Logo Studenta
¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
 
 
MÓDULO 2: TRANSVERSALIDAD Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN EL 
DEPORTE PARA EL DESARROLLO 
 
 
Introducción 
 
En el primer módulo se ha estudiado en profundidad los conceptos básicos del deporte 
para el desarrollo. El uso del deporte para el desarrollo social está no sólo basado en las 
inherentes características del deporte, sino en el refuerzo otorgado por los gobiernos a 
través de políticas nacionales e internacionales que garantizan el acceso al juego y 
deporte para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. 
 
Para que un programa de deporte para el desarrollo pueda conseguir sus objetivos son 
necesarios ciertos enfoques transversales que garanticen un acceso seguro a todos sus 
participantes. En primer lugar, el uso de la actividad física y el deporte en los programas 
sociodeportivos para niños y niñas viene ratificado por los derechos de la infancia, que 
están plenamente estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño. Elaborada 
durante 10 años con las aportaciones de representantes de diversas sociedades, culturas 
y religiones, la Convención fue aprobada como tratado internacional de derechos 
humanos el 20 de noviembre de 1989, y continúa aún vigente. 
 
En segundo lugar, otro enfoque transversal indispensable para la buena ejecución de un 
programa sociodeportivo consiste en contemplar el acceso seguro a la actividad física y 
la protección del menor. Así, en la primera década del 2000, diversos países por todo el 
mundo empezaron a establecer marcos legales que protegieran la participación infantil en 
el deporte. Como consecuencia, un grupo de organizaciones que participaron en el 
Beyond Sport Summit de Londres en 2012 desarrollaron un borrador con un conjunto de 
normas (llamadas garantías o Salvaguardias). Estas han sido desarrolladas 
posteriormente durante una extensa fase de prueba dando lugar a la versión final de las 
Salvaguardias, que fue publicada en el Beyond Sport Summit en octubre de 2014. Estas 
normas sientan las bases para garantizar la seguridad y la protección de los menores con 
un enfoque integral y en todos los contextos deportivos a nivel internacional. 
 
En tercer lugar, en la realización de programas sociodeportivos se debe garantizar el 
acceso en igualdad de condiciones a las niñas, que se encuentran frecuentemente en 
situación de vulnerabilidad en ciertos países y sectores sociales desfavorecidos. De esta 
forma, no sólo se podrá trabajar en el desarrollo individual y comunitario de las niñas, sino 
que también se podrán abordar temas educativos con respecto a la igualdad de género lo 
que ayudará a reducir niveles de violencia de género, acceso de la mujer a la sociedad, y 
desarrollo de una sociedad más igualitaria. 
 
Por último, no se puede olvidar que un programa sociodeportivo no funciona como un ente 
independiente de su entorno. Un programa sociodeportivo solo tendrá éxito si involucra a 
la comunidad y a su entorno de tal forma que ésta se convierta no sólo en un espectador 
2 
 
 
más, sino también en parte protagonista en la consecución de los objetivos del programa. 
 
 
1. Políticas públicas. Derechos humanos y Derechos del niño. 
 
¿Qué es la política? 
La política se refiere en términos generales a un conjunto de medidas destinadas a 
abordar una cuestión o a lograr resultados concretos. Las Naciones Unidas afirman la 
importancia de que las políticas se "integren" y definen la política para el desarrollo 
sostenible de la siguiente manera: "Una política integrada es aquella que maximiza los 
beneficios de las tres dimensiones del desarrollo sostenible -económica, social y 
ambiental- no como una suma, sino cada una en su propio derecho". 
 
Las políticas existen en diversos contextos, desde los niveles nacional e internacional 
hasta los gobiernos locales y los clubes deportivos. En el ámbito del deporte y el 
desarrollo, el término se utiliza a menudo para referirse a las decisiones tomadas por los 
gobiernos, las organizaciones intergubernamentales y las federaciones deportivas, que 
suelen tener la influencia necesaria para afectar al sector del deporte y el desarrollo de 
manera más amplia. Sin embargo, el significado y el proceso de implementación de las 
políticas varía enormemente, según el contexto. 
 
¿Cómo se relaciona la política deportiva con la política social? 
La política social se refiere a un curso de acción que beneficia a los individuos y a la 
sociedad en general. Reconoce los derechos fundamentales de las personas en todas 
partes y a menudo se dirige a grupos vulnerables para ayudar a promover la igualdad de 
oportunidades y el bienestar social, en particular para las personas menos favorecidas. 
Los responsables de la formulación de políticas deben comprender que el acceso al 
deporte (y a la actividad física/educación física) se considera un derecho humano 
universal, consagrado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos del 
Niño (Naciones Unidas, 1959), la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte 
(UNESCO, 1978), la Convención sobre los Derechos del Niño (Naciones Unidas, 1989), 
la Carta Olímpica (Comité Olímpico Internacional, 1908) y los Convenios de Ginebra 
(1949), entre muchos otros compromisos internacionales, regionales y nacionales. A pesar 
de estos compromisos, el derecho al deporte suele denominarse "el derecho olvidado" 
(Naciones Unidas, 2005) y los encargados de formular políticas deben asegurarse de que 
no sea así. 
 
La educación física 
Además de considerar el deporte como un derecho, se presta atención a la educación 
física en las escuelas como base para desarrollar la participación en el deporte a lo largo 
de toda la vida. Según la Encuesta Mundial de Educación Física Escolar de la UNESCO, 
en la mayoría de los países existen requisitos legales para que las escuelas incluyan la 
educación física en sus planes de estudio o bien se practica de manera general. Sin 
embargo, hay enormes diferencias entre los países en cuanto a la calidad y la cantidad. 
3 
 
 
La legislación difiere entre los países, algunos estudiantes pueden no tener acceso a una 
educación física regular de calidad y el tiempo asignado a la educación física está en 
declive en algunos países. 
 
La UNESCO publicó las Directrices sobre la calidad de la educación física para los 
encargados de la formulación de políticas como instrumento para reforzar la aplicación de 
la educación física en las políticas nacionales. Además, la primera esfera de política del 
Plan de Acción de Kazán de 2017 es la elaboración de una visión global del acceso 
inclusivo para todos al deporte, la educación física y la actividad física. Proporciona 
orientación a los encargados de la formulación de políticas sobre, entre otras cosas, la 
forma de mejorar la calidad de la educación física y maximizar su potencial para actuar 
como herramienta para alcanzar los objetivos sociales. 
 
Los Derechos Humanos 
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito 
en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las 
regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la Declaración fue 
proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París en 1948, como un 
ideal común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera 
vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero. 
 
A pesar de que no hace ninguna referencia específica a la actividad física o el deporte, sí 
existen artículos en la Declaración que se ven directamente influenciados por la práctica 
física. Entre otros, el Artículo 24 habla del disfrute del tiempo libre y establece que “Toda 
persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable 
de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.”. A su vez, el Artículo 25.1 
habla del derechoa un nivel de vida que asegure la salud, estableciendo que “Toda 
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, 
la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia 
médica y los servicios sociales necesarios; (…)” 
 
Los Derechos del Niño 
Como se ha comentado anteriormente, los derechos fundamentales del niño vienen 
establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989. La Convención, a lo 
largo de sus 54 artículos, reconoce que los niños (seres humanos menores de 18 años) 
son individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, y con derecho a 
expresar libremente sus opiniones. 
 
La Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 31 especifica lo siguiente: 
31.1. Los Estados Parte reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, 
al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en 
la vida cultural y en las artes. 
31.2. Los Estados Parte respetarán y promoverán el derecho del niño a participar 
plenamente en la vida cultural activa, inculcarle el respeto de los derechos humanos 
4 
 
 
elementales y desarrollar su respeto por los valores culturales y nacionales propios y 
de civilizaciones distintas a la suya. 
 
El derecho al deporte, juego y recreación constituye un estímulo para el desarrollo afectivo, 
físico, intelectual y social de la niñez y la adolescencia, además de ser un factor de 
equilibrio y autorrealización. 
 
El Estado debe tomar en cuenta que el juego, la recreación y el deporte, además de ser 
un derecho, son maneras eficaces de acercarse a los menores de edad marginados, 
discriminados, huérfanos, a los que tienen limitaciones mentales o físicas, a los que viven 
o trabajan en la calle, a los que son víctimas de explotación sexual. 
 
