
discriminar…aun así sabemos que en el fondo es 
mentira, que tengamos ciertas dificultades, las 
tenemos, pero eso no nos hace más ni menos que 
nadie, somos humanos” 
 
Al pasar del tiempo se afianza una 
independencia, ligada a la seguridad en sí 
mismo; tomando así las decisiones que 
competen a sus intereses personales, dejando un 
poco de lado opiniones externas. En esta 
subcategoría se percibe el sentir propio y 
particular del sujeto respecto a su rumbo de vida. 
“La última vez yo viaje solo, fui solo…” 
 
Construcciones simbólicas y emocionales que 
se reconocen en el sujeto 
 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
16 
El hecho de enfrentarse a un diagnóstico de 
síndrome de Asperger genera en el sujeto una 
variedad de construcciones simbólicas y 
emocionales que se han venido reestructurando 
mediante las experiencias vividas; siendo un 
proceso donde su realidad en torno a este 
síndrome genera un cambio de perspectivas al 
posicionarse como sujeto frente al diagnóstico. 
Por ello, se percibe que en cuanto a sus 
interacciones sociales, se encuentran atravesadas 
por sentimientos de inseguridad y miedo al 
momento de relacionarse con sus pares, ya que, 
a partir de las experiencias vividas en la etapa 
escolar, donde constantemente se encontraba 
agredido tanto física como emocionalmente. Es 
así como el joven tiende a esperar una reacción 
aversiva por parte de los demás, “hay veces que 
no encuentro mi lugar ahí; siento que esas 
personas se desagradan por estar conmigo…”. 
Es aquí donde se evidencia una fuerte 
significación en torno a la diferencia establecida 
socialmente, donde las personas que no han sido 
diagnosticadas sienten un valor de superioridad 
frente a los demás, llegando a generarles 
momentos de angustia y un desequilibrio 
emocional en cuanto a su constitución como 
sujeto, “pues es que la gente piensa que por ser 
diferente; uno puede jugar con la enfermedad de 
los otros, cuando eso es totalmente inhumano, 
por decirlo así…”. Sin embargo, se encuentra 
que es a partir de estas mismas situaciones, que 
este joven llega a fortalecer tu identidad, 
generando un cambio de perspectivas para sí 
mismo, donde su diagnóstico no es un limitante 
en su vida sino una condición que le permite 
actuar y vivenciar las cosas de manera única. “el 
Asperger la verdad no lo considero un 
problema, sino como una condición…” 
Teniendo en cuenta este aspecto de 
normalidad y los simbolismos desarrollados, se 
aprecia que se reestructuraron en el sujeto los 
sentidos subjetivos frente a su síndrome a partir 
de estas experiencias, pues toma una postura 
donde expresa una ardua necesidad por 
proyectar a las demás personas su posición en el 
mundo como un sujeto diagnosticado, y que por 
ello no debe ser vulnerado por ninguna razón, 
además respetando su integridad como sujeto, 
“sensibilizar a la gente, hacerla entrar en razón, 
por el hecho de que, por tener eso no somos más 
o menos que nadie, simplemente somos 
humanos, y perfectos como todos…”. Siendo 
aquí, un punto de partida para posicionar los 
simbolismos construidos en torno al Asperger 
ante la concepción de normalidad tan arraigada 
que se tiene socialmente, pues de esta forma se 
percibe como el joven en su diario vivir se 
muestra y se hace conocer ante los demás como 
un sujeto íntegro, y no como alguien limitado 
por su diagnóstico. 
Sentidos subjetivos compartidos 
Los sentidos subjetivos compartidos van en 
conjunto entonces con la subjetividad individual, 
puesto que la construcción de estos sentidos está 
atravesada por el plano individual y social. De 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
17 
esta manera se encuentra que es de vital 
importancia el aspecto social, ya que logra hacer 
un anclaje a los esquemas cognitivos que se 
tienen en el momento para así dar paso a una 
transformación 
Se evidencia que el establecimiento de 
vínculos sociales es una experiencia 
enriquecedora “me han entendido de la mejor 
manera a pesar de mi personalidad, de los 
problemas que sufro, de lo que me ha tocado 
enfrentar durante toda mi vida”, pues emergen 
sentimientos significativos y que dan valor a la 
vida, dando como resultado aprendizajes y 
teniendo experiencias de complicidad en lo que 
se refiere a una amistad de varios años. Además 
cabe mencionar que la relación amorosa 
evidenciada por el sujeto demuestra un alto nivel 
de satisfacción respecto al vínculo afectivo “me 
llena de placer, felicidad, porque primero que 
todo es una persona especial, he sentido que ella 
es muy bonita, cariñosa, afectiva, amorosa” 
El sujeto infiere el reconocimiento del 
error debido a las experiencias que ha tenido a lo 
largo de su vida, las cuales le han permitido 
aceptar y encontrar en su comportamiento 
algunas inconsistencias que debe mejorar para 
así tener un trato más humano en su entorno; 
además en lo que se refiere a reconocer los 
errores de los otros, busca generar espacios de 
reconciliación. 
Se reconoce una mirada reflexiva por 
parte del sujeto dentro de un entorno social, 
diferenciando los aspectos que se tienen y los 
que no: “comprender cosas de mi 
comportamiento, a relacionar mi caso con otros, 
y más que nada entender mi comportamiento, 
eran las características que yo veía en ellos 
que se parecían a las mías”, es así como se dio 
el paso a la comprensión de su síndrome y a 
responder los porqué de algunos 
comportamientos. Cabe resaltar que reconocer 
este aspecto permite a nivel personal entenderse 
y aceptarse a sí mismo, y así llevar a un plano 
social la lectura que hace de su condición “Yo 
creo que la persona debería saberlo, para 
identificar el problema y buscar 
posibles soluciones”. 
Unido a ello, al empezar un proceso de 
aceptación, también se encuentran aspectos 
relacionados al síndrome, que requieren una 
identificación para abordarlos en detalle con 
ayuda profesional; y, seguido a ello, esclarecer 
nuevas posibilidades que favorezcan el 
establecimiento de vínculos sociales, los cuales 
son una herramienta fundamental y 
enriquecedora en la vida del ser humano. 
 
