Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL. EDO TÁCHIRA MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS AUTORA: MARGORIE MONTAÑO RODRÍGUEZ TUTORA: RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS MAYO 2016 CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA NUCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL. EDO TÁCHIRA MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS AUTORA: MARGORIE MONTAÑO RODRÍGUEZ TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO PARTE DE LOS REQUISITOS EXIGIDOS PARA OPTAR AL GRADO DE MÁGISTER SCIENTIARUM MAYO 2016 PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS iv CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA EN MI CARÁCTER DE TUTORA DEL TRABAJO DE GRADO PRESENTADO POR LA CIUDADANA MARGORIEN MONTAÑO RODRÍGUEZ, CÉDULA DE IDENTIDAD Nº 14771497, PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO MAGÍSTER SCIENTIARUM EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA, CONSIDERO QUE DICHO TRABAJO REÚNE LOS REQUISITOS Y MÉRITOS SUFICIENTES PARA SER SEMETIDO A LA EVALUACIÓN POR PARTE DEL JURADO EXAMINADOR. EN LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL, A LOS SEIS DÍAS DEL MES DE MAYO DE DOS MIL DIECISEIS. MsC. RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS CÉDULA DE IDENTIDAD V.- 11508349 iv CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA DECLARACIÓN DE AUTORÍA QUIEN SUSCRIBE MARGORIEN MONTAÑO RODRÍGUEZ, CÉDULA DE IDENTIDAD Nº 14771497, HACE CONSTAR QUE ES LA AUTORA DEL TRABAJO DE GRADO TITULADO PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS, EL CUAL CONSTITUYE UNA ELABORACIÓN PERSONAL REALIZADA ÚNICAMENTE CON LA DIRECCIÓN DE LA TUTORA DE DICHO TRABAJO MAGÍSTER RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS. EN TAL SENTIDO, MANIFIESTO SU ORIGINALIDAD EN CADA UNO DE LAS CAPÍTULOS QUE LA CONFORMAN DEJANDO ESTABLECIDO QUE AQUELLOS APORTES INTELECTUALES DE OTROS AUTORES HAN SIDO TOMADOS TEXTUALMENTE PARA ESTE TRABAJO. EN SAN CRISTÓBAL, A LOS SEIS DÍAS DEL MES DE MAYO DE DOS MIL DIECISEIS. MARGORIEN MONTAÑO RODRÍGUEZ CÉDULA DE IDENTIDAD V.- 14771497 v ÍNDICE GENERAL LISTA DE CUADROS ..................................................................................... ix LISTA DE IMÁGENES .................................................................................... x LISTA DE GRÁFICOS .................................................................................... xi RESUMEN ...................................................................................................... xii INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 1 CAPÍTULO I EL PROBLEMA Planteamiento del Problema ............................................................... 3 Objetivos de la Investigación ............................................................... 9 Justificación .......................................................................................... 10 II MARCO TEÓRICO Antecedentes de la Investigación........................................................ 13 Bases Teóricas .................................................................................... 17 III MARCO METODOLÓGICO Naturaleza y tipo de Investigación ...................................................... 42 Diseño de la Investigación ................................................................... 43 Sistema de Variable ............................................................................. 44 Operacionalización de la Variable ....................................................... 45 Población y Muestra ............................................................................ 46 Técnicas de e Instrumento de Recolección de datos ......................... 46 Validez y Confiabilidad ........................................................................ 47 Procedimiento para la recolección de datos ....................................... 48 Técnicas de Análisis de Datos ............................................................ 48 IV PRESENTACIÓN, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Presentación, Análisis e Interpretación de Resultados ...................... 50 vi Relación entre las variables ................................................................ 66 Correlación de las variables ................................................................ 67 V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Conclusiones........................................................................................ 69 Recomendaciones ............................................................................... 71 VI PROGRAMA DE ORIENTACION COGNITIVO CONDUCTUAL DIRIGIDO A LOS PADRES PARAEL FORTALECIMIENTO DE UN ESTILO DE CRIANZA OPERATIVO, QUE PERMITA LA DISMINUCIÓN DE LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS EN LOS HIJOS Presentación ........................................................................................ 72 Justificación .......................................................................................... 74 Objetivos de la Propuesta ................................................................... 76 Fundamentación Teórica ..................................................................... 76 Estructura del Programa ...................................................................... 82 Administración del Programa .............................................................. 83 Programa ............................................................................................. 84 Ejecución del Programa ...................................................................... 97 Evaluación del Programa…............................................................... 103 REFERENCIAS…………………………………………………………………..108 ANEXOS Cuestionario aplicado a los padres………….….……………………… 115 Constancia de validación del Instrumento......................................... 118 Confiabilidad del instrumento............................................................ 121 Matriz de doble entrada……............................................................. 122 Constancia de validación del programa……..................................... 123 Solicitud de permiso y aprobación.................................................... 124 Constancia de ejecución del programa……..................................... 125 vii Asistencia de los padres................................................................. 126 Material de apoyo del programa..................................................... 130 viii LISTA DE CUADROS Cuadro pp. 1 Operacionalización de la Variable ................................................ 45 2 Dimensión Autoridad………………………………………………... 51 3 Dimensión Afecto .......................................................................... 55 4 Dimensión Agresividad ................................................................. 58 5 Dimensión Indisciplina .................................................................. 61 6 Dimensión Manipulación ............................................................... 63 ix LISTA DEIMÁGENES Cuadro pp. 1 Primera jornada ............................................................................. 99 2 Primera jornada ............................................................................. 99 3 Segunda jornada……………………………………………………. 101 4 Segunda jornada……………………………………………………. 101 5 Tercera jornada……………………………………………………... 103 6 Tercera jornada……………………………………………………... 103 x LISTA DE GRÁFICOS Cuadro pp. 1 Relación con objetivos y contenidos…………………………….. 104 2 Relación con los participante……………………………………. 105 3 Relación con la administración del programa………………….. 106 4 Relación con la propuesta general………………………………. 107 5 Aplicabilidad de la propuesta…………………………………….. 107 xi CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS AUTORA: MONTAÑO RODRÍGUEZ MARGORIEN TUTORA: CONTRERAS AGELVIS RUTH NOHEMY FECHA: MAYO 2016 RESUMEN El presente estudio tuvo como objetivo determinar la relación que existe entre el estilo de padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. La investigación se inscribe dentro de un estudio de campo, ubicado en el enfoque cuantitativo, de carácter descriptivo, enmarcada dentro de una investigación no experimental, de corte correlacional. La población seleccionada fue de 20 padres. Para la recolección de datos se utilizó como técnica la encuesta; se diseñó un cuestionario, conformado por veinticuatro (24) ítemes con tres alternativas de respuesta, a saber, de acuerdo, indeciso y en desacuerdo. Éste fue validado a través de la técnica “Juicio de Expertos”. La confiabilidad del instrumento se realizó a través del estadístico alfa de Cronbach con un alto nivel de confiabilidad de 0,73. El análisis de datos se realizó a partir del análisis porcentual para lo cual se elaboraron cuadros de distribución de frecuencias. Se realizó el análisis de correlación entre las variables a través del estadístico de coeficiente de correlación de Spearman, donde se obtuvo un valor de correlación (rho = 0,658), por lo que se evidencia que existe correlación y, esta es sustancial entre las variables padres permisivos y conductas no operativas de los hijos, a un nivel de significancia de 0,020, es decir, como p =0,020<0,05 se rechaza Ho; lo que significa que sí existe correlación entre las variables, por lo tanto, se evidencia de correlación. En tal sentido, siguiendo lineamientos metodológicos del CIPPSV, se diseñó, ejecutó y evaluó un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los padres para el fortalecimiento de un estilo de crianza operativo, que permita la disminución de las conductas no operativas en los hijos. Descriptores: integración grupal; relaciones interpersonales; estudiantes, docentes. 