Los derechos del niño en el deporte se pueden resumir así: 
1. El derecho a practicar deportes sin ninguna diferenciación (sexo, raza, condición, 
etc.). 
2. El derecho a divertirse y a jugar como un niño. 
3. El derecho a disfrutar de un ambiente sano. 
4. El derecho a recibir un trato digno. 
5. El derecho a recibir un entrenamiento y a estar rodeados por personas 
competentes. 
6. El derecho a que los entrenamientos se adapten a los ritmos individuales. 
7. El derecho a competir con jóvenes que tengan las mismas probabilidades de éxito. 
8. El derecho a participar en competiciones adaptadas. 
9. El derecho a practicar su deporte en condiciones de total seguridad. 
10. El derecho a disponer de tiempo de descanso. 
11. El derecho a no ser campeón, también el derecho a serlo. 
 
No hay que olvidar que los niños y niñas no suelen tener un conocimiento directo de estos 
derechos y de la Convención de los Derechos del Niño. Por tanto, es labor del agente 
deportivo a cargo del programa sociodeportivo no solo garantizar que los niños y niñas 
puedan ejercer sus derechos durante la práctica deportiva, sino también establecer 
sesiones y ejercicios educativos que impliquen la adquisición de estos conocimientos 
fundamentales para el desarrollo individual de los más pequeños. 
 
2. Salvaguardias Internacionales para Menores en el Deporte 
 
Cada día millones de personas participan en el deporte, como entrenadores, atletas, 
voluntarios, árbitros y organizadores. Para la mayoría, esta es una experiencia positiva 
que desarrolla las redes sociales, la confianza, las habilidades y el conocimiento. Para 
otros, la experiencia es negativa. 
 
La protección de los niños en el deporte ha recibido muy poca atención por parte de 
muchos clubes, organizaciones, organismos de financiación y gobiernos durante un 
tiempo considerable. Las reacciones más comunes son que no ocurre, que es 
5 
 
 
responsabilidad de otra persona o que es un incidente aislado. Estas tres actitudes se 
clasifican a menudo como: 
 
 Negación. 
 Culpa. 
 Minimización. 
Estas respuestas típicas dejan a los niños, los entrenadores, los clubes, los organismos 
deportivos, los organismos de financiación y los gobiernos aislados, vulnerables y, a largo 
plazo, gravemente afectados. La protección de los niños tiene un componente tanto 
preventivo como reactivo; asegurar que se apliquen políticas, prácticas y procedimientos 
eficaces para limitar los daños que se produzcan, así como disponer de medidas para 
informar, investigar y hacer frente a las sospechas e incidentes. 
 
En 2012, el UNICEF tomó la iniciativa en un debate permanente con más de 30 líderes y 
pensadores sobre el tema de la protección de la infancia. Como resultado, se introdujo un 
conjunto de normas internacionales para salvaguardar a los niños en el deporte y se formó 
un grupo de trabajo. La versión final de las Salvaguardias fue publicada en el Beyond 
Sport Summit en 2014. Estas normas sientan las bases para garantizar la seguridad y la 
protección de los menores con un enfoque integral y en todos los contextos deportivos a 
nivel internacional. 
 
Definiciones (UNICEF, 2012) 
 Salvaguardias: Las acciones que acometemos para asegurar que todos los niños 
estén a salvo de ser dañados mientras realizan actividades deportivas en clubs o 
en otras instituciones deportivas. 
 Protección del menor: Un conjunto de actividades necesarias orientadas a 
proteger a menores específicamente en riesgo de sufrir daño o que ya lo estén 
sufriendo. 
 Abuso: Actos de comisión u omisión que llevan a que un menor sufra daño. 
 Daño: El impacto negativo o las consecuencias que sufre un menor objeto de esos 
actos. 
 Violencia: Todas las formas de violencia mental o física, lesiones o abuso, 
negligencia o tratamiento negligente, maltrato o explotación, incluyendo abuso 
sexual (Artículo 19 de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones 
Unidas). 
 
Las Salvaguardias tienen como objetivo: 
 Ayudar a crear entornos deportivos seguros para el desarrollo de los menores, 
sea donde sea que participan o sea cual sea su nivel deportivo. 
 Proporcionar un punto de referencia para ayudar a organizaciones deportivas y 
entidades financieras a tomar decisiones informadas. 
 Promover buenas prácticas y luchar contra prácticas perjudiciales para el menor. 
6 
 
 
 Proporcionar claridad a cerca de la protección del menor a todas las personas 
involucradas en el deporte. 
 
Salvaguardias Internacionales (UNICEF, 2012) 
Las Salvaguardias tienen como objetivo definir las normas que deben ser establecidas en 
cualquier organización que proporcione actividades deportivas a niños y jóvenes. Las 
Salvaguardias deben ser consideradas guías que faciliten a las organizaciones el camino 
hacia la protección del menor y no un fin en sí mismas. Las Salvaguardias reflejan 
declaraciones internacionales, la Declaración de los Derechos de los Niños de Naciones 
Unidas, legislaciones relevantes, orientaciones gubernamentales, estándares ya 
existentes de protección y salvaguardia del menor y buenas prácticas. 
 
Salvaguardia 1: Desarrollo de una normativa propia 
Cualquier organización que proporcione o tenga responsabilidad en la organización de 
actividades deportivas para niños y jóvenes menores de 18 años debe tener una normativa 
de protección del menor. Se trata de una declaración de intenciones que demuestra el 
compromiso que tiene la organización deportiva en la protección de los menores para 
evitar que sufran cualquier tipo de daño. Proporciona un marco sobre el cual se desarrollan 
los procedimientos concretos. 
 
Una norma de protección del menor deja claro a todo el mundo lo que es necesario en 
relación a la protección del menor. Ayuda a crear un entorno sano y positivo para los niños 
y muestra que la organización cumple con su obligación de manera seria y responsable. 
Además, tiene en cuenta los factores específicos que pueden hacer que algunos niños 
sean más vulnerables. 
 
Salvaguardia 2: Desarrollo de un sistemade respuesta 
Un Sistema de Respuesta con procedimientos que describen los procesos operativos 
necesarios para implantar la normativa de la organización y proporcionan una guía paso 
a paso de las acciones a realizar en diferentes circunstancias. Aclaran las 
responsabilidades de cada uno y las líneas de comunicación. Los sistemas efectivos son 
necesarios para ayudar a procesar quejas o preocupaciones y para dar apoyo a cualquier 
víctima de violencia. Es recomendable desarrollar este sistema sobre métodos ya 
existentes y entender cuál es la función de la organización respecto a las normativas 
nacionales relevantes y a la legislación. 
 
Para que la protección sea efectiva, los procedimientos deben ser creíbles para los 
menores. Los procedimientos aseguran una rápida respuesta a preocupaciones sobre la 
seguridad de los menores y su bienestar. También ayudan a cumplir y aplicar la legislación 
vigente. La violencia contra los menores es angustiosa y puede ser difícil de tratar. Las 
organizaciones tienen el deber de asesorar y apoyar a las personas que están a cargo de 
la protección del menor en la organización. 
 
7 
 
 
Salvaguardia 3: Asesoramiento y apoyo 
La organización ha realizado las acciones necesarias para proporcionar la información 
clave y el apoyo necesario a los responsables de la protección del menor. Los niños y los 
menores han sido informados sobre donde deben acudir a buscar ayuda y apoyo. 
 
Es responsabilidad de la organización asegurar que las personas responsables de la 
protección de los menores tienen la ayuda y el apoyo necesario para realizar sus tareas 
en este sentido y que saben a quién acudir en caso de duda. 
 
Salvaguardia 4: Minimizar el riesgo para el menor 
Desarrollo de medidas a evaluar para minimizar los riesgos a los que los niños están 
expuestos. 
Algunas personas que trabajan o quieren trabajar en el deporte de manera remunerada o 
voluntaria, suponen un riesgo para los menores. Los niños están también en riesgo cuando 
son confiados a lugares no apropiados o se espera que participen en actividades 
inadecuadas, incluyendo actividades que no se ajustan, por edad, a las capacidades del 
 
Salvaguardia 5: Realización de guías de conducta 
Desarrollar códigos de conducta y buenas prácticas que describan cuáles son los 
estándares aceptables de conducta y promocione las buenas prácticas actuales. El 
deporte infantil ha de ser desarrollado en ambientes seguros, positivos y motivadores. Las 
normas de conducta establecen la referencia sobre lo que es aceptable para todos y lo 
que no. 
 
