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Psicología Cognitivo-Conductual, Trabajo Investigativo, Padres permisivos y su relación con las conductas no operativas de sus hijos.

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CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS 
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA 
NÚCLEO TÁCHIRA 
SAN CRISTÓBAL. EDO TÁCHIRA 
MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO 
OPERATIVAS DE SUS HIJOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AUTORA: MARGORIE MONTAÑO RODRÍGUEZ 
TUTORA: RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS 
 
 
 
 
 
 
MAYO 2016
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS 
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA 
NUCLEO TÁCHIRA 
SAN CRISTÓBAL. EDO TÁCHIRA 
MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO 
OPERATIVAS DE SUS HIJOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AUTORA: MARGORIE MONTAÑO RODRÍGUEZ 
 
 
TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO PARTE DE LOS 
REQUISITOS EXIGIDOS PARA OPTAR AL GRADO DE MÁGISTER 
SCIENTIARUM 
 
 
 
 
MAYO 2016
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO 
OPERATIVAS DE SUS HIJOS 
 
iv 
 
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS 
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA 
NÚCLEO TÁCHIRA 
SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EN MI CARÁCTER DE TUTORA DEL TRABAJO DE GRADO 
PRESENTADO POR LA CIUDADANA MARGORIEN MONTAÑO 
RODRÍGUEZ, CÉDULA DE IDENTIDAD Nº 14771497, PARA OPTAR AL 
GRADO ACADÉMICO MAGÍSTER SCIENTIARUM EN ORIENTACIÓN DE LA 
CONDUCTA, CONSIDERO QUE DICHO TRABAJO REÚNE LOS 
REQUISITOS Y MÉRITOS SUFICIENTES PARA SER SEMETIDO A LA 
EVALUACIÓN POR PARTE DEL JURADO EXAMINADOR. 
 
EN LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL, A LOS SEIS DÍAS DEL MES DE 
MAYO DE DOS MIL DIECISEIS. 
 
 
 
 
 
 
 
 
MsC. RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS 
CÉDULA DE IDENTIDAD V.- 11508349
iv 
 
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS 
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA 
NÚCLEO TÁCHIRA 
SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA 
 
 
 
DECLARACIÓN DE AUTORÍA 
 
 
QUIEN SUSCRIBE MARGORIEN MONTAÑO RODRÍGUEZ, CÉDULA DE 
IDENTIDAD Nº 14771497, HACE CONSTAR QUE ES LA AUTORA DEL 
TRABAJO DE GRADO TITULADO PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN 
CON LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE SUS HIJOS, EL CUAL 
CONSTITUYE UNA ELABORACIÓN PERSONAL REALIZADA ÚNICAMENTE 
CON LA DIRECCIÓN DE LA TUTORA DE DICHO TRABAJO MAGÍSTER 
RUTH NOHEMY CONTRERAS AGELVIS. EN TAL SENTIDO, MANIFIESTO 
SU ORIGINALIDAD EN CADA UNO DE LAS CAPÍTULOS QUE LA 
CONFORMAN DEJANDO ESTABLECIDO QUE AQUELLOS APORTES 
INTELECTUALES DE OTROS AUTORES HAN SIDO TOMADOS 
TEXTUALMENTE PARA ESTE TRABAJO. 
EN SAN CRISTÓBAL, A LOS SEIS DÍAS DEL MES DE MAYO DE DOS MIL 
DIECISEIS. 
 
 
 
 
MARGORIEN MONTAÑO RODRÍGUEZ 
CÉDULA DE IDENTIDAD V.- 14771497
v 
 
ÍNDICE GENERAL 
 
LISTA DE CUADROS ..................................................................................... ix 
LISTA DE IMÁGENES .................................................................................... x 
LISTA DE GRÁFICOS .................................................................................... xi 
RESUMEN ...................................................................................................... xii 
INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 1 
 
CAPÍTULO 
I EL PROBLEMA 
 Planteamiento del Problema ............................................................... 3 
 Objetivos de la Investigación ............................................................... 9 
 Justificación .......................................................................................... 10 
 
II MARCO TEÓRICO 
 Antecedentes de la Investigación........................................................ 13 
 Bases Teóricas .................................................................................... 17 
 
III MARCO METODOLÓGICO 
 Naturaleza y tipo de Investigación ...................................................... 42 
 Diseño de la Investigación ................................................................... 43 
Sistema de Variable ............................................................................. 44
Operacionalización de la Variable ....................................................... 45 
 Población y Muestra ............................................................................ 46 
 Técnicas de e Instrumento de Recolección de datos ......................... 46 
Validez y Confiabilidad ........................................................................ 47 
Procedimiento para la recolección de datos ....................................... 48 
Técnicas de Análisis de Datos ............................................................ 48 
 
IV PRESENTACIÓN, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS 
 Presentación, Análisis e Interpretación de Resultados ...................... 50 
vi 
 
 Relación entre las variables ................................................................ 66 
 Correlación de las variables ................................................................ 67 
 
 V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 
 Conclusiones........................................................................................ 69 
 Recomendaciones ............................................................................... 71 
 
 VI PROGRAMA DE ORIENTACION COGNITIVO CONDUCTUAL DIRIGIDO 
A LOS PADRES PARAEL FORTALECIMIENTO DE UN ESTILO DE CRIANZA 
OPERATIVO, QUE PERMITA LA DISMINUCIÓN DE LAS CONDUCTAS NO 
OPERATIVAS EN LOS HIJOS 
 Presentación ........................................................................................ 72 
 Justificación .......................................................................................... 74 
 Objetivos de la Propuesta ................................................................... 76 
 Fundamentación Teórica ..................................................................... 76 
 Estructura del Programa ...................................................................... 82 
 Administración del Programa .............................................................. 83 
 Programa ............................................................................................. 84 
 Ejecución del Programa ...................................................................... 97 
 Evaluación del Programa…............................................................... 103 
 
REFERENCIAS…………………………………………………………………..108 
ANEXOS 
Cuestionario aplicado a los padres………….….……………………… 115 
Constancia de validación del Instrumento......................................... 118 
Confiabilidad del instrumento............................................................ 121 
Matriz de doble entrada……............................................................. 122 
Constancia de validación del programa……..................................... 123 
Solicitud de permiso y aprobación.................................................... 124 
Constancia de ejecución del programa……..................................... 125 
vii 
 
Asistencia de los padres................................................................. 126 
Material de apoyo del programa..................................................... 130 
 
 
viii 
 
LISTA DE CUADROS 
 
Cuadro pp.
 
 1 Operacionalización de la Variable ................................................ 45 
 2 Dimensión Autoridad………………………………………………... 51 
 3 Dimensión Afecto .......................................................................... 55 
 4 Dimensión Agresividad ................................................................. 58 
 5 Dimensión Indisciplina .................................................................. 61 
 6 Dimensión Manipulación ............................................................... 63 
 
 
ix 
 
LISTA DEIMÁGENES 
 
Cuadro pp.
 
 1 Primera jornada ............................................................................. 99 
 2 Primera jornada ............................................................................. 99 
 3 Segunda jornada……………………………………………………. 101 
 4 Segunda jornada……………………………………………………. 101 
 5 Tercera jornada……………………………………………………... 103 
 6 Tercera jornada……………………………………………………... 103 
 
 
x 
 
LISTA DE GRÁFICOS 
 
Cuadro pp.
 
 1 Relación con objetivos y contenidos…………………………….. 104 
 2 Relación con los participante……………………………………. 105 
 3 Relación con la administración del programa………………….. 106 
 4 Relación con la propuesta general………………………………. 107 
 5 Aplicabilidad de la propuesta…………………………………….. 107 
 
xi 
 
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS 
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA 
NÚCLEO TÁCHIRA 
SAN CRISTÓBAL ESTADO TÁCHIRA 
 
 
PADRES PERMISIVOS Y SU RELACIÓN CON LAS CONDUCTAS NO 
OPERATIVAS DE SUS HIJOS 
 
AUTORA: MONTAÑO RODRÍGUEZ MARGORIEN 
TUTORA: CONTRERAS AGELVIS RUTH NOHEMY 
FECHA: MAYO 2016 
 
RESUMEN 
 
El presente estudio tuvo como objetivo determinar la relación que existe 
entre el estilo de padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos 
que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en 
El Vigía, Estado Mérida. La investigación se inscribe dentro de un estudio de 
campo, ubicado en el enfoque cuantitativo, de carácter descriptivo, enmarcada 
dentro de una investigación no experimental, de corte correlacional. La 
población seleccionada fue de 20 padres. Para la recolección de datos se 
utilizó como técnica la encuesta; se diseñó un cuestionario, conformado por 
veinticuatro (24) ítemes con tres alternativas de respuesta, a saber, de 
acuerdo, indeciso y en desacuerdo. Éste fue validado a través de la técnica 
“Juicio de Expertos”. La confiabilidad del instrumento se realizó a través del 
estadístico alfa de Cronbach con un alto nivel de confiabilidad de 0,73. El 
análisis de datos se realizó a partir del análisis porcentual para lo cual se 
elaboraron cuadros de distribución de frecuencias. Se realizó el análisis de 
correlación entre las variables a través del estadístico de coeficiente de 
correlación de Spearman, donde se obtuvo un valor de correlación (rho = 
0,658), por lo que se evidencia que existe correlación y, esta es sustancial 
entre las variables padres permisivos y conductas no operativas de los hijos, 
a un nivel de significancia de 0,020, es decir, como p =0,020<0,05 se rechaza 
Ho; lo que significa que sí existe correlación entre las variables, por lo tanto, 
se evidencia de correlación. En tal sentido, siguiendo lineamientos 
metodológicos del CIPPSV, se diseñó, ejecutó y evaluó un programa de 
orientación cognitivo conductual dirigido a los padres para el fortalecimiento 
de un estilo de crianza operativo, que permita la disminución de las conductas 
no operativas en los hijos. 
 
