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Órale Politics! – Sólo dios sabe qué onda con la 4T
Por el Dr. Gustavo Cano – 23 de junio, 2022
El año pasado Grijalbo publicó el libro “4T, claves para descifrar el rompecabezas”. Sin duda alguna, esta colección de 17 ensayos coordinada por Blanca Heredia y Hernán Gómez Bruera constituye un excelente esfuerzo para tratar de entender lo que es la 4T. En lo personal lo recomiendo ampliamente, sobre todo porque este libro será un punto de referencia obligado para saber en realidad qué fue aquello que de repente se apareció en el horizonte político del país, liderado por un hombre que llega a la presidencia de la República después de dos intentonas y con una organización política que asemeja más a un movimiento político baby que a un partido político. Los académicos estudiosos del régimen político mexicano allá por 2027 agradecerán enormemente la publicación de la iniciativa de Blanca y Hernán.
El libro se divide atinadamente en dos secciones: la visión desde arriba del bosque (El gran angular) y la visión desde adentro del bosque (Zoom in). El título es maravilloso: la 4T es un rompecabezas que esperemos sea resuelto allá por 2027, tres años después de su primera gran etapa, la del lopezobradorismo feliz. En lo personal me llamaron la atención algunos ensayos, mismos que a continuación explayo sin pena ni gloria, con el único fin de reflexionar sobre lo que actualmente estamos viviendo, en el país de la paz social, en la República de los Agachados.
El buen Lorenzo Meyer (La 4T y los cambios de régimen previos), después de una magnífica introducción de historiografía política sobre las primeras tres transiciones políticas de nuestro país, señala la transición que nunca se llevó a cabo con la llegada de Fox al poder. No hubo refundación constitucional alguna y la elite en el poder se abrió un poco, de manera irónica dejando entrar a los panistas y pateándole el trasero a los priistas. Tout doit changer pour que rien ne change. Aunque el eje de poder cambió del presidencialismo al salinismo. Luego llega la 4T, misma que, de acuerdo a Meyer, “no ha ofrecido cambiar el modo de producción del régimen, sino algo menos radical… eliminar los aspectos socialmente más dañinos del régimen neoliberal vía una lucha contra la corrupción endémica…” Bueno, estas dos premisas están en veremos.
Blanca Heredia (El régimen oligárquico mexicano y su complejo desmontaje), después de exponer buenas ideas sobre lo que es (¿o fue?) el neoliberalismo mexicano, afirma que “la idea de que el régimen que quiere cambiar AMLO es el oligárquico resulta conceptual y analíticamente fértil para hacer comprensibles la narrativa y las acciones de su gobierno. Más fértil, desde luego, que simplemente descalificar como idiota, ignorante y enfermo de poder a un presidente que, violando toda lógica, como insisten sus críticos, mantiene las riendas de su gobierno contra viento y marea y, en medio de la pandemia y la crisis económica, aumenta (o mantiene) sus niveles de aprobación”. Más adelante doña Blanca se lanza: el México de AMLO es un México que se encarga de sus mayorías, pero que ignora olímpicamente a las mujeres en un “país tan violentamente machista” y que también es insensible “frente al dolor realmente existente de las legiones de víctimas de la colusión entre el crimen organizado y esa cosa llamada ‘Estado mexicano’…” Aunque yo agregaría a esta reflexión que los gobernantes anteriores, de de la Madrid para acá, prácticamente ninguno hizo nada significativo ni por las mujeres, ni por tratar de controlar o al menos contener seriamente al crimen organizado. Y sí, gracias a esta pieza de la doctora Heredia, me cayó el veinte que yo ya no soy elite en México.
El texto de Gustavo Gordillo (La gobernabilidad realmente existente) es muy dinámico, ilustrativo y hasta divertido. Su planteamiento es muy sencillo y, por lo tanto, poderoso: López Obrador recibe del anterior Estado neoliberal un gran déficit de gobernabilidad, lo cual marca desde un principio los alcances del Estado patrocinado por la 4T, al menos bajo la batuta de AMLO, que se ve obligado a desarticular lo desarticulado por los neoliberales para echar a andar un nuevo proyecto de Estado. El tocayo Gordillo señala que AMLO debe superar dos mitos para recuperar la gobernabilidad del Estado mexicano: el mito de la “sociedad-que-no-puede-nada” y el mito del “presidencialismo-lo-puede-todo-todo”. Y es ahí cuando la puerca torció el rabo (eso lo digo yo). El ciudadano López es hoy por hoy el primer priista del país, que encabeza un proyecto priista por excelencia, el proyecto del partido político hegemónico. Y va a estar muy difícil que, al menos en esta etapa de la 4T (2018-2024), el presidente aprenda a comportarse como un político no priista. 