Salvaguardia 6: Contrataciones, Formación y Comunicación 
Contratar a las personas adecuadas creando oportunidades para desarrollar y mantener 
el nivel de conocimientos y la comunicación relativa a la protección. Todas las personas 
que están en contacto con menores tienen la responsabilidad de protegerlos. Solo pueden 
hacerlo con confianza y con efectividad si son conscientes, tienen los suficientes 
conocimientos y la oportunidad de desarrollar, practicar e implantar una serie de guías 
clave. Las organizaciones que ofrecen actividades deportivas para menores tienen la 
responsabilidad de proporcionar a su personal y a sus voluntarios la formación y la 
oportunidad de desarrollar estas directrices. 
 
Salvaguardia 7: Colaboración con otras organizaciones 
Las organizaciones deben promover entre sus socios que se adopten e implanten las 
medidas de protección del menor. Existen organizaciones deportivas que tienen un papel 
tanto estratégico como directamente ligado a resultados en relación con menores y 
jóvenes. Cuando existe relación de asociación, pertenencia o financiación con otras 
organizaciones, la organización deberá utilizar su influencia para promover la implantación 
de las medidas de Salvaguardia. La organización deberá mostrar claramente el apoyo y 
los recursos disponibles para la adecuada implantación de las medidas de Salvaguardia. 
 
Salvaguardia 8: Monitoreo y evaluación 
8 
 
 
La organización realiza un monitoreo continuo sobre cumplimiento y eficacia de la 
implantación de las Salvaguardias con la participación de todos los grupos relevantes. Las 
organizaciones deben saber si la implantación de las normas de Salvaguardia está siendo 
efectiva y dónde son necesarias mejoras o adaptaciones, además de reconocer patrones 
de riesgo. 
 
¿Cómo aplicar de forma práctica los derechos de los niños y las salvaguardias del 
deporte en un programa sociodeportivo? 
 
¿Qué es un niño? 
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño cualquier 
persona, hasta los 18 años es un niño. Incluso si un niño vive de forma independiente, ha 
cumplido 16 años, está en el hospital, o prisión, esa persona es todavía un niño. Aunque 
esto pueda parecerle obvio, la percepción de la edad de lo que constituye la infancia varía 
mucho en diversas regiones, y no por haber logrado un avanzado grado de madurez física 
deja de ser un niño. Por supuesto, en el caso de las niñas esto también es cierto, y hechos 
como tener la menstruación, quedarse embarazada, o haber tenido sus primeras 
relaciones sexuales (esto también aplica a los niños), no implica que la niña deje de serlo 
antes de los 18 años. 
 
¿Qué es el abuso infantil? 
El abuso infantil es cualquier acción o serie de acciones que conducen a un daño, el 
potencial de hacer daño o cualquier amenaza de daño a un niño. El abuso puede tomar 
varias formas. 
El abuso incluye daño físico, emocional o psicológico o abuso o explotación sexual. 
 
A pesar de que en muchas culturas pegar a un niño por parte de sus padres, madres, 
educadores o entrenadores pueda ser aceptado, en según qué contextos o ante según 
qué actitudes de los niños, el maltrato físico, por leve que sea, nunca podrá ser aceptado. 
Si se quieren corregir actitudes, siempre existirán mejores alternativas y estrategias que 
recurrir a pegar a un niño. 
 
¿Cuál es tu responsabilidad cómo entrenador? 
Tu primer trabajo como entrenador es garantizar la seguridad de los niños a tu cargo. El 
bienestar de los niños es primordial. Tu responsabilidad recae en la creación de un 
ambiente donde los niños estén seguros, protegidos de los daños, de la discriminación y 
de cualquier tratamiento que sea degradante. 
 Debes ser capaz de reconocer el abuso infantil cuando ocurre o se te ha 
informado. 
 Debes ser capaz de reconocer los signos de abuso infantil y responder con 
procedimientos y acciones apropiados. 
 Debes observar y promover las prácticas correctas al trabajar con los niños. 
 
 
9 
 
 
Formas de abuso 
 Negligencia 
o La negligencia en el campo de juego incluye actos tales como el fallo para 
aportar al niño lo necesario para cubrir sus necesidades físicas y 
emocionales básicas, dañándolos o poniéndolos en riesgo de daño. 
o Por ejemplo, mantener al mejor jugador si está lesionado durante un partido 
para ganar, a pesar de su lesión. 
o Otra negligencia podría ser no comprobar que el terreno de juego se 
encuentra en perfectas condiciones en cuestión de seguridad (elementos 
oxidados peligrosos, terreno excesivamente resbaladizo, porterías o 
canastas no bien aseguradas, etc.). 
 Abuso emocional 
o Obligar a un niño a participar en un deporte. 
o No hablarle a un niño después de que juegue mal o en la práctica. 
o Golpear, gritar o castigar a un niño por no jugar bien o perder. 
o Darle a un niño un apodo negativo. 
o Criticar, maldecir y/o ridiculizar a un niño por su desempeño o por su físico 
(términos como gordo, lento, bajo, alto, delgado, etc., no son constructivos 
independientemente de la forma cariñosa con la que se dice. El entrenador 
quizás no sepa que eso le hace sufrir a un niño por dentro). 
 Abuso físico 
o El abuso físico en los deportes se produce cuando hay una lesión no 
accidental y/o daño a un niño, causado por otra persona como unpadre, 
un cuidador, un entrenador o incluso un niño mayor. 
o Por ejemplo, castigar físicamente a un joven por perder un juego por 
golpear, tirarle el material, empujar o dar un empujón son todos ejemplos 
de abuso físico 
 Abuso sexual 
o El abuso sexual de niños incluye cualquier acto sexual o amenaza sexual, 
intimidación o coacción impuesta a un niño. 
o El abuso sexual puede incluir tocar o manosear de forma inapropiada 
durante el entrenamiento. 
o Exponer a un niño a la pornografía o a materiales sexualmente explícitos. 
o Sex-ting (enviar fotos inadecuadas por redes sociales). 
o Mostrarle a un niño sus partes íntimas o pedirle ver sus partes íntimas. 
o Usar un lenguaje sexualmente inapropiado con un niño (especial cuidado 
cuando los adolescentes tienen entre 14 y 18 años). 
 
¿Cómo puedo saber si un niño está siendo abusado? 
Hay varios signos que pueden indicar que un niño es víctima de abuso infantil. Es 
importante recordar que, aunque un niño pueda estar mostrando algunos o todos estos 
signos, no significa necesariamente que el niño esté siendo abusado. 
 
10 
 
 
Como entrenador, si ves señales en un niño que son preocupantes, no es tu 
responsabilidad decidir si se trata de un abuso, pero sí es tu responsabilidad actuar ante 
tus sospechas y hacer algo al respecto. 
 
Algunos signos de abuso son: 
 Moretones o lesiones inexplicables. 
 Cambios repentinos en el comportamiento. 
 Algún mensaje no común que el niño haya dicho. 
 Algún cambio en el niño que se observa durante un largo período de tiempo (p. 
ej. perder peso, ensuciarse continuamente). 
 
¿Qué SÍ debe hacer un entrenador? 
 Poner el bienestar de cada niño por delante de ganar. 
 Dar retroalimentación entusiasta y constructiva en lugar de crítica negativa. 
 Evitar presionar a los niños contra su voluntad y poniendo una presión indebida 
sobre ellos. 
 Tener en cuenta las condiciones del campo de juego, incluyendo el clima. 
 Evitar estar con un niño o niña en una situación aislada o no observada. 
 Establecer límites entre los entrenadores y los niños que no puedan ser 
traspasados. 
 Reconocer las diferentes necesidades de desarrollo y la capacidad de los niños. 
 Asegurarse de que, si viajan equipos mixtos, siempre estén acompañados por un 
acompañante masculino y femenino. 
 Asegurarse de no entrar nunca en la habitación de un niño o de invitarlo a entrar 
en su habitación. 
 Conocer si los niños a los que está entrenando tienen algún condicionante médico 
que pueda afectar a su juego. 
 