Descriptores: integración grupal; relaciones interpersonales; estudiantes, 
docentes.
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 El rol de padres, es un papel que tiene múltiples responsabilidades, son los 
padres quienes tienen a su cargo la dirigencia familiar, y por lo tanto, son 
quienes establecen las normas que se seguirán en el núcleo intrafamiliar. Por 
tal motivo, es necesario que ese rol de padres, cumpla con la tarea que le es 
encomendada, como por ejemplo, el ejercicio equilibrado del Binomio 
Autoridad/Afecto, el cual será el garante de que los hijos adquieran la 
educación necesaria para interactuar con las demás personas en los diversos 
ámbitos en los cuales hace vida. 
 Sin embargo, no siempre ese rol de padres es ejercido de manera operativa, 
esto, porque algunos padres asumen estilos de crianza que no corresponden 
con el deber ser, por lo que se tiene padres que ejercen un estilo de crianza 
autoritario, basado en el uso de la agresividad y el poder para educar a sus 
hijos; de igual manera, existen padres, como es el caso de los objetos de 
estudio de la investigación, que manejan un estilo de crianza permisivo, que 
impide que los hijos asuman responsabilidad por sus actos, ocasionando así, 
conductas no operativas en los hijos, lo que ocasiona conflictos en su 
interacción social. 
 En tal sentido, los padres permisivos se caracterizan por validar cualquier 
tipo de conducta en los hijos, sin ejercer la autoridad de forma proporcionada, 
pues centra su crianza en solo dar afecto, esto con la intención de evitar 
sufrimientos y preocupaciones a sus hijos, por lo que, muchas veces, tiene 
dificultas para establecer límites, evita controlar las conductas no operativas 
que observa en sus hijos, por lo que mantiene una comunicación pasiva con 
ellos, por el temor a causar disgustos o perder su amor. 
 En el mismo orden de ideas, los padres permisivos, tienen dificultad para 
equilibrar el afecto que le dan a sus hijos, por ello, tienden a sobreprotegerlos, 
apoyarlos excesivamente, sin tomar en cuenta sus conductas no operativas, 
además de mostrarse demasiado flexibles ante sus exigencias, por lo que, dan 
demasiado afecto, sin pedir nada a cambio. 
2 
 
 Por tal motivo, la autora de la investigación, se planteó determinar la 
relación que existe entre los padres permisivos y las conductas no operativas 
de los hijos, para de esta manera, determinar si la permisividad de los padres 
aumenta la prevalencia de conductas no operativas en los hijos. Por tal motivo, 
se planteó hipótesis de investigación para de esta manera comprobar cuál de 
ellas es aceptada y cuál rechazada. 
 Por tanto, la investigación desarrollada se estructuró en seis capítulos: en 
el capítulo I se plantea el problema; en el capítulo II, se establece el marco 
teórico que fundamenta la investigación; en el Capítulo III, se detalla el marco 
metodológico utilizado a lo largo del estudio; en el capítulo IV, se hace la 
presentación, análisis e interpretación de resultados; en el capítulo V, se 
establecen las conclusiones y recomendaciones a las que la investigadora 
llegó; en el capítulo VI se presenta la propuesta de investigación la cual 
consistió en un programa de orientación dirigido a los padres; además del 
desarrollo de la ejecución y evaluación de dicho programa. Finalmente, se 
presentan los anexos, referencias 
 
 
 
3 
 
CAPÍTULO I 
EL PROBLEMA 
Planteamiento del problema 
 
El hombre a lo largo de su vida, debe asumir decisiones que implican, desde 
la escogencia de la carrera universitaria, hasta el negocio o trabajo que quiere 
desempeñar, entre otras muchas cosas más; sin embargo, quizás la decisión 
más relevante es la de conformar una familia, pero sobre todo el grado tan alto 
de responsabilidad que implica el ser padres, aunado a su vez al rol que debe 
asumir todo individuo que decide ser padre. Cuando se habla del rol de padre, 
sobre todo el que se ejerce hoy en día, implica estar claros, lo que implica 
entender que debe existir un equilibrio entre amor-afecto y respeto-autoridad, 
entre libertad y límites; pues para que una familia sea exitosa debe haber, 
normas, reglas y responsabilidades que todos sus miembros padres e hijos 
deberán cumplir, respetar, para así contribuir en la formación de hijos capaces 
de elegir, de enfrentarse a la vida de forma operativa. 
En tal sentido, la responsabilidad que significa ser padres, va más allá del 
hecho de proveerles de cariño y necesidades básicas como alimento, 
vestimenta, diversión; pues implica la además, ejercer estilos de ccrianza que 
permita dotarlos de los valores necesarios para que en el futuro, se conviertan 
en adultos operativos que les permita integrarse a la sociedad de maneratal 
que sean exitosos en las funciones que desempeñen en todos los ámbitos de 
su vida. Por tal motivo, es preciso citar lo dicho por Connolly (2008), quien 
señala que: 
Hoy día, el desafío de educar a nuestros hijos es cada vez más grande. 
No somos los únicos en influir sobre ellos. Varias esferas de la 
4 
 
sociedad lo hacen. Antes, la escuela y los padres teníamos el monopolio 
de la educación… la relación padres e hijos ayuda a encontrar ese 
equilibrio entre nuestra espontaneidad al querer hacer lo adecuado para 
que nuestros hijos sean felices, al mismo tiempo que satisfacemos sus 
propias necesidades sin dejar de ser firmes con ellos, guiándolos en su 
saludable desarrollo. (p. 7-9). 
 
Ciertamente, como lo expone la autora, ser padres hoy día es todo un reto, 
debido a las múltiples ocupaciones en las que se ven inmersos ambos 
miembros de la pareja, por lo que los padres, tienen responsabilidades que 
cumplir, es decir, en la mayoría de los casos ambos padres trabaja, y dejan el 
cuidado de sus hijos a terceras personas, que muchas veces asumen su 
cuidado, sin embargo, los padres siempre tienen como fin último que sus hijos 
se desarrollen en el mejor ambiente, por lo que se esfuerzan porque tengan 
todo lo que necesitan, para que sean felices en cada una de sus etapas. 
Por ende, los padres mantienen una serie de responsabilidades, que implica 
el asumir un estilo de crianza operativo que permita asumir el reto que implica 
ser padre en la sociedad actual. En tal sentido, Soldano (2004), sostiene que: 
El padre cumple un rol fundamental en la vida del niño…si la relación 
entre los padres es buena, el niño percibirá a sus progenitores como a 
una sola persona…La paternidad comprometida implica una conducta a 
favor del bienestar y del desarrollo sano del hijo y de la familia (p. 30). 
 
Es por esta razón que el padre juega en la crianza de los hijos tiene una 
responsabilidad primordial, pues a través de la interacción de los padres e 
hijos, es que estos últimos van adquiriendo las competencias, valores 
necesarios que en la edad adulta pondrán en práctica con los demás. De allí 
que el padre debe tener una actitud favorable para la crianza operativa de los 
hijos, basada en el ejercicio del binomio/autoridad afecto equilibrado que le 
permita actuar con un estilo democrático, que conlleve a una formación 
adecuada de los hijos, a partir del modelamiento de conductas operativas. 
En tal sentido, Hormachea (2007), plantea que “…los padres debemos 
entender que con nuestras actitudes, acciones y palabras tenemos todas las 
posibilidades para preparar a nuestros hijos para que elijan una vida decente 
5 
 
o una vida delincuente” (p. 16). En otras palabras, como lo expresa el autor, 
tanto los padres deben entender que desde el momento en que toman la 
decisión de tener hijos, deben asumir una actitud favorable, que les permita 
educar a los hijos basados en los valores fundamentales del respeto, amor, 
comprensión, solidaridad; es decir, que los padres tienen una labor 
fundamental sobre los hijos, pues, son los encargados de educar los principios 
fundamentales que regirán en la vida de sus hijos. Es así, que dependiendo 
de la educación que los hijos reciban en el hogar, va a depender su 
comportamiento en la sociedad, de allí que el estilo de crianza que los padres 
ejercen sobre la educación de sus hijos es fundamental para el éxito en su 
labor. 
Por tal motivo, es importante que los padres desde el mismo momento de 
la gestación sepan comprender con total claridad cuál es el papel fundamental 
que ejercerán, por ende, hacerse conscientes de la importancia que juega su 
rol en esta difícil tarea de ser padres, además de ello, se deben adueñar de 
una serie de herramientas que les permitirá transitar con éxito este largo y 
arduo camino, que, de ser manejado con asertividad, con seguridad será la 
experiencia más gratificante que hayan vivido, sin olvidarse nunca que están 
allí para formar hijos que puedan elegir su propio destino, pues, los padres 
preparan a sus hijos para la vida. 
Por ende, cuando los padres ejercen un estilo de crianza asertivo, 
garantizan que sus hijos se apropien de una serie de herramientas que le 
permitirán adoptar conductas operativas en todos los ámbitos en los cuales 
hacen vida en el día a día. En tal sentido, Perinat (2014), indica que la noción 
de conducta prosocial, es señal de una conducta operativa, por ende, las 
conductas operativas son comportamientos prosociales que: 
…favorecen a otras personas o grupos o la consecución de metas 
sociales; son los que aumentan la posibilidad de generar una 
reciprocidad posotiva de calidad, solidaria en las relaciones 
interpersonales o sociales consecuentes, al tiempo que salvaguardan la 
identidad, creatividad e iniciativa de los individuos implicados. (p. 63). 
 