Significados que se establecen en una realidad 
social 
Los sentidos subjetivos son construcciones que 
se desarrollan dentro de una realidad social y 
mediante las interacciones de diferentes 
contextos: como la familia y entorno 
universitario; siendo estos, unos mediadores para 
que él se permita resignificar los 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
18 
acontecimientos vividos y, pueda desarrollar y 
reestructurar sentidos construidos a lo largo de 
su vida. 
Por ello, el primer espacio de interacción 
del sujeto como lo es la familia, tiene gran 
relevancia en la construcción subjetiva de este, 
ya que le proporciona herramientas para 
enfrentarse posteriormente a un entorno social. 
Se encuentra en el espacio familiar, un apoyo 
constante por parte de su madre, por el hecho de 
profundizar en los conocimientos acerca del 
síndrome y desarrollar en su hijo habilidades que 
se encontraban ocultas, como lo es el avanzado 
aprendizaje de los idiomas “ella ha sido el 
principal apoyo que he tenido… más que nada 
mi mamá porque ella se metió en ese cuento, se 
metió a estudiar en qué consistía eso…”. Del 
mismo modo, se encuentra reflejado este apoyo, 
en el acompañamiento que hace la madre en el 
proceso de aceptación y reconocimiento del 
síndrome, produciendo en él un sentido de 
seguridad y proyección a lo que puede llegar a 
construir a partir de sus habilidades y 
conocimientos. 
En cuanto a la realidad que se vivenciaen el entorno social, se percibe un apoyo por 
parte de cuidadores, profesionales y amigos que 
le han permitido desarrollarse plenamente como 
sujeto, de manera independiente a su diagnóstico 
“con la ayuda de mis compañeros, mis 
profesores, mis directores pues fui superando 
ese problema, convirtiéndome pues, 
transformándome en la persona que soy, hoy en 
día…”. Además, se evidencia que ese apoyo lo 
impulsó a afianzar sus sentidos subjetivos desde 
la concepción de sí mismo, al encontrar un 
equilibrio emocional en los entornos en que 
actualmente interactúa, para proyectarse y 
otorgarse un valor como persona “yo creo que el 
apoyo que recibí ahí… me trataron de 
reconstruir como persona…” 
Del mismo modo desde esta perspectiva 
social, al ingresar el joven en el contexto 
universitario encontró un espacio donde podría 
expresarse y hacerse entender por las demás 
personas, siendo este espacio que le ayudó a 
desarrollar estrategias como el juego, con los 
cuales pudiera integrarse socialmente con sus 
compañeros de clase y hacerles saber cómo él 
vivencia su realidad desde la diversión “…allá 
en la universidad, como a ese grupo les encanta 
joder, pues hasta yo me uno a la joda… claro 
porque es una forma de divertirse… de 
divertirse a costas de uno”. Además esta 
estrategia del juego, le ha permitido aprender a 
expresar sus sentimientos a los demás, como lo 
son los abrazos “detestaba los abrazos, por eso 
me distanciaba de todos, pero mi mamá 
mediante juegos y todo, me hizo aceptarlos, y 
ahora me he vuelto una persona muy 
cariñosa…”. 
Por consiguiente, se deben destacar que 
estas producciones simbólicas se han 
desarrollado en el sujeto en relación con su país 
de origen (Ecuador) donde el estigma a tener 
capacidades distintas se encuentra más 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
19 
enmarcado, que en su contexto actual 
(Colombia) “…entre el ambiente Ecuatoriano y 
el ambiente Colombiano hay muchas 
diferencias”; por ende, su desarrollo subjetivo 
ha estado mediado por diferentes culturas que le 
han proporcionado una motivación por mostrar 
aquella realidad que vive, siendo un sujeto 
diagnosticado con síndrome de Asperger. 
Discusión 
El ser humano se encuentra inmerso en una 
realidad compleja, que lo lleva a construir su 
personalidad de acuerdo a una mirada crítica y 
reflexiva, guiada a identificar y analizar las 
situaciones que se le presentan, para así hacerlas 
propias y establecerlas como parte de su historia 
de vida. Es así, como cada sujeto 
constantemente en medio de sus actividades 
diarias, va hilando un sinfín de experiencias que 
se constituyen dentro del plano individual y 
social, los cuales van generando un significado 
que es atravesado por lo emocional y los 
esquemas simbólicos presentes en una realidad. 
 