¿Qué NO debe hacer un entrenador? 
 Pasar cantidades excesivas de tiempo a solas con los niños, lejos de los demás. 
 Dejar solo a un niño sin prestarle atención, especialmente en situaciones fuera del 
terreno de práctica habitual. 
 Participar en juegos bruscos, físicos o sexualmente provocativos. 
 Compartir una habitación con un niño. 
 Permitir o participar en cualquier forma de contacto inapropiado o abuso físico. 
 Participar o tolerar conductas que den miedo, avergüencen o desmoralicen a un 
niño o que afecten su autoestima. 
 Permitir que los niños utilicen un lenguaje inapropiado sin ser castigados. 
 Hacer comentarios sexualmente sugestivos a un niño, incluso como broma. 
 Hacer llorar a un niño como una forma de control. 
 Permitir que las alegaciones hechas por un niño no sean cuestionadas, no 
registradas o ignoradas. 
11 
 
 
 Ducharse con un niño. 
 
Bullying 
 
El bullying es el uso de un comportamiento agresivo con la intención de herir a otra 
persona ya sea física o emocionalmente. Estudios científicos han demostrado que los 
niños que son intimidados durante sus primeros años tienen hasta tres veces más 
probabilidades de hacerse daño a sí mismos que sus compañeros cuando llegan a la 
adolescencia. La mitad de los niños de 12 años que se hacen daño a sí mismos fueron 
frecuentemente acosados. 
 
A menudo, se considera el bullying como “algo que ha ocurrido siempre”, “no es para 
tanto”, “son cosas de niños”, “déjales que así se harán hombres”, y demás comentarios 
que minimizan los efectos del bullying. Como entrenador, debe tomar muy en serio este 
problema y no quitarle importancia, lo cual perjudica incluso más al niño que es acosado 
porque además del acoso sufrido, se siente indefenso y desprotegido por el adulto 
responsable. 
 
Signos de que un niño está sufriendo bullying: 
 Dice que está siendo acosado. 
 Cambia su rutina habitual. 
 No está dispuesto a ir a la clase, entrenamiento, otros. 
 Se retira ansioso o carece de confianza. 
 Viene a la práctica o partidos con ropa rota o pertenencias dañadas. 
 Tiene posesiones que se dañan o desaparecen. 
 Pide dinero o empieza a robar dinero (por amenaza del acosador). 
 
Tipos de bullying: 
 Verbal: motes, extender rumores, molestar, burlarse. 
 Emocional: ser antipático, exclusión, abusivo, amenazas. 
 Físico: empujar, patear, puñetazos, otros. 
 Racista: burlas o gestos raciales. 
 Sexual: contacto físico no deseado o comentarios sexistas abusivos. 
 Homófobo: insultos basados en la sexualidad, asociación de fuerza o debilidad 
con sexualidad. 
 Ciber-bullying: mensajes por redes sociales, internet, amenazas, compartir o 
colgar en redes sociales fotos o vídeos sin permiso. 
 
¿Qué hacer ante una situación de bullying? 
Siempre debe reportar los incidentes a las personas relevantes de su organización. Los 
padres deben ser informados y se les debe pedir que asistan a una reunión para discutir 
el problema. Esto incluye a los padres del niño acosado, así como del acosador, si 
procede. El comportamiento de intimidación o las amenazas de intimidación deben ser 
12 
 
 
investigados y la intimidación debe detenerse rápidamente, y se debe intentar ayudar al 
acosador o acosadores a cambiar su comportamiento. 
 
Es primordial realizar sesiones educativas antes, durante y después de un acto de bullying 
con todos los participantes y no centrar el problema sólo en el acosado y el acosador. 
Estudios científicos demuestran que la diferencia de poder ser percibida entre ambas 
partes se ve refrendada y muchas veces aumentada por el silencio del grupo que 
permanece inactivo. Educando al grupo para que no tolere un acto de bullying, ni potencie 
el acoso (mediante risas, aplausos, etc.), se evitará que el acosador se sienta con 
autoridad para ejercer bullying sobre el acosado. 
 
¿Cómo recibir una queja de abuso por parte de un niño? 
Una de las tareas más importantes como entrenador es escuchar a los niños con los que 
trabajas. Esto es más importante todavía en los casos que un niño reclama haber sido 
maltratado o ha sufrido algún tipo de negligencia. 
 
Qué se debe hacer: 
 Asegurarse que el niño está bien. 
 Ser accesible y receptivo. 
 Escuchar con atención y sin críticas, al ritmo del niño. 
 Tomar en serio lo que se dice. 
 Asegurar a los niños que tienen razón en contarlo. 
 Decir al niño que debe transmitir esta información a quien sea pertinente. 
 Hacer un registro cuidadoso de lo que se dijo. 
 
Qué no se debe hacer: 
 Sacar conclusiones precipitadas, ser despectivo o reaccionar con sorpresa, ira, 
horror, etc. 
 No investigar, buscar información, ni intentar probar o refutar un posible abuso. 
 Hacer promesas de confidencialidad o de guardar "secretos" a los niños. 
 Asumir que alguien más tomará las medidas necesarias. 
 Especular o acusar a nadie. 
 Enfrentarse a otra persona (adulto o niño) supuestamente involucrada. 
 Ofrecer opiniones sobre lo que se está diciendo o sobre las personas 
supuestamente involucradas. 
 Olvidar grabar lo que se le ha dicho. 
 Olvidar pasar esta información a la persona correcta. 
 
Puedes ayudar a un niño simplemente escuchando, diciendo que crees lo que el niño ha 
dicho, enfatizando que, sin importar lo que pase no fue culpa del niño, haciendo todo lo 
posible para proporcionarle ayuda y consuelo.No ayudarás al niño si presionas para 
obtener más información de la que está dispuesto a revelar, incluso cuando tienes motivos 
razonables para creer que hay algo que está ocultando. No hagas promesas que no 
13 
 
 
puedes mantener, como decir que no lo vas a reportar a nadie. 
¿Cómo actuar ante un caso de abuso? (UNICEF, 2004) 
14 
 
 
 
3. Enfoque de género. Igualdad de género en programas sociodeportivos 
 
¿Qué es el "género"? 
El "género" se refiere a los roles socialmente construidos y las relaciones entre hombres 
y mujeres. El género concierne a hombres y mujeres, incluyendo las concepciones tanto 
de la feminidad como de la masculinidad, y todo el espectro de matices entre ambas 
concepciones. La diferencia entre "género" y "sexo" es que este último se refiere sólo a 
las diferencias biológicas. 
 
Los análisis de las diferencias de género suelen mostrar una posición de desventaja y 
debilidad de las mujeres y las niñas en cuestiones sociales, políticas, económicas, 
jurídicas, educativas y físicas. Por ello, existe la tendencia a que los debates e 
intervenciones sobre cuestiones de género se centren en la corrección de esos 
desequilibrios centrándose específicamente en las mujeres y las niñas. 
 
El enfoque de género no significa centrarse únicamente en las mujeres o en los hombres, 
sino más bien en las desigualdades entre hombres y mujeres, y no debe confundirse con 
el feminismo o los estudios sobre la mujer. Por supuesto, ni el género ni el enfoque de 
género pertenecen a ninguna agenda política de partidos, ni ningún partido se debería 
apoderar, ni ir en contra, del enfoque de género. La igualdad de género es tarea de todos 
y todas. 
 
El papel del deporte en el tratamiento de las cuestiones de género 
El deporte da poder. En el último decenio, el deporte se ha utilizado cada vez más como 
instrumento para potenciar a los jóvenes de los países en desarrollo. Sin embargo, las 
oportunidades de participar en el deporte suelen estar concebidas y dominadas por los 
niños y los hombres. La desigualdad y la discriminación por motivos de género siguen 
estando profundamente arraigadas y son ampliamente toleradas en todo el mundo, lo que 
da lugar a una lista devastadora y en cascada de costos sociales, económicos y de 
desarrollo a nivel mundial. Las limitaciones impuestas a las adolescentes y las jóvenes les 
impiden realizar su potencial y desempeñan un papel importante en la perpetuación de las 
economías más pobres del mundo. 
 