6 
 
Por ende, el estilo de crianza puede coadyuvar a que los hijos, puedan 
copiar conductas operativas, que les permitan adecuarse a los diversos 
contextos en los cuales interactúen, por lo que, su comportamiento estará 
enmarcado hacia el respeto de los derechos de los demás. Por tal motivo, se 
considera que las conductas operativas, son modeladas de los padres hacia 
los hijos, esto a partir de una crianza enmarcada en el respeto de las 
individualidades, el manejo operativo del binomio Autoridad/Afecto, al igual 
que la práctica de los componentes socioemocionales. 
Sin embargo, en la actualidad, se da la particularidad que, ante los múltiples 
compromisos en los que se enfrentan los padres, la educación de los hijos se 
cede a terceras personas, que son quienes se encargan de su cuidado durante 
el día, momento en que ambos padres trabajan. No obstante, una vez regresan 
al hogar, asumen el rol de padres con mucha culpa, por lo que se muestran 
permisivos con las peticiones que expresan sus hijos. Es en este estilo de 
crianza que cumplen los padres, donde se comete el error de permitir 
demasiados comportamientos no operativos en los hijos, pues pareciera que 
su plan de vida, es dedicarse a complacer a sus hijos sin ningún reparo, en 
ejercer en forma equilibrada el binomio autoridad/afecto. 
En tal sentido, es común ver que los padres ponen en práctica un estilo de 
crianza permisivo, donde no se adoptan medidas, que permitan el 
establecimiento de normas claras a los hijos, dándoles muchas libertades sin 
control. Por tanto, los padres permisivos no establecen normas para regular la 
conducta de los hijos, ni propician los buenos modales, permitiendo muchas 
veces que los hijos ejerzan roles que no les compete, por lo que en muchas 
oportunidades, utilizan la manipulación con el fin de lograr lo que se proponen. 
Por tal motivo, los hijos se creen con la autoridad de tomar decisiones que 
deberían ser exclusivas para los padres, trastocándose los roles dentro del 
hogar. 
Esta situación es común en los padres porque algunos de ellos se quieren 
mostrar como padres modernos, otros, se escudan en la idea de la necesidad 
7 
 
de dar a los niños las libertades que ameritan para esta época en particular, 
en tal sentido, Stassen (2006), plantea: 
Los padres permisivos tienen pocas exigencias, y ocultan cualquier 
impaciencia que sientan. Hay poca disciplina porque exigen escasa 
madurez de los niños. Los padres permisivos son cariñosos y aceptan a 
sus hijos. Escuchan todo lo que sus hijos dicen y comparten sus propias 
emociones sin restricciones. Tratan de ayudarlos en todo, pero no se 
sienten responsables de su conducta. (p. 302) 
 
En efecto, quienes brindan demasiada libertad a sus hijos, se convierten en 
padres permisivos, y aceptan en sus hijos cualquier conducta sin poner reparo 
a ellas, sin preocuparse por corregirlos, les dan demasiada libertad, a todo les 
dicen que sí, sin ponerles límites ni obligaciones, mucho menos 
responsabilidades. En tal sentido, se muestran complacientes con ellos, los 
escuchan atentamente,sin poner límites claros, lo que permite que los hijos 
se aprovechen en la mayoría de los casos de su buena voluntad. 
Es decir, que cuando se habla de padres permisivos, se ubican a aquellos 
padres que dan libertad excesiva, donde solo el hijo decide qué se debe hacer, 
cuándo, cómo y dónde, estos hijos jamás reconocen los límites y evaden 
responsabilidades, por ende, los padres permisivos poseen poco control sobre 
sus hijos, también expresan afecto y amor exagerado, que es la manera que 
tienen para establecer un vínculo con sus hijos, es por esta razón que a todo 
le dicen que sí y en muchas ocasiones los premian con regalos, en este caso 
sucede mucho cuando los padres no tienen el tiempo para compartir con sus 
hijos y se olvidan totalmente de la parte formativa. 
Con respecto a las anteriores ideas, Hormachea, D. (2007), señala que: 
…a pesar de que existen opiniones extremas que dicen que los padres 
y las madres no tienen gran influencia en las decisiones que sus hijos 
tomarán a largo plazo, y que más bien los genes y la presión de grupo 
serán las influencias más importantes en su proceso de información, yo 
sigo creyendo que los padres jugamos un papel esencial en el desarrollo 
de la moralidad y los principios que van a guiar la vida de nuestros hijos. 
(p.22). 
 
8 
 
Por tanto, se considera que los padres son la clave esencial para esa guía 
en la vida de ellos a largo plazo, por ende, si se toman actitudes como padres 
permisivos, desde sus primeros pasos de crianza en el hogar y se les permite 
que tengan esa libertad exagerada, además de complacerlos en todo lo que 
ellos quieren y en el momento que lo exigen, sin implementarles normas de 
conductas, de responsabilidades y límites se estará dando pie para que los 
hijos emitan conductas no operativas, que les impedirá interactuar de manera 
asertiva en la sociedad. 
Por ende, se puede pensar que el estilo de crianza que asuman los padres, 
pudiera estar relacionado con las conductas que los hijos presentan en los 
diferentes ámbitos en los que hacen vida a diario. En consecuencia, si los 
padres asumen un estilo de vida democrático, los hijos pudieran tener el 
modelamiento adecuado para que se comporten de forma operativa; mientras 
que si su estilo es autoritario o permisivo, los hijos pudieran presentar 
conductas no operativas que pudieran afectar su desenvolvimiento en el 
ambiente social, ocasionando problemáticas significativas en el hogar. 
En otras palabras, los estilos de crianza pudieran estar ocasionando 
problemas en la formación de los hijos, pues podrían estar relacionados con 
las conductas emitidas por los hijos, por lo que, es necesario determinar la 
relación entre los estilos de crianza y la forma en que los hijos se comportan 
en otros escenarios distintos al hogar, como lo es el caso del ámbito escolar. 
En tal sentido, se observa en los padres del Centro de Educación Inicial Mi 
Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida, desequilibrio en el manejo del 
binomio autoridad afecto, existe una libertad excesiva por lo que no 
establecen normas, por tal motivo, se presentan conductas no operativas en 
los hijos. En consecuencia, se percibe que los padres dan excesiva libertad a 
sus hijos, permitiendo que éstos le falten el respeto en diversas oportunidades, 
lo que influye en el comportamiento de los hijos en la institución educativa. 
 Partiendo de las ideas anteriores, se puede entrever que esta situación 
pudiera ser causada por la presencia de padres con escasas habilidades 
9 
 
sociales, mal manejo de las emociones, excesiva permisividad, mal manejo 
del Binomio Autoridad Afecto. 
 Por lo tanto, de no abordarse la situación de manera oportuna, se pudiera 
ocasionar en los hijos una idea distorsionada de la forma en la cual debe 
comportarse, por lo que se pudieran presentar conductas no operativas como 
rebeldía, indisciplina, agresividad, originando el rechazo social; lo que puede 
repercutir en las relaciones familiares, originando conflictos. 
 En consecuencia, la investigadora se plantea realizar la correlación entre 
las variables para analizar la manera en que influye una sobre la otra para de 
esta manera diseñar una propuesta que permita adquirir a los padres las 
herramientas necesarias para asumir un estilo de crianza asertivo que conlleve 
a manifestaciones conductuales operativas en los hijos. Por tal motivo, se 
plantea como interrogante de investigación: ¿Cuál es la relación que existe 
entre el estilo de padres permisivos y las conductas no operativas de los hijos? 
De allí surgen las preguntas: ¿Cómo es la autoridad y el afecto manejados por 
los padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, 
Estado Mérida?¿Cuál es el nivel de agresividad e indisciplina presente en los 
hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, 
ubicado en El Vigía, Estado Mérida? ¿Cuál es la relación existente entre los 
padres permisivos y la conducta no operativa de sus hijos que cursan estudios 
en el Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado 
Mérida?¿Qué propuesta se puede diseñar para que los padres asuman un 
estilo de crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas? 
 
Objetivos de la Investigación 
 
General 
Determinar la relación que existe entre el estilo de padres permisivos y las 
conductas no operativas de los hijos que cursan estudios en el Centro de 
Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. 
10 
 
 
Específicos 
Diagnosticar la autoridad y el afecto manejados por los padres del Centro 
de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. 
Indagar la agresividad, indisciplina y manipulación presentes en los hijos, 
según la perspectiva de los padres en el Centro de Educación Inicial Mi 
Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. 
Establecer la correlación existente entre los padres permisivos y la conducta 
no operativa de sus hijos que cursan estudios en el Centro de Educación Inicial 
Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida. 
Diseñar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los 
padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado 
Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos 
desarrollen conductas operativas. 
Ejecutar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los 
padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado 
Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos 
desarrollen conductas operativas. 
Evaluar un programa de orientación cognitivo conductual dirigido a los 
padres del Centro de Educación Inicial Mi Ternura, ubicado en El Vigía, Estado 
Mérida para el fomento de un estilo de crianza que permita que sus hijos 
desarrollen conductas operativas. 
 