Cabe preguntarse entonces, ¿cómo 
vemos a los demás? ¿Cuál es el significado que 
les atribuimos? ¿Desde dónde partimos para dar 
una percepción de lo que es el otro?; pensando 
en ello, resulta evidente encontrarnos con una 
situación donde la primera impresión radica en 
observar cómo se comporta y qué dice de sí 
mismo, para dar alguna percepción; afirmamos 
entonces que no basta solamente darle un 
significado o una anotación partiendo desde lo 
meramente visible, sino que se trata de ir más al 
fondo, de ser audaz e identificar aspectos que 
hacen de esa vida, un ser particular y único. Una 
particularidad ligada a una forma de expresión, 
que encierra perfectamente una manera de ser y 
de mostrarse al mundo, por medio de acciones 
contempladas en el marco de una realidad social. 
 
A continuación, con base en los 
objetivos planteados en este estudio se dará a 
conocer el proceso por el cual emergen los 
sentidos subjetivos que día a día se van 
reconfigurando en un joven con síndrome de 
Asperger, para constituir un tipo de personalidad 
y una acción humana especifica; sentidos 
subjetivos que el joven ha construido a lo largo 
de su vida, siendo estos atravesados y 
transformados por acontecimientos que lo han 
impulsado a reconstruir su sentido de vida. 
 