Sabemos que el deporte es una forma de empoderamiento, en particular para las niñas, y 
que desafía las normas de género. La participación en el deporte ofrece a las niñas la 
oportunidad de aumentar su autoestima, su valor y su eficacia. Es un lugar donde pueden 
asumir posiciones de liderazgo y a través de los programas deportivos aumenta la 
confianza de las niñas en su propia capacidad. Esto se traduce en la vida cotidiana, las 
anima a tomar la iniciativa, a alzar la voz y a intentar cosas que nunca supusieron que 
fueran posibles. Cuando los miembros de la comunidad ven a las niñas alcanzar logros 
en el deporte, a menudo reconocen su potencial para lograr en otros ámbitos. 
 
Por último, el deporte es una herramienta y una plataforma poderosa para fortalecer los 
15 
 
 
lazos sociales, las redes, involucrar a la comunidad y promover mensajes positivos. En 
resumen, las victorias en el campo de juego se traducen en victorias fuera del campo de 
juego: una victoria lleva a otra. 
 
En los últimos años, se ha producido un cambio significativo de la promoción de la 
"equidad de género en el deporte" a la utilización del "deporte para la equidad de género 
y el desarrollo personal". Ya no es una cuestión únicamente de que las niñas y mujeres 
tengan acceso al deporte, sino cómo el deporte puede ser utilizado para promover la 
equidad de género y el desarrollo personal. A continuación, se muestran algunas de las 
pruebas y beneficios de este cambio hasta ahora: 
 
 La salud y el bienestar de las mujeres y las niñas: Una gran cantidad de 
investigaciones sobre la medida en que el deporte y la actividad física tienen un 
impacto positivo en la salud ha demostrado que la participación en una actividad 
física regular mejora la salud y el bienestar físico y mental, también entre las 
mujeres y las niñas. 
 Salud reproductiva y uso de drogas ilegales: Las investigaciones realizadas en 
contextos tanto occidentales como no occidentales han demostrado que los 
deportistas tienen menos probabilidades de exhibir un comportamiento sexual de 
riesgo. Por ejemplo, se demostró que tenían menos parejas sexuales y que era 
más probable que utilizaran anticonceptivos que sus homólogos que no 
participaban en los deportes. 
 Trastornos específicos del género: Las investigaciones actuales indican que la 
actividad física regular puede disminuir o retrasar la aparición de la osteopenia y 
la osteoporosis en las mujeres. Hay pruebas sólidas que apoyan el papel que el 
ejercicio regular puede desempeñar en el control de los niveles de grasa, 
reduciendo el riesgo de cáncer de pulmón y de mama. 
 La autoestima y el autoempoderamiento de las mujeres y las niñas: Algunas 
investigaciones en las que se utiliza el concepto de autoestima sugieren que las 
niñas y mujeres que participan en deportes y actividades físicas, tanto en los 
países desarrollados como en los países en desarrollo demuestran una mayor 
autoestima, así como una mejor autopercepción, autovaloración y autoeficacia, 
entre otras cosas. Estas mejoras están asociadas a una mayor sensación de 
logro, a la percepción de una mejor apariencia física y al compromiso con el 
ejercicio. 
 Inclusión e integración social de las mujeres y las niñas: Hay una gran cantidad 
de pruebas convincentes, tanto de países desarrollados como en desarrollo, que 
reflejan la relación entre la participación en el deporte y la integración y la inclusión 
social de las mujeres y las niñas. El acceso a los espacios seguros se vuelve cada 
vez más confinado, restrictivo, cerrado y doméstico a medida que las niñas llegan 
a la adolescencia. Las pruebas de los programas deportivos demuestran que las 
actividades deportivas pueden permitir a las mujeres y las niñas acceder a 
16 
 
 
espacios sociales seguros en los que pueden practicar ejercicio físico y 
desarrollarse individualmente. 
 Oportunidades para el liderazgo y los logros de las mujeres y las niñas: Los datos 
de los países en desarrollo indican que algunos programas deportivos ofrecen a 
las mujeres y las niñas oportunidades de desarrollar sus aptitudes de liderazgo. 
 
Comprensión y adaptación a los contextos locales 
El nivel de equidad de género es muy dispar entre los diversos grupos sociales, regiones, 
países, etc. A pesar de que el objetivo final es el mismo, es decir, conseguir la igualdad y 
el acceso a las mismas oportunidades y derechos para los hombres y las mujeres, las 
realidades de los contextos locales donde se pueden desarrollar los programas 
sociodeportivos pueden variar enormemente, incluso dentro de un mismo país. En el 
siguiente apartado se explica en mayor profundidad los desafíos a los que se enfrentan 
las niñas a la hora de participar en programas deportivos. 
 
Programación sociodeportiva con enfoque de género 
Todos los programas sociodeportivos deben establecer unas pautas generales a la hora 
de su implementación para garantizar una igualdad de género, ya sean programas 
enfocados en exclusividad en niñas y mujeres, como programas mixtos cuyos objetivos 
sean más generales. 
 
Atraer y retener a las chicas en un programa deportivo significa diseñar cada aspecto para 
satisfacer sus necesidades. Este modelo que se explica a continuación ha sido 
desarrollado siguiendo las directrices de la ONG Women Win, quienes crearon la Guía 
Internacional de Diseño de Programas Deportivos para Niñas (Murray y Matuska,2010). 
 
1. Comprender y superar los desafíos 
En todo el mundo, las niñas y las mujeres se enfrentan a desafíos únicos para participar 
en el deporte. Estos desafíos son personales, prácticos, económicos, políticos y culturales. 
Para crear un programa deportivo exitoso para las niñas, los agentes deportivos deben 
primero ser conscientes de los desafíos. La comprensión de los obstáculos potenciales 
conduce al desarrollo de estrategias positivas y sostenibles. El paso más importante para 
comprender los obstáculos a los que se enfrentan las niñas en una región específica es 
salir a la comunidad y preguntar a los padres, madres y a los líderes su opinión sobre las 
niñas que practican deporte. 
 
Algunos de los desafíos más frecuentes son: 
 
 Ropa deportiva apropiada 
Muchas sociedades imponen limitaciones a lo que se considera un atuendo apropiado 
para las niñas. En las sociedades religiosas o conservadoras, las expectativas suelen 
incluir una vestimenta modesta, que a menudo cubra las piernas, los brazos y/o el 
17 
 
 
cabello. Estos requisitos pueden hacer que la participación en muchos deportes sea 
un reto para las niñas tanto desde el punto de vista práctico como psicológico. 
 
Consejos prácticos: 
o Siempre que sea posible, no obligar a las niñas a elegir entre la participación 
en el deporte y el cumplimiento de los códigos de vestimenta culturales. 
o Ser flexible en cuanto a lo que una niña puede vestir para participar, dentro de 
los límites de la seguridad física de la niña. 
o Proporcionar a las chicas y mujeres entrenadoras un atuendo deportivo 
adecuado si no pueden proporcionárselo ellas mismas. Hablar con las chicas y 
sus familias sobre sus dudas respecto a la ropa deportiva. 
o Cuando el dinero sea motivo de preocupación, alentar a las niñas y a sus 
cuidadores a diseñar y coser ropa deportiva apropiada. En algunos casos, 
podría ser suficiente permitir que las niñas lleven pantalones debajo de las 
faldas durante el juego. 
 
 Campos e instalaciones 
En las comunidades económicamente desfavorecidas, especialmente en las zonas 
urbanas, no hay suficientes espacios para practicar el deporte. A la cuestión de la 
limitación de los recursos se suma el hecho de que esos campos y canchas suelen 
ser utilizados en exceso en zonas de alta densidad. Por lo general, existe una 
jerarquía para el acceso a los espacios deportivos, y las niñas y mujeres suelen estar 
en la parte inferior. En algunas culturas o regiones en conflicto, puede ser inapropiado 
o demasiado peligroso que las niñas jueguen al aire libre, por lo que se las confina a 
un grupo aún más pequeño de espacios interiores. 
 