 
Justificación 
 
El estilo de crianza utilizado por los padres, es la relación que va a ejercer 
el padre sobre los hijos dentro del contexto familiar, por ende, si el padre es 
autoritario, ejercerá un rol basado en el irrespeto de los derechos de sus hijos, 
aunado a maltrato y manipulación para que haga lo que él quiera. Por el 
11 
 
contrario, si el estilo es permisivo, permitirá que sus hijos actúen como lo 
deseen, sin poner resistencia a lo hagan, así sus conductas irrespeten sus 
derechos como padre. En tal sentido, la investigación que se desarrolla, tiene 
gran importancia en el ámbito de la familia, pues a través de ella se indagarán 
las diversas teorías que abarcan el tema de los estilos de crianza en los padres 
y su relación con las conductas emitidas por los hijos. 
Es muy común escuchar a las personas afirmar que el comportamiento de 
los hijos es por causa de la crianza que le han dado los padres, por ende, 
cuando se habla de padres permisivos, se conoce que lo mismos, ejercen una 
crianza muy abierta anteellos, lo que les permite tomar alas, que conllevará al 
respeto de los padres y toda autoridad o persona mayor a ellos. Por tal motivo, 
es importante indagar si el estilo de crianza permisivo, influye en la emisión de 
conductas no operativas en los hijos. 
En tal sentido, la presente investigación se justifica desde el punto de vista 
teórico, puesto que se indagará acerca de los estilos de crianza de los padres 
específicamente el permisivo, para determinar su relación con las conductas 
no operativas en los hijos. Por ende, se abordarán diversas teorías, así como 
investigaciones realizadas, para de esta manera sustentar la investigación 
realizada. 
De la misma manera, desde el punto de vista metodológico, se realizó el 
diseño de dos instrumentos de recolección de datos, dirigido a los padres, 
donde se buscó su opinión acerca del estilo de crianza utilizado por ellos, así 
como las conductas no operativas que observa en sus hijos. 
Desde el punto de vista práctico, aun cuando se trata de una investigación 
correlacional, por ende, su objetivo fue determinar la relación entre dos 
variables de estudio, para determinar si una se correlaciona con la otra, 
siguiendo lineamientos emitidos por la Coordinación de Investigación del 
Centro de Investigaciones, Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de 
Venezuela (CIPPSV), se diseñó, ejecutó y evaluó un programa de orientación 
cognitivo conductual dirigido a los padres del Centro de Educación Inicial Mi 
12 
 
Ternura, ubicado en El Vigía, Estado Mérida para el fomento de un estilo de 
crianza que permita que sus hijos desarrollen conductas operativas. 
Por último, se justifica dentro del punto de vista académico, pues la 
investigación se ubica dentro de las líneas de investigación del Centro de 
Investigaciones, Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela 
(CIPPSV), en el campo de la conducta humana, línea aprendizajes de 
conductas, específicamente en el área de aprendizaje familiar. 
13 
 
CAPÍTULO II 
MARCO TEÓRICO 
Antecedentes de la investigación 
 
Los estilos de crianza, desde hace algunos años, han venido marcando un 
área de estudio muy variado, esto debido a las dificultades que se presentan 
a diario en los centro educativos, cuando ante la presencia de conductas no 
operativas en los estudiantes, se observa la presencia de estilos de crianza no 
operativos, lo que influye en que estas conductas sean predominantes en las 
actuaciones escolares de los estudiantes. En tal sentido, la investigación que 
se realizó, estuvo vinculada al estilo de crianza permisivo, que se caracteriza 
por ser aquellos padres que no aplican la autoridad en sus hogares con sus 
hijos, son esos padres que a lo mejor por falta de orientación, no poseen la 
información adecuada, cuando a la crianza de sus hijos se refiere debido a que 
aplican excesivo amor-afecto y sobreprotección, del mismo modo le permiten 
a sus hijos que hagan lo que deseen. 
Por ende, toman sus propias decisiones, observándose que en este estilo 
de crianza no existen normas, ni límites y dentro de ese marco el niño no 
cumple responsabilidades, por ello, cuando el padre decide aplicar algún tipo 
de castigo, lo hacen de manera muy vaga, son flexibles a dicho castigo. Como 
resultado, se genera un ambiente de hogar conflictivo, debido a la falta de 
autoridad, la poca estabilidad y equilibrio en las normas y reglas que todos los 
miembros de la familia deben seguir. En consecuencia, numerosos 
investigadores se han interesado en abordar dicha problemática, para de esta 
manera presentar propuestas que permitan la resolución de la misma. Por 
tanto, se toman en cuenta una serie de investigaciones que sirvieron de 
sustento para el estudio que se desarrolló. 
14 
 
Como primer antecedente se tiene a, Rangel (2011), quien realizó una 
investigación en Venezuela, cuya finalidad fue determinar la incidencia de los 
patrones de crianza de los padres en la conducta de niños y niñas en 
Educación Inicial. Se trató de un estudio de campo descriptivo, correlacional. 
El instrumento de recolección de datos consistió en la observación directa y la 
entrevista a través de cuestionario tipo encuesta. El diseño de estudio se 
concretó con los directivos y sesenta docentes de educación inicial de cinco 
instituciones educativas pertenecientes al Municipio Escolar N° 5. Los 
resultados obtenidos de esta investigación indican que dentro de los patrones 
de crianza utilizados por los padres de los alumnos, poco se le da importancia 
a los factores de autoestima, es por ello, dentro del entorno familiar se observa 
escasa estimulación de los miembros para que sus hijos demuestren respeto 
hacia los demás o a las cosas que ellos llevan a cabo; esto se debe a que en 
un alto porcentaje de estos hogares manifiestan la violencia familiar, 
destruyendo toda forma de crear valores. Como resultado se obtuvo que son 
niños que no tienen la capacidad de integración social, debido a la baja 
autoestima, las pocas habilidades de respeto y responsabilidad en sus familias 
en la vida escolar, esto los llevará a la práctica de una vida falla en valores y 
la falta de confianza en sí mismos. 
Por su parte, Navarrete (2011), en Chile, llevó a cabo una investigación que 
tuvo como objetivo indagar el comportamiento de las variables estilos de 
crianza parental y de la calidad de vida familiar existente en los padres de 
preadolescentes que presentan conductas disruptivas en el aula. Esto reviste 
importancia ya que aporta elementos objetivos para el trabajo con los padres 
en beneficio del logro de un ambiente escolar propicio para el aprendizaje. El 
estudio fue de carácter cuantitativo, descriptivo, correlacional y sus variables 
fueron medidas a través de los siguientes instrumentos: cuestionario de 
calidad de vida familiar, cuestionario de estilos de crianza y el cuestionario de 
comportamiento parental para niños CRPBI. La muestra estuvo compuesta por 
46 familias en las que se incluye padre, madre e hijo/a preadolescente entre 
15 
 
11 y 13 años que cursan sexto o séptimo año básico en un colegio 
subvencionado de la comuna de Chillán, ubicado dentro de la zona urbana. 
Para el análisis de los resultados se utilizaron medidas de tendencia central y 
el coeficiente de correlación de Pearson. De ellos se concluye, que el estilo de 
crianza predominante es el estilo de crianza con autoridad, esto tanto en la 
percepción de los hijos como en la de los propios padres, por otro lado, se 
encontró correlación positiva y significativa entre estilo de crianza con 
autoridad y calidad de vida familiar tanto en su nivel de importancia como en 
su nivel de satisfacción. 
En el mismo orden de ideas, González (2013), en México, llevó a cabo una 
investigación que tuvo por finalidad identificar la relación entre los estilos 
parentales y las conductas antisociales en los escolares de la ciudad de 
México. Se trató de un estudio correlacional, donde se aplicó una encuesta a 
209 estudiantes, encontrándose que los estudiantes que no presentan 
conductas antisociales, reportan mejores estilos parentales, no 
encontrándose los mismos resultados en los estudiantes que presentan 
problemas antisociales. En conclusión, los entornos, familiar y escolar siguen 
siendo espacios socializadores; sin embargo, también aportan elementos que 
facilitan la aparición de conductas antisociales. Por ende, es conveniente que 
los padres establezcan vínculos afectivos y un ambiente positivo para sus 
hijos. Por su parte, las escuelas deben estar lo suficientemente equipadas para 
proveer al alumno las herramientas útiles para que fomenten un proyecto de 
vida positivo. 
Asimismo, Rubio (2012), en España, desarrolló una investigación que tuvo 
como objetivo delimitar las variables que inciden sobre las prácticas de crianza 
parentales y los problemas infantiles emocionales, conductuales (conducta 
disruptiva,inatención/hiperactividad), sociales (problemas con los 
compañeros, conducta prosocial) y escolares (dimensiones conductuales 
relacionadas con el aprendizaje) durante la etapa preescolar, considerando el 
origen cultural. Se trató de una investigación correlacional, donde participaron 
16 
 
150 padres y madres de niños y niñas de entre 3 y 5 años de edad, 
escolarizados en Educación Infantil en colegios públicos de Granada capital y 
su área metropolitana. Se aplicó un instrumento de recolección de datos tipo 
encuesta. Como resultado se obtuvo que las variables parentales influyen de 
manera negativa en la adopción de conductas disruptivas en los hijos, 
afectando de manera significativa las otras áreas, como lo es la emocional. 
Por última, Rodríguez (2014), en Venezuela, llevó a cabo una investigación 
cuyo objetivo fue proponer un programa de orientación a los padres y 
representantes a fin de minimizar las conductas agresivas en los escolares. 
Esta investigación se sustentó en la teoría del aprendizaje social de Bandura. 
La naturaleza de la investigación fue cuantitativa, el tipo fue de campo, diseño 
n experimental, modalidad proyecto factible. La población estuvo conformada 
por 413 padres y representantes. Para el diagnóstico se aplicó un cuestionario 
tipo Likert a los sujetos de la muestra 124 padres y representantes. La 
investigación se desarrolló en cuatro fases: diagnóstico, planteamiento, 
fundamentación teórica de la propuesta y desarrollo metodológico; estudio de 
factibilidad, análisis, conclusiones sobre la viabilidad y realización del estudio; 
Diseño de la propuesta; ejecución de la propuesta. En las conclusiones del 
diagnóstico se evidenció que los padres y representantes deben ser tolerantes 
a la hora de comunicarse con sus hijos, por lo cual se diseñó el programa de 
orientación para padres y representantes a fin de minimizar las conductas 
agresivas en los escolares. La aplicación de dicho programa reflejó logros 
significativos, ya que permitió disminuir las conductas agresivas 
significativamente mediante la participación de los representantes en las 
actividades programadas para el fortalecimiento de los valores sociales en la 
familia y la escuela. 
En tal sentido, los antecedentes presentados, guardan relación con la 
investigación desarrollada, por cuanto, en los mismos se abordan las variables 
del estudio como lo son los estilos de crianza y las conductas no operativas en 
los hijos de edad preescolar. Por tal motivo, los antecedentes, sustentan la 
17 
 
investigación realizada al abordarse en ellos todos los elementos presentes en 
la investigación. 
 