1 INTRODUCCIÓN El rol de padres, es un papel que tiene múltiples responsabilidades, son los padres quienes tienen a su cargo la dirigencia familiar, y por lo tanto, son quienes establecen las normas que se seguirán en el núcleo intrafamiliar. Por tal motivo, es necesario que ese rol de padres, cumpla con la tarea que le es encomendada, como por ejemplo, el ejercicio equilibrado del Binomio Autoridad/Afecto, el cual será el garante de que los hijos adquieran la educación necesaria para interactuar con las demás personas en los diversos ámbitos en los cuales hace vida. Sin embargo, no siempre ese rol de padres es ejercido de manera operativa, esto, porque algunos padres asumen estilos de crianza que no corresponden con el deber ser, por lo que se tiene padres que ejercen un estilo de crianza autoritario, basado en el uso de la agresividad y el poder para educar a sus hijos; de igual manera, existen padres, como es el caso de los objetos de estudio de la investigación, que manejan un estilo de crianza permisivo, que impide que los hijos asuman responsabilidad por sus actos, ocasionando así, conductas no operativas en los hijos, lo que ocasiona conflictos en su interacción social. En tal sentido, los padres permisivos se caracterizan por validar cualquier tipo de conducta en los hijos, sin ejercer la autoridad de forma proporcionada, pues centra su crianza en solo dar afecto, esto con la intención de evitar sufrimientos y preocupaciones a sus hijos, por lo que, muchas veces, tiene dificultas para establecer límites, evita controlar las conductas no operativas que observa en sus hijos, por lo que mantiene una comunicación pasiva con ellos, por el temor a causar disgustos o perder su amor. En el mismo orden de ideas, los padres permisivos, tienen dificultad para equilibrar el afecto que le dan a sus hijos, por ello, tienden a sobreprotegerlos, apoyarlos excesivamente, sin tomar en cuenta sus conductas no operativas, además de mostrarse demasiado flexibles ante sus exigencias, por lo que, dan demasiado afecto, sin pedir nada a cambio. 2 Por tal motivo, la autora de la investigación, se planteó determinar la relación que existe entre los padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos, para de esta manera, determinar si la permisividad de los padres aumenta la prevalencia de conductas no operativas en los hijos. Por tal motivo, se planteó hipótesis de investigación para de esta manera comprobar cuál de ellas es aceptada y cuál rechazada. Por tanto, la investigación desarrollada se estructuró en seis capítulos: en el capítulo I se plantea el problema; en el capítulo II, se establece el marco teórico que fundamenta la investigación; en el Capítulo III, se detalla el marco metodológico utilizado a lo largo del estudio; en el capítulo IV, se hace la presentación, análisis e interpretación de resultados; en el capítulo V, se establecen las conclusiones y recomendaciones a las que la investigadora llegó; en el capítulo VI se presenta la propuesta de investigación la cual consistió en un programa de orientación dirigido a los padres; además del desarrollo de la ejecución y evaluación de dicho programa. Finalmente, se presentan los anexos, referencias 3 CAPÍTULO I EL PROBLEMA Planteamiento del problema El hombre a lo largo de su vida, debe asumir decisiones que implican, desde la escogencia de la carrera universitaria, hasta el negocio o trabajo que quiere desempeñar, entre otras muchas cosas más; sin embargo, quizás la decisión más relevante es la de conformar una familia, pero sobre todo el grado tan alto de responsabilidad que implica el ser padres, aunado a su vez al rol que debe asumir todo individuo que decide ser padre. Cuando se habla del rol de padre, sobre todo el que se ejerce hoy en día, implica estar claros, lo que implica entender que debe existir un equilibrio entre amor-afecto y respeto-autoridad, entre libertad y límites; pues para que una familia sea exitosa debe haber, normas, reglas y responsabilidades que todos sus miembros padres e hijos deberán cumplir, respetar, para así contribuir en la formación de hijos capaces de elegir, de enfrentarse a la vida de forma operativa. En tal sentido, la responsabilidad que significa ser padres, va más allá del hecho de proveerles de cariño y necesidades básicas como alimento, vestimenta, diversión; pues implica la además, ejercer estilos de ccrianza que permita dotarlos de los valores necesarios para que en el futuro, se conviertan en adultos operativos que les permita integrarse a la sociedad de maneratal que sean exitosos en las funciones que desempeñen en todos los ámbitos de su vida. Por tal motivo, es preciso citar lo dicho por Connolly (2008), quien señala que: Hoy día, el desafío de educar a nuestros hijos es cada vez más grande. No somos los únicos en influir sobre ellos. Varias esferas de la 4 sociedad lo hacen. Antes, la escuela y los padres teníamos el monopolio de la educación… la relación padres e hijos ayuda a encontrar ese equilibrio entre nuestra espontaneidad al querer hacer lo adecuado para que nuestros hijos sean felices, al mismo tiempo que satisfacemos sus propias necesidades sin dejar de ser firmes con ellos, guiándolos en su saludable desarrollo. (p. 7-9). Ciertamente, como lo expone la autora, ser padres hoy día es todo un reto, debido a las múltiples ocupaciones en las que se ven inmersos ambos miembros de la pareja, por lo que los padres, tienen responsabilidades que cumplir, es decir, en la mayoría de los casos ambos padres trabaja, y dejan el cuidado de sus hijos a terceras personas, que muchas veces asumen su cuidado, sin embargo, los padres siempre tienen como fin último que sus hijos se desarrollen en el mejor ambiente, por lo que se esfuerzan porque tengan todo lo que necesitan, para que sean felices en cada una de sus etapas. Por ende, los padres mantienen una serie de responsabilidades, que implica el asumir un estilo de crianza operativo que permita asumir el reto que implica ser padre en la sociedad actual. En tal sentido, Soldano (2004), sostiene que: El padre cumple un rol fundamental en la vida del niño…si la relación entre los padres es buena, el niño percibirá a sus progenitores como a una sola persona…La paternidad comprometida implica una conducta a favor del bienestar y del desarrollo sano del hijo y de la familia (p. 30). Es por esta razón que el padre juega en la crianza de los hijos tiene una responsabilidad primordial, pues a través de la interacción de los padres e hijos, es que estos últimos van adquiriendo las competencias, valores necesarios que en la edad adulta pondrán en práctica con los demás. De allí que el padre debe tener una actitud favorable para la crianza operativa de los hijos, basada en el ejercicio del binomio/autoridad afecto equilibrado que le permita actuar con un estilo democrático, que conlleve a una formación adecuada de los hijos, a partir del modelamiento de conductas operativas. En tal sentido, Hormachea (2007), plantea que “…los padres debemos entender que con nuestras actitudes, acciones y palabras tenemos todas las posibilidades para preparar a nuestros hijos para que elijan una vida decente 5 o una vida delincuente” (p. 16). En otras palabras, como lo expresa el autor, tanto los padres deben entender que desde el momento en que toman la decisión de tener hijos, deben asumir una actitud favorable, que les permita educar a los hijos basados en los valores fundamentales del respeto, amor, comprensión, solidaridad; es decir, que los padres tienen una labor fundamental sobre los hijos, pues, son los encargados de educar los principios fundamentales que regirán en la vida de sus hijos. Es así, que dependiendo de la educación que los hijos reciban en el hogar, va a depender su comportamiento en la sociedad, de allí que el estilo de crianza que los padres ejercen sobre la educación de sus hijos es fundamental para el éxito en su labor. Por tal motivo, es importante que los padres desde el mismo momento de la gestación sepan comprender con total claridad cuál es el papel fundamental que ejercerán, por ende, hacerse conscientes de la importancia que juega su rol en esta difícil tarea de ser padres, además de ello, se deben adueñar de una serie de herramientas que les permitirá transitar con éxito este largo y arduo camino, que, de ser manejado con asertividad, con seguridad será la experiencia más gratificante que hayan vivido, sin olvidarse nunca que están allí para formar hijos que puedan elegir su propio destino, pues, los padres preparan a sus hijos para la vida. Por ende, cuando los padres ejercen un estilo de crianza asertivo, garantizan que sus hijos se apropien de una serie de herramientas que le permitirán adoptar conductas operativas en todos los ámbitos en los cuales hacen vida en el día a día. En tal sentido, Perinat (2014), indica que la noción de conducta prosocial, es señal de una conducta operativa, por ende, las conductas operativas son comportamientos prosociales que: …favorecen a otras personas o grupos o la consecución de metas sociales; son los que aumentan la posibilidad de generar una reciprocidad posotiva de calidad, solidaria en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, al tiempo que salvaguardan la identidad, creatividad e iniciativa de los individuos implicados. (p. 63). 