Consejos prácticos: 
o Colaborar con el gobierno local para buscar campos alternativos o encontrar 
momentos en los que no se utilicen los campos. 
o Conocer quién toma las decisiones relativas al uso de los campos en una 
comunidad, especialmente en las zonas urbanas. 
o Asociarse con las escuelas locales y pedir que se utilice el espacio del campo 
en los días en que la escuela no esté en sesión. 
 
 Limitación económica 
Las niñas de entornos económicamente desfavorecidos pueden encontrar que los 
costos asociados con el equipo, el transporte y la competencia son poco realistas 
para sus familias. Además, la práctica de un deporte puede significar tiempo alejado 
de los trabajos remunerados y de los trabajos que generan ingresos para una familia, 
como la agricultura. A menudo, se saca a las niñas de la escuela antes de tiempo 
para que trabajen y proporcionen ingresos a la familia. Los padres se resistirán a dejar 
que su hija deje una actividad que aporte dinero a la familia y empiece una actividad 
que, como muchas culturas consideran, es una pérdida de tiempo o no la llevará a 
18 
 
 
ninguna parte. 
 
Consejos prácticos: 
o Considerar la carga financiera. Si se quiere que participen niñas de entornos 
económicamente desfavorecidos, hay que hacer que sea asequible para ellas, 
preferiblemente gratuito (esta medida no es exclusiva de las niñas, ya que 
también ha de implementarse en cualquier situación donde los participantes, 
sean niños o niñas, no puedan permitirse pagar una inscripción a un programa). 
o Cuando sea posible, proporcionar oportunidades de ingresos para las niñas. Se 
les puede formar para que proporcionen servicios dentro de la organización que 
de otra manera tendría que pagar externamente, como entrenar y arbitrar. 
o Ser creativo a la hora de improvisar y encontrar soluciones de bajo costo para 
la ejecución de su programa. 
o Pensar en asociaciones o negocios locales dentro de la comunidad con los que 
colaborar para reducir los costos. 
 
 Programación 
Las niñas, especialmente las que viven en la pobreza, suelen encargarse de ayudar 
en el cuidado del hogar, lo que incluye vigilar a los niños, hacer tareas, cocinar y 
limpiar. Además, muchas adolescentes ocupan el resto del día en la escuela o en 
trabajos remunerados. Es posible que la participación en un programa deportivo no 
encaje fácilmente en el horario ya completo de una niña, que consiste en gran medida 
en las expectativas y exigencias de otros en cuanto al tiempo de una adolescente. A 
menudo, las niñas disponen de poco o ningún tiempo de ocio una vez que han 
terminado sus tareas diarias y sus responsabilidades de cuidado. 
 
Consejos prácticos: 
o Cuando sea posible, programar las actividades deportivas teniendo en cuenta 
la mayoría de las responsabilidades del hogar de una niña. Considere esto 
tanto en forma semanal como estacional. 
o Si no es posible trabajar en torno a los compromisos externos de las niñas, ser 
flexible en su comprensión de la importancia de esta parte de la vida de una 
niña, como, por ejemplo, poder permitirle que traiga a un hermano menor a una 
sesión de entrenamiento. 
 
 Seguridad personal 
En todo el mundo, en entornos urbanos y rurales, las niñas vuelven a casa de la 
escuela con el riesgo de ser robadas, violadas o acosadas. Para participar en un 
programa deportivo, las niñas y sus cuidadores tienen que sentirse seguros cuando 
viajan hacia y desde los entrenamientos y eventos, y durante toda la práctica y la 
competición. Es importante que los programas deportivos identifiquen en primer lugar 
cuál es la amenaza a la seguridad y que luego elaboren estrategias para proteger a 
las niñas de esas amenazas. 
19 
 
 
 
Consejos prácticos: 
o Contratar a entrenadoras y preparadoras que puedan crear espacios seguros. 
o Comunicar a las familias para que apoyen los programas y hacerlas participar, 
de diferentes maneras, en el deporte y la actividad física. Informarles sobre la 
hora en que las niñas estarán en casa y planificar una forma segura de llevarlas 
allí. 
o Elaborar una estrategia para comunicarse con los padres y los cuidadores en 
caso de que surja una emergencia externa durante una práctica o juego. 
o Programar las actividades del programa en momentos apropiados del día. 
o Enseñar a las niñas a reconocer situaciones o áreas potencialmente peligrosas 
en su comunidad. 
o Organizar el transporte adecuado para llevar a las niñas a los lugares del 
programa y desde ellos. Organizar grupos que caminen juntos a casa para 
reducir la vulnerabilidad. 
o Invitar a un instructor calificado, preferentemente una mujer, para que enseñe 
a las niñas las habilidades básicas de autodefensa. 
 
 Modelos femeninos 
Si una chica nunca ha visto a una mujer participando en un deporte, le será casi 
imposible imaginarse jugando ella misma. Del mismo modo, si ve a una mujer 
entrenando para ser médico, se le hace creer que ella también puede serlo. Las 
chicas necesitan modelos de conducta no sólo para mostrarles su potencial ilimitado 
en el deporte y en la vida, sino para mostrarles cómo se logra el éxito en todas las 
esferas. Con demasiada frecuencia, las niñas no están expuestas a una diversidad 
de modelos de conducta,lo que limita su visión de su propio potencial. 
 
Consejos prácticos: 
o Exponer regularmente a las chicas de su programa a modelos de conducta 
femeninos positivos y fuertes. Invitar a mujeres de éxito, atletas y miembros de 
la comunidad a ser oradores invitados o a realizar sesiones de entrenamiento 
con su grupo. Animar a las niñas a ser modelos de conducta positivos para las 
demás compartiendo sus éxitos fuera del deporte durante las discusiones de 
grupo. 
o Intentar que su programa incluya una política para promover a las mujeres 
entrenadoras y líderes. Al hacerlo, se creará una atmósfera de desarrollo de 
liderazgo que sirve de ejemplo y ofrece modelos de conducta positivos. 
o Utilizar imágenes impactantes de modelos femeninos fuertes (dentro y fuera del 
deporte) que puedan ayudar a las niñas a visualizar quién puede ser un modelo 
de conducta. Los entrenadores o facilitadores también podrían iniciar sesiones 
en las que se muestren imágenes de mujeres poderosas y mantener un rápido 
debate sobre quién es ella y qué podría representar para ellas. 
 
20 
 
 
 Obtener el apoyo de la comunidad 
El deporte es una institución apoyada y regulada por las comunidades. Esas 
comunidades, a menudo dirigidas por una mayoría masculina, dan prioridad a las 
oportunidades deportivas para los niños en lugar de las niñas. 
 
Consejos prácticos: 
o Solicitar la ayuda de personas y organizaciones que puedan influir en las 
decisiones de la comunidad. La creación de una alianza o coalición de 
organizaciones con ideas afines que hablen con una sola voz demuestra 
fortaleza y podría tener más influencia que las organizaciones individuales con 
sus propios mensajes. 
o Busque miembros de la comunidad, incluidos maestros y cuidadores, que 
apoyen su programa. 
o Construya una red de ciudadanos, gobernantes y empresarios locales que 
apoyen su programa. Considere la posibilidad de incluir en esta red a mujeres 
influyentes en posiciones de poder, así como a atletas populares que sean tanto 
hombres como mujeres. 
 
 Religión 
A veces la religión es utilizada por sociedades e instituciones conservadoras para 
impedir que las mujeres participen en el deporte. Estos grupos religiosos de la 
sociedad malinterpretan o utilizan textos religiosos fanáticos para demostrar que el 
deporte es inapropiado para las niñas. Esto a menudo avergüenza a las familias 
cuyas hijas juegan o asusta a las familias para que impidan que sus hijas jueguen por 
miedo a las autoridades religiosas. La realidad es que, si bien muchas religiones 
dictan la vestimenta apropiada para el deporte o los espacios adecuados, muy pocas, 
si es que hay alguna, impiden que las niñas jueguen y participen en el deporte. De 
hecho, muchas religiones promueven el deporte como instrumento de bienestar. 
 
Consejos prácticos: 
o Dirigirse a la comunidad religiosa de su zona y preséntele los beneficios del 
deporte para la mente y el cuerpo. Asegurarse de que los líderes religiosos son 
plenamente conscientes de lo que usted hace ayuda a reducir los miedos, 
ansiedades y malentendidos que puedan existir. 
o Pedir a los líderes religiosos que participen en su programa para ayudar a 
educar a los padres de que la religión no prohíbe el deporte. Celebrar una 
reunión comunitaria en la que inviten a los padres y a los líderes religiosos. 
 