Bases Teóricas 
Padres Permisivos 
 Los estilos de crianza vienen a ser un factor primordial en la educación de 
los hijos dentro del seno de la familia. Pues es a partir de estos estilos de 
crianza, donde los padres pondrán en práctica una serie de recursos que les 
permitirán llevar a cabo el rol de padre que le corresponde; en tal sentido, si 
ejerce un estilo de crianza democrático, autoritario o permisivo, obtendrá 
comportamientos en sus hijos relacionados con su acción a la hora de criarlos, 
pues a partir de cada uno de ellos, pondrá en práctica conductas, actitudes, 
con las cuales regirá su hogar. 
 En tal sentido, cuando los padres son permisivos, se caracterizan por ser 
un padres que manejan su hogar basados en el afecto, pues consideran que 
sus hijos tienen todo el derecho de ser libres sin ningún reparo en torno a las 
conductas emitidas, sean estas operativas o no. Por tanto, no establecen 
claramente en su hogar normas, reglas, ni límites; basan su educación en la 
libertad excesiva, por lo que, existe mucha libertad y los hijos son clave 
importante en las toma de decisiones. Los hijos de padres permisivos no 
cumplen ningún tipo de responsabilidad y son totalmente dependientes de sus 
padres. Son hijos que hacen lo que quieren y sus deseos son cumplidos. 
 Partiendo de las anteriores ideas, se tiene a Stassen (2007), quien afirma 
que: 
Los padres permisivos tienen pocas exigencias, y ocultan cualquier 
impaciencia que sientan. Hay poca disciplina porque exigen escasa 
madurez de los niños. Los padres permisivos son cariñosos y aceptan a 
sus hijos. Escuchan todo lo que sus hijos dicen y comparten sus propias 
emociones sin restricciones. Tratan de ayudarlos en todo, pero no se 
sienten responsables de su conducta. (p. 302). 
 
18 
 
 Por tal motivo, los padres permisivos, se caracterizan porque tienen 
escasas normas para sus hijos, siempre están de acuerdo con lo que ellos 
hacen y en pocas oportunidades disciplinan su comportamiento, son solidarios 
con sus hijos, por lo que, se muestran ajenos a las conductas emitidas por sus 
hijos. Por ello, los padres permisivos, tienden a ser poco exigentes con sus 
hijos, en tal sentido, permiten todo tipo de conducta en sus hijos, lo que puede 
ocasionar conductas no operativas en ellos, sin que esto preocupe a los 
padres, quienes pueden considerar que sus hijos tienen derecho a responder 
de esta manera, así afecte los derechos de otras personas, incluso de los 
propios padres. 
En el mismo sentido, Morris y Maisto (2005), señalan que, “…los padres 
permisivos-indiferentes ejercen muy poco control y no ponen límites a la 
conducta de sus hijos…Los padres permisivos-indulgentes brindan a sus hijos 
mucha atención y apoyo, pero no establecen límites apropiados a su 
conducta.” (p.345). Por ende, los padres permisivos son aquellos que les 
permiten al niño hacer lo que quieren, mostrándose indiferentes en torno a lo 
que ellos hagan, por ninguna razón existe un control sobre ellos y por 
supuestos los limites no son aplicables. Por lo tanto, los padres permisivos 
pueden ser indiferentes e indulgentes pues en primer lugar, prestan poca 
atención al comportamiento de los hijos, sienten que no necesitan 
reprenderlos, sino que por el contrario, deben tener libertad sin límites; además 
de ellos, son indulgentes, puesto que su eje central son los hijos, por lo que 
les permiten hacer lo que quieren sin establecer ningún tipo de norma de los 
limite. 
Por último, Smalley y Cunningham (2011), señalan que, “Los padres 
permisivos tienden a ser afectivos y comprensivos para con sus hijos, pero son 
débiles a la hora de fijar y hacer cumplir las reglas y los límites.” (p.45). Por lo 
tanto, los padres permisivos, como su palabra lo indica, permiten a sus hijos 
todo tipo de comportamiento, se muestran comprensivos con ellos, por ende, 
tratan de comprenderlos de la mejor manera, justificando siempre la manera 
19 
 
en cómo actúan, sin embargo, no establecen normas claras de 
comportamiento, por lo que permite incluso faltas de respeto hacia su persona. 
Asimismo, no establece límites claros, por lo que muchas veces permite el 
libertinaje en sus hijos, sólo por no llevarle la contraria. 
En tal sentido, para efectos de la investigación desarrollada, se estudia la 
autoridad y el afecto en los padres permisivos, las cuales serán las 
dimensiones que componen la variable. En este orden de ideas, la autoridad, 
en palabras de García (Citado por Espot, 2006), señala que se “…concibe la 
autoridad como cualidad de un sujeto… un hombre posee autoridad cuando, 
por sus condiciones personales, se halla en un plano más elevado que los 
hombres que le rodean y puede influir en ellos en virtud de su prestigio”. Por 
ende, en los padres la autoridad se define como las condiciones personales 
que le permiten tener poder sobre los hijos, por lo que pueden influir en ellos 
de manera positiva, para que de esta manera, puedan establecer los límites 
necesarios para de este modo, puedan propiciar la emisión de conductas 
operativas, cuando se relaciones con su entorno tanto familiar como social. 
No obstante, si los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, manejan 
un bajo perfil, permitiendo que sus hijos ejerzan la autoridad,por lo que 
muchas veces, se sienten con derecho de irrespetarlos, además de negarse a 
cumplir alguna orden o norma que se le imponga. En tal sentido, los padres 
negocian la autoridad, olvidando que la dirigencia familiar está a cargo de ellos 
y no de los hijos. 
Igualmente, Zabludovsky (2005), señala que la autoridad se define como 
“…atributo de una persona, cargo u oficio que da un derecho a dar órdenes” 
(p. 15). En otras palabras, la autoridad en los padres es el atributo que le 
permite establecer dentro del ámbito familiar normas a sus hijos, las cuales 
deben ser cumplidas irrestrictamente. Sin embargo, cuando el estilo de crianza 
es permisivo, los padres tienden a cometer el error de no establecer normas 
claras, por lo que los hijos se sienten en la libertad de hacer lo que les 
provoque, sin medir muchas veces las consecuencias. 
20 
 
Por su parte, Bianco (1991), señala que la autoridad está destinada a la: 
…persona que se reviste de poder, mando o magistratura. En otras 
palabras es el crédito o la fe que se deposita en una persona… A los 
padres por derecho se les otorga el ejercicio de la autoridad. Esta 
aseveración está incluida en cualquier doctrina de orden familiar; los 
padres ejercen la autoridad porque existe una base o fundamento para 
ello; derecho que se les otorga al convertirse en padres. (p. 23). 
 
 Es decir, que la autoridad es manejada por los padres, por ende, el derecho 
que obtienen desde el mismo momento en que se convierten en padres, por 
lo tanto, no es negociable, por lo que solo los padres son quienes la ejercerán, 
sin embargo, cuando el estilo de crianza ejercido por los padres es permisivo, 
se observa que los padres no ejercen la autoridad de forma operativa, por lo 
que, negocian con sus hijos, permitiendo que ellos mismos sean quienes 
establezcan las normas dentro del hogar. 
 En consecuencia, la autoridad, para la presente investigación estuvo 
compuesta por los indicadores dificultad para establecer límites, control de 
conductas no operativas y comunicación pasiva, componentes que permitirán 
medir la variable y sus elementos presentes en los sujetos de estudio, en este 
caso los padres. 
 En primer lugar, se tiene la dificultad para establecer límites, sobre la cual 
se parte con las ideas de Cloud y Townsend (1998), quienes expresan que: 
Un límite es una línea de demarcación que define a una persona. 
Especifica dónde termina una persona y dónde empieza otra, si sabemos 
dónde están los límites de una persona, también sabremos qué podemos 
esperar en cuanto al control que puede llegar a tener sobre sí. Podemos 
requerir responsabilidad en cuanto a sentimientos, conductas y 
actitudes. (p. 147). 
 