El tiempo une sentidos: los sentidos 
transforman vidas 
Establecer y contar una historia de vida 
fuera de los sesgos sociales que se 
construyen en el devenir, es un poco 
ilusorio, puesto que la sociedad está anclada 
a modelos excluyentes, a esquemas 
cognitivos poseedores de razones sin razón 
que guían la conducta humana, provocando 
significados erróneos generadores de 
desesperanza frente a la vida. Pero, a pesar 
de que el ser humano sea ajeno a estas 
cuestiones, están presentes las voces de los 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
20 
sujetos que comparten una experiencia, que 
se desarrolla por medio de una producción 
emocional y simbólica, enunciada en la 
individualidad y en el plano social, que se 
redefine con el tiempo, y a través de él 
(González Rey, 2007). 
 
Se hace evidente entonces, la influencia 
de los sistemas educativos en el desarrollo de 
una de las etapas más importantes del ciclo vital: 
la infancia, en la cual se constituye gran parte de 
lo que se es en la etapa de la adultez; por ello se 
abre paso a pensar en el rol que cumplen estas 
instituciones, preguntándonos una vez más sobre 
los programas educativos que se encuentran 
presentes, para suplir con las necesidades de la 
población, pensándose en ‘una educación para 
todos’, y a esto responde Skliar (2008) “no 
existen …proyectos de seguimiento, de 
acompañamiento de los proyectos de inclusión 
de las personas con discapacidad en el sistema 
educativo. O, dicho de otro modo, de un modo 
quizás más saludable, no existe una compañía de 
la vida escolar para esta población” (p.5), es de 
aclarar que no asumimos una postura ligada al 
término de discapacidad, sino que nos apoyamos 
en las actuales definiciones, como lo es 
población diversa, la cual se usa escuetamente 
en los discursos contemporáneos, 
comprometidos con el tema de reinserción de 
esta población. 
 
Volviendo a retomar en lo que está 
queriendo obtener la educación, al incluir en sus 
currículos aquellas necesidades diversas, nos 
encontramos con una necesidad aun mayor, y es 
el escaso apoyo psicológico que aún permanece 
presente, no desde la terapia individual, sino 
contando con una necesidad de terapia grupal, la 
cual facilite las relaciones que se establecen 
entre docente-alumno y alumno-alumno, 
posibilitando una comprensión que dé paso al 
apoyo colaborativo, sin intención de anular la 
construcción particular que hace el sujeto, de 
acuerdo a su dinámica de aprendizaje; como la 
discusión propuesta por Skliar (2008) afirmando 
que no se refiere la entrada a la educación como 
un hecho que genere inclusión, para luego 
establecer los parámetros y estrategias 
necesarias, pensándose en la buena convivencia 
institucional y su progreso, sino partiendo de una 
idea de redefinir el apoyo académico requerido, 
y a su vez un apoyo a nivel psicológico, que de 
paso a la creación de posturas arbitrarias, no 
generando revuelo, sino que se establezca un 
escape metafórico, orientado a sentirse de otro 
modo el saber enunciado por el interlocutor. 
 
Es así como se entiende y se da una 
mirada distinta al síndrome de Asperger, 
dándole el mismo significado que le ha dado el 
joven: un estilo de vida; además se hace 
presente, una historia más de bullying sin justa 
causa, pero que entrevé sentidos subjetivos que 
se configuran con el tiempo, y van 
transformándose los sentimientos de miedo, 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
21 
dolor, ausencia de apoyo, enojo, etc., en 
complementos que llevan a pensar y a luchar por 
una autosuperación de dificultades presentes en 
la cotidianidad, a establecer una independencia 
ligada a un sentir propio de la vida misma, a lalibertad de tomar decisiones, y a la construcción 
de un sentido de vida, el cual no es delimitado 
por una etiqueta diagnóstica, sino que es 
concretada como una ‘condición’ ‘un estilo de 
vida’, que es generador de sueños y esperanzas 
para: sí mismo y los demás. 
 