 Prejuicios y conceptos erróneos 
Muchas culturas consideran que el deporte es un ámbito masculino. Las sociedades 
asumen que las cualidades físicas y psicológicas asociadas al atletismo, como la 
fuerza y la competitividad, son "masculinas". Cuando la feminidad en una cultura se 
21 
 
 
asocia con el hecho de ser pequeña, delgada o blanda, las niñas suelen ser reacias 
a desarrollar masa muscular. Estas actitudes sobre el papel que una niña debe o no 
debe desempeñar en la sociedad se imponen a las adolescentes y, con el tiempo, 
también son adoptadas por ellas. 
 
También hay malentendidos en lo que respecta al deporte y su impacto en la salud 
sexual y reproductiva de las niñas. Algunos temen que la práctica del deporte 
provoque la pérdida de la virginidad. Un mito común en algunas culturas es que el 
esfuerzo físico del deporte, como correr, patear o saltar, hará que el himen se 
desgarre. En sociedades donde la virginidad de una chica antes del matrimonio es 
sagrada, la amenaza de que el deporte cause un desgarro puede ser una 
preocupación muy seria. 
 
Las chicas y la sociedad a menudo tienen malentendidos sobre la seguridad de 
participar en el deporte mientras se menstrúa. Además, las toallas sanitarias y los 
tampones son caros y no constituyen una prioridad financiera para muchas familias, 
especialmente en las culturas tradicionales o entre las familias económicamente 
desfavorecidas. 
 
Consejos prácticos: 
o Educar. La educación es un instrumento poderoso para combatir las actitudes 
negativas sobre la participación de las niñas en los programas deportivos. 
Enseñar a las niñas, a los cuidadores y a los miembros de la comunidad los 
beneficios sanitarios, económicos y sociales de la actividad física para una 
adolescente puede ayudar a cambiar las percepciones. 
o Mostrar imágenes de mujeres deportistas o acoger eventos en los que los 
participantes en el programa puedan interactuar con una campeona que sea un 
modelo positivo de conducta. 
o Invitar a cuidadores, maestros y miembros de la comunidad a que visiten el 
programa en acción y hablen de sus preocupaciones. 
o Crear y aplicar una política de protección de la infancia y un código de conducta 
que garantice la existencia de directrices en las que se detallen los 
procedimientos y procesos necesarios para mantener a las niñas seguras 
desde el punto de vista emocional y físico en el programa. 
o Hablar abiertamente con las niñas sobre las percepciones de las mujeres 
atletas y alentarlas a preocuparse más por ellas mismas y por lo que las hace 
felices y menos por lo que los demás piensan de ellas. 
o Informar a los cuidadores de su intención de discutir la reproducción con sus 
hijas como parte del programa deportivo y educativo. 
o Enseñar a las chicas cómo manejar la menstruación mientras participan en el 
deporte. Esto podría incluir el entrenamiento de las niñas sobre cómo usar 
productos de higiene femenina, como toallas sanitarias, esponjas y tampones. 
o Que cada chica sepa que está bien hacer deporte mientras menstrúa, siempre 
y cuando no se sienta enferma. A veces la participación en el deporte puede 
22 
 
 
ayudarla a sentirse mejor. Es igualmente importante que las niñas sepan que 
pueden hablar con compañeros y entrenadores de confianza sobre los 
calambres u otros síntomas asociados con la menstruación sin temor a ser 
juzgadas. 
 
 Imagen corporal 
La percepción que una chica tiene de su propio cuerpo y su relación con su imagen 
corporal puede influir si se siente segura o lo suficientemente cómoda para hacer 
deporte. En muchas sociedades, la belleza se considera a menudo como lo contrario 
de lo que el cuerpo de una chica se ve cuando hace deporte. Por lo tanto, muchas 
niñas sienten aprensión a participar en programas deportivos, por temor a no verse 
atractivas y a que sus cuerpos se vuelvan menos "femeninos" debido a los músculos. 
Además, a veces las niñas no tienen la suficiente confianza en su propio cuerpo como 
para participar sin sentirse avergonzadas o apenadas. 
 
Consejos prácticos: 
o Discutir con las chicas ideas alternativas de belleza. Debatir y discutir sobre el 
“ideal de belleza” y las imposiciones sociales lejanas a la realidad sobre ese 
ideal. 
o Exponer a las chicas a mujeres fuertes, atletas que se han casado y tienen 
familias propias. Si estas mujeres son accesibles en su comunidad, promover 
diálogos con las niñas a través de visitas a escuelas y centros juveniles. 
o Promover los beneficios para la salud del deporte y el ejercicio. 
o Tener paciencia.A veces las niñas necesitan tiempo para desarrollar la 
confianza en su cuerpo o desarrollar una imagen positiva de sí mismas. Lo que 
necesitan es un entorno positivo y alentador, libre de comentarios juiciosos, 
burlas o acoso. 
 
 
2. Elegir el deporte adecuado 
El éxito de su programa dependerá, en parte, de qué deporte o actividad física seleccione. 
Ningún deporte es masculino o femenino. El deporte no tiene género. Comúnmente, se 
asocia el fútbol a los hombres y el voleibol a las mujeres. Si bien es cierto que puede ser 
positivo servirse de esa generalización para atraer más participación femenina y evitar una 
caída en los niveles de participación, es mejor incluso abrir las oportunidades a las niñas 
a que practiquen cualquier deporte, incluso los considerados, erróneamente, como 
masculinos. 
 
Consejos prácticos: 
a. Elegir entre un deporte individual o de equipo: 
 La participación en un deporte de equipo fomenta la cooperación y la 
comunicación, y proporciona a las niñas un contexto social o un grupo en el que 
situarse. 
23 
 
 
 La participación en un deporte individual fomenta la responsabilidad personal 
los resultados, el desarrollo de la autoestima y el aprendizaje al control sobre el 
progreso 
 Independientemente de que se elija un deporte individual, como el atletismo, o 
un deporte de equipo, como el fútbol, lo ideal es combinar los aspectos positivos 
de ambas experiencias. 
 
b. Desafiar los estereotipos: 
 Cuando las niñas practican un deporte tradicionalmente dominado por los 
hombres, las niñas y los niños que las rodean experimentan una transformación 
de sus expectativas personales y sociales. 
 Cuando los miembros de la comunidad ven a las niñas compitiendo en un 
deporte típicamente dominado por los hombres, comienzan a ampliar su 
comprensión de las capacidades de las niñas, abriendo oportunidades para que 
éstas se involucren en los dominios tradicionalmente masculinos, como la 
escuela y el trabajo. 
Los organizadores deben ser conscientes de la posible reacción al elegir un deporte que 
desafíe los estereotipos. Entre las respuestas negativas podrían figurar el hecho de que 
los chicos desafíen a las chicas fuera del programa y que los padres impidan la 
participación de las chicas. Los organizadores deben ser conscientes de las repercusiones 
que el desafío podría tener en la vida de las niñas, evaluando si el deporte beneficia o 
perjudica a las personas y al grupo colectivo. Una vez que hayan identificado estos 
factores, evalúen qué es lo mejor para el crecimiento de los participantes en última 
instancia. Los dirigentes deben equilibrar la comodidad y la seguridad de cada niña con el 
potencial de cambio de la sociedad. 
 
3. Uso de curriculum y metodología 
Un buen curriculum con sesiones bien estructuradas es indispensable para los programas 
que abordan cuestiones como la preparación para la vida, la violencia de género o la salud 
y los derechos sexuales y reproductivos. Una metodología probada y aprobada puede 
servir de muchas formas. 
 