 En tal sentido, los padres deben establecer límites claros a sus hijos para 
que de esta manera comprendan la importancia de ser responsables de sus 
actos, en tal sentido, cuando se establecen límites en torno a los 
comportamientos de los hijos, en especial en los primeros años de vida, los 
mismos pueden adquirir hábitos que le permitirán adecuarse a las normas 
21 
 
establecidas en los distintos contextos en los cuales hacen vida; y por ende, 
emitir conductas operativas. 
 Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, se 
les presentan dificultades a la hora de establecer límites claros a sus hijos, 
pues piensan que si lo hacen pueden generarles traumas, o en muchas 
oportunidades pensar que van a perder su amor, por tal motivo, tienden a 
complacerlos en todo lo que quieran, sin limitar su comportamiento, 
permitiendo incluso faltas de respeto hacia su persona, con tal de darles 
completa libertad. 
 De igual manera, en torno al tema de la dificultad de establecer límites 
presente en los padres permisivos, Armas (2007), señala que: 
Establecer normas y límites para los hijos es un buen método para 
enseñarles cómo es el mundo real. Cuanto más parecidas sean las 
experiencias a las que va a tener posteriormente, mejor preparados 
estarán para afrontar la vida que van a vivir en libertad. Por el contrario, 
no establecer normas es la mejor manera de condenar a los hijos a ser 
víctimas y vivir esclavizados por la propia impulsividad e irracionalidad. 
(p.276) 
 
En otras palabras, el establecer normas y límites a los hijos, los padres los 
dotan de las herramientas necesarias para adaptarse a los ámbitos en los 
cuales se desenvolverán a lo largo de su vida; por ello, cuando se educa a los 
hijos con base al cumplimiento de normas, enseñándoles a reconocer los 
límites que deben existir en sus comportamientos, ellos aprenden a adaptarse 
a las normas sociales, por lo que será más fácil que se relaciones con las 
demás personas. 
Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, sin 
normas, ni límites, le impiden a sus hijos adueñarse de una educación 
adecuada, lo que dificultará su relación con los demás, pues tendrán dificultad 
para comportarse en los diversos ambientes en los cuales se desenvuelve, por 
lo que, sus conductas, sin ningún tipo de límites y normas, irrespetarán los 
espacios de las otras personas con las que se relacionan, ocasionando 
inconvenientes y por ende, conductas no operativas. 
22 
 
En tal sentido, a partir de las ideas esbozadas anteriormente, se toma en 
cuenta lo señalado por Urpí (2014), quien sostiene que: 
Desde hace un par de generaciones, se ha puesto de moda dejar a los 
hijos actuar sin correctivos ni frenos. El argumento es que podrían 
sentirse traumatizados por las negativas paternas a una determinada 
acción… Con demasiada frecuencia, vemos que hay padres a los que 
les cuesta decir no. Temen perder la aceptación de sus hijos. Pero no 
hay que olvidar que el rol de padre o madre obliga a explicitar una serie 
de normas. (p. 67). 
 
En otras palabras, es común observar a los padres hoy en día adoptar un 
estilo de crianza permisivo, por lo que, se le da completa libertad a los hijos 
para que tomen sus propias decisiones, lo que muchas veces se convierte en 
libertinaje, ocasionando problemas a los hijos, pues los mismos no logran 
adaptarse a otros espacios en los que hacen vida, como lo es el caso de la 
escuela. Esto ocasiona, que los hijos adopten conductas no operativas, que 
conlleva a problemáticas en el ámbito social, lo que impide su adaptación a 
normas, además que puede llevar a la exclusión social. 
En tal sentido, esta dificultad para establecer límites, puede dar lugar a que 
los padres tengan dificultad para el control de las conductas no operativas; 
sobre lo cual Santín (2004), señala que: 
Los padres de familia manifiestan distintas formas de control para con 
sus hijos. Algunos de ellos son estrictos, rígidos, imponen normas que 
no están dispuestos a cambiar y rara vez escuchan a sus hijos o, si lo 
hacen, no por ello modifica los límites o reglas que han preestablecido. 
(p. 103). 
 
Por ende, cuando los padres establecen límites claros a sus hijos cuando 
manifiestan conductas no operativas, manteniendo una actitud asertiva, con 
un manejo adecuado del binomio Autoridad/afecto, los hijos comprenderán 
que esas conductas no son validadas por sus padres, por lo que de inmediato 
corregirán sus actuaciones, haciéndose conscientes de ellas. Sin embargo, 
cuando el estilo de crianza es permisivo, los padres, tienen dificultad para 
establecer claramente los límites y normas a sus hijos, facilitando que se 
presenten conductas no operativas, como lo es la agresividad y la indisciplina, 
23 
 
lo que conlleva a problemas frecuentes en el ámbito familiar y escolar; que son 
los espacios en donde mayor tiempo de la vida del niño transcurre. 
En el mismo orden de ideas, Solá (2010), señala que ante conductas no 
operativas en los hijos, se generan sentimientos de molestia e insatisfacción 
en los miembros de la familia, por lo que los padres pasan a la acción 
“…tratando de controlar o cambiar las conductas del niño. Lo que suele ocurriren estas circunstancias es que los padres actúan sobre el efecto más que 
sobre la causa, y el problema muchas veces se cronifica”. (p. 65). Por ende, 
los padres permisivos, tienden a corregir las conductas de sus hijos con un 
alto grado de culpa, pues piensan que si lo hacen de forma rígida, pueden 
perder el amor de ellos, en tal sentido, los padres permisivos mantienen una 
indisposición de corregir las conductas no operativas de sus hijos, 
mostrándose pasivos a la hora de ejecutar acciones que corrijan los 
comportamientos inadecuados que manifiestan en diversas oportunidades. 
Por último, con respecto al control de conductas no operativas, Sarduni, 
Rostán y Serrat (2008), señalan que uno de los problemas de los padres 
permisivos es que: 
No piden mucho a sus hijos y, además, son reacios a castigarlos cuando 
muestran una conducta inadecuada. Hay pocas tentativas de control, 
más bien al contrario. En realidad no es que sean padre indiferentes o 
que no se preocupen por sus hijos, pero creen que dando a los hijos este 
marco de libertad éstos desarrollan con más fuerza su personalidad, 
serán capaces de tomas iniciativas propias y su relación con ellos será 
de confianza y amistad. (p. 125). 
 
En otras palabras, los padres permisivos no establecen ningún control sobre 
las conductas no operativas de sus hijos, pues piensan que eso coarta la 
libertad de ellos, lo que a su juicio, puede afectar el desarrollo de su 
personalidad. En tal sentido, tienden a no ejercer ningún tipo de reforzador 
negativo, por lo que aceptan comportamientos inadecuados, justificando 
siempre a sus hijos ante las demás personas, lo que dificulta que los hijos se 
adapten a las normas de convivencia establecidas en los diferentes grupos 
sociales. 
24 
 
En consecuencia, los padres permisivos, al no controlar las conductas no 
operativas de los hijos, incurren en un manejo poco operativo del Binomio 
Autoridad/Afecto, por lo que, muchas veces los hijos, asumen actitudes que 
no se corresponden con el rol que cumplen dentro del ámbito familiar, lo que 
conlleva a que muchas veces no respeten a los padres y el rol que ellos 
desempeñan; en tal sentido, se rebasan las fronteras que deben existir entre 
padres e hijos. 
Continuando con la dimensión autoridad, se tiene la comunicación pasiva, 
sobre la cual Menéndez y otros (2013), señalan que: 
La persona que se comunica con este estilo acepta todo lo que el 
interlocutor le dice sin hacer respetar sus propias opiniones, sus propios 
derechos. No expresa de un modo directo a los demás sus 
pensamientos, sentimientos o necesidades, de manera que, al no 
comunicar sus deseos, no consigue resolver las situaciones de manera 
satisfactoria. (p. 82). 
 
 Por ende, los padres permisivos, se comunican con sus hijos de una forma 
pasiva, por lo que aceptan que utilicen un lenguaje inadecuado para 
comunicarse con ellos, sin hacer respetar sus propias ideas, además de ello, 
permitiendo que sus derechos sean irrespetados en numerosas 
oportunidades. En tal sentido, tienen dificultad para expresar sus opiniones, 
por lo que la comunicación dentro del grupo familiar es inoperativa, lo que 
conlleva a conflictos interpersonales, que propician la manifestación de 
conductas no operativas en los hijos. 
 En el mismo sentido, López y Crespo (2008), señalan que: 
Cuando nos comunicamos con los demás de manera pasiva…el 
mensaje que transmitimos es: lo mío no cuenta; puedes aprovecharte de 
mí. Mis sentimientos no importan, sólo los tuyos. Mis pensamientos no 
son nada importantes; los tuyos sí que merecen la pena. Lo mío no vale, 
lo tuyo es mejor sin ningún género de dudas. (p.117). 
 