6 Por ende, el estilo de crianza puede coadyuvar a que los hijos, puedan copiar conductas operativas, que les permitan adecuarse a los diversos contextos en los cuales interactúen, por lo que, su comportamiento estará enmarcado hacia el respeto de los derechos de los demás. Por tal motivo, se considera que las conductas operativas, son modeladas de los padres hacia los hijos, esto a partir de una crianza enmarcada en el respeto de las individualidades, el manejo operativo del binomio Autoridad/Afecto, al igual que la práctica de los componentes socioemocionales. Sin embargo, en la actualidad, se da la particularidad que, ante los múltiples compromisos en los que se enfrentan los padres, la educación de los hijos se cede a terceras personas, que son quienes se encargan de su cuidado durante el día, momento en que ambos padres trabajan. No obstante, una vez regresan al hogar, asumen el rol de padres con mucha culpa, por lo que se muestran permisivos con las peticiones que expresan sus hijos. Es en este estilo de crianza que cumplen los padres, donde se comete el error de permitir demasiados comportamientos no operativos en los hijos, pues pareciera que su plan de vida, es dedicarse a complacer a sus hijos sin ningún reparo, en ejercer en forma equilibrada el binomio autoridad/afecto. En tal sentido, es común ver que los padres ponen en práctica un estilo de crianza permisivo, donde no se adoptan medidas, que permitan el establecimiento de normas claras a los hijos, dándoles muchas libertades sin control. Por tanto, los padres permisivos no establecen normas para regular la conducta de los hijos, ni propician los buenos modales, permitiendo muchas veces que los hijos ejerzan roles que no les compete, por lo que en muchas oportunidades, utilizan la manipulación con el fin de lograr lo que se proponen. Por tal motivo, los hijos se creen con la autoridad de tomar decisiones que deberían ser exclusivas para los padres, trastocándose los roles dentro del hogar. Esta situación es común en los padres porque algunos de ellos se quieren mostrar como padres modernos, otros, se escudan en la idea de la necesidad 7 de dar a los niños las libertades que ameritan para esta época en particular, en tal sentido, Stassen (2006), plantea: Los padres permisivos tienen pocas exigencias, y ocultan cualquier impaciencia que sientan. Hay poca disciplina porque exigen escasa madurez de los niños. Los padres permisivos son cariñosos y aceptan a sus hijos. Escuchan todo lo que sus hijos dicen y comparten sus propias emociones sin restricciones. Tratan de ayudarlos en todo, pero no se sienten responsables de su conducta. (p. 302) En efecto, quienes brindan demasiada libertad a sus hijos, se convierten en padres permisivos, y aceptan en sus hijos cualquier conducta sin poner reparo a ellas, sin preocuparse por corregirlos, les dan demasiada libertad, a todo les dicen que sí, sin ponerles límites ni obligaciones, mucho menos responsabilidades. En tal sentido, se muestran complacientes con ellos, los escuchan atentamente,sin poner límites claros, lo que permite que los hijos se aprovechen en la mayoría de los casos de su buena voluntad. Es decir, que cuando se habla de padres permisivos, se ubican a aquellos padres que dan libertad excesiva, donde solo el hijo decide qué se debe hacer, cuándo, cómo y dónde, estos hijos jamás reconocen los límites y evaden responsabilidades, por ende, los padres permisivos poseen poco control sobre sus hijos, también expresan afecto y amor exagerado, que es la manera que tienen para establecer un vínculo con sus hijos, es por esta razón que a todo le dicen que sí y en muchas ocasiones los premian con regalos, en este caso sucede mucho cuando los padres no tienen el tiempo para compartir con sus hijos y se olvidan totalmente de la parte formativa. Con respecto a las anteriores ideas, Hormachea, D. (2007), señala que: …a pesar de que existen opiniones extremas que dicen que los padres y las madres no tienen gran influencia en las decisiones que sus hijos tomarán a largo plazo, y que más bien los genes y la presión de grupo serán las influencias más importantes en su proceso de información, yo sigo creyendo que los padres jugamos un papel esencial en el desarrollo de la moralidad y los principios que van a guiar la vida de nuestros hijos. (p.22). 8 Por tanto, se considera que los padres son la clave esencial para esa guía en la vida de ellos a largo plazo, por ende, si se toman actitudes como padres permisivos, desde sus primeros pasos de crianza en el hogar y se les permite que tengan esa libertad exagerada, además de complacerlos en todo lo que ellos quieren y en el momento que lo exigen, sin implementarles normas de conductas, de responsabilidades y límites se estará dando pie para que los hijos emitan conductas no operativas, que les impedirá interactuar de manera asertiva en la sociedad. Por ende, se puede pensar que el estilo de crianza que asuman los padres, pudiera estar relacionado con las conductas que los hijos presentan en los diferentes ámbitos en los que hacen vida a diario. En consecuencia, si los padres asumen un estilo de vida democrático, los hijos pudieran tener el modelamiento adecuado para que se comporten de forma operativa; mientras que si su estilo es autoritario o permisivo, los hijos pudieran presentar conductas no operativas que pudieran afectar su desenvolvimiento en el ambiente social, ocasionando problemáticas significativas en el hogar. En otras palabras, los estilos de crianza pudieran estar ocasionando problemas en la formación de los hijos, pues podrían estar relacionados con las conductas emitidas por los hijos, por lo que, es necesario determinar la relación entre los estilos de crianza y la forma en que los hijos se comportan en otros escenarios distintos al hogar, como lo es el caso del ámbito escolar. En tal sentido, se observa en los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida, desequilibrio en el manejo del binomio autoridad afecto, existe una libertad excesiva por lo que no establecen normas, por tal motivo, se presentan conductas no operativas en los hijos. En consecuencia, se percibe que los padres dan excesiva libertad a sus hijos, permitiendo que éstos le falten el respeto en diversas oportunidades, lo que influye en el comportamiento de los hijos en la institución educativa. Partiendo de las ideas anteriores, se puede entrever que esta situación pudiera ser causada por la presencia de padres con escasas habilidades 9 sociales, mal manejo de las emociones, excesiva permisividad, mal manejo del Binomio Autoridad Afecto. Por lo tanto, de no abordarse la situación de manera oportuna, se pudiera ocasionar en los hijos una idea distorsionada de la forma en la cual debe comportarse, por lo que se pudieran presentar conductas no operativas como rebeldía, indisciplina, agresividad, originando el rechazo social; lo que puede repercutir en las relaciones familiares, originando conflictos. En consecuencia, la investigadora se plantea realizar la correlación entre las variables para analizar la manera en que influye una sobre la otra para de esta manera diseñar una propuesta que permita adquirir a los padres las herramientas necesarias para asumir un estilo de crianza asertivo que conlleve a manifestaciones conductuales operativas en los hijos. Por tal motivo, se plantea como interrogante de investigación: ¿Cuál es la relación que existe entre el estilo de padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos? De allí surgen las preguntas: ¿Cómo es la autoridad y el afecto manejados por los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida?¿Cuál es el nivel de agresividad e indisciplina presente en los hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida? ¿Cuál es la relación existente entre los padres permisivos y la conducta no operativa de sus hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida?¿Qué propuesta se puede diseñar para que los padres asuman un estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas? Objetivos de la Investigación General Determinar la relación que existe entre el estilo de padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. 