Consejos prácticos: 
 Una metodología bien planificada sirve de guía para los entrenadores y 
facilitadores, dándoles instrucciones flexibles y adaptables sobre cómo vincular 
los juegos y ejercicios con las lecciones de preparación para la vida, así como 
sobre cómo dirigir los debates en torno a temas delicados como la violación, la 
sexualidad o la salud reproductiva. Esto nunca es una tarea fácil, y tener 
instrucciones escritas que guíen al entrenador a hacer las preguntas correctas y 
a proporcionar información objetiva es una ventaja inmensa. 
24 
 
 
 En segundo lugar, permite ampliar el programa y formar a los instructores y 
facilitadores con rapidez, ya que se dispone de una guía escrita, lección por 
lección, sobre cómo impartir las sesiones. 
 En tercer lugar, al utilizar el mismo programa de estudios en varios lugares del 
programa, puede medir el progreso de todos sus participantes. Dado que todos 
están pasando por sesiones similares, basadas en un solo plan de estudios, se 
pueden utilizar encuestas estándar y otros instrumentos para medir lo que han 
aprendido y luego compartir esos progresos con los donantes, los financiadores o 
la comunidad. 
 La clave es encontrar el plan de estudios adecuado para su programa. Lo ideal es 
utilizar algo que se pueda adaptar fácilmente al contexto local, la cultura y la edad 
de los participantes. También es importante hacer saber a los instructores que 
incluso el mejor programa de estudios no está pensado para ser leído palabra por 
palabra delante de un grupo de niños y niñas, sino que es más bien una guía que 
puede y debe adaptarse al programa y su contexto. 
 Hay que tener en cuenta que, aunque los entrenadores masculinos pueden ser 
grandes modelos de conducta es de gran valor que las entrenadoras dirijan 
sesiones y debates con los niños y las niñas sobre temas delicados como la 
violencia de género o la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Las niñas 
se sentirán más cómodas hablando abierta y honestamente sobre estos temas 
con una mujer y pueden ser tímidas o temerosas de hacer preguntas si hay un 
facilitador masculino ayudando o incluso en la sala. 
 
4. Crear un espacio seguro 
Los participantes y sus familias deben confiar en que todas las actividades relacionadas 
con un programa deportivo se realicen en un entorno seguro. Abordar las preocupaciones 
en materia de seguridad debe ser una prioridad fundamental de todos los programas 
deportivos que tratan de empoderar a las niñas. 
 
Consejos prácticos: 
Se recomienda crear un espacio seguro que sea: 
 Libres de amenazas emocionales y físicas. 
 Privado y confidencial. 
 Culturalmente aceptable para los padres y cuidadores, pero libre de las presiones 
de los padres. 
 Convenientemente situado y familiarizado con los participantes en el programa. 
 No está sujeto a las intrusiones de hombres no asociados con el programa o de 
figuras de autoridad no deseadas. 
 
5. Reclutamiento de niñas 
Las estrategias eficaces se basan en saber exactamente a quién quieres llegar, dónde 
está, qué la motivará a participar y quién toma las decisiones por ella si no se le permite 
25 
 
 
tomarlas por sí misma. Una vez que identifique estos factores, idee un enfoque creativo 
para llegar a sus potenciales participantes. La estrategia de reclutamiento de cada 
programa será única. Para algunos, crear una asociación extraescolar con una escuela 
primaria local es toda la estrategia que hay que hacer. Para otros, encontrar un equipo de 
participantes puede requerir meses de ir de puerta en puerta, construyendo relaciones con 
los líderes de la comunidad, los cuidadores y las niñas. 
 
Consejos prácticos: 
 Comprender y abordar todas las barreras a la participación. 
 Alentar a las niñas a que traigan a sus amigas. El boca a boca es una poderosa 
herramienta de reclutamiento. 
 Crear vínculos con escuelas, instituciones religiosas u otras asociaciones que 
atienden a las niñas. 
 Colocar volantes en lugares públicos donde es probable que las niñas y sus 
cuidadores se encuentren. 
 Organizar torneos. Repartir información. Hacer que los miembros actuales 
compartan sus experiencias. 
 Reunirse con líderes de la comunidad. 
 Ir de puerta en puerta. Explique los beneficios y detalles del programa a las niñas 
y a sus familias. Solicitar la ayuda de mujeres de confianza de la comunidad, ya 
que podrían ser recibidas más abiertamente en los hogares de sus vecinos. 
 Anunciarse constantemente. Coloque un cartel fuera de su centro de capacitación. 
Lleve puestas camisetas del programa y aliente a las niñas a hacer lo mismo. 
 
6. Desarrollar el liderazgo de las niñas 
El liderazgo de las niñas puede y debe ser una parte importante del diseño del programa. 
El desarrollo de las capacidades y oportunidades de liderazgo dentro de un programa paralas adolescentes participantes crea una reserva de entrenadoras, facilitadoras y líderes 
femeninos potenciales para sus programas deportivos. Esto, a su vez, aumenta el 
potencial de estas niñas para crecer como líderes en sus comunidades. 
 
Consejos prácticos: 
 Ser paciente. El liderazgo es una habilidad que se desarrolla con el tiempo. 
 Permitir que las niñas elijan sus propios líderes y lideresas. 
 Destacar ejemplos de buen liderazgo dentro y fuera del campo de juego. 
 Permitir que las niñas entrenen a otros en habilidades específicas del deporte, 
prácticas y para la vida. 
 Demostrar a las niñas que se valoran sus opiniones. 
 Hablar explícitamente sobre los valores de liderazgo y alentar a las niñas a que 
los discutan regularmente. 
 En casos de agentes deportivos femeninos, liderar con el ejemplo como 
entrenadora o lideresa del programa. 
26 
 
 
 Permitir que las niñas escojan si desean desempeñar roles de liderazgo. 
 Alentar a las niñas a salir a la comunidad y ser reconocidas. 
 Recompensar los actos de liderazgo con elogios externos y honores formales. 
 Crear estándares de lo que se necesita para ser líder y lideresa. 
 Recompensar el desempeño excepcional con roles de liderazgo. 
 Dar a todas las niñas oportunidades de liderar durante la práctica, no sólo a las 
lideresas mayores, talentosas, o más naturales. 
 Apuntar a los inhibidores del liderazgo y abordarlos, tales como la falta de 
confianza, la presión de los compañeros o la falta de tutoría. 
 Tratar de ayudar a cada niña a desarrollar su máximo potencial personal, en lugar 
de criticar constantemente o comparar a las niñas entre sí. 
 Reconocer el liderazgo silencioso, las que no hablan mucho o tienen la atención 
del grupo, o las que, por ejemplo, siempre corren la vuelta extra con el participante 
más lento del equipo. 
 
El uso de todas estas medidas hará que los programas deportivos ofrezcan lugares, 
situaciones y actividades plenamente adaptadas a la participación conjunta de niños y 
niñas. Aun considerando que la desigualdad de género es un problema que requiere de 
esfuerzos articulados y multisectoriales, el poder de los programas sociodeportivos se 
encuentra en que el trabajo hacia una mayor igualdad entre hombres y mujeres se 
establece desde edades muy tempranas, donde los niños y las niñas no están tan 
influenciados, aún, con conductos sociales prestablecidos que van en contra de una 
igualdad real, o en la adolescencia, donde la labor crítica propia de los y las adolescentes 
establecen el marco perfecto para entablar discusiones productivas y fructíferas. 
27 
 
 
Referencias bibliográficas 
 
 ONU: Asamblea General, Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 
diciembre 1948 
 ONU: Asamblea General, Convención de los Derechos del Niño, 20 Noviembre 
1989 
 http://www.unicef.org.uk/wp-content/uploads/2014/10/International-Safeguards-
for-Children-in-Sport-version-to-view-online.pdf 
 https://www.sportanddev.org/sites/default/files/downloads/safeguards_may_2015
_spanish.pdf 
 UNICEF Office for The Eastern Caribbean Area (2004). Child protection in football 
- what every coach needs to know 
 Murray, S. & Matuska, N. (2010), The International Guideline to Designing Sport 
Programmes for Girls. 
 
 
 
http://www.unicef.org.uk/wp-content/uploads/2014/10/International-Safeguards-for-Children-in-Sport-version-to-view-online.pdf
http://www.unicef.org.uk/wp-content/uploads/2014/10/International-Safeguards-for-Children-in-Sport-version-to-view-online.pdf
https://www.sportanddev.org/sites/default/files/downloads/safeguards_may_2015_spanish.pdf
https://www.sportanddev.org/sites/default/files/downloads/safeguards_may_2015_spanish.pdf