En este sentido, González Rey (2000) 
presenta con mayor claridad, el papel que tiene 
la emoción en el desarrollo de los sentidos 
subjetivos: 
En el nivel subjetivo, esas nuevas necesidades se 
organizan a través de emociones ya existentes, 
las que tienen procedencias diferentes, y que, en 
su diversidad, y por su fragmentación, se 
integran en la definición de nuevos estados 
cualitativos del organismo, que aparecen como 
nuevas necesidades (p.11) 
Vemos entonces como surge un nuevo 
concepto clave que hace parte de la 
configuración subjetiva del sujeto: 
“necesidades”. Estas están ancladas de manera 
intrínseca en el proceso de desarrollo humano, 
siendo fundamentales para integrar y transformar 
los sentidos subjetivos, los cuales demandan una 
emoción. Ese reconocimiento de la presencia de 
necesidades y emociones en el devenir diario, 
hace del sujeto un sistema complejo, puesto que 
se evidencian relaciones indivisibles que se 
llevan a cabo en el escenario particular donde el 
sujeto está inmerso y que tienen lugar en el 
desarrollo de la personalidad. 
Por tal razón, la vida del joven se vio 
expuesta a innumerables acontecimientos, que si 
bien son dolorosos, se rescata que ellos hicieron 
parte de las construcciones que logró establecer a 
lo largo del tiempo. Por ello, el tiempo ha 
transformado una vida, que ha tenido sus pro y 
contra, pero que evidentemente, se ha constituido 
como una esperanza a nivel personal; y que 
también se refleja hacia la sociedad. 
 
Un proceso simbólico y emocional donde 
emergen: los sentidos subjetivos 
Dejando a un lado los diagnósticos médicos 
y los conocimientos adquiridos desde una 
perspectiva científica, los pensamientos que 
tiene cada persona frente a un hecho 
determinado vienen mediados por las 
experiencias que éste ha tenido; puesto que, se 
puede no tener un conocimiento teórico y sin 
embargo hacer una significación sobre lo que 
ocurre en su contexto, a partir de emociones 
que permiten tener una perspectiva de su propia 
realidad, ya que como es dicho por González 
Rey (2008) en sus diferentes estudios, los 
sentidos subjetivos que toda persona realiza 
frente a sus vivencias, se dan mediante las 
interacciones con otras personas. A partir de 
esto, se puede decir que a través de estas 
relaciones, las realidades de unos y otros se 
comparten para generar una reestructuración de 
la realidad individual, como un circuito que se 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
22 
genera de manera constante a medida que 
vivimos. Por ende, estos simbolismos y 
emociones que se van desarrollando González 
Rey (2011) las denomina sentidos subjetivos, 
como ya se vio en el apartado anterior. 
 
Teniendo presente estos argumentos 
expuestos, se identifica en el relato del joven con 
síndrome de Asperger, una variedad de 
construcciones simbólicas y emocionales que se 
desarrollan alrededor de su síndrome, a través de 
sus experiencias de vida; ya que, estas 
construcciones como es dicho por González Rey 
(2008) se van generando de manera constante en 
el sujeto, en un inicio desde su contexto familiar 
y posteriormente mediante sus interacciones 
sociales. Por ello, son construcciones tanto 
individuales como sociales, pues se desarrollan 
en conjunto con otras personas, pero se 
complementan con sus deseos y emociones 
propios. 
 
