Logo Studenta

Conducción autónoma

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Conducción autónoma
La conducción autónoma, también conocida como vehículos autónomos o coches autónomos, es una tecnología que permite que un vehículo sea capaz de operar y desplazarse de manera independiente, sin la intervención directa de un conductor humano. Estos vehículos utilizan una combinación de sensores, cámaras, radares, lidar y sistemas de procesamiento de datos para percibir el entorno y tomar decisiones de conducción en tiempo real.
La conducción autónoma se clasifica típicamente en diferentes niveles según la cantidad de control que tiene el vehículo y la necesidad de intervención humana. La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) ha establecido una escala de seis niveles de autonomía:
1. Nivel 0: El conductor es completamente responsable de todas las tareas de conducción. No hay asistencia automatizada.
2. Nivel 1: Asistencia al conductor. El vehículo puede realizar ciertas funciones de conducción, como control de velocidad de crucero adaptativo o asistencia de mantenimiento de carril, pero el conductor debe estar atento y listo para intervenir en cualquier momento.
3. Nivel 2: Automatización parcial. El vehículo puede controlar la aceleración, frenado y dirección en ciertas condiciones, pero el conductor debe supervisar el entorno y estar preparado para intervenir en todo momento.
4. Nivel 3: Automatización condicional. El vehículo puede realizar la mayoría de las tareas de conducción en ciertas condiciones predefinidas, pero el conductor debe estar listo para asumir el control cuando sea necesario. El conductor puede tener la opción de realizar otras actividades mientras el vehículo está en modo autónomo.
5. Nivel 4: Alta automatización. El vehículo puede operar de forma autónoma en la mayoría de las situaciones sin intervención humana, pero puede requerir que un conductor humano tome el control en situaciones excepcionales o en entornos específicos.
6. Nivel 5: Automatización completa. El vehículo es completamente autónomo en todas las situaciones y no requiere intervención humana en absoluto. No hay necesidad de un conductor humano a bordo.
La conducción autónoma tiene el potencial de mejorar la seguridad vial, reducir accidentes de tráfico causados por errores humanos, aumentar la eficiencia del transporte y ofrecer mayor comodidad y accesibilidad a las personas. Sin embargo, aún existen desafíos técnicos, regulatorios, éticos y de aceptación pública que deben abordarse antes de que los vehículos autónomos se vuelvan comunes en las carreteras.cción autónoma

Continuar navegando