El buen Alberto Díaz-Cayeros (Lo entendible y lo inentendible de la 4T) plantea que la 4T es un proyecto de refundación nacional, con el objetivo central de crear una “revolución de conciencias”. La idea también es crear un país de desarrollo incluyente, que se lograría “eliminando la corrupción y estableciendo una política que opere al servicio de los demás”. El análisis de discurso de don Alberto arroja observaciones interesantes: AMLO se empecina en negar constantemente al neoliberalismo, se lanza constantemente a esta idea de transformar al país, plantea dejar un legado moral en base a sus acciones, primero los pobres (por supuesto), la religión y la familia se consideran baluartes de acción de solidaridad entre la población, el nuevo régimen sería una alternativa comunitaria y humanista que sustituye al individualismo rapaz y feroz heredado del neoliberalismo, etc. Todo esto prácticamente sin ofrecer programas de cómo llevar a cabo lo planteado o qué metas lograr en qué tiempo. Alberto lo pone de una manera muy elegante y diplomática: “Lo inentendible de muchas de las acciones y comportamientos de AMLO probablemente no forma parte de ese plan estratégico o una visión coherente del mundo, sino que obedecen a respuestas más bien instintivas, tomadas al vapor de la acción gubernamental diaria… No es entendible que el presidente pretenda que la población de proteja de una pandemia con escapularios, se niegue a usar máscaras o busque que la violencia criminal sea controlada por medio de abrazos”. Yo más bien diría que el presidente gobierna como prepara mole: al puro chilazo, como su némesis Fox.
Ana Laura Magaloni (La agenda presidencial en materia de justicia) señala que la justicia mexicana tiene tres pilares: “La marginalidad jurídica de la inmensa mayoría de las personas; la legalización de privilegios; y el control político del sistema de justicia”. Justicia fácil y accesible para unos pocos y justicia lejana e inaccesible para la mayoría, “que sólo castiga, pero no protege”. El reto para AMLO a este respecto es enorme. El sistema de justicia mexicano alimenta las desigualdades que tanto hartan a AMLO, al menos a nivel discursivo. Magaloni ofrece una radiografía de la justicia mexicana muy completa, ideal para ser utilizada en una clase de Derecho o en Ciencia Política en la UNAM en 2027. La idea sería comparar cuáles de las brutales deficiencias de nuestro actual sistema de justicia pudieron ser modificados o erradicados por la 4T y cuáles no. Y por qué. La doctora Magaloni le da al clavo cuando afirma que “la legitimidad jurídica de esta administración (4T) es que el sistema de justicia no es completamente confiable para ninguna de las partes”. En efecto, ingresar al sistema de justicia a buscar justicia en México es el equivalente a tratar de confiar en la teoría de cuerdas para salvar a la humanidad de su propia barbarie y antilógica ecológica: sólo dios sabe, si acaso… Y eso ya lleva muchos años.
En fin… A mí me gustaría aclarar algunos cabos un poco sueltos a manera de reflexión. 
En lo personal no estoy de acuerdo con la mayoría de los autores de los ensayos en el sentido de que dan por supuesto que en México hubo un verdadero Estado neoliberal. Para mí nunca hubo un Estado neoliberal, como el de Reagan o el de la Thatcher,tan solo una elite que manejó la ideología neoliberal a su conveniencia para robar y ultrajar al Estado mexicano… Bajo esta premisa, la 4T está dando palos de ciego para tratar de ubicar al enemigo a vencer en su proyecto de gobernanza. Independientemente de lo que repitan sin pensar sus integrantes, la 4T más bien ejerce un proyecto de transformación nacional identificando como el enemigo a vencer a la mafia que estuvo en el poder bajo la cobija neoliberal, pero de encontronazo ideológico: por el amor de dios, nada de nada. 
En relación al cambio transformador, patrocinado e impulsado por una indescifrable 4T, pues no nos queda de otra, el cambio ya está aquí y no habrá marcha atrás, tan sólo queda rogarle al Supremo que el o la que sigue en el turno de poder de la 4T sea un poco más coherente y consciente con la problemática esencial de este país: que el Estado mexicano sea nuevamente una entidad política y social que mínimo ejerza poder monopólico en el uso de la fuerza y de preferencia que instale un Estado de derecho que, por cierto, nunca hemos tenido. Seis años es poco tiempo para reestructurar las raíces del Estado mexicano, en el 2024 el proyecto continúa con MORENA al frente, ya veremos qué entienden por “4T” Claudia o Adán (o hasta Monreal). 
Bajo cualquier otra circunstancia el libro “4T, claves para descifrar el rompecabezas” sería un ensayo de ensayos surrealistas, pero esto es el país de la paz social, donde se contabilizan cerca de 100 muertos diarios y que en su momento tuvo un régimen que institucionalizó la revolución, justo después de que cerca de un millón de personas murieron en un conflicto lleno de ideas sueltas, más nunca guiado por una ideología, como la mayoría de los conflictos sociales del Siglo XX. 
Finalmente, espero que esta apertura de ideas transformadoras que más o menos se da la en la 4T sirva de una u otra manera para tratar temas a toda luz interesantes para el devenir político, económico y social de nuestro país. Y así podamos contestar una que otra pregunta medio importante en la actualidad: ¿Cuándo tronará el problema del calentamiento global en nuestro país, onda Sri Lanka? ¿Por qué siguen nuestros egresados de sexto de primaria sin poder entender lo que leen y qué diablos se puede hacer al respecto? ¿Cuál es el papel de los masones en la sucesión presidencial de AMLO? ¿Cuándo podrán regresar todos los periodistas mexicanos del exilio? ¿Qué carajos hacer con el crimen organizado y sus socios gubernamentales en la República de los Agachados? Más allá del discurso, ¿cuándo se atacará de frente a la corrupción y la impunidad en México?
Rompecabezas o no, sólo dios sabe qué onda con la 4T…
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