En medio de las construcciones 
generadas por el joven, se percibe en él una falta 
de reconocimiento en sus contextos de 
interacción con sus pares y personas externas, ya 
que, a través de las experiencias vividas en 
relación con su síndrome, se genera en él un 
sentimiento de vulnerabilidad ante la 
interacción con personas que no presentan 
un diagnóstico, teniendo así, como 
predisposición el actuar de manera defensiva 
ante cualquier circunstancia para proteger su 
integridad como persona; es por ello, que en este 
aspecto como se acabó de percibir en una 
situación vivida por él en cuanto a las 
interacciones, se desarrolla un sentido de 
inseguridad frente a las relaciones que se 
establecen, siendo este un sentido subjetivo que 
se ha desarrollado en el sujeto de manera social, 
o sea en conjunto con otras personas; como es 
dicho por González Rey (2008) los sentidos se 
comparten unos con otros, para ir 
reestructurando los sentidos individuales y 
generar otros nuevos. De este modo, el joven lo 
simboliza como una cicatriz que permanece en 
él, ya que las emociones de miedo y temor que 
lo atraviesan aún se encuentran arraigados a 
la realidad que vive en relación 
con su diagnóstico. 
 
De esta forma, los simbolismos que el 
sujeto realiza se encuentran ligados 
estrechamente con las experiencias previas, que 
ha venido construyendo como una cadena de 
sentidos, que dan cuenta de la realidad en que 
vive actualmente. Por ende, se puede determinar 
que las significaciones realizadas son como un 
constructo de conocimientos y entendimientos, 
desarrollados en conjunto con los sentidos 
subjetivos que comparte con los demás 
(González Rey, 2008), permitiéndole desarrollar 
en sí mismo un margen de referencia 
para permitirse ver y entender desde otra 
perspectiva su forma de actuar en contextos 
determinados, enunciando el vivir con este 
diagnóstico como un estilo de vida, revelándose 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
23 
así una identificación y título personal frente a 
su experiencia. 
 
Del mismo modo se encuentra que, la 
construcción subjetiva que realiza este joven se 
identifica como una organización de los 
simbolismos y emociones que se procesan a 
través de sus experiencias en los diferentes 
contextos, como una “configuración 
subjetiva” propuesta por González Rey & Díaz 
(2005), entendida como una organización de 
sentidos subjetivos que definen los simbolismos 
y emociones que se producen de manera 
constante ante un hecho, y del mismo modo se 
interrelacionan a las experiencias vividas dentro 
de los propios contextos simbólicos de la 
cultura. Siendo estas configuraciones las que le 
permiten al sujeto tener una representación de lo 
que para él significa su síndrome como un 
“estilo de vida”, y además le posibilita compartir 
esta representación con los otros en medio de sus 
interacciones y constituirse plenamente como 
sujeto; percibiéndose que a partir de estas 
organizaciones logra tener un entendimiento 
de las dificultades que se le presentan y 
sus formas de interactuar, pues de cierta forma 
además de ser una persona con capacidades 
diferentes, se encuentra mediado por 
características que lo competen como un sujeto 
diagnosticado. 
 
En relación a estas configuraciones 
subjetivas, las construcciones que se desarrollan 
en el joven tienen un fuerte arraigo con la 
concepción de diferencia en nuestra sociedad, 
donde se le otorga un valor negativo a las 
personas que no cuentan con unas características 
determinadas socialmente; por ello, como dice 
Skliar (2005), son vigilados cada uno de los 
desvíos de la conducta de este sujeto, para 
posteriormente patologizarlo por su diferencia. 
Por esta razón, un diagnóstico como lo es el 
síndrome de Asperger, socialmente se ve 
influenciado por un valor que el mismo entorno 
le da, generándose un choque en el joven entre 
su construcción como sujeto y lo que 
socialmente está determinado. 
 