10 Específicos Diagnosticar la autoridad y el afecto manejados por los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. Indagar la agresividad, indisciplina y manipulación presentes en los hijos, según la perspectiva de los padres en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. Establecer la correlación existente entre los padres permisivos y la conducta no operativa de sus hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. Diseñar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas. Ejecutar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas. Evaluar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas. Justificación El estilo de crianza utilizado por los padres, es la relación que va a ejercer el padre sobre los hijos dentro del contexto familiar, por ende, si el padre es autoritario, ejercerá un rol basado en el irrespeto de los derechos de sus hijos, aunado a maltrato y manipulación para que haga lo que él quiera. Por el 11 contrario, si el estilo es permisivo, permitirá que sus hijos actúen como lo deseen, sin poner resistencia a lo hagan, así sus conductas irrespeten sus derechos como padre. En tal sentido, la investigación que se desarrolla, tiene gran importancia en el ámbito de la familia, pues a través de ella se indagarán las diversas teorías que abarcan el tema de los estilos de crianza en los padres y su relación con las conductas emitidas por los hijos. Es muy común escuchar a las personas afirmar que el comportamiento de los hijos es por causa de la crianza que le han dado los padres, por ende, cuando se habla de padres permisivos, se conoce que lo mismos, ejercen una crianza muy abierta anteellos, lo que les permite tomar alas, que conllevará al respeto de los padres y toda autoridad o persona mayor a ellos. Por tal motivo, es importante indagar si el estilo de crianza permisivo, influye en la emisión de conductas no operativas en los hijos. En tal sentido, la presente investigación se justifica desde el punto de vista teórico, puesto que se indagará acerca de los estilos de crianza de los padres específicamente el permisivo, para determinar su relación con las conductas no operativas en los hijos. Por ende, se abordarán diversas teorías, así como investigaciones realizadas, para de esta manera sustentar la investigación realizada. De la misma manera, desde el punto de vista metodológico, se realizó el diseño de dos instrumentos de recolección de datos, dirigido a los padres, donde se buscó su opinión acerca del estilo de crianza utilizado por ellos, así como las conductas no operativas que observa en sus hijos. Desde el punto de vista práctico, aun cuando se trata de una investigación correlacional, por ende, su objetivo fue determinar la relación entre dos variables de estudio, para determinar si una se correlaciona con la otra, siguiendo lineamientos emitidos por la Coordinación de Investigación del Centro de Investigaciones, Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV), se diseñó, ejecutó y evaluó un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los padres del Centro de Educación Inicial Mi 12 Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas. Por último, se justifica dentro del punto de vista académico, pues la investigación se ubica dentro de las líneas de investigación del Centro de Investigaciones, Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV), en el campo de la conducta humana, línea aprendizajes de conductas, específicamente en el área de aprendizaje familiar. 13 CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO Antecedentes de la investigación Los estilos de crianza, desde hace algunos años, han venido marcando un área de estudio muy variado, esto debido a las dificultades que se presentan a diario en los centro educativos, cuando ante la presencia de conductas no operativas en los estudiantes, se observa la presencia de estilos de crianza no operativos, lo que influye en que estas conductas sean predominantes en las actuaciones escolares de los estudiantes. En tal sentido, la investigación que se realizó, estuvo vinculada al estilo de crianza permisivo, que se caracteriza por ser aquellos padres que no aplican la autoridad en sus hogares con sus hijos, son esos padres que a lo mejor por falta de orientación, no poseen la información adecuada, cuando a la crianza de sus hijos se refiere debido a que aplican excesivo amor-afecto y sobreprotección, del mismo modo le permiten a sus hijos que hagan lo que deseen. Por ende, toman sus propias decisiones, observándose que en este estilo de crianza no existen normas, ni límites y dentro de ese marco el niño no cumple responsabilidades, por ello, cuando el padre decide aplicar algún tipo de castigo, lo hacen de manera muy vaga, son flexibles a dicho castigo. Como resultado, se genera un ambiente de hogar conflictivo, debido a la falta de autoridad, la poca estabilidad y equilibrio en las normas y reglas que todos los miembros de la familia deben seguir. En consecuencia, numerosos investigadores se han interesado en abordar dicha problemática, para de esta manera presentar propuestas que permitan la resolución de la misma. Por tanto, se toman en cuenta una serie de investigaciones que sirvieron de sustento para el estudio que se desarrolló. 14 Como primer antecedente se tiene a, Rangel (2011), quien realizó una investigación en Venezuela, cuya finalidad fue determinar la incidencia de los patrones de crianza de los padres en la conducta de niños y niñas en Educación Inicial. Se trató de un estudio de campo descriptivo, correlacional. El instrumento de recolección de datos consistió en la observación directa y la entrevista a través de cuestionario tipo encuesta. El diseño de estudio se concretó con los directivos y sesenta docentes de educación inicial de cinco instituciones educativas pertenecientes al Municipio Escolar N° 5. Los resultados obtenidos de esta investigación indican que dentro de los patrones de crianza utilizados por los padres de los alumnos, poco se le da importancia a los factores de autoestima, es por ello, dentro del entorno familiar se observa escasa estimulación de los miembros para que sus hijos demuestren respeto hacia los demás o a las cosas que ellos llevan a cabo; esto se debe a que en un alto porcentaje de estos hogares manifiestan la violencia familiar, destruyendo toda forma de crear valores. Como resultado se obtuvo que son niños que no tienen la capacidad de integración social, debido a la baja autoestima, las pocas habilidades de respeto y responsabilidad en sus familias en la vida escolar, esto los llevará a la práctica de una vida falla en valores y la falta de confianza en sí mismos. Por su parte, Navarrete (2011), en Chile, llevó a cabo una investigación que tuvo como objetivo indagar el comportamiento de las variables estilos de crianza parental y de la calidad de vida familiar existente en los padres de preadolescentes que presentan conductas disruptivas en el aula. Esto reviste importancia ya que aporta elementos objetivos para el trabajo con los padres en beneficio del logro de un ambiente escolar propicio para el aprendizaje. El estudio fue de carácter cuantitativo, descriptivo, correlacional y sus variables fueron medidas a través de los siguientes instrumentos: cuestionario de calidad de vida familiar, cuestionario de estilos de crianza y el cuestionario de comportamiento parental para niños CRPBI. La muestra estuvo compuesta por 46 familias en las que se incluye padre, madre e hijo/a preadolescente entre 15 11 y 13 años que cursan sexto o séptimo año básico en un colegio subvencionado de la comuna de Chillán, ubicado dentro de la zona urbana. Para el análisis de los resultados se utilizaron medidas de tendencia central y el coeficiente de correlación de Pearson. De ellos se concluye, que el estilo de crianza predominante es el estilo de crianza con autoridad, esto tanto en la percepción de los hijos como en la de los propios padres, por otro lado, se encontró correlación positiva y significativa entre estilo de crianza con autoridad y calidad de vida familiar tanto en su nivel de importancia como en su nivel de satisfacción. En el mismo orden de ideas, González (2013), en México, llevó a cabo una investigación que tuvo por finalidad identificar la relación entre los estilos parentales y las conductas antisociales en los escolares de la ciudad de México. Se trató de un estudio correlacional, donde se aplicó una encuesta a 209 estudiantes, encontrándose que los estudiantes que no presentan conductas antisociales, reportan mejores estilos parentales, no encontrándose los mismos resultados en los estudiantes que presentan problemas antisociales. En conclusión, los entornos, familiar y escolar siguen siendo espacios socializadores; sin embargo, también aportan elementos que facilitan la aparición de conductas antisociales. Por ende, es conveniente que los padres establezcan vínculos afectivos y un ambiente positivo para sus hijos. Por su parte, las escuelas deben estar lo suficientemente equipadas para proveer al alumno las herramientas útiles para que fomenten un proyecto de vida positivo. Asimismo, Rubio (2012), en España, desarrolló una investigación que tuvo como objetivo delimitar las variables que inciden sobre las prácticas de crianza parentales y los problemas infantiles emocionales, conductuales (conducta disruptiva,inatención/hiperactividad), sociales (problemas con los compañeros, conducta prosocial) y escolares (dimensiones conductuales relacionadas con el aprendizaje) durante la etapa preescolar, considerando el origen cultural. Se trató de una investigación correlacional, donde participaron 16 150 padres y madres de niños y niñas de entre 3 y 5 años de edad, escolarizados en Educación Infantil en colegios públicos de Granada capital y su área metropolitana. Se aplicó un instrumento de recolección de datos tipo encuesta. Como resultado se obtuvo que las variables parentales influyen de manera negativa en la adopción de conductas disruptivas en los hijos, afectando de manera significativa las otras áreas, como lo es la emocional. Por última, Rodríguez (2014), en Venezuela, llevó a cabo una investigación cuyo objetivo fue proponer un programa de orientación a los padres y representantes a fin de minimizar las conductas agresivas en los escolares. Esta investigación se sustentó en la teoría del aprendizaje social de Bandura. La naturaleza de la investigación fue cuantitativa, el tipo fue de campo, diseño n experimental, modalidad