 En otras palabras, cuando los padres se comunican de manera pasiva con 
sus hijos, no solo ceden la autoridad que tienen como encargados de la 
dirigencia familiar, sino que en muchas oportunidades, permiten de que los 
25 
 
hijos se aprovechen de ellos, ocasionando que respeten incluso, sus derechos 
individuales. Esta situación, puede llevar a que los hijos emitan conductas no 
operativas en diversas ocasiones, lo que impide que las relaciones tanto 
intrafamiliares, como sociales, se desarrollen de manera poco asertiva. 
 Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, no 
sólo tienen problemas con la autoridad, sino que, como se afirmó 
anteriormente, dan excesivo afecto a sus hijos, lo que trae como 
consecuencia, que no reconozcan el rol, así como las normas que deben que 
deben cumplir en el ámbito familiar. En este sentido, Postic (2000), afirma que 
el afecto es un término “…que connota todo estado, penoso o agradable, vago 
o cualificado, que se presenta bajo la forma de una descarga masiva como 
tonalidad general” (p. 152). En consecuencia, el afecto es un estado que 
permite expresar sentimientos agradables o desagradables ante una situación 
o hecho; en tal sentido, el afecto es la demostración de sentimientos que 
manifiestan los padres a sus hijos, el cual, en el caso de los padres que ejercen 
un estilo de crianza permisivo, es manifestado de forma desproporcionada, es 
decir, manifiestan un afecto excesivo, sin poner en práctica el ejercicio 
equilibrado del Binomio Autoridad/afecto, lo que influye en la aparición de 
conductas no operativas en los hijos. 
En el mismo orden de ideas, Laplanche y Pontallis, (citado por Bruder, 
2000), señalan que el afecto es “…todo estado afectivo, penoso, agradable, 
vago o preciso, que se presente de una descarga masiva.” (p.97). Por ende, 
es la manifestación de sentimiento, en este caso por parte del padre hacia los 
hijos, en el cual, expresan su agrado hacia las conductas manifestadas por los 
hijos, sin discriminar si son operativas o no. Por ello, los padres permisivos, 
pierden el control de las actuaciones de sus hijos, pues no existe o es casi nulo 
el ejercicio de la autoridad, es decir, no se mantiene equilibrio entre dar afecto 
y poner en práctica la autoridad. 
 Por su parte, Velázquez (2014), señala acerca del afecto que: 
26 
 
Sentimos y actuamos. Hay situaciones en que la expresión de afectos 
haciendo algo está muy bien. Hay circunstancias en que una emoción 
precisa de una acción. Lo que hacemos es generar un comportamiento 
inmediato sin que medie el pensamiento consciente y producimos una 
reacción, más o menos automática, a lo que sentimos, y así 
descargamos los afectos, los derivamos por medio de una conducta, de 
un acto. …una de las maneras que tenemos las personas de manejar lo 
que sentimos es actuando, haciendo algo, aunque ese actuar vaya 
acompañado de emociones. (p. 32). 
 
 Por ende, el afecto es la manifestación de cualquier sentimiento, emoción a 
partir de acciones que denotan una intensión que si bien es automática, 
muchas veces está desprovista de pensamientos previos, sino que es la 
expresión inmediata que surge a partir de un agrado o desagrado. En este 
orden de ideas, el afecto, es la expresión de sentimiento por parte de los 
padres hacia los hijos; el mismo, cuando se ejerce un estilo de crianza 
operativo, es equilibrado en unión de la autoridad. 
 Sin embargo, cuando los padres ejercen un estilo de crianza permisivo, el 
afecto se da sin límites, rebasando las fronteras que deben existir en los roles 
de padres e hijos, por lo que, los hijos se sienten con autoridad de irrespetar 
tanto a los padres, como a las personas con las que comparte en su entorno, 
ocasionando que ser reflejen conductas no operativas como lo es la 
agresividad, la indisciplina y la manipulación. En tal sentido, para efectos de la 
investigación desarrollada, los indicadores que componen esta dimensión son 
la sobreprotección, apoyo excesivo y comprensión ilimitada. 
En primer lugar, se tiene la sobreprotección, la cual en palabras de De 
Acevedo (2014), se caracteriza porque: 
Los padres sobreprotectores cuidan demasiado a sus hijos y no los dejan 
tomar riesgos…En la medida en que los hijos crecen,este tipo de padres 
evitan que ellos cometan errores y, de esta manera, les quitan la 
magnífica oportunidad de aprender de ellos. (p. 25). 
 
En otras palabras, los padres sobreprotectores asumen una actitud de 
cobijo sobre sus hijos, que le impide que asuma sus propias 
responsabilidades, impidiendo que desarrollen las capacidades de autonomía, 
27 
 
además de limitarlos al momento de tomar sus propias decisiones, pues los 
padres piensan que sobreprotegiéndolos los eximen de que cometan errores 
y sufran consecuencias a partir de las actuaciones que desarrollen. 
Asimismo, De León (2008), sostiene que los padres que sobreprotegen a 
sus hijos, 
…no permiten ninguna clase de libertad a sus hijos…No importa lo que 
sus hijos hagan, los padres sobreprotectores no confían en sus hijos, 
porque nada de lo que hagan logrará que se ganen la confianza de sus 
padres. (p. 204). 
 
 Por ende, los padres sobreprotectores tienen dificultad para brindarle 
seguridad a sus hijos, por lo tanto, manejan todo lo que sus hijos hacen, 
limitando la libertad para tomar sus propias decisiones. Por lo tanto, les cuesta 
sentirse confiado con las actuaciones de sus hijos. En tal sentido, si bien, los 
padres permisivos, tienden a dar una libertad excesiva a sus hijos en torno a 
sus actuaciones, sobreprotegen a sus hijos, validando sus actuaciones, por lo 
que las justifican a toda costa. 
Con respecto al indicador apoyo excesivo, en palabras de Rodríguez 
(2006), cuando los padres muestran apoyo incondicional a los hijos, deben 
tener claro que pueden corregir conductas equivocadas sin que esto implique 
que el cariño que siente por sus hijos está comprometido, sin embargo, los 
padres permisivos tienden a dar un apoyo excesivo a las conductas 
manifestadas por los hijos, por lo que impide que las conductas equívocas 
sean corregidas, lo que da a lugar que los mismos se comporten de forma 
inoperativa, presentándose por ende, conductas como agresividad, 
indisciplina y manipulación. 
Por su parte, Soto y Montaño (2010), sostienen que el apoyo excesivo hacia 
los hijos es un factor que debe estar presente en la actuación de todo padres, 
pues de esta manera, les puede dar la seguridad necesaria para el 
desenvolvimiento de sus actuaciones diarias, sin embargo, señala que: 
Los hijos son nuestra gran responsabilidad, debemos aprovechar toda 
oportunidad que tengamos para mostrarles de una manera más clara el 
28 
 
camino que esperamos deben seguir…Son los hijos un reflejo de los 
padres, no cometas el error de dejarlos crecer solos, esa es quizá la 
mayor irresponsabilidad de nuestros tiempos, porque no solo afectas a 
tu propio hijo, a tu familia y a ti mismo, sino a toda tu comunidad. (p. 75). 
 
Por lo tanto, los padres deben tener claro que el apoyo excesivo en los hijos 
debe ser gestionado de manera efectiva, pues de lo contrario, se les daría una 
libertad plena, que le va a dar rienda suelta para que se comporten como lo 
desean; esta es una de las características de los padres permisivos, que aun 
cuando observan que las conductas de sus hijos no es operativa, brindan un 
apoyo incondicional, sin reparar las actuaciones inadecuadas de sus hijos, lo 
que propicia que ellos no sepan identificar la manera correcta en que se deben 
comportar en sociedad. 
Por otra parte, con respecto al indicador flexibilidad, Soto (2008), señala que 
la misma puede entenderse como la aptitud para: 
…transformarse y mejorar su inserción en el ambiente, haciendo crecer 
así su probabilidad de supervivencia. La flexibilidad es ante todo un 
medio para enfrentar la incertidumbre y, en este sentido, traduce la 
capacidad…responder a nuevas condiciones y desarrollar el 
aprendizaje. (p. 13). 
 
Por lo tanto, la flexibilidad es esa habilidad que poseen las personas para 
transformarse y de esa manera modificar de manera positiva las posibilidades 
que se le presentan para de esta manera adaptarse a nuevas realidades. En 
este sentido, los padres que se muestran flexibles ante las conductas de sus 
hijos, deben tener en cuenta que, si bien la flexibilidad en la crianza de los hijos 
es u elemento fundamental, es necesario que también reconozcan, que ser 
excesivamente flexibles, puede conllevar a que los hijos entiendan que sobre 
ellos no existe ninguna autoridad, y que por lo tanto, pueden comportarse de 
la manera en que ellos lo consideren justo. 
Es por ello, que los padres permisivos, se caracterizan por ser demasiado 
flexibles en torno a los normas establecidas para los hijos, por ende, su 
expresión de afecto, al no ser equilibrado, puede permitirle que manejen una 
flexibilidad excesiva con respecto a las conductas no operativas de sus hijos, 
29 
 
convalidándole las mismas al cambiar de forma constante las normas 
establecidas, dando muestras excesivas de afecto, que le impide a los hijos 
asumir las responsabilidades individuales que debe cumplir. 
De igual manera, Guillén (2005), sostiene que cuando en las relaciones 
familiares se carece de normas claras, y que las mismas se instauran según 
el grado del estado de ánimo de los padres, se corre el riesgo de asumir una 
actitud extremadamente flexible en torno a la crianza de los hijos lo que 
conlleva a propiciar errores de pensamiento en los hijos, que a su vez se 
traducen en conductas no operativas. Por ende, señalan que cuando los 
padres se muestran demasiado flexibles se percibe que: 
Los padres tienen una actitud permisiva y pasiva ante las conductas 
de sus hijos, que a veces pretende justificar con el respeto hacia la 
individualidad. Los hijos como consecuencia, manifiestan conductas 
variables, ausente de patrones permanentes de actuaciones. Existe 
imposibilidad de que los hijos adquieran un correcto desarrollo moral 
al no tener referentes normativos que regulen su conducta. (p. 342). 
 
En otras palabras, la permisividad en los padres, fomenta en los hijos las 
conductas no operativas, lo que impide que socialicen de forma adecuada en 
los diversos ambientes en los cuales hacen vida diaria. En tal sentido, los hijos 
se sienten con derecho a irrespetar las normas establecidas por los padres, 
quienes a su vez, se muestran pasivos ante las conductas de sus hijos. Por 
tanto, la investigadora plantea la necesidad de estudiar la relación que existe 
entre los padres con estilo de crianza pasivo y las conductas no operativas 
emitidas por los hijos. 
 