Es así como se trae a colación que a 
través de su diagnóstico él se ha 
visto envuelto en una variedad de 
situaciones, donde su integridad como 
persona ha sido agredida tanto física como 
emocionalmente, a través de lo que socialmentese percibe del síndrome; pero, se rescata que es a 
través de esas mismas experiencias y los 
sentidos construidos, que se ha establecido una 
forma de vida; configurándose la subjetividad 
del joven en medio de nuevas oportunidades 
personales, que él mismo ha capturado de las 
experiencias vividas, donde el valor dado 
al diagnóstico de síndrome de Asperger 
no está mediado por la vulnerabilidad que 
enuncia, sino por la mirada que se le da; como es 
dicho por Skliar (2005) “el problema no está en 
qué son las diferencias, sino en cómo 
inventamos y reinventamos, cotidianamente, a 
los ‘diferentes?’ ” (p. 16) 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
24 
 
Entonces, los sentidos subjetivos 
construidos por el joven son construcciones que 
se han venido desarrollando de manera 
constante, determinados por el contexto que lo 
rodea, los simbolismos presentes en experiencias 
anteriores y actuales, y las emociones que los 
atraviesan; es así como se van hilando estas 
construcciones para desarrollar un sentido 
próximo a la realidad actual. Por ello, el 
diagnóstico de síndrome de Asperger se denota 
como la realidad actual en la que vive el joven, 
pues es a partir de este que crea en sí mismo 
simbolismos sobre cómo actuar en el mundo. 
 
Producciones subjetivas presentes en la 
dinámica social 
Presente en el sujeto la subjetividad individual, 
también, está la subjetividad social la cual se 
vuelve determinante para el desarrollo de la 
personalidad, y a la construcción de sentidos 
subjetivos que emergen en una dinámica social. 
 
Durante la transición del ciclo vital se 
logran establecer aspectos importantes que 
tienen influencia en la estructuración subjetiva 
del ser humano, puesto que son estos los que dan 
entrada al conocimiento del mundo, a esclarecer 
aquello simbólico que no es enunciado pero que 
si es percibido en una realidad sujeta a 
transformaciones constantes. Por tal razón, 
resaltamos la dinámica social, una dinámica 
disuelta entre patrones de comportamientos, 
pensamientos, lenguaje verbal y no verbal, entre 
otros, que llevan a generar una representación 
particular, es decir, un significado que está 
atravesado por una producción subjetiva, la cual 
permanece y se da en un medio social. 
 
Así lo afirma González Rey (2008) 
diciendo que los sentidos subjetivos se 
desarrollan “en la experiencia de vida de las 
personas, pero no como operaciones que se 
interiorizan, sino como producciones que 
resultan de la confrontación e interrelación entre 
las configuraciones subjetivas de los sujetos 
individuales implicados en un campo de 
actividad social” (p.234), esto entonces nos da 
entrada a pensar el valor que tiene para el ser 
humano tener una vida social, puesto que aporta 
en gran medida a su desarrollo individual. Cabe 
preguntarse, sobre una de las características 
presentes en las personas con síndrome de 
Asperger, siendo la inhabilidad social, ¿qué pasa 
con ellos? ¿Logran enfrentarse a un círculo 
social? Sí. Es evidente que hay siempre una 
duda frente a las personas diagnosticadas, 
referente al hecho de poder hacer y de poder ser, 
puesto que limitamos su vida uniéndola a esa 
etiqueta, la cual demanda conductas particulares, 
pero ¿y el apoyo psicológico, social y familiar 
qué están haciendo para cambiar esta premisa 
errónea? 
 
El joven participante de este estudio, nos 
enseñó a darle una mirada diferente a la vida, a 
reconocer que hay cosas que no son como 
parecen y que no hay límites para aquello que se 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
25 
quiere; si la sociedad cambiara de parecer frente 
a estos ‘problemas’ como los cataloga, ya no 
serían problema, sino personas en condiciones 
particulares, estableciendo un curso de vida en 
conjunto con la sociedad. 
 