proyecto factible. La población estuvo conformada por 413 padres y representantes. Para el diagnóstico se aplicó un cuestionario tipo Likert a los sujetos de la muestra 124 padres y representantes. La investigación se desarrolló en cuatro fases: diagnóstico, planteamiento, fundamentación teórica de la propuesta y desarrollo metodológico; estudio de factibilidad, análisis, conclusiones sobre la viabilidad y realización del estudio; Diseño de la propuesta; ejecución de la propuesta. En las conclusiones del diagnóstico se evidenció que los padres y representantes deben ser tolerantes a la hora de comunicarse con sus hijos, por lo cual se diseñó el programa de orientación para padres y representantes a fin de minimizar las conductas agresivas en los escolares. La aplicación de dicho programa reflejó logros significativos, ya que permitió disminuir las conductas agresivas significativamente mediante la participación de los representantes en las actividades programadas para el fortalecimiento de los valores sociales en la familia y la escuela. En tal sentido, los antecedentes presentados, guardan relación con la investigación desarrollada, por cuanto, en los mismos se abordan las variables del estudio como lo son los estilos de crianza y las conductas no operativas en los hijos de edad preescolar. Por tal motivo, los antecedentes, sustentan la 17 investigación realizada al abordarse en ellos todos los elementos presentes en la investigación. Bases Teóricas Padres Permisivos Los estilos de crianza vienen a ser un factor primordial en la educación de los hijos dentro del seno de la familia. Pues es a partir de estos estilos de crianza, donde los padres pondrán en práctica una serie de recursos que les permitirán llevar a cabo el rol de padre que le corresponde; en tal sentido, si ejerce un estilo de crianza democrático, autoritario o permisivo, obtendrá comportamientos en sus hijos relacionados con su acción a la hora de criarlos, pues a partir de cada uno de ellos, pondrá en práctica conductas, actitudes, con las cuales regirá su hogar. En tal sentido, cuando los padres son permisivos, se caracterizan por ser un padres que manejan su hogar basados en el afecto, pues consideran que sus hijos tienen todo el derecho de ser libres sin ningún reparo en torno a las conductas emitidas, sean estas operativas o no. Por tanto, no establecen claramente en su hogar normas, reglas, ni límites; basan su educación en la libertad excesiva, por lo que, existe mucha libertad y los hijos son clave importante en las toma de decisiones. Los hijos de padres permisivos no cumplen ningún tipo de responsabilidad y son totalmente dependientes de sus padres. Son hijos que hacen lo que quieren y sus deseos son cumplidos. Partiendo de las anteriores ideas, se tiene a Stassen (2007), quien afirma que: Los padres permisivos tienen pocas exigencias, y ocultan cualquier impaciencia que sientan. Hay poca disciplina porque exigen escasa madurez de los niños. Los padres permisivos son cariñosos y aceptan a sus hijos. Escuchan todo lo que sus hijos dicen y comparten sus propias emociones sin restricciones. Tratan de ayudarlos en todo, pero no se sienten responsables de su conducta. (p. 302). 18 Por tal motivo, los padres permisivos, se caracterizan porque tienen escasas normas para sus hijos, siempre están de acuerdo con lo que ellos hacen y en pocas oportunidades disciplinan su comportamiento, son solidarios con sus hijos, por lo que, se muestran ajenos a las conductas emitidas por sus hijos. Por ello, los padres permisivos, tienden a ser poco exigentes con sus hijos, en tal sentido, permiten todo tipo de conducta en sus hijos, lo que puede ocasionar conductas no operativas en ellos, sin que esto preocupe a los padres, quienes pueden considerar que sus hijos tienen derecho a responder de esta manera, así afecte los derechos de otras personas, incluso de los propios padres. En el mismo sentido, Morris y Maisto (2005), señalan que, “…los padres permisivos-indiferentes ejercen muy poco control y no ponen límites a la conducta de sus hijos…Los padres permisivos-indulgentes brindan a sus hijos mucha atención y apoyo, pero no establecen límites apropiados a su conducta.” (p.345). Por ende, los padres permisivos son aquellos que les permiten al niño hacer lo que quieren, mostrándose indiferentes en torno a lo que ellos hagan, por ninguna razón existe un control sobre ellos y por supuestos los limites no son aplicables. Por lo tanto, los padres permisivos pueden ser indiferentes e indulgentes pues en primer lugar, prestan poca atención al comportamiento de los hijos, sienten que no necesitan reprenderlos, sino que por el contrario, deben tener libertad sin límites; además de ellos, son indulgentes, puesto que su eje central son los hijos, por lo que les permiten hacer lo que quieren sin establecer ningún tipo de norma de los limite. Por último, Smalley y Cunningham (2011), señalan que, “Los padres permisivos tienden a ser afectivos y comprensivos para con sus hijos, pero son débiles a la hora de fijar y hacer cumplir las reglas y los límites.” (p.45). Por lo tanto, los padres permisivos, como su palabra lo indica, permiten a sus hijos todo tipo de comportamiento, se muestran comprensivos con ellos, por ende, tratan de comprenderlos de la mejor manera, justificando siempre la manera 19 en cómo actúan, sin embargo, no establecen normas claras de comportamiento, por lo que permite incluso faltas de respeto hacia su persona. Asimismo, no establece límites claros, por lo que muchas veces permite el libertinaje en sus hijos, sólo por no llevarle la contraria. En tal sentido, para efectos de la investigación desarrollada, se estudia la autoridad y el afecto en los padres permisivos, las cuales serán las dimensiones que componen la variable. En este orden de ideas, la autoridad, en palabras de García (Citado por Espot, 2006), señala que se “…concibe la autoridad como cualidad de un sujeto… un hombre posee autoridad cuando, por sus condiciones personales, se halla en un plano más elevado que los hombres que le rodean y puede influir en ellos en virtud de su prestigio”. Por ende, en los padres la autoridad se define como las condiciones personales que le permiten tener poder sobre los hijos, por lo que pueden influir en ellos de manera positiva, para que de esta manera, puedan establecer los límites necesarios para de este modo, puedan propiciar la emisión de conductas operativas, cuando se relaciones con su entorno tanto familiar como social. No obstante, si los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, manejan un bajo perfil, permitiendo que sus hijos ejerzan la autoridad,por lo que muchas veces, se sienten con derecho de irrespetarlos, además de negarse a cumplir alguna orden o norma que se le imponga. En tal sentido, los padres negocian la autoridad, olvidando que la dirigencia familiar está a cargo de ellos y no de los hijos. Igualmente, Zabludovsky (2005), señala que la autoridad se define como “…atributo de una persona, cargo u oficio que da un derecho a dar órdenes” (p. 15). En otras palabras, la autoridad en los padres es el atributo que le permite establecer dentro del ámbito familiar normas a sus hijos, las cuales deben ser cumplidas irrestrictamente. Sin embargo, cuando el estilo de crianza es permisivo, los padres tienden a cometer el error de no establecer normas claras, por lo que los hijos se sienten en la libertad de hacer lo que les provoque, sin medir muchas veces las consecuencias. 20 Por su parte, Bianco (1991), señala que la autoridad está destinada a la: …persona que se reviste de poder, mando o magistratura. En otras palabras es el crédito o la fe que se deposita en una persona… A los padres por derecho se les otorga el ejercicio de la autoridad. Esta aseveración está incluida en cualquier doctrina de orden familiar; los padres ejercen la autoridad porque existe una base o fundamento para ello; derecho que se les otorga al convertirse en padres. (p. 23). Es decir, que la autoridad es manejada por los padres, por ende, el derecho que obtienen desde el mismo momento en que se convierten en padres, por lo tanto, no es negociable, por lo que solo los padres son quienes la ejercerán, sin embargo, cuando el estilo de crianza ejercido por los padres es permisivo, se observa que los padres no ejercen la autoridad de forma operativa, por lo que, negocian con sus hijos, permitiendo que ellos mismos sean quienes establezcan las normas dentro del hogar. En consecuencia, la autoridad, para la presente investigación estuvo compuesta por los indicadores dificultad para establecer límites, control de conductas no operativas y comunicación pasiva, componentes que permitirán medir la variable y sus elementos presentes en los sujetos de estudio, en este caso los padres. En primer lugar, se tiene la dificultad para establecer límites, sobre la cual se parte con las ideas de Cloud y Townsend (1998), quienes expresan que: Un límite es una línea de demarcación que define a una persona. Especifica dónde termina una persona y dónde empieza otra, si sabemos dónde están los límites de una persona, también sabremos qué podemos esperar en cuanto al control que puede llegar a tener sobre sí. Podemos requerir responsabilidad en cuanto a sentimientos, conductas y actitudes. (p. 147). En tal sentido, los padres deben establecer límites claros a sus hijos para que de esta manera comprendan la importancia de ser responsables de sus actos, en tal sentido, cuando se establecen límites en torno a los comportamientos de los hijos, en especial en los primeros años de vida, los mismos pueden adquirir hábitos que le permitirán adecuarse a las normas 21 establecidas en los distintos contextos en los cuales hacen vida; y por ende, emitir conductas operativas. Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, se les presentan dificultades a la hora de establecer límites claros a sus hijos, pues piensan que si lo hacen pueden generarles traumas, o en muchas oportunidades pensar que van a perder su amor, por tal motivo, tienden a complacerlos en todo lo que quieran, sin limitar su comportamiento, permitiendo incluso faltas de respeto hacia su persona, con tal de darles completa libertad. De igual manera, en torno al tema de la dificultad de establecer límites presente en los padres permisivos, Armas (2007), señala que: Establecer normas y límites para los hijos es un buen método para enseñarles cómo es el mundo real. Cuanto más parecidas sean las experiencias a las que va a tener posteriormente, mejor preparados estarán para afrontar la vida que van a vivir en libertad. Por el contrario, no establecer normas es la mejor manera de condenar a los hijos a ser víctimas y vivir esclavizados por la propia impulsividad e irracionalidad. (p.276) En otras palabras, el establecer normas y límites a los hijos, los padres los dotan de las herramientas necesarias para adaptarse a los ámbitos en los cuales se desenvolverán a lo largo de su vida; por ello, cuando se educa a los hijos con base al cumplimiento de normas, enseñándoles a reconocer los límites que deben existir en sus comportamientos, ellos aprenden a adaptarse a las normas sociales, por lo que será más fácil que se relaciones con las demás personas. Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, sin normas, ni límites, le impiden a sus hijos adueñarse de una educación adecuada, lo que dificultará su relación con los demás, pues tendrán dificultad para comportarse en los diversos ambientes en los cuales se desenvuelve, por lo que, sus conductas, sin ningún tipo de límites y normas, irrespetarán los espacios de las otras personas con las que se relacionan, ocasionando inconvenientes y por ende, conductas no operativas. 22 En tal sentido, a partir de las ideas esbozadas anteriormente, se toma en cuenta lo señalado por Urpí (2014), quien sostiene que: Desde hace un par de generaciones, se ha puesto de moda dejar a los hijos actuar sin correctivos ni frenos. El argumento es que podrían sentirse traumatizados por las negativas paternas a una determinada acción… Con demasiada frecuencia, vemos que hay padres a los que les cuesta decir no. Temen perder la aceptación de sus hijos. Pero no hay que olvidar que el rol de padre o madre obliga a explicitar una serie de normas. (p. 67). En otras palabras, es común observar a los padres hoy en día adoptar un estilo de crianza permisivo, por lo que, se le da completa libertad a los hijos para que tomen sus propias decisiones, lo que muchas veces se convierte en libertinaje, ocasionando problemas a los hijos, pues los mismos no logran adaptarse a otros espacios en los que hacen vida, como lo es el caso de la escuela. Esto ocasiona, que los hijos adopten conductas no operativas, que conlleva a problemáticas en el ámbito social, lo que impide su adaptación a normas, además que puede llevar a la exclusión social. En tal sentido, esta dificultad para establecer límites, puede dar lugar a que los padres tengan dificultad para el control de las conductas no operativas; sobre lo cual Santín (2004), señala que: Los padres de familia manifiestan distintas formas de control para con sus hijos. Algunos de ellos son estrictos, rígidos, imponen normas que no están dispuestos a cambiar y rara vez escuchan a sus hijos o, si lo hacen, no por ello modifica los límites o reglas que han preestablecido. (p. 103). Por ende, cuando los padres establecen límites claros a sus hijos cuando manifiestan conductas no operativas, manteniendo una actitud asertiva, con un manejo adecuado del binomio Autoridad/afecto, los hijos comprenderán que esas conductas no son validadas por sus padres, por lo que de inmediato corregirán sus actuaciones, haciéndose conscientes de ellas. Sin embargo, cuando el estilo de crianza es permisivo, los padres, tienen dificultad para establecer claramente los límites y normas a sus hijos, facilitando que se presenten conductas no operativas, como lo es la agresividad y la indisciplina, 23 lo que conlleva a problemas frecuentes en el ámbito familiar y escolar; que son los espacios en donde mayor tiempo de la vida del niño transcurre. En el mismo orden de ideas, Solá (2010), señala que ante conductas no operativas en los hijos, se generan sentimientos de molestia e insatisfacción en los miembros de la familia, por lo que los padres pasan a la acción “…tratando de controlar o cambiar las conductas del niño. Lo que suele ocurriren estas circunstancias es que los padres actúan sobre el efecto más que sobre la causa, y el problema muchas veces se cronifica”. (p. 65). Por ende, los padres permisivos, tienden a corregir las conductas de sus hijos con un alto grado de culpa, pues piensan que si lo hacen de forma rígida, pueden perder el amor de ellos, en tal sentido, los padres permisivos mantienen una indisposición de corregir las conductas no operativas de sus hijos, mostrándose pasivos a la hora de ejecutar acciones que corrijan los comportamientos inadecuados que manifiestan en diversas oportunidades. Por último, con respecto al control de conductas no operativas, Sarduni, Rostán y Serrat (2008), señalan que uno de los problemas de los padres permisivos es que: No piden mucho a sus hijos y, además, son reacios a castigarlos cuando muestran una conducta inadecuada. Hay pocas tentativas de control, más bien al contrario. En realidad no es que sean padre indiferentes o que no se preocupen por sus hijos, pero creen que dando a los hijos este marco de libertad éstos desarrollan con más fuerza su personalidad, serán capaces de tomas iniciativas propias y su relación con ellos será de confianza y amistad. (p. 125). En otras palabras, los padres permisivos no establecen ningún control sobre las conductas no operativas de sus hijos, pues piensan que eso coarta la libertad de ellos, lo que a su juicio, puede afectar el desarrollo de su personalidad. En tal sentido, tienden a no ejercer ningún tipo de reforzador negativo, por lo que aceptan comportamientos inadecuados, justificando siempre a sus hijos ante las demás personas, lo que dificulta que los hijos se adapten a las normas de convivencia establecidas en los diferentes grupos sociales. 24 En consecuencia, los padres permisivos, al no controlar las conductas no operativas de los hijos, incurren en un manejo poco operativo del Binomio Autoridad/Afecto, por lo que, muchas veces los hijos, asumen actitudes que no se corresponden con el rol que cumplen dentro del ámbito familiar, lo que conlleva a que muchas veces no respeten a los padres y el rol que ellos desempeñan; en tal sentido, se rebasan las fronteras que deben existir entre padres e hijos. Continuando con la dimensión autoridad, se tiene la comunicación pasiva, sobre la cual Menéndez y otros (2013), señalan que: La persona que se comunica con este estilo acepta todo lo que el interlocutor le dice sin hacer respetar sus propias opiniones, sus propios derechos. No expresa de un modo directo a los demás sus pensamientos, sentimientos o necesidades, de manera que, al no comunicar sus deseos, no consigue resolver las situaciones de manera satisfactoria. (p. 82). Por ende, los padres permisivos, se comunican con sus hijos de una forma pasiva, por lo que aceptan que utilicen un lenguaje inadecuado para comunicarse con ellos, sin hacer respetar sus propias ideas, además de ello, permitiendo que sus derechos sean irrespetados en numerosas oportunidades. En tal sentido, tienen dificultad para expresar sus opiniones, por lo que la comunicación dentro del grupo familiar es inoperativa, lo que conlleva a conflictos interpersonales, que propician la manifestación de conductas no operativas en los hijos. En el mismo sentido, López y Crespo (2008), señalan que: Cuando nos comunicamos con los demás de manera pasiva…el mensaje que transmitimos es: lo mío no cuenta; puedes aprovecharte de mí. Mis sentimientos no importan, sólo los tuyos. Mis pensamientos no son nada importantes; los tuyos sí que merecen la pena. Lo mío no vale, lo tuyo es mejor sin ningún género de dudas. (p.117). En otras palabras, cuando los padres se comunican de manera pasiva con sus hijos, no solo ceden la autoridad que tienen como encargados de la dirigencia familiar, sino que en muchas oportunidades, permiten de que los 25 hijos se aprovechen de ellos, ocasionando que respeten incluso, sus derechos individuales. Esta situación, puede llevar a que los hijos emitan conductas no operativas en diversas ocasiones, lo que impide que las relaciones tanto intrafamiliares, como sociales, se desarrollen de manera poco asertiva. Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, no sólo tienen problemas con la autoridad, sino que, como se afirmó anteriormente, dan excesivo afecto a sus hijos, lo que trae como consecuencia, que no reconozcan el rol, así como las normas que deben que deben cumplir en el ámbito familiar. En este sentido, Postic (2000), afirma que el afecto es un término “…que connota todo estado, penoso o agradable, vago o cualificado, que se presenta bajo la forma de una descarga masiva como tonalidad general” (p. 152). En consecuencia, el afecto es un estado que permite expresar sentimientos agradables o desagradables ante una situación o hecho; en tal sentido, el afecto es la demostración de sentimientos que manifiestan los padres a sus hijos, el cual, en el caso de los padres que ejercen un estilo de crianza permisivo, es manifestado de forma desproporcionada, es decir, manifiestan un afecto excesivo, sin poner en práctica el ejercicio equilibrado del Binomio Autoridad/afecto, lo que influye en la aparición de conductas no operativas en los hijos. En el mismo orden de ideas, Laplanche y Pontallis, (citado por Bruder, 2000), señalan que el afecto es “…todo estado afectivo, penoso, agradable, vago o preciso, que se presente de una descarga masiva.” (p.97). Por ende, es la manifestación de sentimiento, en este caso por parte del padre hacia los hijos, en el cual, expresan su agrado hacia las conductas manifestadas por los hijos, sin discriminar si son operativas o no. Por ello, los padres permisivos, pierden el control de las actuaciones de sus hijos, pues no existe o es casi nulo el ejercicio de la autoridad, es decir, no se mantiene equilibrio entre dar afecto y poner en práctica la autoridad. Por su parte, Velázquez (2014), señala acerca del afecto que: 26 Sentimos y actuamos. Hay situaciones en que la expresión de afectos haciendo algo está muy bien. Hay circunstancias en que una emoción precisa de una acción. Lo que hacemos es generar un comportamiento inmediato sin que medie el pensamiento consciente y producimos una reacción, más o menos automática, a lo que sentimos, y así descargamos los afectos, los derivamos por medio de una conducta, de un acto. …una de las maneras que tenemos las personas de manejar lo que sentimos es actuando, haciendo algo, aunque ese actuar vaya acompañado de emociones. (p. 32). Por ende, el afecto es la manifestación de cualquier sentimiento, emoción a partir de acciones que denotan una intensión que si bien es automática, muchas veces está desprovista de pensamientos previos, sino que es la expresión inmediata que surge a partir de un agrado o desagrado. En este orden de ideas, el afecto, es la expresión de sentimiento por parte de los padres hacia los hijos; el mismo, cuando se ejerce un estilo de crianza operativo, es equilibrado en unión de la autoridad. Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, el afecto se da sin límites, rebasando las fronteras que deben existir en los roles de padres e hijos, por lo que, los hijos se sienten con autoridad de irrespetar tanto a los padres, como a las personas con las que comparte en su entorno, ocasionando que ser reflejen conductas no operativas como lo es la agresividad, la indisciplina y la manipulación. En tal sentido, para efectos de la investigación desarrollada, los indicadores que componen esta dimensión son la sobreprotección, apoyo excesivo y comprensión ilimitada. En primer lugar, se tiene la sobreprotección, la cual en palabras de De Acevedo (2014), se caracteriza porque: Los padres sobreprotectores cuidan demasiado a sus hijos y no los dejan tomar riesgos…En la medida en que los hijos crecen,este tipo de padres evitan que ellos cometan errores y, de esta manera, les quitan la magnífica oportunidad de aprender de ellos. (p. 25). En otras palabras, los padres sobreprotectores asumen una actitud de cobijo sobre sus hijos, que le impide que asuma sus propias responsabilidades, impidiendo que desarrollen las capacidades de autonomía, 27 además de limitarlos al momento de tomar sus propias decisiones, pues los padres piensan que sobreprotegiéndolos los eximen de que cometan errores y sufran consecuencias a partir de las actuaciones que desarrollen. Asimismo, De León (2008), sostiene que los padres que sobreprotegen a sus hijos, …no permiten ninguna clase de libertad a sus hijos…No importa lo que sus hijos hagan, los padres sobreprotectores no confían en sus hijos, porque nada de lo que hagan logrará que se ganen la confianza de sus padres. (p. 204). Por ende, los padres sobreprotectores tienen dificultad para brindarle seguridad a sus hijos, por lo tanto, manejan todo lo que sus hijos hacen, limitando la libertad para tomar sus propias decisiones. Por lo tanto, les cuesta sentirse confiado con las actuaciones de sus hijos. En tal sentido, si bien, los padres permisivos, tienden a dar una libertad excesiva a sus hijos en torno a sus actuaciones, sobreprotegen a sus hijos, validando sus actuaciones, por lo que las justifican a toda costa. Con respecto al indicador apoyo excesivo, en palabras de Rodríguez (2006), cuando los padres muestran apoyo incondicional a los hijos, deben tener claro que pueden corregir conductas equivocadas sin que esto implique que el cariño que siente por sus hijos está comprometido, sin embargo, los padres permisivos tienden a dar un apoyo excesivo a las conductas manifestadas por los hijos, por lo que impide que las conductas equívocas sean corregidas, lo que da a lugar que los mismos se comporten de forma inoperativa, presentándose por ende, conductas como agresividad, indisciplina y manipulación. Por su parte, Soto y Montaño (2010), sostienen que el apoyo excesivo hacia los hijos es un factor que debe estar presente en la actuación de todo padres, pues de esta manera, les puede dar la seguridad necesaria para el desenvolvimiento de sus actuaciones diarias, sin embargo, señala que: Los hijos son nuestra gran responsabilidad, debemos aprovechar toda oportunidad que tengamos para mostrarles de una manera más clara el 28 camino que esperamos deben seguir…Son los hijos un reflejo de los padres, no cometas el error de dejarlos crecer solos, esa es quizá la mayor irresponsabilidad de nuestros tiempos, porque no solo afectas a tu propio hijo, a tu familia y a ti mismo, sino a toda tu comunidad. (p. 75). Por lo tanto, los padres deben tener claro que el apoyo excesivo en los hijos debe ser gestionado de manera efectiva, pues de lo contrario, se les daría una libertad plena, que le va a dar rienda suelta para que se comporten como lo desean; esta es una de las características de los padres permisivos, que aun cuando observan que las conductas de sus hijos no es operativa, brindan un apoyo incondicional, sin reparar las actuaciones inadecuadas de sus hijos, lo que propicia que ellos no sepan identificar la manera correcta en que se deben comportar en sociedad. Por otra parte, con respecto al indicador flexibilidad, Soto (2008), señala que la misma puede entenderse como la aptitud para: …transformarse y mejorar su inserción en el ambiente, haciendo crecer así su probabilidad de supervivencia. La flexibilidad es ante todo un medio para enfrentar la incertidumbre y, en este sentido, traduce la capacidad…responder a nuevas condiciones y desarrollar el aprendizaje. (p. 13). Por lo tanto, la flexibilidad es esa habilidad que poseen las personas para transformarse y de esa manera modificar de manera positiva las posibilidades que se le presentan para de esta manera adaptarse a nuevas realidades. En este sentido, los padres que se muestran flexibles ante las conductas de sus hijos, deben tener en cuenta que, si bien la flexibilidad en la crianza de los hijos es u elemento fundamental, es necesario que también reconozcan, que ser excesivamente flexibles, puede conllevar a que los hijos entiendan que sobre ellos no existe ninguna autoridad, y que por lo tanto, pueden comportarse de la manera en que ellos lo consideren justo. Es por ello, que los padres permisivos, se caracterizan por ser demasiado flexibles en torno a los normas establecidas para los hijos, por ende, su expresión de afecto, al no ser equilibrado, puede permitirle que manejen una flexibilidad excesiva con respecto a las conductas no operativas de sus hijos, 29 convalidándole las mismas al cambiar de forma constante las normas establecidas, dando muestras excesivas de afecto, que le impide a los hijos asumir las responsabilidades individuales que debe cumplir. De igual manera, Guillén (2005), sostiene que cuando en las relaciones familiares se carece de normas claras, y que las mismas se instauran según el grado del estado de ánimo de los padres, se corre el riesgo de asumir una actitud extremadamente flexible en torno a la crianza de los hijos lo que conlleva a propiciar errores de pensamiento en los hijos, que a su vez se traducen en conductas no operativas. Por ende, señalan que cuando los padres se muestran demasiado flexibles se percibe que: Los padres tienen una actitud permisiva y pasiva ante las conductas de sus hijos, que a veces pretende justificar con el respeto hacia la individualidad. Los hijos como consecuencia, manifiestan conductas variables, ausente de patrones permanentes de actuaciones. Existe imposibilidad de que los hijos adquieran un correcto desarrollo moral al no tener referentes normativos que regulen su conducta. (p. 342). En otras palabras, la permisividad en los padres, fomenta en los hijos las conductas no operativas, lo que impide que socialicen de forma adecuada en los diversos ambientes en los cuales hacen vida diaria. En tal sentido, los hijos se sienten con derecho a irrespetar las normas establecidas por los padres, quienes a su vez, se muestran pasivos ante las conductas de sus hijos. Por tanto, la investigadora