Conductas no operativas de los hijos 
La crianza de los hijos, implica una gran responsabilidad, la labor de ser 
padres no es tarea fácil, pues implica tomar en cuenta una serie de factores, 
los cuales incidirán en la conducta que los hijos adoptarán en un futuro. Por 
ende, es necesario que los padres emprendan una serie de medidas, adopten 
una actitud proactiva para que los hijos aprendan y copien modelos que les 
30 
 
permitan desenvolverse operativamente en sociedad. Sin embargo, cuando el 
estilo de crianza no es el adecuado, los hijos pueden entender mal el rol que 
deben cumplir en el núcleo familiar, adoptando conductas que no son las 
adecuadas para su edad y rol de hijos. 
En tal sentido, es necesario abordar el término de conducta, la cual en 
palabras de Trivisonno (2000), “En términos amplios, conducta es todo aquello 
que un organismo hace, dice o piensa. Cuando la conducta es públicamente 
observable dicha conducta recibe el nombre de conducta manifiesta. (p. 21). 
En otras palabras, la conducta son todas aquellas manifestaciones presentes 
en las personas, que pueden ser observadas a simple vista, y que denotan la 
forma en que se relaciona con su entorno. En este sentido, las conductas 
pueden estar enmarcadas dentro de los parámetros sociales o no. 
Tomando en cuenta las ideas planteadas por el precitado autor, las 
conductas no operativas, serías todas las manifestaciones observadas en los 
hijos, que rompen con los parámetros establecidos dentro de la norma social, 
por lo quepueden ser socialmente rechazadas. En consecuencia, pueden ser 
originadas a partir del estilo de crianza ejercido por los padres, por lo que, si 
asumen un estilo de crianza permisivo, los hijos pueden asumir conductas que 
sobrepasan los límites que establece el rol que les corresponde asumir en el 
entorno familiar. 
Por su parte, Salazar (2012), señala en torno a las conductas no operativas, 
que son aquellas conductas “…que no le permite al individuo funcionar y 
desarrollarse, sin generarle conflicto” (p.1). En otras palabras, son todos 
aquellos comportamientos que se observan en los hijos, los cuales son 
causantes de conflictos tanto dentro del círculo familiar, como el social. En este 
orden de ideas, las conductas no operativas de los hijos, se refieren a 
manifestaciones conductuales, es decir, que se pueden observar y cuantificar, 
que impiden que los hijos se relacionen adecuadamente en sociedad. 
Igualmente, Moles (citado por De Ferrer, 2008), argumenta que las 
conductas no operativas son aquellas que “…impiden una adecuada 
31 
 
interrelación e integración con sus semejantes” (p.14). Por lo tanto, cuando los 
hijos manifiestan conductas no operativas, sufren consecuencias que parten 
de la inoperancia de relacionarse tanto con sus semejantes, como con las 
personas con las cuales interactúa a diario. Por ende, los hijos de padres 
permisivos, tienen gran dificultad de interactuar con las otras personas en el 
entorno en el cual se desarrolla. 
Esto por lo general es debido a la falta de normas, flexibilidad y excesivo 
afecto, que conlleva a que presente signos de agresividad, indisciplina y tienda 
a manipular a sus padres para conseguir lo que desea, en el momento que así 
lo considere necesario. Por lo tanto, se amerita que los padres asuman una 
actitud proactiva, que les permita ejecutar un estilo de crianza operativo, 
basado en la educación democrática de los hijos, donde exista un equilibrio en 
el binomio autoridad/afecto. 
En tal sentido, para efecto de la investigación desarrollada, se pretende 
indagar acerca de las conductas no operativas presente en los hijos, desde la 
perspectiva de los padres, en referencia a este tema, se desarrollarán las 
dimensiones agresividad, indisciplina y manipulación, para de esta manera 
determinar cuáles de estas conductas están presentes en los hijos de los 
padres sujetos a estudio, y de esta manera, determinar si la variable padres 
permisivos, influye sobre la variable conductas no operativas de los hijos. 
Partiendo de estas ideas, se tiene en primer lugar la dimensión 
agresividad, sobre la cual Besada (2007), señala que: 
Se entiende por agresividad toda tendencia a actuar o responder 
violentamente o la actitud que se caracteriza por la predisposición a 
emplear la fuerza. Es la conducta que persigue infligir daño, sea de modo 
consciente o inconsciente, al propio actor o a otra persona o ente. (p. 
68). 
 
Por tanto, la agresividad es la predisposición a actuar de manera violenta 
con la finalidad de utilizar la fuerza para ocasionar daño a otra persona, bien 
sea de manera premeditada o no. Por ende, los hijos de padres permisivos 
tienden a presentar síntomas de agresividad, pues, al no existir un equilibrio 
32 
 
adecuado del Binomio Autoridad/Afecto, los hijos se sienten con derecho 
incluso de agredir a los padres, si estos pretenden establecer algún tipo de 
norma dentro del hogar. 
Asimismo Sureda (2007), señala que la agresividad tiene como principal 
característica, que el individuo que la ejerce tiende a: 
…defender en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en 
cuenta los de los demás. Este estilo de conducta acostumbra a provenir 
de una falta de autocontrol de la emoción de la ira e incluye las 
agresiones físicas y las expresiones verbales y no verbales de carácter 
agresivo. (p. 174). 
 
Es decir, que los hijos que manifiestan conductas agresivas, tienden a 
defender celosamente sus derechos, a la vez que irrespeta los derechos de 
sus padres y personas con las cuales interactúa diariamente. Por lo tanto, se 
caracteriza por presentar episodios de descontrol emocional, los cuales se 
materializan en agresiones verbales y no verbales, que ocasionan daño a la 
persona contra quien comete el acto de agresión. Por ende, los padres notan 
que sus hijos mantienen conductas agresivas constantes ante sus llamados 
de atención. 
De la misma manera, Cerezo (Citado por Coronado, 2008), señala que la 
agresividad “…puede tener un carácter instrumental (ser un medio para) 
emocional (placer al someter o herir); también puede ser premeditada o 
impulsiva. Estos aspectos deben ser tenidos en cuenta al momento de evaluar 
un comportamiento agresivo” (p. 106). En otras palabras, los hijos de padres 
permisivos, pueden agredir bien sea por placer, al no manejar adecuadamente 
sus emociones, o de manera intencional, cuando con antelación planea hacer 
daño a otra persona, que en este caso pueden ser los padres u otro familiar 
directo. 
Por ende, cuando los padres asumen un estilo de crianza permisivo, los 
hijos tienden a transgredir normas, pues dentro del hogar los padres 
generalmente no las establecen y permiten que los hijos se comporten de 
forma inadecuada sin establecer límites claros que les permitan identificar 
33 
 
modelos de comportamientos operativas que les facilite su interacción con las 
demás personas. Es por ello, que los padres deben ejercer estilos de crianza 
operativos, que les permita corregir a sus hijos asertivamente para que 
adquieran las herramientas necesarias para relacionarse operativamente con 
los demás. 
En tal sentido, se inicia con la agresividad física, la cual para Murueta y 
Orozco (2015), se trata de “…todos aquellos actos que comete un sujeto sobre 
otro con el fin de someter, humillar o nulificar al individuo. En este tipo de 
violencia son comunes el maltrato directo.” (p. 28). En consecuencia, la 
agresividad física son todos aquellos actos ejecutados por los hijos de padres 
permisivos, lo cuales tienen como fin ocasionar daño a sus padres, con el fin 
de obtener algo que desean. Por ende, la agresividad física, es una conducta 
que generalmente se presenta en los hijos cuando sus padres asumen un 
estilo de crianza permisivo, donde no se establecen normas claras acerca del 
comportamiento que deben tener dentro del grupo familiar. 
En el mismo sentido, Molina (2002), sostiene que la agresividad física “Es 
la descarga de energía que el agresor hace sobre el agredido. El impacto es 
tal que puede ocasionar una lesión grave…Comprende puñetazos, patadas, 
heridas punzocortantes que se realizan generalmente bajo reacciones de 
cólera impulsiva”. (p. 102). En consecuencia, la agresividad física, comprende 
el uso de la fuerza para ocasionar daño, en este caso por parte de los hijos 
hacia los padres, quienes mantienen una actitud pasiva frente al 
comportamiento de sus hijos. Por ende, los padres permisivos pueden ser 
víctimas de conductas agresivas por parte de los hijos, si estos no mantienen 
un equilibrio adecuado en el Binomio Autoridad/Afecto. 
En el mismo orden de ideas, se tiene la agresividad verbal, la cual en 
palabras de Stamateas (2011), señala que la persona que agrede 
verbalmente: 
…es mordaz, intimidante, ofensivo: sin importar cuál sea el tema del que 
esté hablando, su objetivo será despertar el miedo y el temor en los 
otros, asegurándose así poder y autoridad. S u propia inseguridad es la 
34 
 
que le impide establecer vínculos sanos y relaciones interpersonales 
prósperas. (p. 73). 
 
En otras palabras, el hijo que manifiesta la conducta de agresividad verbal, 
es ofensivo con sus padres, buscando intimidarlos con sus palabras para que 
ellos se sientan amenazados ante las agresiones de los hijos. Pues de esta 
manera garantizan mantener el poder sobre sus padres, en tal sentido, los 
padres permisivos, al tener dificultad para establecer

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