Una realidad social, generadora de 
significados 
Como se apreció en el apartado anterior, los 
sentidos subjetivos son construcciones 
que tienen como marco de referencia el contexto 
histórico-cultural en el que se ha desarrollado el 
sujeto como el colegio, la familia, y actualmente 
en su contexto universitario, al mismo modo que 
con las personas con las que se relaciona, ya que 
a través de estas interacciones cada persona 
construye y reconstruye sus sentidos subjetivos 
individuales; sin embargo como es dicho por 
González Rey (2008) los sentidos subjetivos no 
se dan de manera cronológica pues están 
mediados también por las experiencias que ha 
tenido el propio sujeto. Por ello, mediante la 
construcción de un sentido subjetivo al 
interactuar con otra persona o al desarrollarse en 
un espacio en particular, abre paso a la creación 
de otro sentido subjetivo próximo, dándose de 
manera inmediata, pues, esta construcción se da 
de manera constante en nuestro diario vivir. 
 
Teniendo en cuenta estos planteamientos 
acerca de la construcción de sentidos subjetivos, 
el primer escenario donde se desarrollan estos es 
en el contexto familiar, pues como es dicho por 
González Rey (2008), es a partir de estas 
primeras interacciones que el sujeto se prepara 
para la relación en otros contextos. 
Percibiéndose en el joven diagnosticado una 
consolidación de sentidos subjetivos en torno al 
apoyo recibido por parte de sus padres y 
cuidadores, haciéndole sentir una seguridad en sí 
mismo acerca de sus capacidades y distinciones 
frente a los demás, donde el hecho de ser sujeto 
le da un lugar en el mundo independientemente 
de su síndrome; estos mecanismos de apoyo le 
han proporcionado estrategias para enfrentar una 
realidad próxima por fuera de su núcleo familiar, 
permitiéndose afianzar y fortalecer 
constantemente su identidad y poder compartir a 
los demás sus pensamientos y sentires 
individuales en un contexto superior como lo es 
el universitario, para generar un cambio de 
perspectivas acerca del síndrome de Asperger y 
llegar a entender su propia realidad. 
 
Como lo afirman Berger 
y Luckmann (2003) la construcción de la 
identidad es un aspecto fundamental para el 
desarrollo subjetivo de la persona, ya que 
se construye y modifica constante- 
mente mediante la relación con el contexto y las 
relaciones sociales que se tienen; 
pues, las identidades colectivas formadas en los 
entornos familiares o sociales, previamente han 
sido construidas por identidades individuales 
que le da un sentido a la forma de actuar y 
relacionarse del propio sujeto. Por ello, se 
determina que tras un diagnóstico de síndrome 
de Asperger, el propio sujeto en sus diferentes 
El síndrome de Asperger: una mirada desde sí mismo 2015 
 
 
26 
entornos de interacción recrea sentidos 
subjetivos desarrollados a partir de sus 
experiencias previas que le permiten construir 
una identidad en relación con su síndrome, pues 
es este su pilar para darle un curso y sentido a su 
vida. 
Cabe resaltar, que se percibió que los 
sentidos subjetivos del sujeto, así como la 
estructuración de su identidad, 
se vieron mediadas por el apoyo 
emocional que encontró en su madre desde una 
edad muy temprana, pues fue ésta quien le 
permitió posicionarse frente a su síndrome y 
llegar a desarrollar una perspectiva distinta en 
donde el síndrome no obstaculiza ni le impide 
desarrollarse como persona, sino que es un estilo 
de vida desde donde él se identifica y se 
construye íntegramente; además del entorno 
universitario, que le permitió abrirse a los 
demás, y poder mostrar desde otra mirada lo que 
realmente significa el síndrome de Asperger, a 
partir de sus experiencias 
y construcciones simbólicas que ha venido 
estructurando. 
 
Por ello, estos sentidos subjetivos que el 
sujeto desarrolla en cuanto a su identidad y el 
apoyo recibido en los diferentes contextos, son 
la forma en que vive subjetivamente sus 
experiencias, ya que las configuraciones 
subjetivas como

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