plantea la necesidad de estudiar la relación que existe entre los padres con estilo de crianza pasivo y las conductas no operativas emitidas por los hijos. Conductas no operativas de los hijos La crianza de los hijos, implica una gran responsabilidad, la labor de ser padres no es tarea fácil, pues implica tomar en cuenta una serie de factores, los cuales incidirán en la conducta que los hijos adoptarán en un futuro. Por ende, es necesario que los padres emprendan una serie de medidas, adopten una actitud proactiva para que los hijos aprendan y copien modelos que les 30 permitan desenvolverse operativamente en sociedad. Sin embargo, cuando el estilo de crianza no es el adecuado, los hijos pueden entender mal el rol que deben cumplir en el núcleo familiar, adoptando conductas que no son las adecuadas para su edad y rol de hijos. En tal sentido, es necesario abordar el término de conducta, la cual en palabras de Trivisonno (2000), “En términos amplios, conducta es todo aquello que un organismo hace, dice o piensa. Cuando la conducta es públicamente observable dicha conducta recibe el nombre de conducta manifiesta. (p. 21). En otras palabras, la conducta son todas aquellas manifestaciones presentes en las personas, que pueden ser observadas a simple vista, y que denotan la forma en que se relaciona con su entorno. En este sentido, las conductas pueden estar enmarcadas dentro de los parámetros sociales o no. Tomando en cuenta las ideas planteadas por el precitado autor, las conductas no operativas, serías todas las manifestaciones observadas en los hijos, que rompen con los parámetros establecidos dentro de la norma social, por lo quepueden ser socialmente rechazadas. En consecuencia, pueden ser originadas a partir del estilo de crianza ejercido por los padres, por lo que, si asumen un estilo de crianza permisivo, los hijos pueden asumir conductas que sobrepasan los límites que establece el rol que les corresponde asumir en el entorno familiar. Por su parte, Salazar (2012), señala en torno a las conductas no operativas, que son aquellas conductas “…que no le permite al individuo funcionar y desarrollarse, sin generarle conflicto” (p.1). En otras palabras, son todos aquellos comportamientos que se observan en los hijos, los cuales son causantes de conflictos tanto dentro del círculo familiar, como el social. En este orden de ideas, las conductas no operativas de los hijos, se refieren a manifestaciones conductuales, es decir, que se pueden observar y cuantificar, que impiden que los hijos se relacionen adecuadamente en sociedad. Igualmente, Moles (citado por De Ferrer, 2008), argumenta que las conductas no operativas son aquellas que “…impiden una adecuada 31 interrelación e integración con sus semejantes” (p.14). Por lo tanto, cuando los hijos manifiestan conductas no operativas, sufren consecuencias que parten de la inoperancia de relacionarse tanto con sus semejantes, como con las personas con las cuales interactúa a diario. Por ende, los hijos de padres permisivos, tienen gran dificultad de interactuar con las otras personas en el entorno en el cual se desarrolla. Esto por lo general es debido a la falta de normas, flexibilidad y excesivo afecto, que conlleva a que presente signos de agresividad, indisciplina y tienda a manipular a sus padres para conseguir lo que desea, en el momento que así lo considere necesario. Por lo tanto, se amerita que los padres asuman una actitud proactiva, que les permita ejecutar un estilo de crianza operativo, basado en la educación democrática de los hijos, donde exista un equilibrio en el binomio autoridad/afecto. En tal sentido, para efecto de la investigación desarrollada, se pretende indagar acerca de las conductas no operativas presente en los hijos, desde la perspectiva de los padres, en referencia a este tema, se desarrollarán las dimensiones agresividad, indisciplina y manipulación, para de esta manera determinar cuáles de estas conductas están presentes en los hijos de los padres sujetos a estudio, y de esta manera, determinar si la variable padres permisivos, influye sobre la variable conductas no operativas de los hijos. Partiendo de estas ideas, se tiene en primer lugar la dimensión agresividad, sobre la cual Besada (2007), señala que: Se entiende por agresividad toda tendencia a actuar o responder violentamente o la actitud que se caracteriza por la predisposición a emplear la fuerza. Es la conducta que persigue infligir daño, sea de modo consciente o inconsciente, al propio actor o a otra persona o ente. (p. 68). Por tanto, la agresividad es la predisposición a actuar de manera violenta con la finalidad de utilizar la fuerza para ocasionar daño a otra persona, bien sea de manera premeditada o no. Por ende, los hijos de padres permisivos tienden a presentar síntomas de agresividad, pues, al no existir un equilibrio 32 adecuado del Binomio Autoridad/Afecto, los hijos se sienten con derecho incluso de agredir a los padres, si estos pretenden establecer algún tipo de norma dentro del hogar. Asimismo Sureda (2007), señala que la agresividad tiene como principal característica, que el individuo que la ejerce tiende a: …defender en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás. Este estilo de conducta acostumbra a provenir de una falta de autocontrol de la emoción de la ira e incluye las agresiones físicas y las expresiones verbales y no verbales de carácter agresivo. (p. 174). Es decir, que los hijos que manifiestan conductas agresivas, tienden a defender celosamente sus derechos, a la vez que irrespeta los derechos de sus padres y personas con las cuales interactúa diariamente. Por lo tanto, se caracteriza por presentar episodios de descontrol emocional, los cuales se materializan en agresiones verbales y no verbales, que ocasionan daño a la persona contra quien comete el acto de agresión. Por ende, los padres notan que sus hijos mantienen conductas agresivas constantes ante sus llamados de atención. De la misma manera, Cerezo (Citado por Coronado, 2008), señala que la agresividad “…puede tener un carácter instrumental (ser un medio para) emocional (placer al someter o herir); también puede ser premeditada o impulsiva. Estos aspectos deben ser tenidos en cuenta al momento de evaluar un comportamiento agresivo” (p. 106). En otras palabras, los hijos de padres permisivos, pueden agredir bien sea por placer, al no manejar adecuadamente sus emociones, o de manera intencional, cuando con antelación planea hacer daño a otra persona, que en este caso pueden ser los padres u otro familiar directo. Por ende, cuando los padres asumen un estilo de crianza permisivo, los hijos tienden a transgredir normas, pues dentro del hogar los padres generalmente no las establecen y permiten que los hijos se comporten de forma inadecuada sin establecer límites claros que les permitan identificar 33 modelos de comportamientos operativas que les facilite su interacción con las demás personas. Es por ello, que los padres deben ejercer estilos de crianza operativos, que les permita corregir a sus hijos asertivamente para que adquieran las herramientas necesarias para relacionarse operativamente con los demás. En tal sentido, se inicia con la agresividad física, la cual para Murueta y Orozco (2015), se trata de “…todos aquellos actos que comete un sujeto sobre otro con el fin de someter, humillar o nulificar al individuo. En este tipo de violencia son comunes el maltrato directo.” (p. 28). En consecuencia, la agresividad física son todos aquellos actos ejecutados por los hijos de padres permisivos, lo cuales tienen como fin ocasionar daño a sus padres, con el fin de obtener algo que desean. Por ende, la agresividad física, es una conducta que generalmente se presenta en los hijos cuando sus padres asumen un estilo de crianza permisivo, donde no se establecen normas claras acerca del comportamiento que deben tener dentro del grupo familiar. En el mismo sentido, Molina (2002), sostiene que la agresividad física “Es la descarga de energía que el agresor hace sobre el agredido. El impacto es tal que puede ocasionar una lesión grave…Comprende puñetazos, patadas, heridas punzocortantes que se realizan generalmente bajo reacciones de cólera impulsiva”. (p. 102). En consecuencia, la agresividad física, comprende el uso de la fuerza para ocasionar daño, en este caso por parte de los hijos hacia los padres, quienes mantienen una actitud pasiva frente al comportamiento de sus hijos. Por ende, los padres permisivos pueden ser víctimas de conductas agresivas por parte de los hijos, si estos no mantienen un equilibrio adecuado en el Binomio Autoridad/Afecto. En el mismo orden de ideas, se tiene la agresividad verbal, la cual en palabras de Stamateas (2011), señala que la persona que agrede verbalmente: …es mordaz, intimidante, ofensivo: sin importar cuál sea el tema del que esté hablando, su objetivo será despertar el miedo y el temor en los otros, asegurándose así poder y autoridad. S u propia inseguridad es la 34 que le impide establecer vínculos sanos y relaciones interpersonales prósperas. (p. 73). En otras palabras, el hijo que manifiesta la conducta de agresividad verbal, es ofensivo con sus padres, buscando intimidarlos con sus palabras para que ellos se sientan amenazados ante las agresiones de los hijos. Pues de esta manera garantizan mantener el poder sobre sus padres, en tal sentido, los padres permisivos, al tener dificultad para establecer
Compartir